Corintios 3
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Corintios 3
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INTRODUCCIÓN A LA EPÍSTOLA A LOS “SANTOS DE CORINTO”
PARA ESTUDIO: I Corintios 1:1-9.
LECTURA DEVOCIONAL: I Corintios 1:1-9.
TEXTO PARA MEMORIZAR: I Corintios 1:8.
PROPÓSITO
Ver la condición de los corintios y la provisión de Dios para solucionar sus problemas.
I. INTRODUCCIÓN
A. EL SALUDO CARACTERÍSTICO DE PABLO
Si notamos las demás epístolas escritas por Pablo, vamos a ver que en casi todas utiliza el mismo
saludo (Efesios 1:2; Filipenses 1:2; I Tesalonicenses 1:1; etc).
Lo que expresa en cada saludo, en realidad era el deseo del corazón del apóstol. Su saludo iba
lleno de ternura y buenos deseos para estas iglesias que él llevaba en su corazón (II Corintios 7:3).
“Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo” (v. 3). GRACIA quiere
recordarnos que todo lo que tenemos es un regalo que hemos recibido de Dios y que no
merecíamos. PAZ es la experiencia de todo corazón que por medio de la fe se ha abierto a las
múltiples bendiciones de Dios (Romanos 5.1).
“Gracia” era el saludo familiar entre los griegos y “paz” era el saludo familiar de los hebreos.
En el cristianismo, estos dos saludos se unen con un significado especial, pues es la gracia que
viene de la misericordia de Dios, y la Paz que se recibe por medio de Jesucristo.
II. EXPOSICIÓN
C. PABLO APÓSTOL (v. 1)
Pablo comienza identificándose como apóstol, pues algunos hermanos negaban a Pablo su
autoridad apostólica. Él tenía que presentarse ante ellos en su posición de “Testigo oficial”, elegido
para una tarea especial. Así recibirían sus mensajes, no como la palabra de Pablo, sino como la
Palabra de aquel que lo había llamado, o sea, con la autoridad de Cristo.
Pablo era apóstol “Por la voluntad de Dios” (v. 1), y no porque quiso ser apóstol. Lo más
precioso de un liderazgo cristiano es que estemos seguros que Dios nos ha escogido para esto y no
que nosotros mismos busquemos los cargos, o los privilegios que deseamos. Jesús dice que toda
autoridad viene de arriba (Juan 19:11).
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sacerdotisas prostitutas, que eran visitadas frecuentemente por muchos marinos que todo el tiempo
llegaban allí.
En medio de esa podredumbre humana, la sangre de Jesucristo que limpia de todo pecado, había
redimido a muchos corintios. Esto nos enseña que “El brazo de Jehová no se ha acortado” y Él
puede salvar al pecador, no importando el ambiente, la familia o la condición en que se encuentre.
Para eso es suficiente con que crea en el Señor Jesucristo y será salvo.
Note que aquí no se dice la Iglesia de Corinto, sino que “La Iglesia que está en Corinto”, pues la
preposición “de” significa pertenencia. Pero esta preposición “de”, está donde dice: “A la Iglesia de
Dios”. Esto quiere decir que la iglesia es propiedad única de Dios. Su origen es celestial, su poder
es inmortal y su destino es glorioso. Lo triste es cuando alguna persona se quiere adueñar de la
iglesia. Cuando esto sucede estamos usurpando el derecho de Dios, de ser el único Dueño de su
Iglesia.
¿Se encontraba la Iglesia solamente en Corinto? ¿Sólo los ciudadanos de Corinto podían ser
miembros de la Iglesia? Definitivamente no. La iglesia existe dondequiera que hay gente que cree
en Jesús el Cristo, el Hijo de Dios viviente, y que han confesado que Dios le levantó de los muertos
(Mateo 16:16-18).
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negligencias, nos involucramos en problemas, recordemos que con la ayuda de Dios podemos
corregirnos y salir victoriosos en el nombre del Señor.
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Pablo explica cuáles son las evidencias de carnalidad que ellos tenían. Habían arrastrado
costumbres y prácticas de la vida vieja. Esto hacía que se comportaran no como cristiano, sino
como inconversos.
II. EXPOSICIÓN
(I Corintios 3:3-23)
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necesario anotar aquí también que el camino de la carne es una puerta abierta al pecado; el
problema del creyente carnal es que poco a poco regresa a su estado natural, y allí si sólo le espera
condenación y fuego eterno.
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II. EXPOSICIÓN
A. LA FALTA (v. 1)
Un hombre había formado una unión ilícita con su madrastra, pecado que parecía repugnante
hasta para los paganos, y que estaba explícitamente prohibido en la ley (Levítico 18:8). La señora
posiblemente era pagana, pues Pablo no se refiere a ella, porque a los “de afuera los juzgará Dio”
(v. 13).
B. LA ACTITUD DE LA IGLESIA
“Y vosotros estáis envanecidos” (v. 2). Pablo estaba escandalizado por tal pecado, pero más
escandalizado estaba ante la actitud floja de la Iglesia. A ellos no les interesaba. Y no era que lo
ignoraran, pues Pablo les dice: “De cierto se oye...” (v. 1), como queriendo decir que eso era del
dominio público.
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levadura que nos dominaba antes de recibirle a Él, y vivir una vida transparente de total fidelidad y
sinceridad hacia Cristo (v. 8).
CONCLUSIÓN
“Quitad, pues, a ese perverso de entre vosotros”. Esto nos enseña que hay momentos en que se
debe actuar drásticamente para detener la infección y resultados trágicos del pecado. Recuerde: La
iglesia de Cristo necesita disciplina. La disciplina no es una venganza o castigo sin propósito, sino
un período de restauración y curación del infractor.
LAS NORMAS DEL REINO
PARA ESTUDIO: I Corintios 6:1-20.
LECTURA DEVOCIONAL: I Corintios 6:1-20.
TEXTO PARA MEMORIZAR: I Corintios 6:20.
PROPÓSITO
Entender que las normas de Dios tienen implicaciones eternas, en contraste con las normas del
mundo que son defectuosas y pasajeras.
I. INTRODUCCIÓN
Pablo acaba de hacer énfasis en la necesidad de la disciplina en la iglesia y luego pasa a tratar
otro de los problemas más comunes entre los corintios, el de llevar sus litigios o pleitos ante los
tribunales paganos.
Posiblemente los de origen judío no tenían este problema como los de origen griego, pues los
griegos eran por naturaleza un pueblo que gozaba tanto con los pleitos. Estos pleitos eran utilizados
por los corintios para defraudar y ofender a sus hermanos cristianos.
II. EXPOSICIÓN
A. EL CRISTIANO Y SUS LITIGIOS (vs. 1-8)
El versículo uno equivale a decir: “¿Cómo pueden algunos de ustedes buscar justicia en
presencia de los injustos?” Los corintios estaban trasladando sus pleitos a los paganos. Él quiere
decirles que los problemas de la iglesia deberán resolverse en la iglesia. Y presenta las siguientes
razones:
1. Este versículo de I Corintios 6:2 presenta mucho misterio, pero por encima de todo, se puede
afirmar que los cristianos participan con Cristo en el gobierno de un mundo renovado. Por lo tanto,
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deberíamos ser competentes para resolver esos problemas sin importancia, que los llevaban a los
tribunales paganos.
2. La distancia entre cristianos y las querellas en tribunales públicos son causa de escándalo, y por
lo tanto, debían evitarse.
3. El mismo hecho de tener pleitos constituye una falta (v. 7). El hecho de que hayan tenido una
disputa tal que los lleve delante de los tribunales paganos, daba la pauta de que aquellos hermanos
estaban ya derrotados espiritualmente.
4. Es cierto que Pablo dice que los pleitos deben ser tratados en la iglesia (vs. 4-5), pero en realidad
esto no era lo que el Señor esperaba de sus hijos.
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D. “GLORIFICAD A DIOS CON VUESTRO CUERPO” (vs. 12-20)
La cuestión moral que Pablo enfrenta aquí es la impureza. En la primera parte de este capítulo,
Pablo les reprocha ese espíritu de injusticia que les guiaba al pleito y les recuerda que dicho espíritu
se derivaba de los vicios paganos que antes los dominaban. Luego tiene que hablarles de uno de sus
más generalizados vicios.
Si recordamos, anteriormente habíamos dicho que los corintios tenían una creencia torcida
respecto del cuerpo. Uno de ellos dijo: “Soy una pobre alma encerrada en un cadáver”. Para ellos
lo que importaba era el alma, el espíritu del hombre; el cuerpo era considerado sólo como una
inservible cárcel.
De acuerdo con esta creencia, ellos sostenían que se podía hacer lo que se quisiera con el cuerpo,
sin afectar el alma. Esto se complicaba con una mala interpretación de la libertad cristiana que
Pablo predicaba. Ellos decían: “si el hombre cristiano es el más libre de todos los hombres, puede
hacer con su cuerpo lo que desea”.
