CorteConstitucional sentenciaIMPORTANTE
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Por lo anterior, más allá del caso concreto, la Corte enfatizó que los colegios,
dentro del ámbito de su autonomía, están facultados para aplicar el manual de
convivencia cuando los estudiantes afecten la dignidad de otro compañero por
medios digitales, garantizando, en todo caso, el derecho al debido proceso.
Magistrado ponente:
ANTONIO JOSÉ LIZARAZO OCAMPO
SENTENCIA
Aclaración previa
1. Demanda y solicitud
1.1. A principios del mes de diciembre de 2016, como era común entre los
adolescentes de la edad de CAJC (13 años), este con su celular tomó una foto
de sus abdominales y se la envió a un amigo del CLN. Ese amigo le envió la
fotografía a MG, quien estudiaba en el curso y colegio de CAJC, y este a su
vez la compartió con otros amigos y amigas. Se relató que un día
estando CAJC en el Colegio en la fila de ingreso al salón, MG empezó a
molestarlo por lo que se inició una riña entre los estudiantes, situación que le
implicó una sanción consistente en una advertencia y un día de exclusión.
1.2. En el mismo mes y año, CAJC empezó a hablar con IF (normalmente por
WhatsApp o Snapchat), una adolescente de su edad. Una noche el joven le
pidió una fotografía con su torso desnudo, imagen que ella le envió y él
guardó en su celular. Se narró que un amigo de CAJC tomó su celular y sin
que este se diera cuenta compartió la foto de IF, que estaba guardada en el
dispositivo, con otros compañeros de su clase.
1.4. En marzo de 2017, a través de la red, CAJC le pidió una foto con el torso
desnudo a MS, imagen que ella le envió y él guardó en su celular. Se narró
que unos días después, el joven compartió la imagen guardada con su amigo
S. También se precisó que en el curso en el que se encontraba estudiando el
adolescente circulaban varias fotografías de MS que este no había compartido.
1.5. En el mismo mes de marzo CAJC se enteró que MAP le había contado a
su hermano mayor, SP, que quien había difundido todas las fotografías era él.
Se relató que desde el 22 de ese mes empezaron a llegarle al joven amenazas
de parte de SP, además, que la madre de la estudiante, AM, lo ultimó con
hacerlo expulsar del Colegio. También se señaló que el 24 de marzo llegó el
joven SP, en compañía de tres amigos, a la casa de CAJC exigiendo que
saliera, pero que el hermano de este les indicó que no se encontraba en el
lugar[3]. Desde ese entonces, según se narró, el adolescente y sus padres
sienten mucha preocupación y temen por su seguridad.
1.7. Mediante comunicación del 31 de marzo de 2017, CAJC fue citado con
sus padres a una reunión con el rector y el vicerrector del Colegio, para el 3 de
abril[5]. Se narró que en esa ocasión, el rector le recriminó al joven su
conducta al enviar las fotografías y, sin permitirle dar explicaciones al
respecto, les planteó a sus padres que “para no [llevar al estudiante] a juicio
al Consejo de Disciplina, que [lo] retiraran inmediatamente del Colegio”[6].
Igualmente, “[l]es dijo que se tenía como un hecho confirmado [su]
responsabilidad directa en la difusión de fotos íntimas de las alumnas del
liceo por redes sociales, [configurando] ello una falta muy grave, que daba
motivo a [la] expulsión del colegio”[7].
1.8. Se indicó que como CAJC no había hecho nada distinto de lo que era
común y frecuente entre sus compañeros y compañeras de clase, este no
aceptó que sus padres lo retiraran del Colegio. Además, porque a otros de sus
compañeros que también habían compartido fotografías íntimas, no se les
había exigido su retiro sino que habían sido suspendidos por unos días sin
pasar por el Consejo de Disciplina.
