Este documento describe los supuestos del conductismo y el condicionamiento clásico. Explica que el conductismo se centra en el estudio objetivo del comportamiento y las relaciones estímulo-respuesta, mientras que el condicionamiento clásico implica la asociación de estímulos condicionados e incondicionados para producir respuestas condicionadas.
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
46 vistas8 páginas
Este documento describe los supuestos del conductismo y el condicionamiento clásico. Explica que el conductismo se centra en el estudio objetivo del comportamiento y las relaciones estímulo-respuesta, mientras que el condicionamiento clásico implica la asociación de estímulos condicionados e incondicionados para producir respuestas condicionadas.
Este documento describe los supuestos del conductismo y el condicionamiento clásico. Explica que el conductismo se centra en el estudio objetivo del comportamiento y las relaciones estímulo-respuesta, mientras que el condicionamiento clásico implica la asociación de estímulos condicionados e incondicionados para producir respuestas condicionadas.
Este documento describe los supuestos del conductismo y el condicionamiento clásico. Explica que el conductismo se centra en el estudio objetivo del comportamiento y las relaciones estímulo-respuesta, mientras que el condicionamiento clásico implica la asociación de estímulos condicionados e incondicionados para producir respuestas condicionadas.
Descargue como DOCX, PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 8
Conductismo y condicionamiento clásico
Presentado por:
Erika Johanna Luna Osorio
Presentado a:
Piedad Torcoroma Vega Montaguth
Corporación Universitaria Minuto de Dios
Facultad de Psicología
Análisis experimental del comportamiento - 23566
Cúcuta
2019 Resumen
Conductismo y condicionamiento clásico
Supuestos modelos Las perspectivas dominantes de la psicología antes del siglo XX en el estructuralismo Wundt y en le funcionalismo Dewey. Ambas se consideraban supuestos subyacentes, en temas de estudio compartían una debilidad común: carecían de una investigación precisa y cuidadosamente definida. La manera de que los estructuralistas estudian es la introspección se pedía a las personas que «mirasen» en su interior y describiesen su mente y su pensamiento. Pero, al iniciarse el nuevo siglo, algunos psicólogos empezaron a criticar esta estrategia introspectiva debido a su subjetividad y a su carencia de rigor científico. Gracias a los esfuerzos del fisiólogo ruso Iván Pavlov (al que nos referiremos a continuación) y el trabajo del psicólogo americano Edward Thorndike, Estos investigadores preferían analizar la conducta, ya que es algo que puede verse con facilidad y describirse de manera objetiva, con lo que nació el movimiento conductista. Los conductistas no siempre están de acuerdo respecto a los procesos específicos que explican el aprendizaje. Sin embargo, la mayoría comparten algunos supuestos básicos: • Los principios del aprendizaje deberían aplicarse por igual a conductas distintas y a diferentes especies animales. Los conductistas suponen que los seres humanos aprenden de manera similar a como lo hace cualquier otro animal, una idea conocida como equipotencialidad. los conductistas suelen aplicar a las situaciones de aprendizaje humano, los mismos principios que han extraído de su investigación con otros animales como ratas o palomas. • Los procesos de aprendizaje se pueden estudiar con más objetividad cuando el análisis se centra en los estímulos y en las respuestas, los principios conductistas del aprendizaje suelen describir la relación que se establece entre un estímulo (E) y una respuesta (R); por lo tanto a veces el conductismo también recibe el nombre de Psicología E-R. • Los procesos internos quedan excluidos del estudio científico. Muchos conductistas consideran que dado que no podemos observar y medir de manera directa los procesos internos tales como pensamientos, motivos, emociones, deberíamos excluir estos procesos de la investigación, así como también de las explicaciones de cómo tiene lugar el aprendizaje (Kimble, 2000; Watson, 1925). Estos conductistas describen