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TRABAJO FIN DE GRADO

Título

Cuidados del paciente quemado en enfermería

Autor/es

Daniel Ramírez Ortega

Director/es

María Angeles Gil Hervías

Facultad

Escuela Universitaria de Enfermería


Titulación

Grado en Enfermería

Departamento

Curso Académico

2017-2018
Cuidados del paciente quemado en enfermería, trabajo fin de grado de Daniel
Ramírez Ortega, dirigido por María Angeles Gil Hervías (publicado por la Universidad de
La Rioja), se difunde bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-
SinObraDerivada 3.0 Unported.
Permisos que vayan más allá de lo cubierto por esta licencia pueden solicitarse a los
titulares del copyright.

© El autor
© Universidad de La Rioja, Servicio de Publicaciones, 2018
publicaciones.unirioja.es
E-mail: publicaciones@unirioja.es
ESCUELA UNIVERSITARIA DE ENFERMERÍA
UNIVERSIDAD DE LA RIOJA

TRABAJO FIN DE GRADO

“Cuidados del paciente


quemado en enfermería”
(Burned patient cares in nursing)

AUTOR: DANIEL RAMÍREZ ORTEGA

Tutora: Mª Ángeles Gil Hervías

Lugar: Logroño. Escuela Universitaria de Enfermería de La Rioja

Fecha de entrega: 07/06/2018

Convocatoria de defensa: Junio 2018

Curso académico: 2017-2018


ÍNDICE

1. RESUMEN / ABSTRACT ......................................................................................... 1


1.1. Palabras clave / Keywords ................................................................................. 1

2. INTRODUCCIÓN ...................................................................................................... 2
2.1. Justificación ....................................................................................................... 3
2.2. Objetivos ............................................................................................................ 3
2.2.1. Objetivos generales..................................................................................... 3
2.2.2. Objetivos específicos .................................................................................. 3

3. DESARROLLO......................................................................................................... 4
3.1. Metodología ............................................................................................... 4
3.2. Marco teórico ............................................................................................. 7
3.3. Resultados ................................................................................................. 8
3.3.1. Tipos de quemaduras.................................................................................. 8
3.3.2. Valoración inicial del paciente quemado.................................................... 16
3.3.3. Principales tratamientos de las quemaduras ............................................. 19
3.3.4. Apoyo emocional y psicológico.................................................................. 30
3.3.5. Plan de cuidados de enfermería. Caso clínico........................................... 32

4. CONCLUSIONES ................................................................................................... 46

5. BIBLIOGRAFIA...................................................................................................... 47
1. RESUMEN
Las quemaduras son procesos patológicos capaces de alterar y romper el estado de
salud de la persona que las sufre. La elevada incidencia coincide con los países con
bajos ingresos, donde no se han desarrollado las medidas de prevención,
contrarrestando la situación de los países con presupuestos más altos.

La variedad del tipo de quemadura es muy amplia, dependiendo principalmente de la


gravedad, profundidad, extensión, localización y etiología de la misma. El personal
sanitario debe llevar a cabo una correcta evaluación de la situación inicial del paciente
quemado, pues de ello depende en gran medida el éxito de los cuidados y
tratamientos posteriormente ofrecidos.

No todas las quemaduras requieren un tratamiento hospitalario, sino que en algunas


ocasiones unos cuidados ambulatorios adecuados son suficientes para restaurar el
estado de salud del paciente. Estas acciones las llevan a cabo el personal de
enfermería que, junto con la colaboración del resto del personal sanitario, se aplica un
tratamiento correspondiente para favorecer el proceso de recuperación del paciente y
la disminución de las secuelas, tanto físicas como psicológicas. Por otra parte, el
apoyo emocional y psicológico hacia el paciente y la familia conforma un pilar básico
en el cuidado del quemado.

1.1. Palabras clave


Quemadura, enfermería, cuidados, tratamiento.

1. ABSTRACT
Burns are pathological processes capable of altering and breaking with the health of
the person who suffers from them. High incidence coincides with low-income countries,
where preventive measures have not been developed, counteracting this way the
situation of countries with higher budgets.

The variety of the type of burn is very broad, depending mainly on its severity, depth,
extent, location and etiology. Health staff must carry out a proper examination of the
initial situation of the burned patient, since the success of the care and treatments
subsequently offered depends, to a great extent, on this.

Not all burns require hospital treatment, but in some cases, adequate ambulatory care
is adequate to restore the patient's state of health. These actions are carried out by the
nursing staff, which together with the collaboration of the rest of the health personnel,
apply a corresponding treatment to favour patient’s recovery process as well as the
reduction of the sequels, both physical and psychological. On the other hand, the
emotional and psychological support and the family role prove to represent a basic
pillar in the care of the burned patient.

1.1. Keywords
Burn, nursing, care, treatment.
2. INTRODUCCIÓN
Las quemaduras se definen como lesiones causadas por diversos agentes, ya sean
físicos o químicos, los cuales pueden causar desde una leve afectación de la
membrana superficial hasta la destrucción total de los tejidos implicados (6).

En todo el mundo, las quemaduras tienen gran relevancia como causa de mortalidad,
y son las causantes de la muerte de más de 300000 personas al año (3).
Estadísticamente, por cada 100000 habitantes, aproximadamente 300 personas al año
sufren quemaduras que precisan atención sanitaria, y si nos trasladamos al ámbito
nacional, más de 120000 personas sufren quemaduras, de las cuales un 5% requiere
cuidados hospitalarios (4). Además, no es sorprendente que la tasa de mortalidad sea
más baja en aquellos países con ingresos más altos, lo que contrasta con la situación
de la mayoría de los países con bajos y medios ingresos (32). Las víctimas de dichos
países a menudo se encuentran entre las más pobres y vulnerables, por lo que son
menos capaces de enfrentarse a las consecuencias económicas (2).

Dicha mortalidad tiene gran relación directa con la edad, la superficie corporal
quemada (SCQ) y profundidad, sin olvidar las lesiones causadas por inhalación e
infección bacteriana (13). Por ello, se llevará a cabo la valoración en base a la
extensión de la zona afectada, la profundidad de la quemadura, su localización,
gravedad, etiología… con el objetivo de minimizar la respuesta del organismo a dicho
proceso (1).

La prevención también tiene un papel muy importante, ya que la mejor forma de tratar
las quemaduras es previniéndolas (4); por una parte, en los países con altos ingresos
se han llevado a cabo varias intervenciones tales como la instalación de detectores de
humo, la regulación de las temperaturas de calentadores de agua, el uso de la ropa
ignífuga infantil para dormir, el desarrollo de electrodomésticos más seguros, códigos
de vivienda que garantizan la seguridad del cableado eléctrico…mientras que en los
países con ingresos más bajos dichas medidas no se han adoptado ampliamente
(2,32).

Por otra parte, es cierto que se trata de una tarea difícil de llevar a cabo, pues está
relacionado con el comportamiento de las personas y éste a su vez, con aspectos
subjetivos, tales como sus preferencias culturales o sus situaciones demográficas,
adquiriendo así sus factores de riesgo personales (4).

El dolor también asume un papel fundamental en el paciente quemado, por lo que su


abordaje multidisciplinario es imprescindible debido a la gran complejidad de todos los
componentes comprometidos en el proceso del dolor. En numerosas ocasiones, un
mal control del dolor ocasiona una pérdida de confianza en el quipo sanitario (19).

El profesional enfermero tiene especial importancia en el cuidado de las quemaduras


ya que es quien primero observa y detecta los principales signos y síntomas de las
quemaduras. Además, debe involucrar al resto del equipo sanitario para ofrecer un
tratamiento adecuado, así como una correcta recuperación y una prevención óptima
de secuelas que dificulten la rehabilitación e integración en la sociedad (15).
Por todo ello el paciente gran quemado supone un gran reto para los profesionales
sanitarios por las implicaciones biopsicosociales que implica su abordaje, tales como
la atención médica con el objeto de supervivencia, la atención psicológica por las
posibles alteraciones que pueda sufrir el paciente, la atención fisioterapéutica y
rehabilitadora para recuperar y reactivarse funcionalmente, y la atención social,
principalmente por las restricciones que comprometen a estas personas. (8) Por tanto
“estar quemado”, puede definirse como una de las situaciones más traumáticas que
una persona puede experimentar a nivel físico y emocional, ya que se trata de un
proceso que pasa de un estado de integridad física a un desequilibrio (9), cuyo grado
de lesión depende de la intensidad del agente causal de la misma, la duración del
tiempo de exposición y la superficie corporal quemada (SCQ) (5).

2.1. Justificación
Con el presente trabajo se pretende realizar una revisión bibliográfica de los cuidados
del paciente quemado por parte del personal de enfermería, así como de los diferentes
tipos de quemaduras que existen, los tratamientos que se pueden encontrar en la
actualidad o la relevancia del apoyo emocional o psicológico. De la misma manera,
creo relevante incidir en este tema debido a la gran importancia que tienen las
quemaduras en el proceso de salud del paciente, puesto que pueden resultar
realmente traumáticas para la persona que las sufre. Es el personal de enfermería el
encargado de saber qué tipo de cuidados requiere el paciente dependiendo de la
situación en la que se encuentre, y por eso ser conscientes de lo expuesto
anteriormente resulta de gran interés, ya que de ello dependerá el bienestar del
paciente y el afrontamiento, tanto físico como psicológico, ante las quemaduras.

2.2. Objetivos
Objetivos generales
Identificar y conocer los principales cuidados de enfermería en el paciente
quemado.

Objetivos específicos
Clasificar diferentes tipos de quemaduras según profundidad, extensión,
gravedad, etiología y localización.
Realizar una valoración inicial del paciente quemado.
Analizar principales tratamientos de las quemaduras según su profundidad,
localización y etiología, incluyendo el tratamiento hospitalario.
Conocer pautas del apoyo emocional y psicológico por parte del personal de
enfermería.
Realizar un caso clínico del paciente quemado utilizando el Proceso de
Atención de Enfermería (PAE).
3. DESARROLLO.

3.1. Metodología
Para poder llevar a cabo esta revisión bibliográfica he realizado una amplia búsqueda
en diferentes bases de datos, tales como PubMed, Dialnet, Scielo… así como en
diferentes revistas de ámbito nacional e internacional de enfermería, organismos
propios de nuestro país (Asociación Española de Pediatría) y mundialmente conocidos
(World Health Organization), protocolos… con el objetivo de recolectar la máxima
cantidad de información acerca del tema a tratar.
Mi estrategia de búsqueda comenzó por utilizar en primer lugar términos de ámbito
general, como “quemadura”, “enfermería” o “cuidados” y posteriormente también utilicé
términos “booleanos” (AND/OR) para poder acotar la información.

