1 - Hate Struck - Nikki Ashton - Maddison High PDF
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L A P I S L Á Z U L I
Contenido
Sinopsis 16. Sarah
Martes 9 de marzo,
Jueves 11 de marzo,
Martes 16 de marzo,
Me siento mal del estómago por lo que me hizo hacer. No quería, le dije
que no, pero él seguía diciendo que sería amable conmigo y que era la única
9 persona a la que le importaba. Sin embargo, no fue amable conmigo. No
pude hacerlo, seguí luchando contra él, por lo que se enojó y me arrancó las
bragas, rasgándolas, por un lado. Al final me obligó y me dolió, mucho.
Seguía diciendo que era porque era mi primera vez y la próxima vez sería
mejor, la próxima vez lo disfrutaría más. No quiero que haya una próxima
vez. Luego intentó besarme y me dijo que yo era su chica especial. Dijo que
debería guardar silencio porque la gente no lo entendería. La gente pensaría
que mi madre era una mala madre por dejarnos estar juntos. Dijo que me
alejarían de ella y aunque ya no se preocupa por mí, me preocupo por ella.
Ella es todo lo que me queda desde que mataron a papá.
Jueves 18 de marzo,
¿Cómo pude haber dejado que volviera a suceder? ¿Cómo pude dejar
que me hiciera eso? Me siento tan avergonzada. No fui a clases de arte, me
escondí en la biblioteca y esperé a que fuera el final de la escuela, pero
Jueves 10 de abril,
A su hija le llevó casi una hora abrirse y decirles que había sido
violada, más de una vez, a partir del día después de su decimoséptimo
cumpleaños, y le tomó otros cuarenta minutos decirles quién era el
hombre que había tomado algo tan precioso de ella sin permiso ni cuidado.
11 La policía hizo todo lo que pudo, pero cuando fue a juicio, les dijo a
todos que había mentido y que el sexo fue consensuado. Dijo que habían
tenido relaciones sexuales dos veces y luego lo terminó, y esta era ella
tratando de vengarse de él. Era un buen mentiroso, convincente, mientras
que ella se puso nerviosa y se equivocó con sus citas y les dijo que le
gustaba hablar con él.
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SARAH Traducido por Soes99
Corregido por Clau
—Mamá, está bien. —Mi voz sonó tan baja que dudé si ella me había
escuchado. Agarró mi mano, pero debió sentirme tensa, porque la retiró
como si hubiera hundido una mordedura de serpiente con colmillos en
ella.
2Canción: You Are My Sunshine. Cantada por: Johnny Cash. Compuesta por: Charles
Mitchell / Jimmie Davis.
ciudad cansada y descuidada mientras conducíamos por la calle principal,
pasando algunas tiendas, un cine y el Ayuntamiento que bordeaba el
ancho camino. Sobre la calle colgaba una pancarta que decía "Maddison
Edge Britain in Bloom Winners". Había cestas colgando de los postes de luz
y docenas de flores en la calle que, según mi madre, estaban llenas de
jazmín de invierno y azafrán; pero cuando nos acercamos al enorme
edificio de la escuela de ladrillo gris, que se alzaba como una corona en la
parte superior de la calle, las pantallas se hicieron más pequeñas hasta
que apareció, como una mancha en el paisaje ya turbio.
Sí, ella sería la persona perfecta para informar si pareciera que estoy
a punto de volverme loca. Había una razón por la que me unía a Maddison
High School a mitad de año escolar.
Me saco el dedo del medio por encima del hombro y todos los
muchachos se echaron a reír.
Tyler y Kirk soltaron una carcajada. Sabían tan bien como yo que
todos hacían todo lo que yo decía. Todo lo que les dije que hicieran. Yo
gobernaba la maldita escuela y que Dios ayude a cualquiera que se le haya
olvidado. Maddison High School no era lo que llamarías un establecimiento
cortés y gentil. Desde mi primer día aquí aprendí que, si querías tener un
17 tiempo medio decente, entonces debías estar a cargo. Entonces, en mi
segundo día estaba vendiendo cigarros baratos a los formadores, incluido
Frankie Dawson, quien fue mi predecesor como "el mejor perro". Estuve
cerca de Frankie y sus compañeros, haciendo mandados para ellos o
robando chocolate de la tienda al final del camino a su antojo, peleando y
generalmente asegurándome de que los otros niños me odiaran o me
temieran hasta que Frankie se fue y fue mi turno para gobernar la escuela.
—¿Pensé que ya sabías todo lo que había que saber sobre las
computadoras, maldito geek? —preguntó Ellis.
Kirk puso los ojos en blanco. —Todavía necesito un título, imbécil.
¿Quién carajo me emplearía solo porque les digo que tengo tremendas
habilidades de pirateo?
—Lo que sea, todos saldremos de aquí pronto —dijo Ellis. Los tres
comenzaron a hablar de la unieversidad y golpeé mi casillero con la mano.
Respiré hondo y traté de dejar que la ira escapara. Cuando sentí una
brisa desde la dirección de la puerta principal, volví la cabeza hacia ella.
—Oye, mira lo que estás haciendo. —Su voz era ronca con un toque
de inseguridad y cuando se pasó un brazo por la cintura delgada,
prácticamente pude oler el dolor que llevaba con ella.
Intenté agarrarla del codo, pero antes de que mis dedos tuvieran la
oportunidad de cepillar la lana de su manga, ella se apartó y se encogió
contra los casilleros del otro lado.
19 —No me toques.
También sabía que ella podría ser mi maldita ruina y que nunca
dejaría que eso sucediera.
20 —Ve pequeña chica —dijo Ellis y agitó los dedos hacia ella—. Ve a la
oficina.
—Será muy divertido jugar con ella. —se echó a reír Ellis y asintió
para apreciar el desafío.
—Aww, es solo una niña pequeña —se burló Tyler mientras agitaba
las pestañas.
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SARAH Traducido por Soes99
Corregido por Clau
No quería serlo. Quería ser tan valiente y fuerte como pensaba que
parecía, pero supongo que mi actuación no fue tan buena como pensaba.
Una vez que fui despedida por él, me detuve a mitad de camino por el
pasillo para enfocarme. Una cosa era que los imbéciles de la escuela
reconocieran que tenía problemas, pero no necesitaba que la chica dorada
de la escuela supiera y sintiera lástima por mí.
—¿Sarah?
Abrí mucho los ojos y solté un suspiro. —Oh, como que lees mi
mente allí.
Las dos nos reímos en voz baja y, aunque lo que había dicho no
había sido particularmente divertido, se sintió muy bien dejar salir el aire
viciado de mis pulmones por primera vez en mucho tiempo.
—Entonces, no solo eres la amiga ideal para los jodidos y
trastornados, sino que toda la escuela lo es.
—Estoy segura, pero no tienes que sufrir por mucho tiempo, pronto
nos iremos. Voy a ir a Swansea para Automotive Art & Design, ¿y tú? —
preguntó.
—Me voy a tomar un año libre —respondí, evitando el contacto
visual. No tenía ganas de hablar sobre los porqués de mi decisión, pero
nadie corrió con eso cuando les informé que no iba a la universidad…
todavía.
El que pensé que Alannah había dicho que era Adam estaba un poco
por delante de los otros tres, solo un paso por delante mientras cruzaba la
habitación. Tenía una camisa de franela a cuadros roja atada alrededor de
su cintura, sus jeans eran oscuros y rasgados en las rodillas, y en sus pies
28 había un par de Vans blancos Old Skool. Una camiseta blanca cubría su
torso, aferrándose a sus músculos, y cuando levantó una mano para
pasarla sobre su sucio cabello rubio, la tela se estiró contra su bíceps.
—Grandes palabras para una pequeña chica. —Adam dejó caer las
manos sobre la mesa para acercarse más a mí—. Debo decir que me
cuesta pensar en ti diciendo palabras como esas mientras yo… —Me guiñó
un ojo—. No, no creo que estés lista para saber lo que te haría. —Él se
enderezó.
31 pero…
—Yo no —dijo Alannah, forzando mi mirada hacia ella—. Bueno sí,
Malo.
Peligroso.
Magnetizador.
32 estaba jodida.
Ellis sonrió y sus ojos marrones brillaron. —El hermano de Kirk nos
proporciona hierba y la madre de Tyler está jodidamente caliente, y
cuando ella abre la puerta con su bata, puedo ver sus pezones.
Sarah.
—¿Y bien?
Ellis soltó una carcajada. —Sabes que puedes arrestarlo por eso —
dijo, salpicando migajas de pan medio masticadas sobre la mesa.
—Mamá no dice una palabra. Ella solo se para detrás de él con los
brazos cruzados, dándome esta mirada que dice; "No estoy enojada Adam,
solo decepcionada". Bueno, adivina qué madre, yo también estoy
jodidamente decepcionado. Estoy decepcionado de que te hayas casado
con un hombre que cree que me gustará si actúa como un padre.
Dejé caer la cabeza sobre mis hombros y cerré los ojos, dejando
escapar un gemido estrangulado ante la maldita injusticia de mi vida.
Muchas cosas jodidas me decepcionaron de mi madre, y Roger era solo
una de ellas.
No tenía novias.
