IdeologiayDiscurso Vandijk PDF

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 107

Ideología y Discurso

Una Introducción multidisciplinaria


Teun A. van Dijk

Resumen de un curso dictado en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), en 2001.

Teun A. van Dijk


Universitat Pompeu Fabra, Barcelona
E-mail: teun@discursos.org

Versión definitiva publicada por Ariel, Barcelona 2003

1
Ideología y discurso. Una introducción multidisciplinaria

Índice
1. Definición de ideología

1.1. "Ideología", un concepto difuso y polémico


1.2. La ideología, un sistema de creencias
1.3. La ideología, 'falsa conciencia' o 'creencias equivocadas'
1.4. La ideología como concepto general
1.5. La ideología como fundamento de las prácticas sociales
1.6. El papel del discurso
1.7. Un marco de referencia multidisciplinar: el discurso, la cognición y
la sociedad

2. La ideología como cognición social

2.1. La dimensión mental o cognitiva

2.1.1. Tipos de creencias


2.1.2. Tipos de memoria y representaciones
2.1.3. La ideología como representación social
2.1.4. Las ideologías y los valores

2.2. La estructura de las ideologías

2.2.1. El formato proposicional de las creencias ideológicas


2.2.2. La organización de las ideologías

2.3. De la ideología al discurso y al revés

2.3.1. Actitudes ideológicas


2.3.2. ¿Conocimiento ideológico?

2.4. Los modelos mentales

2.4.1. Los modelos mentales son subjetivos


2.4.2. La estructura de los modelos mentales
2.4.3. Los modelos personales y las representaciones sociales
2.4.4. El conflicto ideológico
2.4.5. Las representaciones sociales no se pueden reducir a modelos
mentales

2.5. De los modelos mentales al discurso

2
2.6. Los modelos contextuales

2.6.1. Creencias sobre las creencias mutuas


2.6.2. La relación entre los modelos contextuales mentales y las
situaciones sociales
2.6.3. Los modelos contextuales y el estilo
2.6.4. Los modelos contextuales ideológicos

3. Las ideologías en la sociedad

3.1. La ideología y la interacción social


3.2. Los grupos
3.3. Las instituciones ideológicas
3.4. Ideología y poder
3.5. Ideología, sociedad y cultura

4. El racismo

4.1. El racismo, un sistema de desigualdad social


4.2. El racismo cotidiano

5. La estructuras ideológicas del discurso

5.1. El significado
5.2. Las estructuras proposicionales
5.3. Las estructuras formales
5.4. La sintaxis de la oración
5.5. Las formas del discurso
5.6. La argumentación

5.6.1. Falacias

5.7. La retórica
5.8. Acción e interacción

Conclusión

Bibliografía

3
1. Definición de ideología
Este libro propone una introducción multidisciplinar al concepto de
‘ideología’ y se centra especialmente en la expresión, construcción o
legitimación mediante el discurso de algunas ideologías, como las racistas.

'Ideología', un concepto difuso y polémico

El concepto de ideología se utiliza de manera generalizada en las


ciencias sociales, en la política y en los medios de comunicación. Se han
escrito miles de artículos y libros desde que el filósofo francés Destutt de
Tracy inventó este concepto a finales del siglo XVIII.

Destutt de Tracy empieza así el su famoso libro, un libro dirigido


explícitamente a la gente joven, ya que, -según dice- las mentes de los
estudiosos establecidos ya están llenas "de unas ideas fijas" que son muy
difíciles de cambiar:

Eléments de Idéologie
Par A.L.C. Destutt-Tracy

Jeunes gens, c' est à vous que je m' adresse ; c' est pour vous sebuls que j'
écris (...)

La première fois qu' il arrivera à un de vos camarades de s' attacher


obstinément à une idée quelconque qui paraîtra évidemment absurde à tous les
autres, observez-le avec soin, et vous verrez qu' il est dans une disposition de
esprit telle qu' il lui est impossible de comprendre les raisons qui vous semblent
les plus claires : c' est que les mêmes idées se sont arrangées de avance dans sa
tête dans un tout autre orden que dans la vôtre, et qu' elles tiennent à une infinité
de autres idées qu' il faudrait déranger avant de rectifier celles-là.

C' est pour vous preserver de l' un et de l' autre que je veux dans cet écrit,
non pas vous enseigner, mais vous faire remarquer tout ce qui se passe en vous
quand vous pensez, parlez, et raisonnez. Avoir des idées, les exprimer, les
combiner, sont trois choses différentes, mais étroitement liées entre elles. Dans
la moindre phrase ces trois opérations se trouvent : elles sont si mêlées, elles s'
exécutent si rapidement, elles se renouvellent tant de fois dans un jour, dans une
heure, dans un moment, qu' il paraît d’abord fort difficile de débrouiller
comment cela se passe en nous.

De este fragmento se desprende que para Destutt de Tracy la


ideología no era más que una "ciencia de las ideas" general (el estudio de
"cómo pensamos, hablamos y argumentamos..."), es decir, la psicología o
incluso la ciencia cognitiva de hoy en día.

4
A pesar del gran interés que los estudiosos demostraron respecto al
estudio de la ideología desde la publicación del libro de Destutt de Tracy,
el concepto continúa siendo uno de los más difusos y polémicos de las
ciencias sociales. Por este motivo empezaremos con una definición de lo
que entendemos por "ideología" en este libro.

La ideología, un sistema de creencias

Como ya hemos visto en el escrito de Destutt de Tracy, las


ideologías están relacionadas con los sistemas de ideas y especialmente con
las ideas sociales, políticas o religiosas que un grupo o movimiento
comparte.

Tanto el comunismo como el anticomunismo, el socialismo, el


liberalismo, el feminismo, el sexismo, el racismo, el antirracismo, el
pacifismo y el militarismo, son ejemplos de ideologías muy extendidas.
Los miembros de un grupo que comparten estas ideologías están a favor de
unas ideas muy generales; unas ideas que son la base de unas creencias más
específicas sobre el mundo y que guían su interpretación de los
acontecimientos al mismo tiempo que condicionan las prácticas sociales.

En vez de utilizar un concepto tan difuso y ambiguo como el de


‘ideas’, de ahora en adelante usaremos el término que aparece con más
frecuencia en psicología para referirse a los "pensamientos" en general: las
creencias. Por lo tanto, la definición básica de ideología en el trabajo será:
Las ideologías son las creencias fundamentales de un grupo y de sus
miembros.

En este libro, desarrollaremos este concepto de ideología con más


detalle.

La ideología, 'falsa conciencia' o 'creencias equivocadas'

Debemos tener en cuenta que hay muchas definiciones y


aproximaciones al concepto de ideología. En la interpretación de Marx que
Engels llevó a cabo y que por lo tanto aparece en muchas tendencias del
marxismo, las ideologías son expresiones de una "falsa conciencia", es
decir, creencias populares pero equivocadas, inculcadas por la clase
dominante para legitimar un estatus y para esconder las condiciones
socioeconómicas reales de los trabajadores.

Hasta hace poco este concepto negativo de ideología -como sistema


de ideas que los grupos dominantes usan en beneficio propio-, ha

5
prevalecido en las ciencias sociales, que tradicionalmente lo han utilizado
en oposición al conocimiento científico verdadero.

Esta noción negativa de ‘ideología’ también se ha convertido en un


elemento central en las acepciones generales del término y en el mundo de
la política. Ideología ha sido sinónimo de "sistema de creencias falsas,
equivocadas o engañosas". Por ejemplo, en la ideología del anticomunismo
-que durante décadas ha predominado en la política e incluso en los
estudiosos de gran parte del mundo occidental- el concepto de ‘ideología’
se asociaba al comunismo.

Este uso negativo del concepto comporta la polarización siguiente


entre Nosotros y Ellos:

Nosotros tenemos el conocimiento verdadero, ellos tienen ideologías.

A lo largo de este libro frecuentemente hallaremos esta polarización


social entre el grupo de dentro y el grupo de fuera.

La ideología como concepto general

Aunque la legitimación del dominio es una función importante de


muchas ideologías, proponemos un concepto más general de ideología, lo
que también nos permitirá estudiar ideologías "positivas" como el
feminismo o el antirracismo. Es decir, sistemas que sostienen y legitiman la
oposición y la resistencia contra el dominio y la injusticia social. Karl
Mannheim denominó este tipo de ideologías positivas de oposición
"utopías". Las "anti-ideologías" como el antirracismo, no sólo se oponen al
racismo y a las ideologías racistas, sino que presentan propuestas propias
(por ejemplo la ideología humanitaria); igual que las ideologías feministas
no se reducen exclusivamente al antisexismo.

Al igual que las ideologías no deben de ser por fuerza negativas,


tampoco no han de ser dominantes por fuerza -también existen ideologías
no- dominantes que con frecuencia se consideran "negativas", como las de
las sectas religiosas o las de los extremistas de derechas-. Es decir, una
teoría general de la ideología permite una aplicación más amplia y flexible
del concepto; hecho que no excluye una consideración crítica de las
ideologías negativas o dominantes, justamente porque el análisis crítico va
contra todos los tipos de abuso de poder y de dominio. Por lo tanto, se trata
de una teoría que también se centra en la base ideológica del dominio.
Igualmente, conviene tener una noción general del "poder" que no tiene por
qué implicar una evaluación negativa, siempre que tengamos la capacidad
de estudiar de manera crítica el abuso de poder o de dominio.

6
Así pues, no estamos de acuerdo con los autores que afirman que el
concepto general de ideología no permite un estudio crítico.

La ideología como fundamento de las prácticas sociales

Por el hecho de ser sistemas de ideas de grupos sociales y


movimientos, las ideologías no sólo dan sentido al mundo (desde el punto
de vista del grupo), también proporcionan el fundamento de las prácticas
sociales de los miembros del mismo. Por lo tanto, las ideologías sexistas o
racistas son la base de la discriminación; las ideologías pacifistas se usan
para protestar contra las armas nucleares y las ideologías ecologistas
dirigen acciones contra la contaminación. Con frecuencia por lo tanto, las
ideologías surgen de la lucha y del conflicto de un grupo, nos sitúan a
Nosotros contra Ellos.

Sin embargo, aunque las ideologías y las prácticas sociales de los


miembros de un grupo están estrechamente relacionadas, debemos dejar
claro que se trata de dos conceptos diferentes y que no debemos reducir las
ideologías simplemente a "prácticas ideológicas".

El papel del discurso

Una de las prácticas sociales más importantes que las ideologías


determinan es el uso del lenguaje y del discurso -que así mismo también
influencian la forma de adquirir, aprender o modificar las ideologías. La
mayor parte de nuestro discurso, especialmente cuando hablamos como
miembros de un grupo, expresa opiniones con un fundamento ideológico.
Aprendemos la mayor parte de las ideas ideológicas al leer y escuchar a
otros miembros del grupo, empezando por nuestros padres y compañeros.
Más adelante, "aprendemos" ideologías al mirar la televisión y al leer los
libros de texto de la escuela; también lo hacemos a través de la publicidad,
los periódicos, las novelas o al participar en las conversaciones de cada día
entre amigos y colegas, así como en muchos otros tipos de discurso oral y
escrito. Algunos géneros del discurso, como los catecismos, los mítines, el
adoctrinamiento y la propaganda política tienen el objetivo explícito de
"enseñar" las ideologías a los miembros del grupo y a los nuevos adeptos.

Es importante tener en cuenta estas dimensiones discursivas de las


ideologías. Debemos saber cómo se expresan las ideologías (¡o cómo se
camuflan!) en el discurso, y por lo tanto, cómo se reproducen las ideologías
en la sociedad.

7
Un ejemplo: las ideologías racistas

La situación actual de Europa y de Norteamérica, donde las


ideologías xenófobas contra los inmigrantes y las minorías han
incrementado muy rápidamente, nos da la oportunidad de centrarnos en las
ideologías y discursos "racistas" y también tomarlos como ejemplos.
Utilizaremos el término general "racismo" para referirnos a ideologías
relacionadas pero diferentes entre sí, como el antisemitismo, el
eurocentrismo, el etnicismo y la xenofobia.

Un marco de referencia multidisciplinar: el discurso, la cognición y


la sociedad

El marco teórico de este libro es multidisciplinar. Los conceptos de


ideología y discurso no pueden estudiarse adecuadamente tan sólo en una
disciplina: requieren un análisis en todas las disciplinas de las humanidades
y de las ciencias sociales. Sin embargo, trataremos este gran número
potencial de disciplinas en tres grandes grupos: estudio del discurso,
cognición y sociedad.

Por lo tanto, el texto, el habla, la interacción verbal, el uso del


lenguaje y la comunicación se estudian conjuntamente bajo el concepto de
"discurso". Los aspectos mentales de las ideologías, como la naturaleza de
las ideas o las creencias, sus relaciones con las opiniones y el conocimiento
y el estatus como representaciones socialmente compartidas, se cubren bajo
el concepto de "cognición". Finalmente, los aspectos históricos, sociales,
políticos y culturales de las ideologías, su naturaleza basada en el grupo y
especialmente su papel en la reproducción o la resistencia al dominio, se
examinan bajo el amplio concepto de "sociedad".

Debemos tener en cuenta que estas distinciones conceptuales son


meramente analíticas y prácticas. Obviamente se superponen: por ejemplo,
el discurso forma parte de la sociedad, igual que las ideas de los miembros
del grupo socialmente compartidas. Sin embargo, debemos hacer esta
distinción porque los conceptos, las teorías y los métodos de análisis son
bastante diferentes en las tres áreas.

8
2. La ideología como cognición social
Aún teniendo en cuenta las diferencias entre las diferentes
definiciones de ideología a lo largo de la historia de las ciencias sociales,
cabe destacar que todas tienen en común el hecho de referirse a las ideas o
creencias de colectivos de gente. Resulta extraño pues, que sea este carácter
"mental" central de las ideologías el que haya sido mucho menos estudiado
que las propias funciones políticas o sociales. De hecho, si comparamos los
estudios psicológicos sobre las ideologías, en relación con los que se han
realizado desde las ciencias sociales, nos damos cuenta de que los primeros
son poco frecuentes y generalmente se reducen a estudios sobre las
creencias políticas incluso hoy en día.

Con el objetivo de explicar la auténtica naturaleza de las ideologías y


de sus relaciones con las prácticas sociales y el discurso, debemos
profundizar ante todo en la dimensión mental o cognitiva. Los términos
tradicionales de ‘falsa conciencia’ o ‘sentido común’, o los términos
cotidianos como ‘ideas’ son, sencillamente, demasiado difusos para ser
útiles en la definición de las ideologías de los objetos mentales.

Tipos de creencias

La psicología social y cognitiva contemporánea distingue diversos


tipos de "creencias". Las creencias pueden ser personales o sociales,
específicas o generales, concretas o abstractas, simples o complejas,
pasajeras o permanentes, sobre Nosotros o sobre los Otros, sobre el mundo
físico o el social, etc. Igualmente, distinguimos entre conocimiento y
opiniones, o entre conocimiento y actitudes en función de si las creencias
tienen un elemento evaluador o no. Existen creencias como las normas y
los valores que fundamentan estas evaluaciones en las opiniones y en las
actitudes. Las ideologías con frecuencia tienen esta dimensión evaluadora.

De la misma forma que no hablamos idiomas individuales, tampoco


tenemos ideologías individuales. Las ideologías son creencias sociales
compartidas y no opiniones personales. Generalmente hacen referencia a
aspectos políticos y sociales importantes, temas relevantes para un grupo y
para su existencia; por lo tanto, no tienen que ver con aspectos triviales de
la vida cotidiana como el color del coche o la marca del ordenador. Las
ideologías se refieren a la vida y a la muerte, al nacimiento y a la
reproducción -como en el caso las actitudes polémicas respecto al aborto y
la eutanasia. Tratan la relación entre la salud, el entorno natural y las
personas -como en las ideologías ecologistas. Se refieren a la clase social,
al hecho de ser rico o pobre, de tener poder o de no tener nada, a la
distribución de la riqueza y de los recursos -tal como profesan las

9
ideologías socialistas y comunistas. También están muy relacionadas con el
sexo (ser hombre o mujer), como demuestran las ideologías feministas o
sexistas, o con la raza y la etnia, en el caso de las ideologías racistas y
antirracistas.

Para concluir, en primer lugar debemos entender las ideologías como


creencias compartidas socialmente y asociadas a las propiedades
características de un grupo, como la identidad, la posición en la sociedad,
los intereses y los objetivos, las relaciones con otros grupos, la
reproducción y el medio natural. Éste es uno de los motivos por cuales
definimos provisionalmente las ideologías en términos de las creencias
básicas de los grupos socialmente compartidas. Pero como el concepto de
‘grupo’ todavía es bastante difuso, deberemos volver a él más adelante.

Tipos de memoria y representaciones

Los psicólogos asocian los diferentes tipos de memoria con tipos de


memoria diferentes o con sistemas de cognición diferentes. Es muy
conocida la distinción entre memoria a corto plazo (STM) y memoria a
largo plazo (LTM), a la cual volveremos más adelante. Las creencias
ideológicas a las que nos hemos referido antes generalmente se encuentran
en la LTM. Pero debemos distinguir diferentes tipos de ‘creencias’, por
ejemplo:

Memorias episódicas. Cuando las creencias son personales y se


fundamentan en las experiencias se denominan "episódicas". Todas las
creencias configuran la "memoria episódica". Esta memoria es personal,
autobiográfica y subjetiva: registra las experiencias personales. Se trata del
tipo de "memoria" de la cual hablamos en nuestro día a día. La memoria
episódica es la ubicación de aquello que "recordamos". Como las memorias
episódicas hacen referencia a las personas en ellas mismas, el Yo juega un
papel central.

Por lo tanto tenemos memorias episódicas del desayuno de esta


mañana, de las últimas vacaciones, de la primera vez que vimos la persona
de quien nos enamoramos, etc. A causa de la infinidad de experiencias
diarias, de las actividades y encuentros, no nos ha de sorprender que la
mayoría de estas memorias episódicas ya no sean accesibles al poco
tiempo. Al cabo de algunos años quizás recordaremos unas vacaciones
únicas y exóticas, pero no que he comprado croissants en la panadería esta
mañana.

Por el hecho de ser básicas y compartidas socialmente, las ideologías


no se encuentran, en general, en la memoria episódica, que es personal,

10
subjetiva y se forma a partir de experiencias específicas. Sin embargo, ésto
no quiere decir que las ideologías no determinen nuestras creencias
personales. Más adelante veremos que las ideologías influencian las
creencias de la memoria episódica.

Conocimiento sociocultural. La gente no sólo tiene creencias


personales de las experiencias personales, también comparte creencias más
generales con los demás, con los miembros del mismo grupo o incluso con
miembros de otras sociedades o culturas. El conocimiento sociocultural
quizás es el ejemplo más importante de las creencias compartidas: no
podríamos entendernos, ni hablarnos ni interaccionar, sin compartir una
gran cantidad de conocimiento sobre la mayor parte de los aspectos del
mundo y de la vida de cada día. Por lo tanto, desde el nacimiento hasta la
muerte, la gente adquiere este volumen de conocimiento, que va desde el
idioma(s) y los principios de interacción, a la gente y los grupos con los
cuales interacciona; los objetos del entorno; las instituciones de la sociedad,
y más adelante, los medios de comunicación o el discurso educativo. Estas
creencias compartidas socialmente forman la memoria social. El
conocimiento sociocultural se convierte un sistema central de
representaciones mentales en la memoria social.

El conocimiento es aquello que Nosotros consideramos verdadero,


además contamos con ciertos motivos (criterios) para creer que es
verdadero. Obviamente, otras personas quizás crean que lo que Nosotros
pensamos que "conocemos" sólo son creencias, opiniones, prejuicios,
fantasías o -incluso- ideologías. Por lo tanto, el concepto de conocimiento
es relativo y depende de las creencias del grupo, de la sociedad o de la
cultura. Parte de lo que se consideraba conocimiento en la Edad Media, hoy
se considera superstición y al contrario, algunas de las opiniones más
polémicas de los científicos de aquella época (Galileo Galilei tan sólo es un
ejemplo) con el tiempo se aceptaron globalmente como "hechos"
científicos. Es decir, conocimientos que han pasado los criterios científicos
de verificación y que incluso se aceptan como conocimientos válidos en la
vida de cada día.

Fundamento común (Common Ground)

Aunque la diferencia entre conocimiento o ‘simplemente creencia’


difiere en función de los grupos y de las culturas, también dentro del
mismo grupo o cultura la gente distingue entre conocimiento y creencia,
entre hecho y opinión. Existe un cuerpo de conocimiento enorme que
nunca se cuestiona y que todos los miembros potencialmente competentes
de una cultura aceptan. Este conocimiento se denomina Fundamento
Común (Common Ground) de un grupo o cultura. Son los tipos de

11
creencias que la gente presupone en la interacción y el discurso diarios, y
por lo tanto, son creencias que no debemos expresar a menos que las
enseñemos o expliquemos a quienes todavía no las conocen, como los
niños o los inmigrantes de otras culturas. El discurso pues, como veremos
más adelante, presupone una gran cantidad de creencias para poder ser
comprensible.

Opiniones y actitudes.

Por otro lado, se dan unas creencias de las cuales no estamos


seguros, que son polémicas, que ofrecen puntos de vista diferentes y que en
general no se puede presuponer ni asumir tácitamente que sean verdaderas.
Estas creencias pueden ser personales y por lo tanto representar nuestras
opiniones personales asociadas con las creencias episódicas. Pero también
pueden compartirse socialmente, como en el caso por ejemplo, del aborto,
la inmigración o la energía nuclear. Debemos afirmar, debatir y defender
estas creencias, especialmente en la interacción con los miembros de otros
grupos. Evidentemente, dentro del grupo las opiniones y actitudes típicas
quizás ya se dan por supuestas y por lo tanto ya no se afirman o se
defienden. Puesto que las opiniones del grupo son sociales, preferimos
incluirlas en la memoria social, como en el caso del conocimiento.

La ideología como representación social

Si las ideologías son las creencias básicas compartidas los grupos,


debemos ubicarlas en lo que acabamos de definir como memoria social,
juntamente con el conocimiento y las actitudes sociales. De hecho,
debemos asumir que las ideologías son la base de la memoria social
compartida de los grupos. Puesto que en la misma sociedad o cultura se dan
muchas ideologías, debemos restringirlas a ciertos grupos o movimientos
sociales. Es decir, a diferencia del fundamento común, las ideologías no
son socioculturales, y no debemos presuponer que todo el mundo las
acepta. Contrariamente, como en el caso de las actitudes, las ideologías
habitualmente generan diferencias de opinión, conflictos y luchas. De
hecho, el mismo "grupo ideológico" se define justamente por el hecho de
que sus miembros comparten más o menos la misma ideología, como en el
caso de los socialistas, los antirracistas o las feministas. Evidentemente
existen subgrupos con variantes de la ideología general e individuos de un
grupo que quizás tienen opiniones propias respecto a algunos temas en
concreto.

Hemos definido las ideologías como ‘sistemas básicos’ de creencias


porque otras creencias más específicas dependen de ellas o se organizan a
su alrededor. Por lo tanto, una ideología racista organiza muchos prejuicios

12
o actitudes racistas. En el caso de la inmigración, por ejemplo, se da este
fenómeno en las consideraciones sobre la capacidad intelectual de algunas
minorías, el papel de los inmigrantes en el mercado laboral, la relación
entre la inmigración y la delincuencia, etc. Estas actitudes pertenecen a
áreas de la sociedad diferentes y se organizan a través de creencias básicas
sobre las propiedades negativas de los Otros.

Resumiendo pues, las ideologías forman las representaciones


sociales de las creencias compartidas de un grupo y funcionan como el
marco de referencia que define la coherencia global de estas creencias. Por
lo tanto, las ideologías permiten inferir fácilmente opiniones sociales
nuevas, que se adquieren y distribuyen dentro de un grupo cuando éste y
sus miembros se enfrentan a acontecimientos y situaciones nuevas, como
en el caso de la inmigración a gran escala durante las últimas décadas en
Europa.

Ideologías y valores

Finalmente, entre las representaciones mentales que a menudo se


asocian con la memoria social, debemos mencionar las normas y los
valores que organizan las acciones y las evaluaciones. Básicamente definen
lo que está bien y lo que está mal, permitido o prohibido y los objetivos
fundamentales por los que han de luchar los individuos, grupos y
sociedades. La libertad, la independencia, la belleza o la paciencia son
valores que la gente generalmente acepta.

Las estrechas relaciones entre las ideologías y las creencias


evaluadoras, como las actitudes, hacen que también se dé una conexión
entre las ideologías y los valores. De hecho, los dos factores son
fundamentales para la memoria social. Sin embargo, aunque las ideologías
aparecen con frecuencia en los grupos y suelen generar conflictos o luchas
en el grupo, los valores tienen una función cultural incluso más general y
básica. En principio son válidos para la mayoría de los miembros
competentes de la misma cultura. De hecho, independientemente de cuál
sea nuestra ideología, pocos de Nosotros estamos en contra de la libertad o
de la igualdad, y quienes lo están explícitamente se sitúan más allá de los
límites de lo que socialmente es aceptable. Por lo tanto, en cierta medida, el
sistema de normas y valores socioculturales es parte de lo que hemos
denominado anteriormente "fundamento común". Es decir, las creencias
que generalmente no se cuestionan dentro de una cultura.

Sin embargo, aunque los valores y las normas sean muy generales y
culturalmente aceptados, se aplican en áreas y de maneras diferentes. Por
esta razón la polémica es fundamental, ya que es el punto en el que se

13
"traducen" los valores en creencias ideológicas. Por lo tanto, aunque
probablemente todos estamos a favor de la libertad, la libertad de mercado
se defiende en una ideología liberal; la libertad de prensa, en la ideología
profesional de los periodistas; la libertad ante la discriminación, en una
ideología feminista o antirracista. De la misma manera, la igualdad es un
valor predominante en la mayoría de ideologías de oposición, como en el
socialismo, el feminismo y el antirracismo. El individualismo y la
responsabilidad personal son predominantes en las ideologías conservadora
y liberal. Es decir, la interpretación de los valores de manera específica, en
función del grupo y de sus intereses, establece los pilares de las creencias
ideológicas.

2.2. La estructura de las ideologías


Las proposiciones son unidades de significado que tradicionalmente
se han definido como significados que expresan un "pensamiento
completo", o en filosofía, aquello que puede ser verdadero o falso.

Las proposiciones generalmente se expresan en oraciones simples


como: Las mujeres son iguales o Harry y Sally son amigos. Siguiendo la
misma tradición filosófica, las proposiciones generalmente se componen de
un predicado y de uno o más elementos, por ejemplo en: golpear (John,
Mary). Una proposición tan simple como ésta puede modificarse
posteriormente de varias formas, por ejemplo a partir de ciertas
modalidades como "es posible", "es sabido". En el análisis posterior,
hablaremos más a fondo de cómo se expresan las ideologías en las
proposiciones. De momento, debemos recordar que son unidades de
significado expresadas generalmente en una oración simple.

Ya tenemos un marco de referencia provisional y bastante informal


para una teoría de la ideología: el concepto de ideología es un tipo de
cognición social y más específicamente un conjunto de creencias básicas
que fundamentan las representaciones sociales de un grupo.

No obstante, esta definición no es suficientemente detallada si de


verdad queremos entender la naturaleza y las funciones de las ideologías en
la sociedad. De hecho, ni tan sólo nos hemos preguntado la cuestión
fundamental: ¿Cuáles son las características de las ideologías?. Las hemos
descrito de forma provisional en términos de (sistemas de) "creencias
sociales básicas", pero todavía no sabemos cuáles son sus características
como representaciones mentales; cómo se relacionan mútuamente en
"sistemas" o cómo interaccionan. En resumen, debemos examinar la
estructura de las creencias al igual que más adelante deberemos examinar
las estructuras del discurso.

14
El formato proposicional de las creencias ideológicas

Desgraciadamente, a pesar del gran número de estudios sobre la


ideología, todavía disponemos de pocas ideas respecto a cómo se
representan las ideologías en la memoria. Si fuesen agrupaciones de
creencias de la memoria social, podrían representarse en un primer
momento a través de los mismos términos formales de otras creencias, por
ejemplo, en forma de proposiciones (consultar definición).

Sin embargo, las proposiciones tan sólo proporcionan un formato


conveniente; nos hacen más fácil hablar o escribir sobre las creencias con
un lenguaje natural. A pesar de ello, no son el formato ideal para las
representaciones mentales. También podrían representarse como una red de
nodos conceptuales en otro formato que se pareciese a la red de neuronas
del cerebro. Aunque ciertamente no es arbitraria la organización de los
elementos en una teoría de la ideología, no profundizaremos en la cuestión
del formato, simplemente asumiremos que las creencias generales de las
ideologías se representan en proposiciones como "Los hombres y las
mujeres deberían tener los mismos derechos" o "Todos los ciudadanos
tienen el derecho de elegir a sus representantes". Sólo debemos tener en
cuenta que estos elementos proposicionales de las ideologías no son
unidades lingüísticas como las oraciones.

La organización de las ideologías

Independientemente del formato, es muy probable que las creencias


ideológicas no se organicen arbitrariamente. Tanto la mente como la
memoria nos sugirieren a todos orden y organización, aunque a veces, sea
de maneras que todavía no entendamos. Por lo tanto, también asumiremos
que las ideologías, de alguna manera forman "sistemas" de creencias, como
afirmábamos al principio del libro.

Como otras representaciones complejas de la memoria, es probable


que las ideologías tengan una naturaleza similar a los "esquemas", es decir,
que surjan de unas categorías convencionales que permiten que los actores
sociales comprendan, construyan, rechacen o modifiquen rápidamente una
ideología.

Las categorías que definen el esquema ideológico probablemente se


derivan de las propiedades básicas del grupo social. Es decir, si las
ideologías fundamentan las creencias sociales de un grupo, la identidad y la
identificación de los miembros del grupo han de seguir un esquema más o
menos fijo de categorías básicas, juntamente con unas normas de aplicación
flexibles.

15
Por lo tanto, asumimos que las siguientes categorías reflejan unas
categorías fundamentales de la vida y de la identidad del grupo, categorías
que podrían ser buenas candidatas para el esquema que organiza las
ideologías del grupo:

Categorías del esquema de ideología

Criterio de pertinencia: ¿Quién (no) pertenece al grupo?

Actividades típicas: ¿Qué hacemos?

Objetivos generales: ¿Qué queremos? ¿Por qué lo hacemos?

Normas y valores: ¿Qué es bueno o malo para Nosotros?

Posición: ¿Cuáles son nuestras relaciones con los demás?

Recursos: ¿Quién accede a los recursos de nuestro grupo?

Se trata de un esquema de seis categorías que no sólo organizan la


acción colectiva e individual, también organizan las ideologías de la mente.
En general, estas categorías definen el significado de lo que significa
sentirse miembro de un grupo, o sentirse conjuntamente como "grupo". En
este sentido, definen ‘el esquema de un grupo en concreto’. Ha de ser así,
porque una ideología, en cierto sentido, es una forma de auto-
representación (y representación de los Otros) que resume las creencias
colectivas y por lo tanto los criterios de identificación de los miembros del
grupo. Es decir, una ideología es una de las formas básicas de cognición
social que definen la identidad de un grupo y por lo tanto los sentimientos
subjetivos de la identidad social (pertinencia) de sus miembros.

Evidentemente, esta estructura esquemática es puramente teórica.


Sólo es plausible si puede explicar las prácticas sociales, incluyendo el
discurso. Por ejemplo, si unos individuos hablan como miembros de un
grupo, su discurso de alguna manera ha de mostrar estas categorías
sistemáticamente. Por ejemplo, si hablan de Ellos mismos y de Otros, la
categoría número 5 aparecerá como la polarización dentro/fuera del grupo,
que por ejemplo encontramos en la combinación de pronombres nosotros -
ellos y en muchas otras estructuras del discurso. A continuación trataremos
con más detalle cómo las ideologías (tanto en lo que se refiere al contenido
como a la estructura) controlan el discurso de los miembros del grupo.

16
2.3. De la ideología al discurso y al revés
Al igual que en otras formas de la cognición social, las ideologías
son por definición, bastante generales y abstractas. Deben existir porque se
aplican en un gran abanico de situaciones cotidianas. Por lo tanto, las
ideologías racistas incluyen cómo pensamos nosotros respecto a ellos en
general; los individuos del grupo quizás (o quizás no, en función de las
circunstancias) "aceptarán" estas opiniones generales en situaciones
concretas y por lo tanto en discursos concretos.

En otras palabras, es posible que haya un abismo entre las ideologías


abstractas y generales por un lado, y cómo produce y entiende el discurso
la gente, es decir, cómo se compromete la gente en las prácticas sociales.

Son una excepción los discursos explícitamente ideológicos, como


los que explican o enseñan las ideologías a los miembros nuevos del grupo,
o los que defienden las ideologías de los ataques de individuos de fuera del
grupo. Este tipo de discursos caracterizan unas fórmulas bastante generales
sobre lo que nosotros defendemos, como en el caso de la propaganda
política, las enseñanzas religiosas o los panfletos de los movimientos
sociales.

Actitudes ideológicas

Sin embargo muy a menudo las ideologías abstractas sólo aparecen


indirectamente en el lenguaje oral o escrito. Ésto quiere decir que son
necesarias unas "representaciones" intermediarias entre las ideologías y el
discurso. Ya hemos visto anteriormente que las actitudes también son
formas de cognición social, que incorporan proposiciones ideológicas que
se aplican a dominios sociales específicos. Por ejemplo, podemos "aplicar"
una ideología feminista en el área del mercado laboral, en la educación, en
el sexo o en la reproducción; por este motivo se dan actitudes feministas o
antifeministas respecto al aborto.

¿Conocimiento ideológico?

Igualmente, las ideologías del grupo influencian el conocimiento.


Este hecho puede parecer contradictorio porque tradicionalmente se ha
definido el conocimiento justamente libre de ideologías. El conocimiento
ideológico con frecuencia se entiende como una contradicción entre
términos y se valora únicamente como una forma de "creencia ideológica".
Por lo tanto, si algunos psicólogos racistas mantienen que los Negros son
menos inteligentes que los Blancos, consideran que esta afirmación es
conocimiento, y la defienden mediante lo que Ellos creen que es una

17
evidencia científica; mientras que otros verán en el mismo planteamiento
un prejuicio racista basado en unos argumentos equívocos y en una
aplicación engañosa del método científico.