1.10. Se narró que en abril de 2017 el rector del Colegio les comunicó a los
padres de CAJC que el joven había sido convocado ante el Consejo de
Disciplina que se reuniría el 2 de mayo de 2017 a las 9:30 horas, por lo que les
solicitó su acompañamiento y les informó que el archivo estaría a su
disposición en la secretaría de la institución, el cual tenía carácter reservado, y
que su hijo podía defenderse y ser asistido por la persona que él escogiera. En
dicha comunicación se leen como hechos que dieron lugar a la convocatoria:
“Uso malicioso de las redes sociales para obtener o difundir fotos con
consecuencias sobre el clima y la seguridad del liceo”[10].
1.11. Se señaló que el joven CAJC pidió perdón por sus actuaciones y que el
30 abril de 2017 entregó en los domicilios de MAP y MS sendas cartas
dirigidas a sus padres en las que les ofrecía disculpas[11].
Señaló que el Colegio desconoció que la edad del accionante para la época de
los hechos viene acompañada de cambios a nivel hormonal y personal, por lo
que se debe brindar acompañamiento para afrontar con mayor responsabilidad
la sexualidad, más allá de cercenar su manifestación natural. Además, planteó
que no se tuvo en cuenta que el accionante no fue el único involucrado en la
difusión de las fotografías, por lo que el asunto debió ser tratado con carácter
preventivo antes que represivo.
4. Impugnación
Sostuvo que no existe peligrosidad alguna del accionante, así como pánico
entre la comunidad educativa con la reintegración de CAJC y que, por el
contrario, una vez llegó al Colegio, el hermano de una de las niñas implicada
en el incidente le pidió perdón por haberlo amenazado de muerte. Señaló que
con la actitud de las directivas de la institución educativa se genera un
ambiente que afecta al adolescente, en el sentido que lo estigmatiza como si
fuera alguien peligroso.
Por último, expresó que habían sido adoptadas con CAJC algunas medidas
para evitar la repetición de los hechos, como privación del celular, vigilancia
de acceso a redes, prohibición de interactuar con las estudiantes con quienes se
presentó el incidente, asistencia a psicólogo, imposición de horas extras de
estudio y actividad deportiva (fútbol)[40].
6.3.1. Oficiar al rector del Colegio para que informara: (i) acerca de los
procedimientos que ha adelantado contra estudiantes del plantel involucrados
en los hechos narrados en la presente acción de tutela, aparte del
adolescente CAJC, anexando copia de las todas las diligencias
respectivas. Incluyendo, además, todas las actuaciones realizadas en el marco
de la investigación iniciada contra CAJC; (ii) en qué casos se establece por
reglamento la aplicación de la sanción de “exclusión definitiva” del plantel
educativo, anexando la normativa respectiva; (iii) las actuaciones adelantadas
en el marco del cumplimiento de la orden sexta de la sentencia del 7 de junio
de 2017, emitida por el Juzgado Segundo Penal para Adolescentes con
Función de Control de Garantías de Bogotá, y que fuera confirmada el 21 de
julio de 2017, por el Juzgado Dieciocho Penal del Circuito con Funciones de
Conocimiento de Bogotá; y, finalmente (iv) si conforme a la orden octava del
fallo anunciado en el numeral anterior, la Policía de Infancia y Adolescencia
ha dictado charlas en el Liceo en aras de ilustrar a los estudiantes acerca del
impacto que tiene el uso indebido de las redes sociales, y la posible
constitución de delitos de pornografía infantil.
6.3.2. Oficiar a la señora EMCG para que informara: (i) la situación actual de
su hijo CAJC y si continuó con su proceso educativo; y (ii) las actuaciones
adelantadas en el marco del cumplimiento de la orden quinta de la sentencia
del 7 de junio de 2017, emitida por el Juzgado Segundo Penal para
Adolescentes con Función de Control de Garantías de Bogotá, y que fuera
confirmada el 21 de julio de 2017 por el Juzgado Dieciocho Penal del Circuito
con Funciones de Conocimiento de Bogotá.
6.4. Dentro del término legal las respuestas obtenidas fueron las siguientes:
En relación con las órdenes que implicaban a los padres del adolescente,
agregó que fueron cumplidas estrictamente y que han apoyado a CAJC, quien
se encuentra en tratamiento psicológico cubierto por ellos, para que pueda
afrontar el incidente.