—Sí, pero, Adam, le dijiste a toda la escuela que había tenido un trío
contigo y con Ellis, y tú y otra chica, y que quería que la mearas por todo
el cuerpo —se burló Tyler cuando se volvió hacia mí—. Hacer que Kirk lo
muestre en cada computadora de la escuela tres veces en un día, significa
que ningún chico querrá salir con ella en caso de que huela a orina y
ninguna chica querrá ser su amiga en caso de que ella quiera saltar a la
cama con ellas y su novio.
—La parte del trío conmigo fue cierta —ofreció Ellis—. Aunque que
37 me chuparan la polla mientras miraba el trasero desnudo de Adam
bombear era un poco desagradable.
—¿Qué? —Se volvió hacia mí, sus ojos se entrecerraron porque sabía
lo que venía.
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SARAH Traducido por Soes99
Corregido por Clau
Sus ojos grises brillaban con las lágrimas que parecían haber estado
presentes durante el último año, y respiró temblorosa. Tentativamente, dio
un paso hacia mí y extendió su mano antes de tirar de ella nuevamente.
Sabía que debería haber ido con ella y consolarla, le decirle que había
tenido un gran día en la escuela, pero la oscuridad dentro de mí me dijo
que me quedara donde estaba, que viniera a mí, que la hiciera trabajar por
mi amor.
—Un minuto.
Era lo que hacía todos los días, ya fuera malo, bueno o indiferente.
Todos los días le decía a mi papá que lo amaba y le acariciaba la cara. Lo
puse cuidadosamente en su lugar, debajo de su copia preciosa y
maltratada de Catch-22, y luego cerré el cajón y fui a cenar con mi madre.
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La cena había sido tranquila, pero no el incómodo silencio al que me
había acostumbrado durante el último año desde que papá murió. Al
menos mamá se sentó a la mesa conmigo y no se había escondido
trabajando hasta altas horas como había hecho cuando él se fue por
primera vez. Comprendí por qué necesitaba mantenerse ocupada, pero
había olvidado que tenía una hija de diecisiete años que la necesitaba.
Como resultado, me había quedado sola la mayoría de las noches con mi
duelo, mis pesadillas y mi dolor.
Giró la cabeza para mirarme y una vez más vi tristeza donde solía
brillar la felicidad. Ella y papá no eran la pareja perfecta, pero se amaban y
nunca se acostaban discutiendo; siempre fue lo suyo. Habíamos sido una
pequeña familia feliz hasta ese día cuando respondió una llamada en su
43 radio de la Policía sobre informes de disparos en una joyería de alta gama
en el West End. Lo triste era que había sido su día libre, pero había ido a
tiempo extra para ayudar a pagar unas últimas vacaciones juntos antes de
que me fuera a la Uni.
—¿Tienes tarea?
—¿Cuándo? —susurré.
Ella se acercó. Esta vez sin ninguna duda. Me tiró hacia su pecho y
me abrazó con fuerza mientras hacía ruidos relajantes y nos balanceaba
suavemente hacia adelante y hacia atrás. Ella sabía cuánto me molestaba
cualquier mención de él.
—No quiero volver a verlo nunca más, mamá. —Se me quebró la voz
y tuve que tragar con fuerza para contener el vómito que amenazaba con
salir—. Pero tampoco quiero que nadie más pase por lo que yo pase.
Las manos de mamá cayeron sobre mis hombros y los agarró con
fuerza. —Entonces le diré eso. Nos aseguraremos de que nadie más sufra
como tú.
—Adam, en serio.
48
Me di la vuelta para ver a mi madre arqueando una ceja y
extendiendo la mano. Odiaba cuando bebía de la botella.
Excepto que este día una chica nueva había comenzado en Maddison
High School, una chica que me fascinaba, una chica que había decidido que
iba a arruinar. La chica que tenía que arruinar antes de que ella me
arruinara.
—Oh, y él llamó para decir que recogió esas botas de fútbol que
ordenaste la semana pasada. —Me lanzó una sonrisa y supe que se
esperaba que le devolviera la sonrisa y dijera: "Guau, eso es muy amable
de su parte", pero yo solo asentí y murmuré un desagradecido—: Genial.
—Tengo tarea —dije, más alto—. Llámame cuando la cena esté lista.
—Lo prometo.
Parecía feliz por eso, porque mientras caminaba hacia las escaleras
la escuché cantar.
Asentí.
—No, pero eso sería genial —Se movió y me golpeó con su rodilla en
las costillas, haciéndome gemir—. Ups, lo siento.
—¿Te sientes cómoda, muñequita? —pregunté, y levanté una ceja
interrogante.
Fingí pensarlo y luego asentí lentamente. —Sí, creo que vas a tener
que hacerlo.
—De verdad.
—Hola chicos.
Me lanzó una sonrisa y luego empujó a Roger, que todavía tenía sus
ojos en mí.
—No pude encontrar nada sobre la chica nueva —dijo Kirk, directo
al grano, pero sonando un poco distraído—. Sus archivos solo tienen su
vieja escuela, la dirección de su casa y alguna otra mierda.
Me reí, dejé caer mis jeans y boxers al piso y salí de ellos cuando el
vapor comenzó a llenar mi pequeño baño.
—Tal vez. El punto es, Adam, que no tengo nada que revelar sobre
ella. Ni siquiera tiene cuentas de redes sociales, ni una... sola cosa. —Soltó
un gemido y supe que era hora de irme—. Mis habilidades para hackear el
sistema informático de la escuela son insuperables, así que, si no puedo
encontrarlo, es... Wow maldito infierno, Amy... no está ahí.
—Sí, capitán…
Había estado así desde que mi papá se fue, desde que mi madre lo
echó. Ella me dijo que se iba; él besó mi cabeza, dijo que me amaba, que
me llamaría pronto y nunca lo volví a ver. Había sido todo para mí y ella lo
había hecho irse por una estúpida discusión sobre quedarse hasta tarde
en el trabajo demasiadas veces.
Mi cabeza cayó sobre mis hombros cuando dejé caer el agua sobre
mí. Apreté un poco de gel de ducha en mi mano y, pensando en Sarah,
busqué mi polla dura como el acero. Envolví mis dedos alrededor de mi
longitud y le di un tirón largo y lento. El placer fue instantáneo. Brillaba
alrededor de mi cuerpo, iluminando todas mis terminaciones nerviosas
como un fuego fuera de control, aliviando mi tensión con cada pulso.
Mientras tiraba más fuerte, enjabonando mi polla con la espuma de jabón,
un hormigueo comenzó en mi columna vertebral y se arrastró hasta la
boca de mi estómago. Cerré los ojos contra el agua que latía y abrí la boca
con un gemido mientras las olas de placer continuaban creciendo. El
siguiente tirón que le di a mi polla fue más duro, y cuando me corrí sobre
mi estómago una cara apareció detrás de mis párpados.
57 Esa cara era bonita, envuelta en cabello rubio y tenía los labios
chupadores de polla más jodidamente perfectos que había visto en mi vida.
—Sarah.
7
SARAH Traducido por Rory
Corregido por Sanma
Tenía que haber visto cómo me afectaba. Fue muy difícil ocultarle mi
miedo, cuando me miró con sus orbes azules sentí que estaba mirando
dentro de mi cabeza y podía leer todos los pensamientos que giraban en él.
—Quería darte una… —Hizo una pausa, y luego me dio una sonrisa
que apenas levantó los labios—. Una advertencia amistosa.
64 estúpida. Había visto lo ansiosa que la había hecho parecer. Supongo que
habían tenido algún tipo de relación, y después de escuchar lo que
Alannah dijo sobre él, estaba bastante segura de que había sido sexual. Mi
otra suposición fue que él era lo único que todas las chicas sentadas solas
en el comedor tenían en común.
—No puedes…
Puso un dedo contra mis labios. —Déjame ser claro, Sarah —dijo mi
nombre como si fuera una maldición, y sus ojos se llenaron de desdén—.
Te estoy diciendo que no te hagas amiga de Amber, ni de ninguna otra
persona que creas que pueda necesitar un amigo. Están tristes y solas por
una razón, y eso es generalmente porque se lo merecen.
Raymond hizo una pausa para permitir que los gemidos resonaran
por la habitación. Estaba seguro de ser el único que no se unió. Me
gustaba leer sobre el pequeño francés y su ambición desde una edad
temprana.
Cuando salimos de clase puse nuestra hoja sobre las demás que ya
estaban allí. El señor Raymond me sonrió, y luego miró a Sarah.
Así que había perdido un par de meses de escuela. Bueno, eso era
interesante.
—Pero…
—No tienes que unirte al equipo, pero todo esto es nuevo para mí,
para todos nosotros. Solo hemos tenido un escuadrón durante dos años, y
deberías haber visto los aros por los que tuve que pasar para que la
señorita Daniels, la PTA y el señor Jameson lo aceptaran. —Puso los ojos
en blanco y suspiró—. Cualquiera pensaría que pregunté si podríamos
darle al equipo un baile de regazo cada medio tiempo. De todos modos, la
cosa es que sé qué haces Street Dance5, y si pudieras mostrarnos algunos
5 Baile Callejero.
movimientos para agregar a la rutina, algo que combine con los saltos
habituales y los soportes de muslos...
