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Autores
Facultad psicología
Villavicencio – Meta
Autores
Asesor
Facultad psicología
Villavicencio – Meta
Introducción.........................................................................................................................1
Objetivos .............................................................................................................................1
Metodología.........................................................................................................................2
Consideraciones éticas………………………………………………………………..2
Resultados ...........................................................................................................................2
Discusiones .........................................................................................................................2
Conclusiones .......................................................................................................................5
Referencias..........................................................................................................................6
Apéndice..............................................................................................................................7
Planteamiento del problema
Según, Caballo (2007) nos habla que las habilidades sociales son un conjunto de conductas
emitidas por el individuo dentro de un contexto interpersonal en donde expresa sus
sentimientos, actitudes, deseos, opiniones, respetando las conductas de los demás, así
mismo, resuelve los problemas ante alguna eventualidad minimizando la probabilidad de
futuros problemas.
Por otro lado la OMS (1993) define las habilidades sociales como aquellas aptitudes
necesarias para tener un comportamiento adecuado y positivo que nos permita enfrentar
eficazmente los problemas y retos de la vida diaria. (Como se citó en Ballester, 2018)
Objetivo General
Objetivos específicos
En este orden de ideas, según Caballo en el (2005) afirma que “las habilidades sociales
son un conjunto de conductas que permiten al individuo desarrollarse en un contexto
individual o interpersonal expresando sentimientos, actitudes, deseos, opiniones o derechos
de un modo adecuado a la situación” es decir, este proceso de desarrollo incluye diferentes
esquemas que hacen parte del ejercicio del día a día.
En este sentido, es posible comentar que las habilidades sociales permiten fortalecer el
autoestima, autorregulación, adaptación de diferentes comportamientos y hábitos de la vida
diaria a través de las diferentes habilidades que pueden adquirir en el trascurso de su vida.
Ahora bien, Hersen y Bellack (2007) consideran que el concepto de habilidad social
conlleva a especificar la capacidad que tiene los sujetos para expresar sentimientos
positivos y negativos sin que finalice exactamente con un razonamiento social incoherente,
es decir, se ven involucradas diferentes conductas de la persona pero esto no quiere decir
que luego de enfrentarse a diferentes situaciones tenga una reacción drástica como perder
su nivel de razonamiento social. (Como se citó en Núñez, Hernández, Jerez, Rivera y
Núñez, 2017)
Por lo anterior, Roca (2014) afirma que “Las personas socialmente habíl busca su
propio interés, pero también tienen en cuenta los intereses y sentimientos de los demás, y
cuando entran en conflicto tratan de encontrar la solución más satisfactoria para cada
parte”. En este orden de ideas, es posible afirmar que el desarrollo de las habilidades
sociales es indispensable para promover el desarrollo del sujeto.
Por esto, se coherente comentar las siguientes características de las habilidades sociales
para la vida diaria según Roca (2014) como lo son:
En este sentido, han comentado que el EHS parte de ser complejo para conocerlo ya
que suele variar de acuerdo a factores como, conductas, contextos, y parcialmente el sujeto.
Es por esto, que Bluter y Grudson (1981) afirman que “La habilidad social debe
considerarse dentro de un marco cultura determinado y los patrones de comunicación
varían ampliamente entre culturas y dentro de una misma” (como se citó en Caballo, 2007)
Por otro lado el modelo Mcfall se basa en tres habilidades desarrolladas en tres fases
sucesivas; la primera son las habilidades de descodificación, estas están encargadas de
recibir, percibir e interpretar la información entrante; la segunda la habilidad de decisión,
encargada de indagar la respuesta, comprobarla, escogerla, buscarla en el repertorio y
evaluar su utilidad y por último la habilidad de codificación siendo estas las encargadas de
la ejecución y autoobservación. Otro modelo asociado al anterior es el modelo de Trower
en donde el modelo plantea una situación y el sujeto recibe una serie de información en
donde deberá realizar inferencias sobre sí mismo, los demás y la situación planteada, de
esta manera se genera una respuesta acorde a las reglas establecidas socialmente. (Tortosa,
2018)
Del mismo modo, según el estudio realizado por Delghan, Mirzakhani, Rezaee y
Tabatabaee en (2017) se desarrollado a partir de un enfoque cuantitativo de tipo analítico
descriptivo que permitió identificar la influencia en la que se presenta el desarrollo social
en los niños y los factores que se encuentran desarrollados con el mismo a fin de conocer el
desarrollo de las habilidades sociales y motoras de cada niños conforme a su edad, por lo
anterior, fue importante aplicar una serie de instrumentos que evalúan el estado y las
competencias de cada niño enfocado a la competencia social. Así mismo, se comprueban
los datos con el Mann-Whitney en cuanto a comparación de variables y se analiza mediante
la correlación de Sperman los puntajes de motricidad y habilidades considerando el
software SPSS obteniendo como resultado que no hay una relación significativa entre las
variables utilizadas, finalmente se puede decir que las interacciones sociales y las
habilidades motoras tienden a relacionarse conforme al desarrollo del estudiante.
