Calle Del Terror
Calle Del Terror
Calle Del Terror
hoy se denomina González Saracho, que anteriormente unía Juárez con Morelos. De
hecho, en la esquina con Zaragoza reposa el letrero que señala la calle, como prueba de su
existencia.
Este era el nombre oficial de la calle a mediados del siglo XIX, en una época donde el
imaginario colectivo y la ingenuidad propia de ese tiempo dieron nombres pintorescos a las
calles de la ciudad. La calle del terror se le llamó así porque al estar en las márgenes de la
ciudad, circundando los arrabales de peligro, solían aparecer cadáveres de personas, en
especial de la vida nocturna, trátese de ladrones, estafadores, pendencieros, prostitutas.
Además de lo peligroso de la mencionada vía, con el tiempo comenzaron a sucederse
apariciones, se decía que eran las almas en penas de estos pobres malvivientes cuyo
cuerpo era allí depositado para ser encontrado por las autoridades. Algunos fantasmas se
aparecían a los transeúntes tal cual habían muerto: con puñaladas en diversas partes del
cuerpo, con agujeros de bala sangrantes, con la cabeza aplastada. Lo gráfico de su violenta
muerte los acompañaba hasta el más allá y así volvían para ser vistos por todos los que
han tenido esa mala suerte.
Con los años y siglos, el lugar estuvo lleno de recintos donde hubo dolor y sufrimiento,
como un hospital de una orden religiosa que cuidaba a enfermos terminales, luego una
prisión famosa por la torturas a sus presos y plaza de fusilamiento, también un lupanar de
meretrices muy pobres. Hubo un tiempo en que sus terrenos albergaron un improvisado
cementerio y después hasta una escuela primaria.
Lo cierto es que la carga emocional allí vivida ha traído la más variada muestra de
espectros quienes por su dolor o los crímenes cometidos en vida no pueden trascender al
descanso eterno y quedan aquí asustando a los transeúntes.
Cuenta la historia que a nadie le gusta pasar por esta calle a altas horas de la noche, pues
le tienen miedo tanto a los vivos como los muertos que allí pudiesen encontrar.