Libro Recursos Naturales

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CAPiTULO II

LA PROTECCI6N JURiDICA

DEL AMBIENTE NATURAL

1. VIDA, NATURALEZA Y DERECHO.

Como se sabe, Iii preocupaci6n por las condiciones de vida


del hombre, en el planeta que habita, es en realidad una preo­
cupaci6n de reciente data, si la consideramos como el esfuerzo
interdisciplinario mediante el cual se intenta lograr que la vida
humana se desarrolle en un estado de perfecta salud, y dentro
del mayor bienestar flsico y mental posible, para el conjunto
de seres vivientes que habitamos la biosfera, esa delgada capa
que circunda el planeta Tierra y dentro de la cual se dan las
condiciones de vida necesarias para el nacimiento y desarrollo
de las especies naturales.
Y si estamos en condiciones de sostener que el esfuerzo
metodologico de la ciencia, en el sentido de atender en forma
interdisciplinaria el objetivo de la perduraci6n de Is vida en
las mejores condiciones posibles, no reconoce una antigua fecha
de partida, debemos al mismo tiempo sostener que dentro del
ambito juridico no es tampoco antigua la preocupaci6n por los
temas que analizamos.
En tal sentido, y desde nuestro particular punto de vista,
el derecho se preocup6 siempre de la proyecci6n de la vida,
en cuanto pudiera ser afectada por algun individuo 0 grupo
de individuos en situaciones concretas y directas, mediante Iss
cuales fuera posible advertir un nexo de causalidad inmediato
entre el productor del mal y quien en el lenguaje tecnicc es
reconocido como la victima.
60 EDUARDO A. P1GBE'l'TI

En este se ntido, resultaria grave desconocer e1 esfuerzo


de sistematizacion que se ha efectuado en particular desde el
campo del derecho penal, para tratar de lograr norm as regu­
latorias de la conducta humana, mediante las cualea la inte­
gridad fisica de los individuos, considerada en cualquiera de
sus rnanifestaciones, fuera protegida. Este esfuerzo sistema­
tico ha plasmado en las cuidadosas leyes penales vigentes, que
dentro de los valores espirituales de nuestra civilizacion He pue­
de decir que han descrito todas las conductas ttpicas que en
torno de la defensa individual de la vida pudieran ser pensadas.
Al contrario, cuando se trata de la preservacion de la vida
human a, desde el punto de vista de los efectos que determi­
nadas personas 0 grupos de personas pueden producir sobre
las condiciones naturales del media ffsico en que vivimos, es­
t amos en condiciones de asegurar que tales conductas no han
merecido aun l a neccsaria recepci6n dentro de los sistemas
mundiales legislativos, constituysnriose asi una ausencia sus­
tantiva, una verdadera laguna juridica, que afecta nada menos,
y nada mas, que la supervive ncia de la especie humana, 0 al
menos la alteracion de la propia estructura fisica de los seres
humanos 0 de las condiciones fisico-quimicas que condicionan
el desarrollo vital humano.

El casa de Seoeso (Italic) en julio de 1976.


La prensa mundial describio los efectos dafiosos y mortt­
feros que provoco en Italia el escape de una nube toxica de
dioxin a, en la fabrica quimica Icmesa, de Seveso (localidad cer­
cana a Milan). Frente a este espectacular hecho, cuya condi­
cion culposa no pudo en apariencia juzgar la legislacion italia­
na, cabria preguntarnos si existieron, en el caso, caracteristicas
dolosas 0 culposas, conductas que puedan ser objeto de juz­
gamiento penal, y en el caso preguntarnos t.ambien a que ju­
r-isdiccion, fuero 0 tribunal deba ser Ilevado el tema para un
adecuado tratamiento.
En el caso concreto, los peligros que resultaron de los es­
capes de dioxina no fueron debidamente conocidos aun desde
el punto de vista cientifico.
Desde el punta de vista gubernamental, los alcaldes de
tres ciudades se reunieron para discutir con autoridades sa­
DERECHO AMBIENT'\L 61

nitarias italianas la compensacion que por los efectos de la


liberacion del gas se deberia pagar a los damnificados, Por
de pronto, en la tercera semana posterior al accidente las au­
toridades politicas rechazaron el pago de Una indemnizacion
provisoria que la firma Roche, propietaria del establecimiento,
ofrecio por propia iniciativa frente al estrago causado.
Otros ejemplos similares se han producido recientemente
en Estados Unidos y Francia por efecto de accidentes nucleares
con perdida de radiactividad,