DIALNET
Referencia Palabras Filtros
Tipo de documento: Artículo de
Nº1 Quemadura, Enfermería
libro
Quemaduras, Tipo de documento: Artículo de
Nº10
Tratamiento revista
Nº5 Fuente: Bibliografía del artículo Nº10

Nº16 Fuente: Bibliografía del artículo Nº10


Tipo de documento: Artículo de
Nº18 Cuidados, Quemaduras
revista
Tipo de documento: Artículo de
Nº20 Quemaduras, Actuación
revista
Nº6 Fuente: Bibliografía del artículo Nº20
Tipo de documento: Artículo de
Nº36 Quemadura, Apoyo
revista
Nº37 Quemadura, Apoyo Rango de años: 2010-2019

PUBMED
Referencia Palabras Filtros
Tipo de documento: Revisión
Disponibilidad del texto: Abstract
Nº12 Burns AND Care
Especies: Humanos
Idioma: Inglés
Disponibilidad del texto: Abstract
Fechas de publicación: 10 años
Nº22 Obese People AND Burn
Especies: Humanos
Idioma: Inglés
Obese AND Patients Disponibilidad del texto: Abstract
Nº23
AND Burns Edad: Adultos, 19-44 años
Fechas de publicación: 5 años
Nº24 Obese AND Burns
Especies: Humanos
Disponibilidad del texto: Abstract
Burn Patient AND
Fechas de publicación: 5 años
Nº25 Management OR
Especies: Humanos
Evaluation
Idioma: Inglés
Disponibilidad del texto: Texto
completo
Nº28 Management AND Burn Fechas de publicación: Desde
2000/01/01 hasta 2004/12/31
Idioma: Inglés
Disponibilidad del texto: Texto
Nº30 ABCDE
completo

SCIELO
Referencia Palabras Filtros
Año: 2017
Nº3 Quemados
Colección: España
Idioma: Español
Nº8 Gran Quemado Periódico: Cirugía Plástica Ibero-
Latinoamericana
Año: 2010
Nº9 Quemaduras Área Temática: Ciencias de la
Salud
Idioma: Español
Nº13 Paciente quemado Área Temática: Ciencias de la
Salud
Tipo de literatura: Artículo de
Nº19 Quemaduras, Dolor
revisión
Nº29 Politraumatizado Idioma: Español
Nº31 Quemadura, emocional Idioma: Español
Área Temática: Ciencias de la
Nº38 Quemadura, apoyo
Salud

TRIPDATABASE
Referencia Palabras Filtros
No
Nº34 Burns AND Management

Nº39 Burns AND Support No


Nº40 Burns AND Emotional No
GOOGLE ACADÉMICO
Referencia Palabras Filtros
Año: Cualquier momento
Nº4 Quemaduras, Cuidado
Búsqueda: Sólo en español
Nº15 Fuente: Bibliografía del artículo Nº4
Año: Intervalo 2000-2018
Nº7 Paciente, Quemado
Búsqueda: Sólo en español
Año: Desde 2014
Nº11 Protocolo, Quemado
Búsqueda: Sólo en español
Nº14 Fuente: Bibliografía del artículo Nº11

ORGANISMOS INTERNACIONES
WORLD HEALTH ORGANITATION (WHO)
Referencia Palabras Filtros
Autor: WHO
Nº2 Burns
Tema: Burns
Burner AND Prevention
Nº32 Regional sites: Global
AND Care
MEDSCAPE
Referencia Palabras Filtros
Tipo de contenido:
Nº27 Burns AND Management
Enfermedades/Condiciones

ORGANISMOS NACIONALES
ASOCIACIÖN ESPAÑOLA DE PEDIATRÍA (AEP)
Referencia Palabras Filtros
Tratamiento, Protocolos de Urgencias
Nº21
Quemaduras Pediátricas (Cap. 22)

MINISTERIO DE SALUD (MINSAL)


Nº33 Quemado No

REVISTAS CIENTÍFICAS
REVISTA ARGENTINA DE QUEMADURAS (R.A.Q)
Referencia Palabras Filtros
Nº17 Investigación: Trabajos publicados

AMERICAN BURN ASSPOCIATION (ABA)


Referencia Palabras Filtros
Categoría: Documento
Nº26 Burn
TEMARIO UNIVERSITARIO
Referencia Profesor Titular Asignatura
Nº35 Mª Ángeles Gil Hervías Médico Quirúrgica (III)

3.2. Marco teórico


La piel es uno de los órganos más grandes del cuerpo humano, la cual lleva a cabo
varias funciones en condiciones óptimas y de integridad. Las quemaduras causan la
destrucción de este órgano (1), definidas como lesiones de la piel causadas por calor,
electricidad, químicos, radiación o fricción, pudiendo involucrar estructuras más
profundas (34). Existen una serie de factores que provocan un agravamiento del
proceso de la quemadura, entre los que destacan la edad (a mayor edad, peor
pronóstico), la extensión (a mayor superficie corporal quemada, mayor gravedad), la
profundidad (las dérmicas profundas y subdérmicas cuentan con un peor pronóstico),
la causa de la lesión (por llamas, químicas…), la afectación de vías respiratorias
(síndrome de inhalación), a existencia de patología previa, las lesiones asociadas
(politraumatismos) y la localización (35).
3.3. Resultados

3.3.1. Tipos de quemaduras


Las quemaduras pueden clasificarse según profundidad, gravedad, extensión,
localización y etiología.

A) Según la profundidad:
Quemaduras de primer grado: son aquellas más superficiales, afectando
únicamente a la epidermis (6). La piel se vuelve rojiza o rosado brillante, con
aspecto eritematoso, ligeramente inflamado y con ausencia de flictenas (6,7,9).
Si aplicáramos presión sobre dicha zona, la piel tornaría blanquecina y
desaparecería al descomprimir (7). Se tratan de unas quemaduras muy
dolorosas (hiperálgicas) ya que las terminaciones nerviosas no se encuentran
afectadas.

Quemaduras de segundo grado:


Superficiales: son aquellas que afectan a la epidermis totalmente y a la
dermis parcialmente, quedando dañado solamente la dermis papilar. A
diferencia de las anteriores, se caracterizan por la formación de ampollas o
flictenas como consecuencia del edema subyacente (6,7). Se caracterizan
por su aspecto rojizo y húmedo (7). Requieren tratamiento analgésico pues
son dolorosas (6,11).
Profundas: además de la epidermis y dermis papilar, también se ve
afectada la dermis reticular (6). El aspecto que presentan es rojizo y
moteado, sin formación de flictenas (6,7). Son relativamente dolorosas
(hipoalgesia) (6).

Quemaduras de tercer grado: se tratan de quemaduras que afectan a todas las


capas de la piel y, por tanto, implican su destrucción total (6). En algunos casos
pueden llegar hasta los huesos (9). Se manifiesta por un aspecto blanquecino
amarillento con una consistencia seca y acartonada (7). El paciente que sufre
este tipo de quemaduras no percibe apenas dolor alguno debido a la afectación
de las terminaciones nerviosas (6,9).

B) En cuanto a la gravedad de la quemadura:


Se tiene en cuenta el porcentaje de SCQT (Superficie Corporal Quemada Total) y el
tipo de quemadura descrito previamente. La más conocida es la tabla de Benaim (17).
Para establecer el riesgo que supone la quemadura sobre la persona que la sufre se
utiliza el Índice de Gravedad, creado y desarrollado por el Dr. Mario Garcés en 1971,
que posteriormente fue modificado por Artigas en 1984 (13).
Grupo de gravedad según SCQ

Profundidad de la Grupo I: Grupo II: Grupo III: Grupo IV:


lesión LEVE MODERADO GRAVE CRÍTICO
Hasta
A (superficial) 11%-30% 30%-60% Más de 60%
10%

AB (intermedia) Hasta 5% 6%-15% 16%-40% Más del 40%

B (profunda) Hasta 1% 2%-5% 6%-20% Más del 20%

TABLA 1: Tabla de Benaim.


(17): Benaim F. Quemaduras. Normas para la atención de urgencia. Primeras 48 horas de evolución.
Revista Argentina de Quemaduras. Vol 8-Nº3-4. 1993.
Link: http://www.aaq.org.ar/13-extensic383c2b3n

FÓRMULA AUTOR
Edad
Mayores de 20 + % quemadura tipo A X 1 Gárces
años (ADULTOS) + % quemadura tipo AB X 2
+ % quemadura tipo B X 3
40 – Edad
2 a 20 años + % quemadura tipo A X 1 Garcés junto con
+ % quemadura tipo AB X 2 modificaciones de Artigas
+ % quemadura tipo B X 3
40 – Edad
+ % quemadura tipo A X 1 Garcés modificado por
< 2 años + % quemadura tipo AB X 2 Artigas y Consenso Minsal
+ % quemadura tipo B X 3 (1999)
+ constante 20

TABLA 2: Fórmula del Índice de Gravedad de Mario Garcés con modificaciones.


(13): Schwartz RJ, Chirino CN, Sáenz SV, Rodríguez TV. Algunos aspectos del manejo del paciente
quemado en un servicio de cirugía infantil. A propósito de 47 pacientes pediátricos. IIª Parte. Rev. argent.
Dermatol. Vol 89-Nº 3. Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Jul/Sept. 2008.
Link: http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1851-300X2008000300005
CLASIFICACIÓN DE
PUNTUACIÓN CARACTÉRISTICAS
GRAVEDAD
21-40 Leve - Sin riesgo vital
- Sin riesgo vital, salvo
41-70 Moderado
complicaciones
71-100 Grave - Mortalidad menos de 30%

101-150 Crítico - Mortalidad de 30 a 50%

> 150 Sobrevida excepcional - Mortalidad mayor al 50%

TABLA 3: Puntuación del Índice de Gravedad de Mario Garcés.


(33): Ministerio de Salud. Guía clínica. Manejo del paciente gran quemado. Santiago. Minsal. Marzo. 2016.
Link: http://www.bibliotecaminsal.cl/wp/wp-content/uploads/2016/04/GPC-GRAN-QUEMADO-FINAL-18-
MARZO-2016_DIAGRAMADA.pdf

En categorías graves y superiores, se deben incluir aquellos pacientes que tengan:


Edad > 65 años y 10% o más de quemadura tipo AB o B.
Quemadura respiratoria o de alta tensión.
Politraumatismo.
Patologías graves asociadas.
Quemaduras profundas complejas en cabeza, manos, pies o periné (33).

C) En lo que respecta a la extensión de la quemadura:


Está expresada como un porcentaje, denominado “porcentaje de superficie corporal
quemada” (SCQ) (10,11). Dicho parámetro se expresa en relación a la superficie
cutánea total (SCT) (11). Cuanto mayor sea este porcentaje y, por tanto, la extensión
de la quemadura, mayor será la gravedad de la misma y por ende el tiempo empleado
en cicatrizar. Cuanto menor sea el espesor de la piel, mayor será el daño inflingido
(10). Debe realizarse de la manera más objetiva posible, ya que servirá como base de
cálculo para la cantidad de líquidos a administrar, orientar en los cuidados a ofrecer…
(15). Los métodos más empleados son:

Palma de la mano: la superficie total de la mano del paciente con los dedos en
extensión y juntos representa el 1% de la SCT (11,17). Se trata de un método
fiable y seguro para calcular el porcentaje de SCQ, eficaz tanto para niños
como para adultos (10). Es relevante emplear la propia mano de la víctima y no
la de la persona que está asistiéndola, ya que en el caso del niño hay una gran
diferencia (11). Se utiliza principalmente en aquellas quemaduras de pequeña
extensión (10).
FIGURA 1: Palma de la mano de la víctima representando el 1% de la SCQ.
(4): Pérez Boluda María T, Martínez Torreblanca P, Pérez Santos L, Cañadas Núñez F. Guía de
práctica clínica para el cuidado de personas que sufren quemaduras. Servicio Andaluz de Salud.
2011.
Link: http://www.guiasalud.es/GPC/GPC_485_Quemados_Junta_Andalucia_completa.-pdf

Regla de Wallace o de los 9: las diferentes secciones del cuerpo en el adulto


(cabeza y cuello, tronco anterior y posterior, extremidades y genitales) se
dividen y adquieren números múltiplos de 9 (11,17), teniendo en cuenta que el
100% representa la superficie corporal al completo. Se trata de un método
rápido, pero menos preciso; principalmente es empleado para quemaduras de
gran extensión a diferencia del método de la palma de la mano (10). Esta regla
debe modificarse para los niños (ver a continuación en el siguiente apartado)
(14).

FIGURA 2: Regla de los 9 de Wallace.


