Las Virtudes Del Poliamor - YVES THALMANN

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Thalmann, Yves-Alexandre (2007). La decadencia de una utopía y ¿Qué es el poliamor?.

En Las virtudes del poliamor. La magia de los amores múltiples, pp. 17–31 y 33–52.
Barcelona: Plataforma
Las virtudes del poliamor

abandonado en provecho de otra pareja no desaparece, los


peligros de la superficialidad y de la utilización del otro
para satisfacer nuestras propias necesidades son importan-
tes, etc. Hay que analizar de forma conveniente todas estas Capítulo l
objeciones antes de lanzarse al camino del poliamor.
Ese es el periplo que les invita a realizar esta obra. En La decadencia
primer lugar, constatar, aunque sea amargo, la decadencia, de una utopía
para no decir el fracaso, de la monogamia. Para presentar
a continuación la imagen de lo que es el poliamor y de
las diferentes formas que puede adoptar, antes de tratar las
diversas objeciones que se pueden plantear ante este modo
de vida. Finalmente, ofrecer una nueva perspectiva de la
naturaleza misma del amor. No todo el mundo cree en la monogamia, pero todo
Se trata de un viaje apacible en el que los peligros y las el mundo vive como si ése fuera el caso.
sorpresas han sido sabiamente controlados. Los amantes de A . PHILLIPS
esos «Clubs Med'» del pensamiento se verán defraudados.
El camino que proponemos en las páginas que siguen se LA AGONÍA DE LA MONOGAMIA 1
adentra en una región más bien salvaje y hasta el momento
poco explorada. Las incertidumbres y los peligros no se han Es inútil seguir cuidando el reino de la monogamia: su de-
ocultado de forma artificial. Como los aventureros de un cadencia, iniciada hace ya bastante tiempo, se ha consuma-
nuevo mundo, apréstense a enfrentarse a tomas de cons- do en la actualidad, como lo demuestran la mayor parte de
ciencia desestabilizadoras y a atravesar profundos cuestio- los indicadores sociales importantes. En efecto, diferentes
namientos, el mayor de los cuales puede ser descubrir que estudios 2 están de acuerdo en que por nuestras latitudes:
quizá es un poliamoroso en el fondo de su alma. • Del 10 al 2 0 % de los niños son criados por un padre
que no es su padre biológico aunque él cree que lo
es (las comadronas y los ginecólogos son depositarios
de secretos terribles, estando en primera línea para las

1 1.1 término se utiliza en esta obra en su sentido amplio: engloba toda relación amorosa
exclusiva, tenga o no reconocimiento oficial.

).. I.as cifras aquí indicadas se basan en las fuentes mencionadas en el libro del mismo au-
tor / . « 10plusgros mensonges sur l'amour et vie de couple, Éditions Dangles, 2005. Datos
similares se encuentran en la mayor parte de las obras recientes sobre las relaciones de_
pareja.

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Las virtudes del poliamor La decadencia de una utopía

confidencias de sus pacientes: «¿Se parecerá a su pa serie de amores en brazos de sus amantes y concubinas. Las
dre?»). mujeres no han sido ajenas a ese juego amoroso.
• El 2 0 % (cifra en aumento) de las familias son fami- Lo que era válido para la nobleza también lo era para el
lias recompuestas, con hijos de diferentes padres, o al pueblo en general, más preocupado por asegurar unas condi-
menos con padres que proceden de otras unidades fa-
ciones de supervivencia razonables que por la moral amorosa.
miliares.
A la vista de la Historia, el matrimonio tiene que ver más
Del 40 al 5 0 % de los divorcios se otorgan a matrimo- con una estructura de la sociedad que con el amor. En conse-
nios celebrados el mismo año, es decir, alrededor de un cuencia, ¿es el matrimonio algo más que un simple contrato?
divorcio por cada dos matrimonios. Pero en la actualidad eso no es suficiente. Se espera
• Más del 5 0 % de las personas entrevistadas reconocen del matrimonio que no sólo satisfaga las necesidades de
que han engañado por lo menos una vez a su compañe- seguridad de la célula familiar —la razón por la que fue
ro o compañera amoroso (es decir, le ha sido infiel en el instaurado—, sino que también ofrezca las condiciones
plano sexual).
para el desarrollo personal de los individuos. Una pesada
• El 70 % de los matrimonios celebrados acaban en sepa- herencia de las revoluciones sociales de los últimos cin-
ración o divorcio. cuenta años: nuestras madres y abuelas lucharon para con-
quistar el derecho a casarse por amor, pero ahora nuestras
Un modelo que genera un 5 0 % de fallos y un 7 0 % de hijas y nietas constatan que el amor no es suficiente para
fracasos, ése es el resultado edificante que genera la unión mantener un matrimonio. Las primeras creían que al te-
monógama. En cualquier otra área, hace mucho tiempo ner el derecho a escoger serían felices; las segundas están
que un modelo semejante habría sido abandonado por descubriendo que su elección amorosa no las hace verda-
otro más eficaz. Pero, antes de extraer las conclusiones evi- deramente más felices.
dentes y proponer algo radicalmente nuevo, los políticos ¿Hay que volver a los matrimonios arreglados que eran
y los juristas trabajan para suavizar las condiciones del ma- lo habitual hasta hace no demasiado tiempo (matrimonios
trimonio y para facilitar los procedimientos de divorcio. que en cuanto a su duración no tienen menos éxito que los
Pero no nos equivoquemos, no es el matrimonio como matrimonios por amor)? ¡Desde luego que no! Las conquis-
tal el que está en cuestión, sino su anclaje en el amor exclu- tas sociales de la segunda mitad del siglo xx han tenido una
sivo. La historia de la humanidad está llena de ejemplos en gran influencia sobre las mentalidades: el derecho a elegir
los que el matrimonio regula temas como la transmisión y al desarrollo personal se han convertido en valores incues-
patrimonial y la alianza de familias, sin que tenga nada tionables al iniciarse este nuevo milenio.
que ver con los sentimientos. Los monarcas y la nobleza Para avanzar en este aspecto habría que relajar los lazos
de todos los países se han casado la mayoría de las veces entre matrimonio y amor exclusivo. Las bases de la socie-
por razones estratégicas o de sucesión, viviendo toda una dad son una cosa y el amor, con su carácter volátil, otrá

