Resumen de Lengua Castellana
Resumen de Lengua Castellana
Resumen de Lengua Castellana
Introducción a la comunicación
Todo acto comunicativo, supone un proceso cooperativo donde un hablante “intenta hacer” algo,
un oyente “interpreta” esa intención y sobre ella construye su respuesta que puede ser lingüística
o no. Para poder llevar a cabo una comunicación eficaz, los participantes necesitan tener en
cuenta una serie de competencias.
Codificación: el emisor selecciona entre el código los signos y las reglas para combinarlos
con objeto de que representen las ideas que pretende comunicar mediante el mensaje.
Decodificación: el receptor, a partir del mensaje, lleva a cabo una interpretación, una
conversión a ideas.
1. Función expresiva o emotiva (emisor): manifiesta el estado de ánimo del emisor, quien
expresa su actitud ante lo que dice. Los sentimientos que embargan al emisor hacen que
el mensaje que transmite recurra a formas de expresión enfática, lo que se pone de
manifiesto en la entonación.
2. Función referencial o representativa (referente): es consustancial a todo acto de
comunicación, pues si un mensaje no tiene ninguna información que comunicar, carece de
sentido. El mensaje pretende transmitir información objetiva, que significa o representa al
referente.
3. Función conativa o apelativa (receptor): en alguna medida, todo mensaje pretende
producir una reacción, por imperceptible que sea, en el receptor o segunda persona. El
código de la lengua contiene medios específicos para expresar la función conativa.
4. Función fática o de contacto (canal): mensajes que se centran en mantener el contacto
que se establece entre emisor y receptor por medio del canal, no tiene más misión que la
de informar al receptor de que seguimos en comunicación con él.
5. Función metalingüística (código): el mensaje se centra en el mismo código. Se produce
cuando el mensaje hace referencia al código empleado para elaborarlo. Cada vez que
solicitamos una aclaración sobre el significado de una palabra o frase utilizada en un
mensaje, nuestra pregunta tiene función metalingüística.
6. Función poética o estética (mensaje): es la que se centra en el propio mensaje. Lo que
caracteriza a la función poética del lenguaje es la atención al mensaje en sí mismo.
Utilizamos esa función cuando nos preocupamos por los aspectos formales del lenguaje.
No es lo más importante lo que se dice, sino como esta dicho.
El signo
Un signo es algo que representa a algo. Consta de un significante, forma concreta y material, y de
un significado o concepto abstracto, desprovisto de consistencia material. Todo objeto material
que representa a otro objeto es un signo. El objeto representado por el signo se denomina
referente.
Las relaciones sintagmáticas son las relaciones de sentido que cada signo lingüístico mantiene con
los restantes signos de diversa categoría gramatical, bien sea en un mismo grupo (sintagma) o en
la oración.
Las relaciones paradigmáticas son las relaciones de sentido existentes entre los signos de la misma
categoría, que pueden aparecer en un mismo contexto.
Cada uno de los miembros de una comunidad humana cualquiera tiene en común con los demás
su capacidad para comunicarse mediante un sistema de signos. Aun teniendo la misma capacidad
para comunicarse, no emplean el mismo sistema de signos. Todos se sirven del lenguaje verbal o
humano, pero cada uno emplea una lengua distinta.
La lengua es el sistema de signos que emplea una comunidad lingüística como instrumento de
comunicación.
El uso individual que cada hablante hace de ese modelo general de la lengua cada vez que codifica
un mensaje es lo que llamamos habla. El hecho de habla es siempre concreto, se realiza siempre
en un lugar y momento determinados. Implica que el hablante, el oyente y los referentes son
también concretos. El hecho de habla es siempre único.
La lengua ha quedado definida como un conjunto de elementos y de reglas para combinarlos con
objeto de que signifiquen algo. Estos elementos constitutivos de la lengua forman un sistema.
Los elementos o unidades que constituyen el código de la lengua se definen más que por lo que
son, por lo que no son. Esta manera de estar organizadas las unidades dentro del sistema se
denomina relaciones de oposición. Nos hallamos ante tres niveles:
1. Nivel fonológico: son las que se establecen entre las unidades lingüísticas mínimas que se
llaman fonemas.
