Sistema Respiratorio
Sistema Respiratorio
Sistema Respiratorio
Las principales funciones del sistema respiratorio son obtener oxígeno a partir del
ambiente externo, y proporcionarlo a las células, y eliminar del organismo el dióxido de
carbono producido por el metabolismo celular.
El sistema respiratorio está compuesto de los pulmones, las vías aéreas de conducción, las
partes del sistema nervioso central relacionadas con el control de los músculos de la
respiración, y la pared torácica. Esta última consta de los músculos de la respiración —
el diafragma, los músculos intercostales, y los músculos abdominales— y la caja torácica.
Las células del tipo II son de forma cuboidal y suelen ubicarse en las esquinas de los
alvéolos en los mamíferos, encontrándose en solo el 4 % de superficie alveolar restante.
Los surfactantes pulmonares son sustancias compuestas mayormente por lípidos y una
pequeña porción proteica, que ayudan a disminuir la tensión superficial en los alvéolos.
La pleura es una fina membrana transparente que recubre los pulmones y que, además,
reviste el interior de la pared torácica. Permite que los pulmones se muevan suavemente
durante la respiración, incluso cuando la persona está en movimiento. Normalmente,
entre las dos capas de la pleura solo hay una pequeña cantidad de líquido lubricante. Las
dos capas se deslizan suavemente, una sobre otra, cuando los pulmones cambian de
tamaño y de forma.
Intercambio de gases
Para mantener el intercambio entre oxígeno y dióxido de carbono, entran y salen de los
pulmones entre 5 y 8 L de aire por minuto, y cada minuto se transfiere alrededor del 30%
de cada litro de oxígeno desde los alvéolos hasta la sangre, aun cuando la persona esté
en reposo. Al mismo tiempo, un volumen similar de dióxido de carbono pasa de la sangre
a los alvéolos y es exhalado. Durante el ejercicio, es posible respirar más de 100 L de aire
por minuto y extraer de este aire 3 L de oxígeno por minuto. La velocidad de entrada del
oxígeno en el organismo es una medida importante de la cantidad total de energía
consumida por este. La inspiración y la espiración se llevan a cabo gracias a los músculos
respiratorios.
Los tres procesos esenciales para la transferencia del oxígeno desde el aire del exterior a
la sangre que fluye por los pulmones son: ventilación, difusión y perfusión.
Control de la respiracion
Músculos respiratorios
Como promedio, una persona que realiza una actividad moderada durante el día respira
alrededor de 20 000 L de aire cada 24 horas. Inevitablemente, este aire (que pesaría más
de 20 kg) contiene partículas y gases potencialmente nocivos. Las partículas, como el
polvo, el hollín, el moho, los hongos, las bacterias y los virus se depositan en las vías
respiratorias y en las superficies alveolares. Afortunadamente, el aparato respiratorio
tiene mecanismos de defensa para limpiarse y protegerse por sí mismo. Solo las
partículas extremadamente pequeñas, con un diámetro inferior a 3-5 micras, penetran
profundamente en el pulmón.
Los cilios, unas minúsculas proyecciones musculares parecidas a los cabellos que
sobresalen de las células que recubren las vías respiratorias, son uno de los mecanismos
de defensa del aparato respiratorio. Los cilios propulsan una capa líquida de mucosidad
que recubre las vías respiratorias.
La capa de mucosidad atrapa microorganismos patógenos (microorganismos
potencialmente infecciosos) y otras partículas, impidiendo que lleguen a los pulmones.
Los cilios se agitan más de mil veces por minuto y desplazan hacia arriba la mucosidad
que recubre la tráquea a una velocidad aproximada de 0,5 a 1 cm por minuto. Los
microorganismos patógenos y las partículas que quedan atrapados en esta capa de
mucosidad son expulsados al toser o arrastrados hasta la boca y deglutidos.
Cambio de Presiones
La hemoglobina esta formado por 4 cadenas proteicas de globina, cada una centrada
alrededor de un grupo hemo, tiene dos cadenas alfa y dos cadenas beta
Grupo hemo esta formado por un anilllo de porfirina con atomos de hierro en el centro
Apuntes