Geotecnia para El Trópico Andino.
Geotecnia para El Trópico Andino.
Geotecnia para El Trópico Andino.
co/53560/
Geotecnia para el
trópico andino
1
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
CONTENIDO
Capítulo Descripción Lecturas complementarias
2
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
...
3
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Presentación
Imagen 0.1: Promedios anuales de Temperatura (ºC) y Lluvia (mm), y Zonificación de suelos por humedad
en Colombia. Fuente: www.todacolombia.com
A continuación esta herramienta que se entrega con propósitos académicos de forma virtual y
sin ánimo de lucro, la cual creemos puede resultar de interés para la ingeniería del suelo al ser
concebida en el marco de la práctica geotécnica con experiencias en la Ecorregión Cafetera de
Colombia, un territorio que se ubica sobre la zona tropical de los Andes más septentrionales de
América. De ahí, la inclusión de lecturas con información sobre Colombia y en particular sobre
dicha región.
4
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Los Andes colombianos que se inician a partir del Nudo de Los Pastos, donde se bifurcan para
dar origen a las cordilleras Occidental y Central, separadas por los ríos Guáitara y Patía,
conforman más al norte el extenso Macizo Colombiano, una estrella orográfica donde se origina
la cordillera Oriental, que con 1200 km es la más extensa y ancha y joven de las tres. La más
antigua de ellas, es la cordillera Central que con una longitud de 1000 km y una altitud media
de 3000 m, llega a la costa Atlántica, mientras la cordillera Occidental con 1095 km de longitud
y 2000 m de altitud media, es la más baja.
Las tres cordilleras son de diferente naturaleza y edad: la Central de edad Paleozoica, es
fundamentalmente de rocas cristalinas metamórficas, así presente segmentos de vulcanismo y
granitos emplazados; la Occidental de edad Mesozoica, muestra rocas en su mayoría de
naturaleza ígnea básica, afines a los ambientes oceánicos; y la Oriental de edad Cenozoica, se
constituye básicamente por rocas de tipo sedimentario, como calizas, areniscas y arcillolitas.
Los tres principales valles interandinos, que también transcurren de sur a norte, son el del
Magdalena localizado entre las cordilleras Central y Oriental, que con una extensión de 200 mil
km2 recorre sucesivamente regiones con diferentes climas y vegetación, por lo que en su
transcurso alternan praderas, estepas, selvas, ciénagas y pantanos; el del Cauca entre las
cordilleras Central y Oriental que, con una extensión de 85 mil km2, comprende una de las
regiones más fértiles de Colombia en su parte media; y finalmente el del Atrato-San Juan, de 35
mil km2 de superficie, ubicado entre la cordillera Occidental y la Serranía del Pacifico chocoano,
donde transcurren sendos ríos en direcciones opuestas en medio de un ambiente húmedo,
ardiente y selvático.
Pero dado que sobre la Cordillera Central encontramos tres segmentos volcánicos de edad
reciente, en general las formaciones de cobertura colombianas por ser jóvenes no tienen la
madurez ni la estabilidad de los suelos de la plataforma africana. Y dado que su formación en
dicho ambiente andino tropical responde a diferentes factores, como lo son: material parental,
5
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
En la zona andina se localizan los suelos más productivos del país. Una hectárea en la Sabana
de Bogotá es 24 veces más productiva que una hectárea promedio en los Llanos Orientales
cuyos suelos son lateríticos (oxidados). Igualmente los del Chocó son suelos lixiviados por las
intensas lluvias. Mientras estas dos regiones son de suelos pobres con vocación para la
ganadería extensiva, la agricultura de subsistencia y la silvicultura, los suelos productivos de la
zona andina presentan una oferta ambiental variada, pero igualmente una demanda de
Prácticas salvo pastoriles y agro forestales para un uso y manejo adecuados, dado que son
suelos inestables y ecológicamente frágiles. Además de conflictos severos entre uso y aptitud,
también existen suelos pobres de notable extensión en el Cauca, Antioquia y Santander.
Según el Ministerio del Medio Ambiente de Colombia, el 69% de la superficie continental del país
es de aptitud forestal, pero de esa área solo el 46,6% está cubierta por bosques, y gran
proporción de las tierras restantes ha sido adaptada a actividades agropecuaria, con fuerte
impacto sobre las microcuencas, afectando así el suelo y el agua a causa del mal uso o del
manejo inadecuado de los recursos. En suelos de laderas de fuerte pendiente por no ser aptos
para la ganadería, de ser viable el aprovechamiento para la agricultura, se deben evitar cultivos
rotativos y procurar para las zonas más susceptibles las prácticas de conservación, mediante
bosques, productores y no productores. Dichos suelos, además de jóvenes, de su morfología
empinada, por estar asociados a rocas blandas alteradas por el intenso ambiente tectónico,
están sometidos a un clima de fuertes contrastes de temperatura y precipitación que los hace
altamente inestables.
Esto es, si en Colombia predominan las rocas blandas con fuerte alteración tectónica, que son
materiales intermedios entre suelo y roca, altamente fracturados y descompuestos y expuestos
a agentes bioclimáticos intensos, entonces nuestros suelos tropicales andinos se asocian a
macizos rocosos también altamente susceptibles a los factores detonantes de deslizamientos y
fallas similares del medio ecosistémico, como son las lluvias y los sismos sobre todo en las
laderas de fuerte pendiente donde se han intensificado los procesos de modelado y la
deforestación, además de las actividades urbanas.
6
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
MANIZALES, 2017
http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
CONTENIDO: PDF (Presentación y Contenido) ; PDF (Capítulo 1 : Geotecnia) ; PDF (Capítulo 2 : Materiales
térreos) : PDF (Capítulo 3 : Erosión y movimientos en masa) ; PDF (Capítulo 4 : Análisis de estabilidad de
taludes) ; PDF (Capítulo 5 : Obras de estabilización de taludes) ; PDF (Capítulo 6 : estructuras de drenaje) ;
PDF (Capítulo 7 : Corrección de cauces torrenciales) ; PDF (Capítulo 8 : Coberturas vegetales) ; PDF
(Capítulo 9 : Estructuras de contención) ; PDF (Capítulo 10 : Auscultación de taludes) ; PDF (Bibliografía)
ANEXOS:
HOME:
http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
A la Universidad Nacional de Colombia en sus 150 años.
7
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
1. GEOTECNIA
1.1. DEFINICIONES.
Geotecnia es la aplicación de los métodos científicos y de los principios de ingeniería a la generación,
interpretación y utilización del conocimiento de los materiales y procesos que ocurren en la corteza terrestre
para la solución de problemas de ingeniería. Para su cabal desarrollo requiere la aplicación de diferentes
campos del conocimiento, entre ellos, la mecánica de suelos, la mecánica de rocas, la geología, la geofísica,
la hidrología, la hidrogeología y las ciencias relacionadas.
8
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
d. Drenajes
Las estructuras hidráulicas son el soporte de la estabilidad de estructuras como vías, áreas urbanas,
tratamientos de taludes, y su omisión o las fallas que se pueden presentar en una estructura hidráulica son
causas de problemas graves. De ahí que las soluciones de geotecnia incluyen la determinación de los
caudales de las aguas de escorrentía, el dimensionado de las estructuras hidráulicas y de los descoles.
e. Subdrenajes.
Los elementos de subdrenaje contribuyen a la estabilidad de estructuras como vías, muros de contención,
pantallas ancladas y taludes, todos conservan su estabilidad en el tiempo gracias a la acción de los
elementos de subdrenaje, cuando controlan la fluctuación de los niveles freáticos y las presiones de poro.
1
Montero, J 1995. Adaptado del capítulo del manual de control de erosión de Corpocaldas.
9
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
1.3.1 La Erosión.
La erosión es el desalojo, transporte y depósito de los materiales sueltos de la superficie terrestre, por la
acción del agua, el viento y el hielo, con la contribución de la gravedad la cual actúa como fuerza direccional
selectiva. Esa acción permanente de la denudación sobre la tierra, es la responsable de la formación de los
valles, las montañas y otras formas de relieve, las cuales experimentan cambios constantes, bajo la acción
de las lluvias, el viento y la fuerza de gravedad, moderados en parte por la cobertura vegetal.
Cuando la erosión actúa a una tasa mayor que la impuesta por los agentes naturales, como consecuencia
de actividades antrópicas, principalmente por deforestación, la agricultura, la expansión de áreas urbanas,
los proyectos de ingeniería y muchas prácticas de uso y manejo del suelo, se presenta la erosión acelerada
o "erosión antrópica", modalidad que constituye impactos negativos a los ecosistemas.
Dentro de los daños ambientales es conveniente considerar no solo los que producen las obras civiles, sino
también, los relacionados con las actividades antrópicas. Aunque aparentemente la reducción del nivel de
la tierra por erosión es muy pequeña comparada con el transcurso de una vida humana (10 cm cada 100
años), la eliminación permanente de la capa más superficial, despoja al suelo de la materia orgánica y de
su porción más fina, y con ello, de las sustancias que nutren las plantas. Además esta capa empobrecida
de suelo infértil es muy sensible a la erosión.
La renovación de un suelo que ha perdido su capa orgánica, constituye un proceso sumamente lento; según
investigaciones de la FAO, pueden transcurrir entre 200 y 400 años para que se forme un centímetro de
suelo en un terreno arenoso. (Ortiz, 1986); en contraste, la desertificación de una región donde los suelos
son mal manejados, solo tarda algunos años.
Al tratar el tema de la erosión hídrica, es conveniente considerar tres aspectos:
1) Las geoformas denudativas creadas por erosión y los procesos de inestabilidad asociados.
2) El destino de los materiales desalojados, los cuales generalmente se involucran en procesos de
transporte en masa.
3) Los procesos de sedimentación y consiguiente colmatación de los cauces naturales.
10
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
1.4.1 El Clima.
Elementos y Factores.
El clima puede definirse como el comportamiento anual promedio de los elementos de la atmósfera tales
como la temperatura, el viento, la presión, la humedad y la precipitación. Se modifica de manera
permanente por los factores de latitud (temperatura), altitud, vientos y vegetación, entre otros. Tomado
de IGAC (1989).
En relación con los procesos de inestabilidad, la cantidad y distribución de la precipitación durante el año,
el tipo y densidad de la cobertura vegetal y el balance hídrico, constituyen los factores climáticos de mayor
interés.
Los factores y elementos del clima se pueden agrupar en dos conjuntos básicos: la circulación de los vientos
y el relieve, tal como se presenta en la Tabla 1.1 Clasificación del Clima. Dentro de las clasificaciones del
clima, tal vez la más conocida es la de KÖPPEN. Se soporta en dos elementos esenciales del clima: la
temperatura y la precipitación y considera seis tipos de clima, tal como se presenta de forma muy resumida
en la Tabla 1.2.
11
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Factores Incidencia
La temperatura es más alta en el Ecuador donde los rayos del sol inciden verticalmente. El
aire asciende en la zona Ecuatorial originando zonas de baja presión; luego desciende frío
en los polos donde origina zonas de alta presión y regresa al Ecuador. Estos intercambios
térmicos producen vientos dominantes que soplan desde los polos hacia el Ecuador. El
Circulación de los enfrentamiento de estos vientos origina un cinturón de baja presión llamado Cinturón de
vientos Convergencia Intertropical CIT el cual se desplaza latitudinalmente entre los trópicos,
dependiendo del plano orbital solar: septentrional en Julio-Agosto y austral en Febrero. El
paso del CIT produce tiempo lluvioso o ciclónico y su ausencia tiempo seco o anticlónico.
-Las masas de aire chocan con el pie de monte y las montañas lo cual las obliga a
ascender. En consecuencia se enfrían, condensan y precipitan, produciendo
respectivamente lluvias pre-orogénicas y orogénicas.
-Las lluvias se distribuyen espacialmente, dependiendo de la altura de las montañas.
-Debido al ascenso de las nubes cargadas de humedad, su condensación se produce a
Relieve
determinada altura, originando una faja lluviosa denominada "óptimo pluviométrico", por
encima del cual las lluvias, por lo general, disminuyen.
-En el Trópico, el gradiente altitudinal, reproduce, de manera algo irregular y en cortas
distancias, toda la gama de ambientes de vegetación que están esparcidos en otras partes
del mundo, en largas distancias de acuerdo al gradiente latitudinal.
12
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
13
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Esta clasificación es muy significativa puesto que tiene en cuenta la armonía que debe existir entre las
comunidades biológicas y el entorno físico de los diferentes ecosistemas del mundo, cuyo estudio tiene
profundas aplicaciones en la preservación del medio ambiente.
Cada zona de vida está representada por un hexágono que caracteriza valores específicos de
biotemperatura, precipitación y humedad.
La temperatura se mide con el termómetro. Esta medición permite apreciar los efectos de la radiación
solar y de las masas de aire. Se tiene en cuenta además el rango de temperatura dentro del cual crecen
las plantas, (entre 0°C y 30°C), es decir la “biotemperatura”.
Para determinar la precipitación, se toma el promedio de los últimos 10 años expresado en milímetros y
los distintos pisos altitudinales que correspondan, representan diferentes asociaciones de vegetación.
Finalmente la humedad se establece con base en la evaporación potencial, la cual es definida por
Holdridge (op.cit) como "la cantidad teórica de agua, que podría ser cedida a la atmósfera por la
cobertura natural del área, en un clima zonal y un suelo zonal, si existiera agua suficiente, pero no
excesiva, durante toda la estación de crecimiento".
En el diagrama de la Figura 1.3 las líneas guías de la evapotranspiración potencial, se cruzan con la de
temperatura y precipitación, para determinar los puntos medios de los lados de los hexágonos de cada
zona de vida. Las provincias de humedad corresponden entonces a las bandas regionales latitudinales y
altitudinales, demarcadas por pares de líneas guía de evapotranspiración potencial.
14
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
En las zonas semiáridas no perturbadas, las tasas de erosión se incrementan más con las lluvias que en otras
regiones, y es difícil separar los cambios naturales de los inducidos por el hombre. (Kirkby, op. cit.). En cambio, en
las zonas subtropicales y tropicales, se ha reconocido ampliamente que la deforestación, el sobrepastoreo y en
general los cambios en el uso y el manejo del suelo, contribuyen más al incremento de la erosión y de la denudación
general, que el incremento mismo de la lluvia.
Este efecto es más sensible en las regiones montañosas de bosque húmedo, donde las pendientes son altas y la
capa de suelo orgánico es extremadamente frágil a la acción del intemperismo por los ciclos de secado y
humectación.
Se describe el ciclo hidrológico como generador de lluvias que son factores contribuyentes y detonantes de los
procesos de degradación, de gran interés en la ingeniería geotécnica. Las lluvias están íntimamente ligadas a los
procesos de erosión e inestabilidad, razón por la cual se trata como punto importante.
La mayor parte de la precipitación que cae sobre la tierra retorna a la atmósfera por evaporación y transpiración,
otra se infiltra para alimentar el agua subterránea y el resto escurre, bien sobre las laderas en forma de aguas de
15
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
escorrentía, o bien se infiltra por la capa superior más suelta del suelo, cerca de superficie, como escurrimiento
subsuperficial.
Alguna parte del agua subterránea emerge más tarde adicionándose también al escurrimiento. Estas aguas
alimentan los drenajes naturales y llegan al océano, de donde se evaporan nuevamente para reiniciar el proceso.
La figura 1.5 presenta un esquema del ciclo hidrológico.
En los climas húmedos, cerca de una tercera parte de la precipitación forma el escurrimiento superficial,
directo o indirecto. En cualquier lugar sin embargo, la proporción que corresponde a este tipo de
escurrimiento, puede aumentar considerablemente si se presentan aguaceros muy intensos y el terreno
está desprovisto de vegetación, especialmente si el suelo es poco permeable y la pendiente es muy
fuerte.
Y en cuanto a los pozos subterráneos, la eficiencia depende no solo de la permeabilidad de las rocas de
los acuíferos detectados, sino también de su recarga, lo que finalmente lleva a la precipitación. En
Colombia, la eficiencia de un pozo de la Guajira, estimada en 1 litro por segundo y por kilómetro cuadrado
en el Estudio Nacional del Agua, IDEAM (2014), es cien veces inferior a la de un pozo de la Región
Pacífico o 26 veces menor que la de uno de la Región Andina.
La anterior es la razón por la cual, en cuencas hidrográficas intervenidas por deforestación y prácticas
inadecuadas de manejo del suelo, el exceso de escorrentía durante precipitaciones intensas provoca no
solamente erosión hídrica severa, sino el incremento desmedido de los caudales líquidos y sólidos,
adquieren mayor poder de erosión y ocasionan inundaciones y otros desastres.
Dado que la concentración de isótopos de oxígeno contenida en la atmósfera varía con la altitud, para
elaborar los modelos hidrogeológicos suele valorarse dicha concentración isotópica en las aguas
16
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
subterráneas emergentes cuando son capturadas en los manantiales, para inferir con la diferencia de
altitud involucrada el camino recorrido y tiempo de permanencia de las aguas infiltradas.
Y en cuanto a la minería que hoy amenaza los ecosistemas en los bosques alto-andinos y páramos de
Colombia, debe advertirse el impacto nefasto de las perforaciones exploratorias, destruyendo acuíferos
naturales al afectar la circulación de las aguas de infiltración, por alterar las cuencas hidrogeológicas,
permitiéndose con ello la contaminación de cuencas hidrológicas vecinas cuando dichas aguas profundas
emergen ya alteradas alimentando los manantiales.
Figura 1.6: Asignación de usos del suelo en Manizales, según el POT de 2017. Fuente: POT
de Manizales, en: http://bdigital.unal.edu.co/57290/1/manizalesporlasendaverde.pdf
La tormenta en Manizales y Villamaría del martes 18 de abril, sólo fue el preámbulo de una
tragedia por un torrencial aguacero, que en la madrugada del miércoles 19, al precipitarse
17
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Texto de la Conferencia a nombre de la SMP, para la Segunda Semana del Paisaje Cultural Cafetero,
que se llevó a cabo en el Teatro Fundadores de Manizales. Manizales, Junio 22 de 2017.
Presentación
19
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
El “Paisaje Cultural Cafetero es un territorio que cubre sectores cordilleranos ubicados entre 1200 y 1800
msnm de a Caldas, Risaralda, Quindío y norte del Valle del Cauca, pero que también por razones culturales
y fisiográficas se deberían incluirse poblados del Sur-oeste de Antioquia, Oriente de Caldas y Nor-oeste de
Tolima para no desestructurar el territorio, entendido como una construcción social e histórica.
Con un área principal de 141.120 hectáreas (1074 ha en área urbana), el PCC que comprende 411
veredas de 47 municipios de la Ecorregión Cafetera, contempla además un área de amortiguamiento
constituida por 447 veredas adicionales, cuya extensión es de 207.000 hectáreas donde se incluyen 17
cascos urbanos o cabeceras municipales adicionales que rodean los centros históricos o bienes de interés
cultural de la declaratoria. La altitud del área principal del PCC, se ubica entre 1200 y 1800 msnm.
La declaratoria de la UNESCO también es una oportunidad para que, como habitantes de la Ecorregión
Cafetera, emprendamos tareas de recuperación y preservación para la transformación de sus ventajas
comparativas culturales y naturales en ventajas competitivas, haciendo del PCC una opción de desarrollo
social y económico, implementando actividades de reconversión productiva incluyentes que incorporen
la producción responsable de bienes y servicios culturales y ambientales, tanto industriales como
artesanales, entre ellos el ecoturismo, además de acciones relacionadas con la preservación de los
ecosistemas, la biodiversidad y el agua, y el fortalecimiento de la economía rural, como una estrategia
de adaptación al cambio climático.
El Contexto
El Museo Interactivo presenta la Ecorregión Cafetera, con cuatro mundos asociados al potencial
natural y cultural del territorio, así:
El Mundo de la Tierra, Pachamama recoge el occidente minero con Anserma, Marmato y Riosucio, un
lugar de marimbas, de resguardos, de carnavales y de negritudes, y además una subregión panelera
con arquitectura de tapia pisada y vocación minera: en el oro de Marmato y Riosucio existe más
novela y poesía que en el café; para este territorio triétnico y colonial, la música es el curruláo.
El Mundo del Agua, Bachué en la subregión magdalenense con su recurso hídrico excedentario; es el
oriente caldense, tierra de ranchos de hamacas, de chinchorros, de subiendas de bagres, nicuros y
bocachicos, del petróleo de Barranca, de la historia de los vapores por el río y de la Expedición
Botánica. Es la subregión del bunde, donde sobresalen el bosque de Florencia y los humedales del
Magdalena.