2. EL DERECHO AMDIENTAL Y LOS RECURSOS NATURALES.­

Para poder establecer con exactitud el ambito jurldico que


va a estudiar el derecho ambiental es necesario empezar por
considerar de cuantas maneras se estudia hasta el presente
la relacion del hombre con Is naturaleza, en nuestro dereeho
positivo.
En la Argentina, la proteccion de la vida, de la salud fisica,
de los peligros que devienen a Is vida 0 a la salud de otro
por razones del llamado abandono de personas, la proteccion
de la honestidad, del est ado civil y de la libertad son todas
form as que analiza y estudia el derecho penal, si bien dicho
estudio se enfatiza en conductas individuales 0 de grupos de
personas, no alcanzando a otras hipotesis, tales como las que
el supuesto Italiano nos va mostrando.
A su vez, la regulncion de la naturaleza desde el punto
de vista del poder publico ha quedado delimitada en los am­
bitos del derecho administrativo, quien se ocupa de las no­
ciones y disposicionos relativas al dominio publico y, en con­
secuencia, a los bienea naturales que componen dicho
dominio publico.
A su turno, el estudio de las relaciones entre el hombre
y la naturaleza desde el punto de vista econdmico, han que­
dado preferentemente encerradas en 10 que antes se deno­
minaba derecho agrario y minero y que ahora, a instancias
de un proceso de mnderniz acion que se ha desarrollado par­
ticularmente en nuestro psis, se denomina derecho de los
recursos naturales.
62 ElJUARDO A. PIGRETTI

Cuestiones metodologicae.

a) Es el caso ahora de preguntarnos si el estudio juridico


del proceso vital de la naturaleza -no ya el economicc--, en
cuanto a la vida, es decir, el estudio del ambito jurfdico re­
lacionado con la biosfera, que sin lugar a dudas esta consti­
tuyendo el nucleo central del derecho ambiental, puede 0 no
consideraraelo ineluido dentro de esta materia mas general y
truncal que es el derecho de los recursos naturales. I
Sea como fuere, 10 que esta fuera de discuaion es Ja im­
prescindible e inmediata urgericia que tiene la ciencia jurfdica I
de dedicar sus esfuerzos al estudio de las reglas que permiten
el mantenimiento de la vida humana, desde todos los puntos
!
de vista imaginables, y en el mas amplio espectro. Las con­ j
duetas humanas que en tal caso sea necesario analizar, no se
limitaran al estudio de los aspectos dolosos 0 culposos tradicio­ .i
nales que el derecho penal nos brinda, dado que el objeto a I

preservar, que es la naturaleza, esta siendo afectada aun por 1

conductaa que estimamos legitimas en las actuales condiciones.


b) Una serie de proceaos ffsico-qufmicos que se realizan
dentro de la biosfera, son alterados por el uso que tenemos
entendido es normal por parte del hombre, y que, sin embargo,
esta claro que esta afectando las condiciones de los !lamados
grandes ciclos naturales.
c) Desde el punto de vista cientificogeneral sera necesario,
a su vez, un verdadero esfuerzo por parte de los tecnicos y
cientfficos, para interpretar las necesidades y presupuestos 16­
gicos formales del derecho.
d) Una de las tentaciones mas amplias que tienen los ria­
turalistas es obtener de los gobiernos leyes prohibitivas de ca­
racter terrninante, respecto de ciertos comportamientos. Pa­
receria que Ia prohibicion implicarta por sf misma una victoria i
i
total respecto de los comportamientos que se desea evitar. I
Es muy sabido, para los especialistas del derecho, que en i
muchas oportunidades la legislaclon consigue mejores resul­
tados, al ser pensada como un conjunto de normas preventivas,
que establece pautas y procedimientos, mas que como un pre­
cepto puramente represivo.
DERECHO A.\fBIENTAL 63

En La pura represi6n es freeuente que una vez violada,


aunque en pequefnsima medida, una norma, la reiteraci6n del
ineumplimiento pasa a ser la norma, con grave demerito para
el dereeho.
e) Fuera, pues, de la necesaria comprensi6n Que necesita
tener el derecho entre los espeeialistas de la naturaleza, el
dereeho, a su vez, debera tener una amplia eomprensi6n de
los requisitos y caraeteristieas propias de la ciencia natural.
Una eierta familiarizaei6n de los juristas con los procedi­
mientos, tecnicas e ineluso formas del lenguaje, empleados por
los eientlfieos es, pues, indispensable.

