Cerro Del Baúl
Cerro Del Baúl
Cerro Del Baúl
La historia mágica del Cerro El Baúl está escrita en una plaqueta en la cima de la
montaña de Xela. Esta cuenta que los dueños originales del cerro era una familia
adinerada, que con el paso de los años desapareció. Ellos le habían ordenado a
un duende que protegiera el cerro y el dinero encantado que se encuentra enterrado
en las entrañas del cerro.
Según esta leyenda, ingresando por una puerta falsa del lado norte de la montaña
hay unas monedas dentro de un baúl de acero. Este es el tesoro que el duende
custodia y se encarga de cambiarlo de lugar cuando alguien está cerca de
encontrarlo.
Los animales mágicos que habitan en el bosque emiten sonidos extraños que
parecen conversaciones humanas al amanecer. Como se lee en la plaqueta en la
cima del cerro, es un lugar mágico y un verdadero orgullo para los quezaltecos.
Casa construida hace mas de 100 años por un alemán, ingeniero del Ferrocarril de
los Altos, donde le construyo una torreta para el control del movimiento ferroviario.
Vino a nuestro país en compañía de sus familiares y estos por causa de las
epidemias fallecieron y el Sr. Alemán los dejo enterrados en el jardín de este.
"Vanushka"
la gitana que murió de amor
Esta leyenda se originó en la ciudad de Quetzaltenango y es la historia de una gitana
de gran belleza llamada Vanushka Cardenas Barajas, quien llego a esta ciudad con
un circo de origen húngaro y termino muriendo de amor.
Una de las funciones mas populares del circo era una obra artística llamada la
Odisea, en donde Vanushka era la principal atracción.
Cuenta la leyenda que un día asistió a la función de circo el hijo del gobernador,
quien inmediatamente quedo impresionado por la belleza de gitana y por el
emocionante espectáculo que ella brindaba al domar animales de gran tamaño.
En su acto Vanushka comúnmente solicitaba la ayuda de una persona de la
audiencia que fuera valiente, para que la ayudara en su acto de domar a animales
salvajes.
El hijo del gobernador fue quien en esta ocasión decidió ayudar a la gitana en la
pista del circo. Luego de este fortuito encuentro, el la visito varias veces en secreto
resultando en un amor apasionado. Ellos ya enamorados se dieron cuenta que era
un amor prohibido, ya que tanto el gobernador como los padres de Vanuhska se
opusieron al noviazgo.
El padre del joven al darse cuenta de la seriedad del romance y no poder persuadir
a su hijo dejar a Vanushka, decidió mandarlo a España, lo cual causo una gran
tristeza en la bella gitana.
Cuenta la leyenda que el llanto agónico de Vanushka hizo que su corazón dejara de
latir, y que desde su tumba ahora ayuda a las personas que le piden encontrar a
sus amores perdidos. Su tumba se encuentra en el cementerio general de la ciudad
de Quetzaltenango y es frecuentemente visitada.
El Sombrerón
Según las leyendas de Guatemala, El Sombrerón es un hombre de muy poca
estatura que siempre viste de negro, utiliza un cincho grueso y brillante y un par de
botas que dejan un ruido estruendoso a su paso. En la cabeza lleva un sombrero
de grandes proporciones, el cual esconde su mirada y sus intenciones y al hombro
una guitarra.
Se afirma en la tradición oral que El Sombrerón recorre las calles y los barrios de
Guatemala acompañado de cuatro mulas. Su propósito es enamorar a jóvenes
mujeres, especialmente a las de ojos grandes y cabello largo. Las enamora y atrae
interpretando canciones con su dulce voz y los mejores acordes de su guitarra.
Se dice que este ser concreta su hechizo al amarrar las cuatro mulas frente a la
casa de la joven de la cual se ha enamorado. Las jóvenes al notar la presencia de
El Sombrerón, quedan embrujadas e hipnotizadas por él, quien luego las persigue,
les trenza el cabello, no las deja comer ni dormir.
El final para quienes caen en el hechizo de El Sombrerón es la muerte.
La siguanaba
Esta criatura de la mitología guatemalteca se presenta a los hombres infieles como
una mujer de hermoso cuerpo y cabello largo. Pero cuando la observan de cerca,
tiene rostro de caballo.
LA CONQUISTA DE GUATEMALA
La Conquista de Guatemala es un artículo que se refiere a la conquista en 1524
del territorio guatemalteco -y por tanto de sus habitantes- por representantes de
los Reyes de España, como parte de su proceso de colonización en América. El
español Pedro de Alvarado fue el iniciador de la conquista y por eso recibió
después el nombramiento de Adelantado y Capitán General de la Provincia de
Guatemala, cuando ya esta provincia comprendía un territorio mayor que el tenía
en 1524 (Diccionario Histórico Biográfico, 2004).
Descubrimiento de América
Los viajes de Cristóbal Colón -de 1492 a 1504- cambiaron los conceptos
geográficos de la época. Los europeos se sorprendieron ante al hallazgo de tierras
y gente de cuya existencia no tenían conocimiento. Colón tocó tierra americana
por primera vez en 1492 (Diccionario Histórico Biográfico, 2004).
