Demanda Redactada Por Terceria - de - Propiedad 01
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Demanda Redactada Por Terceria - de - Propiedad 01
Cuaderno : Principal.
Escrito N° : 01
Piura
II. PETITORIO.
Interpongo demanda de tercería de propiedad, con la finalidad que se deje sin efecto la
medida cautelar, que pesa sobre el vehículo de placa actual: M3C-619; con placa
primigenia N° SL-3837; año de fabricación 2002; color verde; Marca Toyota; clase M1-
partida N° 60514819, del cual soy genuinamente propietario, debido a que ha sido
embargado mi vehículo de forma ilegal, por Segundo Julio Guerrero García, para su
ante su Juzgado. Y también para que se me paguen las costas y costos del proceso.
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A) NOCIONES PREVIAS.
Las tercerías son de dos clases: una llamada de dominio, en la que el actor reclama
se pretende tener un crédito que debe ser pagado con preferencia al del ejecutante
El dominio es el derecho real en virtud del cual una cosa se encuentra sometida a la
independientemente del ejercicio que se pueda hacer de él. Nadie puede ser privado
justa indemnización.
En semejante sentido expresa Lino Enrique Palacio: “El pedido de levantamiento del
halle consentida.
1
Alsina, Hugo. Tratado Teórico Práctico de Derecho Civil y Comercial. TOMO V. EDIAR S.A. Editores, Segunda Edición 1962. Pp. 540 -
542.
2
Idem…, Págs. 550-551.
3
antes de que se otorgue la posesión de los bienes, aunque cabe prescindir de dicho
juicio y obtener el levantamiento del embargo por vía incidental si el tercero acredita
bienes embargados”3.
demanda, quien, sin ser parte en la ejecución, afirme ser dueño de un bien
de remate judicial o por una medida cautelar, en otro proceso, precisamente para
hacer efectiva una obligación ajena y en el cual no es parte; razón por la cual
recurre ante el órgano jurisdiccional alegando que tiene la propiedad de los bienes
partir indicando que, con fecha 11 de octubre de 2005, María Fabiola Sánchez
Chuquipoma, es deudora de Segundo Julio Guevara García, motivo por el cual este
dinero por ante el Primer Juzgado Civil, proceso N° 1162-2008. En dicho proceso y
de placa de rodaje SL- 3837 con actual placa de rodaje N° M3C-619, Marca
Toyota, año de fabricación 2002, Modelo Corolla, carrocería Station Wagon, color
Primer Juzgado Civil, tuvo a bien trabar el embargo solicitado, dando origen a un
para ejecución forzada, precisando que aún no se ha iniciado el remate judicial del
bien
señora Yeny Magaly Gallo Torres, agregamos que mi persona, observó en físico que
vehículo: N° 60514819, por la cual una vez obtenida esta información, verificamos
litigio, razón por la cual hoy por hoy, nos vemos impulsados a iniciar la presente
Civil, el cual me confiere el denominado legitimo interés moral y económico, por ser
proceso ejecutivo, ante esta situación se debe de preferir el derecho real, así lo ha
vehículo a su vez del Sr. Damián Vilca Cotrina en mérito al poder por escritura
respecto se hace necesario precisar: Que, este “poder amplio y especial”, no es otra
medida que hemos tenido que investigar el tracto sucesivo, y por ende conocer
quiénes fueron los propietarios del vehículo que me precedieron, tal así que
efectuada ante la Notaria: Vigo Saldaña, conforme al cual el Sr. Damián Vilca
contrato de compra venta entre la persona que le otorga el poder, Sra, maría
ejecutada, puesto que al ser así, se estaría soslayando con ello, mi derecho de
propiedad, el mismo que me concede el derecho a iniciar todo tipo de acción legal
tendiente a enervar la afectación que sobre el mismo recae, dado que mi condición
efectos.
mismo que representa la única fuente de ingreso y por tanto sostén de mi hogar;
supuesto, quien tendrá preferencia en virtud del principio de prioridad será aquél
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(propiedad), y a esto alude la segunda parte del citado artículo, tendrá preferencia
el titular del derecho real, porque goza de oponibilidad erga omnes, que no tiene el
derecho personal, y además porque el derecho real goza de lo que se llama energía
que nos hubiera permitido evitar la compra del vehículo y por ende a todas luces
“víctima” en la medida que tendría que honrar una deuda no contraída, Nuestro
Públicos, la cual debe brindarnos seguridad jurídica y que en este caso, en nada
elemento de validez del acto o negocio jurídico, por lo cual y al haber cumplido con
esta formalidad exigida por ley (puesto que cuento con la tarjeta de propiedad a mi
protegiendo las adquisiciones que por negocio jurídico efectúen los terceros
Casación Nº 3632-2002 – Junín. “c) el artículo dos mil trece del Código
emplazada; d) el artículo dos mil catorce del Código Civil pues el vehículo
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Conclusiones del Pleno Jurisdiccional Nacional Civil 2012, Tema 3.