En Hong Kong Lam y Wong (2017) se reclutaron 36 jardines y 106 docentes para
realizar un estudio comparativo longitudinal, donde se busca identificar el efecto de un
programa de intervención orientado al bienestar socioemocional de los niños teniendo en
cuenta diferentes contextos de desarrollo. Por esto, implementan una escala de competencia
social que evaluara la regulación y expresión emocional de cada niño, docente o padre de
familia, al igual se empleó un programa de bienestar social y emocional que busco durante
8 semanas entrenar a los maestros para trabajar habilidades comunicativas con los niños e
interpretar sus comportamientos. Para lo cual, se trabajan los datos por el estadístico Stata y
prueba T donde se emparejan los datos antes y después de la intervención con el fin de
identificar diferencias. Es así, como se concreta que las comparaciones arrojan un aumento
significativo en cuanto a la competencia social y el impacto de la intervención promueve el
desarrollo socioemocional de los participantes.
En concordancia con Tarim (2015) realiza una investigación en Turquía donde busca
identificar los efectos que tiene el aprendizaje cooperativo en los niños en relación con el
desarrollo de las habilidades sociales, donde desarrolla un programa de entrenamiento de
aprendizaje cooperativo que busca generar espacios que incrementen las habilidades
sociales de los niños trabajando la escucha activa, conversación y participación a traces de
diferentes actividades y capacitaciones desarrolladas, igualmente se emplean 2 sesiones de
entrevistas individuales con cada uno. Se analizan los datos por medio de una varianza
unidireccional para determinar las diferencias significativas en cuanto a los puntajes pre y
pos del tratamiento lo cual indica como resultado que dentro del aprendizaje cooperativo si
se presentan con mayor frecuencia las habilidades sociales de los niños y dentro de los
puntajes de los grupos se encuentra similitud en los resultados sobre todo en la segunda
aplicación.
Asi mismo Wu, Chi, Ying, He, y Fan (2018) realizan una investigación enfocada a la
calificación de las habilidades sociales en el contexto escolar específicamente en jardines
escolares de china donde integran la participación de padres, docentes y escolares,
aplicaron una escala de clasificación de las habilidades sociales desde diferentes puntos,
también se presenta un formato para los maestros y padres donde buscaron motivar y
formar en cuanto habilidades sociales. Otro de los instrumentos fue el temperamento de los
niños y el funcionamiento social y emocional mediante subescalas de aprendizaje y
habilidades sociales. Se aplicó un análisis factorial para examinar la estructura de factores y
un análisis de varianza para identificar la medida de corrección y varianza del modelo,
como resultado obtuvieron correlaciones significativas frente a los ítems aplicados, pero no
se pueden establecer diferencias entre los grupos ya que todos son diferentes y no sería
coherente.
Sezgin y Demiriz en (2019) realizan un estudio enfocado a identificar los efectos que
tienen los estudiantes de primera infancia para la capacitación de habilidades sociales
enfocadas a la autorregulación de la conducta para lo cual se desarrolla una investigación
de tipo experimental con un modelo pre test y pos test, se obtuvo la información mediante
un instrumento que evalúa el rendimiento de los niños mediante diferentes actividades que
resaltan las habilidades sociales, como escuchar y comunicarse con otros, también se aplica
CBRS para medir habilidades de autorregulación en los niños frente a su conducta, se
emplean estadísticas no paramétricas para el análisis de datos con el fin de evaluar el
desarrollo de las habilidades, y la prueba Mann-Whithey para identificar las comparaciones
entre grupos. Desde los resultados se destaca que las actividades basadas en los juegos son
efectivas positivamente en las habilidades conductuales de autorregulación.
Por otro parte Andrés, Stelzer, Vernucci, Juric, Galli y Guzmán. (2017) Se desarrolla
una investigación en España con 107 niños entre 9 y 11 años de edad con el fin de
reconocer la importancia que presenta la regulación emocional y las habilidades
académicas en los procesos escolares, ya que existen diferentes iniciativas que afirman que
a través del buen desarrollo de las habilidades sociales se puede potencializar los procesos
académicos de cada niño. Por lo anterior, se aplica a los participantes una prueba que
evalúa habilidades de regulación emocional desde diferentes situaciones (niveles de
dificultad), también el Test de Leer para identificar comprensión lectora y otro instrumento
que comprende habilidades matemáticas. En este orden de ideas, se implementa un análisis
descriptivo correlación donde se evalúan las variables del estudio, finalmente se concreta
que los niños entre más desarrollen las habilidades sociales mejores resultados académicos
de desempeño tendrán.