En general por lo tanto, aceptaremos que la ideología también puede


influenciar el conocimiento, porque quienes mantienen ciertas creencias
piensan que son verdaderas según sus estándares, y por lo tanto los
consideran conocimiento en sí y no creencias ideológicas. Existen muchos
ejemplos de conocimiento de grupo dependiente de la ideología del grupo;
debemos evaluar esta dependencia de forma más o menos positiva o
negativa. Aquello que en el pasado los estudiosos entendían por
conocimiento científico de las mujeres o de los negros, actualmente se
valora y rechaza con frecuencia (también por los científicos) como
estereotipos equívocos o prejuicios.

Por otro lado, los principios ideológicos positivos también pueden


controlar el conocimiento. Por esta razón, gran parte del conocimiento que
tenemos hoy en día de la contaminación se formula sin ninguna duda bajo
la influencia de las ideologías ecologistas. Es el caso de muchos tipos de
conocimiento crítico que se oponen a puntos de vista tradicionales. Por
ejemplo, sin duda alguna, el movimiento feminista y por lo tanto las
ideologías feministas se encuentran en la base de muchos puntos de vista
aceptados ampliamente sobre cómo influencia el sexo las relaciones en la
sociedad. Por lo tanto, muchos puntos de vista sobre el dominio y la
injusticia se fundamentan, como mínimo inicialmente, en las ideologías de
resistencia y sólo posteriormente otros grupos y el resto de la sociedad las
aceptan.

Debemos tener en cuenta que no afirmamos, como lo harían otros


autores, que todo el conocimiento o todas las creencias son ideológicas.
Ésto haría que el concepto de ideología fuese bastante inútil, porque
justamente debemos distinguir entre las creencias ideológicas y el resto.
Por lo tanto, por definición, las creencias del fundamento común no son
creencias ideológicas en una sociedad o cultura en concreto precisamente
porque estas creencias no son conflictivas, no generan oposición ni luchas,
grupos nosotros-ellos, conflictos de intereses o puntos de vista conflictivos
sobre el mundo. De hecho, una mesa es una mesa para todos los grupos
sociales de nuestra cultura, y sus propiedades o funciones no generan
polémicas transcendentales.

Evidentemente, las creencias de fundamento común no-ideológicas


que aceptamos actualmente en nuestra sociedad o cultura, desde el punto de
vista de otra cultura o en otro momento histórico, pueden considerarse
creencias ideológicas. Es el caso de la religión cristiana, que hace 500 años

18
aceptaba prácticamente todo el mundo, pero que actualmente sólo se asocia
a las creencias ideológicas de un grupo de personas. Contrariamente, lo que
en el pasado era una creencia conflictiva (por ejemplo la forma y la
posición de la tierra) hoy se acepta de forma general como una creencia de
fundamento común.

Para poder relacionar ideología y discurso, primero debe darse esta


relación en otras formas de cognición social, como en las opiniones
compartidas socialmente (actitudes), o en otros tipos de conocimiento del
grupo. A pesar de ello, se trata de un fenómeno general y abstracto y por lo
tanto es necesaria una relación más específica entre cognición social y
discurso.

2.4. Los modelos mentales


Anteriormente hemos visto que debemos distinguir entre memoria
social por un lado y una memoria más personal, individual y autobiográfica
por otro. Hemos denominado la última "episódica" porque se configura a
partir de las representaciones mentales de los episodios que generan las
experiencias diarias, desde que nos levantamos por la mañana, hasta que
nos vamos a dormir por la noche. Estas representaciones episódicas de los
acontecimientos en los que participamos cada día, los que testimoniamos
(en la vida real o por televisión) o sobre los que leemos, se denominan
modelos (mentales). Disponemos de modelos de acontecimientos, acciones,
situaciones y de sus participantes; los modelos autobiográficos de los
acontecimientos en que participamos Nosotros son un caso específico.

Los modelos mentales son subjetivos

Dicho de otra forma, el modo de percibir, entender o interpretar la


realidad cotidiana tiene lugar gracias a la construcción o reconstrucción
(actualización o modificación) de estos modelos. Por lo tanto, los modelos
son personales y subjetivos. Representan el modo de ver y entender los
acontecimientos. Las experiencias previas con frecuencia influencian esta
representación (modelos antiguos) así como los condicionantes de las
percepciones e interpretaciones actuales. Los modelos también aportan
opiniones sobre los acontecimientos en los que participamos, los que
testimoniamos, los que leemos o de los que hablamos. Por lo tanto, cuando
leemos en el periódico algo sobre la guerra civil en Bosnia o Kosovo, no
sólo formamos modelos mentales de los acontecimientos, probablemente
también los asociamos con opiniones negativas sobre los crímenes de
guerra y la "limpieza étnica" que se lleva a cabo en este tipo de guerras.

19
La estructura de los modelos mentales

Sólo disponemos de ideas especulativas sobre las características de


los modelos mentales en la memoria episódica. Si son de acontecimientos,
probablemente proporcionan un esquema general y bastante abstracto que
usamos en la interpretación de los millones de acontecimientos que
experimentamos durante la vida. Un esquema de este tipo, por un lado
debería ser relativamente simple, es decir, contener pocas categorías fijas,
pero por otro lado, debería ser suficiente flexible y permitir la aplicación de
las situaciones menos frecuentes con que nos enfrentamos en la vida de
cada día. Por lo tanto, deducimos que los esquemas de los modelos de los
acontecimientos contienen categorías como: el escenario (espacio y
tiempo), los participantes (objetos y personas) y el acontecimiento en sí.
Esquemas de este tipo han de permitir el procesamiento rápido y
estratégico de la información relevante y de su interpretación (provisional).
Un análisis o una interpretación más detalladas revelarán que debemos
corregir la "primera impresión" del acontecimiento.

La propiedad más interesante de los modelos mentales no es sólo que


representa información personal, subjetiva y posiblemente engañosa de los
acontecimientos que experimentamos en la vida cotidiana. Los modelos
mentales también proporcionan ‘afirmaciones’ (especificaciones, ejemplos)
de creencias más generales y abstractas, que incluyen a las cogniciones
sociales. Leer sobre un acontecimiento en concreto de la guerra civil de
Bosnia o Kosovo genera afirmaciones específicas de nuestro conocimiento
general compartido socialmente sobre las guerras civiles, la guerra en
general, los ejércitos, las armas, las atrocidades, etc. No debemos
especificarlas todas (pensar activamente) en el modelo mental. Sólo deben
estar presentes en el trasfondo y deben dirigirnos a un conocimiento más
general a partir del cual las podremos inferir cuando sea necesario para
entender un acontecimiento. En la interpretación (del discurso) de un hecho
de actualidad, quizás sólo debamos activar un pequeño fragmento de
nuestro conocimiento, por ejemplo que el uso de armas es para matar
personas, sin necesidad de activar todo lo que sabemos sobre las armas. Por
lo tanto, consideramos que los modelos sólo hacen referencia a las
afirmaciones relevantes del conocimiento general.

Los modelos personales y las representaciones sociales

El conocimiento, las actitudes e indirectamente las ideologías,


aunque aparecen por separado en la representación social general, pueden
afectar a las estructuras y a los contenidos de los modelos mentales que
construimos de los acontecimientos concretos; lo cual indica que somos
capaces de "traducir" ideologías generales en experiencias específicas que

20
forman parte de los modelos mentales. Si nosotros nos oponemos a la
inmigración de más gente de África, -que es parte de una actitud anti-
inmigración controlada por una ideología racista-, el modelo mental que yo
como miembro del grupo tengo ante la llegada reciente de inmigrantes
caracterizará opiniones más específicas (en función de la situación)
derivadas de la ideología general.

Debemos tener en cuenta sin embargo, que la influencia ideológica


sobre los modelos mentales no es automática. La gente no depende (al cien
por cien) de sus ideologías y por lo tanto, construye sus propios modelos
cotidianos a partir de experiencias anteriores, de otros conocimientos y de
ideologías. Por ejemplo, aunque quizás compartimos una actitud contra la
inmigración, nuestras experiencias personales con los inmigrantes africanos
pueden ser positivas, hecho que probablemente condicionará nuestros
futuros modelos sobre los acontecimientos en los que participen los
inmigrantes; quizás además tenemos una ideología socialista basada en la
igualdad, con lo cual estos principios ideológicos se contradicen con las
actitudes racistas que tenemos sobre la inmigración.

El conflicto ideológico

En el mundo de las experiencias personales la gente ha de


enfrentarse con el conflicto ideológico y la confusión. Quizás nos
identificamos con algunos grupos sociales o con formaciones que nos
llevan a posiciones ideológicas diferentes. Una mujer puede ser, a la vez,
madre, periodista profesional, socialista, feminista, atea, etc. Las
representaciones de las experiencias de la vida exigen unas opiniones o una
perspectiva que no siempre son compatibles con todas las identidades o
ideologías.

Este hecho también aparece en la búsqueda empírica de las


opiniones, las actitudes y las ideologías porque los individuos expresan una
gran variedad de opiniones conflictivas sobre un tema. Tanto es así, que
algunos investigadores han llegado a la conclusión de que no existen
actitudes o ideologías estables. Más bien, afirman, la gente construye las
opiniones sobre la marcha, para cada contexto y por lo tanto, al hablar o
escribirse con otras personas. Concluyen pues, que no debemos postular
cogniciones sociales generales y abstractas.

Las representaciones sociales no pueden reducirse a modelos


mentales

En la teoría de ideología que presentamos aquí, sin embargo, no


adoptamos esta postura. Estamos de acuerdo con el hecho que en las

21
situaciones cotidianas la gente vive, se expresa o actúa de acuerdo con
ideologías diferentes y que estas expresiones o interacciones son únicas.
Los modelos mentales responden a esta unicidad y a la naturaleza
contextual de las opiniones ideológicas expresadas. No obstante, tampoco
hay duda alguna de que en situaciones diferentes, no sólo un actor social,
sino muchos, expresan y utilizan las mismas opiniones u opiniones muy
similares.

Esta similitud no puede explicarse simplemente a partir de las


mismas circunstancias, debemos entenderla a partir de estructuras mentales
permanentes, compartidas con los demás y representadas en la memoria
social. El conocimiento social, las actitudes y las ideologías justamente
necesitan cierto grado de permanencia y continuidad en las diferentes
situaciones, sino, no podríamos comunicarnos, interaccionar, hablar y
cooperar con el grupo. Debemos compartir como mínimo cierto
conocimiento del mundo y ciertas actitudes, normas y valores generales
que guían las acciones y nos permiten predecir aquello que los demás
esperan de Nosotros y cómo nos evalúan por lo que decimos o hacemos.
Por este motivo, en situaciones concretas decimos o hacemos cosas que
quizás no querríamos -sabemos que las cogniciones sociales y la
participación en un grupo nos obligan a actuar y a hablar como miembros
competentes y cooperantes.

Resumiendo pues, debemos afirmar que a pesar de la diversidad de


factores que intervienen en la construcción de los modelos mentales de las
experiencias cotidianas y a pesar de las variaciones contextuales y
personales que implican, los modelos mentales muestran fragmentos de
ideologías compartidas socialmente; lo cual explica por qué tenemos la
capacidad de categorizar y de identificar ideológicamente a los actores o a
los interlocutores como progresistas o conservadores, feministas o
antifeministas, racistas o antirracistas, etc.

2.5. De los modelos mentales al discurso


Ya hemos tratado el lazo más importante entre ideología y discurso:
los modelos mentales representados en la memoria episódica. Si se dan
opiniones con una base ideológica que los influencian, afirmaremos que
estos modelos son ideológicamente ‘engañosos’, ya que representan o
construyen acontecimientos desde la perspectiva de uno (o más) grupos
ideológicos.

Estos modelos mentales no sólo son importantes para la


representación de las experiencias personales, también fundamentan la
producción y composición de la acción y del discurso. Es decir, si

22
queremos hablar de un hecho, debemos usar el modelo del hecho que
hemos representado. Contrariamente, cuando escuchamos una historia,
construimos un modelo mental (¡el nuestro!) que nos permite entenderla.
En otras palabras, el lenguaje incluye la expresión y la composición de
cómo construimos (o actualizamos) los modelos mentales.

¿Cómo tiene lugar todo esto?

Una manera de conectar los modelos con el discurso explícitamente


es inferir los significados de un discurso (la representación semántica) de
las proposiciones del modelo.

Sin embargo, debemos tener en cuenta que los modelos generalmente


contienen mucha más información que los discursos. Un modelo puede
contener la información: se puede matar personas con armas, pero, como ya
lo sabemos todos, no deberemos expresar esta información como parte de
la representación semántica en el discurso. De hecho, este tipo de
información queda implícita en la producción del discurso y da lugar a las
suposiciones.

En este sentido, los discursos son como icebergs que sólo expresan
unos cuantos significados (proposiciones) y de los cuales se podría
presuponer mucha más información. Dicha información queda implícita
porque los propios miembros de una misma cultura la proporcionan en la
construcción de sus propios modelos de un hecho. De manera que los
emisores y los receptores de una cultura comparten el mismo fundamento
común, mientras construyen y comprenden el discurso. Es decir:

Las representaciones semánticas que definen el ‘significado’ del


discurso sólo son una pequeña selección de la información representada en
el modelo que se usa en la composición del discurso.

2.6. Los modelos contextuales

La cuestión fundamental es: ¿Cómo saben los emisores qué


información deben incluir en un discurso y qué información ha de quedar
implícita?

Creencias sobre las creencias mutuas

Aparentemente, los emisores han de tener creencias sobre las


creencias de los receptores. Éste es el caso cuando hablamos de las
creencias compartidas socialmente que pertenecen al fundamento común;
lo cual justamente presupone que tenemos creencias (conocimiento,

23
actitudes) en común con otros miembros de la misma cultura. El hecho de
conocer a otras personas íntimamente -nuestros padres, hijos, pareja o
amigos- generalmente implica que conocemos el modelo de información
concreto del que disponen. Así pues, también sabemos qué información no
debemos incluir en el discurso.

Es el caso de la información que se comparte socialmente pero que


es específica de los acontecimientos que difunden (y presuponen) los
medios de comunicación, un conocimiento que puede denominarse
"histórico". En este sentido, los modelos no siempre son personales,
privados y limitados a los encuentros cara a cara. También pueden ser
públicos por el mismo motivo por el que las creencias socioculturales
generales de nuestro fundamento común nos hacen presuponer las
creencias públicas de los modelos que fundamentan el discurso. Por
ejemplo: un artículo de la prensa no tiene que explicar a los lectores qué es
la Segunda Guerra Mundial o el Holocausto. Esta información
sencillamente se da por supuesta.

Así pues, no sólo necesitamos información general sobre las


creencias sociales, también necesitamos información sobre los receptores.
Es decir, debemos representar al resto de participantes de la situación
actual, así como sus creencias generales y específicas más probables.
También debemos saber si los receptores realmente quieren completar la
información que les falta. Las intenciones comunicativas variarán si somos
periodistas o profesores en un aula.

Hemos de concluir, pues, que lo que nos falta en el vínculo entre la


cognición social y el discurso es sencillamente un modelo de la situación
comunicativa. Los modelos contextuales (o contextos) son modelos como
los de cualquier otro acontecimiento que hemos explicado anteriormente,
con la diferencia de que representan el acto comunicativo actual en el que
nos encontramos y del cual participamos.

La relación entre los modelos contextuales mentales y las


situaciones sociales

Debemos tener en cuenta que el concepto de contexto que hemos


definido es un concepto cognitivo, un modelo mental, mientras que la
situación real del acto comunicativo es un concepto social, con actores
sociales "reales", los participantes. El modelo mental de la situación (es
decir, el contexto o modelo contextual) tan sólo es una construcción
subjetiva de la situación social y aporta toda la información relevante para
la interpretación del discurso actual.

24
Puesto que tanto hablar como escribir son actividades progresivas,
los modelos contextuales deben ser dinámicos. Evolucionan y cambian a
partir de cada palabra, de manera que dan por supuesto todo lo que se ha
afirmado anteriormente y que se convierte automáticamente en parte del
contexto (conocido). Los emisores por lo tanto, adaptan continuamente lo
que afirman a lo que piensan que los receptores ya saben y a los
significados del discurso que construirán en consecuencia. Las relaciones
sociales entre los participantes, la presencia de determinados objetos, el
tiempo y otros elementos de la situación comunicativa cambian y conducen
a modelos contextuales continuamente actualizados.

Así pues, los modelos contextuales funcionan como una especie de


mecanismo de control general en el proceso del discurso. Siguen la pista de
nuestras intenciones y objetivos, nos informan de aquello que los
receptores ya saben, de las relaciones sociales actuales entre los
participantes, dónde nos encontramos, el tiempo y la situación social
actuales, etc. Por ejemplo, un aula, un tribunal, una sala de prensa, etc. y
nos sitúa en el marco de referencia de una clase, un pleito, un reportaje
periodístico, etc.; en los dominios generales de la educación, la justicia, los
medios de comunicación, etc.

Estas y otras categorías del modelo contextual son necesarias para


situarnos en un discurso adecuado y con sentido situacional. Por lo tanto,
deducimos que estas categorías son elementos estándar del esquema que
define a los modelos contextuales: así analizamos, entendemos y
representamos rutinariamente los actos comunicativos.

No todas las categorías son siempre relevantes. Por lo tanto, como


parte de la categoría del papel social del modelo contextual, a veces es
relevante que nos identifiquemos o identificar a los demás como hombre o
mujer, profesor o estudiante, comunista o anticomunista, etc. mientras que
en otras situaciones estas representaciones serán irrelevantes. Por este
motivo, ponemos énfasis en el hecho que el modelo contextual es una
representación de aquello que es relevante-para el-discurso en la situación
comunicativa actual.

Sin este tipo de contextualización no podríamos adaptar los modelos


de los acontecimientos o de la cognición social a los requisitos de la
interacción, el habla o los textos cotidianos. En este sentido, los modelos
contextuales no sólo tienen que ver con la relevancia, también nos
informan de la habilidad de la gente para adaptarse a las situaciones
presentes a partir de la combinación de información antigua y la capacidad
de analizar las situaciones actuales.

25
Los modelos contextuales y el estilo

Como veremos más adelante, la adaptación discursiva nos muestra


especialmente la capacidad del discurso de adaptar el estilo al contexto
comunicativo actual: seremos más formales o menos, más o menos
educados, escogeremos una palabra en lugar de una otra, en función de
dónde, cuándo y con quién hablemos y de cuáles sean las intenciones en
juego. Estamos al corriente del contexto actual gracias a la elección de
expresiones deícticas como: yo, tu, él, ella, aquí, allí, hoy, mañana, que
representan a los participantes actuales y a las coordenadas de espacio y
tiempo. Los modelos contextuales nos permiten representar las relaciones
sociales que nos ayudan a diferenciar los diversos tipos de receptores y por
lo tanto a seleccionar las formas de tratamiento "usted" o "tu"; o un
vocabulario técnico en un tribunal o en el aula; un vocabulario político en
los medios de comunicación, etc.

Los modelos contextuales ideológicos

Anteriormente ya hemos afirmado que los modelos pueden ser


ideológicamente engañosos. Los modelos contextuales tienen la misma
característica. Como emisores podemos categorizarnos y categorizar a los
demás participantes como miembros de grupos sociales diferentes. Hablo
como hombre, sexista o racista, como profesor o estudiante, etc. y ésto no
sólo afecta a lo que diga (como representan los modelos de
acontecimientos), también afecta a las creencias y opiniones sobre la
situación actual, por ejemplo respecto al resto de participantes del acto
comunicativo. Por lo tanto, los hombres no sólo pueden hablar
despectivamente de las mujeres, también pueden dirigirse de esta manera.
Igualmente, las ideologías profesionales de los profesores influencian a los
modelos contextuales del discurso dinámico y las ideologías de los medios
de comunicación de los periodistas controlan la redacción y la edición de
las noticias, los artículos de fondo o los editoriales.

Por lo tanto, las ideologías no sólo controlan lo que decimos o


escribimos, sino también cómo lo hacemos.

El análisis de la importancia de los modelos contextuales completa el


esbozo sobre la parte cognitiva de la teoría de la ideología. El apartado
siguiente ofrece el fundamento social básico de este fragmento cognitivo -
de hecho, los miembros del grupo no existen como mentes desconectadas.
Para adquirir y utilizar una ideología son necesarias las acciones sociales y
los discursos de la gente real en el mundo real de la sociedad y la política.

26
Sin embargo, antes de empezar conviene resumir lo que hemos visto
hasta ahora en un esquema general:

Ideología y Discurso

Situación Social

Discurso/Interacción

Memoria personal/episódica

Modelo del Contexto

Representación discursiva

Modelo del Evento

-------------------------------------------------------
Grupo I Grupo II

Conocimiento I Conocimiento II
Actitudes I Actitudes II
Ideología I Ideología II

Conocimiento Cultural Normas

Common Ground
Actitudes culturales Valores

Cognición social
Estructura social: grupos, instituciones, poder

27
3. Las ideologías en la sociedad
Contrariamente a lo que proponen trabajos anteriores en ciencias
sociales, hemos puesto énfasis en el hecho que las ideologías también
tienen una dimensión cognitiva muy importante: debemos estudiarlas como
estructuras representadas en la mente de los miembros de un grupo, igual
que el conocimiento.

No obstante, no sería exacto limitar la teoría general de la ideología


únicamente a este enfoque cognitivo. Desde el principio hemos destacado
que las ideologías también son esencialmente sociales. Incluso en el estudio
cognitivo hablábamos de la cognición social, de la memoria social y de las
representaciones sociales compartidas por los miembros de un grupo. Por
lo tanto, las ideologías no se adquieren y representan sólo individualmente,
un grupo de personas las aprende socialmente y las representa
colectivamente, como en el caso del lenguaje. Sólo tiene sentido hablar de
ideologías a partir de esta cualidad social y cognitiva dual.

En el plano de la descripción teórica, las ideologías forman parte de


la mente de los individuos (porque sólo los individuos tienen mente), pero
en otro plano, son una representación conjunta, distribuida entre las mentes
de los miembros de un grupo, aquello que tienen en común. Por lo tanto,
aunque los grupos, evidentemente, no tienen una mente basada en un
cerebro común, podemos afirmar que tienen cierto componente "mental"
común, como grupo desde el momento en que comparten una ideología.
Hay aspectos filosóficos y teóricos que todavía no han sido resueltos al
respecto, pero Nosotros no nos adentraremos en ellos.

La ideología y la interacción social

Las dimensiones sociales de la ideología no se limitan a una


explicación meramente social. Si queremos entender el origen y las
funciones de las ideologías en la sociedad, debemos tratar otros aspectos de
la estructura social.

La sociología macro y micro. Es frecuente hablar de los niveles


macro y micro en la descripción del análisis sociológico, aunque se trata de
una distinción meramente práctica que ha causado mucha polémica. En
realidad, los aspectos macro y micro de la sociedad con frecuencia se
entrelazan. El nivel micro generalmente describe los actores sociales y la
interacción social entre los actores en las situaciones sociales. El nivel
macro (aunque más bien deberíamos hablar de los diversos niveles macro,
intermedios o mesoniveles) es más abstracto: incluye los grupos de actores

28
sociales, las instituciones, las organizaciones, los estados y las sociedades
así como sus relaciones, como las de poder, etc. Puesto que un grupo
comparte las ideologías, socialmente hablando sus miembros pertenecen a
un nivel macro de descripción, mientras que las opiniones individuales de
un actor social en un momento dado pertenecen al nivel micro de
descripción.

Los aspectos sociales de las ideologías pueden definirse en ambos


niveles.

En lugar de empezar el análisis social de las ideologías en el nivel


macro de los grupos y las relaciones entre los grupos, empezaremos por el
nivel micro, donde testimoniamos cómo se manifiestan realmente las
ideologías en las prácticas sociales de cada día, es decir, entre los actores
sociales que participan en los diferentes tipos de interacción. Un elemento
importantísimo de esta interacción cotidiana es el discurso, tanto en el texto
monológico como en los diálogos. A causa del papel fundamental del
discurso en la expresión y la reproducción de las ideologías, lo trataremos
de forma específica y detallada más adelante.

Las ideologías determinan muchas de las prácticas sociales de cada


día. Por ejemplo, las mujeres y los hombres que interaccionan exhiben
ideologías diferentes sobre el sexo, como el sexismo o el feminismo. Los
miembros de grupos raciales o étnicos diferentes manifiestan ideologías
racistas, étnicas o antirracistas. Las ideologías de clase condicionan varios
aspectos de las relaciones entre ricos y pobres. La gente de edades
diferentes generalmente muestra ideologías marcadas per este hecho. Los
profesores y los estudiantes quizás tienen ideologías opuestas sobre la
educación, factor que se manifestará en la interacción cotidiana dentro del
aula. Los profesionales tienen las ideologías correspondientes a las labores
que llevan a cabo y las muestran ante otros profesionales (como sucede
entre los periodistas y los políticos), o ante de los clientes, los lectores, los
votantes, etc.

Resumiendo, en cuanto las personas actúan como miembros de


grupos sociales, manifiestan ideologías concretas en las acciones y en las
interpretaciones.

Así pues, hay ha hombres que discriminan a mujeres, blancos que


discriminan a negros, jóvenes que discriminan a personas mayores, ricos
que discriminan a pobres, etc. Este fenómeno puede darse oralmente o por
escrito como veremos más adelante. Sin embargo, las ideologías también se
expresan en muchas actividades "paraverbales" que acompañan al habla,
como la gesticulación, la expresión facial, la postura corporal, la distancia,

29
etc. Estas formas -a veces muy sutiles- también muestran si consideramos
que alguien nos es igual, inferior o superior. Todas las mujeres reconocen
la forma que tienen algunos hombres de manifestar el sexismo/machismo
sólo con una mirada, el tono de voz, los gestos o la proximidad.

Sucede lo mismo con las prácticas sociales que definen la vida


cotidiana de las personas en familia, en el trabajo, el estudio, el tiempo
libre, etc. Existen mujeres discriminadas por las labores diarias que sus
maridos esperan que lleven a cabo, como demuestran los numerosos casos
de abuso sexual, violencia, explotación, etc.; mujeres que también son
discriminadas por los jefes de personal y los colegas de trabajo; por no
hablar del sexismo flagrante que invade la vida cotidiana de las mujeres en
los detalles más sutiles e indirectos, al ser tratadas con inferioridad de
condiciones. Las ideologías sexistas cubren prácticamente todos los
aspectos de las interacciones de cada día entre las mujeres y los hombres.
Pueden establecerse las mismas afirmaciones respecto a las prácticas
sociales que definen las relaciones entre los miembros de diferentes grupos
raciales, étnicos, religiosos o políticos.

Las acciones de cada día de los miembros de un grupo que


interaccionan con los miembros de otro grupo (especialmente si se
oponen), tanto si les controlan relaciones de poder como de resistencia,
demuestran de muchas maneras las ideologías subyacentes que les
caracterizan.

Así pues, los miembros de un grupo generalmente marginan,


excluyen o crean problemas a los miembros de otro grupo dominado de
maneras infinitamente sutiles. Llevan a cabo estas acciones cuando no
prestan atención (o muy poca) a los miembros de otro grupo; cuando no los
admiten en su país, ciudad, barrio, empresa o edificio; cuando no les dan
trabajo o no les promocionan incluso cuando tienen las calificaciones
necesarias, criticándolos sin motivo y en innumerables demostraciones de
brusquedad física, agresividad o violencia. Como analizaremos más
adelante, muchos de estos tipos de discriminación basada en la ideología
también aparecen en el discurso.

Los grupos

Si nos desplazamos al nivel macro de la ideología, primero debemos


adentrarnos en el concepto de "grupo". La idea básica es que cualquier
colectivo en sí no constituye un grupo social con una ideología. El "grupo"
de gente que espera el autobús no es el tipo de gente que comparte una
ideología. Por lo tanto, un colectivo de actores sociales que forma un grupo
que desarrolla una ideología necesita unos criterios, como la permanencia

30
relativa al grupo y ciertos objetivos comunes que van más allá de una
situación o acontecimiento concretos.

En el estudio de las categorías que definen el esquema ideológico se


representan algunas de estas dimensiones sociales del agrupamiento -como
era de esperar al definir las ideologías básicamente como el esquema
propio de un grupo. Por lo tanto, el agrupamiento social también se puede
definir a partir de los criterios de pertinencia (origen, apariencia, idioma,
religión, títulos o carnet de pertinencia); las actividades típicas (como en el
caso de los profesionales); objetivos específicos (enseñar a los estudiantes,
curar a los pacientes, difundir noticias, etc.); normas, relaciones y recursos
del grupo, etc. Por lo tanto, desde el punto de vista social también puede
definirse una serie de propiedades que la gente usa de manera rutinaria para
identificarse e identificar a los demás como miembros de dentro o de fuera
de un grupo y actuar en consecuencia. A veces, estos criterios del grupo
son flexibles y superficiales, por ejemplo cuando se basan en la
indumentaria preferida o en un estilo de música; sin embargo, a veces
organizan todos los aspectos de la vida y las actividades de los miembros
del grupo, como en el caso del sexo, la etnia, la religión y la profesión.

La estrecha relación entre ideología, identidad social, el esquema


propio del grupo y la construcción social de éste sugiere que el
agrupamiento está relacionado intrínsecamente con la ideología y que todos
los grupos sociales tienen su ideología. Aunque puede defenderse o no esta
postura (en función de cómo se defina al grupo), Nosotros consideramos
que esta conclusión es demasiado atrevida. Realmente es cierto que la
identificación con un grupo no sólo se manifiesta en una serie de prácticas
sociales (como las actividades profesionales, la discriminación, la
resistencia, las manifestaciones, etc.), también se manifiesta en
representaciones sociales conjuntas a través de las creencias, los objetivos y
los valores comunes, que, como hemos visto, se organizan a partir de
ideologías subyacentes. Por otro lado, hay grupos que se forman con mucha
más flexibilidad, sólo a partir de un objetivo común o de una actitud
compartida y a los cuales no les hace falta una base ideológica más
compleja.

Los grupos generalmente están estructurados, cuentan con miembros


ordinarios que forman parte del grupo de una manera más o menos oficial
(por ejemplo con carnet) así como individuos o subgrupos que ocupan
posiciones o roles específicos. Existen líderes y seguidores, predicadores e
ideólogos. Este tipo de organización del grupo es vital para la adquisición,
propagación, defensa o enseñanza de las ideologías. Los miembros nuevos
deben aprender la ideología del grupo. Esta ideología quizás debe

31
defenderse o legitimarse en la esfera pública. Deben captarse miembros
nuevos a través de los diferentes tipos de propaganda. Los líderes o
ideólogos quizás han de enseñar y predicar para mantener la ideología viva.
Para favorecer esta labor se utilizan libros y otros medios de comunicación.
Es decir, la ‘vida ideológica’ de un grupo se basa en la organización
compleja de funciones, organizaciones e instituciones y de sus
correspondientes prácticas cotidianas; son un ejemplo las iglesias, los
partidos políticos y los movimientos como el feminista, ecologista, el
pacifista o el movimiento a favor de los derechos humanos.

Las instituciones ideológicas

Estas últimas remarcas también demuestran que una reproducción


eficiente de las ideologías requiere más de un par de personas que
compartan objetivos, actitudes, valores o principios ideológicos comunes.
De hecho, la organización del grupo y la institucionalización son cruciales,
así lo demuestran la historia de la iglesia católica o la eficacia de algunas
ONGs actuales como Amnistía Internacional o Greenpeace.

El mismo planteamiento es válido para las instituciones ideológicas


más influyentes de la sociedad moderna: la escuela y los medios de
comunicación. La gente adquiere ideologías parciales a través de la
imitación de las actividades cotidianas de otros miembros del grupo (como
en el caso del machismo, la violencia y las agresiones contra las mujeres),
pero las ideologías básicamente se adquieren a través del discurso -y no
únicamente como un tipo específico de ‘comportamiento’ o acción. Más
que cualquier otra institución, tanto la escuela como los medios de
comunicación llevan a cabo este rol, igual que en el pasado lo hacía la
iglesia.

Los motivos por los cuales destacamos la naturaleza institucional de


las ideologías en relación al discurso y su reproducción es que no sólo se
trata de lenguaje oral y escrito. La dimensión ideológica del discurso
público también depende de muchas prácticas no-verbales, de estructuras
organizativas y de otros aspectos relacionados con las empresas y las
instituciones. Por ejemplo, la ideología de las noticias no sólo se limita al
contenido y a el estilo de los artículos, también incluye la captación de las
noticias, las fuentes de información, la interacción entre los periodistas y
los actores nuevos y la organización de las actividades profesionales de los
periodistas (reuniones, titulares, etc.). Las ideologías profesionales y
sociales (sexo, etnia, clase, edad, etc.) de los periodistas controlan a quién
se investigará, cubrirá, escuchará o entrevistará. Por lo tanto, la multitud de
actividades que definen las noticias de cada día y la realización de un diario

32
o de un programa de televisión se basan en las ideologías de los actores
sociales que participan como miembros de grupos sociales diferentes.

Afirmaciones similares son válidas igualmente por lo que se refiere a


la organización institucional cotidiana de la educación en las escuelas en
función de las lecciones, pedagogía, libros de texto, curriculum y las
interacciones entre profesores y alumnos. Las ideologías no sólo aparecen
en el discurso educativo, también aparecen en la organización global de la
vida escolar, en la cual el sexo, la edad, la etnia y la clase, entre otras
afiliaciones juegan un papel muy importante juntamente con las ideologías
profesionales de los profesores.

Ideología y poder

La cuestión social más importante en una teoría de la ideología es:


¿Por qué la gente desarrolla las ideologías? Cognitivamente, como ya
hemos visto antes, las ideologías se desarrollan porque organizan
representaciones sociales. Por lo que se refiere a los grupos, la gente se
agrupa mejor entorno a una identificación con varias dimensiones,
incluyendo compartir la misma ideología. Puesto que indirectamente las
ideologías controlan las prácticas sociales en general y el discurso en
particular, la función social de las ideologías también es facilitar la acción
conjunta, la interacción y la cooperación de los miembros de dentro y de
fuera del grupo. Estas serían las funciones en el nivel social micro de las
ideologías.

