Habla
Habla
Habla
La comunicación
Frente a este panorama, no cabe duda que somos la
Introducción
única especie que puede comunicarse en esta forma
El ser humano habla. Por supuesto que algunos ani-
males de la familia de los loros (psittacidae) emi- 1 También podemos ver ese fenómeno en las grabadoras,
ten sonidos que simulan el lenguaje humano, pero que sólo graban y emiten, pero no comprenden el discurso.
Algo similar ocurre con los que los seres humanos que pueden
sólo se trata de buenas imitaciones, porque no codi- emitir, pero no codificar un mensaje, como serı́a el caso de
fican ni decodifican los mensajes, por lo que no pa- heraldos o voceros que sólo repiten un mensaje codificado con
recen entender plenamente el significado de las pa- antelación sin que deban comprenderlo necesariamente.
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compleja, ya que en el reino animal la manera más conllevan claros cambios en la estructura ósea, aun-
común no es verbal, sino que se basa en el lenguaje que es probable que el primer lenguaje no haya si-
de gestos o corporal. Esa es seguramente la forma do verbal, sino que se haya basado en gestos, lo
en que muchos animales domésticos se comunican que lamentablemente no puede dilucidarse con los
con sus dueños cuando éstos les hablan, aunque sus restos fósiles.
amos no se percaten de ello, ya que las mascotas
pueden interpretar nuestro lenguaje corporal, el que Desde un punto de vista más concreto, pueden to-
debido a nuestra civilización (y a la palabra) hemos marse en cuenta los siguientes elementos:
lamentablemente olvidado. 1. El más lejano ancestro común a homı́nidos y a
simios se ubica entre 10 y 4 millones de años
Naturalmente surge la pregunta, ¿por qué tenemos
atrás. Puede suponerse que en ese lapso se produ-
esta habilidad? Obviamente, las respuestas son va-
jo la separación entre las especies que, por un la-
riadas, pero es importante basar la reflexión en mo-
do, terminan adquiriendo la capacidad del habla
tivos más profundos que la simple disposición de ca-
(la lı́nea de los homı́nidos especı́ficamente) y quie-
pacidades anatómicas y fisiológicas apropiadas.
nes no la desarrollaron, como los simios contem-
En este sentido, los antropólogos pueden ayudar- poráneos.
nos a imaginar a los homı́nidos en sus tareas dia- 2. El ancestro común de todos los humanos actuales
rias, en las que fue necesaria la organización para vivió entre 200 y 100 mil años atrás.
cazar sus presas, ordenar sus modos de vida, reali- 3. Las siguientes son evidencias fósiles –de las que
zar la recolección de sus alimentos, compartirlos en carecen los fósiles no homı́nidos– que muestran
torno al fuego, la hoguera, o el fogón y, muy pro- claras adaptaciones de los homı́nidos para el
bablemente, para darle un sentido menos material y habla:
más trascendente a sus vidas a través de las represen- La baja laringe, necesaria para la emisión de la
taciones artı́sticas primitivas. Muchos grupos anima- voz;
les se enfrentan con problemas similares aunque me- La amplitud de los canales por donde pasan los
nos complejos pero lo resuelven en forma muy sim- nervios que controlan la respiración, ya que pa-
ple, casi por instinto. Sin embargo, resulta obvio que ra hablar es necesario tener dominio sobre la
en el caso humano el lenguaje corporal fue insufi- producción del aire para hacer vibrar las cuer-
ciente por lo que, como los sonidos naturales pudie- das vocales;
ron ser emitidos con mejor calidad, esta caracterı́sti- El grosor del canal hipogloso por donde atra-
ca se convirtió en una importante ventaja evoluti- viesan los nervios que conducen a la lengua,
va que no sólo logró mejorar la comunicación con lo que demuestra que disponı́an de una capaci-
la creación de las lenguas y sino que, con esta he- dad esencial para modular los fonemas; y
rramienta, pudo obtenerse una mejor organización La capacidad del oı́do del Homo Heidelbergen-
del grupo, ası́ como otros beneficios de los que to- sis, que contaba con un ancho de banda sufi-
davı́a disponemos. ciente como para establecer una comunicación
similar a la del ser humano actual —de acuer-
La evolución del lenguaje do con estudios antropológicos de los hueseci-
La aparición del lenguaje no es un hecho que pue- llos fósiles del oı́do medio.
