Introducción A La Filosofía - Cox
Introducción A La Filosofía - Cox
Introducción A La Filosofía - Cox
dictada por
LIC. JUAN PABLO ROLDÁN
MARZO.JULIO 2012
TOMA DE APUNTES:
SEM. DANIEL TORRES COX
http://filoyteologia.wixsite.com/sintesis
ÍNDICE
I. La opción fundamental p. 1
V. División de la Filosofía p. 17
INTRODUCCIÓN A LA FILOSOFÍA
La presente es una síntesis de la materia Introducción a la filosofía dictada por el profesor Juan Pablo Roldán
en la sede de Buenos Aires de la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino durante el primer semestre
del año 2012.
I. La opción fundamental
REALISMO INMANENTISMO
Lo inútil no se busca para otra cosa sino por sí Lo útil no vale por sí mismo, sino vale en tanto
mismo. sirve para otra cosa
Las ciencias prácticas no se degradan/denigran por subordinarse a fin práctico, pues para eso existen.
Ej. Ingeniería.
En la antigüedad, lo útil era lo servil, y significaba algo menor, subordinado, opuesto a las artes
liberales.
1
Versión: Julio 2013 Sem. Daniel Torres Cox
Verdad
lógica Nihilismo [Sólo distancia].- Hay pura distancia
sin presencia. No puedo entrar en contacto con
Yo la esencia de las cosas. Nada [de lo que conozco]
Participación.- Algo que está en la cosa a nivel tiene valor.
limitado, está en Dios a nivel absoluto. Tener en
parte lo que en Dios es absoluto.
Presencia.- Dios + Mundo = Dios. [Las cosas
existen en Dios]
Distancia.- Las cosas no son Dios.
2
Versión: Julio 2013 Sem. Daniel Torres Cox
Presencia.- Al conocer algo, la cosa está en mí. Monismo.- Puedo conocer todo. Conocer es
Distancia.- La cosa no se identifica conmigo. La dominar. Sólo existe lo uno.
cosa mantiene su existencia al margen de que la
piense. Nihilismo.- No puedo conocer.
<<Todo error es una verdad que se volvió loca>> (Chesterton) Si el error no tuviera algo de verdad, sería
nada.
Amor Amor
3
Versión: Julio 2013 Sem. Daniel Torres Cox
Trascendentales Trascendentales
Cosas son verdaderas porque fueron conocidas Lo verdadero, lo bueno lo bello, son inventos del
por Dios. hombre.
Cosas son buenas porque fueron queridas [amor] Carecen de contenido propio. Todo vale.
por Dios. No hay fundamento objetivo.
Si cosas son verdaderas y buenas, son bellas.
Ocio Ocio
No es pereza. Es pereza.
Actitud necesaria para la contemplación. Mirada Es no-trabajo.
no productiva de las cosas. Mirar a alguien/algo
por lo que es, en sí mismo.
Ser receptivo a lo que las cosas son en sí mismas.
Consecuencia de receptividad a las cosas:
ASOMBRO.
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Versión: Julio 2013 Sem. Daniel Torres Cox
Asombro Aburrimiento
Contento Diversión
5
Versión: Julio 2013 Sem. Daniel Torres Cox
Fiesta Fiesta
Fiesta por excelencia: CULTO. Para la religión Puede ser un descontrol controlado.- Altamente
católica, todos los días son feria. planificada, estudiada, útil.
Centro de la semana: domingo; centro de la vida. Es útil. Ej. Permitir que la gente de una empresa
trabaje mejor.
Viaje Viaje
Diálogo Diálogo
6
Versión: Julio 2013 Sem. Daniel Torres Cox
Realismo es la postura natural, la postura del Inmanentismo es una postura que se adopta en
niño. la adultez, en la madurez. Tras mucho esfuerzo,
han abandonado la inmadurez.
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Versión: Julio 2013 Sem. Daniel Torres Cox
1. Definición nominal
2. Definición real
Causas próximas
CIENCIAS Un sector de la realidad [Cómo – fenómeno]
Razón natural
PARTICULARES cada una [conocer mediante sus
propiedades]
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Versión: Julio 2013 Sem. Daniel Torres Cox
1. <<Conflictos>>
Choque entre dos tesis relativas a ciencias particulares se da cuando unas son sostenidas por
filósofos y otras por científicos.
Problema.- Cuando uno se pasa de carril y no lo sabe/reconoce. Buen filósofo puede ser mal
científico u viceversa.
- Galileo.- Científico que erró en la ciencia [mareas eran provocadas por movimiento de traslación
de la tierra], pero acertó en teología: <<El científico dice cómo se mueve el cielo, y el teólogo cómo
llegar a él>>.
- Aborto.- Científico: <<Está vivo/no está vivo>>. Establecer cuándo algo está vivo requiere precisar
qué es la vida, y ello necesita una respuesta filosófica, no científica.
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Versión: Julio 2013 Sem. Daniel Torres Cox
a. Edad antigua
b. Edad media
1
SANGUINETI, Juan José. Lógica. 6ª edición. Navarra, EUNSA, 2002, p. 192
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Versión: Julio 2013 Sem. Daniel Torres Cox
c. Edad moderna
Descartes [S. XVII].- Coloca filosofía y ciencias particulares al mismo nivel, pero no de forma
conflictiva, sino armónica. No es inmanentista, pero sienta las bases de postura inmanentista.
[OJO: MARITAIN [Filosofía de la Naturaleza] considera que cuando hacía ciencia, creía estar
haciendo filosofía. Ej. Escribe sobre los meteoros en un tratado de filosofía.]
Comte [S. XIX].- Inicia el positivismo, según el cual, el único conocimiento verdadero es el
científico-experimental. Comte afirma que la humanidad atravesó por tres estadios o etapas:
a. Crítica 1.- ¿Cómo puedo probar esta tesis? ¿Cómo puedo someterla a experimentación? ¡Debo
creer en ella sin poder probarla! En el fondo, se trata de una tesis filosófica, no científico-
experimental. Trampa sin salida:
- Si tesis es falsa, el positivismo pierde validez.
- Si tesis es verdadera, entonces debe ser falsa, pues ella misma no es comprobable
científicamente.
b. Crítica 2.- Las guerras mundiales y progresos científicos usados para el mal han demostrado que
no es posible creer sólo en la ciencia. Necesita algo que la ordene, que la regule.
c. Crítica 3.- Positivismo se basó en una idea inadecuada de las ciencias particulares –demasiado
optimista- y de la filosofía.
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Versión: Julio 2013 Sem. Daniel Torres Cox
2
5. Abstracción y separación
FÍSICA
ABSTRACCIÓN [Se deja de lado sólo la materia sensible individual,
considerando sólo la materia sensible común]
[Separa lo que en la
realidad se MATEMÁTICA
encuentra unido]
CONOCIMIENTO [Se deja de lado la materia sensible común, considerando
INTELECTUAL únicamente la materia inteligible]
[Santo Tomás] SEPARATIO
METAFÍSICA
[Separa lo que en la
[El intelecto juzga como separado lo que en la realidad se
realidad se
encuentra separado, y unido lo que en la realidad está
encuentra
unido. Juicios se aplican a todos los entes]
separado]
6. Cuestiones adicionales
Gente que piensa que tesis del positivismo es verdadera y permanece inmutable al evidenciar su
contradicción, la ha asumido como hábito irreflexivo. Asume sin razonar.
2
SANGUINETI, Juan José. Lógica. 6ª edición. Navarra, EUNSA, 2002, p. 184-188
3
SANGUINETI, Juan José. Lógica. 6ª edición. Navarra, EUNSA, 2002, p. 184
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Versión: Julio 2013 Sem. Daniel Torres Cox
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Versión: Julio 2013 Sem. Daniel Torres Cox
1. Cuestiones previas
En términos relativos.- En algunos casos la fe puede ser más perfecta, como cuando aquel en
quien creo, tiene suficiente autoridad. Ej. Confiar en una afirmación de algún matemático o físico
que para mí sería casi imposible comprobar.
[Aparte] Forma: Lo más real. Lo que hace a algo ser lo que es. Fórmula: Pequeño. Ventana que
permite asomarme a realidad. Ej. Fórmula del credo: Lo que creo alcanza la forma, la realidad.
Fideísmo Racionalismo
[Énfasis en la fe] [Énfasis en la razón]
Creo en algo que existe y que es inexplicable La fe es un refugio para las cosas que no puedo
por la razón. Fe es superior y cree en algo que explicar. Si no las puedo explicar, las creo por
la razón no puede explicar. fe, pero al ser incapaz de dar razones, la fe es
La fe brinda certeza absoluta. No hay necesidad inferior. Es una especie de sospecha que no se
de explicaciones racionales. puede comprobar.
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Versión: Julio 2013 Sem. Daniel Torres Cox
- La fe IMPLICA RELACIÓN PERSONAL CON ALGUIEN.- Se trata de una necesidad fundamental que
puede darse a distintos niveles. Ej. Experiencias mías, hallazgo racional, relato de otros, etc. [Ojo:
Sacerdote es intermediario, no hay que creerle por su autoridad, sino por la de Dios, de quien
habla.] Quien afirma <<Creo que doctrina me parece interesante>>, no toma creencia como fe sino
filosofía.
RAZÓN
[Armonía] FE
[Analiza autoridad de
interlocutor]
[Fideísmo] FE FE
- <<ALGO>>
- Mientras no lo vea, soy libre de creer o no. Fe es un don, pero REQUIERE UNA RESPUESTA LIBRE:
1 + 1 es evidente: no soy libre de creerlo o no.
- No puede ser contradictorio; no puede ir contra las leyes del ser. Hay leyes metafísicas que no se
pueden cambiar. [Un milagro quiebra leyes físicas, no metafísicas.]
Absurdo
Irracional / contra racional
[Lo irracional también puede
[contra rationem]
ser revelado]
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Versión: Julio 2013 Sem. Daniel Torres Cox
Razón a Fe Fe a Razón
b. Entender lo creído.
[OJO: Teología sólo puede servirse de [OJO: Grandes teólogos fueron también
filosofía realista, no inmanentista] filósofos. Ej. Santo Tomás desarrolló
filosofía en tratados de teología]
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Versión: Julio 2013 Sem. Daniel Torres Cox
V. División de la Filosofía
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Versión: Julio 2013 Sem. Daniel Torres Cox
Mal Mal
Ausencia de bien debido [orden natural]. Es una Dilema: Paso a postura inmanentista porque el
privación. mal es negativo; sin embargo, aquello que
Alas y piernas son bienes. Que el hombre no consideré como malo sigue existiendo (Ej.
tenga alas no es malo, pues según orden natural, sufrimiento de niños inocentes). ¿Cómo puedo
no le son debidas. seguir sosteniendo que esto es negativo? ¿Quién
lo dice? ¿Malo con referencia a qué?
Si <<hay>> mal, entonces hay Orden natural,
pues éste me indica qué es bueno y qué es malo; Mal no puede ser privación porque si no hay
salvo se sostenga que el mal es determinado por orden, no hay algo que corresponda a alguien
orden artificial. Si hay orden natural, hay Dios. por naturaleza. Conclusión: MAL EXISTE.
Es imposible conciliar la existencia del mal con El mal es la finitud: Todas las cosas están
un Dios bueno y omnipotente: éste evitaría que destinadas a disolverse en el todo… todo es UNO,
haya mal en el mundo. no hay límites. Todo aquello que limite, es malo;
en tanto lo que tiene límites es lo finito, todo lo
finito –por ser finito- es malo.