Donde antes vivía, solo había estado a una hora de Londres, y había
tenido una gran cantidad de clases de baile disponibles para mí. El Street
Dance había sido lo que me atrajo y había entusiasmado, más que
cualquiera de los otros. Lo viví y respiré durante casi cinco años, incluso
entrenando para ser profesora calificada. Mi equipo y yo habíamos ganado
el campeonato nacional dos años seguidos antes de irme, y había hecho la
mayoría de las coreografías.
—¿Y hay alguno? —pregunté, un dolor inesperado por bailar otra vez
me golpeó.
Pensé que iba a decir que no, pero cuando abrí la boca salió la
palabra—: Sí —chilló emocionada Alannah y sentí una oleada de alegría al
pensar en volver a hacer algo que amaba con pasión hasta hace un año.
—Eso fue genial; a todas les va muy bien con esta nueva rutina. La
práctica se cancela mañana, porque el equipo de fútbol tiene un partido
contra el Manchester Met.
Un chico realmente alto, con cabello negro y, por lo que pude ver, ni
una onza extra en él gruñó y se limpió la cara con su camiseta.
Su voz estaba mezclada con tanta ira que realmente quería darle
una bofetada.
—Gracias, Alannah.
82 —Me dirás cuando estés lista. Ahora vamos, de lo contrario todas las
cabinas se habrán ido y tendremos que sentarnos en una mesa en el
medio. Ese es el peor lugar donde te puedes sentar.
La práctica había sido tan mala que el Sr. Jameson nos había
retenido a todos, no solo a mí. Nos dividimos en dos grupos, e hizo que los
jugadores ofensivos trabajasen uno contra otro y los defensivos uno contra
otro, alentándonos a probar nuevos pases y movimientos que nuestro
83 compañero de equipo no tuviera idea. Para ser honesto, fue un jodido
desastre, y Lenny Kowalski, el respaldo de Ellis como arquero, cayó
torpemente después de intentar salvar un tiro de Tyler, que jugó como
lateral izquierdo. Al principio, Lenny parecía estar bien, pero en cuestión
de minutos su muñeca tenía el doble del tamaño del que debería haber
tenido, por lo que el Sr. Jameson decidió darlo de baja y la práctica
terminó antes de lo esperado.
Una vez que estuvimos adentro, un par de décimo grado que estaban
sentados en una de nuestras mesas levantaron la vista y nos vieron. Uno
era una mierda arrogante y saludaba con la mano, pero el otro sabía lo
que era bueno para él, agarró su comida y se movió. Cuando nos
acercamos, emitiendo algunas vibraciones cabreadas, no pasó mucho
tiempo antes de que el chico arrogante hiciera lo mismo.
Necesitaba tocarla.
Necesitaba romperla.
—¿No hay putas camareras aquí hoy? —agrupé y alcancé la sal,
girándola sobre la mesa azul pálido. Cualquier cosa para evitar que me
piquen los dedos—. Hemos estado aquí diez minutos.
85 una vez que llegó el reparto. Solo, por favor, no dejes que haya pasado
sobre esta maldita mesa.
Cada uno de ellos se volvió para mirar hacia las cabinas, y sin decir
una palabra más, Kirk, Ellis y Tyler se pusieron de pie. Dylan también se
puso en pie, pero lo empujé hacia abajo con una mano firme sobre su
hombro, y sin decir una palabra entre nosotros se quedó dónde estaba.
Mientras caminábamos hacia la cabina, no estaba seguro de qué planeaba
hacer, pero lo que fuera tenía que joder la cabeza de Sarah. Si eso
significaba joder con Alannah y Amber también, maldición, que así sea.
Kirk soltó una carcajada mientras agitaba una mano hacia Alannah,
actuando como una mujer. Cuando no se movió, suspiré, recogí la mochila
y la sudadera con capucha de Sarah y las dejé en el siguiente puesto.
Luego me senté y usé mi muslo para empujar a Alannah.
—No estoy listo para hacer eso, todavía. —Moví mis cejas, tomé una
patata de su plato y la metí en mi boca.
—¿Alannah?
—Pero…
—Kirk —espeté—. Deja que Alannah salga, necesita irse.
Estaba enojada, sin duda, pero más con Alannah por caer en sus
estúpidos trucos. No estaba segura de cómo había conseguido que se
quedara, pero supuse que debía tener algo pendiente con ella. La están
presionando de alguna manera, y aunque me gustaba Alannah, ya que
éramos nuevas amigas, no me correspondía a mí decirle lo que tenía que
hacer.
—¿Puedo ayudarte?
—Sí. También lo enseño, pero hace tiempo que no bailo, así que me
gustaría practicar un poco.
Clarice extendió las palmas de sus manos. —Espera, cariño. Tal vez
deberías mostrarme lo que puedes hacer y conocer a tus alumnos primero,
y quizás deberías prepararte con algo de música antes.
—Tengo una clase el martes a las seis, otra el jueves a las seis y
tengo dos clases hoy. Una es para niños de entre cinco y diez años,
después del almuerzo tenemos los de once años en adelante. Cada clase es
de una hora con quince minutos y seré sincera, sólo hay un niño. Se llama
Jasper, tiene trece años y es un cabrón de mierda, pero tiene que asistir
como parte de su terapia, de lo contrario lo mandarán a una especie de
reformatorio. —Se encogió de hombros—. Es una mala elección para el
chico, pero al menos cuando viene aquí, puede ir a casa todas las noches y
estar enfadado con su familia que lo quiere en vez de con un montón de
gente que probablemente no tiene suficiente tiempo o dinero para
ayudarle. ¿Crees que puedes manejarlo?
—Bien, porque para ser honesta él no existe, eso fue sólo una
pequeña prueba, cariño. Jasper es un gran chico, un poco torpe para
bailar si soy sincera, pero se esfuerza y le encantan las boas de plumas, si
sabes a lo que me refiero.
Lori se detuvo y cruzó los brazos sobre su pecho. —¿Por qué eres tan
malo?
Me reí y la despeiné. —No soy malo, estoy jugando contigo,
Muñequita.
Con una nueva sonrisa, se dio la vuelta y tomó con cuidado el cisne
para llevarlo a la caja. Me paré junto a la puerta y vi a la vendedora
envolverlo mientras hablaba con Lori. Finalmente, regresó con una
pequeña bolsa en su mano.
—No hay nadie aquí —dijo y miró por encima de su hombro—. Acabo
de revisar los cubículos y están todos vacíos.
Asintió. —Lo siento, amor, pero ella no está aquí. ¿En qué puerta
estabas esperando?
104 en el brazo.
Habían pasado casi quince minutos desde la última vez que vi a Lori.
Con cada segundo que pasaba, los latidos de mi corazón se aceleraban y
105 me sentía más y más como si estuviera a punto de vomitar. Mamá se
había vuelto loca por el teléfono, pero Roger parecía tranquilo cuando le
pidió hablar conmigo. Estaban en camino y como sólo vivíamos a un par
de kilómetros del centro comercial, los estaba esperando pronto. Según
Mike, el hombre de informes, los de seguridad subirían cuando llegaran.
108 Mamá lo miró y luego bajó la cabeza para besar la mejilla de Lori
antes de salir furiosa del centro de informes, pasando junto a Mike, el
guardia de seguridad y el oficial de policía que estaba hablando en voz
baja.
7BMX es una disciplina del ciclismo que se practica con bicicletas cross con ruedas de 20
pulgadas de diámetro. El BMX abarca dos modalidades: carrera, cuyo objetivo es
completar el recorrido en el menor tiempo posible, y estilo libre, cuyo objetivo es realizar
acrobacias.
13
SARAH Traducido por P.A.S.
Corregido por Danita
Quería hacerle ver que no era su culpa. Era algo que podría haberle
pasado a cualquiera, pero no le importaba lo que yo dijera. Todo lo que
Adam podía hacer, lo único que hacía hasta donde yo pude ver, fue
defenderse. En realidad, no se defendió, sino que siempre dio el primer
golpe. Estuvo constantemente a la defensiva, desesperado por golpear
antes de que pudiera resultar herido, y yo me había expuesto de par en
par a su ataque.
Tenía que tener algo que lo redimirá, si no, ¿por qué iba a llenar
cada uno de mis pensamientos desde que vi su rostro arrugado por el
dolor ante las palabras de su madre? Me hizo pensar que no era tan malo
como quería que todos creyeran.
Tan pronto como llegué a casa, mamá quiso ver la ropa que había
comprado. No le dije que el encontrar a Lori me había distraído porque
entonces haría demasiadas preguntas, así que mentí y dije que no había
encontrado nada que me gustara. Le devolví el dinero que me había dado y
luego desaparecí en mi habitación para intentar no pensar en Adam
enrollándose con Mackenna. Tan pronto como los escuché por teléfono,
obviamente una conversación que él quería que escuchara, sentí una
inquietud en mi vientre. Me inquietaba y seguía haciéndolo desde
entonces.
—¿Por qué no? —pregunté, sin estar segura de por qué pensaría eso.
—Bueno, sí.
—Por supuesto que sí. Por eso actúa como si tuviera derecho en todo
lo que hace. —Puse los ojos en blanco, aunque Alannah no me veía—. ¿Y
te parece bien que diga cómo bailas? —Dejé escapar un largo y agitado
suspiro.
Alannah aclaró la garganta y pude sentir que estaba irritada por mí,
la chica nueva, cuestionando una estúpida regla con la que no tenía
ningún problema.