Por el Mundo del Aire, Yuruparí, donde el aroma de la tierra del café cubre los dos ejes de la
colonización antioqueña; es la región Cafetera propiamente dicha, que empieza en Neira y llega hasta
el norte del Valle; es la tierra de las chivas, del bahareque de guadua, de los cables aéreos, de los
Ferrocarriles Cafeteros, del bambuco y de la música de carrilera. En este territorio de guaduales y
yarumbos, la gastronomía se relaciona con el plato montañero.
20
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Por el Mundo del fuego, Chiminigagua para la alta cordillera con sus volcanes y las fértiles tierras de
San Félix-Murillo, un espacio geográfico que tiene sus propios íconos en el cóndor, el pasillo, la ruana
de Marulanda, los caminos empalizados, la palma de cera, el pasillo y el sombrero aguadeño. Es el
territorio del páramo y del bahareque entablado.
Además, para las estrategias de ciencia y tecnología, y la incorporación de los saberes populares,
agrega tres mundo más: Chía (arte) dado el carácter pluricultural de la ecorregión, Bochica (lógica)
por la necesaria articulación entre ciencia y saberes, y el de Chibchacum (tecnología) para incorporar
los desarrollos tecnológicos requeridos en el trópico andino en el marco de un desarrollo sostenible.
La Ecorregión Cafetera
En este verde y deforestado territorio, el SIRAP del Eje Cafetero, ha identificado diferentes áreas
protegidas que, por su representatividad y extensión, puedan constituir una herramienta fundamental
para la preservación de la biodiversidad, bajo el presupuesto de que la degradación y fragmentación
de los hábitats naturales conlleva la extinción local o regional de poblaciones de innumerables especies
de flora y fauna.
Aunque tanto en el Oriente de Caldas como en el alto San Juan, gracias a la alta precipitación existe
un patrimonio hídrico excedentario susceptible de aprovechamientos responsable, se tiene un potencial
riesgo para el suministro de agua en el Corredor del Río Cauca y Norte de Tolima asociado al déficit
severo de precipitación en temporadas de El Niño y a la limitación por la precariedad de los acuíferos,
consecuencia de las rocas impermeables, morfología y deforestación entre Irra y La Pintada.
Y en cuanto al sistema subterráneo de toda la ecorregión, sobresalen:1- las zonas de recarga de los
complejos de páramos del PNNN, Tatamá y Caramanta, y la gran cobertura boscosa de bosques alto-
21
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
andinos en áreas de reserva cordilleranas, en las zonas del Roble y alto del Nudo, y en el bosque de
Florencia; y 2- los acuíferos del extenso Valle del Magdalena, de los valles del Risaralda y el río La
Vieja alimentado por el Glacis del Quindío, y el de Santágueda.
La caldensidad
En la Colonia, la Nueva Granada se erigía como gran productor de oro en el mundo casi todo
proveniente de la economía minera del Cauca y Antioquia, una y otra diferenciadas por sus modos de
producción social: la caucana soportada fundamentalmente por esclavos africanos (Chocó y
Barbacoas) o indígenas (Quiebralomo), y la antioqueña en el trabajo del minero independiente, que
entra por Remedios y sube a Santa Rosa de Osos.
Aislada por dos siglos en tiempos de la Nueva Granada, Antioquia que se aplicaba a una economía
extractiva y a una agricultura de subsistencia condicionada por la ubicación del yacimiento aurífero,
tras el crecimiento demográfico y agotamiento de las minas, produce corrientes migratorias que
generan la Colonización del siglo XIX cuyos frentes pueblan, entre otros, el centro-occidente
colombiano desde Sonsón, Abejorral y Aguadas, hasta Sevilla y Caicedonia.
Así, al establecerse el principio de “La tierra para quien la trabaje”, ya en el siglo XIX surge en estas
tierras colonizadas un nuevo modelo capitalista en el que florece esta economía cafetera de pequeña
superficie y alto efecto redistributivo del ingreso, con el cual se acentúa y moldea el carácter definitivo
del caldense al crearse una sociedad igualitaria, poseedora de una cultura que se nutre gracias al
cultivo y al comercio del café.
Entre tanto al sur, el Cauca a lo largo del siglo XIX soportaba su economía en las grandes haciendas
del fértil valle, con sus masas de campesinos asalariados y sin tierra, basada en un modelo de
servidumbre similar al de Cundinamarca y Santander, que contrasta con el anterior.
Imagen 1.9: Paisaje caldense, y Manizales a principios del Siglo XX; obras del Maestro Luis Guillermo
Vallejo http://www.bdigital.unal.edu.co/39441/
Entre 1913 y 1935, la producción de café del Gran Caldas, según Antonio García presenta un
incremento del 539 por ciento, gracias al apogeo de una nueva estructura productiva capitalista
soportada en las pequeñas y medianas explotaciones cafetaleras de nuestra región, cuya participación
en la producción de café entre 1932 y 1970 por departamentos, pasa del 29.5% al 26.8%. Si en 1932
Antioquia, el Gran Caldas y el Valle del Cauca contribuían con el 57% de la producción nacional, hoy el
22
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
mapa cafetero colombiano ha cambiado gracias a la expansión cafetera del Tolima Grande, Cauca,
Nariño y Santander
Actualmente, por extensión cafetera, el orden es: Huila 154.980 ha, Eje Cafetero 153.230 ha,
Antioquia 130.990 ha y Tolima 117.180 ha. Entre 1990 y 2012, el país incrementó la producción total
de café 1,85 veces, pasando de 27 millones a 50 millones de sacos. En dicho fenómeno influye la
estructura de costos altos asociada a la mayor productividad existente en el Eje Cafetero.
El origen del capital industrial de Colombia, aunque en algunos casos parte de la propiedad de
haciendas o de actividades especulativas asociadas al periodo de inflación de 1899-1902,
fundamentalmente surge de la producción y el mercadeo de café, después de 1870.
Según Renzo Ramírez Bacca -citando a William Paul-, si por 1870 existían 5 mil
fincas cafeteras, hacia 1932 el número asciende a 150 mil, la mayoría de ellas pequeñas propiedades
menores de diez hectáreas. Añade que hacia 1970, según el censo cafetero, existen 315 mil fincas
cafeteras con una extensión de 4 y 1/2 millones de Ha, de las que 1 millón de ha están sembradas de
café, cultivo al cual se aplican 3 y ½ millones de personas, y 1 millón de jornaleros adicionales.
La economía
Fundado Manizales (1849), el poblado de bahareque y de caminos de arriería, vive un primer período
de economía de subsistencia y de guerras civiles (1860, 1876 y 1884), el que llega hasta la guerra de
los Mil días (1900-03).
En los albores del siglo XX, cuando se ha creado el departamento (1905), la aldea entra a un segundo
período económico de acumulación gracias al café; son los tiempos de los cables y ferrocarriles
cafeteros, medios que llevan dicho producto más allá de los mares, y que detonan una apertura
cultural que se expresa en la arquitectura ecléctica de Manizales.
Sigue un tercer período de verdadero desarrollo económico, favorecido por el modelo keynesiano
implementado tras la recesión de 1929, el de los Jeepaos y las Chivas cuando se abren los caminos
rurales para electrificar el campo y dotarlo de acueductos, además de escuelas y puestos de salud,
todo implementado con el concurso de los productores del denominado “grano de oro”, vía Federación
Nacional de Cafeteros (1927).
Finalmente, a partir de 1970 entramos a un cuarto período económico, que es el de la crisis social,
económica y ambiental, en el que palidecen los poblados cafeteros y el campo, no sólo por el deterioro
de los términos de intercambio, sino también por las consecuencias demográficas y ambientales de la
Revolución Verde asociadas al monocultivo del monocultivo del café caturra y al empleo de los
agroquímicos.
Y tras palidecer la sociedad industrial de ayer y haber desmontado el Estado solidario, con la
implementación del modelo neoliberal mediante la Carta del 91, nuestra sociedad ahora más
fragmentada, entra a un quinto período: el de la globalización de la economía y la cultura, en el que la
industria nacional se desmantela para regresar al modelo de economía extractiva.
Los productores
23
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Imagen 1.10: La cadena de valor del Café, ubicada entre el sistema natural y la provisión de insumos,
y el consumo del producto (Adaptada), en: www.dof.gob.mx - y Destino de las exportaciones del
Fondo Nacional del Café de Colombia, por país (2015)
Contrariamente, lo industrial y agroindustrial son otra cosa, donde obliga la metodología de los clúster
basada en la producción en serie y las economías de escala, y se requiere contar con una organización
que implemente actividades de investigación y desarrollo, tal cual lo hace la Federación Nacional de
Cafeteros con Cenicafé. Ejemplo, el clúster cafetero de Colombia, pero cuya crisis se explica por haber
concedido dos de los tres grandes eslabones de su cadena productiva; el de la transformación y el del
mercadeo del café, a terceros, por dedicarse únicamente a vender el café pergamino como
materia prima, quedándose en el primer eslabón de la cadena de valor en lugar de transformar y
mercadear cafés con valor agregado. Paradójicamente, el primer productor mundial de cafés solubles
es Alemania, y de cafés de sabores Italia. En el mercadeo, igualmente sobresales Nestlé, Kraft Foods y
Sara Lee / DE.
El modelo cafetero
24
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Ayer cuando arrasamos el sombrío, con la disrupción del modelo cafetero abandonamos un modelo de
producción que engrandeció a Colombia desde 1900 hasta 1970, hasta cuando renunciamos a la
caficultura orgánica para apostarle con el Caturra al monocultivo del café y a los agroquímicos.
Ahora, con el Paisaje Cultural Cafetero PCC podríamos recuperar la senda perdida, si es que nos
decidimos por el rescate de la estructura natural y simbólica de la caficultura tradicional, a la luz de la
LOOT 1454 de 2011, puesto que no de otra manera podrán acceder a los instrumentos de
financiamiento en el marco de correspondiente Plan de Desarrollo del orden Nacional.
Con el PCC la suerte de los pequeños poblados cafetaleros dependerá del fortalecimiento de la
economía rural, del papel del transporte rural como catalizador de la reducción de la pobreza, del
bahareque dado su valor como arquitectura vernácula, de la salud del suelo y del agua, del sombrío y
de la biodiversidad, de las sanas costumbres, del arrullo de pájaros y cigarras, de las delicias de la
gastronomía local, y de esta clase de elementos tangibles e intangibles de nuestro patrimonio cultural
y natural. Este paisaje no es de casonas de recreo equipadas con piscinas, propiedad de comerciantes
y profesionales que viven de la economía urbana.
Una estrategia para hacer del PCC un factor de desarrollo, es la implementación del “bioturismo”,
concepto que incorpora cultura y medio ecosistémico, apalancado con un programa de vías lentas y
poblados lentos, en medio de cultivos limpios con sombrío y de productores rurales con su oferta de
servicios ambientales y de bienes artesanales, como canastos, tejidos, cerámicas y otras manualidades
típicas, donde unos y otros se trancen en un mercado justo, lo que exige además de la preservación
de la cultura local, emprender el ordenamiento de las cuencas cafetaleras para alcanzar la protección
de la biodiversidad y de las fuentes hídricas.
Transporte rural
..
Imagen 1.11: Locomotora Ferrocarril de Caldas. John Wotard (1926) www.banrepcultural.org , y
Manizales: arquitectura republicana: Palacio Nacional años 40. Centro de Historia de Manizales.
https://godues.wordpress.com/2016/02/12/
25
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Ahora, que la apertura económica impulsa la construcción de megaproyectos viales requeridos para la
competitividad de los grandes centros urbanos, eventualmente se interferirá la conectividad local con
los peajes implementados para su financiación, con los cuales también pueden resultar aislando a las
pequeñas poblaciones de la ecorregión cafetera, dada su condición de bisagra consecuencia de
nuestra ubicación en medio de las grandes urbes y los mares de Colombia.
Un mismo proyecto puede ser al tiempo, un instrumento de paz o un factor de conflicto: la clave está
en la forma como se diseñe y construya con los actores sociales del territorio. La sostenibilidad de la
red terciaria de la ecorregión cafetera dependerá cada vez más de dos asuntos imbricados entre sí,
como son el desarrollo y aprovechamiento del Paisaje Cultural Cafetero, y la reconversión productiva
del sector agropecuario enfocada a resolver la brecha de productividad entre ciudad y campo, y con
ella la pobreza rural.
Para prevenir las externalidades negativas de los macroproyectos, y no emplear estrategias de
crecimiento soportando la competitividad a costa del desarrollo de las comunidades rurales ampliando
las brechas que se propone cerrar el PND, se deben ubicar los Peajes adecuadamente para no
engrosar los recaudos de las constructoras de autopistas, a costa de la economía rural.
Para comprender la dimensión de esta problemática, basta decir que: a- los ingresos urbanos en las
capitales cafeteras donde se concentra más del 50% del PIB regional, superan unas cuatro veces los
ingresos rurales; y b- mientras las NBI de las capitales cafeteras son del orden del 10% en la provincia
dicho índice supera el 30% en algunos poblados, caso Marmato, Norcasia, Samaná y Victoria, en
Caldas.
Manizales, tras los pavoroso sismos de 1878 y 1884 que derrumban el templo principal, se cambia la
tapia pisada por esa arquitectura vernácula de estructura temblorera denominada bahareque,
configurada por una cercha de arboloco y guadua, con paneles de esterilla cubiertos por una mezcla
de estiércol de equinos y limos inorgánicos, arquitectura cuyo mayor exponente era la Catedral de
Manizales que se incendia en 1926.
Reclama Albeiro Valencia Llano que, a raíz de los incendios de 1922, 1925 y 1926, que destruyen la
cuarta parte de un centro poblado, “de calles estrechas, empedradas y con construcciones en
bahareque y tapia, algunos grecolatinos pretendiendo “regresar a las fuentes hispánicas” y la clase
dirigente de Manizales enriquecida por la producción y comercio de café, olvidaron que la región se
hizo en alpargatas y que nuestra cultura de la colonización, es la de las fondas caminos de arriería y
aldeas con casas de bahareque.
De ahí que, según dicho Historiador, Manizales haya emprendido la “segunda fundación”, olvidando las
casas de “vara en tierra” al referirse al bahareque, “los caminos de herradura, con recuas de mulas y
bueyes”, al reconstruir la ciudad comprometidos con la cultura europea, al implementar una
arquitectura ecléctica con mezcla de estilos victorianos, afrancesados e italianos, como “modelo a
seguir”, aunque para ello también el bahareque evoluciona incorporando coberturas en láminas
metálicas, tablas y cemento.
26
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
..
Imagen 1.12: Salamina, Caldas, y Aguadas, Caldas. Obras de Gustavo Cárdenas.
.
Para aprovechar las ventajas del Paisaje Cultural Cafetero habrá que empezar por Salamina,
un precioso municipio de 1825 fundado en tierra de Carrapas y Picaras, instituido Monumento
Nacional desde 1982. Esto, dada su condición de bisagra como articulador de territorios y poblados
con historia y etnias, entre el norte y el occidente caldenses.
La aldea de bahareque con su arquitectura vernácula, que es un hito por los inmemoriales continuos
urbanos, también resulta estratégica para articular territorios y poblados de sur a norte, con historia y
etnias mediante el desarrollo “vías lentas” que abriguen otras poblaciones históricamente ligadas a la
Colonización Antioqueña, como lo son Abejorral, Aguadas y Neira, todas ellas dotadas del bahareque
patrimonial aún preservado.
Para mantener esta tecnología constructiva asociada al empleo de guadua, limos y cagajón, además
de recuperar la menguada extensión de nuestros guaduales, se deberá fortalecerse la escuela de
artesanos del bahareque de Salamina. Si la base natural de Salamina contempla un clima tropical
andino y un ambiente tectónico complejo, esta arquitectura “temblorera” soporte del Paisaje Cultural
Cafetero, como los guaduales y la biodiversidad, resultan fundamentales para la adaptación ambiental
a la amenaza sísmica y al cambio climático.
guadas, fundada en 1808 al este de Santiago de Arma, sobre la ruta que de Medellín y Rionegro
conduce a las provincia de Marmato y del Sur de Antioquia, una tierra de arrieros, clima saludable,
bahareque, neblinas y pasillos, que está habitada por gente amable con sentido de familia, en cuyo
folclor se conservan tradiciones y costumbres paisas heredadas de la colonización antioqueña del siglo
XIX.
La ruta que llega de Medellín y Rionegro, se bifurca en Arma y Aguadas: de un lado para cruzar el río
Cauca en Bafú y entrar a la Provincia de Marmato donde están Supía, Anserma y Cartago; y del otro,
27
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
para entrar a la Provincia del Sur de Antioquia conforme el frente de colonización va ocupando con sus
fundaciones la vasta Concesión Aranzazu, cuyos dominios inicialmente establecidos entre la vieja Arma
y el Chamberí, se extienden por la vertiente oriental del río Cauca hasta la Provincia de Robledo,
ubicada al sur del río Chinchiná.
Tras la fundación de Sonsón (1800) y Abejorral (1805), la nueva aldea de 1808, será el portal más
septentrional de entrada en la tierra del sombrero de iraca y el pionono, a la ruta donde el esplendor
de nuestra arquitectura vernácula en continuos de bahareque, se repetirá al sur en las nuevas
fundaciones del norte caldense.
El municipio de Chinchiná, ha propuesto la creación del Centro Interpretativo de la Ruta del Café
CIRCA, como emblema y ente estratégico para impulsar el turismo en este municipio de más de 50 mil
habitantes fundado en 1857, donde se puede establecer un nodo para el Paisaje Cultural Cafetero
PCC.
Con el CIRCA, se pueden fortalecer aspectos como la educación, la cultura, la ética pública, la equidad
y el desarrollo desde la perspectiva regional… haciendo de dicho centro un verdadero tanque de
pensamiento que aborde las problemáticas socioambientales de la Ecorregión Cafetera y del Paisaje
Cultural Cafetero.
En relación con los elementos notables para estructurar dicho nodo del PCC entre Chinchiná y
Palestina, la idea sería: en primer lugar, desarrollar una vía lenta recuperando la ferrovía del antiguo
Ferrocarril de Caldas con sus estaciones y túneles desde Chinchiná hasta Villamaría (24 km), y en una
segunda etapa hasta Santa Rosa de Cabal (23 km), o si se quiere hasta Dosquebradas, como elemento
de conectividad regional. Y en segundo lugar, integrar el nodo con los principales activos cafeteros del
territorio, entre ellos: 1- Buencafé Liofilizado, el Centro de Investigaciones del Café (CENICAFE) y la
Cooperativa de Caficultores. 2- El Hotel Campestre Curazao, el Ecohotel Centro de Convenciones, la
Hostería del Café y la Granja Pinares. 3- Las grandes haciendas y pequeñas fincas cafetaleras que
emplean prácticas agroforestales. 4- La Fundación Manuel Mejía Vallejo, creada en 1980 por la
Federación Nacional de Cafeteros, y demás instituciones del gremio.
Sin el Aeropuerto del Café, no es viable hacer del Paisaje Cultural Cafetero un motor de desarrollo
rural soportado en el ecoturismo. Al extender la pista a 3800 m se podrán operar aviones de alcance
transoceánicos con tarifas más económicas para acceder mercados lejanos.
Además de fortalecer la producción de bienes y servicios con valor agregado relacionados con
informática, biotecnología y economía naranja, Aerocafé sacará ventaja de por su posición de
privilegio como epicentro del Triángulo de Oro de Colombia, un territorio de 200 km de radio, donde
habitan 23 millones de habitantes y se genera el 64% del PIB de Colombia.
Según la Asociación Colombiana de Aviadores Civiles, un Jumbo que levanta 75 mil libras del
aeropuerto de Rionegro y 83 mil libras de El Dorado, podría levantar 112 mil libras desde Palestina,
Caldas, generando economías de un 36% y 49% para Bogotá y para Medellín, en su orden, lo que
permite pensar en la conformación de un gran nodo aéreo para las Américas en Colombia, sumado las
ventajas de estos tres aeropuertos.
28
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Imagen 1.13: El Aeropuerto del Café, operando con rutas transoceánicas a bajo costo podrá resolver
limitaciones del El Dorado y del José María Córdoba, y servir de complemento al Matecaña al igual que
lo hacen el José María Córdoba con el Olaya Herrera. Ver: http://www.bdigital.unal.edu.co/55969/
.