El mal es histórico. El mal no existe, no fue El mal es ontológico, es decir, EXISTE. Es el ser
creado por Dios, no hay mal ontológico. Si no hay mismo, es la finitud, todo es mal.
mal ontológico, éste debió haberse producido
en un momento determinado –debido a la
libertad del hombre-, por lo tanto, es histórico.
Toda postura realista del mal obliga a reconocer
un <<pecado original>>: un momento histórico
en el cual el mal apareció, un primer mal hecho
<<libremente>>.
Teología que niegue pecado original [<<es una Sólo hay una cosa, un todo. Todo tiende
metáfora>>] afirma que el mal existe inevitablemente a disolverse en el todo.
ontológicamente. Lo infinito es el todo que se va comiendo lo
infinito.
Dios es amigable, dio el ser a todo y quiere que Dios [el todo, lo infinito] es hostil porque devora
todo exista. lo finito. Mors tua, vita mea.
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Versión: Julio 2013 Sem. Daniel Torres Cox
[Realismo]
-Mal moral y mal físico-
Mal moral.- Tiene su origen en la libertad [como condición de posibilidad]. Es más grave. Un fin
bueno nunca justifica un mal moral. No hay paz, alegría.
OJO: La materia siempre fue corruptible. Dios eximió dicho efecto para el hombre con un trato
diferenciado, el cual el propio hombre perdió a causa del pecado original [<<Si comen de este fruto,
morirán>>]. Puedo sostener un objeto en el aire, pero eso no elimina la atracción que tiene con el
centro de la tierra.
Libertad Libertad
Es creada, limitada: Hay cosa que puedo y no Si existe un orden, no soy libre.
puedo hacer. Libertad es hacer lo que quiero, sin límites.
Límite es plenificante: el límite me dice aquello Autodeterminación sin interferencia.
que me es propio.
Realmente no existe la libertad.- Si soy limitado,
Cosas existen porque Dios las piensa [Correcto]. finito –pues lo soy-, no estoy destinado a mi
Dios piensa las cosas porque existen [Incorrecto]. plenitud, sino a disolverme en el todo infinito.
No importa las elecciones que haga, estoy
¿Lo hice porque Dios lo sabe, o Dios lo sabe condenado a la desaparición. En esa línea, soy
porque lo hice? una especie de engranaje de una gran máquina.
Si obro mal porque Dios lo sabía, ¿Soy realmente
libre? ¿Dios es autor del mal? Para ser libre tengo que ser algo consistente. Si
yo me disuelvo en el todo, no puedo ser principio
Dios no interviene para respetar libertad… ¿del de algo.
asesino o del asesinado?
¿Dios puede hacer el mal? ¿Dios es menos libre
si no puede obrar mal?
Dios no puede hacer el mal porque no puede
obrar de forma deficiente. Es el ser más libre.
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Versión: Julio 2013 Sem. Daniel Torres Cox
[Realismo]
-Libertad-
xxxxxxooooo
Bien Mal
Mal planteado
Planteo correcto:
Bien
xxxxxx
oooo
xxxxxx Mal
Bien [Bien hecho
defectuosamente]
Acto malo: Bien + Bien no hecho/bien hecho defectuosamente. [En ambos casos, hay un bien que
debió hacerse y no se hizo.]
[Realismo]
Libertad. Causas.
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Versión: Julio 2013 Sem. Daniel Torres Cox
[Realismo]
Libertad y libre albedrío
Libertad.- Primer analogado. Es la de quien alcanzó la visión beatífica. No hay error: contemplo el bien
absoluto y voy hacia él.
Libre albedrío.- <<libertad>> que tenemos en este mundo, en el cual no contemplamos el bien
absoluto, y en consecuencia, podemos <<elegir>> el mal. OJO: No es libertad.
Principio: <<Aquello de lo cual se origina algo>>. Se puede estar en potencia o estar en acto, pero
Como principios, acto y potencia pueden ambos no pueden existir simultáneamente.
encontrarse simultáneamente. Ej. Estar sentado [potencia de caminar] y
Son diferentes, pero NO SON DOS COSAS caminando [acto de caminar].
DIFERENTES.
Ej. Folder.- Materia: plástico; forma: rectángulo.
Materia y forma son diferentes, pero no son dos
cosas diferentes; no puedo separarlas.
21
Versión: Julio 2013 Sem. Daniel Torres Cox
[Realismo]
Dios: Acto puro
Todo ser que alberga en su constitución un elemento actual y un elemento potencial necesita moverse
para alcanzar la perfección.
Dios es perfecto y no necesita moverse. Es acto puro.
Dios 1 Dios 2
Si ambos son Dios, deben tener algo en común [Acto de ser] y algo que los diferencia [Potencia] Si no
es acto puro, no es perfecto.
¿Pueden ser actos puros diferentes? Si ambos son actos puros, la diferencia entre ambos debe ser
potencia, pues la potencia diversifica al acto.
Acto y potencia
ac
posibilidades.
rti
Pa
22
Versión: Julio 2013 Sem. Daniel Torres Cox
[Realismo]
¿Dios se interesa por nosotros?
Si Dios es siempre igual, ¿se interesa por lo que nos sucede? ¿Se entristece si hacemos algo mal?
Todo lo bueno está en Dios pero sin finitud, de manera absoluta. ANALOGÍA.
C.S. Lewis.- Algo de activo y pasivo.
Ej. Tristeza o compasión por los demás: lloro en el funeral de otro.
- 95% por el dolor que me causa a mí [pasivo, me afecta]
- 5% por dolor que causa al otro [activo, me involucro] Esto es bueno y está en Dios en un nivel
absoluto, ilimitado, infinito, difícil de pensar.
Ej. Tomar café: Es algo bueno y algo limitado. Lo bueno está en Dios en grado infinito.
Substancia
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Versión: Julio 2013 Sem. Daniel Torres Cox
[Realismo]
Constitución última / más profunda
Forma
Acto Substancia substancial
Materia
Potencia Accidentes
Acto Acto de ser
[como principios]
Si esta es la constitución última de todo, Esencia
Potencia
entonces todos los seres son materiales, también
los ángeles y Dios. Debe haber una constitución
más profunda --->
Acto de ser.- Lo que me hace ser/existir. Acto más profundo del cual brotan todas las perfecciones de
un ser.
- Todas mis perfecciones existen como consecuencia de mi acto de ser.
- El acto de ser es propio de cada uno, no es común, por más que cada quien tenga el suyo.
- Yo SOY [OJO: no <<tengo>>] con un acto de ser único.
- Participar del acto de ser no quiere decir que cada quien tenga una parte de Dios. Yo participo del
acto de ser de Dios: lo que en mí es limitado, en Dios es ilimitado.
[Realismo]
Algunos apuntes
La materia diversifica la forma substancia. Sólo hay varios individuos de la misma especie en el mundo
material. Ángeles: Cada uno es de una especie diferente.
No es que tengo en común con otros seres la esencia o el acto de ser. No son dos cosas para que
puedan ser compartidas. Son principios: MI esencia concretizada limita MI acto de ser.
Esencia dice qué medida de perfección tiene algo. El ser material más perfecto es el espiritual:
HOMBRE.
24
Versión: Julio 2013 Sem. Daniel Torres Cox
Forma
substancial
Acto de ser Substancia
Materia ex qua
Ente [materia prima]
Esencia
Forma
Accidente accidental
[existe en la
substancia]
Materia in qua
25
Versión: Julio 2013 Sem. Daniel Torres Cox
POSTURAS ÉTICAS
Postura realista requiere actividad filosófica para ser descubierta. Se trata de una postura nueva. La
gente común no piensa en ella, pues es una postura filosófica.
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Versión: Julio 2013 Sem. Daniel Torres Cox
Visión antropológica
PUGNA:
Potencia Objeto
Ej. Deseo de placer Ej. Algo placentero Dominio
Represión
FRUSTRACIÓN [Fraus: engaño].- Pienso que voy a Psicoanálisis [De <<derecha>>: gana represión
encontrar algo donde no está. Todas estas (Freud); de <<izquierda>>: gana liberación (W.
posturas éticas frustran. Reich)]
- Yo/super yo [Dominio]
- Ello [Liberación].- Pulsión de vida [eros] y
pulsión de muerte [tanatos]. Esta gana, todos
al final mueren.
Lo profundo es:
- Incomunicable operativamente.- Lo que
realmente quiero es dominar, usar, etc.; y no
puede ser revelado.
- Comunicable ontológicamente.- Es común a
todos, no hay límites, todo se pierde en el
infinito; todo es todo, el ser se comunica.
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Versión: Julio 2013 Sem. Daniel Torres Cox
INMANENTISMO REALISMO
Lo profundo es:
- Incomunicable ontológicamente.- El núcleo espiritual es lo máximamente incomunicable. Cada ser es
único e irrepetible, por lo tanto, no hay comunicabilidad. Cada ser es uno y uno diferente.
- Comunicable operativamente.- Puedo conocer y querer al otro por lo que es. El placer puede ser un
medio para el conocimiento del otro. En el inmanentismo, hay incomunicabilidad operativa porque
quiero usar al otro: hay máscaras, engaños, quiero servirme del otro por placer.
Deseos desordenados, perversos.- Aros externos se separan del fondo espiritual, central. Uno se
refugia en el placer (Ej. placer sexual, alcohol, etc.) como consecuencia de desintegración. Un
inmanentista <<libera>> el placer sexual; un realista integra la sexualidad al espíritu.
Don Juan.- FRUSTRADO. Incapaz de querer a alguna mujer y trata de compensar dicha incapacidad con
la cantidad de mujeres. Ausencia de relación profunda, incapaz de relacionarse auténticamente.
[Consumismo.- Primacía de la cantidad sobre la calidad]
Object [persona] seeking.- No pleasure seeking. Recién nacidos con menos aparatos y más contacto
sobreviven más que los con muchos aparatos (necesidades cubiertas) pero poco contacto.
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Versión: Julio 2013 Sem. Daniel Torres Cox
Pecado Pecado
Santo Tomás: Acto contra inclinación natural. Pecar.- No aguantarse. Caldero de hirvientes
Hago lo que naturalmente no quiero hacer. excitaciones explota.
San Agustín:
- Aversión a Dios.- Es lo principal y necesario.
- Conversión a las creaturas.- No es posible
pecar sólo por esto.
29
Versión: Julio 2013 Sem. Daniel Torres Cox
[Realismo]
Potencias fundamentales [que pueden desordenarse]
Metal templado.- Forjado en su punto justo, con sus máximas potencialidades desplegadas.
Instrumento musical templado/afinado.- Sonido máximamente bello.
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ANEXO: Grandes constantes metafísicas4
Hay que aprender a distinguir entre los grandes principios metafísicos que van en la
intención, de ciertos principios técnicos. ¿Qué hay que hacer, entonces, para ver de un autor su
intención más profunda? ¿Cómo se puede juzgar a un autor, qué hay que ver de un autor para
juzgarlo en su intención profunda? Es importante hacer este ejercicio porque, si no, ¿cómo hace
uno para hacer justicia con un autor que hable otro lenguaje que el escolástico, por ejemplo? Si
uno por ejemplo aprendió técnicamente la filosofía de Tomás y va a leer a un autor
contemporáneo o moderno que no hable ni de acto ni de potencia, ni de esencia, etc. ¿Cómo lo
juzgamos para ver si es realista o inmanentista?