—Lo prometo. —No quería, pero ella tenía razón, no era su culpa y
era nueva en la escuela, así que no era asunto mío.
Pensé en decir que sí, pero mamá estaba en casa y había hecho un
gran esfuerzo para que cenáramos juntas todas las noches. Había
aprendido del error que cometió en el pasado de perderse en su trabajo
como contable, y ahora se aseguraba de cumplir con las horas normales
de oficina y estaba aquí para mí. Me sentiría mal si la dejaba sola cuando
me dijo que iba a hacer pollo asado para la cena.
—No puedo, lo siento. Tal vez otra noche, ¿si eso está bien?
Sabía que estar atraída por Adam Hudson estaba mal y que eso sólo
acabaría conmigo siendo herida y traicionada de alguna manera. Debería
haber intentado alejarme de él, pero era como si fuera una polilla a una
luz; sabía que me iba a quemar como en el infierno, pero no podía dejar de
quererlo, porque el dolor y el sufrimiento merecían la pena.
—Buen trabajo, bien hecho —dijo el Sr. Jameson—. Hay que ser una
persona madura para saber cuándo se necesita ayuda, así que fue una
buena decisión.
—¿A mí? —protestó Adam—. Él es el que está siendo una mierda con
las chicas.
—Las chicas —dijo Davies con una risa—. ¿Desde cuándo nos
preocupamos por las chicas?
Ellis dejó ir a Davies y levantó las manos. —¿Qué hice? Todo lo que
estaba haciendo era tratar de evitar que golpeara a Adam con la cabeza.
—Sí, sólo para que Hudson pueda golpearme —gimió Davies y puso
124 una mano sobre su ojo—. Este es un maldito y sucio grupo de cobardes.
—Bueno, bien por ti. —Conseguí pasar por delante de él—. ¿No eres
el listo?
—Pero dijiste que sí, eres el capitán, el rey de la escuela. Ellos dirán
que sí, ¿verdad?
Adam puso los ojos en blanco. —Por supuesto que lo harán, pero no
significa que no intenten actuar como un montón de idiotas y hacer sudar
a las chicas. Te prometo que pasará un tiempo. —Abrió la puerta y me hizo
señas para que la atravesara, pero yo dudé—. Mira, Sarah, no voy a
dejarte caminar sola a casa en un pueblo que apenas conoces, en una ruta
desconocida para ti, así que vamos.
127 —No soy estúpida. Puedo encontrar el camino a casa.
128
15
ADAM Traducido por P.A.S.
Corregido por Danita
—¿Por qué? —La miré y sentí que aumentaba la ira porque había
vuelto a sentirse amenazada y eso era porque no podía evitar abrir mi gran
boca—. Sarah, no necesitas sentarte prácticamente fuera del auto, no voy
a hacer nada, maldición.
Vacilante, se movió un poco al centro del asiento, no mucho, pero lo
suficiente para que soltara el aliento y sintiera que la tensión disminuía un
poco.
—¿Y qué?
133 Tragó y puso una mano contra su delgado cuello. Mis dedos se
movieron en el volante, queriendo acariciar su pálida piel. La necesidad de
tocarla se hacía más fuerte cada vez que la veía.
—¿Por qué dices mi nombre así? —Su voz era tranquila y tímida. El
cuero de su asiento chirriaba cuando se movía en él.
—¿Así cómo?
¿Qué mierda era lo que tenía esta chica que hacía que mi cabeza
estuviera tan confundida? En un momento quería aplastarla, romperla y
detener ese acto de valentía que intentaba hacer. Al minuto siguiente
quería ponerla contra mí y besarla hasta que gimiera mi nombre y me
rogara que me la follara.
138 Cuando se alejó de mí, sentí una oleada de ira en mi pecho como un
maremoto. Era jodidamente terca y su necesidad de desafiarme de repente
ya no era tan tentadora. Le había dicho que la llevaría a casa y necesitaba
respetar eso. Gruñí su nombre y se detuvo, tirando de sus hombros hacia
atrás.
—Déjame en paz.
Miró por encima del hombro y sacudió la cabeza antes de dar otro
paso lento e inestable.
¿Suficiente?
—Mierda.
—Espera.
Había una luz al final del callejón que conducía a una calle principal
en la parte trasera de los dos negocios. Estaba bastante oscuro, y Adam
me había llevado tan lejos que estaba segura de que no nos verían desde la
acera. Afortunadamente, su auto estaba aparcado de tal manera que la
vista del callejón estaba bloqueada desde la ruta, así que ningún
conductor nos habría visto, pero por alguna razón no me importó una
mierda.
Vi como Adam tomaba mi mochila y luego corría hacia mí. Me la
pasó, y me di cuenta de que sus jeans aún estaban desabrochados, al
igual que los míos. Busqué en el bolsillo lateral el pequeño paquete de
toallitas y saqué una, antes de dársela a Adam.
—Ven, vamos.
—Puedo caminar.
149
17
ADAM Traducido por P.A.S.
Corregido por Danita
Kirk sonrió y Ellis guiñó un ojo. —No hay nada de qué preocuparse.
Digamos que nos ocupamos de unos asuntos e hicimos algo que te va a
gustar.
154 pronto sabrá por qué está aquí. Y, además, hemos torcido un poco la
verdad.
Me sentí mal y me puse celoso. Enfermo por que habían hecho que
se angustiara y celoso porque era Alannah quien la consolaba y no yo. Los
sentimientos que nunca había sentido por nadie me amenazaron con
ponerme de rodillas. Me gustara o no, sabía que me importaba lo que le
pasara a la pequeña chica de cabellos dorados.
¡No!
Debajo había una foto de una noticia, que supuse que era de su
padre siendo sacado de una joyería en una camilla con una bolsa para
cadáveres, con las palabras: Michael Danes, 46, muere en un robo a una
156 joyería por querer unos pendientes para su hija de 17 años.
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18
SARAH Traducido por Pilar_GR
Corregido por Clau
Vete mamá.
160 Los pasillos estaban vacíos ahora, pero no hacía que caminar por
ellos sola fuera menos intimidante, sabiendo que solo un par de horas
antes habían estado llenos de alumnos que susurraban sobre mí y
chismorreaban sobre un montón de mentiras.
Me haces…
—Sé lo doloroso que fue para ti, así que no usaría esto contra ti.
—Joder —espetó.
Adam soltó una breve carcajada y supe que él no era el chico que
necesitaba que fuera. Me di la vuelta para irme, con el corazón palpitante
en mi garganta, y corrí por el polideportivo hacia las puertas. Cuando los
abrí, Alannah apareció en el pasillo, caminando en mi dirección.
—Me pediste que te encontrara aquí. —Me ahogué con mis palabras
165 cuando el aire quedó atrapado en mi garganta.
—No envié eso —dijo, mirando de cerca la pantalla—. Sin duda eso
no vino de mí.
—Esta mañana, ese tenía que ser él, y ahora esto. Tengo miedo por
ti, Sarah. No tienes idea de cuán manipulador puede ser.
167 deportivo.
Todo el equipo había dado el cien por ciento y había tenido uno de
mis mejores juegos de la temporada. Había marcado un gol, había
despejado uno de la línea y había puesto un centro desde mi posición en el
ala derecha que había aterrizado perfectamente a los pies de nuestro
delantero, Dante Duncan. Había sido jodidamente increíble y sin duda era
el hombre del partido. No había dejado de correr y abordar desde el saque
inicial y el segundo de sus dos goles, prácticamente había silenciado a los
fanáticos de Sexton High. Habían sido unos gritones durante los primeros
20 metros. Los partidarios de Maddison High se estaban volviendo locos,
nuestros sustitutos y el Sr. Jameson ya estaban celebrando, dirigidos por
Kirk cantando “Maddison… Eagles… Maddison… Eagles” y las porristas
gritaban igual de fuerte. Este iba a ser uno de nuestros mejores triunfos de
la temporada y estaba bastante seguro de que la fiesta de nuestro defensor
central, Brady O'Connor, sería una masacre.
Con euforia corriendo por mis venas, dejé caer mi cabeza hacia
atrás, miré hacia el cielo y me golpeé el pecho, donde estaba debajo de mi
camisa granate y dorada mi tatuaje de Maddison Eagles, por el que había
mentido sobre mi edad. Todos se volvieron locos. Vencimos cuatro a dos a
nuestros mayores rivales.
El banco y el señor Jameson no perdieron el tiempo en irrumpir en
el campo para palmearnos la espalda y arrastrar a Dante sobre sus
hombros por su actuación. No creía haber visto a todos tan jodidamente
felices de haber ganado un partido antes. Se sintió bien vencer a Sexton
High, y se sintió aún mejor verlos descender del campo hacia los
vestuarios, sin parecer tan arrogantes como cuando llegaron en su
minibús antes. No los habíamos vencido, en casa o fuera, en dos
temporadas, principalmente porque tenían un delantero y un
centrocampista que marcó para más de un club profesional. Esta
temporada, ambos habían ido al mismo club de la Liga EFL, y Sexton
volvió a ser el promedio.
—Bueno, fue genial. —Él movió los pies y miró por encima del
hombro—. Me iré y les contaré a tu mamá y a Lori las buenas noticias.
Supongo que vas a la fiesta.
—¿Estás bien?