El versículo 13 era el adagio de los corintios. Este quería decir: “El estómago ha sido creado
para la comida”, y esto mismo aplicaban para decir: “El cuerpo está hecho para satisfacer sus
instintos”. En otras palabras, el cuerpo está hecho para el acto sexual y el acto sexual para el
cuerpo. Por lo tanto, había que dejar la libertad a los deseos de la carne.
Pablo responde a este argumento diciéndoles que el estómago y la comida son cosas pasajeras,
que un día serán destruidas, pero que la personalidad del hombre, o sea, espíritu, alma y cuerpo (I
Tesalonicenses 5:23) no perecerá jamás. Afirma también que el cuerpo fue creado para el Señor, o
sea, para su honra y gloria.
Él les aclara a ellos que libertad no es igual a libertinaje, y que se cae en esto último cuando nos
olvidamos que cualquier hábito puede llegar a dominarnos, aunque este no sea un hábito inmoral (v.
12).
El cuerpo no es una parte despreciable, sino que el Señor lo utiliza como un instrumento
necesario. “El Señor para el cuerpo” (v. 13); esto significa que el buen uso del cuerpo se logrará
cuando permitamos que el Señor domine nuestra vida.
¿Cómo pueden, pues, entregar este cuerpo que es instrumento de Dios para el servicio de la
impureza?
La impureza es infidelidad a Cristo. El versículo 16 habla del pecado de la fornicación y es tan
terrible ese pecado que el que se “une a una ramera, se hace un mismo cuerpo con ella” (v. 16).
Este pecado tiene consecuencias graves que el apóstol les dice a los corintios ¡Huyan de él! (v. 18).
La libertad cristiana no ha de interpretarse como una licencia para entregarse a los deseos de la
carne, ni tampoco había que descuidar el cuerpo, pues Dios nos redimió, no a la mitad, sino
completos: cuerpo alma y espíritu. Para Dios nuestro cuerpo es un instrumento santo para Cristo y
morada del Espíritu Santo.
El v. 20, nos recuerda nuevamente que Cristo no murió sólo por una parte del hombre, sino por
su totalidad. Cristo dio su vida para dar al hombre un alma redimida y un cuerpo puro. Por lo
tanto, el hombre no puede utilizar su cuerpo como le da la gana, sino que deberá utilizarlo para la
gloria de Dios.
PREGUNTAS CONCERNIENTES AL MATRIMONIO
PARA ESTUDIO: I Corintios 7:1-40.
LECTURA DEVOCIONAL: I Corintios 7:1-40.
TEXTO PARA MEMORIZAR: I Corintios 7:19.
PROPÓSITO
Entender los principios bíblicos que norman la conducta matrimonial.
I. INTRODUCCIÓN
Los hermanos de Corinto habían escrito una carta al apóstol Pablo, en la que le preguntaban,
entre otras cosas, respecto al matrimonio. Él les responde a esas preguntas en este capítulo 7.
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Lamentablemente no conocemos las preguntas que ellos hicieron, pues de esa manera sería más
fácil interpretar este capítulo.
Pero veremos algunos de los posibles problemas que se daban en Corinto, para que nos sirva
como una referencia para deducir las posibles preguntas.
1. Muchos de los corintios todavía tenían la influencia de la filosofía griega, que enseñaba que el
cuerpo es pecaminoso. De esto se desprendían dos enseñanzas: la primera decía: “Yo puede hacer
todo lo que el cuerpo me pida, sin ensuciar mi alma, porque de todos modos el cuerpo es malo”. La
segunda decía: “Hay que negarnos a todos los deseos naturales del cuerpo”, o sea, que como el
cuerpo es malo, hay que martirizarlo. Por esto último, posiblemente algunos corintios creían que
los que no se casaban eran más santos que los que se casaban. (La Iglesia Católica tiene este
concepto del celibato, pues exigen a sus sacerdotes que no se casen).
2. Algunos corintios creían que el cambio de fe exigía también cambio de estado civil. Sostenían
que si una persona aceptaba a Cristo y era casado, tenía que abandonar a su esposa para poder servir
a Cristo.
3. Otros creían que todos debía casarse sin importar su don. Esto también era un error.
4. Otro aspecto que debemos tomar en cuenta es que Pablo escribe algunas cosas que son aplicables
únicamente a ciertas condiciones que eran puramente locales. Por lo mismo no se puede aplicar en
forma literal a todos los cristianos de todas las épocas. Esto no quiere decir que rechacemos la
enseñanza de la Biblia, sino que aprendamos a sacar los principios bíblicos de cada situación local o
particular para que nos sirva en la actualidad.
Por ejemplo, en I Timoteo 5:23, el apóstol Pablo le dice a Timoteo que ya no beba agua, sino que
use poco de vino por causa de su estómago. Este versículo no lo podemos aplicar literalmente en
nuestros días. De lo contrario, cuando nos enfermamos del estómago, tendríamos que dejar de
beber agua, y tomar sólo vino. Esto es lo que evitamos cuando aprendemos a extraer los principios
bíblicos de situaciones particulares.
Cabe mencionar que algunos comentaristas dicen que en el tiempo del apóstol Pablo había tres tipos
de vino: El vino fermentado para emborracharse, el vino que se usaba con fines medicinales (como
un jarabe) y el vino que era un fresco normal no fermentado. De acuerdo con esto, se entiende que
el apóstol Pablo recomendó a Timoteo a que tomara vino medicinal (un jarabe para su estómago) y
no vino fermentado exclusivo para emborracharse.
II. EXPOSICIÓN
A. CONSEJOS PARA LOS QUE PIENSAN QUE LOS CRISTIANOS NO TENDRÍAN QUE
CASARSE (vs. 1-2)
Pablo dice “bueno le sería al hombre no tocar mujer”. Este “bueno” no se refiere al aspecto
moral, como queriendo decir que el casamiento es inmoral, sino que habla de conveniencia, por
causa de la necesidad que apremia (v. 26).
“Pero por causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una, su propio
marido”. Pablo ve las ventajas de una persona soltera, porque dispone de más tiempo para
dedicarlo a la obra del Señor; pero también admite que no todos tienen la capacidad de llevar una
vida así. Por eso dice: “En vez de que fornique, mejor que se case”.
El apóstol Pablo, también, tenía un concepto muy alto acerca del matrimonio, que incluso lo
comparó con la unión de Cristo y su Iglesia (Efesios 5:21-33).
Pablo sabía que Dios aprueba el matrimonio y lo bendice (Hebreos 13:4). No hay razón alguna
para que algunos vean con malos ojos la unión sexual de los esposos, siendo que Dios aprobó desde
el principio (Génesis 1:22). No creamos esa mentira que el pecado de Adán y Eva fue que tuvieran
relacione sexuales, pues eso equivale a decir que Dios se contradice.
B. CONSEJOS PARA LOS QUE CREEN QUE LOS CASADOS TIENEN QUE
ABSTENERSE DE LAS RELACIONES SEXUALES (v. 3-7)
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Esto lo escribe posiblemente como una respuesta a los que creían que los cristianos debían
abstenerse de tener relaciones sexuales. Pablo les dice que esa prohibición es un error muy grande,
pues los esposos tienen el deber de no negarse el uno al otro. Deben comprenderse mutuamente. El
esposo tiene que preocuparse por las necesidades de su esposa, como también la esposa tiene que
preocuparse por las necesidades de su esposo.
Aquí aprendemos principios tan precisos para el matrimonio. El apóstol presenta en el v. 4 el
matrimonio como una unidad, en la que el marido no puede actuar independiente de su mujer, ni la
mujer de su marido. Y esto tiene validez también en lo que a relaciones sexuales se refiere.
Muchos matrimonios se destruyen porque cualquiera de los dos cónyuges se niega a tener dichas
relaciones con su compañero.
El versículo 5 nos habla de las consecuencias lamentables que acarrea el que los esposos se
nieguen a las relaciones sexuales. “Que no os tiente Satanás”. O sea, que si se niegan, el diablo
tendrá la puerta abierta para tentarlos. Hay un tiempo en que se pueden abstener, pero debe ser de
mutuo acuerdo. A veces se cree que en cuanto a este campo, es el hombre el que manda y que la
mujer sólo tiene que obedecer, pero la Biblia adjudica los mismos derechos a ambos. Hay
situaciones especiales, tales como tiempos de oración, que pueden llevar a los cónyuges a un
acuerdo de abstinencia.
¿Qué quiere decir el versículo 6? Esto no quiere decir que lo anterior Pablo no lo había escrito
bajo dirección divina, sino lo que quiere recordarles es que a este respecto, Jesús no dejó ningún
mandamiento específico. Recordemos que Pablo era apóstol y como tal fue escogido por Dios para
que enseñara en su iglesia. Por lo que esta Palabra tiene la misma autoridad que la de cualquier otro
libro de la Biblia.
“Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo” (v. 17). Esto no es un mandamiento,
sino una opinión personal que expresa una opción de acuerdo a la conveniencia del apóstol.
Además, dice también, que cada uno debe vivir “conforme su propio don”.