Por lo anterior, si desde el Aeropuerto del Café se podrán ofrecer fletes más económicos en aviones de
largo alcance, también se podrán resolver limitaciones del El Dorado y del José María Córdoba, y servir
de complemento al Matecaña, fortaleciendo así un gran nodo aéreo interoceánico, ubicado entre los
aeropuertos de México y Sao Paulo.
Esta ventaja en operaciones aéreas de aviones full carga, pasajeros y combustible, al operar como
“Aeropuerto Low Cost” y de carga pesada, ofreciendo desde el centro de las américas, vuelos con
destino a Europa, África, Asia y Oceanía, también tiene como plus darle viabilidad al turismo del
Paisaje Cultural Cafetero.
Conflictos entre uso y aptitud de suelos, deforestación intensa y extendida, minería ilegal y licencias
mineras perversas, además de desarrollos urbanos expansivos como factores de vulnerabilidad al
cambio climático, amenaza severa de ecosistemas, y crisis del agua.
Existe una profunda brecha de productividad entre economía urbana y rural, y una amenaza adicional
que hará que los precarios ingresos rurales con los Tratados de Libre Comercio (TLC), bajen del 25%
al 50%.
Un sistema educativo que al priorizar la ciencia, las matemáticas y el lenguaje, por olvidarse de la
cultura y las artes no desarrolla el talento humano, ya que está pensado para la sociedad industrial de
ayer, pero no para la sociedad del conocimiento.
29
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Los Municipios abrigados por la declaratoria del PCC, no han capitalizado los instrumentos de la LOOT
para constituir un ente territorial que pueda captar recursos del Presupuesto Nacional.
El Paisaje Cultural Cafetero PCC apalancado en el bioturismo, en vías y poblados lentos, en Aerocafé,
en la reconversión del modelo agrocafetero, y en la organización de pequeños productores rurales y
artesanales controlando la cadena productiva.
Políticas de Ciencia, Tecnología imbricadas con la Cultura, y expansión de las TIC al campo, para cerrar
la brecha de productividad e ingresos entre los medios urbanos y rurales.
Un nuevo modelo educativo con perspectiva rural y urbana, que le de igualdad prioridad a la cultura, al
arte y a la formación del cuerpo humano, y que le tienda rieles al empleo temprano y al campo.
Procesos socio-ambientales soportados en la cultura para el empoderamiento del territorio por parte
de los actores sociales, bajo el presupuesto de que la ecorregión es una construcción social de un
territorio mestizo, pluricultural y biodiverso.
Conclusiones I
..
Imagen 1.14: Bosque con barranquillo o barranquero. Obra de Pablo Chávez, y El caminante. Obra de
Carlos Alberto Osorio M.
Para apalancar el Paisaje Cultural Cafetero PCC, se requiere de estrategias institucionales relacionadas,
en primer lugar, con Políticas de Ciencias y Tecnología que incorporen la Cultura, soportadas en un
Modelo educativo pensado para la sociedad del conocimiento, y en segundo lugar fortalecer los
precarios procesos de identidad cultural ajustados a la variada singularidad histórica del complejo
30
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
territorio, dos asuntos para los cuales la articulación del Estado con los sectores de la producción, la
academia, la sociedad civil y las comunidades de base, resulta fundamental.
Ahora la cultura será necesaria, no solamente para abrazar los conocimientos ancestrales y los saberes
populares, sino también para abrirle espacio a los productores rurales y artesanales, bajo el entendido
de que para ellos no aplica la metodología de clúster válida para la industria y la agroindustria, sino la
del desarrollo de productos rurales y artesanales con denominación de origen, soportados en la
organización de pequeños productores controlando la cadena productiva, y empleando modelos de
producción limpia certificados, para acceder a mercados preferenciales.
Habrá que desarrollar el transporte rural como factor de conectividad y como catalizador de la
reducción de la pobreza, y desarrollar opciones para el acceso a las TIC no solo desde la provincia sino
también desde el campo, además de fortalecer la democracia comunitaria y la sociedad civil, y la
presencia del Estado, de la academia y de los gremios de la producción, implementando procesos
mediados por la práctica de la gobernanza; esto es, decidiendo y construyendo los procesos de
transformación del territorio con y para las comunidades de base, en lugar de implementar decisiones
inconsultas ideadas y “socializadas” por los tecnócratas.
Conclusiones II
Allí, donde el agua puede convertirse en un notable factor de desarrollo y de bienestar social para la
región, también el modelo agroindustrial cafetero soportado en monocultivos y en el uso de productos
químicos, requiere una reconversión estructural, dado que actualmente se constituye en una amenaza
creciente para el hábitat animal y humano, como consecuencia del cambio climático, el avanzado
estado de deforestación de sus cuencas y la crisis del agua. Para el efecto, el agua, el suelo y la
biodiversidad, no pueden ser considerados un recurso y como tal un objeto de explotación por la vía
del mercado, sino como un patrimonio inalienable que solo debe ser objeto de
aprovechamientos responsables.
Resumen: En la zona tropical ubicada entre las latitudes 30°N y 30°S, las corrientes de
vientos alisos que, sometidos a la fuerza de Coriolis se van calentando e incorporando
humedad mientras transitan por la superficie, al ir desde la alta subtropical hacia la baja
ecuatorial. Al converger cerca del Ecuador, el aire cálido asciende y se enfría por expansión,
dándose el desarrollo de nubes de gran desarrollo vertical al favorecerse la condensación.
Esta zona nubosa de inestabilidad atmosférica que deriva a lo largo del año, en la que se
presentan frecuentes e intensas lluvias y en la que convergen los vientos alisios del noreste y
del sureste, es la Zona de Confluencia Intertropical (ZCIT).
Imagen 1.15: Dinámica anual de la ZCIT, en: http://www.fondear.org y Eventos del ENSO
durante medio siglo. Según ERSST
Con el solsticio de verano ha concluido el primer período de lluvias del año. Nuestro clima
bimodal de la zona andina colombiana está regido por las posiciones relativas de la Zona de
Confluencia Intertropical ZCIT, ese ecuador meteorológico que en cada solsticio pasa a
ubicarse al sur de nuestro Ecuador, para regresar de nuevo durante los equinoccios al
costado norte para traernos las lluvias.
32
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Pero las anomalías de temperatura del Océano Pacífico, que se constituyen en freno para el
desplazamiento natural y regular de la ZCIT, generan desórdenes en el clima: el Niño y la
Niña, un fenómeno del Pacífico Sur, reto para la ciencia y la historia. Sus causas reales van
más allá de los factores naturales asociados a sus ciclos de 2 y de 7 años, y a su duración
media del orden de los 12 a 18 meses, porque también la mano del hombre ha podido
penetrar exacerbando el desorden que muestra el funcionamiento de la máquina atmosférica
del planeta
Las consecuencias de esta oscilación del sur, que se inicia en Australia e Indonesia y se
extiende hasta América del Sur, según observaciones hechas desde 1525 entre las que
sobresalen los efectos de las temporadas 1940/41, 1972/73, 1882/83, 1986/87, 1990/94, son
de enorme importancia para la actividad humana: sequías e inundaciones, deslizamientos y
flujos de lodo, epidemias e incendios forestales, trastornos en la agricultura, en la pesca, en
el transporte, en la salud, etc.
En los períodos de El Niño, las temporadas de invierno y verano del año son más secas para
la zona andina colombiana, y más frecuentes e intensos los huracanes del Caribe. Durante La
Niña, ocurre lo contrario: temporadas más húmedas a lo largo del año, con menos tormentas
tropicales.
Aún están en nuestra memoria las 30 mil víctimas del desastre de diciembre de 1999 en el
Estado de Vargas, Venezuela, fenómeno que pudo tener correlación con el Niño y la Niña,
aunque la intensidad del evento océano-atmosférico no haya sido una de las más destacadas.
Tras las tragedias invernales que asolaron nuestro entorno en el último lustro, cerrando el
2012 fuimos sorprendidos con la pregunta que titula mi columna, con la tesis de que ese
podría ser el carácter ambiental que mejor define a Manizales, y en la cual se plasma una
idea tan cautivadora como desafiante de la que haré eco para desarrollar un somero perfil de
la ciudad con las falencias y potencialidades, además de una visión deseable de ella, en tan
trascendental materia.
Para empezar, si esta fuera “la cuidad del agua”, ya habríamos adquirido las cuencas
abastecedoras de agua, donde los conflictos entre uso y aptitud del suelo abundan, para
integrar los corredores de conectividad biológica del margen cordillerano occidental de la
ecorregión cafetera; además, proyectos mineros, como el de Toldafría que prospera, no
contarían con el silencio cómplice de actores estratégicos de nuestras cuencas; igualmente,
tendríamos mayores avances en la solución a la contaminación de los cuerpos de agua con
vertimientos residenciales, ya en los distritos sanitarios urbanos de la Quebrada Olivares, el
Río Chinchiná y las microcuencas de La Francia y El Arenillo, como en la zona industrial
donde por volumen de carga contaminante casi los igualan; y finalmente, el valioso
patrimonio institucional de Aguas de Manizales construido a lo largo de tres lustros, no
hubiese sido presa de la imprevisión en una administración municipal pobre en políticas
públicas ambientales.
Sabemos que el “agua pura” identificada únicamente con H2O, es casi un asunto de tablero,
y que el agradable sabor de la nuestra tiene un particular encanto. Esto, dado que las
34
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Pero siendo el fundamental líquido la base misma de la vida en este “planeta azul”, aunque
por la escasez del agua potable unos cinco millones de seres humanos mueren año tras año,
lamentablemente la Constitución y la ley colombiana la han llevado, con los bosque y la
biodiversidad, al terreno de los recursos, y como tal la han condenado al mundo del mercado
donde caben el oro y el petróleo, lo que permite que se negocie en mesas de traficantes,
olvidando que agua, bosques y biodiversidad no deberían ser objeto de explotación, porque
ellos conforman una unidad sistémica indisoluble. Al respecto, el término latino explosio -que
se asocia con violencia-, resultaría adecuado para referirlo a la naturaleza de una bomba o al
carácter de un modo de producción tan oprobioso como la esclavitud, pero nunca para tratar
a nuestra “madre tierra” merecedora de consideraciones superiores.
35
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
asociada al calentamiento global y la gestión integral del suelo en el nuevo modelo urbano,
entre otros, con estrategias concertadas y coordinadas a nivel intersectorial e
interinstitucional, para generar una base cultural en la que la construcción social del territorio
urbano y periurbano, parta del agua como factor de desarrollo.
Sobre la viabilidad de un proceso bien orientado hacia semejante objetivo, no caben dudas
ahora ni cabrán excusas mañana: desde 2003 miembros de la sociedad civil, la academia,
ONG y organizaciones sociales de base, promovieron un cabildo abierto sobre el agua en
Manizales, proceso aún vigente en el que a partir de medio centenar de ponencias iniciales,
se siguen tratando temas como: Río Blanco, cuenca del Chinchiná, PNN los Nevados, zonas
de interés ambiental, gestión del riesgo, saneamiento ambiental, tasas retributivas, SSPP
públicos rurales y urbanos, manejo de residuos sólidos, lixiviados del relleno sanitario, y
minería en cuencas abastecedoras, entre otros.
36
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Entre los desafíos regionales y locales que deberán enfrentar nuestros planificadores, está el
de estructurar la subregión Centro-Sur, en el marco de un nuevo ciclo de 12 años de los
Planes de Ordenamiento Territorial que obliga a pensar dicho territorio al año 2024, y de la
nueva Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial, la LOOT, que pasa del enfoque municipal al
de regiones y asociaciones de municipios, contemplando aspectos estructurales como la
gestión integral del riesgo y el manejo responsable del medio ambiente, temas en los que
nuestra ciudad muestra una notable dicotomía cuando vemos el deficitario manejo de
nuestras cuencas y bosques, a pesar de los notables desarrollos en el tema de los riesgos.
Al respecto, los cinco municipios que comprenden la capital caldense y su entorno, donde la
principal asimetría parte de la concentración del PIB y la población en Manizales, los entes
territoriales ya han explorado temas estratégicos para sus comarcas y las formas de
organización posibles, tras meses de actividades ininterrumpidas de varios actores sociales
estratégicos, entre los que han brillado por su encomiable labor, concejales y consejeros
territoriales atentos a honrar la responsabilidad que se les ha encomendado.
No obstante, temas sustantivos para resolver la integración, como son el agua, las cuencas,
la inversión, los servicios públicos, la movilidad y la vocación de los entes territoriales como
elementos clave para decidir sobre la asignación de las funciones metropolitanas y usos del
suelo, dependerán del modelo urbano, más que de la figura de integración para la cual la
Ley, que ofrece alternativas insuficientes, urge cambios estructurales, razón por la cual habrá
que desplegar fundamentos conceptuales y mucha creatividad.
Ya no son los tiempos de la ciudad industrial de la primera mitad del siglo XX; ahora las
economías que siguen siendo fundamentalmente urbanas, se han tercerizado, al tiempo que
las zonas rurales sobre el eje Pereira-Manizales, desde los años 70 se han rururbanizado,
mientras el modelo urbano difuso se fue acentuando: a la par que se especializaban las
funciones urbanas demandando cuantiosas inversiones en avenidas para su articulación, en
la periferia los predios rurales, antes fincas con clara vocación agropecuaria, se destinaron al
recreo, la plusvalía o la especulación, por comerciantes y profesionales como nuevos dueños,
cuya actividad económica fundamentalmente resulta urbana.
37
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Pero la tendencia en el medio citadino, ahora cuando las grandes superficies comerciales con
sus equipamientos tecnológicos y variada oferta de servicios dispuestos de forma estética,
segura y confortable, se multiplican capturando el interés de ciudadanos que van mutando al
campo del consumo, es el de la ciudad insolidaria donde el espacio público usurpado por la
informalidad se ha degenerado, y en la que proliferan los guetos, tanto para los pobres de las
conflictivas barriadas populares, como para las clases pudientes que se encierran en
exclusivas unidades residenciales, unos y otros como máxima expresión de una sociedad
profundamente fragmentada.
Mientras no entendamos las relaciones entre ciudad y campo, entre lo rural y lo urbano, y no
comprendamos que la suerte de Manizales igual pasa por Neira que por Pereira, nuestra
ciudad continuará postrada a esas leyes del mercado dominante propias del actual modelo de
desarrollo, que en nombre de la competitividad, tras haber debilitado al Estado, agotará el
agua disponible, envenenará suelos de cultivo y concentrará la riqueza hasta niveles
francamente insostenibles.
Así las cosas, surge la necesidad de repensar el modelo urbano en que se soportará la
subregión Centro-Sur a la luz de las nuevas visiones y teorías de la planificación no
cartesiana, para abatir los profundos conflictos del ordenamiento que han dado cuenta de las
limitaciones de la ley colombiana, en pro de un territorio sostenible, solidario y competitivo,
en el que las tradicionales áreas metropolitanas concebidas como una capital hegemónica,
autosuficiente y autocontenida, sitiada por poblados satelitales subordinados, de segunda
categoría y erróneamente considerados como funcionalmente inocuos, deben dar paso a
territorios equivalorados con competencias complementarias vitales, con identidad cultural,
donde se priorice el desarrollo humano, y en el que los entes territoriales articulados hacia
adentro y hacia afuera, respondan a una estructura sistémica.
De surtir efecto el nuevo modelo, bajo la premisa de un buen diagnóstico como línea de base
y unas visiones regionales afortunadas, antes que competir entre sí las ciudades capitales y
marginar comunidades rurales del entorno metropolitano cafetero, con el desarrollo de una
red de núcleos urbanos autosuficientes, gracias a la democratización de la infraestructura de
servicios y productiva, tanto a nivel de comunas como de los pequeños poblados, surgirá un
38
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
sistema de movilidad que reduciendo los tiempos de transporte de la casa al trabajo y por lo
tanto los viajes motorizados, acercará las oportunidades citadinas a la provincia y facilitará la
expansión de servicios de alta complejidad, en virtud de la complementariedad de las
economías regionales. [Ref: La Patria/ Manizales, 2112-12-10]
RESUMEN: A diferencia del calentamiento global asociado a causas naturales cíclicas como
las variaciones de la actividad solar, el actual cambio climático caracterizado por el aumento
de la temperatura del planeta tiene una componente antropogénica notable, asociada a las
emisiones a la atmósfera de gases de efecto invernadero. Veamos a nivel regional sus
implicaciones, de conformidad con los escenarios modelados a lo largo del siglo XXI que
entrega el IDEAM para Colombia en 2015, y los retos para mitigar sus graves consecuencias
sobre los ecosistemas en el Eje Cafetero, dada la vulnerabilidad del territorio asociada a sus
altos niveles de deforestación, fragmentación de los frágiles ecosistemas y modelo conflictivo
de ocupación del territorio.
39
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
40
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
RESUMEN: Este documento sobre el papel de los árboles como sumideros de carbono y la
importancia de los bosques tropicales, se complementa con información relacionada con las
problemáticas del territorio asociados a la presión urbanística sobre las áreas de interés
ambiental de la Nación y la Ciudad, caso de la Reserva Forestal Protectora de Río Blanco hoy
41
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
amenazada por daño severo e irreversible como consecuencia de los cambios de uso del
suelo en su anillo de contención, ha sido preparado para nutrir las lecturas del Contexto de
CTS de la Universidad Nacional de Colombia y el trabajo cívico de la SMP de Manizales como
integrante de los colectivos ambientales de Manizales.
El cambio climático como factor de riesgo que compromete el suministro de agua en el 63%
de las ciudades del planeta y la seguridad alimentaria a nivel global según el Consejo Mundial
del Agua (2017), debe ser motivo para reflexionar sobre la necesidad de una cultura que vele
por la protección, conservación y restauración de los bosques. Aunque 1.600 millones de
seres humanos en los países más pobres sobreviven por los alimentos, materiales,
agua, medicinas, fibras o leña que les provee, también con la deforestación los árboles están
desapareciendo de la superficie de la tierra: cerca del 46 por ciento los bosques del mundo,
se ha arrasado por el Homo sapiens.
Las especies arbóreas que se estiman en 60 mil a nivel global, de las cuales la mayoría son
tropicales, equivalen 1/5 de todas las especies de plantas terrestres. En Colombia, donde
42
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
contamos con 7.500 de ellas, el hábitat natural de algunas se ha reducido el 80 por ciento: es
el caso de maderables finos como Abarcos, Caobas y Cedros, y de árboles importantes para
otros usos, como el Canelo de los Andaquíes y el Palorosa, que son las 5 más amenazadas, a
las que se suman 10 más: Molinillo, Almanegra, Mangle Nato, Roble, Guayacán, Marfil, Palma
de cera de la Zona Cafetera, Nolí o Palma americana, Palma de moriche, y Mararay de San
Carlos. Nombres como Guaduas, Arbolocos, Alisos, Tulipanes, Pino colombiano y Arrayanes,
evocan también valores culturales y usos económicos y ambientales del árbol.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, que en la pasada década
planteaba sembrar 1 árbol por habitante del planeta, busca proteger las áreas más
biodiversas donde muchas de las especies endémicas están en peligro de extinción. Según la
Universidad de Yale, aunque tenemos un percápita global de 422 árboles, a través de la
explotación forestal y de actividades como la agricultura, la ganadería o la minería, cada año
derribamos alrededor de 15 mil millones de árboles, y en el comercio de madera mundial, de
conformidad con la WWF, la ilegalidad representa 7.000 millones de dólares al año.
En este planeta donde el tráfico ilegal podría representar el 75% del comercio de madera en
2017 según la WWF, aunque somos el país más biodiverso por kilómetro cuadrado, aún
deforestamos 200 mil hectáreas por año y nuestro escenario de riesgos contempla pasivos
ambientales por procesos como: sobreexplotación en las selvas, incendios forestales y talas
intensivas para expandir la frontera agrícola y urbana o extender potreros, además de plagas
de insectos y enfermedades forestales; fenómenos todos cuyas consecuencias han sido la
pérdida del hábitat de especies y ecosistemas, además de caos en la regulación del ciclo del
agua, y de erosión del suelo por acción de vientos y escorrentías, lo que se traduce en
desertificación y desastres por ocurrir.
43
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
expansión urbana, nuestra planificación deberá desarrollar una política pública con
estrategias de adaptación al cambio climático y suministro de servicios ambientales, además
de acciones para recuperar cuencas y rondas hídricas deforestadas, y prevenir la
fragmentación de bosques que amenaza nuestra biodiversidad.