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el artículo 2016 del referido Código, pues señala que al oponer derechos de
por aplicación del Derecho común que por mandato del referido artículo se
Este criterio concuerda con la Exposición de Motivos del Código Civil que,
hay duda que, si se enfrentan dos titulares de derechos reales, quien tendrá
alude la segunda parte del citado artículo, tendrá preferencia el titular del
registro aparecía como propietaria en su momento con todas las facultades que la
ley dota a los mismos, por tanto mi persona al momento de la compra venta se
artículos 2012°, 2013°, 2014°, 2015°, 2016°, 2017°, 2019° inciso 7) y 2045° del
compraventa valido y eficaz, cuyo origen se basa en la buena fe, realizado a título
oneroso y habiendo obrado en todo momento con la debida diligencia que debe
tener cualquier persona que pretenda comprar un bien sea mueble o inmueble;
con los ejecutados: María Fabiola Sánchez Chuquipoma y otro; razón por la cual
mi persona no tiene por qué responder con sus bienes, por deudas contraídas por
Segundo Julio Guevara García; por tanto, mal se haría, si se hacer asumir con
IV.1. CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL ESTADO: Artículo 2° inciso 16) y 70°. Conforme al
IV.2. CÓDIGO CIVIL: Artículos 923° 2012°, 2013°, 2014°, 2015°, 2016°, 2017°, 2019°
inciso 7) y 2045°.
IV.4. CÓDIGO PROCESAL CIVIL: Artículo 533°, según la cual la tercería debe de
IV.5. CÓDIGO PROCESAL CIVIL: Artículo 536°, que establece que una vez que se
V. COMPETENCIA.
IX. ANEXOS.
1C. Hoja informativa de consulta de expedientes, con lo cual acredito la existencia del
proceso.
1D. Copia legalizada del “poder amplio y especial” otorgado por la señora María
1E. Copia legalizada de la toma de dicho del Sr. Damián Vilca Cotrina, recepcionado
ante la Notaría: Vigo Saldaña, conforme al cual en sentido estricto lo que se realizó
afectaciones.
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1H. Copia simple de la tarjeta de propiedad del vehículo a nombre de Yeni Magali
Gallo Torres.
De conformidad con lo prescrito por los artículos 80° en concordancia con el 74° del Código
Procesal Civil, otorgo facultades de representación a favor del letrado que autoriza el presente
Por lo expuesto:
__________________________________
MANUEL ISMAEL LUCHO FLORES
D. N. I. N° 40236344
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TERCERIA DE PROPIEDAD
REPUBLICA, VISTOS; EN DISCORDIA, la causa número dos mil trescientos sesenticuatro - dos mil dos, en Audiencia Pública de la fecha, y
producida la votación con arreglo a ley, con el voto del señor Echevarría Adrianzen dejado oportunamente en Relatoría en cumplimiento de
lo dispuesto por el artículo ciento cuarentinueve del la Ley Orgánica del Poder Judicial, el mismo que no suscribe la presente resolución por
encontrarse en la fecha de vacaciones y con el Voto en discordia del señor Santos Peña dejado oportunamente en Relatoría, en
cumplimiento a lo establecido por la norma antes aludida, el mismo que obra a fojas noventitrés del cuadernillo formado en esta Sala
Suprema, de los que da fe el Secretario de Sala, emite la siguiente sentencia: MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de casación
interpuesto por el Banco Santander Central Hispano del Perú, mediante escrito de fojas quinientos setenta contra la sentencia de vista de
fojas quinientos cuarenta, su fecha dieciocho de junio del dos mil dos, expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de
Lambayeque, que revoca la sentencia apelada de fojas cuatrocientos setenta, su fecha veintisiete de noviembre del dos mil uno, que declara
infundada la demanda de tercería de propiedad; y, reformándola, la declararon fundada y, en consecuencia, ordenaron se levante el
embargo en forma de inscripción con lo demás que contiene; FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Que, concedido el recurso de casación a
fojas quinientos ochenta y nueve, fue declarado procedente por este Supremo Tribunal mediante resolución de fecha veintisiete de agosto
del dos mil dos, obrante a fojas cincuentisiete del cuadernillo formado en esta Sala Suprema, por la causal contemplada en el inciso primero
y segundo del artículo trescientos ochentiséis del Código Procesal Civil, denunciando: a) la inaplicación de los artículos ochocientos ochenta
y cinco, inciso diez, dos mil diecinueve, inciso siete, dos mil veintidós, primer párrafo y los artículos dos mil trece, dos mil catorce y dos mil
dieciséis del Código Civil, describiendo que del proceso de obligación de dar suma de dinero, que le sigue a los codemandados, y de
acuerdo con la realidad registral, los únicos y exclusivos propietarios del bien antes referido serían los hipotecantes por lo que el recurrente