En el nivel macro de descripción, las ideologías son las relaciones


entre los grupos, como por ejemplo las relaciones de poder y de dominio.
De hecho, las ideologías tradicionalmente se han definido como la
legitimación del dominio por parte de la clase dominante o de los grupos u
organizaciones de élite.

Poder. Si hay una noción a menudo relacionada con la ideología es la


noción de poder, como también podemos ver a lo largo de este libro. Como
sucede en el caso de muchas de las nociones muy generales y abstractas en
las ciencias sociales y las humanidades, hay muchas definiciones y teorías
del poder. Aquí sólo hablaremos de poder social, es decir, el poder de un
grupo A sobre otro grupo B. El poder se puede definir en términos de
control. Habitualmente, esto significa el control de la acción: A puede
controlar (limitar, prohibir) las acciones de B. Dado que el discurso es una
forma de acción, este control también se puede ejercer sobre el discurso y
sus propiedades: el contexto, tópico o estilo. Y, a causa de que este
discurso también puede influenciar la mente de los receptores, los grupos
poderosos también pueden -indirectamente, por ejemplo con los medios de

33
comunicación- controlar las mentes de otras personas. Entonces hablamos
de persuasión o manipulación. Según nuestra teoría cognitiva, esto significa
que el discurso poderoso puede influenciar en la manera en que definimos
un acontecimiento o una situación en nuestros modelos mentales, o en que
representamos la sociedad en nuestro conocimiento, actitudes e ideologías.
El poder necesita una "base de poder", por ejemplo, recursos sociales
escasos como la fuerza, dinero, bienes inmuebles, conocimiento,
información o estatus. Uno de los recursos sociales importantes de gran
parte del poder contemporáneo es el acceso al discurso público. Quien
controle el discurso público, controla indirectamente las mentes (incluidas
las ideologías) de las personas, y, por lo tanto, también sus prácticas
sociales. A menudo, encontramos esta relación entre el poder social, el
discurso, la mente y el control. En un enfoque más crítico del poder,
estamos interesados especialmente en el abuso de poder o dominación, y
cómo las ideologías se pueden utilizar para legitimar este dominio.

Por lo tanto, si definimos el poder en términos del control que un


grupo ejerce sobre (las acciones de los miembros) de otro grupo, las
ideologías funcionan como la dimensión mental de esta forma de control.
Es decir, las ideologías son la base de las prácticas de los miembros de un
grupo dominante (como la discriminación). Proporcionan los principios con
que justificar, legitimar, condonar o aceptar el abuso de poder. En otras
palabras, las ideologías son el principio y el final, la fuente y el resultado
de las prácticas del grupo y por lo tanto, llevan a la reproducción del grupo
y de su poder (o a retar el poder de otros grupos). Tradicionalmente el
término ‘ideologías dominantes’ se usa cuando nos referimos a las
ideologías que utilizan los grupos dominantes en la reproducción o
legitimación de su dominio.

También en este sentido, las ideologías con frecuencia se relacionan


con los intereses del grupo, es decir, con un conjunto de medidas, procesos,
actividades, normas, leyes y recursos que favorecen al grupo,
incrementando (o manteniendo) su poder y los recursos en los que se
fundamenta (la fuerza, el capital, el conocimiento, la educación o la fama).
Las ideologías se dirigen, por lo tanto, hacia la formulación de los
principios gracias a los cuales un grupo "se merece" ciertas ventajas sobre
otros grupos. Por ejemplo, la oposición a la inmigración es legítima
arguyendo que nosotros estábamos aquí primero y que por lo tanto tenemos
prioridad ante la escasez de recursos sociales como la ciudadanía, la
vivienda o el trabajo. Debemos entender que estos intereses no tienen por
qué ser únicamente materiales, como era el caso en las ideologías basadas
en la clase. Muchas ideologías modernas se orientan más bien a los

34
recursos y los objetivos simbólicos o los relacionados con el estilo de vida,
la sexualidad, la salud, etc.

Ideología, sociedad y cultura

Si las ideologías van dirigidas a los grupos sociales, sería extraño que
también fueran dirigidas a sociedades o culturas enteras al mismo tiempo.
La cuestión es que las ideologías se desarrollan como las formas mentales
de (auto) identificación de un grupo y con frecuencia en relación con otros
grupos. Ésto quiere decir que si no se dan conflictos, objetivos, intereses,
luchas, competencia por los recursos escasos o los simbólicos, las
ideologías no tienen ningún sentido. Es decir, las ideologías sólo tienen
razón de ser dentro de los grupos o entre Ellos y no respecto a la sociedad
en conjunto. Este caso sólo se daría si una sociedad entera se relacionase
con otra, como en el caso de dos países, momento en el que aparecerían las
ideologías nacionalistas.

Lo mismo es válido respecto a las culturas. Aunque las ideologías y


las culturas generalmente se comparan entre sí (cuando caracterizan a
grupos o a organizaciones), proponemos distinguirlas por los mismos
motivos por los cuales no hemos asignado ideologías a sociedades enteras.
Las culturas pueden tener un fundamento común y normas y valores
compartidos, pero no una ideología compartida globalmente. Este hecho
será especialmente relevante cuando comparemos culturas y éstas y (sus
miembros) interaccionen y luchen por el poder. El ejemplo típico es el de
las culturas occidentales y orientales, cristiana y musulmana, que
definiríamos en términos de ideologías políticas o religiosas más que
"culturales".

Aunque el análisis social de las ideologías y la forma de adquirirlas y


utilizarlas de los grupos sociales se detallará más adelante, ya disponemos
de las nociones sociales básicas para el estudio de las relaciones entre
ideología y discurso.

35
4. El racismo
Las ideologías son en cierto sentido objetos mentales, sistemas
compartidos socialmente. Sin embargo, las ideas de un grupo, según
acabamos de analizar, no se dan en un vacío social. Contrariamente, se
originan, se usan y se reproducen como parte inherente de la vida social y
se relacionan con los grupos y movimientos sociales con poder, dominio y
conflictos. Por lo tanto, es imposible entender completamente las
ideologías comunista o socialista sin saber algo sobre la historia de la lucha
de clases y la opresión de los trabajadores en las sociedades capitalistas.

Lo mismo es válido respecto al movimiento feminista y por lo tanto a


las diferentes ideologías del feminismo: se originan en un contexto social
más amplio respecto al machismo, la desigualdad entre los sexos y unas
instituciones que han dado apoyo y perpetuado la posición subordinada de
las mujeres. Es decir, las ideologías son la parte "cognitiva" de la lucha
social y de la desigualdad. Las estructuras sociales no sólo les dan forma,
también las sostienen y reproducen ampliamente dirigiendo los discursos y
otras prácticas sociales de los miembros del grupo, que en el nivel micro
establecen las estructuras de desigualdad, dominio y resistencia.

Por lo tanto, al estudiar las ideologías racistas y examinar cómo


expresa y reproduce el discurso la desigualdad étnica o "racial", debemos
conocer más a fondo las dimensiones sociales del racismo. De hecho, no se
puede llevar a cabo ningún análisis ideológico relevante del discurso racista
si no se profundiza en un contexto más amplio del racismo en las
sociedades contemporáneas. Por lo tanto, proponemos un marco de
referencia teórico que también explique el papel de las ideologías y del
discurso racistas en la sociedad.

El racismo, un sistema de desigualdad social

Como en el caso de la desigualdad entre clases o sexos, el racismo


también es un sistema complejo de desigualdad social, en el cual algunos
grupos (en este caso los europeos "blancos") tienen más poder que otros
(los que no son blancos o europeos, etc.) y de hecho que el resto del
mundo. Esta diferencia de poder esencialmente muestra un acceso diferente
a unos recursos sociales escasos, como los bienes materiales y un acceso o
control menores de los recursos simbólicos como la educación, el
conocimiento, la información y el estatus, entre otros. Hoy en día, en
Europa occidental y en Norteamérica este hecho también comporta que los
inmigrantes tengan un acceso más reducido al país en conjunto y menos
derechos de residencia; en el momento en que han entrado en el país de

36
destino, se encuentran con los peores barrios, edificios y trabajos, si es que
llegan a tenerlos.

Este sistema social de desigualdad en el que los europeos tienen más


poder que los que no lo son, se sostiene como "nivel micro" gracias a una
serie de prácticas cotidianas discriminatorias. Si las minorías de
inmigrantes tienen menos trabajos al alcance es porque tienen dificultades
de contratación o promoción ya que sus trabajos tienden a infravalorarse
ante el rendimiento de otros trabajadores. Sucede lo mismo con los hijos de
los inmigrantes en la escuela, quienes sufren la marginación por diversos
motivos. Por ejemplo, los libros de texto hasta hoy prácticamente no los
han tenido en cuenta para nada.

Las minorías no-europeas se enfrentan cada día a un sistema a veces


sutil de desigualdades en los barrios, trabajos, escuelas, tiendas, transporte
público y en los medios de comunicación. Este sistema se denomina
"racismo cotidiano" para poner énfasis en el hecho que el racismo a gran
escala sólo se da ocasionalmente de manera flagrante, como manifiestan los
medios de comunicación. La consecuencia general de este tipo de conflicto,
marginación y exclusión en el nivel micro es la desigualdad social en el
nivel macro.

Debemos destacar que la desigualdad social basada en la raza o la


etnia no tiene por qué ser explícita o flagrante. Aunque la violencia racista
es un fenómeno cotidiano y mucho más extendido de lo que piensa la
mayoría de la gente, en la Europa de hoy en día no es la característica
principal del racismo europeo contemporáneo. El racismo cotidiano es sutil
e indirecto y aparece en algunas formas menores de la interacción diaria –
los individuos de la mayoría europea tratan a los de la minoría no-europea
de una manera en que no se trataría a un europeo. Por lo tanto, el racismo
cotidiano es una violación de las normas –tratar alguien de manera
diferente y más negativa de lo que debería hacerse.

El racismo cotidiano

Aunque también puede tener lugar entre los blancos, la característica


principal del racismo es que afecta a los miembros de minorías cada día, de
manera que la desigualdad incrementa y se convierte en un sistema masivo
de presión, si no de opresión psicológica y social. Además, la naturaleza
cotidiana de este racismo sutil se ha convertido en tan natural que parece
que se da por supuesta. Las bromas racistas, los comentarios, las agresiones
y la marginación son tan comunes que no preocupan a la mayoría de los
miembros del grupo blanco dominante. Sólo las formas más radicales,
explícitas y extremistas destacan, se comentan y, por supuesto, se condenan

37
en los periódicos. El racismo ordinario forma parte de la vida cotidiana de
las minorías de Europa y Norteamérica.

Estas prácticas sociales cotidianas que definen el racismo en el nivel


micro tienen un fundamento cognitivo. Es decir, la gente diferente sólo es
tratada de manera diferente mientras es percibida y categorizada como
diferente. Si se evalúa como "inferior" en las dimensiones relevantes de la
evaluación social, se marginará y se excluirá. Es decir, la discriminación
como trato desigual sólo puede justificarse subjetivamente cuando el grupo
de actores dominantes piensa que este tipo de trato es normal o legítimo.
Por ejemplo, un empresario quizás no dará trabajo a un inmigrante
marroquí porque piensa que los que acaban de llegar son menos
inteligentes, competentes o diligentes o sencillamente porque prefiere
contratar a amigos suyos. Es decir, las prácticas sociales cotidianas de
discriminación presuponen una base cognitiva de creencias negativas sobre
los Otros: estereotipos, prejuicios, actitudes racistas u otras opiniones
negativas compartidas socialmente y organizadas por la ideología racista.

Así pues, las ideologías racistas no son un sistema abstracto que flota
sobre la sociedad europea. Al contrario, se trata de creencias históricas,
sociales y culturales que han arraigado en la mente social de muchos
europeos y que de una manera más o menos sutil controlan sus creencias
sobre los no-europeos. Este tipo de actitudes quedan demostradas por el
hecho de que, por ejemplo, en la actualidad más de dos terceras partes de la
población de la Europa occidental se opone a más movimientos
inmigratorios. Este sentimiento no tiene por qué ser de tipo étnico o racial
(aunque en la práctica suele serlo), tan sólo consiste en un trato despectivo
de los demás que implica una forma de categorización negativa. A través
de las estructuras complejas de la vida cotidiana y de la cultura en Europa,
las personas de descendencia africana y de otras procedencias no-Europeas
son percibidas y evaluadas rutinariamente no sólo como seres diferentes,
sino al margen de la sociedad y conflictivos, cuando no, peligrosos. De esta
manera tan arraigada, las ideologías racistas determinan las actitudes
sociales en muchos dominios de la vida multicultural de Europa y
Norteamérica. Este fenómeno también se da entre los grupos y las
instituciones europeas donde se rechaza el racismo con más fervor: entre
las élites, es decir, en la política, los medios de comunicación, la educación,
la universidad, los tribunales de justicia, los ministerios, etc. Es decir: las
ideologías racistas son fundamentos socialmente compartidos de las
creencias étnicas y raciales que permiten la desigualdad cotidiana definida
como racismo cotidiano. Más adelante veremos como algunos segmentos
de estas ideologías racistas también aparecen en el discurso.

38
Resumen. El racismo es un sistema de desigualdad étnica y racial
que las prácticas sociales discriminatorias, incluyendo el discurso,
reproducen en el nivel local (micro) y las instituciones, organizaciones y
relaciones generales entre los grupos reproducen en el nivel global (macro);
desigualdad que las ideologías racistas potencian cognitivamente.

5. Las estructuras ideológicas del discurso


Ya disponemos de una primera impresión de lo que son las
ideologías, de cómo afectan al resto de estructuras mentales que intervienen
en la producción y composición del discurso y de cómo funcionan en la
sociedad. Es decir, disponemos de una teoría elemental del proceso del
discurso ideológico y de las bases de una teoría social sobre el papel de las
ideologías en la vida y las relaciones entre los grupos.

Sin embargo, éste sólo es el primer paso. No nos explica a fondo


cómo las ideologías, las actitudes y los modelos erróneos realmente se
expresan en el discurso y qué papel juega el discurso en las funciones
sociales de las ideologías. Para clarificar estos temas, debemos volver a un
estudio más detallado de cómo se manifiestan las ideologías en el discurso.

¿Qué estructuras?

El discurso es muy complejo y define muchos niveles de estructuras,


todos con unas categorías y elementos que se combinan de mil maneras.
Como ya hemos visto, cuando las ideologías se expresan explícitamente es
fácil detectarlas, pero también aparecen de manera indirecta, implícita,
escondida o en estructuras del discurso menos obvias, como la entonación,
la duda o un pronombre.

En esta sección analizaremos algunas de las estructuras que aparecen


en las ideologías subyacentes. Es acertado considerar que una ideología
potencialmente puede aparecer en todas las estructuras del lenguaje escrito
u oral, pero, por otro lado, también debemos tener en cuenta que son más
habituales en algunas estructuras que en otras. Es más probable que una
ideología modifique más el significado semántico y el estilo de un discurso
que la morfología (formación de palabras) y ciertos aspectos de la sintaxis
(formación de oraciones) porque éstas dependen mucho menos del
contexto: tanto en inglés como en español el artículo precede al nombre y
ninguna influencia ideológica cambiará este hecho. Pero si denominamos a
alguien "luchador por la libertad", "rebelde" o "terrorista" optamos por un

39
léxico diferente que depende mucho más de qué opinión nos merece
aquella persona; esta opinión depende de nuestra posición ideológica y de
las actitudes que tengamos respecto al grupo y a las personas que
pertenecen al mismo. Dicho de otra forma, debemos buscar las propiedades
del discurso que muestren claramente las variaciones ideológicas de los
modelos contextuales subyacentes, los modelos de acontecimientos y las
actitudes sociales.

Una estrategia práctica y general del análisis ideológico

Puesto que el discurso es tan complejo y las estructuras ideológicas


se expresan de maneras tan diferentes, es útil disponer de una ‘heurística’
más práctica, de un método para "hallar" la ideología en el lenguaje escrito
y oral. Para formular esta heurística, debemos volver a la naturaleza de las
ideologías; la representación de las cuales es un tipo de esquema básico
propio de un grupo, que caracteriza la información fundamental con que se
identifican y categorizan sus miembros, como los criterios de pertinencia,
las actividades, los objetivos, las normas, las relaciones con los demás, los
recursos, etc. Estas categorías organizan la información siguiente:

 Pertinencia al grupo: ¿Quiénes somos?, ¿Quién pertenece al grupo? ¿A


quién podemos admitir?
 Actividades: ¿Qué hacemos, planteamos?, ¿Qué se espera de Nosotros?
 Objetivos: ¿Por qué hacemos ésto?, ¿Qué queremos conseguir?
 Normas: ¿Qué es bueno o malo, permitido o no en lo que hacemos?
 Relaciones: ¿Quiénes son nuestros amigos o enemigos?, ¿Qué lugar
ocupamos en la sociedad?
 Recursos: ¿Qué tenemos que los demás no tengan?, ¿Qué no tenemos que los
demás tienen?

Este tipo de preguntas generalmente se asocia a la identidad del


grupo y por lo tanto a las ideologías. Como vemos, la mayor parte de esta
información es sobre Nosotros respecto a Ellos. De hecho, las ideologías
organizan a la gente y a la sociedad en términos polarizados. La pertinencia
a un grupo ante todo tiene que ver con quién pertenece o no al grupo y
cómo nos distinguimos de los demás gracias a las acciones, objetivos,
normas y recursos del grupo. Nuestra posición respecto a los demás es
fundamental socialmente, tanto si es una situación dominante o dominada,
respetada o marginada, etc.; como en el caso del machismo respecto al
feminismo, el racismo respecto al antirracismo, etc. Muchas ideologías
sociales de grupos y movimientos tienen estas propiedades. Otras
ideologías, como las ecologistas combinan estos puntos de vista sociales
con una visión de la naturaleza, mientras que las ideologías religiosas,
además, definen la relación de la gente con Dios.

40
A partir de esta enumeración informal de las ideologías "típicas" y de
su contenido, intentaremos formular la heurística que combina estas
creencias sociales subyacentes con su expresión en el discurso.

Básicamente, la estrategia general del discurso ideológico es muy


general:

 Hablar de Nuestros aspectos positivos


 Hablar de Sus aspectos negativos

Este tipo de auto-presentación positiva y presentación negativa de los


demás no es sólo una característica general del conflicto entre los grupos y
las formas de interacción entre los grupos opuestos, también caracteriza
cómo hablamos de Nosotros y de los Otros.

Sin embargo, esta estrategia general, sólo hace referencia al


significado (contenido) y por lo tanto es bastante limitada. Debemos
ampliarla para poder incluir otras estructuras del discurso. Pero primero
debemos completarla con los significados contrarios:

 No hables de Nuestros aspectos negativos


 No hables de Sus aspectos positivos

Como ya hemos señalado, esta estrategia es demasiado general y


radical. Por lo tanto, para proporcionar un análisis ideológico más sutil, que
también sea válido para otras estructuras en la expresión de la ideología,
modificaremos así los cuatro principios:

Ponemos énfasis en Nuestros aspectos positivos


Ponemos énfasis en Sus aspectos negativos
Quitamos énfasis de Nuestros aspectos negativos
Quitamos énfasis de Sus aspectos positivos

Estas cuatro posibilidades forman un cuadrado conceptual que podría


denominarse el "cuadrado ideológico" y que puede aplicarse al análisis de
todas las estructuras del discurso. Por lo que se refiere a su contenido, es
válido en el análisis léxico y semántico pero el uso de las parejas opuestas
"pone énfasis" y "quita énfasis" permite muchos tipos de variación
estructural: podemos hablar extensa o brevemente sobre nuestros o sus
aspectos positivos o negativos, explícita o implícitamente, con hipérboles o
eufemismos, con titulares grandes o pequeños, etc. Es decir, el discurso
dispone de muchas formas de poner o quitar énfasis de los significados y en
cuanto disponen de una base ideológica, podemos analizar la expresión de

41
la ideología en los diferentes niveles del discurso, como a continuación
ejemplificamos.

5.1. El significado
Hemos defendido que la ideología, en principio puede aparecer en
cualquier punto del discurso. Sin embargo, el "contenido" ideológico se
expresa más directamente a través del significado del discurso. Puesto que
el significado de las palabras, frases y discursos es extraordinariamente
complejo, seleccionaremos los aspectos más relevantes. Sólo los
caracterizaremos breve e informalmente, sin un resumen extenso de sus
propiedades.

Temas

El significado del discurso no se limita al significado de las palabras


y de las frases. El discurso también cuenta con significados más "globales",
como los "temas". Estos temas representan la información más importante
de un discurso y explican de qué trata el discurso en general. Estos temas se
desarrollan mediante proposiciones (completas) como "Los vecinos
atacaron a unos marroquíes". Las proposiciones de este tipo con frecuencia
aparecen en los titulares de los periódicos.

Por cierto, para evitar cualquier confusión, distinguimos entre


tópicos — como se pueden representar en una proposición — y temas más
abstractos, que se expresan típicamente con una sola palabra, tal como
Inmigración, Discriminación o Educación, que son categorías amplias que
pueden definir clases de textos con muchos tópicos específicos diferentes.

Los tópicos son la información que mejor recordamos de un


discurso. Aunque caracterizan de forma abstracta el significado de todo un
discurso o de un fragmento extenso, también se formulan específicamente
en el texto mismo, por ejemplo en los resumes, titulares o subtítulos.

Las funciones ideológicas de los tópicos siguen los principios


generales expuestos anteriormente: si queremos poner énfasis en nuestros
aspectos positivos o en sus aspectos negativos, lo primero que debemos
hacer es tipificar esta información. Contrariamente, si lo que queremos es
quitar énfasis de nuestros aspectos negativos y de sus aspectos positivos,
destipificaremos la información. Por ejemplo, en un discurso público en
una sociedad multicultural, ésto quiere decir que los temas asociados al
racismo se tipifican mucho menos que los relacionados con la delincuencia,
las desviaciones o los problemas que se alegan a las minorías.

42
En un proyecto de investigación sobre las conversaciones respecto a
las minorías realizada en los Países Bajos y en California, descubrimos que
los temas preferidos por los blancos autóctonos para caracterizar a los
Otros se corresponden con los tres conceptos siguientes:

 Diferencia
 Desviación,
 Transgresión
 Amenaza

Nivel de descripción. Grado de detalle.

En cuanto se selecciona un tema, los usuarios del idioma tienen otra


opción en la realización de su modelo mental (= aquello que saben de un
acontecimiento): dar pocos o muchos detalles sobre un hecho o describirlo
de manera abstracta y general o específica. Podemos hablar simplemente de
la "violencia de la policía", es decir, en términos generales y abstractos o
podemos "descender" a los términos específicos y destacar exactamente lo
que hizo la policía. En este punto podemos incluir más o menos detalles.
Como en el caso de la tipificación, no hacen falta demasiadas explicaciones
para entender que generalmente somos más específicos respecto a nuestros
puntos positivos y a los negativos de los demás y a al contrario, somos
bastante difusos y generales al hablar de nuestros fracasos.

En gran parte del discurso público europeo y especialmente en la


prensa conservadora se encuentran muchos detalles de las desviaciones y
los delitos de las minorías y pocos detalles de las manifestaciones del
racismo cotidiano a que éstas se ven sometidas -y si se afirma algo acerca
de Nuestro racismo, se hace de una forma muy abstracta, por ejemplo
mediante términos como "resentimiento" popular.

Implicaciones y suposiciones

Ya hemos explicado que la producción del discurso se basa en los


modelos mentales que tenemos de un acontecimiento y que por muchos
motivos (como el conocimiento del que ya dispone el receptor) sólo
debemos expresar parte de la información del modelo. Cuando sea
necesario, los receptores inferirán la información que falta en su modelo de
discurso o del conocimiento sociocultural general que poseen. Todas las
proposiciones que aparecen en un modelo pero no en el discurso reciben el
nombre de significado "inferido" del discurso.

43
En el análisis ideológico del discurso, hacer explícitos los
significados inferidos de una frase o de un texto es un instrumento muy
importante para el estudio.

La opción de expresar la información o dejarla explícita no es


neutral. Es fácil predecir que en un esquema general la gente tiende a dejar
implícita la información que no es consistente con su auto-imagen positiva.
Por otro lado, cualquier información que informe al receptor de los
aspectos negativos de nuestros enemigos o de los que consideramos fuera
del grupo, tenderá a expresarse explícitamente tanto en el lenguaje escrito
como en el oral.

Una jugada muy conocida consiste en presuponer una información


que no se comparte o se acepta de manera general e introducirla por "la
puerta de atrás". Por ejemplo, si la policía manifiesta "preocupación ante el
alto grado de delincuencia juvenil de los inmigrantes" con esta declaración
presuponemos tácitamente que los jóvenes inmigrantes tienen una tasa de
criminalidad muy alta. Quizás ésto no es cierto, o quizás es cierto entre los
jóvenes que no tienen trabajo, por lo tanto la suposición es engañosa y sería
más acertado si hablase de los inmigrantes en paro.

Coherencia local

Una de las características del significado del discurso es la


coherencia: los significados de las oraciones (las suposiciones) de un
discurso deben relacionarse de alguna manera entre sí. La coherencia puede
ser global o local. La coherencia global se refiere a los temas tratados
anteriormente: un discurso (o un fragmento) es coherente en general si trata
un tema. Si descendemos a los significados locales del discurso, sin
embargo, nos encontramos con la "coherencia local". Aunque no es fácil
definir este concepto con mucha precisión, asumimos que una secuencia de
proposiciones es localmente coherente si se refiere a una secuencia de
acciones, de acontecimientos o de situaciones que se interrelacionan, por
ejemplo mediante relaciones de causalidad. En términos más resumidos
(pero formalmente impecables) podemos afirmar que una secuencia de
discurso es coherente si tiene un modelo. En términos más intuitivos ésto
significa que un discurso (o fragmento) es coherente si podemos imaginar
una situación en la cual podría ser verdadero. Puesto que este tipo de
coherencia se define a partir de los "hechos" a los que nos referimos,
hablamos de coherencia referencial. La coherencia también se define
mediante las relaciones entre las proposiciones y las funciones de
Especificación o Generalización cuando son un Ejemplo o expresan un
Contraste respecto a otra. Se trata de la coherencia local funcional.

44
Por lo tanto, ¿Cuáles son las opciones ideológicas de que disponen
los usuarios del lenguaje en la gestión de la coherencia del discurso?
Evidentemente no demasiadas, porque la cohesión es una condición muy
general del discurso y tanto si se es mujer u hombre, racista o antirracista,
debemos respetar las condiciones básicas de coherencia para aportar cierto
grado significado.

En general puede afirmarse que si las estructuras del discurso son


obligatorias y por lo tanto no cambian bajo la influencia del contexto,
tampoco varían en función de la ideología del emisor.

Aún así, la coherencia se controla ideológicamente, gracias a los


modelos mentales en los que se basa; factor que caracteriza una relación
causal entre los hechos F1 y F2 que explica por qué las proposiciones P1 y
P2 son coherentes localmente. Pero este modelo de situación depende
mucho de las opiniones, actitudes e ideologías de los individuos.

Con frecuencia he observado un caso muy típico en el discurso de los


empresarios de los Países Bajos, para los que el alto nivel de paro entre las
minorías se debe básicamente a la falta de habilidades de los inmigrantes y
no a las prácticas discriminatorias del mercado laboral. Las condiciones de
coherencia en un discurso que explica el paro de las minorías en los Países
Bajos por lo tanto, depende del modelo de las causas del paro; modelo que
es más o menos racista. Es decir, la coherencia es relativa y esta relatividad
también tiene una dimensión ideológica.

Debemos analizar también el tipo de coherencia que presupone que


ciertas inferencias son verdaderas, como en ejemplos tan conocidos como
"Es nigeriano, pero un trabajador muy bueno", una frase que presupone
cómo son todos los trabajadores de Nigeria.

Sinonimia, paráfrasis

Mientras que la coherencia se define en las relaciones entre las


proposiciones de una secuencia discursiva o de un modelo, existen otras
propiedades semánticas del discurso definidas en las relaciones entre
proposiciones, como la sinonimia y la paráfrasis. Puesto que éstas no se
definen de manera diferente en función de contextos diferentes, la ideología
no les afecta: un sinónimo es sinónimo tanto si uno es comunista o
conservador. Pero debemos tener en cuenta que la sinonimia exacta no
existe y que las paráfrasis son expresiones que tienen más o menos el
mismo significado, pero no exactamente el mismo; en general se formulan
mediante palabras diferentes, hecho que implica una variación léxica y
estilística que depende del contexto. Por lo tanto, puede hablarse de los

45
inmigrantes mediante muchas expresiones y descripciones más o menos
sinónimas, pero los significados en el uso y las implicaciones ideológicas
serán diferentes. Por lo tanto, hablar de "extranjeros" en Europa occidental
hoy implica una referencia a las minorías étnicas o a los inmigrantes y no a
los extranjeros "reales". Además, en función del contexto el uso de esta
palabra sonará más negativa que por ejemplo el término "minorías étnicas".

Contraste

Las ideologías generalmente surgen cuando dos grupos o más tienen


intereses conflictivos entre sí, cuando aparece la lucha social o la
competencia en una situación de dominio. Tanto en el plano cognitivo
como en el discursivo, esta oposición se manifiesta a través de varias
formas de polarización, como en el caso de los pronombres Nosotros y
Ellos. Ya hemos visto que la estrategia general del discurso ideológico es
poner énfasis en Nuestros aspectos positivos y Sus aspectos negativos, una
forma de polarización que se aplica semánticamente por contraste. En el
discurso racista, por ejemplo, descubrimos muchas afirmaciones e historias
que se organizan según esta forma de contraste: Nosotros trabajamos
mucho, Ellos son gandules; Ellos consiguen trabajo con mucha facilidad
(vivienda, etc.) Nosotros no, etc. Justamente este tipo de contraste
discursivo recurrente sugiere que posiblemente las actitudes e ideologías
subyacentes también se representan en términos polarizados definiendo la
línea entre dentro y fuera del grupo.

Ejemplos e ilustraciones

El discurso general sobre Nosotros y Ellos y por lo tanto, el discurso


racista, se caracteriza por ejemplos e ilustraciones, con frecuencia en forma
de historias sobre Nuestras buenas obras y Su mal comportamiento. Estas
proposiciones (o las historias) tienen la función de apoyar otra proposición
generalmente expresada antes y que demostrará (como hemos visto
anteriormente). Es decir, las historias sirven como premisas de una
argumentación. En el discurso racista, por lo tanto, aparecen opiniones
generales, por ejemplo respecto a como Ellos rompen las normas, no se
adaptan, se desvían o incluso se convierten en delincuentes. Pero para
prevenir la evaluación negativa del receptor, los emisores generalmente se
ven obligados a poner algún ejemplo a través de una afirmación general
negativa sobre los inmigrantes. Una historia muy creíble en este caso
proporciona la "evidencia" empírica.

Negaciones. Es muy típico en los discursos con prejuicios el juego de


la negación, la Negación aparente es la más conocida: yo no tengo nada en
contra de X, pero... Se denomina negación aparente porque sólo la primera

46
parte niega los sentimientos negativos o el racismo respecto a un grupo,
mientras que el resto del discurso afirma aspectos muy negativos de los
otros. La negación en este caso funciona en primer lugar como una forma
de auto-presentación positiva, una forma de mantener las apariencias: los
emisores quieren evitar que los receptores tengan una opinión negativa de
Ellos a causa de lo que dicen sobre los inmigrantes. En los casos en que los
emisores son realmente ambivalentes respecto a sus actitudes ante las
minorías, los receptores generalmente no captan estas negaciones, sino
discursos que son de principio a fin ambivalentes, con partes positivas,
negativas y neutrales.

Negaciones

A parte de la negación aparente existen otros tipos de negación:

 Concesión aparente: Quizás son elegantes, pero....


 Empatía aparente: Quizás han tenido problemas, pero...
 Apología aparente: Perdonádme, pero...
 Esfuerzo aparente: Hacemos todo lo que podemos, pero...
 Transferencia: Yo no tengo ningún problema con ELLOS,
pero mis clientes...
 Culpabilización de la víctima: No son ELLOS los
discriminados, ¡somos NOSOTROS!

Todas estas negaciones combinan un aspecto positivo de nuestro


grupo con los negativos de los Otros, por lo tanto instan directamente a la
contradicción en las actitudes fundamentales respecto a la ideología.

5.2. Las estructuras proposicionales


El significado local del discurso (teóricamente hablando) se organiza
en proposiciones: una oración expresa una o más proposiciones -ideas que
pueden ser verdaderas o falsas, o que (intuitivamente hablando) expresan
un "pensamiento" completo. Igual que el significado de las secuencias y de
los discursos enteros se configura a partir de las proposiciones que en sí
mismas disponen de una estructura interna. De hecho, el análisis lógico y
filosófico tradicional de las proposiciones les asigna la estructura tan
conocida: Predicado (Argumento, Argumento, Argumento...).

En el análisis ideológico, las estructuras de proposiciones tienen


algunas propiedades interesantes que trataremos muy brevemente. En
primer lugar, los predicados de proposiciones son más o menos negativos o

47
positivos, en función de las opiniones subyacentes (representadas en los
modelos mentales). Por lo tanto, en los periódicos británicos más populares
y en el discurso político conservador encontraremos proposiciones como:
"Los refugiados son fraudulentos" y evaluaciones negativas similares sobre
las minorías, los inmigrantes o los refugiados. Tratamos pues, la esencia
del racismo discursivo: la selección de palabras que expresan predicados
negativos subyacentes sobre los Otros.

Actores

Los argumentos de una proposición generalmente hablan de actores


con papeles diferentes, como los agentes, pacientes o beneficiarios de una
acción. Puesto que el discurso ideológico es sobre Nosotros y Ellos, el
análisis posterior de los actores es muy importante. En concreto, en el
discurso racista o antirracista, habrá que examinar a fondo cómo
representamos a los inmigrantes. Los actores aparecen de maneras muy
diferentes, colectivamente o individualmente, como miembros de un grupo
("Nosotros") o como los excluidos del grupo ("Ellos"), específica o
generalmente, identificados por el nombre, grupo, profesión o función; en
papeles personales o impersonales, etc.

