Consolamentum PDF
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Los Iniciados, los Perfectos, ¡sabían, lo que ni los escritos ni las palabras pueden desvelar!
Cuando una Fraternidad ya no puede hacer su trabajo, porque sus miembros son hostigados y
perseguidos, se retira. Pero siempre hay un miembro de dicha Fraternidad que permanece en el
país del exilio.
Quienes conocen la línea espiritual liberadora, ¡saben!, «que en un cierto momento una nueva
actividad se desencadenará bajo la dirección de una Nueva Manifestación Universal».
El catarismo no volverá. Tuvo su tiempo. Pero lo que sí está volviendo es el Espíritu que animaba a
los Perfectos, el Puro Amor que irradiaba a través de ellos.
Un nuevo impulso está emergiendo. Una nueva Fraternidad está naciendo, que además de
proseguir a partir del punto donde llegaron las Fraternidades precedentes, tendrá el «derecho
kármico» de impulsar y transmitir un nuevo impulso destinado al despertar del mundo y la
humanidad.
En este universo, no existe nada que no tenga su contrario y ante una nueva Manifestación Espiritual,
es posible que también aparezcan la “imitación y la ilusión”. Aparecerán supuestos iniciados que
intentarán convencer a los buscadores de que poseen el secreto de los Cátaros.
Pero eso es un misterio. Misterio que no se puede desvelar ni transmitir por la palabra, por escrito, ni
por supuesto a través de ningún autoproclamado cátaro o iniciado.
Tampoco creemos que exista ningún texto ni ritual mágico que por el solo hecho de leerlo, nos
desvele todos los secretos del universo o nos eleve a una iluminación real.
A lo sumo, los escritos pueden testimoniar de una realidad, un camino, cuyo inicio porta cada hombre
en su corazón.
Los cátaros, eran portadores de la Gnosis, (La Sabiduría Viva), ¡ellos eran el mensaje!
El mensaje se transmitía directamente través de los perfectos a los hombres, aunque dicho mensaje
tampoco era para el hombre, sino que estaba y está destinado al despertar del Alma Inmortal que
duerme en él.
Fue en el país de Sabarthez cuna de la Fraternidad Cátara, donde se dio testimonio de un poder
sobrenatural, el poder del Consolamentum. El Consolamentum marcaba la escisión entre el hombre
animal y el hombre-espíritu; entre el hombre de esta tierra y el ser original del lejano pasado
prisionero en ella...
El Consolamentum era más que un simple sello sacramental. Era más que un simple descenso de
fuerza mágica, pues implicaba el adiós definitivo a esta naturaleza.
Los que lo habían recibido ya no eran, en el sentido estricto de la palabra, habitantes de la tierra.
Estaban, en el sentido absoluto, todavía en el mundo pero ya no pertenecían a este mundo. Ellos
habían realizado un proceso desde principio a fin, desde sus primeros años en las grutas de “las
Iglesias”, hasta la culminación de su iniciación en Belén.
En la culminación del proceso iniciático de la Fraternidad Cátara, el nuevo Perfecto es portador de dos tipos de
radiaciones, la vertical del Espíritu, que a través de él, se extiende y toca horizontalmente a todos los seres de
esta naturaleza perturbando de esta manera el campo de la ilusión que tiene aprisionado al Ser Espiritual.
¡Esto es el Catarismo!
Pero… ¿quiénes eran los iniciados que inspiraron este movimiento capaz de influir en las masas, contra
quienes se volvió el terrible y sangrante odio de la antigua iglesia?
Estos eran aquellos que fueron capaces de abandonarlo todo para seguir a lo más alto, encontraron
incomprensión y persecución por parte de las fuerzas que rigen esta naturaleza, recorrieron y abrieron
para los demás un camino iniciático en el que la personalidad aceptaba comprendía que el fin de su
existencia, suponía el renacimiento, “Del ser divino original”.
Renacieron como seres que amaban realmente a toda la humanidad y tanto entonces como en nuestros
días, se manifestaron y se manifiestan, actúan y obran en todos los lugares del mundo donde ven la
posibilidad de llamar al despertar a los hombres.
Se les sigue el rastro de norte a sur y de este a oeste. La historia del mundo es su historia y en ella se
descubren las relaciones entre los diversos acontecimientos y desarrollos de los que fueron autores. No
obstante, en nuestros días como antaño, se mantienen en un segundo plano, en el secreto.
Existe entre ellos y la masa un velo hermético y las investigaciones más audaces de la presuntuosa
ciencia, que pretenden penetrar en la fuente de este secreto, han sido vanos intentos hasta el presente.