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Las virtudes del poliamor La decadencia de una utopía

muy diferente. Y si es deseable que exista el amor dentro endorfinas, las hormonas naturales del placer, en presencia
del matrimonio, ¿por qué no se puede admitir que también del ser amado. La sensación agradable que proporcionan
lo haya fuera de él?
esas endorfinas, como todas las sensaciones de placer, crea
Todas las cifras mencionadas al inicio del capítulo fun- una especie de dependencia: una vez se haya disipado el
damentan una sola idea: amar a una sola persona y serle fiel efecto de bienestar, el enamorado intentará reproducir ese
toda la vida es más una utopía que una realidad. Aunque la estado placentero, movido por ciertas zonas cerebrales que
mayoría sigue considerando la monogamia como un ideal, reaccionan ante la dopamina, un neurotransmisor respon-
la mayor parte de ellos no son capaces de llevarla a la prác- sable de la motivación. Eso es lo que se define como los
tica... y son infelices. circuitos del placer: búsqueda de la presencia del otro bajo
Y a pesar de todo esto, en su inocencia, muchos jóvenes los efectos de la dopamina, recompensa en forma de placer
se lanzan alegremente al matrimonio, esperando triunfar gracias a las endorfinas, sentimiento de pérdida a medida
donde otros han fracasado. ¿Es tan embrujador el canto de que se evapora el efecto euforizante, nueva búsqueda de la
las sirenas de la monogamia? En el plano personal, ¿cuáles presencia para compensar la pérdida, etc.
son los factores que alimentan ese sueño del «amor eterno
El enamorado es en cierta forma un drogadicto del amor,
con la misma persona»?
buscando de forma permanente las sensaciones que aporta
la presencia del otro. Otro al que acaba por unirse bajo la
influencia de la oxitocina, una molécula (que se libera en el
LAS R A Z O N E S D E U N M I T O momento del orgasmo) capaz de inducir un efecto general
de bienestar al contrarrestar las hormonas del estrés (adre-
1. De la biología... nalina y cortisol). Es pues ese juego combinado de dopami-
na, oxitocina y endorfinas el que provoca las emociones tan
particulares que siente el enamorado: un exceso de energía,
¡La oxitocina es más fuerte que Shakespeare! la impresión de estar sobreexcitado, un placer casi extático,
L. VINCENT una sensación de pérdida y, sobre todo, fascinación, inclu-
El hecho de que tantas personas cedan a los encantos del so obsesión por la persona amada, a veces en detrimento de
amor y vivan su pasión exclusiva de manera parecida aboga cualquier otra actividad.
a favor de mecanismos innatos. Las investigaciones en neu- En ese estadio, está claro que el sentimiento amoroso
robiología han puesto de relieve ciertos procesos que tienen se vive la mayoría de las veces en una situación de exclusi-
lugar en el cerebro enamorado: 3 parece ser que se liberan vidad: generalmente uno se enamora de una sola persona
a la vez. Las complejas y costosas investigaciones sobre el
3. Véase Lucy Vinent, Commertt devient-on amoureux?, Odile Jacob, 2004, o Michei funcionamiento del cerebro confirman lo que cualquier
Odent, L'amour scientifié, Jouvence, 1999.
adolescente puede comprobar a la salida de clase.

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Las virtudes del poliamor La decadencia de una utopía

Al menos en parte, se conoce el funcionamiento, pero aves, por ejemplo, es muy corriente, mientras que entre los
¿por qué ocurre? Las teorías de la evolución permiten dar mamíferos sólo lo es en el 5 % de las especies, entre ellas la
una primera respuesta: se trata de la supervivencia de la es- humana, cuyos retoños nacen muy inmaduros.
pecie. En efecto, la supervivencia está ligada a la reproduc- Desde un punto de vista estrictamente biológico, la ex-
ción de sus miembros. En consecuencia, el acto sexual tie- clusividad del sentimiento amorosa es un ardid de la evo-
ne que tener lugar por fuerza. Por eso la pulsión sexual y el lución para aumentar las posibilidades de supervivencia de
acto «copulatorio» están profundamente arraigados en los los miembros de la especie humana. Aunque esto parezca
genes de las especies sexuadas, la nuestra entre ellas. He muy poco poético y mucho menos romántico, la experien-
aquí, en definitiva, lo que es natural para sus miembros: cia viene a confirmar esta hipótesis: el sentimiento amo-
encontrar un compañero, practicar el coito y reproducirse. roso fuerte y exclusivo (no hablamos aquí de amor, sino
Pero eso no es suficiente para perpetuar la especie huma- únicamente de un estado amoroso caracterizado por una
na, pues el nuevo individuo nace inmaduro. Librado a sus obsesión por el compañero, una especie de ceguera en todo
propias fuerzas no tiene ninguna posibilidad de sobrevivir. lo que le concierne, una fuerte necesidad de unirse a él
Depende totalmente de los individuos que deben ocuparse y de buscar su presencia) no está programado para durar
de él, principalmente sus progenitores. más allá de tres años, el tiempo que necesita la mujer para
Además, el embarazo y el período postnatal son agota- recuperar su autonomía y para que el pequeño se haya de-
dores para las mujeres, que ven muy disminuidas sus ca- sarrollado suficientemente. 4 Esta duración reducida de la
pacidades físicas. En las sociedades ancestrales era esencial pasión amorosa queda confirmada por las encuestas: una
que pudieran asegurar los servicios de sus congéneres para media de 18 a 36 meses.
conseguir alimentos y protección durante ese período. Era Lo que nos enseñan los especialistas del cerebro es que
esencial para su supervivencia y la de sus pequeños. De bajo los efectos de mecanismos complejos que tienen una
esta manera, poniendo en funcionamiento un sentimiento utilidad para la especie, estamos condicionados a experi-
amoroso exclusivo destinado a unir a los dos progenitores, mentar un estado amoroso que trae consigo sentimientos
la naturaleza ha permitido aumentar las posibilidades de exclusivos hacia una sola pareja, pero esa situación parti-
supervivencia de los pequeños, gracias al aporte de los re- cular está limitada en el tiempo y no debería prolongarse
cursos del macho. más allá de los tres años, aunque nada impide que se repita
La monogamia tiene, pues, fundamentos biológicos: muchas veces a lo largo de la vida. Es decir, ¿nuestros ge-
aparece en las especies en las que un solo progenitor no nes nos condicionan a ser monógamos seriales, monógamos
puede conseguir los recursos suficientes para asegurar las en serie?
condiciones de supervivencia de su prole, es decir, en aque-
llas en las que el tiempo de gestación y de cuidados hasta 4. I'ara nuestros antepasados que vivían en las cavernas, el tiempo transcurrido entre el
primer encuentro amoroso y el nacimiento del primer retoño no era tan largo como ep
la emancipación de los pequeños se ha alargado. Entre las la actualidad, pues aún no se habían inventado los métodos contraceptivos.

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La decadencia de una utopía
Las virtudes del poliamor

