HERIDAS 2.odt
HERIDAS 2.odt
HERIDAS 2.odt
La palabra herida designa a toda lesión que provoca una pérdida de continuidad
en la piel, los músculos, los vasos sanguíneos, nervios, etc. Su gravedad
dependerá de la profundidad, la zona donde se haya producido, su prolongación y
el grado de infección que presente.
SE CLASIFICAN:
HERIDAS CORTANTES: son producidas por objetos filosos tales como vidrios o
cuchillos. A pesar de ocasionar una hemorragia escasa, puede llegar a poner en
riesgo musculaciones, nervios y tendones.
HERIDAS LIMPIAS
Se habla de herida limpia cuando el procedimiento, ceñido a la técnica aséptica,
no entra dentro de un órgano o cavidad del cuerpo normalmente colonizada. La
reparación electiva de una hernia inguinal es un ejemplo de procedimiento
operatorio limpio. El riesgo de IHQ es mínimo y se origina en contaminantes del
ambiente del quirófano o del equipo quirúrgico o, más comúnmente, de la
colonización de la piel. El patógeno más común es el Staphylococcus aureus. Las
tasas de infección en esta clase de procedimientos deberían ser del 2% o menos,
dependiendo de otras variables clínicas.
HERIDAS LIMPIAS-CONTAMINADAS
Un sitio quirúrgico limpio-contaminado se ve cuando el procedimiento operatorio
entra en un órgano o cavidad del cuerpo colonizado, pero bajo circunstancias
electivas y controladas. Contaminantes más comunes son bacterias endógenas
del propio paciente. Por ejemplo, las heridas de colectomías generalmente
contienen gérmenes Gram negativos y anaerobios. Las resecciones intestinales
electivas, la apendicectomía, la colecistectomía, las resecciones pulmonares, los
procedimientos ginecológicos y las operaciones de cáncer de cabeza y cuello que
involucran la orofaringe, son ejemplos de procedimientos limpios-contaminados.
Las tasas de infección para esos procedimientos están en el rango del 2% al 10%
y pueden ser optimizadas con estrategias específicas de prevención.
HERIDAS CONTAMINADAS
Los procedimientos contaminados ocurren cuando está presente una
contaminación grosera en el sitio quirúrgico en ausencia de infección obvia. La
contaminación no controlada al abrir el lumen intestinal, perforación de vesícula
litiásica durante una colecistectomía son ejemplos de procedimientos
contaminados. Las tasas de infección fluctúan entre 3 y 13%, aún con antibióticos
preventivos y otras estrategias.
HERIDAS SUCIAS
Los procedimientos quirúrgicos realizados cuando existe una infección en el sitio
quirúrgico, son consideradas heridas sucias. La exploración abdominal por
peritonitis bacteriana y los abscesos intrabdominales son ejemplos de esta clase
de heridas. Los patógenos esperados son los de la infección activa encontrada.
Pueden encontrarse gérmenes multirresistentes en las heridas sucias, si la
infección ha ocurrido en un hospital o en pacientes que recibieron previamente
terapia antibiótica.
CICATRIZACIÓN
Es el proceso por el cual se logra la reparación de la disrupción de los tejidos, y su
resultado final depende de múltiples factores; por ejemplo, en el feto esta
reparación no deja huella, se produce una “regeneración del tejido”. Por otro lado,
en casos extremos, se producen grandes queloides y cicatrices retractiles que
alteran la anatomía y la funcionalidad.
Para comprender mejor el tratamiento de las heridas debemos conocer cuál es la
evolución natural de éstas.
El proceso de cicatrización se ha esquematizado en tres etapas:
1) inflamatoria,
2) proliferativa y
3) remodelación tisular. Estas etapas se superponen y son variables dependiendo
del tipo y grado de la noxa que afectó al tejido.
