Drago, Alberto. Se Me Murió Entre Los Brazos.
Drago, Alberto. Se Me Murió Entre Los Brazos.
Drago, Alberto. Se Me Murió Entre Los Brazos.
Inriville-Córdoba
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Alberto Drago.
Argentores.
INGLATERRA.
Con la magnolia foscata en el jardín, que era la envidia de todas las vecinas,
Ese patio perfumado nos vio bailar, con los tíos y papá a cada rato,
Vigilando en los giros de aquel vals, que en un descuido no se hiciera pis el gato,
Ese vals familiar, nos lo enseñó papá,y en las fiestas de casa se bailaba.
Por girar y girar con los tíos y papá, ya ni el gato nos queda de consuelo,
ACTO PRIMERO
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MECHA: (MIRA HACIA LA CAMA) Parece que Tatita Juan, está tranquilo.
MECHA: Es cierto, es cierto. (PAUSA. HUELE EL AIRE) Nestinita, ¿no olés a remedio?
TINA: Sí, hace rato, ya. Hay olor a hospital en la pieza. (DEJA OVILLO Y SE PARA) Voy
MECHA: ¿Y eso?
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ESCUCHA) Hola, buen día, señor. Le habla su vecina de arriba. Por favor. En nuestra casa
hay solo pena y aflicción. Baje la música, señor. Caridad para el enfermo. ¿Cómo? Ya sé
que paga su alquiler y que está en su derecho. Solo le pido consideración para Tatita
enfermo … Todos tenemos que vivir, pero también tenemos que morir, fariseo … Yo no me
meto en sus cosas, pido piedad … Piedad para Tatita, señor. Es una hija sufriente quien le
habla …
MECHA: ¡En nombre de las dos! ¡Yo también sufro, aunque no lo llamé por teléfono!
TINA: ¿Qué dice? Es mi hermana en el otro aparato. ¿Qué de a dos? Quien le habló fui yo
MECHA: ¡Siempre juntas! ¡Mujeres las dos! ¡Jubiladas docentes las dos! ¡Hijas sufrientes
¡Ayyy …
TINA: Ahora, no le pido ni le ruego, señor. ¡Le ordeno que baje esa música! Doblemente.
En nombre de las dos, y en dos segundos … baje esa música. ¿Qué? … Hola, hola …
MECHA: (APRENSIVA) Oh, control, Nestina, control. No repitas las bajezas de la gente.
TINA: (TERMINANTE) ¡Jamás! Te quise informar, nada más. ¡Guarango! ¡Grosero! Pero
TINA: Dejame, me tiene que oír … (SE DESPRENDE Y LLEGA HASTA LA VENTANA.
(CIERRA LA VENTANA)
TINA: Si, si, ¡Tatita! (SE ACERCA A LA CAMA Y LE TOMA LAS MANOS) Tatita.
TINA: ¡Tatita! (MIRÁNDOLO CON SUSTO CRECIENTE) Mecha, mechita, no, nooo …
MECHA: ¡Ha llegado la hora del dolor! (EL VIEJO TOSE APENAS) ¿Tosió? Nooo …
son los últimos estertores. ¡Hay resistencia en él! ¡Tan joven, Tatita Juancho!
TINA: ¿Qué, Tatita, qué? Aquí estamos sus hijas. Pida Tatita, pida. ¿Qué quiere? ¿Un poco
de caldo? ¿Un poco de leche? ¿El jarabe? Pida, Tatita Juan, pida …
MECHA: Se esfuerza, se esfuerza … va a decir algo. Después de tres días sin hablar. ¿Qué
¿La extremaunción?
ROMEO) ¡Tata Juan, que alegría! ¡Que alegría! Corré Mechita, corré. Traé la chata.
(MECHA SALE PRESUROSA. TINA MECIENDO AL VIEJO) Bueno, ahora después que
vaya de cuerpo, se va a sentir mejor … Ya decía yo, que ese médico no sabía nada. ¡Que
pleura ni pleura! ¡Que antibióticos ni ocho cuartos! ¡Su cuartito de aceite ricino a la mañana
y a la noche, y, adiós pleura! (EL VIEJO SE MURIÓ) ¡Eh, papá … papá. ¿Papá? (LE
MECHA: ¡No!