Terminologia a emplear.
Por otra parte, la identificaci6n de los problemas esenciales
que constituyen el objeto a regular es indispensable, aun a
despecho de los esfuerzos de metodoLogia que se han venido
eumpliendo dentro del ambito jurfdico, para eontemplar las
nuevas situaciones.
La primera euesti6n sera, pues, definir eL conjunto de ter­
minos que rondan en torno de las situaciones en estudio. Los
eonceptos de medio ambiente, bi6sfera, eeoLogia, ecosistema y
otros semejantes, deberan ser definidos desde el punto de vista
legal, sobre todo si se atiende a que muchos de estos terminos
guardan enorme parenteseo entre st, cuando en oportunidades
no- implica similitudes 0 al menos eonceptos complementarios
directamente relacionados,
Nos detendremos, ahora, a analizar una breve serie de es­
tas palabras, para valorarias en el eontenido que hasta este
momento Ie esta atribuyendo la ciencia natural.
Asi, por ejemplo, a la delgada capa de aire y agua, de suelo
y vida, que eonstituye el marco de la historia del hombre se
Ie denomina biosfera. Seg(J.n algunos, Ia palabra parece haber
sido usada haee un siglo (en 1875) por un geologo austriaco
IIamado Eduard Suess, quien la utilize para delimitar las eli­
ferentes capas terrestres.
Dicho de otro modo, la bi6sfers se define como la parte
de Ia Tierra donde existe vida, pero esta definicion acarrea a
los especialistas algunas dificultades, por cuanto aun en la su­
perficie de Ia Tierra existen zonas demasiado secas 0 frias 0
64 ~~DUARD(J A. PIGRETTI

muy calientes que impiden el mantenimiento natural de or­


ganismos can procesos metabrilicos. Ademas, la poaible axis­
tencia de vida muy lejos de la Tierra, compromete incluso la
aceptacion definitiva del termino.
Para otros, la aerie de interrelaciones existentea entre el
hombre, el aire, el agua y los suelos seria comparable al can­
cepto de biosfera, cuando no al criterio de media ambiente.
Este concepto de, "medic ambiente" pasarta, en consecuencia,
a ser definido como la suma de todo 10 que nos rodea. De acep­
tar tal punto de partida, bi6afera y media ambiente serian iden­
tificables can el terrnino ecologia, que parece fue empleado par
primer-a vez par el biologo aleman Ernesto Haeckel, quien em­
plea la palabra a partir de su raiz griega "oikos", que significa
casa. Ello lIevaria a la conclusion de que el estudio de la casa
a ecologia seria la ciencia que eatudia la interrelacion entre
los organismos y sus medios. Para la doctora Maria Buchinger, I,
de nuestro pais, la ecologia trata el complejo total de un espacio !
ocupado (temporal 0 permanentemente) por aeres vivientes, in­
cluyendo sus relaciones reciprocas, asi como tam bien la tota­
lidad del ambiente.
Para la misma autora, el concepto ecologia da paso al es­
tudio del ecosistema, que segun fue definido por la Conferencia
Mundial de la Biosfera en Paris en 1968, consiste en un sistema
relativamente estable en el tiempo y terrnodinamicamente
abierto en cuanto a la entrada de sustancias y energia.
EI ecosistema tiene una entrada (energfa solar, elementos
minerales de las rocas, atmosfera y aguas subterraneas) y una
salida de energia y sustancias biogenitas hacia la atmosfera
(calor, oxigeno, acido carbonico y otros gases), la litosfera (com­
puesta de humus, minerales, rocas sedimentarias) y la hidros­
fera (sustancias disueltas en las aguas superficiales, rioa y
otr as aguas), La idea general de un ecosistema permite, a su
vez, sefialar las distintas esferas de Ia Tierra, que son la CDS­
m6sfera, que envuelve el planeta y cuya energia penetra en
las otras esferas, y las ya senaladas, atmosfera, litosfer-a e hi­
drosfera, las que a su vez integran la biosfera. Sobre estas
esferas actua el hombre }' modifica el estado natural, ya sea .,
en forma favorable 0 desfavorable, Al actuar el hombre, em­ J
plea cosas materiales que constituyen en si mismas IDs lla­
mados recursos naturales.

DERECHO AMBIENTAL 65

Cuestiones [uturas a aruilizar.