1. FASE INFLAMATORIA.
Se inicia en el momento de la injuria, se inicia con los mecanismos de la
hemostasia, vasocontricción, cascada de la coagulación, formación del
coágulo que va a constituir la matriz de regeneración de la herida.
Posteriormente se produce un proceso de vasodilatación y migración de
polimorfonucleares y macrófagos en un ambiente inflamatorio, para “limpiar”
la herida de bacterias, detritus, etc. En esta fase se producen sustancias
que estimulan la aparición de tejido granulatorio y la angiogénesis. Su
duración puede extenderse hasta 5 días en una herida con cierre primario.
2. FASEPROLIFERATIVA (O DE MIGRACIÓN).
Se inicia ya al segundo día y puede extenderse 3 semanas en una herida
no complicada. En este período aparecen los fibroblastos (células
germinales del tejido fibroso) que van a formar el tejido de granulación,
ocurre recanalización de los vasos linfáticos y se forman capilares
sanguíneos. Se presenta además el proceso de epitelización, la humedad
de la herida favorece los procesos de migración celular. Por último,
acontece la contracción de la herida, la transformación de fibroblastos en
miofibroblastos que originan la aproximación de los bordes de las heridas.
3. FASE DE MADURACIÓN.
Se extiende entre el 15º día hasta que se logra la cicatrización completa (6
meses a un año). El principal evento fisiológico es la epitelización y el
aumento progresivo de la fuerza tensil de la piel (hasta 70 a 90% de la
fuerza original).Esto ocurre por la remodelación del colágeno. Las
alteraciones del colágeno producen cicatrices hipertróficas y queloides.
TIPOS DE CICATRIZACIÓN
Para las heridas agudas podemos enunciar 3 maneras de cicatrización, según la
contaminación y el momento de la consulta:
1. Cicatrización primaria o por primera intención. Es la ideal para cualquier
cirujano. Los tejidos cicatrizan por unión primaria, cumpliendo así las siguientes
características: mínimo edema, sin secreción local, en un tiempo breve, sin
separación de los bordes de la herida y con mínima formación de cicatriz.
2. Cicatrización secundaria o por segunda intención. Cuando la herida no se
afronta por falta de una atención oportuna o por indicación médica (heridas muy
sucias), se lleva a cabo un proceso de cicatrización más prolongado y más
complicado. La herida cicatriza desde las capas profundas y desde sus bordes.
Habitualmente se forma tejido de granulación que contiene miofibroblastos y la
herida cierra por contracción. El proceso de cicatrización es lento y generalmente
deja una cicatriz poco estética.
3. cicatrización terciaria o por tercera intención (cierre primario diferido).
Este es un método seguro de reparación en heridas muy contaminadas o en
tejidos muy traumatizados. El cirujano realiza un aseo prolijo de la lesión y difiere
el cierre para un período que va desde el tercer al séptimo día de producida la
herida, de acuerdo a la evolución local, asegurando así un cierre sin
complicaciones.
CICATRIZACIÓN PATOLÓGICA
Cicatriz hipertrófica: es una lesión fibrosa, eritematosa, levantada y pruriginosa
que se forma dentro de los bordes iniciales de una herida, habitualmente en un
área de tensión. Suelen tener un patrón de regresión espontánea, aunque sea
parcial y tiene poca tendencia a la recidiva post extirpación quirúrgica.
Cicatriz queloídea: es una lesión con aspecto tumoral, color rojo-rosado o púrpura
y a veces hiperpigmentada. Los contornos están bien demarcados, pero son
irregulares, sobrepasando los márgenes iniciales de la herida. El epitelio sobre la
lesión es delgado y puede presentar áreas focales de ulceración. Puede presentar
prurito y dolor. Raramente desaparece en forma espontánea y la recidiva es muy
frecuente post extirpación quirúrgica.
Retracción patológica: la contracción de la herida es un proceso normal mediante
el cual la lesión disminuye de tamaño, pero en esta situación causa “contractura”
en piel de articulaciones flexoras, en el cuello, las manos, especialmente
secundario a quemaduras.
