Enfermeria Psiquiatrica

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ANTECEDENTES DE LA ENFERMERÍA PSIQUIÁTRICA

Los avances producidos en el conocimiento y tratamiento de las enfermedades


físicas a lo largo de la historia no tienen una equivalencia con los desarrollados
en los conceptos de enfermedad mental y de trato al enfermo mental. Durante
los siglos XVII y XVIII se inician en el campo de la enfermedad mental las
primeras investigaciones científicas sobre las causas de algunos trastornos
mentales. A pesar de todo, la psiquiatría y la salud mental han evolucionado
desde los primeros cuidados custodiales, y por lo tanto no basados en la
curación, hasta la actualidad, donde el énfasis se pone en la práctica
comunitaria con intervenciones terapéuticas al individuo, al grupo y a la familia.
Sabemos que la enfermedad física y los trastornos mentales han estado
presentes, a lo largo de la historia de la humanidad, en todas las sociedades y
en cada una de ellas siempre ha habido responsables en su tratamiento y/o
curación.

Para comprender cómo han evolucionado los conceptos y el tratamiento de las


enfermedades mentales, es necesario realizar un repaso de forma cronológica,
resaltando las épocas más destacadas de la historia. A través de este repaso
histórico veremos cómo las creencias se repiten, alternan o modifican. Las
tendencias en el pensamiento psiquiátrico se pueden agrupar en tres, que se
han mantenido en diversas épocas a lo largo de la historia (Aiexander y
Selenick, 1986).

Sociedades antiguas

En los tiempos primitivos la enfermedad mental era considerada como un


castigo de los dioses y una inferencia de los diversos espíritus presentes en
cada sociedad. La medicina primitiva puede considerarse como una psiquiatría
primitiva. No existía una delimitación entre las enfermedades mentales y las
físicas, así como tampoco estaban delimitadas la medicina, la magia y la
religión. Existía la creencia de que los trastornos mentales giraban en torno a
una concepción mágica. Se trataba de una medicina de carácter animista, por
la atribución de un alma a cada objeto, y ligada a la creencia, en las sociedades
primitivas, de que todo en la naturaleza estaba vivo y contenía espíritus buenos
y espíritus malos. Se creía que los sueños, las alucinaciones, las fantasías, las
ideas delirantes, estaban producidos por seres extraños, y existía la creencia
de que los trastornos psíquicos estaban producidos por la influencia de los
demonios o. por la influencia de fuerzas diabólicas.

Por lo tanto, era bastante lógico que el curandero primitivo se enfrentase a


estos seres o espíritus malignos, que torturaban a sus pacientes, a través de
acciones como la adoración, la súplica, la confesión, la apelación y el castigo.
El curandero realizaba estas actuaciones a través de técnicas de exorcismo y
rituales mágicos como la hechicería, la brujería, los sacrificios y el
encantamiento. En la civilización babilónica las afecciones mentales también
eran atribuidas a posesiones demoníacas y se utilizaban métodos mágico-
religiosos para su curación, siendo los médicos-sacerdotes los encargados de
las enfermedades internas, especialmente de las afecciones mentales.
También utilizaban drogas en sus tratamientos, pero el método más eficaz era
el encantamiento. En Egipto, al igual que en la civilización babilónica, se
utilizaban los conceptos mágicos y religiosos en la práctica médica, pero, a
diferencia de otras culturas, los pacientes que presentaban afecciones
mentales eran tratados en templos donde se les estimulaba a realizar
actividades recreativas que ocuparan su tiempo, como asistir a conciertos y
danzas, realizar excursiones por el Nilo, o utilizar la pintura y el dibujo. A pesar
de estos métodos innovadores para la época, la necesidad de una explicación
sobrenatural era tan grande que cuando se producía la curación, ésta era
atribuida al dios bajo cuya custodia estaba el templo.

Es en este tiempo cuando se reconoce un trastorno, llamado más tarde "


histeria", cuyos síntomas se creía que estaban causados por una mala posición
del útero, utilizando la fumigación de la vagina como tratamiento, con la
creencia de que así ésta volvería a su posición original. Los hebreos también
aplicaban las creencias religiosas al concepto de enfermedad, creían que Dios
era la fuente de la salud y de la falta de ella, siendo la curación un atributo
divino y la enfermedad un castigo por los pecados que el hombre había
cometido. Es en esta cultura donde crean en el año 490 d. C. un hospital
exclusivamente para enfermos mentales, en el que se propiciaba un trato más
humanitario a sus enfermos.

Boca clásica

Englobaremos en este apartado las épocas hasta el período medieval. Se


mantiene la característica de las creencias religiosas. Uno de los personajes
más sobresalientes en este período es Esculapio, cuya aportación fue la
construcción de grandes templos en distintas partes del mundo, aunque la
mayoría de ellos ubicados en Grecia, situados en lugares hermosos con baños,
jardines y colinas a su alrededor. Sólo eran admitidos allí los enfermos que no
tenían ninguna enfermedad severa y, por lo tanto, susceptibles de recibir
instrucciones sobre alimentación e higiene personal. El tratamiento más
importante era el sueño en el templo. Durante éste, el paciente recibía
instrucciones por parte de los sacerdotes, y se supone que se le revelaría al
paciente lo que necesitaba para mejorar.

A pesar de estar arraigadas las creencias mágicas y las supersticiones


relacionadas con la enfermedad mental, los griegos introducen el camino de la
lógica y el pensamiento racional en las explicaciones sobre la enfermedad,
apartándose paulatinamente de las creencias mágicas y religiosas de épocas
anteriores.

Hipócrates (460 a.C.), considerado el padre de la medicina, es el primero en


explicar el origen y las consecuencias de las enfermedades. También señaló el
poder curativo que ejerce la naturaleza sobre ellas. Según su teoría, la
enfermedad era consecuencia de la, interacción de cuatro humores: sangre,
bilis amarilla, bilis negra y flemas, relacionados con elementos básicos del aire,
del fuego, del agua y de la tierra. Un exceso o deficiencia en alguno de estos
humores produciría la enfermedad.
Clasificó los trastornos mentales en: manía, melancolía, epilepsia y locura
puerperal. Afirmó, asimismo, que los estados mentales podían producir
cambios fisiológicos en el organismo, adelantándose de esta manera a la
medicina psicosomática actual. A partir de Hipócrates se entra en una época en
la que predominan las ideas de los filósofos. Dos de los autores más
destacados de este período son Platón (427-347 a.C.) y Aristóteles (384-322
a.C.), que aportaron ideas sobre el origen de las enfermedades mentales.
Platón partía de la idea de la existencia de dos almas, " un alma racional"
situada en la cabeza y "un alma irracional" situada en el t ronco; cuando el
alma racional no controlaba los aspectos más primitivos del alma irracional,
aparecía la enfermedad mental. Afirmaba que los fenómenos psicológicos eran
respuestas globales del organismo que reflejaban su estado interno. Por otro
lado, las aportaciones más importantes de Aristóteles sobre los aspectos
mentales se basaban en la descripción que realizó sobre el contenido de la
conciencia, distinguiendo entre: sensación, impulsión y emoción.

Asclepiades (124 a.C.) enfatiza el papel de los factores ambientales en el


origen de los trastornos mentales, utilizando los baños, los ejercicios, los
masajes y la música como tratamientos terapéuticos, al tiempo que rechazaba
la teoría humoral de Hipócrates. Hace la distinción entre enfermedades agudas
y crónicas y entre alucinaciones y delirios. En este periodo de gran esplendor
de la Grecia clásica se confiaba en la razón y la observación, que también
fuero n adoptadas, en parte, por los romanos, aunque éstos confiaban más en
sus instituciones y en la organización social. Los médicos romanos poco
preocupados por conocer más acerca de las enfermedades físicas y mentales,
basaban sus tratamientos en proporcionar comodidad a sus enfermos con
terapias como la música, los baños termales y los masajes.

Periodo medieval

La edad media es un largo período de tiempo comprendido entre el año 500


d.C. y el año 1400 d.C. Con la caída del imperio romano se produjo una gran
inseguridad en los ciudadanos, volviendo a aparecer las creencias mágicas y la
necesidad de explicaciones sobrenatural es sobre el origen de las
enfermedades. El cristianismo daba respuesta a esta demanda social. Se
adoraba a Dios y a los santos y se les invocaba para evitar las enfermedades
(Aiexander y Selenick,1986).