Hasta el presente, el uso y aprovechamiento de los bienes
utiles al hombre, esto es, de los recursos naturales, han dado
paso a diveras regulaciones legales, tanto para definir la pro­
piedad de tales bienes y consecuentes derechos de uso como
para valorar los efectos nocivos que tales usos han producido
en la naturaleza, aspecto que se ha desarrollado bajo el titulo
de eontaminacion.
Pero 10 cierto es que limitarse a estudiar el efecto de la
contaminaci6n, como resultado de la explotaci6n de los recur­
sos, no nos lIeva necesariamente al estudio de las relaciones
jurfdicas mediante las cuales se preserven los ciclos generales
de la energia y de los elementos quimicos que son condici6n
esencia1 para 1a conservacion, preservaci6n y mantenimiento
de la delgada capa terrestre de materia viva.
Si 10 que dejamos dicho es cierto, el derecho debora dedicar
su atencion a la actividad del hombre en cuanto ella influya
sobre los ciclos generales de la energia, sobre los elementos
qufrnicos que hacen posible la conservaci6n de la vida en la
Tierra y las perturbaciones que puedan crearse sobre el normal
funcionamiento del sistema.
Una preocupaci6n de este tipo nos conducira directamente
a un replanteo de las definiciones politicas y aun filosoficas
de tono menor, actualmente en uso por la comunidad de na­
ciones,
No escapara ademas al observador que las tesis tremen­
distas 0, al contrario, ultraoptimistas que en tantas oportu­
nidades se han expresado en relaci6n al uso y aprovechamiento
de los recursos naturales, ocultan tras de sf intereses politicos,
econ6micos y aun religiosos, de sectores 0 grupos, particular­
mente interesados en politicas concretas de circunstancis, que
no implican el respeto a los derechos de la humanidad en su
conjunto, sino a beneficios actuales, parciales y pasajeros, de
circunstanciales sectores de poder.
Una muy honorable y honesta posicion doctrinal deberan,
pues, asumir los juristas y cientificos para lograr preservar
las condiciones naturales de vida y los recursos naturales, des­
truyendo el conjunto de intereses y preconceptos que motiva­
66 EDUARDO A. PlGRETTr

clones interesadas han echado a rodar en el conjunto de los

aiatemas informativos mundiales.

Sintesie actual.

a) EI nuevo derecho ambiental constituye una especiaiidod


que se nutre de diuereas ramas del conocimiento juridico y que
prestara efectivo auxilio al cuerpo social por medio de la le­
gfslaclon.
b) EI derecho ambiental tiene por objeto el estudio de las
relaciones del hombre con la naturaleza, y en este sentido es
posible que supere las puras obligaciones personales y aun el
principia de los derechos reales, segun el cual existe en ralacion
a los bienes una obligacion pasivamente universal de respetar
a sus titulares de dominio. El derecho ambiental deberti pre­
cisar los alcances juridicos del interes particular de cada ser
humano en lograr que las condiciones naturales de vida no
sean afectadas.
. c) EI nuevo derecho ambiental plantea una forma mas de
verificaci6n real de la existencia del derecho natural. Una po­
sicion dedicada al analisis filos6fico de la cuesti6n parece ne­
cesaria.
d) EI futuro ambiental debera exigir de sus cultores el
mayor grado posible de honestidad y probidad intelectual en
la busqueda de moldes y figuras jurfdicas que permitan lograr
e1 mayor acierto para las formulas de justicia que queden con­
tenidas en sus disposiciones normativas.

3. EVOLUCIQN HlSTORICA DE LOS PRINCIPlOS AMBIENTALES.

c) EI derecho romano y la naturaleza. J


r
Desde el punto de vista del derecho romano, los recursos
naturales -Ia tierra, el agua, los yacimientos minerales, la flo­
ra, la fauna, los recursos panoramicos y el ambiente en si­
son, en terminOB generales, "res communi", es decir, cosas de
la comunidad, que pueden ser empleadas por todos, salvo en
cuanto se hubieren determinado derechos particulares sobre
pequerias parciones individuales (caso de los propietarios su­
I
DERECHO AMBIENTAL 67

