Nefertari

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Nefertari

Nefertari Meryetmut fue una reina egipcia de la dinastía XIX, la Gran Esposa
Real de Ramses II el Grande, uno de los faraones más poderosos. Jugó un
importante papel como esposa real, estando dotada de una brillante mente
política. Fue enterrada en la necrópolis tebana, en una tumba bellamente
decorada.

Orígenes[editar]
Una de las grandes incógnitas que rodean a esta reina es su lugar de nacimiento y
su familia. Su esposo, el futuro faraón Ramsés II, se cuidó mucho de ocultarlos,
aunque está claro que la veneración que tuvo en vida, así como algunos de sus
títulos, demuestran un origen noble.
El hallazgo en su tumba del pomo de un cofre en el que aparecía un cartucho del
faraón, denominado Ay, no hizo más que aumentar las sospechas de que Nefertari
estuviese emparentada con la extinta dinastía XVIII, cosa que también parecía
corroborar su propio nombre, heredero de la matriarca ya divinizada, la
reina Ahmose-Nefertari. De ser así, es probable que Nefertari proviniese de la
ciudad sureña de Ajmin, y de que Ay, cuyo nombre estaba siendo perseguido por
los faraones de la dinastía XIX, incluido el propio Ramsés II, podía haber sido su
bisabuelo, su abuelo o su tío.
Suponiendo que Nefertari estuviese emparentada con la dinastía XVIII y con la
línea de Ahmose-Nefertari, bien podía haber sido hija o nieta de Najtmin, a su vez
hijo de Ay, o incluso podía ser la hija de la fantasmal reina Tanedyemy, cuyo papel
aún no está claro, pero que podría haber sido nieta de Ay, hija de Horemheb y
esposa de Seti I. De ser así, Ramsés II y Nefertari habrían sido hermanos por parte
de padre.

Gran Esposa Real del "Hijo de Ra"[editar]


Nefertari se casó con el príncipe heredero Ramsés cuando aún ambos estaban en
la adolescencia. Tuvieron hijos alrededor de los quince años de edad. Por aquellos
años Ramsés aún no había sido designado corregente, y ya estaba casado con otra
mujer, Isis-Nefert, cuyo papel pronto desplazaría Nefertari.
Al asumir el trono, Ramsés II ya tenía varios hijos, tanto de Nefertari como de Isis-
Nefert, y ascendió a ambas al rango de grandes esposas reales. Sin embargo,
Nefertari fue la reina por excelencia; su particular carisma y el profundo amor que
le profesaba Ramsés II sumieron en la sombra a todas sus rivales, y la convirtieron
en la mujer más importante del reino.
Mas Nefertari no fue solo la esposa bienamada de su rey. Fue una verdadera
mujer de estado, que propició el cese de hostilidades entre Egipto y el Imperio
Hitita con sus cartas de paz al emperador Hattusili III y a su esposa, la también
influyente emperatriz Puduhepa. El resultado fue el conocido como "Tratado de
paz perpetua" (Tratado de Quadesh). Conocida en aquellos lugares como la
reina Naptera (una deformación de su propio nombre), propiciaría la paz entre las
dos potencias del momento, papel que la acabaría de consagrar al lado de su
amante marido Ramsés II. Está gran mujer amada por su esposo pero según dicen
algunos historiadores su corazón pertenecía a otro hombre.

Títulos[editar]
Nefertari, como se ha visto antes, no se contentaría con habitar en el harén real y
dar hijos a su marido. Como hizo cien años atrás la reina Tiy, asumió un papel
político y religioso que no volvería a alcanzarse por ninguna mujer hasta los
tiempos de Cleopatra (exceptuando a la efímera faraona Tausert), y Nefertiti ).
Ramsés II aceptó e incluso promocionó esto, y la gran esposa real Nefertari, fue,
entre otras cosas:

 Señora de las Dos Tierras; que podría decirnos que Nefertari asumiría la
regencia mientras su marido participaba en la guerra contra los hititas o en sus
campañas contra los nubios.

 Señora de todas las tierras; título muy infrecuente, que elevaba a Nefertari
a un estatus paralelo al del faraón.

 Esposa del dios; aunque por entonces sus funciones y su poder no tenían
nada que ver con la importancia que adquirió en tiempos de la dinastía XVIII,
Nefertari ostentó un título que en su tiempo ya habían llevado Ahmose-
Nefertari o Hatshepsut.