solicitó se trabe embargo en forma de inscripción sobre su inmueble; esta solicitud fue admitida por el juez, quién ordenó se inscriba dicho
embargo en los Registros Públicos, el cinco de mayo de mil novecientos noventa y siete, habiéndose inaplicado el principio de legitimación,
la fe pública registral y la prioridad en el rango; b) la aplicación indebida del segundo párrafo del artículo dos mil veintidós del Código
sustantivo, argumentando que el recurrente, en el proceso de obligación de dar suma de dinero, solicitó la medida cautelar de embargo en
forma de inscripción, la misma que fue admitida por el juez lográndose inscribir dicha medida el cinco de mayo de mil novecientos noventa y
siete, constituyéndose, el embargo, en un derecho real, puesto que los derechos sobre inmuebles también son bienes inmuebles: en
consecuencia, el derecho del recurrente no es personal, como afirma la Sala de Vista, sino real; CONSIDERANDO: Primero.- Que, el
recurso de casación tiene como fines esenciales la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la unificación de la
jurisprudencia nacional de la Corte Suprema de Justicia; Segundo.- Que, en el caso de autos, a fojas diecisiete, Amelia Parra de Villegas y
Walter Hernán Villegas Dávila interponen demanda de tercería excluyente de propiedad argumentando, sustancialmente que, adquirieron la
propiedad del bien, objeto de la tercería por contrato privado de fecha cierta, del veintisiete de marzo de mil novecientos noventiséis;
Tercero.- Que, el Banco Santander Central Hispano del Perú, argumenta en sede casatoria, que se han inaplicado las siguientes normas
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sustantivas: artículos ochocientos ochenticinco inciso décimo, dos mil diecinueve inciso sétimo, dos mil veintidós primer párrafo del Código
Civil; por otro lado, se ha inaplicado el principio de legitimación, previsto en el artículo dos mil trece del Código sustantivo, el que prescribe
que: el contenido de la inscripción se presume cierto y produce todos sus efectos, mientras no se rectifique o se declare judicialmente su
invalidez, el principio de la fe pública registral, contenido en el artículo dos mil catorce del Código material, según el cual: el tercero que de
buena fe adquiere a título oneroso algún derecho de persona que en el registro aparece con facultades para otorgarlo, mantiene su
adquisición una vez inscrito su derecho, aunque después se anule, rescinda o resuelva el del otorgante por virtud de causas que no consten
en los registros públicos, la buena fe del tercero se presume mientras no se pruebe que conocía la inexactitud del registro y, por último el
principio de prioridad de rango, descrito en el artículo dos mil dieciséis del Código Civil, el mismo que indica que: la prioridad en el tiempo de
la inscripción determina la preferencia de los derechos que otorga el registro; Cuarto.- Que, en síntesis, el Banco recurrente sustenta su
recurso en que en este caso, al inscribirse el embargo sobre el bien inmueble, a favor del recurrente, en el Registro de la Propiedad
Inmueble, éste (el derecho inscrito) se constituye en un bien inmueble y como derecho real, resulta susceptible de ser oponible a otro
derecho real, siéndole aplicables los principios registrales; Quinto.- Que, la doctrina ha diferenciado, claramente, entre lo que constituye un
derecho real y un derecho personal; así el derecho real es: “(...) aquella categoría de derechos patrimoniales, que se caracteriza, según
opinión común, derecho sobre las cosas (...)”; mientras que el derecho personal o de crédito: “(...) son aquellos que atribuyen a su titular un
poder que le permite dirigirse a otra persona y reclamar de ella una acción o una omisión (...)” (Fundamentos del Derecho Civil Patrimonial;
Luis Diez Picazo; tomo I, editorial Civitas, Madrid; mil novecientos noventitrés); Sexto.- Que, en el caso de autos conforme lo reconoce el
propio recurrente, el quince de abril de mil novecientos noventisiete, ha solicitado medida de embargo, en forma de inscripción respecto del
bien objeto de tercería; Sétimo.- Que, el Juez de la causa, por resolución del veintitrés de abril de mil novecientos noventisiete, admitió a
trámite la solicitud de medida cautelar dentro del proceso, en la modalidad de embargo en forma de inscripción; Octavo.- Que, es objeto
imprescindible de la tercería excluyente de propiedad, determinar que a la fecha de adquisición de objeto de la tercería, que el recurrente
sea propietario, con documento de fecha cierta y que preceda en el tiempo a la de la medida cautelar, a favor del recurrente; para ello, el
actor, debe acreditar, su calidad de propietario del bien; Noveno.- Que, en consecuencia, el debate, a través de este recurso de casación, no
se orienta a determinar, jurídicamente, si el actor era el propietario del bien al momento de que se dictó el embargo en forma de inscripción;