Cicatrización insuficiente: la cicatrización puede ser mínima o inestable e incluso
ausente, constituyendo una herida crónica.
MANEJO DE LAS HERIDAS
AGUDAS
La atención del paciente politraumatizado incluye muchas veces el manejo de
heridas superficiales, pero a pesar de su espectacularidad, pocas veces son el
problema principal, siendo la hemostasia de las mismas la única urgencia, que
generalmente se logra con un vendaje compresivo, hasta definir el momento, el
lugar y la técnica de la reparación (no debiera trasladarse un paciente sin detener
una hemorragia).
Factores a considerar:
Grado de pérdida tisular, grado de contaminación, infraestructura, tipo de
anestesia necesaria, complejidad del tratamiento y necesidad de aseo quirúrgico.
La técnica de cierre van de lo más simple a lo más complejo:
-Cierre simple.
-Cierre con deslizamiento de colgajo.
-Injertos de piel.
-Rotación de colgajos.
-Colgajos a distancia.
-Colgajos microquirúrgicos.
La cicatrización por segunda intención o el cierre diferido debe plantearse en
quemaduras, mordeduras, heridas con pérdida de tejido importante,
contaminación severa. En estos casos se realizará un aseo prolijo bajo anestesia.
ASEO QUIRÚRGICO
Significa aseptización de la herida, lavado con abundante solución fisiológica,
retiro de cuerpos extraños y tejidos desvitalizados, hemostasia prolija. Puede ser
realizado con anestesia local, regional o general, pero debe cumplir con los pasos
mencionados, idealmente en pabellón con campo estéril, buena iluminación,
profilaxis o tratamiento antibiótico, según el caso.
Una vez concluido el aseo se determinará el tipo de reparación.
FACTORES TÉCNICOS
Para un mejor resultado estético y funcional, debemos:
-Evitar la tensión tisular.
-Suturar la herida por planos para evitar invaginaciones.
-Elegir el material de sutura según el tejido a reparar (tipo y grosor).
-Elegir entre sutura continua, separada, intradérmica, adhesivos químicos o telas.
NO REABSORBIBLES
Seda (fibroina trenzada)
Nylon (monofilamento, poliamida)
Prolene (monofilamento de polipropileno)
Mersilene (poliester trenzado)
Ethibond (poliester trenzado recubierto)
RETIRO DE PUNTOS
Sitio de la herida
Cara
Cuero cabelludo
Brazos
Tronco
Piernas
Manos o pies
Palmas o plantas
CURACION
OBJETIVOS
PRONÓSTICO
En algunos casos las escaras suponen una inconveniencia menor y pueden recibir
un tratamiento simple. Sin embargo, a veces pueden provocar un daño cutáneo
extenso y conducir a infecciones graves como una sepsis, o infección general y
extendida de la sangre, o gangrena, muerte del tejido corporal.
Existen dos objetivos principales al asistir a enfermos con riesgo de desarrollar
escaras. Estos son:
Intentar prevenir el desarrollo de las escaras mediante el uso de ropas y
equipo especiales y el cambio frecuente de la posición del paciente.
Tratar las escaras existentes mediante una limpieza adecuada y el uso de
antibióticos, la mejora en los hábitos alimentarios y, en los casos más
graves, cirugía.
Las áreas más expuestas a las escaras son las partes del cuerpo que no están
recubiertas por una cantidad importante de grasa corporal y están en contacto
directo con una superficie de apoyo como una cama o una silla de ruedas.
Por ejemplo, un paciente convaleciente en cama está en riesgo de desarrollar una
úlcera por presión en:
los hombros o la parte superior de la espalda
los codos
la nuca
el borde de las orejas
las rodillas, tobillos, talones o dedos de los pies
la parte inferior de la espalda y la cadera
los genitales (en hombres), y
los pechos (en mujeres).