Empero, para los habitantes del Nuevo Mundo, o de esa “otra cuarta parte del
mundo”, como dijo Américo Vespucio, la sorpresa debió haber sido mayor. Los
aborígenes de Guatemala no se encontraron cara a cara con los barbudos
invasores, sino hasta tres décadas después del primer viaje de Colón a Las
Antillas. Sin embargo, ya tenían noticias de ellos, las cuales les llegaron por medio
de la embajada mexicana, enviada por el rey Moctezuma, y que, según el
Memorial de Sololá, llegó a Iximché en 1 Toh, del 16 año de su revolución -6 de
julio de 1510- (Diccionario Histórico Biográfico, 2004).
Cinco años después, en 1519, indica el mismo libro, “apareció la peste… Fue
verdaderamente terrible el número de muertos que hubo”. Es posible que haya
sido una peste producida por gérmenes desconocidos por los indios, que algún
soldado español pudo haber llevado a Yucatán o Centroamérica, pues aventureros
españoles habían entrado en contacto con los indios de esas regiones desde los
primeros años del siglo XVI (Diccionario Histórico Biográfico, 2004).
El proceso de conquista
Hernán Cortés, el conquistador de México, en carta enviada a Carlos V, en 1524,
informaba que había recibido la visita de más de 100 indios de las ciudades de
Utatlán -Quiché- y Guatemala -cakchiquel-, ofreciéndose como vasallos y súbditos
del rey de España. Y que había enviado al capitán Pedro de Alvarado a someter
aquellas tierras (Diccionario Histórico Biográfico, 2004).
Alvarado salió de la ciudad de México el 6 de diciembre de 1523, con un ejército
de unos 420 soldados, de caballería e infantería, provistos de mosquetes y
pequeños cañones -falconetes-. Venían también 300 indios tlaxcaltecas, como
cargadores y auxiliares. El número de hombres era pequeño, pero los caballos, las
armas de fuego, las ballestas, las espadas y lanzas de acero aumentaban su
poder ofensivo (Diccionario Histórico Biográfico, 2004).
Al llegar a Soconusco, Alvarado envió indios mensajeros a los quichés y
cakchiqueles, a quienes pedía que se sometieran al Rey de España, pero no
obtuvo respuesta. Cruzó el río Suchiate y se internó en las tierras gobernadas por
los quichés y tuvo los primeros contactos con éstos (Diccionario Histórico
Biográfico, 2004).
En Zapotitlán se libró la primera escaramuza. Alvarado traía indios mexicanos que
conocían el territorio. Guiado por ellos inició la difícil subida de la montaña, sin
encontrar resistencia militar sino hasta en los Llanos de El Pinal, donde se
enfrentó con un fuerte ejército quiché. Aquí, dice Alvarado en carta enviada a
Cortés, murió en combate “uno de los cuatro señores de esta ciudad de Utatlán
que venía por capitán general de toda la tierra”. No lo mató él, pero debe ser éste
el jefe indio que la leyenda convirtió en Tecún Umán (Diccionario Histórico
Biográfico, 2004).
Alvarado tomó Quetzaltenango y, tras algunos días de descanso, se enfrentó con
otro ejército numeroso, el cual también venció en los Llanos de Urbina. Siguió
hasta la capital de los quichés, que sus huestes llamaban Utatlán, y después de
aprisionar a los Señores Oxib Queh y Beleheb Tzí, los hizo matar, y luego quemó
la ciudad (Diccionario Histórico Biográfico, 2004).
Días después salió para Iximché, la capital de los cakchiqueles, cuyos reyes lo
recibieron como aliado. Tras un breve descanso siguió hacia el Lago de Atitlán,
donde sometió a los tzutujiles. Después se dirigió a Izquintlán, ciudad que
destruyó. En el mes de julio volvió a Iximché, tras culminar la expedición que se
extendió hasta Cuscatlán -en El Salvador-, cuya conquista no pudo completar
(Diccionario Histórico Biográfico, 2004).
Pedro de Alvarado decidió fundar una ciudad de españoles, como hacían todos los
capitanes al tomar tierras de indios en nombre del Rey de España. No se
construyeron edificios ni se distribuyeron solares. Sólo se nombró un
Ayuntamiento: alcaldes, regidores, alguacil, pregonero. Estos, a quienes se tomó
juramento en nombre de Dios y del Rey, celebraron su primer cabildo. La ciudad
se llamó Santiago -del señor Santiago, dice Alvarado en una carta a Cortés-. El
asiento fue en Iximché, la capital de los cakchiqueles. Los vecinos eran todos los
soldados del ejército del conquistador. Esto ocurrió el 27 de julio de 1524
(Diccionario Histórico Biográfico, 2004).
Con el correr de los años la ciudad tomó el nombre de Guatemala, y se asentó en
otros lugares y con nuevos vecinos.
Alvarado no fue el único conquistador de Guatemala, ni su campaña la única que
se llevó a cabo para someter a los indios. Pasaron varios años y fue necesario el
concurso de otros capitanes y soldados para consumar la conquista. Por otro lado,
se produjo una heroica rebelión de los cakchiqueles, la que terminó con el
ahorcamiento de sus reyes, entre ellos, al que se llamó Zinacán, el jefe cakchiquel
que nunca se rindió (Diccionario Histórico Biográfico, 2004).