perficiales de parcelas particulares, 0 derechos de aprovecha­


mientos de aguas, minerales, etc.).
Mientras los usos particulares de los recursos no afectaron
en general la naturaleza (por ser relativamente inid6neos para
provocar verdaderos desastres ecologicos), ningun obstaculo le­
gal 0 econ6mico impidi6 el uso y el abuso de tales bienes.
b) Derecho al obuso.
La propia ideologia liberal, cuyos remotos antecedentes pa­
recen ubicarse en Roma al permitir el abu80 en el derecho de
uso, fue retomada por la Revolucion Francesa de 1789, y per­
mitio seguir adelante con formas de depredaci6n que en nuestro
mundo moderno terminarian por afectar realmente el mundo
en que vrvirnos.
Mientras el "desastre eeol6gico" no existi6, los malos usos
de la naturaleza no fueron advertidos, ni por la teeniea ni por
Is politiea, ni por el dereeho. Y los principios de propiedad
establecidos fueron eficientes para regular el uso (y tam bien
el mal uso) de los bienes naturales.
Pero la estructura juridica empez6 a dar sintomas de ob­
soleseeneia e inoperaneia y las leyes empezaron a disponer pri­
mero normae de UBO teenico, que impliearon, antes que nada,
norrnas morales incorporadas al dereeho positivo.
e) Moral de las normas legales.
Asi, por ejemplo, el dereeho de aguas trae, desde el siglo
pasado, principios y reeomendaeiones que tienden a evitar el
mal uso del reeurso, y tal tipo de normas fue tambien instru­
mentandose en otras regulaciones legales.
Nuestro propio C6digo Civil en su reforma de 1968, al aban­
donar oficialmente el principio del abuso y disponer algunas
normas tendientes a Ia conservacion de recursos y adecuado
parcelamiento de inmuebles, demuestra un cierto espiritu de
reaeci6n contra los postulados hasta entonees existentes.
Un eoncepto moral, en el usa de la propiedad, empez6 a
exhibirse en Is legislaci6n, que tiende en primer lugar a res­
tringir usos indebidos.
Pero el resultado de tal tipo de regulaciones no produce
un efecto espectacular e inmediato, Al contrario, pese a las
buenas intenciones del legislador no existen medidas efectivas
68 EDUARDO A. PIGRETTI

de reacci6n, y ast, en nuestro propio pais, presenciamos evi­


dentes formas de la depredaci6n que no pueden ser corregidas
por la legislaci6n. I,
d) Nuevas regulaciones.
Nace entonces un verdadero ilicito de "dano civil" aplicable

a la destrucci6n de la naturaleza, especie que en 10 particular

(caso por caso) admite incluso un ilicito tipico penal (ver las
I
,,
infracciones penales previstas por el C6digo raspectivo).
Para resolver la situaci6n creada, inventa ahora el Estado
diversas formas de impuestos, gr avamenes, y servicios econo­
micos, cuya base moral cabria cuestionar, dado que debe pensar
en resolver la situaci6n creada, en la que los actuales eontri­
buyentes no han sido necesariamente los causantes del dano.
Frente a tal aserto, cabe fijar nuevas pautas, Buscar a
su vez que sean justas. Evitar que deban afrontar el pago de
tributos quienes no provocaron el dano, Y, al contrario, ga­
rantizar la justicia de Is contribuci6n en quienes 10 hubieran
provocado.
Un nuevo derecho surge en tal sentido, Hasta ahora, casi
I
oculto en las tradiciones del derecho impositivo. Ya no se trata
de que cada uno, desde su posici6n, sol vente el gasto general
del Estado, porque se aprovechan todos de su existencia, sino
que se trata de gravar, con la mejor vara de eficiencia legal
y administrativa, el quantum de participaci6n que corresponde
a cada caso.
e) Nuevas procedimientos.
A su turno, loa procedimientos individuales de llevar una !
persona a un tribunal una cuesti6n general, se empieza a tornar
altamente inconveniente. Surgen otras entidades socio-politi­
I
cas sobre las cuales recae 0 puede recaer el derecho de instaurar
una demand a contra sujetos no individualizados originalmente,
pero que en virtud del procedimiento legal pueden llegar a ser
perfectainente Identrficados, aun cuando mantengan un carac­
ter generico y su responsabilidad implique tambien una res­
ponsabilidad de igual grado, esto es, generica.
Es la Iogica cuesti6n que plantea el derecho moderno, que
I
f
por vez primera parece alejarse de las viejas determinaciones
DERECHO AMBIENTAL 69

para variar su cauce, rnanteniendo, sin embargo, el rumbo ge­


neral especifico marcado por el derecho, en su evolucion secular.