ABAJO) ¡Esa música lo mató! ¡Asesino, asesino de ancianos! ¡Vecinas ... vecinas de
Caballito! ¡Hay luto en la calle Hortiguera! ¡Ha muerto mi padre! ¡Esa música lo mató! (LA
MÚSICA PARA) ¡Ah ... ahora para! ¡Mal nacido! ¿Ahora? (ESCUCHA EL SILENCIO)
Ah, se calla. Menos mal. Cuando hay silencio, hay respeto. Y si hay respeto, no todo está
perdido. (PAUSA. HABLA HACIA ABAJO) Bueno, si quiere puede poner … ¡Total,
ahora! Pero, bajita, ¿eh? Música sacra, o folclore, claro. (DE ABAJO MANDAN UNA
BAGUALA) Está bien. No la cambie. Deje ese disco nomás. De fondo. (CIERRA LA
TINA: ¿Eh?
TINA: Me olvidé.
regar las calas, y los malvones del patio, si usted no está? ¿Quién? ¡Que mano, que mano
MECHA: Que mojaba todo el patio, y yo tenía que secarlo como una fregona.
MECHA: ¡Que siempre sacaba yo, y me quemaba los dedos! ¡Ay, Tatita! ¿Quién va a hacer
TINA: Pero, no. Digo el nombre de los ajíes, Mecha. ¿Cómo iba a insultar a Tatita?
TINA: “El Aeroplano”, por Firpo y su cuarteto. Todos los años nuevos de nuestras vidas …
MECHA: (CON VOZ DE CORIFEO) ¡Recto y justo con sus hijas! ¡Nunca nos pegó, si no
TINA: ¡Se me murió entre los brazos! (LO ABRAZA. LA OTRA TRINA DE ENVIDIA
MECHA: Hola … sí … más bajo, por favor. ¡Hay duelo en esta casa! ¿Quién es? ¡Ay,
Dorotea querida, se nos fue Tatita. Así, de golpe, sin avisar. Estaba grave, pero respiraba
salud … No, no. Todavía está aquí … Ya sé que no puede ir a ningún lado. ¿Adónde va a ir
TIINA: (DESDE EL OTRO TELÉFONO) Dorotea querida … ¡se me murió entre los
brazos!
MECHA: A lo mejor si la chata hubiera estado limpia … Pero, tuve que lavarla y tardé un
poco.
MECHA: Porque no nos movimos de su lado. Hace tres días que no pego un ojo.
TINA: La digestión pesada que me da sueño. ¡Ay, Doro querida! ¡Se me murió entre los
brazos! Como si fuera un pajarito. No me di cuenta de nada. Bueno, vengan pronto. ¡Se
MECHA: Hasta luego. Si, como no. ¡Soy una mujer de temple! ¡Las lágrimas también se
secan! Avisen a todos … ¿Anís? No, no tenemos. Hay vino. ¡Tatita no era de bebida blanca!
Bueno, traigan. ¡No, café, no! ¡Con lo que cuesta! Hacemos mate cocido, o en bombilla.
Bueno, traé tu mate. Acá en la casa, hay dos … ¿Fiambre? No sé, si ahora se usa en estos
Dorotea? (UNA PAUSITA) Ah, los demás, claro. ¡Todo sigue! Hasta luego… (CUELGA Y
SE SIENTA)
TINA: Hay que ordenar un poco aunque no lo velemos aquí. ¿No es cierto?
TINA: Bueno. (PAUSA) No se baldea entonces. Avisá a la funeraria, Mechita, así ganamos
tiempo …
TINA: Es que no tengo fuerzas para nada. Pensá que es a mí, a quien se le murió entre los
brazos …
MECHA: Yo también estoy cansada. En cuanto a que se te murió entre los brazos, ya lo
dijiste veinte veces … “se me murió entre los brazos, se me murió entre los brazos” … ¡Si
MECHA: Porque ya me tenés seca con esa cantinela … ¡Si no fueses tan aplastada para
MECHA: Bueno sería que después de fregar todo el día, encima yo cocinara.
TINA: ¡Si vos limpiás y hacés las compras, es porque no tenés mano para la cocina!
MECHA: Y si vos cocinás, es porque cuando hacías los mandados, te la pasabas charla que
MECHA: ¡El ordinario ese, que cantaba cosas verdes! ¡Hasta Tatita, te reprendió un día!