Se supone que Pablo fue soltero por toda su vida. Sin embargo, existen algunas posibilidades de
que haya sido casado. Posiblemente su esposa había muerto o lo había abandonado cuando recibió
a Cristo. Veamos algunas posibles evidencias que demuestran que Pablo haya sido casado.
1. Las enseñanzas ortodoxas judías contemplaban el matrimonio como una obligación; y Pablo fue
un rabino destacado porque no había faltado a ninguno de los deberes de la ley y la tradición.
2. Hechos 26:10 dice que Pablo dio su voto para que mataran a unos cristianos. Esto indica que él
era miembro del Sanedrín; de lo contrario, no podía votar. Y uno de los requisitos para pertenecer
al Sanedrín era que estuvieran casados.
Si Pablo fue casado o no, es cuestión de segunda importancia. Lo importante en este versículo
es que cada uno viva de acuerdo al don que el Señor le dio. Que el que tiene don para no casarse,
que no se case, pues si lo hace no será buen compañero de hogar. Por el contrario, el que tiene el
don de casarse, que se case, pues de lo contrario vivirá una vida amargada, pues no tiene la
capacidad de vivir soltero o soltera.
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La de Shamai decía que podía divorciarse en caso de infidelidad conyugal. La escuela de Hilel
decía que si la mujer no sabía cocinar, este era un motivo justo para el divorcio. La escuela de
Aklba enseñaba que bastaba con que el esposo viera a una mujer más atractiva para poder
divorciarse. Pero Pablo aquí les dice que si una mujer se separa de su marido, sólo le quedan dos
caminos: 1. Que se quede sin casarse. 2. Que se reconcilie con su esposo. No hay otra opción.
Esto se aplica también a los esposos, y no únicamente a las esposas.
Segundo caso (v. 12-16). Se refiere cuando cualquiera de los cónyuges recibe a Cristo. Algunos
creían que el cambio de fe quería decir también cambio de esposo o esposa. Hoy día hay algunos
hermanos ignorando la verdad bíblica exigen al nuevo convertido a que se separe de su cónyuge si
éste no es creyente. Pablo aquí aconseja lo siguiente: 1) Si el no creyente, sea la esposa o el esposo,
consiente a seguir casado, no debe separarse (vs. 12-13). 2) Pero si el compañero no cristiano quiere
que se separen, la mujer no tiene ninguna culpa en ese caso (v. 12-13).
Pablo le da una razón a estos cónyuges para que sigan unidos (v. 14-16). El cónyuge incrédulo y
los hijos de tal unión caen bajo la influencia santificadora de una vida cristiana. Esto no quiere
decir que ellos alcanzarán automáticamente la salvación, sino que con el tiempo el buen testimonio
de su compañero le hará buscar al Señor. Esto es lo mismo que dice I Pedro 3:1. Con lo anterior
Pablo no aprueba los matrimonios entre creyentes e incrédulos, pues está hablando de un
matrimonio de los incrédulos, pero que uno de ellos acepta a Cristo estando casados. Pablo
desaprueba los matrimonios mixtos (II Corintios 6:14).
G. CONSEJOS PARA QUE NADA NOS IMPIDA SERVIR A CRISTO (vs. 26-35)
1. Si alguno se queda soltero, que sea esto una oportunidad maravillosa para servir a Dios (v. 26).
2. Si estás casado, sirve al señor así; no procures soltarte (vs. 27-28). Aunque las oportunidades de
servir al Señor son mayores para los solteros (v. 32-33). (Note que no dice que los solteros son más
santos que los casados).
3. “El tiempo es corto”. Y el que tenga esposa que procure que ésta no le estorbe para servir al
Señor (v. 29).
4. Cualquiera que sea nuestra situación, lo importante es que vivamos una vida honesta y decente,
pues de otra manera estaremos impedidos acercarnos al Señor (v. 35). ¿Qué es lo que afecta aquí
para acercarnos a Dios? ¿La falta de honestidad y decencia, o que seamos casados o solteros?
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H. CONSEJOS PARA LOS QUE DESEAN VOLVER A CASARSE (vs. 39-40)
Primero nos aclara que sólo se pueden volver a casar en caso de la muerte de su cónyuge. El
otro requisito es que se case “en el Señor”. Esto indica dos cosas: 1. Que esté segura que esa es la
voluntad de Dios. 2. Que sólo puede casarse con otro cristiano.
“Y pienso que yo también tengo el Espíritu del Señor”. Esto lo dice el apóstol porque en Corinto
había algunos que dudaban de su ministerio. Pero para nosotros es el sello de que lo que él escribe
es por inspiración divina. No existe ninguna razón para dudar de lo que el Espíritu Santo puede
hacer a través de sus siervos.
EL CULTO PÚBLICO, LAS MUJERES Y LA CENA DEL SEÑOR
PARA ESTUDIO: I Corintios 11:1-34.
LECTURA DEVOCIONAL: I Corintios 11:1-34.
TEXTO PARA MEMORIZAR: I Corintios 11:3.
PROPÓSITO
Comprender que la simbología representan enseñanzas bíblicas profundas; por lo mismo, las
enseñanzas son más importantes que la simbología que los representa.
I. INTRODUCCIÓN
Los cristianos corintios abusaban de su libertad cristiana en relación con las mujeres en el culto
público y en su conducta en la Cena del Señor. Por eso Pablo escribe este capítulo.
El primer asunto, el del velo de las mujeres es una cuestión de carácter puramente local y
transitorio de los que Pablo trata en esta epístola. El propósito de estudiar este capítulo no es probar
que nuestras hermanas deben o no utilizar velo hoy en día, pues ese es un asunto de interés
solamente para los corintios de aquel tiempo. Lo que sí nos interesa hoy en día, es el principio
básico de la sumisión que era lo que el uso del velo representaba. En otras palabras, vamos a
estudiar la sustancia del asunto, o sea, el principio de sumisión; y no la sobra, es decir, el velo
como símbolo de sumisión.
En el medio oriente, las mujeres cristianas y no cristianas utilizan velo. No es un velo pequeño,
como el que utilizan algunas mujeres en nuestro medio, al que llamamos madrileña, sino que es un
velo que cae hasta los pies y sólo dejan descubiertos los ojos. El velo en estas comunidades
representaba dos cosas: 1. Simbolizaba inferioridad y sumisión. 2. Simbolizaba también la
modestia y la castidad de la mujer que lo usaba. Una mujer con velo infundía respeto, y era
considerado como mala educación el quedársele viendo.
Por el contrario, una mujer sin velo era objeto de la mirada y los piropos de todos los hombres;
ella misma declaraba con no tener velo que era una mujer de conducta dudosa.
Es evidente que en nuestros días el velo no significa para nosotros lo que significaba para los de
Corinto en aquella época; por esa misma razón es que no podemos exigir el uso del velo para
demostrar la sumisión y la honestidad de una mujer, pues hoy esas virtudes se prueban de otra
manera.
Ahora teniendo en mente el contexto cultural, consideraremos lo que sí es válido para nuestro
tiempo.
II. EXPOSICIÓN
A. LÍNEA DE AUTORIDAD (vs. 2-3)
Aquí se establece una línea de autoridad: Cristo está sujeto a Dios, el hombre está sujeto a Cristo
y la mujer está sujeta al esposo. Dios es la cabeza de Cristo. Esto no quiere decir que Cristo sea
inferior a Dios, pues esto sería negar la Trinidad. Lo que quiere darse aquí es una línea de autoridad
y no de superioridad. Recordemos que Jesús hizo siempre la voluntad de su Padre, pero en Juan
10:30 dice que son uno con el Padre. De la misma manera la esposa no es inferior al esposo, sino
que lo que se ve aquí es un sistema de organización donde Dios estables una línea de autoridad.
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Un hombre no puede desempeñar este papel a menos que permita que Cristo sea su cabeza; de
esa manera todo cuanto haga lo hará en el nombre de Cristo. Si el marido tiene siempre presente su
relación con Cristo, no abusará de su esposa, sino la honrará, protegerá y amará. Será justo con ella
en todos sus acciones y decisiones. Además, contribuirá para que ella sirva libremente a Dios.
La mujer también debe tener a Cristo por su cabeza; pero si esta mujer es casada, deberá
reconocer a su marido como cabeza del hogar. Pero cuando la mujer quiere tener la autoridad que
Dios le ha dado al hombre, su vida se hará pesada y su matrimonio muy difícil; su marido
comenzará a querer defender su derecho, y entonces el hogar camina directo al fracaso.
Pero por otro lado, cuando el esposo se quiere hacer único “señor” de su casa olvidando que el
único Señor es Cristo, el matrimonio irá mal. Por lo contrario, cuando el esposo se somete a la
dirección y señorío de Cristo, tratará a su esposa con amor, y ella y sus hijos no verán en él un
capataz, sino un protector y una fuente de amor y cuidado.