Los médicos árabes y los sacerdotes cristianos de la baja edad media


contribuyeron al trato humanitario de los enfermos mentales, pero, avanzada la
edad media, cuando estas creencias más cristianas empiezan a desaparecer,
se vuelve a las creencias sobrenaturales sobre el origen de las enfermedades
mentales y aparecen de nuevo los exorcismos como tratamiento de los
problemas psiquiátricos. Éstos no eran punitivos, sino que servían para eliminar
al demonio del cuerpo del enfermo y, tanto si la enfermedad se consideraba la
consecuencia de una crisis o de una posesión demoníaca, el cuidado del
enfermo era competencia de la comunidad. Aunque en esta época no se
quemaba a los enfermos en la hoguera, su suerte era peor pues vagaban por
los poblados y eran insultados y despreciados. Su futuro tampoco era mejor si
eran ingresados en el Bethlehem Royal Hospital, la primera Institución creada
en Londres en' el año 1330 para enfermos mentales, y que se caracterizó por
la brutalidad de los tratamientos, tales como el aislamiento, la oscuridad, las
torturas y la administración de purgantes, sangrías y eméticos. Este hospital se
convirtió en uno de los lugares favoritos de los londinenses, adonde acudían
los domingos a ver a los enfermos encadenados tras las rejas de hierro. En
contraste con estos espeluznantes métodos para tratar a los enfermos
mentales, en España existía una tradición más humanitaria, ya que los árabes
habían preservado las antiguas ideas románicas de tratamiento más afectuoso.

Entre los autores medievales, San Agustín fue quien hizo la aportación más
significativa a la psicología al considera r la introspección como una auténtica
fuente de conocimiento psicológico, siguiendo un principio metodológico
fundamental todavía para la psicología actual: el autoconocimiento.

El Renacimiento

Aparece en una época de nueva búsqueda de conocimientos y de un espíritu


revolucionario de la sociedad, centrándose estos cambios tanto en el ámbito de
la economía como en el de la política y la educación.

El interés principal estaba centrado en el individuo real, de carne y hueso. Por


primera vez se consideró la enfermedad mental como tal, empezándose a
mediados del siglo XVI a identificar trastornos como la melancolía, la manía y
las personalidades psicopáticas, aunque la base de estas enfermedades era la
creencia en la existencia de lesiones cerebrales.

Uno de los precursores de esta creencia fue Félix Pláter, que intentó realizar
una clasificación de todas las enfermedades, incluidas las mentales, y acudió a
prisiones su izas para estudiar a los prisioneros afectados de trastornos
psicológicos. En esta época también sobresale el español Luís Vives, que llegó
a la investigación psicológica por su interés en la educación. Vives forjó una
orientación psicológica concreta en la que el conocimiento abstracto del
hombre estaba sustituido por una apreciación de cada hombre como individuo
distinto a los demás y realizó también una descripción de las emociones como
el amor, el odio, la esperanza, los celos, etc. Pero a pesar de los avances en
las ciencias humanas, el trato a los enfermos mentales continuab siendo
inhumano. Los cimientos del mundo moderno se crean en los siglos XVII y
XVIII aunque, a pesar de los avances científicos, las creencias mágicas, sobre
todo en el demonio, continuaban persistiendo de manera importante.

Así, hasta finales del siglo XVIII, los tratamientos de los enfermos mentales aún
continuaban basados en Jos establecidos en el hospital de Bethlehem. Muchos
son los autores destacados durante este siglo, pero quizá el más impresionante
de todos, por el cambio que supuso su trabajo en cuanto al trato a !'os
enfermos mentales, fue Phillipe Pinel, quien liberó a los enfermos de las
cadenas e instauró un trato humanitario con tratamientos médicos, de
enfermería y servicios sociales.
Siglo XX

Es en este siglo cuando se inician importantes cambios políticos, económicos y


sociales. Además, la psiquiatría se establece como disciplina de pleno derecho
de la mano de Griesinger que, aunque consideraba las enfermedades mentales
como causadas por una acción sobre las células cerebrales, utilizaba el
concepto del ego y se refirió al papel de las represiones en la enfermedad
mental, al mismo tiempo que se oponía a cualquier trato inhumano al enfermo
mental.

Kraepelin hizo la distinción entre la demencia precoz y la psicosis


maniacodepresiva. También, de orientación organicista, se interesó por los
cuadros tóxicos como el alcoholismo.

Charcot calificó al grupo de enfermos que no podía encuadrarse en ninguna de


las clasificaciones clínicas, como afecto de histeria o neurosis, utilizando la
hipnosis a pesar de tener una orientación organicista.

Por otro lado, Jane, hipnotizó a muchos pacientes y descubrió que en estado
hipnótico recordaban experiencias traumáticas relacionadas con el inicio de sus
síntomas neuróticos.

Sigmund Freud

Freud, una de las figuras más importantes y decisivas de la historia de la


psiquiatría y de la civilización occidental, nació en 1856 en Viena y estudió
medicina en la universidad de su ciudad natal. La mayor parte de su vida la
vivió en Viena en la época de su mayor esplendor. Los descubrimientos que
tuvieron lugar a finales del siglo XIX fueron la base de su trabajo. Pronto se
especializó en neurología. Desde finales de dicho siglo hasta muy entrado el
siglo XX, desarrolló su "psicología profunda" o psicoanálisis.

El psicoanálisis puede ser tanto la descripción de la mente humana en general


como la terapia de los trastornos mentales y nerviosos. Freud llegó a la
conclusión de que para curar las enfermedades mentales era necesario
conocer su naturaleza, y, para comprender un fenómeno debería ejercerse una
observación sistemática sobre él. Ello le condujo al psicoanálisis como método
válido de investigación. El resultado fue lograr por primera vez explicar el
comportamiento humano en términos psicológicos y demostrar que, bajo
circunstancias idóneas, el comportamiento puede cambiarse. Freud se sometió
a un auto-análisis y tuvo el valor de hacer públicos muchos de los detalles de
este método único. La parte más valiosa de su auto-análisis proviene del
examen de sus propios sueños y está contenido en su obra capital, "La
interpretación de los sueños".

Por último, Freud, entre 1920 y 1939, realizó investigaciones sistemáticas


sobre la personalidad humana y la estructura de la sociedad, con importantes
ideas sobre la influencia de la psicología en los campos de la psiquiatría social
y preventiva.

SALUD MENTAL

La Organización Mundial de la Salud (OMS) concibe la salud mental como un


“estado de bienestar en el que el individuo realiza sus capacidades, supera el
estrés normal de la vida, trabaja de forma productiva y fructífera, y aporta algo
a su comunidad”

La salud mental es un aspecto de la salud integral, inseparable del resto y se


refiere no solamente a la ausencia de enfermedades y trastornos mentales,
sino también al ejercicio de las potencialidades para la vida personal y la
interacción social, que son inherentes a la naturaleza del hombre y condicionan
su bienestar.

Una actitud mental equilibrada permite afrontar de manera más eficaz el estrés
de la vida cotidiana, realizar un trabajo fructífero y hacer aportaciones positivas
a la comunidad.

Se trata de un fenómeno complejo determinado por múltiples componentes


biológicos y psicosociales. Para comprenderlo es necesario analizar las
transiciones sociodemográficas, económicas, culturales, tecnológicas y
políticas por las que está atravesando el país; éstas generan una importante
demanda de atención de las instituciones públicas, privadas y sociales debido
al incremento de los trastornos mentales en la población, lo que representa
mayores requerimientos de servicios de salud, así como de un profundo
conocimiento de la incidencia, prevalencia y características de los
padecimientos mentales y de las alternativas de atención.

Por ello, poco a poco, el sistema sanitario ha iniciado el proceso de


transformación, con todas las dificultades que ello supone, de un sistema
basado en la atención parcializada de los trastornos en el que los aspectos
físicos se erigen prácticamente como única fuente de trastornos susceptible de
tratamiento, a un sistema sanitario orientado a la atención integral de la
persona y su proceso vital.

