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ENFERMERÍA
EN EL MUNDO
R E S U M E N D E O R I E N TAC I Ó N
2020
Invertir en educación,
empleo y liderazgo
Invertir en el personal
de enfermería
contribuirá no solo al
logro de las metas de
los ODS relacionados
con la salud, sino
Tedros Ghebreyesus
también a las metas Director General de la OMS
relacionadas con la
educación (ODS 4),
la igualdad de
Elizabeth Iro
género (ODS 5), Funcionaria Jefa
de Enfermería de la OMS
el trabajo decente
y el crecimiento
económico
(ODS 8).
Annette Kennedy
Presidenta del Consejo
Internacional de Enfermeras
Sheila Tlou
Copresidenta de Nursing Now
Nigel Crisp
Copresidente
de Nursing Now
Fotografías de la portada
Fila 1 (de izquierda a derecha): © Vladimir Gerdo/TASS a través de Getty, © Irene R. Lengui/L’IV Com, © Tanya Habjouqa
Fila 2 (de izquierda a derecha): © Jaime S. Singlador/Photoshare, © AKDN/Christopher Wilton-Steer
ODS 3
PRÓLOGO
4
vitales en todas y cada una de esas circunstancias. Ahora más que nunca, necesitamos que los
enfermeros y enfermeras trabajen aprovechando plenamente su formación teórica y práctica.
ODS
En este primer informe sobre la Situación de la enfermería en el mundo se pone de manifiesto
lo mucho que hay que celebrar sobre los profesionales de la enfermería. Las oportunidades
de formación avanzada en enfermería y la potenciación de las funciones profesionales, en
particular en el ámbito normativo, pueden impulsar mejoras en la salud de la población.
Al mismo tiempo, seguimos constatando enormes inequidades en la distribución de personal
de enfermería en todo el mundo, un problema que debemos solucionar.
5
mundo 2020 y comprometerse con un programa que impulse y mantenga los progresos hacia
2030. A tal fin, instamos a los gobiernos y a todas las partes interesadas pertinentes a: ODS
• invertir en la aceleración intensiva de la educación en enfermería –profesorado,
infraestructuras y estudiantes– con el fin de atender las necesidades mundiales, cubrir la
demanda nacional y responder a tecnologías que evolucionan constantemente y a modelos
avanzados de atención sociosanitaria integrada;
• fortalecer el liderazgo de los profesionales de la enfermería –tanto los líderes actuales como
los futuros– a fin de garantizar que los enfermeros y enfermeras tengan una función
influyente en la formulación de normas del ámbito de la salud y en la adopción de
decisiones, y contribuyan a la eficacia de los sistemas de atención sociosanitaria.
Todos los países pueden tomar medidas en apoyo de este programa. La mayoría de ellos
pueden lograr los objetivos con recursos propios. Por lo que respecta a los países que requieren
asistencia de la comunidad internacional, debemos orientar un porcentaje creciente de
inversiones en capital humano hacia la economía de la atención sociosanitaria. Tales
inversiones también impulsarán los progresos en los diferentes Objetivos de Desarrollo
Sostenible, con dividendos para la igualdad de género, el empoderamiento económico de la
mujer y el empleo juvenil.
ODS 8
RESUMEN DE ORIENTACIÓN
Ningún programa mundial de salud puede lograrse sin esfuerzos concertados y sostenidos para potenciar
al máximo las contribuciones del personal de enfermería y sus funciones en el seno de equipos de salud
interprofesionales. Para ello se requieren intervenciones normativas que les permitan fomentar al máximo su
repercusión y eficacia optimizando el ámbito de actuación y el liderazgo del personal de enfermería, de la mano
de inversiones aceleradas en su formación, competencias y puestos de trabajo. Dichas inversiones contribuirán
también al logro de las metas de los ODS relacionadas con la educación, la igualdad de género, el trabajo
decente y el crecimiento económico inclusivo.
El presente informe sobre la Situación de la enfermería en el mundo 2020, elaborado por la Organización Mundial
de la Salud (OMS) junto con el Consejo Internacional de Enfermeras y la campaña mundial Nursing Now, y con el
apoyo de gobiernos y otros asociados, presenta de forma convincente argumentos que demuestran la valía del
personal de enfermería en el ámbito mundial.