sino a determinar si es que, la medida de embargo, dictada a favor del Banco demandado, constituye un derecho real y no un derecho
personal, conforme lo ha establecido la Sala revisora, que revocó la apelada y amparó la demanda de los terceristas; Décimo.- Que, la
doctrina también ha señalado que el paradigma de los derechos reales es la propiedad, mientras que el de los derechos personales o de
crédito sería el derecho a reclamar, por ejemplo, una suma de dinero (opus cit); Undécimo.- Que, en consecuencia, el derecho personal o de
crédito responde a una expectativa de acción que tiene el acreedor para con el deudor; mientras que el derecho real, constituye una
vinculación directa, que recae e incide, sobre el bien; Duodécimo.- Que, por ende, la naturaleza jurídica del derecho de crédito o personal no
puede ser convertida en un derecho real, por el solo hecho de inscripción en el Registro Público, esto es, que la inscripción registral no
puede desnaturalizar o convertir el derecho, sea real o personal, que se ha logrado inscribir, porque ambos derechos, de acuerdo a la
legislación nacional, responden a una situación jurídica distinta; es más la propia Exposición de Motivos Oficial del Código Civil, en lo
referido al Libro de los Registros Públicos, ha indicado:”(...) quien embarga un inmueble, no convierte su derecho de crédito que es personal,
derivado de la falta de cumplimiento de la obligación de pago, en un derecho real, porque la inscripción no cambia la naturaleza de los
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derechos. El crédito seguirá siendo a pesar de la inscripción un derecho personal (...)” (Exposición de Motivos Oficial del Código Civil;
Registros Públicos - artículos dos mil ocho al dos mil cuarenticinco del Código sustantivo; Separata Especial del Diario Oficial El Peruano,
publicada el diecinueve de noviembre de mil novecientos noventa, página veintiuno); Décimo Tercero.- Que, la sustentación de este
razonamiento se encuentra respaldada, por la segunda parte del artículo dos mil veintidós del Código material, la misma que indica; para
oponer derechos reales sobre inmuebles a quienes también tienen derechos reales sobre los mismos, es preciso que el derecho que se
opone esté inscrito con anterioridad al de aquél a quien se opone. Si se trata de derechos de diferente naturaleza se aplican las
disposiciones del derecho común; Décimo Cuarto.- Que, la primera parte del artículo dos mil veintidós del Código Civil, se refiere al conflicto
de derechos de igual naturaleza, esto es, reales; mientras que la segunda parte de la norma invocada describe el conflicto surgido entre
derechos de distinta naturaleza, esto es, describe el conflicto entre un derecho real y un derecho personal o de crédito, dejando al derecho
común, como el instrumento de solución del conflicto; Décimo Quinto.- Que, siendo ello así, de acuerdo al artículo novecientos
cuarentinueve del Código sustantivo, la sola obligación de enajenar un inmueble determinado hace al acreedor propietario de él, salvo
disposición legal diferente o pacto en contrario; por ello, la transferencia dominial de un bien, no requiere, para su validez, de su inscripción
en los Registros Públicos; Décimo Sexto.- Que, en consecuencia, conforme lo han dejado establecido los magistrados de mérito, el contrato
de compra venta del bien objeto de la tercería, es del veintisiete de marzo de mil novecientos noventiséis; mientras que el embargo inscrito a
favor del recurrente data del veintitrés de abril de mil novecientos noventisiete; consecuentemente, no se le puede aplicar la regla conflictual
establecida en la primera parte del artículo dos mil veintidós del Código Civil; Décimo Sétimo.- Que, atendiendo a las consideraciones
anteriores, las normas presuntamente inaplicadas no pueden desnaturalizar el derecho personal o de crédito, constituido por el embargo en
forma de inscripción, a favor del Banco recurrente, pretendiendo que éste derecho sea un derecho real, al que se le aplican las
disposiciones invocadas; Décimo Octavo.- Que, asimismo, dada la naturaleza de derecho personal o de crédito, del embargo en forma de
inscripción que tiene a su favor el Banco recurrente, le es aplicable al caso de autos la segunda parte del artículo dos mil veintidós del
Código sustantivo, conforme se ha señalado en el considerando décimo cuarto; consecuentemente, la Sala revisora no ha aplicado,
indebidamente, la aludida norma, debido a que esta se ajusta a los elementos fácticos y jurídicos del derecho del demandado recurrente; por
las razones expuestas y al amparo del artículo trescientos noventisiete del Código Procesal Civil: Declararon INFUNDADO el recurso de
casación de fojas quinientos setenta, en consecuencia NO CASAR la sentencia de vista de fojas quinientos cuarenta, su fecha dieciocho de