El hecho de que el esposo es cabeza del hogar, de ninguna manera quiere decir que debe ser un
déspota o un tirano. No significa que debe manejar él solo su dinero sin tomar en cuenta a su
esposa. Por el contrario debe compartir las responsabilidades y los privilegios con su familia. Debe
ayudar a su esposa cuando el trabajo en la casa es mucho. Ejemplo: vestir a los niños mientras su
esposa se prepara para ir a la Escuela Dominical. En fin, debe ser un privilegio velar por el
bienestar del hogar; y, además, debe amar a su esposa, así como Cristo amó a la iglesia (Efesios
5:25).
A continuación haremos un pequeño comentario acerca del versículo 4. “Si el varón se cubre
afrenta su cabeza”. Si el varón se cubría la cabeza se colocaba en una posición subordinada e inútil
(v. 4). Pero toda mujer que “ora o profetiza” con la cabeza descubierta afrenta su cabeza (vs. 5).
Veamos aquí una cosa interesante: una mujer puede orar y profetizar en la congregación. Algunas
otras citas, Hechos 2:16-17; 21:8-9. Este profetizar se refiere a la proclamación del evangelio. Es
por eso que nosotros creemos que este profetizar se refiere a la proclamación del evangelio de
acuerdo con el ministerio de la mujer. El hecho de que Pablo dice en I Timoteo 2:12, que no
permite a la mujer enseñar, no es base para quitarle su ministerio, pues hay que estudiar el contexto
de esta afirmación de Pablo, o sea, el por qué lo dijo allí.
Si una mujer llegaba a la iglesia de Corinto con la cabeza destapada quería decir por lo menos
dos cosas: 1. Que estaba usurpando la función de su marido de ser cabeza. 2. Que era una
prostituta, porque esta clase de mujeres se distinguían en Corinto por dos cosas: No usaban velo y
se rapaban el pelo. Por esto, Pablo les dice aquí que se tapen la cabeza.
En nuestros días y en nuestro contexto cultural, si una mujer anda con la cabeza tapada no
significa que sea sujeta a su esposo o que no es una prostituta. Nuestros patrones culturales son
diferentes. La sumisión y la honestidad de la mujer de nuestros días se comprueba de otra forma.
V. 6. Que se corte el cabello”. Si una mujer no se cubría en los tiempos de Pablo, era señal de
que era insubordinada o prostituta. Entonces Pablo les dice de una vez, para que no quede duda de
su mala conducta, que se quite el pelo y así se declara abiertamente que es una mala mujer. La
cuestión es que Pablo no quiere que las mujeres cristianas de la iglesia de Corinto se corten el pelo
porque eran las costumbres de mujeres insubordinadas y prostitutas.
En la actualidad, las mujeres insubordinadas y las prostitutas ya no se declaran cortándose el
pelo, incluso la mayoría de ellas tienen el pelo bien largo. El pelo corto y largo de las mujeres, en la
actualidad, no simboliza nada como en el tiempo de Pablo. Ahora las mujeres tienen otras formas
de comportamiento. Otra vez se ve que el significado es más importante que el símbolo. En este
sentido, nuestras hermanas no deben adoptar las costumbres de las mujeres insubordinas y de las
prostitutas de nuestro tiempo; porque eso sí es pecado. Maestro: Discuta con sus alumnos.
El v. 7. dice que el hombre es gloria de Dios, pero la mujer, gloria del hombre. Esto no quiere
decir que el hombre es superior a la mujer, pues Pablo dice en Gálatas 3:28 que en Cristo “no hay
varón ni mujer”, refiriéndose a que delante de Dios todos somos iguales. Lo que Pablo aquí quiere
recordar es que el propósito que la mujer tiene en el mundo es ser “ayuda idónea para el hombre”
(Génesis 2:20-22).
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V. 8-10. Pablo utiliza el argumento de la creación para demostrar que el hombre tiene diferente
función que la mujer. Pues el hombre fue creado primero. De hecho la función que cada uno tiene,
debe cumplir con la voluntad de Dios.
V. 11. “Pero el Señor”, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón”. El evangelio si en
realidad liberó a la mujer y le dio su merecido lugar de Reina de la Creación. La esposa cristiana
debe ser bendición para su esposo y para sus hijos. Los escritos del apóstol Pablo enseñan esta gran
verdad. Este versículo nos habla de la comunión esencial que debe tener el hombre y la mujer;
ninguno de los dos puede vivir sin el otro; los dos se necesitan. Por lo mismo deben tener
comunión de acuerdo a la voluntad de Dios.
Esta unión se torna sublime cuando cada uno asume y respeta el papel que le corresponde. El
versículo 12 apoya esta dependencia.
V. 13. Pablo invita a los corintios a juzgar el asunto. Es necesario recordar que el problema no
es el velo, sino lo que el velo representa, o sea, la sumisión. Para una mujer le es fácil ponerse un
velo; lo difícil es someterse a la autoridad, lo cual es el verdadero problema.
V. 14. La naturaleza enseña: El varón no debe dejarse crecer el cabello. Sabemos muy bien que
la honra del individuo no está en el cabello, sino en una personalidad integral. Sin embargo, como
cristianos tenemos que respetar los patrones culturales para no dar lugar a las censuras. Por
ejemplo, en nuestro medio, igual que en Corinto, lo normal es que los varones no deben andar con
el pelo largo. Esto es cuestión de estética, ética y presentación personal. Se ve anormal cuando un
varón cristiano anda con el pelo bien largo como las mujeres de nuestra cultura.
V. 15. “Por el contrario, a la mujer dejarse crecer el cabello le es honroso. Lo mismo que en el
versículo 14, afirmamos que la honra no esta en la condición del cabello. Actualmente el criterio de
la honra se aplica de otra manera. Porque de lo contrario, una mujer que por alguna enfermedad
pierde todo su cabello, perdería también su honra. Sin embargo, por cuestiones de estética, se
requiere que la mujer cristiana sea decorosa en su manera de arreglarse el cabello. No sea que por
llevarle la contraria a los patrones culturales en cosas simples como el cabello, caiga en pecado de
irresponsabilidad. En todas estas cuestiones, como cristianos y cristianas, debemos guardar la
cordura.
15
La mayoría de las iglesias cristianas practican este rito, aunque casi todas lo practican en
diferente forma, en diferente tiempo y con diferente interpretación. Veamos algunas de estas
interpretaciones:
TRANSUBSTANCIACIÓN. Esta teoría es sostenida por la Iglesia Católica y consiste en creer
que al momento que el sacerdote consagra el pan, éste se convierte en el cuerpo y sangre de Cristo,
al consagrar el vino. Esto es sencillamente imposible y antibíblico.
CONSUBSTANCIACIÓN. Sostenida por Martín Lutero. Decía que la sustancia física de Jesús
estaba en, con y bajo el pan y el vino.
DINÁMICA DE CRISTO. Sostenida Por Juan Calvino, enseñaba que la presencia espiritual de
Jesús estaba en el pan y en el vino.
LOS SEGUIDORES de Urlico Zwinglio creían que el pan y el vino simbolizan el cuerpo y la
sangre de Cristo. Este último es la teoría de la mayor parte del cristianismo evangélico.
LA ESPIRITUAL es lo que creemos los Amigos. El versículo 25 del capítulo 11 dice que “Esta es
la Sangre del nuevo pacto”. O sea, que con la muerte y resurrección de Cristo se iniciaba un
“Nuevo Pacto”. Jeremías 31:32 afirma que este pacto será diferente al que hizo con sus padres. Y
afirma que lo nuevo que este pacto tendrá es que Él escribiría su ley en su mente y en su corazón
(Jeremías 31:33). El pacto antiguo consistía en un sinnúmero de ritos y ordenanzas, que solamente
tenían la sombra de lo que había de venir (Hebreos 10:1). En este pacto antiguo se encontraba la
ceremonia de la celebración de la Pascua que Jesús estaba compartiendo con sus discípulos y que
menciona aquí Pablo, pero ahora nosotros tenemos una nueva Pascua que es Cristo (I Corintios
5:7).
Lo que creemos nosotros los Amigos es que el énfasis bíblico del Nuevo Pacto está en una
actitud espiritual y no en ninguna manifestación material. Jesús dijo: “Mas la hora viene, y ahora es
cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el
Padre tales adoradores busca que le adoren” (Juan 4:24). “El espíritu es el que da la vida; la carne
para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida (Juan 6:63). De
manera que comer la carne de Cristo y beber su sangre, no es literal, sino que se refiere a un hecho
espiritual.
Creemos que cuando Cristo dijo: El que come mi carne y bebe mi sangre, en Mí permanece”
(Juan 6:56), no se refería a la participación de ningún rito, sino a una comunión espiritual que se
hace posible sólo cuando Él habita en nuestros corazones (Apocalipsis 3:20).