Nuestra constitución genética nos predispone a ena- del contrato matrimonial de por vida (y eso es así incluso
morarnos y a unirnos momentáneamente a una sola pa- en las sociedades polígamas).
reja. Pero ¿por qué soñamos en transformar un estado
pasajero en un proyecto de vida? Una explicación se pue- 2. ...a la cultura
de encontrar en otro mecanismo biológico: la búsqueda
del placer. La intensidad de los sentimientos amorosos Hay personas que nunca se hubiesen enamorado si
eleva a los amantes por encima del mundo cotidiano: vi- jamás hubieran oído hablar del amor.
ven momentos excepcionalmente ricos y muy estimulan- LA ROCHEFOUCAULD
tes, casi extáticos, que recuerdan a la dulce fusión entre
el recién nacido y su madre. En comparación, el resto
Tres años de pasión amorosa, en el mejor de los casos, y dos
de la vida parece gris y monótona. En consecuencia, les
décadas para criar a los hijos. He aquí el programa de la
gustaría que esa beatitud durase el mayor tiempo posible.
Madre Naturaleza. ¿Y después? ¡Nada! Ella no parece te-
C o m o el enamorado atribuye ese bienestar a la presencia
ner ningún interés en la vida amorosa de los individuos
del ser amado, concluye que desea pasar la vida entera
después de la reproducción. Es posible que ni siquiera esté
a su lado con el fin de continuar disfrutando de tanta feli-
previsto... De ahí el interés de la cultura por tomar el rele-
cidad. Incluso está dispuesto a ofrecerle votos de fidelidad
vo: por ejemplo, al instituir un contrato de matrimonio, da
eterna para ello.
a la relación de pareja un marco que la biología no es capaz
Sabemos cómo continúa la historia: los deseos pierden de dar después de los primeros años de relación.
su ímpetu, aparecen los primeros signos de aburrimiento, Si persistimos en seguir siendo monógamos aunque
los pequeños defectos del otro se hacen cada vez más evi- los sentimientos se hayan enfriado, los deseos amortigua-
dentes (y enervantes), las preocupaciones cotidianas vuel- do, los encuentros sexuales se hayan convertido en deber
ven a tomar relevancia. Ante la evidencia de la realidad se conyugal,^ es porque hemos sido condicionados para ac-
pueden tomar dos caminos: abandonar al otro y buscar un tuar de esa manera. Somos fieles (al menos en apariencia)
nuevo amor —el Gran Amor— que reactivará esos instan- porque hemos aprendido que debemos serlo.
tes deliciosos, o acomodarse a sentimientos más tranquilos
Ese aprendizaje no es necesariamente consciente: no se
y menos apasionados... y permanecer a su lado.
dice explícitamente que se debe amar a una sola persona
La búsqueda del placer lleva naturalmente a los indivi- a la vez, pero la mayor parte de los modelos que se nos
duos hacia la primera posibilidad, que conlleva inestabi- muestran reproducen esa idea. A decir verdad, vivimos
lidades y turbulencias a las que la sociedad no ha sabido permanentemente inmersos en un océano de información
adaptarse demasiado bien. El equilibrio de la comunidad
reside, pues, en elegir la segunda alternativa: permanecer 5. Las estadísticas demuestran que la frecuencia de las relaciones sexuales disminuye
progresiva e inexorablemente a lo largo del tiempo entre las parejas estables.
con la misma pareja a largo plazo. De ahí la instauración

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Las virtudes del poliamor La decadencia de una utopía

cuyos efectos son la mayor parte de las veces inconscientes. o vivir en comunidad, ni siquiera era planteable. ¿Cuántas
Desde nuestra más tierna infancia, registramos innumera- personas habrían optado de verdad por el matrimonio mo-
bles historias de monogamia: se nos habla de un papá y de nógamo y renunciado a cualquier otra posibilidad de amar
una mamá que se aman, así como de abuelas y abuelos durante toda su vida si hubieran tenido otra elección?
que viven en pareja (o quienes la muerte ha separado pre- Estamos condicionados para pensar que la unión mo-
maturamente); los cuentos de hadas nos recuerdan que los nógama es la única forma de vivir nuestros amores, hasta el
héroes están dispuestos a superar todos los obstáculos para punto de elevarla al rango de ideal, aunque nuestra expe-
encontrar el amor, encarnado en una persona; después, las riencia personal nos diga lo contrario. Como los perros de
películas y series de televisión vienen a reforzar ese ideal Pavlov estaban condicionados para salivar al oír una cam-
de un amor que une a dos individuos, con frecuencia he- panilla, se nos ha enseñado a salivar ante la idea de un amor
chos el uno para el otro (siempre bajo el modelo del estado eterno y exclusivo, aunque no tenga nada de natural.
amoroso, es decir de sentimientos intensos que llevan a la Así, a excepción del breve período de la pasión amorosa,
exclusividad). De manera general, muchas producciones se llega a la conclusión de que nada, ni en la biología ni en
artísticas se hacen eco del amor binario. la cultura, ofrece razones sólidas para limitar el amor a las
El último estadio de ese condicionamiento cultural se fronteras de una sola pareja y de vivirlo en exclusividad.
encuentra en los sueños de las niñas (¡y no tan niñas!) de
vivir una boda de princesa: ser la más bella, llevar un vesti-
do magnífico, ofrecer una recepción suntuosa, etc., para que EL PRECIO DE LA EXCLUSIVIDAD
ese día sea inolvidable. En ciertas culturas, las familias se en-
deudarán durante varias generaciones para realizar ese sueño. Si juzgamos al amor por la mayoría de sus efectos, se
Un condicionamiento 6 semejante tiene que dejar huella parece más al odio que a la amistad.
y no es sorprendente que muchos jóvenes adultos tengan LA ROCHEFOUCAULD
el matrimonio como marco de su amor. Otro aspecto de
la elección de la monogamia, menos evidente, viene dicta- ¡Si al menos la unión monógama exclusiva proporcionara la
do por las opciones posibles: el matrimonio era hasta hace felicidad! Por cada pareja satisfecha con su suerte, ¿cuántas
poco (y lo es aún en numerosas sociedades) el único cami- son infelices? Son testimonio de ello los chistes sarcásticos
no para abandonar la familia, exceptuando tomar los há- sobre el matrimonio, comparándolo con una prisión, con
bitos, que es una vía aún más restrictiva. Quedarse soltero una trampa, o con un suplicio (¿no se dice «tener la soga
al cuello»?). Los humoristas y los cómicos de todo tipo son
6. La medida de dicho condicionamiento y la puesta en cuestión de ese lazo que une muy aficionados a poner en escena esposas malhumoradas
amor romántico, exclusividad y matrimonio son el tema de una obra muy bien docu-
mentada de Serge Chaumier, Le couple fissionnel, Fayard, 2004. Una lectura de referencia
o esposos libidinosos, situaciones en las que el amor hace
en la materia.
mucho tiempo que ha desaparecido.

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Las virtudes del poliamor La decadencia de una utopía