El tema es que clásicamente, a partir del iluminismo y del hegelianismo, para distinguir
entre realismo e inmanentismo se puso hincapié en el tema gnoseológico. Se parte del sujeto o se
parte del objeto. En general se decía que hasta la edad media se partía del objeto, y a partir de
Descartes con el cogito, “pienso luego existo”, se piensa a partir del sujeto. El tema es que esa
divisoria van a ver que es más bien de nivel técnico que trajo muchas complicaciones, porque
¿dónde pongo a la línea agustinista que parte del sujeto sobre todo? ¿Ya es inmanentista? ¿Y
dónde pongo a todos los autores materialistas o empiristas que hablan de que hay una realidad
distinta de mi, etc., pero que esa realidad no tiene esencias ni tiene orden, etc.? ¿Serían realistas?
Y eso, adoptar los criterios del iluminismo y del hegelianismo, fue lo que produjo muchas
desinteligencias inclusive dentro de la filosofía cristiana misma. Vieron que hubo una pelea hace
siglos entre agustinistas y tomistas. Sin embargo, no eran opuestas. Entonces, el criterio, más que
gnoseológico, es metafísico. Hay ciertas constantes metafísicas claves (ésta es la hipótesis)
intimísimamente unidas, o sea que se las puede enunciar, no “enumerando una yuxtapuesta a la
otra” (fíjate en esto, después en aquello, etc.), sino que una inmediatamente va a la otra, y
nombrando una enseguida se nombra a las otras. Es una unidad tan férrea entre esas constantes
metafísicas que yo puedo estar seguro de que si encuentro una, encuentro las otras. Entonces,
buscando esas constantes metafísicas en un autor, yo puedo sin temor a hacerle injusticia, ver cuál
es su intención profunda. O sea, no es que se equivocó técnicamente en un problema y sacó tales
conclusiones erróneas. Sino que si tiene esas constantes metafísicas yo estoy seguro que se
definió por tal cosa y tal otra. Vamos a ver ahora cuáles son esas constantes metafísicas.
Recordemos que estamos analizando a grandes filósofos, y distingo a los grandes filósofos
de los mediocres por la unidad que deviene de su intención fundamental que anima a toda su
filosofía. El que escribe hoy una cosa y mañana otra contradiciéndose, no es un gran filósofo. Los
grandes filósofos, ya lo decía Nietzsche, son grandes porque están animados por un fuego, por una
unidad, que le viene de esa visión primordial de la cual todo su sistema, toda su filosofía trata de
ser expresión. Acordémonos también de que mal puro, así como la nada, o el error puro,
obviamente no existe. Chesterton decía que un error es una verdad que se volvió loca. Es una
4
Texto proporcionado por el profesor.
31
parte de la verdad que se exacerbó en contra de otra. Entonces, en los grandes filósofos, que son
espíritus superiores, poderosos, hay grandes visiones profundísimas, y se las puede buscar en
Hegel o en Nietzsche, y grandes cosas, porque más allá de que radicalizaron un aspecto y eso los
llevó a una cierta ceguera en muchos otros aspectos, siempre se les cuela filosofía inclusive
positiva, aún en contra de su intención fundamental. Entonces, su intención fundamental es como
una visión parcializada de la realidad. Así como un pecado no es la búsqueda del mal en sí mismo
sino que es la búsqueda de un bien absolutizado o parcializado, lo mismo pasa con las filosofías
inmanentistas que pueden llegar a ser geniales. Por eso yo a veces, para evitar este tipo de
equívocos prefiero decir “intención fundamental” en lugar de “visión fundamental”, pero inclusive
se podría decir intuición fundamental.
32
Veamos las constantes metafísicas y van a ver que no es un simplismo reducir a los autores
por ellas, porque no se pueden aceptar esas constantes sin una opción fundamental. Otra cosa es,
si pienso que es un simplismo y es injusto reducir el tema a cuestiones técnicas, o al tema
gnoseológico. Pero cuando se va a las constantes metafísicas que hay por detrás, tienen tal
unidad, a uno se le imponen tan claramente y tan contundentemente, que no se pueden adoptar
unas por inadvertencia.
Por otro lado, a no ser que alguno haya sido preservado de las consecuencias del pecado
original o cosas por el estilo, será experiencia diaria suya, como mía, que mil veces no hacemos lo
que pensamos que deberíamos hacer, no pesamos como deberíamos, falseamos la realidad, por
un fin práctico llegamos a conclusiones que no son tales, usamos la razón para violentar a otros
queriendo imponernos a ellos, yo creo que eso es experiencia diaria de cualquiera. Entonces, si
uno experimenta en sí mismo eso, no es tan raro ver estas cuestiones trasladadas a grandes
sistemas filosóficos. Yo en el origen de todas estas concepciones veo la respuesta que da cada
hombre y cada filósofo a un tema filosófico que es clave, que es como la encrucijada filosófica
existencial por la que atraviesan todos los hombres y todos los filósofos en particular, que es la
encrucijada del dualismo, y después la veremos. Para mí, dentro de las muchas posibilidades por
las que alguien se hace inmanentista, para mí quizá la clave que aglutina a todas las otras es ese
tema de la tentación o el problema o la encrucijada dualista (junto con los temas, íntimamente
unidos a éste, del mal y de la libertad), y la respuesta o la salida de él. Enseguida lo veremos.
Les propongo, insisto, a modo de hipótesis, ver cuáles son esas claves metafísicas.
Entonces, propongo por un motivo didáctico dibujar dos triángulos, que corresponden a la postura
realista y la inmanentista. En cada uno de sus vértices de esos triángulos, está una gran constante
metafísica que lleva indisolublemente a las otras constantes.
Por ejemplo, es típico partir en el realismo de una visión de la realidad creada, ordenada.
Aquí hay un orden que obviamente es natural, y que haya orden natural implica, porque que las
cosas ordenadas quiere decir que cada una está en su lugar, que esta no es aquella, cada una es
cada una, implica necesariamente que hay finitud. Decir que hay finitud significa que cada una
tiene su plenitud dentro de sus límites, es decir, que hay consistencia. Ven que sólo si hay finitud
hay orden, y sólo si hay orden hay finitud, porque hay límite y cada cosa es plena dentro de sus
límites. O sea que aquí los límites son algo bueno. No algo que reprime, sino algo que permite la
plenitud. Entonces, si hay límites, Dios es trascendente. Porque si las cosas terminan acá, porque
tienen límite, porque hay finitud, Dios no es las cosas, está más allá, es trascendente. Pero, es un
Dios creador. Por eso es que, en términos de la filosofía contemporánea y menos técnicos, se
puede decir que en el realismo siempre la clave es que en todos los temas hay una relación de
presencia y distancia: a nivel vertical, porque, en la relación de Dios con las creaturas, Dios está
presente en las cosas porque son ordenadas, verdaderas, etc., pero Dios no es las cosas. Van a ver
que eso es clave y en el tomismo se llama técnicamente la doctrina de la participación. Las cosas
participan de Dios y Dios no es las cosas. Ahora, esa presencia y distancia de tipo vertical de Dios a
33
las creaturas implica, y eso es importante en antropología, una presencia y distancia de nivel
horizontal, entre las cosas. Para un realista, las cosas pueden entablar entre sí cierta
comunicación: una cosa puede conocer a otra, una cosa puede querer a otra, etc. Recuerdan que
el conocimiento es hacerse lo otro en tanto que otro. Ven que hay una relación de presencia y
distancia. Hacerse lo otro, presencia de lo otro en mí; en tanto que otro, distancia. Entonces, las
cosas pueden tener esa relación de presencia y distancia que implique una comunicación
profunda, precisamente, porque esa relación a nivel horizontal se basa en la vertical: yo puedo
entablar relaciones con las cosas precisamente porque las cosas tienen un origen común, tienen
una cierta hermandad, que a mí me permite tomar contacto, tener cierto conocimiento, de
aquello que es “hermano” mío. Lo mismo ocurre en el amor. ¿Por qué yo puedo querer a otra
persona? En el amor siempre hay una relación de presencia y distancia. El amor es unitivo, dos que
se aman son uno mismo, pero siempre hay distancia, porque si no sería amor. Si es confusión, un
amor panteísta o de dominio, no hay verdadero amor. Van a ver que todo inmanentismo, como es
una negación de cierto aspecto del realismo, como es una exacerbación de un aspecto, siempre va
a ser o presencia sin distancia, o distancia sin presencia. Éstas son posturas inmanentistas
extremas. Como postura neta extrema acerca de la relación entre Dios y las cosas una filosofía de
presencia de Dios sin distancia sería un monismo o panteísmo; y distancia sin presencia sería un
nihilismo, un nominalismo extremo. Que haya cosas sin ningún sentido y sin ninguna relación.
Después van a ver que nihilismo - monismo, que son las dos grandes posturas inmanentistas
extremas, son dos caras de la misma moneda: todo gran monista fue nihilista y todo gran nihilista
fue monista. Hegel, siendo monista era muy nihilista. Nietzsche, siendo nihilista, era claramente
monista. Uno lleva al otro. Y van a ver que eso que se da a nivel vertical se va a dar a nivel
horizontal, por ejemplo en la teoría del conocimiento. A nivel inmanentista está la teoría del
conocimiento donde el sujeto se impone sobre el objeto, imponiéndose totalmente, una doctrina
del conocimiento del dominio y de no respeto a las cosas, y de proyectar mis categorías sobre las
cosas, presencia sin distancia; o una doctrina en la cual las cosas están allá y yo no puedo conocer
nada, escepticismo. Así ocurre con todos los temas. Inmanentismo siempre es una radicalización
de un aspecto.
En el otro vértice que falta, es el tema que es aparentemente el talón de Aquiles del
realismo, y la clave del origen de ciertos inmanentistas. Porque los inmanentistas le dicen a los
realistas: son pobres infelices ustedes, la idea de una realidad ordenada, de un Dios bueno, de un
mundo donde todo está hecho para bien, donde todo está pensado de antemano, donde todo es
bueno y verdadero, etc. ¿dónde está eso, qué contemplaste, dónde lo viste? Todo esto (todo el
triángulo) es una gran fantasmagoría que no tiene sentido precisamente por este tema del mal. No
se dejen llevar por sus impulsos infantiles, acá hay mal, cosas terribles, hay aberraciones, hay
cosas imposibles de aceptar. Todo esto que dicen ustedes los realistas es una especie de insulto,
de bofetada al sufrimiento humano. ¿Cómo es eso de qué hay un mundo tan bueno? Sobre todo a
la filosofía contemporánea este tema la ha marcado mucho después de cierta crisis,
particularmente el siglo XVIII, que es la caída de todos los optimismos. En el siglo XVIII sucede el
terremoto de Lisboa (1755), que es lo que hizo a Voltaire cambiar de opinión, que al principio le
gustaba un poco el optimismo leibniziano, y a partir de ahí se radicalizó cada vez más el planteo
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sobre el mal en el mundo. Con ciertas idas y vueltas, con Hegel medio se minimizó la cuestión,
después volvió a salir en relieve. Una obra clave, que es punto de referencia para toda la filosofía y
literatura contemporánea, que quedó como una especie de arquetipo del planteo de este tema, es
la obra del ruso Dostoyevski: Los hermanos Karamazov. Habría que leer sobre todo el capítulo en
que hay un diálogo entre Ivan K., que es el ateo, racionalista, etc., y Alioscha K, que es un monje,
un místico, etc. El tema es la confrontación entre la visión de Alioscha, realista ingenuo, que ve
sólo un mundo bueno, e Iván que dice algo así como: supongamos que yo acepte que existe un
Dios. Pero si yo acepto que existe tu Dios no acepto este mundo que creó, yo me bajo, devuelvo la
entrada. El tema que a Iván le parece más sensible y más a responder por un realista es el del
sufrimiento de los niños, de los inocentes. Entonces dice, tu Dios permite esto. Es más, vos me
decís que es para una armonía mayor, entonces la armonía mayor de tu Dios se basa en las
aberraciones. Nadie, evidentemente, puede aceptar eso, ese medio no puede ser justificado por
los fines. Si hay un Dios que puede permitir una cosa así, no lo impide, no es bueno, algo así como
el argumento de Pierre Bayle que dice que aquel que pudiendo impedir un mal no lo impide no es
bueno. Algo así como si una madre, pudiendo impedir que su hijo muera de hambre, lo deja morir
de hambre, ella no se puede excusar y decir “pero yo no lo maté, yo lo permití”, cualquiera diría
que esa madre es culpable. Lo mismo para Dios, si pudiendo impedirlo no lo impide, entonces
obviamente no es bueno. Entonces, este es un tema muy difícil, y en la historia de la filosofía
moderna van a ver que muchos autores lo han pensado y lo tratan muy explícitamente. Es uno de
los temas clave de la filosofía. Entonces, qué responde un autor a este tema es decisivo.
