Literatura Hebrea
Literatura Hebrea
Literatura Hebrea
La literatura hebraica, perteneciente al grupo de las lenguas semíticas, es la que mayor influjo ha
ejercido en las culturas occidentales. En su larga historia de treinta siglos ha sido vertida a todos los
idiomas.
Con la aparición del cristianismo, la literatura hebraica adopta dos direcciones: la Rabínica y la
Cristiana.
La Rabínica: Simboliza el espíritu religioso tradicional y se halla contenida en el Tgargum, el Talmud,
una serie de interpretaciones y comentarios sobre la legislación civil.
La Cristiana: se basa en la Biblia.
El espíritu reformador lo encontramos en el nuevo testamento, colección de 27 libros.
NUEVO TESTAMENTO:
Está formado por tres grupos de obras:
Históricas: esta contenido por los cuatro Evangelistas y los hechos de los Apóstoles.
Doctrinales: contenido por las Epístolas.
Profético: contenido por el Apocalipsis de San Juan.
OBRAS HISTÓRICAS:
Contiene los evangelios (buena nueva), son cuatro evangelistas:
SAN MATEO: que fue escrito en Arameo.
SAN MARCOS,
SAN LUCAS Y
SAN JUAN, que se redactaron en griego, en épocas diferentes.
Los tres primeros reciben el nombre de sinópticos, por la coincidencia en su relato acerca de la vida
de Jesús.
En el Evangelio de San Juan, es de mayor elevación espiritual, en él se propuso poner de relieve la
divinidad del Cristo, que empezaba a ser negada por algunos herejes.
LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES: su autor fue San Lucas y su contenido es sobre los orígenes
de la primitiva iglesia y la propagación de la doctrina evangélica por la predicación del Apóstol de las
gentes, el antiguo Saulo de Tarso.
OBRAS DOCTRINALES: Son las epístolas, de las que destacan las catorce de San Pablo,
henchidas de doctrina y celo apostólico.
OBRA PROFÉTICA: EL APOCALIPSIS:
Fue compuesto por San Juan, durante su destierro en la isla de Patmos. En él describe las visiones
que tuvo sobre la segunda venida del Mesías y el triunfo del reinado de Jesucristo.
El estilo del Nuevo Testamento, establecen los relatos evangélicos acompañados de narraciones de
carácter simbólico o parábolas, de las que se destacan: la del buen pastor, la del hijo prodigo, del
sembrador y otras.