Etica y Moral
Etica y Moral
Etica y Moral
Hoy queremos contarte cinco interesantes curiosidades sobre moral y conciencia en humanos y animales que
de seguro te harán reflexionar.
Eso sí, la gente religiosa tiende a sentir más culpa y remordimiento tras realizar un acto conciente que consideran
incorrecto.
A los seis meses entienden conceptos de recompensa y castigo y a los nueve meses comprenden lo que es justo y
correcto.
Entre el primer y segundo año de vida, los pequeños distinguen qué es la mentira.
Los monos rhesus se niegan a robar comida de sus compañeros; asimismo perros, gorilas, e incluso leones
protegieron a niños perdidos.
En culturas no occidentales, especialmente aquellas más alejadas de ciudades, la intención vale más que la
acción y un acto considerado moralmente incorrecto no pierde negatividad si la persona no tenía la intención de
cometerlo.
Una investigación publicada en el Journal of Applied Psychology analizó a 230 estudiantes de posgrado en negocios
y cómo se definían moralmente a sí mismos.
Aquellos que se describían como buenos o con alta moral también eran quienes hacían trampa en exámenes con
mas frecuencia y no les pesaba en la conciencia ya que sus otros actos altamente morales los eximían de tras culpas
menores.
La moral esdifícil de definir y cada uno tiene su propia conciencia, pero es interesante analizar el origen de lo
bueno y lo malo ya sea inherente a lo humano o como construcción cultural, aunque nunca dejaremos de aprender
y cuestionar nuestras decisiones y las del resto sean personas o animales.
Hoy os volvemos a aportar un punto de visa más sobre importantes e inquietantes fenómenos que se
están sucediendo en la actualidad internacional desde la comunicación y el diseño social. Muchos de
nosotros hemos visto aterrorizados las imágenes de los niños y niñas separados de sus padres en
los centros de detención de migrantes en Texas o por las desoladoras imágenes de las personas
migrantes que huyen del horror en sus países y se juegan la vida en el Mediterráneo. Puede parecer que
cualquier ciudadano defensor de los derechos humanos esenciales como ética pública y como moral
personal, por coherencia ideológica y emocional, estaría en favor de actos de solidaridad y justicia
social para estas personas. Pero no.
Lo realmente sorprendente estos días no son las noticias en sí, sino el timeline de las redes
sociales de muchos de nuestros amigos y familiares justificando las medidas ejercidas por los
políticos (cierre de puertos y fronteras o encarcelamiento de ciudadanos y niños inocentes).
Sólo desde la comprensión del otro podemos iniciar el diálogo para poder aportarles nuestra visión y
encontrar un camino lleno de valores de convivencia y bien común. Para ello, os plantearemos la
perversión de los marcos conceptuales en los que se establecen, en redes sociales y medios de
comunicación, los dilemas éticos sobre las migraciones.
“Si no estáis prevenidos ante los Medios de Comunicación,
os harán amar al opresor y odiar al oprimido“.
Malcolm X
Estos debates nos recuerdan a uno de los que estamos tratando para el libro que estamos
creando sobre Sense8 llamado el dilema del tranvía. Es un dilema muy sencillo basado en
esta situación hipotética:
SITUACIÓN A
Hay un tren que se acerca a gran velocidad y fuera de control. A cien metros de esa misma
vía se encuentran cinco personas atadas por un asesino en serie y sin posibilidad de escapar.
Pero tú estás ahí, contemplando la escena un lado de la vía. No te da tiempo a desatarlos,
pero tienes la posibilidad de accionar una palanca que cambia la dirección del tren a una vía
paralela. Si la accionas, cambias el tren de vía y salvas a los 5 atados; pero el problema es
que en esa otra vía hay una persona que moriría atropellada por este tren. El dilema parece
sencillo: la muerte de cinco personas frente a la muerte de una persona. Casi todo el
mundo apuesta por pulsar esa palanca.
SITUACIÓN B
Sin embargo, después plantean una variante en la que estás sobre un puente contemplando
la escena junto a un hombre muy muy gordo. Si lanzas a este hombre a las vías salvarías, el
tren descarrilaría y salvarías la vida de esas cinco personas. Aunque el resultado es el
mismo, una vida por salvar a cinco, en esta ocasión la mayor parte de la gente entrevistada
no lanzaría a esa persona a las vías.
¿Qué harías en el caso A?
¿Salvarías a cinco personas si eso implicase matar a una?
Y el dilema puede complicarse aún más si nos plantean si cambiaríamos la respuesta si esa
persona es un ser querido. Es decir, si mover la palanca implica entre matar a un ser querido
o salvar a cinco desconocidos (o 15, o 50, o a 500), la mayoría contestamos que salvaríamos
a nuestro ser querido. Nuestra moral personal (referente a lo individual) seguramente no
nos permitiría tomar una justa decisión ética (referente a lo colectivo). Por tanto, a medida
que entendemos, reconocemos y nos vinculamos a “los otros”, mejores decisiones éticas
podemos llegar a tomar.
(*) La moral es un conjunto de normas, creencias, valores y costumbres que dirigen o guían
la conducta. La moral nos permite distinguir qué acciones son correctas (buenas) y cuáles son
incorrectas (malas).
(**) La ética es la rama de la filosofía que estudia lo correcto o equivocado del comportamiento
humano. Incluye la moral individual, pero también la virtud, el deber, la felicidad y el buen vivir.
Esto implica, por ejemplo, que no es ético el concepto de “paz” si simplemente entendemos
como tal “la ausencia de guerra”. La paz, desde un punto de vista ético, para que pueda darse
en una comunidad o país, debe incluir, además, el bienestar y felicidad de los ciudadanos que
viven en ella.
Nuestro cerebro está infectado por lo que los psicólogos denominan razonamiento
motivado, es decir, que dirigimos inconscientemente nuestro argumento hacia una
conclusión favorita en lugar de seguirlo hasta donde nos lleve.Lo que los científicos llaman
“razonamiento motivado”, responde, en resumen, a nuestra tendencia a ver como aliadas
a ciertas informaciones o ideas. Queremos que ganen, queremos defenderlas. Y las que
contradicen esa opinión son el enemigo y queremos vencerlas. Nos lo tomamos como algo
personal. Cuando la gente se aferra a creencias falsas, a pesar de la abrumadora evidencia,
se produce este fenómeno porque no sienten que estés atacando su idea, sino a
ellos mismos.
La perspectiva lo es todo, sobre todo cuando concierne a tus creencias. ¿Eres un soldado,
dispuesto a defender tu punto de vista a toda costa? ¿O un explorador, movido por la
curiosidad? Julia Galef examina las motivaciones que hay detrás de estas dos actitudes y
cómo moldean la forma en la que interpretamos la información, todo mezclado con una
lección de historia imponente de la Francia del s. XIX. Cuando pongas a prueba tus
opiniones más firmes, Galef te pregunta: “¿Qué es lo que más deseas? ¿Deseas defender
tus propias creencias o deseas ver el mundo lo más claramente posible?”.Julia Galef