Pero el precio que hay que pagar por ese sueño de amor palabra engañar se refería únicamente a la utilización ma-
exclusivo es mucho más elevado que algunos sarcasmos liciosa del lenguaje para ocultar la verdad e inducir a error:
tras una velada bien regada. En efecto, la monogamia lleva podemos engañar a nuestro cónyuge sin serle infiel (ir a ju-
en su seno gérmenes bastante terroríficos, entre los que se gar al casino cuando deberíamos estar practicando deporte
encuentran la prostitución, el adulterio y la violencia. con un amigo) y serle infiel sin engañarlo (diciéndole la
Aunque pueda parecer paradójico, los clientes de la verdad sobre nuestras aventuras sexuales extraconyugales).
prostitución y de forma general de los diferentes comercios En una sociedad abierta a los amores múltiples, no existiría
relacionados con el sexo (salones de masaje, películas por- el adulterio, y el engaño, en ese sentido, no tendría razón
nográficas, páginas eróticas de Internet, etc.) no son sólo de ser. El adulterio es el reverso de la moneda de la exclusi-
los solteros. Una gran parte de esta clientela la constituyen vidad amorosa predicada por la sociedad.
hombres casados, que buscan darle sabor a una vida sexual El tercer efecto desastroso de la monogamia, y sin duda
que se ha vuelto demasiado sosa. Así, a causa del rechazo el peor, es la violencia conyugal. Por definición, el amor es
social a los amores múltiples, algunos compensan su fal- ternura. Es incompatible con todo lo que signifique vio-
ta pagando a otras personas para saciar algunos fantasmas lencia y abuso. Sin embargo, los celos pueden llevar a la
o pulsiones sexuales, salvaguardando la moral: pero como muerte cuando la exclusividad se ve amenazada. Sin llegar
se trata de algo sexual — n o intervienen los sentimientos— a esos extremos, la violencia doméstica está presente en el
y puramente comercial, no parece tan grave. Se convierte 10 al 20 % de las parejas. Esa violencia se expresa de mu-
en algo perdonable... salvo que ese comercio se caracteriza chas formas: golpear al compañero con la mano, el pie o un
por la explotación del ser humano, sobre todo de la mujer, objeto, lanzar cualquier cosa en su dirección, zarandearlo,
y lleva consigo una miseria indecible (drogadicción, enfer- contradecirle con gestos, desvalorizarlo, humillarlo ante
medades, pérdida de la autoestima, etc.). testigos, insultar, amenazar, destruir o estropear objetos
El segundo efecto perverso de la monogamia institu- importantes para él o ella, etc. Y en esa guerra las mujeres
cionalizada es el adulterio. Éste, en tanto que falta o peca- no son sólo las víctimas... Los intentos de explicación de
do, sólo puede aparecer en una sociedad que proscriba los este fenómeno son múltiples y complejos, y no es posible
amores plurales. Con ello, obliga a esconder las atracciones reducirlos a una sola causa, pero es evidente que la presión
paralelas, a vivirlas con preocupación y engaño. El lenguaje que obliga a los compañeros amorosos a vivir en un mundo
es inequívoco a este respecto: en francés, engañar y ser infiel cerrado sólo puede exacerbar la violencia latente. Además,
se han convertido en sinónimos, en el sentido de tener una la obligación de la monogamia cataliza las frustraciones,
relación sexual con otra persona que no es la pareja oficial impidiendo encontrar fuentes de placer ajenas a la pareja.
y sin su consentimiento. 7 Sin embargo, en su origen, la A veces esta violencia es tolerada, por no decir que está
institucionalizada. En esos casos, se otorga a un miembro
7. En castellano ocurre lo mismo. (N. del t.) de la pareja, casi siempre el hombre, el derecho de dominar

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Las virtudes del poliamor La decadencia de una utopía

a su cónyuge: derecho a disponer de su tiempo, de su liber- se encuentran bien en él —hay parejas exclusivas felices
tad, incluso de su vida. En consecuencia, posee en sentido en las que el amor resiste el paso del tiempo e incluso se
estricto a la otra persona, que queda reducida al rango de intensifica con él—, pero que aquellos que lo deseen sean
objeto, que puede utilizar, dirigir y corregir como le parez- autorizados a vivir públicamente sus amores plurales.
ca oportuno. En semejantes relaciones no se puede utilizar A nivel personal, se trata de transformar la idea del amor
la palabra amor. exclusivo en un amor inclusivo, capaz de englobar a más de
Una vez más, no se trata de insinuar que la monogamia dos personas. A nivel social, consiste en redescubrir lo que
es la causa de la violencia conyugal. Sin embargo, al situar ya conocían nuestros antepasados: que los lazos conyugales
el dominio de la afectividad dentro de la carcasa de los y los lazos afectivos externos a la pareja no son incompati-
derechos y los deberes, contribuye a crear las condiciones bles, que pueden ser vividos simultáneamente y dentro del
propicias para que aparezca. respeto a cada uno.
Como dice el refrán: quien siembra vientos recoge tem- Por suerte, ese territorio no es virgen: algunos explora-
pestades. En lo relativo a las relaciones humanas se podría dores han plantado algunas balizas. Se han realizado nume-
decir: quien siembra la exclusividad amorosa (o la monoga- rosas tentativas, algunas más constructivas, otras claramen-
mia) se arriesga a recolectar enojos y adulterio, prostitución te más desestructurantes: de la pareja a tres a la comunidad
y violencia. del 68, pasando por el amor libre, la poligamia (y la po-
liandria) o incluso el matrimonio abierto. No faltan mode-
los, aunque casi todos presenten ese carácter experimental
HACIA UN NUEVO PARADIGMA propio de los tiempos de cambio.
Se trata, pues, de una transformación radical de nuestra
Es necesario aprender a vivir juntos, en pareja, sin ais- visión del amor y de las maneras de vivirlo que nos impone
larnos de los demás. Es necesario que descubramos los nuestra época; una modificación de la ideología conyugal.
encantos de la polivalencia. Eso es lo que propone el poliamor.
S. CHAUMIER

Después de haber constatado que el sueño del amor exclu-


sivo no resiste la prueba de la realidad para muchas parejas,
si no para la mayoría; que ese sueño es el resultado de un
condicionamiento social más que de una necesidad bio-
lógica, y que puede llevar consigo enfados y violencia, es
necesario admitir que un cambio es deseable. No se trata
de abolir el matrimonio monógamo, pues ciertas personas

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Capítulo 2
¿Qué es el poliamor?

El término poliamor (o poliamoría-, polyamory en inglés)


es un neologismo que apareció por primera vez en los años
sesenta, pero cuya popularización data de la década de los
noventa. Construido a partir de la raíz griega poly, que sig-
nifica «muchos», traduce la idea de los amores múltiples, es
decir, con muchas personas y de muchas formas al mismo
tiempo. Este nuevo concepto subraya el carácter polisémi-
co de la palabra amor, que se aplica de forma indiferen-
ciadaa las parejas amorosas, a los padres, a los hijos, a los
amigos e incluso a las cosas, como el chocolate o el fútbol.
De manera más específica, añade la idea de que el amor
sentimental y erótico se puede vivir con muchas personas
simultáneamente.

33
Las virtudes del poliamor ¿Qué es el poliamor?

relación de dominante/dominado entre lossexos. Como las


LO Q U E NO ES EL POLIAMOR nociones de respecto y de igualdad de derechos son esen-
ciales para el poliamoroso, éste no reclama la instauración
El amor que economiza rio es nunca el amor verda- de semejantes sistemas sociales. Más bien tendrá tendencia
dero. a desconfiar de ellos.
H . D E BALZAC
Además, desde un punto de vista sociológico, se puede
pensar que el poliamor es una de las formas más completas
El poliamor tiene su fundamento en el proyecto de vivir re- para las relaciones amorosas. En efecto, durante bastantes
laciones sentimentales con numerosas parejas, incluyendo siglos, las mujeres han tenido que padecer la poligamia. La
o no las relaciones sexuales, con toda franqueza y dentro aparición de la monogamia tampoco fue una mejora sig-
del respeto a cada uno. Por ello se diferencia de: nificativa, pues no disponían de los mismos derechos que
los hombres. De hecho, ellas seguían estando sometidas.
La monogamia serial, a la que habría que llamar con ma- Los numerosos suplicios infligidos a las mujeres adúlteras
yor precisión poligamia occidental: se trata de personas que (y sólo a ellas) son testimonio de esa dominación: lapida-
aman a numerosas parejas, pero de forma sucesiva, es de- ción (Oriente Medio), inmersión en agua hirviendo (Japón),
cir que rompen una relación antes de empezar la siguien- aplastamiento entre dos piedras (China), amputación de la
te. Actualmente es el modelo dominante en las sociedades nariz y las orejas (indios de América del Norte), marcaje
occidentales, en las que el divorcio es legal y las familias con hierros al rojo vivo, etc. La verdadera revolución es la
recompuestas forma una parte importante del tejido social. emancipación de las mujeres (en buena parte gracias a los
Lo que marca la diferencia entre el poliamoroso y el se- medios de contracepción) y la igualdad de derechos entre
rial lover es que el primero reivindica el derecho a vivir a la hombres y mujeres.
luz del día sus amores múltiples y simultáneos, mientras Esa igualdad de sexos es la condición sine qua non del
que el segundo todavía se adhiere al mito del amor román- poliamor. Eso explica por qué, a diferencia de la poligamia,
tico exclusivo. no es una invención masculina: muchas mujeres recono-
cen su capacidad pluriforme de amar y tienen el valor de
La poligamia establecida como sistema social en el que reivindicarla.
no todos los individuos tienen los mismos derechos, pues
se favorece a un género, mayoritariamente al hombre, en Las relaciones extraconyugales, o infidelidades, que se vi-
detrimento del otro. La poliginia (un hombre casado con ven frecuentemente con preocupación y engaño. General-
varias mujeres) y la poliandria (una mujer casada con varios mente producen vergüenza y culpabilidad en el miembro
hombres) no aparecen juntos en una misma sociedad: los de la pareja que las mantiene, y cólera, tristeza y rencor en
dos sistemas son generalmente excluyentes y conllevan una el que las sufre. Están emparentadas con la traición, sobre

