Muiscas

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Muiscas

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(desambiguación).
Muisca
Museo Del Oro, Bogota (24976759882).jpg
La Balsa Muisca es una figura de oro que representa la ceremonia sagrada de El
Dorado, que tenía lugar en la Laguna de Guatavita. En la actualidad, esta pieza se
encuentra resguardada en el Museo del Oro de Bogotá y es considerada un símbolo
identitario de Colombia.1
Ubicación Altiplano Cundiboyacense
Flag of Colombia.svg Colombia
Descendencia 14 051 personas en el año 2005.2
Chibchas mestizos: 10.000.000 (aproximadamente, diez millones). 3
Idioma Muysccubun y español.
Religión Religión muisca y Catolicismo mayoritariamente, luego de la Conquista
de Colombia.
Etnias relacionadas Familia chibcha: arhuacos, kogui, tunebos, wiwa, chimila,
yukpa, barí, tayronas.
Asentamientos importantes
Cota
Suba
Bosa
Chía
[editar datos en Wikidata]

Ubicación del territorio muisca en el mapa de la República de Colombia.

Vista panorámica de Bogotá, capital de Colombia, ciudad ubicada en el territorio


muisca conocido por los indígenas como Bacatá.

Ofrendatorio cerámico muisca. (Museo del Oro de Bogotá).


Los muiscas (del muysc cubun: muysca; AFI: /mʷɨska/), también llamados chibchas (al
igual que su idioma), son un pueblo indígena amerindio que ha habitado el altiplano
cundiboyacense y el sur del departamento de Santander, en el centro de la actual
República de Colombia, desde aproximadamente el siglo VI a. C., y cuyos
descendientes actuales viven en los departamentos de Cundinamarca, Boyacá y parte
de Santander. Una pequeña parte de su población está organizada en forma de
cabildos indígenas en la ciudad de Tunja y en localidades del distrito de Bogotá
como Suba, Bosa, Usme, Fontibón y Engativá, además de municipios vecinos como Chía,
Cota, Mosquera y Sesquilé. Buena parte de la población actual de la Cordillera
Oriental de Colombia es resultado del mestizaje entre los muiscas y otros pueblos,
principalmente españoles.

A los muiscas se los ha llamado también chibchas, pero aunque esa denominación no
es incorrecta, tampoco es precisa, pues chibchas son en realidad todos los grupos
pertenecientes a la familia lingüística chibchense, como los u'wa, los motilones-
barí o los kogui, entre otros.4 pero la denominación Chibcha está ampliamente
extendida y su uso tiene un gran arraigo y su permanencia es evidente y
completamente válida, teniendo en cuenta que los Muiscas son el pueblo Chibcha que
logró mayor desarrollo e incidencia directa en la sociedad colombiana actual, por
lo tanto ambas palabras son correctas y pueden usarse indistintamente o de manera
conjunta Chibcha-Muisca ó Muisca-Chibcha como tantos otros pueblos que tienen doble
autodenominación.

Índice
1 Etimología
2 Ubicación geográfica y situación climática
3 Historia prehispánica
3.1 Época premuisca
3.1.1 Período paleoíndio
3.1.2 Período Arcaico
3.1.3 Período Herrera
3.2 Poblamiento muisca
3.3 Orígenes míticos
3.3.1 Mitos de creación
3.3.2 Mitos de civilización
3.4 Confederación Muisca
3.4.1 El Zipazgo
3.4.2 El Zacazgo
3.4.3 Zybyn sagrados
3.4.4 Territorios autónomos
3.5 Gobernantes muiscas
3.5.1 Zipas de Bacatá
3.5.2 Zaques de Hunza
4 Costumbres y modos de vida
4.1 Agricultura y alimentación
4.2 Higiene y relación con el agua
4.3 Sexualidad
4.4 Vestimenta e indumentaria
4.5 Deporte
4.6 Arte
4.6.1 Arquitectura
4.7 Actividad económica
4.7.1 Actividad minera
4.7.2 Producción textil
4.7.3 Mercado
4.7.4 Pesos y medidas
5 Idioma
6 Calendario
7 Religión
7.1 Sacerdocio
7.2 Lugares sagrados
7.3 Ofrendas, libaciones y sacrificios
7.4 Ritos funerarios
7.5 Festividades
8 Ceremonia de El Dorado
9 Conquista española
10 Colonia española
10.1 Siglo XVII
10.2 Siglo XVIII
11 Siglo XIX
11.1 Teoría del influjo del clima
11.2 Teoría sobre la influencia del Tíbet
11.3 Primera síntesis histórica
12 Siglo XX
12.1 El Movimiento Bachué
12.2 Chigys Mie
13 Siglo XXI
13.1 El conflicto intra-étnico
14 Escudos de armas con simbología muisca
15 Estudios muiscas
16 Fuentes históricas
16.1 Siglo XVI
16.2 Siglo XVII
16.3 Siglo XVIII
16.4 Siglo XIX
17 Libros perdidos sobre los muiscas
18 Los muiscas en la ficción
19 Véase también
20 Bibliografía
21 Referencias
22 Enlaces externos
Etimología
La palabra «muisca» se deriva del muysc cubun (idioma muisca) como un término
autónimo, es decir, de denominación para sí mismo. La palabra en su pronunciación
original, transcrita como muysca, no era pronunciada con la «i» castellana, como en
la actualidad, sino con una sexta vocal que no existe en el idioma español, que ha
sido transcrita como «y», cuya pronunciación es intermedia entre la «i» y la «e»
castellanas, de modo que, en términos del Alfabeto Fonético Internacional (AFI), la
pronunciación correcta es /mʷɨska/, y el significado literal de la palabra es
«hombre», «persona» o «gente».5 Ese rasgo particular de la vocal «y» fue en parte
lo que confundió a algunos conquistadores, que entendieron «mosca» en lugar de
«muysca», aunque luego se diría que se les llamó «moscas» porque eran muchos.

Para precisar que se habla de una mujer, y no de un varón, se dice muysca fucha, o
muisca fuhucha, ya que fucha y fuhucha son términos que designan hembras o
individuos de sexo femenino.6

Por otra parte, una palabra muy similar en el idioma es la utilizada para designar
al mono, o simio (probablemente de la especie Platyrrhini), al que se designa con
el término muysco. Esta palabra podría estar relacionada con el origen de la
palabra «mico».7

Los hombres españoles eran llamados sue, que literalmente significa «ave» o
«pájaro», aunque también pudo ser en relación a la palabra sua, que significa
«sol», pues algunos cronistas relatan que los muiscas identificaron a los españoles
como «hijos del sol». A la mujer española se la llamaba sue fucha, o sue fuhucha,8
y para referirse a los africanos de raza negra, los muiscas decían suemza (de sue e
imza), que literalmente significaría «compañero de español».9

Finalmente, en el ámbito académico ha sido aceptada la idea de que el término


chibcha se emplea para designar a la familia lingüística de la que los muiscas
forman parte,10 aunque, en el ámbito popular, «muisca» y «chibcha» siguen siendo
términos sinónimos, de amplio y extendido uso. La palabra chibcha también puede ser
entendida como un autónimo plural, con el significado de: «nuestros» (chib),
«varones» (cha).[cita requerida] .Los muiscas (muyska: persona, gente) o chibchas
son un pueblo indígena que habitó el altiplano cundiboyacense y el sur del
departamento de Santander, en Colombia, desde el siglo VI a.C., y cuyos
descendientes directos viven actualmente en localidades del distrito de Bogotá como
Suba y Bosa, y en municipios vecinos como Cota, Chía y Sesquilé, al igual que en la
capital boyacense: Santiago de Tunja, la cual corresponde a mítica ciudad de Hunza,
la que fuera la ciudad principal de todos los Chibchas y principal centro político,
administrativo, económico y espiritual. Adicionalmente en la ciudad de Tunja se
encuentra asentado el reconstituido "Cabildo Mayor Chibcha - Muisca de Tunja" el
cual representa la autoridad indígena territorial del antiguo Zaque (Caciques -
Capitán principal) cómo principal organización nativoamericana de todo el centro
del país.

Aunque los descendientes de la civilización Chibcha, son en un 90% - 95% mestizos


entre europeo y nativoamericano, la fuerza cultural de lo indígena se manifiesta y
permanece en innumerables expresiones culturales, idiomáticas, folclóricas,
gastronómicas y hasta espirituales, logrando lo Chibcha ser evidente al comparar
regionalismos de otras zonas del país, frente a la zona Muisca - Guane, en dónde se
presentan costumbres muy diferentes y en contraposición a la región caribe, o la
región amazónica o pacífica.
Ubicación geográfica y situación climática

Vista de la zona norte de la Sabana de Bogotá.