- Desde el inicio de las actuaciones por parte del Colegio las niñas fueron
catalogadas como “víctimas” y los niños como “victimarios” sin tener
en cuenta la edad y el nivel de madurez emocional y psicológica de
todos los jóvenes involucrados y sin comprender el tipo de
relacionamiento que ellos tienen a través de las redes sociales, para
entrar a generar entornos de apoyo y formación en el manejo de dichas
redes y educación sexual.
- En relación con el exhorto al Colegio para prevenir conductas de
bullying contra CAJC contenido en el resolutivo séptimo del fallo de
primera instancia, señaló que las directivas de la institución antes de
proteger a su hijo, “lo han estigmatizado con acciones en las que
‘previenen’ a los auxiliares de educación, a los alumnos, profesores y
padres de familia”, como si fuera un delincuente de alta peligrosidad
frente a quien la institución educativa tiene que proteger a su
comunidad, y no han tenido en cuenta que se trata de un adolescente
que también requiere apoyo, como el que se les ha brindado a las
estudiantes involucradas que sí han contado con orientación psicológica
de parte de la institución educativa[65].
- Indicó que el único contacto que tuvo CAJC con la dependencia de
psicología del Colegio, fue cuando la psicóloga de bachillerato lo citó
antes del Consejo de Disciplina para conocerlo y dar un concepto sobre
él con destino a dicho organismo.
- Señaló que el Colegio jamás preguntó por la situación emocional del
adolescente, quien desde la infancia fue diagnosticado con trastorno por
déficit de atención e hiperactividad de tipo mixto y ha sido manejado
por neuropediatría con methilfenidato de liberación prolongada (ritalina
LA).
- Sostuvo que desde enero de 2017, al observar algunos cambios
en CAJC, se inició seguimiento con psiquiatría y psicología infantil
para apoyarlo.
- Señaló que la manera en que los jóvenes manejan su intimidad e
información en las redes sociales constituye todo un reto para los
adultos que, lejos de ser un lugar de juicio entre “niños malos” y “niños
buenos”, reclama una nueva forma de aprendizaje.
- Explicó que fueron muchas las fotos de niñas diferentes a las citadas en
la acción de tutela que circularon en las redes sociales y que fueron
enviadas por ellas mismas a sus compañeros y que, según lo comentó
uno de los jóvenes, las imágenes eran intercambiadas “como las
láminas de álbumes”[66]. Y agregó que el caso de CAJC fue utilizado
por la institución educativa para “dar una sanción ejemplarizante”[67].
- En relación con la vulneración del debido proceso planteó: “el consejo
de disciplina se desarrolló en francés, para lo cual necesitamos
intérprete, somos hispanoparlantes, y estamos en Colombia donde el
idioma oficial es el español, no pudimos ver ni controvertir las pruebas
a las que nombraron como ‘nuevas informaciones’ incluyendo las
declaraciones de niñas, que no fueron conocidas ni completadas o
discutidas con nosotros, nuestro hijo fue tildado casi de delincuente por
una conducta colectiva, sin conocer todos los elementos de la decisión y
sin tener un defensor dentro de un contexto que más que un consejo de
disciplina de colegio parecía un juzgado penal sin garantías. […]”[68].
- Agregó: “[d]urante el Consejo nuestro hijo fue reprendido, acusado e
inducido a confesar la conducta, estuvo sometido a tensión emocional,
no nos fue permitido apoyarlo. No tuvimos acceso al acta levantada por
el Consejo de Disciplina por ser información ‘confidencial’,
simplemente recibimos un documento donde el colegio dicta ‘el
veredicto y el castigo’. No hubo presencia durante el Consejo de
Disciplina de un Psicólogo que orientara el interrogatorio, […], la
protección especial de los niños fue violada; amparándose en la
autoridad del colegio”[69].
- Afirmó que el Colegio no tuvo un manejo adecuado para la
problemática que afectó a varios alumnos y por la cual tuvo que
responder solo CAJC, a quien le fue impuesta la sanción de exclusión
definitiva, pese a que ni el Reglamento Interno ni el Manual de
Convivencia son específicos “en la relación Acto-Sanción, ni en la
graduación de las faltas y las sanciones”[70].
