Trabajo de Mami

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Fundamentos científicos del paradigma emergente.

 Principios del paradigma emergente:


*Indeterminación (incertidumbre):
Las leyes de Newton y de otras teorías físicas trajeron como resultado la idea
del determinismo científico, expresado inicialmente por Laplace. Fue en 1927
cuando Werner Heisenberg, físico de origen alemán y dedicado al estudio de la
física teórica, se dio cuenta de que las reglas de la probabilidad que gobiernan las
partículas subatómicas nacen de la paradoja de que dos propiedades relacionadas
de una partícula no pueden ser medidas exactamente al mismo tiempo y que
cualquier intento de medir ambos resultados, conlleva a imprecisiones.

Esta afirmación de Heisenberg se tradujo en lo que fue denominado Principio


de Incertidumbre, mejor llamado Principio de Indeterminación, el cual vino a decir
al mundo que el resultado de una observación está vinculado a la presencia del
observador.

El Principio de Indeterminación afectó profundamente al pensamiento de los


físicos y de los filósofos y ejerció una influencia directa sobre los aspectos
filosóficos asociados al concepto de causalidad, pero sus implicaciones para la
ciencia no son las que se suponen generalmente. Pareciera que lo derivado del
principio de indeterminación tiende a anular toda certeza acerca de la naturaleza,
al suponer que el conocimiento científico está a merced de los caprichos
imprevisibles de un universo donde el efecto no sigue necesariamente a la causa.
Nada más lejos de la “verdad”: Si, por ejemplo, no se puede predecir con certeza
el comportamiento de las moléculas individuales en un gas, también es cierto que
las moléculas suelen acatar ciertas leyes, y su conducta es previsible sobre una
base estadística, tal como las compañías aseguradoras calculan con índices de
mortalidad fiables, aunque sea imposible predecir cuándo morirá un individuo
determinado.

Por su parte, una perspectiva que plantea el fin de la certidumbre (en términos
de Prigogine), nos permite apreciar y entender al mundo y a los seres vivos en
permanente interacción y no como elementos separados; ha permitido entender
procesos tales como la absorción atómica de los núcleos; ha permitido entender
que el universo es complejo pero no irracional, al favorecer la integración,
mediante la mecánica cuántica, de conceptos aparentemente contradictorios como
determinismo y azar, desorden y orden.

A manera de corolario, afirmamos que:

Podemos convivir en y con un universo lleno de probabilidades.


Es posible el desorden y el orden, el azar y el determinismo: Esto es el caos.
Lo único cierto es la indeterminación.
Complejidad más anticipación igual a incertidumbre más acción (Wagensberg,
2003).
La vida sólo es posible en un universo alejado del equilibrio (Prigogine, 1997).
Necesitamos la incertidumbre para establecer relaciones afectivas, para
aumentar nuestros conocimientos, para fortalecer nuestra conciencia, y para
desarrollar nuestra autoestima. La incertidumbre ante el futuro, ha sido y será el
motor que mueve a la humanidad hacia delante. La seguridad absoluta en todos
los órdenes es parálisis, castradora de la personalidad y arrullo de vagancias
(Zapatero, 2004).

1. Ordenes implícitos y explícitos:


David Bohm, antiguo colaborador de Einstein en Princeton, plantea los conceptos
de “Orden Implicado y Orden Explicado” para intentar abrir una vía a la cuestión
de la indeterminación espacio-temporal de la Mecánica Cuántica a la hora de
explicar la posición de una partícula atómica: la dificultad para predecir la
ubicación, en espacio y tiempo, de cualquier partícula atómica, dentro del modelo.

A diferencia de la Teoría Mecanicista de Newton, la Teoría Cuántica tiene tres


características básicas:

1.- El movimiento es generalmente discontinuo en el sentido de que la acción está


constituida por cuantos indivisibles (que implican también que un electrón, por
ejemplo, pueda pasar de un estado a otro sin pasar por todos los estados
intermedios).

2.- Las entidades, como los electrones, pueden mostrar propiedades diferentes
(por ejemplo, como partícula, como onda, o como algo intermedio), dependiendo
del entorno en el que existan y desde el que están sujetas a observación.

3.- Dos entidades, como los electrones, que se combinan al principio para formar
una molécula y que después se separan, muestran una peculiar relación no local
que puede describirse como una conexión no causal de elementos que están
separados (como se demuestra en el experimento de Einstein, Podolsky y
Rosen).”