El territorio muisca comprende los departamentos de Cundinamarca, Boyacá y una
parte del sur de Santander. El clima varía desde el frío implacable del ventoso
páramo de Sumapaz, pasando por planicies templadas, hasta los primeros
contrafuertes de la Sierra Nevada del Cocuy. El eje central de la región es el
altiplano cundiboyacense, conformado por una sucesión de planicies, valles y
elevaciones, y surcado por abundantes fuentes de agua que corren por ríos y
quebradas o se depositan en cientos de lagunas, pantanos y humedales. Con alturas
que oscilan entre los 2500 y los 2800 m s. n. m., y con montañas que pueden superar
los 5000 metros en algunos puntos, el clima es fresco y frío durante la mayor parte
del año. Las lluvias raramente pasan de los 1000 milímetros en promedio anual. El
agua y el tectonismo han sido los elementos decisivos en el modelado del paisaje.
Todas las planicies mayores son lechos de antiguos lagos pleistocénicos nivelados
por la lenta sedimentación en el curso de decenas de miles de años. La mayor de las
planicies es la de la Sabana de Bogotá, con más de 1200 kilómetros completamente
llanos, y surcada por el río Bogotá (antiguamente llamado «río Funza»). La más
joven de éstas planicies es el Valle de Hunza - Tunja, dónde se asienta la ciudad
del mismo nombre y capital regional. En la actualidad, esta región es la de mayor
densidad de población en toda Colombia, y todo parece indicar que también lo era en
el momento de la conquista española. Las dos principales ciudades de este
territorio son Bogotá, capital de Colombia, y Tunja, capital del departamento de
Boyacá. Ambas ciudades fueron originalmente fundadas por los muiscas
aproximadamente 500 años antes de la llegada de los europeos.11

Paisaje del Altiplano Cundiboyacense.


La topografía del territorio Chibcha es montañosa incluso en la parte central
ocupada por los fértiles altiplanos de Simijaca, Ubaté y Tunja. Aproximadamente dos
terceras partes de su territorio están conformadas por tierras empinadas y
abruptas, y el resto por terrenos relativamente planos y poco accidentados. El
paisaje se ve enmarcado por gigantescas elevaciones que se encadenan
caprichosamente unas con otras formando valles, precipicios, suaves pendientes o
abruptos cortes en las rocas. Las variaciones del clima dependen de la altura.12

En el transcurso de milenios, las aguas se han abierto paso por medio de estrechos
desfiladeros, por donde el líquido fluye velozmente. A veces se despeña formando
inmensas cascadas y otras se desliza lentamente por los valles;13 puede alimentar
lagunas o arrasar de cuando en cuando las riberas aledañas; llega incluso a
represarse y luego desbordarse, acabando con todo lo que encuentra a su paso.14

Historia prehispánica
Época premuisca
La época premuisca abarca el período de tiempo anterior a la llegada de los muiscas
al altiplano cundiboyacense. Se estima que hace unos 18 000 años llegaron los
primeros habitantes a esta región. De acuerdo con los descubrimientos
arqueológicos, esta época comprende tres grandes períodos de ocupación humana: el
período Paleoindio, el Período Arcaico y el Período Herrera.

Período paleoíndio
Los primeros grupos llegaron hace aproximadamente 18 000 años, es decir, entre el
Pleistoceno tardío y los inicios del Holoceno que corresponde con el periodo
arcaico de América. En el yacimiento arqueológico de Tibitó (Tocancipá), a 47 km de
Bogotá, se ha hallado un sitio de matanza de megafauna pleistocénica. Estos grupos
humanos se asentaron principalmente al interior de abrigos rocosos, sobreviviendo
gracias a la caza del caballo americano, el venado gris, y especies menores como el
armadillo, el zorro cangrejero y el perro de monte.15
Período Arcaico

Petroglifo en Albán, Cundinamarca. No está demostrada su relación con los grupos


muiscas.
Con el inicio del Holoceno, hacia el 10 000 AC, se extinguieron los mastodontes y
el caballo americano. La temperatura y la humedad aumentaron, favoreciendo el
incremento de bosques de encenillo y roble colombiano, que desplazaron la zona de
páramo entre 300 y 400 metros, hacia alturas superiores a 3600 m s. n. m. En ese
momento, los grupos humanos empiezan a darle mayor importancia a la recolección, y
se inicia la domesticación del curí.16

El sitio arqueológico de "El Abra", entre Tocancipá y Zipaquirá, revela vestigios


de una cultura conocida como "abriense", de la cual se han hallado restos a lo
largo de una amplia zona geográfica, incluso hasta las riberas del río Magdalena.
Esta cultura, cuya antigüedad está calculada en unos 12.000 años, habitaba abrigos
rocosos, pero no de forma permanente, sino ocasional.17

Período Herrera
Este es el primer período de ocupación humana del que se tiene abundante material
arqueológico es el conocido como "Período Herrera". Se trata de un grupo humano
agroalfarero que ocupó un extenso territorio. De este período se ha encontrado
cerámica pintada con motivos geométricos y restos de pequeños caseríos sobre
terrazas artificiales. También se constata el progreso de las prácticas agrícolas,
en especial el cultivo del maíz y la domesticación del Pisco o Pavo americano.18 Se
encuentran grandes vestigios de la Cultura Herrera- Prechibcha en los alrededores
de la ciudad de Tunja y el valle de Hunza.

Poblamiento muisca

Arte rupestre en un abrigo rocoso de Sáchica (Boyacá). A pesar de encontrarse en el


área que ocuparon los muiscas entre los siglos IV al XVI, no ha sido posible
adjudicar estas expresiones a estos grupos indígenas prehispánicos.
Entre el 500 a. C. y el 800 d. C. llegó una nueva oleada de pobladores al altiplano
cundiboyacense, cuya presencia está indicada por cerámica pintada y por obras de
adecuación agrícola y de vivienda. Estos nuevos pobladores eran los muiscas,
pertenecientes a la familia lingüística chibcha. Al parecer los muiscas se
integraron a la población que ya habitaba el territorio. La familia de pueblos
chibchas incluye a los indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta (Kogui, Ijka,
Wiwa y Kankuamo) y la vertiente de la Sierra Nevada del Cocuy (U'wa, o Tunebos, y
Guanes), además de los Laches, entre otros. El territorio del actual departamento
de Cundinamarca fue ocupado por una gran variedad de culturas: muiscas, panches,
tapaces (o colimas)19 y muzos, entre otros.20

La aparición de grupos humanos muiscas pudo derivarse de procesos migratorios de


pueblos pertenecientes a la familia lingüística chibcha, provenientes de
Centroamérica.21 La transición entre el "Período Herrera" y el poblamiento muisca
se dio de forma paulatina, ya que en algunas zonas coexistieron por algún tiempo.
Finalmente se generalizó la cerámica que se asocia con los muiscas, al menos en el
departamento de Cundinamarca, en un territorio mucho menos extenso, pero
eventualmente más densamente poblado que el del "Período Herrera", en particular
durante el período muisca tardío (1200 a 1600 d.C.).22 Este panorama, en el que el
territorio de Cundinamarca fue ocupado por varios grupos, coincide con el que se
registró en el momento de la llegada y colonización de los europeos en el siglo XV
y XVI.23

Orígenes míticos
Artículo principal: Mitología muisca
Mitos de creación
'

En el principio sólo existía Bachué, la Madre Abuela originaria de Iguaque y que se


asentó en lo que hoy es Tunja. Entonces Bachué gritó, y aparecieron los dioses, la
luz, las plantas, los animales y los muiscas o chibchas. Luego los dioses llenaron
una olla con semillas y piedras, y sembraron luceros en el espacio. Tomaron las
migajas que habían quedado en la olla y las lanzaron muy lejos, y ese fue el origen
de las estrellas. Sin embargo, todo estaba quieto, nada se movía. Entonces los
dioses fueron a visitar a Bague, y le contaron su pesar porque nada se movía, ni
crecía, ni sonaba. La Madre Abuela preparó una bebida que los dioses tomaron hasta
quedar dormidos. Comenzaron a soñar y a tener visiones, y en sus sueños todo se
movía, las aves cantaban, las cascadas hacían ruido y los hombres se afanaban en
sus labores cotidianas. Cuando los dioses despertaron, la luz se esparció por el
universo, y todo tuvo movimiento, como en sus sueños.24

Mito de Chiminigagua

Cuando era de noche, antes que hubiera nada en el mundo, estaba la luz metida en
una cosa grande, llamada Chiminigagua, de donde después salió. Chiminigagua comenzó
a amanecer y a mostrar la luz que en sí tenía. Lo primero que creó fueron unas aves
negras y grandes, a las cuales mandó que tuviesen ser y fuesen por todo el mundo
echando aliento o aire por los picos. Y el aire que echaban era lúcido y
resplandeciente. Y luego que hubieron recorrido el mundo, quedó todo claro e
iluminado. Luego creó Chiminigagua todas las otras cosas que hay en el mundo, y
entre todas, las más hermosas fueron el Sol y su esposa, la Luna.25

Mito de los caciques de Sogamoso y Ramiriquí

Templo del Sol en Sogamoso durante una celebración de la Fiesta del Huán, que
conmemora los acontecimientos narrados en el mito de los caciques Sogamoso y
Ramiriquí.
En las provincias de Hunza (Tunja) y Sogamoso, existía un mito de la creación según
el cual, cuando amaneció el mundo, ya había cielo y tierra, y todo lo demás, menos
el Sol y la Luna, de modo que todo estaba en tinieblas, y no había más que dos
personas en el mundo: el Cacique de Sogamoso y el de Ramiriquí (o Tunja). Estos
caciques crearon a los seres humanos: a los hombres de tierra amarilla, y a las
mujeres de una hierba alta que tiene el tronco hueco. Después, para darle luz al
mundo, el cacique de Sogamoso mandó al de Ramiriquí, que era su sobrino, a que se
subiese al cielo y alumbrase la Tierra convertido en Sol. Pero viendo que el Sol no
era suficiente para alumbrar la noche, se subió Sogamoso al cielo y se hizo Luna.
Esto sucedió en el mes que se corresponde con diciembre, y desde entonces se
celebraba aquel suceso, sobre todo en Sogamoso, con una fiesta llamada Huan y en
Tunja con la ceremonia del solsticio de invierno en el "Santuario del Zaque"
(Cojines del Zaque) al oriente de la ciudad.26

Mito de Bachué

Bachué transformándose en serpiente, obra de Rómulo Rozo (1925).