 Princesa Heredera; que parece confirmarnos un origen real.

 Por la que brilla el Sol; el título más hermoso que poseyó, único en la
historia egipcia, y símbolo del amor de Ramsés II por su esposa.

Aunque, sin lugar a dudas, el título mejor conocido de Nefertari sería el que le
acompañaría ya siempre como un segundo nombre, el de Amada de Mut. Así, no
es de extrañar que muchas veces aparezca con el nombre de Nefertari-
Merienmut (Nefert-Ary Merit-En-Mut).

Abu Simbel[editar]
Resulta insólito que un monarca siempre tachado de megalómano y
egocéntrico como fue Ramsés II tuviese una debilidad tan clara como la que
sentía por Nefertari. No solo la colmó de honores en vida, sino que además se
aseguró de que fuera conocida durante toda la eternidad. En la mayoría de las
estatuas en las que aparece Ramsés II suele venir acompañado por Nefertari
(aunque de mucho menor tamaño que su marido), y, lo que es más
importante, tuvo el inmenso honor de ser deificada en vida, algo impropio de
una gran esposa real.
El mejor testimonio del amor de Ramsés II y de Nefertari es el templo más
pequeño de los dos que hay en Abu Simbel. Mientras que el mayor estaba
dedicado a Amón, Ra-Horajty, Ptah y Ramsés deificado, el menor era
exclusivamente de la diosa Hathor, personificada en la figura de Nefertari. Solo
hay que ver la dedicatoria de la entrada de ese bello templo, lleno de
imágenes de Nefertari y de sus hijos, para comprobar lo que sentía el faraón
por su reina:
[...] Una obra perteneciente por toda la eternidad a la Gran Esposa Real
Nefertari-Merienmut, por la que brilla el Sol.
Sin duda, la tumba más célebre del Valle de las Reinas es la impresionante
tumba de la reina Nefertari, esposa de Ramsés II. Está siglada con el número
66 (QV 66) y nada en el exterior preludia lo que esconde en sus entrañas. Fue
descubierta en 1904 por el italiano Schiaparelli.
Se accede a ella por una curiosa entrada formada por una rampa que conduce
a un vestíbulo. Un segundo corredor, también con rampa, a cuyos lados
descienden dos escaleras, nos lleva a la Cámara del Sarcófago desde donde se
abren otras pequeñas cámaras más. La disposición es muy similar a la tumba
número 80, que perteneció a Tuya, madre de Ramsés II. Goza de espléndidos y
refinados dibujos sobre sus muros, elaborados por un artesano muy hábil que
supo recoger fielmente la belleza de su reina. El color fresco, palpitante e
impresionante, realmente conmociona y no podemos dejar de pensar que
Ramsés II no pudo construir una tumba más bella para aquella que amó tanto.
Los trazos son seguros, las imágenes perfectas y los dioses parecen salir de los
muros para dejar patente que protegen a una gran reina, que guardan a la
esposa de un gran faraón.

Descendencia[editar]
Ramsés II tuvo al menos 152 hijos e hijas, nacidos de sus grandes esposas
reales, esposas secundarias y concubinas. Sin embargo, solo unos pocos
alcanzarían una relevancia notable y entrarían en la carrera sucesoria. Estos
serían los vástagos nacidos de las dos primeras esposas del faraón, Nefertari e
Isis-Nefert.
Ignoramos las relaciones que hubo entre estas dos mujeres, pero se suele
pensar que llegó a haber intrigas entre ellas, y que las desapariciones de
ambas, así como de algunos príncipes, pudieron ser debidas a las disputas
palaciegas entre ambos bandos. Pese a que es lógico que Isis-Nefert no
consintiera en ser desplazada por Nefertari, nada de esto está demostrado, y
aunque se sabe que la batalla por la sucesión la ganó la familia de Isis-Nefert,
hubo algunos hijos de Nefertari que alcanzaron una edad avanzada.
Nefertari tuvo al menos nueve hijos con Ramsés II, aunque pudieron ser más.
Sus nombres fueron:

 Amenherjepeshef. Su nombre de nacimiento fue Amenheruenemef, y era


el primogénito de Ramsés II. Nació al menos cuatro o cinco años antes de
que su padre fuese coronado. Ostentó el título de General de los Ejércitos,
y gozó de gran importancia hasta su muerte, entre los años 26 y 31 del
reinado de su padre.
 Baketmut . La segunda hija del faraón.
 Paraheruenemef. Era el tercer hijo varón de Ramsés II, y el segundo de los
nacidos de Nefertari. Participó en la Batalla de Kadesh, y fue condecorado
como Valiente del Ejército y llegaría a ser el Primer Oficial de Carros. Murió
joven, en torno a los años 20 a 28 del reinado de su padre.
 Nefertari. La tercera hija del faraón. Posiblemente esposa de
Amenherjepeshef
 Meritamón. La cuarta de las hijas del faraón. Era la viva imagen de su
madre, y al desaparecer esta se casó con su propio padre y fue gran esposa
real. Heredó muchos de los títulos de Nefertari, y además fue cantora del
templo de Amón y sacerdotisa de Hathor. Se cree que murió a finales del
largo reinado de Ramsés II.
 Meriatum. Nació cuando su padre ya era faraón, y fue el sexto hijo varón.
Existen pocos vestigios de él, pero parece ser que llegó a ser Sumo
Sacerdote de Ra en el templo de Heliópolis y que murió en el año 47 de
Ramsés II.
 'Nebettawy * . La quinta de las hijas del faraón. al desaparecer esta se casó
con su propio padre y fue gran esposa real. Heredó muchos de los títulos
de Nefertari, y además fue apodada "la favorita de los dioses" esta Sería
enterrada en el Valle de las Reinas en la tumba QV60
 Merira. El undécimo varón. No sabemos qué cargos llegó a desempeñar,
aunque aparece junto a su madre y a sus hermanos en Abu Simbel y en
otros pocos lugares. Parece ser que murió en torno a los años 26 a 36.
 Henuttauy. Fue la séptima hija del faraón y una de las hijas que se casaría
con su padre a la desaparición de Nefertari. Sin embargo, al contrario que
su hermana, la bella Meritamón, no fue gran esposa real. Sería enterrada
en el Valle de las Reinas en la tumba QV73.

Muerte[editar]
Suele haber unanimidad respecto a que Nefertari murió en torno al año 26 del
reinado de Ramsés II, cuando contaría entre cuarenta y cincuenta años. En
aquel momento es muy posible que los templos de Abu Simbel aún no
hubiesen sido terminados, pues la decoración posterior del templo de Hathor
tiene fragmentos que aluden a la muerte de Nefertari.
Quizás la gran esposa real aún siguiese con vida a finales de la construcción,
pero no cabe duda de que la inauguración posterior fue realizada por Ramsés
II y que su acompañante era Meritamón, la hija de Nefertari. ¿Estaría Nefertari
a punto de morir por entonces, tan enferma que no pudo dirigir la ceremonia,
o es que ya había muerto? Ignoramos también las causas de su muerte:
enfermedad, muerte natural, asesinato por el bando de Isis-Nefert...
Sea como fuere, Nefertari-Meryetmut, por la que brilla el Sol, se había hecho
inmortal. El afligido Ramsés II hizo construir para ella la tumba más grande y
bella del Valle de las Reinas (y para muchos, la más hermosa de todas las
tumbas egipcias), la QV66, descubierta a comienzos del siglo XX y que aún
sigue despertando nuestra admiración.
La esposa predilecta de Ramsés
Aunque el faraón Ramsés II fue famoso por tener numerosos hijos, y ya estaba
casado con dos mujeres antes de ascender al trono a los 25 años, fue una de estas
esposas, Nefertari, quien siempre ocupó un lugar destacado en el corazón del rey,
y en el gobierno de Egipto, hasta su muerte; hasta el punto de que Ramsés no se
cansó nunca de representar a su bella Gran Esposa Real en los relieves y estatuas
que mandó realizar durante su reinado.
No obstante, según Fernando Estrada Laza:
Salvo dos excepciones, en los monumentos situados en el Alto Egipto en los que
aparece el rey, éste siempre se muestra acompañado de Nefertari [...]. Por el
contrario, en el Bajo Egipto -donde casi están ausentes los relieves de Nefertari- es
Isetnofret la reina a quien se representa.
La razón de esto probablemente haya que buscarla en el amor filial del príncipe
Khaemuaset, vástago de esta otra reina, que fue sumo sacerdote de Ptah en
Menfis, ciudad situada precisamente en el Bajo Egipto.
Una prueba más de la predilección de Ramsés II por Nefertari la encontramos en el hecho de que
Isetnofret no aparezca representada en los templos de Abu Simbel, aunque sí aparezcan algunos de sus
hijos.
Ramsés y Nefertari. Abu Simbel
El misterioso origen de Nefertari:
Ramsés se dio cuenta de que una de las jóvenes permanecía silenciosa. Más joven
que sus compañeras, con el cabello de un negro profundo y brillante, los ojos
verdeazulados, era encantadora.
-¿Cómo se llama? [...]
-Nefertari.
-¿Por qué es tan tímida?
-Procede de una familia humilde y acaba de entrar en el harén [...]. En todas las
disciplinas ha tomado la cabeza de su grupo. Las hijas de familias ricas no se lo
perdonan.

