Resumen Marianela
Resumen Marianela
Resumen Marianela
Golfín sale para visitar a su hermano en las minas de Socartes. Mientras continua con su recorrido,
Golfín musita para sí adelante, siempre adelante, son las palabras dichas por las últimas personas
que encontró a su paso y que indicaban la ubicación de las minas. Después de mucho caminar,
Golfín encuentra un campo de explotación minera, su asombro sobrevino al corroborar que estaba
abandonado. Mientras se sobreponía de su asombro, Golfín se encuentra con un joven que le
indica que efectivamente está en la mina Socartes, pero muy lejos del establecimiento que es
ahora la entrada principal. El joven ofrece servirle de guía hasta allá. La última sorpresa que
guarda la noche para Golfín es que el amable joven que le serviría de lazarillo es ciego.
Ya una vez emprendida la marcha rumbo la entrada principal, Golfín sigue sorprendido de que un
joven ciego sea su guía. Mientras recorren el dificultoso camino, el joven hace una detallada
descripción de lo que a su paso encuentran. El joven parece poder prescindir por completo de la
vista para conocer con enorme exactitud la ubicación y composición de las cosas que lo rodean.
Una vez que hubieron recorrido una de las cuevas se encuentran con la muchacha que ya antes
Golfín había escuchado mientras estaba perdido — es Marianela — repuso el joven ciego— ahora
ella se encarga de llevarlo a las oficinas. Golfín y el se despiden con la promesa de volverse a
encontrar y así comienza una amistad.
Golfín es guiado por Nela hacia las oficinas de la mina. La curiosidad que le despierta su nueva guía
hace a Golfín preguntarle a Nela sobre su vida. Así es como Golfín se entera de que Nela es
huérfana. Ella misma le relata las desventuras que pueblan su pasado y su presente. Golfín se
sorprende al escuchar de la propia Nela la pobre opinión que de sí misma tiene. Nela explica a
Golfín cuál es el origen de su nombre; le habla de Canela, su madre. Golfín descubre que es sólo el
joven Pablo el que muestra afecto hacía Nela. Ya una vez cerca de la mina, las notas de un piano y
el aviso de Nela anuncian a Golfín que está cerca de su ansiado encuentro con Carlos, su hermano.
Nela tiene únicamente por morada un rincón de la casa de los Centeno. El maltrato y la
displicencia que de ellos recibe, es solamente una consecuencia de la indiferencia y el maltrato
que los propio hijos del matrimonio Centeno reciben. Los Centeno son un matrimonio ocupado en
la acumulación del dinero, producto del trabajo en la mina de todos los miembros de la familia. El
hijo menor — Celipín — era el único con aspiraciones más allá del trabajo en la mina, y el único
con quien Nela se relaciona. Relación se estrecha cada vez más a partir de la complicidad de ella
en los planes secretos de Celipín para estudiar. Nela es también la única que contribuye para
llevarlos a cabo pues, cada vez que tiene la ocasión, le cede el dinero que la gente le obsequia por
los favores recibidos por parte de ella.
Capítulo V: Trabajo, paisaje, figura
El amanecer llega a la mina de hierro y sus alrededores. El pueblo se despierta con la campana
— los hombres salen de sus casas para entrar otro día al trabajo durísimo de la mina, las mujeres a
lavar el mineral extraído, las mulas a cargar de nuevo su tarea sobre lomos. Con la salida del sol,
Socartes y su población resplandecen purpúreas, el fino polvo que es subproducto de la
siderurgia. Nela también sale, a la casa de Pablo, el joven ciego que acompañaba a Golfín el día
anterior. Nela, el lazarillo de Pablo, sale con él a caminar por los campos.
Nela, Pablo y el perro Choto caminan hacia el bosque. Como todos los días que salen, Pablo trae a
Nela unos regalitos: un dulce, un chocolate, unas nueces. Son las pequeñas riquezas que le faltan a
Nela en su vida frugal con los Centeno. Nela explica la dicotomía de su vida: de día anda feliz en
sus salidas con Pablo pero de noche no encuentra la felicidad en casa. En el camino, ella describe
los detalles del campo y le ofrece sus propias explicaciones supersticiosas de la naturaleza: como
aquello de que las estrellas son almas salvas que bajan del cielo a revelar secretos a los humanos.