De la Laguna de Iguaque, poco después de la creación del mundo, salió una mujer
llamada Bachué, también conocida como Furachogua, que quiere decir «mujer buena».
Traía consigo a un niño de la mano, de unos tres años de edad (el cual no era
familiar) y bajaron juntos desde la sierra hasta la sabana, más precisamente al
valle de Hunza, actual Tunja, donde hicieron una casa en la que vivieron hasta que
el muchacho tuvo edad de desposar a Bachué. Tuvieron luego muchos hijos, y era
Bachué tan fértil, que en cada parto paría de cuatro a seis hijos, de modo que muy
pronto se llenó la Tierra de gente.
Bachué y su esposo viajaron por muchos lugares, dejando hijos en todas partes,
hasta que después de muchos años, estando ya viejos, llamaron a muchos de sus
descendientes para que los acompañasen de regreso a la laguna de la que habían
salido. Cuando estuvieron junto a la laguna, Bachué les habló a todos,
exhortándoles a la paz, a vivir en concordia y a guardar los preceptos y leyes que
les había dado, en especial el culto de los dioses. Concluido su discurso, se
despidió en medio del llanto de ambas partes, convirtiéndose ella y su esposo en
dos grandes culebras que se metieron en las aguas de la laguna para nunca más
volver, aunque Bachué se apareció después en muchas partes.27

Mitos de civilización
Mito de Bochica

Artículo principal: Bochica

Monumento a Bochica, héroe civilizador (y/o dios) de los muiscas, en Cuítiva


(Boyacá).
Según este mito, desde los llanos del Oriente llegó a la Sabana de Bogotá, hace
mucho tiempo, un hombre desconocido, de piel blanca y ojos azules, con el cabello y
la barba larga hasta la cintura, cogida la cabellera con una cinta, con los pies
descalzos, y vistiendo una manta o túnica hasta las pantorrillas, atada con un nudo
sobre el hombro derecho. Entró por el pueblo de Pasca, y de allí pasó a Bosa, donde
se le murió un camello que traía, cuyos huesos conservaron los muiscas. Este
hombre, conocido como Bochica, recibió otros nombres, como Chimizapagua (que quiere
decir «mensajero de Chiminigagua»), Nemqueteba, Xué, entre otros.28

Bochica les enseñó a los muiscas a hilar algodón y tejer mantas, pues antes de
esto, se cubrían con unas planchas burdas de algodón en rama, atadas con
cordezuelas de fique. Desde Bosa fue a Fontibón, Funza, Serrezuela (actual Madrid,
Cundinamarca) y Zipacón, desde donde tomó rumbo hacia el Norte. En Cota duró
algunos días enseñando a un gran número de gente de todos los pueblos vecinos. Allí
habló desde un promontorio alto, al que le hicieron un foso alrededor de más de dos
mil pasos para que la gente no lo atropellase y pudiese hablar libremente. En ese
sitio hicieron después un santuario. Por las noches, dormía Bochica en una cueva a
las faldas de una de las montañas que circundan a Cota. Después prosiguió su viaje
hacia el Nordeste, hasta llegar a la provincia de Guane, en el actual departamento
de Santander, y desde Guane se volvió hacia el Este y entró en la provincia de
Hunza - actual Tunja en dónde continuaría su labor de enseñanza y guía espiritual,
para luego dirogirse al valle de Sogamoso, en donde desapareció.29

Mito de Sadigua

Según los cronistas de Indias, a Bochica se le conoció como Sadigua en las


provincias de Hunza (Tunja) y Sogamoso. Sadigua querría decir «nuestro pariente».
También fue conocido en aquellas provincias como Sugumonxe («que se hace
invisible») y Sugunsua («hombre que se desaparece»).

Al primer pueblo que llegó en aquella región fue al de Ganza (actual Gámeza), en un
sitio llamado Toyú, donde estuvo tres días en una cueva. Allí le fueron a visitar
los cacique de Ganza, Bubanza (Busbanzá), Socha, Tasco, Guaquirá y Sátiva, en ese
orden, alcanzando grandeza para sus pueblos según iban llegando. Entre ellos,
Sogamoso fue superior a los demás. Cuando Sadigua llegó al sitio de Otga, salió
Nompanen, cacique de Sogamoso, a recibirlo con toda su gente.30

Sadigua enseñó a hilar el algodón y tejer mantas, además de preceptos morales y de


la vida en comunidad. Cuando llegó al pueblo de Iza, desapareció, dejando en una
piedra estampada la huella de uno de sus pies.31

Mito de Huitaca
Tiempo después de haber desaparecido Bochica, llegó una mujer de belleza turbadora,
llamada Huitaca, o Xubchasgagua, a veces identificada como la misma diosa Chía, o
como hija de Chía. Huitaca enseñó doctrinas contrarias a las enseñadas por Bochica.
Afirmó que se podía tener una vida relajada, dedicada a los placeres, juegos y
borracheras, y que no debían ayudar a los necesitados, ni aunque fuesen sus propios
padres.32

Mito del Tequendama

Salto del Tequendama, creado, según el mito, por el poder de Bochica.


Como los muiscas habían perdido el respeto por los dioses, ofendieron a Chibchacum,
que antes había sido el más querido de sus dioses. Este decidió castigarlos
inundando la sabana, para lo cual hizo nacer los ríos Sopó y Tibitóc, que unieron
sus cauces al del Funza (antiguo nombre del río Bogotá). La inundación acabó con
muchos cultivos y vidas humanas, hasta que el pueblo clamó con ayunos y sacrificios
a Bochica que los librase de aquella calamidad. Finalmente, una tarde, en medio de
un gran estruendo, apareció Bochica sobre el arcoíris, con una vara de oro en la
mano, la cual arrojó hacia la sierra que trancaba el agua, abriéndose al instante
el Salto del Tequendama, que dio paso a las aguas. En castigo por la inundación
provocada, Bochica sentenció a Chibchacum a cargar el mundo sobre sus hombros, de
modo que cada vez que cambia de hombro para descansar, se produce un temblor de
tierra. A Huitaca la castigó Bochica convirtiéndola en lechuza.33

Confederación Muisca
Artículo principal: Confederación Muisca

Mapa de la Confederación Muisca a la llegada de los españoles. En los límites


fronterizos se muestran los pueblos indígenas vecinos.
Con el establecimiento de los grupos muiscas se registra un aumento de la densidad
demográfica y una organización sociopolítica compleja. Los muiscas se establecieron
bajo un sistema gubernamental conocido en la actualidad como Confederación Muisca.
Buena parte del territorio se hallaba bajo la administración de dos grandes
unidades políticas: al suroccidente se encontraba el Zipazgo, con capital en Funza,
cuyo gobernante supremo era el Zipa. Al nororiente estaba el Zacazgo, con capital
en Hunza (actual Tunja), cuyo gobernante supremo era el Zaque.34 Ambos señoríos
mantenían relaciones políticas y comerciales estrechas, dada la hermandad étnica y
cultural, aunque existían constantes rivalidades por el control del territorio,
sobre todo en las fronteras. También existían algunas diferencias dialectales en el
idioma muisca entre las dos regiones, sobre todo frente al dialecto duit, propio de
Duitama.4

Cada una de las grandes divisiones político-territoriales de la Confederación


Muisca estaba dividida en Clanes, conocidos en muysccubun como Zybyn. Cada Zybyn
era gobernado por un jefe de Clan, llamado Zibyntyba. A su vez, cada Zybyn abarcaba
a varias aldeas, o poblados, denominados Uta, que eran administrados por líderes
locales llamados Utatiba. Así, por ejemplo, el Zipazgo era gobernado por el Zipa;
dentro del Zipazgo existían múltiples Zybyn, o Clanes, como el de Guatavita,
dirigido por un Zibyntyba; el Zybyn de Guatavita abarcaba a varios Uta, como el de
Sesquilé, gobernado por un Utatiba.35

El siguiente esquema representa la división jerárquica del territorio de la


Confederación Muisca:

Zipazgo o Zacazgo: Territorio mayor, gobernado por el Zipa o el Zaque.


Zybyn: Territorio intermedio (clan), gobernado por el Zibyntyba.
Uta: Territorio menor (aldea, o poblado), gobernado por el Utatiba.
También existía otra jerarquía de poder: la de los Uzaques, o Ubzaques, que eran
nobles de sangre pura, pertenecientes a la familia del Zipa o del Zaque, con
amplias prerrogativas militares y territoriales.

