Nacimiento y Fuente de Las Obligaciones Jurídicas

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FACULTAD DE CIENCIAS

ECONÓMICAS Y ADMINISTRATIVAS
CONTABILIDAD Y AUDITORIA, CPA

PROF:
DR. JORGE LUIS GUEVARA CARRILLO

DERECHO I
PARALELO: B

TEMA:

NACIMIENTO Y FUENTES DE LAS


OBLIGACIONES JURIDICAS

ALUMNO:

JAVIER CANTOS ARTEAGA


Nacimiento y fuentes de las obligaciones jurídicas

Antecedentes generales

Las obligaciones, de manera general, están presentes en todos los aspectos de


nuestra vida, siendo así, conforme a la formación humana que hemos recibido y
acorde a nuestra propia escala de valores, cada persona tiene una noción intrínseca,
sobre lo que implica una obligación, a este tipo de obligación la podríamos denominar
obligación moral.

En el campo del Derecho, hablar de obligaciones responde principalmente al hecho


de que todos los sujetos formamos parte de un sistema jurídico, el cual regula nuestras
relaciones como miembros de una sociedad que nos marca las pautas legales para el
comportamiento individual como parte de un Estado, esta obligación la
denominaremos obligación legal.

Siendo la obligación un deber que se tiene que cumplir o un nexo que vincula, es
importante para adentrarnos en nuestro ámbito de estudio, que analicemos las fuentes
de las obligaciones, las mismas que de acuerdo con nuestra legislación, son: Los
contratos, los cuasicontratos, delitos, cuasidelitos y la ley.

Por cuanto las fuentes de las obligaciones están reguladas por la ley, será el mismo
sistema jurídico el que ejerza protección que regule su cumplimiento mediante
acciones o excepciones, cabe aclarar que la obligación es un derecho personal que
solamente se exige al deudor que lo contrajo.

El siguiente mapa conceptual contiene las fuentes de las obligaciones y aquello que
caracteriza a cada una de ellas:
Obligación

Se entiende por fuentes de las


obligaciones, todos aquellos hechos
Fuentes susceptibles de ser origen del
vínculo obligacional, o de derechos
personales.

Contrato Unilateral y Bilateral

Gratuito y Oneroso

es una convención creadora Conmutativo y Aleatorio


de la obligación por lo cual dos
o más personas se obligan a
crear o extinguir una Principales y Accesorios
obligación.

Contrato Real

Contrato solemne

Contrato Consensual

Cuasicontrato
Generan obligaciones a la
manera que la generan l9os
contratos. No son acuerdos
de voluntades, sino una
manifestación unilateral.
Dolo
Delito

Hecho voluntario licito con


presencia de dolo por parte de
quien lo provoca.
Cuasidelito Grave
Culpa Leve

Hecho voluntario licito sin Levísima


presencia de dolo por parte de
quien lo provoca.

Ley

Obligaciones cuya única y


absoluta fuente, es la ley
como Derecho de la familia.
Contrato.

La mayoría de los contratos son conmutativos, por ejemplo, la compraventa en donde el


valor que se paga es equivalente a la cosa que se recibe; o en el arrendamiento donde el
canon fijado equivale al goce de usar la cosa que se está arrendando.

Cuasicontrato.

El ejemplo más claro de cuasicontrato de comunidad es la herencia, enunciado así en el


artículo 2206 C.C., que manda que, si la cosa es universal, como una herencia, cada uno de
los comuneros está obligado a las deudas de la cosa común, como los herederos en las
deudas hereditarias.

Ejemplos de Fuentes de las


Delito
obligaciones
Las personas que trabaje en la caja cobrando y empieza a robarse el dinero afectando las
ganancias del almacén es un delito doloso.

Cuasidelito

Colocar o suspender algún objeto que con su caída pudiera causar daño. (se sancionaba un
posible daño).

Ley

Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional.

Ley Orgánica de la Protección de los Derechos a la Intimidad y Privacidad sobre los Datos
Personales.
Reseña del nacimiento de las obligaciones jurídicas desde el Derecho Romano
y su evolución en la actualidad

El termino obligación, lleva en si gran parte de los principales aspectos jurídicos,


dificultando su descripción, a la vez que indica para cualquier tipo de comprensión, lo
imperativo de una acción u omisión.

Su origen y apogeo conocido jurídicamente en nuestra familia de Derecho, data del


Imperio Romano, sin embargo, con los procesos civilizatorios en el tránsito del tiempo
se ha modificado significativamente hasta llegar a nuestros días.

El derecho romano de obligaciones es una de las partes del derecho romano más
interesantes desde el punto de vista jurídico, por la creación de un ius aún presente
en la mayoría de las modernas codificaciones.