Por otro lado cuando Jesús dijo en Juan 6:53, “El que no come mi carne y bebe mi sangre, no
tiene vida eterna”, no se refería a comer pan ni a beber vino en un rito, pues la vida eterna la
obtenemos por gracia y no por algo que nosotros podemos hacer (Efesios 2:8-9). Nuestra
Declaración de Fe acerca de la Cena del Señor dice lo siguiente:
16
y de su sangre, aquellos que confían en los sufrimientos y muerte del Señor Jesucristo, y lo
reconocen como su única esperanza; el Espíritu Santo que mora en ellos les da a beber de la
plenitud de Cristo. Esta participación interior y espiritual es la verdadera cena del Señor.
La presencia de Cristo en su Iglesia, no está sujeta a una representación simbólica, sino por la
real presencia del Espíritu Santo. Esto es confirmado por las expresiones: "Yo rogaré al Padre, y os
dará otro Consolador para que esté con vosotros para siempre" (Juan 14:16). El Espíritu Santo
convence al mundo de pecado, testifica de Jesús, comunica a los creyentes las cosas de Jesús, y lo
hace como una gracia y real manifestación del Señor. El Espíritu Santo no necesita de la
intervención de sacerdotes para proveer a los creyentes una verdadera experiencia de comunión. El
Redentor resucitado dice: "He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la
puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo" (Apocalipsis 3:20).
Cuando los creyentes están reunidos para el culto público, son invitados a la festividad de la paz
del Señor sin necesidad de ritos o ceremonias. En un acto unido de fe y amor, participan unidos del
cuerpo quebrantado y de la sangre derramada por Jesús. En este culto, se comprenden bien las
palabras del apóstol al referirse a esta experiencia: "La copa de bendición la cual bendecimos", ¿no
es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos ¿no es la comunión del cuerpo de
Cristo? Siendo un solo el pan, nosotros, con ser muchos, somos un cuerpo; pues todos participamos
de aquel mismo pan" (I Corintios 10:16-17).
El hecho de que no practiquemos la “Santa Cena” no nos hace mejores que los demás creyentes,
y que de ninguna manera nos vayamos a creer los “únicos” fieles; porque una de las señales de las
sectas falsas es la de creerse los únicos. Seamos firmes en lo que creemos, pero al mismo tiempo
amemos a nuestros hermanos en Cristo, pues Cristo no está sólo en la Iglesia “Amigos”.
Los de Corinto estaban participando indignamente de esta cena porque no se probaban sus
corazones (v. 28). No discernían el cuerpo (v. 29). No se esperaban (v. 33). Esto nos puede
enseñar a nosotros los “Amigos” que para participar de esa Cena continua con Cristo debemos estar
seguros de nuestra fidelidad, reconocer que somos miembros de “Un solo cuerpo” y mantener una
buena relación con nuestros hermanos.
El deseo de Dios es tener comunión con su pueblo y que ellos tengan comunión entre sí (I Juan
1:7).
ESTRACTO DEL SEGUNDO CAPITULO
Autor: HÉCTOR HERNÁN MOLANO CORTÉS
Monografía presentada como requisito parcial para optar al título de Maestría
en Sagrada Teología y Biblia
Monitor
DR. MARCOS WITTIG
SEMINARIO BÍBLICO DE COLOMBIA
FACULTAD DE TEOLOGÍA
MEDELLÍN, 2004
La carta de I Corintios tiene relevancia para el tema del pecado debido a la lucha que los creyentes
de Corinto tuvieron en este aspecto. Su lucha se hace evidente a través de las diferentes
exhortaciones que el apóstol Pablo les hace por sus comportamientos. Desde el mismo inicio de la
carta, los corintios son Reconvenidos para que no continúen apoyando a los distintos líderes que se
habían levantado, porque esto acarreaba la formación de diferentes grupos en la iglesia (1:10-17).
Además, les exhorta sobre diferentes clases de pecados que estaban cometiendo, como por ejemplo
desordenes sexuales (5:1-13), conflictos entre los hermanos (6:1-11), falta de misericordia con los
débiles (8:1-13 y 10:23-33), y participación en la Santa Cena de forma indigna (11:27-34), entre
otros.
17
Llama la atención el hecho de que, hacia el capítulo tres de la carta, el apóstol se refiere a los
corintios de una forma diferente a como lo venía haciendo. Al inicio fueron llamados “santificados
en Cristo” (1:2), en 29 oportunidades son denominados “hermanos”, también “amados” en tres
ocasiones, y en dos momentos los llama “santos”. Sólo en 3:1-4, los denomina “carnales”, punto en
el que Pablo retoma el tema de las divisiones, planteado con anterioridad en el capítulo uno.
Este texto es clave para analizar la relación del pecado con el creyente, pues a partir de allí se
suscitan varias preguntas:
18
1. ¿Existe diferencias de “clase” entre los cristianos, de manera que unos sean espirituales y otros carnales?
2. ¿Un creyente puede comportarse como un simple hombre que no conoce a Dios?
3. ¿Existe un tipo de evangelio que sólo puede recibir un grupo de consagrados?
4. ¿Es “el cristiano carnal” un estado válido dentro del cristianismo?
Además, el texto de I Corintios 3:1-4 ha generado confusión en algunas iglesias que se han familiarizado con la Biblia
anotada de Scofield, cuya nota en este punto sostienen lo siguiente:
Pablo divide a los hombres en tres clases principales: psuquikos, “de los sentidos” (Stg 3:15, Jud 19), o
“natural”; esto es, el hombre adámico, no renovado por el nuevo nacimiento (Jn 3:3,5); pneumatikos,
“espiritual” es decir, el hombre que ha sido renovado, que está lleno del Espíritu y anda en el Espíritu, en
plena comunión con Dios (Ef 5:18-20); y sarquikos, “carnal”, es a saber, el hombre renovado que anda
“según la carne” y permanece como un niño en Cristo (1 Cor 3:1-4). El hombre natural puede ser erudito,
apacible, elocuente y fascinante, pero el contenido espiritual de las Escrituras le es absolutamente oculto;
mientras que el cristiano carnal es capaz de comprender solamente las verdades más sencillas (la “leche”)
de la revelación bíblica (1 Cor 3:2)1[113].
Estas iglesias toman parcialmente el concepto que presenta la nota de Scofield, cuando se refiere a “carnal”, puesto que
afirma que es un “hombre renovado que anda según la carne”. Es más, hacen una ampliación al describir al carnal como
un creyente que “ha recibido a Cristo pero que vive en derrota porque confía en sus propios esfuerzos para vivir la vida
cristiana”2[114]. Además, y de acuerdo con este acercamiento doctrinal, un creyente carnal se caracteriza por no haberse
entregado por completo a Cristo y porque su comportamiento es igual al de un no creyente. El creyente carnal ha
aceptado a Cristo como su Salvador, pero no como su Señor 3[115].
Se hace imperativo ir al texto mismo para responder a algunas inquietudes, entre ellas: ¿Cómo fue el trato de Pablo con
aquellos hermanos que tenían algunos inconvenientes en su vida diaria en relación con el pecado? ¿Por qué los denomina
carnales y qué implicación tiene hacer esto? ¿Han perdido su salvación? ¿Llamarlos carnales es una forma de disciplina?
No obstante, vale la pena aclarar que el tema del pecado en el creyente no puede ser abarcado en su totalidad por este
texto de I Corintios 3:1-4. Sin embargo, debido a la problemática de la iglesia de Corinto en relación con el pecado, y al
manejo dado al texto por algunos creyentes, resulta necesario un estudio serio del pasaje.
Pablo había fundado la iglesia de Corinto luego de su paso por Atenas, según atestigua Hechos 18:1-7. La carta de I
Corintios es una de las conocidas como grandes epístolas, junto con Romanos, II Corintios y Gálatas
2.1.1 Autor. Existen evidencias internas y externas acerca de la autoría de Pablo de I Corintios. En cuanto a las internas,
él se menciona como su autor en varios sitios (1:1, 12, 13; 3:4,5,22; 16:21). Pablo se identifica en la fórmula introductoria
(1:1-3) como apóstol de Jesucristo y junto con Sóstenes, se declaran como los remitentes de la carta. Adicionalmente en
los saludos finales (16:21), Pablo aclara que él escribe de su propia mano. Con relación a las evidencias externas que
identifican la carta como paulina, Clemente de Roma en el año 95 d.C. escribía a los corintios teniendo presente el tema
de los partidos que se habían levantado en Corinto 4[117]. Además, aparecen referencias a la carta en la epístola de Bernabé
(aprox. 132 d.C.), en la Didaqué (aprox. 90 d.C.), y en Diálogo de Justino Mártir (aprox. 150 d.C.). Por su parte, Marción
(aprox. 140 d.C.) consideró la carta como parte del canon, y en el Código Muratoriano (aprox. 170 d.C.) se declaró que
19
ambas cartas a los corintios pertenecían a Pablo. Finalmente, también ha sido citada ampliamente por Clemente de
Alejandría (aprox. 180 d.C.)
2.1.2 Destinatarios. Pablo menciona a los receptores de la carta en el v. 2, “... a la iglesia de Dios que está en Corinto”.