junio del dos mil dos; CONDENARON al Banco recurrente al pago de costas y costos del recurso, así como a la multa de una Unidad de
Referencia Procesal; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano; en los seguidos por Walter
Hernán Villegas Dávila y otra contra el Banco Santander Central Hispano - Perú (Hoy Banco de Crédito del Perú); sobre Tercería de
Propiedad; y los devolvieron.- SS. LAZARTE HUACO, PACHAS AVALOS, QUINTANILLA QUISPE
TERCERÍA
JUSTICIA DE LA REPÚBLICA, vista la Causa número mil noventícuatro - dos mil tres, en Audiencia Pública el día de la fecha y
producida la votación con arreglo a ley emite la siguiente sentencia; MATERIA DEL RECURSO: Que, Teofisto Guevara Delgado
interpone su Recurso de Casación contra la sentencia de vista de fojas ciento veintinueve, expedida por la Sala Descentralizada
Mixta de la Corte Superior de Justicia de Jaén; del treintiuno de enero del dos mil tres, que revocando la apelada, de fojas
ochenticuatro, su fecha tres de octubre del dos mil dos, declara infundada la demanda; FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Por
resolución de esta Sala Suprema fechada el nueve de junio del dos mil tres, se ha declarado procedente el recurso por la causal
prevista en el inciso tercero del articulo trescientos ochentiséis del Código Procesal Civil, denunciando que: a) la sentencia de
vista carece de técnica jurídica para la interpretación y análisis de la pruebas, puesto que no se menciona el expediente ofrecido
como medio de prueba, es decir el cero noventiocho - dos mil - C; por otro lado, el tercer considerando es absurdo puesto que no
tiene ninguna relación al caso de autos, toda vez, que la remisión que hace al artículo setecientos setentidós del Código adjetivo,
es referida al Proceso No Contencioso, y no al caso de Ejecución de Garantías ni menos a un Proceso de Tercería; a ello se
suma que el cuarto considerando invoca un hecho totalmente ajeno al proceso materia de litis, es decir, que es una situación muy
ajena por lo que no tiene razón pronunciarse en este extremo; por otro lado, en la parte resolutiva se desconoce que es lo que al
final se dispone, puesto que no se sabe si se declara fundada o infundada la demanda, así como tampoco tiene el mes de la
expedición de la sentencia de vista, presumiendo que se trata del treintiuno de “enero” del dos mil tres, es más, incluso tiene
errores en la numeración de sus considerandos; b) Por otro lado, la Sala yerra en el segundo considerando de su sentencia, al
establecer que la medida cautelar de embargo, es la que ha dado origen a la compraventa; lo cual no es cierto, lo real es que el
recurrente ha adquirido de buena fe y al amparo del principio de Publicidad Registral; c) Por otro lado, mediante la presente
sentencia se pretende vulnerar los derechos derivados de un proceso laboral debido, a través del cual le adjudicaron al
codemandado, el bien objeto de la tercería, que luego se lo transferiría al recurrente; d) Asimismo, refiere que el A Quo mediante
resolución firme admite el escrito del recurrente por el que se debe declarar consentida la sentencia; sin embargo, de oficio anular
su propia resolución y conceder la apelación, habiéndose vulnerado lo dispuesto por el inciso tercero y quinto del artículo ciento
treintinueve de la Constitución así como el artículo ciento veintitrés del Código Procesal Civil; CONSIDERANDO: Primero.- Que,
en el caso de autos, Teofisto Guevara Delgado interpone demanda de tercería de propiedad dirigiéndola contra el Banco
Continental y otros a fin de que se deje sin efecto el remate dispuesto por la Resolución ocho, alegando que ha adquirido la
propiedad del bien, objeto del remate, por contrato de compraventa del doce de junio del dos mil; Segundo.- Que, el A Quo
declaró fundada la demanda atendiendo a que, de acuerdo a los medios probatorios, el demandante habría adquirido la
propiedad del bien cuando éste se encontraba libre de gravamen; además se ha acreditado que el actor es el propietario del
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mismo y que no se le ha emplazado en el proceso de ejecución de garantías seguido por el Banco; Tercero.- Que, apelada la
sentencia, la Sala la revoca declarando infundada la demanda, sosteniendo que el levantamiento del gravamen, derivado de un
cuaderno de medida cautelar, era una disposición nula ipso jure, que no podía afectar el gravamen debidamente inscrito;
asimismo, la resolución de vista fue objeto de corrección mediante resolución de fojas ciento cuarenticuatro, del cinco de marzo
del dos mil tres; Cuarto.- Que, respecto al punto a), de acuerdo al inciso tercero del artículo ciento treintinueve de la Constitución,
es principio y derecho de la función jurisdiccional: la observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional; asimismo se ha