Sin entrar en detalles porque éste es un tema muy profundo, la doctrina realista dice que
el mal es ausencia de bien debido. No basta decir ausencia o negación de bien porque sería la
teoría opuesta. Sería decir que toda finitud es mala, porque en toda finitud hay ausencia de bien,
porque no es todo. Entonces todo lo finito sería malo como ser finito. Y ésa es la teoría
exactamente opuesta a la que estamos explicando, que lo finito es bueno en la medida en que es
finito, y es malo si se sale de los límites. Entonces, el mal es una privación. Ahora, ¿qué relación,
para que vean que no es una mera yuxtaposición de temas, inmediata, directísima, hay entre el
mal como privación y la finitud y el orden? ¿Por qué no puedo concebir el mal como privación si
no hay finitud? Porque yo para decir que a algo le falta algo mi punto de referencia es lo debido. Si
le falta algo de lo que tiene que tener adentro sé que hay mal. Si no, no hay mal. Si a un hombre le
faltan alas, es una falta pero no es mal. Por eso ven que no se puede aceptar una cosa sin la otra.
Ven que un tema va al otro. Tanto es así que vieron que para el inmanentismo el mal es una
especie de escándalo, sería un argumento contra el realismo, porque si hay mal cómo puede
existir Dios. Aquella pregunta clásica que ya dice Santo Tomás: si Deus est, unde malum? (si existe
Dios, ¿de dónde viene el mal, cómo puede haber mal? Si uno lo ve en su profundidad el tema, si
hay mal, Dios existe, es más, el mal sería el punto de partida de una prueba de la existencia de
Dios. Porque si hay mal como privación quiere decir que hay finitud, y si hay finitud hay orden y
hay Dios.
Aclaración: el mal es una cuestión de hecho y no de derecho, no es que porque hay finitud
necesariamente hay mal. Esa sería precisamente la postura inmanentista. Por eso en el vértice del
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mal está la libertad. Todo realista acepta que hay una libertad finita, creada. Si no hubiera libertad
no podría haber mal (al menos, el mal más grave, el moral).
Fíjense que el problema de todo inmanentista extremo, que niega que Dios sea
trascendente, es el siguiente. Por ej. Ivan K dice que hay unos crímenes horribles, que yo no puedo
aceptar el mal, que es inaceptable un Dios que permita estas atrocidades, entonces termina
diciendo “no hay Dios”. Ahora, y éste es el gran problema, la gran cruz de los inmanentistas es que
empiezan negando a Dios precisamente por tratar de justificar el tema del mal, o por tratar de
justificar el tema de la libertad, y terminan negando las dos cosas, tanto el mal como la libertad.
¿Por qué motivo? Porque si no hay Dios, o si Dios no es trascendente, acá no puede haber orden
natural y no puede haber finitud. En el monismo es como que lo infinito se mete en lo finito y lo
finito estalla, no hay límites, no hay orden. Entonces, si no hay esencias, si no hay orden ¿puede
haber mal como privación? ¿Yo puedo decir que a cada uno le corresponde algo y que por eso hay
mal si no lo tiene? No, porque yo para saber que algo está privado de algo que debería tener
tengo que pensar que hay esencias y que hay orden. ¿Y si nada puede estar privado de nada, por
qué digo que es un crimen atroz matar esos niños? No sería ningún crimen. El gran problema de
los inmanentistas es que comienzan rechazando a Dios por negar el mal para después decir que el
mal no es malo. Entonces ¿por qué se habían escandalizado? Esto es un problema interior del
inmanentismo sin solución, pero que muchos inmanentistas lo ven y por él son llevados a grandes
torturas interiores. Por ejemplo si uno lee a Nietzsche o a Camus, van a ver que es algo que los
tortura. Por ej., Nietzsche, rechaza a Dios para salvar su libertad porque le parece que si hay Dios
no puede haber libertad. Ahora, si no hay Dios, y no hay entonces finitud ni orden, cada ser finito
no está destinado a su plenitud como finito, entonces yo como ser finito no estoy destinado a mi
plenitud, soy una parte que se tiene que disolver en el todo. Entonces yo no tengo libertad ni
realización personal ni nada que se le parezca. Soy una especie de engranaje de una gran cosa, por
eso es que Nietzsche siendo nihilista era muy monista. Era hegeliano inclusive, podría decirse, a
pesar de que lo criticaba a Hegel. Entonces sentía, junto con ese deseo de omnipotencia y libertad
personal, como una especie de frío que lo agarraba por la nuca y lo iba llevando hacia donde no se
puede resistir.
Entonces, si en un autor descubrimos una de estas constantes van a ver que descubrimos
todas las otras. Porque tienen una unidad intimísima. No se puede aceptar las unas sin aceptar las
otras. Entonces, si un autor es muy profundo en el tema de la libertad, implícita o explícitamente
están los otros temas. Y eso no es una cuestión técnica, es una posición muy clara.
-Nueva clase-
Estábamos terminando de ver, para poder juzgar a los autores en profundidad, más allá de
juicios ideológicos, etc., lo que serían estos aspectos más profundos que hay que ver de cada
autor, que serían las constantes metafísicas.
Dentro de esas constantes metafísicas están las del realismo y las del inmanentismo.
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Recuerden que esto era para ver la intención profunda de un autor.
Para el inmanentismo no hay orden natural, y obviamente no hay finitud. Porque si no hay
límites en las cosas que las distinga, no puede haber cosas finitas. Ahora, si esto es así, obviamente
Dios no es trascendente sino inmanente. Dios penetra en las mismas cosas y se confunde con
ellas. Por eso decíamos, hay una finitización de lo infinito o una infinitización de lo finito. O, lo que
es lo mismo, hay una presencia sin distancia o una distancia sin presencia. Entonces, el próximo
tema sería el del mal. En este contexto ¿qué es el mal? Gran parte de los inmanentistas comienzan
por rechazar una metafísica realista precisamente por el tema del mal. Porque esa noción de
orden de la que hablan los realistas, y de un creador bueno e inteligente aparentemente sería
incompatible con esta existencia del mal en el mundo. Por eso es que muchos dicen que por eso
no hay orden, no hay Dios, etc. Ahora, en este contexto, negando el orden y negando a Dios, ¿en
qué se transforma el mal? ¿Qué es el mal? Porque fíjense que el mal ya no puede ser una cierta
privación como lo era para el realismo. ¿Por qué?5 No puede ser porque no habiendo limites yo no
tengo punto de referencia para decir si algo es propio de su esencia o no. Entonces, van a ver que
en todos los autores inmanentistas aparecen estas constantes muy claramente. Y respecto del mal
en todos los inmanentistas, por lo pronto, no hay nada claramente malo, lo cual ya de entrada, y
antes de profundizar en acerca de lo que es, es una cierta paradoja y es un problema muy serio
para ellos. Porque supónganse, por ejemplo, ese pasaje tan famoso que todos los filósofos tienen
en cuenta, de los hermanos Karamasov de Dostoievski. Allí Ivan, el hermano ateo, racionalista, le
decía al hermano creyente que este Dios que permite el asesinato de niños, la tortura de
inocentes y cosas por el estilo, que son cosas aberrantes que el espíritu se resiste a aceptar, este
Dios no puede existir, no es un Dios bueno, no existe Dios. Y después tenía que terminar diciendo
que esas muertes de niños, esas torturas a niños por el estilo, etc., no son malas. Fíjense que esa
paradoja, esa parábola tan extraña, siempre la describen todos los inmanentistas que lo sienten
como un gran desgarro. Rechazar a Dios, rechazar el orden por el tema del mal, para después decir
que no hay mal. Eso pasa en todos. Se pueden dar muchísimos ejemplos al respecto. Pero
entonces ¿qué es el mal para una postura inmanentista? Fíjense que el mal, precisamente,
empieza a ser necesario, ya no libre, viene a ser ontológico, tiende a ser consistente, porque el mal
comienza a ser la finitud. Esta finitud que positivamente no está, es precisamente algo negativo.
Pues dentro de la postura inmanentista el mal es no tener todo. De tal manera que todo lo finito
por ser finito es malo. O lo que es lo mismo, si lo único que existe es un único ser, una única
substancia, si eso es lo único que existe todas las cosas finitas en sí mismas no tienen consistencia,
son apariencia, están destinadas no a ser plenas sino a disolverse en el todo. Supónganse ustedes
un totalitarismo que puede ser marxista, o nazi, o fascista. Cada uno de los individuos está
5
Comentario. entre paréntesis de Roldán: ¿el mal es “pasarse de la raya”, “pasarse del límite” o “quedarse
más acá de la raya”? No debe entenderse como que ese pasarse de la raya es, suponiendo que el límite está
(dibujo un cuadrado) en el contorno del cuadrado, como si hubiera una fuerza muy grande afuera y te pasas
de ese límite. Ahora, ese pasarse del área del cuadrado ¿es más que el área del cuadrado? No, en realidad
pasarse de los límites del cuadrado metafísicamente es quedarse más acá, reducir el área del cuadrado. Si
fuera aumentarla, entonces sería que en el mal, en el vicio, o lo que sea, hay más que en el orden. Entonces
fíjense que no sería “pasarse”, porque al decir pasarse parece que hay más, y en realidad hay menos.