Hay autores que deploran su declive, su aparente desaparición y se lamentan por la pérdida de su
sabiduría y de su fuerza.
Esta tristeza es puramente ilusoria, pues una fuerza enviada por la Manifestación Original, una sabiduría
tan sublime no puede perderse, ella llega y toca la humanidad a intervalos regulares, retirándose cuando
el odio y el apetito sanguinario de los materialistas y de los mortales intentan aprehenderla.
Se habla de que los libros secretos de los Cátaros, que trataban de la Enseñanza Universal y de la Vida
verdadera, habían sido destruidos por el clero de la época.
Ahora bien, el libro secreto de los Cátaros no es un libro escrito. Este libro, este saber universal, no está
escrito y permanece oculto al profano. No obstante existe, y con letras llameantes e irradiantes y se abre
a los que quieren comprender y despojarse de su bajo egoísmo.
Pero para llegar a ello, los Cátaros hacían preceder la Endura al Consolamentum. La endura significa el
perecimiento según la naturaleza, liberarse completamente del ser-yo. Prepararse completamente para
el renacimiento.
“Por mucho que os intereséis por estas cosas, queremos daros este consejo: no malgastéis vuestro
tiempo y vuestra energía en buscar libros o escritos de los que espera una sublime liberación. No se
puede definir Tao ni con la palabra ni por escrito. Tao, la vía, el camino, sólo puede ser vivido.
Este mensaje nos muestra la vanidad de los conocimientos y de los razonamientos, la pobreza de las
concepciones intelectuales y el desvarío de la conciencia puramente cerebral. “
Es imposible saber nada, poseer nada, percibir nada que valga la pena antes de estar muerto para todo
lo que es de esta naturaleza, antes de que se haya disipado en sí mismo, la funesta ilusión del yo.
Pues eso es un fuego, una insoportable quemadura, un incendio que se sofoca en sus propias cenizas
para reavivarse cada vez.
Esta naturaleza, no divina y dialéctica es decadencia y males sin fin, de la que el hombre debe liberarse
recorriendo un camino que pasa inevitablemente por la Endura, por la desintegración del yo, por la
muerte de la naturaleza inferior para dar paso al renacimiento en la Naturaleza Original.
Para terminar, pensamos que el Consolamentum, no es ningún ritual escrito y guardado celosamente en
secreto por supuestos iniciados, grupos o religiones, para después transmitirlo a aquellos de sus
seguidores consideren, sean dignos de recibirlo.
La Fraternidad de los Buenos Cristianos, se dirigía en las profundidades de las grutas del Sabarthez a los
que estaban interesados en profundizar en su enseñanza.
Era por las noches y protegidos por la obscuridad que los creyentes partiendo de la pequeña aldea de
Ornolac, cruzaban de noche el lago que les separaba de la gruta de Lombrives esperando con ilusión el
momento de poder escuchar a los Perfectos. Algunos, tras escucharlos, solicitaban ser admitidos en su
escuela Espiritual.
Así comenzaba para el nuevo aspirante un largo y duro camino, empezando por el grupo de grutas
llamados “Las Iglesias” y terminando en “Belén”, pasando antes por “Kepler”, gruta donde tenía lugar el
proceso de “La Endura”.
El proceso finalizaba en la pequeña gruta de Belén, donde el candidato antes de la iniciación final debía la
pasar la noche en vela y en meditación como preparación al acto final...
Al amanecer se abría la puerta de la gruta y los Perfectos, en absoluto silencio entraban en ella, no
vamos a describir ahora la ceremonia final, pero por si os interesa, os aconsejamos la lectura del libro
“Sobre el camino del Santo Grial”, de Antonin Gadal, en él se describe con todo detalle el final del
proceso.
Bástenos decir, que el final del proceso tenía lugar cuando el candidato se colocaba en el Pentagrama
que se halla en una de las paredes de la gruta, era entonces cuando recibía el Consolamentum.
Una radiación descendía a través del vértice superior del Pentagrama y entraba en el por la cabeza como
una explosión de Luz y de Fuerza, el Cristo interior renacía en él, el hombre divino renacía en el Espíritu.
Un hombre nuevo bajaba del Pentagrama, un hombre que ya nada tenía que ver con el antiguo, solo
conservaba de él, “Manto”, la apariencia, era un ciudadano del cielo que por un tiempo se manifestaba a
través del manto del antiguo hombre.
Era portador de dos tipos de energía, de dos campos magnéticos y a través de él irradiaban nuevas
radiaciones liberadoras que se extendían por todo el planeta.
Pentagrama de la gruta de Belén.
Gruta de Belén