2. Nivel morfosintáctico: a partir de las combinaciones de fonemas y asociándoles un
significado, se forman los monemas; combinados estos, a su vez, mediante lo que
llamamos relaciones sintagmáticas, los monemas se agrupan en sintagmas. Los sintagmas,
por último, se combinan para formar oraciones.
3. Nivel semántico: son las que se establecen entre los significados de los signos y sus
combinaciones.
Diacronía y Sincronía
Cuando consideramos que un objeto o un hecho no corresponden a la época en que nos aparece
situado, decimos que es anacrónico.
El estudio de la lengua a través del tiempo e indagando cuales son los factores que determinan su
evolución, es lo que denominamos diacronía.
El estudio del estado de la lengua en un momento dado de la historia es la sincronía. Tal estudio es
descriptivo y analítico.
Norma
Podemos definir la norma como un conjunto de reglas lingüísticas que establecen lo que se
considera como usos mas correctos en una época determinada. Esos criterios de corrección
lingüística vienen dictados en parte por la costumbre y la tradición y, en general, por un sector de
la sociedad capaz de imponerlos a la sociedad entera.
Máximas de la conversación
Iniciar y mantener una conversación puede ser una empresa ardua. Exige competencia
comunicativa: capacidad de decir lo apropiado, en el momento preciso y de modo correcto. Es
importante conocer cuatro máximas fundamentales:
Superestructura conversacional
La conversación cotidiana es el tipo de intercambio verbal más común entre las personas. Aunque
parece que la conversación es algo espontaneo, en realidad tiene un formato, un esquema,
llamado superestructura. La conversación es una situación única e irrepetible, aunque tiene una
superestructura que se repite y respeta inconscientemente cada vez que conversamos. Los pasos
de la superestructura son los siguientes:
Llamamos turno a cada participación de cada hablante. Pueden ser libres cuando se habla de lo
que uno quiere, obligado cuando uno incita al otro a algún tipo de respuesta.
Tiende a marcar las variedades lingüísticas para indicar el lugar de procedencia, los rasgos
socioculturales y generacionales.
La entonación, las pausas, la intensidad, el tono de la voz, los gestos y los movimientos del
cuerpo colaboran en la construcción del mensaje.
El mensaje se recibe en el mismo momento en que se emite.
Se usan reiteraciones, repeticiones intensivas, exclamaciones, interjecciones,
onomatopeyas, troncacion, muletillas, expresiones de control, etc.
Está constituida por sonidos.
Son importantes los títulos, la puntuación, los tipos de letras, los espacios.
Tiende a neutralizar las variedades lingüísticas. Usa la lengua general o estándar.
Se evitan las repeticiones, el uso de interjecciones, exclamaciones, salvo para imitar la
lengua oral en un dialogo, por ejemplo.
Está formada por grafías.
Siempre que elaboramos un texto, tenemos propósito. Todo texto cumple una función social.
Cuando un hablante produce un enunciado, realiza un acto de habla. Los actos de habla pueden
ser directos como indirectos.
Directos: cuando la actitud del hablante coincide con la acción. El emisor formula su
intención de manera explícita.
Indirectos: cuando la actitud del hablante no coincide con su acción. El emisor dice algo
esperando que el destinatario interprete la intención indirecta de su enunciado. Se utiliza
una oración interrogativa para efectuar un pedido.
Los actos de habla directos son más frecuentes en los textos escritos y los indirectos en los textos
orales.
Las conversaciones no suelen reducirse a un solo enunciado, sino que están formadas por un
conjunto de enunciados orientados a una acción determinada. Cuando una secuencia de actos de
habla puede sintetizarse en un acto de habla principal, se la denomina macroacto de habla.
Propiedades generales del lenguaje:
Vía vocal auditiva: las señales que se emiten consisten íntegramente en pautas de sonido,
las señales se reciben por intermedio de los oídos.
Transmisión irradiada y recepción dirigida: el sonido se mueve en todas direcciones a
partir del punto en que se origina a través de cualquier cuerpo uniforme. La audición suele
estar razonablemente orientada respecto de la localización de la fuente sonora.
Fading rápido: las señales son evanescentes, y a menos de ser captadas en el momento
justo se pierden en forma irrecuperable.