Cartucho de la reina
Como vemos en este fragmento de su famosa pentalogía sobre Ramsés II, así
como en su libro Las egipcias, el egiptólogo y escritor francés Christian Jacq le
otorga a Nefertari un origen humilde.
Otros egiptólogos opinan que sería una mujer de la nobleza,
probablemente tebana.
Sin embargo, la primera opción parece poco probable, y más tratándose Ramsés II
del miembro de una familia recién llegada al trono, que necesitaría la legitimación
mediante el matrimonio con una mujer de sangre real, como hiciera Horemheb
con Mutneyemet, hermana de Nefertiti.
La segunda opción no explicaría el silencio que existe sobre sus orígenes, como si
se intentara ocultarlos deliberadamente. Al fin y al cabo, no sería la primera reina
que no procediera de la realeza; su propia suegra, Tuya, procedía de una familia
de militares.
Entonces, ¿Por qué Nefertari es una "huérfana histórica"?
Existe una tercera opción: Nefertari sí procedía de la familia real; en concreto, de
la polémica familia real de Amarna.
hay indicios de que, a pesar de no conseguir tener un hijo varón, Horemheb y
Mutneyemet sí llegaron a tener una hija, de nombre Tanedjemi (cuya tumba, QV
33, se encuentra en el Valle de las reinas). Sería precisamente esta misteriosa
mujer la madre de Nefertari y Gran Esposa Real de Seti I.
Cuando Sethy I se convirtió en el único rey de Egipto era un hombre maduro, en la
plenitud de su vida, por lo que parece difícil que Mut Tuya (madre de Ramsés
II) fuera su primera y única consorte. Es más, durante este reinado ella nunca llevó
el título de Gran Esposa Real, ni siquiera el de Esposa, y sólo se la conoce por el de
Madre del rey que le fue dado por su hijo Ramsés II cuando éste subió al poder, así
como los dos títulos anteriores.
[...] Ramsés II [...], por ser hijo de una mujer que solamente tenía el título de
Ornamento Real, no estaba destinado a ocupar el trono. [...] Sethy I [...], procuró
la fórmula para respaldarle y que, a su muerte, pudiera ser coronado rey del Alto y
Bajo Egipto, sin discusión alguna. Para ello había reservado para el príncipe
heredero a [...] su hija preferida (Nefertari).

Árbol genealógico de la reina Nefertari, según Teresa Bedman.


Por tanto, a pesar de considerarla idónea para transmitir la legitimidad a los recién
llegados al trono mediante su supuesto matrimonio con Seti I, la Gran Esposa
Real Tanedjemi fue deliberadamente borrada de la historia por su vinculación con
los considerados herejes de Amarna.
Los defensores de esta hipótesis sobre el origen de Nefertari se basan, entre otras
cosas, en el hallazgo en 1904 en su tumba de un pequeño pomo de fayenza azul,
que habría formado parte de un cofre, y que llevaba el cartucho del faraón
Ay (supuesto bisabuelo de Nefertari).