un organismo como «una caja negra», donde los estímulos penetran en la caja y las respuestas salen de ella. • No todos los conductistas adoptan una perspectiva tan estricta. Algunos insisten en que los factores internos también son importantes para comprender el aprendizaje y la conducta. Estos teóricos neoconductistas también son conocidos como teóricos E-O-R (estímulo-organismo- respuesta) por contraposición a los teóricos E-R. •Aprender supone un cambio de conducta. Los conductistas han defendido tradicionalmente el aprendizaje como un cambio en una conducta. • A medida que algunos conductistas han empezado a tomar en consideración los factores cognitivos, han comenzado a distanciarse de esta definición del aprendizaje tan vinculada a la conducta. • Los organismos nacen como pizarras en blanco. Dejando de lado algunos instintos característicos de una especie, como la construcción de nidos o las conductas migratorias de muchas aves, así como las discapacidades de origen biológico como el retraso mental o las enfermedades mentales, los organismos no nacen predispuestos a comportarse de una manera determinada. • El aprendizaje es el resultado de sucesos ambientales. En vez de utilizar el término aprendizaje, los conductistas prefieren hablar de condicionamiento: un organismo está condicionado por los sucesos que ocurren en su entorno. • Las teorías más útiles suelen ser las más parsimoniosas. De acuerdo con los conductistas, deberíamos explicar el aprendizaje de todas las conductas, desde la más simple hasta la más compleja, mediante el menor número posible de principios de aprendizaje; este supuesto refleja la preferencia por la parsimonia (concisión) para explicar el aprendizaje y la conducta. CONDICIONAMIENTO CLÁSICO Al iniciarse el siglo XX, Iván Pavlov, un fisiólogo ruso cuyos estudios sobre la digestión le llevaron a ganar el Premio Nobel en 1904, estaba realizando una serie de experimentos relacionados con la salivación de los perros. Para estudiar las respuestas de salivación, realizó una incisión quirúrgica en las fauces de los perros para poder recoger y medir la saliva que producían. Tras inmovilizar al perro, le daba un apetitoso trozo de carne y observaba su salivación. Pavlov se dio cuenta de que tras algunas repeticiones de esta experiencia, los perros empezaban a salivar antes de vista u olida la comida; de hecho, empezaban a producir saliva en cuanto el ayudante entraba en la sala. Aparentemente el perro había aprendido que la presencia del ayudante significaba comida, y respondía en consecuencia. Pavlov dedicó buena parte de sus últimos años a realizar un estudio sistemático de este proceso de aprendizaje que había descubierto tan inesperadamente y que resumió en su libro Reflejos condicionados (Pavlov, 1927). Los estudios de Pavlov sobre el condicionamiento clásico continuaron mucho después de estos experimentos iniciales y muchos de sus descubrimientos se han replicado con otro tipo de respuestas y en otras especies, incluso la humana. A continuación vamos a echar una mirada más detenida al proceso de condicionamiento clásico y a alguno de los ejemplos de cómo se produce en el aprendizaje humano. El modelo de condicionamiento clásico Se ha demostrado en muchas especies, no sólo en perros y en ratas de laboratorio, sino también en bebés recién nacidos (Lipsitt y Kaye, 1964; Reese y Lipsitt, 1970), en fetos humanos que todavía están en el vientre de la madre (Macfarlane, 1978), e incluso en organismos tan simples como las amebas (Thompson y McConnell, 1955). Parece claro que el condicionamiento clásico se aplica ampliamente en el reino animal. Como ilustran los experimentos de Pavlov, el condicionamiento clásico se produce cuando se presentan dos estímulos más o menos a la vez. Uno de ellos es un estímulo incondicionado que se sabe que puede provocar una respuesta incondicionada. El segundo estímulo, a través de su asociación con el incondicionado, empieza a provocar también una respuesta: se convierte entonces en un estímulo condicionado que provoca una respuesta condicionada. En muchos casos el condicionamiento se produce relativamente rápido; no es extraño observar que un organismo