Para entender el proceso salud-enfermedad y, muy en concreto, la vertiente


psicomental y la complejidad de su diagnóstico y tratamiento, vamos a analizar
cuatro puntos fundamentales:

a) Aspecto Multifactorial.
b) Concepto de Interacción.
e) Concepto de dinamismo de la Salud.
d) Normalidad y Trastorno.

En 1962, La Federación Mundial para la Salud Mental plantea la acción para la


Salud Mental como aquella que "apunta al despliegue óptimo de las
capacidades del individuo, teniendo en cuenta en el contexto donde se halla.
La Salud Mental es entendida como un estado que permite el desarrollo óptimo
físico, intelectual y afectivo del sujeto, en la medida en que no perturba el
desarrollo de sus semejantes". Esta definición de Salud Mental hace hincapié
en aspectos distintos según el marco conceptual en el que esté basada:
modelo psicoanalítico, conductista, cognitivo, humanista, existencial o
psicobiológico.
PROGRAMAS DE SALUD MENTAL

Las crecientes necesidades de atención en salud mental, tanto actuales como


futuras, requieren programas de intervención creativos y científicamente
probados, así como de voluntad política y consenso social para impulsarlos. La
distribución de esas necesidades no es aleatoria, son tanto mayores cuanto
más adversas son las condiciones de vida. De ahí que la inversión en
programas y servicios de salud mental que lleve a su preservación y
recuperación en todas las edades, acrecentará el número de personas en las
poblaciones que alcanzan un desarrollo humano sostenible. Las respuestas a
esas necesidades se hacen posible gracias a los notables avances logrados en
el conocimiento del cerebro y en las áreas psicológica y social, y en el
desarrollo de modelos y tecnologías en todos los niveles de prevención.

Las áreas de acción del programa de salud mental:

• Control de los trastornos neuropsiquiátricos;


• promoción de la salud mental y la prevención primaria de los
trastornos psiquiátricos;
• intervención sobre los factores psicosociales en la salud y el
desarrollo.

Control de los Trastornos Psiquiátricos

La cooperación técnica que brinda el Programa resultado de las necesidades


identificadas en los países, gravita más hacia el control de los trastornos
psiquiátricos que hacia otros componentes. La reestructuración de la atención
psiquiátrica, que OPS iniciara conjuntamente con los países y organismos
regionales e internacionales, es una iniciativa destinada a reorientar la
organización de ésta a fin de dar una respuesta más adecuada a las
necesidades y a fin de estimular su orientación "comunitaria, descentralizada,
participativa, integral, continua y preventiva" (Declaración de Caracas, 1990).
La iniciativa es respuesta al sesgo aún vigente en la organización de la
atención psiquiátrica alestigma que genera su aislamiento del resto del sector
salud y de otros sectores sociales. La implementación de la iniciativa es
compleja y la cooperación técnica se hace por medio de varios ejes de apoyo:

 Apoyo a la vigilancia del respeto a los derechos humanos en la atención


 Apoyo al fortalecimiento de toda la red de atención, lo que incluye la
activación de agentes comunitarios de dentro y fuera del sector salud
 Apoyo a las acciones tendientes a incorporar los usuarios en la atención
 Apoyo a la promoción de cambios legislativos que proveen el marco
legal para la reorientación de los servicios y asegure la salvaguarda de
los derechos humanos
 Apoyo a las acciones tendientes a adecuar la enseñanza de pre y
postgrado y de educación continua con las necesidades de atención en
la comunidad
 Apoyo al desarrollo de investigaciones operativas de servicio
 Apoyo a la promoción de una cultura social y profesional consonante con
los principios de la Iniciativa.
Promoción de la Salud Mental y Prevención Primaria de los Trastornos
Psiquiátricos y Emocionales

Esta es un área de cooperación técnica de reciente desarrollo que se realiza en


cumplimiento con el Plan de Acción Regional de Promoción de la Salud
(CE113/15, 2 de mayo de 1994) aprobado por los Cuerpos Directivos. Este
componente incluye:

1) Apoyo a las acciones tendientes a aumentar la importancia de la salud


mental en la escala de valores de la sociedad instrumentado con ese fin la
movilización de figuras claves en los países, como las Primeras Damas (19), el
uso de la comunicación social y la concertación de alianzas intra e
intersectoriales. El propósito de éstas es integrar los conocimientos y técnicas
de la salud mental a las políticas, programas y servicios dependientes de otros
sectores.

2) El fomento de cambios de conducta con el fin de adoptar estilos saludables


de vida (v.g., la reducción de las conductas violentas y el estímulo de la
convivencia pacífica).

3) La coordinación con otras unidades de OPS y organizaciones


internacionales y regionales (v.g., OEA, UNICEF, UNESCO, Instituto
Interamericano del Niño) a fin de implementar conjuntamente un plan de acción
regional de promoción de la salud destinado a fomentar el desarrollo
psicosocial y mental de la niñez que tiene dos áreas de acción principales:

 Estímulo del desarrollo temprano (afectivo y cognoscitivo) y la reducción


de las conductas violentas contra la niñez (castigo corporal y maltrato).
Este plan se discutió por subregiones con el propósito de que los países
que las integran adopten estrategias análogas de características
integrales e intersectoriales.

Las posibilidades que se ofrecen al Programa en promoción de la salud mental


son múltiples, no obstante, la relativa novedad de los marcos conceptuales y
operativos y la relativa escasez de evidencias empíricas. Con este propósito, el
Programa está preparando documentos que orienten las tareas de cooperación
técnica.

En cuanto a la prevención primaria de los trastornos mentales y psicosociales,


en 1988 la OMS preparó un documento que lista intervenciones efectivas.
Algunas de esas intervenciones se recogen en el plan de acción regional
interagencial de promoción de la salud mental y del desarrollo psicosocial de la
niñez.
ACCIONES DE ENFERMERÍA EN LOS PROGRAMAS DE SALUD MENTAL-
NIVELES DE CONCIENCIA

La enfermera, desde su rol de cuidar y potenciar el autocuidado, es quien mejor


puede evaluar la capacidad de funcionar del individuo y observar su particular
idiosincrasia. Una vez más, esta aportación será clave en el equipo
interdisciplinario, ya que permitirá agilizar el esclarecimiento de las dificultades
que hayan podido surgir en el proceso de diagnóstico y planificación.

En conjunto, podríamos afirmar que una visión positiva de salud mental


recogería aspectos como:

 Capacidad de evolucionar en los conflictos internos y que los


mecanismos de defensa psicológicos no bloqueen la percepción de la
realidad y el crecimiento de la persona.
 Capacidad de introspección, de integración de sí mismo (self).
 Capacidad de aprender y experimentar conductas para una correcta
adaptación al entorno, evitando aquellas compensaciones positivas para
el individuo, pero que conllevan adaptaciones erróneas.
 Capacidad de limitar el estrés innecesario, canalizar correctamente la
ansiedad y tolerar la frustración.
 Capacidad de sostener una red social suficiente que garantice y apoye
positivamente aspectos como sentimiento de seguridad, autoestima y
enjuiciamiento.
 Capacidad de integrar la agresividad en el conjunto de la personalidad.
 Capacidad de elaborar pensamientos, emociones y sentimientos.
 Capacidad de aprender pensamientos positivos que sirvan de base de
formación correcta de emociones y conductas.
 Capacidad de control interno de las situaciones que se van sucediendo a
lo largo de la vida.
 Capacidad de marcar los estímulos recibidos y abstraer selectivamente
sin tender a las suposiciones globales.
 Capacidad de neutralizar y encontrar puntos intermedios entre el "todo o
nada".
 Capacidad de tratar los problemas orgánicos y atender las necesidades
fisiológicas.
 Capacidad de elaborar un duelo o pérdida.
 Capacidad de estima hacia los demás, amor y pertenencia.
 Capacidad de pensar y actuar libremente con plena conciencia de uno
mismo y del entorno.
 Capacidad de desarrollar los roles propios de su edad y tiempo.
 Capacidad de mantener el tratamiento farmacológico adecuado para
corregir el desequilibrio bioquímico (anomalías de los
neurotransmisores, disfunciones endocrinas) y la alteración de los
biorritmos naturales.