Pomo con el cartucho de Ay


Otro dato interesante que nos aporta la autora, que aunque no pruebe nada por sí
solo resulta cuanto menos curioso, es el hecho de que en una inscripción de la
sala III de su tumba en el Valle de las Reinas, Nefertari es llamada la del pelo
bermejo. Como se sabe desde la década de los setenta, cuando se realizaron unas
pruebas de ADN a la momia de Ramsés II, él también fue pelirrojo. El rojo era un
color asociado al dios Seth, del cual tomaba su nombre el propio faraón Seti, ¿Es
posible que éste también tuviera ese color de cabello, que habría transmitido a
sus descendientes?
Mientras Osiris se asocia al color negro [...], Set es recordado por el rojo, color
nefasto y peligroso. Gracias a los resultados obtenidos en los exámenes de su
momia, podemos decir que Ramsés poseía una cabellera pelirroja [...] que le
convertía, ante todo, en <<compañero de Set>>.
El gran faraón de Egipto, Ramsés II. Bernadette Menu.
En cuanto al lugar de nacimiento de la reina Nefertari, Bedman baraja tres
posibilidades: la corte de Tebas (lo que confirmaría el origen tebano que le dan
otros egiptólogos); el palacio de Mi-Ur (a la entrada del oasis de El-Fayum), o la
ciudad de Nen Nesu (la llamada Heracleópolis Magna por los griegos). Uno de
estos tres lugares pudo ser el que viera venir al mundo en torno a 1299 a.C. a
la Princesa Hereditaria, la amada de Mut, la que había sido hecha bella, Nefertary.
Los hijos de Nefertari
Casada desde su adolescencia con el príncipe heredero, al igual que Isetnofret,
Nefertari le dio varios hijos e hijas a Ramsés, tanto antes como después de su
ascenso al trono (el número varía, aunque al menos fueron entre seis y ocho);
entre estos hijos se incluía el primogénito del faraón, llamado Amonherjepeshef.
Otros hijos e hijas, en orden de nacimiento, fueron Reherounemef, Nefertari (el
nombre de su madre en Abu Simbel no se conserva, pero parece probable que
fuera hija de esta reina), Nebet-taui (el nombre de su madre tampoco se
conserva, pero fue una Gran Esposa Real), Meritamón (Gran Esposa Real de su
padre tras la muerte de su madre), Henut-taui, Meri-Ra y Meri-Atum.
Para estos hijos habidos con la reina, Ramsés II reservó importantes funciones en el gobierno de Egipto:
ellas, como reinas; ellos como sumos sacerdotes, militares de alto grado y por supuesto el derecho al
trono, que fue pasando de unos a otros a medida que fallecían; recordemos que Ramsés II vivió unos
noventa años.

Meritamón, hija y Gran Esposa Real de Ramsés II. Museo de El Cairo


El papel político y religioso de Nefertari
Al igual que otras reinas antes que ella, la participación de Nefertari en la política
extranjera fue muy importante. Tras el conflicto con los hititas, que desencadenó
en la célebre batalla de Kadesh (1274 a.C.) y varios años de tensión entre la corte
hitita y la egipcia, Nefertari participó en las negociaciones para alcanzar la paz
entre ambos imperios mediante el envío de cartas con su homóloga hitita
Puduhepa, esposa de Hattusil III. Junto con estas misivas las reinas
intercambiaban regalos, como tapices o joyas, y sus deseos de que todo marchase
bien en sus respectivos reinos.
La presencia de Nefertari en los grandes actos y ceremonias religiosas comienza
desde el primer año de reinado de Ramsés, pues la reina participó ya en los ritos
de la ceremonia de coronación; también estuvo presente junto a su esposo en
Abydos con motivo del nombramiento de Nebunenef como Sumo sacerdote de
Amón, en las celebraciones de la fiesta de Opet, o en los festivales en honor al
dios de la fecundidad Min.
De todas estas ceremonias nos ha quedado constancia gracias al afán de Ramsés II
por representar, en relieves y estatuas, a su reina participando en estos
importantes actos religiosos; así, podemos verla en Karnak, Luxor o el
Ramesseum.