El Zipazgo
En el altiplano cundiboyacense, en el área central del Departamento de
Cundinamarca, y en parte de las vertientes oriental y occidental de la Cordillera
Oriental, estaban asentados los muiscas sujetos al Zipazgo, es decir, bajo el
dominio del Zipa de Bacatá (Bogotá). Durante la Colonia española, prácticamente
todos los territorios sujetos al Zipa conformaron la Provincia de Santafé de
Bogotá,36 salvedad hecha de las áreas de Chiquinquirá y Saboyá, que entraron a
formar parte de la provincia de Tunja.37

Territorio del Zipazgo


Zybyn Uta38
Zybyn de Bacatá Bacatá, Chía, Funza, Engativá, Fontibón, Facatativá, Tenjo,
Subachoque, Tabio, Cota, Cajicá, Zipaquirá, Nemocón, Bosa, Zipacón y Soacha.
Zybyn de Guatavita Guatavita, Sesquilé, Guasca, Sopó, Usaquén, Tuna, Suba,
Teusacá (La Calera), Gachetá, Chocontá y Suesca.
Zybyn de Ubaque Ubaque, Choachí, Chipaque, Cáqueza y Usme.
Zybyn de Ubaté Ubaté, Cucunubá, Simijaca, y Susa.
Zybyn de Fusagasugá Fusagasugá, Pasca y Tibacuy.
El Zacazgo
Los actuales municipios de Lenguazaque y Villapinzón pertenecieron al territorio
del Zacazgo, y durante la Colonia española al corregimiento de Turmequé, en la
provincia de Tunja. A este corregimiento también perteneció el municipio de
Guachetá, pero existen dudas respecto a si antes de la Conquista española estuvo
sujeto al Zaque o al Zipa, o si era independiente.39

Territorio del Zacazgo


Zybyn Uta
Zybyn de Hunza Hunza, Ramiriquí, Tibaná, Guachetá, Icabuco, Machetá, Moniquirá,
Motavita, Toca, Tuta, Samacá, Sotaquirá, Lenguazaque, Turmequé.
Zybyn de Tenasuca Tenasuca, Tenza, Garagoa, Sutatenza, Somondoco, Soratá, Tibirita.
Zybyn de Saquencipá Saquencipá (Villa de Leyva), Ráquira, Sutamarchán, Sachica,
Sora, Cucaita, Chíquiza.
Zybyn sagrados
Además de las dos principales unidades políticas, Zipazgo y Zacazgo, los cronistas
refieren la existencia de dos territorios cuya importancia era más religiosa y
sagrada que política: se trataba del Zybyn de Iraca (con capital en Suamox, actual
Sogamoso), cuyo gobernante era el sacerdote denominado igualmente Iraca, a quien se
consideraba sucesor del Venerable Bochica (conocido también en aquella provincia
como Sadigua) y del Zybyn de Tundama (con capital en la actual Duitama).40

Zybyn sagrados
Zybyn Uta
Zybyn sagrado de Iraca Sogamoso, Bombaza, Busbanzá, Chusvita, Pesca, Pisba,
Tópaga, Toca.
Zybyn sagrado de Tundama Duitama, Tobasía, Paipa, Cerinza, Chitagoto, Ocavita,
Onzaga, Sativa, Soatá, Susacón, Topachoque, Tutazá.
Territorios autónomos
Los Clanes, o Zybyn muiscas considerados como autónomos o independientes, puesto
que no se habían centralizado bajo un mismo dirigente en particular,41 fueron los
siguientes:

Territorios autónomos
Saboyá, Charalá, Chipatá, Tinjacá y Tacasquirá.
Por otra parte, la confederación de Guanentá42 pertenecía a los guanes, y la del
Cocuy43 a los tunebos, pueblos ambos de lenguas chibchas, pero independientes.
Gobernantes muiscas
Artículo principal: Gobernantes muiscas
Zipas de Bacatá
Saguamanchica:
Artículo principal: Saguamanchica

Saguamanchica en un grabado de la Historia General de las Conquistas del Nuevo


Reino de Granada (1688), de Lucas Fernández de Piedrahíta.

Nemequene.

Tisquesusa.

Zaquesazipa, o Sagipa.
Saguamanchica (1470-1490) es considerado el primer Zipa histórico, puesto que los
datos sobre su vida son mucho más abundantes que los de sus predecesores. Buscó
extender los dominios del Zipazgo y emprendió constantes batallas contra los
sutagaos y los panches, acérrimos enemigos de los muiscas. Una de las primeras
batallas de importancia significativa la emprendió contra el poderoso cacique de
Fusagasugá, gobernante supremo de los sutagaos. Saguamanchica asaltó el territorio
fusagasugueño al mando de 30.000 güechas (guerreros muiscas), batalla de la que
resultó vencedor y en la que logró la captura de Uzatama, general de los ejércitos
de Fusagasugá. Posteriormente, Saguamanchica tuvo que enfrentar la rebelión de los
Zybyn de Guatavita y Ubaque, cuyos Zibyntyba intentaban aliarse con el Zaque
Michuá. Este, en un principio, les proporcionó una tímida ayuda, pero después
decidió no enfrentarse al Zipa. Durante los siguientes dieciséis años fueron
constantes las guerras contra los panches en las fronteras de Zipacón, y contra el
rebelde Zibyntyba de Guatavita, que constantemente atacaba los Uta de Chía y
Cajicá. Finalmente, el Zaque Michuá, tras haber reunido un ejército de 60.000
hombres, se decidió a atacar al Zipa, que en ese momento contaba con 50.000
güechas. La batalla, conocida como Batalla de Chocontá, tuvo lugar en los campos de
Chocontá y se prolongó por tres horas. Al final ganaron las tropas del Zipa, pero
murieron tanto Saguamanchica como Michuá.44

Nemequene:
Artículo principal: Nemequene
Nemequene (1490-1514) heredó de su tío Saguamanchica el trono del Zipazgo. Nombró a
su sobrino, Tisquesusa, como comandante de un ejército de 40.000 güechas, con el
que logró la derrota definitiva del cacique de Fusagasugá. Además, se aseguró de
tener a raya a los panches, que seguían en su intento por invadir las tierras de
Zipacón. También logró la rendición definitiva del Zybyn rebelde de Guatavita, cuyo
Zibyntyba fue ejecutado. Pero el acontecimiento más importante durante el gobierno
de Nemequene fue la promulgación del llamado Código de Nemequene, que fue un
compendio jurídico cuyas leyes se mantuvieron en parte vigentes hasta tiempo
después de la conquista española.44

Tisquesusa:
Artículo principal: Tisquesusa
Tisquesusa (1514-1537), sobrino y heredero de Nemequene, había sido Utatiba de Chía
en su juventud (como correspondía según la tradición, pues el linaje de los Zipas
provenía de Chía), y luego había asumido la dirección de los ejércitos del Zipazgo.
Cuando su tío murió en una confrontación contra el Zaque Quemuenchatocha,
Tisquesusa tuvo que retirarse del campo de batalla para cumplir con el protocolo de
la ceremonia de investidura de El Dorado, en la Laguna de Guatavita. Dejó el
ejército al mando de su hermano, Zaquesazipa, quien logró someter al Zibyntyba de
Ubaque, que se quería aliar con el Zaque. Al concluir la ceremonia de El Dorado,
Tisquesusa, ya ungido como nuevo Zipa, se apresuró a unirse de nuevo a su hermano
para emprender un ataque definitivo contra Quemuenchatocha, pero Sugamuxi, Iraca de
Suamox (Sogamoso), a quien se consideraba sucesor de Bochica, se interpuso entre
ambos bandos y les obligó a pactar una tregua.

La tregua estaba próxima a terminar cuando llegaron al territorio muisca los


españoles, al mando de Gonzalo Jiménez de Quesada. Algunos años antes, un chyquy
(sacerdote muisca) de Ubaque, llamado Popón, le había profetizado a Tisquesusa que
moriría «ahogado en su propia sangre» a causa de unos extranjeros venidos de
tierras muy lejanas. Esta profecía hizo que la primera reacción de Tisquesusa, al
enterarse de la llegada de los hombres blancos, fuera evitar su contacto a toda
costa, a la vez que ordenó que un escuadrón de opquabachua (espías) le mantuviera
al tanto de todo lo que hicieran los extranjeros. Tisquesusa abandonó la corte de
Bacatá y se dirigió a Nemocón, donde se sentía más seguro. Sin embargo, los
españoles ya le seguían el rastro. Las noticias de los espías del Zipa sobre los
misteriosos "truenos" que disparaban los extranjeros, preocuparon aún más a
Tisquesusa, que decidió trasladarse de nuevo, esta vez hacia la fortaleza militar
de Cajicá, pero al poco tiempo regresó a Bacatá y ordenó el desalojo total de la
población, de modo que cuando los españoles llegaron no encontraron a nadie y se
dirigieron al Norte, hacia el territorio del Zaque, al que sometieron.

Mientras tanto, Tisquesusa huyó a los bosques de Facatativá en busca de refugio


(probablemente en cercanías de las "Piedras del Tunjo"), pero cuando los españoles
volvieron a Bacatá se enteraron de su paradero y partieron de inmediato a
Facatativá, rodeando el bosque en el que se ocultaba el Zipa. Allí acamparon los
españoles, y una noche, mientras Tisquesusa intentaba huir, un soldado español, sin
saber que se trataba del Zipa, le atravesó el pecho con una espada, robó los
ornamentos de oro y esmeraldas que llevaba puestos, así como la rica manta de
algodón pintado que vestía, y lo dejó desnudo, tirado en el suelo, mientras
agonizaba ahogado en su propia sangre. A la mañana siguiente, los criados de
Tisquesusa encontraron su cadáver al ver volar gallinazos en la zona.44

Zaquesazipa:
Artículo principal: Zaquesazipa
Zaquesazipa o Sagipa (†. Agosto de 1538), fue el último Zipa, hermano y sucesor de
Tisquesusa, aunque la mayor parte de la nobleza muisca lo consideró un usurpador
del trono, ya que el sucesor legítimo era su sobrino, Chiayzaque,45 Utatiba de
Chía,46 quien se había aliado con los españoles. Chiayzaque denunció a su tío ante
Gonzalo Jiménez de Quesada, debido a que Zaquesazipa no había respetado las reglas
de sucesión matrilineal.