(12): C.O. Lloyd E, C. Rodgers B, Michener M, S. Williams M. Outpatient Burns: Prevention
and Care. 1; 85 (1). Pp25-32. Jan 1. 2012.
Link: https://www.aafp.org/afp/2012/0101/p25.html
Tablas específicas: destaca tabla la de Lund y Browder, la cual es considerada
la más exacta para calcular la SCQ (11). Determinaron en 1944 el valor para
segmento corporal de acuerdo a la edad (17), hasta los 15 años, incluyendo
también los valores asignados en un adulto.

Edad
Área 0 1 5 10 15 Adulto
A: ½ de la
9½ 8½ 6½ 5½ 4½ 3½
cabeza
B: ½ de un
2½ 3¼ 4 4½ 4½ 4½
muslo
C: ½ de
2½ 2½ 2½ 3 3½ 3½
una pierna

TABLA 4: Clasificación de Lund y Browder según diferentes edades.


(14): Yunuén Barbosa-García C. Evaluación, abordaje y manejo inicial del paciente con
quemaduras graves. Revista mexicana de anestesiología. Vol 32-Supl 1. Pp108-112. Abril-junio.
2009.
Link: http://www.medigraphic.com/pdfs/rma/cma-2009/cmas091aa.pdf

FIGURA 3: Clasificación de Lund y Browder en el adulto.


(12): C.O. Lloyd E, C. Rodgers B, Michener M, S. Williams M. Outpatient Burns: Prevention and
Care. 1; 85 (1.) Pp25-32. Jan 1. 2012.
Link: https://www.aafp.org/afp/2012/0101/p25.html
De la misma manera, establecieron que, por cada año de edad, disminuye un
1% la cabeza y aumenta un 0.5% cada miembro inferior, hasta que el niño
alcance los 15 años (17). Es decir, lo que en el niño aumenta en porcentaje en
la cabeza, se disminuye en extremidades inferiores (14).

FIGURA 4: Clasificación de Lund y Browder en pacientes hasta los 15 años


(15): Gómez Daza B, Díaz de Florez, L, Luna Acevedo AC. Cuidado en enfermería para la
persona adulta quemada en etapa aguda. Guías ACOFAEN. Biblioteca Lascasas. 2005.
Link: http://www.index-f.com/lascasas/documentos/lc0029.php

La Regla de los Nueve se ha utilizado de manera tradicional para calcular la SCQ (22)
basándose en estimaciones de superficies de determinadas partes del cuerpo. Los
cuadros de Lund y Browder determinaron cambios en los porcentajes de las
superficies corporales de ciertos segmentos del cuerpo en diferentes etapas del
desarrollo (24). Asumen que los adultos poseen la misma distribución de los
porcentajes de la superficie corporal sin tener en cuenta la forma del cuerpo o peso
(24). Sin embargo, la contribución proporcional de los principales segmentos
corporales al área total del cuerpo cambia con la obesidad (23) por lo que todavía
queda por probar su precisión en pacientes obesos (22).

Rachael Y. Williams, Stephen D. Wohlgemuth realizaron un estudio para comprobar la


validez de la “Regla de los Nueve” en pacientes obesos, diferenciándolas en formas
androides o ginecoides:

FIGURA 5: Porcentajes de la SCQ en pacientes con obesidad.


(24): Rachael Y. Williams, Stephen D. Wohlgemuth. Does the “rule of Nines” Apply to Morbidly Obese
Burn Victims? Journal of Burn Care & Research; Vol 34-Issue 4. Pp 447-452. 1 July. 2013.
Link: https://academic.oup.com/jbcr/article/34/4/447/4565954
D) Según la localización:
Algunas quemaduras pueden considerarse graves debido a que añaden determinados
riesgos, los cuales hacen necesario la hospitalización de la persona para una atención,
un cuidado y un tratamiento especializado (16,20). Se incluyen en la clasificación de
“quemaduras graves” aquellas que se encuentran en zonas corporales delicadas y que
por tanto pueden provocar un alto porcentaje de padecer secuelas, tanto funcionales
como estéticas (10,21). Deben ser valoradas y abordadas con el máximo cuidado (10).
Entre ellas destacan (18):
1. Quemaduras de las vías respiratorias: pudiendo causar lesiones por inhalación
(20). Los principales indicadores son las cejas o el vello nasal chamuscado
junto con las manchas negras en la boca (10).
2. Tronco y cuello: ya que pueden desembocar en asfixia (15,20).
3. Extremidades (15,16): en el caso de las manos (16), precisará retirada de
anillos, pulseras o relojes (10,15) para evitar isquemia distal (26).
4. Asociadas a fracturas, a heridas penetrantes o articulares (15,20) (estas
últimas pueden causar retracciones y afectar al movimiento) (10).
5. Faciales: tales como ojos, pabellones auriculares y boca (15,16).
6. Periné (16): pudiendo interferir con la micción, función sexual… (11).
7. Quemaduras circulares (15,16): estas quemaduras de 2º profundas y 3º causan
algo semejante al torniquete (10,15), lo que se conoce como “síndrome
compartimental de las extremidades”: la piel pierde elasticidad en el total de la
extensión de la quemadura o en su mayoría, provocando asimismo un gran
edema en zona muscular. Como consecuencia el músculo no cabe en la fascia
causando isquemia por compresión y finalmente, necrosis (10).

E) En cuanto a la etiología:
Existen muchos agentes que pueden causar quemaduras, cuyas consecuencias y
mecanismos de acción son variados (4):

Clasificación de las
quemadura (según su Descripción
mecanismo de acción)

Líquidos Causada por agua (escaldadura, ebullición) o aceite


calientes (4,15).

Causada por fuego (4,6). Cuando el incendio se


Térmicas produce en espacio cerrado, puede provocar
(calor) Llama
intoxicación de monóxido de carbono (CO) en la
víctima (15).

Sólido Causada por superficies calientes (estufas, hornos,


caliente planchas, tubos de escape) (4).
Causada por el paso de corriente eléctrica a través del
organismo (4). Normalmente se dividen según el
Eléctricas (electricidad)
voltaje de la corriente (según si supera los 1000 V).
(6,15).

Causadas por entrar en contacto los tejidos corporales


Químicas (agentes
con determinados agentes químicos (ácidos, álcalis,
químicos)
hidrocarburos…) (4,6).

Causando hipotermia (destacan el eritema pernio y el


pie de trinchera) o congelación (Tª<0ºC) (4,6). Son
Frías (frío)
debidas a una vasoconstricción (15). En algunos
casos es necesaria una escarotomía (33).

Causadas por exposición a ciertas energías y


radiaciones ionizantes/no ionizantes (rayos
Radiactivas (radiación)
ultravioletas, rayos uva, rayos de energía
nuclear…etc) (4,6,20).

Causadas por combustiones rápidas con llama sin


Deflagración
explosiones (flash eléctrico, gases inflamables) (6).

Mecánicas (agentes Causada por un rozamiento al que se ve sometido un


mecánicos) tejido corporal (20).

TABLA 5: Clasificación de las quemaduras según la etiología.


Elaboración propia (4,6,15,20,33).
3.3.2. Valoración inicial del paciente quemado
La valoración inicial del paciente quemado puede dividirse en 5 pasos (35):
1. Detener el proceso de la quemadura.
2. Valorar el tipo de quemadura.
3. Vía aérea y ventilación.
4. Determinar profundidad y extensión de la quemadura.
5. Valoración de la circulación.

1. Detener el proceso de la quemadura


Para comenzar, se le debe retirar y alejar de la fuente causal, teniendo como objetivo
principal la seguridad del equipo que está asistiendo en ese momento (35). A
continuación, se le debe retirar toda la ropa excepto la adherida a la piel al paciente
(14). Se le extraerá (18) cortándola con tijeras para no realizar movilizaciones
innecesarias. Por otra parte, todo tipo de joyas pueden causar compresión en
determinadas zonas corporales y problemas circulatorios, por lo que su retirada
también es primordial (11). Este proceso se realizará conservando el pudor e intimidad
de la persona en cuestión (11,29).

La temperatura corporal del paciente es un aspecto muy relevante, por lo que hay que
conservarla de forma constante (14). Se abrigará al paciente de forma inmediata (35) y
posteriormente se utilizarán sábanas secas y limpias para conservar el calor del
paciente (14), cubriendo las heridas cuando sea posible con paños estériles (25). En
las víctimas pediátricas, la temperatura adquiere más importancia aún ya que se
vuelven más fácilmente hipodérmicos (11).

2. Valorar el tipo de quemadura


Si se trata de una quemadura térmica, química, por radiación… y valorar asimismo el
mecanismo de la lesión, para así obtener información acerca de las lesiones
asociadas, como politraumatismos, inhalación… (35).

3. Vía aérea y ventilación


El mantenimiento de la vía aérea y control de la columna vertebral (la cual se
considerará lesionada mientras no haya indicios de lo contrario) es un aspecto
primordial en la valoración inicial del paciente quemado. Esta evaluación se llevará a
cabo (14) para determinar si dicha vía aérea se encuentra comprometida o no (25).
Una afectación de las vías aéreas puede comprobarse atendiendo a la siguiente
clínica: esputo carbonáceo (27), pelos faciales o nasales chamuscados, quemaduras
faciales, edema orofaríngeo, cambios en el tono de voz, estado mental alterado...etc.
(25)

Las actuaciones deberán seguir el siguiente orden:


o Abrir vía aérea: considerando la lesión cervical a no ser que exista clínica
evidente que demuestre lo contario (11), es importante proteger la columna
vertebral y médula espinal. (26). Por tanto, se empleará la maniobra de la
tracción mandibular (en caso de que la víctima se encuentre inconsciente),
colocando la otra mano en su frente para asegurar la estabilidad de la columna
(11). Dicha protección debe realizarse de manera manual hasta que se
obtenga un collarín cervical y conseguir así una inmovilización cervical (29).

FIGURA 6: Tracción mandibular.


(29): Espinoza JM. Atención básica y avanzada del politraumatizado. Acta méd. Peruana. Vol.
28-Nº2. Lima. Abril/Junio. 2011.
Link: http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S172859172011000-200007

o Revisar boca y orofaringe: eliminar la probabilidad de que existieran cuerpos


extraños, vómitos, sangre, secreciones… y proceder, siempre con visión
directa, a su retirada o succión (11). Permeabilizar la vía aérea eliminando
cuerpos extraños disminuye la mortalidad de la víctima en hasta un 20% (20).
La principal clínica de una obstrucción parcial es una respiración ruidosa
(estridor), voz distorsionada, aumento de esfuerzo respiratorio... sin embargo,
una obstrucción completa se representa con una ausencia de respiración (o
respiración paradójica) (30).

o Vía aérea permeable: Una vez retirados los posibles objetos que puedan
obstruir las vías respiratorias, se comprobará si la vía aérea está permeable o
no. Se debe verificar si el paciente respira por sí mismo (acercar el oído al
rostro de la víctima para comprobar existencia de aire exhalado) (11), qué
frecuencia respiratoria tiene cada respiración, así como su amplitud,
movilización simétrica o no del tórax (29), existencia de sibilancias (14) …

Una vez comprobada la vía aérea, el siguiente paso es conseguir una oxigenación en
sangre adecuada y una ventilación apta. Para ello, el objetivo consistirá en obtener
una saturación > 95% con la monitorización mediante el pulsioxímetro (no siempre
resulta sencillo obtener lecturas con este aparato debido a la clínica que presente el
paciente: hipotermia, quemaduras graves…) (11). Si no respira, se trata de una
parada respiratoria, ante el cual se deben realizar insuflaciones a través de una
mascarilla con reservorio y oxígeno (11). En caso de que no se resuelva con las
acciones anteriores, se procederá a realizar una intubación endotraqueal con
ventilador mecánico.