En función del texto y del contexto, el discurso controlado por las


actitudes y las ideologías racistas tenderá a representar las minorías ante
todo como Ellos, es decir, los que pertenecen al grupo externo. En vez de
hablar de manera individual y específica los Otros quedan
homogeneizados, por ejemplo mediante expresiones genéricas como ("los
turcos", "el turco"). Por lo tanto, las descripciones de los actores
ideológicamente fundamentadas reflejan a través de la semántica, la
distancia social que implican las ideologías racistas.

Modalidad

Las modalidades "Debemos de", "Es posible que" o "Es bien


conocido que" modifican las proposiciones y forman una proposición
nueva. Por ejemplo, una proposición como "Han llegado muchos
refugiados africanos al país" puede modificarse (modalizarse) en: "Es bien
sabido que muchos refugiados africanos han llegado al país". Ya hemos
visto que estas modalidades están relacionadas con la forma de representar
el mundo y los hechos. Representar, por ejemplo, la brutalidad de la policía
como "necesaria" (como en el titular "La policía tuvo que recurrir a la
violencia") implica cierto grado de legitimidad de la violencia, como
sucede en muchos artículos sobre los "enfrentamientos étnicos".

48
Evidencia

Los emisores son responsables de lo que dicen. Por lo tanto, si


expresan una creencia, se espera de Ellos que proporcionen "pruebas" y que
se comprometan en un debate con los que las rechazan. Por supuesto, cada
género, contexto y cultura tienen sus propios criterios de evaluación de lo
que son "pruebas" buenas y aceptables o no. Las pruebas de las ciencias
naturales, sociales o las humanidades son diferentes. Lo mismo es válido
respecto a las "pruebas" de la vida cotidiana, como las percepciones: "Lo
he visto con los mis propios ojos" o, de una manera más o menos informal:
"El doctor me lo ha dicho". En la sociedad contemporánea, los medios de
comunicación son un criterio importante de lo que es evidente: "Lo he visto
por la televisión" o "Lo he leído". Este tipo de argumentos tiene mucha
fuerza en las conversaciones cotidianas.

En el discurso sobre los inmigrantes, la mayoría del conocimiento se


obtiene de los medios de comunicación. Por lo tanto, la información que
aparece es una parte muy importante de las estrategias que se usan para
proporcionar pruebas a la gente. Puesto que el uso de los mensajes de los
medios puede ser engañoso, las "pruebas" también tienen un fundamento
ideológico. Por ejemplo, es muy común apoyar afirmaciones sobre la
criminalidad alegada a los inmigrantes a partir de los medios de
comunicación: "Lo lees en el periódico cada día". Puesto que los periódicos
realmente proporcionan la identidad étnica de los delincuentes, incluso
cuando esta información es irrelevante, el gran público reproduce y
magnifica la atención selectiva y los informes de los medios, fenómeno que
destaca las noticias sobre la criminalidad de las minorías.

Ambigüedad y vaguedad

Una herramienta política e ideológica muy poderosa es la gestión de


la claridad y la vaguedad, como lo demuestra el lenguaje diplomático.
Somos difusos cuando no sabemos una respuesta exacta a una pregunta y
no queremos parecer ignorantes. Pero un discurso también puede ser difuso
por motivos políticos, como cuando las afirmaciones no son apropiadas
contextualmente o no son "políticamente correctas". Un político o un
periodista quizás se oponen a la inmigración pero deben camuflar esta
opinión o serán acusados de racistas. Tanto en el discurso de los medios
como en el político, se observa el uso de términos difusos como
"descontento popular" o "resentimiento" en vez del término racismo, que es
más específico. Evidentemente, la ambigüedad implica mitigación,
eufemismo e indirectamente negación.

49
Topoi

A medio camino entre la semántica y la retórica se hallan los topoi


(del griego ‘topos’, lugar; en latín: locus communis). Se parecen a los
temas sobre los que ya hemos hablado anteriormente, pero se han
convertido en estándares y públicos, de manera que se usan como
argumentos "preparados". El discurso ideológico en general y el racista en
concreto están repletos de ellos. Por ejemplo, se recomienda que los
inmigrantes y los refugiados se queden en su propio país para ayudar a
construirlo. Incluso se recomienda que inmigrantes y refugiados se queden
en su propio país a causa de la extendida discriminación y de los prejuicios
en el país de llegada.

En muchos discursos oficiales contra la inmigración aparecen topoi


que ponen énfasis en el hecho que Ellos son una "carga" para el país
(economía, servicios sociales, educación, etc.), incluso una "amenaza" para
el estado de bienestar o Nuestra cultura occidental. Igualmente estándar es
el topos de la (gran) cantidad, que caracteriza muchos artículos sobre la
inmigración -sólo se cuantifica y se pone énfasis en el influjo: los medios
raramente hablan de la gente que se ha marchado.

Debemos tener en cuenta que los topoi no sólo marcan el lenguaje


racista oral y escrito, también marcan el discurso antirracista. Por lo tanto,
afirmaciones como "no debemos cerrar las fronteras, no debemos ser
demasiado estrictos con las normas de inmigración", etc. son topoi que se
refieren a valores humanitarios (igualdad, tolerancia, hospitalidad,
fraternidad, etc.). Una de las implicaciones discursivas del uso de los topoi
es que, como argumentos estándar no debemos defenderlos: son criterios
básicos de la argumentación.

5.3. Las estructuras formales


Ya hemos comentado anteriormente que el contenido o el significado
es el nivel del discurso más evidente en la expresión de la ideología. En
este nivel las proposiciones generales y específicas de modelos y
representaciones sociales aparecen más directamente.

Sin embargo, esto no quiere decir que el análisis ideológico deba


limitarse a la semántica. Contrariamente, aunque en general se da de forma
indirecta y por lo tanto más sutil, las ideologías subyacentes también
afectan a las estructuras formales del lenguaje oral y escrito, es decir, la
forma de una frase o de una oración, de un argumento, el orden de las
noticias en una historia, el tamaño del titular, etc.

50
Puesto que la forma "en sí" no tiene significado, su función
ideológica sólo se ejerce conjuntamente con el significado o la
(inter)acción. A partir del cuadrado ideológico que hemos trabajado para
caracterizar al discurso, queda claro que las formas del discurso se
desarrollan para poner énfasis en los significados.

El discurso dispone de muchas formas posibles. Sólo la sintaxis de la


oración ya ofrece muchas formas estructurales que se usan para poner o
quitar énfasis del significado. Sucede lo mismo con las formas
esquemáticas generales del discurso, como las estructuras narrativas o
argumentativas o los esquemas convencionales de una conversación, de un
artículo periodístico o de un trabajo de investigación en una revista de
psicología.

En todos estos casos la forma sintáctica o esquemática


(superestructura) se compone de una serie de categorías que aparecen en un
orden jerárquico o linear específico, siguiendo algunas normas o principios
generales, como explicaremos más adelante. Algunas de estas normas son
obligatorias y no hay variación contextual posible en la estructura. Por
ejemplo, en inglés y en español (pero no en las lenguas escandinavas) el
artículo siempre precede al nombre: una mesa, la mesa. Ésto es cierto
independientemente del contexto y por lo tanto del interlocutor, de los
grupos y de las ideologías. Por lo tanto la situación del artículo no es el tipo
de estructura que estudiaremos en el análisis estructural del inglés o del
español.

Por otro lado, todas las formas que cambian "en función de"
(dependientes de) alguna característica del contexto, como el escenario o el
rol social, la posición, creencia u opinión de los participantes, en principio
también tendrán una función ideológica. Por ejemplo, la variación entre
"usted" y "tú" se basa en la relación social entre el emisor y el receptor y
por lo tanto se desarrolla ideológicamente. Por lo tanto, una persona blanca
usará la forma familiar "tú" al dirigirse a una persona negra aunque en otra
situación social, quizás habría usado la forma "usted". La manipulación de
este pronombre debe entenderse como una forma de prejuicio y por lo
tanto, una expresión de ideologías racistas subyacentes.

La sintaxis de la oración

Muchas estructuras no varían de manera conflictiva en función del


contexto y por lo tanto no se usan para "marcar ideológicamente" las
oraciones del discurso. Sin embargo, otras sí nos permiten como mínimo
cierta variación, por ejemplo, el orden, las oraciones activas o pasivas y las
nominalizaciones. Cuando ponemos las palabras delante practicamos la

51
"topicalización" o podemos "degradarlas" si las ponemos al final o incluso
si las omitimos. El orden estándar en inglés y en español consiste en
relacionar los agentes semánticos con los sujetos sintácticos, que
generalmente se hallan en la situación inicial, por ejemplo: "La policía
arrestó a los manifestantes". Si queremos que la policía sea menos
prominente desplazaremos este núcleo hacia al final de la oración mediante
una oración pasiva: "Los manifestantes fueron arrestados por la policía" o
con una oración de relativo que destaque a los manifestantes: "Fue a los
manifestantes a quienes detuvo la policía". De hecho, el agente quizás
queda implícito, como en las oraciones: "Los manifestantes fueron
arrestados". Es decir, de varias formas en las oraciones, el orden de las
palabras marca si el significado que expresamos con ciertas palabras recibe
más o menos énfasis y si este énfasis tiene implicaciones ideológicas.

5.5. Las formas del discurso


Cabe destacar que lo que es válido en la expresión de los significados
en las formas sintácticas variables, también lo es para las proposiciones en
el nivel general del discurso: algunas proposiciones se expresan en
oraciones que pueden situarse delante o al final. Este tipo de orden tiene
muchas funciones, entre ellas las ideológicas. En general, la información
que expresamos al principio de un texto tiene más énfasis: se entiende
primero y por lo tanto controla mejor la interpretación del resto del texto.
Es decir, se da un paralelismo entre la importancia semántica y la
prominencia formal, se trata del caso normal o "no-marcado". Por muchos
motivos textuales o contextuales y por lo tanto también por motivos
ideológicos, este paralelismo puede manipularse.

Por lo tanto, podemos avanzar o postergar el significado de una


palabra o de una frase del discurso según la posición que ocupe en la
estructura semántica. Esta propiedad fundamental del significado del
discurso y de las formas asociadas se relaciona con el cuadrado ideológico
que asume favoritismo hacia los miembros del grupo y el rechazo hacia los
excluidos: las oraciones que expresan significados positivos sobre Nosotros
y negativos de los Otros aparecen delante -si es posible en los titulares o en
los anuncios de las historias. Inversamente, los significados que contengan
información negativa sobre nuestra imagen tienden a aparecer al final o
incluso se omiten.

Esta estrategia general de control sobre el orden del discurso también


afecta a las categorías que definen la estructura esquemática del lenguaje
oral y escrito. Por lo tanto, las categorías convencionales Titular, Título o
Resumen aparecen al principio del texto y contienen proposiciones que

52
expresan el significado más importante. A veces, la información más
importante aparece al final, por ejemplo en el caso de los Resúmenes, las
Conclusiones o las Recomendaciones -pero la idea básica es que la
importancia de la información se relaciona con la importancia del
significado que a la vez se relaciona con la del orden (principio, final, etc.).
Este principio general es ideológicamente relevante.

Por ejemplo, en las noticias sobre las minorías prevemos que la


información negativa sobre los Otros aparecerá en primer lugar, es decir en
los Titulares. De hecho, incluso el orden intertextual del periódico responde
a este principio: este tipo de noticias aparece a principio de página y
siempre en las primeras páginas del periódico, si no es que aparece en
portada. Sucede lo contrario con la información que es negativa para
Nosotros, como los artículos sobre el racismo u otras informaciones que
violan las normas y los valores que son importantes en nuestra cultura.

5.6. La argumentación
Muchos géneros del discurso disponen de estructuras
argumentativas, por ejemplo los editoriales, las cartas al editor, los artículos
de investigación, los debates parlamentarios, etc. Es típico en estos géneros
que los participantes (emisores y receptores) tengan opiniones diferentes e
incluso opuestas. En el discurso argumentativo de estos actos
comunicativos uno o más participantes intentan hacer que su punto de vista
sea más aceptable o creíble formulando "argumentos" que lo sostengan.
Este tipo de discurso convencionalmente se divide en dos grandes
categorías: Argumentos y Conclusión o Punto de partida y Argumentos, en
función de lo que aparezca en primer lugar.

Como en el caso de muchas estructuras formales, las estructuras


argumentativas en sí no varían con la ideología. El contenido de una
argumentación depende de las ideologías pero la estructura de la
argumentación es independiente de la posición ideológica. Una
argumentación "buena" o "mala" depende de los individuos más que de los
grupos. Evidentemente, como en cualquier género, existen varios tipos de
géneros argumentativos, que asociaremos, por ejemplo con las ideologías
profesionales: un político experto, un investigador, un periodista, un
abogado o un profesor probablemente tienen más experiencia en una
argumentación "buena" que los que no tienen esta formación profesional.
Así pues, relacionaremos las estructuras del discurso con los grupos, a
través de la educación, la formación y la experiencia. Este hecho, sin
embargo, no relaciona las estructuras del discurso, como la argumentación,

53
con la ideología, a menos que asumamos que todas las ideologías (de una
iglesia, partido o movimiento social) también disponen de buenos retóricos.

Como en el caso de otros géneros discursivos y estructuras


esquemáticas, la argumentación está relacionada con unas normas,
principios de interacción y estrategias de eficacia en la producción.
Debemos tener en cuenta que son diferentes entre sí. Podemos romper las
normas de la argumentación usando falacias pero debemos respetar los
principios de interacción (respeto o cooperación) y ser interlocutores
eficaces. Es decir, como en el caso de la estructura, se da cierta variación y
por lo tanto la posibilidad teórica de interferencia ideológica.

Por lo tanto, no es trivial la elección del punto de vista, pues se trata


de una de las posibilidades de que disponen los usuarios del lenguaje para
poner énfasis en el significado y en las creencias subyacentes.

Así pues, cualquiera que se oponga a la inmigración de más


refugiados centrará el texto tanto en lo que se refiere al contenido como a la
forma en la defensa de esta postura. Ésta es la cuestión central: expresar
una opinión prominente tiene una función similar a la del titular -que
también representa a la información más importante de un texto- .
Globalmente el contenido también controla la producción del resto del
discurso. Puesto que el punto de vista, la opinión y las actitudes
compartidas de un grupo están tan interrelacionadas, inferimos que las
estructuras de la argumentación son signos importantísimos en las
estructuras subyacentes de las actitudes ideológicas.

Por ejemplo, el motivo principal para oponerse a la inmigración


puede que sea la situación del mercado laboral, factor que marcará la
combinación de las ideologías étnicas con las del mercado laboral en unas
actitudes específicas sobre las minorías en dicho mercado. Evidentemente,
cuando las ideologías subyacentes son políticamente incorrectas, por
ejemplo cuando un interlocutor está en contra de la inmigración de los
refugiados o trabajadores africanos, los argumentos que aparecen quedan
camuflados o racionalizados a través de otros argumentos más
"respetables", como un mercado laboral "al límite", la falta de vivienda
digna o los problemas culturales. Debemos tener en cuenta que estas
variaciones de la ideología se expresan en el significado o contenido del
argumento, no específicamente en la forma.

54
Falacias

En general puede decirse que las falacias son incumplimientos de las


normas y de los principios de la argumentación. Se violan los principios de
la interacción argumentativa cuando no permitimos que los demás opinen,
cuando les interrumpimos, amenazamos, obstruimos o evitamos la
interacción argumentativa de forma cooperativa. Pueden romperse otros
principios si, por ejemplo, usamos un argumento irrelevante, jugamos con
las emociones de las personas, pedimos al interlocutor que nos demuestre
que estamos equivocados, discutimos que si todo el mundo piensa algo es
que hay razón en creer que es cierto o porque una autoridad así lo
proclama. Igualmente usamos las falacias cuando sobregeneralizamos,
usamos analogías falsas o asumimos que después de un elemento negativo,
el siguiente siempre es peor.

La cuestión es si estas falacias u otras varían ideológicamente. Es


interesante analizar si la izquierda prefiere un tipo de falacias y la derecha
otro; si se dan falacias típicas del discurso racista, como en el caso de las
negaciones ("Yo no tengo nada en contra de X, pero..."). De una forma
bastante superficial afirmaremos que es típicamente "fascista" utilizar la
fuerza en una discusión, pero ésto asumiría que la violencia -en la
argumentación y en cualquier otro contexto- sólo es monopolio del
fascismo. Existen estudios que demuestran que por ejemplo en el
parlamento francés, la derecha interrumpe e interfiere más que la izquierda.
Un respeto inferior por los derechos igualitarios supone menor respeto por
los derechos en la interacción -también aparecen formas sexistas de control
argumentativo del discurso de las mujeres por parte de los hombres. Se
trata de aspectos ideológicos generales de la interacción que no se limitan a
la argumentación.

De una forma menos superficial, afirmaremos que la gente autoritaria


usa la falacia de la autoridad. Cualquier grupo ideológico y sus miembros
defiende puntos de vista mediante sus líderes, héroes y autoridades
creíbles. No sólo los socialistas han utilizado el argumento "ad populum" -
el populismo también pertenece a la derecha. En resumen, debemos
concluir que no existe una relación directa entre las falacias y la ideología.
Cuando aparecen estos lazos sólo son de tipo semántico: el contenido de
los argumentos evidentemente sí se relaciona con las actitudes ideológicas,
como ya hemos visto anteriormente con los tópicos.

5.7. La retórica
En este punto nos referimos a las estructuras descritas en la retórica
clásica como "figuras de estilo". Debemos preguntarnos si las aliteraciones,

55
las metáforas, los símiles, la ironía, los eufemismos y muchas otros figuras
de estilo son variables ideológicamente. Al revisar los argumentos
anteriores sobre las estructuras formales, como las de la argumentación, no
parece plausible la naturaleza ideológica de la retórica: tanto la izquierda
como la derecha, racistas y antirracistas, hombres y mujeres utilizan todas
las formas de la retórica. El discurso racista se destaca por el uso de los
eufemismos cuando se refiere a la desigualdad étnica, el racismo o la
discriminación, y quizás no lo hace al hablar de las faltas alegadas a los
Otros; depende de las opiniones que formulemos y a quién nos refiramos.
Ésto demuestra lo que se manifiesta igualmente en todos los emisores de
grupos diferentes es el énfasis retórico en nuestros aspectos positivos y los
negativos de los demás. Este punto, sin embargo, hace referencia al
contenido y al significado y no a la forma. Es cierto que todos los grupos
usan metáforas diferentes, como lo harían los nazis (animales sucios, etc.)
para dirigirse a sus opositores y víctimas. Pero ésta es una cuestión
relacionada con el significado, el contenido y la cognición, no con la forma
ni con la elección de una figura de estilo antes que otra.

Por lo tanto, un estudio del discurso ideológico generalmente


muestra los mismos principios: se centra en las figuras de estilo que ponen
énfasis en nuestros aspectos positivos y los negativos de los otros y a al
contrario, respecto a nuestros aspectos negativos y sus aspectos positivos.
Debemos examinar los significados que organizan figuras como las
hipérboles, los eufemismos, etc., para saber qué implicaciones ideológicas
tienen estas figuras.

5.8. Acción e interacción


Tres componentes principales definen el discurso, dos ya los hemos
analizado: el significado y la forma. El tercero hace referencia a la
dimensión social: la acción y la interacción. Los discursos se llevan a cabo
en situaciones específicas para conseguir actos de habla determinados:
aserción, cuestión, acusación, promesa, amenaza, etc. Debemos
preguntarnos si estos actos de habla difieren en función del interlocutor o
del grupo social. La respuesta es: mínimamente. Excepto en algunos actos
institucionales, como en las bodas o los bautizos, todo el mundo puede usar
los mismos actos de habla. Los miembros de grupos dominantes cuando se
dirigen a quienes oprimen tienden a las órdenes y a las amenazas, dadas las
condiciones sociales de estos actos discursivos. Sin embargo, este hecho
presupondría que los miembros de los grupos dominados no usan órdenes y
amenazas, hecho que es claramente muy poco plausible.

56
En un sentido más amplio de la acción social (las acciones no se
llevan a cabo a través del lenguaje, pero que podrían) existen muchos actos
que forman parte de la definición de dominio: la discriminación,
derogación, marginación, etc. Se asocian al poder y a los grupos de poder
de la sociedad y por lo tanto indirectamente a la ideología de los grupos
dominantes. Debemos destacar que, igual que el significado se relaciona
más directamente con las ideologías, el "contenido" de estos actos está
relacionado con el poder, el dominio y las ideologías: todos los actos que
hemos tratado, son un tipo de abuso de poder. La estructura formal de los
actos de habla y de otros actos sociales no debe realizarse mediante un
discurso que esté relacionado con una ideología.

Hablemos ahora de la interacción en la conversación. Debemos


preguntarnos si el turno de palabra, las pausas, interrupciones, auto-
presentaciones, el cierre de una conversación, reír etc., son actos de un
grupo ideológico en concreto. En general no parece probable. Se trata de
recursos de la interacción disponibles para toda la comunidad y que los
niños aprenden antes de afiliarse a grupo ideológico. Por otro lado, en
algunos contextos los miembros de grupos (ideológicos) usan unos actos en
concreto más que otros, por ejemplo cuando tienen el poder de hacerlo (nos
referimos al ejemplo del parlamento francés mencionado anteriormente).
Es decir, no hace falta que las diferencias (sólo) se basen en la ideología,
dependen de quién tiene el poder o la mayoría.

Sucede lo mismo en las acciones del nivel macro que se llevan a


cabo mediante el discurso, como la educación, la legislación o el gobierno
de un país. Todas ellas están impregnadas de una ideología pero en relación
con el "contenido" y no por el hecho de ser acciones macro: tanto un
gobierno conservador como uno socialista "gobiernan" por definición un
estado y la legislación se lleva a cabo en el Parlamento. Es decir, tanto en el
nivel micro como en el macro, los actos como hablar, debatir, discutirse o
gestionar una empresa, entre otros, se llevan a cabo gracias a unos actores
sociales que tienen una ideología. Sólo aquello que dicen, deciden, hacen o
la manera cómo hablan o gobiernan está controlada por las ideologías y
ésto lo hacen marcados por una ideología en concreto: la socialista,
conservadora, democrática, autoritaria, etc.

7. Conclusión
Empezamos este libro introductorio sobre el discurso y la ideología
con una definición multidisciplinar de ideología, según la cual las
ideologías son creencias fundamentales que forman la base de las
representaciones sociales de un grupo. Se representan en la memoria social

57
como "esquemas del grupo" que definen su identidad. Las proposiciones
fundamentales que completan este esquema dirigen la adquisición del
conocimiento y las actitudes del grupo y por lo tanto indirectamente, los
modelos personales que los miembros del grupo forman de los
acontecimientos sociales. Estos modelos mentales son representaciones que
determinan las prácticas sociales de control, incluyendo la producción y
composición del discurso.

De esta manera tan teóricamente complicada relacionamos las


ideologías, como formas de cognición social, con las prácticas sociales y el
discurso en el nivel micro de las situaciones sociales y las interacciones,
por un lado y con los grupos, las relaciones de los grupos, las instituciones,
las organizaciones, los movimientos, el poder y el dominio, por otro.

Sin embargo, debemos tener en cuenta que se trata de una imagen


muy general de la naturaleza y del rol de la ideología en la mente, el
discurso y la sociedad. Muchas dimensiones de la teoría de la ideología
todavía no han sido exploradas. Por ejemplo, sólo disponemos de ideas
difusas sobre la organización interna de las ideologías o del control que
ejercen sobre el desarrollo de otras representaciones compartidas
socialmente por un grupo. De hecho, ni tan sólo sabemos cómo se
representa el "contenido" de las ideologías, aunque provisionalmente
adoptamos la representación clásica de las proposiciones. Asumimos que
las normas y los valores básicos están relacionados con la formación de las
ideologías, pero no sabemos exactamente cómo sucede. Una suposición
básica es que las ideologías se definen alrededor de los grupos sociales y no
de los individuos o entorno colectivos de gente de manera arbitraria, pero
las condiciones sociales que ha de satisfacer un grupo para desarrollar una
ideología no se conocen con exactitud. Así pues, el hecho mismo de que un
colectivo tenga una ideología y otras representaciones sociales compartidas
definirá con precisión la identidad que las convierte en un grupo social. Es
decir, como en el caso de las teorías complejas, probablemente hemos
generado más cuestiones que respuestas, pero debemos recordar que los
avances de la psicología y de la sociología pueden cambiar
considerablemente nuestro marco de referencia.

En esta teoría de la ideología todavía especulativa y multidisciplinar


hemos examinado cómo se expresan los discursos, cómo se confirman y
cómo los influencian las ideologías. Hemos visto que tanto en la
producción como en la composición del discurso, las ideologías operan
indirectamente, primero a través de las actitudes y del conocimiento del
grupo ante dominios sociales especiales (como la política, la educación o el
mercado laboral) y después en el nivel de los discursos individuales de los

58
miembros del grupo, a través de modelos mentales de los acontecimientos
sociales y de las situaciones sociales. Estas representaciones personales de
los acontecimientos finalmente interaccionan (posiblemente también
prestan a equívoco ideológicamente) con los modelos contextuales que los
participantes construyen dinámicamente de una situación comunicativa.
Entonces ambos modelos dan lugar a la producción del lenguaje
ideológico.

Finalmente, hemos examinado cómo estas representaciones


subyacentes compartidas socialmente juntamente con los modelos
personales modifican las estructuras del discurso. Este hecho resulta muy
evidente en el nivel del contenido o del significado del discurso, es decir,
en aquello que la gente dice: los temas que escogen o evitan, los tópicos
estándar de la argumentación, la coherencia local del lenguaje, la
información que se expresa de manera implícita o explícita, los significados
que se avanzan o que se dan por supuestos, los detalles específicos o no,
etc. y así respecto a un gran número de otras propiedades semánticas del
discurso.

El principio ideológico general basado en el grupo que hemos


considerado operativo es que la información favorable o referente al propio
grupo (o desfavorable a los que no forman parte del grupo) tiende a ser
tópica, importante y explícita. La información que nos describe
negativamente (o a los demás de manera positiva) tiende a quedar
implícita, no topicalizada, escondida, difusa y poco detallada.

El mismo principio general explica cómo intervienen los otros


niveles formales del discurso en la expresión o más bien en el hecho de
"marcar" las ideologías, mediante procesos para poner o quitar énfasis en
los significados ideológicos. La entonación y la acentuación de las palabras
y las frases destaca más o menos ciertos significados; también lo hacen las
estructuras visuales como el formato de página, la fuente de letra, el color,
las fotografías o las imágenes. Las estructuras sintácticas por definición
marcan el orden y la jerarquía de las palabras, frases y oraciones y por lo
tanto -donde lo permita la variación opcional- ponen o quitan énfasis de los
significados, como la responsabilidad y la agencia de las acciones
específicas. Afirmaciones similares son válidas para las estructuras
esquemáticas globales, como los formatos generales de las conversaciones,
historias, noticiarios o artículos de divulgación, las categorías
convencionales de los cuales se pueden desarrollar de forma que pongan o
quiten énfasis de los significados ideológicos que organizan (orden o
jerarquía).

59
Finalmente, en el nivel que define el discurso a partir de las
estructuras de los actos de habla locales y globales, como las secuencias de
turno de palabra y las interrupciones, los falsos inicios y las reparaciones,
el acuerdo y el desacuerdo, la explicación de historias y la argumentación y
en resumen la acción y la interacción, las ideologías también operan en el
nivel del "significado", es decir, de aquello que se hace. Las formas
abstractas de habla, debate e interacción suelen ser bastante generales e
independientes de una ideología, pero aquello que se hace y cómo se hace
depende de la pertinencia al grupo y de la ideología.

En último lugar, debemos tener en cuenta que los lazos entre el


discurso y la ideología son mutuos. Las ideologías no sólo influencian lo
que decimos y cómo lo decimos, también sucede lo contrario: adquirimos y
modificamos las ideologías al leer y escuchar grandes volúmenes de
información oral y escrita. Las ideologías no son innatas, se aprenden y el
contenido y la forma de este discurso puede formar, con más o menos
probabilidad, modelos mentales de representaciones sociales e ideologías.
De hecho, en discursos específicos (como los catecismos y la propaganda)
aprendemos de una forma más directa ciertas proposiciones ideológicas
fundamentales. La función social de las ideologías es controlar y coordinar
las prácticas sociales de un grupo o las que se establecen entre grupos.

El discurso es la práctica social más importante, la única que se


expresa directamente y que por lo tanto tiene la capacidad de divulgar las
ideologías. Una teoría de ideología sin una teoría del discurso es por lo
tanto incompleta. Por otro lado, para entender el papel del discurso en la
sociedad, también debe conocerse su rol fundamental en la reproducción de
las representaciones sociales en general y de las ideologías en concreto.

60
Ejemplos

Ahora que ya hemos tratado los aspectos teóricos de las relaciones entre el discurso y la
ideología, debemos centrarnos en los ejemplos. Proceden de un debate del parlamento
británico (Cámara de los Comunes) realizado el 5 de marzo de 1997.

El debate trata de las ayudas a unas categorías específicas de inmigrantes. Precede a este
debate otro debate sobre la situación de algunos distritos de Londres (como Westminster) que
tendrán de pagar los costes extra de la acogida de estos refugiados beneficiarios de las
ayudas. El debate es muy interesante porque muestra varias posturas ideológicas y políticas de
los parlamentarios conservadores y de los laboristas (entonces los laboristas estaban en la
oposición). Por un lado aparece una actitud en contra de los inmigrantes, que asociamos con
una forma de racismo político y por otro, las ideologías humanitarias, antirracistas que
controlan actitudes más moderadas sobre la inmigración.

Para que los ejemplos sean el máximo de prácticos y para la referencia posterior (para facilitar
la búsqueda de las propiedades del discurso por el nombre), no las hemos ordenado en
niveles, como hemos hecho con las estructuras tratadas hasta ahora, sino alfabéticamente. Es
decir, a partir del nombre de la categoría estructural relevante, ya que algunas categorías
pertenecen a varios niveles de análisis. Primero hemos clasificado cada categoría en uno o
más niveles de análisis, hemos resumido la definición (cuando convenía repitiendo parte de la
teoría ya explicada para que no sea necesario volver a la teoría continuamente), hemos
indicado las funciones ideológicas que tiene y hemos puesto ejemplos.

Ya que los ejemplos provienen de un único debate, no hemos podido ilustrar todas las
categorías -de todas formas, para que esta sección sea completa las hemos tratado
igualmente, aunque sea sin poner ejemplos y hemos resumido algunos ejemplos en la
descripción de la categoría aunque no los hayamos mencionado directamente. En la
descripción de una categoría a veces nos referimos a otras categorías, en este caso aparecen
en mayúsculas para que reconozcáis que dicha categoría está definida en otro punto de la lista.

Además de la lista de categorías analíticas ordenada alfabéticamente que nos servirá para
ilustrar las propiedades ideológicas de las estructuras del discurso, esta sección también puede
considerarse como un breve resumen de las propiedades del discurso político (especialmente
parlamentario) y retórico.

Las ideologías generalmente se traducen en opiniones sociales más específicas y en el


discurso de un dominio social específico, como la política, los medios de comunicación, los
negocios, la educación, la investigación o la ley. En nuestros ejemplos las ideologías racistas y
las no-racistas se articulan en el importantísimo dominio político -importantísimo porque es
donde se decide quién podrá (legalmente) entrar o no en el país.

Los nombres de los interlocutores de los ejemplos van seguidos de la letra C en el caso de los
conservadores y de L en el de los laboristas. Muchas citas provienen del largo discurso del Sra.
Gorman (conservadora) que tomó la iniciativa del debate. Su discurso populista se centra en el
pobre ciudadano británico, el "contribuyente" víctima de los refugiados extranjeros a quien
describe con términos negativos. De hecho, como veremos en muchas de sus intervenciones y
las de otros conservadores, la estrategia general del discurso se basa en la ideología racista de
presentación positiva de uno mismo y la presentación negativa de los otros, donde nosotros
(los blancos originarios), somos los británicos y ellos los inmigrantes, los refugiados, las
minorías y por extensión, también los que los defienden (en este caso los laboristas y en
concreto la "Loca Izquierda" (the Loony Left).

61
Lista alfabética de las categorías del análisis ideológico

Autoridad (Authority), (Argumentación). Con frecuencia los interlocutores de una discusión,


también en el parlamento, recurren a la falacia de hacer referencia a autoridades,
organizaciones o personas al margen de la política –personalidades reconocidas como
expertos o líderes morales - para que apoyen su argumento. Las organizaciones
internacionales (como las Naciones Unidas o Amnistía), los investigadores, la iglesia o los
tribunales con frecuencia tienen este papel. La Sra. Gorman da las gracias a un colega (un
"amigo honorable") porque le brinda su apoyo y añade: "Es una gran autoridad en el tema". En
el caso de una mujer que se ha quedado ilegalmente en el país se refiere al Daily News, hecho
que demuestra que la autoridad con frecuencia se relaciona con el valor semántico de la
Evidencialidad y por lo tanto con la Objetividad y la Confianza en la argumentación. El Sr.
Corbyn (L) ataca a la Sra. Gorman, cuando ésta afirma que los países de Europa del Este
ahora son democráticos y por lo tanto seguros, y él le pregunta irónicamente si no ha leído los
informes de Amnistía y Hlosinki Watch. Igualmente, se refiere a las "Iglesias de Europa" que
han centrado la atención en cómo se explota los solicitantes de asilo. Justamente como la
estrategia general de los laboristas es atacar el punto de vista de los conservadores sobre la
inmigración desde el punto de vista moral, forma parte del discurso progresista recurrir al apoyo
de autoridades moralmente superiores.

Carga (Burden), (Tópico). La argumentación contra la inmigración generalmente se basa en


varios puntos estándar o tópicos que representan a las premisas que se dan por supuestas,
que se consideran evidentes y motivo suficiente para aceptar la conclusión. En este debate,
que se centra en los beneficiarios del asilo y en las instituciones locales que los deberán pagar,
el tópico principal es la carga económica: no podemos financiar estas ayudas y los costes que
comporta la entrada de los inmigrantes. Es decir, las ideologías en contra de los inmigrantes se
expresan en el discurso poniendo énfasis en el hecho que los otros son una carga
(económica) para nosotros :

*
( 2 ) (...) an all-party document that pointed out that it was costing about £200 million a
year for those people (Gorman, C).