Entre tanto, Zaquesazipa asumió el mando del ejército muisca, pero al verse
acorralado por los españoles, pactó la paz con Gonzalo Jiménez de Quesada y le
pidió que lo apoyara en la contienda contra los panches. Luego de la rotunda
derrota de los panches a manos de los españoles, Jiménez de Quesada instó a
Zaquesazipa a que le revelara el lugar donde se hallaba un tesoro que Tisquesusa
había escondido cuando se enteró de la llegada de los españoles. El conquistador le
dio a Zaquesazipa un plazo para que llenara un bohío con oro hasta el techo, pero
como Zaquesazipa no pudo cumplir, fue sometido a toda clase de torturas hasta que
murió a principios de 1539, a causa de las lesiones recibidas.44

Zaques de Hunza
Hunzahúa:
Artículo principal: Hunzahúa
Hunzahúa, de cuyo nombre proviene el de Hunza (la actual ciudad de Tunja), capital
del Zacazgo, fue Zaque de Hunza, y el único gobernante muisca que logró la
unificación completa de la Confederación Muisca. El acuerdo entre todos los
gobernantes de la región se hizo por mediación del Iraca de Suamox, sucesor de
Bochica. La unidad fue rota por el Zipa Saguamanchica, debido, inicialmente, a
conflictos con el Zibyntyba de Guatavita.44

Michuá:
Artículo principal: Michuá
Michuá (1470-1490 aprox.) fue Zaque de Hunza cuando Saguamanchica ejercía como zipa
de Bacatá. El Zibyntyba de Guatavita le pidió ayuda para enfrentarse a
Saguamanchica. El Zaque envió un tyuquyne (mensajero) al Zipa para exigirle que se
presentara en su corte y le rindiera cuentas de lo ocurrido, pero Saguamanchica se
burló de la autoridad del Zaque y maltrató al mensajero. Ante este acto de
menosprecio, Michuá quiso atacar al Zipa, pero se abstuvo cuando se enteró del
numeroso ejército del que este disponía. Entonces Saguamanchica aprovechó para
atacar a los Zybyn de Guatavita y de Ubaque, pues este último también quería
aliarse con el Zaque. Dieciséis años después, Michuá, al mando de 60.000 güechas
(guerreros muiscas), decidió por fin enfrentar al Zipa, que contaba con 50.000
hombres. La batalla, conocida como Batalla de Chocontá, tuvo lugar en los campos de
Chocontá, y se prolongó por tres horas. Al final, triunfaron las tropas del Zipa,
pero tanto Saguamanchica como Michuá murieron en la batalla.44

Quemuenchatocha:
Artículo principal: Quemuenchatocha
Quemuenchatocha (1490-1538), cuando tenía 10 años, sucedió a su tío Michuá en el
trono del Zacazgo. Luego de la Batalla de Chocontá, en la que habían triunfado las
tropas del Zipa, siguió un período de paz entre el Zacazgo y el Zipazgo. Sin
embargo, años después le llegó la noticia de que el Zipa Nemequene estaba
preparando un ataque en su contra. Cuando los ejércitos de ambos bandos se
enfrentaron, Quemuenchatocha le propuso a Nemequene que, para evitar un
derramamiento innecesario de sangre, pelearan únicamente los dos, cuerpo a cuerpo,
pero el Zipa no aceptó. En la batalla, Quemuenchatocha resultó gravemente herido,
por lo que sus tropas emprendieron la retirada. A la muerte de Nemequene, su
sucesor, Tisquesusa, continuó con las hostilidades contra el Zaque. Sin embargo,
poco antes de la batalla definitiva intervino Sugamuxi, el Iraca de Suamox
(Sogamoso), a quien se consideraba sucesor de Bochica, quien obligó a los mandos a
pactar una tregua. Poco antes de terminarse la tregua, llegaron los españoles a
territorio muisca. Al enterarse de la llegada de los extranjeros, Quemuenchatocha
no se movió de su cercado y ordenó que por ningún motivo se le indicara a los
españoles su ubicación. Pero cuando los españoles estuvieron muy cerca, el Zaque
les envió regalos y emisarios de paz mientras escondía todo el oro que podía, pues
ya le habían informado de la increíble y desmesurada codicia de los extranjeros,
que querían apoderarse de todo el oro que encontraban. El 2 de agosto de 1537 los
españoles asaltaron el cercado del Zaque, saquearon la población y tomaron preso al
anciano Quemuenchatocha, a quien llevaron a Suesca para interrogarlo sobre el oro
escondido. Durante su ausencia, se designó como heredero a su sobrino,
Aquiminzaque. Posteriormente, Quemuenchatocha, gravemente maltratado por los
españoles, logró retirarse a Ramiriquí, donde murió poco después a causa de las
graves lesiones recibidas.44

Aquiminzaque:
Artículo principal: Aquiminzaque
Aquiminzaque (1537-1541) fue el último Zaque de Hunza. Asumió el gobierno del
Zacazgo cuando su anciano tío fue llevado prisionero a Suesca por los españoles.
Fue hecho bautizar al catolicismo, pero poco después, al intentar rebelarse junto a
otros gobernantes muiscas, fue descubiero por Hernán Pérez de Quesada, quien ordenó
su decapitación, junto a los demás participantes de la rebelión, en un acto público
en la plaza principal de la recientemente fundada ciudad de Tunja.44

Costumbres y modos de vida


Agricultura y alimentación

El maíz (aba) era el alimento básico en la dieta de los muiscas.


Los muiscas establecieron parcelas de cultivo dispersas en diferentes zonas
climáticas. En cada zona tenían viviendas transitorias, lo que les permitía
aprovechar los productos agrícolas de las zonas frías y templadas en períodos de
tiempo regulados. Este sistema de agricultura, denominado "modelo de
microverticalidad", era administrado de forma directa o mediante relaciones de
tributo e intercambio con otras etnias indígenas a las que los muiscas habían
sometido. Este modelo sería una respuesta adaptativa a los limitantes ecológicos,
puesto que la mayor parte de las cosechas eran anuales. Además, el riesgo constante
de las granizadas y de las heladas, a pesar de no implicar la pérdida total de las
cosechas, sí podía generar situaciones de desabastecimiento. Parte del problema se
solucionaba con las múltiples variedades de papa que existían, además de que la
mayor parte de estas variedades podía resistir las heladas luego de los cinco meses
de haber sido sembradas. Pero además, al disponer de productos de diversos pisos
térmicos, tenían pleno acceso a la batata, la yuca, el frijol, el ají, la coca, el
algodón, la ahuyama, la arracacha, el fique, la quinua y el hayo colorado, aunque
el producto básico en su dieta era el maíz.47

Como los muiscas no conocían el hierro, labraban la tierra con instrumentos de


piedra o de madera en tiempo de lluvias, cuando se ablandaba el suelo, y por eso
consideraban las temporadas de sequía como una gran calamidad. La papa, el maíz y
la quinua eran los principales productos de consumo, los cuales sazonaban con sal,
ají y una gran diversidad de hierbas aromáticas. Dos veces al año cosechaban la
papa, y el maíz una vez en las tierras frías, en donde estaba asentada la mayor
parte de la población. No se sabe si se servían del extracto dulce de la caña del
maíz, como los indígenas mexicanos, o sólo de la miel de abejas, que abundaba en
los declives de la cordillera. La bebida por excelencia de los muiscas era la
chicha, una bebida alcohólica fermentada de maíz. Ejercían la caza y la pesca, esta
última en los ríos y lagunas de las planicies con pequeñas redes y balsas de junco
que siguieron fabricando hasta el siglo XIX.48

Consumían también abundantes proteínas vegetales como maní, frijoles y coca, y


proteína animal como curí, venado, conejo, pescado, hormigas, orugas, aves y
animales de monte. Las autoridades muiscas se encargaban de la redistribución de
alimentos en épocas de escasez.49

El cronista español Gonzalo Fernández de Oviedo contó que en los dos años que duró
la conquista, ningún día dejó de entrar en las bodegas de los cristianos todos los
bastimentos necesarios. Cuenta que hubo días de cien venados, otros de ciento
cincuenta, y el día que menos, treinta venados, conejos y curies, y hasta un día de
mil venados.50

Higiene y relación con el agua

Lago de Tota.
Los muiscas se bañaban varias veces al día, lo que generó sorpresa y rechazo por
parte de los españoles, para quienes bañarse tantas veces era innecesario y obsceno
(puesto que se bañaban en los ríos hombres, mujeres y niños a la vez). También
hacían ciertos baños rituales: para la madre y el hijo después del parto, en la
llegada de la menstruación, en el rito de iniciación masculino y en la coronación
de un nuevo Zipa en la Laguna de Guatavita, y en otras lagunas sagradas. Los
sacerdotes se bañaban al investirse luego de muchos años de preparación durante los
cuales sólo podían lavarse la punta de los dedos. Bañarse en los ríos, hombres,
mujeres y niños a la vez, fue considerado por los españoles como un hábito
pecaminoso, por lo que esta práctica fue perseguida, censurada y erradicada por las
autoridades coloniales. Los muiscas consideraban que las lagunas y las fuentes de
agua eran lugares sagrados; por esta razón, muchas de las ofrendas a los dioses
eran depositadas en estos lugares. La diosa Bachué, madre mítica de los muiscas,
sale de la Laguna de Iguaque en compañía del niño con el que después se desposará;
tiempo después, regresan a la laguna transformados en serpientes. Otro mito muisca
relacionado con el agua es el de la chicha derramada de la que nace en Tunja el
mítico Pozo de Hunzahúa.51
Sexualidad

Falo lítico en el Parque Arqueológico de Monquirá.