Intercambiabilidad: poseen esta propiedad todos aquellos sistemas en los cuales los
organismos participantes que están capacitados para transmitir mensajes en el sistema lo
están también para recibirlos y viceversa.
Retroalimentación total: cualquier hablante de una lengua humana oyó todo lo que dice
en el momento de decirlo y esta retroalimentación auditiva se completa con la
retroalimentación cenestésica de os movimientos articulatorios.
Semanticidad: cuando los elementos de un sistema de comunicación tienen denotaciones,
es decir, lazos asociativos con cosas o situaciones del entorno de quienes lo emplean y
cuando el funcionamiento del sistema reposa sobre tales lazos, decimos que una de sus
propiedades es la semanticidad.
Desplazamiento: unos pocos sistemas semánticos tienen la propiedad de que aquello a
que se refiere la comunicación puede estar alejado en tiempo y espacio del momento y
lugar que se establece la comunicación.
Dualidad de pautamiento: todas las lenguas tienen una dualidad, una estructura
fonológica y un sistema gramatical.
Productividad: un sistema de comunicación en el que es posible crear y comprender sin
dificultad mensajes nuevos es un sistema productivo.
Transmisión cultural o tradicional
Prevaricación
Los mensajes lingüísticos pueden ser falsos y pueden no tener ningún significado en el
sentido lógico. Esta propiedad se halla en la base de la mentira, de la ficción, del error.
Reflexivilidad: en una lengua es posible comunicarse acerca de la comunicación misma.
Lingüística
Lingüística general: puede estudiar cuestiones tan diversas como que idiomas existen, que
propiedades tienen en común todos los idiomas, que conocimientos deben tener una
persona para ser capaz de usar un idioma, y como adquieren los niños la competencia
lingüística.
Sociolingüística: estudia como distintos aspectos de la sociedad, como las normas
culturales, y el contexto en que se desenvuelven los hablantes, influyen en el uso de la
lengua. Se ocupa de la lengua como sistema de signos en un contexto social. Estudia los
fenómenos lingüísticos y trata de relacionarlos con factores de tipo social: nivel
socioeconómico, edad, sexo, nivel de educación formal, grupo étnico, aspectos históricos,
etc. Estudia las diferencias entre el sociolecto de grupos separados por ciertas variables
sociales como la región, el nivel educativo, el nivel socioeconómico, la procedencia del
hablante, etc.
Psicolingüística: trata de descubrir cómo se produce y se comprende el lenguaje por un
lado y como se adquiere y se pierde el lenguaje por otro. Muestra interés por los procesos
implicados en el uso del lenguaje. Es ciencia experimental: exige que sus hipótesis y
conclusiones sean contrastadas sistemáticamente con datos de la observación de la
conducta real de los hablantes en situaciones diversas. Interesada en el estudio de los
factores psicológicos y neurológicos que capacitan a los humanos para la adquisición, uso
y comprensión del lenguaje. Esta disciplina analiza cualquier proceso que tenga que ver
con la comunicación humana, mediante el uso del lenguaje, los procesos psicolingüísticos
mas estudiados pueden dividirse en dos categorías: codificación (producción del lenguaje)
y decodificación (comprensión del lenguaje).
Saussure
Sapir
Como cada lengua tiene su lógica propia, los hablantes de un determinado idioma poseen una
manera personal y diferenciada de concebir y describir el mundo. Según estos postulados, la
cultura de cada pueblo está determinada por su lengua y viceversa: cada lengua está limitada por
la cultura del pueblo que utiliza. Esta es la hipótesis de Sapir-Whorf, que defendía que nuestros
pensamientos están a merced de la lengua que utilizamos.
El habla es una actividad humana que varia sin límites precisos en los distintos grupos sociales,
porque es una herencia puramente histórica del grupo, producto de un habito social mantenido
durante largo tiempo. El habla es una función no instintiva, una función adquirida “cultural”. Un
hecho que ha engañado a la mentalidad popular hasta el punto de hacer atribuir al habla una base
instintiva, que en realidad no posee, es que bajo el impulso de la emoción, emitimos
involuntariamente ciertos sonidos que quien el escucha interpreta como indicadores de la
emoción misma. Pero hay una diferencia enorme entre esta expresión involuntaria del
sentimiento y aquel tipo normal de comunicación de ideas que es el habla. El sonido emitido al
sentir dolor o alegría no indica la emoción. Lo que hace es servir de expansión más o menos
automática de la energía emocional; en cierto sentido, el sonido emitido entonces es parte
integrante de la emoción misma.