materializado como garantía constitucional la motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las instancias, excepto los
decretos de mero trámite, con mención expresa de la ley aplicable y de los fundamentos de hecho en que se sustentan; Quinto.-
Que, por otro lado, el artículo ciento veintidós inciso tercero del Código adjetivo, prescribe que las resoluciones contienen: la
mención sucesiva de los puntos sobre los que versa la resolución con las consideraciones, en orden numérico correlativo, de los
fundamentos de hecho que sustentan la decisión, y los respectivos de derecho con la cita de la norma o normas aplicables en
cada punto, según el mérito de lo actuado; asimismo, el inciso cuarto del citado artículo señala que las resoluciones también
deberán contener la expresión clara y precisa de lo que se decide u ordena, respecto de todos los puntos controvertidos. Si el
Juez denegase una petición por falta de algún requisito o por una cita errónea de la norma aplicable a su criterio, deberá en forma
expresa indicar el requisito faltante y la norma correspondiente; Sexto.- Que, en el caso de autos, la resolución de vista fue
notificada a las partes, con evidentes errores, e incongruencias procesales dentro de la misma resolución, las cuales pretendieron
ser corregidas por Resolución Sin Número, del cinco de marzo del dos mil tres; Sétimo.- Que, la resolución de corrección se
remite al voto del vocal ponente, el mismo que se encuentra suscrito con entrelineados indebidos dentro de una resolución;
Octavo.- Que, el vicio anteriormente descrito afecta el derecho al debido proceso de las partes, atendiendo a que ninguna de ellas
puede, válidamente, defender una resolución que posee incongruencias dentro de su texto, por lo que se configura la causal
denunciada; estando á las conclusiones a las que se arriba, y de conformidad con lo dispuesto por el apartado dos punto uno
inciso segundo del artículo trescientos noventiséis del Código Procesal Civil, declararon: FUNDADO el Recurso de Casación
interpuesto a fojas ciento treintinueve; CASARON la resolución de vista de fojas ciento veintinueve su fecha treintiuno de enero
del dos mil tres; DISPUSIERON que la Sala revisora emita nuevo fallo en la que se pronuncie en forma clara y precisa, conforme
a ley; ORDENARON la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, en los seguidos por Toefisto Guevara
Delgado con el Banco Continental -sucursal Jaén - y otros; sobre Tercería de Propiedad; y los devolvieron.- SS. WALDE
JAUREGUI, AGUAYO DEL ROSARIO, LAZARTE HUACO, PACHAS AVALOS, QUINTANILLA QUISPE
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TERCERÍA DE PROPIEDAD
(Publicada: 30-09-2004)
JUSTICIA DE LA REPUBLICA, con el acompañado; vista la causa y producida la votación con arreglo a ley, se emite la siguiente
sentencia: 1. MATERIA DEL RECURSO: Es materia del recurso de casación interpuesto por el Banco de Crédito del Perú, la
sentencia de vista de fojas ciento treintiuno, su fecha veintiuno de junio del dos mil dos, expedida por la Sala Civil de la Corte
Superior de Ica, que revoca la sentencia apelada de fojas noventicinco, su fecha veintiocho de diciembre del dos mil uno, que
declara infundada la demanda interpuesta por don Félix Espino Huamán y Ursula Montes Paucar contra el Banco de Crédito del
Perú y Julia Sarmiento Sotil viuda de Medina, sobre tercería de propiedad; reformándola, declararon fundada dicha demanda; en
consecuencia, excluyeron el bien inmueble de propiedad de los demandantes ubicado en la expansión urbana Lote sin número,
manzana A del predio “El Toril” del Distrito. Provincia de Palpa y Departamento de Ica, respecto de la medida de embargo trabada
por el Banco de Crédito del Perú en el expediente número ciento cinco- noventidós, sobre pago de nuevos soles que le siguió a la
co-demandada Julia Sarmiento Sotil viuda de Medina. 2. FUNDAMENTOS POR LOS CUALES SE HA DECLARADO
PROCEDENTE EL RECURSO: La Sala ha declarado procedente el recurso de casación mediante resolución de fecha veintiuno
de enero del dos mil tres, corriente a fojas dieciocho del presente cuadernillo, por la causal prevista en el inciso 2 del artículo 386
del Código Procesal Civil, relativa a la inaplicación de normas de derecho material contenidas en los artículos 2012, 2013 y 2014
del Código Civil, así como del artículo 8 del Reglamento General de los Registros Públicos. 3. CONSIDERANDO: Primero: Sobre
la causal de inaplicación de normas de derecho material, cabe señalar que ésta se configura cuando “El Juez comprueba
circunstancias que son supuesto obligado de la aplicación de una norma determinada, no obstante lo cual, no la aplica” (Sánchez
Palacios Paiva, Manuel, El Recurso de Casación Civil Praxis, Lima, mil novecientos noventinueve, página sesenticuatro).