6.4.5. El 22 de enero de 2018, se radicó la respuesta del jefe de Asuntos
Jurídicos de la Policía Metropolitana de Bogotá MEBOG[71] en la que
informa que el Grupo de Protección de Infancia y Adolescencia, en junio de
2017, realizó una capacitación pedagógica acerca del buen uso de las redes
sociales y el Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes (Ley 1098
de 2006), con los estudiantes del grado séptimo del Liceo, en el marco del
programa “Abre tus ojos”.
1. Competencia
En lo que tiene que ver con la legitimación para actuar del adolescente, en
reiteradas ocasiones la Corte Constitucional ha planteado que cuando el
artículo 86 constitucional señala que cualquier persona puede acudir a la
acción de tutela, no hace diferenciación alguna sobre los titulares del
mecanismo de amparo. En consecuencia, la edad no constituye un factor
diferenciador ni limitante frente a su ejercicio, por cuanto no existe una
exigencia expresa acerca de una mayoría de edad para presentarla,
permitiéndose así que los niños, las niñas y los adolescentes tramiten sus
pretensiones en defensa de sus derechos fundamentales a través de la acción
de tutela sin que, para ello, requieran actuar a través de sus padres o
representantes legales[73]. Sin embargo, como se dijo, en el caso concreto
también intervino la madre del menor.
A su vez, el numeral 1º del artículo 42 del Decreto 2591 de 1991 dispone que
la acción de tutela procede contra acciones u omisiones de particulares
encargados de la prestación del servicio público de educación.
4.3. Sin embargo, la Corte también ha sido clara en señalar que toda
imposición de sanciones debe observar el artículo 29 de la Constitución[82].
En general, se puede afirmar que el derecho al debido proceso en todos los
ámbitos, pero especialmente en el educativo, es una manifestación del
principio de legalidad que busca garantizar la protección de la dignidad
humana y el libre desarrollo de la personalidad de los educandos. Como
ejemplo se puede acudir a la Sentencia T-341 de 2003, que reconoció que una
sanción impuesta a un estudiante solo es razonable si persigue un fin
constitucionalmente legítimo[83] .
Así las cosas, por una parte, la Corte Constitucional de manera reiterada ha
insistido en que las sanciones que se impongan, por más justificadas o
razonables que sean, deben adoptarse mediante un trámite que respete el
derecho al debido proceso. En la Sentencia T-917 de 2006 la Sala Tercera de
Revisión recopiló las principales dimensiones del derecho al debido proceso
en el ámbito disciplinario en las instituciones educativas[84] en los siguientes
términos:
4.6. Como se dijo, dentro de las reglas del debido proceso se encuentra
también la proporcionalidad y razonabilidad de la sanción, en función de la
gravedad de la falta cometida, los bienes jurídicos afectados y el propósito
pedagógico. Así, por ejemplo, en la Sentencia T-651 de 2007 se estudió el
caso de un estudiante universitario de mitad de carrera al que, luego de una
riña, se le impuso la sanción de expulsión y prohibición de reingreso por 20
años que, a juicio de los jueces de instancia, era desproporcionada e
irrazonablemente diferente a la que se le había impuesto a los demás
estudiantes sancionados por los mismos hechos[95].
Ahora bien, ello no quiere decir que no se puedan imponer sanciones fuertes y
estrictas como una expulsión, o que se pretenda trasladar exigencias propias
del formalismo procesal penal, afectando así el sentido pedagógico y
formativo que tienen los procesos disciplinarios en el contexto educativo. Por
ello, en la Sentencia T-263 de 2006, por ejemplo, la Sala Primera de Revisión
revocó las decisiones de los jueces de instancia que habían tutelado los
derechos de una estudiante, supuestamente porque una universidad (Los
Andes) había desconocido su derecho al debido proceso y, en consecuencia,
resolvió dejar en firme la sanción impuesta por la universidad consistente en la
cancelación de la matrícula y prueba de conducta por dos semestres por haber
cometido un fraude. Si bien los jueces de instancia consideraron que la
apertura del proceso no había sido totalmente clara y precisa respecto a la
acción que se le endilgaba y, además, que la sanción era desproporcionada y
exagerada, la Sala estuvo en desacuerdo con tan elevado estándar de análisis
de las actuaciones educativas, al constatar que las reglas básicas del debido
proceso sancionatorio se habían cumplido y resolvió negar el amparo que se
había concedido y dejar en firme la sanción que había sido impuesta.