Añade Bohm que estas leyes son, simplemente, estadísticas, y que no pueden
predecir aisladamente los acontecimientos futuros individuales. Así, la mecánica
clásica:

“… precisa de la causalidad estricta (o determinismo) y localidad. Por el contrario,


la teoría cuántica precisa de discontinuidad, no de causalidad “

En el intento de explicar esta nueva “realidad descubierta”, Bohm postula una


teoría en la que todo fenómeno tiene diversos niveles de expresión, de tal forma
que la luz, por ejemplo, como es estudiada en óptica, responde a unas leyes que
no son más que el Orden “Desplegado”, en las tres dimensiones conocidas,
correspondiente a otros Ordenes “Implícitos” o “Plegados “.
Sin embargo, estos órdenes “plegados” son, en el modelo de Bohm, más reales
que los “desplegados”, de tal forma que la explicación última no puede
encontrarse en el fenómeno “desplegado” sino en un nivel operativo.

De hecho, una de las explicaciones más atrevida, dada por Eugene P. Wigner,
premio Nobel de 1963, fue que el experimentador influía de forma inextricable en
las observaciones en tanto que instrumento participante. ¿Cómo? ¡con su
conciencia!: produciendo un “colapso” en la Función de Onda (“derrumbando” la
función de onda), colapso que, teóricamente, el mecanismo cerebral es capaz de
producir.

Estos órdenes se dice que están plegados unos dentro de otros y que están en
íntima relación. Las variables de un orden más plegado respecto a otro
representan una relación de tipo “no causal ni local”. Y estos órdenes no son
abstracciones sino realidades “físicas” en el más amplio sentido del término
(Bohm)
2. Variables ocultas no locales:
Una teoría de variables ocultas consistente con los experimentos debe ser no
local, es decir, debe mantener la existencia de relaciones causales instantáneas o
super lumínicas entre entidades físicamente separadas. La primera teoría de este
tipo fue la teoría de la onda piloto de Louis de Broglie que data de finales de los
años 1920.

3. Holomovimiento:
El concepto de holomovimiento refiere al principio dinámico que da Vida a
todos los procesos creativos que acontecen en el Universo. El espacio, el tiempo y
la consciencia, surgen del mismo manifestándose como dimensiones
interdependientes y correlacionadas. El holomovimiento, entonces, puede
pensarse como una energía fluyente que revela el sendero a través del cual
transita la evolución.

En virtud de ello, Holomovimiento es una iniciativa incluyente y abierta; una


red consciente, multidisciplinaria, multicultural, interdependiente, creativa,
autónoma y auto evolutiva, que promueve la difusión y el conocimiento de los
nuevos paradigmas, alienta la creación de BIO-redes humanas en sincronía
con el advenimiento de la consciencia colectiva planetaria, e impulsa la
gestación de una Nueva Cosmovisión para toda la Humanidad.

4. Estructuras disipativas:
 Termodinámica:
La Teoría Termodinámica del No-equilibrio o Teoría Termodinámica de las
Estructuras Disipativas de Ilya Prigogine – Premio Nobel de Química en 1977 – es
una de las teorías que se enmarca bajo el paraguas de las teorías de la auto
organización y por extensión de las ciencias de la complejidad.

Publicada en 1965 en Non Equilibrium Thermo-Dynamics Variational


techniques and Stability a Teoría de las Estructuras Disipativas define estas como
elementos o sistemas que necesitan disipar e intercambiar materia o energía con
el medio para sobrevivir, porque es de esa manera como se desarrollan. Prigogine
identificó la entropía, que hasta entonces tenía una connotación de equilibrio en el
área de la termodinámica, como un estado caótico que puede estar en equilibrio o
no.

En relación al equilibrio, Prigogine estableció una clasificación para los


sistemas, en tanto que estos se encontraban en equilibrio, cerca del equilibrio o
lejos del equilibrio. Los sistemas disipativos son aquellos que pueden permanecer
lejos del equilibrio y evolucionar. Esta capacidad evolutiva viene dada porque en
termodinámica, –rama de la física dedicada al estudio de los procesos donde se
produce una transformación de la energía– cuando hay un aumento en el flujo de
materia y energía que pasa a través de un sistema disipativo, puede ocurrir que se
genere un nuevo estado de inestabilidad de la materia, excitaciones, turbulencias,
etc. Que provoque una transformación hacia estructuras y estados de gran
complejidad.

En resumen, los sistemas disipativos son aquellos que lejos del equilibrio,
potencialmente pueden transformarse en estructuras de gran complejidad y
evolucionar de forma auto organizada.