Las principales indicaciones de la intubación endotraqueal u orotraqueal son (19,25):


Evidencia clínica y sintomática de insuficiencia respiratoria.
Lesión debido a inhalación.
Hinchazón facial por edema.
Pérdida de conocimiento.
Fracturas maxilofaciales.
Trauma de laringe o tráquea.
Lesiones cervicales.
Escala Glasgow (GSC) <8.
Quemaduras profundas, incluidas cara y cuello, que superen el 50% de la
SCQ.

A pesar de esto, la intubación conlleva riesgos y podría empeorar la condición del


paciente, por lo que no debe realizarse de manera rutinaria en todos los quemados
(25,28).

4. Determinar profundidad y extensión de la quemadura


En el momento en el que se haya restablecido la competencia ventilatoria y
circulatoria, se realizará una exploración para conocer tamaño, profundidad…
(explicados en el objetivo anterior) para llevar a cabo una valoración secundaria (25).

5. Valoración de la circulación
Este objetivo tiene como fin evaluar la circulación del paciente, atendiendo a la tensión
arterial, pulsos distales, coloración de la piel, sudoración (14,26), relleno capilar distal
(11,30)…etc.

En primer lugar, un monitor cardíaco continuo y un pulsioxímetro en una extremidad no


quemada o pabellón auditivo permitirán una monitorización continua (26). La
evaluación del pulso en las grandes arterias se considera un buen indicativo de la
hemodinámica del paciente; por tanto, también se debe proceder a la palpación de los
pulsos radiales, femorales o carotídeos (no palpables con una sistólica inferior a 80, 70
y 60 mmHg respectivamente) (29).

Si el paciente muestra una clínica de taquicardia, taquipnea, oliguria y signos de mala


perfusión circulatoria (pero manteniendo una buena tensión arterial) quiere decir que
se encuentra en las primeras fases del shock hipovolémico, pudiendo recaer
posteriormente en una hipotensión y mala perfusión a órganos vitales (11).
3.3.3. Principales tratamientos de las quemaduras
El paciente quemado es multidisciplinario y quirúrgico. Precisa un seguimiento estricto
y atención especializada con el objetivo de intentar disminuir la tasa de morbilidad (6).

Existen algunas quemaduras que pueden tratarse de forma ambulatoria (Atención


Primaria) (20), ofreciendo los cuidados enfermeros adecuados. Dichos cuidados son
aquellos aplicados al paciente tras la fase de urgencias o tras haber sanado las
quemaduras causadas por llamas, sustancias químicas corrientes eléctricas, frío… (6).
Aquellas que siguen un régimen ambulatorio son (20):
• Quemaduras de 1º, sin importar extensión, excepto en niños (10,20), siempre y
cuando no existan lesiones por inhalación (20).
• Quemaduras de 2º superficiales con extensión < 15% de SCQ en adultos y <
10% en niños (5,10,20,35).
• Quemaduras de 2º profundas con afectación < 10% de SCQ (5).
• Quemaduras de 3º con extensión <1-2% de SCQ (5) en adultos y niños,
dependiendo de su localización (10,20), siempre y cuando no afecten a zonas
especiales: ojos, periné, manos… (35).
• Aquellas excluyendo quemaduras eléctricas, por inhalación, complicadas
(debidas a traumatismos múltiples) y en pacientes considerados de alto riesgo
(ancianos, crónicos) (35).

Todas las curas que se realicen por parte del personal enfermero se realizarán bajo
condiciones de asepsia (guantes, gorro y mascarilla) (16). Asimismo, todas las
quemaduras de pronóstico leve anteriormente descritas anteriormente recibirán, de
forma general, el siguiente tratamiento y cuidados: retirar de forma aséptica ropas
quemadas no adheridas, baño aséptico con agua y jabón, vacuna antitetánica,
desbridamiento de flictenas, curas tópicas, ansiolíticos si precisa por orden médica y
vendajes funcionales (35).

Sin embargo, el resto de quemaduras de mayor gravedad seguirá de manera


obligatoria un régimen hospitalario, incluyendo la unidad de quemados. Dichos
criterios de derivación hospitalaria son:
• Quemaduras de 2º y 3º grado con extensión del 10% en niños menores de 10
años y adultos mayores de 50 (6,25,27,33).
• Quemaduras de 2º con >20% de SCQ a cualquier edad (25,27) o con un Índice
de Gravedad > 70 (33).
• Quemaduras de 3º a cualquier edad (25,27).
• Quemaduras que involucren zonas como la cara, manos, genitales, periné…
etc. (21,25,27,33).
• Quemaduras eléctricas (21), químicas o por inhalación (6,25,33).
• Quemaduras a pacientes que padezcan enfermedades y/o condiciones
preexistentes que afecten al diagnóstico (6,33), valoración, recuperación o tasa
de mortalidad (25,27).
• Quemaduras en pacientes con fracturas (27).
• Quemaduras en pacientes que requieran intervenciones y cuidados sociales
(21), emocionales y rehabilitación (25,27).
En todas estas quemaduras se debe realizar una historia clínica (28) del paciente,
obteniendo información tanto de los acompañantes como de la propia víctima (5,11). A
continuación, se realiza una anamnesis sobre alergias, hábitos tóxicos, antecedentes
médicos, medicación habitual, última comida o bebida… (11,14,18). Las preguntas
más utilizadas durante esta entrevista son (11):
¿Cuándo?: Definir hora 0.
¿Con qué?: Agente causal.
¿Cómo?: Circunstancias ambientales.
¿Dónde?: Escenario del accidente.

No todas las quemaduras reciben los mismos cuidados enfermeros, sino que estos
varían dependiendo principalmente de su profundidad, localización y etiología:

A) Según la profundidad, los cuidados enfermeros variarán:


Quemaduras de primer grado
o En primer lugar, se debe aplicar frío local (6). Para ello, se debe limpiar la
quemadura con agua del grifo (si es agua potable), agua destilada o suero
salino (fisiológico al 0,9%) a temperatura ambiente.
o Realizar baños y duchas de agua fría ayuda a calmar el dolor (10), aunque
en aquellos pacientes con > 10% de SCQ se desaconseja utilizar
soluciones frías por una posible hipotermia (16).
o Cuando se produce una quemadura, comienza un intervalo de tiempo en el
cual la piel se deshidrata (4). Es por ello que se realizará una hidratación de
la zona corporal en cuestión (10) utilizando cremas hidratantes, emulsiones
o geles (4,6,10) que contengan componentes como urea, ácido láctico, aloe
vera (10), glicerina, vitaminas liposolubles (A, E), colágeno (4)… etc.De
esta manera, se evitará la sequedad de la piel, picores y prurito, signos
clínicos propios de las personas con quemaduras (4).
o Finalmente, se recomienda no llevar ropa ajustada, ya que la piel podría
desprenderse con facilidad (10).
o La curación se encuentra en torno a 5 días (6,7,11), precisando en algunas
ocasiones corticoide tópico (6) y analgesia oral (5), dejando la quemadura
al aire siempre que sea posible (10).

Quemaduras de segundo grado


Superficiales:
o Al igual que las quemaduras epidérmicas, se debe limpiar la
quemadura con agua del grifo (si es agua potable) agua destilada o
suero salino (fisiológico al 0,9%) a temperatura ambiente (4).
o Para obtener frío local, se puede sumergir la zona en agua fría o
aplicarlo utilizando gel en placa durante las primeras 24-48h (10).
Será necesario el uso de algún antiséptico, preferiblemente la
clorhexidina ya que tiene alta efectividad contra gérmenes Gram + y
Gram – y un bajo poder sensibilizante (4).
o La cura se realizará de manera oclusiva, desbridando flictenas y
aplicando sulfadiazina argéntica (siempre y cuando existan signos
claros de infección) sobre gasas (6,10,16).
o El desbridamiento de ampollas tanto íntegras como rotas es una
medida terapéutica muy importante (21), por lo que se deben
desbridar en condiciones asépticas. Aquellas que tengan un
diámetro inferior a 6mm, que no afecten a los movimientos del
paciente y que no sean molestas, pueden mantenerse sin desbridar
(20).
o Finalmente el vendaje debe ser elástico (16) y no compresivo junto
con una correcta inmovilización y un tul graso (5).
o Su remisión se encuentra en torno a 14-21 días (6,11).
Profundas:
o El lavado y el uso de la clorhexidina acuosa explicados con
anterioridad siguen mostrando una evidencia moderada en el
cuidado de las quemaduras de segundo grado profundas (4).
o Posteriormente, los cuidados consistirán en la retirada del tejido
necrosado en caso de que existiera, aplicación de sulfadiazina
argéntica y cura oclusiva (6). Dicho antimicrobiano se utilizará cada
12 horas para evitar la aparición de resistencias bacterianas. Si se
formaran esfacelos (lechos blanquecinos) en la herida de la
quemadura, se puede aplicar colagenasa (Iruxol) e hidrogel (10).
o En caso de que el vello de la víctima sea abundante, se deberá
retirar cortándolo con tijeras en lugar de rasurar, pues puede causar
microheridas, aumento del dolor y facilitación del anidamiento
bacteriano. Cortarlo favorecerá las curas y la evolución de la herida
(4).
o La curación suele ser > 21días (11), y en el caso de que en
transcurridos estos días no epitelizara, se procedería a un
desbridamiento y posterior injerto (6).

Quemaduras de tercer grado


o En este tipo de quemaduras la evidencia del lavado con agua del grifo,
agua destilada o suero salino, el uso de la clorhexidina como antiséptico de
elección y el corte del vello con tijeras en lugar del rasurado, también se
considera moderada (4).
o Requieren siempre cirugía y tratamiento quirúrgico (6,11), por lo que se
valorará realizar una escarotomía y aplicar sulfadiazina argéntica y nitrato
de cerio (6).

B) En algunas zonas anatómicas las quemaduras requieren un tratamiento y unos


cuidados específicos (26):
Quemaduras de vías respiratorias
o El tratamiento de estas quemaduras requiere una asistencia médica
urgente e inmediata por peligro activo de edema de glotis y parada
respiratoria.
o Es necesario un aporte de oxígeno del 100% (10).
Cuello
o Las quemaduras en el cuello ocasionan contracturas invalidantes y
antiestéticas muy difíciles de corregir.
o Para prevenir estas complicaciones, es necesario mantener la posición de
máxima extensión sin llegar a ocluir la vía respiratoria, ayudándose de
diferentes elementos (collar) coordinándose a su vez con una correcta
fisioterapia (15).
o En cuanto a los cuidados, se utilizarán gasas y compresas con suero,
manteniendo al paciente semisentado para favorecer disminución del
edema (10).

Extremidades
o En lo que respecta a las quemaduras en las manos, se realizará en primer
lugar una limpieza (16).
o La cura se llevará a cabo manera oclusiva (10,16), separando los dedos
interdigitales (evitando maceraciones) (10,15), se vendarán individualmente
(no compresivo) (26) y en posición funcional para que no aparezcan
alteraciones en los movimientos (10). De lo contrario podría
desencadenarse una contractura permanente y una pérdida de la función
de la extremidad (15).
o Finalmente se elevará la extremidad para disminuir el edema (10,15,26).
o En aquellos pacientes que dispongan de la capacidad para colaborar, el
movimiento activo del miembro (26) y la colaboración conjunta con la
fisioterapia (15) contribuirá a disminuir la hinchazón (26).
o En el caso de las extremidades inferiores, el tratamiento es muy similar,
adquiriendo un mayor énfasis la posibilidad de infección y problemas de
circulación en aquellos pacientes con patologías que afecten a la
circulación periférica (diabetes, patologías arteriales… etc) (26).

Zona de flexión o pliegues


o Aquellas quemaduras que afectan a articulaciones pueden causar graves
retracciones, disminuir el movimiento de la zona (10), acortamiento de
músculos, contracturas (15)… etc.
o Todo esto se debe a que el paciente tiende a adoptar posiciones
antiálgicas, es decir, con el fin de evitar el dolor (15).
o El tratamiento irá dirigido a aplicar y colocar férulas para corregir dichas
posiciones (10) trabajando en equipo con fisioterapia (15).