MECHA: ¿Y? ¿De quién es la foto autografiada que tenés guardada en el ropero? “Con
gustaba!
TINA: ¡Peor sos vos, con esa foto de un cantor de tangos! Sí, no me mirés … ¡Ni siquiera
fue famoso! Una foto ordinaria de cartón barato, con la propaganda de zapatos “Mérito” …
¡Ni lo voy a nombrar! ¡Y encima, un gordo así! (SEÑALA ESPACIO GRANDE Y RIE
BURLONA)
TINA: Quién sabe no soñabas con él, cuando te despertabas empapada en sudor … ¡Y en
MECHA: Pero, por el gordo, nadie le mandó un anónimo a Tatita, como por el pollero …
TINA: ¡Lo del anónimo fue una canallada! ¿Eh? ¡Ahora que mostrás la hilacha me doy
cuenta! ¡Vos lo mandaste! ¡Intrigante … que horror, mi hermana es una chusma alcahueta!
MECHA: ¿Alcahueta? Mejor no hablemos de alcahuetas, porque solamente por vos, Tatita
TINA: ¿Por mí? ¡Si todo el mundo vio la protuberancia del Roque! ¡Con esa malla tejida, y
para colmo blanca! (TURBADA Y NEURÓTICA) ¡Toda Punta Lara, vio el bulto del
Roque cuando salió del agua, de jugar con vos a la pelota, con perdón de la palabra!
MECHA: Pero, tatita, no. ¡Y fuiste vos quien se lo dijo, porque el Roque te gustaba!
TINA: ¡Mentira! Solamente Vittorio Gasman, que nunca estuvo en Punta Lara, con una
malla blanca de baño, y bultos lascivos! ¡No quiero ni acordarme! ¡Yo, una señorita!
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MECHA: ¡No nombrés la enfermedad, que no es tuya sola! Yo también, porque ese viejo
CRUEL Y DESPIADADO.
MECHA: ¡Bruja! Al fin puedo decírtelo. ¡Siempre fuiste y serás una bruja! Y si no tiraste la
chancleta, y te hiciste una descocada, fue por el control del viejo, que nos jodió la vida …
TINA: ¡Arpía, arpía! (VA Y TOMA AL VIEJO DE UN BRAZO) Por algo se murió
MECHA: ¡Ah, no! ¡No voy a dejar que vengan los parientes y te encuentren con él!
¡Cretina!
TINA: ¡No, nunca! ¡Se me murió entre los brazos, y se me murió entre los brazos!
MECHA: ¿Qué? ¿Ahora querés hacer pasar la parte de que fui yo? ¡Tu digestión pesada, te
vende!
RETROCEDEN UN PASO.
MECHA: ¡Sus gases que siempre fueron su orgullo en salud! ¿Pero, entonces? (SE
Caballito!
MECHA: (MASAJEANDO EL PECHO DEL PADRE) Andá, hacele un té. Algo bien
TINA: Sí, si … (DECLAMA) ¡Y pensar … que se me había muerto entre los brazos!
(SALE APURADA)
GRITA DESESPERADA.
MECHA: Sí …
MECHA: ¡Sí! ¡Se me murió entre los brazos! ¡Se me murió entre los brazos a mí también!
¡A mí también …
TINA: Sí, es cierto. Una vez a mí, y otra a vos. ¡No, equitativo, era equitativo el finadito,
MECHA: ¡Un gran velorio! Porque esto fue un aviso para nosotras …
MECHA: ¿Pero, no te das cuenta? Resucitó para emparejar la cosa. Se te murió entre los
brazos, primero a vos, y después a mí. Mientras nosotras peleábamos, como nunca lo
hicimos. ¡El volvió, y se volvió a ir! ¡Para unirnos, hermana del alma!
TINA: ¡Claro, ya no hay diferencias entre nosotras! ¡Él nos igualó! ¡Tata gaucho!
TINA: ¿Cómo?
MECHA: Disquemos juntas … para eso hay dos teléfonos. (VAN A LOS TELÉFONOS) A
LAS DOS: ¡Señor … precisamos un servicio para hoy! ¡Para papá … que … ¡se me murió
RESISTENCIA.
ACTO SEGUNDO.
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“PASÓ LO PEOR”
LA ACCIÓN: 1986.