 Caos:
Estamos acostumbrados a pensar que nuestro mundo es continuo. Así lo
percibimos cuando, en una gradación de colores del rojo al naranja y después al
amarillo, no vemos saltos de un color a otro. O incluso en los cambios de
temperatura, que pasamos gradualmente del calor al frío y viceversa. Incluso
pensamos que el espacio geométrico en el que nos movemos es continuo. Todo
esto se debe a que nuestros perciben una graduación suave y continúa de un
color a otro, de una masa a otra, etc.

No es extraño entonces que toda la comunidad científica se sorprendiese cuando


en 1900 Max Planck tuviese que postular que la emisión de radiación luminosa de
un cuerpo caliente se hacía en paquetes (cuantos) discretos. En su momento no
pasó de ser una mera curiosidad, un truco que ser realizaba para cuadrar unas
ecuaciones de energía y obtener resultados coherentes. Sin embargo, de nuevo
aparece Einstein, quien en su año milagroso de 1905, para explicar el efecto
fotoeléctrico tuvo que explicar que la luz se comportaba como si estuviese
formada por partículas, que se llamaron posteriormente fotones. Hasta entonces
se consideraba la luz como una onda, y las ondas son continuas, como las olas
del mar. Pero a veces la luz se comportaba como si estuviese cuantizada en
paquetes discretos llamados fotones. Desde entonces hablamos de dualidad onda
partícula ya que por si faltaba poco, también la materia tiene propiedades
ondulatorias, como descubrió el físico francés de Broglie.

El asunto se complicaba. El físico danés Niels Bohr para explicar los niveles de
energía del átomo de hidrógeno tiene que postular que los electrones sólo se
mueven en ciertas órbitas estables, si el electrón se halla fuera de una de ellas es
inestable y cae a una órbita estable. Al pasar de una a otra emite energía, que por
supuesto está cuantizada. El proceso se puede invertir, es decir, se puede iluminar
un elemento químico, y si la luz tiene la energía suficiente los electrones son
excitados a niveles de energía más elevados, y luego al caer a su estado
fundamental emiten de nuevo la energía luminosa. Y finalmente, Werner
Heisenberg establece el principio de incertidumbre, por el que se dice que es
imposible medir con exactitud ciertas cantidades físicas, tales como la posición y
la cantidad de movimiento de una partícula, por ejemplo, un electrón.
La teoría del caos explica que el resultado de algo depende de distintas variables
y que es imposible de predecir. Por ejemplo, si colocamos un huevo en la cúspide
de una pirámide no sabremos hacia dónde caerá.

 Orden:
El orden absoluto en un sistema vivo es la muerte, lo que significa que todos
los seres vivos nos movemos alrededor de un equilibrio compatible con la vida. Sin
embargo, existen sistemas que se encuentran muy alejados de ese equilibrio o
estabilidad ideal; por ejemplo, el estado de salud de una persona es un equilibrio
inestable del que es posible predecir -siguiendo las leyes de la entropía- que está
destinado a desordenarse alrededor de lo que llamamos enfermedad,
envejecimiento y posterior muerte, mientras que la enfermedad es un estado que
se encuentra alejado del equilibrio, aunque en muchas ocasiones es posible hallar
en ella aspectos ordenados, como sucede en las enfermedades crónicas. Es decir,
los sistemas vivos tienden hacia el desorden (ganancia de entropía) pero pueden
instalarse lejos del equilibrio y desde allí construir islas de orden.

Las leyes que rigen en estos puntos alejados del equilibrio son bastante distintas a
las que operan en estados cercanos al equilibrio. Se trata de leyes misteriosas que
no pueden ser formuladas en términos de matemática lineal. Fue precisamente
Prigogine quien desveló el misterio de aquello que sucedía lejos del equilibrio:

Lo que sucede lejos del equilibrio es que el sistema se organiza -estabiliza-


produciendo una serie de fenómenos que conocemos gracias a las matemáticas
no lineales o, dicho de una forma más gráfica, a través de las leyes del caos.

Cerca del equilibrio encontramos fenómenos repetitivos y leyes universales, pero,


a medida que nos alejamos de él, nos desplazamos de lo universal a lo único,
hacia la riqueza y la novedad. Esta es, sin duda, una de las características bien
conocidas de la vida.