Segundo: El impugnante en casación argumenta que la Sala de vista ha incurrido en los siguientes errores in iudicando: a) la
inaplicación de los artículos 2012 y 2013 del Código Civil, argumentando que la Sala Civil al revocar la sentencia apelada no ha
aplicado los principios de publicidad registral y de legitimación señalados en las normas invocadas, toda vez que el Banco
procedió a embargar la propiedad inscrita a nombre de la demandada Julia Sarmiento Sotil inscribiendo la medida legalmente,
mientras que la parte actora en ningún momento inscribió la compra que indica, en cuyo caso el Banco hubiera conocido de la
traslación de dominio; por tanto, la inscripción a nombre de Julia Sarmiento y el embargo a nombre del Banco de Crédito se
presumen ciertos y surten plenamente todos sus efectos, lo cual no ha sido tomado en consideración en la impugnada; b) la
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inaplicación de los artículos 2014 del Código Civil y el artículo 8 del Reglamento General de los Registros Públicos, sostiene que
se han inaplicado las normas que reconocen el principio de la buena fe registral al haberse revocado la sentencia de primera
instancia, sin tener en cuenta que el Banco al conocer que no existía ninguna transferencia a tercera persona por parte de doña
Julia Sarmiento Sotil procedió a realizar el embargo para que la deudora cumpla con el pago. Tercero: Cabe anotar que la
sentencia de vista considera que de acuerdo al artículo 2022 del Código Civil, que dispone que, para oponer derechos reales
sobre los mismos es preciso que el derecho que se opone esté inscrito con anterioridad al de aquel a quien se opone, y que si se
trata de derechos de diferente naturaleza como es el caso de autos, se aplican las disposiciones del derecho común; en tal
sentido, precisa que el derecho de propiedad de los terceristas es un derecho real y el derecho del embargante es un derecho de
carácter personal, por tratarse del cobro de una suma de dinero; consecuentemente, en aplicación de las reglas de derecho
común, esto es, del artículo 949 del Código Civil, los demandantes resultan ser propietarios del bien embargado, quienes lo
adquirieron de sus anteriores propietarios, es decir, la medida de embargo se efectivizó el diecisiete de febrero de mil novecientos
noventitrés, cuando la co demandada Julia Sarmiento Sotil ya no era propietaria a la fecha de materialización del embargo.