da acotarse con claridad ya que, según muchos, es 4. La capacidad de audición de humanos y primates
una de las preguntas de la ciencia que no será posi- actuales difiere en cuanto al ancho de banda que
ble responder con precisión. Por tal razón hay opinio- pueden escuchar. Para los primeros es mayor, lo
nes encontradas entre los expertos, por ejemplo, en que indica una mejor adaptación y una mayor
el sentido de que es necesaria una capacidad de abs- capacidad para la comunicación verbal.
tracción mı́nima del cerebro para que pueda desarro- 5. Las primeras herramientas que utiliza-
llase una lengua; también hay discusiones en torno al ron los homı́nidos son evidencia del desa-
requerimiento de una incipiente cultura, y a la exis- rrollo de una incipiente capacidad de abs-
tencia indispensable de ciertas condiciones anatómi- tracción, necesaria para desarrollar el lengua-
cas como las adaptaciones de los órganos del ha- je, la que más tarde evolucionó para dar lu-
bla, de la audición, del cerebro y de las conexio- gar a la creación de algunas obras artı́sti-
nes entre ellos, entre otras. Sólo algunos de estos cas, como pequeñas esculturas y pinturas
cambios pueden observarse en los fósiles puesto que rupestres.
El habla y la audición. Caupolicán Muñoz Gamboa. 37
Con estos y otros antecedentes, los expertos más au- tacto necesario para comunicarnos. Por ello, son im-
daces argumentan que hay razones para ubicar el na- portantes la forma en que se emite el sonido, la for-
cimiento del habla hace 2 millones de años. Sin em- ma en que se oye y, por ende, las frecuencias y las in-
bargo, los más conservadores lo sitúan hace 50 mil tensidades que podemos emitir y escuchar.
años solamente. Como no existe acuerdo al respec-
En este sentido, el sistema vocal humano puede di-
to de estas fechas y se trata de un periodo dema-
vidirse en tres partes esenciales como se muestra en
siado extenso, otros autores esgrimen razones técni-
la figura 1:
cas especı́ficas para limitarlo a un periodo de en-
tre 500 y 100 mil años atrás. Por cierto, todos coin- 1. El aparato respiratorio, donde se almacena y se
ciden en que el nacimiento del habla debió ser un lar- expele el aire en forma controlada para producir
go y lento proceso evolutivo que pudo iniciarse con el sonido;
un lenguaje gestual primitivo que se fue transfor- 2. El aparato de fonación, compuesto básicamente
mando en un lenguaje oral rudimentario, el que de- por las cuerdas vocales, donde se forma el sonido
vino finalmente en nuestras lenguas actuales. debido a que tienen la capacidad de vibrar con el
paso del aire; y
Por otra parte, decidir cuál fue la primera lengua 3. La caja de resonancia, donde el sonido adquie-
en aparecer es otra de las preguntas que tampo- re las cualidades finales que caracterizan a ca-
co tiene una respuesta precisa. Hay quienes argu- da persona. Está formada por las cavidades bu-
mentan que fueron el sánscrito, el sumerio o el ta- cal y nasal, la faringe, los senos frontales y las re-
mil, porque se han encontrado escritos de ellos con giones óseas vinculadas con la boca y con la na-
más de 3000 años de antigüedad, pero no son las riz.
únicas propuestas en este sentido. De nuestro idio-
ma puede decirse sucintamente, también de acuer-
do con expertos, que esta lengua evolucionó desde
el protoindoeuropeo (lengua madre hipotética) has-
ta el celto-ı́talo-tocario, éste al itálico, del que sur-
gió el latı́n y posteriormente el protorromano, pa-
ra finalmente dividirse en diversos lenguajes moder-
nos, como el portugués, el francés, el italiano, el ru- Figura 1. Diagrama esquemático del sistema vocal hu-
mano.
mano y el español, entre otros.
