Proyecto Ley Ficha Limpia Cordoba
Proyecto Ley Ficha Limpia Cordoba
Proyecto Ley Ficha Limpia Cordoba
ARTÍCULO 1°- Incorpórase el presente artículo 49 Bis a la Ley 9571, el que quedará
redactado de la siguiente manera:
Artículo 49 Bis. Ficha limpia. - No podrán ser candidatos las personas que se
encuentren condenadas a penas privativa de la libertad, aunque la sentencia no se
encontrare firme y la pena fuera de cumplimiento en suspenso, por los siguientes
delitos:
1. Los delitos previstos en los capítulos VI (cohecho y tráfico de
influencias), VII (malversación de caudales públicos), VIII
(negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas),
IX (exacciones ilegales), IX bis (enriquecimiento ilícito de
funcionarios y empleados) y XIII (encubrimiento), todos del título XI
del libro segundo del Código Penal de la Nación;
2. El delito de fraude en perjuicio de la administración pública
contemplado en el artículo 174, inciso 5, del Código Penal de la
Nación;
3. Los delitos previstos en los capítulos I y II del título IX (delitos
contra la seguridad de la Nación), del libro segundo del Código Penal
de la Nación;
4. Los delitos contra la integridad sexual comprendidos en los artículos
119°, 120°, 124° a 128°, 130°, 131° y 133° del Título III del Libro
Segundo del Código Penal;
5. Los delitos contra el estado civil de las personas comprendidos en los
artículos 138°, 139° y 139° bis del Título IV del Libro Segundo del
Código Penal; y
6. Los delitos contra la libertad comprendidos en los artículos 140°,
142°, 142° bis, 145° bis, 145° ter y 146° del Título V del Libro
Segundo del Código Penal.
ARTÍCULO 2°- Incorpórase el presente artículo 11 Bis a la Ley 9572, el que quedará
redactado de la siguiente manera:
Co-Firmantes: Benigno Rins, Dante Rossi, Orlando Arduh, Raúl Recalde, María
Elisa Caffaratti, Juan Jure, Daniela Gudiño, Silvia Paleo, Darío Capitani, Alberto
Ambrosio, Cecilia Irazuzta.
FUNDAMENTOS
En este sentido, nuestro país ha venido dando señales intermitentes de compromiso con
los principales acuerdos internacionales que velan por la transparencia y la lucha contra
la corrupción, verdadero flagelo de nuestras actuales democracias liberales. La
corrupción es un problema estructural que mina los cimientos de nuestras sociedades,
cortando el vínculo de ejemplaridad que debe existir entre los representados y quienes
coyunturalmente tienen la responsabilidad de representar a sus pares.
La lucha contra la corrupción exige desplegar y aunar todos los esfuerzos del Estado a
fin de contrarrestar este fenómeno que no conoce fronteras ni grados de desarrollo.
1
Villoria, Manuel. Ética en el sector público y calidad de la democracia. Sistema, 2005.
2
Moreira, Izabela y Claussen Spinelli, Mário Vinícius. Políticas de transparencia en la
administración pública brasileña. En: Revista del CLAD, Nº 51. Caracas, 2011.
Nuestro país, por su parte, no es inmune a este fenómeno y a pesar de ciertos avances en
la materia como lo demuestra el último informe anual -2018- de la organización
Transparencia Internacional, que ubicó a nuestro país en el puesto 85, -obteniendo una
notable mejora en cuanto su calificación con respecto a años anteriores-, la realidad
demuestra que todavía queda mucho trabajo por hacer.
Estas preocupaciones son parte de una agenda nacional que la Unión Cívica Radical
viene trabajando en el Congreso de la Nación y en más de diez legislaturas provinciales,
en donde estamos impulsando el tratamiento y la aprobación de dispositivos
institucionales que, bajo el nombre de “ficha limpia”, regulen y limiten la posibilidad de
ser candidatos a cargos electivos y partidarios a personas que se encuentren condenadas
a penas privativa de la libertad por delitos que afectan a la administración pública,
aunque la sentencia no se encontrare firme y la pena fuera de cumplimiento en
suspenso.