4. FOIDwlAS LEGALES EXlSTENTES.

Estudiamos aqui algunas formulas establecidas por Is le­


gislacion vigente de diversas partes del mundo.
Msncionaremos las siguientes:
1) Incentives para la eliminacidn de desperdicios: Diver­
sos estados norteamericanos han establecido leyes que favo­
recen la destruccion de desperdicios (caso de autornoviles viejos
destinados a chatarra, bajo pena de multa si no se concreta
Ia destruccion. EI Estado paga un premio si se 10 destruye
en un termino adecuado). Uno de dichos estados es Maryland.
2) Exencion impositiva a la venta de equipos reductores
de la contaminacion,
3) idem al impuesto territorial, en inmuebles que est a­
blecen instalaciones para reducir la contarninacion de aire y
agua. Par ejemplo: New York.
4) Gastos de descontaminacion, cargados en forma directa
en alta proporcion a los establecimientos que provocan los
efluentes. Este caso esta legislado en Ia ley basics de Control
de la Contarninacion Ambiental del J apon, que permite tras­
ferir hasta el ciento par ciento de los gastos al establecimiento
contaminador.
5) Penalizacion de ruidos causados par equipos, maqui­
narias y autornoviles.
6) Limitaciones al transito automotor, en caso de compro­
barse casas graves de contaminacion en el aire (leyes de tran­
sito). Puede Ilegarse a la prohibicion total de circulacion, en
areas afectadas (Japon).
7) Recargo impositivo a los edificios que no instalen equi­
pas anticontam inacion. Caso, este, regulado por Is Ordenanza
Municipal de la Ciudad de Buenos Aires, que incrementa el
pago de la contribucion territorial en el supuesto de que no
se adquiera compactador de residuos.
8) Multas y sanciones a establecimientos que viertan
efluentes en proporciones mayores a las autorizadas. Gradua­
cion segun que la falta sea accidental, ocasione muertes a sea
intencionaI.
70 EDUARDO A. PIGRETTI

9) Multas y sanciones a los productores agropecuarios que


afeeten la calidad de la tierra por trabajos inconvenientes 0
no cumplan programas de conservaci6n.
10) Multas y sanciones por utilizaci6n agricola de produc­
tos prohibidos por sus efectos negativos.
11) Multas y sanciones por desechos maritimos y lacustres
de embarcaciones. Digestos de navegaci6n.
12) Multas y sanciones por incumplimiento de instalacio­
nes 0 redes cloacales.

5. FORMAS LEGALES EN USO EN LA ARGENTINA.

En el apartado anterior hemos descrito algunas de las for­


mas legales existentes en derecho para resolver, desde un punto
de vista tecnico y fiscal, las cuestiones atinentes a la conta­
minaci6n. Expondremos a continuaci6n los casos ya en uso en
Ja Argentina, que en particular Be refieren a algunos apart ados
recien indicados,
Antes de considerarlas, cabe preguntarnos si existe en las
hip6tesis a describir la posibilidad de encontrar el germen de
un derecho fiscal ambiental. Dejamos planteado el punto.
Veamos algunas leyes y su contenido fiscal.
a) Ley 13.660, de seguridad y salubridad de instalaciones.
Por esta ley del ano 1949 se establecen las normas a que
deberan ajustarse las inst alaciones de elaboraci6n, trasforrnn­
ci6n y almacenamiento de combustibles solidos minerales, li­
r
quidos 0 gaseosos, a fin de satisfacer la seguridad y salubridad
I
de las poblaciones, Ia de las instalaciones mencionadas, al abas­
tecimiento normal de los servicios publicos y privados y las
necesidades de la defensa nacional, La ley dispone en su art. 5
I ,
un regimen sancionatorio, que en la actualidad esta visible­
mente desactualizado. I
b) Ley 13.577, de 1949, y su modificatoria ley 20.324, Ley
Organica de la Administracion de Obras Sanitarias de la Na­
cion (hoy privatizendose).
La ley promulgada el 29 de setiembre de 1949 fij6 atri­
buciones para prevenir la contaminaci6n de las aguas. Auto­

I
,i
rizo a Obras Sanitarias de la Nacion a tomar las medidas ne­
I
cesarias para sanear los cursos de agua en cuanto pueda afeetar
I