Tizón, en 1988, resume todos estos aspectos diciendo que "la salud en el
terreno mental implica que los sentimientos, intereses, motivaciones, actitudes
y valores de la persona maduran y cambian durante el periodo de vida en que
se relaciona con otras personas y con el medio ambiente; que manifiestan
habilidades de adaptación, desarrollan tareas apropiadas a su tiempo y edad y
cumplen sus ro les con el máximo de efectividad y satisfacción; en definitiva, la
capacidad de amar y trabajar, disfrutar y tolerar".

ADAPTACIÓN A LAS DIFERENTES ETAPAS DE LA VIDA

La adaptación de las diferentes etapas de la vida o el ciclo vital de la persona,


hace referencia desde que nace hasta que envejece y muere. Hay
"disfunciones" que, según en qué momento de este ciclo vital se den, no se
diagnosticaron como tales sino como un proceso natural de la vida.

Veamos, por ejemplo, cómo en la primera infancia si no observamos en el niño


una óptima coordinación psicomotriz a causa de inmadurez neuromotora, no
por ello consideramos que sufre de un proceso patológico; contrariamente, sí
nos preocuparía si ello sucede en un j oven de 20 años. Cuando nos
adentramos en el campo de la salud mental, los criterios que limitan las fases
evolutivas de la madurez y tipifican Jos comportamientos y actitudes "
normales" según cada grupo de edad, dependen en gran medida del momento
social y cultural.

Por ello, en muchas ocasiones hay procesos patológicos que permanecen


enmascarados hasta que su empeoramiento se revela en una crisis.
(Pensemos, por ejemplo, en los casos de adolescentes que padecen
esquizofrenia con predominio de sintomatología negativa y que no acuden en
busca de ayuda hasta pasados varios años).

El aspecto dinámico del proceso de salud-enfermedad nos plantea la dificultad


de establecer una frontera inflexible y clara, un punto absoluto que separe uno
y otro estado y permita establecer de forma categórica las condiciones
universales de ese paso. Cuando no hay un brote agudo de una enfermedad,
una definición tajante no es sólo un intento absurdo sino también imposible, ya
que dependerá en gran medida de la idiosincrasia de la persona y de todas las
circunstancias que le rodean.

COMPONENTES DEL EXAMEN MENTAL

Conciencia y estado psíquico (Examen mental).

En esta sección es necesario efectuar un examen mental mediante el cual se


obtiene información respecto al grado de alerta, el juicio, la inteligencia, la
memoria, el estado de ánimo. Estos son aspectos que forman parte de la
evaluación del estado mental de una persona y es necesario saber
identificarlos y analizarlos.
Habitualmente, mientras transcurre la conversación con el paciente, se captan
distintos aspectos: la forma cómo se viste, cómo se desenvuelve, cómo
conversa, cómo analiza la situación, el tipo de preguntas que hace, etc. Esto
mismo permite también formarse una idea del nivel de conciencia, la
inteligencia, el estado anímico, su educación, etc.
Esta evaluación debe estar de acuerdo al nivel cultural de la persona. Si su
instrucción es muy básica, no se podrán solicitar operaciones complejas de tipo
matemático o que requieran conocimientos que nunca adquirió.

Entre los aspectos que se analizan en la evaluación del estado mental,


destacan:

1) NIVEL DE CONCIENCIA.

Este parámetro se refiere al compromiso cuantitativo de conciencia (o nivel de


alerta) y la capacidad de ubicarse u orientarse (capacidad de identificarse a sí
mismo, orientación en el tiempo, respecto al lugar en dónde está,
reconocimiento de personas).

Capacidad de orientarse:

Para evaluar esta capacidad se investigan aspectos como los siguientes:

Orientación respecto a sí mismo: ¿Cómo se llama? ¿qué edad tiene? ¿en qué
trabaja? ¿con quién vive?...
Orientación en el tiempo: ¿En qué fecha estamos? ¿En qué mes? ¿En qué
año? ¿Qué día de la semana es hoy?...
Orientación en el espacio: ¿Dónde se encuentra usted? ¿Está en un hospital?
¿En su casa? ¿Qué hospital es?...
Orientación respecto a personas: ¿Quién soy yo? ¿Qué labor desarrollo? Si
está presente un familiar: ¿Quién es esa persona?

El saber el nombre o aspectos muy personales de sí mismo, es de las últimas


cosas que se pierden. En todo caso, este conjunto de preguntas permite
formarse una idea de lo lúcido o desorientado (confuso) que pueda estar el
paciente.

Compromiso cuantitativo de conciencia:

Se evalúa el grado de lucidez o el compromiso cuantitativo de conciencia,


especialmente en lo referente a la dificultad para despertar y dar respuestas
ante estímulos externos.

La diferencia de los distintos niveles se va determinando según el tipo de


estímulo que es necesario aplicar y la calidad de las respuestas que se
obtienen. Los estímulos van desde hablarle a la persona (con voz normal o
más fuerte), producir un ruido, tocarlo o remecerlo, hasta estímulos capaces de
producir un dolor (nociceptivos), pero sin dañarlo. Estos últimos pueden ser un
pellizco en la región infraclavicular, presionar con los nudillos sobre el esternón,
presionar un lecho ungueal o aplicar presión sobre uno de los procesos
mastoídeos.

De acuerdo a los resultados obtenidos, se pueden determinar los niveles de


compromiso de conciencia:

Lucidez. Estado de plena alerta. Corresponde a la persona normal, que es


capaz de mantener una conversación y dar respuestas atingentes a las
preguntas que se le formulan.

Somnolencia. El paciente impresiona durmiendo, pero al llamarlo por su


nombre o hablarle en voz más fuerte abre los ojos, mira al examinador,
responde preguntas y luego nuevamente sigue durmiendo.

Obnubilación. Ya es necesario tocar o agitar al paciente, como tratando de


despertarlo. Ante esto, abre los ojos, mira al examinador, pero responde
lentamente y está algo desorientado (confuso). No muestra interés en el medio
ambiente.

Sopor. Es una etapa más avanzada de compromiso cuantitativo de conciencia.


Para obtener respuestas es necesario aplicar estímulos dolorosos. Las
respuestas verbales son lentas o, incluso, ausentes. No tiene conciencia de sí
mismo ni del ambiente.

Coma. Es el nivel más avanzado de compromiso cuantitativo de conciencia. En


esta etapa no es posible obtener respuestas ni siquiera aplicando estímulos
dolorosos. Algunas reacciones que se pueden presentar, son, en realidad,
reflejos (por ejemplo, reacciones de descerebración). Los signos vitales se
mantienen.

2) LENGUAJE

Al evaluar el lenguaje se aprecia si la persona es capaz de:

 entender preguntas.
 responder preguntas en forma atingente.
 entender textos escritos
 escribir una idea.
 nombrar objetos que se le muestran.

Los hallazgos dependerán del trastorno que exista.

Evaluación del lenguaje.

Se conversa con el paciente y se evalúa cómo es la comunicación que se


logra. Si se aprecia un trastorno, podría ser necesario ir a un nivel más básico,
con preguntas u órdenes simples, como: “Saque la lengua”, “Levante las
manos”, “Cierre los ojos”, etc. Si el paciente responde en forma adecuada,
significa que es capaz de comprender la orden y entregar una respuesta
atingente, aspectos que no siempre van de la mano.
Una afasia es una pérdida o alteración del lenguaje y sus características
dependerán de la ubicación del daño cerebral. Puede ser:

 Afasia global: pérdida casi completa de la comprensión y emisión del


lenguaje.
 Afasia motora o de Broca: la persona comprende lo que se le dice o se
le muestra, pero no logra emitir las palabras para comunicarse. Es
frecuente que la lesión esté en la porción posterior de la tercera
circunvolución frontal izquierda, áreas corticales frontales vecinas y
sustancia blanca subyacente. El paciente tiene además una hemiplejía
derecha.
 Afasia sensorial o de Wernicke: en este caso la persona no comprende
lo que se le dice, aunque es capaz de emitir palabras, pero de todas
formas no se le lograr entender ya que intercala parafasias (sustitución
de una palabra por otra, con distinto significado, aunque tengan algún
parecido en la fonética), y termina siendo una jerigonza. La lesión puede
estar en la región temporal posterior izquierda. Con frecuencia, el
paciente no presenta hemiplejía.
 No se debe confundir con una disartria, que es una dificultad en la
articulación de las palabras, ni con una disfonía, que se relaciona con
cambios del tono de la voz.
 Una alexia es una incapacidad para comprender un texto escrito y una
agrafia es una incapacidad para escribir.