CAER.
TINA: ¡Mecha, Mechita! ¿Qué pasó? (TIRA LOS PAQUETES EN CUALQUIER PARTE.
TRATA QUE SUELTE EL AURICULAR) Hermana, Mechita, ¿qué pasó, chiquilina? A ver,
soltá … pero, soltá, querida. No hay caso. (SE INCLINA SOBRE LA VAGINA DE
MECHA Y HABLA) Por favor, quien sea, no corte. Ha ocurrido un accidente íntimo con el
corte. (SE INCORPORA Y DESCUBRE) El otro teléfono, claro … (CORRE HACIA ÉL)
Hola, sí, residencia de las huérfanas Palomeque … Sí, habla Tina, ¿quién es? (CASI UN
GRITO) No, si ya sé que es usted … quiero decir, no lo puedo creer. ¿Mechita? Está un
poco descompuesta. Pero, Roque … quien iba a decirlo. Roque … cuanto tiempo. Claro, a
Mechita, de la emoción, le faltó el aire … Como se dará cuenta, por la forma de atender el
teléfono, papa, ya no está con nosotras. Hace nueve años, apenas. En el setenta y siete,
claro, tan reciente que todavía estamos sensibilizadas. Y llama usted, Roque, y la pobre
Mecha, habrá pensado que … ¡El pasado que vuelve! Aquellos pic-nics, aquellos bailes con
Héctor y su jazz, los boleros de Gregorio Barrios … ¿qué? Sí, pero no sé, Antonio Tormo
me gustaba cuando cantaba valses, nada más. Nosotras, folclore, no … ¿vio? Somos así.
SOLO LOGRA HACERLA GEMIR MAS) Bueno, bueno. Que forma de agarrar, ni que
fuera … Hola, Roque, ya estoy aquí. Nada, nada, mi hermana que se está recuperando.
Pero, que alegría Roque, ¿cuándo lo vemos por aquí? Hoy … ahora … Ay, así de golpe,
volver a verlo, un sueño de juventud. ¿Qué? No, no, los años pasan, y para nosotras
también. Bueno, está bien, lo esperamos para almorzar, o mejor venga ahora, dentro de un
ratito, ¿puede? Ninguna molestia. No, no, no tiene nada que traer. ¿Postre?
(CONFIDENCIAL PERO NO TANTO) Sabe que pasa, Mechita tiene una puntita de
diabetes, ¿vio? Y si hay postre dulce, desea la pobre. Y hablando de postre, ¿usted se casó,
solteritas, solteritas, sin estrenar. Lo esperamos Roquito. Ay, cuando se entere Mechita.
MECHA: ¡Ay! ¿Qué me pasó … dónde estoy? (SE MIRA LA MANO CON EL
MANO)
TINA: ¿Roque?
MECHA: No.
TINA: Sí.
TINA: Claro.
TINA: Y, por el teléfono, querida. Primero dije hola, y después lo demás, como todo el
TINA: ¿Y qué querías que saliera? ¡Chiquilina febril … poné el teléfono en orden, querida!
TINA: ¡Muy a flor de piel! ¡Que gran sensibilidad siempre tuvo! ¡Es un hombre, de los de
antes!
MECHA: Fue lo primero que preguntó … “¿Está la señorina Mecha, per favor?” … y luego
el disparo en la sien, en medio de una vuelta en “La Montaña Rusa” … “Habla Roque” …
¿Quién? dije yo, con voz trémula, preguntando por preguntar. Y él … “Roque, Mechita,
TINA: Y ahí, justo entré yo. Y no entendía nada. Para colmo, tu mano, el teléfono, y la zona
donde cayó tu mano, vos que no soltabas, tu brazo duro como una palanca, querida, una
TINA: Viene.
Roquito, príncipe del verano. ¿Qué digo? ... ¡Rey, Rey del verano, de las cuatro estaciones
esperando, Roque, Roque ... (DE PRONTO AL CUADRO, ADMITIENDO) ¡Perdón, Tatita
MECHA: Pero …
LAS DOS: Y, uno, y dos, y tres, y cuatro. Y uno, y dos, y tres, y cuatro..
MECHA: Me encanta.
TINA: ¡Vamos!
MECHA: Tengo que sacarme esta bata y ponerme un vestido. ¿Cuánto va a tardar?