34 35
Las virtudes del poliamor ¿Qué es el poliamor•?

todo teniendo en cuenta las promesas intercambiadas du- El poliamoroso, al contrario, no teme implicarse de ver-
rante la boda. Desgraciadamente, más de la mitad de, las dad y sinceramente en diversas relaciones.
parejas sufren en un momento u otro este fenómeno.
Los practicantes del poliamor, por el contrario, tienen Finalmente, los amores de transición, que son las de aque-
el compromiso de vivir a la vista de todos sus relaciones llas personas que viven amores simultáneos, sin embargo,
múltiples, guiándose siempre por el respeto a los demás. que los consideran como etapas diferentes. Estas personas
ponen fin a una relación al mismo tiempo que empiezan
El libertinaje, y su forma estructurada, el intercambio. Es- la siguiente. Sus sentimientos están casi exclusivamente
tas prácticas implican principalmente a varias parejas, con orientados hacia el nuevo amor. Ellos no se consideran po-
el objetivo de ampliar la vida sexual al incorporar a otras liamorosos (aunque de hecho tampoco son monógamos en
personas, sin que exista ningún tipo de relación sentimen- sentido estricto).
tal con ellas. Por eso, la regla que prevalece entre buena
parte de las parejas que practican el intercambio es no ena-
morarse de sus compañeros sexuales, que a menudo son LAS D I F E R E N T E S F O R M A S D E L P O L I A M O R
sólo ocasionales, y,_paradójicamente, seguir siendo fiel a la
propia pareja (no iniciar una relación sexual con un tercero Existen tantos tipos de amor que uno no sabe a quién
sin su autorización, por no decir que ante su presencia). dirigirse para definirlos.
A los poliamorosos, al no concebir que sus compañeros VOLTAIRE

sean de su propiedad, noJ.es gusta el término intercambio.


Es más, estos últimos sitúan los sentimientos en el cen- El poliamor florece donde los sentimientos amorosos se
tro de sus relaciones, aunque sean sexuales. Así, aunque dirigen hacia diversas personas simultáneamente. Pero su
algunos poliamorosos participan de actividades sexuales jardín no es uniforme ni sigue unas reglas fijas. Al contra-
en grupo que pueden recordar los intercambios, rechazan rio, las formas que puede adoptar sólo tienen por límite la
identificarse con ellos. A la inversa, la mayor parte de los imaginación, siempre que esté asegurado el respeto al otro.
que participan en intercambios de parejas no se consideran Algunos poliamorosos prefieren la pareja tradicional.
poliamorosos: reivindican su situación de pareja casada tra- Allí encuentran la seguridad y la estabilidad que necesitan,
dicional y, además, fiel. siempre que deje un espacio de libertad. En esos casos se
habla de un modelo jerárquico, con una relación prima-
La actitud de consumo, que consiste en coleccionar idilios. ria y otras secundarias. La relación primaria ocupa el lugar
Esta conducta se caracteriza por la búsqueda de la cantidad principal en la vida del poliamoroso. Ella estructura su vida -
más que de la calidad, además de por la superficialidad, pues cotidiana: compartir un mismo domicilio, puesta en co-
con frecuencia se evita un compromiso sincero en la relación. mún de los recursos, creación de una familia, etc., es decir .

36 37
Las virtudes del poliamor ¿Qué es el poliamor•?

todo lo que caracteriza habitualmente a una pareja monó- Junto a estos modelos jerárquicos, cuyos fundamentos
gama, incluido el matrimonio. A esto se une la posibilidad son muy cercanos a los de las parejas tradicionales, a ex-
de mantener relaciones afectivas y/o sexuales con otras per- cepción de la exclusividad amorosa, existen formas de
sonas, que constituyen las relaciones secundarias: compañe- poliamor llamadas igualitarias. En ellas, todos ocupan el
ros en relaciones duraderas, de significado importante, con mismo nivel y tienen los mismos derechos: nadie está en
los que el tiempo dedicado es apreciable y las actividades una posición privilegiada, en una especie de ideal demo-
variadas. Son lo que normalmente se llama amistades, con crático. Así la relación triangular, o trío amoroso, esta for-
la única diferencia de que aquí intervienen sentimientos mada por tres personas en pie de igualdad. En la realidad,
amorosos y se pueden dar relaciones sexuales. Junto a las dicho equilibrio es difícil de mantener, y presupone a me-
relaciones primaria y secundarias, algunos identifican aun nudo una relación homosexual entre los dos compañeros
unas relaciones terciarias, es decir, interacciones episódicas del mismo sexo.
o de corta duración, que implican poco tiempo y energía, Esos modelos igualitarios no tienen teóricamente nin-
y en la mayoría de los casos vividas sólo a un nivel sexual- gún límite en cuanto al número de personas implicadas: así
Un ejemplo de poliamor jerárquico conocido por el gran se pueden formar comunidades amorosas y celebrar matri-
público lleva el nombre de pareja abierta, o de matrimo- monios en grupo, en los que cada participante se compro-
nio abierto si existe una relación legal. Si algunos lo viven mete con todos los demás miembros del grupo.
como la oportunidad de tener relaciones sexuales fuera de la Las formas que puede adoptar el poliamor son muy va-
pareja, un poco como si fueran relaciones extraconyugales riadas, hasta tal punto que es difícil ordenarlas. Por otra
toleradas, otros pueden decidir reservar la dimensión sexual parte, tampoco existe un término comúnmente aceptado
a su pareja principal: aman abiertamente a muchas personas, y utilizado para designar a los compañeros poliamorosos. 1
pero sólo llegan a la intimidad sexual con una de ellas. Su punto en común, que es a la vez su especificidad, reside
Las relaciones abiertas, algunas veces llamadas amor li- en la posibilidad de amar simultáneamente a varias perso-
bre, se caracterizan por la libertad que se da a los miembros nas; en otras palabras, la no exclusividad amorosa.
de la pareja para iniciar y mantener relaciones amorosas
con otras personas. Algunos poliamorosos, sin embargo,
insisten en la fidelidad hacia sus parejas y lo consideran un
valor superior a la libertad. Se habla entonces de polifideli-
dad. Así, algunos poliamorosos polifieles no pueden cata-
logarse paradójicamente como pareja abierta porque viven
varias relaciones simultáneas, pero como si fueran matri-
monios de orientación exclusiva, es decir, prohibiendo las
1. Fran<;oise Simpére habla de «amigos-amantes» mientras que en Estados Unidos se ha
aventuras pasajeras. creado el neologismo « sexualover».