44
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
RESUMEN: El Ruiz es un volcán activo en estado ON, que según investigadores del Instituto
Colombiano de Geología y Minería (Ingeominas), registra alrededor de 12 etapas eruptivas en los
últimos 11 mil años. Pero dada la actividad sísmica sentida en el área de influencia del volcán, el
observatorio Vulcanológico y Sismológico de Manizales recomienda mantener la “alerta amarilla” y
atender las medidas de previsión y prevención correspondientes, según los riesgos al que están
expuestos los pobladores de conformidad con el mapa de amenazas potenciales del Volcán.
Un sismo ocurrido el viernes 7 de octubre a las 15:34 hora local asociado al volcán Nevado
del Ruiz y con magnitud 4,2 en la escala de Richter, según el Servicio Geológico Colombiano,
fue sentido en Manizales, Chinchiná y Villamaría (Caldas), en Herveo, Vistahermosa y Murillo
( Tolima), y en Santa Rosa, Dosquebradas y Pereira (Risaralda).
Aunque el evento ocurrido a tan solo 5,4 kilómetros de profundidad y epicentro 4,4 km al
norte del cráter, necesariamente no es erupción inminente, dada su naturaleza
volcanotectónica al estar asociado a fracturamiento de rocas dentro del edifico volcánico, si
obliga a mantener las previsiones a que da lugar el estado de alerta amarillo.
Igualmente en Febrero 6 del presente año a las 20:39 también se había presentado otro
sismo de similar naturaleza con 3,6 magnitud en el Volcán Nevado del Ruiz, a una
profundidad de 4,9 kilómetros, que fue sentido por los habitantes en el área de influencia del
volcán, razón por la cual se recomendó estar atentos a la evolución de los procesos.
Mientras la Unidad de Gestión del Riesgo de Manizales realizó un recorrido por diferentes
puntos de la ciudad sin advertir incidentes por el temblor, las autoridades de Caldas y Tolima
han recomendado mantener el estado de alerta correspondiente al citado nivel III de
amenaza, de conformidad con las dinámicas del fenómeno volcánico.
Si lo normal en un volcán activo como el Ruiz que sigue en actividad emitiendo pulsos de
cenizas y gases, es erupcionar, también parece sensato esperar eventos cuyo alcance
espacial se aproxime a las previsiones señaladas en su mapa de amenazas, para prevenir
desastres como el ocasionado con la erupción del 13 de noviembre de 1985, cuando
desapareció Armero.
Entre tanto, la comunidad que recuerda la citada tragedia, conocedora del eficiente
desempeño de los miembros del Observatorio Vulcanológico y quien ha estado preparándose
45
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
durante lustros, guarda la calma y continúa presta a acatar las medidas de previsión, y a
seguir las instrucciones de los Comités de Emergencia.
A pesar de los eventos históricos de 1595 y 1845, y de los efectos destructivos de los flujos
de lodo del 13 de noviembre de 1985, el riesgo actual ya no resulta ser tan determinante,
gracias a la preservación de los usos del suelo previniendo la ocupación conflictiva a lo largo
de las vaguadas de los ríos afectados hace 30 años, y a la existencia del Sistema Nacional
para la Gestión del Riesgo de Desastres.
Prehistoria Geológica
En el Pleistoceno, hace 1,8 millones de años, según Jean-Claude Thouret; Armando Murcia y
Rosalba Salinas, tienen lugar las primeras erupciones, que corresponden al período ancestral
que dura entre 0,8 a 1,0 millones de años, en el que se forma un complejo de grandes
estratovolcanes que colapsan, quedando calderas de entre 5 y 10 km de diámetro. Continúa
el período antiguo que dura entre 0,8 a 0,2 millones de años, en el que se desarrolla un
nuevo complejo de grandes estratovolcanes que incluyen lo que era entonces el Ruiz, el
Tolima, el Quindío, y el Santa Isabel; luego entre hace 0,2 y 0,15 millones de años, una vez
más se formaron calderas explosivas en sus cumbres.
46
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Imagen 1.21: Amenaza sísmica en Colombia: valores pico de aceleración y velocidad sísmicas
de diseño Aa y Av para un evento con un período de retorno de 750 años. Comité AIS-300,
en Estudio General de la Amenaza sísmica de Colombia 2009.
Al llegar esta Semana Santa con preocupantes noticias que invitan a reflexionar sobre las
penurias de los bomberos voluntarios de los municipios de Caldas ocasionadas por la falta de
recursos para su funcionamiento, y los pendientes del POT 2017 de Manizales relacionados
con la microzonificación sísmica, la norma geotécnica, la protección y seguridad contra
incendios, las edificaciones de bahareque y la estructura ecológica de soporte, quisiera hacer
una lectura a las lecciones del fatídico terremoto de Popayán ocurrido a las 8h 15m de la
mañana del Jueves Santo de 1983, cuando 18 segundos de sacudidas cobraron 300 vidas y
causaron pérdidas estimadas en U$580 millones, equivalentes al 1,5% del PIB de entonces,
con daños invaluables como los de la cúpula de la Catedral Metropolitana (1906), el Templo
47
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
de Santo Domingo (1788) y la Torre del Reloj (1673), tres joyas del Centro Histórico de una
de las ciudades emblemáticas de Colombia y que hasta entonces fuera conocida como “la
ciudad blanca”, dados los hallazgos de diversos estilos de pintura mural en varias fachadas
coloniales que ahora destapados tras la reconstrucción se pueden contemplar.
Lo anterior, porque si en algo ha cambiado el país en la gestión del riesgo por la vía de la
prevención frente a la amenaza sísmica, ha sido gracias a la creación en 1993 de la Red
Sísmica Nacional a cargo de Ingeominas y a la expedición del Decreto 1400 de 1994 que crea
el Código Colombiano de Construcciones Sismo Resistentes, todo esto como herencia del
terremoto de Popayán de hace 36 años, del cual el país aprendió que era necesario normar
las construcciones para soportar las sacudidas del suelo, prever la concentración de daños en
edificaciones de pocos pisos, reducir la flexibilidad en los edificios aporticados, mitigar la
vulnerabilidad de vigas y columnas dotándolas de más de estribos, resolver la fragilidad de
estructuras en tapia, incorporar el diseño en elementos no estructurales y acometer la
microzonificación urbana. A esto deberá añadirse que posteriormente la norma se ha venido
actualizando, para contemplar las construcciones en tierra o bahareque del patrimonio
arquitectónico y los problemas derivados de las asimetrías como fuente de cambios abruptos
en rigidez y resistencia de las estructuras, entre otros asuntos.
En este territorio biodiverso pero deforestado, pluricultural y mestizo, caracterizado por ser
una zona tropical andina ocupada por cerca de 3,7 millones de habitantes herederos de una
cultura cafetera, la mayor proporción de su población deberá enfrentar la amenaza climática
bien sea por eventos climáticos extremos que se traducirán en falta de agua y desastres
naturales, o por el incremento de la temperatura, que ocasiona pérdida de biodiversidad
facilitada por la fragmentación de los ecosistemas.
En la Región Andina de Colombia el clima bimodal –con sus periodos de lluvias y secos que
cambian con los equinoccios y solsticios– está condicionado por el ENOS, ese fenómeno
climático de comportamiento cíclico y carácter errático que ha venido intensificando
49
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
inundaciones o sequías tanto en los periodos de El Niño, cuando las temporadas de invierno y
verano del año son más secas, como durante La Niña, cuando ocurre lo contrario1.
Imagen 1.22: El Ruiz, pone en evidencia el retroceso de los glaciares en Colombia: con el
cambio climático, en los últimos 50 años hemos perdido el 63 por ciento del área glaciar.
Fuente: UNIMEDIOS.
Tatamá
Caramanta
También están los bosques alto-andinos, en los que sobresalen las zonas del Roble, el alto
del Nudo y el Nevado del Ruiz –conocido también como la Mesa de Herveo– que
comprometen la infiltración y la biodiversidad afectadas por los procesos de potrerización y
usos conflictivos del suelo.
En cuanto a los acuíferos –además del extenso valle del Magdalena como gran reservorio–,
están los valles del río La Vieja por la vertiente del río Cauca, cuyo potencial de agua
50
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
subterránea se asocia con el glacis del Quindío, el valle del Risaralda y la zona de
Santágueda.
Imagen 1.23: Ecorregión cafetera: usos potenciales y actuales del suelo 2002. Fuente: SIR-
Alma Mater
Como escenario de alto riesgo de sequía está el Cañón del Cauca, peligro que se acentúa
entre Irra y La Pintada por el carácter impermeable de las rocas, el grado de deforestación y
lo abrupto del relieve.
51
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
A partir de 1991, y tras la irrupción del modelo neoliberal y la reforma del Estado con la
“reprimarización” de la producción y la instrumentalización de la naturaleza, creció la presión
sobre la estructura ecológica al tiempo que arreció la problemática de los desastres
ambientales ocasionados por eventos climáticos extremos que les “pasaron factura” a los
pasivos ambientales del modelo de ocupación del territorio.
52
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Dado que en las cuencas altas –2.000 msnm– y en las zonas bajas y cálidas –por debajo de
los 1.200 msnm de altitud– se presenta deforestación, el sector agropecuario deberá
replantear el modelo productivo desde la perspectiva ecológica, implementando la
agroforestería y las prácticas silvopastoriles para resolver dicha problemática.
Y para los suelos ubicados entre los 1.200 y 1.800 msnm, el referente deberá ser el Paisaje
Cultural Cafetero, una declaratoria de la Unesco en beneficio de 47 cabeceras y 411 veredas
que demanda una caficultura orgánica con sombrío, en la que además de reivindicar la
economía rural se le deberá apostar a la producción limpia y a la incorporación de valor
agregado a la oferta de bienes culturales y servicios ambientales, en busca del control de la
cadena productiva.
En general, para mitigar la amenaza del cambio climático, en todo el territorio se deberá
priorizar el ordenamiento y la reforestación de cuencas, incorporando estrategias que
resuelvan los conflictos entre el uso y la aptitud del suelo a partir de modelos de reconversión
productiva económicamente viables, que se soporten en la apropiación social del territorio.
Entre tanto, en los actuales planes de desarrollo se deberán implementar políticas de ciencia
y tecnología imbricadas con la cultura, para resolver la brecha de productividad que sume en
la pobreza los medios rurales y un nuevo modelo urbano más verde e incluyente, que
controle el uso expansivo del suelo. Además se debe generar confianza mediante prácticas
sociales de gobernanza y transparencia, y reconstruir el tejido social haciendo de la identidad
cultural y el desarrollo social y humano los pilares del desarrollo.
53
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
MANIZALES, 2017
http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
CONTENIDO: PDF (Presentación y Contenido) ; PDF (Capítulo 1 : Geotecnia) ; PDF (Capítulo 2 : Materiales
térreos) : PDF (Capítulo 3 : Erosión y movimientos en masa) ; PDF (Capítulo 4 : Análisis de estabilidad de
taludes) ; PDF (Capítulo 5 : Obras de estabilización de taludes) ; PDF (Capítulo 6 : estructuras de drenaje) ;
PDF (Capítulo 7 : Corrección de cauces torrenciales) ; PDF (Capítulo 8 : Coberturas vegetales) ; PDF
(Capítulo 9 : Estructuras de contención) ; PDF (Capítulo 10 : Auscultación de taludes) ; PDF (Bibliografía)
ANEXOS:
HOME:
http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
A la Universidad Nacional de Colombia en sus 150 años.
54
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
2. MATERIALES TÉRREOS
2.1 INTRODUCCIÓN.
55
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
flujos de agua ascendente o tubificación cuando los suelos de terraplenes quedan mal compactados o
deficientemente drenados.
Los suelos cohesivos presentan otras propiedades que son evaluadas en la geotecnia: la permeabilidad
es baja, son compresibles, las resistencia es menor, tienen cohesión, el ángulo de fricción interna es
más bajo que el de los materiales granulares y presenta dificultades vinculadas con la magnitud y el
tiempo que puede demorar las deformaciones que pueden afectar una estructura, la excavación para la
conformación del suelo y la construcción de terraplenes son muy sensibles a las condiciones del clima,
principalmente durante los inviernos.
Los limos orgánicos son compresibles, inestables y sus parámetros mecánicos son muy heterogéneos,
motivos que hacen que sean removidos del todo o en parte y sustituidos por materiales friccionantes o
de mejor calidad.
Las rocas ígneas sanas son duras y admiten taludes de corte vertical. La excavación es más difícil y la
rugosidad superficial baja, demandaría un material intermedio para apoyar una estructura en tierra.
Las rocas sedimentarias son menos duras, facilitan la excavación, pero pueden tener estratos
deleznables, estratificación desfavorable, o capas desleibles como yesos o margas y presentan
comportamiento anisotrópico.
Las rocas metamórficas varían en calidad, desde las cristalinas a las foliadas; las más frecuentes, como
esquistos y pizarras no siempre exigen explosivos y no siempre resultan estables.
El suelo tiene tres fases constituyentes: la sólida, la líquida y la gaseosa. La fase sólida está formada
por las partículas minerales del suelo (incluyendo la capa sólida adsorbida); la líquida por el agua (libre,
específicamente), aunque en el suelo pueden existir otros líquidos de menor significación; la fase
gaseosa comprende sobre todo el aire, pero pueden estar presentes otros gases (vapores sulfurosos,
anhídrido carbónico).
Las fases líquida y gaseosa del suelo comprenden el volumen de vacíos (VV), y la fase sólida constituye
el volumen de sólidos (VS).
Un suelo está totalmente saturado cuando
todos sus vacíos están ocupados por agua. Aire A
Un suelo en tal circunstancia consta de dos
fases, la sólida y la líquida. Agua W
La relación entre las fases constitutivas del
suelo (sólida, líquida y gaseosa), permite
avanzar sobre el análisis de la distribución Sólidos S
de las partículas por sus tamaños y sobre
el grado de plasticidad del conjunto.
En los laboratorios de suelos se determina Sólidos: fragmentos de roca, minerales individuales, materiales orgánicos.
fácilmente el peso de la muestra húmeda,
el peso de la muestra secada al horno, el Líquido: Agua, sales, bases y ácidos disueltos, incluso hielo.
56
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
En la geotecnia es necesario determinar las relaciones de volumen de las fases del suelo con el fin de
determinar la variación del peso que sufre el material con el cambio de humedad, la permeabilidad del
suelo, su grado de saturación, su densidad relativa para determinar si está o no compacto, son muy
útiles en los análisis de la geotecnia.
a. Porosidad .
Es la probabilidad de encontrar vacíos en el volumen total. Varía entre 0 < < 100% (se expresa en
%). En un sólido perfecto tiene = 0; en el suelo 0 y 100%.
VV
*100 (%) (2.1)
VT
b. Relación de vacíos e.
Vv Es la relación entre el volumen de vacíos y el de los sólidos.
e (2.2) Su valor puede ser e > 1 y alcanzar valores muy altos.
Vs En teoría 0 < e .
En suelos compactos, las partículas sólidas que lo constituyen tienen un alto grado de acomodo y la
capacidad de deformación bajo cargas será pequeña. En suelos poco compactos el volumen de vacíos
y la capacidad de deformación serán mayores.
c. Densidad relativa DR. (Compacidad relativa)
Medida de la compactación de un suelo, dada por
la relación porcentual entre: a) La diferencia de emax e
la relación de vacíos de un suelo no cohesivo en DR 100 (2.3)
su estado más suelto y cualquier relación de emax emin
vacíos del suelo compactado, y b) la diferencia
entre las relaciones de vacíos en sus estados más
sueltos y más denso. (Norma ASTM D4253 y D4254)
57
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Una forma equivalente de esta expresión en términos de las respectivas densidades del suelo es:
max min
DR 100 (2.4)
max min
Este parámetro permite determinar si el suelo está cerca o lejos de los valores máximo y mínimo de
densidad que se pueden alcanzar. Además 0 DR 1, siendo más resistente el suelo cuando DR 1 y
menor cuando DR 0. En suelos granulares, DR < 35% es flojo, 35% DR 65% es medio y DR >
65% es denso.
d. Grado de saturación S (%).
Es la proporción en que los espacios vacíos de un suelo o una roca contienen un fluido (agua, gas,
petróleo). Usualmente se expresa como un porcentaje en la relación con el volumen total de vacíos.
Relación porcentual entre: a) el volumen del agua en una masa de suelo o roca. b) el volumen total de
los espacios intergranulares (vacíos). Su valor fluctúa entre 0 S 100%. Físicamente en la naturaleza
S 0%, pero admitiendo tal extremo:
S = 0% suelo seco
S = 100% suelo saturado.
Vw
S 100 (2.5)
Vv
e. Contenido de humedad:
Es la relación, en %, del peso del agua del espécimen, al
peso de los sólidos. El problema es ¿cuál es el peso del W
agua? Para tal efecto existen varias formas de agua en
W *100 (en %) (2.6)
el suelo, y unas requieren más temperatura y tiempo de WS
secado que otras para ser eliminadas. En consecuencia,
el concepto “suelo seco” también es arbitrario, como lo
es el agua que se pesa en el suelo de muestra. Suelo seco es el que se ha secado en el horno, a
temperatura de 60°C – 110°C, hasta peso constante durante 24 ó 18 horas.
El valor teórico del contenido de humedad varía entre:
0 . En la práctica, las humedades varían de 0 (cero) hasta valores del 100%, e incluso de
500% ó 600%.
NOTA: En compactación se habla de humedad óptima o, la humedad de mayor rendimiento, con la
cual la densidad del terreno alcanza a ser máxima.
f. Peso unitario del suelo.
Es el producto de su densidad por la gravedad. El valor depende, entre otros del contenido de agua
del suelo. Este puede variar del estado seco d hasta el saturado sat como muestra la relación 2.10,
en la que el estadio intermedio supone valores de S entre 0 y 1, dependiendo del menor o mayor
contenido de humedad del suelo. Queda establecido entonces que el concepto difiere del de densidad
y también que:
58
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
WS WSat WW WT
d (2.7) y sat (2.8); W (2.9) T (2.10)
VT VT VW VT
Algunos valores del peso unitario seco de los suelos de interés, dado que no están afectados por el
peso del agua contenida, sino por su estado de compacidad, el que se puede valorar con la porosidad.
Tabla 2.1 Valores de y d para suelos granulares (MS Lambe).
Descripción
d
% g/cm3
Arena limpia y uniforme 29 – 50 1,33 – 1,89
Arena limosa 23 – 47 1,39 – 2,03
Arena micácea 29 – 55 1,22 – 1,92
Limo INORGÁNICO 29 – 52 1,28 – 1,89
Arena limosa y grava 12 – 46 1,42 – 2,34
Arena fina a gruesa 17 – 49 1,36 – 2,21
Los suelos bien compactados presentan pesos unitarios de 2,20 Ton/m3 a 2,30 Ton/m3, en d para
gravas bien gradadas y gravas limosas. En la zona del viejo Caldas, las cenizas volcánicas presentan
pesos unitarios entre 1,30 y 1,70 Ton/m³.
g. Peso unitario sumergido ´.
Esto supone considerar el suelo saturado y sumergido. Al sumergirse según Arquímedes, el suelo
experimenta un empuje, hacia arriba, igual al peso del agua desalojada.
Wsat WW WSAT VT * W
´ SAT W
VT VT
Entonces:
sat (2.11)
Que es la situación de la masa de suelo bajo el nivel de agua freática (NAF) del terreno.
h. Gravedad específica.
La gravedad específica es la relación del peso unitario de un cuerpo referida a la densidad del agua,
en condiciones de laboratorio y por lo tanto a su peso unitario γ 0 . La gravead específica de la fase
sólida (GS) que es de vital importancia por describir el suelo y la fase líquida (G W) que se asume es
1,00 por ser la W la misma del agua en condiciones de laboratorio. En cualquier caso, el valor de
referencia es 0, pero 0 W. En geotecnia sólo interesa la gravedad específica de la fase sólida del
suelo, dada por GS= s/w pero referida al Peso Unitario de la fase líquida del suelo W , para efectos
prácticos.