3) MEMORIA.

Es la capacidad de recordar (acontecimientos recientes o más antiguos) y de


retener nueva información.

Memoria de hechos remotos. Para investigarla se pregunta sobre cumpleaños,


fechas nacionales memorables, respecto a la familia, dónde estudió, dónde
trabajó, etc. Las personas que están desarrollando una demencia, como se ve
en la enfermedad de Alzheimer, tienden a recordar mejor los hechos remotos
que los recientes.

Memoria de hechos recientes. Se pregunta por acontecimientos ocurridos en el


día (ojalá que puedan ser ratificados de modo de evitar una confabulación, que
sería inventar hechos para compensar defectos de la memoria). Por ejemplo, a
qué hora tenía la entrevista médica, en qué vehículo fue a la consulta,
personas con las que haya estado ese día.

Capacidad para aprender cosas nuevas o memoria inmediata. Se le mencionan


al paciente tres objetos (por ejemplo, lápiz, auto, reloj), y se le repite hasta que
lo memorice. Después de conversar un rato de otros temas, se le pide a la
persona que vuelva a mencionar los tres objetos.

4) FUNCIONES COGNITIVAS SUPERIORES.


Pensamiento abstracto. Se altera en situaciones en que la conciencia y la
concentración están comprometidas. Para evaluar este aspecto, se pregunta
sobre:

- semejanzas (ej.: ¿en qué se parece un avión a un barco? ¿una manzana a


una pera?).
- diferencias (ej.: ¿en qué se diferencia un enano de un niño? ¿un río de una
laguna?).
- sentido de un proverbio (ej.: ¡No por mucho madrugar amanece más
temprano!).
Cálculo aritmético y series invertidas. Se le solicita al paciente efectuar:
- operaciones matemáticas simples (ej.: sumas, restas, etc.: 4 + 8 – 7...).
- inversión de series (ej.: contar desde 20, saltándose de 2 en 2, o desde 100,
saltándose 7 números cada vez,... 100, 93, 86, etc.).
- deletrear palabras (ej.: la palabra MUNDO, al revés... o, d, n, etc.).

Capacidad para reproducir un dibujo. Al paciente se le pasa una hoja en blanco


y un lápiz y se le pide que haga un dibujo, como un reloj con sus punteros y
horas, o que reproduzca un dibujo que el examinador previamente dibujó, como
dos rombos o círculos entrecruzados.

La calidad de los dibujos que el paciente efectúa puede servir para seguir la
evolución de encefalopatías metabólicas como ocurre en cirróticos
descompensados. Al ir mejorando con el tratamiento, sus dibujos también son
de más calidad.

5) ESTRUCTURACIÓN DEL PENSAMIENTO Y PERCEPCIONES.

La alteración principal del examen mental en algunos pacientes está en la


estructuración del pensamiento, en su contenido y en una falla en la percepción
o interpretación que hacen del medio ambiente. Esto lleva a distintas
alteraciones de tipo cualitativo de la conciencia, como son los estados
confusionales, los delirios y las psicosis.

Confusión. En este estado, el paciente no es capaz de enjuiciar en forma


correcta su situación y presenta desorientación en el tiempo y en el espacio, es
incapaz de reconocer personas y objetos que le debieran ser familiares, no se
concentra y su memoria falla.

Delirio. El paciente impresiona desconectado de la realidad, con ideas


incoherentes. Presenta cambios agudos y fluctuantes en su estado mental en
comparación a su estado basal y dificultades para concentrarse o seguir una
conversación. A esto se suma un pensamiento desorganizado, con un flujo de
ideas ilógico, y algún grado de compromiso de conciencia (desde somnoliento
a estar hiperalerta).

Puede presentar ilusiones, que sería una interpretación errónea de estímulos


externos reales (por ejemplo, un ruido lo interpreta como un mensaje) o
alucinaciones, que sería la percepción de estímulos externos sensoriales que
no existen (por ejemplo, siente que le están hablando o ve objetos que en la
realidad no existen).

Podría ser el caso de un paciente con un síndrome de abstinencia alcohólica, o


una persona mayor que se desorienta al ser hospitalizado por un cuadro
infeccioso, etc. Puede presentar agitación.
Psicosis. La persona presenta una desorganización profunda del juicio crítico y
de su relación con la realidad. Esto se asocia a trastornos de la personalidad y
del pensamiento. La persona puede tener ideas delirantes y alucinaciones (por
ejemplo, sentir voces que le ordenan efectuar determinadas misiones).

6) ESTADO ANÍMICO Y PERSONALIDAD.

A medida que se conversa con el paciente, se analiza el contenido de sus


observaciones y se aprecia su lenguaje “no hablado” (a través de sus gestos,
su presentación, etc.). Se captan aspectos de su personalidad, su estado
anímico, sus emociones, sentimientos, forma de reaccionar, etc. A través de
este proceso, se puede plantear, por ejemplo, si el paciente está angustiado o
depresivo.

Ejemplos de trastornos del examen mental.

Demencia: Cuando se desarrolla en un adulto, habitualmente se va instalando


lentamente y va progresivamente deteriorando a la persona en sus condiciones
intelectuales. Su nivel de alerta se mantiene normal hasta etapas avanzadas.

Destaca un compromiso de la memoria para hechos recientes y la capacidad


de retener información nueva. En cambio, la memoria de hechos remotos se
mantiene. El comportamiento tiende a ser normal o enlentecido, pero en etapas
avanzadas puede llegar a ser inadecuado. Con alguna frecuencia se
compromete le lenguaje teniendo la persona dificultad para encontrar las
palabras que desea expresar. Puede terminar en una afasia. El ánimo es
bastante plano y puede desarrollar una depresión. Los procesos mentales se
van empobreciendo.

Delirio: La instalación tiende a ser aguda y la evolución es fluctuante. En las


noches el compromiso tiende a ser mayor. El ritmo sueño-vigilia se altera
(tendencia a estar despierto en la noche y dormir en el día). El nivel de atención
y la capacidad de concentrarse se comprometen. La persona puede estar
somnolienta o agitada, y puede alternar a lo largo de las horas. El ánimo
también es fluctuante. El pensamiento se altera y la persona impresiona
desorientada (confusa), incoherente, pudiendo presentar ilusiones y
alucinaciones.

Depresión: La persona presenta poco interés en cosas que antes le


interesaban, no disfruta de actividades que le eran placenteras (anhedonia),
rehusa actividades sociales, con frecuencia presenta trastornos del sueño,
siente poca energía, le cuesta levantarse en las mañanas, le cuesta dirigirse a
su trabajo, está pesimista, le cuesta concentrarse y tomar decisiones, nota que
la memoria le falla, está muy sensible, pudiendo presentar un llanto fácil, siente
que su vida tiene poco sentido, está autorreferente, y en casos graves, puede
concebir ideas suicidas. El apetito tiende a estar disminuido, come menos, baja
de peso, desarrolla más constipación.

ACCIONES DE ENFERMERÍA EN LOS PROGRAMAS DE SALUD MENTAL

La enfermera interviene de acuerdo con el plan de cuidados establecido con el


fi n de poner en marcha acciones enfermeras que promuevan, mantengan o
restauren la salud física y mental, previniendo la enfermedad y realizando
actuaciones de rehabilitación.

 Intervención: Intervenciones Psicoterapéuticas.


La enfermera utiliza intervenciones psicoterapéuticas para ayudar a los
pacientes en la recuperación o mejora de sus habilidades prevías de
afrontamiento y en la prevención de futuras incapacidades.

 Intervención: Educación en salud.


La enfermera ayuda a los usuarios, familias y grupos en la consecuc1ón
de estilos de vida satisfactorios y productivos mediante la educación
sanitaria.

 Intervención: Actividades de la vida diaria.


La enfermera utiliza las actividades de la vida diaria como objetivos
dirigidos a fomentar un adecuado autocuidado y el bienestar físico y
mental de los pacientes.