t
I
DEREellO .A.M:BIENTAL 71

la salubridad de las poblaciones y a proveer 10 conducente a


fin de impedir la contaminaci6n directa a indirecta de las fuen­
tes de agua. . .
La ley preve la clausura de los establecimientos irldustria­
les cuyos propietarios no cumplieren can las normas eatable­
cidas. Tamhien prohibe la contaminaci6n de aguas subterra­
neas y establece zonas de protecci6n de pozos.
Ademas, encarga sl organismo administrador la vigilancia
de los vehiculos que trasporten liquidos residuales y Be autoriza
a imponer multas par contravenciones. Este tipo de multas
no parece de contenido fiscal, sino puramente sancionatorio.
Par resoluci6n 25.115/54, Obras Sanitarias de la Naci6n
aprob6 la reglamentaci6n que se refiere a Ias condiciones fisicas
y quimicas a que deben ajustarse los desagiies de ltquidos re­
siduales para que su descarga sea admisible de conformidad
can el decreta 11.877/54, de Reglamento para Instalaciones Sa­
nitarias Domiciliarias, que dispuso la instalacion de desagiies
de aguas residuales industriales y la confecci6n de analisis qui­
micas de los ltquidos residuales, can aplicacion de multas como
sanci6n a los infractores. Tampoco serian, a nuestro juicio, de
in teres fiscal.
c) Ley 20.284, Normas para la Preservaci6n de los Recur­
sos del Aire.
Se expresa en sus fundamentos "que el aire, el agua y el
suelo son los elementos que conforman el ambiente ecol6gico
en que se desenvuelve el hombre y toda acci6n que tienda a
preservarlos en las mejores condiciones posibles esta dirigida
a las sociedades que se sirven de ellos". EI ambito de aplicaci6n
de esta ley, juntamente can sus tres anexos, comprende a todas
las fuentes capaces de producir contaminaci6n atmosferica ubi­
cadas en jurisdicci6n federal y en la de las provincias que se
adhieran a ella. La autoridad de aplicacion es la autoridad
sanitaria nacional, provincial y la de la Municipalidad de la
Ciudad de Buenos Aires en sus respectivas jurisdicciones.
Crease el Registro Cat astral de Fuentes Contaminantes, a car­
go de la autoridad sanitaria nacional, la que tam bien estara
facultada "para fijar las normas de calidad del aire y las con­
centraciones de contaminantes correspondientes a los Estados
del Plan de Prevenci6n de Situaciones Criticas de Contami­
naci6n Atmosferica".
72 EDUARDO A. PrGRETTr

EI art. 7 faculta a la autoridad sanitaria local a fijar por


cad a zona niveles maxirnos de emisi6n de los distintos tipos
de fuentes fijas, y el art. B faculta iguales atribuciones respecto
de las fuentes moviles,
En el capitulo III se fija que la autoridad sanitaria local
astablecera un plan de preservacion de situaciones criticas de
contaminaei6n atrnosferica, basandose en tres niveles de con­
centraci6n con contaminantes. La ocurrencia de estes niveles
deterrninara la existencia de estados de: alerta, alarmay erner­
genera.
Par esta ley se preve la creacion de una Cornision Inter­
jur isdicciorial solicitada par cualquiera de las jurisdicciones
cornprendidas en un problema de contaminacion atrnosferica
a por la autoridad sanitaria nacional. La Comision funcionara
en jurisdicci6n del Poder Ejecutivo. nacional.
EI capitulo VI (De las sanciones) establece las siguientes:
a) multas; b) clausuras tempcrales 0 definitivas de las fuentes
contaminantes; c) inhabilitacion temporal a definitiva del per­

miso de circulacion, cuando se trate de medias de trasporte


aereos, terrostrcs, maritimos 0 fluviales. En el capitulo VII
(Del procedimiento en la Capital Federal) se dispone que el
Tribunal Municipal de Faltas tiene a su cargo el juzgamiento
de las infracciones.
I

Esta claro que estas multas no estan propuestas como de


caracter fiscal, sino puramente sancionatorias.
La ley trae un glosario donde define a la contaminacion
atrnosferica como "la presencia en la atmosfera de cualquier ,

agente Iisico, qutrnico 0 btologlco, 0 de combinaciones de los


mismos, en lugares, formas y concentraciones tales que sean
a puedan ser nocivos para la salud, seguridad a bienestar de
I,
la poblacidn 0 perjudiciales para la vida animal a vegetal 0
impidan el uso y goce de las propiedades y lugares de recrea­
i

cion", Son fuentes de contaminaci6n "los automotores, ma qu i­


narias, equipos, instalaciones e incincrudores temporarios 0
permanentes, fJjos a moviles, cualquiera sea su campo de apli­
cacion u objeto a que se destine, que desprendan a la atmosfera
sustancias que produzcan 0 tiendan a producir contarninacion
atmosferica", La emisi6n es "cualquier contaminante que pase
'" la atmosfera como consecuencia de procesos fisicos, quirnicos
o bio16gicos".
DERECHO AMBIENTAL 73