Ojos
o En primer lugar, retirar las lentes de contacto antes de que comience la
hinchazón del párpado (26) debido a la inflamación o edema (10).
o Tras un examen cuidadoso (26), aplicar agua (10) o solución salina (15,26)
de manera abundante para retirar secreciones, posibles cuerpos extraños
(15) o pestañas quemadas (16).
o Tras dicho lavado, se debe cubrir los globos oculares con una gasa estéril
humedecida en suero (15) o parche ocular (10) para evitar la entrada de
materiales extraños, lesión corneal y acumulación de polvo, cuyo proceso
se realizará 3 veces al día (15).
Boca
o Estas lesiones suelen ser temporales, por lo que es necesario
comentárselo e informar a la persona y familiares (15).
o Se deberán mantener los labios humedecidos con una gasa (la cual se
cambiará con frecuencia) con el fin de evitar laceraciones y adherencias
(16). Si la gravedad es mayor y requiere derivación hospitalaria, se
procederá a colocar un sondaje nasogástrico (ya que nos indica una
quemadura respiratoria) para evitar vómitos y facilitar una nutrición enteral
cuando el peristaltismo se haya recuperado (16).
o En ambos casos, la higiene bucal es fundamental, por lo que se realizará 3
veces al día (15) con antisépticos líquidos en forma de enjuagues bucales,
(16) para evitar acumulación de secreciones y halitosis (15).

Fosas nasales
o Principalmente se deberá mantener los orificios nasales libres de
secreciones para evitar posibles infecciones (15).
o Asimismo, aplicar gotas de suero fisiológico para mantener las mucosas
húmedas (15).

Pabellón auricular
o Estas quemaduras requieren un examen de la zona (26).
o En el momento en el que se produce una quemadura en el pabellón
auricular, se debe colocar un drenaje a través de un catéter retroarticular
para eliminar el edema y prevenir la condritis (15). Los cuidados de este
catéter requieren una movilización y limpieza diaria del mismo, una
eliminación de secreciones y exudados para evitar su acumulación y
colocación de gasas en forma de anillo (15).
o Otras formas de prevenir dicha condritis es realizar una limpieza de la zona,
junto con tratamiento tópico y vendaje no compresivo (16). Esto último ha
de tenerse siempre en cuenta ya que se deben evitar traumas o presiones
adicionales, y por lo que tampoco se colocarán almohadas debajo de la
cabeza (26).
o La condritis en el pabellón auricular deja secuelas estéticas graves y de
difícil corrección (16).

Periné
o Cuando la quemadura sea de espesor parcial (26), el tratamiento peritoneo
comenzará por un baño meticuloso cada vez que la persona se disponga a
realizar cualquier eliminación (no está indicada el sondaje vesical), así
como mantener la posición ginecológica alternando con otras para evitar
posibles úlceras y maceraciones sacras (15).
o Si la quemadura es de espesor total (26), se posicionará al paciente en
decúbito supino y con las piernas separas y se colocará sondaje vesical
para mantener la permeabilidad uretral (26) y evitar infección por el
contacto de la quemadura con orina, heces y sudor (10). De esta manera,
se conseguirá evitar la anuria debido al gran edema sufrido (16).
Quemaduras circulares
o Pueden causar un “síndrome compartimental de las extremidades”
(explicado con anterioridad), por lo que una elevación y movilidad activa de
la extremidad ayudarán a disminuir los dolores y molestias del paciente
(26).

C) Según el mecanismo de acción:


Quemaduras térmicas
o Existen otro tipo de quemaduras que por el mecanismo de acción tan
agresivo y destructivo que tienen, son capaces de provocar alteraciones
hemodinámicas y funcionales, poniendo en peligro la vida de las víctimas a
las que afectan (4). De ahí la importancia de conocer estos elementos para
proporcionar el cuidado específico (15).
o Estas lesiones pueden tener orígenes diferentes: por llamas, por líquidos
hirvientes, por objetos calientes o por radiación solar (15).
o En el primer caso, resulta de gran interés obtener información acerca de la
fuente causante, presencia de humo, duración… (25), así como colocar al
paciente en posición semisentada para disminuir el edema de las vías
aéreas, aspirar secreciones evitando dañar las mucosas… (15).
o Tanto en las quemaduras por llama, por líquidos hirvientes y por objetos
calientes se aplicará un enfriamiento con agua, la cual aliviará el dolor,
evitará un aumento del daño tisular (15) y reducirá la profundidad de la
quemadura (26).
o En las quemaduras por radiación solar, se retirará a la víctima a un lugar
más fresco y mejor ventilado, se aplicarán toallas y compresas mojadas, se
realizará un control de la temperatura corporal (15)…etc.
o En cualquier caso, se debe desnudar al paciente si la quemadura es
extensa (aunque siempre en quemaduras por radiación) y retirar anillos,
relojes… o cualquier complemento que pueda actuar como torniquete (16).

Quemaduras químicas
o El manejo inicial de estas quemaduras es similar al tratamiento empleado
con cualquier traumatismo térmico, valorando únicamente la gravedad una
vez se haya alcanzado la estabilidad del paciente (4).
o En lo que respecta a los cuidados, irán dirigidos a eliminar el contacto entre
el agente causal y el paciente (4,6).
o Se ha de eliminar la sustancia de la manera más rápida posible con un
lavado con agua corriente durante al menos 30 min (4,6,15,16,33) o suero
fisiológico (21), arrastrando el producto que haya tenido contacto con la piel
de la víctima (4). En esta irrigación se debe tener cuidado de no extender la
sustancia química que ha provocado la quemadura a las zonas no
quemadas (25).
o Para retirar esta sustancia de los tejidos corporales se realiza un proceso
denominado “baño de descontaminación”.
o La persona encargada de realizar dicho procedimiento debe evitar entrar en
contacto con dicha sustancia y protegerse con guantes, bata, gafas… (15).
o Se debe cortar la ropa del paciente (15,25,33), depositándola en un
contenedor apartado y señalizado, retirar cualquier joya que pueda portar la
víctima, realizar un nuevo baño a baja presión durante 20 minutos (evitar
utilizar volúmenes de agua muy grandes para evitar hipotermias) (4) y
cubrirla con material estéril (sábana) (15).
o Una vez realizado todo lo anterior, se podrá iniciar la reanimación y
finalmente las curas correspondientes (15), realizando desbridamientos (4).
o Los neutralizantes no están indicados en estas quemaduras (16,25) debido
al amplio abanico de agentes químicos que pudieran estar implicados,
aunque cuando existe certeza de la causa y se conoce el antídoto, está
indicado su uso (4,15,33).

Quemaduras eléctricas
o Consideradas las más devastadoras, la electricidad fluye a través de los
tejidos, provocando calor. En ese tipo de quemaduras, las estructuras que
quedan dañadas son mayores (músculos, vasos, nervios…) aunque la
resistencia que ofrecen dichos tejidos corporales varía (4):

FIGURA 7: Resistencia ofrecida por diferentes tejidos del cuerpo humano.


(4): Pérez Boluda María T, Martínez Torreblanca P, Pérez Santos L, Cañadas Núñez F.
Guía de práctica clínica para el cuidado de personas que sufren quemaduras. Servicio
Andaluz de Salud. 2011.
Link: http://www.guiasalud.es/GPC/GPC_485_Quemados_Junta_Andalucia_completa.-
pdf

o La valoración inicial del paciente con quemaduras eléctricas, al igual que en


las quemaduras químicas, se asemeja al paciente quemado térmico,
analizando su gravedad una vez estabilizado (4,16).
o El primer paso es asegurarse de que la escena es segura y no convertirse
así en la siguiente víctima (26), ya que, si ésta se encuentra todavía en
contacto con la fuente eléctrica, la persona que esté socorriéndola puede
electrocutarse (25).
o Por tanto, se desconectará a la víctima de la corriente eléctrica (en caso de
que siga en contacto) y se le retirará de la red (25,33). Asimismo, se
determinará el tipo de circuito eléctrico que ha causado la quemadura, el
voltaje e intensidad (6).
o El primer cuidado enfermero irá dirigido a realizar un “baño terapéutico o
primer baño”, definido como la limpieza inicial de las heridas, incluyendo la
higiene (15).
o Los cuidados enfermeros a seguir para tratar estas quemaduras también
incluyen instaurar vías de perfusión, control de diuresis y del edema,
realización de pruebas complementarias (ej: EKG), (6), elevar los miembros
para facilitar el drenaje, valorar el síndrome compartimental, y signos
clínicos cada 15 minutos, movilizar a la persona con el objetivo de realizar
ejercicios de flexión-extensión de dedos y extremidades (en caso de
quemaduras que incluyan caídas se movilizará considerando el riesgo de
lesión en la columna) (33), desbridamientos, preparar psicológicamente a la
persona y familiares (15)…

Las quemaduras que requieren tratamiento de régimen hospitalario siguen unos


criterios de inclusión, explicados con anterioridad. Dicho tratamiento hospitalario
incluye:

1 Comprobación del estado del paciente


El ABC debe ser valorado constantemente, adquiriendo total importancia la
estabilización del paciente (5). Por ello se valorará la permeabilidad de la vía aérea
(16) para determinar la posible intubación endotraqueal (7), la ventilación del paciente
y la perfusión de las extremidades, así como la evaluación psicológica y de dolor (14).
El personal enfermero realizará un sondaje nasogástrico para evitar vómitos y el
síndrome de aspiración (5,16) y un sondaje vesical para conocer la diuresis horaria
(5,7,14). Finalmente, se realizarán pruebas complementarias (EKG) (5), monitorización
de los signos vitales, electrolitos (7), analítica de orina, Rx tórax y gasometría arterial
con carboxihemoglobina (si se sospecha de inhalación de humo) (35).

Asimismo, el personal sanitario llevará a cabo una exploración física (5) “de pies a
cabeza” (14), prestando atención a todo el cuerpo y teniendo especial cuidado en la
movilización del paciente (11). También se observará y valorará la profundidad y
extensión de la quemadura y la posibilidad de que existan fracturas óseas (5), antes
de comenzar con la infusión de líquidos intravenosos.

2 Fluidoterapia. Reposición de líquidos


Se procederá a la canalización de dos vías venosas periféricas del mayor calibre
posible, a poder ser en zonas no quemadas, aunque no se encuentra contraindicado
realizarlo en zonas con quemaduras (14,26,29) (fijación de la vía con suturas) (11).
Dicha vía se aprovechará para obtener diferentes muestras sanguíneas (bioquímica,
hemograma, fórmula leucocitaria y recuento, coagulación) (5,18,21,35). Se debe tener
precaución a la hora de aplicar dicha fluidoterapia, pues si existe déficit de la misma
provoca una hipovolemia que causa daños en pulmones, riñones e intestino; si existe
sobrecarga, se favorece el edema pulmonar y cerebral (14). La cantidad correcta de
líquidos a administrar será aquella que permita unas correctas constantes vitales y una
diuresis de entre 40 y 60ml/h (16), siempre bajo orden médica. En situaciones de
emergencia, tiene prioridad administrar la fluidoterapia antes que calcular la SCQ y el
peso del paciente, por lo que en algunas ocasiones se pueden utilizar estos
parámetros:
Niños de 5 años o menos: 125ml de Ringer Lactato por hora.
6-13 años: 250ml de Ringer Lactato por hora.
Adultos de 14 años o más: 500ml de Ringer Lactato por hora.