Pablo le dice que le pedirá a su padre que la enseñe a leer, para que pueda usar sus dones
intelectuales y creativos, y así mejorar con la educación y la razón.
Nela y Pablo llegan a la entrada del bosque, de donde se puede ver un pedazo del mar a la
distancia. Se sientan juntos para descansar entre unos nogales, y Pablo cuenta a Nela de los libros
de historia y ciencia que su padre le leía por las noches. Pero la noche anterior su padre leyó de
‘Las Mil y una Noches’ una descripción de la belleza. Pablo confiesa a Nela que no necesita usar
sus ojos para saber que ella es el epítome de la belleza como en el libro... una mujer modesta,
cariñosa, hermosa como los ángeles. Nela niega que sea una mujer así— en la realidad es una
mujer sencilla y fea. Pablo lamenta que la vista haya robado a los hombres la capacidad de
conocer la belleza verdadera y admite que está enamorado de ella. Después, la pareja regresa a
casa, para encontrarse con el padre de Pablo y con Golfín.
Pablo comparte con Nela la esperanza que inunda su espíritu al escuchar de Golfín y de su padre
que el destino guarda para él la esperanza de ver. Pablo traduce su esperanza en la concreción del
anhelo por ver a su amada Nela. Por su parte, Nela comparte la dicha de Pablo por volver a ver, sin
embargo en su corazón crece la zozobra de que una vez recuperada la vista de Pablo, la belleza
que él atribuye a su espíritu no coincida con su exterior. La noche anterior Pablo no logró dormir
por el arrebato de esperanzas que provocaron en él las buenas noticias, por lo que se quedó
dormido en el regazo de Nela durante su paseo, mientras tanto ella creía escuchar la voz de su
madre que provenía del fondo de la Trascava…
Capítulo IX: Los Golfines
A poco tiempo de haber llegada a la mina, Golfín la conoce de punta a punta. Cuando hace buen
día, la familia Golfín gusta de hacer caminatas por los alrededores de la mina; se reúnen en torna
al piano y se deleitan cantando. Sofía (su cuñada) era aficionada a las obras de caridad, en Madrid
había organizado algunos eventos en beneficio de los pobres, a lo que Golfín le reprocha su falta
de atención a los pobres de su alrededor, en particular de Nela. Al matrimonio Golfín no le
sobrevivía ningún hijo, por lo que Golfín sugiere que podrían adoptar a Nela. Después de un
incidente Nela se espina un pie y Golfín la lleva en hombros de regreso a casa.
A Sofía y Carlos, Golfín relata la historia de él y su hermano, mientras Sofía bromea insinuando que
está exagerando demasiado. Golfín les cuenta como aprendió a leer, como fue parte de los
‘Escalapios’, cómo estudiaba la medicina, y cómo los hermanos se cuidaban en sus dificultades
financieras. Sigue relatando como Carlos encontró trabajo y Golfín salió para América. Después del
relato, Carlos admira a su hermano Teodoro por su determinación en devolverle la vista a Pablo,
mientras Sofía sigue burlándose de él. Llegan los tres en compañía de Nela a la casa de Don
Penáguilas. Y atardece.
Después del paseo, la familia Golfín en compañía de Nela se dirige a casa de Don. Francisco quien
los recibe con un vaso de leche recién ordeñada. Don Francisco, externa a la familia Golfín, se
alegra por la esperanza que Golfín da a Pablo: de volver a ver. De igual forma comparte su
preocupación por la febril imaginación de Pablo, que en últimas fechas sólo se ocupa de un
pensamiento a saber que Nela es una chica hermosa. Golfín recomienda a Don Francisco que
suspenda las lecturas y que provea a Pablo del mayor de los sosiegos a fin de que el cerebro de
Pablo se encuentre en buen estado para la futura operación…
De vuelta en casa de los Centeno, Nela entrega a Celipín los dos duros que generosamente le dio
Golfín para que se comprara zapatos. Como de costumbre Nela y Celipín hablan un poco antes de
dormir sobre los planes de éste para irse de casa y estudiar. Nela relata a Celipín la vida de
contrariedades que vivieron los hermanos Golfín antes de ser hombres de bien, la historia le sirve
de inspiración a Celipín, quien decide que quiere seguir los pasos de Teodoro Golfín y así
convertirse al igual que él en un médico respetable. Celipín intenta persuadir a la Nela de que se
marche con él, arguyendo que después de que Pablo recupere la vista nada le queda por hacer a
Nela en Socartes.
