Corpus Christi
Corpus Christi
Corpus Christi
EL CORPUS CHRISTI
Canto para la exposición
Cantemos al amor de los amores (MiM)
Delante del santísimo (ReM)
Reflexión bíblica. Lectura o guion para el que dirige (Darwin)
Del Evangelio según San Juan. 6,52-66.
Discutían entre sí los judíos: "¿Cómo puede éste darnos a comer su
carne?". Jesús les dijo: "El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida
eterna, y yo le resucitaré en el último día. Porque mi carne es verdadera
comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi
sangre permanece en mí y yo en él. Lo mismo que el Padre que vive y me
ha enviado, y yo vivo por el Padre, también el que me come vivirá por mí"...
Muchos de sus discípulos dijeron: "Muy duro es este lenguaje. ¿Quién
puede escucharlo?"... Desde entonces, muchos de sus discípulos se
volvieron atrás y ya no andaban con él... Pero Simón Pedro respondió:
"Señor, ¿a quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna"
PALABRA DEL SEÑOR.
Canto: Ya no eres pan y vino
Melissa Abril ¿Qué significó la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén,
aclamado por el pueblo, montado sobre un asnillo, y recorriendo los
caminos, alfombrados con ramos verdes y con las vestiduras de sus
entusiastas seguidores?...
Allí se juntaron la grandeza con la humildad, la fe con la incredulidad, el
amor de unos con el odio de otros... Allí se reveló ya lo que iba a ser la
presencia de Jesucristo, el "Dios hecho hombre", en medio de su pueblo
cuando se quedase con nosotros en la Santa Eucaristía. Unos iban a
rodear su Sagrario mientras lo adornan con las flores más bellas y entonan
en torno suyo las canciones más ardientes. Otros lo iban a desconocer de
la manera más incomprensible, y habría muchos que lo aborrecerían con
odio satánico y cometerían contra Él unos sacrilegios inconcebibles
también.
La Palabra de Dios puede iluminar este hecho singular, cuando le dice a
Israel: "No hay nación tan grande que tenga sus dioses tan cercanos como
Yahvé, nuestro Dios, lo está de nosotros"(Deuteronomio 4,7). Y, con Jesús
ya en el mundo, viene la acusación del Bautista en el Jordán: "En medio de
ustedes está uno a quien no conocen" (Juan 1,26)
Dos realidades que vivimos en la Iglesia. Por una parte, Jesús, el "Dios con
nosotros", no puede estar más cercano. ¿Qué más podemos pedirle si se
ha quedado día y noche en la morada de su Sagrario, quieto sin moverse
nunca, esperando a todos y recibiendo a cuantos desean visitarlo?... Por
otra parte, el Jesús del Sagrario es el gran desconocido. Para muchos
católicos, como si no existiera. Para otros cristianos, negado en el
Sacramento.
MINISTERIO VERBO ENCARNADO
Cristo, Rey venidero, que mandaste celebrar tus misterios para proclamar
tu muerte hasta que vuelvas,
— haz que participen de tu resurrección todos los que han muerto en
ti.
Canto: Padre nuestro. (LaM)
Señor Sacramentado: ABRIL Pan de los Ángeles y Pan nuestro celestial,
que te nos das como prenda del banquete del Reino y que permaneces con
nosotros día y noche en tu Sagrario. Nosotros queremos vivir de ti para que
nos llene la vida de Dios. Jesús, si nuestra fe te ve ahora oculto en los
velos sacramentales, que un día te veamos cara a cara en los esplendores
de la Gloria. Así sea.
Recuerdo y testimonio...
1. Es conocida la ilusión que la procesión del Corpus le causaba a Santa
Teresa del Niño Jesús: "Me encantaban sobre manera las procesiones del
Santísimo Sacramento. ¡Qué dicha sembrar flores al paso de Dios! Pero
antes de dejarlas caer, las lanzaba lo más alto que podía; y cuando mis
rosas deshojadas tocaban la sagrada custodia, mi felicidad llegaba al
colmo". Un alma tan escogida tuvo que sentir algo muy especial al recibir
por primera vez a Jesús. "Mi Primera Comunión ha quedado grabada en mi
vida como un recuerdo sin nubes... El más hermoso de los días, fue una
jornada de Cielo... No me cansaba de repetir interiormente las palabras de
San Pablo: "¡Ya no vivo yo; es Jesús quien vive en mí!"...
2. El Profesor Clot Bay, fundador de la Facultad de Medicina en Egipto, va
por las calles de Marsella acompañado por un grupo de discípulos y topan
con el sacerdote que lleva el Viático. Bay se detiene y hace una profunda
inclinación, que suscita el comentario de un alumno descreído:
- ¿Pero, usted cree que el Todopoderoso puede estar en las manos de un
sacerdote?
A lo que contesta el insigne Profesor:
- Sí, lo creo. Ustedes sólo conocen el poder de Dios, pero no su amor.