36 38
Las virtudes del poliamor
¿Qué es el poliamor?

En el poliamor, el respeto toma naturalmente un signi-


LOS VALORES D E L POLIAMOR
ficado bilateral: el respeto al otro no puede estar disociado
del respeto a uno mismo. Los poliamorosos son conscien-
La verdad es un atributo del amor.
tes de la importancia de conocerse uno mismo y confiar en
G . KRETSCHMANN
uno mismo. Evitan comprometerse a acciones únicamente
por conformismo, por temor al rechazo, o porque no se
Si no existe un único modelo para vivir el poliamor, los polia-
atreven a decir no. Estas actitudes, que son reprobables en
morosos consideran que tienen un conjunto de valores comu-
una relación binaria, son insostenibles en un marco de re-
nes esenciales a los que se suelen atener: el respeto (a sí mismo
laciones múltiples: en efecto, ¿cómo se puede complacer al
y a los demás), la comunicación franca y la no posesividad.
mismos tiempo a varias personas?
Esta búsqueda de respeto lleva a los poliamorosos a una
1. Respeto
franqueza en la comunicación que con frecuencia falta
a los amantes tradicionales. Más que esconder, falsificar,
El respeto es una noción esencial en el lenguaje poliamo-
mentir o engañar, corren el riesgo de la verdad y no temen
roso.' Esto es lo que diferencia a los seguidores del polia-
exprimir lo que están viviendo según su conciencia. Inclu-
mor de los amantes tradicionales: los primeros reconocen
so si esa vivencia desagrada a la otra persona, incluso si es
la importancia central del respeto mutuo, mientras que los
recibida con sentimientos desagradables como el miedo, la
segundos no le dan a ese concepto un lugar decisivo en la
ira v los celos. El respeto al otro también consiste en no
realidad. En efecto, los miembros de parejas exclusivas no
decidir en su lugar qué puede entender o no, es confiar en
tienen inconveniente en restringir recíprocamente su liber-
que sepa gestionar sus propias emociones. La verdad y la
tad y exigirse cosas el uno al otro. ¿No se habla de deber
franqueza son preferibles, aunque puedan herir en el mo-
conyugal? Por el contrario, los poliamorosos aspiran a no
mento, que la mentira y la traición, que son mucho más
interferir en la libertad de sus parejas. Desean dejarles la
venenosas a largo plazo.
libertad para que sean ellos mismos, con sus fantasías, reac-
La primacía del respeto implica igualmente una defi-
ciones, sentimientos e incluso defectos. Esta aceptación de
nición particular del término fidelidad. Este concepto de-
la diferencia y de la alteridad, que aspira a ser incondicional
signa un compromiso tomado a partir de la palabra dada
(al menos en el ideal), fundamenta la consideración que los
y las promesas expresadas. La fidelidad tiene como objetivo
compañeros poliamorosos se deben el uno al otro. 3
disminuir la distancia entre lo que las personas viven en
2. Los poliamorosos respetan totalmente la elección de la monogamia por parte de al-
su interior y lo que muestran en el exterior, en particu-
gunos. A cambio, esperan que se respete que cada uno pueda adoptar el modelo que le
conviene...
lar a sus amados. En consecuencia, no tiene nada que ver
con cualquier exclusividad sexual. La fidelidad permite que
3. Por esta razón el poliamor no se puede imponer jamás a una pareja que no lo acepta.
aparezca la confianza entre compañeros, no por los jura-

40
41
Las virtudes del poliamor ¿Qué es el poliamor•?

meneos dichos en voz baja («te amaré siempre»), sino por tal como las destila la sociedad no son aquí de gran utilidad:
la seguridad de entender la verdad («te amo y haré todo lo lo que está permitido o prohibido, lo que se puede mostrar
posible para que nuestra relación sea bella y enriquecedora o lo que uno debe esconder, etc., hay que reinventarlo casi
para los dos, sin saber cuánto tiempo va a durar»). todo. C o m o existen muchas menos cláusulas implícitas
El respeto a uno mismo y a los demás incita también en los acuerdos entre poliamorosos, éstas se deben discu-
a los poliamorosos a asumir la responsabilidad de sus ac- tir abiertamente. En efecto, un testimonio del sentimien-
tos, especialmente en lo referente a la sexualidad. Se tiene to («te amo») en el universo monógamo a menudo viene
un especial cuidado con los temas de contracepción y de acompañado de corolarios sobreentendidos: «sólo te amo
prevención de las enfermedades de transmisión sexual. Así, a ti, renuncio a cualquier otro compañero sexual, deseo
el poliamor no es comparable a un relajamiento de las cos- pasar la mayor parte de mi tiempo contigo, estoy dispues-
tumbres o a una manera fácil de multiplicar los compañe- to a mantener relaciones sexuales contigo, deseo que me
ros sexuales. des prioridad sobre las relaciones con otras personas, que
Otro valor que es necesario mencionar es la humildad. evites los amigos que no me gustan, que me prometas una
No en el sentido de menospreciarse a sí mismo ni de falsa exclusividad sexual, etc.»), Nada de esto es evidente para los
modestia, sino de tener conciencia de que no se es todo poliamorosos.
para otra persona. Sólo el amante exclusivo tiene la preten- Las modalidades de relaciones que unen a los poliamo-
sión, por no decir el orgullo o la presunción, de creer que rosos se deben discutir cada vez. Y con cada nueva relación,
él solo puede satisfacer totalmente todas las necesidades los acuerdos establecidos en las precedentes pueden redefi-
afectivas, sensuales y sexuales de su pareja. El poliamoroso nirse. Los intercambios verbales son, en consecuencia, más
sabe que no puede asegurar definitivamente las múltiples frecuentes entre los poliamorosos. Además, con el fin de
necesidades de todas sus relaciones, que él no puede sa- garantizar el respeto mutuo, es necesario desarrollar una
tisfacer todas las riquezas solo. En consecuencia, para él comunicación en la que no estén presentes las presiones ni
es una alegría ver que sus parejas inician otras actividades, las manipulaciones: una comunicación auténtica, basada
con otras personas, en otros marcos de relación: él puede
en escuchar al otro, la ausencia de prejuicios, la expresión
aprovechar la realización personal de las personas que ama.
de los resentimientos y la formulación de peticiones ex-
plícitas.
Los objetos de litigio (y existen tantos como en las pa-
2. Comunicación franca rejas monógamas, si no más) deben ser tratados y no eludi-
dos. Los poliamorosos favorecen para eso el consenso y la
Una comunicación franca y de calidad es una condición negociación, ofreciendo a cada uno un máximo de satisfac-
sine qua non para aventurarse en los vericuetos del polia- ción en los acuerdos. Por eso, los compañeros no intentan
mor. En efecto, las normas habituales de la vida amorosa ocultar información: cada uno debe estar en disposición de

36 42
Las virtudes del poliamor ¿Qué es el poliamor•?