TINA: Ponete la bata nueva. (TOMA UN PAQUETE) Aquí está, ya la cambié. No sé, se te
LA BATA NUEVA) Mirá que bata, parece un vestido de Doris Day en las películas.
Ponétela.
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MECHA: (LE GUSTÓ Y SE CAMBIA APURADA DE BATA) Sí, tenés razón, Nestinita.
TINA: De la moda, querida. ¿Qué te pasa hoy, no escuchás, no entendés, no sabés? (RIE
COMPLICE) ¡Ay, ese Roque, ese Roque, si supiera el huracán que desata! (CORTANDO
HARTA) Buah, vamos a peinarnos y maquillarnos un poco, algo suave para el mediodía.
¡Conservemos la nota!
MECHA: Yo también.
TINA: ¿Cambiamos?
MECHA: Es que con raya al medio, no se puede cambiar cuando se quiere. Una cosa es a la
izquierda …
ROQUE: Tendría que decir buenos días, aunque afuera está por lloviznar. Ma, ante tanta
emoción, ma, no sé, que se puede decire … (SE ADELANTA CON LAS FLORES) ¡E un
momento propio para cantare un aria de ópera! ¡Ah, el recuerdo de ustedes, clavado en mi
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pupila! ¡Cuestas humildes flores, para celebrar los inolvidables rostros de ustedes! ¡Las
ROQUE: (RETOMA) ¡Ma, que emperatrices! ¡Las Helenas de Troyas, mellizas del barrio
de lo Caballito! ¡Esos rostros, esas fachas que nadie puede echare en el olvido a meno que
haya perdido tutta la razón! ¡E lo dice un napolitano! ¡E cuando lo dice Nápole, e vero! (A
TINA) Sírvase, Mechita. (ESTA RECIBE LAS FLORES) (A MECHA) Sírvase, Tinita.
TINA: (TIENDE LA MANO QUE ROQUE BESA ARRODILLÁNDOSE) Yo, soy Tina,
no Mecha.
ROQUE: (TEATRAL) Fue una confusione propia del tiempo que ha pasado. E de la vista
que e perdito. Ma, son dos muchachas tan parecidas. (se levanta y les cambia los ramos) Ya
MECHA: Eso, lo que importa es el reencuentro. ¡Ay, esto parece una película americana!
TINA: ¡La sangre europea! Siempre hay un momento para el románticismo. MECHA: Ya
MECHA: Los barcos, los inmensos transatlánticos, que atravesando el mundo, traían su
preciosa carga …
TINA: ¡Salve semental, con perdón de la palabra, de la raza nueva de América del Sur!
TINA: En nuestro país, practicamente no hay nada, en lo que no tengan que ver los
inmugrantes.
ROQUE: ¡Ah, que tiempo, que primaveras! ¿Se acuerdan cuándo las conocí en casa de su
primo Alfonsito?
TINA: Claro.
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ROQUE: Respeto la discreción y el dolor del sentimiento familiar. Ma, ¿qué era? Por saber,
ROQUE: (EN SITUACIÓN) Claro, siempre tomaba su copita. E, una copita hoy, otra
ROQUE: ¡Madonna, que baile! Bajo los árboles, el olor a asadito que hacía Alfonsito …
ROQUE: Era, “la felichitá” de la juventud. Ma, “para que seguire narrando lo que fue
aquella carrera” …
ROQUE: Ninguna carrera. Así dice la milonga de lo campestre: “Para que seguire narrando
TINA: ¡No importa que cuarenta! No lo diga, e imaginemos que ayer es hoy.
LAS DOS: (SE TOMAN DE LAS MANOS EXCITADAS) ¿Tendrá puesta la malla blanca
tejida?
ROQUE: ¡Ah, Don Juan! Que en paz descanse a la silenciosa calma de lo sepulcro. Linda
foto. Ma, un poco mausoleo este rincón. ¡La vida e bella, bellísima!
TINA: (SE RECOBRA COMO PUEDE) Venga Roque, siéntese aquí. Le pusimos un
cenicero y todo.
ROQUE: Sí, sí, estoy bien así. ¿Sabe? Dejé de fumar, ¿qué me dicen?
MECHA: Sí, un aperitivo. Vos, servilo, Tina. Yo traigo ingredientes para picar un poquito.
