Protozoo
Protozoo
Protozoo
Historia
Nombre
Unicelularidad
Protoctistas y protistas
Clasificación clásica
Véase también
Notas
Enlaces externos
Los protozoos suelen ser de 10-50 μm, pero pueden crecer hasta
algunos milímetros, y pueden fácilmente ser vistos a través de un microscopio. Se mueven con unas colas en
forma de látigo llamadas flagelos.
Se han encontrado cerca de 30.000 especies. Los protozoos existen en ambientes acuosos y en el suelo,
ocupando una gama de niveles tróficos.
Como depredadores, cazan algas, bacterias, y microhongos unicelulares o filamentosos. Los protozoos
desempeñan un papel como herbívoros y como consumidores en el acoplamiento del proceso de
descomposición de la cadena alimentaria. Los protozoos también desempeñan un papel vital en el control de
biomasa y población bacteriana.
Pueden absorber el alimento a través de sus membranas celulares. Todos los protozoos digieren su alimento
en compartimientos llamados vacuolas.
Como componentes de la micro-y del meiofauna, los protozoos son una fuente importante del alimento para
los microinvertebrados. Así, el papel ecológico de protozoos en la transferencia de la producción bacteriana
y algácea a los niveles tróficos sucesivos es importante.
Los protozoos tales como los parásitos de malaria (Plasmodium spp.), trypanosomas y leishmania son
también importantes como parásitos y simbiontes de animales multicelulares.
Algunos protozoos tienen etapas de la vida que alternan entre las etapas proliferativas (e.g. trofozoítos) y los
quistes inactivos. Como quistes, los protozoos pueden sobrevivir condiciones difíciles, tales como
exposición a las temperaturas extremas y a los productos químicos dañinos, o largos periodos sin el acceso a
los alimentos, al agua, o al oxígeno. El ser un quiste permite a especie parásita sobrevivir fuera del anfitrión,
y permite su transmisión a partir de un anfitrión a otro.
Cuando los protozoos están bajo la forma de trofozoítos (el Griego, trophé = alimentar), se alimentan y
crecen activamente. El proceso por el cual los protozoos toman su forma del quiste se llama enquistamiento,
mientras que el proceso de la transformación nuevamente dentro del trofozoíto se llama exquistamiento.
Los protozoos pueden reproducirse por la fisión binaria o la fisión múltiple. Algunos protozoos se
reproducen sexualmente, otros lo hacen asexualmente, mientras que un tercer grupo utiliza una combinación
de ambos procesos (eg. Coccidios). Un protozoo individual es hermafrodita. Otro nombre para los protozoos
es Acrita (R. Owen, 1861).
Historia
El primero en observar protozoos fue Leeuwenhoek,
que en 1674 los descubrió al utilizar microscopios de
fabricación propia. Al mostrarlos ante la Royal Society
se les denominó animálculos. Este descubrimiento lo
efectuó en un lago de su ciudad natal Delft, donde
observó especialmente ciliados como Vorticella y algas
unicelulares como Euglena y Volvox.
Dibujo de Pseudomonilicaryon anser publicado en
Nombre Animalcula Infusoria (Muller, 1786).
El nombre se compone de las raíces griegas πρώτο (proto), primero, y ζώο[ν] (zoo[n]), animal, y revela que,
en su origen, el concepto expresaba la tradición de clasificar toda forma de vida en los reinos animal o
vegetal. Así pues se llamaba protozoos a las formas muy sencillas que se consideraba animales, lo mismo
que protófitas a los microorganismos considerados vegetales.
Unicelularidad
En 1845 Carl Theodor Ernst von Siebold utilizó el nombre para designar, a un filo de animales dividido en
dos clases, Infusoria, equivalentes al actual filo Ciliophora (Ciliados), y Rhizopoda, más o menos
equivalentes a los de Honigberg. Von Siebold los describió como «animales unicelulares». Hay que tener en
cuenta que en esos años estaba recibiendo su consagración la teoría celular. No todos, en las décadas
siguientes, estuvieron de acuerdo con la interpretación de Von Siebold, viendo muchos a estos organismos
como un caso de organización acelular. Fue necesario el desarrollo de la microscopía electrónica, a
mediados del siglo XX, para que se viera confirmada de manera definitiva la homología entre el organismo
protozoario entero y cada una de las células en que se basa la organización microscópica de los organismos
complejos.3 Fue Dujardin quien primero, en esos años, reconoció el carácter unicelular del protoplasma de
los foraminíferos, encontrando Von Siebold así la autoridad para definir como unicelulares a los miembros
del filo.