d) Ley 24.051, que regula los residuos peligrosos y la irn­


portaci6n de basura.
e) Ley 5965/58 de la Provincia de Buenos Aires, de pro­
teccion de las fuentes de provision y de los cursos y cuerpos
receptores de agua y de la atmosfera.
Su objeto es evitar Ia contaminaci6n de dichos elementos.
Asi, por ella y sus decretos reglamentarios (2009/60 y 31Zl>761)
se prohibe (art. 2) el envio de efluentes residuales, s6lidos, If­
quidos 0 gaseosos de cualquier or igen, a la atmosfera, cana­
lizaciones, arroyos, acequias, riachos, rfos y a toda otra fuente,
curse 0 cuerpo receptor de agua, sea superficial 0 subterraneo,
que importe una degradaci6n del aire 0 de las aguas, sin que
previamente se efcctue un tratamiento de depuraci6n 0 neu­
tralizaci6n de tales residuos que los convierta en inocuos e ino­
fensivos para la salud de la poblaci6n. Aqui se aprecia la
existencia de un temperamento similar al previsto por la ley
japonesa, si bien solo se trata de una carga indirect a contra
el establecimiento, que en la practica no se concreta. Los
sujetos son las reparticiones del Estado, entidades publicas
o privadas, y los part.iculares den tro del ambito de la pro­
vincia. La ley prohibe el desagiie de liquidos residuales en
la calzada, disponiendo asimismo que no se otorgara certi­
ficados de terminaci6n y habilitaci6n de establecimientos 0
industrias cuando evacuen efluentes en infracci6n a 10 dis­
puesto por la norma. La autoridad de apl icacion es el Mi­
nisterio de Salud Publica, y las municipalidades tienen a
su cargo el control del cumplimiento de la ley. Como san­
ciones s e prevsn clausuras y mult as, no siendo estas de na­
turaleza fiscal,
f> Ordenanza municipal 33.291/76, Ordenanza General de
Control de la Contaminaci6n Ambienta!.
Por medio de ella la Municipalidad de la Ciudad de Buenos
Aires incrementa el pago de la contribucion territorial en los
edificios que no cuentan con compactadores de residues, sis­
tema, este si, tfpicamente fiscalista.
g) Decreto 181/92, reglamentario de la ley 24.051, de re­
siduos peligrosos. No tiene prop6sito fiscalista.
74 EUUAHUO A. PIGRETTI

Nuestra opinion sobre el futuro: el derecho de la biosfera.


Continuando con la evoluci6n de todos los principios hasta
aquf expuestos, corresponde concluir como tesis de anticipacion,
que por nuestra parte nos permitimos considerar la posibilidad
de que una nueva especialidad jurfdica se abra camino dentro
del derecho, que por nuestra parte la denominarlamos sin he­
sitar como derecho de la bi6sCera.
EI derecho de la biosfera considerura no solo la cuestion
relativa a la normatividad de los recursos naturales como hecho
est atico, sino tambien la consideracion dinamica de las con­
diciones de vida en nuestro planeta y, con todo enfasis, la pro­
teccion de la vida de todo ser viviente respecto de cualquier
tipo de agresion que pueda recibir de otro sector vivo de la
naturaleza.
EI derecho todavia no tiene un grade de evolucion dentro
de sus instituciones que permita la efectiva proteccion y ga­
rantia de la vida desde este punto de vista..
Mucho se debera progresar todavia para que conceptos ta­
les como calidad de vida, tengan no solo definicion principista
sino tambien realidad respecto de 10 protecci6n juridica. Este
trabajo tambien implicata una notable evoluei6n desde el punto
de vista tecnico, pues sin el estimulo de In tecnioa sera dificil
establecer las pautas y principios legales de aplicacion a este
caso.
EI Instituto Argentino para la Calidad de Vida defini6 01
concepto de calidad de vida como el conjunto de condiciones
espirituales, eticas y materiales en que se desenvuelve una
comunidad, en un espacio y en un tiempo dados, condiciones
que hacen posible para cada uno de sus integrantes una exis­
tencia sana, feliz, trascendente, solidaria y libre en optimicidad
creciente. Aclara el Instituto que este concepto novedoso de
calidad de vida va mas alia de los puros aspectos sociales del
bienestar, con los que habitualmente suele oonfundirsele.
La noci6n de calidad de vida se vincula ria a un concepto
superior de felicidad, objetivo hacia el cual el hombre tiende
en todo su quehacer vital.
BegUn el Instituto cit ado, la calidad de vida supone con­
ceptos como Iibertad con goce pleno para todos de vivir libre
DERECHO AMBJENTAL 75

de todas las [ormas de la violencia, con igu aldad de oportu­


nidades para todas las actividades humanas. Adamas presu­
pone educacion posible para todos los habitantes, con desarrollo
de la personalidad. Tambien presupone Is posibilidad de llevar
una vida sana con asistencia adecuada, buena calidad de vida
laboral, dentro de la vocacion que interese, con adecuada re­
tribucion y buen habitat humane, con vivierida digna y ade­
cuada participacion en la vida comunitaria.
Como se aprecia, toda esta sera indudablemente una evo­
lucian de la humanidad hacia mejores destinos.

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