Esta iglesia fue fundada por Pablo, así lo atestigua Hechos 18:1-7. Estaba constituida por gentiles y judíos de diferentes
clases socio-económicas; era una iglesia en donde confluían la riqueza y la pobreza (7:17 y 11:21). Probablemente los
judíos constituían la minoría con respecto a los gentiles, quienes tenían conceptos helenísticos del mundo y del
comportamiento ético5[119].
Los contactos de Pablo con sus destinatarios tuvieron lugar en más de una ocasión como lo atestiguan varias referencias
bíblicas: Hechos 18:1-3; I Corintios 5:9, 7:1, 16:17-18; II Corintios 2:1-4, 7:14, 10:1, 10, 11:12-15; II Timoteo 4:20 6[120].
2.1.3 La ciudad de Corinto. Esta fue fundada nuevamente en el año 44 a.C. por Julio César, debido a su ubicación
estratégica para el comercio, puesto que poseía dos puertos, uno por el oeste hacia el mar Adriático y el otro en dirección
al Egeo. El comercio hizo muy prospera a la ciudad de Corinto y la abundancia de dinero facilitó el surgimiento de los
vicios, la fornicación y la idolatría7[121].
La lengua oficial de la ciudad de Corinto era el latín y la de uso común era el griego. Toda una reunión de culturas se unía
en la ciudad: griegos, romanos y orientales. Lo que la llevó a tener un alto nivel de competitividad, pragmatismo y
pluralismo8[122].
2.1.4 Ocasión y propósito. Indudablemente el Espíritu de Dios guiaba a Pablo a escribir sus cartas, con el fin primordial
de establecer a los destinatarios en la doctrina y darles pautas relacionadas con aspectos que afectaban la vida en
comunidad. En la carta de I Corintios resulta claro, desde el inicio del texto, el deseo que tuvo Pablo de que la iglesia se
mantuviera unida y no continuara en las contiendas y divisiones en que se hallaba. Además de esto, el apóstol quería
llamar la atención a la comunidad de Corinto por su falta de firmeza frente a los desórdenes de los hermanos, en especial
el problema mostrado en I Corintios 5, donde se menciona a un incestuoso al que no se había disciplinado por su
comportamiento.
A lo largo de la carta Pablo respondió a preguntas que le fueron hechas mediante carta (7:1), o en persona (16:17). Aun
cuando el apóstol contestó a las inquietudes de los corintios, tras sus recomendaciones siempre existió el propósito de
cimentarles teológicamente9[123].
Otra idea que se puede apreciar en la carta es que existía una actitud de oposición entre el apóstol y la iglesia, o por lo
menos con una parte de ella. Esto se puede observar en pasajes tales como I Corintios 4:18: “Mas algunos están
envanecidos, como si yo nunca hubiese de ir a vosotros”, el cual se encuentra en un contexto claro de defensa de su
apostolado. A pesar de la oposición, la actitud no había llegado a extremos entre las partes, sin embargo este problema se
estaba generalizando en toda la iglesia y se unía a otros de carácter social 10[124].
Tal vez no sólo se estaba dudando de la situación apostólica de Pablo, sino que, además, se estaba tratando de cambiar el
evangelio hacia el helenismo. El punto clave de la discusión consistía en saber el significado de ser espiritual, pues ellos
se consideraban a sí mismos como tales, pero dudaban que el apóstol lo fuera. Por lo tanto el propósito central de la carta
10
20
era la defensa del apostolado paulino y su crítica a los espirituales 11[125]. No obstante, se pueden dilucidar otros propósitos
secundarios tales como: combatir el dualismo helenístico, afrontar la escatología realizada 12[126], incentivar la unidad de la
iglesia y responder a las preguntas hechas por la comunidad de Corinto 13[127].
Este pasaje, específicamente, se encuentra en la primera parte de la respuesta de Pablo a la información que le fue llevada
por la gente de Cloé. Enseguida se presenta la delimitación del texto, su contexto inmediato y su definición, que incluye
una traducción personal y algunos asuntos de crítica textual.
2.2.1 Delimitación del texto y del contexto inmediato. Los de Cloé le llevaron información sobre las contiendas que se
habían levantado entre ellos en favor de uno u otro líder (1:11) y Pablo explicó a los receptores de su carta lo equivocados
que estaban al permitir esta disputa, y ni aún él mismo quiere ser tomado como tal. Posteriormente, el apóstol exaltó la
sencillez de las gentes que habían recibido el evangelio diciendo: no a sabios “sino a lo necio del mundo escogió Dios”,
para que la gloria sea sólo para Él (1:26-2:5).
El discurso continúa alabando la sabiduría, pero no la de este mundo, sino la divina, la sabiduría en misterio que ha sido
revelada, la cual es predicada por el apóstol y entendida por los verdaderos espirituales, los que no son juzgados sino los
que juzgan claramente (2:6-16).
Después de exponer que los que son de Dios tienen la mente de Cristo, y de haber explicado que el hombre natural no
puede percibir las cosas que son espirituales, Pablo introduce el pasaje de estudio con “ Kavgw,( avdelfoi,” (Así que
yo, hermanos). La palabra Kavgw, está compuesta por la partícula kai,, y el pronombre personal de primera
persona singular evgw,. La partícula es usada en este lugar como conjunción explicativa, pues
aplica lo que acaba de decir sobre los naturales y espirituales entre los v. 2:6-16. Hanna adiciona que cuando funciona
como explicativa se le coloca una coma después14[128]. La aparición del pronombre evgw, hace que la atención se centre
nuevamente en el apóstol luego de haber estado usando el pronombre plural singular h`mei/j (nosotros)15[129]. Otro
indicativo para dar inicio a la perícopa es el vocativo avdelfoi, (hermanos), con el que el apóstol quiere llamar la
atención a toda la iglesia y no sólo a una parte de ella. Pablo usa esa misma manera de iniciar un párrafo en 2:1 16[130].
Habiendo discurrido sobre el tema de las divisiones, el evangelio revelado y acerca de quién es verdaderamente
espiritual, Pablo comienza a explicarles que no podía hablarles como a tales (3:1). Tal vez no estaban cumpliendo en sus
vidas las implicaciones que el término denota. El apóstol observó la necesidad de darles un alimento infantil a cambio del
alimento sólido que ya deberían tomar, en razón de su supuesta condición de madurez.
Entre los v. 1-4, Pablo rebate la supuesta espiritualidad corintia. El apóstol los llamó “carnales”, todo lo contrario a lo que
ellos se creían. Empleó además lenguaje simbólico para describir la manera cómo los veía y cómo debía alimentarlos. Se
cierra la perícopa de 3:1-4 cuando, desde el v. 5 en adelante, Pablo inicia la explicación de que, aunque en el ministerio
cristiano todos tienen una labor, Dios es el que da el crecimiento (3:7). Luego presenta una pregunta retórica a la que da
respuesta: dicha pregunta surge de lo que se presenta en el v. 4, acerca de apoyar a diferentes líderes en la iglesia. En este
nuevo pasaje 3:5-17 Pablo empieza a mostrar lo que es un ministerio cristiano verdadero, que consiste en depender sólo
de Dios y no de los hombres. A pesar de que Dios coloque en un lugar varios hombres para el levantamiento de su obra,
11
12
13
14
15
16
21
ninguno puede considerarse mayor que el otro. Es vano buscar la sabiduría humana y no la divina, la primera se debe
dejar, la segunda se recibe al prescindir de la que brinda este mundo (3:18-20). Posteriormente, Pablo proclama que su
ministerio es legítimo (4:1-21).
Resumiendo, el pasaje de 3:1-4 continua el argumento que Pablo da en contra de las divisiones y de la mal llamada
espiritualidad, de esta forma los cambios presentados dan la entrada a la perícopa. A partir del v. 5 Pablo amplía y aclara
que nadie es mayor que otro entre los que trabajan en la obra de Dios. (Ver bosquejo en el Anexo).
2.2.2 Definición del texto. En esta sección se presenta el texto de I Corintios 3:1-4 en griego, lo mismo que una
traducción realizada por quien escribe este documento, además de los problemas de crítica textual que aparecen en este
pasaje. El texto griego usado corresponde a la versión Nestle-Aland de la edición 27 extraído del programa Bible Works
5.017[131].
1
Kavgw,( avdelfoi,( ouvk hvdunh,qhn lalh/sai u`mi/n w`j pneumatikoi/j avllV w`j sarki,noij( w`j
nhpi,oij evn Cristw/|. 2 ga,la u`ma/j evpo,tisa( ouv brw/ma( ou;pw ga.r evdu,nasqe. avllV ouvde.
e;ti nu/n du,nasqe( 3 e;ti ga.r sarkikoi, evste. o[pou ga.r evn u`mi/n zh/loj kai. e;rij( ouvci. sarkikoi,
evste kai. kata. a;nqrwpon peripatei/te; 4 o[tan ga.r le,gh| tij( VEgw. me,n eivmi Pau,lou( e[teroj
de,( VEgw. VApollw/( ouvk a;nqrwpoi, evste;
1
Y yo, hermanos, no pude hablaros como espirituales sino como carnales, como chiquillos en Cristo. 2 Os dí a beber
leche, no alimento sólido, porque todavía no podías. Y ni aún ahora podéis, 3 porque aún sois carnales. Porque donde en
vosotros [hay] celo y contienda ¿no sois carnales y andáis como hombres? 4 Porque cuando alguno dice, yo estoy con
Pablo y otro, yo con Apolos ¿no sois hombres?
