Antecedentes
Antecedentes
Antecedentes
ANTECEDENTES
Dennis Rader nació el 9 de marzo de 1945 y se crió en un ambiente
familiar sin aparentes complicaciones. Era estudioso y sacaba buenas
notas. Todo parecía indicar que se trataba de un niño normal, salvo la
peculiaridad de su afición a maltratar animales, un rasgo muy frecuente
en el perfil de potenciales psicópatas.
La etapa laboral de Rader comienza en las Fuerzas Aéreas del ejército
estadounidense y continúa en la carnicería de un supermercado,
ayudando a su madre. Más adelante se sacará el título de electricista y
un máster en justicia criminal. Parece un ciudadano integrado en la
sociedad, es monitor de boyscout, presidente de la iglesia Luterana de
Wichita, funcionario municipal. Un perfil similar al de otros asesinos en
serie admirados por su entorno como Ted Bundy (LINK) o David
Berkovitz (LINK), ambos aceptados y respetados por la comunidad.
La policía sospechó que buscaba invadir la casa y esperaba que sólo estuviera la
mujer. Pero se encontró con toda la familia, dado que su esposo había dado parte
de enfermo y los chicos no habían ido a la escuela.
También en 1974 Rader atacó de nuevo, pero esta vez fue aún más
metódico. Kathryn Bright tenía 21 años en ese momento y fue su víctima. El 4
de abril ella y su hermano Kevin entraron a su departamento alrededor de la 1 PM
cuando fueron sorprendidos por Rider, quien obligó a Kevin a atar a su hermana y
lo llevó a otro cuarto. Cuando estaba pasándole una cuerda por el cuello, Kevin
intentó defender a su hermana dándole golpes a BTK y logró alcanzar el revólver
del asesino, pero cuando intentó dispararla el arma falló. Rader lo golpeó, le sacó
el arma y le disparó dos veces en la cara. El arma tenía puesto el seguro y por eso
no había funcionado. Lo dio por muerto y fue por su hermana a quien apuñaló
tres veces en el estómago y escapó.
Increíblemente Kevin estaba vivo y logró arrastrarse para pedir ayuda. Fue
hospitalizado y cuando la policía llegó al departamento Kathryn estaba viva
aunque a las 7 de la tarde fue declarada muerta en el hospital.
Su esposo contrató un detective privado para que siguiera el caso pero poco pudo
hacer.
Pero Rader y sus ganas de burlarse pudieron más; por eso comenzó una serie de
comunicaciones con los medios de Wichita que condujeron directamente a su
arresto en febrero de 2005.
En marzo de 2004 The Wichita Eagle recibió una carta de alguien usando la
dirección de "Bill Tomas Killman" (BTK). El autor de la carta afirmó que había
asesinato a Vicki Wegerle el 16 de septiembre de 1986 y adjuntó fotos de la
escena del crimen y la fotocopia de su carnet de conducir, que había desaparecido
al momento del crimen.
Hasta esta carta no se había vinculado este asesinato con BTK y un dato no
menor: debajo de las uñas de Vicki había ADN del agresor, porque la joven
se había defendido. Se analizaron 1.300 muestras inicialmente y ninguna fue
positiva.
Rader no estaba ni remotamente cerca de los 1.300 sospechosos cuyo ADN
había sido analizado; ni una pista tenía la policía para llegar hasta él; ni
siquiera estaba en el radar. Pero él insistió.
El 9 de junio del mismo año se halló un paquete atado a una señal de "Pare"
(STOP) en la esquinta de First y Kansas, en Wichita. Tenía descripciones
gráficas de los asesinatos de los Otero y un boceto titulado "the sexual thrill is my
bill" (algo así como "la emoción sexual es mi motivación"). De paso dejó los
capítulos para "su" libro que quería titular "The BTK story", que imitaba una
historia escrita en 1999 por el escritor de crímenes de Court TV David Lohr,
cuyo primer capítulo era "ha nacido un asesino en serie".
En julio se dejó caer un paquete en la biblioteca pública en el centro de Wichita
que contenía material más extraño, incluyendo la afirmación de que había sido
responsable de la muerte de Jake Allen (19 años) en Kansas, a principios de
ese mes. Supuestamente después esa muerte fue declarada un suicidio pero
Rader confesó luego que lo tenía en sus "papeles".
En octubre un sobre de papel fue dejado en UPS en Wichita. Tenía muchas
imágenes de terror y esclavitud, un poema que amenazaba la vida del principal
detective del caso, Ken Landwhr, y una falsa autobiografía de BTK con
muchos detalles de la vida de Rader que después resultaron ser ciertos (con
el "diario del lunes", como se dice, una vez arrestado), datos que fueron
revelados al público con el fin de que alguien asociara a algún conocido.
En diciembre la policía recibió otro paquete de BTK, paquete que había sido
hallado en un parque. Tenía el carnet de conducir original de Nancy Fox y una
muñeca atada de la misma forma en la que encontraron a esta víctima, incluso
con una bolsa de plástico sobre su cabeza.
En enero de 2005 dejó una caja de cereal en una camioneta, pero fue descartada
por el dueño de esta. Cuando Rader preguntó qué había pasado con esta
pista, fueron por ella y con las cámaras de seguridad lograron identificar un
Jeep Cherokee.
En febrero envió más postales a Kake y se descubrió que en otra caja de cereal
había una muñeca atada, aparentemente para simbolizar el asesinato de
Josephine Otero.
Paula Dietz alegó que tanto su salud mental como física habían sido
afectadas por el matrimonio con Rader.
Kansas no tenía pena de muerte al momento de los asesinatos, aunque se
reinstauró en 1994. Por ello, las investigaciones continuaron sólo con el objetivo
de encontrar víctimas posteriores a ese año. Por ello se reabrieron un sinfín de
casos sin resolver tanto en Wichita, como en Kansas y sus alrededores, e incluso
en los lugares en los que estuvo en servicio.
Sin embargo ninguna pista fue conluyente para relacionar a BTK con otros
asesinatos. Sin embargo en sus declaraciones y confesiones, aseguró que había
"mucha gente con suerte" ya que pensó en matar a varias personas más. Incluso
confesó que estuvo a punto de matar a una mujer que no llegó a la hora que
llegaba habitualmente a su casa.
De hecho luego se supo todo lo que llevaba en su auto; soga, cuerda, cinta
adhesiva, guantes y todo lo que necesitaba para atar, torturar y matar.
El psicólogo de Massachusetts Robert Mendoza fue contratado por los
abogados públicos defensores designados para determinar si podía ser juzgado.
Mendoza determinó que Rader padecía trastornos de personalidad, que era
narcisista y antisocial, además de una obsesión compulsiva por mentener un
orden estricto y una completa falta de empatía. En su informe sostuvo que
Rader tenía un sentido "grandioso de sí mismo", una creencia de que era un
ser especial y una necesidad patológica de atención y admiración… fue esto
último, justamente, lo que llevó a Rader a la ruina y a la cárcel de por vida.