formular una opinión con conocimiento de causa, y no so- sición, no. Esto se considera una falta de respeto hacia la
bre la base de informaciones sesgadas. De ahí el imperativo pareja cuya vida privada se está divulgando.
de la franqueza.
Cuidado sin embargo con no confundir franqueza
y transparencia. Mientras que la primera es indispensable 3. No posesividad
para conseguir una relación de calidad, la segunda es perju-
dicial. En efecto, cada uno debe tener la posibilidad de dis- El respeto mutuo y la comunicación franca no son valo-
poner de un jardín secreto donde cultivar los pensamientos res sólo para los poliamorosos. La parejas tradicionales rei-
y los recuerdos más íntimos. Ésa no es sólo una condición vindican a menudo las mismas formas de conducta. Una
para el equilibrio psíquico, sino que también forma parte diferencia irreductible aparece en el tercer principio funda-
del atractivo erótico. El deseo despierta donde flota una mental del poliamor: la no posesividad.
brisa de lo desconocido, pero se apaga cuando el otro se Los amantes exclusivos llegan a pensar muy pronto que
ha vuelto totalmente previsible. Una parte de misterio es su pareja les pertenece. Y si no su espíritu, al menos su
esencial para mantener el deseo: volverse transparente es lo cuerpo, y como mínimo su sexo. Incluso la masturbación
mismo que ser invisible. puede estar prohibida porque se percibe como una infide-
Entonces, ¿no es ésa la puerta abierta a las pequeñas lidad (como más de un 9 0 % de los hombres se libran al
mentiras y a los demás secretillos que son los atributos placer solitario, semejante concepción hace saltar todas las
de la vida amorosa clásica? No, porque la diferencia en- tasas de infidelidad).
tre franqueza e hipocresía es muy importante: la primera La posesividad es uno de los resultados directos de la
no esconde nada para complacer, para manipular, para exclusividad: el que acepte entregar la satisfacción de to-
obtener un beneficio, para controlas las emociones del das sus necesidades afectivas y sexuales en manos de una
otro (por ejemplo, para no herir) o por rencor; calla para única persona hará bien en tenerla controlada. Es más,
preservar la intimidad. La segunda, al contrario, utiliza el debe empezar a controlarla para estar seguro de que no le
secreto con fines estratégicos, para alcanzar un objetivo va a faltar de nada. Incluso exigirá ciertos comportamien-
preciso. tos por su parte, siendo el débito conyugal un ejemplo
Ser poliamoroso no significa convertirse en un integris- clásico (¡aunque sea triste decirlo!). Además, cualquier
ta de la transparencia. Al contrario, una de las reglas que otra relación puede representar una amenaza, pues es sus-
se aplica con frecuencia entre los poliamorosos activos, es ceptible de debilitar esa exclusividad y, por tanto, puede
decir, que mantienen varias relaciones sentimentales y car- traer consigo carencias. En ese momento entran en escena
nales paralelas, es no divulgar los detalles de la intimidad los celos y todo su sórdido cortejo: vigilancias, interroga-
sexual con una persona a otra de las parejas. Decir con torios, restricciones de contactos con el exterior, descon-
quién se está saliendo, sí; decir qué se hace y en qué po- fianza e incluso desvalorización (una persona desvalori--

36 44
Las virtudes del poliamor ¿Qué es el poliamor•?

zada toma menos la iniciativa para encontrarse con otras table. Por tanto, no se trata de pretender que los poliamoro -
personas). sos son seres excepcionales desde ese punto de vista. Como
La posesividad lleva a considerar al otro como un objeto, todo el mundo, intentan aplicar los valores en los que creen,
una cosa de la que uno puede disponer a su antojo. Es una sin rpretender alcanzar la perfección.
1 Las faltas, más o menos
manera de alienar su libertad, de faltarle al respeto. importantes, jalonan su camino: crisis de celos, presiones
Los poliamorosos, por su lado, parten del principio so- y manipulaciones, control y chantaje, etc.
berano de que ellos no pueden poseer a nadie: cada persona Hay que señalar que la violación de los valores y de
pertenece a sí misma durante todo el tiempo y, en conse- los códigos poliamorosos se condena con el mismo vigor
cuencia, es totalmente libre de actuar como quiera. Para que en el caso de las parejas monógamas, e incluso con un
ellos, el amor preserva la libertad, no la coarta. poco más de severidad, como en el seno de otras minorías
Este valor no sólo es lo más característico del movi- que intentan defender su imagen ante la opinión pública,
miento poliamoroso, sino también el más difícil de llevar mayoritariamente crítica con ellas.
a la práctica a causa del fuerte condicionamiento cultural
sobre este aspecto. No podemos olvidar que la sociedad
occidental se fundamenta en el derecho a la propiedad: mi ¿CÓMO CONVERTIRSE EN POLIAMOROSO?
casa, mi terreno, mi coche, mi trabajo, mi mujer, mis hijos
e incluso... mi amante. He elegido conciliar la perennidad del amor y los im-
Los fundamentos de la monogamia como estructura so- previstos del deseo.
cial se inspiran en ese apego a la propiedad. El patrimonio F. SIMPÉRE
y la fortuna se deben transmitir, habitualmente por suce-
sión. Para eso, es necesario un heredero, si es posible con- La pregunta quizá debería plantearse al revés: ¿cómo se con-
sanguíneo. Como un hombre no podía estar nunca seguro vierte uno en monoamoroso, es decir cómo se adhiere uno
de que el niño que llevaba su esposa fuera de verdad suyo a la exclusividad sentimental? En efecto, desde los inicios de
(antes de la invención de los tests de paternidad), debía nuestra vida amorosa vivimos toda una serie de atracciones
preocuparse de controlar estrictamente el acceso a la mujer. múltiples: nos atraen las chicas o los chicos, después más
Era como si el matrimonio le asegurase la posesión exclu- concretamente las rubias, las intelectuales, los artistas o los
siva del útero de su pareja, siendo ésta la garantía de que morenos, las deportistas, los trabajadores, etc. Estas atrac-
sus descendientes «descendían» verdaderamente de él: «¡Tú ciones repetitivas están limitadas por el condicionamiento
serás mi heredero, hijo mío!». social que hayamos sufrido y que nos lleva a considerar que
Un discurso sobre los valores nos lleva al aspecto ideal de el amor sólo puede conjugarse en singular. Aprendemos así
las cosas. La realidad es evidentemente más diversa: una di- a renunciar a nuestra capacidad poliamorosa innata, hasta
vergencia entre las líneas directrices y su aplicación es inevi- persuadirnos de que ésta nunca ha existido.

36 46
Las virtudes del poliamor ¿Qué es el poliamor•?