Capítulo XIII: Entre dos cestas
Como lectores entramos a los pensamientos y la historia de Nela. Aunque la filosofía de ella esté
basada en una mezcla de paganismo y sentimentalismo, rechaza la imagen espantosa de Dios, mas
reconoce las palabras del Evangelio y el poder de la Virgen María, quien, para Nela, personifica la
belleza ideal en forma humana. Nela pregunta a la Virgen por qué la hizo tan fea y le pide que la
haga hermosa para que cuando la Virgen otorgue la vista a Pablo, él no la encuentre muy fea. Ella
quiere a Pablo, pero desea que nunca abra los ojos para mirarla.
Al llegar la mañana, y como de costumbre, Nela dedica algunas oraciones a la Virgen María.
Asimismo hacía descansar en las divinas facultades de la madre de Dios el encontrar un feliz
desenlace para ella y para Pablo. Durante sus quehaceres Marianela repetía para sí las palabras
dichas por Pablo acerca de las sensaciones previas a un temblor; podía sentirlas, no sabía si sería
algo bueno o no, pero estaban ahí. Ya una vez en el campo y continuando con sus cavilaciones,
Nela se ve sorprendida por la aparición de la Virgen, creyó verla en persona a lo que quedó
petrificada. Luego, poco a poco se repone de su sorpresa y cae en la cuenta de que se trata de
Florentina, le bella prima de Pablo, quien había venido en compañía de su padre para ultimar los
detalles de la boda que tienen planeado sus padres para ella y Pablo.
Pablo y Nela van a mostrar a Florentina las minas. Platican de la ceguera de Pablo, Florentina
menciona que le esperan algunos chascos cuando adquiera la vista, y Nela empieza a ponerse
nerviosa. Florentina pregunta por la desigualdad que hace que Nela traiga un vestido viejo
mientras ella tiene uno bonito. Decide que va tener a Nela como su amiga, que le va a socorrer,
que le enseñará a ser una mujer útil y hogareña. Florentina se aleja un poco, y Pablo aprovecha
para decir a Nela que su prima le resulta una mujer hermosa, mientras crecen las preocupaciones
de Nela.
Golfín realiza la cirugía de Pablo sin saber cuáles serán los resultados. Pablo pasa varios días
encerrado, atendido sólo por su padre, por lo que nadie más sabe si la operación fue exitosa.
Florentina acompaña a Nela a la casa de los Centeno, y sale horrorizada de las condiciones en las
que vive Nela. Reafirma su promesa de compartir con lo que ella misma ha recibido. Ocho días
después de la operación, Nela pasa a la casa de Sofía, quien le dice que hay el rumor de que Pablo
ya puede ver. Y ahora con la vista— Sofía le dice—, es casi seguro que el joven Pablo se va a casar
con la señorita Florentina.
Carlos llega para confirmar el milagro de su hermano, sí, Pablo ya tiene el don de la vista.
Capítulo XVII: Fugitiva y meditabunda
La noticia de la operación de Pablo llega por todo el pueblo, pero Nela evita ir a la casa de los
Penáguilas. Anda por días como fugitiva en el campo, orando a la Virgen y pensando que Dios
quiere que ella sufra. Llegando a casa, se encuentra con Florentina, que quiere llevarla a ver a
Pablo. Florentina la convence de que vaya a vivir con ella y a ver a Pablo, pero mientras se acercan
a la casa de los Penáguilas, huye, explicando que no puede ir. Confusa, Florentina regresa a casa y
avisa a Golfín que Nela se escapó por su ingratitud.