Una vez se haya calculado el peso y SCQ, se podrán emplear las fórmulas pertinentes
(26). La fórmula más empleada para la resucitación hemodinámica es la de Parkland
en adultos (7,11,14,16,21,26,33) para las primeras 24h, la cual debe ser utilizada lo
antes posible (7):

FIGURA 8: Fórmula de Parkland.


(11): Collado Delfa JM, Barret Nerin JP, Domínguez Sampedro P, Moreno Ramos C, Sánchez
Vallejo JC, Oliveras Gil M. Protocolo de atención inicial al quemado. Marzo. 2014.
Link: https://www.edocens.eu/wp-content/uploads/2014/03/Protocolo-atenci%C3%B3npa-ciente-
quemado.pdf

FIGURA 9: Distribución del volumen calculado según la regla de Parkland para las primeras
24 horas
(7): García Amigueti FJ, Herrera Morillas F, García Moreno JL, Velázquez Guisado R, Picó Tato S.
Manejo y reanimación del paciente quemado. Vol 1-Nº4. Pp217-224. 2000.
Link: http://www.medynet.com/usuarios/jraguilar/Manejo_y_reanimacion_del_paciente_quemado.-
pdf

Parkland establece que se deben administrar de 2 a 4 ml de Ringer Lactato por


kilogramo de peso por el % de SCQ. Una vez calculada la cantidad del volumen a
trasfundir, solamente se le administrará la mitad durante las primeras 8 horas, y el otro
50% durante las 16 horas restantes (25% en 8-16h y otro 25% en 16-24h)
(5,14,26,33). En el segundo día de fluidoterapia se utiliza Dextrosa al 5%,
administrando 2ml por kilogramo de peso por SCQ y Albúmina 0.3-0.5 ml por
kilogramo de peso por SCQ (7). Una vez pasados los dos primeros días, adquiere
mucha importancia la diuresis, pues se empiezan a reabsorber los edemas (7). La
presencia de oliguria como signo clínico refleja una inadecuada reanimación (5). Se
utilizará la fluidoterapia de mantenimiento con SF y Dextrosa al 5% (7).
En pacientes pediátricos, se utiliza la fórmula de Parkland junto con la fórmula de
Holliday (33) pudiendo añadir una solución glucosada de mantenimiento (14) ya que el
niño tiene mayor riesgo de hipoglucemia (11). Dicha solución de mantenimiento varía
en función del peso del paciente (14,33): 3-4ml por kilogramo por SCQ +
100ml por kilogramo de peso para los primeros 10 Kg.
50ml por kilogramo de peso para los siguientes 10 Kg.
20ml por kilogramo de peso entre 20 y 30 Kg.

El enfermero debe controlar la correcta administración de fluidos, tomando las cinco


constantes básicas: peso del paciente, TA, temperatura, pulso y PVC (16), así como
diuresis, hemoglobina y hematocrito (7).

3 Dolor
Una de las terapias o pilares básicos del paciente quemado es el control del dolor
(5,21). Para aquellos pacientes que padezcan dolores menores se utilizará Tramadol,
Ketorolaco (16), Paracetamol o Metamizol (21). En casos de dolor más agudo, se
valorará administrar benzodiacepinas (11) u opioides (5,7) destacando morfina (26,28),
meperidina y fentanilo (7,11,21). En pacientes pediátricos, se puede considerar la
ketamina (11). La vía de elección para su administración será la intravenosa (26).
Nunca debe ser frenada esta administración por miedo a una posible adicción una vez
el paciente obtenga el alta hospitalaria (7), pero se debe ser consciente que algunos
de estos fármacos mencionados pueden causar una depresión respiratoria asociada,
por lo que su uso debe ser extremadamente cuidadoso y siempre por orden médica
(16,26). En algunas ocasiones, determinados pacientes requieren medicación
ansiolítica (5).

4 Terapia nutricional
Los primeros 2-3 días, se mantendrá al paciente con dieta absoluta. Es recomendable
practicar la aspiración nasogástrica con el fin de evitar vómitos y un posible
broncoespasmo (5). La importancia de la protección gástrica es muy importante para
evitar úlceras por estrés, por lo que en ocasiones se puede administrar por orden
médica Ranitidina (16). Cuando el paciente recupere el peristaltismo, se comenzará
con dieta blanda; a continuación, se instaurará una dieta hipercalórica y rica en
proteínas, hasta que sea capaz de asimilar una alimentación normal (5). Esta elección
de la dieta se debe a que los pacientes quemados tienen una demanda metabólica
muy alta (5), por lo que se encuentran en un estado de hipermetabolismo (7) hasta
que cicatrizan sus heridas. La vía de elección será la vía enteral, ya que la parenteral
es utilizada únicamente como excepción (33): en caso de que no se haya alcanzado
un correcto aporte calórico por vía enteral o cuando existan patologías que impidan el
funcionamiento correcto del intestino (fístulas, pancreatitis…) (33).

5 Profilaxis antitetánica
Siguiendo una pauta similar a cualquier otra herida, se administrará esta vacuna (5,33)
independientemente a la gravedad de la quemadura (16) atendiendo al estado
inmunológico del paciente y al de la herida (5). Gracias a ella se previene la
sobreinfección por Clostridium Tetani (16,21). Esta vacuna será el único fármaco que
se administre al paciente quemado por vía intramuscular (26).

6 Profilaxis tromboembolítica con heparina de BPM (35).

7 Control de temperatura
Los pacientes quemados padecen una situación de hipotermia debido a una pérdida
de calor por evaporación y conducción. La hipotermia favorece las infecciones y
retrasos en la cicatrización de las heridas, por lo que el mantenimiento de la
normotermia es de gran importancia (33). Por ello es relevante calentar los fluidos para
la reanimación (7), sobre los 35-37ºC (33). Además de la monitorización anteriormente
mencionada, se debe mantener una temperatura ambiente, tibia y cálida, de unos 26-
28ºC (14,33).

8 Administración de antibióticos
De entrada, se evitará la antibioterapia sistémica profiláctica (11,33); es decir, nunca
se administrarán antibióticos de urgencia por ninguna vía ya que no realizaría sus
niveles de protección debido a la piel edematizada o quemada (16). Si hay sospecha
de infección, se llevarán a cabo cultivos (5,21) y el médico pautará el antibiótico
determinado y específico para cada germen (5). Únicamente se administrarán
antibióticos cuando (16):
a. Exista patología previa o asociada.
b. Se trate de quemadura respiratoria.
c. Exista infección del tipo nosocomial.

Mantener una higiene de manos, usar un equipamiento de prevención universal,


observar los signos clínicos de manera diaria y rigurosa y apreciar y registrar los
cambios ocurridos en la quemadura cuando se realicen las curas y cambios de
apósito, es fundamental y crucial (33).
3.3.4. Apoyo emocional y psicológico
Las quemaduras, como ya se ha expuesto anteriormente, son una agresión de
considerable intensidad, las cuales provocan trastornos físicos, psicológicos y sociales
(1). La quemadura puede cambiar de forma radical la vida de la persona que la sufre
ya que las consecuencias pueden ir desde contracturas y cicatrices desfigurantes
hasta la pérdida de uno o varios miembros (36). Por tanto, el concepto de calidad de
vida en el paciente quemado se encuentra alterado, ya que todo lo mencionado
anteriormente afecta a la imagen subjetiva que tenga la persona sobre sí misma (31).

Como consecuencia, estos pacientes pueden llegar a no querer ser vistos en público
y, por ende, ser conducidos a una exclusión social (2). Estos cambios corporales
pueden incapacitar a los pacientes quemados para realizar sus actividades cotidianas
o para desempeñar sus roles laborales, y en el caso de los niños, su papel en la
sociedad puede estar comprometido. (2). Las secuelas estéticas, funcionales y
psíquicas son aspectos que deben tenerse en cuenta a la hora de la reincorporación
en el ámbito social y laboral (16).

El origen de las patologías psicológicas que puede sufrir la persona quemada es


variado, destacando la sensación traumática que padece la víctima debido al proceso
doloroso que sufre, la ansiedad por las curas repetidas y cirugías, y la incertidumbre
por un desconocimiento de la evolución del proceso (33). Entre dichas alteraciones
destacan la depresión, la ansiedad, la pérdida de la autoestima (2,16,37), sentimiento
de culpabilidad (38), angustia, temor… llegando incluso a esquizofrenias, neurosis (31)
e intentos de suicidio (36).

La personalidad del paciente también influye en los cuidados que recibirá él y su


familia, destacando las víctimas pediátricas; cada uno tiene diferentes características,
pero las reacciones obtenidas por ellos influyen en la manera de ofrecer el cuidado: no
es lo mismo obtener reacciones tranquilas, cooperativas y pacientes, que por el
contrario agresivas y sin colaboración (37). Cabe destacar que, para estos pacientes
pediátricos, una quemadura es uno de los sucesos más traumáticos, no sólo para
ellos, sino para los padres, afectando así a las relaciones familiares (39).

Debido al impacto que todas las patologías pueden tener en la autoimagen,


autoestima y desempeño ocupacional, el abordaje sanitario debe ser precoz (33). El
personal enfermero no debe considerar a la persona como una víctima, sino como un
ser único e irrepetible, con una dignidad, una misión, un fin, unos sentimientos, unas
dificultades, unas experiencias y una cultura específica (15). Por ello, debe estar
preparado para poder abordar de forma íntegra al paciente, desde el sufrimiento físico
que padece (9,33), incluyendo las dimensiones mentales, sociales, laborales y
espirituales (15), hasta el sufrimiento psicológico, debido a las secuelas y/o marcas
que permanecerán en su cuerpo (9), ya que una quemadura es para toda la vida (1).
Una mayor comprensión de las necesidades de los pacientes por parte del personal
médico y enfermero ayudará al reconocimiento de la víctima como una persona, con
diferente capacidad para soportar el dolor y el estrés (40).

Este abordaje íntegro no sólo incluye a la persona, sino a la familia y colectivos


(15,39). Las madres de los niños que han sufrido quemaduras suelen necesitar una
ayuda extra, tanto para entender sus propios sentimientos y emociones que
experimentan en ese momento, como para recuperar la confianza perdida en el
manejo de los niños en su regreso a casa (40). En ocasiones estos cuidados necesitan
una continuidad una vez el paciente se encuentre en el proceso de recuperación, ya
que el dolor persistente puede hacer que los problemas psicológicos reaparezcan (2).
Se debe recordar que cada persona necesita un tiempo diferente para superar este
proceso patológico en todas sus dimensiones (36).

Realizar este abordaje de manera precoz reduce en gran medida los daños en el
futuro (33). Para ello, el personal enfermero, junto con el resto del personal sanitario
(38), debe poseer los conocimientos necesarios propios del área (15), así como una
disposición y compromiso para adquirir nuevas competencias y actuar así de manera
más efectiva en el equipo de salud (9). Para ofrecer los cuidados adecuados es
necesario un equipo de enfermeros que esté cualificado (40), por lo que deben poseer
cualidades como sensibilidad, motivación, estabilidad emocional para enfrentar con
madurez el sufrimiento y dolor, y disposición para llevar a cabo los cuidados
adecuados a la persona (15). Los profesionales de la salud deben tener en cuenta la
capacidad máxima que poseen estas personas, y no sólo la pérdida de la misma
debido a este proceso patológico (38). La presencia y participación de los padres y la
humanización de la atención son elementos imprescindibles para mejorar el miedo y
angustia, sobretodo en pacientes pediátricos (37).

Realizar estos cuidados no resulta nada fácil por parte del personal enfermero pues
requiere mucho esfuerzo a la hora de enfrentarse a una situación llena de dolor y
sufrimiento (37).