Existen dos datos en el aparato crítico del texto griego de las Sociedades Bíblicas 18[132]:
1. En el v. 2, algunos manuscritos omiten el adverbio e;ti (aún). La amplitud de los textos en los que aparece es superior
y mucho más fuerte.
2. En el v. 3, algunos textos presentan la adición de kai. dicostasi,ai (y disensiones). Se prefiere la lectura más corta.
Por lo observado, el contexto del pasaje se encuentra dentro de la respuesta que Pablo dio a los informes llevados a él.
En toda esta división, y de manera general en la carta, el apóstol hizo una defensa de su apostolado y criticó directamente
a los que se auto-denominan “espirituales”. La perícopa estudia el debate al que se dio inicio desde el comienzo de la
carta. Pablo observó la incoherencia entre llamarse espirituales y estar divididos. El apóstol les dijo que seguían
pensando como simples seres humanos19[133].
2.3.1 Diagrama estructural. A continuación se presenta el diagrama de la perícopa de estudio para entender cómo están
relacionadas las oraciones del texto, además de mostrar cómo se relacionan semánticamente las cláusulas y oraciones:
17
18
19
22
1 avdelfoi,( Exclamación
Hermanos
Kavgw,(... ouvk hvdunh,qhn lalh/sai u`mi/n w`j pneumatikoi/j
Afirmación
Y yo no pude hablar os como espirituales
avllV
sino
w`j sarki,noij( Simultaneidad
como carnales
w`j nhpi,oij evn Cristw/|.
como chiquillos en Cristo.
2 ga,la u`ma/j evpo,tisa(
Declaración
leche os di a beber,
ouv brw/ma(
Comparación
no alimento sólido
Adversativa
ga.r
porque
ou;pw. ... evdu,nasqe. Causa
todavía no podíais
avllV
pero
ouvde. e;ti nu/n du,nasqe( Ratificación
ni aún ahora podéis
3 ga.r
porque
e;ti ... arkikoi, evste.
Explicación
aún carnales sois.
ga.r
porque
o[pou ... evn u`mi/n Causa
todavía en vosotros
zh/loj
celo
kai.
y
e;rij(
disensión
ouvci. sarkikoi, evste
¿no carnales sois
kai.
y
23
kata. a;nqrwpon peripatei/te; Pregunta
Retórica
como hombre andáis?
4 ga.r
24
porque
o[tan...le,gh| tij( Explicación
cuando dice alguno
Vegw. me,n eivmi Pau,lou(
yo por un lado soy de Pablo
de
y
e[teroj,( VEgw. VApollw/(
otro yo de Apolos
ouvk a;nqrwpoi, evste; Pregunta retórica
¿No hombres sois?
El texto de estudio se inicia con una afirmación “y yo ... no pude hablaros como a espirituales”
(Kavgw,( ... ouvk hvdunh,qhn lalh/sai u`mi/n w`j pneumatikoi/j,). El apóstol expuso
a los corintios el eje central de su discurso: no poder hablarles como a espirituales. Se muestra la
simultaneidad en el hecho de que les hablara “como a carnales, como chiquillos en Cristo” ( w`j
sarki,noij( w`j nhpi,oij evn Cristw) lo cual es anticipado por la partícula adversativa “sino”
(avlla).. La exclamación “hermanos” (avdelfoi,) inicia el gráfico a través del cual Pablo les
indicó su condición de ser participes de la gracia, pero les llamó la atención para que se centren en
lo que les va a decir.
Posteriormente, se indica el evento mediante el cual el apóstol declaró lo que hizo con los de
Corinto: “os dí a beber leche, no alimento sólido” (ga,la u`ma/j evpo,tisa( ouv brw/ma).
El apóstol les enfatizó que aún no podían: “porque todavía no podíais. Y ni
aún ahora podeís” (ou;pw ga.r evdu,nasqe. avllV ouvde. e;ti nu/n du,nasqe).
Posteriormente se sirvió de la partícula “porque” (ga.r) para explicar lo que estaba sucediendo con
ellos: “aún sois carnales” (e;ti ... sarkikoi, evste). Y nuevamente usó la misma partícula ga.r
(cuatro veces en la perícopa) para expresarles la causa de su carnalidad: había celo y disensión
o[pou ... evn u`mi/n zh/loj kai. e;rij.
La pregunta retórica “¿No sois carnales y andáis como hombres?” (ouvci. sarkikoi, evste kai.
kata. a;nqrwpon peripatei/te;) da continuidad a lo dicho anteriormente y proveyó una
explicación de cuál es la razón de por qué se comportaban como hombres: “Porque cuando alguno
dice, yo estoy con Pablo y otro, yo con Apolos” (o[tan ga.r le,gh| tij( VEgw. me,n eivmi
Pau,lou( e[teroj de,( VEgw. VApollw). Para finalizar, empleó otra pregunta retórica con el
fin de enfatizar que su comportamiento era el de simples hombres: “No sois hombres” (ouvk
a;nqrwpoi, evste;).
2.3.2 Análisis gramatical y comentarios por frases. Como se indicó anteriormente, aparecen
palabras que indican una nueva perícopa de estudio. Estas son: Kavgw,( avdelfoi. La primera
palabra llama la atención al apóstol y la segunda a los remitentes de la carta, a quienes llama
“hermanos”.
Luego se encuentra una afirmación clara de lo que Pablo les quiere transmitir a los corintios: a ellos
no les pudo hablar como a espirituales. Sucesivamente, el apóstol continua presentando las razones
por las cuales no les pudo hablar de esa manera. Hay dos preguntas retóricas dentro del texto, que
por sus partículas de inicio ouvci. y ouvk esperan una respuesta positiva. Se resalta también el
uso de las palabras sarki,noij, nhpi,oij, sarkikoi,., a;nqrwpoj para calificar a los que se
consideran pneumatikoi/j.
25
1 Kavgw,( avdelfoi,( ouvk hvdunh,qhn lalh/sai u`mi/n w`j pneumatikoi/j
Pablo usó la palabra Kavgw ( kai, + evgw,) ocho veces en esta carta. En todas
las oportunidades quiso llamar la atención sobre sí mismo. En I Corintios 2:1 y
en ésta cláusula, se ha traducido por diversas versiones como “así que yo” o
“de manera que yo”. Como se ha indicado, el discurso no se desvincula de lo
que ha venido tratando desde el inicio de la carta sobre las divisiones y en
especial del contexto inmediato de 2:6-16.
En el desarrollo de las cartas paulinas, el apóstol ha enseñado que los que han
llegado a ser creyentes, y tienen vida nueva, andan de acuerdo al Espíritu,
como lo explica en Romanos 8:9: “Mas vosotros no vivís según la carne, sino
según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no
tiene el Espíritu de Cristo, no es de él”. De acuerdo con Pablo, todos los
cristianos son espirituales porque tienen el Espíritu como residente y dueño (I
Corintios 6:19, Gálatas 4:6). No obstante, algunas veces se comportan de
forma inmadura. En relación con lo anterior Fee afirma:
20
26
Espíritu sino porque están pensando y viviendo como los que
carecen de él21[135].
La raíz de sarki,noij es sa.rx que significa “carne”, natural o proveniente de la tierra; aparece
en el Nuevo Testamento en 147 oportunidades y en las cartas de Pablo en 91. El sufijo -i,noj se usa
para la formación de adjetivos a partir de un sustantivo, indica de lo que algo está hecho 22[136].
Entonces se puede afirmar que los sarki,noij son aquellos de composición carnal y que pertenecen
al ámbito terrenal.
También la raíz sa.rx se encuentra en 10 ocasiones en las cartas de Pablo para mostrar un contraste
entre lo que es de Dios y lo que no lo es (Romanos 8:4-5, 10, 13, I Corintios 5:5, Gálatas 3:3, 4:29,
5:16-17, 6:8, Filipenses 3:3). Por ejemplo en Gálatas 5:16-17 Pablo afirma: “Digo, pues:
Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo
de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se
oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis”. Aquí el apóstol indicó
que la carne es la enemiga del Espíritu y la carne exige que los creyentes le
obedezcan, para de esa manera llevarlos a hacer actos pecaminosos
(evpiqumi,a, deseo). Así, se puede aclarar que los sarki,noij de la carta a los corintios son
creyentes que se estaban dejando impulsar por sus deseos pecaminosos. El pecado en ellos causó
que estuvieran “alimentando” la carne para mantener prácticas que estaban en contra de Dios.
