Trabajo Final de Salud Pública y Salud Mental
Trabajo Final de Salud Pública y Salud Mental
Trabajo Final de Salud Pública y Salud Mental
Facultad de Psicología
Trabajo Final
Comisión 8
Prof. de TP: Amantea, Romina
5) La idea de participación que subyace en este proyecto supone un lugar pasivo para los
participantes, ya que quienes planifican no incluyen a la comunidad como un actor implicado
activo ni se presta un lugar activo para el otro que no le es permitido planificar junto a ellos,
ejecutar o evaluar. Por lo tanto, queda definido un lugar pasivo para los participantes de la
comunidad como únicos receptores de los saberes, pero quienes no son considerados para
participar activamente de la planificación, proponer actividades, evaluar los métodos y
resultados o escuchar su posición de manera tal que se observe la necesidad sentida por la
población ante el problema planteado y la posibilidad de adecuarse a esas y otras necesidades.
Por consiguiente, la participación que subyace es restringida y sería favorable que se ampliase
hacia una participación activa de la comunidad de forma tal que se pueda enriquecer la tarea
de la planificación junto con la definición del problema, el planteo de los objetivos y la
ejecución de las actividades a favor de una optimización de la utlilización de los recursos
disponibles para lograr la situación deseada. La participación de la comunidad con distintos
niveles de compromiso, además de la posibilidad de evaluar cómo sienten ellos las
necesidades o los problemas, es sumamente provechoso para la tarea de planificación, dado
que permite una definición más pertinente del problema y habilita un uso más eficiente de los
medios con que se cuenta para el propósito a alcanzar. De esta forma aumenta la eficiencia ya
que se logra el éxito a partir de una mejor utilización de los medios de manera tal que se
ahorra energía, recursos materiales y recursos financieros, logrando el mismo objetivo.
En resumen, una participación pasiva como subyace en este proyecto no implica a la
comunidad como actor con lo cual ella no participa activamente del proyecto planificando,
ejecutando o evaluando. Por lo tanto, el lugar que para ella queda definido es aquel de
simplemente asistir a las actividades, con lo cual no se optimiza el uso de todos los medios,
dado que, potencialmente, se podría aumentar la eficiencia con la participación activa de la
población.
6) El tipo de acciones que podría complementar este proyecto serían aquellas acciones en
alimentación orientadas al grupo de riesgo de enfermedades cardiovasculares que habitan en
Trelew tales como stands estratégicamente ubicados en lugares cercanos a los supermercados,
por ejemplo, de forma tal que se pueda proveer información sobre hábitos alimenticios
saludables, se cree conciencia sobre el aumento del riesgo cardiovascular como consecuencia
de los malos hábitos de alimentación y se incentive la sustitución de alimentos más
perjudiciales por otros más saludables e igual de sabrosos. Esta acción plantea la salida a la
interacción con la comunidad para averiguar sobre sus malos hábitos, tomar conciencia de las
consecuencias que pueden ocasionar y proponer alternativas saludables a favor de una
promoción de la salud. Para esto se requeriría de algunas personas que podrían ser los mismos
licenciados en Nutrición del proyecto u otros participantes tales como psicólogos, por
ejemplo. Además, se necesitarían algunos recursos materiales para el armado del stand tales
como mesas y la producción de materiales informativos que podrían ser afiches y panfletos.
También, deberían haber algunas actividades que atraigan la atención de la gente y ayuden a
cumplir el objetivo de promocionar una alimentación saludable como podría ser la
degustación de algún alimento saludable como alternativa a otros más perjudiciales. Incluso
se puede invitar a la comunidad a asistir a los talleres del proyecto original para fomentar la
participación y complementar la promoción de hábitos alimenticios saludables.
Para la correcta presentación de esta acción sería necesario la realización de un proyecto
alternativo abocado al mismo problema, dirigido a la misma población y con objetivos
similares, pero incluyendo a la comunidad entre los actores implicados, especificando las
actividades en tareas concretas organizadas a través del tiempo en algún cronograma que
también especifique los recursos necesarios y el rol de cada participante. También sería
favorable la inclusión de un método de evaluación de diagnóstico y del resultado de la
intervención, registrando, por ejemplo, las compras de algunas personas en el supermercado
considerando especialmente la cantidad de alimentos saludables y de alimentos más
perjudiciales. De esta forma, se supone que de tener éxito el proyecto, luego de su aplicación,
la población de riesgo debería comprar más alimentos saludables y menos de los perjudiciales
que antes.
7) El aporte que podría hacer un psicólogo salubrista que se sumara al equipo, en principio,
sería la posibilidad de integrarse al equipo favoreciendo una conformación multidisciplinaria,
orientando la intervención hacia la comunidad y sus problemas, considerando la
multideterminación de los mismos y favoreciendo un cambio en el ecosistema como posible
solución de los mismos. Más precisamente al problema que convoca este proyecto, el
psicólogo puede aportar sus conocimientos para la identificación de las representaciones
sociales u otros obstáculos que funcionan como resistencias ante el cambio de hábitos en la
alimentación. El psicólogo puede ayudar también a trabajar contra estos obstáculos de forma
que se facilite la promoción de los hábitos alimenticios saludables favoreciendo la eficiencia
de la acción. Además, el psicólogo puede considerar distintas formas de trabajar en grupo a
partir de teorizaciones como la de Kurt Lewin a favor también del aumento de la eficiencia de
la intervención. Por lo tanto, el aporte del psicólogo salubrista al equipo del proyecto es poner
sus conocimientos a disposición para trabajar en modificar las ideas, valores, representaciones
u otros obstáculos que aporten en la resistencia al cambio de hábitos que propone el proyecto,
de forma tal que se incremente la eficiencia al facilitar el éxito del mismo.
Bibliografía
Montero, M. (1998): La comunidad como objetivo y sujeto de acción social. En: Psicología
comunitaria. fundamentos y aplicaciones. Madrid, Editorial Síntesis.