La gran mayoría de pacientes quemados necesita un proceso de rehabilitación,


definido como “proceso que permite a las personas mantener o alcanzar niveles
satisfactorios de salud intelectual, sensorial, física, psicológica y social” (38). Las
intervenciones en las primeras etapas del proceso del paciente quemado irán
orientadas a una estimulación cognitiva y sensorial, como son la relajación y
actividades lúdicas y terapéuticas, con el objetivo de conseguir una distracción e ir
adquiriendo logros (33). Las intervenciones en la etapa intermedia y final del proceso
están encaminadas a realizar un conjunto de actividades que no podía llevar a cabo
con anterioridad, como es el caso de las tareas cotidianas (33).
3.3.5. Plan de cuidados de enfermería. Caso clínico
Paciente de 45 años que es hallado en inmediaciones de su domicilio tendido en el
suelo en el momento en el que llegan los servicios de emergencia (ambulancia). Se
aprecia que desde una de las ventanas del edificio salen llamas y humo. Se estima por
la complexión física que ronda los 45 años, de 1,80m de altura y 85kg. Una vez
trasladado al hospital, el paciente presenta los siguientes signos y síntomas:
• Dificultad respiratoria y esputo ligeramente carbonáceo, lo que indica una
lesión inhalatoria.
• Disfonía, con cambios en el tono de voz.
• Pelos faciales (barba) parcialmente chamuscados.
• Estado mental alterado, obnubilación.
• Quemaduras en 60% del cuerpo, donde destaca un eritema generalizado en
extremidades superiores, zonas edematizadas en extremidades inferiores y
torso, y quemaduras en zona perineal.

Para este caso, se utilizará el Proceso de Atención de Enfermería (PAE) para


establecer los diagnósticos (NANDA), objetivos (NOC) e intervenciones (NIC):

Patrón 1: Percepción-manejo de la salud


NANDA NOC NIC
00004: Riesgo de 0703: Severidad de la 6540: Control de
infección infección infecciones
6530: Manejo de la
inmunización/vacunación
6610: Identificación de
riesgos
2380: Manejo de la
medicación
3540: Prevención de
úlceras por presión
3590: Vigilancia de la piel
00035: Riesgo de lesión 1913: Severidad de la 6486: Manejo ambiental:
lesión física seguridad
00036: Riesgo de asfixia 0415: Estado respiratorio 3390: Ayuda a la
ventilación
3350: Monitorización
respiratoria
3160: Aspiración de vías
aéreas
5820: Disminución de la
ansiedad
3120: Intubación y
estabilización de la vía
aérea
3320: Oxigenoterapia
3200: Precauciones para
evitar la aspiración
0410: Estado respiratorio: 3160: Aspiración de las
permeabilidad de las vías vías aéreas
respiratorias 3140: Manejo de la vía
aérea
0415: Estado respiratorio:
ventilación
3390: Ayuda a la
ventilación
3140: Manejo de la vía
aérea
3350: Monitorización
respiratoria
00037: Riesgo de 2006: Estado de salud 6650: Vigilancia
intoxicación personal
00038: Riesgo de 0900: Cognición 6486: Manejo ambiental:
traumatismo seguridad
00155: Riesgo de caídas 1912: Caídas 6610: Identificación de
riesgos
6490: Prevención de
caídas
00220: Riesgo de lesión 1106: Curación de las 3661: Cuidados de las
térmica quemaduras heridas: quemaduras
1107: Recuperación de 2210: Administración de
las quemaduras analgésicos
2300: Administración de
medicación
3590: Vigilancia de la piel
1101: Integridad tisular: 1750: Cuidados
piel y membranas perineales
mucosas 3590: Vigilancia de la piel
00028: Riesgo de 0422: Perfusión tisular 2250: Mejora de la
perfusión tisular periférica 0406: Perfusión tisular: perfusión cerebral
ineficaz cerebral 2620: Monitorización
neurológica

Patrón 2: Nutricional-Metabólico
NANDA NOC NIC
00002: Desequilibrio 1004: Estado nutricional 4130: Monitorización de
nutricional: inferior a las líquidos
necesidades corporales 1120: Terapia nutricional
1056: Alimentación
enteral por sonda
1009: Estado nutricional: 4130: Monitorización de
ingestión de nutrientes líquidos
7500: Apoyo para la
consecución del sustento
1056: Alimentación
enteral por sonda
00005: Riesgo de 0800: Termorregulación 3900: Regulación de la
desequilibrio de la temperatura
temperatura corporal 3800: Tratamiento de la
hipotermia
1610: Baño
6480: Manejo ambiental
4120: Manejo de líquidos
00253: Riesgo de 0800: Termorregulación 3900: Regulación de la
hipotermia temperatura
3800: Tratamiento de la
hipotermia
1610: Baño
6480: Manejo ambiental
4120: Manejo de líquidos
0802: Signos vitales 6680: Monitorización de
los signos vitales
3800: Tratamiento de la
hipotermia
1380: Aplicación de calor
o frío
00008: Termorregulación 3900: Regulación de la 3800: Tratamiento de la
ineficaz temperatura hipotermia
1610: Baño
6480: Manejo ambiental
4120: Manejo de líquidos
00025: Riesgo de 0601: Equilibrio hídrico 4120: Manejo de líquidos
desequilibrio de volumen 4130: Monitorización de
de líquidos líquidos
4180: Manejo de la
hipovolemia
4130: Monitorización de
líquidos
2000: Manejo de
electrolitos
590: Manejo de la
eliminación urinaria
4120: Manejo de líquidos
1260: Manejo de peso
00027: Déficit de volumen 0601: Equilibrio hídrico 4120: Manejo de líquidos
de líquidos 4130: Monitorización de
líquidos
0602: Hidratación 4180: Manejo de la
hipovolemia
4130: Monitorización de
líquidos
2000: Manejo de
electrolitos
590: Manejo de la
eliminación urinaria
4120: Manejo de líquidos
1260: Manejo de peso
00039: Riesgo de 0415: Estado respiratorio 3160: Aspiración de las
aspiración vías aéreas
00044: Deterioro de la 1106: Curación de las 3661: Cuidados de las
integridad tisular quemaduras heridas: quemaduras
00046: Deterioro de la 1107: Recuperación de 2210: Administración de
integridad cutánea las quemaduras analgésicos
2300: Administración de
medicación
3590: Vigilancia de la piel
1101: Integridad tisular: 1750: Cuidados
piel y membranas perineales
mucosas 4110: Precauciones en el
embolismo
3590: Vigilancia de la piel
00103: Deterioro de la 1010: Estado de 1056: Alimentación
deglución deglución enteral por sonda
1860: Terapia de
deglución
3200: Precauciones para
evitar la aspiración
6650: Vigilancia
1100: Salud oral 1730: Restablecimiento
de la salud bucal
6540: Control de
infecciones
00134: Náuseas 1618: Control de náuseas 2380: Manejo de la
y vómitos medicación
1540: Manejo de las
nauseas
2300: Administración de
la medicación
00179: Riesgo de nivel de 2300: Nivel de glucemia 2130: Manejo de la
glucemia inestable 2113: Severidad de la hipoglucemia
hipoglucemia
00195: Riesgo de 0606: Equilibrio 2020: Monitorización de
desequilibrio electrolítico electrolítico electrolitos
6610: Identificación de
riesgos
2000: Manejo de
electrolitos
00197: Riesgo de 0501: Eliminación 430: Control intestinal
motilidad gastrointestinal intestinal
disfuncional 1015: Función 6650: Vigilancia
gastrointestinal
00247: Riesgo de 1100: Salud oral 1730: Restablecimiento
deterioro de la mucosa de la salud bucal
oral 6540: Control de
infecciones
00249: Riesgo de úlceras 1101: Integridad tisular: 1750: Cuidados
por presión piel y membranas perineales
mucosas
0204: Consecuencias de 740: Cuidados del
la inmovilidad: fisiológicas paciente encamado
180: Manejo de la energía
840: Cambio de posición

Patrón 3: Eliminación
NANDA NOC NIC
00016: Deterioro de la 0503: Eliminación urinaria 590: Manejo de la
eliminación urinaria eliminación urinaria
1608: Control de 6550: Protección contra
síntomas las infecciones
00023: Retención urinaria 0503: Eliminación urinaria 590: Manejo de la
eliminación urinaria

Patrón 4: Actividad-ejercicio
NANDA NOC NIC
00085: Deterioro de la 0208: Movilidad 221: Terapia de
movilidad física 0206: Movimiento ejercicios: ambulación
articular 222: Terapia de
ejercicios: equilibrio
1801: Ayuda con el
autocuidado:
baño/higiene
0204: Consecuencias de 4110: Precauciones en el
la inmovilidad: fisiológicas embolismo
00088: Deterioro de la 0200: Ambular 201: Fomento del
ambulación ejercicio: entrenamiento
de fuerza
840: Cambio de posición
6480: Manejo ambiental
6486: Manejo ambiental:
seguridad
180: Manejo de la energía
0208: Movilidad 221: Terapia de
ejercicios: ambulación
222 Terapia de ejercicios:
equilibrio
1801: Ayuda con el
autocuidado:
baño/higiene
00091: Deterioro de la 0212: Movimiento 201: Fomento del
movilidad en la cama coordinado ejercicio: entrenamiento
de fuerza
226: Terapia de
ejercicios: control
muscular
00092: Intolerancia a la 0006: Energía 5330: Control del estado
actividad psicomotora de ánimo
180: Manejo de la energía
5270: Apoyo emocional
5250: Apoyo en la toma
de decisiones
0005: Tolerancia de la 201: Fomento del
actividad ejercicio: entrenamiento
de fuerza
202: Fomento del
ejercicio: estiramientos
00097: Déficit de 1604: Participación en 5100: Potenciación de la
actividades recreativas actividades de ocio socialización
5360: Terapia de
entretenimiento
5820 Disminución de la
ansiedad
1503: Implicación social 5100: Potenciación de la
socialización
00102: Déficit de 0303: Autocuidados: 1050: Alimentación
autocuidado: alimentación comer 1803: Ayuda con el
autocuidado: alimentación
6480: Manejo ambiental
1100: Manejo de nutrición
1010: Estado de 1056: Alimentación por
deglución sonda
1803: Ayuda con el
autocuidado: alimentación
1008: Estado nutricional: 5246: Asesoramiento
ingestión alimentaria y de nutricional
líquidos 4120: Manejo de líquidos
00108: Déficit de 0301: Autocuidados: baño 1801: Ayuda con el
autocuidado: baño autocuidado:
baño/higiene
1610: Baño
1680: Cuidado de las
uñas
1650: Cuidado de los ojos
1640: Cuidado de los
oídos
1660: Cuidado de los pies
1670: Cuidados del
cabello y del cuero
cabelludo
1750: Cuidados
perineales
0305: Autocuidados: 5606: Enseñanza:
higiene individual
1801: Ayuda con el
autocuidado:
baño/higiene
00109: Déficit de 0302: Autocuidados: 1802: Ayuda con el
autocuidado: vestido vestir autocuidado:
vestirse/arreglo personal
1800: Ayuda con el
autocuidado
00110: Déficit de 0310: Autocuidados: uso 1804: Ayuda con el
autocuidado: uso del del inodoro autocuidado:
inodoro micción/defecación
00168: Estilo de vida 1633: Participación en el 200: Fomento del
sedentario ejercicio ejercicio
1632: Conducta de 5612: Enseñanza:
cumplimiento: actividad ejercicio prescrito
prescrita
00205: Riesgo de shock 0416: Perfusión tisular: 3480: Monitorización de
celular las extremidades
inferiores
6680: Monitorización de
los signos vitales

Patrón 5: Sueño-reposo
NANDA NOC NIC
00198: Trastorno del 00004: Sueño 1850: Mejorar el sueño
patrón del sueño 2300: Administración de
medicación
5460: Contacto
1501: Desempeño del rol 5290: Facilitar el duelo
7140: Apoyo a la familia