En este trabajo analizamos la noción de obligación, su evolución paulatina desde su


nacimiento en medio de la rusticidad que en dicha época reinaba en todas las
relaciones personales y crediticias; estas últimas nacen del rito religioso que se
celebraba entre el debitor y créditor, mediante el nexum, el cual va avanzando en sus
formalidades a tal punto que se convierte en un vinculum iuris sin que medie el corpus
del debitor u obligatus como garantía de dicho debitum.

Además, debemos destacar como, desde la época antigua, la obligación se utiliza


como un deber jurídico y a su vez se emplea para el hecho de obligarse, para designar
el vínculo jurídico entre sujeto activo y sujeto pasivo, donde entre los mismos la
relación jurídica debe satisfacer necesidades y en su caso el deudor debe satisfacer
una prestación a favor del acreedor que puede consistir en un dare, facere, praestare.

La obligación romana nació en tiempos arcaicos dentro del terreno de los delitos.
Originalmente, la comisión de un delito hacía surgir a favor de la víctima o de su
familia, un derecho de venganza, el cual, mediante una composición podía
transformarse en el derecho de la víctima o de su familia a exigir cierta prestación del
culpable o de su familia. Como garantía del cumplimiento de tal prestación, un
miembro de la familia del culpable quedaba obligatus, o sea, “atado” en la domus de
la víctima como una especie de rehén. Por tanto, la obligación antigua era una
atadura en garantía de cumplimiento de prestaciones nacidas de los delitos.

Una persona se vincula o se somete a otro por el acto del nexum. Este acto está
relacionado con la mancipatio, consistente en una automancipación o sometimiento
de una persona a otra para garantizar una deuda propia o ajena. Una lex Poetelia
Papiria del 263 a. C. abolió el nexum y sustituyó el sometimiento personal del deudor
por el de sus bienes, transformando así la vinculación personal en patrimonial.

Por lo que desde la época romana encontramos utilizada la palabra obligación en el


sentido de deber jurídico, pero también empleada para el hecho de obligarse, para
designar el vínculo jurídico entre sujeto activo y sujeto pasivo, e inclusive en el sentido
del derecho del sujeto activo (como en la expresión obligationem adquiere). Es más
correcto, en el primer caso, hablar de deber, referirse, en el segundo, a la fuente
concreta de la obligación en cuestión, y decir, según el caso, celebración del contrato,
comisión del delito, etc., y utilizar, en el cuarto caso, el término obligación, por lo
que el término deuda no se refiere necesariamente a deudas de dinero, sino que
equivale a deber en general, de la misma manera que pagar y pago (solvere y solutio)
significan cumplir con un deber y cumplimiento. Al igual que otros conceptos romanos,
la obligación sufrió transformaciones a lo largo de su vida jurídica y por tanto se hace
necesario seguir su evolución en las distintas etapas históricas.

En la concepción primitiva de la obligación existe la idea material de que las mismas


cosas resultan obligadas. Así como la cosa se confunde originariamente con el
derecho de propiedad sobre ella, el vínculo obligatorio surge en relación con la cosa
misma. La obligación se considera más como facultad del acreedor que como deber
del deudor.

Adquirir la obligación quiere decir hacerse acreedor y no deudor. Un vínculo o relación


entre dos personas, acreedor y deudor nace en virtud del antiguo negocio de la
sponsio, por declaraciones recíprocas se vinculan las partes, o los que se ofrecen
como garantes, al cumplimiento de la prestación.
En una primera fase sólo existen las obligaciones tuteladas para acciones reconocidas
en el ius civile. Para Gayo una acción es personal cuando reclamamos, contra el que
nos está obligando, a causa de un contrato o un delito; es decir, cuando pretendemos
que debe dar, hacer o prestar (dare, facere, praestare, oportere.

Oportere hace siempre referencia a una deuda por derecho civil).

En las relaciones tituladas por el pretor, se habla de estar sujeto o sometido a la acción
(actione teneri). En derecho clásico se denominan obligaciones a las relaciones
personales defendidas por acciones pretorias. Desde el siglo I a. C. el pretor concede
una serie de acciones in factum, para reprimir conductas en las que intervienen dolo.

En su mayoría son acciones penales; otras deben incluirse entre los créditos y otras
entre las acciones de buena fe, como la de gestión de negocios o de depósito. En
derecho

Justiniano, con finalidad docente, se clasifican las obligaciones en civiles, pretorias u


honorarias. Son civiles las que han sido establecidas por leyes, o al menos
sancionadas por el derecho civil; pretorias, también llamadas honorarias, las que
estableció el pretor en el ejercicio de su jurisdicción.