Por otra parte Justicia, Pichardo, y Justicia en (2015) realizaron un estudio cuantitativo
en España, teniendo como objetivo analizar los efectos del programa de intervención
temprana en aprender a convivir en una población de 313 niños de 3 años, se seleccionaron
por medio de 8 centros educativos de características similares utilizando un muestreo de
tipo probabilístico incidental, manejaron 2 instrumentos, la escala de observación en
educación infantil la cual mide 3 subescalas: cooperación social, interacción social e
independencia social; y por último se utilizó el cuestionario Child Behavior Checklist-
Teacher Report Form para medir los problemas de conducta, para analizar los datos
utilizaron un análisis de covarianza univariante ANOVA para eliminar las diferencias
pretest entre los grupos y el programa estadístico SPSS para analizar los programas
estadísticos en donde los resultados mostraron puntuaciones significativamente elevadas en
el grupo experimental que en el grupo de control.
Por otro lado se encontraron artículos relacionados con el tema en América del norte,
realizados por Sparapani, McDonald, McLean, Wood, Toste y Day (2018), Ayvazo y
Aljadeff, (2019), Connor, y Evans (2019), Burchinal, Foster, Garber, Brtsch-Hines, Blair,
Veron- Feagans (2019), Sparapani, McDonald, Day, Wood, Ingebrand, McLean, y Philips,
(2019), Rosier, y Thomas, (2017), Sherbow, Kettler, Davies, y Dembitzer, (2015),
Gresham, Elliott, Metallo, Byrd, Wilson, Erickson, Cassidy, y Altman, (2018), Collins,
Gresham, y Dart, (2016), Kilgus, Embse, Scott, y Paxton, (2015), Zeng, Johnson, Boles, y
Fuelle, (2019), Goble, Sandilos, y Pianta, (2019).
Gresham, Elliott, Metallo, Byrd, Wilson, Erickson, Cassidy y Altman, (2018), donde
realizaron un estudio cuantitativo en Estados unidos, teniendo como objetivo el desarrollo
del sistema de mejoramiento de habilidades sociales para 4.700 niños entre los 3 a 18 años,
la población fue seleccionada por medio de unos formularios, como instrumentos
manejaron un cuestionario el cual mide las fortalezas y competencias personales de los
niños, la escala de comportamiento estandarizada de 72 ítems, el cuestionario de evaluación
socioemocional basado en las fortalezas del niño y por último el sistema de calificaciones
de habilidades sociales, para el análisis de datos se utilizó AMOS versión 22.0 en SPSS,
para evaluar el ajuste del modelo se utilizó tres índices de ajuste: chi cuadrado, error
cuadrático medio de aproximación RMSEA e índices de ajuste comparativo, en donde se
encontró que los puntajes cumplieron con la normatividad multivariada, ya que no tenían
valores periféricos y los datos eran homocedásticos y lineales, y no tenían datos faltantes.
Por otro lado Kilgus, Embse, Scott, y Paxton, en (2015) realizaron un estudio
cuantitativo en Estados unidos, cuyo propósito fue desarrollar e inicialmente validar el
perfil de selección de intervención en habilidades sociales, incluyendo 54 maestros y 243
estudiantes en tres escuelas primarias públicas, como instrumentos se realizó una encuesta
compuesta por 12 ítems producido por elementos predictivos de varios dominios de
habilidades sociales y por último la aplicación de la escala habilidades sociales con el fin de
identificar cada comportamiento, como análisis de datos se evaluó por medio del alfa de
Cron Bach, Chi cuadrado y posteriormente se examinó la fiabilidad estadística Kunder
Richardson Formula 20, como resultados se obtuvo un mayor número de estudiantes con
déficit de adquisición en la subescala de autocontrol, mientras que el menor número se
encontró dentro de la subescala de comunicación y afirmación, se encontró similitud entre
los estudiantes incluidos o no incluidos, con hallazgos no estadísticamente significativos en
edad, género u origen étnico.
Así mismo, Zeng, Jhonson, Boles, y Fuelle. (2019) Desarrollan una investigación en
Estados Unidos con una población de 228 niños y 159 familias donde pretenden identificar
si existe una correlación significativa entre el desarrollo de las habilidades y la familia, para
lo cual aplican una Escala Pictórica de competencia percibida y aceptación social para
niños pequeños, evaluando autopercepción y habilidades motoras con el fin de codificar los
datos e identificar la variable propuesta inicialmente, se implementan diferentes
metodologías de análisis de datos siendo una de las más relevantes las regresiones múltiples
lineales con el equilibrio de las habilidades como variables dependientes ya que se
correlacionaron significativamente en cada una por separado. Indicando que los niños de
preescolar permiten transformar sus comportamientos realizando un seguimiento hasta su
adolescencia y se debe promover más participación por parte de los padres en los procesos
escolares.
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