Él asintió y dio un paso atrás. —Sí, perdón por eso. De todos modos,
no llegues demasiado tarde, todavía tienes escuela mañana.
Kirk levantó la ceja. Sabía que rara vez hacía algo que mi madre me
pedía, pero no había forma de que le dijera que me estaba perdiendo el
alcohol y las chicas solo porque había una cara perdida de la multitud esta
noche, y no había sido la de mi madre.
Agarré una de las sillas, me dejé caer sobre ella y apoyé mis brazos
en la repisa de la ventana, agachándome para que mi barbilla estuviera
sobre mis manos. Inmediatamente mis ojos encontraron a Lori justo al
frente, poniendo todo en los movimientos que estaba haciendo. No estaba
seguro de que lo estuviera haciendo completamente bien. Estaba subiendo
y bajando, doblada por las rodillas en un movimiento brusco y sus brazos,
doblados por el codo, hacían lo mismo. Fue solo cuando miré al niño al
lado de Lori, un niño que parecía tener un mejor talento para eso, me di
cuenta de que era el robot lo que estaban haciendo. Esbocé una gran
sonrisa mientras veía la concentración en el rostro de mi hermana
pequeña. A ella le encantaba, aunque no fuera tan buena; Según mamá,
ella tampoco iba a ser bailarina de ballet, aparentemente era demasiado
pesada.
—Puedo ver por qué —murmuró el tipo por lo bajo, pero lo escuché y
me di la vuelta en mi asiento para mirarlo.
Dio un paso atrás ante mi repentino movimiento y cuando lo
inmovilicé con los ojos entrecerrados, al menos tuvo la sensatez de sentir
pena.
175 dentro de ella, inconscientemente pensé que tenía algún derecho sobre
ella, pero eso estaba lejos de la verdad. Ni siquiera estaba cerca de que ella
me perdonara lo suficiente como para hablar conmigo, y mucho menos
cualquier otra cosa.
Cuando entré en el pasillo, Lori entró saltando por la puerta con una
gran sonrisa en su rostro.
—Hey, Muñequita.
—Bien. —Ella suspiró de nuevo—. Oh, por cierto, ella dijo que no a
las hamburguesas, así que la próxima vez que quieras llevar a mi
profesora de baile a una cita, pregúntale tú mismo.
Dudé, sin tener idea de qué decir porque podría dejar caer a Tyler,
Ellis y Kirk desde una gran altura si decía algo incorrecto. Sarah solo
necesitaría una visita a la señorita Daniels para que el jefe investigara más
a fondo y, quién sabe, podría descubrir fácilmente la mierda que Kirk hizo
con la computadora de la escuela y el circuito cerrado de televisión. Eso
derrumbaría todo el castillo de naipes, especialmente para Ellis, por
muchas otras razones. Solo esperaba que no hubiera algún tipo de cámara
en la oficina de la fotocopiadora de la Sra. Stubbs, especialmente si
179 combinaba mi cara con las fotos de trasero fotocopiadas que habían sido
publicadas en toda su oficina.
—Pero por qué. ¿Por qué lo sientes? —gritó mientras aplastaba sus
palmas sobre su rostro—. Así tratas a las chicas. Las manipulas y luego
las haces sentir mal por eso.
Ella dejó caer las manos y me miró y por un segundo pareció que
podía llorar, pero no lo hizo. Sus hombros retrocedieron y enderezó su
columna vertebral para mirarme de nuevo.
—Fui estúpida por hacer lo que hice contigo. —Se inclinó más cerca
de mí—. Fue un error estúpido de juicio, pero no volverá a suceder. No
seré otra de tus víctimas, Adam —dijo lenta pero segura—. Tuviste tu
oportunidad conmigo, ahora déjame en paz porque no me uniré a tu
pequeño grupo chupa pollas.
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SARAH Traducido por Pilar_GR
Corregido por Clau
—Lo pospuse todo el tiempo que pude, al final tuvo que enviar a
Roger para obligarme a venir. En cambio, él se ofreció a hacerlo, pero
bueno, sabes cómo me siento con respecto a él. Supuse que mataría una
hora un sábado por la noche.
Adam rio. —Tu mamá lee sobre autos y… —Se agachó para mirar la
portada—. ¿Pesca?
Lo miré para ver una gran sonrisa en su rostro. Una sonrisa que
arrugó sus ojos. Parecía feliz y despreocupado con sus brazos en el suave
jersey de lana sobre una camiseta blanca levantada para mostrar sus
fuertes antebrazos.
Miré por encima del hombro hacia donde quería que fuéramos y
contuve el aliento. Era solo una pequeña tienda, pero estábamos en el
último pasillo, por lo que posiblemente podríamos llegar sin ser vistos.
—Lo sé. Y sé que esto debe ser lo peor que te pueda pasar, pero
estaremos bien. Lo prometo, cuidaré de ti. —Su voz era suave y persuasiva
y cuando su mano ahuecó mi mejilla, no pude evitar inclinarme en su
toque—. Bien, tómalo con calma y quédate lo más callada que puedas. —
Bajó la mirada a mis pies y sonrió—. Gracias a la mierda, eres de esas
chicas a la que le gustan las zapatillas y no esos malditos zapatos de
prostituta.
Lentamente me dejó caer sobre mis pies y puso una mano firme
sobre mi cintura mientras levantaba las cejas en una pregunta silenciosa.
Asentí y sentí su mano envolviendo la mía. Cuando me volví para mirar al
pistolero, me sorprendió ver lo delgado que era, pero mis ojos pronto
dejaron su cuerpo y su rostro enmascarado para enfocar el arma en su
mano.
Adam cerró los ojos y respiró. Una vez más, me atrajo hacia él y me
187 dejó un largo beso en la frente.
—Nueve. Diez. Eso es… —dijo con orgullo como si acabara de dar
mis primeros pasos—. Mantén tu respiración así, lenta y profunda, eso es.
—Ahora, dije.
188 —Ya vamos, bien. Vamos —me dijo y agarró mi mano con fuerza,
dándole un apretón tranquilizador.
Me devolvió una suave sonrisa, lo que hizo que sus ojos brillaran, y
dio su respuesta apretando mi mano nuevamente. Cuando nos tiramos al
suelo, se volvió hacia la pareja de ancianos y ambos estaban pálidos y
demacrados.
Adam se inclinó más cerca de mí. —No tiene idea de lo que está
haciendo —susurró.
—Adam no. —Sacudí la cabeza con los ojos muy abiertos—. Por
favor.
—Puedo con él, Sarah. Soy más grande que él, está drogado y es
jodidamente estúpido.
—¿De verdad crees que solo me voy a ir para que ustedes llamen a la
policía? —respondió—. ¿Piensas que soy estúpido?
191 —Lo siento —dije y agarré sus bíceps—. No podía dejarte intentarlo.
No podría verlo dispararte.
—No vamos a morir, Sarah —dijo con una pequeña risa—. Nos
vamos a casa pronto.
—Dije que jodidamente no hables. —El pistolero nos acechó con la
bolsa en una mano y la pistola apuntando a Adam en la otra—. Necesitas
estar quieto a menos que quieras ser el primero.
—No —lloré levantando mis manos hacia él, con las palmas hacia
adelante—. Por favor no. Estaremos callados.
Considerando que no hace mucho tiempo quería estar allí con él,
quería morir, pero ahora estaba mejorando cada día. Quería vivir, crecer y
seguir perdiendo el dolor alrededor de mi corazón. Tenía los ojos bien
cerrados, pero podía sentir en mis huesos que el frío acero del arma me
192 apuntaba. Sabía sin ninguna duda que la bala saldría del cañón e iría
directo a mi corazón. Yo era a quien elegiría matar primero.
—Oigan, ustedes dos necesitan venir aquí y que los revisen —dijo un
oficial de policía—. Vean a los paramédicos, pero luego tendremos que
hacerle algunas preguntas, ¿está bien?
Cerca del final, cuando nos apuntó con esa pistola, mantuve mi
197 mirada fija en él todo el tiempo. Si iba a dispararme, me miraría a los ojos
mientras lo hacía, pero no había duda de dónde apuntaba su arma, y no
era a mí. Él iba a matar a Sarah y hacerme mirar, solo para probar un
punto en algún tipo de jodido concurso de meadas. Simplemente no podía
sentarme allí y mirar eso, así que me lancé por él. Gracias a Dios, estaba
loco por algo porque con lo errático que estaba, sus reflejos eran lentos, y
no me había visto venir cuando lo golpeé en la polla y lo envié volando. No
había necesitado mucho para apuntar desde el pecho de Sarah al suyo y
con todo el empujón había apretado el gatillo y… bang, estaba muerto.
—Un poco. —Hizo una pausa durante unos segundos, pero aún
podía escuchar su respiración—. ¿Tú tampoco puedes dormir? —preguntó
finalmente.
—Lo hice, pero tuve una pesadilla, supongo que ser asaltado en un
Tesco Express al conseguir leche te hará eso.
—Sí —suspiré—. Dijo que él también estaba sin hogar. Todas las
198 mejores personas vienen a Maddison Edge.
—Está bien. Lloró mucho y tuve que evitar que durmiera en la silla
al lado de mi cama, pero sobre todo está enojada. Además de estar en
peligro, ha resucitado mucho odio hacia el hombre que también le disparó
a mi padre. Lo trajo todo de vuelta y desenterró algunos recuerdos y
sentimientos de mierda.