5. Las 7 leyes del caos (Briggs y Peat)


Las 7 leyes del caos, las ventajas de una vida caótica Se aproxima una crisis de
percepción. La complejidad del mundo ha llevado al ser humano a simplificar la
realidad, a abstraer la naturaleza para hacerla cognoscible y, tristemente, a caer
en la trampa de la dualidad. Bien y mal; objetivo y subjetivo; arriba y abajo. Pero la
tendencia a ordenarlo todo choca con la misma realidad, irregular y discontinua.
Muchos científicos ya han renunciado a la ilusión del orden para dedicarse al
estudio del caos, que acepta al mundo tal y como es: una imprevisible totalidad.
A principios de siglo XX, los físicos especulaban con que su materia de estudio se
estaba acabando, pronto no habría aspectos físicos relevantes que pudieran
descubrirse. En efecto, sólo les faltaba por resolver tres problemas:

-La órbita irregular de Mercurio,


-Una discrepancia entre la teoría y la cantidad de energía liberada por un agujero
negro, y
-El efecto de un tercer cuerpo en el movimiento de otros dos.

Resultó que la naturaleza es bastante más sutil de lo que imaginaron y el intento


de completar la información respecto al primer caso condujo a la teoría de la
relatividad; el segundo hizo aparecer la teoría cuántica; y del tercero surgió la
teoría del caos. Cada una de estas teorías con misterios que resolver.

La teoría del caos permite:

-Nuevas formas de vivir y pensar la realidad.

-Comprender la complejidad del mundo (estable y siempre cambiante), sus


procesos creadores e innovadores. Dentro del caos siempre hay un orden.

-Trascender la estrechez de la cultura científica.

-Dejar de luchar por ahuyentarlo y pactar con él (¿o será ella?)

-Comprender que cada acción, por pequeña que sea, decide dramáticamente el
futuro de cada quien y del colectivo. El mundo está interconectado.

-Entender que es tanto un paradigma como una ilusión.


1. Ley Del Vórtice. Esta primera ley se refiere a los múltiples procesos auto
organizados que conforman la naturaleza, por ejemplo: un río, agua
hirviendo, una bandada de pájaros volando, nuestro cerebro, el torrente
sanguíneo. Estos “fenómenos” se pueden interpretar como el caos de la
creatividad de la naturaleza en tanto cada elemento necesita mantener su
propio espacio y simultáneamente cooperar con la totalidad en una
permanente atracción y repulsión que regula y amplifica los efectos
(retroalimentación positiva y negativa) provocando un equilibrio entre el
caos y el orden.
2. Ley De La Influencia Sutil. Se reconoce como "efecto mariposa", y se
cuestiona si ¿el aleteo de una mariposa en un punto del planeta, puede
causar un tornado en el otro extremo?
Esta segunda ley se refiere a los cambios que provoca cualquier pequeño
movimiento o efecto, que se ejerza en algún punto del planeta, sobre la
totalidad. Para ilustrarla pensemos en los ligeros cambios de temperatura,
la velocidad del viento y la presión del aire, algunos granos de polen
flotando en el aire o el malestar de un recluso. ¿Qué provocan? Grandes
epidemias, tornados o un peligroso motín... Esta ley da paso entonces a los
sistemas no lineales e influye directamente en las comunidades, ciudades y
sociedad en general.
3. Ley De La Creatividad Y La Renovación Colectiva. Esta tercera ley se
refiere a la capacidad que tiene el ser humano de trabajar y participar
“espontáneamente” en la resolución de situaciones o problemas de la
comunidad. Esto se logra en sistemas abiertos, no lineales, creativos y
caóticos. No se requiere que alguien dirija y mande (que tenga el poder de
decidir por los demás) se trata de un sistema similar a la WEB: nadie la
controla, pero “todos” la utilizan, la renuevan, la alimentan. Esto requiere de
importantes dosis de creatividad colectiva para que dentro de ese caos,
sucedan cosas ordenadas y productivas que no son la suma de partes
mecánicas que aportó cada quien, sino de formas adaptables y resistentes
del colectivo.
4. Ley De Lo Simple Y Lo Complejo. Esta cuarta ley se refiere a la
coexistencia de lo simple y lo complejo y su relatividad. Uno es reflejo del
otro y son inseparables. Explorar qué hay en medio. Algo que se originó de
manera simple puede alcanzar niveles de complejidad importantes y
viceversa. Un ejemplo de esta ley son los fractales cuyas imágenes son
muy complejas, pero se desarrollan de manera muy simple. Otro ejemplo es
la sociedad, que es una forma relativamente simple que emerge de los
sueños, deseos y contribuciones complejas de sus miembros, en ella
alternan la simplicidad y la complejidad de manera intermitente. Un ejemplo
de intermitencia es un carnaval que rompe con la cotidianidad y el orden de
una sociedad. El caos del carnaval permite la renovación para conservar la
cohesión social. Otro ejemplo es una enfermedad familiar que puede
generar el efecto de unir a la familia.
5. Ley De Los Fractales. Observar el arte de la naturaleza. Esta quinta ley se
refiere a los modelos recurrentes e incesantes de la naturaleza. Por
ejemplo, las formas de las hojas del helecho, la lava endurecida después de
una erupción, las formas que generan la fluorescencia de las olas del mar,
las terminales nerviosas del cuerpo humano. Estos modelos de la
naturaleza son los modelos del caos y los científicos los llaman fractales.
Éstos nos permiten relacionarnos desde lo matemático, lo caótico y lo
estético, con las formas no lineales, con formas como la orilla de un
acantilado, la copa de un árbol, para calcular su dimensión (medida
aproximada de su complejidad) y apreciar el misterioso e impredecible
movimiento que lo ha creado y lo mantiene cohesionado.
Las computadoras pueden crear fractales muy hermosos, sin embargo, los
naturales tienen individualidad, espontaneidad, profundidad y capacidad de
misterio.
6. Ley De Los Rizos Fractales De Duración.
Esta sexta ley se refiere a la dificultad de utilizar adecuadamente el tiempo
en el mundo “moderno”. Se cuestiona la desaparición de sus cualidades e
invita a reconectarnos con él, a vivir el tiempo de manera creativa y no con
el tic-tac del reloj. Para lograrlo tenemos de dejar atrás la creencia de que el
tiempo es una línea recta y reconocerla como una línea fractal, con giros,
curvas y arabescos.
7. Ley De La Corriente De Una Nueva Percepción. Esta sétima ley
reconoce que cada partícula del universo tiene su propia historia, trabaja a
partir de ella y tiene una evolución autónoma, sin embargo, de manera
mágica todo se unifica para formar una entidad global interdependiente. El
ser humano que la habita es quien la ha fraccionado marcando fronteras,
arrasando con las selvas, agotando el agua, exterminado especies... Es
necesario un sutil cambio que nos regrese a la percepción real del mundo
como algo orgánico, completo, holístico, al mundo que instintivamente
pertenecemos como un elemento más en armonía con el resto, en la
caótica armonía auto organizada que permite un sistema dentro de otro
sistema. Los procesos de la tierra son indivisibles y constituyen un holismo
que hay que mantenerlo y alimentarlo para que no se “rompa”. El mundo no
es una máquina, las sociedades no funcionan mecánicamente, ni las
personas tampoco, todos somos una unidad caótica auto organizada.