También una “ficha limpia” es garantía frente al uso abusivo de las denominadas
inmunidades funcionales, como la libertad de arresto que protege a los diputados y
senadores nacionales, dado que es de público y notorio conocimiento que un uso
inapropiado de dichas prerrogativas ha permitido las candidaturas y la elección de
legisladores con sentencias firmes en causas contra la administración pública,
generando un blindaje legal que impida la prosecución debida de dichas causas. Con
estas prácticas se degrada la imagen de los cuerpos legislativos, pero peor aún, se
degrada la percepción de la actividad política por parte de la ciudadanía.
Conviene también descartar este último argumento que plantean algunos detractores a la
presente propuesta, basados en el supuesto de que una ley de ficha limpia atenta contra
el principio constitucional de inocencia. Frente a ello, se opone el principio más
elemental del derecho público: no existen derechos absolutos y cada uno de ellos admite
restricciones razonables y legales conforme lo sostiene el artículo 14 de la C.N., y cuyos
límites están planteados en el artículo 23 de dicho cuerpo legal.
Las inelegibilidades, por su parte, tienen como objetivo preservar a las instituciones de
la entrada de personas que no tengan el perfil deseado, todo ello según criterios
razonables y objetivos. En este sentido, mientras que la sanción penal tiene fines
punitivos, la inelegibilidad electoral está dirigida a la delimitación del perfil esperado de
los candidatos. La inelegibilidad no pretende, entonces, castigar a nadie, en la medida
en que su determinación punitiva es previa a cualquier acto electoral.
Por todo lo dicho, y conscientes de que en nuestra provincia queda mucho trabajo por
delante en materia de legislación que prevea, limite y castigue de manera efectiva los
delitos contra la administración pública en todos sus niveles, es que proponemos la
inclusión de nuestra propuesta de ficha limpia para todos los candidatos a cargos
públicos y partidarios de naturaleza electiva, a través de reformas parciales a las leyes
provinciales 9571(Código Electoral Provincial) y 9572 (Régimen jurídico de los
partidos políticos).
Como conclusión nos aparecen oportunas las reflexiones de Villorria (2019: 95-96) 3,
quien nos invita a hablar de la calidad de la democracia y de la necesidad de definir
3
Villoria, Manuel. Los sistemas de integridad en las organizaciones: una reflexión desde el
enfoque institucionalista del buen gobierno. En Lariguet, G. y Rodríguez Alba, J. Gobierno
abierto y ética. Editorial de la Universidad Nacional de Córdoba. Córdoba, 2019.
vías para superar la democracia de mínimos, construyendo unas democracias
plenamente relegitimadas. Unas democracias que aseguren un sistema de controles del
poder suficientemente consolidados como para evitar derivas autoritarias y donde la
voluntad popular, al tiempo, no sea secuestrada por élites de poder político y
económico que son opacas, no responden y no permiten que surjan alternativas.
Democracia de calidad implica y exige controles fuertes sobre el poder político, no
solo elecciones (…) en primer lugar, la opción por una democracia de calidad es una
opción ética, exige una difícil renuncia al ejercicio del poder discrecional por parte de
los políticos y sus resultados positivos se ven a medio y largo plazo; lo que hemos
aprendido a través de la historia es que el buen gobierno es un gobierno democrático
que sabe auto-limitar su poder. Pero para ello es preciso, además, construir
instituciones que promuevan la imparcialidad, la transparencia y la rendición de
cuentas y que, en definitiva, eviten la corrupción de los pilares esenciales de la
sociedad y, especialmente, del gobierno y la administración. Estas instituciones se
entienden mejor si comprendemos que la legitimidad democrática no se basa tan solo
en ganar elecciones.
Esta visión macro necesita su complemento micro. Por ello creemos que las
instituciones generales de control deben ser acompañadas por sistemas organizacionales
que, a través de instrumentos y procesos adecuados generen, en cada convocatoria al
cuerpo electoral, un marco de refuerzos mutuos que promuevan integridad y
desincentiven comportamientos deontológicamente indeseables.
Co-Firmantes: Benigno Rins, Dante Rossi, Orlando Arduh, Raúl Recalde, María
Elisa Caffaratti, Juan Jure, Daniela Gudiño, Silvia Paleo, Darío Capitani, Alberto
Ambrosio, Cecilia Irazuzta.