El lenguaje, en cuanto tal, no se encuentra localizado de manera definida, pues consiste en una
relación simbólica peculiar, entre todos los posibles elementos de la consciencia por una parte, y
por otra ciertos otros elementos particulares, localizados en los centros cerebrales y nerviosos.
El más importante de todos los simbolismos lingüísticos visuales es, el de la palabra manuscrita o
impresa, al cual, desde el punto de vista de las funciones motoras, corresponde toda la serie de
movimientos exquisitamente coordinados cuyo resultado es la acción de escribir, a mano o a
máquina, o cualquier otro método grafico de representar el habla.
Toda comunicación voluntaria de ideas, prescindiendo del habla normal, es una transferencia,
directa o indirecta, del simbolismo típico del lenguaje hablado u oído, o que, cuando menos,
supone la intervención de un simbolismo auténticamente lingüístico. El lenguaje, en cuanto
estructura, constituye en su cara interior el molde del pensamiento.
Jakobson
Relaciones internas y externas: las relaciones existentes entre las palabras a seleccionar se llaman
relaciones internas. Estas relaciones no aparecen explícitamente en el discurso, formando parte de
la red de asociaciones mentales, internas, del sujeto hablante. Las relacione existentes entre las
palabras a combinar se llaman relaciones externas. Las relaciones externas son esencialmente
relaciones sintácticas, no así las relaciones internas, que son asociativas.
Asociación y contigüidad: las relaciones internas son básicamente relaciones de asociación, las
relaciones externas son relaciones de contigüidad. Las relaciones de asociación básicamente se
pueden reducir a dos asociaciones fundamentales: la semejanza y el contraste. Las relaciones de
contigüidad básicamente pueden reducirse a dos: relaciones de proximidad y de alejamiento.
Búsqueda de palabras y recursos a las palabras: cuando seleccionamos debemos buscar la palabra
que mejor nos sirva para lo que queremos decir. Esta búsqueda la realizaremos en el conjunto de
palabras relacionadas asociativamente. Cuando combinamos palabras debemos tener en cuenta
las otras palabras que forman la frase u oración. Debemos recurrir a las palabras.
Código y contexto: el código tiene relación con la selección, desde el momento en que armar un
código implica seleccionar palabras o combinaciones de ellas. El contexto en cambio, tiene
relación con la combinación, porque una parte importante del contexto de una palabra son las
otras palabras de la oración, con la cual esta combinada. Hay dentro del lenguaje un orden
jerárquico, donde cada categoría sirve de contexto a la siguiente. Este orden jerárquico es: letra,
morfema, palabra, frase y enunciado u oración. Cuanto más abajo estemos en esta jerarquía de
unidades lingüísticas, menos libertad tenemos para combinarlas.
Metáfora y metonimia: en la medida en que una metáfora es una expresión que sustituye a otra
en razón de que hay alguna asociación, debemos relacionar las metáforas con la selección. La
metonimia se relaciona con la combinación. Una metonimia no es la sustitución de una expresión
por otra, sino un desplazamiento del todo a la parte, o del continente al contenido, etc. O
viceversa. Debemos suponer que metonimia se relaciona con combinación, porque entre
continente y contenido es posible armar una oración. En el caso de la metáfora, carecería de
sentido armar un si nuestro propósito en usar la segunda expresión en sustitución de la primera.
Cuando intentamos organizar nuestro mensaje para que llegue en la mejor forma posible al
oyente, lo primero que hacemos es seleccionar las palabras que usaremos, basándonos en
relaciones de semejanza o contraste. Después, las expresiones seleccionadas las combinamos, es
decir las disponemos en una determinada secuencia, con lo cual las relaciones de semejanza o
contraste son el recurso que permite constituir luego la trama secuencial del discurso.