Existía total libertad sexual antes del matrimonio y este poco tenía que ver con la
virginidad; por el contrario, la virginidad para la mujer muisca era una verdadera
desgracia; como lo relata Alonso de Zamora: «Reparaban muy poco en no hallar
doncellas a sus mujeres y en algunas era motivo de aborrecerlas, si las hallaban
con integridad: porque decían eran mujeres desgraciadas pues no hubo quien hiciera
caso de ellas».52

La poligamia era común entre la sociedad muisca. Los hombres podían tener el número
de tygüi (esposas) que fueran capaces de mantener, aunque la primera era la
principal, y se le daba el nombre de güi chyty (primera consorte). El incesto
estaba prohibido. El cronista español Lucas Fernández de Piedrahíta refiere que los
hombres pedían al padre de la novia (o a quien le sustituyese) el permiso para
casarse con ella, ofreciendo cierta cantidad de bienes. Si el padre de la mujer no
estaba conforme con los bienes recibidos, pedía más, y el novio aumentaba su oferta
hasta una tercera vez, pero si a la tercera tampoco era aceptado, desistía de la
proposición para siempre. Por el contrario, si su propuesta era aceptada, podía
tener a la mujer durante unos días en su casa, y si era de su agrado, se casaba con
ella.53 Por su parte, el historiador Ezequiel Uricoechea refiere que cuando alguno
solicitaba en matrimonio a una mujer, mandaba a los padres una manta; si no se la
devolvían a los ocho días, enviaba otra, y considerándose entonces aceptado, se
sentaba una noche en la puerta de la casa de la novia y daba a entender, aunque
indirectamente, que allí estaba. Entonces se abría la puerta y salía la mujer que
era pretendida con una totuma llena de chicha que probaba primero y le daba después
a beber al pretendiente. Los matrimonios se celebraban ante el chyquy (sacerdote
muisca), y los contrayentes debían entrelazar sus brazos durante la ceremonia.54

Falos líticos se encuentran todavía en Tunja, Ramiriquí y Villa de Leiva. Torteros


con monos apareándose se encuentran en los museos. En la sociedad muisca existía la
prostitución, y las prostitutas eran llamadas Chihizapquaza.55 Pedro Simón
relaciona la alta densidad poblacional muisca con su notable sensualidad, cuando
escribe: «Ni hay que espantar que hayan sido las mujeres de estos indios tantas,
por ser ellos tan dados a la sensualidad».56

Vestimenta e indumentaria

Algunos ornamentos de un gobernante muisca en el Museo del Oro de Bogotá.


Los muiscas fueron hábiles tejedores de algodón. El cronista español Lucas
Fernández de Piedrahíta cuenta que, a diferencia de los nativos de las tierras
cálidas, los muiscas siempre estaban vestidos. En la Historia general de las
conquistas del Nuevo Reino de Granada, Piedrahíta refiere que los muiscas tejían
unas camisas cerradas que les llegaban poco más abajo de las rodilla que podían ir
sin mangas o con estas, y encima se ponían unas mantas que comúnmente eran blancas,
pero que en las personas con mayor jerarquía estaban pintadas con figuras negras y
rojas. Los güechas (guerreros muiscas) llevaban en la cabeza cascos de oro,
mientras que los hombres del común se cubrían la cabeza con gorros de algodón, y en
ocasiones especiales con pieles de osos y tigrillos adornados con plumas de todos
los colores. Los hombres que pertenecían a la familia del Zipa llevaban sobre la
frente medias lunas de oro o de plata, con las puntas hacia arriba. Alrededor de
los brazos, solían llevar brazaletes con esmeraldas incrustadas, y la gente del
pueblo llevaba manillas con huesos de animales. La nobleza llevaba narigueras y
orejeras de oro, y todos se pintaban el rostro y el cuerpo con tintes naturales.
Las mujeres usaban una manta larga que ceñían a la cintura con una faja, y sobre
los hombros otra manta pequeña, sujeta al escote con un alfiler grande de oro o de
plata, que tenía un cascabel en uno de sus extremos, de suerte que los pechos
quedaban casi descubiertos. Los hombres llevaban el cabello largo hasta los
hombros, y las mujeres también lo llevaban largo y suelto, aunque las mujeres de la
nobleza lo llevaban recogido con una cofia de red. La mayor afrenta para un hombre
o una mujer muisca era que se le cortase su cabello, o que su cacique les rompiese
la manta, como castigo por algún delito menor.57

Pectoral muisca con figuras de seis aves con las alas plegadas y humanos en
cuclillas sobre sus cabezas. Museo del Oro de Bogotá.
Gonzalo Jiménez de Quesada refiere que usaban «mantas blancas y negras y de
diversos colores ceñidas al cuerpo que las cubren desde los pechos hasta los pies,
y otras encima de los hombros (…) andan cubiertos todos. En las cabezas traen
comúnmente unas guirnaldas hechas de algodón con unas rosas de diferentes colores
de lo mismo que les viene a dar en derecho de la frente. Algunos caciques
principales traen algunas veces bonetes hechos allá de su algodón (…) algunas
mujeres de las principales traen unas cofias de red».58

Juan de Castellanos refiere que los muiscas tomaron de Bochica el ejemplo de andar
descalzos, con el traje de algodón a su usanza y largos los cabellos, los cuales se
teñían de negro, pero a diferencia del mítico Bochica, señala que «barbas a muy
pocos ocupan las mejillas». Rasgar vestiduras y cortar cabellos «lo tienen por
afrenta grave».59

Ciertas pinturas, adornos y joyas, así como el derecho de llevar las orejas y la
nariz horadadas para ponerse en ellas joyas, eras símbolos del poder reservados a
las altas jerarquías, tanto civiles como sacerdotales.60

Deporte

Monumento al cacique de Turmequé jugando tejo.


El deporte ha tenido una importancia ritual y recreativa para los muiscas. En
tiempos prehispánicos, además de la lucha, también practicaban el zepguagoscua, que
consistía en lanzar un disco de oro hasta alcanzar un blanco; ese juego evolucionó
hasta el actual tejo, considerado el deporte nacional de Colombia. Este deporte ha
logrado bastante arraigo en la población, principalmente en la región andina del
país. Según la tradición, el tejo tiene su origen en el municipio de Turmequé, en
el departamento de Boyacá. Precisamente, el tejo también es llamado turmequé. Se
calcula que los muiscas lo practican desde hace más de 500 años.61

Arte
Las mujeres se ocupaban del hilado de las mantas de algodón, mientras que los
hombres las tejían y pintaban. Labraban la madera y del hueso hacían figurillas
para colgarse en collares u otros adornos. La paja les servía para el recubrimiento
de los techos de sus casas y para la fabricación de ciertos artículos pequeños como
canastos. La piedra la trabajaban de manera similar al hueso, y las personas de
alta jerarquía usaban pieles de ciertos animales como el oso de anteojos y el
tigrillo. Las plumas vistosas del papagayo y otras aves, que eran importadas de las
tierras cálidas, eran artículos de lujo muy apreciados.48

Arquitectura

Reconstrucción del Templo del Sol de Sogamoso.


Los muiscas construían sus casas utilizando como principal material la caña y el
barro para hacer las tapias llamadas bahareque. Las casas comunes eran de dos
formas: unas cónicas y otras rectangulares. Las primeras consistían en una pared en
círculo hecho de palos enterrados como pilares más fuertes sobre los cuales se
sostenía de lado y lado un doble entretejido de cañas cuyo intersticio era tupido
de barro. El techo era cónico y cubierto de pajas aseguradas sobre varas. La
profusión de tales construcciones en forma cónica en la Sabana de Bogotá dio origen
a que Gonzalo Jiménez de Quezada le diera a esta altiplanicie el nombre de «Valle
de los Alcázares». Las construcciones rectangulares consistían en paredes paralelas
también de bahareque, como las anteriores, con techo en dos alas de forma
rectangular.

Tanto las construcciones cónicas como las rectangulares tenían puertas y ventanas
pequeñas. Al interior el mobiliario era sencillo y consistía principalmente en
camas hechas también de cañas, llamadas barbacoas, sobre las cuales se tendía una
gran profusión de mantas; las sillas, aunque las tenían, eran escasas, pues los
muiscas preferían descansar en cuclillas o de rodillas sobre el suelo. Por lo
general, las sillas eran utilizadas solo por la nobleza. Además de las casas
comunes existían otras dos clases de construcciones mucho más complejas: una para
los señores principales, probablemente el jefe de del clan, y otras para los jefes
de las confederaciones, como el Zipa, el Zaque o el Iraca.

Actividad económica

Esmeralda procedente de Boyacá, al Norte de la Confederación Muisca.

Utensilios usados por los muiscas para la elaboración de artículos de orfebrería.

Molde en piedra para la elaboración de tunjos de oro.