Los valores típicos de la gravedad específica, aunque están asociados a los valores de los minerales
constituyentes de la fase sólida del suelo, son: Gravas 2.65 a 2.68; Arenas 2.65 a 2.68; Limos 2.66 a
59
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
2.70 y Limos 2.68 a 2.80. En general los suelos presentan valores de GS comprendido entre 2,5 y 3,1
(adimensional).
d
GS ; GW W (2.12)
W 0
Una relación básica entre la , S, e y GS es:
WW VW * γ W γ W 1
ya que GS S S *
WS VS * γ W * GS γ W V S W
WW VW VV 1 V
* * cancelamos γ w e introducim os V
WS VV VS GS VV
S *e
Gs S e (2.13)
GS
Otra relación fundamental surge de:
W
W S 1 W
WT W S WW WS G S 1
T T
VT V S VV V 1 e W
V S 1 V
VS
GS S * e
T * W (2.14)
1 e
GS e
SAT * W (2.15)
1 e
60
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
G
d S * W (2.16)
1 e
WT WS WW WS WW
T
VT
VT
VT 1 W
S
T d 1 (2.17)
En mecánica de suelos, sólo se utiliza para los suelos finos plásticos que dependiendo del contenido de
agua y su mineralogía, fluyen sin romperse. La consistencia de la arcilla seca es alta y húmeda es baja.
Atterberg (1911) estableció arbitrariamente tres límites para los cuatro estados de la materia, así:
Tabla 2.2 Límites para los cuatro estados de los suelos finos Atterberg 1911.
Estado líquido
Límite líquido WL LL
Estado plástico
Crece la
Límite plástico WP LP
Estado semi – sólido
Límite de
WS LR
retracción
Estado sólido
Un suelo está en estado líquido (arcilla o limo) cuando se comporta como un fluido viscoso, se deforma
por su propio peso y su resistencia al corte es casi nula. Al perder agua, ese suelo pierde su fluidez,
pero continúa deformándose plásticamente; dado que pierde su forma, sin agrietarse. Si se continúa
con el proceso de secado (de la arcilla o limo), el suelo alcanza el estado semisólido y al intentar
moldearlo, se desmorona. Si se seca más, a un punto en el cual su volumen ya no se reduce por la
pérdida de agua, y el color se torna de un tono más claro, el estado del suelo se define como sólido.
El estado plástico se da en un rango estrecho de humedades, comprendidas entre los límites líquido y
plástico. Este rango genera el Índice de Plasticidad IP, definido así:
61
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
diferencia de contenido de
IP WL - WP (2.18)
humedades en los LL Y LP
En consecuencia, los límites de Atterberg son contenidos de humedad del suelo, para suelos finos
(limos, arcillas), solamente. Los índices son rangos de humedad.
a. Indice de liquidez IL.
El contenido de humedad natural, , que presenta una arcilla o un limo en el campo, puede compararse
con sus límites Wp, WL mediante el Índice de Liquidez, IL, así:
P
IL *100 (en %) (2.19)
IP
Si IL 100%, el suelo en campo está cerca al LL.
Si IL 0%, el suelo en campo está cerca al LP.
Pueden presentarse arcillas con IL < 0, cuando < WP.
La plasticidad de un suelo se atribuye a la deformación de la capa de agua adsorbida alrededor de los
minerales; y en las arcillas, por su forma en láminas y tamaño microscópico, es alta, dependiendo la
plasticidad del suelo, del contenido de arcilla. Skempton (1953) expresó esta relación matemáticamente
con la actividad A de la arcilla, así:
IP
A % de arcilla % en peso WS de partículas con φ 2μμ (2.20)
% de arcilla
LR
Wi W f Vi V f * w
* 100 (2.21)
Wf
Donde (Vi – Vf)W es el peso del agua perdida y (Wi – Wf) - (Vi – Vf)W es el peso del agua en la muestra,
cuando está en el límite de retracción. El LR se denomina también límite de contracción del suelo.
e. Índice de consistencia, IC (o Índice de de liquidez)
Es la medida de la consistencia o facilidad relativa con
que un suelo puede ser deformado dada por la relación
numérica entre: a) la diferencia entre límite líquido y el L
contenido de agua de un suelo, y b) su índice de IC *100 (2.22)
plasticidad. Puede tener valores negativos o superiores
L P
a 100%
f. Índice fluidez, If.
Es la medida de la consistencia o la facilidad relativa con que un
W WP
suelo puede deformarse espontáneamente dada por la relación
numérica entre: a) la diferencia entre el contenido de humedad IF (2.23)
de un suelo y su límite plástico, y b) su índice de plasticidad. IP
2.3 OTROS MATERIALES
En geotecnia es común encontrar materiales intermedios conformados por suelo y bloques de piedras o
rocas, macizos rocosos fracturados y meteorizados, otros conformados por rocas intercaladas con
materiales muy alterados, todos como el resultado de la actividad volcánica, la tectónica, la inestabilidad
de materiales que generan depósitos de tipo coluviales (Gravedad), aluviales (Agua), fluvio-volcánicos
63
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
originados por la actividad volcánica, deshielo, inestabilidad de masas y los flujos por los valles de cauces
torrenciales hasta depositarse en los valles más amplios.
a) Materiales granulares.
Los materiales granulares están conformados por partículas gruesas de diferentes diámetros en estado
drenado o seco, como el caso de zonas desérticas, lechos de ríos o depósitos que no se dejan muestrear
por métodos convencionales, ni se pueden realizar ensayos en estado inalterado.
Para la caracterización de estos materiales, la obtención de pesos y volúmenes se debe acudir a otros
métodos indirectos, donde, con el apoyo de los ensayos de campo, la fotografía y ensayos de laboratorio
sobre muestras alteradas se conocen los rangos de sus parámetros.
En el caso de los conglomerados el peso unitario es un valor medio entre el peso unitario de la matriz
del suelo y la gravedad específica de los bloques. La resistencia del material está gobernada por los
parámetros mecánicos de la matriz y la permeabilidad si bien corresponde al suelo que conforma la
matriz, se pueden presentar presiones piezométricas debido a la variación de las áreas de las secciones
de flujo por la presencia o no de bloques impermeables.
Cuando los materiales son granulares, o son depósitos gruesos, roca muy fracturada y meteorizada o
saprolito, los parámetros se pueden obtener por métodos indirectos con el apoyo de ensayos de campo
de Penetración Estándar (SPT) o conos de penetración, todos se realizan con el apoyo de equipos de
hincado que permiten determinar el número de golpes de una pesa (martillo) que cae desde una altura
constante para que el muestreador avance una distancia determinada en el material que se está
ensayando, y por medio de correlaciones se determinan los parámetros físicos y mecánicos del material.
El ensayo de Penetración Estándar (SPT) constituye el penetrómetro dinámico abierto de uso más
común, es un tubo partido en dos cascos, ensamblados por dos terminales. El superior cuenta con una
rosca que permite conectar el toma-muestra a las varillas de perforación, el inferior cuenta con unas
dimensiones estándar diámetros, ángulos y aberturas.
La resistencia del suelo a la penetración se mide por el número de golpes “N”, necesarios para hincar el
SPT 30 cm. La masa para realizar la hinca pesa 63,7 Kg, cae desde una altura de 76,2 cm. Se inicia el
hincado hasta que se ha introducido 15 cm. A partir de este momento se comienzan a contar los golpes
para penetrar 15 cm, hasta hincar 30 cm. Son con más de 100 golpes no hay avance del hincado, se
considera el rechazo y se suspende el ensayo.
Cuando el ensayo se realiza por debajo del nivel freático, el número de golpes para la hinca se debe
corregir según la siguiente fórmula (Terzaghi y Peck 1948):
N 15
1
N 15 (2.24)
2
En donde N´ es el número de golpes medidos en el ensayo.
La obtención de los pesos de los conglomerados se apoya en la toma de fotografías, con el apoyo de
una escala del material que se quiere analizar. Con la fotografía y el programa Autocad se hace la
medición de las áreas de los bloques y de la matriz, y con ellos se hace la ponderación. En campo se
hace la toma de muestras inalteradas de la matriz y de los bloques. En laboratorio se hace la obtención
del peso unitario de cada uno de los materiales y se procede a obtener el rango de los pesos unitarios
del material.
64
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Tabla 2.3 Propiedades Comunes de los Suelos no Cohesivos, según HUNT. Tomado del Manual de Ingeniería a de
Taludes. Pag 132
A partir de los ensayos de penetración Estándar (SPT), existen diversas correlaciones que permiten
estimar el ángulo de fricción (), por medio de la densidad relativa (Dr). Los materiales granulares
gruesos de gravas afectan el ensayo, elevando el valor de N. En arenas gruesas y gravas, la saturación
no afecta el ensayo. En arenas finas y limos, localizados por debajo del nivel freático, se debe corregir
el valor de N mediante la ecuación 2.24. La tabla 2.3 presenta los valores de los parámetros de suelos
granulares obtenidas a partir de los ensayos de Penetración Estándar (SPT), empleados en las prácticas
de ingeniería.
Otra estrategia para obtener los parámetros de los suelos granulares la propone el profesor Álvaro
Gonzales, con el apoyo de correlaciones a partir de los resultados obtenidos en los ensayos de SPT se
puede calcular los valores de los parámetros de cohesión y el ángulo de fricción; así como los pesos
unitarios de las diferentes unidades de suelo, todos con miras a determinar la capacidad portante de los
materiales de cimentación, o que conforman un talud.
El método aproximado para la evaluación de los parámetros efectivos de resistencia c' y ', mediante el
empleo de los datos de SPT2 (N en golpes/pie) se soporta en la obtención de valores estimados, para
tener valores razonables de los materiales granulares o intermedios.
El valor normalizado de penetración N para 12" (1 pie » 30 cm), se expresa en golpes/pie y es la suma
de los dos últimos valores registrados. El ensayo se dice que presenta "rechazo" si:
2
González G. A. J. Estimativo de parámetros efectivos de resistencia con SPT. www.scg.org.co/wp-
content/uploads/ESTIMATIVOS-DE-PARAMETROS-DE-RESISTENCIA-CON-SPT.pdf.
65
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Para casi todas estas variantes hay factores de corrección a la energía teórica de referencia Er y el
valor de N de campo debe corregirse de la siguiente forma (Bowles, 1988):
Para efectos de cálculos comunes se considera que 2 = 3 = 4 = 1 y solamente se tienen en cuenta los
factores 1 y Cn.
Corrección por Energía (1)
Se considera que el valor de N es inversamente proporcional a la energía efectiva aplicada al martillo y
para obtener un valor de Ne1, a una energía dada "e1", sabiendo su valor Ne2 a otra energía "e2" se aplica
la relación:
e2
N e1 N e 2 (2.26)
e1
Corrección por Confinamiento (Cn)
Este factor fue identificado desde hace tiempo (Gibbs y Holtz, 1957) y se hace por medio del factor Cn
de forma tal que:
N corr N1 C n N (2.27)
66
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
vr
Rs (2.28)
Pa
2
Cn (2.29)
1 Rs
Con los ensayos realizados en campo y teniendo en cuenta lo expuesto por el Ing. Álvaro Jaime Gonzales
en su artículo, se hacen los estimativos para de los parámetros de resistencia, trazando una gráfica con
los esfuerzos efectivos verticales vs los esfuerzos cortantes, se obtiene una línea de tendencia de la cual
el corte con el eje “Y” se obtiene el valor de la cohesión y de su pendiente el ángulo de fricción.
El ángulo de fricción interna del suelo, es soportado en los conceptos propuestos por Meyerhof 1.965,
Schmertmann 1.977 y Shioi-Fukuni 1.982 (Japanese National Rail Way).
Para adoptar el valor del ángulo de fricción interna del suelo se toma la correlación a partir del número
de golpes obtenido en el campo denominado Nspt.campo corregido por energía o N60, el cual se obtiene
con la aplicación de la siguiente fórmula (González, 1999):
45
N 60 N spt (2.30)
60
La adopción del valor del ángulo de fricción interna equivalente del suelo (eq se soporta en la correlación
tomada a partir del número de golpes obtenido en el Ensayo de Penetración Estándar (SPT) propuesta
por Kishida para uso en Colombia:
b) Macizos Rocosos
Para hacer la caracterización de un macizo rocoso explorado en sondeos sobre roca fracturada, se acude
al sistema GSI (Geological Strength Index), Hoek 2006, como una herramienta para estimar los
parámetros “s”, y “mi”. Con el GSI se puede estimar la reducción de la resistencia de un macizo rocoso
para diferentes condiciones geológicas, incluyendo macizos débiles.
La caracterización del macizo rocoso está soportada en la verificación visual de la estructura de la roca,
en términos del estado de los bloques y de la condición superficial de las discontinuidades indicadas por
la rugosidad y alteración de las juntas. La combinación de estos dos parámetros proporciona una base
67
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
práctica para describir un rango amplio de los tipos de macizos rocosos. La estimación de los parámetros
para hallar la resistencia, se soporta en una relación empírica y los procesos asociados a las
clasificaciones de la ingeniería de rocas.
Tabla 2.4 Caracterización del macizo rocoso en función de los bloques basado en el entrabamiento y las
condiciones de las juntas. Adaptada de Hoek (2006)
La determinación del GSI se hace a partir de la Tabla 2.4 a la que se ingresa por el eje horizontal: donde
se identifica el tamaño de los bloques, su composición y estructura, y en el eje vertical se identifican las
condiciones que presentan las discontinuidades. Al cruzar los ejes horizontal y vertical, se obtiene un
rango de valores de GSI, dispuesto en las líneas diagonales.
El valor de mi se obtiene de la tabla 2.5, donde se hace la asignación de valores a partir de las
características de la roca.
68
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Textura
Tipo de roca Clase
C M F VF
Sedimentaria Clástica Conglomerado Arenisca Limolita Lodolita
mi 22 19 9 4
Metamórfica No foliada Mármol Chert Cuarcita
mi 9 19 24
Metamórfica Foliada Neiss Esquisto Florita Pizarra
mi 33 10 10 9
Con el procedimiento se tienen los parámetros de resistencia de un macizo rocoso de peso unitario,
cohesión y ángulo de fricción.
69
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Esta clasificación está basada sólo en los límites de Atterberg para la fracción que pasa el T 40, y se
obtiene a partir de la CARTA DE PLASTICIDAD así:
70
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Este sistema propuesto por Arturo Casagrande (1942) lo adoptó el cuerpo de Ingenieros de EE.UU. en
los aeropuertos y, actualmente, es ampliamente utilizado en el mundo, al lado del sistema de la
AASHTO o el de la ASTM, todos basados en los LIMITES Y LA GRANULOMETRÍA.
71
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Resistencia al corte
CARACTERÍSTICAS
FUNDAMENTALES
Sobresaliente + ++
Compresibilidad
Permeabilidad
Muy alto ++
Facilidad de
Alto +
Moderado m
Deficiente -
Bajo --
Muy bajo ---
Este es el sistema del Departamento de Caminos de U.S.A., introducido en 1929 y adoptado por la
“American Association of State Highway Officials” entre otras. Es de uso especial para la construcción
de vías, en especial para manejo de sub-rasantes y terraplenes.
72
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Los grupos de suelos son 7, subdivididos en otros más (para llegar a 12)
b) Suelos fino granulares (grupo limo arcilla): más del 35% pasa el T-200
A-4 si IP 10 (limo) y LL 40%
A-5 si IP 10 (limo) y LL 41%
A-6 si IP 11 (arcilla) y LL 40%
A-7 si IP 11 (arcilla) y LL 41%
En consecuencia: A-1 = cascajo y arena; A-3 = arena fina; A-2 = cascajos y arenas limosas o
arcillosas; A-4 y A-5 suelos limosos, y A-6 y A-7 suelos arcillosos
A-1 y A-3 son suelos excelentes y buenos, A-2 buenos y moderados, y A-6 y A-7 son suelos de
moderados a pobres.
Terraplenes.
pavimentos.
Capilaridad.
Elasticidad.
Sub bases.
Cambio de
volumen.
Bases de
Valoración escala.
A-1 ++ --- -- - ++ ++ ++ + ++ Sobresaliente.
A-2 - ++ + m - M + ++ Muy alto.
A-3 + - -- - + + + + Alto.
A-4 - + +- + ++ - - +- m Moderado.
A-5 - m ++ + ++ --- - -- - Deficiente.
A-6 --- - ++ ++ -- -- - -- Bajo.
A-7 -- m ++ ++ -- -- -- --- Muy bajo.
73
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
74
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
La consolidación puede ser PRIMARIA o SECUNDARIA. Primaria cuando al cargar el suelo, la reducción
del volumen se debe a la expulsión de agua,
fenómeno en el que se transfiere la carga soportada
por el agua al esqueleto mineral.
Secundaria, cuando la consolidación ocurre por el
ajuste del esqueleto mineral y la carga está casi toda
soportada por este y no por el agua.
b) Compactación: Es la densificación del suelo
por medios dinámicos, con el propósito de mejorar
sus propiedades físicas y mecánicas para fines de
ingeniería.
2.5.1 Consolidación.
El ensayo de consolidación consiste en la aplicación
de una serie de cargas sobre un espécimen
e
saturado, donde éstas hacen que el agua se evacue
por las piedras porosas. Las cargas son a (2.27)
P
V
incrementales y después de la aplicación de cada
una, se registran las deformaciones y los tiempos Figura 2.9 Curva relación de vacíos presión vertical.
que duran estas deformaciones (Gráfico de Tiempo-
Deformación). También se analiza la gráfica de carga y relación de vacíos. Las cargas se van doblando
cada vez y los incrementos se hacen cada 24 horas. Finalmente, la descarga se hace gradual.
Se dibujan las curvas que relacionan compresión P, y relación de
vacíos “e”. aV
mV (2.28)
1 e0
a. Coeficiente de compresibilidad (av)
Relación entre: a) La disminución de volumen, y de la correspondiente relación de vacíos, y b) un
incremento dado de esfuerzo en un suelo. El coeficiente de compresibilidad está dado en el ensayo de
consolidación por la pendiente de la secante de la curva esfuerzo
relación de vacíos, en un intervalo dado de esfuerzos.
Tu H 2
t (2.29)
b. Coeficiente de compresibilidad volumétrica CV
(mV).
Llamado también módulo edométrico; es la relación entre el incremento de esfuerzo compresivo y la
deformación volumétrica unitaria en el ensayo de consolidación. e 0 es la relación de vacíos del suelo
antes de un incremento de carga específico y de interés para el geotecnista.
75
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Las curvas e-P, no son rectas, como lo son las curvas - (que siguen la ley de HOOKE) donde la
pendiente da una medida del grado de rigidez o de deformabilidad del material (módulo de YOUNG “E”).
Aquí la compresibilidad cambia con la magnitud del esfuerzo, y el valor aV debe ser la pendiente que
corresponda con las presiones del terreno.
s mv H V (2.30)
Cálculo de asentamiento: S = f(CC)
P P
e CC * log 0
P0
CC P P
S H * log 0 (2.31)
1 e0 P0
e. Carga de preconsolidación
Todo suelo tiene una historia geológica de
esfuerzos que puede investigarse en las
curvas del ensayo de consolidación. En la
figura se diferencia, en un ciclo CARGA–
DESCARGA, el tramo de recompresión y el
tramo virgen de la curva e–(log), que se
corresponden con dos situaciones así:
Presiones ya soportadas por el suelo y
nunca antes sobrellevadas por él.
Arturo Casagrande desarrolló el método
para conocer la PRESIÓN DE
PRECONSOLIDACIÓN
Se escoge el punto de mayor curvatura en
Figura 2.10 Determinación de la presión de preconsolidación escala semilogarítmica; se traza la
horizontal y la tangente a ese punto. Luego se obtiene la bisectriz del ángulo. Se traza la asíntota al
76
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
tramo virgen, y la intersección con la bisectriz genera un punto, cuya abscisa corresponde a la presión
de preconsolidación 0.
ARCILLA PRECONSOLIDADA: Es aquella que recibe hoy cargas menores de las que en su historia
geológica ha tenido. Esta arcilla es más dura.
Si RS < 1, estaremos con cargas inferiores a la presión de preconsolidación, el suelo responde como
suelo duro.
La ecuación del grado de consolidación puede resolverse para varios valores de UV en función de Z/H y
de TV. Podemos hacer ZV Z
H . Si la lámina de agua reposa en una frontera impermeable y sólo drena
hacia arriba, lo que se denomina drenaje simple, se trabaja con la mitad superior del ábaco UV, TV, ZV,
y en drenaje doble, con todo el ábaco. La figura aludida refleja el proceso de consolidación, ya que
77
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
muestra la rapidez de aquel en las fronteras drenantes y la lentitud en la frontera impermeable. Además,
muestra cómo la consolidación avanza en el tiempo, a medida que aumentan los valores de ’.
Zv
Z
ZV
H
CV t
TV
H2
H = H0
Drenaje simple
H = H0 / 2
Drenaje doble
Pero además de los valores UV, también se requiere el grado promedio de consolidación UV , que
refleja el asentamiento en toda la superficie horizontal.
78
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Grado de consolidación
en el plano medio Uv
Grado promedio de
consolidaciónUv
UV = Consolidación promedio.