Sarah hizo un suave gemido y pensé que tal vez iba a llorar, pero
siguió hablando, su voz llena de resignación.
Sarah soltó una carcajada. —Creo que puedes decir con seguridad
después de esta noche y cómo me ayudaste, que somos amigos. Estoy
bastante segura de que estaría muerta ahora si no fuera por ti.
—Creo que eres una mejor persona de lo que crees que eres. —Su
voz sonó baja—. Y no tengo miedo de que lo hagas. Después de esta noche,
me di cuenta de que la vida es demasiado corta como para tener secretos,
particularmente aquellos que te retienen, los que te hacen ahogarte en la
miseria. Todo lo que haces es pasar tu tiempo escondiéndote de la vida e
intentando asegurarte de que nadie descubra tu verdadero yo. Es lento y
agotador.
—No tienes que decirme. —Mi corazón se retorció por ella; Era obvio
que, fuese lo que fuese, le causaba mucho dolor. El dolor que tuvo que
soportar además de eso lo sintió por la pérdida de su padre.
—No como tal, pero —suspiró—, ese es otro secreto, pero supongo
que no puedo dar uno sin el otro.
Algo se estrelló dentro de mi cerebro. Lo que sea que fuera tenía que
ser demasiado grande para contarle a un estúpido idiota que disfrutaba
intimidando a las chicas y haciéndolas sentir como una mierda. —No,
Sarah, no tienes que decirme. No quiero que me lo digas.
202 Cerré los ojos contra las palabras que sabía que vendrían. Había
llegado tan lejos y si había aprendido algo sobre Sarah en las últimas
semanas, era que era valiente, y vería que no decirlo era de cobardes.
204 Sarah sonaba derrotada y deseé haber ido a hablar con ella con
todas mis entrañas. ¿Cómo podría abrazarla y consolarla a dos millas de
distancia?
—Jodidos coños.
Sarah se echó a reír. —Sí, bueno, esa es una palabra para ellos.
—Sí, donde solía vivir. El pueblo del que me tuve que ir.
—Bastardo.
—En lo que respecta a la ley, no hizo nada malo, excepto que, según
él, tuvo una relación sexual con un alumno.
—Ya paso.
—Te lo dije, creo que eres una mejor persona de lo que realmente
sabes, Adam, y me salvaste la vida, así que creo que te debo una.
—Sí, y eso fue para salvarme a mí y a todos los demás en esa tienda.
—Si no quieres que la gente sepa, hay una razón para eso, una
razón que es tan importante para ti como la mía para mí.
208
Adam se rio al final de la línea. —Eres jodidamente increíble, ¿lo
sabes?
—No sé sobre eso. Sólo sé que mi padre hubiera querido que luchara
y me costó hacer lo que hice para darme cuenta de eso. Sabes, creo que él
me miraba con desprecio todo ese tiempo, especialmente esa noche que
traté de terminar con todo. —Sonreí al pensar en lo protector que siempre
había sido y posiblemente todavía era mi padre.
—Yo, mierda, Sarah —dijo Adam con una suave risa—. Odio decir
esto, pero eso es…
—¿Irónico? —Me reí a pesar de hacer una mueca—. Sí, sé que por
eso me gusta pensar que fue mi papa quien me ayudó. Entonces, dime tu
secreto. ¿Qué es lo que te tiene despierto por la noche?
No estaba segura de cuánto tiempo más podría aguantar, porque
decirle a Adam todo me había exprimido como un trapo. Me sentía cruda y
cansada, pero sabía que era importante para él decírmelo.
—Eso debe haber sido horrible. Dios, Adam, ¿solo tenías cinco años?
209 —Sí, fue malo, y recuerdo haber llorado durante toda una semana,
pero mamá seguía diciendo que estábamos mejor sin él. Aunque no le creí.
El hombre me enseñó a jugar fútbol y a andar en bicicleta, me amaba y yo
lo amaba. Lo creas o no, eso no es lo que me tiene tan jodido en la cabeza.
—Suspiró y luego continuó—: Cuando se fue, mamá comenzó a salir con
todos estos hombres diferentes, el primero a largo plazo era un tipo
llamado Dean, él fue genial y me llevó a pescar o a partidos de cricket a
pesar de que ambos me aburrían. Duró alrededor de seis meses hasta que
no pudo soportar más el estado de ánimo de mi madre. Jimmy fue el
siguiente y duró mucho más. Se quedó por tres años y es el padre de Lori.
No me gustaba tanto, pero estaba bien y no me gritó ni me golpeó; en
realidad no se comunicó conmigo de ninguna manera para ser honesto.
Entonces mamá descubrió que estaba embarazada y Jimmy se fue. Se
llevó un montón de nuestras cosas con él, incluida mi Xbox, algunas de
las joyas de mamá y nuestro televisor, pero nos dejó algo; toda una carga
de deudas, oh y a Lori, por supuesto.
—Lo sé, y todo se debe a mi mamá. Ella quemó sus fotos, Sarah. Ella
le dejó muy claro que no podía volver a verme, no le importaba cómo me
211 afectaba que fuera una perra con él.
Ahora entendía por qué era tan hostil con Roger. Probablemente no
212 confiaba en él para que no se fuera como los otros cuatro hombres que se
suponía que habían sido su padre.
—Ella nunca me creyó la segunda, tercera o cuarta vez, así que dejé
de decirle después de eso —continuó Adam—. Aunque a veces pienso que
ella lo sabía. Sin embargo, Eric trajo buen dinero a la casa, dijo que la
amaba y que cuando Lori nació, admitió que no tenía mucho interés en
ella, pero no odiaba que ella estuviera cerca. ¿Por qué mamá arriesgaría
eso por un niño bobo de nueve años? Me pegaba casi dos o tres veces a la
semana, a veces peor que otras, pero nunca donde se viera. La única vez
que pareció preocupado fue cuando me golpeó en la nuca con el cinturón y
la hebilla me abrió la cabeza. Era una cosa cuadrada fea y grande con su
inicial en el medio.
—No, ella dijo que nunca lo supo porque Eric siempre lo hacía
213 cuando ella no estaba cerca. Sin embargo, debería haberse preguntado por
qué me había vuelto tan introvertido y de mal humor de repente. Incluso la
mamá de Ellis notó el cambio en mí, y solo habíamos sido amigos durante
unos meses. Sin embargo, como dije, tal vez el miedo a perder a Eric era
peor que la idea de que su hijo fuera golpeado.
—El día que cumplí catorce años. Para entonces yo tenía casi un
metro ochenta de altura, así que cuando vino hacia mí, lo golpeé primero
—respondió Adam, su tono bajo y duro.
—Sí, cinco años, Sarah. Cinco años que actúe como un marica. Dejé
que ese hombre me pusiera las manos encima y lo escondí porque tenía
miedo de que si decía algo dejara a mamá, y entonces Lori no tendría un
padre, o peor aún, nos mandarían a casas de cuidado y Lori y yo nos
separaríamos. No habría sido capaz de soportar eso, y no quería tener que
mudarme de nuevo; me encantaba estar aquí. Era el primer lugar que se
214 sentía como un hogar desde que mi padre se había ido. Tenía amigos, los
niños me querían y… —suspiró—. Los niños me tenían miedo. Ya sabes lo
que dicen, el acosado se convierte en el matón, bueno, eso era cierto para
mí. Me golpeaban en casa, pero en la escuela, incluso entonces, yo
gobernaba los pasillos. Una vez que llegué a la escuela secundaria,
empeoré porque me junté con estudiantes de sexto grado que pensaban
que su mierda no apestaba, supongo que su actitud se me contagió.
Todo sobre Adam encajó en su lugar. Todas las razones por las que
trataba a las chicas como si no fueran nada. Por qué siempre daba el
primer golpe. Por qué humillaba a las chicas cuando terminaba con ellas.
Era todo lo que había conocido durante gran parte de su vida. Era la forma
en que su madre había sido tratada por todos los hombres con los que
había estado, aparte de Roger, y en cuanto a él, Adam simplemente no
confiaba en que no sería como todos los demás y finalmente los dejaría.
Suspiré porque tenía razón. —Sí, tienes razón, ¿pero cinco años?
—Y qué hay de mis amigos —gruñó él—. La gente les tiene miedo,
por mi culpa. Tienen a todas las chicas en la escuela detrás de ellos, por
mi culpa.
—No quiero una maldita simpatía —soltó—. Solo quiero vivir mi vida
como quiero, pero si no puedo no veo cómo voy a cambiar.
—¿Cómo?
—Sí, y tal vez nos veremos para tomar un café alguna vez. Aunque
me estoy tomando un año, entonces podrías estar esperando por un
tiempo.
—¿Lo estás?
—Sí —respondí pesadamente—. Después del año que tuve, mamá y
yo estuvimos de acuerdo en que no estaba lista para la universidad.
—Ni idea. Solo sé que mamá piensa que soy una mierda en la
escuela y que solo soy capaz de tener un trabajo de mierda durante los
próximos cincuenta malditos años.
—No puedo creer lo tranquila que estás. —Me miró con cautela
mientras dejábamos caer nuestros libros sobre el escritorio—. Pensé que te
estarías volviendo loca y tal vez ni siquiera vendrías a la escuela hoy.