Un usuario de silla de ruedas está en riesgo de desarrollar una úlcera por presión
en:
las nalgas
el coxis (la parte final de la columna vertebral)
la columna vertebral
los omóplatos, y
la parte posterior de brazos y piernas
GRADOS DE ESCARAS
Los profesionales sanitarios utilizan un sistema de clasificación para describir la
gravedad de las úlceras de presión. Los grados se describen a continuación:
Categoría I
Una escara de primer grado es el tipo de úlcera más superficial. El área de la piel
afectada aparece descolorida y rojiza en pacientes blancos y amoratada o azulada
en pacientes con la piel más oscura. En una úlcera por presión de primer grado la
piel permanece intacta, pero puede doler, picar y resultar o bien tibia y mullida o
bien dura al tacto.
Categoría II
Una escara de cuarto grado es el tipo de úlcera más grave. La piel está
gravemente dañada y el tejido contiguo se muere (necrosis). El músculo
subyacente, o el hueso, pueden resultar asimismo dañados.
Los pacientes con escaras de cuarto grado tienen un alto riesgo de desarrollar
infecciones graves.
Puesto que las úlceras por presión son un problema sanitario complejo causado
por un número de factores interrelacionados, la asistencia relacionada puede ser
realizada por un equipo de profesionales de diferente naturaleza. Este tipo de
equipos recibe a menudo el nombre de equipo multidisciplinar (EMD).
Los posibles miembros de un EMD son:
enfermeros/as
asistente de incontinencia
trabajador/a social
terapeuta físico
dietista
urólogo/a (médico especializado en enfermedades del sistema urinario)
gastroenterólogo/a (médico especializado en enfermedades del sistema
digestivo)
cirujano/a plástico/a
cirujano/a ortopédico/a (cirujano especializado en enfermedades de las
articulaciones y los huesos)
neurocirujano/a (cirujano especializado en enfermedades del cerebro y el
sistema nervioso)
CAMBIO DE POSICIÓN
El movimiento del cuerpo y el cambio de posición a intervalos regulares es una de
las mejores maneras de prevenir la aparición de escaras y de liberar presión en
casos de úlceras de primer y segundo grado.
Una vez completada la evaluación de riesgos, el equipo asistencial desarrollará un
“horario de reposicionamiento” en el que figurará la frecuencia con la que se debe
mover al paciente. Para algunos pacientes, la frecuencia puede ser de 15 minutos,
mientras que otros solamente necesitarán un cambio de posición cada dos horas.
Un enfermero o terapeuta puede también proporcionar consejo y formación
sobre:
posiciones correctas a la hora de tumbarse o sentarse
modos correctos de ajustar la posición al tumbarse o sentarse
frecuencia con la que se debe mover el/al paciente
mejor modo de apoyar los pies
cómo mantener una buena postura, y
el equipamiento especializado que se debe usar y cómo darle un uso
correcto.
COLCHONES Y COJINES
Una gama de colchones y cojines especiales para liberar presión en las partes
vulnerables del cuerpo está a su disposición. Su equipo asistencial podrá
determinar qué tipos de colchones o cojines son los más adecuados para usted.
Las personas que se consideren en riesgo de desarrollar escaras, o que cuentan
con escaras de primer o segundo grado ya existentes se benefician normalmente
de descansar en colchones de espuma especialmente diseñados para liberar la
presión en su cuerpo.
Los pacientes con escaras de tercer o cuarto grado necesitan un colchón más
sofisticado o incluso un sistema de cama. Por ejemplo, hay colchones que se
pueden conectar a un flujo continuo de aire, que se regula automáticamente para
reducir la presión en los momentos necesarios.
APÓSITOS
Algunos apósitos y vendas especiales, diseñados para proteger úlceras por
presión y acelerar el proceso de curación, están también disponibles entre nuestra
gama de productos.