(...) un documento de todos los partidos señala que estas personas cuestan
aproximadamente 200 millones de libras al año (Gorman, C).

( 3 ) It is wrong that ratepayers in the London area should bear an undue proportion of
the burden of expenditure that those people are causing (Gorman, C).

No está bien que los contribuyentes del área de Londres deban cargar con una
parte excesiva del gasto que generan estas personas (Gorman, C).

( 4 )The problem of supporting them has landed largely on the inner London boroughs,
where most of those people migrate as there is more to do in central London (Gorman,
C).

El problema de mantenerlos ha surgido mayoritariamente en los distritos


centrales de Londres, donde emigra la mayor parte de esta gente ya que hay
más posibilidades en el centro de Londres (Gorman, C).

La carga no sólo se compone del elemento económico, también incluye el social, como
muestran los ejemplos siguientes, aunque siempre se mantiene la implicación financiera:

( 5 ) There are also about 2,000 families, with young children who must be supported
(Gorman, C)
También hay unas 2.000 familias, con niños pequeños que debemos mantener
(Gorman, C).

*
En esta versión preliminar los enlaces al texto original en inglés (ver abajo) NO funcionan.

62
( 6 ) Presumably, if those people are here for long enough under such terms, they will
have to be provided with clothing, shoe leather and who knows what else (Gorman, C)

Aparentemente, si esta gente se queda suficiente tiempo en estas condiciones,


habrá que proporcionarles ropa, calzado y quién sabe cuántas cosas más
(Gorman, C).

Es importante destacar que la carga es una postura del discurso en contra de la inmigración
muy "segura", ya que implica que no rechazamos a los inmigrantes por lo que son (color,
cultura u origen), ni por mala voluntad o por otros prejuicios, sino porque no podemos. Por lo
tanto, no nos ha de sorprender que sea un discurso político ampliamente usado en la UE
contra la inmigración y no sólo por parte de la derecha.

Categorización (Categorization),(Significado). Por lo que ya sabemos de la psicología social,


la gente tiende a categorizar a las personas igual que lo hacen los parlamentarios del debate
especialmente cuando se hace referencia a los Otros (emigrantes, refugiados, etc.). En cuanto
se han diferenciado y categorizado los grupos (con variables léxicas, consultar más adelante),
se les atribuye características positivas o negativas (consultar más adelante). En este debate la
más frecuente es la (sub)categorización de quienes solicitan el asilo en refugiados políticos
"auténticos", y refugiados políticos "falsos". Una categoría formulada así:

( 7 ) There are, of course, asylum seekers and asylum seekers (Gorman, C).

Por supuesto hay refugiados y refugiados (Gorman, C).

( 8 ) I entirely support the policy of the Gobiernoment to help genuine asylum seekers
(Gorman, C).

Yo apoyo totalmente la política del Gobierno de ayudar a los refugiados


auténticos (Gorman, C).

( 9 ) ... those people, many of whom could reasonably be called economic migrants and
some of whom are just benefit seekers on holiday, to remain in Britain (Gorman, C)

... estas personas, la mayoría de las cuales podemos llamar con razón
emigrantes económicos, y algunos de los cuales no son más que buscadores
de ayudas sociales de vacaciones que buscan quedarse en Gran Bretaña
(Gorman, C).

( 10 ) The Gobiernoment's reasoning was the same then as it is now: they still talk
about economic migrants and benefit scroungers (Gerrard, L).

El razonamiento del Gobierno entonces fue el mismo que ahora: todavía


hablan de emigrantes económicos y de gorrones de ayudas sociales (Gerrard,
L).

( 11 ) But the escalating number of economic and bogus asylum seekers who have
come here, not because of persecution but because of the economic situation in this
country and the benefits it affords them, has caused great concern (Burns, C)

El incremento en el número de refugiados económicos y fraudulentos que han


llegado a este país, no a causa de la persecución, sino a causa de la situación
económica de nuestro país y de las ayudas que se les proporciona, ha
causado una gran preocupación (Burns, C).

Comparación (Comparison),(Significado, argumentación). A diferencia de los símiles


retóricos, las comparaciones como las entendemos aquí tienen lugar cuando se habla de los

63
refugiados o de las minorías y los interlocutores comparan a los miembros de dentro con los de
fuera del grupo. En el discurso racista, estas comparaciones implican la finalidad negativa de
quienes están fuera del grupo en la comparación, como en el argumento cotidiano: "Si vamos
al extranjero, aprenderemos otro idioma" en un argumento en el que se acusa a los
"extranjeros" de no querer aprender "nuestro" idioma. En el discurso antirracista sobre los
refugiados, las comparaciones favorecen a los excluidos, por ejemplo cuando se afirma que
comparadas con "nuestras" experiencias cotidianas, las de los refugiados son mucho peores.
Igualmente, en el discurso antirracista "nuestro" país quizás se compara de manera negativa (a
diferencia de la hospitalidad en los países de origen de los refugiados). Otra postura
comparativa muy conocida es la de los inmigrantes actuales (refugiados, políticos
antiimmigrantes) con situaciones parecidas del pasado. El rechazo a aceptar refugiados se
compara con el caso de los judíos en la Segunda Guerra Mundial. Ofrecemos otro ejemplo de
comparación que explica por qué no todos los refugiados hablan de sus experiencias al llegar
al Reino Unido:

( 12 ) Many soldiers who were tortured during the second world war found it difficult to
talk about their experiences for years. That is no different from the position of people
who have been tortured in Iran, Iraq, west Africa or anywhere else. The issue is not
simple. They feel a sense of failure, a sense of humiliation and a sense of defeat.
(Corbyn, L).

A muchos soldados que fueron torturados durante la Segunda Guerra Mundial


les resultó difícil hablar de sus experiencias durante años. No es diferente la
situación de la gente que ha sido torturada en Irán, Irak, África occidental y
otros lugares. El tema no es sencillo. Experimentan un sentimiento de fracaso,
de humillación y de derrota (Corbyn, L).

Consenso (Consensus), (Estrategia política). Una de las estrategias políticas que


generalmente se usan en los debates sobre temas de "importancia nacional" -y la inmigración
entra en este grupo- es la demostración, afirmación o deseo de "consenso". Lo cual quiere
decir que las ideologías racistas con frecuencia se combinan con las nacionalistas, en las que
la unidad y los intereses de la nación se sitúan por delante de las divisiones políticas internas
entre nosotros. Es decir, la unificación de los miembros del grupo, la cohesión y solidaridad
(nosotroslos ingleses) contra ellos. Al enfrentarse a la "amenaza" de la inmigración, el país
debería "unirse" y las decisiones y la legislación no deberían defenderse desde bandos
diferentes como en el Reino Unido y los EE.UU. Este razonamiento es muy típico en los
argumentos que intentan ganar a la oposición. En este caso implica persuadir a la oposición
(los laboristas) de que las políticas de inmigración anteriores se desarrollaron conjuntamente y
que la oposición presente a la nueva legislación representa un obstáculo y una ruptura
respecto al consenso político anterior, por ejemplo sobre la inmigración ilegal:

( 13 ) The Goverrnent, with cross-party backing, decided to do something about the


matter (Gorman, C).

El Gobierno, con el apoyo de otros partidos decidió hacer algo al respecto


(Gorman, C).

Contraposiciones (Counterfactuals), (Significado, argumentación). "Qué pasaría si..." es la


fórmula estándar cuando se rebate una cuestión. En la argumentación juega un papel muy
importante, porque permite demostrar consecuencias absurdas cuando se está considerando
una alternativa o la fuerza de una historia sobre los refugiados y sus experiencias si nosotros
estuviésemos en la misma situación. Como advertencia o consejo, la contraposición es
relevante en el debate político en el Parlamento para demostrar qué pasaría si no tomaramos
medidas o formularamos políticas o una ley en concreto. En nuestro debate, las
contraposiciones de argumentos tienen lugar desde la izquierda y apoyan el punto de vista de
que la ley inmigratoria debería de ser más flexible. A continuación ponemos otros ejemplos que
demuestran el papel argumentativo de las contraposiciones, por ejemplo, omitiendo la empatía
cuando la gente debe ponerse en el lugar de otro. Son ejemplos claros de la ideología
humanitaria:

64
( 14 ) I suggest that he start to think more seriously about human rights issues.
Suppose he had to flee this country because an oppressive regime had taken over.
Where would he go? Presumably he would not want help from anyone else, because he
does not believe that help should be given to anyone else (Corbyn, L).

Sugiero que empiece a pensar con más seriedad en los derechos humanos.
Suponga que debe dejar su país porque un régimen opresor ha tomado el
poder. ¿Dónde iría? Seguramente no querría la ayuda de los demás, porque
no cree que se deba ayudar a nadie (Corbyn, L).

( 15 ) If that happened in another country under a regime of which we disapproved, the


British Gobiernoment would say that it was a terrible indictment on the human rights
record of that regime that prisoners were forced to undertake a hunger strike to draw
attention to their situation (Corbyn, L).

Si esto sucediese en otro país bajo un régimen que desaprobamos, el gobierno


británico diría que se trataba de un grave ataque a los derechos humanos de
parte de un régimen, que fuerza a los prisioneros a hacer huelga de hambre
para llamar la atención respecto a su situación (Corbyn, L).

( 16 ) Even if we accepted the Government's view--which I do not-- that only a tiny


proportion of people who claim asylum are genuine refugees, we cannot defend a policy
that leaves genuine refugees destitute (Gerrard, L).

Incluso si aceptamos el punto de vista del gobierno -cosa que yo no hago- que
sólo una pequeña parte de las personas que piden asilo son refugiados de
verdad, no podemos defender una política que deja indefensos a los refugiados
auténticos (Gerrard, L).

Descripción de los actores (Actors description), (Significado). Cualquier discurso sobre


personas o acciones tiene que ver con varios tipos de descripción de los actores. Se presenta a
los actores como a miembros de grupos o como individuos, por el nombre o por el apellido, por
su función, específica o general, en función de sus acciones o atributos (alegados), por la
posición o la relación que tienen respecto a otras personas, etc. Puesto que este debate es
sobre aquellos que piden asilo, también forman parte del ejemplo. La estrategia ideológica
general es nuestra presentación positiva y la presentación negativa de los otros. Las
descripciones de los demás pueden ser abiertamente racistas o esconder sutilmente opiniones
negativas sobre los refugiados. En el discurso antirracista lo opuesto también es válido y
describe a quienes buscan asilo como víctimas de regímenes opresores en el extranjero o
víctimas de la policía, los funcionarios de inmigración y en general, del prejuicio y la
discriminación. A parte de esta caracterización de ellos, la polarización: dentro del grupo -
fuera del grupo invierte este rol de los miembros del grupo cuando los conservadores describen
a "nuestra gente" también como víctimas (ver victimismo). Es decir, las descripciones nunca
son neutrales, tienen funciones argumentativas, retóricas y semánticas en la expresión de
opiniones y puntos de vista sobre la (il)legitimidad de la inmigración. Del gran número de
descripciones de actores en el debate, hemos escogido una en que nuestra presentación
positiva y la presentación negativa de los otros se combinan para poner énfasis en el contraste:

( 1 ) In one case, a man from Romania, who came over here on a coach tour for a
football match--if the hon. Member for Perth and Kinross (Ms Cunningham) would listen
she would hear practical examples--decided that he did not want to go back, declared
himself an asylum seeker and is still here four years later. He has never done a stroke
of work in his life. Why should someone who is elderly and who is scraping along on
their basic income have to support people in those circumstances? (Gorman, C).

En un caso, un hombre de Rumania, que vino en autocar para un partido de


fútbol, -si el hon. Miembro de Perth y Kinross (Sra. Cunningham) escuchase,
sentiría ejemplos prácticos- decidió que no quería volver, solicitó asilo y cuatro
años después todavía está aquí. No ha trabajado en su vida. ¿Por qué tiene

65
que mantener a gente en esta situación alguien que ya es mayor y que
sobrevive gracias a una pensión mínima? (Gorman, C).

Descripción de la situación (Situation description), (Significado). Los debates sobre los


refugiados no se limitan a describir la relación entre ellos y nosotros . También deben
describir las acciones, las experiencias y otras situaciones. De hecho, las "definiciones de la
situación" son cruciales cuando se expresa una idea porque la manera de describirlas sugiere
ciertas implicaciones sobre las causas, los motivos, las consecuencias y las evaluaciones. En
este debate y en otros parecidos sobre la inmigración, aparecen muchas formas de descripción
de las situaciones, por ejemplo las viñetas narrativas negativas o las generalizaciones sobre
todo lo que los refugiados deben "pasar". Os proponemos dos ejemplos característicos:

( 64 ) Let us return to the issues facing people fleeing areas of oppression. Currently if
they arrive here, seek asylum and are refused, they have lost all access to benefits.
They then have to undergo an appeal process, which can take a very long time. During
the appeal process, what on earth are they supposed to do unless they are declared
destitute and consequently supported by a local authority? (Corbyn, L).

Volvamos a los problemas con los que se tiene que enfrentar la gente que
huye de las áreas de opresión. Actualmente, si llegan aquí, solicitan asilo y se
les deniega, han perdido todo acceso a las ayudas. Entonces deben pasar por
un proceso de apelación que puede ser muy largo. Durante este proceso, ¿qué
se espera que hagan a menos que se les considere sin recursos y, por lo tanto,
alguna autoridad asuma su manutención? (Corbyn, L).

( 65 ) Those people came to this country and applied for asylum. Their applications
were refused, and they appealed. They are now living a life of virtual destitution, while
the Hombre Office ponders on what to do for them. Those people stood up for their
communities against an oppressive regime (Corbyn, L).

Estas personas vinieron al país y solicitaron asilo. Se rechazaron sus


solicitudes y ellos apelaron. Ahora viven sin recursos mientras el Ministerio del
Interior decide qué puede hacer por ellos. Estas personas defendieron a sus
comunidades de un régimen opresor (Corbyn, L).

Distanciamiento (Distancing), (Significado, léxico). Una de las formas de polarización


nosotros-ellos se expresa en el habla mediante palabras que implican distancia entre los
interlocutores de dentro y de fuera del grupo. Este aspecto sociocognitivo aparece en el uso de
los pronombres demostrativos, en lugar de referirnos o describir directamente a los otros. En
este debate los conservadores se refieren a los refugiados como "esta gente".

Dramatitzación (Dramatization), (Retórica). Juntamente con las hipérboles, la dramatización


es una forma frecuente de exagerar los hechos a favor de uno mismo. Las posiciones en los
debates sobre la inmigración tienden a representar la llegada de unos cuantos miles de
refugiados como una catástrofe nacional de la cual somos víctimas (ver victimismo). La Sra.
Gorman afirma que se siente "muy preocupada" por la intención laborista de modificar la ley
actual y valora este hecho como "extremadamente irresponsable".

Empatía (Empathy), (Significado). En función de su perspectiva ideológica, los


parlamentarios mostrarán compasión o empatía ante las demandas de los refugiados o los
miembros del grupo (el pobre contribuyente). En las negaciones (ver negaciones), la expresión
de la empatía es estratégica y ayuda a definir la respuesta imprevista del público ante el
interlocutor ("entiendo que los refugiados han tenido muchos problemas, pero..."). En este
caso, la naturaleza aparente de la empatía se hace evidente por el hecho que la parte del
discurso que sigue al "pero" no muestra ningún tipo de empatía, más bien lo contrario. La
empatía en este caso se dirige a los miembros del grupo, representados como víctimas (ver
victimismo). En los puntos de vista antirracistas y proinmigración, la empatía es más auténtica,
especialmente porque se ha demostrado muchas veces que las experiencias de los refugiados
políticos son horribles. En el mismo discurso, encontramos acusaciones de falta de empatía de

66
parte del Gobierno respecto a los refugiados. Tanto la empatía por los miembros de dentro o
como por los de fuera del grupo puede generalizarse o aparecer en un ejemplo. Os
proponemos uno de las dos formas de empatía, el segundo también ilustra una forma de
comparación entre el grupo de dentro y el de fuera:

( 21 ) Many of those people live in old-style housing association Peabody flats. They are
on modest incomes. Many of them are elderly, managing on their state pnosion and
perhaps also a little pension from their work. They pay their full rent and for all their own
expenses (Gorman, C).

Muchas de estas personas viven en pisos Peabody de la asociación de


viviendas antiguas. Disponen de unos ingresos muy modestos. Muchos son
mayores y sobreviven con la pensión del estado y quizás alguna otra pequeña
pensión del trabajo. Pagan el alquiler completo y sus propios gastos (Gorman,
C).

( 22 ) So far as I am aware, no hon. Member has been woken up by the police at 4 am,
taken into custody with no rights of access to a judicial system, and, with his or her
family, forced to flee into exile for their own safety. It is not an experience that most
British people have had, and we should think very carefully about what a mayor step it
would be to undertake such a journey (Corbyn, L).

Por lo que yo sé, la policía no ha despertado nunca a ningún hon. Miembro a


las 4 de la mañana, que ha sido custodiado sin ningún tipo de derecho de
acceso al sistema judicial y forzado al exilio con su familia por su propia
seguridad. No es una experiencia por la cual hayan pasado muchos
ciudadanos británicos y deberíamos pensar con detenimiento la decisión que
supone emprender un viaje de este tipo (Corbyn, L).

Eufemismo (Euphemism), (Retórica; significado). La figura retórica del eufemismo supone


una opción semántica de mitigación y tiene un papel muy importante en lo que se dice de los
inmigrantes. En el marco de referencia más amplio de la estrategia de presentación de
nuestros aspectos positivos y su paralelo, evitar formar impresiones negativas sobre los
inmigrantes, generalmente se mitiga. Sucede lo mismo con los actos negativos del propio
grupo. El racismo o la discriminación se reducen a "resentimiento". El Sr. Nicholson, (C) usa
este término en nuestro debate, se trata del "trato desigual". La Sra. Gorman en este debate
utiliza la palabra "desanimar" ("desanimar al número creciente de personas de fuera...") al
referirse a las severas políticas inmigratorias del gobierno, por lo tanto suaviza las acciones del
gobierno conservador que ella defiende. Igualmente, la oposición laborista (Corbyn) opina que
la condena del gobierno de los regímenes opresores es "muy silenciosa" en lugar de mostrar
una actitud más crítica. Evidentemente, la mitigación del uso de los eufemismos se explica
tanto en términos ideológicos (protección del grupo de dentro) como en términos contextuales,
por ejemplo, como parte de las normas de educación u otras normas de interacción típicas de
los debates parlamentarios.

Evidencialidad (Evidentiality), (Significado, argumentación). Las afirmaciones de las


discusiones son más plausibles cuando los interlocutores presentan pruebas de lo que opinan:
referencias a la autoridad de algunos individuos o instituciones (ver más arriba) u otras formas
de Evidencia; es decir, de dónde o cómo van obtener la información: de un diario, de personas
de confianza o de haberlo visto en persona. Especialmente en los debates sobre la
inmigración, en que las creencias negativas sobre los inmigrantes se consideran engañosas,
las evidencias son importantes para aportar objetividad, confianza y credibilidad. En las
historias que pretendían provocar empatía, las mismas víctimas han de proporcionar estas
pruebas. Cuando nos referimos a las fuentes, aparece el lazo entre la evidencia y la
intertextualidad. Veamos algunos ejemplos:

( 23 ) According to the magistrates court yesterday, she has cost the British taxpayer
£40,000. She was arrested, of course, for stealing (Gorman).

67
Según anunció ayer el juzgado de paz, esta mujer le ha costado 40.000 libras
al contribuyente británico. La arrestaron, por supuesto, por robo (Gorman).

( 24 ) This morning, I was reading a letter from a constituent of mine (..) (Gorman).

Esta mañana he leído una carta de un miembro de mi demarcación


(...)(Gorman).

( 25 ) The people who I met told me, chapter and verse, of how they had been treated
by the regime in Iran (Corbyn, L).

La gente con quien me reuní me explicó, con pelos y señales cómo los había
tratado el régimen iraní (Corbyn, L).

Ejemplo, Ilustración (Example, illustration), (Argumentación). En la argumentación es


importante poner ejemplos concretos, en forma de viñeta o historieta, que ilustren y hagan más
plausible la cuestión más general que defiende al interlocutor. Más que "verdades" generales,
los ejemplos concretos deben poderse imaginar fácilmente (como modelos de hechos
episódicos) y recordarse mejor, pero también exigen algún tipo de demostración empírica (ver
evidencialidad ). En la retórica, los ejemplos concretos también hacen que los discursos sean
más "vivos", y cuando se basan en las experiencias directas (historias de los electores de los
parlamentarios) implican los valores democráticos de un interlocutor que toma el rol de
representar a la gente con seriedad. Forman parte de las estrategias populistas. En el discurso
antirracista, los ejemplos de las terribles experiencias de los refugiados tienen un papel muy
importante, mientras que en el discurso conservador, los ejemplos concretos contribuyen a la
presentación negativa de los otros. Debemos señalar que los ejemplos concretos también
implican que el caso del que hablamos es típico y por lo tanto puede generalizarse.

En resumen, aportar ejemplos tiene muchas funciones: cognitiva, semántica, argumentativa y


política en los debates sobre la inmigración. Estos dos fragmentos ilustran cómo explican las
historias los conservadores y cómo lo hacen los laboristas respectivamente:

( 26 ) The Daily Mail today reports the case of a woman from Russia who has managed
to stay in Britain for five years. According to the magistrates court yesterday, she has
cost the British taxpayer £40,000. She was arrested, of course, for stealing (Gorman,
C).

Hoy el Daily Mail explica el caso de una mujer rusa que ha conseguido
quedarse en Gran Bretaña durante 5 años. Según anunció ayer el juzgado de
paz, esta mujer le ha costado 40.000 libras al contribuyente británico. La
arrestaron, por supuesto, por robo (Gorman, C).

( 27 ) The people who y met told me, chapter and verse, of how they had been treated
by the regime in Iran--of how they had been summarily imprisoned, with no access to
the courts; of how their families had been beaten up and abused while in prison; and of
how the regime murdered one man's fiancee in front of him because he would not talk
about the secret activities that he was supposed to be involved in (Corbyn, L).

Las personas con quien me he reunido, me han explicado con pelos y señales
como les trató el régimen iraní -como les habían encarcelado sumariamente,
sin poder acceder a un tribunal; como les habían pegado y abusado de sus
familias mientras estuvieron en la cárcel y como el régimen había asesinado a
la prometida de un hombre delante de Ellos porque no había querido hablar de
las actividades en las que se suponía que participaba (Corbyn, L).

Explicación (Explanation), (Significado, argumentación). Una característica del discurso


antirracista es la explicación (empática) de los actos, posiblemente ilegales, de quienes
solicitan el asilo o de otros inmigrantes. La psicología social habla de "la atribución última del

68
error", cuando los actos negativos de los miembros del grupo se explican directamente,
mientras que los actos negativos de fuera del grupo se explican a partir de las propiedades
inherentes de sus actores (por ejemplo, porque son delincuentes y no puede confiarse en
ellos). Lo contrario es válido en el discurso antirracista, que se centra en las terribles
circunstancias del exilio que ha provocado a menudo -porque no tenían ninguna otra opción-
que los inmigrantes transgredan la ley, como en el ejemplo siguiente:

( 28 ) If one has grown up in Iraq and has always been comopletely terrified of anyone
wearing any type of uniform, it is fairly unlikely that--after managing to steal oneself out
of Iraq, possibly using false documentation, aliases, guides and other measures--one
will trust a person wearing a uniform whom one encounters when first arriving at the
airport. It is more likely that one would first get out of the airport and then think about the
next step (Corbyn, L).

Si hubiésemos crecido a Irak y hubiésemos vivido completamente


aterrorizados por unas personas que llevaban uniforme, resultaría bastante
improbable que -si consiguiésemos huir de Irak mediante documentación y
nombres falsos, guías y otras medidas- confiásemos en una persona que lleva
uniforme en cuanto llegamos al aeropuerto. Lo más probable es que lo primero
que intentaríamos hacer sería salir del aeropuerto y después ya pensaríamos
en qué debíamos hacer a continuación (Corbyn, L).

Expresión de la norma (Norm expression), (Estrategia macro semántica). El discurso


antirracista es marcadamente normativo, rechaza el racismo, la discriminación, el prejuicio y las
políticas antiinmigratorias a veces en afirmaciones normativas explícitas sobre lo que
"Nosotros" (en el parlamento, el Reino Unido o Europa, deberíamos o no hacer):

( 45 ) We should have a different attitude towards asylum seekers (Corbyn, L).

Deberíamos tener una actitud diferente respecto a los refugiados (Corbyn, L).

( 46 ) We should think a bit more seriously about how we treat those people (Corbyn,
L).

Deberíamos pensar con un poco de más seriedad cómo tratamos a estas


personas (Corbyn, L).

( 47 ) Attitudes towards asylum seekers need to be changed (Corbyn. L).

Debemos cambiar las actitudes respecto a los refugiados (Corbyn, L).

( 48 ) It is wrong to force themos into destitution or to throw themos out of the country,
often with no access to lawyers or anyone lose (Corbyn, L).

No está bien condenarlos a la pbreza, con frecuencia sin acceso a abogados ni


a nada (Corbyn, L).

( 49 ) Europe must stop its xenophobic attitude towards those who seek a place of
sahechoy here and adopt a more humane approach.

Europa debe abandonar la actitud xenófoba respecto a quienes buscan un


lugar seguro aquí y por lo tanto debe adoptar un enfoque más humano.

Falacias (Fallacies), (Argumentación). Los debates parlamentarios, como cualquier otro tipo
de disputa por puntos de vista y opiniones opuestas, están cargados de infracciones
normativas de la argumentación "correcta", es decir de falacias. Las infracciones surgen de
cualquier elemento del acto argumentativo, como la naturaleza de las premisas, las relaciones

69
entre las mismas y la conclusión, las relaciones entre los emisores y los receptores, etc.
Existen muchos tipos de falacias que no especificaremos aquí; como hemos visto
anteriormente, reclamar el apoyo del punto de vista propio al referirse a una autoridad
(incorrectamente) implica que el punto de vista propio es verdadero porque otros también lo
mantienen. Igualmente, las relaciones entre las premisas y la conclusión pueden ser erróneas
como en una falacia non-sequitur. Examinemos el ejemplo siguiente, en el que la disponibilidad
de trabajo en las ciudades parece ser una condición suficiente para que los refugiados trabajen
ilegalmente:

( 29 ) I am sure that many of them are working illegally, and of course work is readily
available in big cities (Gorman).

Estoy seguro de que muchos de Ellos trabajan ilegalmente y evidentemente, el


trabajo les espera en las grandes ciudades (Gorman).

Otra falacia bastante frecuente en estos debates es la formulación de casos extremos. Se


juzga que se condenará una acción o política sólo porque ha sido formulada en unos términos
extremadamente exagerados. Un ejemplo típico, que se ha convertido tan convencional que es
un argumento estándar o TÓPICO es: "No podemos acogerles a todos".

( 30 ) We must also face the fact that, even in the case of brutal dictatorships such as
Iraq, we cannot take in all those who suffer (Shaw, C).

También debemos afrontar el hecho que, incluso en el caso de las dictaduras


brutales como la de Irak, no podemos acoger a todos los que sufren (Shaw, C).

Falsa ignorancia (Psudo-ignorance), (Significado, argumentación). Como en el caso de la


ambigüedad los interlocutores pueden fingir no tener un conocimiento específico y no obstante,
sugerir implícitamente que sí conocen (a través de afirmaciones que no debemos defender)
una falacia. Estas formas de conocimiento aparente aparecen en las negaciones como "No sé,
pero..." que a pesar profesar ignorancia, afirman una idea a partir del "pero"; de esta forma
también se gestiona la impresión que causamos en los demás. En los debates, estas formas de
falsa ignorancia se usan per eliminar cualquier evidencia en relación con los refugiados. En el
caso siguiente se expresa mediante una acusación irónica seguida de una pregunta retórica:

( 62 ) In addition to the breakfast that comes with the bed-and-breakfast


accomomodation, they have to be given a packed lunch, presumably in case they
decide to go shopping in the middle of the day or to do a bit of work on the black
economy-- who knows? (Gorman, C).

Además del desayuno incluido en alojamiento (media pensión), se les tiene


que dar un paquete con el almuerzo, por si acaso deciden ir de compras todo
el día y trabajar un poco en el mercado negro, ¿quién sabe? (Gorman, C).

Generalización (Generalization ), (Significado, argumentación). La mayoría de debates


incluyen formas de particularización, por ejemplo al poner ejemplos y de Generalización,
cuando se presentan hechos o acciones concretas de manera general y abstracta, para ampliar
el alcance de la afirmación. De esta manera el discurso también marca la relación cognitiva
entre un ejemplo más concreto, representado en el modelo mental y opiniones más generales,
como las actitudes sociales o las ideologías. El problema de los ejemplos, incluso en las
historias persuasivas que reclaman una respuesta, es que están abiertos a las excepciones.
Por lo tanto, es crucial que se demuestre que los ejemplos ofrecidos no pueden considerarse
en ningún momento una excepción, sino típicos y representativos, para poder generalizarse. Es
el caso de las expresiones estándar, los determinante ("la mayoría", "todos") o expresiones
temporales y de frecuencia ("siempre", "constantemente") o espaciales ("en todas partes").
Estas propiedades de las dinámicas de la singularidad y de la generalización son frecuentes en
los debates políticos, ya que políticamente es fundamental que los ejemplos negativos de la
prensa, los electores o la policía parezcan típicos y generales, para poder desarrollar políticas

70
efectivas. Sucede lo mismo en el caso opuesto, en el que se generalizan las experiencias
negativas de los inmigrantes en sus países o en los países donde emigran para corroborar el
argumento de la empatía y de las políticas que han de ayudarles. Debemos tener en cuenta,
además, que la (sobre)generalización de los actos o acontecimientos negativos es la base de
los estereotipos y del prejuicio. Evidentemente, lo contrario también es válido como parte de la
presentación positiva de uno mismo: se generalizan los actos o políticas actuales consideradas
beneficiosas en la retórica nacionalista, como algo que "Nosotros" siempre hacemos.
Centrémonos en los ejemplos siguientes:

( 31 ) Such things go on and they get up the noses of all constituents (Gorman, C).

Estos hechos continúan pasando y a los electores les hace subirse por las
paredes (Gorman, C).

( 32 ) In the United Kingdom there has been a systemic erosion of peoples' ability to
seek asylum and to have their cases properly determined (Corbyn, L).

En el Reino Unido se ha producido una erosión sistemática de la capacidad de


la gente de solicitar asilo y de conseguir que se analicen sus casos como es
debido (Corbyn, L).

( 33 ) If someone has a legitimate fear of persecution, they flee abroad and try to seek
asylum (Corbyn, L).

Si alguien tiene un temor legítimo a que le persigan, se exilia e intenta buscar


asilo (Corbyn, L).

( 34 ) I heard about many other similar cases (Corbyn, L).

He sentido muchos otros casos parecidos (Corbyn, L).

( 35 ) First, it matters crucially that this country honours, as it always has, its obligations
under the Geneva convention (Wardle, C).

Lo más importante es que este país honre, como siempre lo ha hecho, sus
obligaciones ante la Convención de Ginebra (Wardle, C).

Autoglorificación de la nación (National self-glorification), (Significado). Especialmente en


los discursos parlamentarios sobre la inmigración, la presentación positiva de uno mismo se
aplica mediante varias formas de glorificación nacional: referencias positivas al propio país, sus
principios, la historia y las tradiciones. Las ideologías racistas se combinan con las
nacionalistas como ya hemos visto anteriormente. Este tipo de retórica nacionalista no es el
mismo en todos los países. Es descarada en los Estados Unidos, muy común en Francia
(especialmente por parte de la derecha) y frecuente a Alemania. En los Países Bajos y el Reino
Unido esta glorificación nacionalista es menos explícita. Centrémonos en el siguiente ejemplo
estándar (incluso puede considerarse un tópico):

( 44 ) Britain has always honoured the Geneva convention, and has given sanctuary to
people with a well-founded fear of persecution in the country from which they are fleeing
and whose first safe country landing is in the United Kingdom (Wardle, C).

Gran Bretaña siempre ha honrado la Convención de Ginebra y ha sido un


santuario para las personas que temían, con fundamento, la persecución en el
país del cual huyen y para las cuales la primera opción de país seguro es el
Reino Unido (Wardle, C).

71
Hipérbole (Hyperbole), (Retórica). Como en el caso de la dramatización, las hipérboles son
recursos retóricos y semánticos en la elaboración de significados. En la estrategia general de la
presentación positiva de uno mismo y la negativa de los otros en los debates parlamentarios
sobre los inmigrantes, debemos esperar que las acciones o propiedades negativas atribuidas a
los Otros se expresen de manera hiperbólica (y nuestras acciones negativas en términos
rebajados) y al contrario. A veces, el uso de algunas metáforas ya implica estas hipérboles,
como observamos en el uso que hace la Sra. Gorman "de abrir las compuertas" al referirse a la
llegada de refugiados. Igualmente, para poner énfasis en el largo proceso de gestión de las
solicitudes de asilo en los juzgados, hablará de un proceso "interminable". Por otro lado, los
interlocutores laboristas ponen énfasis en la naturaleza negativa de los regímenes autoritarios,
el Sr. Corbyn los denomina "profundamente opresores"; las condiciones de los refugiados que
llegan de estos países son "repulsivas". Igualmente, en el Parlamento considera que una
pregunta de un parlamentario conservador es "completamente ridícula". Debemos tener en
cuenta, sin embargo, que en todos los recursos que analizamos la interpretación puede
depender de un punto de vista político: lo que es exagerado para un grupo, quizás es
sencillamente la verdad más objetiva y la forma "correcta" de referirse a un tema para otro
grupo.