 Intervención: Terapias somáticas.


La enfermera utiliza el conocimiento relativo a las terapias somáticas y
aplica habilidades clínicas relacionadas en el trabajo con los pacientes.

 Intervención: Medio Terapéutico.


La enfermera proporciona estructura y mantiene un medio terapéutico en
colaboración con el paciente/usuario y con otros m1embros del equipo
de salud.

 Intervención: Psicoterapia.
La enfermera utiliza los conocimientos y habilidades clínicas avanzados
en las psicoterapias individuales, grupales y terap1a familiar,
psicoterapias infantiles y otras modalidades de tratamiento, con el fi n de
actuar como psicoterapeuta, reconociendo la responsabilidad profesional
que conlleva la práctica de enfermería.
PAPEL DE LA ENFERMERA ANTE EL PACIENTE PSIQUIÁTRICO

La primera Escuela específica para preparar enfermeras que cuidasen al


enfermo mental se estableció en Waverly, Massachussets, a finales del siglo
XIX. La principal función de estas enfermeras era ayudar a los médicos. inducir
a los enfermos a comer, proporcionar hidroterapia como duchas o baños de
agua fría y caliente, y administrar drogas sedativas.

Hasta 1930, las funciones de la enfermera psiquiátrica no variaron mucho de


este modelo. Las primeras enfermeras psiquiátricas tropezaron con tres
grandes problemas para afrontar el cuidado del enfermo mental. Primero, los
cuidados individualizados fueron difíciles por la gran cantidad de clientes
hospitalizados y el limitado número de enfermeras profesionales. Segundo, la
naturaleza crónica de la enfermedad psiquiátrica hacía difíciles las
intervenciones. Tercero, la conducta psicótica suponía una dificultad en los
cuidados de los clientes mentalmente enfermos.

Carl Rogers centrada en la persona, la terapia de la gestald de Frederick Perls,


la terapia emotiva racional de Albert Elli s y la terapia del comportamiento
cognitivo de Aaron Becks. Como la investigación en el campo de la psiquiatría
y psicología se incrementó, numerosos teóricos intentaron explicar la causa de
las enfermedades psiquiátricas.

A pesar del impacto del Movimiento Nacional de Higiene Mental y del


psicoanálisis en los cuidados psiquiátricos, el rol de la enfermera psiquiátrica
no sufrió grandes cambios. Sólo las enfermeras que trabajaban en clínicas
privadas y hospitales donde el número de personal era adecuado para los
enfermos, fueron capaces de implicarse más en el tratamiento.

En 1930, la aparición de nuevas terapias, como la terapia de shock insulínico y


la terapia con electroshock, tuvo un gran significado en la enfermería
psiquiátrica. Cuando estas terapias ganaron importancia, las enfermeras con
habilidades técnicas, experiencia médico-quirúrgica y habilidades
interpersonales pudieron desempeñar un papel más activo en los cuidados
psiquiátricos.

En 1953, Maxwell jones introdujo un nuevo método terapéutico, conocido como


comunidad terapéutica, en el que la enfermera psiquiátrica ocupó un importante
y dilatado papel como parte de un equipo multidisciplinario.

En 1954, D.Gregg afirmó en un artículo sobre enfermería que el papel de la


enfermera psiquiátrica era ayudar a crear un ambiente en el que el paciente
pudiera desarrollar nuevos y diferentes patrones de conducta que facilitaran un
ajuste más maduro a la vida.

Durante 1960, se prepararon enfermeras psiquiátricas comunitarias para


satisfacer las necesidades de los clientes desinstitucionalizados y de sus
familias. Las funciones de estas especialistas clínicas incluían seis
componentes: maestras, terapeutas, consultoras, practicantes, investigadoras y
agentes de cambio. Se esperaba que estas enfermeras actuaran de esta forma
multidisciplinar, basando su práctica en la teoría y actuando en cualquier lugar
donde hubiera pacientes (Wi lson, 1988).

En los años 70 y 80 se produjeron numerosos avances en la comprensión y el


tratamiento de las enfermedades mentales, particularmente en la psiquiatría
biológica. El interés en la psicobiología, el estudio de las relaciones entre
pensamiento, humor, emoción, afecto y conducta, se desarrolló con el
descubrimiento del potencial terapéutico de las drogas psicoactivas.

Durante la década de los 70, diversos sucesos importantes propiciaron un


crecimiento de la enfermería psiquiátrica. La Asociación Americana de
Enfermería (ANA) publicó los estándares de la enfermería psiquiátrica y de
salud mental del adulto (revisados en 1982). La ANA también proporcionó el
primer certificado, a través de un examen, de enfermera generalista en
psiquiatría- salud mental y de enfermera especialista en psiquiatría clínica. Más
tarde, en 1985, la ANA publicó los estándares para la práctica de la enfermería
psiquiátrica y de salud mental del niño y del adolescente.

En Europa, en 1826, Teodor Fliedner y su esposa, Frederika Munster,


organizan los estudios para enfermeras visitadoras, que duraba tres años.
Fliedner abrió un pequeño hospital con una escuela de enfermería donde se
preparaba a las enfermeras para la atención hospitalaria o domiciliaria, se
informaba sobre los cuidados a los enfermos y se facilitaban conocimientos
farmacéuticos y preparación ética y religiosa. Lo programas dependían de los
médicos y las enfermeras debían cumplir sus órdenes (Hernández Conesa,
1995).

En Francia, desde 1936, se inició la preparación de las enfermeras


psiquiátricas alejándose del papel más tradicional de guardianes, pero no es
hasta 1958 cuando se concreta la enseñanza más formativa de la enfermera
psiquiátrica.

En el año 1967 se crea en España la especialización en enfermería


psiquiátrica, que podían real izar los ayudantes técnicos sanitarios, pero
desapareció en el año 1986. En la actualidad, y desde el año 1997, existe la
especialidad de Enfermería Psiquiátrica y Salud Mental para los diplomados de
enfermería, con una duración de un año y a realizar con dedicación exclusiva.
DESCRIPCIÓN DE NEUROSIS, PSICOSIS, ESQUIZOFRENIA (CONCEPTO Y
DIFERENCIAS DE CADA UNA DE ELLAS)

¿Qué es la neurosis?

La Neurosis es una respuesta emocional exagerada, con respecto al estímulo


que la produce, es involuntaria y difícil en controlar que se desencadena en
algunas situaciones y que se expresa en forma de síntomas asociados al
nerviosismo, la angustia y la ansiedad.

Esta reacción emocional exagerada o neurótica puede ser muy intensa para
quien la está sufriendo, pero puede no ser evidente para las personas del
entorno.

En general, la persona neurótica sabe que su reacción emocional ante la


situación es exagerada, pero no puede evitarla, ni es capaz de gestionarla de
forma adecuada.

En ocasiones, para recanalizar el agobio provocado por estas reacciones


emocionales exageradas, las personas con neurosis obsesivas pueden
desarrollar conductas repetitivas, como rituales compulsivos o TOC, o intentar
atenuarlas consumiendo substancias como el alcohol o drogas o hacer una
ingesta exagerada de comida.

Tipos de neurosis

Las neurosis se manifiestan en forma de síntomas de ansiedad, la angustia, los


ataques de pánico, somatizaciones y problemas fóbico-obsesivos como la
agorafobia, fobofobia, fobia social e hipocondría, entre otros.

«Fobofobia», el miedo a los propios síntomas de miedo, es uno de los miedos


más frecuentes en una neurosis. Puede impedir a la persona realizar algunas
actividades de la vida cotidiana, por miedo a que aparezcan síntomas que le
indiquen que aparece el miedo, o que aparezcan síntomas de ansiedad
asociados al miedo, generando un incremento de la angustia por el temor
anticipatorio de no ser capaz de gestionar estos síntomas.

Es importante diferenciar las neurosis de trastornos como la esquizofrenia, los


trastornos del estado de ánimo (como depresión o manía) o los trastornos
ficticios con síntomas físicos (esta diferenciación es bastante difícil, porque la
persona finge los síntomas)
Cuáles son los síntomas de la neurosis

Los síntomas de la neurosis derivados de una respuesta emocional exagerada,


pueden ser muy molestos e intensos. Esta respuesta emocional exagerada
esta asociada a lo que se llaman los tres miedos neuróticos, que son: el miedo
a perder el control, el miedo a la muerte y el miedo a la locura.