22
27
carne es la actitud auto-confiada del hombre que pone su fe en su propia fuerza y en aquello que es
controlable por él, esto es confiar en uno mismo como capaz de procurar la vida por el uso de lo
terrenal y a través de su propio esfuerzo23[137].
Después de llamarlos carnales, el apóstol les dice que son w`j nhpi,oij evn Cristw/| “como
chiquillos en Cristo”. Esta frase está en aposición, lo que significa que el apóstol hace una
explicación de lo que les dijo al llamarlos sarki,noij. (Ver diagrama estructural el la pág. 53, para
apreciar la simultaneidad entre las dos clausulas: w`j sarki,noij y w`j nhpi,oij evn
Cristw/|). La palabra nhpi,oij puede ser traducida por “inmaduro” o ” tonto”. Aquí el propósito
de Pablo era decirles que no se estaban comportando en forma apropiada en relación con la edad
que deberían tener24[138]. No obstante, están evn Cristw/| esto es, eran creyentes. La clausula
“niños en Cristo” denota un llamado a la madurez y al progreso, ellos no estaban muertos, sino que
son niños o inmaduros. El apóstol quiere que lleguen a la madurez y usó estas palabras a manera de
disciplina.
Pablo contrastó el alimento sólido (brw/ma) con la leche (ga,la). Con esta
terminología el apóstol no intentó mostrar un tipo de conocimiento escondido
que tienen solamente un grupo especial en la iglesia, sino que brw/ma,
representa la madurez que deberían tener los de Corinto. La siguiente
explicación aclara el uso metonímico de estos términos:
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filosófica (1:18-25, 3:18-19) o aún por las manifestaciones externas de algunos
(14:20).
Así mismo se puede corroborar el sentido de la palabra por su raíz sa.rx y su sufijo -iko,j. Este
sufijo denota una relación ética con la idea que tiene la raíz, perteneciente a lo que la raíz
representa29[143]. Indica que no es simplemente su composición sino que su comportamiento es
conforme a la carne. El cambio que hizo Pablo de la palabra sarki,noij,,,, del v. 1, por
sarkikoi, aumenta la magnitud de la exhortación: mientras en el v. 1 les dijo que son de carne,
ahora en el v. 3 enfatizó que su conducta es conforme a la carne.
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enfatiza que lo significativo no es que tengan composición carnal sino que su
conducta es completamente mundana.
El inicio de la pregunta con ouvci. espera una respuesta positiva. Los corintios eran
carnales, y además Pablo les aclaró que ser sarkikoi, es comportarse como
simples hombres, kata. a;nqrwpon peripatei/te. La preposición kata. con el
acusativo a;nqrwpon significa literalmente “de acuerdo a los hombres” y se
contrasta con kata. pneu/ma (conforme al Espíritu) que es como ellos deberían
estar andando (cf. Gálatas 1:11-12: “Mas os hago saber, hermanos, que el
evangelio anunciado por mí, no es según hombre; pues yo ni lo recibí ni lo
aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo”).
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Es relevante ampliar el concepto de “andar como hombres”; esta combinación
está presente en el Nuevo Testamento en siete ocasiones así:
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1. Pablo les declara carnales, 3:1. Pablo había recibido el informe de los de
Cloé sobre su comportamiento sectario, una actitud que el apóstol rechaza
colocándose él mismo al nivel de los otros que trabajan en la obra de Dios. En
toda la primera parte de la carta (1:10-4:21) Pablo describe y ataca a los
diferentes grupos que se habían formado en Corinto; un comportamiento que
no es correcto para aquellos que se auto-consideraban espirituales.
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pues el evangelio es el mismo, necesitaban cambiar su manera de ver la
fe35[149].
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en un celo incorrecto que hace que los respectivos seguidores se vean unos
superiores a otros. El pecado de creerse superior espiritualmente crea un
dualismo entre lo espiritual y lo terrenal: un espiritual puede llegar a creer que
como ahora vive en el Espíritu, y está más cerca de Dios, la carne y lo terrenal
no importan. Llegan a enceguecerse de tal manera que se comportan como
cualquier incrédulo.
También es importante concluir que esa falsa superioridad era una muestra de
su inmadurez. Se debe aclarar que siempre hay “inmaduros” en la iglesia. Son
aquellos recientemente convertidos, pero hay creyentes que no crecen de la
manera correcta, lo que se considera como una falta. Su inmadurez se hace
manifiesta de alguna forma pecaminosa y en este caso por su celo desmedido
por algunos líderes. El apóstol Pablo no patrocinó el hecho de que los
creyentes permanecieran en ese estado sino que les aclara que es mejor ser
espiritual.
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2.3.4 Comparación con la literatura paulina y con otras epístolas. Varias de las
ideas del pasaje de I Corintios 3:1-4 se pueden encontrar en otras de las cartas
de Pablo, en especial en la carta a los Gálatas. Allí Pablo atacó a los judaizantes
que intentaban inducir a los nuevos creyentes a circuncidarse y a seguir el
ritualismo judío; dicho grupo se veía superior a los demás y se sentía como el
verdadero elegido de Dios. Si el apóstol no hubiese contrarrestado está postura,
el cristianismo se hubiera conocido como una forma de judaísmo 38[152].
Tanto en I Corintios como en Gálatas, Pablo consideraba que los que crearan este
tipo de división dentro de la iglesia, eran cristianos “inmaduros”, que tenían una
alta ambición personal de mostrarse como los depositarios de una sabiduría o
comportamiento superior dentro de la iglesia.
También se puede ver similitud de la idea de I Corintios 3:1-4 con la carta a los
Efesios en el pasaje de 4:11-16:
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En esta porción los “niños fluctuantes” son aquellos que se habían dejado
engañar por diversas doctrinas. Con el propósito de que no se queden en ese
estado infantil, Cristo ha colocado a los apóstoles, pastores y maestros en la
iglesia. Dios no desea que los creyentes se queden en un estado de inmadurez;
pretende que crezcan a la “medida de la estatura de la plenitud de Cristo”.
Pablo no veía con buenos ojos un estado de niñez fluctuante en los creyentes;
ellos deben ser nutridos para evitar el desvío. Pablo confronta y además
defiende el ministerio de los que Dios ha designado para tal fin.
En Efeso los “espirituales” podrían ser aquellos que se habían dejado influenciar
por los diversos movimientos filosóficos de la época como el Estoicismo, el
Hedonismo, Escepticismo, Eclecticismo y Neoplatonismo 41[155]. Otra posibilidad
es que, antes de creer, hayan participado de esos grupos, lo cual los pudo llevar
a su enfrentamientos entre diferentes facciones que apoyaban una u otra linea
de pensamiento recibida, porque se presentaba de manera encubierta o con
supuestos buenos propósitos. Al igual que en la I Corintios, los supuestos “espirituales”
estaban desviando a la congregación, y ellos mismos se convertían en niños fluctuantes o creyentes
inmaduros.
Es claro que Pablo no permitía que ningún grupo de personas en la iglesia se colocara en una postura
superior a los demás. Todos eran iguales a los ojos de Dios, y tenían el mismo conocimiento salvador.
Dios había establecido personas que llevaran su Palabra y obra, pero debería ser Él quien los colocara
y no una auto-coronación, por linaje, conocimiento o por seguir alguna corriente de pensamiento
diferente.
Aquí el apóstol Pablo declaró que quien tuviese el Espíritu debía de ocuparse de Él, pues quien se
ocupa de la carne está en enemistad contra Dios. Al igual que en Corinto, Pablo no está dando tregua
al pecado en el creyente; dejó suficientemente claro que quien se ocupa de la carne, no participa de las
cosas de Dios. Por eso les dice a los creyentes que deben hacer morir lo terrenal en ellos, que un
estado de carnalidad no es una opción para vivir la vida cristiana. Un creyente inmaduro es aquel que
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piensa que es correcto creer y vivir conforme a la carne, no ha entendido que el Espíritu de Dios es
quien está en él y que mediante su poder, y no por las obras de su carne, debe mortificar el pecado.
Así como sucedió en Corinto, Pablo no patrocinó el pecado en el creyente y, específicamente en
Romanos, los insta a dejarlo.
Se puede decir que el estado de “inmadurez” en un creyente, no debe ser el modo corriente de vida.
Mantenerse en ese período sería pecaminoso ya que Pablo explica que los inmaduros (sarkikoi,) son
los que se comportan como hombres (kata. a;nqrwpon peripatei/te). Con el uso de este
lenguaje de “niños” y “carnales”, se dio a entender a los creyentes acerca de su incapacidad de recibir
toda la sabiduría del evangelio. En el texto de estudio, la inmadurez era manifiesta por el celo y la
disensión; dichos comportamientos son considerados pecaminosos en el Nuevo Testamento. Por otro
lado, aquellos que tienen el Espíritu de Dios deben vivir conforme a Él y nutrirse del evangelio.
Aunque exista un período, normal en la vida de todo cristiano, en que aún es un “bebe en Cristo”, es
incorrecto permanecer en él. El creyente verdadero debe propender por crecer hacia la madurez
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