5 Heridas Emocionales
5 Heridas Emocionales
5 Heridas Emocionales
1. El miedo al abandono
Es muy común que estas personas hablen o piensen de esta forma: “Te
dejo antes de que tú me dejes a mí”, “nadie me apoya, no estoy
dispuesto a soportar esto”, “si te vas, no vuelvas…”.
2. El miedo al rechazo
Es probable que el adulto que fue un niño rechazado sea una persona
huidiza. Por esta razón, se deben trabajar los miedos internos que
generen situaciones de pánico.
3. La humillación
Esta herida se genera cuando sentimos que los demás nos desaprueban
y nos critican. Podemos crear estos problemas en nuestros niños
diciéndoles que son torpes, malos o unos pesados, así como aireando
sus problemas ante los demás (algo que es, tristemente, muy común).
Esto, sin duda, destruye la autoestima infantil y, por tanto, dificulta la
posibilidad de cultivar un amor propio saludable.
El tipo de personalidad que se genera con frecuencia es una
personalidad dependiente. Además, podemos haber aprendido a ser
“tiranos” y egoístas como un mecanismo de defensa, e incluso a humillar
a los demás como escudo protector.
5. La injusticia
El sentimiento de injusticia entra en juego en hogares en los que los
cuidadores principales son fríos y autoritarios. Una exigencia excesiva
genera sentimientos de ineficacia y de inutilidad, tanto en la niñez como
en la edad adulta.
Albert Einstein sintetizó esta idea muy bien con su archiconocida frase
“Todos somos genios. Pero si juzgas a un pez por su habilidad de trepar
un árbol, vivirá toda su vida creyendo que es estúpido”.
Ahora que ya conocemos las cinco heridas del alma que pueden afectar
a nuestro bienestar, a nuestra salud y a nuestra capacidad para
desarrollarnos como personas, podemos comenzar a sanarlas.
El primer paso, como todo en la vida, es aceptar que las heridas están en
nosotros, darnos permiso para enfadarnos y, sobre todo, darnos tiempo
para superarlo.