Estos temores definen la respuesta neurótica y su intensidad puede ser


variable, desde un miedo leve hasta padecer un miedo tan intenso que genere
un malestar insoportable o una paralización en el funcionamiento de la
persona. Algunos síntomas que podemos asociar a las neurosis son:

 Inestabilidad emocional
 Miedos
 Inseguridad, dudas
 Ira
 Irritabilidad
 Sentimientos de culpa
 Ansiedad y angustia
 Timidez o inhibición social
 Rigidez en las relaciones sociales,
 Problemas para tomar decisiones,
 Preocupaciones excesivas
 Repetición de rituales o conductas,
 Problemas para salir de casa
 Preocupación por el control o el orden

Las personas que sufren neurosis suelen presentar temores ante situaciones
que otras personas viven con normalidad, se suelen sentir heridas con facilidad
y pueden tener la tendencia a terminar ansiosas o deprimidas.

Tratamiento

Es importante identificar los síntomas de la neurosis lo antes posible, pues el


pronóstico del tratamiento de la neurosis es muy bueno y los tratamientos
psicológicos actuales han demostrado ser muy eficaces para su superación.

Durante la terapia, la persona aprende a rehabilitar los pensamientos que le


originan los síntomas e incrementan la ansiedad, a modificar las percepciones
e interpretaciones disfuncionales o erróneas y, de esta forma, puede manejar y
reducir los síntomas que proceden de ellos, aprende a reinterpretar y a
controlar por si mismo todos los síntomas, a manejar sus impulsos, a gestionar
sus miedos, a relajarse, a recuperar el equilibrio emocional y a aliviar y reducir
por si mismo, los síntomas descritos anteriormente.

En el caso de neurosis severas es necesario combinar la psicoterapia con un


tratamiento farmacológico para incrementar su eficacia y para eliminar estos
síntomas incómodos como la ansiedad.
¿Qué es psicosis?

La Psicosis es una alteración del funcionamiento cognitivo que provoca un


alejamiento de la realidad, haciendo que la persona perciba cosas que no
existen en la realidad de su entorno, como alucinaciones, delirios o escuchar
voces dentro de su cabeza que no pueden parar.
Características de psicosis
Una persona que sufre de psicosis suele manifestar conductas desadaptadas a
la realidad que le rodea en ese momento, y hace comentarios o mantiene
conversaciones que no son coherentes ni apropiados con la situación en la que
se encuentra.

Crea un mundo propio, irreal, e interpreta de forma delirante lo que ocurre a su


alrededor, que considera real y se comporta en su entorno de acuerdo a estas
interpretaciones propias.

Otra característica de las psicosis es que la persona puede tener temporadas


de normalidad pero de vez en cuando se producen lo que se llaman brotes, que
es cuando aparecen los síntomas alucinatorios o delirantes.

En ocasiones antes de que aparezcan estos brotes, se manifiestan unos


síntomas, que a veces son muy sutiles, que indican que la persona va a sufrir
un brote.

Estos síntomas se denominan prodromos y el especialista de salud mental


debe estar muy atento a su aparición, ya que es el momento optimo para
comenzar un tratamiento farmacológico o ajustar las dosis de la medicación, en
caso que ya se este en tratamiento.

A diferencia de la neurosis, una persona con psicosis puede no ser consciente


de lo que realmente le está pasando y de la gravedad de su estado.

Tipos de psicosis

Dentro de este grupo de patologías podemos citar problemas como la


esquizofrenia, las psicosis reactivas, psicosis maníaco depresivas, trastornos
unipolares y el trastorno delirante crónico.

Tratamiento

Las psicosis requieren un tratamiento principalmente farmacológico, es decir,


psiquiátrico. La medicación es fundamental para evitar y controlar los delirios, y
permite que la mayoría de los pacientes hagan su vida diaria, más o menos, de
forma normal.

En algunas ocasiones se puede complementar el tratamiento psiquiátrico con


terapia psicológica, con el fin de trabajar aspectos muy concretos del paciente,
como integración en la vida cotidiana, responsabilidad en tomar la medicación,
etc., y siempre a criterio del psiquiatra especialista.
¿Qué es la esquizofrenia?

La esquizofrenia es una enfermedad mental grave del grupo de trastornos


psicóticos, siendo la más representativa de estos. El trastorno esquizofrénico,
usualmente, se manifiesta en la adolescencia o al comienzo de la edad adulta.
La esquizofrenia puede comenzar repentinamente o de manera gradual y los
síntomas pueden mejorar o ser de carácter crónico en grados diferentes,
manejándose con antipsicóticos. Muchos pacientes experimentan períodos de
mejoría en los que solo presentan síntomas menores y períodos de
empeoramiento cuando los síntomas se agravan. Sin embargo, aunque se
presenten períodos de mejoría, para que pueda establecerse un diagnóstico de
esquizofrenia, los signos continuos del trastorno deben persistir durante un
mínimo de seis meses y este período ha de incluir al menos un mes de
síntomas. Existen diferentes subtipos de esquizofrenia, entre ellos la
esquizofrenia paranoide.

Causas de la esquizofrenia

Finalmente, cabe destacar la causa desencadenante, la cual sería la


predisposición genética y factores ambientales y detallar que no puede deberse
directamente a una enfermedad o al consumo de drogas o fármacos.

Síntomas de la esquizofrenia

A continuación, se presentan los síntomas determinados para diagnosticar la


esquizofrenia. En la esquizofrenia se pueden diferenciar los síntomas positivos
y los negativos.

Los síntomas positivos de la esquizofrenia

Los síntomas positivos son el comportamiento psicótico del trastorno, los


cuales comprenden los delirios, las alucinaciones, el discurso o pensamiento
desorganizado y el comportamiento desorganizado o catatónico.

 Delirios: pensamientos irreales. Para el paciente son percibidos como


totalmente verdaderos.
 Alucinaciones: percibir con los sentidos algo que en realidad no está ahí.
Las alucinaciones pueden producirse en cualquier sentido: puede ser
ver, oír, oler, saborear o notar algo. Oír voces es la alucinación más
habitual.
 Pensamientos desorganizados: consisten en hacer asociaciones
desorganizadas de pensamientos debido a la afectación del
razonamiento lógico.
 Comportamiento desorganizado o catatónico: el comportamiento
desorganizado se asocia con una elevada agitación, incapacidad de
organización, dificultando el comportamiento dirigido a metas
(dificultando actividades cotidianas). En contra, el comportamiento
catatónico conlleva una disminución de la actividad psíquica y motora,
pudiendo llegar a una falta total de atención y rigidez.
Los síntomas negativos de la esquizofrenia

Los síntomas negativos se relacionan con un déficit emocional, motivacional o


social. Estos pueden ser vividos dolorosamente por el entorno, puesto que
implican una pérdida de interés o iniciativa, sensibilidad emocional, interacción
social…, pudiendo causar un aislamiento emocional y social de la persona y
pudiendo provocar ansiedad y depresión. Los síntomas negativos que se
presentan en la esquizofrenia son el aplanamiento afectivo, la alogia y la abulia
o apatía y, en algunos casos, puede producirse aislamiento emocional y social.
Aplanamiento afectivo: es la nula reacción ante estímulos emocionales,
dándose una reducción de la intensidad de la expresión emocional.

Alogia: pobreza del habla, incluyendo una disminución de la fluidez del


discurso.
Abulia o apatía: falta de voluntad, incapacidad para persistir o para iniciar una
actividad. Pueden producirse sentimientos de vacío.