Los primeros están conformados por las mismas sedes de las instituciones
donde las conductas de los alumnos están sujetas a un control riguroso de la
comunidad educativa pues son en estas, donde se desarrolla gran parte de su
proceso formativo. El segundo tipo de foro lo constituyen escenarios de
interacción educativa como actividades culturales y deportivas que se realizan
por fuera del colegio. En estos casos, la Corte ha aceptado que la conducta de
los estudiantes compromete no solo el nombre de una institución, sino que
también refleja la formación impartida a sus alumnos, por lo que es razonable
exigir la observancia de ciertas reglas de conducta y, llegado el caso, imponer
sanciones ante el incumplimiento de tales reglas. Finalmente, en los foros
estrictamente privados, como lo explicó la Sentencia T-491 de 2003, la
conducta de los miembros de la comunidad educativa no interfiere ni
entorpece la actividad académica, ni compromete el nombre de una
institución, por lo que las conductas allí desplegadas no pueden ser objeto de
ninguna clase de sanciones disciplinarias toda vez que hacen parte del
desarrollo privado y autónomo del individuo.
5.2. Antes de continuar con el análisis del caso la Sala hará algunas
precisiones. Primero, se da por demostrado que CAJC compartió por
WhatsApp con al menos uno de sus compañeros, sin que tuviera autorización
para ello, fotografías en las que aparecían con el torso desnudo adolescentes
que también estudiaban en el Colegio. Fotos que él obtuvo debido a que las
jóvenes se las compartieron por Snapchat, pensando que serían efímeras dadas
las características de la aplicación, ya que las imágenes y los mensajes allí
compartidos pueden ser accesibles solo durante un tiempo determinado[97], y
sin contar con que CAJC haría un screenshot o sacaría una captura de pantalla,
que le permitiría guardar las imágenes fotográficas en su celular para luego
compartirlas. El joven reconoce en su escrito de demanda que guardó las
fotografías en su teléfono móvil y que, al menos en el caso de dos de las
jóvenes (MAP y MS), él mismo compartió las imágenes con su amigo y
compañero de clase S, y que luego esas fotos aparecieron circulando en su
salón de clase[98].
Los artículos 42, 43 y 44 del Decreto 1965 de 2013 establecen los protocolos
que deberán ser desarrollados por los establecimientos educativos para la
atención de las situaciones Tipo I, II y III, respectivamente[106].
5.3.3. Bajo el anterior marco normativo general, el Manual de Convivencia del
Liceo[107] describe las normas, los procedimientos y las particularidades del
funcionamiento de la institución educativa.
5.3.4. El Reglamento Interno del Liceo, documento que hace parte integral del
Manual de Convivencia institucional[116], contiene las normas que rigen la
actividad escolar, la disciplina y la buena convivencia dentro del
establecimiento, y los derechos y obligaciones para una mejor convivencia de
todos los estudiantes[117]. En la primera página se lee: “La inscripción en el
Liceo […] implica la aceptación del reglamento interno”[118].
Además, dispone que las sanciones que pueden ser dictaminadas por el rector
son: advertencia escrita notificada a los padres, amonestación (llamado escrito
y solemne al orden), pacto de responsabilidad (compromiso de participar en
actividades de solidaridad, culturales o de formación educativa hasta por
veinte horas y fuera del horario de clase), exclusión temporal de clases que no
podrá exceder de 8 días y exclusión temporal del Colegio que no podrá
exceder de 8 días. Por su parte, las sanciones que pueden ser dictaminadas por
el Consejo de Disciplina, a quien corresponde pronunciarse cuando un alumno
ha cometido una falta grave, conforme al capítulo 8 del Reglamento, son:
todas las anteriormente enumeradas y “[l]a exclusión definitiva del
establecimiento o de alguno de los servicios anexos (cafetería, transporte,
actividades socio educativas)”[123].