Si tuviera que apostar por eso, diría que lo ha usado para verse aún
más sexy debido a toda la atención que seguramente recibiría hoy; pero
elegí callarme. Si Alannah no entendía cuánto Adam me había ayudado
esa noche, Amber ciertamente no lo haría.
Tú haces…
Adam puso los ojos en blanco y se volvió hacia él. —Sí, solo dame un
segundo.
—Oh, mierda. ¿Tenemos que jugar bien con ella ahora que los ha
unido un arma apuntando a sus cabezas? —dijo Kirk con una carcajada.
—Me pregunto por qué soy amigo tuyo a veces. —Adam se enfrentó a
Kirk—. No eres más que un imbécil.
224 —Parece que tenemos una mesa nueva, muchachos. —Ellis golpeó la
espalda de Kirk—. Entonces, tomemos algo comida antes de que me coma
tu maldita cabeza grande y gorda.
—Oh, Dios mío —susurró Alannah—. ¿Qué demonios has hecho con
el verdadero Adam Hudson?
—¿Qué es? —No era amante de los postres y esto se parecía a una
mancha marrón en medio de natillas.
—Jam roly-poly11, aparentemente —respondió Kirk con una mueca—
. No para mí, pero pensé que te gustaría.
226 —¿Y por qué eso me impediría hacer que te muevas? —Se echo
hacia atrás.
11El jamón roly-poly, el pudín de manga de camisa, el brazo del hombre muerto o la
pierna del hombre muerto es un pudín británico tradicional, probablemente creado por
primera vez a principios del siglo XIX.
Había dicho todo lo que quería en una frase y su ego debió pensar
que eso debería ser suficiente explicación. Aparentemente, él tenía razón,
era perfectamente suficiente, porque Alannah levantó silenciosamente su
cuchara y comenzó a comer su ensalada de frutas.
—Bueno, ¿qué tal una disculpa para empezar? —Los ojos marrones
de Amber brillaban de ira cuando se inclinó sobre la mesa más cerca de
Adam—. Hiciste de mi vida una miseria, y entonces ¿solo porque casi
recibes una bala en la cabeza, se supone que debemos perdonarte? Ah, y
227 para tu información, el hecho de que no te mataran a tiros es muy
desafortunado.
—Por supuesto que lo sabe —dijo Kirk con una sonrisa—. Recibió el
mismo memorando que todos los demás.
—Kirk —gruñó Adam—. ¿Por qué no mantienes la maldita boca
cerrada?
—Lo siento.
—Um, encantador.
Kirk continuó mirándome mientras comía dos cucharadas más y me
pareció extraño que estuviera tan interesado en lo que pensaba de su
oferta de paz, pero cuando sentí que la picazón comenzaba en el fondo de
mi garganta, supe exactamente qué había hecho.
—Dámelo, yo lo haré.
Sarah asintió y miró a la Srta. George con alivio en sus ojos. Podría
besar al Sr. Raymond por sugerirlo.
—No tienen ningún puto sentido del humor —Hizo una mueca—.
Estaba bien, y la jodida ambulancia no habría sido necesaria si le hubiera
dicho a alguien dónde estaba su EpiPen.
Niebla roja cayó como una cortina delante de mis ojos, y no pude
detenerme. Alannah trató de agarrarme y Amber gritó mientras me
lanzaba sobre la mesa y enviaba las sobras del almuerzo volando. Los
taburetes volaron por la sala y la mesa se volteó mientras agarraba de la
camisa a Kirk por el cuello y tiraba de mi puño hacia atrás.
—Oh Dios, mi madre es igual —Me incline para desatar los cordones
de mis Dr. Martens—. Se asusta si piso sus relucientes baldosas.
O era el mejor actor del lugar o estaba siendo honesto conmigo. Sus
ojos eran oscuros y había un juego en su mandíbula que decía que no
debía cuestionarlo, así que no lo hice. Todavía había una pequeña parte de
mí preocupada de que repentinamente se deshiciera de la nueva imagen
mejorada que estaba intentando, y usar todo lo que había hecho o dicho
en mi contra.
—No puedo entender por qué me siento así —dijo Adam, su voz un
susurro silencioso junto al tic-tac de un reloj en la repisa y el suave
gemido de la calefacción—. Quiero decir, no se puede negar que eres
hermosa, Sarah, pero no se trata sólo de que me hagas poner duro… y
caliente. Esto es sobre ti haciéndome desear un cambio. Por la noche me
quedo despierto pensando en ti, desesperado por el amanecer, no sólo para
poder verte, sino para empezar a hacer cambios en mi vida y en mí. Tengo
que ser digno de ti antes de poder tocarte.
Sus palabras eran duras y groseras, pero fueron dichas con verdad y
dulzura.
—También lo quise.
Los labios de Adam se elevaron en una ligera sonrisa, pero pude ver
en sus ojos que recordaba lo caliente y sexy que había sido esa rápida
caída de diez minutos.
246 Arqueó una ceja. —Ya ves lo bien que me conoces después de unas
pocas semanas. Mi propia madre no lo entiende, me ve como su mocoso
problemático que podría dirigir su lindo bote de vida doméstica hacia las
rocas.
—Estoy lista para todo —dijo Sarah, sus labios rojos e hinchados
por mis besos. Si no hubiera tenido el anhelo de mi vida por estar dentro
de ella, habría arruinado el momento.
Con la mirada fija en ella, dejé caer un beso con la boca abierta en
su esternón, y sus pestañas revolotearon mientras dejaba escapar un
pequeño suspiro. No sé cómo diablos no me arranqué la ropa y sus bragas
y me metí dentro de ella, pero de alguna manera, en algún lugar, encontré
el control que necesitaba. No sólo quería tomarme mi tiempo con ella, sino
que necesitaba que fuera despacio, aunque no se diera cuenta. Sería su
primero desde él, y tenía que borrar esos los recuerdos.
—Um hmm.
Con mi polla deseando ser liberada, bajé del sofá y levanté las
piernas de Sarah para que descansasen sobre mis hombros. Estaba
demasiado metida en la madriguera del placer para cuestionarme o
preocuparse por lo que iba a hacer, pero sentí que lo necesitaba tanto
como ella. No había bajado con muchas chicas, no es que fuera un
chovinista ni nada de eso, pero, extrañamente, la mayoría de las chicas de
diecisiete años eran un poco tímidas a la hora de dejar que un muchacho
bajase. Nos encantaba, pero según el hermano mayor de Kirk, las chicas
aprenden a amarlo más a medida que crecen. Sarah, por otro lado, no
parecía tener ningún problema con ello, porque tan pronto como mi lengua
la lamió como si fuera el chupete más dulce que jamás hubiese probado,
jadeó y arrastró sus dedos por mi cabello, empujando mi rostro más cerca.
Joder, no sabía cómo el chupete más dulce, era el más dulce. Era
caliente, dulce y delicioso, y mientras mi lengua se movía arriba y abajo en
largos golpes, sabía que había encontrado el cielo.
Cuando salí de mi ropa mantuve mis ojos en ella, que sólo tenía ojos
para mi polla. Cuando su mano fue instintivamente a su pezón y comenzó
a rodarlo entre las puntas de sus dedos, gruñí. Joder, no tenía ni idea de
lo sexy que era o de lo atado que me tenía, y eso era antes de estar dentro
de ella.
—Sí —clamó.
—Sé que dices las palabras, Sarah, pero necesito verlo en tus ojos
también. Cuando me ponga este condón quiero seguir viendo ese deseo, y
cuando me acueste encima de ti y esté a punto de entrar, tengo que ver
qué quieres lo mismo.
254 —Sí, y es jodidamente delicioso —Me eché hacia atrás y, con una
sonrisa, le pasé el envoltorio de papel de aluminio—. Hazlo tú.
Tan pronto como di mi primer empujón, supe que esta sería la mejor
sensación que jamás hubiera experimentado. Pasará lo que pasara, Sarah
siempre sería el mejor sexo que tendría por lo que significó para ambos;
fue el principio del fin de nuestro dolor.
Asintió, pero no habló; estaba sin aliento y sin huesos mientras sus
brazos caían a los lados.
257 recuerdos.
Se levantó del sofá y buscó su ropa. Antes de que llegara muy lejos,
la enganché por la cintura, tirándola hasta que se puso a mi altura.
—Lo sé y lo siento —Hice algo que nunca había hecho antes y froté
mi nariz con la suya. Pensé que me sentiría estúpido haciendo algo así,
pero se siente bien e íntimo—. Eres demasiado fácil para terminar.
Parpadeó rápidamente tres veces, y me imaginé que estaría a punto
de ser golpeado de nuevo, así que salté rápidamente con otra disculpa.
—Quiero que hagamos esto una y otra vez, pero no como follamigos
o un rollo semanal. Quiero que salgamos, que estemos juntos, que seamos
mutuamente exclusivos. Novia y novio. —Las palabras que salieron de mi
boca me sorprendieron, y tuve que admitir que me sentí un poco inseguro.
Nunca quise salir con nadie, y mucho menos ser exclusivos. No era yo,
pero Sarah me hizo quererlo, aunque sólo con ella.