Algunos puntos de diferencia entre Psicosis y Neurosis 


PSICOSIS NEUROSIS ESQUIZOFRENIA
Alteraciones Está dentro de la psicosis.
emocionales y Presenta los síntomas negativos
Trastorno y desorden mental que no se dan en la psicosis.
conductuales
severo, con alteración de la Estos cambios se dan cuando la
principalmente
realidad, de los procesos
causadas por errores persona está desconectada de la
cognitivos y detrimento en la
de procesamiento realidad y conectada con el
funcionalidad social.
que generan estrés o delirio y/o la alucinación.
ansiedad.
No pierden contacto En cambio, en la esquizofrenia el
con la realidad. estado afectivo y de
Saben que lo que comportamiento se mantiene,
Alejamiento de la realidad, crea
están pensando no es aún en períodos de mejoría con
un mundo propio e irreal.
la realidad, pero no ausencia de sintomatología.
pueden evitar que les
afecte.
Consciencia que la
reacción ante la Duran más los episodios.
No suele ser consciente de lo
situación es
que realmente está pasando.
exagerada, pero no
puede evitarla.
Presentan alucinaciones o no manifiestan
delirios, es decir, viven y delirios ni Trastorno psicopatológico.
procesan fuera de la realidad. alucinaciones.
Pensamientos, juicios y  El afrontamiento de
conductas desadaptadas a la las situaciones que
situación. El pensamiento puede son incómodas para
ser caótico e incoherentes. la persona, no es
siempre adecuado ni
adaptativo.
Problemas de
angustia, ansiedad, y
estrés . Pueden ser
Perdida de interés y problemas perfeccionistas y
de cuidar de sí mismo. obsesivos o presentar
tics nerviosos o
rituales para manejar
el estrés.
Responden bien a
tratamiento
Requieren apoyo psicológico y
psicológico y pueden
psiquiátrico, necesitan
aprender a gestionar
psicofármacos.
sus emociones y sus
reacciones.
Pueden incluir
trastornos de
En esta categoría encontramos ansiedad, pánico, del
trastornos como la esquizofrenia, ánimo, fóbicos, del
psicosis reactivas, trastorno control de los
delirante crónico, trastorno impulsos, obsesivos,
bipolar tipo I y II,  entre otros. estrés post
traumático, entre
otros.
El deterioro puede ser
leve en el
funcionamiento de la
persona y sus
Deterioro grave en el relaciones sociales,
funcionamiento de la persona y aunque pudiera
sus interacciones sociales. agravarse esta
condición si no recibe
tratamiento
psicológico
adecuado.
Pueden presentar
Presentan alteraciones del
alteraciones en el
sueño.
sueño.
PARTICIPACIÓN DE LA ENFERMERA EN LA ADMINISTRACIÓN DE
PSICOFÁRMACOS

Los profesionales de Enfermería llevamos implícito en nuestro rol un abordaje


holístico del cuidado y la persona, que abarca el ser bio-psico-social que
somos, con el objetivo de poder ayudar a las personas a tener mejor salud.
Este cuidado de la salud comprende tanto la salud física como la mental.
Desde la Enfermería tradicional son habituales los cuidados que favorecen el
bienestar físico. Quizá más reciente, aunque no por ello menos importante, es
el cuidado que favorece el bienestar emocional de los pacientes.

En los últimos 20 años se ha triplicado el consumo de psicofármacos en


nuestro país, como si de una epidemia silenciosa se tratara. Se refiere a
pastillas para los nervios y la ansiedad como son los tranquilizantes y
ansiolíticos, a pastillas para dormir, los hipnóticos, y a los antidepresivos.

¿Pero estamos realmente, tan tristes, tan estresados, tan ansiosos? En la


sociedad está presente con mucha fuerza el tema de la felicidad, parece que es
casi una obligación. Ser feliz es como la meta, el objetivo de la vida, no se
concibe convivir con algún tipo de molestia.

Cualquier desviación que nos incomode y nos distancie de esta perfección se


redefine como algo anormal o patológico por lo que debe ser reparado, y en
este caso a través de las llamadas pastillas de la felicidad. Es lo que se conoce
con el nombre de “psiquiatrización de la vida cotidiana”.

El profesional de enfermería está formado para intervenir, decidir, determinar, y


enfrenta en la enfermería psiquiátrica, con un trabajo que implica
cotidianamente en negociar, combinar, concretizar contratos, renegociar y
responsabilizar. El cuidado debe ser determinado a partir de las características
de las personas cuidadas, y de la capacidad de los cuidadores para utilizar lo
que aprenden con ellas.

Al igual que en cualquier otra especialidad de Enfermería. Las o los enfermeros


psiquiátricos son educadores ante la prevención, brindan los cuidados
correspondientes de manera correcta y con calidad durante la estancia de los
pacientes en un hospital, y se encargan de formar parte de un equipo
multidisciplinario para reintegrar al paciente de nuevo a la sociedad mediante a
la rehabilitación.

En la prevención existen tres tipos las cuales se encargan de: La prevención


primaria comienza con la persona sana e impide que esté afectada por un
trastorno. Tratando siempre de llevar la información clara y necesaria hacia las
comunidades y las personas más vulnerables de padecer algún tipo de
trastorno.

La prevención secundaria incluye a personas que ya están afectadas por un


trastorno. Se las identifica y trata precozmente para prevenir los resultados
negativos del trastorno.
Por último se cuenta con la prevención terciaria la cual se dirige a las personas
que ya tienen una afectación grave por un trastorno mental. El objetivo es
ayudarlas a recuperarse y a prevenir una discapacidad posterior.

La prevalencia de los trastornos psíquicos graves permanece constante a


través del tiempo, aunque algún tipo alteraciones dependen más de factores
ambientales y de las nuevas escalas de valores y formas de vida (Fuertes y
colaboradores, 2011). Es importante que los enfermeros del área de salud
mental constantemente se estén actualizando, adquiriendo los conocimientos
necesarios de los nuevos psicofármacos o en dado caso trastornos que se
estén presentando; con el fin de brindar atención de calidad al paciente.

El avance de la Enfermería a nivel disciplinario, como ciencia y tecnología


ayuda a hacer evidente, por medio de la investigación científica, la
fundamentación teórica de la práctica que muestre la relación del conocimiento
con los valores y los principios éticos y bioéticos que sustentan el ejercicio
profesional de la enfermería vista esta como práctica social, sustentada en
conocimientos con fundamentos teóricos (Galvis, 2015).

Los profesionales de enfermería deben conocer sus propios valores antes de


tomar decisiones en relación con la ética profesional. Los valores son creencias
personales sobre el valor de una idea, un objeto o una conducta (Eby & Brown,
2010). El enfermero psiquiátrico tiene que ser emocionalmente maduro
impidiendo así que llegase a caer en los estigmas sociales y no sirva de apoyo.
El profesional de enfermería, debe estar siempre al pendiente de los pacientes
a los cuales se les administraron psicofármacos, con el fin de percibir si existe
un efecto secundario y actuar de inmediato en caso de ser necesario para
prevenir posibles consecuencias. Así como también de las respuestas positivas
del paciente al tratamiento. Debe tener juicio clínico para saber que hacer en
caso de contar con pacientes con riesgo de suicidio. La atención constituye el
fundamento de la práctica de la enfermería (Watson, 1979).

El uso terapéutico del propio yo es la capacidad de utilizar el propio yo, de


forma consciente y con conciencia completa, para estructurar las
intervenciones de enfermería (Travelbee, 1971). Para poder satisfacer las
necesidades de los pacientes, los profesionales de enfermería deben
conocerse primero a sí mismos.
BIBLIOGRAFÍA

1. Alanen, Y. O. (2003). LA ESQUIZOFRENIA. Sus Orígenes y su


Tratamiento Adaptado a las Necesidades del Paciente. H. Karnak Ltd:
Londres.
2. Bernabeu Tamayo Maria Dolores. Enfermeria Psiquiatrica y Salud
mental Tomo I. Instituto Monsa de ediciones, S.A. 2da edición 2006
3. Beddington J, Cooper J, Field U et al. The Mental Wealth of
4. Nations. Nature, 455, no. 7216:1057-60. 2008.
5. El entrenamiento autógeno de Schultz [Internet]. W3.ual.es. 2019 [citado
30
6. de mayo de 2019].Disponible en:
https://w3.ual.es/Universidad/GabPrensa/controlexamenes/pdfs/capitulo
09.pdf
7. Organización Mundial de la Salud http://www.who.int/es/
8. Diario Oficial de la Federación. 2014. NORMA Oficial Mexicana NOM-
025-SSA2-2014, Para la prestación de servicios de salud en unidades
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9. Juan Ramón de la Fuente, Gerhard Heinze. Salud mental y medicina
psicológica, 3e. 2014

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