Para el individuo concreto, la toma de conciencia de su La toma de conciencia de nuestra disposición poliamo-
disposición poliamorosa, si es que ocurre, es comparable al rosa es una etapa crucial. Como tal, no necesita forzosa-
descubrimiento de su orientación sexual (sobre todo si ésta mente experiencias concretas, de la misma manera que des-
es minoritaria). Para ello no es necesario vivir una experien- cubrimos nuestra orientación sexual antes de enamorarnos
cia concreta: de la misma manera que hay homosexuales cas- de una persona concreta.! Q u e d a aún la decisión de mos-
tos pero muy conscientes de la naturaleza de sus atracciones, trarse en público, de salir del armario. Por miedo a quedar
existen poliamorosos solteros. Esta toma de conciencia mar- estigmatizado o ser rechazado, muchos no dan ese paso.
ca a veces un punto de inflexión en su existencia. Antes de Hay que resaltar que la falta de modelos con los que iden-
ella, a pesar de la represión, la inhibición o la negación, no tificarse no facilita la tarea de los poliamorosos.
son capaces de encontrar la paz interior, tienen la impresión Otra resistencia reside en la dificultad de encontrar una
de ser diferentes, de estar aislados. A través de una madu- pareja que también sea poliamorosa o por lo menos esté
ración progresiva, la realidad se impone poco a poco, hasta dispuesta a compartir su amor. Uno se pregunta cómo
alcanzar claramente la conciencia: «Sí, soy capaz de amar reaccionará la otra persona al conocer nuestra aspiración
, a muchas personas simultáneamente». Después de ella, cada poliamorosa, uno teme no ser tomado en serio o un recha-
uno puede aceptar o rechazar vivir de acuerdo con lo que zo total. También es verdad que mucha gente no se imagi-
ha descubierto. No se elige ser poliamoroso por comodidad, na siquiera la posibilidad del poliamor: para ellos, se ama
uno se rinde a la evidencia o se resiste a la misma. a una persona o no se ama a nadie. No se puede concebir
La analogía con el descubrimiento de la orientación ho- nada entre medio. En consecuencia, no es nada previsible
mosexual va más allá. Como la presión social tiende a mar- encontrar otros poliamorosos y aún menos poliamorosos
ginalizar a las minorías, a considerarlas como anormales q u e l o tengan asumido.
o enfermas, muchos intentan resistirse a sus aspiraciones Los caminos hacia el poliamor son a menudo escarpa-
profundas y fundirse en la masa. Así, numerosos poliamo- dos y resbaladizos, las opiniones de las «personas de bien»
rosos se lanzan por los caminos de la monogamia, sin creer rara vez son benevolentes. ¡Esas opiniones han desanimado
realmente en ella, pero por resignación o por miedo a pa- a más de uno! La forma más natural de ingresar en el polia-
recer inmorales o indecentes... hasta el momento en que mor aún sigue siendo iniciar una relación amorosa monó-
les atrapa su naturaleza profunda. Algunos se embarcan gama, pero sin la intención de que sea definitiva, y teniendo
entonces en aventuras extraconyugales a escondidas y se la delicadeza de advertir a la otra persona. Cuando aparezca
adhieren fervientemente a la hipocresía hasta el punto de un nuevo amor se le dirá de inmediato en vez de esconderlo,
condenar a los que se declaran abiertamente poliamorosos. evitarlo o vivirlo considerando que el anterior ha terminado.
¿Cuántas condenas amargas sobre el modo de vida de los ""Por tanto, ¿dónde comienza realmente el poliamor?
demás están dictadas en realidad por el temor de saberse • Una persona comprometida que siente una fuerte atrac-
como ellos o por una envidia no declarada? ción por un tercero pero que se resiste, ¿es ya poliamorosa?

36 48
Las virtudes del poliamor ¿Qué es el poliamor•?

• Una persona que continúa sintiendo una tierna atrac- el poliamoroso debe asumir riesgos porque se adentra en
ción por un ex amante o una ex pareja aunque está ella con sinceridad. Se multiplican, por tanto, las ocasiones
comprometida en una nueva relación sentimental, ¿es de sufrir: negativa por parte de una persona con la que
ya poliamorosa? se quiere iniciar un idilio, opiniones negativas y rechazo
• Una persona que tuvo un apasionado amor de juven- (incluso del estado poliamoroso), final abrupto de una rela-
tud, pero a la que la vida llevó a casarse con otra pareja, ción, decepción sentimental, mal de amores, sufrimientos,
y que lo reencuentra en el atardecer de su vida, ¿es ya todo ello en plural.
poliamorosa?
Además, allí donde esté presente la sexualidad, las zonas
* Una persona que vive en pareja y que tiene una aventu- de vulnerabilidad se multiplican: ¿estaré a la altura? ¿Soy
ra en Internet, ¿es ya poliamorosa? seductor, deseable? ¿Lo he hecho bien? ¿Soy un buen aman-
* Una persona que es fiel (en el sentido de la exclusividad) te? ¿ Q u é pensará de mí? Al demonio de la comparación le
a su pareja, pero que nutre de vez en cuando sus fanta- encanta introducirse en el lecho de los poliamorosos.;
sías sexuales con caras conocidas o desconocidas, ¿es ya
El poliamor no es una solución milagrosa a los proble-
poliamorosa?
mas de la vida y del amor. De hecho, no es ni siguiera la
solución a ningún problema. Se trata de un estado de he-
cho para ciertas personas que aspiran simplemente a vivir
EL POLIAMOR, ¿UNA SOLUCIÓN MILAGROSA?
en paz sus ideales, a resguardo de las opiniones negativas
de la sociedad.
¿El secreto de la longevidad de nuestro matrimonio?
Un buen restaurante dos veces por semana.
Cenar a la luz de las velas y con música dulce...
Ella el martes, yo el viernes.
H . YOUNGMAN

Hasta aquí hemos presentado la cara más noble del poliamor.


A ojos de algunos puede parecer un ideal. Pero no nos equi-
voquemos. El poliamor no se diferencia del amor en general,
porque sigue siendo profundamente humano. Su puesta en
práctica tropieza con los mismos obstáculos en la realidad
cotidiana: impaciencia, animosidad, decepción, etc.
El juego del amor se muestra a veces cruel: el del po-
liamor se puede volver policruel. Con cada nueva relación,

36
51
Las virtudes del poliamor

Ser poliamoroso consiste en...

... abrirse al amor y responder favorablemente cuando se


presente; Capítulo 31
... trabajar continuamente sobre los celos y la posesividad;
... establecer con respeto las relaciones amorosas elegidas Las objeciones
y cuidarlas; más frecuentes
...esforzarse en comunicarse de forma clara y auténtica
con sus parejas, renunciar a las mentiras, los engaños y la al poliamor
manipulación;
... cultivar un espíritu de gratitudpor lo que se recibe más
que exigir sea lo sea de sus parejas;
... aceptar que tendrá que enfrentarse a la incomprensión,
la desaprobación y el rechazo de los demás.
Cuando uno ve ahogarse a su perro, dice que tiene la
Los poliamorosos han empezado a agruparse en aso- rabia.
ciaciones para defender sus derechos y promover su REFRÁN POPULAR FRANCÉS
causa. Están en el origen de diversas reivindicaciones
sociales. Con su forma radicalmente abierta de considerar el amor
sentimental, el poliamor suscita interés, pero también
grandes reticencias por parte de muchas personas. Los de-
fensores de los modelos tradicionales del matrimonio y de
la familia ven en él una amenaza para el orden social. Los
moralistas, al igual que los fieles de ciertas corrientes reli-
giosas, claman contra la decadencia y a la perdición. Mu-
chos amantes no quieren ni oír hablar de él, presagiando las
penosas horas de celos que prefieren evitar a sus parejas.
El poliamor causa temor porque toca al ser humano
en lo que le es más esencial: su capacidad de amar (y de
pensar el amor). Algunos, antes de arriesgarse a una intros-
pección perturbadora, prefieren ignorar el tema. Otros lo
combaten directamente invocando a Dios, los textos sa-"

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