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Esperaba que sonriera o, al menos, dijera que estaba bien, pero se
quedó ahí parada y me miró fijamente. Sus dedos se entrelazaron juntos,
pero sentí una gran sensación de alivio al ver que no se frotaba la muñeca;
la cicatriz de su dolor.
—Sarah, di algo.
—Sí, lo quiero.
—¿Por qué? —preguntó, y miró el reloj otra vez—. Oh, mierda, ¿tus
padres llegarán pronto a casa?
Habíamos pasado una tarde increíble, una vez que Adam me dijo
263 que su familia se había ido el fin de semana y lo habían dejado olvidado, y
que no tenía que preocuparme porque su madre nos encontrara. Hubo dos
rondas de sexo, lo que significó que tuvimos que recalentar la pizza, pero
disfruté especialmente hablando y conociéndonos mejor.
—Me alegra que pienses que soy valiente, porque tengo que ser
honesta, no me siento así la mayor parte del tiempo.
—No era eso lo que quería decir —dije, con mis ojos todavía atentos
a la cara de Adam—. Y lo sabes. Y si no lo sabes, entonces todo esto tal vez
fue demasiado pronto.
Adam puso los ojos en blanco, pero no dijo nada mientras me veía
trazar con mi dedo su tatuaje del águila. Me fascinaba la delicada
complejidad de las plumas del pájaro. Sus garras, tan vivas, parecían
como si estuvieran realmente agarrando un balón de fútbol.
—¿Por qué piensas que está mal, hmm? —Besó mi frente y me rodeó
con sus brazos, envolviéndome con seguridad desde este mismo momento.
—Porque… —Luché por decir las palabras. No porque no pudiera
encontrarlas, sino porque estaba preocupada de que creyese que eran
ciertas—. Porque si estoy feliz por tener sexo contigo, queriendo tener sexo
contigo, ¿significa eso que también disfruté lo que me hizo? ¿No fue tan
malo si puedo hacerlo de nuevo tan sólo unos meses después?
—Pasaré el día contigo. Te dije que lo haría, así que eso es lo que voy
a hacer.
—¡Adam!
Cuando le dije a Sarah que nunca había tenido tanto sexo en un fin
de semana como el que había tenido con ella, dejé fuera una gran
información: fue el mejor jodido sexo que había tenido. No sabía por qué no
se lo había dicho, quizás porque seguía siendo un imbécil de corazón o
273 porque estaba avergonzado de que las experiencias con las que tenía que
compararlo no fueran más que polvos sin sentido.
El punto era que por eso no le había dicho a Sarah que el sexo con
ella era lo mejor, porque cualquier cosa antes de ella no contaba de todos
modos. Estaba bien enganchado y era un buen trabajo que no hablara con
Kirk, porque viendo mi mirada, con una sonrisa estúpida y sentimental,
me daría mierda todo el día.
Alannah nos había gritado a los dos, pero sobre todo a Sarah, y yo
estaba muy cerca de traer al malvado Adam para advertirle. Las cosas que
había dicho no eran incorrectas; yo era un imbécil, un bastardo malvado,
274 un cabrón, quién sabría que Alannah tendría un vocabulario tan amplio, y
un abusón. No tenía ni idea de si volvería a mostrar esas tendencias, pero
sabía que no podía soportar la idea de herir a Sarah, nunca.
Lo que dijo Alannah había sido algo totalmente injusto, sobre todo
porque sabía lo que Sarah había pasado por ese maldito profesor suyo.
También estaba jodidamente petrificado porque su comentario hiciera que
Sarah se sintiera culpable. Sabía que Alannah no tenía ni idea de que
Sarah había sido violada, y probablemente no lo habría dicho si lo hubiera
sabido, pero no lo sabía, y lo hizo. Había vigilado de cerca a Sarah el resto
de esa noche y el día siguiente en la pista de hielo. Le pregunté cada pocos
minutos si estaba bien, y su respuesta siempre había sido sí, pero sus ojos
estaban helados y su voz vacía de sinceridad.
Llegué al pasillo de sexto curso sin encontrarme con Ellis, Tyler o
Kirk, y me alegré. Sólo había una persona a la que quería ver, y era
hermosa, rubia y llevaba ropa demasiado grande para ella. Cuando doblé
la esquina, allí estaba. Sentí que un peso se eliminaba de mis hombros.
Avancé con una gran sonrisa en mi rostro, pero vacilé cuando Alannah se
acercó a ella.
Alannah empujó sus gafas por la nariz y frunció el ceño. —Ella sabía
lo que me hiciste.
276 que ella se lo pidió? —Me señaló con un dedo acusador—. ¿Qué le hiciera
pis encima? Es por eso por lo que pasa el almuerzo sola y no tiene amigos
en esta escuela.
—¿Y todavía quieres estar con él? —La cara de perra de Alannah de
repente se animó—. Vamos Sarah, vámonos.
277 el pasillo.
—No creí que fuera importante. —Sabía que era una respuesta de
mierda, pero no tenía nada más que ofrecer.
Dejé escapar un suspiro y supe que todo lo que ella decía era
verdad. Debería odiarlo por lo que les había hecho y por cómo me había
tratado con todo el asunto de Mackenna, pero no podía. Pensaba en él
todo el tiempo, quería estar con él todo el tiempo; ansiaba su sonrisa y
estaba enfadada con él. Sabía que había orquestado algunas cosas
horribles para que les sucedieran a las chicas de esta escuela, pero
conmigo era diferente. Me trataba con cuidado y respeto. Era gentil y
paciente, pero, ¿cómo se lo explicaba a las dos chicas que estaban delante
de mí, sin parecer que era como ellas y que él me controlaba?
—Ten cuidado, Sarah. Puede parecer el Sr. Buen Tipo ahora, pero
una vez que se aburra de ti usará lo que pueda en tu contra. Si tienes más
secretos que lo que le pasó a tu padre, me aseguraría de que Adam no se
entere.
No tenía sentido decirle que él ya sabía mi secreto más oscuro, y yo
sabía el suyo. Tenía la sensación de que, si alguien descubriera lo que
compartíamos, Adam arreglaría esa mierda mucho mejor que yo.
—Se ha dado cuenta de que eres un idiota, Adam, ¿así que por qué
no vas y planeas su muerte?
—Sarah —gruñó.
283
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ADAM Traducido por LetM Sleep
Corregido por Sanma
Era el día del partido e íbamos a jugar contra The Saints, del colegio
St. Jude. Dos puestos por detrás de nosotros en la clasificación de la
Primera División para el título del Noroeste, no dábamos nada por sentado,
sobre todo porque un nuevo delantero se había unido a ellos al principio
284 del último trimestre. Era rápido en el campo con el balón, y había marcado
en todos los partidos que había jugado. Había cambiado sus actuaciones,
llevándolos a tres puestos en la división hasta el cuarto.
285 —Es mi madre, olvidé que tengo una cita de terapia esta tarde. Me
recogerá en el almuerzo para ir allí.
Sarah había decidido ser sincera sobre nuestra relación con la Sra.
286 Danes porque ese era su trato, no más secretos, y para ser honesto, lo
tomó mejor de lo que esperaba. Me invitó a cenar, me dijo que no le hiciera
daño a su hija, y que cada vez que me acercara a la habitación de Sarah
debía dejar la puerta abierta. Al menos no nos hizo sentarnos en la sala de
estar y ver la televisión con ella.
13
Parental Guidance. Abreviatura de orientación parental. Se refiere a que contiene partes ligeramente
sexuales o violentas que los padres podrían considerar no adecuadas para niños pequeños.
hicimos lo que pudimos para evitarnos. Ellis y Tyler habían intentado que
nos diéramos la mano y lo olvidáramos, pero aun así tenía un moretón
alrededor del ojo, una costra en el labio y podría haber perdido a la chica
que empezaba a significar todo para mí. Era un imbécil en lo que a mí
respectaba, y se necesitaría un serio arrastramiento para que olvidara lo
que había hecho.
Sarah giró sus labios entre los dientes y asintió, pero cuando Kirk se
volvió hacia mí, crucé mis brazos sobre mi pecho y lo miré fijamente.
Kirk se lamió los labios y metió las manos en los bolsillos de sus
jeans. —Así que, ¿ustedes dos son realmente una cosa entonces?
Noté que su tono era un poco más duro de lo que había sido cuando
Sarah había estado allí, pero le di un solo asentimiento y con un poco de
duda le di la mano.
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—Parece que alguien está aquí para verte. —Señaló hacia la puerta
del pabellón de deportes y cuando seguí su gesto, mi corazón dio un salto
al ver a Sarah.
—No. Necesito más que eso. —Me incliné y empujé mi lengua para
abrir su boca, buscando algo mucho más satisfactorio.
—No, dijo que estaba a unos quince minutos, así que deberías
volver, pero te veré más tarde.
Dudé y casi estuve de acuerdo con ella, pero con una rápida mirada
al pabellón de deportes, sacudí la cabeza.
—Sí, lo sé, pero puede que quiera probar esos malditos y hermosos
labios tuyos antes de que te vayas.
Suspirando suavemente, extendió su mano y con gusto la tomé en la
mía, llevándola por el pasillo.
Me reí a carcajadas del tono brusco que puso. —¿Se suponía que era
yo?
—Adam.
—Hola, hijo, ha pasado mucho tiempo. Sarah, que bueno verte aquí.
Continuará en
Love Struck…
Créditos
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