Nela sigue vagando en el campo, pero por las noches se acerca a la casa de los Penáguilas sin que
nadie lo note. Regresa al bosque y encuentra a Celipín en el camino. Él ha salido de la casa y quiere
escaparse con Nela para nunca volver a ver a sus padres. Nela rechaza la idea, diciendo que no es
su tiempo para irse de las minas y Celipín se despide de ella. Choto, el perro de Pablo, descubre a
Nela vagando, regresa a la casa de los Penáguilas y señala a Golfín que la encontró. Golfín entra en
el bosque con Choto y encuentran a Nela, quien sale corriendo y baja a la Trascava. Luego Golfín la
convence que suba para que pueda decirle una cosa.
Golfín sorprende a Marianela justo a tiempo, pues ésta intentaba despojarse de su propia
existencia bajo la falsa creencia de que la vida depararía para ella una mejor suerte una vez
muerta. Golfín la persuade de no quitarse la vida y la exhorta a que abra su corazón ante él, única
persona dispuesta a preocuparse por los asuntos que aquejan su corazón. Nela confiesa a Golfín
el amor que profesa a Pablo y las promesas de no separarse jamás que Pablo le hizo. Le confiesa
también el motivo por el cual decide marcharse, de cómo siente celos de Florentina. Finalmente
Golfín, después de hacerle ver a Nela, que si bien está desprovista de belleza exterior, su grandeza
de espíritu la hacían un ser excepcional. Al cabo de un rato regresan a Aldeacorba donde Golfín
presenta a Nela en la habitación de Florentina.
El complot retrocede hasta el día que Golfín quitó el vendaje de Pablo. Al principio Pablo tiene
miedo de su nuevo mundo, pero poco a poco le agradece y está inundado con la hermosura a su
alrededor. Ve primero a Florentina, equivocado, piensa que es Nela. Pablo no puede creer que su
prima sea tan hermosa, y le ruega que se quede con él mientras se recupera. Pablo confiesa a su
prima que quiere a Nela, y pide a Florentina la traiga ante él. Florentina encuentra a Nela, pero
ésta se escapa, y Florentina cree que lo hace por ingratitud. Pablo está seguro de que Nela vendrá
sola, a su propio tiempo. Por la noche él escucha las voces de su padre, Golfín y Florentina. Al día
siguiente se levanta de la cama por primera vez desde su operación.
Capítulo XXI: Los ojos matan
La mañana en que Nela despertó en la habitación de Florentina, el padre de ésta le anunciaba que
en ese momento Don Francisco hablaba con Pablo sobre el asunto de la boda. Golfín que se
encontraba allí, preocupado por el estado de Nela, le describe a Florentina la desventurada vida
que ha tenido que llevar aquella por la ausencia de un alma que pueda ocuparse del mínimo
cuidado de ella. Al cabo de un instante, entra Pablo, quien se había quitado ya el vendaje e iba a
expresar a Florentina la dicha que le provocaba la futura unión entre ambos. Nela, que hasta
entonces pasaba inadvertida en el sofá, llama la atención de Pablo, quien se dirige a ella y al sentir
la mano de Nela sobre la suya se da cuenta que se trata de ella, Pablo clava su mirada sobre ella, y
ésta al sentir el peso de la mirada de Pablo comienza su descenso a las profundidades de la
muerte. Golfín, ante la frustración e impotencia de no poder salvarla, termina por exclamar que
¡Nela ha muerto de amor…!
Nela, quien nunca tuvo bienes materiales ni reconocimiento en la vida, tiene un funeral al que
asiste todo el pueblo y un sepulcro magnífico obsequiado por Florentina. Para sorpresa de los que
la conocían, su muerte llamó la atención de muchos. Meses después cuando ya todos se habían
olvidado de ella, cuando Pablo y Florentina ya se habían casado, llegaron unos viajeros extranjeros
a su sepulcro. Éstos apuntan en una cartera que el sepulcro es de una mujer noble y hermosísima,
la Doña Mariquita Manuela Tellez (Nela). Luego publican su descripción como Sketches from
Cantabria. Los reporteros investigaban la verdad, pero no la encontraron, que es la razón por la
cual el autor escribe este mismo libro: para que sepan los lectores la verdadera historia de Nela,
una de las más interesantes que existe