En la época precolombina, la actividad económica es principalmente la agricultura ,
cultivaban maíz, papa, quinua y algodón, entre otros productos agrícolas. Eran
excelentes orfebres, practicaban el trueque de mantas, sal, esmeraldas y otros
productos con los pueblos vecinos (muzos, panches, sutagaos, guayupes, tecuas,
achaguas, tunebos y lanches).

Actividad minera
La confederación muisca explotaba los siguientes productos minerales:

Oro (nyia):62 El oro era importado y llegó a ser tan abundante que fue el principal
material para la artesanía muisca común (orfebrería). A la llegada de los
españoles, en la Sabana de Bogotá se veían campanillas de oro colgando de los
árboles. El uso de este metal dentro del territorio de la confederación muisca,
unido a la tradición de la coronación del Zipa en la Laguna de Guatavita,
contribuirían para la creación del mito de El Dorado.
Esmeraldas (chuecuta):63 Aún hoy Colombia es el primer productor mundial de
esmeraldas, que son tenidas entre las más preciadas del planeta. Los principales
yacimientos de estas piedras preciosas se encuentran en el departamento de Boyacá,
y especialmente en el municipio de Muzo. Junto con el oro, las esmeraldas eran
ofrendadas a los dioses en las lagunas sagradas.64
Cobre (bahazca nyia):65 El historiador Ezequiel Uricoechea refiere que en los
combates y en las fiestas los muiscas usaban máscaras de cobre muy bien elaboradas,
y que en el intercambio comercial con otros pueblos también usaban pequeños
"tejuelos" de cobre.66
Carbón (gazpqua):67 Tanto vegetal como mineral. Hoy todavía se siguen explotando
minas de carbón, por ejemplo en Zipaquirá, y Samacá. En este producto Colombia es
una de las principales reservas mundiales.68
Sal (nygua):69 Extraída de las minas de Nemocón, Zipaquirá y Tausa, también llegó a
ser uno de los principales bienes de intercambio con otros pueblos.
Producción textil
De manera muy especial hay que mencionar la producción textil, pues las mantas de
algodón muiscas eran usadas también para el pago de tributos a las autoridades
indígenas, y en el intercambio comercial externo. Al respecto dice Paul Bahn que
las culturas andinas dominaron todas las técnicas de tejido y decoración, y ya para
el 3000 a. C. habían desarrollado los textiles de algodón y producían tejidos de
extraordinaria delicadeza, superiores en muchos casos a los contemporáneos.70La
arqueóloga Sylvia Broadbent —quien estudió tejidos pintados de algodón—, concluye
que las técnicas de los muiscas eran muy complejas para producir telas de una sola
pieza con innumerables entretejidos y una gran capacidad para resistir el tiempo.
Mercado
El mercado era sitio obligado de la economía de las comunidades muiscas, que
practicaban la compra-venta, y más comúnmente el trueque. Allí se cambiaban
productos de primera necesidad como maíz, sal, miel, frutas, granos y mantas, por
artículos de lujo como plumas de aves de las tierras cálidas, cobre, algodón, coca
y caracoles marinos. Los principales mercados en los que los muiscas intercambiaban
sus productos eran los siguientes:

El mercado de Coyaima, territorio de los Poincos, que habitaban ambas orillas del
río Magdalena, hasta donde los muiscas llevaban mantas pintadas, artículos de oro
manufacturado, sal y esmeraldas, que cambiaban por oro en polvo, guacamayas, loros
a los que enseñaban a hablar, y algunos productos alimenticios propios de las
tierras cálidas.
El mercado que se hacía en terrenos del cacique de Zorocotá, en lo que hoy es el
municipio de Puente Nacional, en el que se hacían intercambios con los Guanes,
Chipataes y Agataes.
El mercado de Turmequé, que probablemente era el más concurrido por los muiscas, en
donde además de los artículos ya mencionados, se veía gran cantidad de esmeraldas
provenientes de las minas de Somondoco.
Pesos y medidas
Para los intercambios comerciales los muiscas usaban por lo general unos «tejuelos»
redondos de oro, plata y cobre, fundidos en moldes sin ninguna clase de sello o
señal, y que valoraban por su tamaño, aunque esmeraldas, sal, coca y mantas de
algodón también fueron usadas como equivalentes monetarios o para facilitar el
trueque. Los tejuelos metálicos eran medidos encorvando el dedo índice sobre la
base del dedo pulgar, o cuando eran más grandes, usando ciertos cordeles de algodón
que al efecto tenían para medir su circunferencia. En cuanto a las medidas de
capacidad, sólo usaban la que servía para medir el maíz desgranado, y que llamaban
aba, lo mismo que a este grano. Las medidas de longitud eran el palmo y el paso.71

Idioma
Artículo principal: Idioma muisca
El muysc cubun (idioma muisca), es una lengua extinta que pertenece a la familia
lingüística chibcha.72 En la actualidad es considerada oficialmente como una lengua
extinta, luego de que el 16 de abril de 1770, mediante Real Cédula, el rey Carlos
III de España prohibiera el uso de lenguas indígenas en sus dominios. Sin embargo,
existen varios proyectos para revitalizarla, ya que se han conservado varias
Gramáticas y vocabularios (diccionarios) de los siglos XVII que dan cuenta de la
estructura del idioma.

Los indígenas tayrona y los Uwa, que pertenecen a la misma familia lingüística,
hablan un idioma relacionado, lo que permitió que los tres pueblos establecieran
fuertes nexos de intercambio económico y cultural. Pese a la imposición del
castellano (sucubun73), el muysc cubun como lengua de sustrato se adaptó a la
fonología del español y dejó su huella en el habla de gran parte de los habitantes
del Altiplano Cundiboyacence en relación con topónimos, antropónimos, verbos, y
sustantivos en general, que son los que ahora son calificados de muisquismos, entre
los que se pueden destacar los siguientes:74

"Guarismos" muiscas según la descripción del Padre José Domingo Duquesne. Se


muestran las versiones de los glifos tal y como fueron publicadas en las obras
Compendio Histórico del descubrimiento y colonización de la Nueva Granada, de
Joaquín Acosta (1848), Sitios de las cordilleras y monumentos de los pueblos
indígenas de América de Alexander von Humboldt (1878) y El Dorado de Liborio Zerda
(1882).
Chisa (Larva de escarabajo) de zisa.
Cuba (Menor) de cuhuba (hermano menor).
Turmequé (Tejo).
Jute (Podrido) de futynsuca.
Tote, totear (Objeto que revienta, reventar) de tohotysuca.
Soco (Rápido, ligero) de supqua.
Pichar (Copular) de bchiscua.
Toponimia: Quyca significa «mundo», «pueblo» o «patria».75 Por otra parte, la letra
«r» no era muy común en el idioma muisca, de donde se desprende que el sufijo «-
quirá», tan frecuente en los nombres de pueblos y ciudades de origen muisca, debió
pronunciarse primitivamente «quyca», como en Zetaquirá (ciudad de la culebra),
Zipaquirá (ciudad del Zipa), Chiquinquirá (ciudad del Chyquy, o sacerdote) y
Sotaquirá, o Sutaquirá (ciudad de Suta) [cita requerida]. También es posible que la
pronunciación de la «r» fuera más común al norte de la Confederación Muisca, en el
territorio del Zacazgo, y menos común en el Zipazgo, pero que con el tiempo se
impusiera en la formación de topónimos.
Numerosos nombres actuales en el Altiplano Cundiboyacense tienen significado
concreto en la lengua muisca.76

Nombres naturales: la curuba y la uchuva, por ejemplo, son frutas, uba. La palabra
«chucua» para designar un humedal viene de chuppqua (pesquería).7778
Calendario

Exposición del sistema calendárico muisca según la investigación de José Domingo


Duquesne y Alexander von Humboldt.

El escudo de armas de Gachancipá tiene en su divisa el texto: «Gachancipá. Cuna de


la astronomía chibcha», debido a que fue en ese territorio donde el padre José
Domingo Duquesne, párroco de la iglesia de Gachancipá, descubrió y estudió la
piedra del calendario muisca.
Los muiscas contaban los días por soles y los meses por lunas. Los años eran de
doce lunaciones, que comenzaban en enero, con el inicio de las labores de labranza,
y finalizaban en diciembre, al término de las labores agrícolas. El mes muisca se
dividía en tres partes de diez días cada una. Durante los primeros diez días, los
hombres se separaban de las mujeres y mascaban hayo; los siguientes diez días
labraban la tierra, y finalmente, los últimos diez días, descansaban en compañía de
sus familias.79

En el solsticio de verano se rendía culto a "Xué" (el dios Sol), cuyo templo se
encontraba en Suamox (Sogamoso), sede del Iraca (sacerdote supremo de los muiscas)
y en el cercado grande de los santuarios en la ciudad sagrada de Hunza Tunja, al
igual que en el Santuario del Zaque, también en la actual Tunja.

El día:

El día completo de 24 horas era dividido de la siguiente manera:79

Sua (día):

Ozas: Madrugada.80
Aica: Desde la salida del Sol, hasta el mediodía.81
Sua Quychyquysa: Mediodía.
Sua Meca o Sua Mena: Desde el mediodía, hasta la puesta del Sol.82
Za (noche):

Zina: Poco antes de la noche.83


Zasca: Desde la puesta del Sol, hasta la media noche.
Zachina: Media noche.84
Cagui:[cita requerida] Desde la media noche, hasta la nueva salida del Sol.
La semana:
La semana tenía tres días. Al final de cada día, se celebraba un día de mercado en
Turmequé.79

El mes:

Diez semanas de tres días constituían una lunación, equivalente al mes, al que
llamaban Chie (igual que a la Luna),85 o también Suna ("gran camino").79

Los treinta días eran representados por los diez primeros números repetidos tres
veces, de modo que ata era el primer día del mes, el once y el veintiuno. La cuenta
comenzaba con la Luna Nueva.