79
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
3Q * Z 2
V
2 r 2 Z 2 5
2
2Q * Z 3 2Q * * X 2 * Y 2 2Q * X * Z 2
V X XZ
X 2 Y 2
2
X 2 Y 2
2
X 2 Y 2
(10.
80
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
V
q
sen * cos 2
X
q
sen * cos 2
sen * sen 2
q
XY
Se puede suponer los casos c) y d) en casos como terraplenes o cortes
X
B 2 sen 2
q 1
V
X 2
q Z R1 1
X Ln
2
sen 2
B B R2 2
1 cos2
q 2Z
XZ
2 B
v=q x I0
.
81
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
82
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
3
1
2
V q 1 Para R 0
1 r 2
Z
Figura 2.17 Valores del factor de influencia para calcular el incremento de esfuerzo vertical
total bajo un área circular uniformemente cargada. (Abaco de FOSTER – AHLVIN 1954. R 0)
g) Diagrama de influencia de Newmark (1942), útil para áreas rectangulares en la forma, pero
uniformemente cargadas. El método de cálculo es gráfico. El ábaco es una malla o una red de
puntos radial y anular, con un centro para N. Se requiere conocer el efecto sobre el punto N de una
carga q colocada en el terreno sobre un área A de forma cualquiera. Debo hacer iguales la escala
83
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
AB del ábaco y la profundidad Z del punto (AB = Z). Ahora, los radios parten del origen y forman,
con los anillos, áreas de influencia, cuadrilongos,
cargados con el mismo incremento de carga. Si
el área total del ábaco equivale a q, y son 200
cuadrilongos, el área de un solo cuadrilongo
representará un cambio de esfuerzo de
0,005q q 200 .
V = q * I0 * n
Imagen 2.19: Áreas protegidas - Colombia, Ecorregión Cafetera y Cuenca del Chinchiná.
Dos problemas estructurales íntimamente ligados, la deforestación y el comercio ilegal de la
madera, han sido las causas primeras del gradual ecocidio cometido sobre un patrimonio
fundamental para el agua y la biodiversidad, como lo son nuestros bosques andinos y selvas
tropicales. Si en Colombia la tasa anual de deforestación en 2013 llegó a valores superiores a
300 mil hectáreas, también en la Ecorregión Cafetera, un territorio biodiverso que alberga al
84
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
7% de las especies de plantas y animales del país donde el paisaje estuvo dominado por
bosques, ahora solo se conserva menos del 20% de dicha cobertura.
Para el Ideam, mientras la cifra entre 1990 y 2010 llegó a 310 mil hectáreas-año, y en el Chocó
se pierde la batalla contra la deforestación: la Región Andina fue la zona más afectada, seguida
de la Amazonía. En cuanto a los principales procesos de destrucción de bosques y selvas de
Colombia durante los últimos 60 años, Julio Carrizosa Umaña señala la colonización con
propósitos de ganadería extensiva cuando se ofrecieron como alternativa a la reforma agraria,
luego el uso de estos como protección de grupos armados y más tarde la presión sobre estos
ecosistemas como soporte de cultivos ilícitos. Indudablemente, faltarían la expansión urbana,
la palma africana y la actividad minera. La tala ilegal en Colombia cuya cuantía alcanzó al 42
por ciento de la producción maderera según el Banco Mundial (2006), cantidad equivalente a
1.5 millones de metros cúbicos de madera que se explota, transporta y comercializa de forma
ilegal, evidencia una problemática que amenaza la sostenibilidad de los bosques nativos, y la
subsistencia de especies maderables apreciadas en el mercado, como el abarco, el guayacán
y el cedro, para lo cual las Corporaciones Autónomas aplican nuevos modelos y ajustan los
existentes, para hacerlos más efectivos.
El Eje Cafetero, donde los paisajes están dominados por potreros, cafetales, plantaciones
forestales, plataneras y cañaduzales, también la infraestructura y uso de agroquímicos, le pasa
factura a los ecosistemas boscosos. Aún más, de un potencial del suelo que es del 4% para
potreros, dicha cobertura en 2002 llegó al 49%; de un potencial del suelo para usos forestales
del 54%, en 2002 los bosques del territorio solo llegaban al 19%; y de unos usos agrícolas y
agroforestales cuyo potencial es del 21% y 20% en su orden, la cobertura agrícola en 2002
subía al 30%. Y respecto a los bosques naturales de guadua, una especie profundamente
ligada a nuestra cultura que se expresa en el bahareque, cuyo óptimo desarrollo se da entre
1000 y 1600 msnm, afortunadamente las CAR de esta ecorregión han logrado mitigar la
tendencia a su pérdida mediante la implementación de la Norma Unificada para su manejo,
aprovechamiento sostenible y establecimiento de rodales y la combinación de dos estrategias:
el proceso de Certificación Forestal Voluntaria, cuyo objeto es la apropiación del guadual por
parte del propietario para lograr la articulación de los planes de manejo y de cosecha, y la
zonificación de las áreas potenciales y el inventario de áreas cubiertas con guadua.
A pesar de los esfuerzos que históricamente se han hecho desde el Estado colombiano para
combatir el delito de la ilegalidad forestal y la preocupante pérdida de los bosques naturales,
dos flagelos que podrían acabar con los recursos forestales del país en cien años, se requiere
avanzar en el desarrollo de una cultura forestal, del suelo y del agua que abarque a todos los
miembros de la cadena forestal, e incluso a los consumidores finales. Para el efecto se requiere
fortalecer los aspectos técnicos, normativos, operativos y financieros en los instrumentos y
estrategias de las autoridades ambientales responsables del control y vigilancia forestal y del
cuidado de los recursos naturales; y desarrollar campañas orientadas al conocimiento de la
85
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Imagen 2.20: Flujos de lodo históricos del Lagunilla, según Geociencias U.N.
Se conmemoran los 30 años de la tragedia de Armero y Chinchiná, el mayor desastre
causado por una amenaza natural en Colombia: la erupción del Ruiz que comienza con
emisiones de ceniza fruto de explosiones premonitoras pasadas las tres de la tarde, pero
cuyo paroxismo se da a las 9:09 de la noche del miércoles 13 de noviembre de 1985, cuando
detonan los flujos de lodo generados por el agua del deshielo ocasionado por las riadas gaso-
piroclásticas que funden la nieve, además de la copiosa lluvia que acompaña la erupción
magmática. Dichos lahares, estimados en 100 millones de metros cúbicos, al descender por
los ríos Gualí, Lagunillas-Azufrado y Río Claro-Chinchiná, llevaron desolación y muerte al
devastar a su paso los asentamientos rivereños con sus puentes, vías y cultivos.
86
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Las avalanchas de lodo y piedra, tras cerca de dos horas de recorrido, al arrasar las
poblaciones ubicadas en los valles de salida de los ríos que drenan desde el volcán nevado
hacia el Cauca y el Magdalena, en ambos poblados cobraron la vida de 25 mil compatriotas
que no fueron oportunamente alertados, y menos preparados con anterioridad para evacuar
preventiva y oportunamente frente a una eventualidad, dado el fatal riesgo de esta amenaza
hidrogeológica de origen volcánico, con probabilidad de ocurrencia del cien por ciento en
caso de erupción, según lo señalaba el mapa de amenazas concluido desde octubre del
mismo año por el equipo de geólogos de Ingeominas y la Universidad de Caldas.
Aunque la UNDRO había recomendado meses antes el monitoreo del volcán, la elaboración
de un mapa de riesgos y la implementación de planes de evacuación, a pesar de los
antecedentes del Ruiz asociados a las erupciones de 1595 y 1845, donde la primera cobró
unas 600 vidas y la segunda otras 1000 asentadas en el mismo lugar donde se fundaría
Armero (1895), por nuestra inexperiencia, la falta de apoyo del gobierno explicada en la
tardanza para emprender las tres tareas recomendadas, y la inexistencia de los valiosos
instrumentos de gestión del riesgo hoy implementados, aunque se contaba con dos horas
después de iniciada la erupción de 1985 para que un poblado como Armero fuera evacuado
hacia las zonas más altas contiguas, sus pobladores no fueron notificados.
Hace 30 años en el ámbito colombiano, donde el gobierno estaba preocupado por los asuntos
de la toma del Palacio de Justicia, no era fácil advertir lo que ocurriría: El Ruiz se había
reactivado casi un año antes tras un período de calma de 140 años, silencio que permitió
acuñarle el apelativo de “león dormido”. Igualmente, en la tarde del fatídico 13 de
noviembre, cuando la ceniza llevada por el viento cae como copos de nieve sobre el poblado,
el cura de Armero a través del megáfono le había asegurado al pueblo que las condiciones
eran seguras, por lo que no había que abandonar el pueblo, al tiempo que por la emisora
local el alcalde de la localidad informaba que no había nada de qué preocuparse aludiendo a
la ceniza volcánica que caía.
Dado que la magnitud del desastre sólo se advierte a la madrugada del día siguiente cuando
vía aérea se observa la destrucción de la “ciudad blanca”, que los sobrevivientes de Armero
sumergidos en el lodo se esparcían sobre un área de 30 kilómetros cuadrados inundada por
el fango, se perdieron muchas vidas al haber transcurrido horas vitales sin poder iniciar el
rescate, y porque al emprenderlo la logística de salvamento se dificultaba, dada la condición
del escenario con vías y puentes destrozados, y un sistema hospitalario colapsado que debió
expandirse de forma improvisada para las urgencias.
En Armero, las primeras acciones las emprenden héroes sobrevivientes que al alba
penetrando el pantano en medio de una masa enmarañada y esparcida de árboles,
escombros y cuerpos mutilados, ayudan a quienes heridos yacían gimiendo en agonía; la
difícil tarea que luego prosiguen los socorristas conforme van llegando de las poblaciones
vecinas, horas más tarde se apoya con insuficientes helicópteros. A modo de lección, con la
87
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
convicción de que esta tragedia podría haberse evitado con una planificación adecuada,
habrá que continuar con acciones socioambientales integrales, hasta alcanzar una cultura del
riesgo que contribuya a la construcción sostenible del hábitat, considerando las amenazas
naturales. [Ref: La Patria. Manizales, 2015-11-09]
No parece viable un ordenamiento que propenda por la sustentabilidad del medio ambiente
urbano, mientras persistan en Manizales las dinámicas incontroladas de expansión de la
frontera urbana, la distribución inequitativa de cargas y beneficios, la separación de costos y
utilidades obtenidos de la actividad urbanizadora, y una estratificación de Ley altamente
inconveniente, inequitativa y anacrónica, mediante la cual se otorgan subsidios y cobran
contribuciones en función de la morfología urbana de la vecindad y de las características de
la vivienda, y no de la realidad socioeconómica del ciudadano.
88
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
RESUMEN: Industrias químicas de base minera propuestas por Gabriel Poveda Ramos,
destinadas a transformar la riqueza del subsuelo aprovechando el recurso minero relacionado
con el oro de Marmato, las calizas de Victoria, y el manganeso de Apía, y haciendo uso de la
posición geoestratégica del territorio, del potencial multimodal en La Dorada y de nuestros
recursos energéticos.
Ahora que Caldas retoma la senda perdida en el desarrollo hidroenergético con El Edén y Miel
II, al declinar la bonanza del oro, carbón y petróleo para la Colombia minera, e iniciar el
quinquenio de la infraestructura por las inversiones en curso para carreteras, líneas férreas,
aeropuertos y la navegación del Magdalena, veamos las problemáticas y potencialidades de la
ecorregión con los desafíos, grandes ventajas y tareas por resolver, para un desarrollo de
industrias pesadas destinadas a transformar la riqueza del subsuelo, aprovechando el recurso
minero relacionado con el oro de Marmato, las calizas de Victoria, y el manganeso de Apía,
90
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Para entrar en la materia, algo sobre los dos escenarios privilegiados de la ecorregión para
implementar industrias químicas de base minera: por el poniente, el Corredor del Cauca entre
La Virginia y La Felisa, cuenta con el carbón de la cuenca carbonífera de Antioquia que se
extiende hasta Quinchía y Riosucio, pero depende para su viabilidad de un sistema férreo
eficiente como medio de transporte y debe resolver su balance deficitario en agua. Y por el
naciente, La Dorada, aunque el recurso hidroenergético e hídrico excedentario, y la hidrovía
del Magdalena la favorecen, también requeriría del Ferrocarril Cafetero entre La Dorada y el
Km 41 cruzando la cordillera, para resolver el suministro de materas primas al integrar la
Región Andina, y encontrar la salida de productos transformados a la cuenca del Pacífico.
Como punto de partida, del trabajo del ilustre Maestro e Investigador Gabriel Poveda Ramos,
“Propuesta de un Plan Minero- Industrial de Caldas 2006-2016”, tomaré algunos elementos,
donde al citar el “Inventario minero nacional” Ingeominas (2000), advierte sobre la carencia
de estudios serios de cuantificación de reservas, y condiciona los proyectos a los costos del
transporte y de la energía disponible.
Sobre el manganeso de Apía y Viterbo, el eminente Investigador también señala que en dicho
Inventario no se mencionan estas minas, califica el yacimiento minero-metálico como el más
importante de Caldas, y considera su eventual aprovechamiento de mucho interés para el
Plan Minero-Industrial. Similarmente, anota que tal compilación del Ingeominas no precisa la
existencia de arenas silíceas de alta pureza en cuarzo (SiO2), existentes en Pueblo Rico y el
Valle del Cauca, y posiblemente en el distrito minero Riosucio-Supía-Quinchía, las que
podrían explotarse y complementarse con otras de Antioquia y Tolima para implementar
industrias de transformación, garantizando un proyecto a 20 años para tres importantes
productos: silicato de sodio, sílice-gel y carburo de silicio.
Adicionalmente y entre los principales prospectos para el Plan Minero de Caldas, el Doctor
Gabriel Poveda considera los materiales calcáreos, al anunciar que parece inferirse una
inmensa cadena de yacimientos de calizas en el oriente caldense, que parte desde el centro
de Tolima y llega al nordeste de Antioquia, cuyos mayores prospectos requieren ser ubicados
y aforados, al igual que los existentes en la otra vertiente de la cordillera entre Manizales y
Aguadas. Al respecto recomienda un programa para inventariar los yacimientos de caliza y
mármol de las dos franjas calcáreas que recorren a Caldas de sur a norte: la de La Victoria-La
91
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Imagen 2.23: Amenazas por Flujos Piroclásticos de Cerro Bravo. CRET del Tolima. Alberto
Núñez T. Fuente, Mapa de Amenazas de Cerro Bravo, Ingeominas (1999).
RESUMEN: Aunque las erupciones del Ruiz y del Cerro Bravo tienen en común un carácter
explosivo, sus coeficientes explosivos difieren: mientras las del Ruiz han sido de nivel
moderado bajo con presencia de columna eruptiva preferiblemente vertical sostenida (salvo
92
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
la de 1845), las Cerro Bravo cuya frecuencia es del orden de cuatrocientos años según los
depósitos que se han datado, han mostrado un nivel moderado alto y con un mayor nivel de
dispersión, lo que se explica por lavas más viscosas propiciando columnas eruptivas de
colapso.
Sobre el eje cordillerano al norte de Tolima, en jurisdicción de Herveo aparece Cerro Bravo,
una reciente estructura del segmento volcánico más septentrional de los Andes
sudamericanos, con 4000 metros de altitud y cuya edad se remonta a tan solo unos
cincuenta mil años, según Ingeominas, lo que también se infiere, entre otros elementos que
lo diferencian del edificio volcánico del Ruiz, por la presencia de lavas más recientes a juzgar
por la morfología fresca de las estructuras petrificadas, anunciando que no fueron afectadas
por los procesos erosivos del modelado de los hielos en la última glaciación, cuando estos
cubrieron cerca de 800 kilómetros del Complejo Volcánico Ruiz-Tolima.
Aunque las erupciones del Ruiz y del Cerro Bravo tienen en común un carácter explosivo,
mientras las del Ruiz han sido de nivel moderado bajo con presencia de columna eruptiva
preferiblemente vertical sostenida (salvo la de 1845), las de Cerro Bravo ya mencionadas han
mostrado un nivel moderado alto y con un mayor nivel de dispersión, lo que se explica por
lavas más viscosas propiciando columnas eruptivas de colapso. En ambos casos, las
manifestaciones violentas se acompañan de grandes volúmenes de gas volcánico y ceniza,
con fragmentos de pómez cuya expulsión a gran velocidad y temperatura forma las citadas
93
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
columnas eruptivas, de las cuales pueden surgir riadas gaso-piroclásticas a alta temperatura,
acompañadas de tormentas eléctricas y de lluvias torrenciales generadoras de flujos de lodo,
así Cerro Bravo no tenga glaciares.
La imagen que ilustra esta nota es el mapa con una de las amenazas potenciales de Cerro
Bravo, el de las nubes ardientes, juiciosamente elaborado por los científicos del Observatorio
Vulcanológico de Manizales adscrito al Ingeominas, entidad que también ha establecido
centros similares para la vigilancia de los segmentos volcánicos vecinos al Huila y al Galeras,
donde igualmente existen varios sistemas activos y comunidades vulnerables habitando sus
territorios, que por estar en riesgo deben aplicar la información de dichos mapas en el
ordenamiento territorial, y la del monitoreo volcánico en la administración de las eventuales
crisis eruptivas, dado que ambas actividades las viene abordando esta prestigiosa Institución,
así la mayoría de los volcanes estén en reposo temporal, como ocurre con Cerro Bravo. Solo
que dado el período típico y la incertidumbre en su estimación, habrá que tomar en serio esta
amenaza.
94
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Hasta no contar con el consentimiento favorable de una consulta popular, la Sala Plena de la
Corte Constitucional ha dicho no a la pretensión de Cerrejón de explotar carbón sobre el
arroyo Bruno, dejando en firme la suspensión de las obras que desplazarían dicho arroyo con
graves consecuencias ambientales y sociales para el territorio wayuu: la escasez del agua
que con frecuencia afecta a varias comunidades de la media y alta Guajira, una situación que
reiterativamente crea dificultades durante las temporadas de intenso verano, es una amenaza
severa toda vez que al secarse cultivos y pasturas con impacto para los animales, agrava el
círculo fatal por las enfermedades derivadas de sequías y carencias alimentarias.
El arroyo Bruno es un cuerpo de agua intermitente con comportamiento bimodal que nace en
la Serranía del Perijá, y en sus 26 kilómetros de recorrido transitando con dirección noroeste
baña el paisaje de estepa para luego desembocar en el río Ranchería. El desvío del cauce
para excavar su cuenca en dominios de la multinacional expandiendo la zona de explotación
y el uso del agua para destinarla a las medidas ambientales de control de polvo, son dos
intervenciones que pese a estar incluidas en los planes de la compañía desde 1998, de contar
con licencias y de contemplar el equilibrio dinámico del caño y otros requerimientos técnicos,
no solo atentan contra el derecho al agua, sino que también causarían la pérdida de
diversidad biológica y generarían cambios en las prácticas y usos del suelo. Esto, a cambio de
las regalías de 40 millones de toneladas de carbón adicionales, compromete la supervivencia
de miles de indígenas wayuu y de grupos afro-descendientes.
Mientras el percápita de agua en la Guajira es inferior a un litro por segundo al día, contra un
consumo de 17 millones de litros diarios que requiere Cerrejón, con el desvío del citado cauce
y la explotación carbonífera en el subsuelo de dicho cuerpo de agua cuyo caudal medio
alcanza 0,9 metros cúbicos por segundo, además de la amenaza de desertificación y del daño
severo e irreversible al ecosistema, se afectaría el suministro para varios asentamientos de la
península, y con ello una función social fundamental de dicha fuente de aprovisionamiento
del vital líquido que, transportado en vehículos día a día a lo largo y ancho de La Guajira,
satisface las necesidades en Albania, Maicao, Uribia, Riohacha y algunos sectores de
Manaure.
96
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Si para advertir de la fragilidad del territorio guajiro frente a la amenaza al cambio climático,
basta señalar que en lugares como Uribia ocasionalmente se han secado los 350 reservorios
construidos para proveer del vital líquido a sus 280 mil habitantes del área rural; también
podríamos cuestionar las regalías para la nación estimadas en un billón de pesos anuales
provenientes del carbón extraído, si esto implica comprometer la seguridad alimentaria de
grupos vulnerables, cuando en la última década entre 400 y 500 niños Wayuu han muerto
por desnutrición.
Imagen 2.25: Territorio del PCCC y Ecorregión Cafetera (Obras de Luis Guillermo Vallejo).