© Shapecharge/Getty Images
La enfermería es el
grupo ocupacional más
numeroso del sector de la
salud, ya que representa
aproximadamente el
59%
de las profesiones
sanitarias.
Situación de los datos disponibles en 2020
El personal de enfermería se expande en número y en ámbito de actuación profesional. Ahora bien, esta expansión
no es equitativa ni suficiente para satisfacer la creciente demanda, y deja rezagadas a algunas poblaciones.
191 países aportaron datos para la confección del informe, la cifra más alta jamás alcanzada y un 53%
superior frente a los datos disponibles en 2018. En torno al 80% de los países aportaron datos sobre 15 indicadores
o más. Ahora bien, existen importantes lagunas en los datos sobre capacidad de formación, financiación, sueldos y
retribuciones, y flujos del mercado laboral del sector de la salud. Ello perturba la capacidad de efectuar análisis de dicho
mercado que orienten las políticas y las decisiones de inversión en relación con el personal de enfermería.
En todo el mundo el personal de enfermería suma 27,9 millones de personas, de las que 19,3 millones son
enfermeros y enfermeras profesionales. Ello revela un aumento de 4,7 millones en el contingente total durante
el periodo 2013-2018, y confirma que la enfermería es el grupo ocupacional más numeroso del sector de la salud,
ya que representa aproximadamente el 59% de las profesiones sanitarias. Los 27,9 millones contabilizados como
personal de enfermería incluyen 19,3 millones (69%) de enfermeros y enfermeras profesionales, seis millones (22%)
de auxiliares de enfermería y 2,6 millones (9%) que no se clasifican en ninguno de los dos grupos mencionados.
El personal de enfermería en todo el mundo no guarda proporción con el necesario para lograr la cobertura
sanitaria universal y las metas de los ODS. Más del 80% de los profesionales de la enfermería se encuentran
en países que suman la mitad de la población mundial. La escasez mundial de profesionales de la enfermería,
estimada en 6,6 millones en 2016, se había reducido ligeramente, hasta los 5,9 millones, en 2018. Se calcula que
el 89% (5,3 millones) de esa escasez se concentra en los países de ingresos bajos y medianos-bajos, donde el
crecimiento en el número de profesionales de la enfermería apenas sigue el ritmo del crecimiento demográfico,
por lo que los niveles de densidad de personal de enfermería en relación con el número de habitantes solo mejoran
marginalmente. En la figura 1 se muestra la amplia variación en la densidad del personal de enfermería en relación
con la población; las mayores diferencias se muestran en países de las Regiones de África, Asia Sudoriental y
Mediterráneo Oriental y en algunos países de América Latina.
Resumen de orientación 3
Las pautas de envejecimiento del personal sanitario en algunas regiones amenazan la estabilidad del
contingente de personal de enfermería. En el ámbito mundial, el personal de enfermería es relativamente
joven, pero hay disparidades entre regiones, con estructuras en las que dominan considerablemente las
edades más avanzadas, como en las Regiones de Europa y las Américas. Los países con números inferiores de
profesionales de la enfermería en las primeras etapas de su carrera (menores de 35 años) como proporción de los
profesionales que se acercan a la edad de jubilación (edad igual o superior a 55 años) tendrán que incrementar el
número de graduados y reforzar los incentivos de fidelización para mantener el acceso a los servicios de salud.
Los países con personal de enfermería joven deberían mejorar su distribución equitativa por todo el territorio.
Como se muestra en la figura 2, los países con mayor proporción de personal de enfermería cerca de la jubilación
en relación con el personal de enfermería joven (los países por encima de la línea verde) tendrán problemas para
mantener su fuerza de trabajo en ese ámbito.
40%
30%
20%
10%
0%
0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70%
Porcentaje de personal de enfermería de menos de 35 años
Asia
Sudoriental
18%
Pacífico Occidental Ingresos medianos y altos
22% 61%
EXECUTIVE
Resumen de
SUMMARY
orientación 5
© ICAP/Sven Torfinn
Figura 4 Duración media (en años) de la formación en enfermería, por regiones de la OMS
África
Américas
Asia Sudoriental
Europa
Mediterráneo Oriental
Pacífico Occidental
Mundial
Fuente: Cuentas nacionales del personal de salud, 2019, de 99 países y base de datos Sigma de 58 países. Últimos datos disponibles presentados por los países
entre 2013 y 2018.