En 1858, R. Owen eleva a Protozoa a la categoría de reino para separarlo de animales y vegetales.4
Protoctistas y protistas
Durante el resto del siglo XIX, la manera de abordar la diversidad de las formas sencillas siguió basándose
en el deseo de encontrar raíces para los dos reinos clásicos, animales y vegetales.3 La dificultad para
lograrlo hizo que por primera vez Hogg, en 1860, propusiera un nuevo reino, el Regnum Primigenum o
Protoctista, para agrupar los primitivos seres intermedios a plantas y animales; uno de sus ejemplos era la
esponja verde dulceacuícola Spongilla, cuya fotosíntesis, aunque real, es atribuible a algas verdes
simbióticas. Poco después Haeckel propuso el reino Protista, «los primordiales», para todas las formas
unicelulares y sencillas, destacando su carácter basal e indiferenciado, pero independiente en su evolución
de plantas y animales. Los Protozoa no existen en esta visión de la diversidad, pero en una revisión posterior
Haeckel recuperó los conceptos de protozoa (animal unicelular) y protophyta (planta unicelular), como
subreinos del reino Protista.
Así pues, Haeckel propuso el reino Protista el cual dividió en Protozoos, Protófitos y protistas atípicos. Sin
embargo muchos tratados posteriores a Haeckel han seguido clasificando los seres vivos en animales y
vegetales, de tal manera que Protozoa ha sido considerado un filo dentro del reino animal constituido por
organismos unicelulares.
Al cambio del siglo el concepto de Haeckel, que no pretendió nunca ser más que un concepto pragmático,
fue siendo visto como excesivamente polifilético, con autores, como Otto Butschli, que rechazaban el tercer
reino, a la vez que se recuperaba la noción de Protozoa como conjunto de organismos de tipo animal y
nucleados.
H. F. Copeland abordó en 1938 la diversidad global proponiendo cuatro reinos —Monera, Protista, Plantae
y Animalia— sacando a las bacterias y cianobacterias, como reino Monera, de Protista, donde Haeckel las
había dejado. Por esos años Chatton había mostrado el carácter anucleado de esos organismos. En sucesivas
revisiones se fue precisando la composición del reino Protista, a la vez que rescataba el nombre de Hogg
(Protoctista), ahora con un significado muy diferente. De esa clasificación de Copeland deriva
nominalmente la de R. H.Whittaker, quien separando a los hongos (reino Fungi) de Protoctista, estableció
finalmente una clasificación en cinco reinos que ha durado mucho. Sin embargo, la definición de los reinos
de Whittaker, que era sobre todo un ecólogo, se basó excesivamente en los tipos de metabolismo.
Clasificación clásica
Para una clasificación moderna, véase Protista y Protozoa (reino)
La clasificación tradicional más conocida, divide a Protozoa en cuatro grupos, tal como reseñan Bütschli
1880,5 Delage & Hérouard 1896, Hartog 1906, Jahn & Jahn 1949 y Mackinnon & Hawes 1961, dominante
en los textos de Zoología, trata a los protozoos como un solo filo dividido en cuatro clases basadas sobre
todo en el modo de locomoción. Debido a que todas estas formas se desarrollan por evolución convergente,
las clases son en realidad complejos grupos polifiléticos:
Rizópodos o sarcodinos (Rhizopoda, Sarcodina). Son los protozoos ameboides (como las
amebas), que se desplazan por medio de pseudópodos, es decir, formando apéndices
temporales desde su superficie y como proyección del citoplasma. Los pseudópodos son
deformaciones del citoplasma y de la membrana plasmática que se producen en la dirección
el desplazamiento y que arrastran tras de sí al resto de la célula. Los pseudópodos también
son utilizados para capturar el alimento, que engloban en el interior, en el proceso llamado
fagocitosis. Según los pseudópodos sean muy gruesos o muy delgados, son de dos tipos: con
lobopodios (gruesos) como Lobosea (Amoebozoa) y con filopodios diversos generalmente
acompañados de un exoesqueleto con microtúbulos y son tales como: radiolarios,
foraminíferos, nuclearias, heliozoos y otros. Pueden generar enfermedades conocidas como
amebiosis.