Humanitarismo (Humanitarianism) (Tópico, macroestrategia). Mientras que la estrategia


general de la derecha es limitar la inmigración y las ayudas a los refugiados y especialmente
rechazar a los inmigrantes (fraudulentos); la estrategia general de la izquierda se resume en los
elementos generales de su ideología: el humanitarismo, es decir, la defensa de los derechos
humanos, la crítica a aquellos que los violan o no los respetan y la formulación de normas y
valores generales para un trato humano de los refugiados. Puesto que en los diferentes tipos
de argumentación ésta es una estrategia convencional y fácil de reconocer, también
categorizaremos este argumento como un tópico (igual que "la ley y el orden" lo son para la
derecha). El humanitarismo se manifiesta de muchas maneras en los debates parlamentarios,
una de ellas es formular normas, en términos de lo que "nosotros" deberíamos o no
deberíamos hacer. En segundo lugar, se recomienda explícitamente a los receptores ser más
conscientes de los derechos humanos, demostrar empatía por las demandas de los refugiados,
condenar las políticas que infringen los derechos de los refugiados, apelar a nuestra
responsabilidad moral, ser comprensivos y receptivos ante las historias de los refugiados,
denunciar el incumplimiento de los derechos humanos, alabar a los defensores de las
opiniones antirracistas y los derechos humanos, hacer referencia a autoridades, cuerpos
internacionales, acuerdos y leyes que tratan los derechos humanos, etc.

Ilegalidad (Illegality), (Argumentación). Para muchos interlocutores conservadores, la


mayoría de los refugiados son o se quedan en el país como "ilegales", incumplen la ley o no
siguen los procedimientos que corresponde. Ésto también quiere decir que los argumentos de
la ley y el orden forman parte de la estrategia de presentar a los demás de manera negativa y
en concreto, de la estrategia de criminalización, forma característica de tratar a las minorías
según los prejuicios étnicos o racistas:

( 37 ) I am sure that many of them are working illegally, and of course work is readily
available in big cities (Gorman, C).

Estoy seguro de que muchos de Ellos trabajan ilegalmente y evidentemente, el


trabajo les espera en las grandes ciudades (Gorman).

( 38 ) It is ecually important that abuse of the asylum rules by the large number of
people who make asylum applications knowing that their position as illegal immigrants
has no bearing on the Geneva convention should be debateed openly, so that it is fully
understood and tackled (Wardle, C).

Es igualmente importante debatir de forma abierta, para entenderla y tratarla


en todo su alcance, esta violación de las normas de asilo por parte del gran
número de personas que lo solicitan sabiendo que por ser inmigrantes ilegales
su caso no se contempla en la Convención de Ginebra (Wardle, C).

72
( 39 ) ....because there are many attempts at illegal immigration using asylum
techniques, fraudulent documents or other methods (Shaw, C).

... porque ha habido muchos intentos de inmigrar ilegalmente mediante


técnicas de asilo, documentos fraudulentos y otros métodos (Wardle, C).

Implicación (Implication), (Significado). Por muchos motivos "pragmáticos" (contextuales),


los interlocutores no deben decir nada de lo que saben o creen. De hecho, gran parte del
discurso queda implícita y los receptores la infieren gracias al conocimiento o actitudes
compartidas como parte de sus modelos mentales del acontecimiento o acción representados
en el discurso. Aparte de esta norma general de implicación pragmática y cognitiva (no
expliques la información que los receptores ya tienen o pueden inferir fácilmente), se dan otras
condiciones de implicación internacionales, sociopolíticas y culturales, como las que marca la
educación, las apariencias o las normas culturales de lo que se considera adecuado. En los
debates sobre la inmigración, el contenido implícito se usa como un medio de proporcionar
significados, la expresión explícita de los cuales podría interpretarse de forma equívoca o
racista. Por otro lado, la información también se deja implícita justamente porque es
inconsistente respecto a la estrategia general de la presentación positiva de uno mismo. Los
detalles negativos sobre las acciones de los miembros del grupo tienden a quedar implícitas.
Por lo tanto, cuando la Sra. Gorman afirma que muchos refugiados provienen de países del
Este que han sido liberados recientemente, implica que las personas de estos países no
pueden ser refugiados de verdad porque los países democráticos no oprimen a sus ciudadanos
(punto de vista que ataca la oposición laborista). Sucede lo mismo cuando describe a los
refugiados como "hombres físicamente competentes", lo cual implica que no necesitan nuestra
ayuda.

Interaccióny contexto(Interaction and context). Aunque la mayoría de las demás categorías


de análisis que hemos tratado están relacionadas con las propiedades estructurales del
discurso, como los niveles de significado, estilo, argumentación y retórica y generalmente
tienen que ver con la manera de hablar de los refugiados, es evidente que el debate también
es una forma de interacción entre parlamentarios, o entre los parlamentarios y los miembros
del gobierno. Gran parte de las propiedades de este debate, por lo tanto, sólo pueden
describirse y explicarse en el marco de referencia de la interacción, parte inherente del
contexto que incluye categorías de acción política general (legislación), escenario (sesión del
parlamento), formas de interacción (discusión de una ley, oposición al gobierno), participación
en roles diferentes (interlocutor, receptores, parlamentarios, representantes de otros distritos,
miembros del gobierno o de la oposición, etc.), propiedades cognitivas (conocimiento,
creencias, prejuicios, engaños, objetivos, intenciones, etc.). Un análisis de todos los actos y las
interacciones del debate comporta la siguiente lista (en orden alfabético) de los elementos de la
interacción y del contexto -muchos de estos actos se basan en ideologías, igual que las
ideologías controlan muchas prácticas sociales- por lo tanto un "ataque" o una "acusación" en
el parlamento frecuentemente se dirige contra el oponente político y por lo tanto ideológico. Es
decir, muchas de las acciones siguientes no sólo caracterizan a la interacción política en un
debate parlamentario, pueden definirse como interacción "ideológica":

 Acusar a otros parlamentarios


 Alabar a un miembro del propio partido
 Atacar a (miembros de) otro partido
 Apoyar al Gobierno
 Apoyar a un miembro del mismo partido
 Criticar al Gobierno
 Dar las gracias a otro parlamentario
 Defenderse del ataque de otro parlamentario
 Descalificar una contribución de otro parlamentario
 Dirigirse a la Cámara
 Felicitar a otros parlamentarios
 Formular los objetivos de una legislación
 Formular los objetivos de un discurso
 Hacer referencia a debates anteriores

73
 Hacer referencia a las consecuencias (in)deseables de las políticas actuales
 Hacer referencia al momento y al espacio actuales
 Hacer referencia al procedimiento parlamentario
 Hacer referencia al propio papel de representar un distrito
 Hacer una pregunta (retórica)
 Incitar colectivamente ("Debemos...")
 Interrumpir a un interlocutor
 Llamar la atención de otros parlamentarios
 Mostrar acuerdo y desacuerdo respecto a otros parlamentarios
 Pedir turno de palabra
 Rechazar el turno de palabra, ceder la palabra
 Recomendar al Gobierno
 Recomendar una política, etc.
 Recordar algún tema a los parlamentarios
 Recordar las obligaciones de los parlamentarios
 Responder a una pregunta
 Retar a otros parlamentarios
 Sugerir una acción a los parlamentarios

Ironía (Irony), (Retórica). Las acusaciones son más efectivas si no se hacen directamente
(acción que violaría la interacción), sino que se suavizan mediante la ironía. En la crítica mutua
y los ataques de los conservadores y los laboristas hay grandes dosis de ironía, aspecto que
caracteriza la auténtica dimensión interactiva del debate. Sin embargo, cuando se habla de los
inmigrantes, la ironía también sirve para criticar a los refugiados, como en el caso de la
expresión "descubrir de repente" en el siguiente ejemplo, ya que implica que un
"descubrimiento tan repentino" sólo puede ser fraudulento, puesto que los inmigrantes ya
sabían desde el principio que venían al país para quedarse.

( 40 ) Too many asylum seekers enter the country initially as family visitors, tourists,
students and business people, and then suddenly discover that they want to remain as
asylum seekers (Shaw, C).

Demasiados inmigrantes entran en el país inicialmente para visitar a sus


familias, como turistas, estudiantes y gente de negocios y entonces, de
repente, se dan cuenta de que quieren quedarse y solicitar asilo (Shaw, C).

Juego de cifras (Number game), (Retórica, argumentación). Muchas discusiones se


orientan a aportar credibilidad a través de elementos que pongan énfasis en la objetividad. Las
cifras y las estadísticas son medios básicos en nuestra cultura de mostrar objetividad de
manera persuasiva. Representan a los "hechos" ante las meras opiniones o impresiones.
Especialmente en el discurso sobre la inmigración y también en los medios de comunicación, el
uso frecuente de las cifras es bien conocido. El primer atributo que se aplica a los inmigrantes
que entran en un país es la cantidad. Con frecuencia se proporciona en términos absolutos y
cuando se habla de X miles de refugiados que han llegado, crea en el interlocutor un impacto
más fuerte que cuando habla de menos de un 0,1 por ciento de la población. Igualmente,
cuando se habla de la inmigración y de la acogida de refugiados, como en este debate,
debemos esperar muchas cifras sobre los costes de las ayudas (consultar también carga
económica), que las administraciones locales tendrán de pagar por los refugiados:

( 50 ) It would open the floodgates again, and presumably the £200 million a year cost
that was estimated when the legislation was introduced (Gorman, C).

Abriría otra vez las compuertas y por lo tanto, aproximadamente los 200
millones de libras anuales en gastos que se calcularon cuando se estableció la
legislación (Gorman, C).

La historia como una lección (History as lesson), (Tópico). Igual que en el caso de la
comparación, con frecuencia es útil en una discusión demostrar que la situación presente

74
puede compararse a unos hechos anteriores (positivos o negativos) de la historia. Estas
comparaciones se generalizan al máximo en el tópico las "Lecciones de la historia", la
respuesta argumentativa de las cuales se da por supuesta, como si fuese una ley de la historia:

( 36 ) History shows that unless we stand up for human rights wherever they are
abused around the world, eventually it will come back and our human rights will be
abused (Corbyn, L).

La historia nos demuestra que a menos que defendamos los derechos


humanos allí donde se infrinjan, la historia puede volver a repetirse y se
atentará contra nuestros derechos humanos.

Legalidad (Legality), (Argumentación). Parte de los argumentos que apoyan al punto de vista
que se opone a la inmigración parten de contar con el recurso de la ley y de las regulaciones,
que evidentemente es un argumento estándar (y por lo tanto un tópico) en un cuerpo legislativo
como el parlamento:

( 41 ) (...) there is a procedure whereby people can legitimately become part of our
community (Gorman, C).

(...) existe un procedimiento para que la gente pueda venir legalmente y formar
parte de nuestra comunidad (Gorman, C).

( 42 ) The Asylum and Immigration Act 1996 stated that people whose application to
renuncan in Britain had been turned down could no longer receive the social security
and housing benefit that they had previously enjoyed (Gorman, C).

La Ley de Asilo e Inmigración de 1996 afirma que las personas a quienes se ha


denegado la solicitud de asilo no deben recibir las ayudas de la seguridad
social y de la vivienda que habían obtenido anteriormente (Gorman, C).

( 43 ) In order to try to subvert the legislation, a case was recently brought before our
courts and to the High Court which sought to overturn the provisions that the
Gobiernoment intended (Gorman, C).

Para romper con la legislación actual, recientemente se ha llevado un caso a


los tribunales y al Tribunal Supremo que pretendía invalidar las decisiones del
Gobierno (Gorman, C).

Lexicalización (Lexicalization), (Estilo). En el plano local de análisis, los debates sobre la


inmigración deben expresar los conceptos subyacentes y las creencias con un léxico
específico. Los significados parecidos han de expresarse con palabras diferentes, en función
de la posición, rol, objetivo, punto de vista u opinión del interlocutor, es decir, en función de las
características del contexto. En el discurso conservador que se opone a la política de
inmigración liberal aparecerán expresiones negativas más o menos fuertes que definan a los
refugiados y a sus acciones, y por lo tanto que apliquen en el plano de la lexicalización la
estrategia ideológica general de presentación negativa de los demás. Por este motivo en el
debate aparecen expresiones como "inmigrantes económicos", "solicitudes de asilo
fraudulentas", "gorreros de ayudas" tan usadas por la prensa popular británica. Por otro lado, la
lexicalización que da apoyo a los refugiados se centra en la presentación negativa de los
regímenes totalitarios y de sus actos de "opresión", "tortura", "abuso" o "injusticia". En función
de la perspectiva política o ideológica, tanto los miembros de dentro como de fuera del grupo
quedan descritos en términos emocionales, de una manera empática (ver empatía) como "la
pobre gente del Reino Unido que ha de tirar adelante con una pensión mínima", "ingresos
modestos". Debemos destacar también que el contexto (sesión parlamentaria) requiere que los
parlamentarios sean relativamente formales, por eso hablan de "destitución" y no de "pobreza".
Por otro lado, justamente para poner énfasis o marcar expresiones, la coherencia estilística de
la formalidad puede romperse con usos informales y expresiones populares, como "no tener ni

75
un duro para vivir" o "tonterías" para rechazar un argumento o la afirmación de un hecho que
no se considera válida.

Metáfora (Metaphor), (Retórica). Existen pocas figuras retóricas y semánticas tan persuasivas
como las metáforas, también en los debates sobre la inmigración. Los significados abstractos,
complejos, poco familiares, nuevos o emocionales son más familiares y concretos. El uso de la
metáfora estándar (si no tópico) de la "riada" refuerza la idea de la amenaza de una inmigración
que no puede detenerse y que nos "arrastra" a todos. Más que las cifras, la metáfora de la
riada simboliza el peligro de las cantidades letales, igual que en el caso de la metáfora militar
de la "invasión", utilizada para referirse a los "visitantes del extranjero" peligrosos. De esta
forma, la Sra. Gorman avanza los peligros de los cambios en la ley actual diciendo que
"abrirían las compuertas otra vez" y en cuanto los refugiados entren en el país, se les acusará
de fraude, "de exprimir a los contribuyentes", de ser "adictos" a los servicios sociales, (Sra.
Gorman, C). La mayoría de estas metáforas son negativas y por lo tanto se incluyen en la
estrategia global de la descripción negativa de los demás. Éste es el caso cuando las
metáforas se convierten en formas explícitas de derogación, por ejemplo, cuando se denomina
a los refugiados "parásitos" del sistema social (Sra. Gorman, C). Es decir, se asocia a los
inmigrantes con animales sucios y peligrosos o incluso se les considera una amenaza, como
en el caso de los judíos en la propaganda nazi.

Negaciones (Disclaimers), (Significado). Los diferentes tipos de negación son una buena
combinación de la estrategia basada ideológicamente en presentar nuestros aspectos positivos
y los negativos de los demás. Debemos destacar que las negaciones en estos debates
generalmente no expresan ambigüedad en la actitud, cuando se mencionan tanto los aspectos
positivos como los negativos de la inmigración o cuando se sostienen los valores humanitarios
por un lado, pero se afirma que la "carga" de los refugiados va más allá de nuestros medios por
otro. Las negaciones nos lavan la cara porque mencionan Nuestras características positivas,
pero se centran de manera casi exclusiva en Sus características negativas. Por lo tanto
calificaremos la parte positiva de la negación como "Aparente" como en las Negaciones,
Concesiones, Empatía aparentes, etc.:

( 17 ) I understand that many people want to come to Britain to work, but there is a
procedure whereby people can legitimately becomoe parte of our comomunity
(Gorman, C). [Apparent Empathy]

Entiendo que mucha gente quiera venir a Gran Bretaña a trabajar pero existe
un procedimiento para que la gente pueda venir legalmente y formar parte de
nuestra comunidad (Gorman, C). [Empatía aparente]

( 18 ) The Government are keen to help genuine asylum seekers, but do not want them
to be sucked into the racket of evading our immigration laws (Gorman, C). [Apparent
Benevolence]

El Gobierno desea ayudar a los refugiados auténticos, pero no quiere que


entren en los chanchullos de evasión de las leyes de inmigración (Gorman, C).
[ Benevolencia Aparente]

( 19 ) I did not say that every eastern European's application for asylum in this country
was bogus. However... (Gorman, C) [Apparent Denial]

Yo no he dicho que todas las solicitudes de asilo de los países del Este sean
fraudulentas. Sin embargo... (Gorman, C) [Negación aparente]

( 20 ) Protesters may genuinely be concerned about refugees in detention, but the fact
is that only a tiny proportion of applicants are detained (Wardle, C). [Apparent
Concession].

76
Los que protestan quizás están preocupados de verdad por los refugiados
detenidos, pero el hecho es que sólo una pequeña proporción de los
solicitantes es retenida (Wardle, C). [Concesión aparente].

Obertura, honestidad (Openness, honesty), (Argumentación). La argumentación (o norma)


"deberíamos de hablar abiertamente (con honestidad) de estos temas" es prácticamente un
tópico a causa de la creciente naturaleza convencional de los debates sobre la inmigración.
Esta postura presupone que comportarse deshonestamente, evadir el tema o mitigarlo puede
llegar a considerarse la base normativa, por ejemplo para evitar tener una impresión negativa
de los receptores. Desde ya hace unos cuantos años y cada vez más se defiende romper estas
normas, se trata de un punto de vista "fresco" en el incómodo debate sobre la inmigración. Los
interlocutores sugirieren que este argumento satisface los valores positivos de honestidad y
obertura mientras que al mismo tiempo satisfacen la presentación negativa de los demás o
incluso la derogación descarada. Este giro de la norma antirracista en unos valores más
intolerantes es característica de las posiciones y discursos conservadores contemporáneos
sobre las minorías, las relaciones raciales y la inmigración. Aquí tenemos un ejemplo típico:

( 51 ) It is ecually important that abuse of the asylum rules by the large number of
people who make asylum applications knowing that their position as illegal inmigrantes
has no bearing on the Geneva convention should be debateed openly, so that it is fully
understood and tackled. (Wardle, C).

Es igualmente importante debatir de forma abierta, para entenderla y tratarla


en todo su alcance, esta violación de las normas de asilo por parte del gran
número de personas que lo solicitan sabiendo que por ser inmigrantes ilegales
su caso no se contempla en la Convención de Ginebra (Wardle, C).

Polarización, categorización nosotros-ellos (Polarization, us- them categorization),


(Significado). Unas cuantas estrategias semánticas sobre los Demás prevalen en los debates,
son la expresión de cogniciones polarizadas y la división categórica de la gente en miembros
del grupo ( nosotros) y excluidos (ellos). Este hecho sugiere que el lenguaje oral y escrito
sobre los inmigrantes o los refugiados también está fuertemente marcado por las
representaciones sociales subyacentes (actitudes, ideologías) de los grupos, más que por los
modelos de acontecimientos únicos de los individuos (a menos que se usen como ilustraciones
para discutir un punto de vista general). La polarización, también se refiere a las subcategorías
"bueno" y "malo", como en el caso de los amigos y simpatizantes por un lado y de los enemigos
por otro. Debemos tener en cuenta que la polarización se manifiesta a través de la retórica al
expresar un contraste claro, es decir, al atribuirnos propiedades a nosotros y ellos entre sí
semánticamente opuestas. Aparecen muchos ejemplos de este fenómeno en el debate, pero
sólo hemos escogido los más típicos:

( 52 ) Now they are going to be asked to pay £35 to able-bodied males who have come
over here on a prolonged holiday and now claim that the British taxpayer should support
them (Gorman, C).

Ahora les pedirán que paguen 35 libras a unos hombres llenos de salud que
han venido aquí de vacaciones prolongadas y que ahora afirman que el
contribuyente británico debería mantenerles (Gorman, C).

( 53 ) It is true that, in many cases, they have made careful provision for themosselves
in their old age, have a small additional pnosion as well as their old- age pnosion and
pay all their rent and their bills and ask for nothing from the state. They are proud and
happy to do so. Such people should not be exploited by people who are exploiting the
system (Gorman, C).

Es bien cierto que en muchos casos se han preocupado de ahorrar para su


vejez, tienen una pequeña pensión adicional además de la jubilación, pagan el
alquiler y las facturas y no piden nada del Estado. Están orgullosos y felices de

77
que sea así. Quienes explotan el sistema no deberían poder explotar a
personas como éstas.

Populismo (Populism), (Estrategia política). Una de las estrategias globales dominantes en


el lenguaje sobre la inmigración es el populismo. Se dan diferentes variantes y componentes de
esta estrategia. La estrategia básica es afirmar (por ejemplo contra la oposición laborista) que
"la gente" (o "nadie") da apoyo a más inmigración, una falacia argumentativa muy conocida. En
este debate en concreto se combinan las estrategias del populismo con el tópico de la carga
económica: la gente normal (los contribuyentes) deben pagar el coste de los refugiados. De
todos los casos en que aparece esta estrategia, sólo citaremos el siguiente:

( 57 ) It is wrong that ratepayers in the London area should bear an undue proportion of
the burden of expenditure that those people are causing (Gorman, C).

No está bien que los contribuyentes del área de Londres deban cargar con una
parte excesiva del gasto que generan estas personas (Gorman, C).

( 58 ) £140 million a year, which is a great deal of money to be found from the council
tax budget (Gorman, C).

140 millones de libras, que es mucho dinero para sacarlo de una autoridad
local (Gorman, C).

( 59 ) Why should someone who is elderly and who is scraping along on their basic
incomoe have to support people in those circumstances? (Gorman, C).

¿Por qué tiene que mantener a gente en esta situación alguien que ya es
mayor y que sobrevive gracias a una pensión mínima? (Gorman, C).

Presentación negativa de los demás (Negative other-presentation), (Estrategia macro


semántica). Como han demostrado los ejemplos anteriores, la categorización de personas en
miembros o no de un grupo e incluso la división entre excluidos "buenos" y "malos" está
cargada de connotaciones, normas y valores basados en una ideología. Mientras que los
refugiados políticos "reales" aparecen en términos neutrales en el discurso conservador y en
términos positivos o empáticos en las intervenciones laboristas, los refugiados "económicos"
generalmente son caracterizados por los conservadores con términos fuertemente negativos,
como "cazadores de ayudas" y "fraudulentos". Puesto que el último grupo queda definido como
una carga económica (ver carga) o incluso una amenaza para el país o Nosotros mismos, se
les define también como los Excluidos de verdad. En muchos niveles de análisis, por ejemplo
en términos léxicos y semánticos, la estrategia general de derogación "presentación negativa
de los otros" marca su representación, tema que ya hemos tratado anteriormente en el discurso
sobre las minorías y los inmigrantes.

Presentación propia positiva (Positive self-presentation), (Macro estrategia semántica).


El lenguaje del grupo, tanto si se combina con el rechazo de los excluidos como si no,
generalmente se caracteriza por otra estrategia general: el favoritismo de los miembros del
grupo o la "presentación positiva de uno mismo". Este fenómeno adopta una forma más
individual de mantener las apariencias o gestionar la impresión, como ya sabemos por las
negaciones habituales ("No soy racista, pero...") o una forma más colectiva en que el
interlocutor pone énfasis en las características positivas del propio grupo, partido o país. En el
contexto de los debates sobre la inmigración, esta presentación positiva de uno mismo con
frecuencia se manifiesta como una marca de tolerancia y de hospitalidad de doble lectura, de
empatía, apoyo a los derechos humanos o cumplimiento con la ley y con los acuerdos
internacionales. La presentación positiva de uno mismo es esencialmente ideológica ya que se
basa en el esquema propio positivo que define a la ideología de un grupo. Analicemos algunos
ejemplos:

78
( 54 ) I entirely support the policy of the Gobiernoment to help genuine asylum seekers,
but...(Gorman, C).

Yo apoyo totalmente la política del Gobierno de ayudar a los refugiados


auténticos, pero... (Gorman, C).

( 55 ) I understand that many people want to come to Britain to work,

but... (Gorman, C)

Entiendo que mucha gente quiera venir a Gran Bretaña a trabajar, pero...
(Gorman, C).

( 56 ) A lot of brave people in this country have stood up for the rights and needs of
asylum seekers (Corbyn, L).

Mucha gente valiente de este país ha defendido los derechos y las


necesidades de los refugiados (Corbyn, L).

Razonabilidad (Reasonableness), (Argumentación). Un elemento muy conocido de las


estrategias argumentativas, además de demostrar que los argumentos son sólidos, demuestra
que el interlocutor también lo es. Este elemento es especialmente relevante cuando el propio
argumento implica que el interlocutor no es razonable o presta a equívoco. Por lo tanto,
también tiene una función en las estrategias generales de presentación propia positiva y de
gestión de la impresión:

( 63 ) (...) those people, many of whom could reasonably be called economic migrants
(Gorman, C).

(...) estas personas, muchas de las cuales podríamos llamar inmigrantes


económicos (Gorman, C).

Repetición (Repetition), (Retórica) . La repetición es una herramienta retórica general y


evidentemente no es específica de los debates sobre la inmigración. Sin embargo, tiene un
papel específico en la estrategia global de poner énfasis en Nuestros aspectos positivos y en
los negativos de Ellos. Por este motivo, a lo largo de este debate encontramos muchas
repeticiones literales o semánticas de la acusación "(la mayoría) de los refugiados son
fraudulentos , ilegales, infringen las normas o la ley de muchas maneras". Por otro lado, en
este debate los "pobres contribuyentes británicos deben pagar todo ésto". Este argumento
aparece en algunos discursos cuando el parlamentario respectivo apoya las intervenciones de
interlocutores anteriores. En algunos casos, las repeticiones son más "artísticas", por ejemplo
cuando la Sra. Gorman presenta dos maneras paralelas de explotación, la del sistema y la de
las personas: "La gente que está explotando el sistema no debería poder explotar a estas
personas".

Suposición (Presupposition), (Significado). La suposición es un tipo específico de


implicación semántica que por definición es cierta tanto si la proposición actual es verdadera
como si es falsa. De esta forma indirecta, se afirman proposiciones la verdad de las cuales se
da por supuesta. Es el caso en general de todas las formas de conocimiento y opiniones
compartidas (fundamento común), pero en este tipo de debates con frecuencia se usan para
aportar creencias polémicas sobre los inmigrantes. Por lo tanto, en el primer ejemplo el
interlocutor presupone que el receptor (Sr. Corbyn) está de acuerdo con que los británicos
compartan su ciudadanía con los extranjeros; mientras que el segundo ejemplo presupone que
se están incumpliendo las leyes de inmigración y que la posición de los inmigrantes ilegales no
queda contemplada en la Convenció de Ginebra:

( 60 ) I wonder whether the hon. Genteleman will tell the House what mandate he has
from the British people to share their citizenship with foreigners? (Gill, C).

79
Me pregunto si el hon. Señor explicará a la Cámara si los británicos le han
pedido compartir su ciudadanía con los extranjeros (Gill, C).

( 61 ) It is ecually important that abuse of the asylum rules by the large number of
people who make asylum applications knowing that their position as illegal inmigrants
has no bearing on the Geneva convention should be debateed openly, so that it is fully
understood and tackled. (Wardle, C).

Es igualmente importante debatir de forma abierta, para entenderla y tratarla


en todo su alcance, esta violación de las normas de asilo por parte del gran
número de personas que lo solicitan sabiendo que por ser inmigrantes ilegales
su caso no se contempla en la Convención de Ginebra (Wardle, C).

Vaguedad (Vagueness), (Significado). En todos los contextos los interlocutores usan


expresiones "difusas", es decir, expresiones que no tienen referentes bien definidos o que se
refieren a aspectos confusos. Los cuantificadores indeterminados (pocos, muchos), los
adverbios (muy), los nombres (aspecto) y los adjetivos (elevado, bajo) entre otras expresiones
son frecuentes en este tipo de discurso. A causa de las restricciones normativas en el discurso
equívoco y la relevancia de la cuantificación en los debates sobre la inmigración, es fácil
encontrar varios tipos de Vaguedad, como en el caso de "vaya usted a saber" y "extendido" en
los ejemplos siguientes:

( 66 ) Goodness knows how much it costs for the legal aid that those people invoke to
keep challenging the decision that they are not bona fide asylum seekers (Gorman, C).

Vaya usted a saber cuánto cuesta a la ayuda legal que estas personas piden,
el hecho de continuar poniendo en duda que no son refugiados auténticos
(Gorman, C).

( 67 ) Is she aware that there is widespread resentment? (Nicholson, C).

¿Es consciente de que hay un resentimiento muy extendido? (Nicholson, C).

Victimismo (Victimization), (Significado). Juntamente con la dramatitzación y la


polarización , el discurso sobre la inmigración y las relaciones étnicas se organiza entorno al
grupo binario nosotros-ellos (miembros o no del grupo). Es decir, cuando los Otros aparecen
representados en términos negativos y especialmente cuando se asocian con una amenaza,
los miembros del grupo se convierten en víctimas de esta amenaza. Justamente ésto es lo que
sucede en las conversaciones sobre los "extranjeros" en que los interlocutores normales
invierten el orden para poner énfasis en el hecho que "aunque los Otros estén discriminados,
nosotros también lo estamos". Un argumento de este tipo sería un ejemplo de tópico. En el
debate, los contribuyentes ordinarios y especialmente los pobres y la gente mayor aparecen de
forma sistemática como las víctimas reales de las políticas de inmigración, ya que les toca
pagar por los inmigrantes. Veamos un ejemplo:

( 68 ) Many of those people live in old-style housing association Peabody flats. They are
on modest incomes. Many of them are elderly, managing on their state pnosion and
perhaps also a little pnosion from their work. They pay their full rent and for all their own
expenses. Now they are going to be asked to pay £35 to able-bodied males who have
come over here on a prolonged holiday and now claim that the British taxpayer should
support them.

Muchas de estas personas viven en pisos estilo Peabody de la asociación de


viviendas antiguas. Disponen de unos ingresos muy modestos. Muchos son
mayores y sobreviven con la pensión del estado y quizás alguna otra pequeña
pensión del trabajo. Pagan el alquiler completo y sus propios gastos. Ahora les
pedirán que paguen 35 libras a unos hombres llenos de salud que han venido

80
aquí de vacaciones prolongadas y que ahora afirman que el contribuyente
británico debería mantenerles (Gorman, C).

Comentario final acerca de los ejemplos

Las categorías que hemos analizado anteriormente demuestran la realidad del discurso y del
racismo -y del antirracismo- en Europa. Demuestran de qué forma tan poderosa las creencias
basadas en las ideologías de los europeos respecto los inmigrantes condicionan el discurso,
por ejemplo mediante la polarización: Nosotros-Ellos y la estrategia de nuestra presentación
positiva y la presentación negativa de los otros que controla ampliamente todas las
propiedades del discurso racista. El discurso antirracista justamente intenta deshacer parte de
este mal no sólo evitando este discurso, sino utilizando estrategias para dar la vuelta a estas
tendencias. Por ejemplo, en lugar de usar generalizaciones de las propiedades negativas,
arguye que no se puede generalizar o que existen explicaciones para las desviaciones
observadas.

En nuestro breve análisis de las diferentes categorías y de los ejemplos hemos obtenido una
perspectiva de la base ideológica del discurso político (parlamentario) y de sus estructuras y
recursos específicos, así como la importancia del discurso en los aspectos sociopolíticos más
generales sobre la inmigración. En lo que se refiere al sector conservador, observamos la
marginación y criminalización de los inmigrantes y la recomendación de más restricciones
sobre las leyes inmigratorias mediante el juego populista de proteger a "la gente de aquí". Esta
postura resulta especialmente irónica cuando nos damos cuenta de la poca atención que
generalmente prestan los conservadores a los pobres. Un análisis detallado y sistemático de
las estrategias discursivas en los debates parlamentarios descubre también algunas de las
sutilezas del populismo, la política y la realización de políticas.

La definición de las categorías y de los ejemplos también ha demostrado cómo intervienen las
ideologías en el discurso (en este caso político). En términos generales, las categorías que
hemos estudiado no son en sí ideológicas: el populismo, las metáforas o los eufemismos
aparecen tanto en la derecha como en la izquierda. Aún así, algunas estructuras del discurso
son más propias de la derecha y de las posturas racistas, por ejemplo la polarización de la
descripción negativa de los otros, mientras que el discurso humanitario recurre a formas (reales
y no aparentes) de empatía. En términos generales, sin embargo, la ideología básicamente
controla el "contenido" de las estructuras descritas anteriormente.

81
TEXTO ORIGINAL DEL DEBATE PUBLICADO EN HANSARD

Commons Hansard: 5 March 1997

Mrs. Teresa Gorman (Billericay): I want to bring to the attention of the House the particular
difficulties faced by the London boroughs because of the problems of asylum seekers.

( 7 ) There are, of course, asylum seekers and asylum seekers. ( 8 ), 54 ) I entirely support the
policy of the Government to help genuine asylum seekers, but to discourage the growing
number of people from abroad who come to Britain on holiday, as students or in some other
capacity and, when the time comes for them to leave, declare themselves to be in need of
asylum.

The matter was adequately dealt with by the Social Security Committee report on benefit for
asylum seekers, which was ( 2 ) an all-party document that pointed out that it was costing about
£200 million a year ( 63 ) for those people, ( 9 ) many of whom could reasonably be called
economic migrants and some of whom are just benefit seekers on holiday, to remain in Britain. (
3 , 57 ) It is wrong that ratepayers in the London area should bear an undue proportion of the
burden of expenditure that those people are causing.

( 17 , 55 ) I understand that many people want to come to Britain to work, but ( 41 ) there is a
procedure whereby people can legitimately become part of our community. People who come
as economic migrants are sidestepping that.

( 13 )The Government, with cross-party backing, decided to do something about the matter. ( 42
) The Asylum and Immigration Act 1996 stated that people whose application to remain in
Britain had been turned down could no longer receive the social security and housing benefit
that they had previously enjoyed. That is estimated to have cut the number of bogus asylum
seekers by about a half.

It is a great worry to me and many others that the Opposition spokesman for home affairs
seems to want to scrap the legislation and return to the previous situation. I would consider that
extremely irresponsible. ( 50 ) It would open the floodgates again, and presumably the £200
million a year cost that was estimated when the legislation was introduced would again become
part of the charge on the British taxpayer.

( 43 ) In order to try to subvert the legislation, a case was recently brought before our courts and
to the High Court which sought to overturn the provisions that the Government intended. ( 18 )
The Government are keen to help genuine asylum seekers, but do not want them to be sucked
into the racket of evading our immigration laws.

The judges effectively, although not directly, overturned the decision that the Act produced and
said that those who declare themselves destitute must be given assistance under the National
Assistance Act 1948. ( 4 ) The problem of supporting them has landed largely on the inner
London boroughs, where most of those people migrate as there is more to do in central London.
( 29 , 37 ) I am sure that many of them are working illegally, and of course work is readily
available in big cities.