ROQUE: Pobre, parece que Tinita está emocionada, nerviosa. Lo llama al papá…
ROQUE: Bueno, bueno, un nombre es solamente un nombre. Ma, la gente e la gente, ¿no?
ROQUE: La ayudo.
UNA COPA) Que linda. ¿E de un juego? Que linda. ¿Te gusta este juego de la copita?
TINA: ¡No conozco ese juego! (APARTE) ¡Que mundano! ¡Juegos eróticos con las copas
ROQUE: Disculpa. (APARTE) Tiene la copa en su casa e no sabe de donde es. Que raro.
ROQUE: (SE SIENTA) Bueno, tanta atención … Ma, estos no son ingredientes para una
TINA: La berenjena …
ROQUE: ¡Berenquena!
ROQUE: ¡Pepinitos!
usted Tina?
ROQUE : (SE PARA Y LE SACA LA BOTELLA) No, no. Permita que sirva yo.
Tina: Si es su gusto.
ROQUE: (MIENTRAS SIRVE) Una alegría. Compartir una mesa, e una alegría. (SIRVE A
arrimarla cuando puedo. (LE APOYA SIN QUERER SUS GENITALES A MECHA EN EL
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NADA.
ROQUE: Salud, dinero, y amore … sobre todo mucho amore. (BEBE Y AL BEBER SE
INCLINA PARA ATRÁS HACIENDO MAS EVIDENTE SUS GENITALES. LAS DOS
ROQUE: Eso, eso, salud … me sirvo otra copa. Para brindar por Argentina que hoy juega
con Inglaterra.
TINA: Sí.
ROQUE: ¿Vio? La saco, ya la voy sacando. ¡Ah, que escabeche, que lengua!
TINA: No me diga.
ROQUE: Ma, la mía e más gruesa. Yo la corto más gruesa, más carnosa. La mía es más
ROQUE: Este queso picantito. Es bravo ¿eh? ¡Da vigore! (RIE Y SIGUE COMIENDO)
(BEBE. SE DEJA CAER EN LA SILLA) Que berenjenita, que aquisito, lo voy a probar …
ROQUE: (CON LA BOCA ARDIENDO TIRA EL AJÍ) ¡La puta que lo parió!
MECHA: Sí. Un ají, un vaso de vino, un ají, un vaso de vino, pobre Tatita …
ROQUE: (ALGO MAREADO) Ustedes perdonen la palabra mala que quise no decir
cuando dije la mala palabra de la puta que lo parió al ají. E con todo respeto, como si fuera
MECHA: (RADIANTE) Sí, claro. Y no se preocupe, los hombres, hombres, como usted,
como Tatita …
TINA: … aunque sea una familia de mierda, es una familia! ¡Decía, él!
TRAYECTO, ÉL, CAE SOBRE UNA Y OTRA EXCITÁNDOLAS MAS, SIN QUERER.
MECHA: … y la abstinencia.
TINA: … nuestra reputación y prestigio, no valdría nada. ¡No debe salir! Es mejor que
desaparezca de cualquier manera antes de que lo vean salir. ¡No debe salir!
TINA: ¡Un extraño extranjero, salir ebrio de nuestra casa en pleno día!
ROQUE: ¡Ay, la fidanzatta que se casó con un negro, e se fue a Tucumán, a vivir co lo
TINA: ¿Qué le pasó? (EL SIGUE LLORANDO) ¡Deje de llorar, y conteste carajo, como
decía Tatita!
MECHA: ¡Deje de llorar, gringo marica, diría Tatita! ¡Hay que entrar al baño, hay que
entrar, Tina!
LAS DOS: ¿Qué parte? ¿Qué parte? ¡Diga, diga las palabras!
dígalo con todas las letras, dígalo, por favor … (APARTE) O agarro el teléfono.
LAS DOS GRITAN Y COMO LOCAS CORREN Y ENTRAN AL BAÑO. SE OYEN LOS
TINA: ¿Qué?
TINA: Se espera una guerra. ¡Las calles están desiertas! ¡Todo el mundo en sus casas,
TINA: … y mata!
A LA PANTALLA DE TELEVISIÓN.
LAS DOS: ¿Gol de quién? ¡Carajo, kelper hijo de puta! ¿Gol de quién, la puta madre que
FIN.