Patrón 6: Cognitivo-perceptivo
NANDA NOC NIC
00083: Conflicto de 0906: Toma de 5250: Apoyo en la toma
decisiones decisiones de decisiones
7110: Fomentar a
implicación familiar
5230: Mejorar el
afrontamiento
7140: Apoyo a la familia
542: Apoyo espiritual
1614: Autonomía 7400: Orientación en el
personal sistema sanitario
5250: Apoyo en la toma
de decisiones
00126: Conocimientos 1811 Conocimiento: 5612: Enseñanza:
deficientes actividad prescrita ejercicio prescrito
5606: Enseñanza:
individual
1805: Conocimiento: 5510: Educación para la
conducta sanitaria salud
5606: enseñanza:
individual
5820: Disminución de la
ansiedad
1804 Conocimiento: 5612: Enseñanza:
conservación de la ejercicio prescrito
energía 180: Manejo de la energía
1842: Conocimiento: 6540: Control de
control de la infección infecciones
6610: Identificación de
riesgos
3660: Cuidados de las
heridas
1823: Conocimiento: 5510: Educación para la
fomento de la salud salud
1853: Conocimiento: 5520: Facilitar el
manejo del trastorno de la aprendizaje
alimentación 6610: Identificación de
riesgos
5540: Potenciación de la
disposición de
aprendizaje
1836: Conocimiento: 5616: Enseñanza:
manejo de la depresión medicamentos prescritos
5618: Procedimiento /
tratamiento
2395: Control de la
medicación
5330: Control del estado
de ánimo
1844: Conocimiento: 5616: Enseñanza:
manejo de la enfermedad medicamentos prescritos
aguda
1843: Conocimiento: 1400: Manejo del dolor
manejo del dolor 2210: Administración de
analgésicos
1827: Conocimiento: 140: Fomentar la
mecanismos corporales mecánica corporal
1808: Conocimiento: 5616: Enseñanza:
medicación medicamentos prescritos
2210: Administración de
analgésicos
1803: Conocimiento: 5602: Enseñanza:
proceso de la enfermedad proceso de enfermedad
1806: Conocimiento: 5510: Educación para la
recursos sanitarios salud
5515: Mejorar el acceso a
la información sanitaria
7400: Orientación en el
sistema sanitario
1809: Conocimiento: 5510: Educación para la
seguridad personal salud
6610: Identificación de
riesgos
6486: Manejo ambiental:
seguridad
00132: Dolor crónico 1605: Control del dolor 2300: Administración de
medicación
2380: Manejo de la
medicación
1400: Manejo del dolor
2102: Nivel del dolor 2260: Manejo de la
sedación
1400: Manejo del dolor
2210: Administración de
analgésicos
00173: Riesgo de 0916: Nivel de delirio 6440: Manejo del delirio
confusión aguda 1850: Mejorar el sueño
5330: Control del estado
de ánimo
5820: Disminución de la
ansiedad
6482: Manejo ambiental:
confort
6486: Manejo ambiental:
seguridad
0901: Orientación 4820: Orientación de la
cognitiva realidad
00175: Sufrimiento moral 2001: Salud espiritual 5420: Apoyo espiritual
5270: Apoyo emocional
00214: Disconfort 2008: Estado de 5420: Apoyo espiritual
comodidad 5440: Aumentar los
sistemas de apoyo
840: Cambio de posición
5820: Disminución de la
ansiedad
5510: Educación para la
salud
5395: Mejora de la
autoconfianza
5390: Potenciación de la
autoconfianza
180: Manejo de la energía
5395: Mejora de la
autoconfianza
1608: Control de 6550: Protección frente a
síntomas infecciones
1221: Nivel de ansiedad 5820: Disminución de la
1210: Nivel de miedo ansiedad
1212: Nivel de estrés 5230: Mejorar el
afrontamiento
00225: Riesgo de 1215: Conciencia de uno 5390: Potenciación de la
trastorno de la identidad mismo autoconciencia
personal 1202: Identidad 5400: Potenciación de la
autoestima

Patrón 7: Autopercepción-autoconcepto
NANDA NOC NIC
00118: Trastorno de la 1200: Imagen corporal 5220: Mejora de la
imagen corporal imagen corporal
5270: Apoyo emocional
5240: Asesoramiento
00119: Baja autoestima 1205: Autoestima 5220: Mejora de la
crónica imagen corporal
5400: Potenciación de la
autoestima
1614: Autonomía 7400: Orientación en el
personal sistema sanitario
1215: Conciencia de uno 5250: Apoyo en la toma
mismo de decisiones
00124: Desesperanza 1201: Esperanza 5420: Apoyo espiritual
1026: Deseo de vivir 5310: Dar esperanza
1204: Equilibrio 5270: Apoyo emocional
emocional
1029: Motivación
1300: Aceptación: estado 5820: Disminución de la
de salud ansiedad
5230: Mejorar
afrontamiento
5400: Potenciación
autoestima
4700: Reconstrucción
cognitiva
00125: Impotencia 1701: Creencias sobre la 4410: Establecimiento de
salud: capacidad objetivos comunes
percibida para actuar 5395: Mejora de
autoconfianza
00146: Ansiedad 1211: Nivel de ansiedad 5820: Disminución de la
ansiedad
2300: Administración de
la medicación
00148: Temor 1404: Autocontrol del 5820: Disminución de la
miedo ansiedad
5230: Mejorar el
afrontamiento
5380: Potenciación de la
seguridad
1210: Nivel de miedo 5850: disminución de la
ansiedad
5230: Mejorar
afrontamiento

Patrón 8: Rol-relaciones
NANDA NOC NIC
00052: Deterioro de la 1502: Habilidades de 5100: Potenciación de la
interacción social interacción social socialización
00053: Aislamiento social 1503: Implicación social 5100: Potenciación de la
socialización
1203: Severidad de la 7110: Fomentar la
soledad implicación familiar
5100: Potenciación de la
socialización
5360: Terapia de
entretenimiento
5270: Apoyo emocional
5420: Apoyo espiritual
00060: Interrupción de los 2602: Funcionamiento de 7100: Estimulación de la
procesos familiares la familia integridad familiar
6160: Intervención en
caso de crisis
7140: Apoyo a la familia
2604: Normalización de la 7140: Apoyo a la familia
familia 7200: Fomentar la
normalización familiar
7130: Mantenimiento de
los procesos familiares
2608: Resiliencia familiar 8340: Fomentar la
resiliencia
7130: Mantenimiento de
procesos familiares
7140: Apoyo a la familia
00062: Riesgo de 2205: Rendimiento del 5395: Mejora de la
cansancio del rol del cuidador principal: autoconfianza
cuidador cuidados directos 7040: Apoyo del cuidador
principal
2206: Rendimiento del 7040: Apoyo del cuidado
cuidador principal: principal
cuidados indirectos 7910: Consulta
2210: Resistencia del 7040: Apoyo del cuidador
papel del cuidador principal
7260: Cuidados por
relevo
5230: Mejorar el
afrontamiento
00136: Duelo 2608: Resiliencia familiar 8340: Fomentar la
resiliencia
7130: Mantenimiento de
procesos familiares
7140: Apoyo a la familia
1304: Resolución de la 5290: Facilitar el duelo
aflicción 5270: Apoyo emocional
1302: Afrontamiento de 5420: Apoyo espiritual
problemas
2600: Afrontamiento de 7110: Fomentar la
los problemas de la implicación familiar
familia 7130: Mantenimiento de
1410: Autocontrol de la ira procesos familiares
1310: Resolución de la 5230: Mejorar el
culpa afrontamiento
1201: Esperanza 5310: Dar esperanza
2602: Funcionamiento de 7100: Estimulación de la
la familia integridad familiar
6160: Intervención en
caso de crisis
7150: Terapia familiar
2102: Nivel del dolor 2260: Manejo de la
sedación
1400: Manejo del dolor
2210: Administración de
analgésicos

Patrón 9: Sexualidad-reproducción
NANDA NOC NIC
00059: Disfunción sexual 0119: Funcionamiento 5248: Asesoramiento
sexual sexual

Patrón 10. Afrontamiento-tolerancia al estrés


NANDA NOC NIC
00074: Afrontamiento 2600: Afrontamiento de 7110: Fomentar la
familiar comprometido los problemas de la implicación familiar
familia 7130: Mantenimiento de
los procesos familiares
5230: Mejorar el
afrontamiento
2609: Apoyo familiar 7170: Facilitar la
durante el tratamiento presencia de la familia
7110 Fomentar la
implicación familiar
2604: Normalización de la 7140: Apoyo a la familia
familia 7200: Fomentar la
normalización familiar
7130: Mantenimiento de
los procesos familiares
2205: Rendimiento del 5395: Mejora de la
cuidador principal: autoconfianza
cuidados directos 7040: Apoyo del cuidador
principal
2206: Rendimiento del 7040: Apoyo del cuidado
cuidador principal: principal
cuidados indirectos 7910: Consulta
00211: Riesgo de 2608: Resiliencia familiar 8340: Fomentar la
deterioro de la resiliencia resiliencia
7130: Mantenimiento de
procesos familiares
7140: apoyo a la familia
1309: Resiliencia 8340: Fomentar la
personal resiliencia
5400: Potenciación de la
autoestima
00241: Deterioro de la 1204: Equilibrio 5330: Control del estado
regulación del estado de emocional de ánimo
animo

Patrón 11. Valores-creencias


NANDA NOC NIC
00066: Sufrimiento 2001: Salud espiritual 5420: Apoyo espiritual
espiritual 5270: Apoyo emocional
0906: Toma de 5820: disminución de la
decisiones ansiedad
1300: Aceptación: estado 5230: Mejorar
de salud afrontamiento
4. CONCLUSIONES
El paciente quemado representa un problema de salud de gran importancia en la
sociedad de hoy en día. Todas las personas pueden verse afectadas por este proceso
de enfermedad debido a la alta tasa de incidencia que posee, por lo que el papel de
enfermería es clave para abordarlo correctamente.

Tras la revisión bibliográfica llevada a cabo en este trabajo, cabe resaltar la amplia
variedad de quemaduras con la que puede encontrarse el personal de enfermería. Es
imprescindible que dicho personal sepa diferenciar y clasificar la quemadura para
actuar de forma correcta, ya se trate de un paciente adulto o pediátrico. Por ello,
actuar acorde a la situación en la que se encuentre el paciente, atendiendo a la
sintomatología y clínica que muestre, es algo que el enfermero debe tener presente en
todo momento. El abordaje del paciente ha de realizarse, desde el principio,
atendiendo a todas las dimensiones de la persona: física, psicológica, social, laboral y
espiritual.

El proceso de atención de enfermería (PAE) empleado en este trabajo para realizar el


caso clínico muestra una gran afectación de todos los patrones del paciente quemado.
Los diagnósticos enfermeros (NANDA) más destacados mantienen una estrecha
relación con los posibles riesgos que pueda padecer el paciente quemado (asfixia,
intoxicación…), con desequilibrios metabólicos y electrolíticos, déficits de
autocuidados, dolor, temor, ansiedad, conocimientos deficientes y deterioro de las
relaciones familiares Los cuidados enfermeros también deben ser proporcionados y
trasladados al ámbito familiar. El sufrimiento que padecen los familiares del paciente
quemado es muy alto, así que el enfermero debe atender las necesidades que
manifiesten las personas cercanas que acompañen al paciente.

La complejidad del paciente quemado pone de manifiesto la indispensable necesidad


del trabajo coordinado del equipo sanitario multidisciplinar, por lo que todos los
profesionales de la salud deben trabajar conjuntamente. Por ello, el enfermero debe
poseer los conocimientos necesarios y adecuados acerca del cuidado del paciente
quemado.
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