37
destinado a disolverse en el todo. Justamente lo supremamente malo es que alguien se quiera
sustraer a eso, que alguien quiera ser en eso individual. Por eso el individuo está hecho para
alimentar al todo, es una parte del todo. Fíjense que en la postura realista cada uno de los seres
tiene su lugar propio, tiene su consistencia propia y está hecha para su plenitud. Acá, en cambio,
lo finito está hecho para su destrucción. No puede tener consistencia propia, se tiene que
necesariamente disolver en el todo. Es por ejemplo, como decía Hegel, es como si el infinito le
dijera a lo finito: mors tua vita mea (tu muerte es mi vida). Porque se va alimentando de la
destrucción de todos los seres finitos. Entonces, lo finito en tanto que tal, siempre está destinado
a destruirse. Y lo malo son precisamente los límites, porque los límites siempre son artificiales. Eso
es lo que sucede en ética, y en tantos autores que tratan este tema de la filosofía moderna, de que
todo límite es malo y es represivo, no puede haber límites naturales. Fíjense que en el realismo los
limites precisamente porque son naturales, plenifican a cada sustancia. Acá en cambio, los limites
siempre la empobrecen, me reprimen, etc. Por eso tienen este origen por ejemplo doctrinas
morales como las iluministas, o doctrinas antropológicas y morales como la freudiana. Donde hay
por ejemplo, un “Ello” que es un deseo oceánico de todo placer, y siempre un superyó que
siempre reprime, que siempre limita. Siempre el límite es malo. Por ejemplo, esa obra tan famosa
e importante de Freud que se llama El malestar en la cultura. Allí Freud dice, fíjense el nombre,
que todo hombre tiene ese impulso de placer como infinito. Entonces lo que sucede es que si
tratara de satisfacerlo, obviamente chocaría con lo demás y sería su destrucción. Entonces tiene
que limitarse, pero ese límite siempre es represivo, siempre implica menos placer. Por eso la
cultura, que es toda la limitación de esos impulsos, va reprimiendo cada vez más. Por eso tiene
que avanzar la cultura, porque si no perecemos, y con la técnica y todo esto vamos viviendo más,
pero a medida que avanza la cultura avanza el malestar. Porque cada vez somos más reprimidos y
cada vez nuestros deseos más íntimos se cumplen menos. Por esto es un tema fundamental de
todas las filosofías y de todas las éticas. Por ejemplo a Freud en esto le responde un autor de la
escuela de Frankfurt que se llama Marcuse. Él era tenido por ideólogo de la revolución de la
Sorbona y después las universidades americanas, en el 68 en Francia. Un autor aparentemente de
la liberación sexual y cosas por el estilo. Sin embargo Marcuse escribe una obra que se llama Eros y
civilización. Esa obra quiere ser la respuesta a El malestar en la cultura. Porque lo que propone en
esa obra es que puede haber eros, o sea impulso, instinto o lo que sea, no contrapuesto a
civilización, y civilización no contrapuesta o limitadora de eros. Eso quiere decir que puede haber
límites que plenifiquen y que no sean represivos. Decir que hay límites que plenifican y que no
sean represivos es decir que hay límites naturales. O sea, es decir que hay finitud. Porque decir
que hay finitud significa decir que hay consistencia en lo finito y que hay plenitud dentro de los
límites. Este tema de que haya o no haya límites es un tema central de la filosofía de todas las
épocas y sirve para distinguir realismo de inmanentismo.
Pregunta: que no haya límites daría entender como que hay una libertad plena. Respuesta:
Por lo pronto está la paradoja ésta del mal, porque yo niego a Dios y a todo el orden porque hay
mal, y después termino negando el mal. Con el tema de la libertad, es el otro tema donde pasa lo
mismo. Comienzo negando a Dios o al orden para ser totalmente libre, porque siento que Dios y el
orden me limitan, pero en la medida en que yo niego a Dios y niego al orden también tengo que
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negar la libertad, porque todo es necesario. Como yo en el fondo no soy nada y estoy destinado a
perecer, no puede aspirar libremente a ninguna plenitud. Por eso, los grandes inmanentistas,
monistas o nihilistas, a la par que buscaron la libertad sintieron que la libertad se disolvía en sí
misma. Nietzsche, que quería buscar y llegar al superhombre, terminaba diciendo “yo termino
dándome cuenta de que todo es trágico, de que yo soy parte de un todo impersonal que me va
devorando, siento una especie de frío en la nuca que me va atrapando” y justamente no soy libre.
Todos los grandes inmanentistas lo han dicho, van a ver que es un tema central. Por ejemplo
Spinoza, que es un gran monista, un gran inmanentista. Y aparentemente Spinoza propone la vida
libre intelectual, fuera de las pasiones de todo los hombres, etc., y termina diciendo claramente
que no hay ninguna libertad, que yo soy parte del todo, etc.
O sea, al no haber limites, parecería haber libertad total, absoluta. Es muy interesante en
filosofía, en literatura, cómo el “todo está permitido”, esta frase tan famosa de Iván Karamazov
que después repite Sartre, moralmente, antropológicamente y metafísicamente, siempre, y no hay
otra posibilidad, es sinónimo de, se convierte inmediatamente, en “nada está permitido”. Y esto es
más profundo. Porque, por ejemplo, en este mismo diálogo de Iván y Alioscha, Iván le dice a
Alioscha: “todo está permitido porque no hay Dios y entonces no tengo límites”; cuando sigue el
diálogo le empieza a decir el hermano creyente: “pero entonces ¿y las cosas que vos querías de
chico, la mujer amada, el sepulcro de las personas queridas, las hojas tiernas de los árboles, etc.,
ya no son nada, porque no tienen consistencia, ya no las quieres más? E Iván dice: “efectivamente,
ya no las puedo querer”. ”Pero entonces ¿qué vas a hacer de tu vida –le dice Alioscha-, ya todo lo
que te atraía no te atrae más ni te puede atraer?” “Yo me voy a refugiar -le dice el hermano- en la
fuerza de los Karamazov”. Y la fuerza de los Karamazov consiste en emborracharse, en perder la
conciencia, en mancillar todo lo que me rodea, que no me importe absolutamente nada, que yo
no pueda distinguir nada, es decir, en el inmoralismo. El inmoralismo clásicamente es como una
versión en el orden ético, del panteísmo. Es “aspiro a todo sin querer nada en particular, porque
todo es lo mismo”. Me da lo mismo, no distingo nada. Todo viene bien. En el fondo no quiero
nada. Hay muchos autores actuales que han interpretado todo este tema del inmoralismo, por
ejemplo, el planteo por autores del s. XVIII como el marqués de Sade, autor de obras
pornográficas, precisamente como la contracara de una filosofía de este tipo. ¿Por qué? Hay
autores de la escuela de Marcuse, de esta escuela de Frankfurt (Horckheimer y Adorno), que
hacen un análisis de estas obras del marqués de Sade diciendo: esas orgías que él describe en sus
novelas, lejos de ser la liberación total, y uno lo ve en sus personajes, son la máxima represión.
Porque para participar de esas orgías donde parece que todo está permitido, los personajes
mismos dicen que hay que ser una especie de asceta del desierto. Porque hay que reprimir
fortísimamente cualquier afecto o cualquier amor a ninguna de esas personas en particular,
porque apenas yo la quiero un poco a esta persona, no puedo hacer cualquier cosa con ella.
Entonces hay que reprimirse máximamente. El inmoralismo, entonces, sería un hacer que nada
valga, que yo no pueda querer a nada y que tenga que reprimir todo querer a alguien. Apenas yo
quise algo en particular quiere decir que ya estoy afirmando lo finito y la consistencia de lo
particular. Por eso para el monismo no se puede querer nada. Querer algo es precisamente
afirmar lo finito. De tal forma que el “todo está permitido” es “nada está permitido”. Les doy un
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ejemplo por medio de la literatura muy interesante y muy gráfico. Por ejemplo el Retrato de
Dorian Gray. Es un personaje, el de Dorian Gray, muy atractivo físicamente, de mucho éxito
mundano, de una gran belleza, noble, con mucha plata y prestigio, etc. Entonces un pintor
descubre en él esa belleza y esa mirada inteligente y hace un retrato, y este Dorian Gray se apena
de que esa perfección que tiene este retrato necesariamente se vaya a perder. Y que el pierda lo
mejor de la vida. Y pide fervientemente que eso no se pierda. Entonces empieza a darse cuenta en
la vida que va pasando, ahí no lo dice explícitamente pero que ha hecho una especie de pacto con
el demonio sin darse cuenta, pero lo reconoce por los resultados, y descubre que lo que va
envejeciendo es el retrato que él tiene guardado en una habitación cerrada a la que nadie tiene
acceso, y él está siempre igual. Y no sólo va envejeciendo el retrato, sino que solamente en el
retrato se van marcando las huellas de sus inmoralidades. Entonces, como es una persona que
tiene el mundo a sus pies, que no envejece, que tiene la belleza perfecta, atrae a todo el mundo,
puede hacer lo que quiere, todos se rinden a sus pies, absolutamente todo está a su disposición.
Entonces, todas las bajezas, inmoralidades que va cometiendo se van marcando en el retrato que
cada vez es más repugnante. Y él siempre con la misma cara de inocente, de sincero, de profundo,
etc. Entonces ocurre que va avanzando la vida de este Dorian Gray y de a poco se le va haciendo
cada vez más insoportable. Lo va consumiendo primero un tedio cada vez más grande, porque
todo es hacer lo mismo, todo lo tiene al alcance y todo le da lo mismo. Fíjense que el aburrimiento
es un tema que vamos a ver en la materia porque muchos autores lo tratan, por ejemplo Pascal. Es
un tema antropológicamente de mucha raíz metafísica y muy importante. Aburrimiento6, es como
actitud psicológica el panteísmo. Quien se aburre, está diciendo que todo es lo mismo. ¿Vieron
que cuando uno está aburrido todo día es gris, es igual al día siguiente, y uno ya no distingue, no
hay cosas que se destaquen, no hay cosas que atraigan? El aburrimiento es eso, el tedio vital, y es
una especie de panteísmo. Y ese aburrimiento nos lleva a escapar de la realidad7. Entonces pasa
que siempre, por otro lado, el que se aburre va adquiriendo esa noción de que todo es lo mismo,
entonces de que yo mismo no valgo nada, y entonces va adquiriendo de a poco pánico. La palabra
pánico viene de pan, todo. El todo éste indiferenciable produce pánico porque precisamente es
un todo impersonal que me va envolviendo y que me va a destruir, y yo no valgo nada así como no
vale nada todo lo que me rodea. Por eso el pánico es una experiencia interior o intrínseca a este
monismo. Hay muchos ejemplos sobre esto. Y este Dorian Gray, a la par que siente tedio va
sintiendo pánico, que su vida ya no tiene sentido, que se va a acabar y que no hizo absolutamente
nada, y que ya es incapaz de querer a nadie. Entonces el libro termina con que una vez decide que
con la enésima mujer que iba a engañar y traicionar y abandonar, en este caso una campesina,
dará un paso adelante y por una vez en su vida hará un acto de renuncia y de amor a alguien.
Decide dejarla ir, no humillarla, no mancillarla, etc. Entonces cuando le va a contar a un amigo
(Lord Henry), feliz de que por primera vez pudo querer algo después de tantos años de una vida
que era un infierno, absolutamente aislado sin querer nada, el amigo le dice que en realidad es un
hipócrita, porque eso que aparentemente es querer a alguien es una nueva experiencia como las
6
Aburrimiento >> aborrecimiento.
7
La palabra aburrimiento viene no de “ser un burro”, que los burros se aburren, sino que viene de
aborrecimiento. Quien se aburre es que aborrece la realidad, porque todo es lo mismo, nada atrae.
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anteriores, solo que ahora tiene esa experiencia nueva de que abandonó a esa chica y se cree muy
grande, pero es una nueva manifestación de su hipocresía y de su cinismo. Entonces Dorian Gray
se desespera más y entra de nuevo el pánico de que la vida no tiene salida y de que no se puede
comunicar con nadie, y de que nunca puede querer a nadie, y sube corriendo a la habitación en la
que tenía escondido su retrato para ver si ahora el rostro estaba un poquito más dulcificado o era
todavía más repugnantemente y vil que antes. Y sube y la ve precisamente peor, se confirma
entonces que no pudo querer a nadie y que lo hecho era un acto más de egoísmo. Entonces,
desesperado, apuñala el retrato para destruirlo y terminar con eso, y después lo encuentran
muerto, apuñalado él mismo, y el retrato perfecto como al comienzo y él convertido en una
máscara horripilante. En esta obra clásica está descrito con gran profundidad psicológica ese tema
de que el que tiene todo, en un sentido de tenerlo sin límites, el mundo a los pies, en realidad no
tiene nada. Y con un gran sufrimiento psicológico. Que es lo que sucede en todo inmoralismo.
