La Real Audiencia de Caracas
La Real Audiencia de Caracas
La Real Audiencia de Caracas
La Real Audiencia de era un tribunal con funciones judiciales y de gobierno, que estaba presidido por un Regente,
cargo honorifico desempeñado por el Capitán General.
Como tribunal de justicia la Real Audiencia podía juzgar; en segunda y tercera instancias, los fallos previos de
tribunales inferiores; y en primera y segunda instancias casos especiales, como por ejemplo, los rebelión y
tradición.
Sus funciones de gobierno estaban referidas a la vigilancia y fiscalización de los altos funcionarios y el
asesoramiento del Capitán General, a través de reuniones semanales de consulta.
En el siglo XV se crearon once Audiencias, dos más en el siglo XVI y otra en el siglo XVII: la de Caracas.
Enriqueció de manera notable la cultura jurídica de Venezuela, lo que originó la aparición del Colegio de
Abogados y de la Academia de Derecho Público y Español.
La búsqueda de metales preciosos fue la razón primordial de la invasión española, en tal forma que la
importancia de cada Colonia dependía de su capacidad para exportar oro y plata a la Metrópoli. El gobierno
español estimuló la exploración del territorio en busca de estos metales.
En este proceso productivo tuvieron una activa y destacadísima participación la mano de obra indígena y esclava,
porque la mentalidad feudal del colono español no le permitía, inclinarse hacia estas labores a las que
consideraba oficios manuales viles. Durante los siglos XVI y XVII, las provincias venezolanas utilizaron las perlas
y los granos de cacao como monedas
Sevilla en la segunda mitad del siglo XVI, por Alonso Sánchez Coello, sede de la Real Casa de
Contratación de Indias hasta 1717.
El Reglamento
El reglamento estaba compuesto por 55 artículos, amplió la libertad de comercio, Se excluyó
a Venezuela hasta 1788, para proteger los intereses de la Real Compañía Guipuzcoana de
Caracas, que se disolvió en 1785 y a México, por el temor de que la prosperidad de este
territorio provocara la despreocupación hacia otras zonas menos activas, lo que iba contra la
idea rectora del proyecto. El 29 de febrero de 1789 se amplió el comercio libre a México. Se
acompañaba con los aranceles que fijaban los precios oficiales de los productos y
los impuestos a pagar.