DEFINICIÓN DE LA OBLIGACIÓN

Las instituciones de Justiniano definieron así la obligación: Es un lazo de derechos


que nos constriñe en la necesidad de pagar alguna cosa conforme al derecho de
nuestra ciudad. La obligación está así comparada a un lazo que une una a otra a las
personas entre las cuales ha sido creada; es, por otra parte, un lazo puramente
jurídico. Pero si se sujeta al deudor, se limita su libertad, no hemos de sacar de ahí la
conclusión de que sea una molestia en la sociedad. El hombre no puede bastarse a
sí mismo. Tiene necesidad de la industria, de la actividad de sus semejantes; es por
medio de las obligaciones por lo que obtiene y por lo que da por sí mismo servicios
recíprocos. Cuanto más se civiliza una nación, más se desenvuelve en ella el derecho
de obligaciones; de donde surge la importancia capital de esta materia, que no ha
cesado de perfeccionarse desde los orígenes de Roma hasta nuestros días.
CONCEPTO DE OBLIGACIÓN

Las instituciones Gayanas no definen la obligación; el comentario se inicia, con un


simple nunc-transeamus ad-obligaciones. Una definición que se atribuye a un
glosador postclásico de Gayo se encuentra en las instituciones justinianeas: La
obligación es un vínculo de derecho que nos constriñe en la necesidad de pagar
alguna cosa según el derecho de nuestra ciudad.

La expresión solvendae rei ha de entenderse como una referencia a cualquier índole


de prestación y no únicamente a la de entregar la cosa. Si se examina con
detenimiento la definición anterior, se ve que la misma está formulada en

función del sujeto pasivo o deudor. Ello se debe a que la obligación es un estado
normal, se limita la esfera de acción de una persona (deudor) en beneficio de otra
(acreedor); por eso no puede durar indefinidamente, está destinada a desaparecer,
sea cuando el obligado cumpla la prestación prometida, en cuyo caso se dice que hay
solutio (de- solvere) y se produce la liberatio del deudor, o bien cuando surgen causas
de extinción del vínculo de otra índole.

También podemos citar otro concepto de obligación que nos dejó el jurisconsulto
Paulo, expuestas desde el punto de vista del sujeto activo “lo esencial de la obligación
no consiente en que se haga nuestra una cosa, corporal o una servidumbre, sino en
constreñir a otro a darnos, a hacer o responder de algo”. En cuanto a su etimología,
el término obligación viene del sustantivo latino obligatio; expresión que a su vez
deriva de la preposición ob y del verbo ligare, que significa atar. Lo que quiere decir
que por el sólo hecho de asumir la obligación, el deudor queda ligado a su acreedor.

En el viejo Derecho Romano la obligación era la sujeción en que se colocaba a una


persona libre para garantizar la deuda que había contraído ella misma o por otra
persona. En caso típico, era la práctica de un préstamo seguido de un nexum por el
cual el deudor se entregaba en prenda al acreedor hasta que con su trabajo o por
intervención de un tercero extinguía la deuda y obtenía su libertad.

El sistema riguroso anterior termina en el año 326 a. de C., cuando la Lex Poetelia
Papiria, suprimió a la práctica de la entrega de la persona en prenda por deudas
civiles, y estableció el principio de que el deudor sólo podía garantizar sus deudas con
sus propios bienes y no con su corpus.

Lo curioso es que el Código Civil ecuatoriano no lleva ninguna conceptualización


acerca de las obligaciones tratando directamente en su libro cuarto, De las
Obligaciones en general y de los Contratos; Titulo primero - Definiciones – inicia en el
artículo mil cuatrocientos cincuenta y tres enseñando las fuentes de las obligaciones
más no las define “Las obligaciones nacen, ya del concurso real de las voluntades de
dos o más personas, como en los contratos o convenciones; ya de un hecho voluntario
de la persona que se obliga, como en la aceptación de una herencia o legado y en
todos los cuasicontratos; ya a consecuencia de un hecho que ha inferido injuria o daño
a otra persona, como en los delitos o cuasidelitos; ya por disposición de la ley, como
entre los padres y los hijos de familia”. Comprendemos que la ausencia de definición
radica en una correcta técnica legislativa, existiendo para ello la doctrina a lo cual nos
hemos remitido para solventar tan importante arista de nuestro trabajo. En el mismo
libro y titulo, en su artículo mil cuatrocientos cincuenta y cuatro encontramos con
meridiana claridad la definición de contrato al cual nuestro derecho civil lo asimila a
convenio: “Contrato o convención es un acto por el cual una parte se obliga para con
otra a dar, hacer o no hacer alguna cosa. Cada parte puede ser una o muchas
personas”

Elementos de la obligación

La obligación crea un lazo, una liga-vinculum, que presupone por lo menos dos
sujetos: Uno activo y otro pasivo; el primero créditor sujeta en cierta forma al segundo
debitor para que le preste la conducta debida. Las expresiones créditor y debitor se
usaron tardíamente, Reus parece ser el término admitido en la vieja lengua jurídica
para uno y otro sujeto. El vínculo que es un lazo de derecho permite al acreedor usar
los medios coactivos para que el deudor preste el comportamiento debido. El objeto
de la obligación consistía en la conducta que el deudor debía observar en provecho
del acreedor; así, un dare, facere o praestare.
Al lado de esta fórmula general están más precisos ciertos textos. Distinguen en tres
categorías los diversos actos a los cuales puede ser obligado el deudor, y los resumen
en estos tres verbos: dare, praestare, facere.