5.4. Con fundamento en lo anterior, la Sala debe revisar las actuaciones del
Colegio accionado con la finalidad de verificar si existió vulneración del
derecho fundamental al debido proceso. Veamos:
5.4.1. Aparece un “Reporte entregado por Vida Escolar”[125] del Liceo, sin
fecha, en todo caso realizado con posterioridad al 29 de marzo de 2017, en
donde se hace una descripción de los hechos. Por su pertinencia para el
entendimiento del caso concreto a continuación se transcribe:
5.4.2. El vicerrector académico del Liceo, GM, una vez enterado de que los
jóvenes de la clase estaban compartiendo fotografías íntimas, el 29 de marzo
de 2017 envió un correo electrónico a los padres de los alumnos con el
siguiente mensaje:
“[…]
La clase 4e6 está actualmente en la tormenta debido a un asunto de
difusión de fotografías íntimas.
Estas fotos, obtenidas gracias a un juego de seducción y
manipulación, fueron difundidas vía ciertas aplicaciones sin
consentimiento de los autores lo que constituye un delito grave.
Las autoras se han vuelto víctimas y el liceo va [a] tomar medidas
disciplinarias fuertes para protegerlas.
Les invito a hablar con sus hijos del asunto y dar confianza al liceo
para que resuelva el caso de [la] manera más objetiva
posible”[127].
5.4.4. Mediante comunicación del 3 de abril de 2017, dirigida por el rector del
Colegio MC a los señores EMCG y ALJO, se convocó a un Consejo de
Disciplina para el 2 de mayo de 2017 a las 9:30 a.m. En dicho documento se
señala que los hechos que dieron lugar a dicha convocatoria son: “Uso
malicioso de las redes sociales para obtener o difundir fotos con
consecuencias sobre el clima y la seguridad del liceo”. Así mismo se les
solicitó que acompañaran a CAJC ante el Consejo de Disciplina, para lo cual
podían consultar el archivo en la secretaría, y se indicó que el alumno podía
presentar su defensa de manera oral o escrita y ser asistido por una persona
que él escogiera[131].
Hechos
[CAJC] fue reconocido en la obtención y difusión de fotos de
compañeras desnudas del colegio al final de una investigación que
empezó el 27 de marzo después de revelaciones de padres:
Las investigaciones revelan que la historia empezó en
diciembre cuando unas alumnas, durante conversaciones
con [CAJC], le dieron por el medio de Snatchap una foto
desnuda de ellas teniendo confianza en el que las fotos se
borrarían según un uso normal de la aplicación.
[CAJC] deliberadamente desvió la aplicación para guardar
las fotos sin que las niñas se den cuenta.
[CAJC] difundió las fotos a un compañero a través de
whatsapp.
Consideraciones que motivan la decisión del consejo de
disciplina
1. Considerando que el reglamento interior del liceo insiste sobre
el respeto y la convivencia entre los alumnos en particular
sobre la difusión de imágenes cuales pueden perjudicar la
integridad física o moral de personas.
2. Considerando que el artículo 19 del reglamento interior impone
el respeto entre los alumnos.
3. Considerando que el artículo 27 del reglamento interior
menciona el derecho a la imagen.
4. Considerando que el reglamento interior forma parte del
manual de convivencia [el] cual encaja con la ley colombiana.
5. Considerando que los actos desarrollados pueden ser
enmarcados por las autoridades judiciales colombianas como
delito y/o violaciones que afectan la imagen y buen nombre de
menores (ley 1581 de 2012).
6. Considerando que el liceo tiene obligación de prevenir y
apoyar la corrección de casos de este tipo de ciberacoso
(caracterizado como tipo 3 en la ley de educación) y de
informar [a] la secretaría de educación y bienestar familiar.
7. Considerando que el caso fue presentado en el comité de
convivencia extraordinario del 6 de abril. En esta reunión se
concluyó que el caso ameritaba que fuera tratado en el consejo
de disciplina.