Queriendo todo, si a ese todo yo le destruyo los límites propios, no tengo nada. Es el tema del
amor de dominio. Cuando yo quiero algo, pero lo quiero no en el sentido de comunicar, de
presencia y distancia, de unirme con la otra persona, pero precisamente respetándola porque es
distinta, y entonces comunicándome, y entonces, en cambio, la quiero totalmente, sacándole los
limites y dominándola y haciendo lo que quiero con la otra persona, en el fondo la otra persona se
me esfuma, y lo que aparentemente era cercanía es lejanía, y existe en realidad una gran frialdad.
Es el gran tema postmoderno, y que después de la ruptura de los límites propia del dualismo viene
que ya no se quiere nada, que ya nada es atractivo, que ya todo es lo mismo. Es el tema que los
postmodernos comparan con la inflación. La inflación por así decirlo, es que la moneda perdió sus
límites y hay tanta moneda que ya no vale nada. Hay mucha pero no hay nada. Hay, por ejemplo,
inflación de sexualidad, la sexualidad está en todos lados, pero, a fuerza de estar en todos lados no
está en ningún lado (Baudrillard). Hay libertad total, porque tengo carencia de toda limitación, y
en el fondo no tengo libertad porque no puedo querer ni una sola cosa. Por eso yo les decía que el
proceso que siempre se da en un monista, es por ejemplo, “Si Deus est, unde malum?”, si hay
Dios, ¿de dónde viene el mal, como puede ser haya mal? Pero siempre termina en que si yo como
respuesta a esto niego a Dios, siempre termino: “Si Deus non est, unde bonum?” Si Dios no es,
¿cómo hay bien? No hay nada bueno, no puedo querer nada, nada me puede satisfacer,
obviamente.
Entonces, para ser libre yo tengo primero que ser algo consistente. Si yo me disuelvo en el
todo yo no puedo ser principio de nada. Y a su vez, segundo, para querer algo, ese algo tiene que
ser eso y no aquello. No que todo sea intercambiable, que todo dé lo mismo. Por eso yo les decía
que el inmoralismo es una especie de panteísmo. Porque el monismo, el panteísmo, es ausencia
de límites y entonces todo es lo mismo. Por eso es que en la pornografía en cualquier
manifestación no hay personajes con nombres propios, psicología profunda, etc., sino que todo es
intercambiable. Eso es lo mismo que decir que no hay finitud. Ese tema de la finitud, insisto, es un
tema fundamental de la cultura de todas las épocas. Es un tema muy actual y que está muy puesto
de relieve en toda discusión a cualquier nivel. Otro ejemplo es el de una revista que por casualidad
había recibido de la librería Gandhi, más bien izquierdista o “progresista”. Saca periódicamente
una revista de un tema central, y se supone que es la avanzada intelectual. Y en este tema era
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relacionada con el cuerpo humano, pero desde una perspectiva filosófica, citando a todos los
autores de moda norteamericanos, europeos, etc. Fíjense el nivel de los artículos., y siempre
estaba el tema del límite atrás. Uno de los artículos era un análisis de una mujer acerca de las
revistas pornográficas vigentes desde un punto de vista filosófico. En este artículo decía: las
revistas pornográficas más clásicas, en realidad, no son nada transgresoras. En realidad son una
especie de penetraciones culturales de la Iglesia Católica y del Papa, son aliadas del Papa. Esto
(estas revistas pornográficas de las que habla esta filósofa) no es revolucionario filosóficamente,
porque en una revista donde está claramente diferenciado el rol del hombre con respecto al rol de
la mujer, y donde se muestran mujeres, en la medida de lo posible, bellas, estéticas, femeninas,
etc. Y eso no es más que la tradición occidental cristiana de que hay límites, de que hay belleza, de
que hay una primacía de la contemplación, de que lo bello está por encima, de que el hombre no
es la mujer, etc., decía esta autora. Eso no es revolucionario, eso es ultraconservador,
tradicionalista, de ultraderecha, este tipo de revistas. En realidad, revistas que respetan la
verdadera revolución filosófica actual, postmoderna, tienen que ser revistas en las que no esté
claro, por lo pronto, lo masculino y lo femenino; que haya una mezcla indefinida, y que tampoco
haya belleza sino que hayan cosas desagradables. Porque ¿por qué son desagradables? Y esta
mujer decía, al principio a mí eso me producía náuseas, pero ¿por qué me producía náuseas? por
mis prejuicios filosóficos tradicionales de que había límites, de que más allá del límite eso era
malo, y cosas por el estilo. Cuando yo pueda hacer esa revolución mental y ver que esos límites no
están, que el orden de las cosas, la estética, etc., es en realidad una idea reaccionaria, de derecha,
etc., voy a poder apreciar que esto es verdaderamente la verdad de la filosofía de que no hay
límites. Otro artículo era, insisto, citando autores contemporáneos, era sobre el trasvestismo. Y
decía que los travestis que nosotros podemos conocer acá, son ultra conservadores, son una
confirmación de las ideas tradicionales de la Iglesia y cosas por el estilo, porque en todo caso son
hombres que quieren ser mujeres, y que quieren ser lindas mujeres. ¿Qué es verdaderamente un
travesti revolucionario de acuerdo a esta perspectiva filosófica? alguien que deje de ser hombre
para no ser nada. Que no se sepa ya lo que es. Si es claramente definido, y quiere ser mujer, eso ya
es límite, y eso tiene que ser dejado de lado. Y otro artículo, por ejemplo, era un estudio del
porqué del rechazo, no sólo de la Iglesia sino de tantos gobiernos e instituciones, a la clonación, y
a la clonación humana en particular. El motivo del rechazo, en el fondo es una tradición y un
miedo a perder lo individual. Si cada cosa es única e irrepetible, no se debe repetir precisamente
porque sería perder los límites y hacer que todo sea intercambiable. Ése es el motivo metafísico
por el cual la gente rechaza la clonación. Pero de acuerdo a las ideas actuales, donde ya no hay
límite, donde ya no hay orden, etc., la clonación más bien es una manifestación de eso y hay que
abrirse a eso, porque corresponde a estos principios. Ven que es un tema fundamental a todo
nivel. Es un tema que siempre está en juego más allá de lo técnico, el de estas grandes constantes
metafísicas. Por eso, analizando a un autor, si yo voy a descubrir esas constantes metafísicas,
siempre doy en el clavo de su intención más profunda.
Un par de cosas más para completar este tema de estas grandes constantes metafísicas. El
tema clave por el cual psicológicamente alguien opta por el inmanentismo, y les había dicho que
es el tema del mal y la libertad, se puede explicar de esta manera (me detengo en esto porque es
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un tema clave en la filosofía moderna): Como una postura, como una salida al tema filosófico al
que todo autor se enfrentó es el tema del dualismo. Es un tema que estuvo muy particularmente
de relieve en la filosofía moderna. El tema del dualismo es un tema clave y la respuesta que se le
dé es lo que generalmente pone a un autor dentro del realismo y del inmanentismo. ¿Qué sería el
dualismo? Ustedes vieron que la metafísica que estudiaron no es dualista. Los entes finitos están
constituidos por dos principios que precisamente no son dos cosas, sino que forman una sola cosa.
Porque todo objeto está compuesto por un acto participado y una potencia participante que lo
limita, siempre hay para el pensamiento realista clásico esta composición y esta armonía. El
dualismo siempre es una cuestión que se presenta cuando yo, a dos principios que tienen que
estar en armonía los transformo en dos cosas cada una de las cuales tiene sus leyes propias, que
entran en conflicto con la otra, y siempre una domina a la otra. Por ejemplo, alma contra cuerpo,
voluntad contra afectividad, fe contra razón, estado contra individuo, inteligencia contra
sensibilidad. Son todos ejemplos de dualismo donde yo pongo dos cosas, cada una con una
legalidad independiente de la otra y que entra en conflicto con la otra y trata de dominarla. Ese
conflicto, ese intento de relacionar estas fuerzas que aparentemente están en pugna, es un tema
que se ha presentado en la mayoría de los filósofos y al que se le han dado distintas respuestas. El
tema es que el dualismo es siempre una postura provisoria, porque siempre genera una tensión, y
hay que tratar de resolverla de alguna manera. Entonces, vamos a explicar lo esencial. ¿Cuáles son
las salidas posibles del dualismo? En el dualismo siempre hay un principio que domina al otro, y es
todo este tema de la represión, del límite artificial, de que el límite no es plenitud, eso es el
dualismo. Entonces pasa que como el dualismo es un estado de tensión, de equilibrio inestable,
siempre pide una salida, y en la historia se han visto precisamente, distintas salidas del dualismo.
Siempre en las salidas del dualismo hay dos etapas, y una segunda a su vez que puede tener dos
posibilidades.
Cuando uno tiene límites que son artificiales, represivos, etc., cuando yo me libero de esos
límites siempre hay un primer momento optimista, porque por fin me saqué este peso de encima.
Vieron que es como el primer momento de una revolución. En una revolución siempre hay un
primer momento de euforia, nos liberamos de estos límites que nos dominan. O una persona en
su vida personal, supónganse muy escrupulosa, muy estructurada, que de repente dice que
bueno, yo mando estos límites al diablo, me libero, empiezo a respirar, basta de represión. Ahora
¿qué pasa? Eso es un primer momento negativo. Lo único que dice es yo me liberé de esos límites
que yo veía como artificiales y como represivos. Es simplemente un sacar algo, pero no te dice lo
positivo que es qué se pone ahí. Pero ¿qué pasa en la salida del día después, qué pasa al día
siguiente? Fíjense que aquí hay dos posibilidades de respuestas a este dualismo. Una es la que
podemos llamar inmanentista, y otra que es la realista. Una de las posibilidades es, habiendo
sacado, habiéndome liberado yo de todo límite artificial, me libero de todo límite. O sea, no sólo
me libero de los límites artificiales, si no de la posibilidad de todo limite, aún de los límites
naturales. Esa sería la postura inmanentista, monista metafísicamente. Donde si ya no hay límites,
tampoco naturales, todo es lo mismo. Eso es lo que le pasa a tanta gente que cae en el
inmoralismo. Vivió una moral represiva, donde todo lo veía como pecado, se liberó pensando
“¡qué grandes placeres voy a tener!”, y que cuando cayó en el inmoralismo y ya empezó a no
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querer nada porque todo le era lo mismo, descubrió con gran pesimismo que ahora no puede
querer nada. Antes le parecía que no podía querer nada por reprimido, y ahora le parece que no
puede querer nada por liberado. Porque precisamente hay coincidencia en el fondo metafísico de
ambas actitudes. Algo así como si yo, políticamente, supónganse, me libero de limites represivos,
etc., para querer dejar de lado todo limite, en una sociedad donde no hay ningún tipo de límite
natural de ningún tipo es una sociedad totalitaria. Porque no hay nada que pueda resistir a la ley
del más fuerte. Yo me acuerdo de otra novela de Dostoyevski muy famosa, Los demonios o Los
endemoniados, hay un revolucionario intelectual que les propone a los otros revolucionarios su
doctrina y dice “Tenemos que liberar de esta opresión del zar” y cosas por el estilo, necesitamos
liberarnos, dice, pero la única posibilidad de liberarnos es perder totalmente la libertad, porque
apenas nos hayamos liberado de todos los límites, tenemos que poner un gobierno fuertemente
totalitario, es la única posibilidad, porque sin límites, todo orden que tengamos que poner va a ser
un orden artificial, y como artificial, siempre violento y siempre represivo. Entonces, es la salida
inmoralista. Es lo que sucede con todas las novelas románticas del siglo XVII y XVIII. Ven que
ustedes pueden hacer, paralelamente a una historia más técnica de los autores, una historia
cultural, de la literatura que hay por atrás, etc. En las novelas del siglo XVII y XVIII siempre hay por
detrás, y lo mismo en los filósofos, en muchos autores hay un acentuar este dualismo represivo.