The London councils have a particular problem. They are now providing for 3,000 single males,
many of whom are from east European countries recently liberated from oppressive regimes.
They cannot by any means be said to be from countries where they would find themselves in
grave political difficulties if they had stayed at home.

82
( 5 ) There are also about 2,000 families, with young children who must be supported. The cost
of that to Westminster council is estimated to be £2 million a year, but over London as a whole,
the cost is running at about ( 58 ) £140 million a year, which is a great deal of money to be
found from the council tax budget.

Mr. Peter Brooke (City of London and Westminster, South): I would not want my hon. Friend
to mislead the House. She should point out that the figure that she has just quoted represents
the net expenditure which will fall on the city council. There is a great deal of further
expenditure, which is paid for by grant.

Mrs. Gorman: I thank my right hon. Friend. He is a great authority on the matter, as he
represents Westminster city council. I know that he has an important contribution to make.

( 66 ) Goodness knows how much it costs for the legal aid that those people invoke to keep
challenging the decision that they are not bona fide asylum seekers.

( 26 ) The Daily Mail today reports the case of a woman from Russia who has managed to stay
in Britain for five years. ( 23 ) According to the magistrates court yesterday, she has cost the
British taxpayer £40,000. She was arrested, of course, for stealing. I do not know how people
who are not bona fide asylum seekers and whose applications have been rejected time and
again manage to remain in this country for so long at the expense of the British public, but the
system clearly needs tightening up.

A number of London boroughs--Hammersmith and Fulham, Lambeth and Westminster--are to


challenge the judges' decision, as it has placed an enormous financial burden on the taxpayers
in central London. Before that decision, Westminster had five applications from asylum seekers
for help, but since the judges' decision in October, the number has increased to 300. At present
Westminster city council is accommodating 66 families with children and 338 single adults, half
of whom come from eastern Europe and are able-bodied males.

Westminster is in a unique position because, being the centre of the capital city, it must also
accommodate many other homeless people who find their way to London and take up
temporary accommodation places. That means that the alleged asylum seekers whom the
council is obliged to support often have to be put in expensive accommodation. There is a limit
to the number of cheap bed-and-breakfast places in the centre of a city like London. Much of
the accommodation is in hotels, which can charge a great deal more for a week's bed and
breakfast than the sum that the council considers adequate, and certainly more than the sum
that might be adequate in outer London boroughs or in other parts of the country. Therefore we
have this unique situation, which Westminster has to deal with.

The Government have announced--this is most welcome--that they are to contribute £165 a
week for each asylum seeker while their requests for asylum are being endlessly considered. Of
course, in some parts of Britain, that may be adequate, but in Westminster it is not. It has done
detailed homework and it can prove that, on average, the cost for the council is £215 a week for
a single adult--and that is based on shared bed and breakfast accommodation, not on very
expensive flats.

The National Assistance Act says that the assistance given to these people must be provided in
kind, which means that Westminster city council has to use its meals on wheels service to take
food to them, wherever they are placed, whether in the centre of London or in outer boroughs. (
62 ) In addition to the breakfast that comes with the bed-and-breakfast accommodation, they
have to be given a packed lunch, presumably in case they decide to go shopping in the middle
of the day or to do a bit of work on the black economy--who knows? They also have to be
provided with an evening meal and snacks to keep them through the day because the
assumption is that they have no money--they have declared themselves destitute.

In addition, the council has to provide those people with a hygiene pack, which must include a
toothbrush, toothpaste, soap, a flannel and deodorants. For a family of half a dozen, six sets of

83
those commodities must be provided. ( 6 ) Presumably, if those people are here for long enough
under such terms, they will have to be provided with clothing, shoe leather and who knows what
else. All that cost falls on the British taxpayer and particularly on Westminster residents. The
council estimates that, in addition to what the Government are proposing, about £35 a year will
fall on each council tax payer in Westminster.

Again and again in the House, we hear the Opposition spokesman on housing, the hon.
Member for Holborn and St. Pancras (Mr. Dobson), assert for the umpteenth time that all the
residents in Westminster are terribly well off, so they can easily afford those extra charges.
Nothing is further from the truth. Part of his act--because it is an act; he does it every time he
gets the chance--is to cite people living in Mayfair and Belgravia, which we all know are two of
the most expensive neighbourhoods in Britain.

The truth is that, out of 100,000 households in Westminster, only 1,500 are in Mayfair and only
3,000 are in Belgravia. ( 21 , 68 ) Many of those people live in old-style housing association
Peabody flats. They are on modest incomes. Many of them are elderly, managing on their state
pension and perhaps also a little pension from their work. They pay their full rent and for all their
own expenses. ( 52 ) Now they are going to be asked to pay £35 to able-bodied males who
have come over here on a prolonged holiday and now claim that the British taxpayer should
support them.

( 1 ) In one case, a man from Romania, who came over here on a coach tour for a football
match--if the hon. Member for Perth and Kinross (Ms Cunningham) would listen she would hear
practical examples--decided that he did not want to go back, declared himself an asylum seeker
and is still here four years later. He has never done a stroke of work in his life. ( 59 ) Why should
someone who is elderly and who is scraping along on their basic income have to support people
in those circumstances?

Mr. David Nicholson (Taunton): My hon. Friend is exploiting a rich seam and she is doing so
assiduously. ( 67 ) Is she aware that there is widespread resentment? ( 24 ) This morning, I was
reading a letter from a constituent of mine, who has fallen into a catch 22 situation between
health and social service provision, about the assistance that is available to people who do not
have the right to reside in Britain, yet are milking not only the taxpayers, but the caring services,
on which so many others depend.

Mrs. Gorman: My hon. Friend is entirely right. In my constituency at the weekend, I had the
case of a woman who has managed to remain here for five years by playing the system. She
has given birth to two children while she has been here and she is so addicted to the social
services that, when she needs to go shopping in Basildon, she telephones her social service
assistant worker and asks for a minicab to take her there because she cannot bring back her
shopping. That is a fact, which I will and could demonstrate if I had to. ( 31 ) Such things go on
and they get up the noses of all constituents, including those of Opposition Members, who seem
to think it is funny that elderly British people, who are managing to live on their modest incomes,
should fork out for alleged asylum seekers, who are simply parasites.

As I have said, Westminster has a particular problem and particular expenses. My purpose in
bringing this matter to the attention of the House is to say to my hon. Friend the Under-
Secretary of State for Health that Westminster's special circumstances should be given special
treatment. Best of all, we would acknowledge that, although this matter has to be dealt with, it is
a national problem and should not be landed on the doorstep of a relatively small group of
residents in the centre of London, who have many other problems associated with residence in
London and who need to be given special care and help.

This matter needs to be aired because I am talking largely about Westminster. Of the 100,000
households in Westminster, more than half are on below average incomes. Westminster has
inherited many Greater London council estates such as Mozart and Lissom Green, which are
given special estate assistance grants by the Government to help the low-income people living
there, who have particular problems, but those people are all part and parcel of the community
charge scheme. In addition, about 16,000 households live in either Guinness Trust or Peabody

84
estates, which again cater specially for people on modest incomes. They provide good quality
homes, but, like everyone else, the people who live there pay their rates and 50 per cent. or
perhaps more are elderly people on modest incomes.

As I was a member of Westminster city council, I have many friends among the residents in
those places--people who used to be my constituents. ( 53 ) It is true that, in many cases, they
have made careful provision for themselves in their old age, have a small additional pension as
well as their old-age pension and pay all their rent and their bills and ask for nothing from the
state. They are proud and happy to do so. Such people should not be exploited by people who
are exploiting the system.

In Britain, about 70,000 alleged asylum seekers are going through umpteen appeals against
deportation. All of them can exploit the loophole provided by the National Assistance Act. It is an
extremely important matter. I have outlined some of the costs in Westminster, but the people
are distributed throughout Britain and other council areas will be grateful for the assistance that
the Government have already announced. However, it ill-behoves Opposition Members to laugh
at this and to treat it as a joke. We know what they would do because we have heard it from the
Opposition Front-Bench spokesman: they would sweep away the measures that the
Government have tried to introduce and reinstate the previous position.

Dr. Norman A. Godman (Greenock and Port Glasgow): Will the hon. Lady give way?

Mrs. Gorman: Would the hon. Gentleman forgive me because I want to sit down soon and let
others into the debate?

The cost will again be landed on the doorsteps of British taxpayers, and particularly on the
doorsteps of Westminster city ratepayers. They do not deserve to have to pay those costs out of
their own pockets.

11.19 am

Mr. Jeremy Corbyn (Islington, North): This debate is welcome in the sense that it provides an
opportunity to talk about the problem of asylum seekers and the situation facing local
authorities. However, I think that the hon. Member for Billericay (Mrs. Gorman)--who, today,
appears to be batting for Westminster council--should pause for a moment to think about why
people seek asylum. Britain is a signatory of the 1951 Geneva convention, which requires that if
someone is genuinely and legitimately in fear of persecution for political, religious or social
reasons, they should be guaranteed a place of safety in the country to which they flee. That
principle should be adhered to.

Britain has among the smallest numbers of asylum seekers of any European country.
Compared to most other continents, Europe has one of the smallest numbers of asylum
seekers. The real burden of the world's refugee crisis falls not on western Europe but on
Mexico, Jordan, India and on other countries that are near to places where there has been great
civil strife or which have Governments who are deeply oppressive towards their own people. So
the idea that there is a huge flood of people trying to get into western Europe and into Britain,
and particularly into Westminster city council accommodation, is slightly over-egging the
pudding. It is also missing the point.

It is a major step for someone with a legitimate fear to seek refuge in exile. ( 22 ) So far as I am
aware, no hon. Member has been woken up by the police at 4 am, taken into custody with no
rights of access to a judicial system, and, with his or her family, forced to flee into exile for their
own safety. It is not an experience that most British people have had, and we should think very
carefully about what a major step it would be to undertake such a journey.

When asylum seekers arrive in the United Kingdom, they must apply for asylum. Under the new
legislation, if they do not apply immediately at the port of entry, their chances of being granted
asylum are severely diminished. ( 28 ) If one has grown up in Iraq and has always been

85
completely terrified of anyone wearing any type of uniform, it is fairly unlikely that--after
managing to steal oneself out of Iraq, possibly using false documentation, aliases, guides and
other measures--one will trust a person wearing a uniform whom one encounters when first
arriving at the airport. It is more likely that one would first get out of the airport and then think
about the next step.

( 32 ) In the United Kingdom there has been a systemic erosion of peoples' ability to seek
asylum and to have their cases properly determined. There has also been a vindictiveness
against asylum seekers--it has been parroted in this debate by some Conservative Members--
which has been promoted by some newspapers, particularly the Daily Mail. For very many
years, that newspaper has had a long and dishonourable record on this issue.

Mr. Christopher Gill (Ludlow): ( 60 ) I wonder whether the hon. Gentleman will tell the House
what mandate he has from the British people to share their citizenship with foreigners?

Mr. Corbyn: I am unsure how one answers such a totally ludicrous question. ( 33 ) If someone
has a legitimate fear of persecution, they flee abroad and try to seek asylum. Many people
sought asylum from Nazi Germany. Presumably the hon. Gentleman, on the basis of his
comment, believes that they should not have been admitted to the UK, and that people fleeing
from oppression in any regime should not be admitted. He talks utter nonsense. ( 14 ) I suggest
that he start to think more seriously about human rights issues. Suppose he had to flee this
country because an oppressive regime had taken over. Where would he go? Presumably he
would not want help from anyone else, because he does not believe that help should be given
to anyone else.

( 64 ) Let us return to the issues facing people fleeing areas of oppression. Currently if they
arrive here, seek asylum and are refused, they have lost all access to benefits. They then have
to undergo an appeal process, which can take a very long time. During the appeal process,
what on earth are they supposed to do unless they are declared destitute and consequently
supported by a local authority? We need to restore benefit rights for all people pending the
outcome of their appeal. Not to do so is a gross abuse of individual human rights. Moreover,
removing benefit is not saving any money because, in many cases, it costs far more to look
after the children involved by placing them in foster care than by allowing their families to look
after them in the normal and proper way.

We should consider the experiences of people who have fled countries. A couple of weeks ago,
I spent several hours talking to a group of asylum seekers from Iran. That regime--despite the
fatwa against Salman Rushdie and numerous other human rights abuses--is beginning to be
cosied up to by the British Government and by the rest of western Europe, because they now
prefer to support Iran rather than Iraq. ( 25 ) The people who I met told me, chapter and verse,
of how they had been treated by the regime in Iran— ( 27 ) of how they had been summarily
imprisoned, with no access to the courts; of how their families had been beaten up and abused
while in prison; and of how the regime murdered one man's fiancee in front of him because he
would not talk about the secret activities that he was supposed to be involved in. ( 34 ) I heard
about many other similar cases.

( 65 ) Those people came to this country and applied for asylum. Their applications were
refused, and they appealed. They are now living a life of virtual destitution, while the Home
Office ponders on what to do for them. Those people stood up for their communities against an
oppressive regime. I remind the House that merely because a regime calls itself democratic
does not mean that human rights are guaranteed. Around the world, many regimes call
themselves democratic and have a multi-party democracy, but that does not mean that human
rights are universally respected or that people are safe.

The hon. Member for Billericay said that no one in eastern Europe has any justification for
seeking asylum. That is a sweeping statement. I presume that she has not had an opportunity
to read the papers from Amnesty International or from Helsinki Watch on what is happening in
Albania.

86
Mrs. Gorman: Will the hon. Gentleman give way?

Mr. Corbyn: I will in a moment.

Perhaps the hon. Lady has not had a chance to consider what is happening in Romania, where
homosexuality is a criminal act, or in Bulgaria and other places. All is not well merely because
there is multi-party democracy and a market economy. Perhaps events in Albania are not a
credit to the market economic system?

Mrs. Gorman: ( 19 ) I did not say that every eastern European's application for asylum in this
country was bogus. However, many countries that were in the former Soviet sphere of influence
have now established democracies, and some people from those countries come here to claim
asylum. Of those claiming benefit from Westminster city council, about 50 come from countries
in which there is no longer oppression.

Is the hon. Member for Islington, North (Mr. Corbyn) aware that--in a report signed by Labour
Members--the all-party Social Security Select Committee, which considered the matter, stated:

"Any responsible Government would want to examine ways of controlling expenditure of


£200 million a year, when it is known that well over 90 per cent. of people who claim
asylum turn out not to be genuine.

Genuine applicants, such as those described by the hon. Gentleman, are frustrated and suffer
delayed applications because of those who are not genuine.

Mr. Corbyn: The hon. Lady seems to have moved on a bit from the cant and prejudice that she
produced in her earlier speech. However, she does not deal with the point. I am a member of
the Social Security Select Committee and took part in that inquiry. I did not sign that section of
the report, although I produced a minority opinion, which I am sure that she would disagree with
profoundly. However, that is up to her.

I merely want the hon. Lady and the House to understand that democracy does not always
follow multi-party elections. The UK, for example, prides itself on its close relationship with
Turkey, yet many Kurdish people have fled Turkey and appealed for a place of safety here.
Many of them have died trying to get out of Turkey because they have a point of view that is
different from that of the Turkish Government. I think that there is a foreign policy implication
and potential initiative in that situation.

Since last year, people from the Ivory Coast have sought asylum in the UK. I recall a discussion
with the Home Office about the safety of people from the Ivory Coast. The Minister told me that
he was assured that everything was okay in the Ivory Coast. The students whom I met who had
sought asylum in this country from the Ivory Coast told me that their Government were so keen
on carrying out the economic wishes of the International Monetary Fund and others that they
were crushing anyone who opposed them--they crushed trade unions and they crushed student
opposition, sending troops into various universities and closing them down. Is that how a
democratic Government should behave? No. We must recognise that those people from the
Ivory Coast are justifiably seeking asylum.

Dr. Godman: I hesitate to intervene in the debate, because I come across few asylum seekers--
an experience that I suspect that I share with the hon. Member for Perth and Kinross (Ms
Cunningham). I have come across a few at Greenock prison. One concession was offered a few
months ago by the Minister of State, Home Office, the right hon. Member for Maidstone (Miss
Widdecombe)--a promise that those women seeking to avoid the infliction of genital mutilation
would be given sympathetic consideration when seeking asylum. That is at least one
concession in this picture of unrelieved gloom.

Mr. Corbyn: At least the Minister was forced into that concession during a debate in this
Chamber. I wonder whether those who make decisions on refusing people asylum, refusing

87
them benefits and forcing them into destitution have ever taken the trouble to sit down and listen
to the stories of people who have been tortured and abused.

The process depends on refugees applying at the point of entry. That is often difficult to do, for
reasons that I have already outlined. It is also often difficult for people to talk about the torture
experiences that they have been through. ( 12 ) Many soldiers who were tortured during the
second world war found it difficult to talk about their experiences for years. That is no different
from the position of people who have been tortured in Iran, Iraq, west Africa or anywhere else.
The issue is not simple. They feel a sense of failure, a sense of humiliation and a sense of
defeat. ( 45 ) We should have a different attitude towards asylum seekers.

Almost uniquely among European countries, this country routinely puts in prison people who
seek asylum. There are nearly 900 people in British prisons who have sought asylum. It costs
£20 million a year to keep them in prison. I have been given a letter from several people who
are being held in the Home Office holding centre at Haslar. They complain about their treatment
and the way in which the immigration service carries out its duties. They say:

"Another problem, literally fatal for certain detainees, is deportation without prior notice
of the date being given. Those under notice for many months are often collected from
Haslar for deportation at a week-end when it is quite impossible to have recourse to
their solicitors or other help."

( 46 ) We should think a bit more seriously about how we treat those people.

For the past few weeks, there has been a hunger strike at Her Majesty's prison in Rochester. I
understand that that hunger strike is not continuing at the moment. When I raised the issue on a
private notice question, the Home Office Minister was dismissive. She appeared to have no
understanding of the moral force of people undertaking a hunger strike to draw attention to their
problems. Hon. Members should stop and think for a moment about the circumstances of those
who come to this country seeking asylum, go to prison with no direct access to the courts and
then, thinking that they have been badly treated and fearful of what will happen, undertake a
hunger strike and, in some cases, a refusal to take fluids. ( 15 ) If that happened in another
country under a regime of which we disapproved, the British Government would say that it was
a terrible indictment on the human rights record of that regime that prisoners were forced to
undertake a hunger strike to draw attention to their situation. In this country, people who say
that get routine abuse from Home Office Ministers and Conservative Members. Stop and think
for a moment about the moral courage of those who have undertaken a hunger strike to ensure
that their case is at least looked at.

( 47 ) Attitudes towards asylum seekers need to be changed. Routine imprisonment should end.
Access to benefits should be restored for those applying for asylum. If they are refused asylum
but are undertaking their legitimate right of appeal, they should continue receiving benefits until
the appeal has been determined. ( 48 ) It is wrong to force them into destitution or to throw them
out of the country, often with no access to lawyers or anyone else.

The Government's regime on asylum seekers is creating a serious situation, with a class of
destitute people that is paralleled across Europe. Those who have applied for asylum, have
been refused and are fearful of deportation end up going into hiding in the poorest areas of
Paris, Frankfurt, Madrid, Berlin, London or Amsterdam. They are subject to the worst kind of
exploitation by rogue employers, drugs and prostitution. They cannot reveal their identity
because they would be deported. Only the churches around Europe have drawn attention to the
issue and tried to do something about it. I hope that we shall recognise that we should have a
slightly more humane approach towards asylum seekers in this country.

Last year, the Churches Commission for Racial Justice held a conference called, "Why
Detention?". A report of the conference has been published. There was universal condemnation
of the principle of imprisoning asylum seekers and a plea for a more understanding approach. (
49 ) Europe must stop its xenophobic attitude towards those who seek a place of safety here
and adopt a more humane approach.

88
There is also a foreign policy agenda. Where is the outright condemnation from the Government
of the denial of human rights in Iran, Iraq, the Ivory Coast and many other countries? I find it
very muted on many occasions. They seem more interested in trade and selling arms to those
regimes than in defending human rights. ( 36 ) History shows that unless we stand up for
human rights wherever they are abused around the world, eventually it will come back and our
human rights will be abused. ( 56 ) A lot of brave people in this country have stood up for the
rights and needs of asylum seekers. Local authorities are being told that they should pay a large
share of the bill. I do not want them to have to do that. Central Government should give more
support to local authorities to ensure that asylum seekers do not live in destitution. Above all, I
want a change in attitude and a more humane approach to this serious problem of the victims of
injustice from around the world.

11.36 am

Mr. Peter Brooke (City of London and Westminster, South): I shall be briefer than my hon.
Friend the Member for Billericay (Mrs. Gorman) and the hon. Member for Islington, North (Mr.
Corbyn), because this is a short debate and I want others to get in. I congratulate my hon.
Friend on securing the debate.

The problem that we are discussing arises from the autumn of 1995, when various
announcements were made at the Conservative party conference about the Government's
intentions. There was evidence through the autumn of that year of a lack of interaction between
Government Departments. Brussels often praises Whitehall for having better co-ordination
between Departments than any other Government in the European Union, but that co-ordination
was not in evidence in this case. The Social Security Advisory Committee wrote a hostile report
on the Government's intentions. I suspect that once the Home Office had legislative cover and
clearance for its Bill, it washed its hands of the consequences, which would fall on other
Departments.

On Second Reading of the Asylum and Immigration Bill, in December 1995, I alluded to some of
the problems that I could foresee. I mentioned in particular the problems of unaccompanied
children coming to Westminster and other central London boroughs. Perhaps as a consequence
of that debate, there was a delay in bringing forward the amendments to the benefit regulations,
quaintly named the Social Security (Persons from Abroad) Miscellaneous Amendments
Regulations 1996. The Opposition were satisfied with a 90-minute debate. Some Conservative
Members felt that that was inadequate time to discuss the regulations. I was the last to speak
before the replies to the debate and was allowed three minutes. I said that the drama that I
foresaw would be played out on the streets of my constituency rather than those of some of my
right hon. and hon. Friends on the Front Bench who were introducing the measures.

A legal case went against the Government in the summer, as a result of which they had to
amend the Bill in the House of Lords with primary rather than secondary legislation. As has
been said, on 8 October the decision was taken that obliged local authorities to provide
assistance to single adult asylum seekers. That decision was challenged in the Court of Appeal,
and the appeal was defeated. That series of legal defeats reflects rather badly on the degree of
co-ordination involved in the preparation of the legislation before its introduction. Like my hon.
Friend the Member for Billericay, I am briefed primarily by Westminster city council, but I shall
allude to other areas of central London later. At the heart of the problem is the fact that it is
being dealt with on a piecemeal, rather than a co-ordinated, basis.

My hon. Friend referred to the £165 per week grant provided by central Government. That is an
average figure drawn from estimates that the Government received, which ranged from £95 for
cold weather shelter provision to £290. That scatter of figures derives from outer and inner
London areas. As the Bishop of London reminded us during the centenary service for the King's
Fund only yesterday, costs outside central London are quite different from those in inner
London. For two reasons the £95 for cold weather shelter is an unrealistic figure for provision in
central London. First, the rough sleepers initiative has absorbed so much of the accommodation
that might be used for that purpose that the central London boroughs no longer have access to
it. Secondly, asylum seekers are specifically excluded from cold weather shelters.

89
Westminster pays £175 for accommodation alone, before the addition of extra sums that it must
provide. The rough sleepers initiative, co-ordinated by central Government in conjunction with
the voluntary sector, has been a great success. The number of those sleeping rough in central
London has fallen from more than 1,000 to below 400 in the past six or seven years. Central
Government would render major assistance if they took over that co-ordination in conjunction
with the voluntary sector, upon which a great deal of the burden of the problem falls. That would
instantly reduce the average unit cost. The piecemeal approach adopted at present increases
the likelihood of fraud.

It is recognised widely that the burden of the problem falls on local authorities in London, and
primarily on those in inner London. I freely acknowledge that Westminster is not the only
authority involved: the borough of Islington is affected in the same way. I alluded to the problem
of unaccompanied children during the Second Reading of the Asylum and Immigration Bill in
December 1995. This year, Westminster will spend £1.2 million on unaccompanied children.
There is no logical reason why Westminster and one or two other boroughs should uniquely
absorb that problem. Unaccompanied children--who come to this country extremely well
prepared--simply go to a handful of authorities in central London about which they have heard
or to which they have been directed, and the council tax payers in those areas must foot the bill.

There is a hazard to community and race relations in central London if such costs continue to
fall heavily on council tax. The burden constitutes a risk to the quality of community and race
relations in those areas and, in that respect, I endorse my hon. Friend's comments. At the
margin, community care budgets are being diverted to this problem and away from council tax
payers.

I put it to my hon. Friend the Minister--for whom I have some sympathy--first, that all
unavoidable costs resulting from the programme should be reimbursed to local authorities that
are acting on behalf of the nation as a whole. Secondly, it would be immensely desirable if the
Government would announce their grant levels for 1997-98. It is now 5 March and the fiscal
year ends within a month. However, local authorities do not yet know what level of grant the
Government will provide.

I hope that the Home Office--in this respect I make common cause with the hon. Member for
Islington, North--can improve the speed with which it processes these cases. Between
December 1995 and May 1996, applicants under the legislation prior to 1993 waited an average
of 43 months for initial decisions. Between October and December 1996, the waiting time
increased to more than 48 months. The comparable statistics for those who were treated under
the legislation that was introduced in 1993 are 10.7 months in the earlier period and 12.2
months in the second period. The time taken by the immigration appellate authority to determine
appeals lengthened from eight to 10 months in the same period. Outstanding appeals increased
from 14,000 in February 1996 to nearly 22,000 at the end of last year. So the burden on local
authorities is being extended because the process of handling applications is slowing down
rather than accelerating.

I said that I sympathise with my hon. Friend the Minister, who will come to the Dispatch Box on
behalf of the Department of Health as much of the expenditure flows through that Department.
However, I am not sure that the Department of Health should necessarily take the lead in co-
ordinating this process. It originates in the Home Office, and I believe that it would be desirable
if that Department took the lead--not least because a lack of co-ordination at the end of 1995 led
to this situation. I promised that I would be brief, Mr. Deputy Speaker, and I now sit down within
10 minutes.

Mr. Deputy Speaker (Sir Geoffrey Lofthouse): Order. Five hon. Members hope to catch my
eye in the 25 minutes before the winding-up speeches begin. With the co-operation of the
House, I hope that they will all be successful.

11.46 am

90
Mr. Neil Gerrard (Walthamstow): I shall try to be brief. The right hon. Member for City of
London and Westminster, South (Mr. Brooke) has discussed this subject on several occasions
and raised the issue of responsibility. His speech contrasted considerably with that of the hon.
Member for Billericay (Mrs. Gorman) at the beginning of the debate. I must admit that I was one
of those who laughed at some of the things that she said, not because I do not take the subject
seriously, but because it was obvious that she does not have the slightest clue about who
asylum seekers are, the circumstances in which they find themselves, and what happens to
them.

I agree that London boroughs should not carry the responsibility for asylum seekers, but what
are the alternatives? The right hon. Gentleman suggested that the Government should shift the
responsibility somewhere else. The hon. Member for Billericay seemed to endorse the
Government's option of appealing the court decisions and returning to their favoured position of
removing benefits completely and leaving asylum seekers with absolutely nothing. I remind the
House that the measure applies to asylum seekers who apply in country, and not to those who
apply at the port of entry. That is despite the fact that the success rate for asylum applications of
people who apply in country is at least as great as--and sometimes greater than--that of people
who apply at the port of entry.

In the first four months of last year, 775 people were awarded refugee status, 610 of whom
were in-country applicants--precisely the people who have been denied benefits. The
Government were warned about the repercussions from the beginning. The Social Security
Advisory Committee warned the Government not to change the social security regulations in
1995, and pointed to the likely consequences of that action.

( 10 ) The Government's reasoning was the same then as it is now: they still talk about
economic migrants and benefit scroungers. Anyone who deals with asylum seekers knows the
reality. It is rubbish to say that people come this country because the benefits here are more
than the average wages in the countries from which they have come. They may be, but we
should consider what that means in real terms, and what standard of living people have had in
their own countries.

An Algerian asylum seeker told me that he had been a general practitioner in Algeria and that
his wife had been a vet, but people were telling him that he had come here to live on benefits. I
have known an 18-year-old Somali girl for a couple of years. She is struggling to look after six
children younger than herself. They all live in a bedsit, and she showed me photographs of her
house in Somali, which has a mosque in the back garden that her father built. Yet we tell those
people that they have come here to live on a few pounds a week in benefits.

The people who manage to get to this country are usually not the poorest or most downtrodden.
The poorest people are in refugee camps in neighbouring countries: that is where the majority
of refugees end up. How many of the 20 million refugees worldwide are trying to get to Europe,
never mind the United Kingdom?

The Government lost the court case on the benefit regulations. At the last minute, they included
these provisions in the Asylum and Immigration Act 1996. Time and again, those of us who
served on the Committee considering that Bill and who participated in the debates asked what
would happen and who would have ultimate responsibility. We said that local authorities would
be stuck with the problem of having to deal with children under the Children Act 1989 and with
homeless people on the streets. We did not know then that the courts would decide that the
National Assistance Act 1948 could be used. We pointed out the problems and said that council
tax payers would have to pick up the bill.

( 16 )Even if we accepted the Government's view--which I do not--that only a tiny proportion of


people who claim asylum are genuine refugees, we cannot defend a policy that leaves genuine
refugees destitute. The hon. Member for Billericay defended the Government's position. Even if
only a small number of cases are genuine, how can anyone defend such callousness? Genuine
asylum seekers will be left without a penny to live on. Only one other country in Europe has

91
such a policy, and that is Italy. On the outskirts of large towns such as Naples one sees shanty
towns full of asylum seekers. That is the logical consequence of the Government's policy.

It is a disgrace to any civilised society even to consider leaving genuine asylum seekers without
a penny to live on. That is what we should be debating, not the financial position of a few local
authorities that have been dropped into this mess by the Government, who want to leave them
in that mess. Hon. Members should read the Refugee Council's report, which shows the impact
that having to live on nothing has on the lives of asylum seekers. People have to walk miles to
soup kitchens to get a meal.

As the right hon. Member for City of London and Westminster, South said, delays should be
eliminated. Why are people having to wait four or five years for a decision on their case? Why
are the queues getting longer? In 1993, we were told that the Asylum and Immigration Appeals
Act 1993 would make things better, and we were told last year that the 1996 Act would makes
them better, but waiting times are getting longer. If we want to encourage people to make bogus
applications, the way to do so is to let the queues get longer, but that penalises the genuine
asylum seeker. I believe that the majority of applicants are genuine: I do not believe the 90 per
cent. figure.

Long queues encourage the bogus applicant, so the Home Office and the Lord Chancellor's
Department should do something about it. Why has the number of cases awaiting appeal gone
from 13,000 to 21,000? Many of those people will have to await their appeal--which they may
well win--without a penny, because their benefits have been cut off. Do not tell me that that is
what happens to people who are refused benefits through the social security system. Few
people who are refused social security benefits are left destitute without a penny. The people
who are refused benefit tend to be those claiming a particular benefit to which they are not
entitled.

We should not treat in such a way people who come here to escape from appalling conditions.
They may have been in gaol and may have been tortured. To put them on the streets without a
penny is a disgrace to any society that calls itself civilised.

11.55 am

Mr. Charles Wardle (Bexhill and Battle): I congratulate my hon. Friend the Member for
Billericay (Mrs. Gorman) on securing this debate. The topic of asylum seekers is fundamentally
important for two obvious reasons. ( 35 ) First, it matters crucially that this country honours, as it
always has, its obligations under the Geneva convention. ( 38 , 51 , 61 ) It is equally important
that abuse of the asylum rules by the large number of people who make asylum applications
knowing that their position as illegal immigrants has no bearing on the Geneva convention
should be debated openly, so that it is fully understood and tackled.

Bearing in mind the fact that year in, year out the number of people found to be genuine
Geneva convention cases ranges from 1,000 to 3,000, it stands to reason that the other tens of
thousands of applicants include people who knowingly abuse the system. Those people do a
disservice to genuine refugees, who are held up in the queue, to which the hon. Member for
Walthamstow (Mr. Gerrard) alluded, and do not receive the treatment and care that should
come their way.

Mr. Corbyn: Will the hon. Gentleman give way?

Mr. Wardle: I shall not give way. The hon. Gentleman and I have often discussed this matter,
but I am aware of the time, and I would like to make progress.

( 44 ) Britain has always honoured the Geneva convention, and has given sanctuary to people
with a well-founded fear of persecution in the country from which they are fleeing and whose
first safe country landing is in the United Kingdom. The only occasion that I know of when our
proud record under successive Governments of honouring the convention was sullied was the

92
recent Al Masari case. Reference to the primacy of British business interests in Saudi Arabia
brought the integrity of our asylum criteria into question, and, when the Government lost the
appeal, a thoroughly undesirable person was allowed to remain in this country and continue his
political activity.

I want to make three points on detention, the asylum queue and the wider issue of asylum, the
European Union and broader immigration policy. Much of what is said about detention is
confused or misleading. ( 20 ) Protesters may genuinely be concerned about refugees in
detention, but the fact is that only a tiny proportion of applicants are detained. In virtually every
case--not in 100 per cent. of cases, but in almost all of them--a detainee is someone whose
appeal has been refused, who is waiting to be removed from the country and is only temporarily
in detention, or whose application has been refused and is awaiting appeal but is considered
likely to abscond. However, it is a tiny proportion of the number of people concerned.

Mr. Tony Marlow (Northampton, North): Will my hon. Friend give way?

Mr. Wardle: If my hon. Friend will allow me, I must make some progress.

My next point concerns the asylum queue. As I have already said and as is widely known, there
are people in the queue who have arrived in this country and been welcomed as visitors but
who have then overstayed that welcome, found work and assimilated themselves into the local
population, quite unlawfully. When apprehended and questioned, they are frequently advised by
immigration lawyers or advisers to apply for asylum because, once they are in the queue they
can stay here and qualify for social security. As my right hon. Friend the Member for City of
London and Westminster, South (Mr. Brooke) said, it may take four years to resolve the case.