La mayoría de los países (152 de los 157 que respondieron: 97%) señalaron que la duración mínima
de la formación del personal de enfermería es un programa de tres años. La gran mayoría de los países
declararon contar con normas sobre contenidos didácticos y duración (91%), mecanismos de acreditación
(89%), y normas nacionales sobre las cualificaciones del profesorado (77%) y la formación interprofesional
(67%). Ahora bien, poco se sabe sobre la eficacia de tales políticas y mecanismos. Es más, sigue habiendo
una considerable variedad en los niveles mínimos de formación teórica y práctica del personal de enfermería,
junto con restricciones de capacidad, como falta de profesorado, limitaciones en las infraestructuras y
disponibilidad de lugares para realizar prácticas clínicas. Como se muestra en la figura 4, la formación en
enfermería suele durar entre tres y cuatro años en todo el mundo.
La mayoría de los países (86%) cuentan con un organismo encargado de la reglamentación del
ejercicio de la enfermería. En casi dos tercios (64%) de los países se requiere una evaluación inicial de
las competencias para iniciarse en el ejercicio de la enfermería y en casi tres cuartos (73%) se requiere que
el personal de enfermería se siga formando continuamente para poder seguir en la profesión. Ahora bien,
la reglamentación de la formación teórica y el ejercicio de la enfermería no están armonizados, excepto
en unos pocos acuerdos subregionales de reconocimiento mutuo. Los organismos de reglamentación
tienen dificultades para mantener actualizados los reglamentos de formación teórica y para el ejercicio de
la enfermería, así como los registros del personal de enfermería, en una época digital de gran movilidad en
la que domina el trabajo en equipo. En la figura 5 se muestra la proporción de los países notificantes con
disposiciones reglamentarias vigentes sobre condiciones de trabajo.
La enfermería sigue siendo una profesión con gran predominio de un solo sexo, con sesgos conexos
en el lugar de trabajo. Aproximadamente el 90% del personal de enfermería son mujeres, pero muy pocos
puestos directivos están ocupados por profesionales de la enfermería o por mujeres. Algunos datos apuntan a
la existencia de una brecha salarial entre hombres y mujeres, y a otras formas de discriminación de género en
el entorno laboral. La mayoría de los países declaran haber establecido protecciones jurídicas, como horarios
y condiciones laborales, sueldo mínimo y protección social, pero no equitativamente en diferentes regiones.
Algo más de un tercio de los países (37%) declararon haber establecido medidas para impedir ataques contra
el personal de salud.
Un total de 82 países de los 115 que respondieron (71%) declararon contar con un puesto directivo
nacional en el sector de la enfermería que se encarga de hacer aportaciones a las políticas de
enfermería y de salud. En 78 países (el 53% de los que respondieron) se dispone de un programa nacional de
fomento del liderazgo en la enfermería. La presencia de un puesto de funcionario jefe de los servicios públicos
de enfermería (o equivalente) y la existencia de un programa de liderazgo en la enfermería están asociadas con
un entorno regulatorio más sólido en el sector.
Resumen de orientación 7
DIEZ MEDIDAS
FUNDAMENTALES
Direcciones
futuras en
las políticas
para el
personal de
enfermería
© John W. Poole/NPR
1 Los países afectados por la escasez de personal tendrán que incrementar la financiación
para formar y emplear al menos a 5,9 millones más de profesionales de la enfermería.
Se estima que las inversiones adicionales en formación del personal de enfermería se sitúan en la franja de
US$ 10 per cápita en los países de ingresos bajos y medianos. Para emplear a los profesionales tras graduarse
sería necesario incrementar las inversiones. En la mayoría de los países ello puede lograrse con fondos internos.
Entre las medidas que deben adoptarse se incluyen el examen y gestión del gasto salarial nacional y, en algunos
países, la eliminación de las restricciones al número de profesionales que pueden acceder a la profesión. Si
los recursos internos son limitados a medio y largo plazo, como en los países de ingresos bajos y en contextos
vulnerables o afectados por conflictos, debería examinarse la posibilidad de introducir mecanismos como los
arreglos institucionales de mancomunación de fondos. Los asociados para el desarrollo y las instituciones
internacionales de financiación pueden ayudar transfiriendo las inversiones en capital humano para la formación,
el empleo, la igualdad de género, la salud y el fomento de competencias a estrategias nacionales para el
personal de salud con el fin de impulsar la atención primaria de salud y lograr la cobertura sanitaria universal. Las
inversiones en el personal de enfermería pueden además contribuir a fomentar la creación de puestos de trabajo,
la igualdad de género y la participación de la juventud.