Los monumentos de la reina


-Abu Simbel... ¿Qué rey hizo nunca semejante ofrenda a una reina?
-¿Qué rey tuvo nunca la suerte de casarse con Nefertari?
C. Jacq, Ramsés. La dama de Abu Simbel
Los templos de Abu Simbel se sitúan en la antigua Nubia. El mayor estaba
dedicado a los dioses Amón, Ptah, Ra y al propio Ramsés divinizado.
Cerca de éste se encuentra el llamado templo pequeño, el cual está dedicado a la
diosa del amor Hathor y a la propia Nefertari.
Mientras que en el templo grande predominan las estatuas de Ramsés (la reina y
sus hijos son representados a un menor tamaño), en el templo pequeño vemos
uno de los pocos casos en Egipto en que la reina es representada del mismo
tamaño que el rey.
Dos estatuas de Nefertari son custodiadas por otras cuatro de Ramsés; junto a
ellos, en menor tamaño, los hijos e hijas de los reyes acompañan a sus padres
desde hace tres mil años.
Ambos templos fueron finalizados e inaugurados en algún momento del año
24 de reinado de Ramsés II (1255 a.C.). Precisamente es este año la fecha más alta
que tenemos para datar la vida de Nefertari. Este dato, unido a la presencia de la
princesa Meritamón en el séquito real que viajó hasta Nubia y su participación en
las ceremonias de inauguración de ambos templos, ha llevado a pensar a los
egiptólogos que para entonces o bien Nefertari ya habría fallecido, o bien estaría
enferma y habría pedido a su hija que la sustituyese.
-Me muero, Ramsés, muero agotada, pero aquí en tu templo, contigo, tan cerca
de ti que formamos un solo ser, para siempre.
[...] Sin rebeldía y sin temor, el aliento de Nefertari acababa de extinguirse.
[...] El faraón levantó hacia el cielo el sublime cuerpo de aquella a la que amaría
por toda la eternidad, la dama de Abu Simbel, Nefertari, para quien brillaba la luz.
C. Jacq, Ramsés. La dama de Abu Simbel
El escritor francés nos presenta la muerte de la reina de esta conmovedora
manera, pero realmente no se sabe el lugar ni el momento exactos de la muerte
de Nefertari, aunque sin duda fue antes del año 30 de reinado de Ramsés, cuando
la reina tendría entre 40 y 50 años.
Para la que había sido su compañera durante más de veinte años de reinado, el
faraón mandó construir la más hermosa tumba del Valle de las Reinas (QV 66),
muy cerca de la de su madre Tuya (QV 80). En ella, el mayor constructor de Egipto,
omnipresente a lo largo y ancho del país del Nilo, cedía el protagonismo a
Nefertari, pues Ramsés no aparece representado, ni mencionado; solamente
Nefertari aparece rindiendo culto a los dioses, en su camino hacia la eternidad.
Descubierta en 1904 por el italiano Ernesto Schiaparelli, desgraciadamente ya
había sido robada y sólo se pudieron encontrar unos pocos objetos (amuletos,
sandalias, restos de una momia y de la tapa del sarcófago y el anteriormente
mencionado pomo de Ay, entre otras cosas).
Sin embargo, las pinturas de la tumba, por si solas, son un auténtico tesoro; sin
duda, la de Nefertari es la tumba más hermosa de todas las encontradas en
Egipto.
el bonito cartucho real que lleva su nombre y aparece dibujado en las paredes de
su tumba. Sobre su frente, y a la altura de las dos plumas largas que la propia
Nefertari porta sobre su cabeza, con el disco solar incluido en la base de las
mismas, podemos observar los siguientes signos: en primer lugar y en la parte
superior un buitre, que podemos identificar con la diosa Mut “La Madre”, que en
jeroglífico se la representa con un buitre que se transcribe -Mwt- seguido de una
semiesfera -t- (que en este caso actúa como redundante). La diosa aparece en
primer lugar, aunque luego se lea la última, por respeto. Debajo y de izquierda a
derecha vemos una especie de instrumento musical, aunque en realidad es una
tráquea, que es un signo trilítero y se lee – NeFeR- (la letra e minúscula se añade
por convención, para poder leer tres consonantes juntas), seguida de una caña en
flor que podemos transcribir como i latina. A continuación aparecen tres signos
que habría que leer de arriba abajo: un semicírculo -t- , una especie de boca
medio abierta -r- y dos trazos verticales que vendrían a ser una i larga -ii- , o -y-.
En la parte inferior del cartucho observamos una línea quebrada que se transcribe
como - n - (se pronunciaría en), una especie de canal -mr- (1) y por último, otro
semicírculo, que ya sabemos que se transcribe como - t - e indica el género
femenino, que la inscripción se refiere a una mujer. Juntando todo lo anterior
podría quedar como sigue: Nefritry Mwt n mr t. Traducido al castellano: “La
bellísima amada de Mut”, o bien “Nefertari amada de (en) Mut.

(1) En otros cartuchos, como podemos observar en la otra imagen, en lugar de ese
canal con agua que se transcribe como -mr- aparece un signo con forma de azada
o arado, que tiene el mismo significado: amar y se transcribe igual.

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