Cuarto: Sin embargo, frente al razonamiento expuesto en la sentencia de vista, resulta necesario precisar el contenido de los
principios registrales de publicidad, legitimidad o legitimación y el de buena fe registral, cuya inaplicación sirve de sustento al
recurrente. El artículo 2012 del Código Civil, recoge el principio de publicidad registral y establece la presunción “jure et de iure”
que toda persona tiene conocimiento del contenido de las inscripciones; el artículo 2013 del mismo Código, recoge el principio de
legitimidad o legitimación por el cual el contenido de las inscripciones se presume cierto y produce todos sus efectos mientras no
se rectifique o se declare judicialmente su invalidez, estableciéndose una presunción iuris tantum de exactitud entre la realidad y
lo que publica el registro; el principio de la buena fe registral ha sido consagrado en el artículo 2014 del anotado Código al
establecer que el tercero que de buena fe adquiere a título oneroso algún derecho de persona que en el Registro aparece con
facultades para otorgarlo, mantiene su adquisición una vez inscrito su derecho, aunque después se anule, rescinda o resuelva el
del otorgante por virtud de causas que no consten en los Registros Públicos, presumiéndose la buena fe del tercero. Quinto: En
tal sentido, lo resuelto por el Superior colisiona con los principios registrales antes citados debiendo de prevalecer estos últimos
en atención a que la medida cautelar de embargo en forma de inscripción sobre el inmueble materia de litis aparece a nombre de
la co demandada Julia Sarmiento Sotil viuda de Medina inscrito en la Ficha número doscientos cuarenticinco del Registro de
Propiedad Inmueble de Ica, libre de gravámenes, motivo por el cual se procedió a la inscripción de la citada medida conforme
aparece de fojas sesentisiete del acompañado, razón por la cual el Banco demandado mantiene su garantía una vez inscrito su
derecho. Sexto: Por lo que admitir lo contrario implicaría la ineficacia de los principios: a) de legalidad, que preconiza que todo
título que pretenda su inscripción debe ser compatible con el derecho ya inscrito, pues en el presente caso, se embargó en forma
de inscripción el inmueble de propiedad de la co demandada Julia Sarmiento Sotil viuda de Medina a favor del Banco impugnante
encontrándose inscrito la citada como titular del bien inmueble; b) de impenetrabilidad, que impide se inscriban derechos que se
opongan o resulten incompatibles con otros aunque aquellos sean de fecha anterior. En el presente caso, el embargo no se
hubiera formalizado y anotado si en el bien no habría tenido algún derecho la co demandada Julia Sarmiento Sotil viuda de
Medina; c) de publicidad, recogido por el artículo 2012 del Código Civil, que establece la presunción absoluta sin admitir prueba
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en contrario, ya que toda persona tiene conocimiento del contenido de las inscripciones; y, d) de prioridad de rango en el tiempo,
determina la preferencia de los derechos que otorga el Registro. Sétimo: El derecho de propiedad invocado por los terceristas
conforme del testimonio de compra venta de fecha veintinueve de febrero de mil novecientos noventiséis corriente a fojas siete,
se encuentra en contraposición con el título de propiedad que también tiene la co demandada Julia Sarmiento Sotil viuda de
Medina, cuyo título al no haberse declarado judicialmente su invalidez se encuentra vigente, por lo que el embargo en forma de
inscripción a favor del Banco demandado está protegido por el principio de la buena fe registral lo que conlleva a desestimar la
demanda de tercería. Tanto más si el mejor derecho de propiedad debe dilucidarse en una acción distinta a la presente. Octavo:
En el caso de autos, el embargo trabado sobre el inmueble materia de litis que se llevó a cabo el día diciembre de febrero del dos
mil tres, según acta obrante a fojas veintinueve del expediente acompañado, fue inserto en los Registros Públicos con fecha dos
de marzo de mil novecientos noventitrés, conforme es de verse de fojas sesentisiete del expediente acompañado, por lo que la
escritura pública de compra venta de fecha veintinueve de febrero de mil novecientos noventiséis, que sustenta la tercería no
inscrita en los Registros Públicos por ser de fecha posterior al de la inscripción no puede oponerse al embargante que ha hecho
registrar el embargo de la casa enajenada, desde que una escritura de venta sirve para oponer como prueba de traslación de
dominio de la cosa vendida solamente al vendedor, pero no a terceras personas, sino está registrada oportunamente, siendo así,
la citada inscripción tiene preferencia. Noveno: Las razones anotadas conducen a establecer que en la sentencia de vista se ha
incurrido en la causal de error in iudicando al dejarse de aplicar los artículos 2012, 2013 y 2014 del Código Civil, así como el
artículo 8 del Reglamento General de los Registros Públicos, por lo que debe procederse de conformidad con el inciso 19 del
artículo 396 del Código Procesal Civil. 4. SENTENCIA: a) Estando a lo expuesto y en aplicación del artículo 396 inciso 1 del
Código Procesal Civil: Declararon FUNDADO el recurso de casación interpuesto por Banco de Crédito del Perú, en consecuencia
CASARON la sentencia de vista de fojas ciento treintiuno, su fecha veintiuno de junio del dos mil dos, expedida por la Sala Civil
de la Corte Superior de Ica, que revoca la sentencia apelada de fojas noventicinco, su fecha veintiocho de diciembre del dos mil
uno. b) Y ACTUANDO EN SEDE DE INSTANCIA, CONFIRMARON la sentencia apelada, que declara infundada la demanda
interpuesta por don Félix Espino Huamán y Ursula Montes Paucar contra el Banco de Crédito del Perú y Julia Sarmiento Sotil
viuda de Medina, sobre tercería de propiedad. c) DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano, y los devolvieron. SS. ALFARO ALVAREZ; CARRION LUGO; AGUAYO DEL ROSARIO; PACHAS AVALOS;
BALCAZAR ZELADA