Esta evolución de la lengua, ası́ como el nacimiento Debido a la conformación y a la estructura anatómi-
de la nuestra, resultan nebulosos en el tiempo, aun- ca la emisión de la voz es un proceso singular: ya que
que el primer escrito en español data de hace unos cada quien tiene un timbre de voz especı́fico que po-
1000 años. Nuestra lengua surgió en España, jun- demos distinguir y reconocer entre muchos otros.2
to con las demás lenguas peninsulares, se desarrolló a Como consecuencia de las diferencias anatómicas in-
merced de la influencia romana, visigoda y árabe, se cluso pueden reconocerse las razas por su tono carac-
consolidó literariamente en el siglo XII con el Cantar terı́stico, más allá del acento que las personas adquie-
de mio Cid, alcanzó momentos sublimes en los Siglos ren en diversas regiones y paı́ses. Estos diferentes ti-
de Oro XVI y XVII, para finalmente llegar a nues- pos de acentos se deben al uso cotidiano que los ha-
tro tiempo convertido en un muy heterogéneo mundo bitantes locales dan a los músculos del aparato vo-
hispanoparlante. Este mundo, a pesar de su plurali- cal con el uso diario, ya que lo ejercitan principal-
dad, conserva un núcleo básico que permite comuni- mente en los fonemas que son más comunes y pro-
carnos eficientemente en una de las lenguas más im- pios de los lugares a los que pertenecen, ya que son
portantes de la actualidad. los elementos más utilizados para la comunicación
cotidiana.
Emisión del sonido 2 El sonido tiene tres caracterı́sticas principales, la intensi-
Ciertamente la voz y el oı́do no son los únicos me- dad (que es la potencia acústica), el tono (o sea la frecuen-
dios de comunicación modernos, pero nos limitare- cia fundamental o principal) y el timbre (que es la combi-
mos a ellos para revisar sus mecanismos fı́sicos y fi- nación de la frecuencia principal con las frecuencias armóni-
cas). Esta última caracterı́stica es la que le da carácter al so-
siológicos. De hecho, el habla y la audición son pro- nido y es la que permite diferenciar, por ejemplo, entre ins-
cesos ı́ntimamente relacionados porque su uso coti- trumentos que emiten la misma nota y también reconocer vo-
diano se orienta principalmente a establecer el con- ces de diferentes personas.
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Resulta natural que los sonidos que puede emitir el dos, inclusive sin incluir las frecuencias armónicas de
ser humano estén en perfecta correspondencia con la voz.
los sonidos que puede escuchar, ya que en esta for-
ma se optimizan las herramientas de la comunica- Además, mientras la voz humana cumpla con la con-
ción. Por tal razón, tanto el aparato vocal puede emi- dición de ser inteligible, puede estar contenida en
tir como el oı́do escuchar, un intervalo de frecuen- un intervalo de frecuencias bastante más estrecho,
cias que van aproximadamente desde los 20 Hz has- lo que usualmente ha sido una exigencia de la in-
ta los 20 kHz, aunque en la práctica no se utilice genierı́a de telecomunicaciones. Por ejemplo, el an-
ese espectro completo. Las frecuencias fundamenta- cho de banda telefónico tradicional (analógico) es de
les presentes en la voz humana normal van aproxi- 3.1 kHz (entre 300 Hz y 3.4 kHz),3 lo que es un re-
madamente de 80 Hz a 1.1 kHz, aunque sus frecuen- quisito del medio de transmisión analógico. Esto sig-
cias armónicas superan los 8 kHz. Por eso es intere- nifica que las frecuencias armónicas superiores a los
sante observar que el oı́do presenta su máxima sen- 3.4 kHz prácticamente se suprimen o, por lo me-
sibilidad entre 1 y 5 kHz que es justamente el inter- nos, se atenúan. Esto genera que en ocasiones no sea
valo de frecuencias del habla, lo cual indica un per- tan fácil reconocer al interlocutor telefónico.
fecto acoplamiento entre la emisión de la voz y el
oı́do. Adicionalmente, las cifras anteriores implican que la
conexión entre el aparato telefónico doméstico y la
Las frecuencias emitidas central más próxima se utiliza por debajo de su ca-
Quienes poseen cualidades vocales excepcionales son pacidad real. Por tal razón, en la actualidad por es-
los cantantes clásicos, ya que suelen catalogarse por tas lı́neas se realiza la transmisión de señales de ma-
su tesitura, o capacidad para cantar una especifi- yor ancho de banda como las que requiere una cone-
ca gama de notas musicales con determinada poten- xión de internet, lo que se logra mediante el uso de
cia. Ası́, considerando que un piano moderno tie- técnicas modernas de codificación. Diferente es el ca-
ne 88 teclas (36 negras y 52 blancas, como se mues- so de la telefonı́a celular, para no hablar de las cone-
tra en la figura 2), lo que implica un registro de po- xiones más ambiciosas como la fibra óptica que in-
co más de siete octavas, las tesituras de voz más co- cluyen audio, datos e imágenes. Lo anterior se debe a
munes pueden verse en dicha figura. Debe notar- que las técnicas digitales modernas ası́ como las co-
se que en el piano se tiene desde la primera te- nexiones inalámbricas permiten transmitir además
cla: la−2 (cuya frecuencia es 27.5 Hz), hasta la últi- de la voz, datos e imágenes, las señales de control,
ma: do7 (de 4186.01 Hz), pasando por el do cen- los códigos de seguridad y la codificación que se re-
tral (do3 , correspondiente a la tecla 40, con una fre- quiere para establecer eficientemente la conexión.