Recently, Ministers have pointed to the fall in the number of asylum applications and to the
success of the Asylum and Immigration Act 1996. It is a welcome development if some bogus
applicants are no longer applying, but it does not deal with the underlying problem of the queue.
In December 1995, on Second Reading of the 1996 Act, I explained what I felt was the only way
to tackle the problem, which was not simply to pass more legislation--Bills do not resolve what is
fundamentally an administrative problem--but to process the queue swiftly.

On Second Reading my right hon. and learned Friend the Home Secretary said that some
75,000 people were in the asylum queue at the end of 1995. He estimated the cost to be about
£200 million a year. I said that I had every reason to believe that he was grossly
underestimating the costs and that when the figures for social security, housing, school places,
the health service and so on were added to that figure, the cost was likely to be closer to £500
million or even £750 million a year. I recommended that he should think again about his promise
to spend £37 million on the appeals section of the asylum division and on the Lord Chancellor's
Department and that he should spend about £150 million a year for two years to process the
queue. As the hon. Member for Walthamstow said, once the queue is gone, the attraction of
making a bogus claim disappears. At the same time, it would help the genuine applicants
because they could be dealt with promptly.

Mr. Marlow: My hon. Friend said that everyone is concerned about people going into detention
and many people do not go into detention. The Home Office is unable to give me an answer to
my question, but perhaps my hon. Friend will have some idea. Does he know how many people
who do not go into detention but who are bogus asylum seekers disappear and do not turn up
ever again?

Mr. Wardle: I cannot give my hon. Friend an exact answer. Undoubtedly many people who are
not detained but are in the queue and see their appeal coming closer to resolution, disappear
into the undergrowth. That is unlawful and wrong and should not happen. It is all very well to
talk about new legislation and new measures, but while the queue exists, the temptation to join
it as a bogus applicant is there. That is fundamentally wrong. We must process the queue and
ensure that those who do not qualify for leave to remain in this country are removed from here,
including those who have absconded. That is being missed in all the headline chasing about

93
new Bills every other year. That is not what is needed. We need competent administrative
action.

I should like to raise the link between asylum and the European Union and the wider but directly
related issue of immigration and border controls. Under the third pillar of co-operation in the EU,
there has for several years been harmonisation of asylum policies--the Dublin convention is one
example of that. The European Commission wants to go much further--it is perfectly open about
its ambitions. It wants to take the third pillar into treaty competence and that includes asylum
policy. The Government have said that they will resist that and I am sure that they are right to
do so. The cornerstone of that resistance is not to allow Britain's border controls to be
dismantled, as is required by the existing European treaty. The moment those border controls
are gone, the ability to determine where a person has landed as the first safe country becomes
confused.

There was recently a welcome announcement by the Dutch Government that they now
recognise--the operative word is "now"--that no future British Government will willingly relinquish
border controls. I should like to believe that it is significant that, until I made a fuss about this
two years ago there were no Government speeches or great policy statements on the subject of
our border controls. There was only the occasional furtive and uneasy answer to parliamentary
questions. Undoubtedly, Ministers in other EU member states and their officials all assumed
that, sooner or later, Britain would cede its border controls when required to do so by the
European Court. That position has changed, but the battle is not yet over.

The best thing that the Government can do is to be open and frank about the legal threat to our
position as it now stands. There has been some progress with the recognition by the Dutch, but
the problem is still there. By rehearsing the nature of the problem openly rather than glossing
over it, the full force of British public opinion, including people of all ethnic origins, would be
brought to bear to persuade the Commission that this country will not wish to change its stance.

Unfortunately, time and again Ministers have given Parliament the strong impression that the
Government consider that they have a sound defence against the requirement in article 7A to
dismantle border controls. The Government, effectively, seem to face both ways because they
have said that they will never give away the border controls, but then say that we have an
adequate defence.

It might be as well for Ministers to remind themselves of "Questions of Procedure for Ministers"
which states:

"Ministers have a duty to give Parliament and the public as full account as possible
about the policies, decisions and actions of the Government and not to mislead
Parliament and the public."

They should also remember the Scott report, which said:

"If the account given by a Minister to Parliament withholds information on the matter
under review, it is not a full account."

Time and again we have not been given a full account on this subject in Parliament. While the
Government gloss over our vulnerability but assert, at the same time, as my right and learned
Friend the Foreign Secretary has done, that the Government will not break European law, we
are not getting to the bottom of the problem. The only way to do that is to be open with
Parliament and the British public and to ensure that, with the force of British public opinion
behind them, these matters can be dealt with to British satisfaction at the forthcoming
intergovernmental conference. To do that, would put our asylum and immigration policies into
the proper framework. This is a subject to which I fully intend to return in the next Parliament.

12.7 pm

94
Mr. David Shaw (Dover): I speak as the Member of Parliament for Dover, which is a port of
entry, and which has many immigration officers who have to carry out difficult work. They
enforce our border controls with great difficulty, ( 39 ) because there are many attempts at
illegal immigration using asylum techniques, fraudulent documents or other methods. They face
a difficult battle. There are police officers and special branch people at the port, as well as five
social security benefit fraud investigators to deal with many of those who try to get into this
country to take advantage of our system, either to claim benefits or to gain residency here.

Although many of us may support the Geneva convention and want to see people with a
legitimate fear of persecution being able to come to this country for protection, we do not want
people to take advantage of our compassion, and many of them who come here are doing that.
When the recent hunger strike at Rochester was investigated, it was found that nearly all, if not
all, the people involved were not genuine asylum seekers but illegal immigrants who were being
detained with a view to being deported. Many people want to take advantage of this country.

The world is full of economic migrants, who can travel more easily than ever before. I accept
that there are trouble spots, but there are not as many as asylum seekers would have us
believe. ( 30 ) We must also face the fact that, even in the case of brutal dictatorships such as
Iraq, we cannot take in all those who suffer. I would like to help all those people who suffer from
Saddam Hussein's actions, but we cannot do so. Almost the whole population of Iraq is
persecuted and oppressed, and we could not take them all in.

Mr. Marlow: My hon. Friend has cited the example of Iraq. If people are desperate to get out of
Iraq, why do they not go to Jordan or somewhere else in the middle east? Why do such people
come all the way here? Is it because they are seeking the economic benefits of this country?
Why do people have to traverse a continent to get away, instead of going to the country next
door?

Mr. Shaw: My hon. Friend raises the question of how so many migrants, who seek asylum or
become illegal immigrants, reach this country.

Mr. Gerrard: Will the hon. Gentleman give way?

Mr. Shaw: I cannot give way again, because of the shortage of time. ( 40 ) Too many asylum
seekers enter the country initially as family visitors, tourists, students and business people, and
then suddenly discover that they want to remain as asylum seekers. That is why the Social
Security Select Committee produced a report on the Government's proposals. I accept that the
report was not unanimous, but we had no difficulty in saying that the Government's actions were
right.

The problem is that far too many people have jumped on the asylum bandwagon. There is an
industry supporting people who try to remain in this country when they cannot justify their
presence. I have recently come across the Migrant Training Company. Labour councillors in
Camden have apparently been involved in a £1 million fraud with taxpayers' money, and
European grants have gone astray. I understand that a Labour parliamentary candidate has
also been involved. There is a serious possibility that Labour councillors in Camden will have to
be surcharged as a result of that fraud.

We have to face the fact that real problems are caused by asylum policies and immigration. We
cannot go on meeting the bill, which at one stage was £200 million a year, for attempts by
40,000 people to seek asylum. Many of those people are not genuine. My hon. Friend the
Member for Billericay (Mrs. Gorman) mentioned a lady from Russia, who is an arts graduate
and claims that she had problems at her university. That is not a good enough reason to cost
the British taxpayer £40,000. The situation cannot continue.

I have much sympathy for Westminster council, which has had to bear considerable costs.
Outrageous accusations have been made that the resources that Westminster receives from
the Government are unfair, but it bears many costs that should properly be borne by the whole

95
country. It is the central authority in London. I also have sympathy for Kent, which also bears
some of the cost of asylum seekers. Dover district council has also had to bear the costs of
some cases. It is unfair for local authorities to have to bear the costs, when the Geneva
convention is a national policy.

It is also unfair that Camden council, and other Labour councils involved in the Migrant Training
Company, are abusing the system and engaging in fraud. The Government have a serious
problem, because they cannot tell councils that they will take over 100 per cent. of the bill, but
allow Labour councils to take advantage by setting up fraudulent companies, such as the
Migrant Training Company, for the benefit of Labour councillors and a Labour parliamentary
candidate.

Mr. Corbyn: Where is the evidence?

Mr. Shaw: The evidence is sitting in the Department for Education and Employment, which has
a European Court of Auditors' report showing that the company has been involved in serious
fraud. That is a disgrace, and the Labour councillors and members involved should be exposed.
The Government have the right approach, but I have much sympathy for the councils that incur
unreasonable expense.

12.15 pm

Ms Ann Coffey (Stockport): I congratulate the hon. Member for Billericay (Mrs. Gorman) on
obtaining her Adjournment debate. The issues she has raised concern a number of London
boroughs, but I am not sure that some of her general comments were helpful. I remind her that
it is easy to raise and exploit fears about immigration, but the challenge in a multiracial society
is the maintenance of good race relations.

The Government's defence is that the current shambles over payments under section 21 of the
National Assistance Act 1948 is not their fault, but the fault of the judges. The Government
claim that the judges have put local authorities in an invidious position, and that they have
rushed to the rescue with a special grant to help out the local authorities.

I am not sure that that is a correct assessment of the judgment. The judges in the Court of
Appeal said that, because asylum seekers were disqualified from assistance under the Asylum
and Immigration Act 1996, they automatically qualified under the National Assistance Act 1948
for assistance from local authorities. As the 1948 Act had not been repealed by Parliament, the
judges interpreted the general will of Parliament as a desire to continue to provide for those in
need. That is the principle that has been behind the poor law for 350 years.

The present situation of local authorities is not the fault of the judges, in the stark way that the
Government claim, but arises from the confusion caused by two conflicting Acts of Parliament.
Clearly, the legal advice received by Ministers was not entirely sound. The local authorities had
to appeal, because the Government refused to reimburse them for payments they made under
section 21 of the 1948 Act. It was clear that the local authorities would not be reimbursed
without a legal ruling that would enable Ministers to blame the judges for the Government
having to pay for an alternative benefits system for asylum seekers, administered at a high cost
by the local authorities.

I might add that the Asylum and Immigration Act 1996 did not remove asylum seekers'
entitlement to national health service treatment. Asylum seekers would be admitted to hospital if
they became physically ill through lack of funds, suffered hypothermia from sleeping on the
streets or contracted a disease. If asylum seekers become mentally ill as a result of stress and
depression, they would be entitled to treatment under the mental health Acts. It would be
interesting to see the after-care programme for such cases.

Yesterday, when we discussed the special grant of £165 for each asylum seeker that the
Government are giving local authorities, I asked about cash payments. The Department of

96
Social Security has ruled that such payments are not lawful under the National Assistance Act
1948, and would not be eligible to be reimbursed, although the expenditure is lawful under
general local government powers.

I understand that there is conflicting legal advice, but the present situation is absurd. Social
workers' time is being used to deliver groceries and take people shopping. One silly example is
that people cannot be given money for toothbrushes, because they have to be bought for them.
The hon. Member for Billericay gave the example of the use of the meals on wheels service to
provide food, when the service is already under much pressure. Local authorities could meet
their responsibilities in a more cost-effective way if they could make direct cash payments. That
idea should be pursued.

The recent Refugee Council report, "Just Existence", tracked 15 asylum seekers who had lost
entitlement to benefit and were being offered various kinds of help by local authorities. No one
reading that report could fail to be struck by the desperation of those people's lives and
circumstances. Whatever the eventual judgment on their status, each personally saw
overwhelming reasons for not being able to return to their country of origin, and would endure
any conditions in this country rather than face that alternative. That is the reality that must be
taken into account.

The importance to those people of resolving their status as quickly as possible is also clear.
Several hon. Members have already talked about the delays, and I have a constituent who, after
nearly five years in this country, has not yet had his appeal against refusal of refugee status
heard. That is totally unacceptable.

The delays in the legal process need tackling. If the fundamental problem is not addressed,
local authorities face the prospect of having to administer an alternative benefit system for
asylum seekers, and to support them in hotels, bed-and-breakfast accommodation, hostels,
flats and shelters. The administration will be costly, and will undermine local authorities' ability to
perform their other statutory functions.

I know that the Government propose changes, as yet unannounced, in social services
departments, but I would not have thought that the role of poor law administration was
something that even the present Government had in mind for them. Of course, I could be
wrong. Perhaps Ministers foresee the prospect, if a Conservative Government are re-elected, of
an extended role for social services departments in dealing with destitution.

Mr. Marlow: Will the hon. Lady give way?

Ms Coffey: I cannot, because of the shortage of time.

As a civilised society, we should offer refuge to genuine asylum seekers; we must also be
aware of our humanitarian responsibilities. Our objection to the Asylum and Immigration Act
1996 is that it used the withdrawal of benefits to establish who was and who was not a genuine
asylum seeker. That was always bound to cause undue hardship.

I understand that a further appeal will be made to the House of Lords, and clearly, if the Lords
uphold the judgment of the Court of Appeal, the practice will cease to be an option, even for the
present Government. We must therefore consider the best way of giving assistance and
benefits to people entitled to them, whatever legislation that process falls under. The assistance
must be fair and consistent, and must not carry high administrative costs.

12.21 pm

The Parliamentary Under-Secretary of State for Health (Mr. Simon Burns): I start by
congratulating my hon. Friend the Member for Billericay (Mrs. Gorman) on initiating this
important debate. I assure the House that I have listened extremely carefully to the variety of
points made by my right hon. and hon. Friends, as well as by Opposition Members.

97
Clearly there will not be time for me to deal with all the points that have been raised. My hon.
Friend the Member for Bexhill and Battle (Mr. Wardle) raised several issues concerning the
Home Office in connection with immigration and asylum policy, and I shall ensure that his
comments are drawn to the appropriate Ministers' attention, so that he can be given answers. I
shall also write to other hon. Members to deal with any other points that I am unable to raise
during the short time available.

I must first make it plain that this Government and this country have a justifiable reputation for
welcoming to our shores genuine asylum seekers escaping persecution and torture. ( 11 ) But
the escalating number of economic and bogus asylum seekers who have come here, not
because of persecution but because of the economic situation in this country and the benefits it
affords them, has caused great concern.

There has been an abuse of the asylum system, as several of my hon. Friends have said. In
1988 there were 4,000 asylum applications; in 1995, the number had risen to a staggering
44,000. Yet by 1996, as a result of the changes that we made to benefits, it had fallen to
28,000.

Although there was an increase in the number of asylum seekers recognised as refugees--from
628 in 1988 to 2,240 in 1996--the proportion of successful applicants granted refugee status as
a result of genuine applications fell from 23 per cent. to 6 per cent.

Mr. Marlow: Will my hon. Friend give way?

Mr. Burns: I am sorry, but I hope that my hon. Friend will understand that I have only seven
minutes left.

As hon. Members will know, asylum seekers who claim asylum at the point of arrival in this
country are entitled to social security benefits that cover housing, food and other necessities.
Rights to benefits have been withdrawn only from those who claim asylum after they have
entered this country. It is those people who now pose such an onerous problem for local
authorities.

It is worth looking briefly at how that happened. As some of my hon. Friends have said, the
situation arose in early August, when a small number of people who had claimed asylum after
entering the country, and so had been denied benefits, approached social services departments
for aid. After social services provision was refused, four of the asylum seekers sought judicial
review against the local authorities concerned, and an interim court order obliged the local
authorities to accommodate them while proceedings were pending.

On 8 October 1996, the High Court ruled that local authorities had a duty under section 21 ( 1
)(a) of the National Assistance Act 1948 to provide services as a safety net of last resort to
those who, by reason of their circumstances, were unable to fend for themselves.

My right hon. Friend the Secretary of State for Health, with the local authorities concerned--
Westminster, Hammersmith and Fulham, and Lambeth--appealed against that ruling; the appeal
was dismissed on 17 February. We are currently seeking leave to appeal to the House of Lords,
because we do not accept that the National Assistance Act should apply to adult asylum
seekers who are not elderly, infirm or disabled, and who have no need for community care
services.

The judgment has had serious consequences for many social services authorities, especially in
London. It has imposed a new duty on them to support people for whom they have never before
had to provide services. Although the number of people claiming asylum in this country has
fallen since the removal of benefits, thus suggesting that the intended disincentive to economic
migrants is working, the numbers remain high, and the burden for local authorities is substantial.

98
On 21 February, 3,501 adults were being accommodated by London authorities, and at least a
further 200 outside London. It is not right that such a financial burden should be imposed on
council tax payers, or that services for local people should suffer as a result of the court ruling.

It is precisely because the Government are so concerned about the impact on local authorities
of having to house asylum seekers that we are now making a new special grant available to
help them to carry the burden. As the House will know, three types of grant are being made
available: one for unaccompanied children, one for children accompanied by adults, and the
grant for adult asylum seekers, which we approved in Standing Committee yesterday afternoon,

That last grant will allow claims from local authorities up to the equivalent of £165 per person
per week, averaged over the relevant period, to help meet the costs of those individuals. In
addition, authorities will be able to claim up to £10 per person per week for documented costs
incurred in commissioning new premises for housing asylum seekers.

The local authority associations and individual authorities, including Westminster, were
consulted on the details of the grant, and have been given guidance on how to claim
reimbursement. I certainly accept that Westminster, which has featured prominently in the
debate, has a very high number of asylum seekers--292 at the most recent inquiry--but it is not
alone in that.

Two other London boroughs currently accommodate more asylum seekers than Westminster,
and there are about eight authorities with similarly high numbers. We have listened to what they
have said, and we consider that the special grant is a fair and reasonable response to their
concerns about adults without children.

The House may be interested to know that the figures from the local authorities show that most
of the London authorities are spending less than the £165 per week that we allow. The sums
range from a low, in Ealing, of £90 per week, to a high, in Redbridge, of £164 per week.
However, two authorities are excluded from that range--Newham, which says that it is spending
£205 a week, and Westminster, which is spending about £226 a week.

It must be borne in mind that Westminster is being charged about £226 a week, and the
neighbouring borough, Kensington and Chelsea, which is in many ways a similar local authority,
about £119 a week. It would be wrong not to take an average figure rather than giving different
amounts to different authorities, which would clearly not be any more cost-effective or efficient
for the taxpayer. We have no plans to change the existing policy.

Mrs. Gorman: Is my hon. Friend aware that Kensington and Chelsea is giving cash benefits at
the moment, which allows it to save about £30 a head? The hon. Member for Stockport (Ms
Coffey) seems to agree with me that that is illegal.

Mr. Burns: Our legal advice is that it is illegal, but even--

Mr. Deputy Speaker (Mr. Michael Morris): Order. We must now move on to the next debate.

99
Referencias bibliográficas
En general la bibliografía sobre la mayoría de los tópicos tratados en este
libro está en inglés. Sin embargo, donde hay trabajos relevantes en
castellano, los incluimos en las referencias mencionadas aquí. Para más
bibliografía también vea mi libro Ideología (Van Dijk, 2000).

Ideología en general
La mayoría de los trabajos generales sobre ideología se encuentra en las
ciencias sociales, desde Destutt de Tracy, Marx/Engels, y Gramsci hasta
hoy. La tradición (neo) marxista está bien representada en esta bibliografía.
Unos de los libros clásicos con más influencia, que todavía vale la pena de
leer, es Ideología y Utopía de Karl Mannheim (1936). El libro
contemporáneo más conocido sobre la historia de el concepto de ideología
es el libro del investigador chileno Jorge Larrain (1979). Un buen libro de
introducción es el del teórico literario Terry Eagleton (1991). También
recomiendo los trabajos sobre ideología del psicólogo social Michael Billig
(por ejemplo Billig, 1982, 1988). Billig también es autor de trabajos
interesantes sobre fascismo y nacionalismo, y uno de los fundadores de la
psicología discursiva, en que él representa una línea ‘retórica’. Muy citados
también son los libros de John B. Thompson (1984, 1990), sobre todo para
el estudio de la cultura y los medios de comunicación. El famoso Centro de
Estudios Culturales Contemporáneos de Birmingham, liderado por el
igualmente famoso Stuart Hall hasta los años noventa, también publicó una
colección de estudios sobre ideología (CCCS, 1978). Abercrombie, Hill &
Turner (1990) publicaron una colección de artículos que tratan sobre todo a
la noción de “ideología dominante”. Una colección de trabajos clásicos, por
ejemplo de Adorno, Benhabib, Lacan, Althusser, Pêcheux, Therborn, etc.,
fue publicado por ŽiŽek (1994). Uno de los trabajos clásicos en ciencias
políticas es el libro de Martin Seliger (1976), y un libro más moderno él de
Michael Freeden (1996). En lingüística unos de los primeros libros fue él
de Hodge & Kress (1979, segunda versión: 1993). Se ve de esta
bibliografía que – aparte de algunos clásicos como Gramsci y Althusser,
etc. – la mayoría de los trabajos sobre ideología se han escrito en Inglaterra
– en tierra donde también Marx escribía parte de sus trabajos.

Cognición

Sobre cognición, memoria, representaciones mentales y sociales, cognición


social, modelos mentales, en general, y con respecto al procesamiento de
textos, hay muchísima bibliografía, y doy solamente algunos títulos de
libros fundamentales, clásicos o actuales. Una selección de autores
conocidos que escribe sobre cognición se encuentra en el libro editado por
Sternberg (1999).

100
Una excelente introducción a la cognición social, combinando la
traducción norteamericana y europea en psicología social, es el libro de
Augoustinos & Walker (1995) – que por cierto merecería una traducción
castellana. El libro clásico de la línea norte-americana en cognición social
es de Fiske and Taylor (1991) que da también mucha otra bibliografía. La
línea europea tratando de la noción importante de la identidad social,
fundamental para la definición de ideologías, se representa por ejemplo en
el libro editado por Abrams & Hogg (1999). Muy interesante también son
los estudios sobre la psicología de las “creencias ampliamente distribuidas
(o generalizadas)” (Fraser & Gaskell (1990).
Para leer más sobre la noción de Moscovici de la representaciones
sociales, ahora hay varios libros después del clásico libro de Farr &
Moscovici (1984), como Moscovici (2000), y Meaux & Philogène (2001)
en inglés y Jodelet (1989) en francés. También hay una colección de
estudios franceses sobre ideología y representaciones sociales editado por
Aebischer, Deconchy & Lipiansky (1992), con los libros de Michael Billig
uno de los pocos libros sobre psicología social e ideología.
Para el estudio del procesamiento del discurso, vea Van Dijk &
Kintsch (1983), Kintsch, 1998; Britton & Graesser (1995), y Van
Oostendorp & Goldman (1999). En el libro de psicolingüística del español
de Vega y Cuetos (1999) hay un capítulo sobre esa linea de investigación
sobre el discurso. Sobre la lingüística cognitiva ahora tenemos un libro en
español (Cuenca & Hilferty, 1999), pero no es un área que trata
directamente de representaciones sociales como ideologías.
Para la noción importante de modelo mental (o modelo de situación),
vea los estudios y colecciones de Johnson-Laird (1983), Oakhill &
Garnham (1996), Van Dijk & Kintsch (1983), Van Oostendorp & Goldman
(1999).

Racismo
También sobre racismo ya existe una biblioteca entera de estudios, y por
eso nos limitamos a algunos libros de referencia, también porque no es el
tópico principal de este libro. Algunos libros nuevos de referencia son:
Philomena Essed & David Goldberg (2002) que reúne muchos textos
clásicos y comentarios ulteriores de l@s autores/as sobre el contexto
(recepción, etc.) en que escribieron sus artículos. Les Back y John Solomos
(2000) dan otra selección de artículos clásicos, y David Goldberg & John
Solomos (2002) es una enciclopedia de contribuciones nuevas. Allá uno
puede encontrar mucha otra bibliografía sobre racismo. Para la noción de
racismo cotidiano, veo el libro de Philomena Essed (1991). En España
todavía no hay muchos libros sobre racismo (pero cada vez más sobre
inmigración). Lo más práctico son los informes anuales de SOS Racismo.
Tomás Calvo Buezas publicó una serie de informes detallados sobre las

101
opiniones de adolescentes sobre inmigración y minorías coleccionadas en
encuestas (por ejemplo Calvo Buezas, 1990, 1995, 1997, 2001). Luisa
Martín Rojo et al. (1994) es una colección sobre racismo y uno de los
primeros en España que relaciona racismo con discurso. Antonio Bañon es
uno de los lingüistas en España que está más involucrado en el estudio del
discurso racista (su último estudio es Bañon, 2002). De mis propios libros
en inglés sobre discurso y racismo (Van Dijk, 1984, 1987, 1991, 1993) se
tradujo uno en castellano (Van Dijk, 1993), y se publicó una colección de
artículos sobre racismo y la prensa (Van Dijk, 1997).

Análisis del discurso


También sobre discurso hay ahora muchos estudios, felizmente también
introducciones para un público de estudiantes y principiantes. En castellano
tenemos las introducciones de Helena Calsimiglia y Amparo Tusón (1999)
y la colección de introducción mía (Van Dijk, 2001). En inglés tenemos
ahora también una enciclopedia general muy útil, editado por Deborah
Schiffrin, Deborah Tannen & Heidi Hamilton (1991), que felizmente en
breve también viene en versión ‘paperback’. Introducciones en inglés son
Schiffrin (1993), Johnstone (2002), y Jaworksi & Coupland (1999) una
colección muy útil. En castellano hay ahora muchos estudios sobre análisis
del discurso, gramática del texto, etc., como Albaladejo (1987), Lozano, et
al. (1997), entre muchos otros. El primer libro en España sobre análisis
crítico del discurso es el libro editado por Luisa Martín Rojo y Rachel
Whittaker (1998). Uno de los estudios sobre medios e ideología en
castellano es Casasús (1998). El clásico en castellano sobre ideología y
discurso es el libro de Dorfman & Mattelart (1972). También se traduce en
castellano la introducción reciente de Wodak & Meyer (2001). Y en
general quiero recomendar el trabajo de Ruth Wodak, hasta ahora poco
conocida en España, como su trabajo en inglés y alemán sobre género,
discurso político, anti-semitismo, nacionalismo, etc. Vea también el libro
sobre racismo político que edité con ella (Wodak & Van Dijk, 2000).

102
BIBLIOGRAFÍA

Abercrombie, N., Hill, S., & Turner, B.S. (Eds.). (1990). Dominant
ideologies. London Boston: Unwin Hyman.

Abrams, D., & Hogg, M. A. (1999). Social identity theory and social
cognition. Oxford: Blackwell.

Aebischer, V., Deconchy, J. P., & Lipiansky, E. M. (1992).


Idéologies et représentations sociales. Fribourg: Delval.

Albaladejo Mayordomo, T., & Bernárdez, E. (1987). Lingüística del


texto. Madrid: Arco/Libros.

Augoustinos, M., & Walker, I. (1995). Social cognition. An


integrated introduction. London: Sage.

Back, L., & Solomos, J. (Eds.). (2000). Theories of race and racism.
London: Routledge.

Billig, M. (1982). Ideology and social psychology: Extremism,


moderation, and contradiction. New York: St. Martin´s Press.

Billig, M. (1988). Ideological dilemmas: A social psychology of


everyday thinking. London Newbury Park: Sage Publications.

Britton, B. K., & Graesser, A. C. (Eds.). (1996). Models of


understanding text. Mahwah, NJ: Erlbaum.

Calsamiglia Blancafort, H., & Tuson, A. (1999). Las cosas del decir
manual de análisis del discurso. Barcelona: Ariel.

Calvo Buezas, T. (1990). Espana racista? Voces payas sobre los


gitanos. Barcelona: Anthropos Editorial del Hombre.

Calvo Buezas, T. (1995). Crece el racismo, también la solidaridad los


valores de la juventud en el umbral del siglo XXI. Madrid
(Caceres): Tecnos Junta de Extremadura, Consejería de
Cultura y Patrimonio.

103
Calvo Buezas, T. (1997). Racismo y solidaridad de espanoles,
portugueses y latinoamericanos: Los jóvenes ante otros
pueblos y culturas. Madrid: Ediciones Libertarias.

Calvo Buezas, T. (2001). Inmigración y universidad prejuicios


racistas y valores solidarios. Madrid: Editorial Complutense.

Casasús, J. M. (1972). Ideología y análisis de medios de


comunicación. Barcelona: DOPESA.

CCCS (Centre for Contemporary Cultural Studies), (1978). On


ideology. London: Hutchinson.

Cuenca, M. J., & Hilferty, J. (1999). Introducción a la lingüística


cognitiva. Barcelona: Ariel.

De Vega, M., & Cuetos, F. (1999). Psicolingüística del español.


Madrid: Trotta.

Dorfman, A., & Mattelart, A. (1972). Para leer el Pato Donald.


Comunicación de Masa y Colonialismo. Mexico: Siglo XXI.

Eagleton, T. (1991). Ideology: An introduction. London New York:


Verso.

Essed, P. J. M. (1991). Understanding everyday racism: An


interdisciplinary theory. Newbury Park: Sage Publications.

Essed, P. J. M. , & Goldberg, D. T. (Eds.). (2002). Race Critical


Theories. Oxford: Blackwell.

Farr, R. M., & Moscovici, S. (Eds.). (1984). Social representations.


Cambridge (Cambridgeshire New York Paris: Cambridge
University Press Editions de la Maison des Sciences de
l´Homme.

Fiske, S. T., & Taylor, S. E. (1991). Social cognition. New York:


McGraw-Hill.

104
Fraser, C., & Gaskell, G. (Eds.). (1990). The social psychological
study of widespread beliefs. Oxford Oxford New York:
Clarendon Press Oxford University Press.

Freeden, M. (1996). Ideologies and political theory. A conceptual


approach. Oxford: Clarendon Press.

Goldberg, D. T., & Solomos, J. (Eds.). (2002). A companion to


Racial and ethnic studies. Oxford: Blackwell.

Hodge, B., & Kress, G. R. (1993). Language as ideology. London


New York: Routledge.

Jaworski, A., & Coupland, N. (Eds.). (1999). The discourse reader.


London New York: Routledge.

Jodelet, D. (1989). Les Représentations sociales. Paris: Presses


universitaires de France.

Johnson-Laird, P. N. (1983). Mental models: Towards a cognitive


science of language, inference and consciousness. Cambridge
(Cambridgeshire New York: Cambridge University Press.

Kintsch, W, (1998). Comprehension. A paradigm for cognition.


Cambridge: Cambridge University Press.

Larraín, J. (1979). The concept of ideology. London: Hutchinson.

Lozano, J., Peña-Marín, C., & Abril, G. (1982). Análisis del discurso
hacia una semiótica de la interacción textual. Madrid:
Ediciones Cátedra.

Mannheim, K. (1936). Ideology and utopia: An introduction to the


sociology of knowledge. London New York: K. Paul, Trench,
Trubner & co., ltd. Harcourt, Brace and company.

Martín Rojo, L. (1994). Hablar y dejar hablar sobre racismo y


xenofobia. Madrid: Ediciones de la Universidad Autónoma de
Madrid.

Martín Rojo, L., & Whittaker, R. (Eds.). Poder-decir o el poder de


los discursos. Madrid: Arrecife.

105
Oakhill, J., & Garnham, A. (Eds.). (1996). Mental models in
cognitive science. Essays in honour of Phil Johnson-Laird.
Hove (Sussex): Psychology Press.

Schiffrin, D. (1993). Approaches to discourse. Oxford: Blackwell.

Schiffrin, D., Tannen, D., & Hamilton, H. E. (Eds.). (2001). The


Handbook of discourse analysis. Oxford Malden, MA:
Blackwell Publishers.

Seliger, M. (1976). Ideology and politics. London: Allen & Unwin.

Sternberg, R. J. (Ed.). (1999). Perspectives on learning disabilities


biological, cognitive, contextual. Boulder, Colo.: Westview
Press.

Thompson, J. B. (1984). Studies in the theory of ideology.


Cambridge: Polity Press.

Thompson, J. B. (1990). Ideology and modern culture: Critical social


theory in the era of mass communication. Stanford, CA:
Stanford University Press.

Van Dijk, T. A. (1984). Prejudice in discourse: An analysis of ethnic


prejudice in cognition and conversation. Amsterdam:
Benjamins.

Van Dijk, T. A. (1987). Communicating racism: Ethnic prejudice in


thought and talk. Newbury Park, CA: Sage Publications, Inc.

Van Dijk, T. A. (1987). Schoolvoorbeelden van racisme. De


reproduktie van racisme in maatschappijleerboeken (Textbook
examples of racism. The reproduction of racism in social
science textbooks). Amsterdam: Socialistische Uitgeverij
Amsterdam.

Van Dijk, T. A. (1991). Racism and the press. London New York:
Routledge.

Van Dijk, T. A. (1993). Elite discourse and racism. Newbury Park,


CA, USA: Sage Publications.

106
Van Dijk, T. A. (1997). Racismo y análisis crítico de los medios.
(Racism and the critical analysis of the media). Barcelona:
Paidos.

Van Dijk, T. A. (Ed.). (1997). Discourse as structure and Process.


Discourse Studies. A multidisciplinary introduction. Volume
1. London: Sage.

Van Dijk, T. A. (Ed.). (1997). Discourse as social interaction.


Discourse Studies. A multidisciplinary introduction. Volume
2. London: Sage.

Van Dijk, T. A., & Kintsch, W. (1983). Strategies of discourse


comprehension. New York: Academic Press.

Van Oostendorp, H., & Goldman, S. R. (Eds.). (1999). The


construction of mental representations during reading.
Mahwah, NJ: Erlbaum.

Wodak, R., & Meyer, M. (Eds.). (2001). Methods of critical


discourse analysis. London: Sage.

Wodak, R., & Van Dijk, T. A. (Eds.). Racism at the Top.


Parliamentary Discourses on Ethnic Issues in Six European
States. Klagenfurt, Austria: Drava Verlag.

ŽiŽek, S. (1994). Mapping ideology. London: Verso.

107

También podría gustarte

pFad - Phonifier reborn

Pfad - The Proxy pFad of © 2024 Garber Painting. All rights reserved.

Note: This service is not intended for secure transactions such as banking, social media, email, or purchasing. Use at your own risk. We assume no liability whatsoever for broken pages.


Alternative Proxies:

Alternative Proxy

pFad Proxy

pFad v3 Proxy

pFad v4 Proxy