Algunos ejemplos de este tipo de productos son:
Hidrocoloides, apósitos que contienen un gel especial que favorece el
crecimiento de nuevas células cutáneas en la úlcera mientras que se
mantiene seca la piel sana de la zona, y
Alginatos, apósitos elaborados con algas marinas que contienen sodio y
calcio y que han demostrado acelerar el proceso de curación.
PREPARADOS TÓPICOS
Los preparados tópicos como las cremas o pomadas pueden utilizarse para
acelerar el proceso de curación a la vez que previenen un mayor daño cutáneo.
Un tipo de productos químicos conocidos como depuradores de radicales libres
del oxígeno pueden utilizarse también para prevenir el daño celular a nivel
genético.
ANTIBIÓTICOS
Si un paciente sufre de escaras puede recibir antibióticos para prevenir la infección
bacteriana y, como precaución, prevenir también el desarrollo de una infección
secundaria.
La pomada antiséptica puede aplicarse también directamente en las escaras para
limpiarlas de cualquier bacteria presente.
Nutrición
Algunos suplementos dietéticos como las proteínas, el zinc y la vitamina C han
demostrado acelerar la curación de heridas. Si su dieta carece de estas vitaminas
y minerales su piel puede resultar vulnerable al desarrollo de úlceras por presión.
Como consecuencia, puede ser derivado a un dietista para que elabore un plan
nutricional adecuado.
DESBRIDAMIENTO
En algunos casos puede ser necesario retirar el tejido necrosado de la úlcera para
estimular el proceso de curación. Esto se conoce como desbridamiento.
Si hay una pequeña parte de tejido muerto, es posible retirarlo mediante el uso de
apósitos y cremas especiales.
Las cantidades abundantes de tejido muerto se pueden retirar con medios
mecánicos. Algunas de las técnicas de desbridamiento mecánico son:
limpieza e irrigación por presión – en la que el tejido necrosado se retira con
agua a presión
ultrasonido – en la que el tejido muerto se retira con ondas de energía a
baja frecuencia, y
láser – en la que el tejido muerto se retira con rayos de luz concentrada.
TERAPIA LARVAL
La terapia larval – o gusanos – es un método de desbridamiento alternativo. Los
gusanos son ideales para el desbridamiento porque se alimentan del tejido muerto
e infectado sin alterar el tejido sano. Además, ayudan a combatir la infección, ya
que liberan sustancias dañinas para las bacterias y beneficiosas para el proceso
de curación.
Durante la terapia con larvas, estas se combinan con los apósitos que se aplican a
la herida y la zona se cubre con una gasa. Tras unos días se retira el apósito y los
gusanos.
CIRUGÍA
A veces no es posible sanar una úlcera de tercer o cuarto grado y se hace
necesaria cirugía para sellar la herida y prevenir más daños en el tejido.
Una técnica quirúrgica utilizada comúnmente para el tratamiento de escaras se
denomina reemplazo por injerto (a veces llamado también reconstrucción por
injerto). En esta técnica, el cirujano utiliza un bisturí para desbridar la úlcera de
tejido necrosado. Se toma un injerto de piel y músculo de otra parte del cuerpo y
se utiliza para sellar la úlcera.
La cirugía con injertos es de por sí complicada y puede plantear muchas
dificultades por el hecho de que los pacientes que la necesitan ya están en un
estado de salud delicado. Como resultado de estos factores de riesgo hay un gran
número de posibles complicaciones que pueden resultar de la cirugía, entre las
que se encuentran:
infección,
muerte del tejido en el injerto,
debilidad muscular,
ampollas,
reaparición de las escaras,
infección sanguínea,
infección ósea,
hemorragia interna,
abscesos y
trombosis venosa profunda.
A pesar del alto riesgo de sufrir complicaciones, la cirugía es una necesidad clínica
frecuente para prevenir los efectos de las escaras que supongan una amenaza
para la vida, como septicemia o gangrena.