Resumen de orientación 9
6 Los responsables de la planificación y la reglamentación deberían optimizar las
contribuciones del ejercicio de la enfermería. Entre las medidas necesarias se incluye la siguiente: velar
por que el personal de enfermería de los equipos de atención primaria de salud trabaje aprovechando plenamente su
ámbito de actuación. Deberían ampliarse según proceda los modelos de atención dirigidos por personal de enfermería
a fin de atender las necesidades de la población en materia de salud y mejorar el acceso a la atención primaria de
salud, en particular la creciente demanda en relación con las enfermedades no transmisibles y la integración de la
atención sociosanitaria. En las políticas relativas al lugar de trabajo deben abordarse las cuestiones que se sabe que
afectan a la fidelización del personal de enfermería en entornos del ejercicio de la profesión; ello incluye prestar el
apoyo necesario a los modelos de atención basados en el personal de enfermería y a las funciones especializadas de
la profesión, aprovechando las oportunidades que ofrece la tecnología de salud digital y teniendo en cuenta las pautas
de envejecimiento en el personal de enfermería.
Hombres Mujeres
REGIÓN DE LA OMS
Fuente: Cuentas nacionales del personal de salud, Organización Mundial de la Salud, 2019. Últimos datos disponibles presentados por los países entre 2013 y 2018.
10 La colaboración es fundamental. Entre las medidas se incluyen las siguientes: el diálogo intersectorial
dirigido por los ministerios de salud y los jefes de los servicios públicos de enfermería, y la colaboración de
otros ministerios pertinentes (como el de educación, inmigración, finanzas o trabajo) y otras partes interesadas
de los sectores público y privado. Un elemento fundamental es el fortalecimiento de la capacidad para la
gestión eficaz de las políticas públicas de modo que las inversiones del sector privado, la capacidad formativa
y las funciones del personal de enfermería en la prestación de servicios de salud puedan mejorarse y alinearse
con los objetivos de las políticas públicas. Las asociaciones profesionales de la enfermería, las instituciones de
enseñanza y los educadores, los organismos de reglamentación y los sindicatos de enfermería, los estudiantes
de enfermería y los grupos juveniles, los grupos de base, y campañas mundiales como Nursing Now
contribuyen de forma muy valiosa al fortalecimiento de la función de la enfermería en equipos de atención que
trabajan para atender las prioridades de las poblaciones en materia de salud.
Invertir en educación,
empleo y liderazgo
El informe ha permitido recabar pruebas y datos sólidos sobre el personal de enfermería, que es necesario
conocer para apoyar el diálogo normativo y facilitar la adopción de decisiones de inversión en la enfermería a fin
de fortalecer la atención primaria de salud, lograr la cobertura sanitaria universal y avanzar hacia los ODS.
Pese a haber signos de progreso, el informe también ha puesto de relieve importantes ámbitos preocupantes. En
muchos países de ingresos bajos y medianos-bajos de las Regiones de África, Asia Sudoriental y el Mediterráneo
Oriental será necesario acelerar los progresos para solventar las principales deficiencias. Ahora bien, tampoco en
los países de ingresos medianos-altos y altos hay margen para la autocomplacencia, ya que las restricciones en la
capacidad de oferta, una estructura en la que dominan las edades más avanzadas entre el personal de enfermería
y una excesiva dependencia de la contratación internacional representan conjuntamente una amenaza para lograr el
personal de enfermería necesario en el ámbito nacional.
Los gobiernos nacionales, con el apoyo pertinente de sus asociados nacionales e internacionales, deberían
catalizar y promover una aceleración de esfuerzos con el fin de:
Para las inversiones necesarias se requerirán recursos financieros adicionales. Si se consiguen estos recursos el
retorno para las sociedades y las economías puede medirse con la mejora de los resultados sanitarios para miles
de millones de personas, la creación de millones de oportunidades de empleo cualificado, especialmente para
las mujeres y los jóvenes, y la mejora de la seguridad sanitaria mundial. Los argumentos a favor de la inversión en
formación, puestos de trabajo y liderazgo en la enfermería son claros: las partes interesadas pertinentes deben
comprometerse a actuar.