Somos Seres Caóticos. En la Teoría del Caos existen tres componentes


esenciales: El control, la creatividad y la sutileza. El control por dominar la
Naturaleza es imposible desde la perspectiva del caos, pactar con el caos
significa no dominarlos sino ser un participante creativo. "Más allá de nuestros
intentos por controlar y definir la realidad se extiende el infinito reino de la
sutileza y la ambigüedad, mediante el cual nos podemos abrir a dimensiones
creativas que vuelven más profundas y armoniosas nuestras vidas".

*Sincronicidad:
El principio de sincronicidad puede ser entendido como “la coincidencia entre una
imagen mental y un hecho exterior objetivo que no están vinculados causalmente,
pero que establecen entre sí una relación de significación” (en línea:
http://www.adepac.org/P06-4.htm). David Peat (en Grandío, 2003), citando a Jung,
señala que la sincronicidad es la coincidencia en el tiempo de dos o más sucesos
no relacionados causalmente, que tienen el mismo significado o un significado
parecido. También llamados actos creativos o paralelismos acausales, las
experiencias de sincronicidad se fundamentan en que las coincidencias
significativas no pueden concebirse como pura casualidad. Dado que dichos
fenómenos se multiplican y que es mayor y más precisa la correspondencia entre
ellos, ya no pueden considerarse pura casualidad, sino que, por falta de una
explicación causal, deben ser considerados combinaciones significativas.