muestre una respuesta condicionada después de cinco o seis presentaciones y, en ocasiones, tras un único emparejamiento (Rescorla, 1988) El condicionamiento clásico en el aprendizaje humano Podemos recurrir a la teoría del condicionamiento clásico para comprender cómo la gente aprende diversas respuestas involuntarias, especialmente, respuestas asociadas con la fisiología y las emociones. Por ejemplo, las personas pueden desarrollar aversiones a determinados alimentos como resultado de su asociación con un dolor de estómago (Garb y Stunkard, 1974; Logue, 1979). Por ejemplo, después de asociar el sabor de la ensalada de pepino (EC) con la náusea que yo experimentaba habitualmente durante el embarazo (EI), desarrollé una aversión (RC) al sabor del pepino que me duró varios años. El condicionamiento clásico también es un modelo muy útil para explicar algunos de los miedos y fobias que desarrollan las personas. Por ejemplo, mi fobia a las abejas probablemente pueda ser explicada por el hecho de que las abejas (EC) se asociaron previamente con una picadura olorosa (EI), de manera que a mí cada vez me daba más miedo (RC) ver a esos repugnantes insectos. De manera similar, las personas que han sido mordidas por un perro suelen desarrollar un miedo no sólo a ése sino a todos los perros. Conceptos básicos del condicionamiento clásico Pavlov y otros conductistas han descrito algunos fenómenos relacionados con el condicionamiento clásico. Extinción Volvamos por un momento al perro de Pavlov. Recuerde que el perro aprendió a salivar al escuchar el sonido de una campana después de haber percibido unas cuantas veces ese sonido asociado con la comida. Pero ¿qué ocurriría si la campana continuara sonando una y otra vez sin que apareciera la comida? Pavlov descubrió que cuando se presentaba repetidamente el estímulo condicionado en ausencia del estímulo incondicionado, la respuesta condicionada se hacía cada vez más débil. Eventualmente, el perro dejaba de salivar al oír el sonido de la campana o, dicho en otras palabras, desaparecía la respuesta condicionada. La desaparición de una respuesta condicionada cuando un estímulo condicionado se presenta repetidamente sin que le acompañe el estímulo incondicionado, es un fenómeno que Pavlov denominó extinción. Por ejemplo, «La mirada» de mi madre ya no tiene el efecto que ejerció en otra época. Cualquiera que fuera el castigo que alguna vez se asoció con ella hace tiempo desapareció y, además, ahora yo soy más grande que ella. Algunas respuestas condicionadas se extinguen, pero otras no lo hacen. Lo impredecible de la extinción supone una gran frustración para cualquiera que trabaja con personas que han adquirido respuestas condicionadas inapropiadas. Más adelante identificaremos algunas de las razones por las que no siempre se produce la extinción. Recuperación espontánea Aunque Pavlov consiguió extinguir rápidamente la respuesta condicionada de salivación al presentar repetidamente el sonido de la campana en ausencia de comida, cuando entró en su laboratorio al día siguiente descubrió que el sonido de la campana volvía a provocar salivación en el perro, casi como si la extinción nunca se hubiera producido. Esta reaparición de la respuesta de salivación después de haber sido previamente extinguida, es un fenómeno al que Pavlov denominó recuperación espontánea. Generalización del estímulo Pavlov observó que tras condicionar a un perro para que salivara en respuesta a un tono elevado, era posible que el perro generalizara la respuesta condicionada también a un tono bajo. Para enseñar al perro la diferencia entre ambos tonos, Pavlov presentaba repetidamente el tono elevado junto con la comida y el tono bajo sin comida. Tras varias presentaciones de ambos tonos, el perro aprendía a salivar únicamente ante el tono elevado. En la terminología de Pavlov, se había producido una diferenciación. Sin embargo los psicólogos suelen utilizar con más frecuencia la expresión discriminación del estímulo. La discriminación del estímulo se produce cuando se presenta un estímulo (EC+) junto con un estímulo incondicionado y otro estímulo (EC–) en ausencia del estímulo incondicionado. Los