Ahora, ¿cómo se sale de eso? En general ¿cuál es la trama de las novelas románticas? Como es
imposible la realización en lo finito, la salida es disolvernos en el todo. Como en el joven Werther
de Goethe. El amor por una mujer que a su vez no puede querer porque está casada, y se mata
diciendo “nos encontramos en el infinito y disueltos en el todo”. Entonces, rechazando el límite
porque el límite me reprime y no nos podemos realizar, perdemos todo límite. Entonces, por eso,
después de una filosofía como la de Kant, represiva, etc., aparece Hegel, el monista. Por eso este
tema del límite es importantísimo de tener en cuenta, y la salida de ese dualismo.
Por otro lado. Para el inmanentista hay que narcotizar la inteligencia, que no se dé cuenta
de la terrible realidad. Eso es lo que dicen gran parte de los inmanentistas. En el diálogo de los
hermanos Karamazov que mencionamos, el hermano ateo dice algo a cuento de esto. Le dice:
“para explicarte lo que yo quiero decir te voy a contar un cuento”. Es uno de los pasajes más
famosos de la literatura universal. Es la leyenda del Gran Inquisidor. Se trata de que en el siglo XVI,
el siglo del dominio de España, de Carlos V y después de Felipe II. En plena época de la inquisición,
de repente, por las calles de Sevilla aparece Jesucristo nuevamente caminando. Entonces la gente
empieza a acercarse a Él, atraída por su bondad, por su inteligencia, y se empiezan a dar cuenta
que algo dimana de Él, y que realmente es Cristo que ha bajado de nuevo a la tierra. Entonces en
medio de ese entusiasmo creciente de la gente en torno a Cristo, de repente aparece una figura
sombría y todos se callan como por un miedo ya aprendido en el pasado, que es la figura severa
del gran Inquisidor que interviene, el Inquisidor supremo. Entonces, con un gesto nomás dice que
lo prendan, que encarcelen a Jesucristo. Lo llevan a la cárcel y se entrevistan. Entonces el gran
Inquisidor le dice “¿A qué viniste a molestarnos de nuevo, haciendo que la gente piense, que se
crea libre, que se crea digna, que se piense que tiene un cielo? Vos estás arruinando todo, y
quieres hacer infeliz a la gente. Porque en realidad el gran Inquisidor tenía esta idea inmanentista,
monista, de que la vida es terrible porque el mal es la finitud, y cada hombre está hecho para
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destruirse en el todo, no tiene felicidad. Y cualquiera que lo despierte lo va a hacer consciente de
esa terrible verdad, y además no es ninguna liberación esto, es la terrible consciencia de la
esclavitud. Entonces el gran Inquisidor dice “Nosotros, los grandes dirigentes del mundo, tenemos
que cargar sobre nuestras espaldas este terrible secreto. Esto es lo que ha hecho la Iglesia después
de vos. Vos dejaste este mensaje de gran infelicidad, de hacer consciente a la gente de esto que es
terrible. Nosotros, de a poco, le sacamos a la gente esta idea tan espantosa y empezamos a
dominarla, la empezamos a infantilizar, le empezamos a decir que nos pida permiso para hacer
esto y para hacer lo otro, que cuando haga tal cosa nosotros le tenemos que perdonar y si no, le
dimos diversión, le dimos fiestas, y entonces así la gente pasa por la vida sin pensar y pasa por la
vida feliz. ¿A costa de qué? Del sacrificio de unos pocos, que somos nosotros, que somos los que
conocemos esto terrible. Entonces, si vos ahora venís a despertarlos, arruinas todo y vas a hacer
infelices a todos”. Entonces para el inmanentista siempre hubo como un orgullo de ser lúcido, de
ser consciente, pero al mismo tiempo ningún inmanentista dijo que esto es la felicidad, esto es la
liberación o cosas por el estilo. Siempre han dicho esto es espantoso, esto es terrible. Y esto
siempre me hace acordar a una obra notable de la literatura española, de un literato filósofo que
es Miguel de Unamuno, se llama San Manuel Bueno, mártir. Es una novela corta. Se trata de un
pueblito español en el que se destaca como la figura principal del pueblo un sacerdote, Don
Manuel Bueno, que para todos indudablemente es un santo. Vive ayudando a todos, predicando,
con una ortodoxia muy firme y muy profunda, ayudando a la gente a todo nivel, aún material,
trabajando junto con ellos, con un ejemplo de vida intachable, con una moralidad a toda prueba,
sin descansar, siempre desviviéndose por el bien de todos, un santo seguramente. Y a ese pueblito
llega también un personaje, un muchacho que se había ido a estudiar a la ciudad derecho, y volvió
con las ideas progresistas, racionalistas, ateas, de moda en el momento. Pero también
sobrepasaba la mediocridad intelectual de este pueblo. Entonces en seguida en el pueblo se vio la
oposición de estas dos grandes figuras, este cura de ideas retrógradas para el ateo, y este ateo
intelectual que había estudiado en la ciudad. Entonces el encuentro se produce, y todos esperan y
confían en que el santo de su pueblo lo iría a convertir. Y sucede que efectivamente lo convierte.
Este hombre descubre esa santidad, vuelve a comulgar, y se convierte en la mano derecha de
Manuel Bueno, ayuda a todo el mundo también, con una especie de heroísmo sin igual, sin
descansar. Ahora, ¿qué termina sabiendo sobre todo un personaje, que es el que relata el cuento,
al final de la novela? Que Manuel Bueno, el cura, en realidad es ateo. Que no cree, que ve lo
terrible que es eso, la ausencia de libertad implica la esclavitud, que el mal es la finitud, etc. Él dice
“¿Cuál es el único pecado? El haber nacido”. Y entonces pasa que como ve que todo eso es
terrible, se desvive porque los demás crean. Porque se da cuenta de que la única manera de hacer
soportable la vida es creer, y entonces precisamente no pensar y no ver con profundidad lo que
sucede. Entonces no quiere descansar un momento, también porque él no quiere pensar, no
puede pensar, y toda su vida fue una huida del suicidio. Entonces, se desvive en un activismo para
no pensar y para hacer que los demás no piensen. Entonces les da preceptos escritos, los hace
trabajar, les da los consuelos de la religión, etc., precisamente para que nadie piense. Y la
conversión, en realidad, de este hombre que llegó, es una conversión a esa idea, es una
conversión interior precisamente al mismo ateísmo. Porque en un primer momento éste que
viene con todo el optimismo y la petulancia de la ciudad tiene el ateísmo o el monismo como en
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este primer momento optimista superficial. Pero después se da cuenta que la postura más
coherente es la del cura. Que eso es trágico. O se suicida, o cargan los dos, como nuevos cristos,
con la verdad terrible y ayudan a que los demás no acaben con ella. Entonces en eso para mí es
una novela interesantísima y que precisamente descubre eso, que es una visión superficial pensar
esto de la liberación de que todo está permitido y cosas por el estilo. Es precisamente todo lo
contrario. Por eso me parece profundo decir que se trata entonces de no pensar, de no ver,
porque la realidad es insoportable. Hay que huir de ella. Hay todo una serie de autores
contemporáneos que hablan de lo que es la psicología de la huida. Que quien sabe que la realidad
es así de terrible, tiene la psicología del que huye. La psicología del que huye es la del fugitivo, en
cualquier lugar no estoy a gusto, siempre es provisorio, y tarde o temprano me van a atrapar.
Filosóficamente significa que nada me satisface, en nada estoy a gusto, y tarde o temprano me voy
a despertar y voy a ver que la realidad es insoportable. Entonces lo único que puedo hacer en mi
vida es escaparme de cualquier manera posible. Eso por ejemplo lo van a ver en lo que dice
Voltaire. El dice, nos tenemos que escapar en el activismo, en esto o lo otro, porque no se puede
soportar la realidad tal cual es.
Hay otro ateo que es el ateo cínico, y hay muchos así en la literatura. Que piensa que todo
es una porquería, y precisamente actúa de esa manera. Que todo sea una porquería y que nadie
vale. También está esta posibilidad. El tema es que como siempre el inmanentismo es una postura
secundaria, es siempre un haber negado el realismo, en parte o totalmente. Recuerdan que
decíamos que la postura espontánea es el realismo y el inmanentismo es una actitud refleja
posterior. Como dice Spinoza, el inmanentista de niño es contemplativo, entonces después tengo
que dejar esa postura infantil, tengo que rechazar ese asombro imbécil que tiene la gente y pasar
a esta postura secundaria. Ahora, lo que ocurre es que en esa secundariedad, en ese rechazo de lo
que yo espontáneamente creía, necesariamente se produce lo que clásicamente en filosofía se
llama nostalgia. Siempre hay algo de nostalgia. Recuerdan que la palabra nostalgia proviene de
nosteo, volver, y de algós dolor (como analgésico). Entonces nostalgia es el dolor de la vuelta, o el
dolor de no poder volver. Entonces siempre, como lo primero querido y lo único que se puede
querer son esas constantes realistas, eso que hay límites, que yo contemplaba la realidad, y cosas
por el estilo, en el inmanentismo siempre se siente una cierta nostalgia. Una nostalgia por aquello
que yo creía. Vieron que hay grandes autores ateos que dicen “cómo recuerdo cuando yo era niño
y creía en esas cosas, pero ya no las puedo creer, pero qué bien que me sentía en ese momento”.
Por eso queda, aunque yo diga eso no existe, queda como un cierto aprecio en algunos y en otros
no, y eso se explica, creo, de esta manera, por esa nostalgia. Fíjense que ese tema de la nostalgia
es típico y clásico de la filosofía realista. Es el tema de la filosofía clásica del viaje. Recuerdan que
el modelo clásico del viaje era el de Ulises, que iba a pelear a Troya y después pasaba mil
aventuras, pero ¿por qué eran un paso adelante cada una de las aventuras por las que atravesaba
Ulises? Porque cada una de ellas era un paso hacia volver a Ítaca que era el punto de partida.
Porque van a ver que ese tema del progreso cuando lo veamos en el s. XVIII en la filosofía
iluminista es un tema fundamental. El tema del progresismo. Clásicamente, en el progreso, y el
avance, yo parto de un punto de partida y doy una vuelta y vuelvo al punto de partida. ¿Qué es
avanzar? Volver al punto de partida. Yo progreso con respecto a mí mismo. Si no hay un punto de
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referencia que soy yo mismo, no progreso. Eso es lo que pasa en las críticas al iluminismo. Los
iluministas hablan mucho del progreso, pero si no hay un punto de referencia con respecto a todo
eso ¿por qué yo digo que un momento es mejor al anterior? Y por eso es que los postmodernos
actuales hablan del fin de la historia, que todo es la misma porquería y que el progreso es un mito.
Por eso esto de que el viaje clásico es volver al punto de partida. Encontrarme con mí mismo.