8. Considerando que la secretaría de educación aprobó la
convocación del consejo de disciplina el 7 de abril después de
haber verificado si el protocolo aplicado estaba conforme con
el manual de convivencia.
EL CONSEJO DE DISCIPLINA RESUELVE
Una exclusión definitiva del liceo del alumno [CAJC] a
partir del 2 de mayo”[134] (mayúsculas y negrillas originales).
Así las cosas, la Sala no encuentra acertado el argumento presentado por los
accionantes en el sentido de que la falta atribuida y la sanción impuesta a
CAJC carecen de legalidad. Al contrario, pudo comprobar que de la normativa
que regula la vida académica y disciplinaria del Colegio es posible concluir
que constituyen faltas sancionables por implicar el incumplimiento de los
deberes de los estudiantes: participar en juegos que puedan lesionar
moralmente a un compañero; irrespetar la vida privada del prójimo a través
del uso de medios de comunicación como teléfonos celulares; utilizar el
celular para divulgar imágenes que puedan lesionar la dignidad de las
personas; e irrespetar la imagen de los demás compañeros. De forma tal que
era previsible que la incursión en las anteriores conductas implicaría la
posibilidad de ser sancionado, de conformidad con el artículo 19 del
Reglamento Interno, siendo posible, incluso, la aplicación de la exclusión
definitiva del Colegio en razón de la gravedad de la conducta.
Además, la anterior previsión pudo ser tenida en cuenta por CAJC ya que con
anterioridad a los hechos que se discuten en el presente trámite de revisión, se
había presentado un primer incidente que conllevó a la sanción de los
implicados y a que las autoridades del Colegio advirtieran a los alumnos
acerca de la prohibición de difundir imágenes privadas de compañeros a través
de las redes sociales. Recuérdese que se narró en la demanda que en diciembre
de 2016, se generó una riña entre MG y CAJC en el Colegio por causa de que
el primero, también estudiante de la clase 4e6, compartió una fotografía en un
grupo de WhatsApp en donde aparecía el segundo mostrando los abdominales.
Lo anterior implicó que las autoridades de la institución educativa
intervinieran y que a los dos jóvenes se les impusiera la sanción de suspensión
de clase por un día.
La Sala encontró probado (i) que parte del Consejo de Disciplina se hizo en
español, y (ii) que los accionantes contaron con el apoyo de una traductora. Lo
anterior indica que no todo el procedimiento ante el organismo disciplinador
se hizo en francés –idioma que por demás es manejado por el estudiante, pues
lleva toda su vida académica en el colegio que es de enseñanza francesa y se
encuentra en el grado 7º–, porque cuando fue solicitado durante el
interrogatorio que se le hacía al joven se continuó la actuación en el idioma
oficial de Colombia; además, que el disciplinado y sus padres contaron con la
asistencia de una traductora. A ello se suma que toda la actuación en segunda
instancia ante la embajada de Francia se adelantó en español[161]. Así las
cosas, no se presentó una afectación del derecho de defensa de Camilo
Andrés, pues en todo caso le fue posible conocer los hechos que se le atribuían
y la presunta falta endilgada, presentar pruebas, expresar su punto de vista,
conocer las razones de la decisión del Consejo de Disciplina e impugnar la
misma.
5.10. La Sala tiene noticia de que la Fiscalía 502 Delegada ante los Jueces
Penales Municipales de la Unidad de Responsabilidad Penal para
Adolescentes, según solicitud realizada por el Juzgado Segundo Penal para
Adolescentes con Función de Garantías de Bogotá, adelanta en la actualidad
indagación en relación con la noticia criminal No. 110016000020201725275,
cuyos datos son: presunto indiciado: CAJC; presuntas víctimas: IF y otras;
delito: pornografía con menores[168]. Por lo tanto, será dicha autoridad quien
en el marco de sus competencias constitucionales y legales determine si en el
caso concreto se cometió o no un delito.
6. Conclusión
III. DECISIÓN
RESUELVE
Comuníquese y cúmplase.