individuos aprenden una respuesta condicionada ante EC+, pero no generalizan la respuesta al EC–. Por ejemplo, si una niña de quien abusa su padre tiene de manera simultánea interacciones positivas con otros varones adultos, mostrará menos tendencia a generalizar su miedo a esos otros individuos. Condicionamiento de orden superior Pavlov también describía un fenómeno conocido como condicionamiento de segundo orden o, más generalmente, condicionamiento de orden superior. Cuando un perro ha sido condicionado para salivar ante el sonido de una campana y la campana se ha presentado posteriormente asociada con un estímulo neutro como un destello de luz, ese estímulo neutro puede llegar a provocar la respuesta de salivación, incluso aunque nunca se haya asociado de manera directa con la comida. En otras palabras, el destello de luz se convierte en un estímulo condicionado mediante su emparejamiento, no con el estímulo incondicionado, sino con otro estímulo condicionado. Precondicionamiento sensorial El condicionamiento de orden superior es una de las formas en que un individuo puede desarrollar una respuesta condicionada ante un estímulo que nunca se ha asociado directamente con un estímulo incondicionado. El precondicionamiento sensorial es muy parecido al condicionamiento de orden superior, con la excepción de que se produce en un orden diferente. Perspectivas contemporáneas del condicionamiento clásico. Numerosos psicólogos han continuado el trabajo original de Pavlov sobre el fenómeno del condicionamiento clásico. Su investigación ha permitido avanzar en la comprensión de cuándo y cómo se produce el condicionamiento clásico: • La contingencia entre estímulo condicionado y el incondicionado es probablemente más importante que la contigüidad. Pavlov propuso que el condicionamiento clásico tiene lugar cuando el estímulo incondicionado y el eventualmente condicionado se presentan más o menos a la vez; en otras palabras, debería existir una contigüidad entre ambos estímulos. De hecho, como hemos señalado anteriormente, el condicionamiento clásico tiende a producirse con más probabilidad cuando el estímulo condicionado se presenta inmediatamente antes que el estímulo incondicionado. El condicionamiento es menos probable cuando el EC y el EI se presentan exactamente a la vez, y casi nunca se produce cuando el EC se presenta después del EI (Miller y Barnet, 1993). En algunos casos, las personas desarrollan una aversión a ciertas comidas cuando la demora entre el estímulo condicionado (comida) y el estímulo incondicionado (náusea) es como mucho de 24 horas (Logue, 1979). Como se puede observar, la contigüidad entre ambos estímulos es una explicación evidentemente simplista de cómo se adquiere una respuesta condicionada. • Características del eventual estímulo condicionado que afectan a la fuerza con que ocurre el condicionamiento. Cuanto más llamativo sea un estímulo neutro, esto es, cuanto más brillante, sonoro o intenso sea, más probable es que se convierta en un estímulo condicionado una vez que se presente asociado a un estímulo incondicionado (Rachlin, 1991;Schwartz y Reisberg, 1991). • El condicionamiento clásico puede implicar tanto a la cognición como a las respuestas. En la actualidad, algunos teóricos consideran que el condicionamiento clásico con frecuencia supone el establecimiento de asociaciones no entre los estímulos. Modificación de respuestas condicionadas inadecuadas Las respuestas condicionadas resultan a menudo difíciles de eliminar debido a que son involuntarias; las personas apenas tienen control sobre ellas. A la vez, algunas de las respuestas condicionadas más comunes, como algunos miedos irracionales, perjudican el funcionamiento del sujeto. La extinción de respuestas indeseables Una manera obvia de eliminar una respuesta condicionada es a través del proceso de extinción. Si el estímulo condicionado se presenta una y otra vez en ausencia del estímulo incondicionado, entonces la respuesta condicionada debería desaparecer. Contracondicionar respuestas más deseables En el contracondicionamiento, un procedimiento alternativo a la extinción, se sustituye una respuesta condicionada por otra