El año:

El año era llamado Zocam.86 Los muiscas tenían tres tipos de años diferentes:

Año sagrado, o sacerdotal: Ciclo astronómico compuesto por 37 lunas, y empleado


para la observancia de las ceremonias religiosas.
Año rural: Compuesto por 12 o 13 lunas, se contaba de una estación lluviosa a otra.
Año vulgar, o civil: Compuesto por 20 meses o lunas.
El "siglo":

El equivalente al siglo entre los muiscas constaba de veinte años intercalares de


37 lunas cada uno, que corresponden a 60 años occidentales.87

Religión
Artículo principal: Religión muisca

Restos de un observatorio astronómico muisca en el Parque Arqueológico de Monquirá.

Bandeja sacerdotal muisca usada para la inhalación de yopo (Museo del Oro de
Bogotá).
Sacerdocio
Los chyquy:
Los sacerdotes muiscas eran llamados chyquy.88 Siempre eran hombres y no se les
permitía casarse ni tener ningún tipo de contacto sexual. Vivían recluidos en los
templos, y si se descubría que alguno no era casto, era destituido de su
ministerio. Comían y dormían muy poco, y hacían frecuentes ayunos. Pasaban la mayor
parte de las noches mascando hayo y hablaban muy pocas veces. La práctica del
mambeo era muy importante entre los chyquy, ya que los ayudaba a permanecer en
constante estado de vigilia. 89

El proceso de aprendizaje de los chyquy era muy riguroso. El novicio debía


permanecer desde su infancia recluido durante doce años en un templo destinado a la
enseñanza, llamado Cuca, donde era confiado a la tutoría de un chyquy anciano. No
podía consumir sal ni ají. Una vez concluidos los doce años de aprendizaje, se le
horadaban la nariz y las orejas para colocarle zarcillos y narigueras de oro. En la
ceremonia de iniciación era acompañado por toda la comunidad hasta una fuente o
quebrada de agua cristalina donde debía bañarse el cuerpo para luego vestirse con
mantas nuevas. Después se dirigía a la casa del gobernante civil de la localidad,
quien lo investía otorgándole un poporo de oro, la mochila para cargar el hayo y
algunas mantas nuevas. De este modo, el nuevo chyquy podía ejercer su oficio dentro
de los límites de su territorio, pues cada poblado tenía su propio chyquy.90

Los mohanes:
Los mohanes, o mojanes, eran sacerdotes libres e informales, alejados de los
templos y centros religiosos. Se asentaban sobre todo en cuevas y a orillas de los
ríos, entre los matorrales. Cargaban mochilas con hojas de coca, una escobilla y un
hueso de venado pintado con el que aspiraban el polvo de yopo. Se untaban el
cabello con ceniza y cubrían sus cabezas con pieles de animales cuando danzaban.91

Lugares sagrados
Además de los templos, los muiscas consideraban sagrados a muchos sitios naturales
como montes, cerros, peñas, lagunas, bosques, ríos, árboles y fuentes de agua,
entre muchos otros, a los que veneraban, no solo por considerar que allí habitaba
alguna divinidad, sino también porque creían que había lugares estratégicos para el
equilibrio de la naturaleza. También consideraban sagradas a ciertas avenidas por
las que decían que había transitado Bochica, y al territorio de Suamox, donde había
muerto y delegado su sucesión. Al igual que el "Cercado Grande de los Santuarios" y
los "Cojines del Zaque - Santuario del Zaque", ambos dentro de la ciudad de Tunja

Bosques sagrados:
Los muiscas consideraban a ciertos bosques como sagrados, de modo que no osaban
cortar ni un árbol, ni siquiera una rama de aquellos bosques, pues decían que
estaban consagrados a los dioses.92

Plantas y árboles sagrados:

Arbusto de Arrayán.
Algunas de las plantas y árboles sagrados para los muiscas son los siguientes:9394

Tyhyquy (Brugmansia sanguinea), planta conocida popularmente como "borrachero", y


cuya ortografía se ha castellanizado como "Tijiqui".95
Tabaco
Arrayán
Nogal
Guayacán
Lagunas sagradas:

Laguna de Iguaque.
Aunque todas las lagunas eran consideradas sagradas en algún sentido, las más
importantes son las siguientes:

Laguna de Iguaque
Lago de Tota
Las siete lagunas sagradas de la ceremonia de "Correr la Tierra":96

Laguna de Ubaque
Laguna de Teusacá
Laguna de Guaiaquiti
Laguna de Tibatiquica
Laguna de Siecha
Laguna de Guasca
Laguna de Guatavita
Tierra sagrada de Suamox:
Los muiscas consideraban que el territorio de Suamox (actual Sogamoso) es una
tierra sagrada, debido a que allí murió Bochica, quien además instituyó que el
chyquy de Suamox sería su sucesor y heredero de sus enseñanzas. Los chyquy de
Suamox hablaban una lengua secreta que sólo ellos conocían, y que les había
transmitido el mismo Bochica.97

Avenidas sagradas:
Los muiscas tenían ciertas calles o avenidas a las que consideraban sagradas, pues
decían que por allí había caminado Bochica. Nadie podía pisar esas avenidas, sino
sólo los máximos dignatarios. Al pueblo sólo se le concedía ese honor durante los
días de algunas ceremonias religiosas. El cronista Alonso de Zamora cuenta que una
de esas avenidas, ubicada en el Valle de Sogamoso, tenía cien leguas de longitud.98
Templos:
Los templos muiscas eran construcciones circulares con techo de paja, paredes
recubiertas con esteras, algunas veces pintadas, y el suelo cubierto con paja seca
y blanda. Las construcciones estaban sostenidas por troncos de guayacán traídos de
los Llanos Orientales que eran hincados en grandes huecos a los que se arrojaban
esclavos vivos; la parte del tronco que se adentraba en la tierra tenía forma
cónica. El interior de los templos era muy oscuro, ya que el único acceso que
tenían era una puerta baja. Por fuera estaban rodeados por una cerca de madera
provista de varias puertas de cañas delgadas asidas por cordeles de cabuya.99

Los muiscas distinguen tres tipos de casas ceremoniales: los Qusmhuy, los
Tchunsua,100 y la Cuca.

Tchunsua: Casa ceremonial de naturaleza solar


Qusmhuy: Casa ceremonial de naturaleza lunar.
Cuca: Seminario donde se impartía instrucción a los futuros chyquy, y en algunos
casos también a las autoridades civiles.
Ofrendas, libaciones y sacrificios

Tunjo muisca.
Ofrendas con tunjos:
Las ofrendas ofrecidas a los dioses por los muiscas consistían principalmente en
tunjos de oro, plata y cobre con formas antropomorfas o de animales como
serpientes, ranas, lagartijas, mosquitos, hormigas, gusanos, tigrillos, monos,
mariposas y aves, entre otros, además de diademas, brazaletes, vasos y casquetes,
muchas veces adicionándoles esmeraldas.101

Libación de agua y sahumerios:


Una forma de ofrendar a los dioses era libando agua al interior del templo, y
encendiendo sahumerios. Esto se hacía en determinadas horas, que se consideraban
propicias, y cada hora era cantada por el chyquy.

Sacrificios de animales:
Los animales usados para los sacrificios eran principalmente aves. La sangre era
derramada sobre el suelo del templo atando todas las cabezas de las aves y
dejándolas colgadas.

Sacrificios humanos:
Los sacrificios humanos se daban bajo dos condiciones:

La primera era que si en guerra contra algún pueblo enemigo capturaban a un


muchacho por cuyo aspecto se presumiera que era virgen, a este lo llevaban luego a
un templo donde era sacrificado en medio de aclamaciones y cánticos.

La segunda condición bajo la que se permitían los sacrificios humanos era que el
sacrificado fuera uno de los muchachos a los que llamaban moxas, o mojas. Cada
cacique tenía un moxa, y algunos dos. Estos eran jóvenes comprados a treinta leguas
del territorio muisca, en un lugar llamado "Casa del Sol". Se compraban siempre en
edades de 7 a 8 años, a precios muy altos, pues se creía que podían hablar con el
Sol y recibir sus respuestas. Eran tenidos en gran veneración, y siempre se les
cargaba en hombros. Cuando llegaban a la pubertad, eran sacrificados y su sangre
ofrecida a los dioses, pero si habían tenido relaciones sexuales, se los dejaba
libres, pues se pensaba que su sangre ya no valía para nada.102

En ambos casos, el modo de sacrificio era el siguiente:

Antes del amanecer, se conducía al joven a la cima de una montaña mirando hacia el
Oriente. Llegados al puesto de sacrificio, se iniciaba una ceremonia en la que se
cantaban himnos a los dioses. Al joven se lo tendía en una manta sobre el suelo, y
allí era degollado con un cuchillo de caña. La sangre era recogida en una totuma y
luego untada en unas piedras sagradas en las que debían dar los primeros rayos del
Sol. El cuerpo del difunto era enterrado algunas veces en cuevas o sepulturas, pero
otras veces era dejado a la intemperie para que se lo "comiera" el Sol.103

Ritos funerarios

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