¿Qué es viajar? ¿Cuál es el sentido clásico del viajar? Que en la medida en que yo me abro a lo
otro me encuentro cada vez más conmigo mismo y valoro más lo propio. Es algo enriquecido, con
más poder de querer lo propio y por eso yo progreso. ¿Cuál es el sentido del viaje inmanentista y
que es todo un tema en filosofía? Yo me voy perdiendo en la multiplicidad y cada vez valoro
menos nada porque ya todo da lo mismo en esa diversidad. Uds. vieron que hay un Ulises de este
autor contemporáneo irlandés, James Joyce, es una de las obras más famosas de la literatura del s
XX. En el libro el autor sale de un punto de partida, y cada vez va haciendo más cosas, se va
dispersando mentalmente, va contando más cosas sin ninguna unidad, hasta que queda en la
absoluta diversidad. Hay una Odisea, por ejemplo, de un autor griego muy bueno, de fondo
inmanentista que se llama Kazantzakis que termina la Odisea después de las mil aventuras y
peripecias de Ulises, Ulises parado en la proa de su barco termina diciendo “en ese momento,
después de todas las aventuras en las que yo pensaba que avanzaba, etc., adquirí una certeza
trágica: que Ítaca no existe, que yo no voy hacia ningún lado”, que no hay ningún fin, que no hay
ningún límite, nada que yo quiera y con lo que me voy a poder reencontrar sino que me disuelvo
en el todo.” Es la postura monista. Entonces, el tema de la nostalgia, de volver a lo propio, es un
tema también clave. Este tema de disfrazarse en lo múltiple que no tiene sentido y de progresar
como vuelta a lo propio es un tema que aparece, van a ver, en gran parte de los autores que
vamos a ver este año, particularmente a partir del siglo XVIII. El s. XVIII está lleno de libros de
viajes, se pone de moda el tema de los libros de viajes y en general con ese sentido inmanentista
de perderse en lo múltiple. Por ejemplo, libro famoso de viajes en un sentido inmanentista, libro
terrible, pesimista en grado máximo es Los viajes de Guliver, de Johnathan Swift. En general se
dice que es un libro para niños porque se entresacan algunas cosas, es un libro de un pesimismo y
una amargura terribles. Por el sentido de los libros de viajes es que yo empiezo a comparar otras
culturas con la mía, y la mía con otras, y empiezo a ver que todo da lo mismo, que no eran las
cosas tan seguras como yo pensaba. Porque son mis mismas cosas en otro contexto y veo que lo
que yo consideraba que era seguro en realidad era ridículo, entonces los viajes, en este sentido
inmanentista, me llevan a relativizar todo, que todo sea lo mismo y no haya límites. Un ejemplo de
los viajes de Gulliver es el viaje que hace Gulliver a Liliput, esa tierra donde todos son pequeñitos.
Y hay allí una guerra entre Liliput y Blefuscu, que son vecinos, en la que interviene Gulliver porque
éstos se matan, se masacran, y cosas por el estilo. Y el motivo por el cual se peleaban era por cuál
era el lado por el cual había que cascar los huevos, si el lado más finito o la base. Una cosa
absurda, y estos hombrecitos miserables se asesinan, corre la sangre. “¡Qué absurdo!” decía
Gulliver, pero enseguida reflexiona un poquito y dice “bueno, absurdo, pero yo vengo de Europa
donde la gente se mata por si el pan es pan o no es pan” (Guerras de religión). Entonces ven que
en otro contexto de esos seres ridículos él relativiza todo, lo nuestro es absurdo. Y a su vez se
compara, en éste como en otros tantos libros de viajes, con otras culturas que aparentemente son
ridículas pero son superiores a las nuestras. Saben que el último viaje de Gulliver es a un reino
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donde hay unos seres nobilísimos, perfectos, sin ningún tipo de bajeza moral, que son con forma
de caballo, son caballos. Y hay unos seres despreciables, innobles, con todo tipo de vicios, que
andan sobre dos patas, que son hombres. Entonces son repugnantes, con todo tipo de malicia ya
esencial. Y Gulliver precisamente empieza a hacer la comparación entre los dos mundos. Y ve que
precisamente todo lo que él consideraba los grandes ideales de su cultura, en el fondo era una
hipocresía que era pura bajeza. Entonces cuando él vuelve del viaje no puede vivir con la familia,
quiere vivir encerrado en un establo con los caballos, etc. Los viajes lo ayudaron entonces a
descubrir ese perderse en el todo y que nada entonces tenga valor. Voltaire escribe todo tipo de
libros de viajes. En Micromegas escribe sobre un viaje intergaláctico. El gigante Micromegas viene
a este planeta y se encuentra en una gotita de agua con un ser minúsculo, que en el fondo es un
navío, que a su vez tiene seres más minúsculos que son hombres. Y justamente los que viajaban
en ese barco eran filósofos. Y cada uno empieza a decir sus ideas. Y va ridiculizando a todas, hasta
que el más ridículo de todos los filósofos es un hombrecito que tiene un bonete y habla con voz
chillona, y es un filósofo tomista, y le dice el ridículo este con una especie de megáfono, le dice al
gigante Micromegas que la verdad más profunda es que todo el universo está hecho para los
hombres. Y los hombres son esos gusanitos. Y entonces el gigante termina el cuento con una
especie de carcajada de los dioses que se escuchó en todo el universo por las pretensiones de ese
insecto miserable que se atrevía a decir semejantes estupideces. Entonces, el libro de viajes como
pérdida de todo punto de referencia y de todo limite.
Entonces, lo último que vimos es que este tema del dualismo es un tema clave, porque
una posibilidad era rechazar entonces todo límite artificial y junto con eso todo límite natural. O
¿cuál sería la posibilidad realista ahí? Sacudirme de los límites artificiales pero para redescubrir los
límites naturales. Rechazar los artificiales represivos para entonces redescubrir los naturales.
Entonces esa no sería precisamente una salida monista o panteísta. Van a ver ustedes que hay
autores en la filosofía moderna que trascienden ese dualismo, esa limitación, y pretenden volver a
la idea de limites naturales, de la esencia de las cosas, etc.
Cualquier realista en el fondo, en su vida ha tenido que distinguir entre lo que es límite
represivo y lo que es límite natural. Entonces, en todo realista una respuesta a ese tema está.
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profundas, si es que estas son las grandes opciones que trascienden todas las épocas, es buscar
esa intención más profunda del autor y respetar lo que el realmente pensó.
Insisto, si alguien dijera que hacer esto es un prisma particular, y que entonces es un
empobrecimiento y es una limitación. Lo que vos estás afirmando al decir eso es una afirmación
metafísica muy fuerte. Estás diciendo que toda limitación u orden que yo descubro en la realidad
es un empobrecimiento, es una limitación, o que todo juicio de un autor necesariamente no le
hace justicia porque es reducirlo a un esquema determinado, estarías diciendo que todo límite
posible o toda conceptualización posible es artificial y en el fondo es restrictiva.
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-Nueva clase-
Hasta ahora habíamos visto el tema de las grandes constantes metafísicas como punto de
vista propuesto para la lectura de los autores. Esto puede verse no sólo a través de la historia de la
filosofía sino a través de la historia de la literatura, que corre paralelamente. Por ejemplo, una
obra que es de las primeras novelas psicológicas, o para muchos la primera, al menos de las
modernas, es una obra del siglo XVII de Madame de Lafayette que se llama La princesa de Clèves.
Es la historia de un amor imposible de Madame de Clèves, casada a su vez con el Señor de Clèves,
un señor impecable, muy noble, etc., pero le empieza a atraer y empieza a ser atraída
“inconscientemente”, por un señor que es una especie de playboy de la época. Ella no quiere
saber nada con eso, pero, inconscientemente, cada vez es más atraída por él, y ella lo niega
totalmente. Hasta el marido, que cree ver algo en un gesto de ella, le reprocha amargamente su
traición. Ella le dice que no, que no tiene nada que ver, y le dice: “-esto es algo que no tiene nada
que ver conmigo”, esa especie de pasión inconsciente por este hombre; “si de mí hubiera
dependido, yo solamente te querría a vos”. Entonces, fíjense dos elementos por lo pronto: esto de
que el amor con su marido era imposible, el tema de la imposibilidad de lo finito, como en esas
novelas que son trágicas porque lo finito no puede ser pleno. Y el dualismo: si de mí hubiera
dependido lo que yo pienso y lo que yo quiero, y hubiese sido mi voluntad, es una cosa; esta
pasión inconsciente es otra. Entonces ven ese dualismo entre dos cosas, cada una con sus leyes
propias. Entonces el marido de esta mujer termina muriendo de pena, aunque, fíjense,
aparentemente no tiene ninguna culpa, pues si no se hubiera acercado el otro hombre estaría
libre. Pero el otro hombre se acerca y le dice que no, que ella va a seguir la virtud más rígida, que
se va a oponer a la pasión, y él le pide aunque sea una entrevista en la que aunque sea le declare
su amor y ella le dice que sí, que no va a traicionar nada con él, que va a quedarse encerrada en un
convento hasta el fin de la vida, pero que aunque sea por una vez le va a decir que sí, que lo
entiende y que su amor va a ser eterno. Entonces, no sé si ven que es imposible de realizar algo
finito, pero no pasa nada, es decir, no es la salida inmoralista, pero es otro tipo de salida monista.
“Nuestro amor va a ser eterno” significa: nada, porque no es nada personal sino una especie de
salida que preanuncia esas salidas románticas que son del siglo siguiente, o del otro, donde
empiezan a haber suicidios, donde los dos se funden en el todo, etc. Es muy interesante este tema
y habría que estudiarlo detenidamente viendo los detalles dualistas, los anuncios de salidas
monistas, etc. Es una cosa que avanza un tiempo después y si uno lee las obras románticas o pre-
románticas, por ejemplo el Werther de Goethe, y ve como este hombre con un amor imposible
termina suicidándose, etc.. Ya es otra cosa. Pero en todos los casos es la imposibilidad de lo finito
y la disolución en el todo. Por eso esto (este tema) es un elemento común en toda la filosofía.
Sobre qué relación hay entre la literatura y la filosofía: En historia, obviamente, una
conexión fija o una ley universal y necesaria no se puede hacer porque depende de la visión de
cada autor, de la libertad propia. Ahora, que hay cierto planteo en común, y cierto ambiente
cultural que obviamente refleja temas similares y preocupaciones similares, yo creo que es
indudable. Entonces, ¿en qué favorece el estudio de la literatura o de otro tipo de manifestaciones
culturales artísticas? Primero, que sitúa más a la filo en su ambiente histórico que como hemos
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dicho es indispensable. Esa temporalidad necesariamente hay que utilizarla, y una mentalidad
atemporal en filo sería una visión racionalista. Y segundo, que a veces ciertos temas permiten
verlos más allá de los planteos técnicos que a veces se dan en filo. Es decir, si bien la técnica me
ayuda a manifestar las ideas y las intuiciones profundas, en algún caso puede la técnica puede
limitar. Entonces a veces un contacto con la literatura permite aclarar ciertos temas de manera no
técnica.
¿Por qué motivo una obra literaria no es filosófica? Por lo pronto, la intención de la obra
literaria es otra. Hay obras literarias que tienen propiamente una intuición filosófica. Entonces
estrictamente se estudian como tales, como obras de Voltaire por ejemplo. Pero en general, en
tanto el objetivo es ése, esas obras no son tan literarias. Otra cosa es el contenido filosófico
implícito a toda manifestación humana, y no solamente en obras literarias sino en otro tipo de
obras de arte, etc. Entonces en ese caso merece ser estudiado. Ahora, obviamente, toda la tarea
histórica de una selección, selecciona primordialmente lo más propiamente filo. Y lo otro, como
aclaraciones, complementos, etc. Pero insisto, no hay que dejarlas de lado.
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