respuesta condicionada diferente y más adecuada. El contracondicionamiento es más eficaz que la extinción para eliminar respuestas condicionadas indeseables; también, disminuye la probabilidad de que estas respuestas reaparezcan mediante recuperación espontánea. Por ejemplo, mediante la desensibilización sistemática, las personas que se ponen demasiado ansiosas cuando están delante de ciertos estímulos, tienen que relajarse mientras se imaginan a sí mismas en situaciones estresantes ante esos estímulos; de esta manera van sustituyendo progresivamente la ansiedad por una respuesta de relajación (Wolpe, 1958, 1969; Wolpe y Plaud, 1997). La desensibilización sistemática se ha utilizado frecuentemente para tratar dificultades como la ansiedad ante los exámenes y el miedo a hablar en público (Hughes, 1988; Morris, Kratochwill y Aldridge, 1988; Silverman y Kearney, 1991). CONSTRUYENDO SOBRE LAS IDEAS DE PAVLOV: EL TRABAJO DE WATSON, GUTHRIE Y HULL Pavlov no ha sido el único teórico del aprendizaje que ha expuesto ideas conductistas. En este apartado vamos a estudiar el trabajo de tres teóricos, John Watson, Edwin Guthrie y Clark Hull, que desarrollaron su trabajo a partir de la teoría de Pavlov. En el siguiente capítulo estudiaremos a otros dos conductistas de la primera época, Edward Thorndike y B. F. Skinner, que adoptaron una senda ligeramente diferente: concentrarse en los efectos de los estímulos que seguían a las respuestas (por ejemplo, las consecuencias y, en concreto, las recompensas). John Watson Fue John Watson (1913) quien introdujo el término conductismo, y fue el principal defensor de esta perspectiva durante la primera parte del siglo XX. En sus obras más importantes, Watson (1914, 1916, 1919, 1925) exigía calurosamente la introducción de la objetividad científica y de la experimentación en el estudio de los fenómenos psicológicos. Este autor destacaba la necesidad de centrarse en las conductas observables y no en los fenómenos no observables, como el «pensamiento». Cuanto más frecuentemente se asocian un estímulo y una respuesta, mayor será el habito E-R. En segundo lugar, la ley de la recencia destacaba la importancia del momento: La respuesta que más recientemente ha ocurrido después de que se produzca un estímulo determinado, es la que con más probabilidad se asociará con este estímulo. La influencia de Watson continuó patente mucho después de que se retirara de la academia en 1920. Su fuerte defensa de la Psicología como una ciencia objetiva y precisa, y su insistencia de que el entorno desempeña un papel trascendental en la conducta humana. Edwin Guthrie La teoría de la contigüidad de Edwin Guthrie (1935, 1942) es similar a la perspectiva de Watson, en tanto que considera las conexiones entre estímulos y respuestas como la base del proceso de aprendizaje. El principio de aprendizaje básico según Guthrie es el siguiente: Un estímulo al que sigue una respuesta determinada tenderá, cada vez que se repita, a ser secundado por esta misma respuesta. Esta conexión E-R alcanza su máxima potencia en un único ensayo. La noción de Guthrie de aprendizaje en un ensayo, esto es, el establecimiento de una conexión entre el estímulo y la respuesta tras una única asociación, constituyó una propuesta radical en su época. Clark Hull Fue Hull quien introdujo la noción de características organísmicas, esto es, características idiosincrásicas de los individuos, en el seno de la teoría conductista del aprendizaje (Hull, 1943, 1951, 1952). Al igual que sus predecesores, Hull mantuvo la idea de que los hábitos aprendidos E-R son la base de la conducta. También coincidía con Edward Thorndike y B. F. Skinner, dos teóricos que examinaremos en el capítulo 4, en que las recompensas son de suma importancia en el proceso de aprendizaje.
La teoría polivagal: Fundamentos neurofisiológicos de la comunicación, las emociones y la autorregulación - Aprovecha el poder curativo del nervio vago para tratar los traumas, la ansiedad, las enfermedades crónicas y el estrés mental.
D Avolio Cristina - La Representacion de Las Practicas Sociales Y Discursivas en Los Textos Escolares Venezolanos El Problema de Los Generos Discursivos