Para complementar la tríada de la física clásica, Jung propuso la inclusión de la


sincronicidad para convertirse en una tétrada que hiciera posible el juicio
completo; según refiere Peat, sobre la base de conversaciones con Jung, la
sincronicidad es para los otros tres principios, lo que la unidimensionalidad del
tiempo es para la tridimensionalidad del espacio (Peat en Grandío, 2003). Esta
relación fue ampliada posteriormente, con base en la integración de los aportes
que hiciera Pauli, incluyendo la relación opuesta complementaria del espacio-
tiempo con la sincronicidad.
Finalmente, podemos decir que la hipótesis radical subyacente a la sincronicidad
es la de suponer una conexión, en el sentido literal, entre la mente y la materia,
entre lo psíquico y lo físico.
1. Causalidad:
Las leyes naturales son verdades estadísticas, absolutamente válidas ante
magnitudes macrofísicas pero no microfísicas. Ello implica un principio de
explicación diferente al causal. Cabe plantearse entonces si en términos muy
generales existe no solo una posibilidad sino una realidad de sucesos acausales.
Para ello se ha de afrontar el mundo de la casualidad y tratar de separar la
causalidad de la acausalidad.

Causalidad → Casualidad ← Acausalidad

La acausalidad es esperable cuando parece impensable la causalidad. Ante la


casualidad solo resulta viable la evaluación numérica o el método estadístico. Las
agrupaciones o series de casualidades han de ser consideradas casuales
mientras no se sobrepasen los límites de la probabilidad. Si así se demostrara
implicaría un principio acausal o conexión transversal de sentido.

Schopenhauer realizó un acercamiento a la casualidad no haciendo caso omiso a


su fenomenología, pero deteniéndose en una visión determinista. Así mismo, Kant
señaló el camino a Schopenhauer.23

Otros autores como Xavier Dariex, Charles Robert Richet y Camille Flammarion
abordaron el problema mediante el cálculo de probabilidades.4

Wilhelm von Scholz se aproximaría a través de recopilación de casos, y Herbert


Silberer efectuaría una crítica psicológica, que aunque aconsejable, no iba más
allá del causalismo, relegándose una vez más la acometida de las verdaderas
coincidencias de sentido.
2. Tiempo de Kronos y tiempo de kairos:
Kairos es una antigua palabra griega que significa el momento adecuado, el
momento oportuno. Los griegos tenían dos palabras para referirse al tiempo:
Cronos y Kairos. La primera se refiere al tiempo cronológico o secuencial, la
segunda significa el tiempo, el momento indeterminado donde las cosas
especiales suceden. Mientras la naturaleza de cronos es cuantitativa, la de Kairos
es cualitativa.

Estar en Kairos, es tener la inspiración, es estar con la musa, son esos momentos
que sabes, que sientes, que te da la espina que es necesario actuar en algo
porque si no el momento se difumina. Estar en Kairos, es estar en el momento
preciso, en el cual te sientes en sintonía, te sientes alineado hacer cualquier cosa
que quieras. Estar en Kairos, es estar en tu máxima plenitud de explotar el aquí y
el ahora, de lo que puedes hacer con lo que está sucediendo.
Es el momento adecuado, el momento oportuno. Para algunos estar en Kairos o
tener Kairos, momentos especiales, es tener suerte. Si asociamos suerte con lo
que tiene que ver con azar sería una gran equivocación. Ahora bien, si los
momentos especiales que nos tocan vivir tienen que ver con la vibración en la que
estamos, con lo que atraemos, eso sí que podemos llamarlo suerte. Y estar en
Kairos tiene que ver con saber qué es lo que estamos “llamando” y estar
preparado para vivir plenamente esas situaciones que se nos presentan.

Tu éxito es la consciencia de tu Kairos. Seguro te ha sucedido que hay cosas que


habías escuchado, que ya las sabías y sin embargo, hasta que no te llegó el
momento, estas cosas no operaron para ti. Este tipo de situaciones por lo general
vienen acompañadas con la clásica y vieja frase venezolana “me cayó la locha”.
Es decir, le llegó su momento. Le llegó el Kairos. Recuerdo haber leído libros que
en su momento no me gustaron, pero en otra etapa de mi vida, en otro momento,
me resultaron fantásticos. ¿El libro cambió? ¿Ahora si era bueno? ¿O es que yo
estoy ahora en un buen momento? (Por eso, las cosas importantes hay que
estarlas diciendo, haciendo, viviendo, constantemente. Una y otra vez. Nunca
sabremos si quienes nos importan están en su mejor momento para
comprenderlas).

Constantemente nos está llegando mucha información, nos están sucediendo


muchas cosas, nos tocan oportunidades. Ahora bien, ¿Por qué unos las agarran y
otros no? ¿unos las aprovechan y otras no? ¿Tendrá que ver con el Kairos de
cada quién? Quiero alertar que no hay que dejar al kairos, como algo tan místico,
algo que sucede y que depende del destino cuando te llega.