Ciliados (Ciliophora, Ciliata, Infusoria). Este es el grupo tradicional que más se identifica
como grupo natural en las clasificaciones modernas con la categoría de filo; aunque las
opalinatas que son cromistas también encuadran dentro de este concepto. Aparecen
rodeados de cilios y presentan una estructura interna compleja pero análoga a los flagelos, los
cuales también se relacionan con citoesqueleto y centriolos. El paramecio (género
Paramecium) es un representante muy popular del grupo. Además, los cilios son filamentos
cortos y muy numerosos que con su movimiento provocan el desplazamiento de la célula.
Esporozoos (Sporozoa). Parásitos con una fase de esporulación (división múltiple) y sin
mayor movilidad. Hay varios grupos distintos sin mayor relación y no son todos protistas, sino
que también hay animales y hongos. El ejemplo más conocido es el plasmodio (género
Plasmodium), causante de la malaria y que pertenece al grupo de los apicomplejos, grupo
más conocido que suele reservar para sí el nombre de Sporozoa. Los Haplosporidios se les
considera parte de Cercozoa. A estos dos grupos se les ha reunido durante mucho tiempo
bajo el nombre de Cnidosporidios. Los Ichthiosporea son un grupo más reciente y están
dentro de Choanozoa. Los microsporidios están ahora adscritos al reino Fungi y los
mixosporidios o mixozoos al reino Animal.
Por otro lado, Honigberg & col. (1964),6 divide a Protozoa en cuatro subfilos: Sarcomastigophora,
Sporozoa, Cilophora y Cnidospora; este último que agrupaba a mixozoos y microsporidios.
Véase también
Infusorio
Protista
Protozoa (sensu Cavalier-Smith)
Eukaryota
Notas
1. Cavalier-Smith, T. (2006). «Protozoa: the most abundant predators on earth». Microbiology
Today Nov 06 (Pt): 166-169 (pdf aquí - consultado 15/03/2015 (http://www.sgm.ac.uk/downloa
d.cfm/docid/7115E83B-FCAA-4ECE-A8820258E5DD7CF4)).
2. Scamardella, J. M. (1999). «Not plants or animals: a brief history of the origin of Kingdoms
Protozoo, Protista and Protoctista». Int Microbiol 2 (4): 207-16.
3. Taylor, F. J. (2003). «The collapse of the two-kingdom system, the rise of protistology and the
founding of the International Society for Evolutionary Protistology (ISEP)». Int J Syst Evol
Microbiol 53 (Pt 6): 1707-14.
4. T Cavalier-Smith 1993, Kingdom protozoa and its 18 phyla. (http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/a
rticles/PMC372943/) Microbiol Rev. 57(4): 953-994.
5. Bütschli, O. (1880–1889). Dr. H.G. Bronn's Klassen und Ordnungen des Thier-Reichs:
wissenschaftlich dargestellt in Wort und Bild: wissenschaftlich dargestellt in Wort und Bild.
Erster Band: Protozoa. Abt. I, Sarkodina und Sporozoa, 1880-82. Abt. II, Mastigophora, 1883-
87. Abt. III, Infusoria und System der Radiolaria, 1887-89. C.F. Winter, Leipzig.
6. Honigberg, B. M., Balamuth, W., Bovee, E. C., Corliss, J. O., Gojdics, M., Hall, R. P., Kudo, R.
R., Levine, N. D., Loeblich, A. R., Jr., Weiser, J. & Wenrich, D. H. (1964). «A Revised
Classification of the Phylum Protozoa». J Protozool 11: 7-20.
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