La obligación tiene siempre por objeto un acto del deudor, que esta personalmente
obligado; resulta de ello que nunca ni aun cuando ella consiste en dare, transfiere por
si misma ni la propiedad ni ningún otro derecho real. El deudor está obligado
solamente a efectuar esa transferencia por medio de los modos especiales creados
para este efecto.

De la definición de la obligación surgen los tres elementos de que se compone:

a) El acreedor: Un sujeto activo, puede haber uno o varios. Al acreedor pertenece el


derecho de exigir del deudor la prestación que es objeto de la obligación. El Derecho
Civil le da, como sanción de su crédito, una acción personal; es decir, la facultad de
dirigirse a la autoridad judicial para obligar

al deudor a pagarle lo que se le debe. Esta sanción organizada según los principios
del Derecho Civil romano caracteriza a las obligaciones civiles, las únicas que son
verdaderas obligaciones, que consisten en un lazo de derecho.

En ciertos casos, sin embargo, se encontró bien admitir que una persona pudiese más
que según el Derecho Natural; era un simple lazo de equidad.

Resulta de consecuencias que los jurisconsultos y el pretor acabaron por precisar.


Pero estas obligaciones imperfectas, calificadas de naturales, no han sido jamás
sancionadas por una acción. Aquel en provecho del cual habían sido reconocidas no
podía contar más que con una ejecución voluntaria de parte del deudor.

b) El deudor: Un sujeto pasivo, es la persona que está obligada a procurar al acreedor


del objeto de la obligación. Puede haber en ella uno o varios deudores, como uno o
varios acreedores.

c) Un objeto: El objeto de la obligación consiste siempre en un acto que el deudor


debe realizar en provecho del acreedor, y los jurisconsultos romanos lo expresan
perfectamente por medio de un verbo: facere, cuyo sentido es muy amplio, que
comprende a una abstención.
Contenido de la obligación

a) Dar. (dare). Es hacer propietario o constituir un derecho real, rendir o prestar


servicios.

b) Hacer. (facere). Todo acto que implique observar un determinado comportamiento,


que comprende la abstención y el devolver una cosa a su propietario.

c) Prestar. (praestare). Responder de algo o garantizar algo

Para designar el objeto de la obligación se habla generalmente de prestación, que


debe serposible, lícita, objetivamente determinada y tener carácter patrimonial.

Debitum y Responsabilidad

La obligación comprende dos elementos:

a) El debitum: es decir, el deber de prestar cierta conducta

b) La responsabilidad: que otorga al acreedor un medio de ejecución.

Tales elementos, sin embargo, no siempre se conjugaron, pues el debitum en un


principio no fue estrictamente jurídico ya que frente al deudor remiso, el acreedor no
podía lograr la ejecución forzada de la prestación misma, porque la obligación en su
origen no llevaba aparejada responsabilidad, pues para que ésta naciera era
necesario que el acto que originara a la obligación (así, a la promesa contractual) se
añadiera otro nuevo que fundamentara responsabilidad para el caso de
incumplimiento. Es hasta el momento en que el debitum y la responsabilidad están
unidos en un mismo negocio cuando se puede hablar de obligación tal como en la
actualidad se conoce.

Es importante destacar que en la actualidad las obligaciones jurídicas que se


encierran en el Código Civil nos ayudan mucho porque gracias a las mismas se
pueden celebrar algunos contratos como son los contratos civiles como por ejemplo
el contrato de compraventa, arrendamiento, comodato, hospedaje entre otros y
constituir garantías como son las garantías civiles entre las cuales podemos citar la
anticresis y la hipoteca, sin embargo, no son las únicas.
Además, permite contraer obligaciones, entre las cuales podemos citar las
obligaciones de dar, hacer, no hacer, entre otras.
Bibliografía

 Codificación del Código Civil de Ecuador. (s.f.).


 Robles Farías, D, (2012), La Relación Jurídica Obligatoria, [en línea].
Disponible: http://www.juridicas.unam.mx/publica/
librev/rev/jurid/cont/31/pr/pr31.pdf, p. 498
 Derecho Civil del Ecuador. Las Obligaciones XI.
 Código Civil, Libro IV.

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