Kairos no es ni azar ni obra del destino. ¿Es que puedo crear momentos Kairos?.
Estar en kairos, es estar en una búsqueda permanente de estar en sintonía con lo
que esta pasando. Es estar en el aquí y en el ahora, es vivir en conciencia
constante, es sentirse merecedor de lo mejor, y adueñarnos de nuestro destino.

Mi gran recomendación, eso que yo hago para tener mas momentos Kairos, es
dejar de aturdir mis días con muchos compromisos y obligaciones, es tener
momentos de silencio, de escucha interior, de consciencia constante. Es soltar esa
rara costumbre que hemos adquirido de vivir bajo presión para responder a
obligaciones que generamos a su vez para sentirnos ocupados y crear resultados
en el tiempo (Cronos). A veces me encuentro llenando el día de obligaciones, de
cosas basura que me mantienen muy ocupado. Yo mismo he caído en la nociva
noción que tiempo vacío es tiempo perdido. Hasta que, a veces, logro darme
cuenta que, vida no vale en tiempo sino en momentos, es decir, no se cuenta por
la cantidad de cosas que hice, sino por su calidad y por la ruptura que hacemos de
la continuidad, de la monotonía (Cronos vs. Kairos).

En Kairos todo se expande. ¡Confía!


Tengamos la precaución de no caer en la excusa de decir que no se acciona
porque no se está en Kairos. Eso sería justamente soltar el poder personal y
atribuírselo todo al destino. A veces, estar en Kairos es reconocer que no tienes el
mejor Kairos para lo que tienes que afrontar y desde allí, ocuparte de lo que tienes
que ocuparte.

*Identidad: Autonomía

La identidad es considerada un conjunto de cualidades, virtudes, intereses,


actitudes, capacidades, potencialidades, situaciones y circunstancias de la vida
que componen la personalidad del individuo, fortalecen su autoestima y que forma
parte del conocimiento que se tiene de si mismo (Lozada,2006). Según esta
definición, podríamos añadir que todo aquello que nos representa y la forma como
nos proyectamos ante el mundo, estaría dentro del campo de la identidad de la
persona.

De acuerdo a la forma con que abordemos ese proceso de identidad, surge la


autonomía; ésta se ubica como un proceso de autodeterminación, de libertad que
se logra en base a la experiencia, al contacto con los otros y con el medio. Este
cúmulo de práctica, hábitos y costumbres repercuten positivamente para alcanzar
esa interdependencia en el fluir armónicamente con las otras personas que nos
rodean. En el caso contrario que la experiencia no favoreciera el crecimiento hacia
la autonomía, desarrollaríamos patrones de conducta dependientes (sumisos) o
contradependientes (rebeldes).
1. Campo Morfogenéticos (Información activa por resonancia mórfica)
La resonancia mórfica es un principio de memoria en la naturaleza. Todo lo
similar dentro de un sistema auto organizado será influido por todo lo que ha
sucedido en el pasado, y todo lo que suceda en el futuro en un sistema similar
será influido por lo que sucede en el presente. Es una memoria en la naturaleza
basada en la similitud, y se aplica a átomos, moléculas, cristales, organismos
vivos, animales, plantas, cerebros, sociedades y, también, planetas y galaxias. Así
que es un principio de memoria y hábito en la naturaleza. (Sheldrake)

Un aspecto importante de la resonancia mórfica es que estamos interconectados


con otros miembros de un grupo social. Los grupos sociales también tienen
campos mórficos, por ejemplo, una parvada de aves, un cardumen de peces o una
colonia de hormigas. Los individuos dentro de un grupo social más grande y los
mismos grupos sociales más grandes tienen su propio campo mórfico, sus
patrones de organización. Lo mismo aplica para los humanos.

Lo que haces, lo que dices y lo que piensas puede influir a otra persona por
resonancia mórfica. Así que somos más responsables de nuestras acciones,
palabras y pensamientos bajo este principio que lo seríamos de otra forma. No hay
un filtro inmoral en la resonancia mórfica, lo que significa que debemos ser más
cuidadosos de lo que estamos pensando si es que nos importa el efecto que
tenemos en los demás.

Nuestros pensamientos, dentro de la teoría de Sheldrake, literalmente constituyen


un medio ambiente que permea el planeta y pueden en cierta forma contaminarlo
o depurarlo; podemos, con una idea o un descubrimiento, detonar toda una ola de
creatividad.