Tal cual lo estamos advirtiendo en Colombia, con el calentamiento global además de los
eventos extremos ocurrirían alteraciones climáticas preocupantes, ya que para finales del
siglo XXI por cada grado centígrado se producirá un cambio altitudinal de 170 m en las zonas
de vida de la ecorregión cafetera, fenómeno que además de incidir en la aptitud de los
suelos, demandará una planificación que contemple la gestión del riesgo, el análisis de los
cambios en el uso del suelo, y la valoración de los impactos sobre la biodiversidad y la
disponibilidad hídrica, entre otros.
Para el Eje Cafetero según el IDEAM (2015), los escenarios 2011-2100 muestran que lloverá
entre un 10% y un 40% más en el centro y occidente de Caldas, occidente de Risaralda y
noroeste de Quindío, al tiempo que dichos cambios serán despreciables en el oriente
caldense y cuencas medias del Otún y San Eugenio. Y en temperaturas, dichos pronósticos
muestran que los incrementos que en dicho lapso estarían entre 1°C y 3°C, serían mayores
en el valle del Magdalena, medianos en el corredor del Cauca, cuencas medias de La Miel y
Guarinó y valles de La Vieja y Risaralda, y menores en páramos y subpáramos de ambas
cordilleras.
Si quisiéramos mitigar los impactos de semejantes variaciones climáticas, la clave estaría en
los bosques, ya que de cara al clima ellos tienen una doble función: retienen humedad y
descargan las nubes: de la primera función, el resultado es la existencia de las aguas
subterráneas y manantiales, y por lo tanto la regulación hídrica; y de la segunda además de
la regulación climática también las lluvias resultan moderadas y bien distribuidas.
Pero la amenaza para el agua y la biodiversidad en la ecorregión cafetera, es la excesiva
potrerización y falta de coberturas boscosas y conectividad biológica: según Alma Mater
(2002) al tiempo que la superficie apta para potreros que es del 4 % alcanzó el 49 %, el
potencial forestal que es del 54 %, bajó al 19%, lo que expresa graves conflictos de uso del
suelo que aún persisten y reclaman modelos agroforestales.
Siendo así, pese a contar con los escenarios de cambio climático del IDEAM, para la toma de
decisiones en los procesos de ordenamiento y planificación territorial, se requiere de algo
más para una construcción de un paisaje resiliente en este territorio biodiverso, multicultural
y mestizo deforestado, cuya problemática no solo pasa por la adaptación al cambio climático,
sino también por la crisis de la economía rural campesina de base artesanal.
98
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
como este, en el que el cierre ya ha producido pérdidas superiores a los dos billones de
pesos, razón por la cual los diseños de ingeniería y la respuesta gubernamental ante el
desastre deben estar a la altura del desafío.
100
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Algo de historia
Cuenta la historia que el antiguo camino de herradura que unía a Villavicencio con Bogotá se
recorría en dos o tres días debido a las dificultades topográficas y la inestabilidad de las
laderas. Luego, el auge económico de Villavicencio y la creciente demanda de bienes
agropecuarios en la capital del país llevó a que entre 1924 y 1936 se convirtiera en un
camino carreteable.
Pero en el trópico andino las laderas son frágiles y puede ser afectarlas por cualquier obra de
desarrollo longitudinal mal planificada. Además, el modelado, la ocupación conflictiva del
territorio en los márgenes de la vía y la deforestación empeoran la situación. Esto fue lo que
ocurrió con la antigua carretera.
En 1974, un derrumbe en la vía cobró cientos de vidas y causó pérdidas económicas
significativas. El suceso se conoce como la tragedia de Quebrada Blanca y fue lo que
desencadenó la construcción del actual túnel de Quebrada Blanca, una rectificación y varias
obras complementarias destinadas a reducir el riesgo y el tiempo de viaje.
101
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Para lidiar con la demanda de conectividad vial entre Bogotá y los Llanos Orientales, desde
1994 se decidió construir la “nueva vía al Llano”, que se recorrería en 90 minutos a un costo
de 79 mil millones de pesos. En 2011, cuando ya el nivel de servicio de la vía se hacía
imposible, la Concesionaria Coviandes empezó la construcción de la doble calzada, gracias a
una inversión a seis años que superaba los 1,8 billones de pesos.
Según la ANI, luego de las modificaciones, el contrato sumaba 4,8 billones iniciando el 2018.
Pero el diseño —que contempla la excavación de 25 túneles y 69 puentes entre otras obras
viales como galerías para una operación fluida, la instalación de cientos de miles de metros
cuadrados de malla metálica sobre los taludes, túneles falsos y obras adicionales
preventivas— tendría un costo final de 8 billones de pesos.
102
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Para entender el riesgo también hay que tener en cuenta el clima. Por supuesto es necesario
mejorar los pronósticos que permiten tomar medidas de precaución y así salvar vidas y
proteger la economía. Esto va a la par de los sistemas de alerta. Pero aquí es necesario tener
en cuenta que la información del clima revela probabilidades y no predicciones, por lo que
siempre hay algún grado de incertidumbre.
Imagen 2.28: Las frágiles laderas de la Vía Bogotá-Villavicencio – Fotos W Radio y Coviandes
Todos estos son factores que podrían explicar la complejidad del problema de la vía al Llano:
La incertidumbre consustancial del macizo rocoso relacionada con la geología;
La ocurrencia de eventos climáticos extremos dados los usos conflictivos del suelo;
Las decisiones técnicas y sus consecuencias —como el posible impacto del uso de
dinamita para la construcción en un macizo altamente tectonizado—;
Y las cuestiones administrativas relacionadas con obras inconclusas.
103
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Tabla 2.7: valores del Riesgo R, en función del período de retorno “Tr” de una amenaza
expresado en años (Columna 1), y de la vida útil “n” de una obra (Fila 1). La diagonal en rojo
(64 a 63%), destaca los valores utilizados para que las obras sean rentables
Por supuesto, el riesgo depende de la recurrencia de ese tipo de eventos a lo largo de la vida
útil de la obra. El problema radica en que, con el calentamiento global, los eventos climáticos
extremos se han exacerbado. Esto significa que el periodo de recurrencia o “Tr” de una
amenaza puede aumentar, por ejemplo, de 100 a 25 años.
Como lo muestra la tabla, esto aumentaría el riesgo “R” de 0,63 a 0,98. Un resultado así
significa que hay un riesgo demasiado alto —cercano a la certeza— de que la obra falle
frente a la presencia de una amenaza. Cuando eso ocurre la obra deja de ser rentable.
Entonces, cuando el cambio climático ha logrado agravar la amenaza, la pregunta es: ¿qué
se debe hacer? La respuesta es simple: se deben ajustar los diseños a la par con la amenaza,
y con ello el nivel de riesgo se mantiene en niveles aceptables.
Así, a pesar de la incertidumbre relacionada con la geología y el comportamiento “salvaje” del
clima, los diseños en escenarios complejos pueden conducir a obras robustas y confiables.
Para ello es necesario hacer uso de los factores de seguridad y de la gestión del riesgo. Lo
importante es reconocer las limitaciones de la ingeniería al planificar, diseñar y construir
grandes proyectos, previniendo pasivos ambientales importantes que se traduzcan en
riesgos.
104
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
A pesar de haberse iniciado hace 24 años, es evidente que las dificultades ingenieriles del
proyecto continuarán, y con ellas la difícil situación del Llano. No se trata solo del medio
agreste de una cordillera sedimentada de edad reciente y alto grado de afectación tectónica
del macizo rocoso. Los usos conflictivos del suelo, el calentamiento global, las limitaciones
institucionales y la falta de experiencia empresarial —dada la complejidad del proyecto y
afectación antrópica y natural del escenario— también le pasan factura al país.
Sumando a la fatídica historia de esta vía, la problemática actual incluye el derrumbe de los
kilómetros 58 y 46+200, que ocurrió cuando las obras estaban a punto de concluir, o los
desprendimientos en los kilómetros 38 y 64, que taponaron ambos carriles.
105
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
GEOCIENCIAS U.N.:
Agua como bien público. Geomorfología.
Aprendiendo del sismo de Honshu, Japón. Gestión del Riesgo.
Aspectos geofísicos de los Andes de Colombia. Gestión del riesgo natural y el caso de Colombia.
Bosques, Cumbre del Clima y ENSO. Gestión del riesgo por sismos, volcanes y laderas.
Bosques para la Estabilidad del Medio Ambiente. Inestabilidad de laderas en el trópico andino.
Calentamiento global en Colombia. Intemperismo o meteorización.
Ciclo geológico. Manizales, intervención y uso del suelo urbano.
Círculo de Mohr. Manizales: un diálogo con su territorio.
Clasificación de suelos. Manual de geología para ingenieros.
Consistencia y plasticidad. Medio ambiente, mercado y Estado.
Consolidación de suelos. Minería metálica sí, pero sustentable.
COP 23, la cumbre del clima en Bonn. Módulo para la Maestría Medio Ambiente y Desarrollo.
Curso de capacitación para el CIDEAMA. Mecánica de los suelos.
Desafíos del Complejo Volcánico Ruiz – Tolima. Minerales.
Eje Cafetero: cambio climático y vulnerabilidad Macizo rocoso.
territorial. Movimientos masales.
El aporte ético y técnico de la UN en Aerocafé. Problema “ALEPH”:
El cuidado de la casa común: Agua y Clima. Propiedades hidráulicas de los suelos.
El Río Cauca y el desarrollo de la región. Relaciones gravimétricas y volumétricas del suelo.
Esfuerzos en masas de suelo. Riesgo sísmico: los terremotos.
Estructura del suelo y granulometría. Sismos y volcanes en Colombia.
Erosión de suelos. Tiempo geológico.
Flujo de agua en el suelo. Tierra sólida y fluida.
Geociencias y Medio ambiente. Túnel Manizales.
106
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
MANIZALES, 2017
http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
CONTENIDO: PDF (Presentación y Contenido) ; PDF (Capítulo 1 : Geotecnia) ; PDF (Capítulo 2 : Materiales
térreos) : PDF (Capítulo 3 : Erosión y movimientos en masa) ; PDF (Capítulo 4 : Análisis de estabilidad de
taludes) ; PDF (Capítulo 5 : Obras de estabilización de taludes) ; PDF (Capítulo 6 : estructuras de drenaje) ;
PDF (Capítulo 7 : Corrección de cauces torrenciales) ; PDF (Capítulo 8 : Coberturas vegetales) ; PDF
(Capítulo 9 : Estructuras de contención) ; PDF (Capítulo 10 : Auscultación de taludes) ; PDF (Bibliografía)
ANEXOS:
HOME:
http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
A la Universidad Nacional de Colombia en sus 150 años.
107
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
3.1 INTRODUCCIÓN.
En el estudio de la geotecnia es necesario identificar y entender la clase de proceso de degradación
(Erosión, movimiento en masa), los mecanismos de falla, las causas y efectos con el fin de planificar la
campaña de prospección, la toma de muestras, la exploración del sitio del problema, los ensayos de
laboratorio, realizar el diagnóstico y plantear el tipo de solución. No entender el proceso, el mecanismo
y las causas de un proceso de inestabilidad es dar un inicio incierto, que lleva a una posible solución
poco práctica.
Se pretende hacer la diferencia entre los procesos de erosión y los movimientos en masa, con sus
mecanismos, causas y posibles tipos de soluciones, con el fin de realizar las prácticas más apropiadas al
momento de abordar un problema de origen geotécnico y plantear sus soluciones.
3.2.1 la erosión.
Se identifican siete tipos de erosión:
Erosión hídrica ocurre en las laderas y es el resultado del arranque, transporte y depósito de los suelos
por la acción de las aguas pluviales y de escorrentía.
Erosión fluvial es lineal y afecta los cursos de agua. Es el arranque, transporte y depósito de los
materiales que conforman el lecho de un cauce.
Erosión eólica es el modelado del suelo por la acción del viento, cuando arranca, transporta y deposita
los suelos finos, desprovistos de vegetación.
Erosión glaciar es el resultado del modelado del relieve por la acción de los glaciares cuando movilizan,
transportan y depositan materiales.
Erosión periglaciar es propia de zonas cercanas a los casquetes polares cuando se presentan procesos
de congelamiento, descongelamiento, combinado con otros tipos de erosión.
Erosión litoral o costera propia de las costas y ocurre por la acción de las olas y las mareas cuando
remueven transportan y depositan suelos.
Erosión kárstica propia de formaciones calcáreas donde los suelos solubles en agua se erosionan
internamente, formando cavernas.
En geotecnia se hace énfasis a los problemas causados por la erosión hídrica, fluvial y eólica que son las
más frecuentes y generan problemas en estructuras.
108
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
En este caso se concentra menos energía que en el de las gotas de lluvia; mientras que, en caída libre,
la mayoría de las gotas de lluvia se desplazan a velocidades de 6 a 9 m/seg en aguaceros fuertes, en el
escurrimiento asociado a la erosión laminar, la velocidad del agua no supera por lo general 30 cm/seg.
(Gray and Leiser, op. cit.).
En concepto de Goldman et al (1986), el flujo laminar
superficial, se desplaza como una lámina uniforme
efectiva solo unos pocos metros; cuando la velocidad
de flujo sobrepasa los 30 cm/seg, el flujo se torna
turbulento y la escorrentía se concentra en terrenos
más pendientes y rugosos dando lugar a surcos de
erosión y cárcavas.
Por lo anterior, parece que la erosión laminar como
tal, tiene poca importancia en la práctica. Existen
otros procesos como las escamaduras de suelo seco
y deslaves, algo semejante a la erosión laminar, que
vale la pena considerar por su agresividad.
En el primer caso se trata de desprendimientos de
costras superficiales de suelo con textura gruesa que
en estado seco, pierden su cohesión aparente y se
separan en forma rápida de los taludes.
El segundo, se refiere a la acción del agua que
escurre libremente sobre las caras de excavaciones
recientes, provocando la separación de capas
relativamente uniformes de suelo o roca triturada,
que se han aflojado por razones diferentes, como el
congelamiento y deshielo de masas sueltas y
húmedas en alta montaña, el carácter desleíble de
Figura 3.2 Los surcos son canales labrados por
algunas rocas arcillosas, la presencia de terrenos los flujos concentrados, cargados con sedimentos.
saprolíticos o arenosos sueltos, o de roca (Carlos E Escobar P.)
fuertemente cizalladas en zonas de falla.
Las dos modalidades señaladas constituyen mecanismos importantes de degradación de taludes y una
inmensa fuente de sedimentos por separación de bloques y masas de suelo desde los taludes de cortes,
con pérdida de varias toneladas de suelo que durante el año, y principalmente en excavaciones
recientes, invaden las estructuras hidráulicas y finalmente contaminan las corrientes.
c. Surcos de erosión (Escurrimiento Superficial Concentrado).
Tan pronto como el flujo se vuelve turbulento el agua adquiere energía suficiente para formar canales
pequeños pero bien definidos, relativamente paralelos o anastomosados, a veces con control estructural,
denominados surcos de erosión. La figura 3.2 presenta una pendiente afectada por erosión en surcos.
110
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Este proceso es más grave que el de erosión laminar a causa de que la velocidad del flujo es mucho más
alta en los canales, especialmente durante los aguaceros fuertes en laderas pendientes conformadas por
materiales erodables. Si los surcos de erosión no
son muy profundos, éstos se pueden remover en
forma relativamente fácil perfilando el terreno,
pero si no se tratan, se generan cárcavas.
d. Cárcavas.
Son canales o zanjones de diferente tamaño y
forma, formados por flujos concentrados y aguas
de manantiales. Más profundos y amplios que los
surcos, por ellos circula agua en forma
intermitente, durante o un poco después de los
aguaceros.
Según Gray y Leiser (1982.), se presentan 4
estados en su desarrollo: 1) formación y
entallamiento de un canal o zanja, por
escurrimiento concentrado de agua, 2) erosión
remontante desde la base del canal y
ensanchamiento del mismo, 3) cicatrización y 4)
estabilización.
Dentro de las dos primeras etapas, las cárcavas
se consideran activas y se reconocen, porque en
ellas el suelo está desprovisto de vegetación. En
respuesta a cualquier control artificial que se Figura 3.3 Cárcava formada por concentración de
establezca o a una acción natural, las cárcavas aguas que bajan desde la corona de la ladera y labran
pueden llegar a estabilizarse con el tiempo. el fondo. Las laderas ajustan sus pendientes al canal,
gracias a los movimientos en masa y los procesos de
En el proceso de estabilización la vegetación se erosión. (Carlos E Escobar).
establece primero en el fondo del canal y la
estabilización total se logra, si se equilibra la pendiente del canal y se arraiga la cobertura en toda el
área afectada.
Las causas del avance de una cárcava pueden ser muy variadas y no deben atribuirse al escurrimiento
aislado del agua lluvia. Pueden obedecer a procesos completamente naturales sin la intervención
humana, en las partes más altas de las cuencas, o constituir procesos inducidos artificialmente.
En laderas protegidas con vegetación, el proceso puede iniciarse como consecuencia de entregas
deficientes de alcantarillas de carreteras, que provocan desborde libre de agua sobre las laderas.
Estas aguas causan primero la formación de canales pequeños que se abren paso a través de la
cobertura; si en esta etapa no es controlado, el proceso continúa con el entallamiento de esos canales
y la exposición del suelo y la roca que quedan sometidos al impacto directo de las aguas pluviales. Los
canales se van transformando en zanjones cada vez más profundos y amplios y en conjunto se va
conformando una depresión acanalada, donde pueden tributar varios canales secundarios. La
hondonada así formada, se profundiza y ensancha progresivamente, a la vez que la ladera se sobre-
empina en la corona de la cárcava, debido a erosión remontante.
111
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Con el avance de la erosión remontante el canal incrementa su capacidad de concentrar flujo y en épocas
de lluvias, se va extendiendo también en la dirección de aguas abajo, generando un arroyo o torrente.
Al mismo tiempo, hacia la cabecera se inician múltiples procesos denudativos como flujos de detritos y
tierras desde los bordes de la zona ocupada por el sistema de cárcavas, ahora más amplia, y
desplazamientos en masa en las partes más pendientes de la misma.
Si en el proceso de socavación queda expuesto el nivel freático, la erosión regresiva puede hacer
retroceder una ladera de 10 a 15 metros por año y como causa de la denudación, el volumen de material
desalojado puede ser de varios cientos de miles de metros cúbicos en un período de 5 a 10 años.
En su estado evolucionado, lo que se inició como un par de surcos de erosión, en una ladera de pendiente
uniforme y cubierta de vegetación, se transforma en una inmensa hondonada con taludes muy
pendientes donde se ha formado un sistema complejo de cárcavas y desplazamientos en masa, y un
canal de flujo alimentado por las cárcavas, a lo largo del cual, son transportados los escombros de roca
y suelo desalojados por la denudación durante las épocas invernales.
Debido al poder abrasivo de la carga, el canal se profundiza y ensancha aún más, incrementándose la
inestabilidad, lo mismo que el volumen de carga sólida. Finalmente esa carga acarreada, se acumula
en forma de abanico en la desembocadura del canal, sobre un terreno más suave o sobre la margen de
alguna corriente, produciendo allí perturbaciones en su cauce, y generando otros daños.
Durante aguaceros intensos se incrementa considerablemente el caudal sólido y por ende, el poder
abrasivo de una corriente, lo que hace que estos eventos constituyan pulsos erosivos muy fuertes. Como
consecuencia de ello, el proceso de degradación se caracteriza por; 1) saltación pluvial intensa y deslave
en toda la ladera expuesta; 2) incremento notable del carcavamiento general con gran aporte de sólidos
incorporados en los flujos de detritos y de lodos; 3) el consiguiente sobre empinamiento de las laderas
en el pie del frente de erosión, con posible inducción de movimientos en masa; y 4) notable trabajo de
los sedimentos de fondo a lo largo de toda la red de drenaje, con fuerte eliminación de soporte,
principalmente desde el fondo del cauce principal, con activación de los movimientos en masa,
principalmente hacia la zona de corona y en el contorno de toda la ladera afectada.
El efecto general de cada uno de estos pulsos de degradación, se traduce en un significativo avance
retrogresivo y lateral de la inestabilidad, un incremento importante del socavamiento y un nuevo aporte
de sedimentos en la zona de acumulación en la parte baja.
Un proceso de carcavamiento también puede iniciarse por deforestación o por la acción de manantiales
que comienzan a brotar en alguna ladera, como consecuencia del incremento en el nivel freático, con la
contribución de otros factores.
e. Escurrimiento Sub-superficial.