cuencia de 261.626 Hz).
La voz humana también se transmite por otros me-
dios. Por ejemplo, la transmisión de radio comer-
cial en amplitud modulada (AM) sólo permite un
ancho de banda de la señal de audio (voz y músi-
ca) entre 100 Hz y 5 kHz (exactamente 4.9 kHz),
sólo un poco mayor que el de la telefonı́a. Por su
parte, la transmisión de radio comercial en frecuen-
cia modulada (FM) tiene un ancho de banda de au-
dio mayor: entre 50 Hz y 15 kHz, lo que le confie-
re su reconocida caracterı́stica de alta fidelidad. A su
Figura 2. Teclado del piano moderno y tesituras de las vez, la televisión comercial transmite la señal de au-
voces musicales.
dio en FM, pero su ancho de banda es un poco infe-
Caracterı́sticas de las voces rior al de los canales comerciales de FM, dependien-
Para mayor exactitud, en la Tabla 1 se muestran di- do del formato y de las técnicas utilizadas. Por ejem-
chas tesituras relacionando su intervalo de frecuen- 3 Los anchos de banda mencionados no son estrictos, ya
cias aproximado con los números de las teclas del que los sistemas fı́sicos no pueden realizar un corte abrupto
piano. Esta clasificación se refiere a las frecuencias de frecuencias, por lo que en todos los casos hay la presencia
que cada cantante puede emitir con fuerza en el es- de frecuencias superiores o inferiores a los lı́mites mencionados
cenario, sin embargo, fuera de éste cualquier per- que son también transmitidas, pero cada vez más atenuadas
a medida que se apartan de éstos.
sona puede producir sonidos más bajos y más agu-
El habla y la audición. Caupolicán Muñoz Gamboa. 39
Voces masculinas
Tesituras Nota inicial Tecla No. Hertz Nota final Tecla No. Hertz
Tenor do3 40 261.626 do5 64 1046.502
Barı́tono sol1 23 97.9989 mi3 - fa3 44-45 329.628-349.228
Bajo mi1 20 82.4069 mi3 44 329.628
4 Los
10 log(2) ≈ 3.01 ≈ 3 dB
lı́mites de mı́nima y máxima potencia audible son
muy claros, lo que no ocurre con las frecuencias. Esto es por-
que bajo ciertas circunstancias los lı́mites de la audición pue- lo que proporciona los 40 niveles distintos de poten-
den cubrir incluso desde los 16 Hz hasta los 45 kHz, lo cual de- cia que es posible distinguir. Por otro lado, si se to-
pende de la condición del oı́do de la persona y de la poten-
cia con la que se emite el sonido. 6 Esta percepción se ha considerado históricamente desde
5 Esto se demuestra muy fácilmente en la práctica por- los inicios de la electrónica y del tratamiento del audio, pero
que el oı́do puede escuchar los sonidos diferenciales (tam- en realidad es un poco mayor ya que en ciertos intervalos el
bién conocidos como de Tartini), fenómeno que consiste en oı́do puede diferenciar entre dos sonidos cuyas intensidades
la audición de una tercera frecuencia pura inexistente, cuan- se encuentran en una relación de 1 dB, o sea, de 1 a 1.26
do se oyen dos frecuencias puras relativamente intensas, pe- aproximadamente.
ro no muy separadas en frecuencia. La aparición de estas fre- 7 De acuerdo con la nota anterior, se tiene un mayor número
cuencias ficticias es algo común en los sistemas no lineales. de niveles cercano a 120.
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Figura 5. Diagrama de la percepción subjetivamente equivalente de los sonidos por el oı́do humano, entre el umbral
de la audición y el umbral del dolor. Adaptado de Fletcher y Munson, Robinson y Dadson, e ISO 226:2003.