La teoría de Shelrdake resuena con la selección natural de la evolución que


economiza procesos con una sorprendente eficiencia para seguir avanzando en su
complejidad. Es decir, que un miembro de una especie solo pueda aprender una
conducta o generar una nueva mutación a través de la transmisión genética
vertical sería una pérdida de tiempo. En cambio la transmisión de una nueva
habilidad de manera horizonal, a distancia y difundida entre todos los miembros de
una especie a través de la resonancia mórfica muestra una mayor eficiencia, tiene
sentido evolutivo y posibilita la aceleración de un proceso de adaptación.

*Complejidad:
Al hablar de complejidad necesariamente nos referimos a los estudios de Edgar
Morin, quien expresa que la palabra complejidad viene de complexus: lo que está
tejido en su conjunto. Un grupo de constituyentes heterogéneos inseparablemente
asociados, presenta la paradoja de lo uno y de lo múltiple.

Morin toma el planteamiento de Pascal: “El todo está en las partes y las partes
están en el todo” para explicar el funcionamiento de la complejidad, que según sus
propias palabras es como un matrimonio mal llevado entre el orden y el caos.
Define tres principios: el principio hologramático, en el que no sólo la parte está en
el todo, sino el todo, en cierto modo, está en la parte. Las relaciones que se
establecen entre el todo y las partes son complejas: La unión de las diversas
partes constituye el todo, que a su vez retroactúa sobre los diversos elementos
que lo constituyen confiriéndoles propiedades de las que antes carecían. El
producto es productor de lo que se produce, y el efecto causante de lo que causa.
Lo que Morín llama principio recursivo organizacional, que junto al principio
dialógico, que se basa en la asociación compleja de instancias necesarias juntas
para la existencia, el funcionamiento y el desarrollo de un fenómeno organizado,
estos instrumentos son los que nos ayudan a movernos en la complejidad (en
Villanueva, 2004).

Este planteamiento no coloca en el punto intermedio entre lo que creímos y como


fuimos educados y los nuevos acontecimientos que se nos presentan y que no
podemos explicarlos, con esos conocimientos. ¿Qué hacer ante tal disyuntiva? En
estas nuevas teorías podemos encontrar, por lo menos, explicación con respecto a
algo, que no podemos explicar. Por ejemplo, el caso de una persona moribunda,
que renace de sus cenizas, a pesar de los pronósticos médicos, los cuales le
daban horas vida. A partir de ese momento, su vida cambia y se autoorganiza de
una manera diferente, hacia la salud. Retomando la explicación de Prigogine,
entre más desorden haya, más cerca estamos del equilibrio.

La aceptación de la confusión puede convertirse en un medio para resistir a la


simplificación mutiladora. Nos falta un método en el comienzo, pero podemos
disponer de un a-método en el que la ignorancia, incertidumbre, confusión, se
convierten en virtudes.
Nuestra expuesta pretensión de no renunciar al todo y a las partes parece
convertirse en una empresa imposible, deviene un círculo vicioso, atenazado por
la imposibilidad lógica, la imposibilidad del saber enciclopédico y por la renuncia
omnipotente del principio de disyunción y la ausencia de un nuevo principio de
organización del saber.

Conservar la circularidad es "respetar las condiciones objetivas del conocimiento


humano", que conlleva siempre paradoja e incertidumbre. La circularidad nos
permite un conocimiento que reflexiona sobre sí mismo, transformando el círculo
vicioso en círculo virtuoso. Hay que velar, como nos recuerda Morin, por no
apartarse de la circularidad: "El círculo será nuestra rueda, nuestra ruta será
espiral".

Necesitamos reaprender a aprender, constituyendo "un principio organizador del


conocimiento que asocia a la descripción del objeto, la descripción de la
descripción, y el desenterramiento del descriptor. Nos encontramos ante el
nacimiento de un nuevo paradigma: el Paradigma de la Complejidad, que se
empieza a gestar en las crisis que afectan al conocimiento en nuestro siglo. Un
Paradigma que acepta que el único conocimiento que vale es aquel que se nutre
de incertidumbre y que el único pensamiento que vive es aquel que se mantiene a
la temperatura de su propia destrucción. (Villanueva, 2004).

Podríamos concluir que complejidad es sinónimo de evolución, de cambio, de


avance hacia nuevas fuentes del saber, del aprender, del vivir, del compartir.
Aspectos que nos socializan y nos humanizan cada día más; es maravilloso
despertarse y sentir la liviandad y la despreocupación que produce el no tener el
control de las cosas. “Bienvenida sea la complejidad en nuestras vidas”

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