Las aguas de infiltración ocasionan tubificación o sifonamiento, proceso que consiste en la formación de
cavidades cuando las fuerzas de filtración exceden la resistencia del material. Afectan principalmente
suelos no cohesivos como arenas finas, limos y algunas areniscas mal cementadas (Sowers and Sowers,
1.972).
112
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
113
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
114
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
a. Factores
En el caso de las dunas, el movimiento de las
partículas se inicia cuando en las regiones secas
desprovistas de vegetación, se presentan vientos
Figura 3.5 Las geoformas redondeadas creadas
fuertes. Según datos de Chepil (1945), las partículas por la erosión eólica. (Carlos E Escobar P.)
son transportadas por el viento de tres maneras, tal
como se presenta en la Tabla 3.2, a continuación.
La mayoría de las partículas viajan rasantes a la superficie, a no más de un metro de altura.
b. Control.
El movimiento de las dunas se puede controlar, instalando barreras rompevientos que atenúan o impiden
el movimiento de las partículas o la migración de las masas de arena.
También se acostumbra plantar coníferas o herbáceas para crear obstáculos, o ligar las partículas con
aceite u otro aglutinante. (Krynine and Judd, 1980).
115
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Existen numerosas publicaciones que describen los diferentes mecanismos de rotura, pero no hay aún
un consenso científico a la hora de utilizar una terminología común. Se considera así conveniente incluir
en este capítulo una reciente clasificación de los movimientos de masas (Corominas, J. y Garcia Yague,
A. 1997), que aparte de resultar didáctica, ayudará a abordar correctamente las actuaciones técnicas a
seguir en cada uno de los casos donde se produzcan problemas de inestabilidad.
Los movimientos pueden ser agrupados según dichos autores, en cinco mecanismos principales:
desprendimiento y colapso, vuelco, deslizamiento, expansiones laterales y flujos.
A continuación se describe brevemente cada uno de estos mecanismos, siguiendo la citada publicación:
116
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
estratos no coincide con el de la ladera, el hundimiento es escaso o inexistente y las laderas tienen
mayor pendiente, denominándose entonces deslizamientos discordantes.
Los deslizamientos en los que la masa desplazada se trocea en su movimiento y resulta una acumulación
caótica de bloques se denomina corrimiento y cuando la rotura por cizalla se produce en suelos no
cohesivos con partículas gruesas se llama
deslizamiento de derrubios.
b. Reptamientos.
Movimiento de tipo viscoso sumamente lento
(unos pocos centímetros por año), asociado a
una deformación continua de terrenos no
consolidados o relativamente sueltos, sin rotura
o falla del mismo a lo largo de superficies de
corte. Afecta principalmente a los depósitos y a
los suelos residuales, pero puede presentarse
también en rocas.
Figura 3.10 Propagación lateral. Tomado de Manual de
En el caso de suelos, abarca generalmente Ingeniería de Taludes, pag 21
118
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
devastación. Los materiales pueden avanzar desde algunos metros hasta varios cientos de metros.
Pueden ser:
Flujos de detritos.
Afectan fragmentos de roca de diferente tamaño embebidos en matriz fina, que se movilizan en forma
rápida a muy rápida, dependiendo de la
pendiente del terreno y del contenido de
humedad.
Flujos de tierras.
Involucran materiales predominantemente finos,
y por su carácter más viscoso, son más lentos que
los anteriores.
Estos procesos presentan por lo general tres
rasgos característicos morfológicos: una zona de
alimentación en la parte superior,
correspondiente a la zona denudada que aporta
la mayor parte de los materiales desplazados,
como consecuencia de desprendimientos u otros
movimientos; el canal, correspondiente a la zona
deprimida a lo largo de la cual se desplaza el Figura 3.12 Avalancha. Tomado de Manual de
material y el cono de deyección. El canal y el cono Ingeniería de Taludes.
pueden estar separados por un cuello angosto. A
lo largo de las carreteras es común encontrar estas expresiones, algunas de las cuales se asemejan
mucho a un reloj de arena. Los flujos de tierras pueden convertirse en flujos de lodos, por mayor
contenido de humedad, movimientos estos últimos extremadamente rápidos.
b. Avalanchas de rocas y detritos.
Enormes volúmenes de rocas y detritos se desplazan con extraordinaria rapidez a lo largo de
hondonadas, aprovechando en parte los cauces naturales.
La expresión morfológica de estos procesos es similar a la descrita para los flujos de detritos y tierras.
Según se ha investigado, la enorme velocidad (250 km/h y más) y el gran volumen de material
desplazado se atribuye a la fluidificación de las masas involucradas en estos procesos, debido a bolsas
de aire que quedan atrapadas entre los fragmentos, favoreciendo una acción de dispersión de las
partículas más finas entre los bloques mayores, y provocando un mecanismo de flotación o empuje de
los materiales, que reduce la presión efectiva ejercida por los granos y proporciona al mismo tiempo un
colchón de aire hacia la base de la zona en movimiento.
119
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
DESPLAZAMIENTO EN MASA 1
TRANSPORTE EN MASA 2
120
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Entre los cuales sobresalen los relativos a los cambios en la condición de los materiales, la influencia
directa o indirecta de la lluvia, la humedad del suelo, la actividad sísmica asociada al reactivación de
fallas geológicas y la actividad de los volcanes. (Tabla 3.5).
c. Factores externos de tipo antrópico.
Debido a la intervención del hombre por acciones tales como: la deforestación y el deficiente manejo
del suelo, las sobrecargas, y el inadecuado manejo de las aguas en vertimientos y drenajes. (Tabla 3.6).
Los factores inherentes se expresan morfológicamente en unidades de terreno con diferente
susceptibilidad a fallar o desplazarse y los deslizamientos y otros procesos de inestabilidad, son el
resultado de la interacción entre estos factores y los factores externos. Estos últimos actúan como
“detonantes”, es decir, como factores determinantes de la inestabilidad, activando o reactivando los
procesos.
Vale la pena comentar que la mayor parte de los problemas de inestabilidad del terreno, son “detonados”
por factores antrópicos, los únicos sobre los cuales es posible ejercer algún tipo de control.
1. d. Tratamiento.
En la Tabla 3.5 se presentan algunos métodos para prevenir y tratar deslizamientos, teniendo en cuenta
si estos se deben a causas naturales o artificiales, y según los tipos de materiales afectados, con base
en la experiencia Japonesa. (Manual for Slope Protetion, JAPAN ROAD ASSOCIATION, 1984). En esa
tabla, (1) corresponde a los métodos más frecuentemente usados, (2) métodos de uso frecuente y (3)
los menos usados.
121
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
- Minerales asociados a metamorfismo dinámico como: cataclasita, milonita y filonita; o rasgos de esfuerzos
como superficies pulidas, harina de falla, inducen muy baja resistencia y direccionan las propiedades
mecánicas.
Factores relacionados con la actitud estructural
- Discontinuidades estructurales (diaclasas, estratificación, foliación, laminación) desfavorables orientadas en
macizos de roca dura o en saprolitos.
- Alternancia de capas permeables-impermeables (confinan y direccionan el flujo); capas rígidas-plásticas,
(favorece extrusión, flujo plástico o el mecanismo de propagación lateral en capas horizontales).
- Actitud estructural regional que favorece la acumulación de agua
Cambios en el estado inicial de Esfuerzos
- Cualquier unidad geomórfica constituye un estado transitorio en la evolución del relieve, el cual es modificado
constantemente por la acción de los procesos geológicos asociados al clima y a la actividad volcánica y sismo-
tectónica, y como consecuencia de la actividad antrópica, correspondientemente el estado de esfuerzo
asociado
- estado inicial para un instante particular en la evolución de la unidad geomórfica cambia constantemente bajo
la influencia de esos procesos y acciones.
saturación y colapso estructural (RR); disolución y erosión interna que favorece la formación
de cavernas [subsidencias y colapsos] o pérdidas de cohesión debida a las fuerzas de
filtración (RR).
[EC]- Las cargas dinámicas debidas a terremotos, incrementan los esfuerzos de corte actuantes,
debido a la aceleración horizontal provocada, detonando muchos deslizamientos; o reducen
la resistencia al corte por disminución en la relación de vacíos de algunos suelos, lo cual
conlleva excesos de presión de poros, favoreciendo en este caso la licuación. Además de
que las erupciones volcánicas constituyen en si mismas fenómenos catastróficos, muchos
flujos, avalanchas y deslizamientos de efectos devastadores, ocurren a causa del
derretimiento del hielo y nieve en los conos volcánicos.
123
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Medidas
Causa Principal Tipos de Deslizamiento
A B C D E F G H I J
Infiltración En roca 2 3 1 3 1 2 2 1 1 2
Ascenso N.F. En saprolito 1 3 1 3 1 2 2 1 1 2
Natural 1 2 1 3 2 1 1 2 2 3
Erosión por corriente En coluvión arcilloso
en la base. En suelo fino 1 1 2 2 3 1 1 3 3 3
En roca 3 3 2 3 1 1 2 1 2 2
Corte En saprolito 3 3 2 3 1 1 2 1 2 2
Artificial 2 2 2 3 1 1 2 1 2 3
En coluvión arcilloso
En suelo fino 1 1 2 3 3 1 2 2 3 3
En coluvión arcilloso 3 3 2 3 3 1 2 1 1 2
Relleno 3 3 3 3 3 1 2 2 2 3
En suelo fino
Símbolos
A Drenaje superficial: red integrada de canales y bajantes que se ajusten al caudal por manejar y a las condiciones topográficas.
B Sub-drenaje: sistemas para recolectar y conducir aguas sub- superficiales, como drenajes en “espinazo de pescado” que se
instalan en laderas húmedas con escurrimiento sub-superficial de aguas o con empozamientos, o zanjas filtro en la corona o
alguna parte del talud de corte.
C Drenaje Profundo: sub-drenes profundos (>4-5-m), drenes horizontales, trincheras filtrantes, pozos o galerías de drenaje o la
combinación de estas medidas, para abatir el nivel freático: previamente debe establecerse muy claramente las condiciones de
flujo de agua en el terreno.
D Cortinas Impermeables: para cortar y desviar el flujo de agua, evitando su acceso a zonas inestables; deben tenerse muy
claramente establecidas las condiciones de flujo, dado que estas medidas son costosas, y podrían resultar inefectivas o aún
contraproducentes.
E Remoción de carga activa, escalas o terrazas + protección requerida. Antes debe establecerse muy claramente la distribución
de las masas involucradas en el deslizamiento y sopesar la contribución de la medida en el incremento del factor de seguridad.
La remoción de carga activa ha mostrado ser efectiva en el caso de deslizamientos rotacionales simples, y debe llevarse a cabo
en épocas secas. Se remueve material del tercio superior del talud, en la porción de éste donde la superficie de falla es más
inclinada. En algunos casos se justifica remover toda la masa inestable. Se debe acompañar el descargue con medidas apropiadas
de protección dentro de la zona tratada.
F Colocación de contrapeso en la pata (puede incluir contención): Es recomendable para controlar cualquier tipo de
deslizamiento (rotacional simple o compuesto, translacional etc.) y da mejor resultado entre más suave sea la superficie de falla.
Generalmente es necesario acompañar esta medida con subdrenaje, para evitar los efectos de sub-presión que se pueden
originar al sobrecargar el terreno húmedo y blando que generalmente conforma la pata e un deslizamiento.
Las medidas adicionales pueden consistir en obras de contención en la pata, obras de defensa contra socavamiento de corrientes
u otras medidas que se requieran según el caso, incluyendo la protección de las áreas expuestas.
G Estructuras para el manejo de aguas encauzadas: pueden consistir en diques de disipación de energía y encauzamiento, obras
de protección de orillas u otras semejantes.
H Pilotes de concreto o acero prefabricados: Son efectivos solo en el caso de deslizamientos de masas delgadas (4-5m) y masas
poco activas; sería preferible considerarlos como medidas de tipo preventivo.
I Cortinas de Pilotes o pilares: vinculados con una viga cabezal, empotrados en roca firme, y sostenidos desde su parte superior
por tendones de anclaje.
J Anclajes: generalmente como parte de alguna estructura, como en las cortinas de pilotes, las cortinas corridas (vinculados co n
vigas individuales que se pueden instalar en forma descendente para no exponer excavaciones profundas en sitios inestables),
o los muros anclados.
1, 2, 3 Orden de prioridad en la selección del tipo de tratamiento.
Con base en Manual for Slope Proteccion, Japan Road As. (1984)
Al clasificar y describir los procesos de erosión hídrica, se sugirieron o pueden intuirse algunas medidas
de prevención y control de la erosión, medidas que de todas maneras se tratan con mayor profundidad
en el capítulo de coberturas vegetales.
124
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
En esta parte se mencionan y analizan brevemente los factores a tener en cuenta para la prevención y
tratamiento de este tipo de problemas.
3.2.5.1 Erosión hídrica.
La erosión por hídrica es favorecida por varios factores naturales y antrópicos.
a. Factores naturales.
Se consideran cuatro factores básicos naturales: la vegetación, el clima, el tipo de suelo y la morfología
del terreno, cada uno de los cuales se debe valorar, con el fin de estimar o predecir los efectos
inmediatos, así como la pérdida de suelo y el fenómeno consiguiente de sedimentación.
La Vegetación
La cobertura vegetal, juega un papel excepcionalmente importante en el control de erosión hídrica,
principalmente en la zona tropical húmeda. En el trópico el follaje denso brindado por los árboles, los
arbustos y las plantas herbáceas, forman un manto natural que abriga y protege el suelo de la acción
de la erosión hídrica acelerada. La deforestación y muchas prácticas incontroladas relacionadas con el
uso y manejo del suelo, dan lugar por lo general a procesos más severos de erosión hídrica.
Con base en Gray y Leiser (op.cit) el efecto de la vegetación herbácea y en menor extensión el de la
vegetación arbustiva en el control de la erosión hídrica incluye:
Intercepción de las gotas de lluvia. El follaje y la hojarasca depositada en el suelo disipan la energía
cinética de las gotas de lluvia, previenen la compactación del suelo preservando su capacidad de
infiltración y fraccionan los caudales que acceden al suelo.
Barrera. El sistema radical superficial, predominantemente fibroso, amarra y retiene las partículas de
suelo, en tanto que el agua infiltrada en las acumulaciones de la hojarasca arrastra los sedimentos
finos, evitando que éstos sean trasportados por escorrentía.
Retardo. La hojarasca acumulada en laderas incrementan la rugosidad del terreno, con la
consiguiente disminución de la velocidad de las aguas de escorrentía.
Infiltración. Las raíces finas y los residuos de plantas conservan la porosidad y permeabilidad del
suelo.
Transpiración. La extracción de la humedad del suelo por la actividad fisiológica de la vegetación
retarda el estado de saturación y el escurrimiento.
En conjunto la cobertura de árboles, arbustos y plantas herbáceas constituyen un sistema estratificado
que protege y fija el suelo, evitando su pérdida por la acción de la erosión.
Clima y Erosividad.
Gray y Leiser (op. cit.), proponen la intensidad y duración de la precipitación como los factores climáticos
más importantes a tener en cuenta.
Aun las regiones áridas reciben un poco de lluvia durante el año; pero más que la cantidad anual de
precipitación, es importante tener en cuenta, si el total de la precipitación anual se concentra en unos
pocos aguaceros intensos, condición en la cual la precipitación causa erosión severa, lo que no ocurriría
si la misma cantidad de agua cae en forma más continua durante el año.
125
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Suelos de grano fino > 50% pasa Suelos de grano grueso > 50% retenido tamiz # 200
tamiz # 200
Limos y arcillas Arenas Gravas
>50% Fracción gruesa
LL >50% LL<50% >50% Fracción gruesa retenida en el tamiz #4
pasa tamiz #4
ML Limos inorgánicos y
Arenas muy finas,
1 Polvo de roca, Arena
fina limosa o arcilla
de baja plasticidad
SM Arenas limosas
> mezclas de arena y
limo mal gradadas.
2 Arenas arcillosas y
mezclas mal
SC> gradadas de
arenas y arcillas.
MH> Limos OL> limos orgánicos y
inorgánicos arcillas limosas
Suelos limosos o orgánicas de baja
3 arenosos finos plasticidad
con mica o con
diatomeas
Limos plásticos.
CL> Arcillas inorgánicas
con plasticidad baja a
media; arcillas
4 mezcladas con otras
fracciones y arcillas
magras.
CH> Arcillas
inorgánicas de
5 alta plasticidad y
arcillas grasas
GM> Gravas limosas, mezclas mal gradadas de
grava , arena y limo
GP> Gravas mal gradadas, mezclas de arena y
6 grava con pocos finos o sin ellos.
GW Gravas bien gradadas, mezclas de grava y
arena con pocos finos o sin ellos
Al analizar el ciclo hidrológico, se encuentra que la mayor parte del agua de precipitación retorna a la
atmosfera por evaporación y transpiración. Otra parte es retenida por el suelo o en el follaje de árboles
que la interceptan, otra se infiltra y escurre una mínima parte en forma de aguas de escorrentía o sub-
superficial, involucrándose a los procesos erosivos. Pero esta última fracción puede incrementarse
considerablemente, si dominan suelos poco permeables, si la cobertura vegetal es escasa, o las lluvias
se concentran en unas pocas horas.
La mayor parte de las investigaciones relacionadas con las lluvias como detonantes de la erosión y los
movimientos en masa, destacan la importancia de dos factores: el efecto de la precipitación aislada y el
de la precipitación acumulada.
En nuestro país se ha observado que precipitaciones con intensidades superiores a 50 mm/h o 250
mm/día han provocado daños cuantiosos y dolorosas calamidades por la ocurrencia de avalanchas y
descargas torrenciales muy agresivas. (Montero, 1993)
126
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Erodabilidad
Se conoce como "erodabilidad", la susceptibilidad del suelo a los procesos erosivos. A este respecto se
presenta una clasificación, basada en la clasificación Unificada de Suelos USC, la cual se incluye en la
Tabla 3.8.
Los suelos presentados en esta tabla pueden agruparse en 6 categorías de erodabilidad, considerándose
los de las categorías 1, 2 y 3, mucho más sensibles que los de las 3 categorías restantes.
Gray and Leiser (op. cit.) consideran que la erodabilidad decrece, con el incremento en el contenido de
arcilla y de materia orgánica, así como con valores bajos en la relación de vacíos y altos contenidos de
humedad natural. Por otro lado se incrementa, con el aumento en la relación de absorción de sodio y el
decrecimiento en la resistencia iónica del agua.
b. Factores Antrópicos.
A continuación se describen los problemas comunes de erosión en las distintas etapas de un proyecto
vial, y se exponen, de manera general, las medidas de prevención y control.
1. Diseño y Construcción.
En la etapa de construcción de una carretera, se introducen varias de modificaciones en el entorno físico,
las cuales pueden agruparse así:
a) Cambios en la geometría de las laderas y de su morfología, debidos principalmente a las
actividades de excavación y relleno.
127
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
a. Taludes de excavaciones.
Las modificaciones geométricas impuestas por los
cortes, suponen la exposición de áreas
desprovistas de vegetación, la acción del flujo
superficial y sub-superficial de aguas de Figura 3.13 Secado de un talud vertical por déficit
escorrentía, al sol y el viento, y al abatimiento del hídrico y la falta de protección con vegetación por la
nivel freático, o la exposición y posible bloqueo imposibilidad de su arraigo y establecimiento (Carlos
posterior de flujos de agua como consecuencia de E Escobar P)
obstrucción de manantiales por acumulación de
escombros.
Las aguas que escurren sobre las laderas incrementan su velocidad en la corona de los taludes de
corte, y a menos que se disponga oportunamente de zanjas o barreras que las intercepten, conduzcan
y entreguen adecuadamente hacia un sistema de drenaje superficial de la carretera, van a provocar
erosión intensa en la cara del talud, si este está conformado por materiales erodables. La erosión
será más intensa entre mayor sean la longitud y la pendiente del talud.
Se supone que los taludes a proteger son estables, es decir, que no están involucrados en procesos
de movimientos de masa; de otra manera, carecería de sentido su protección. A este respecto es
muy conveniente asegurarse que se presenta tal condición, y en los casos de tratamientos especiales,
establecer procedimientos de instrumentación y observación del comportamiento que permitan
advertir sobre la presencia de fallas de taludes.
No obstante, aún en taludes bien diseñados desde el punto de vista de su estabilidad respecto de
procesos de falla, la intervención sobre el flujo sub-superficial produce como efecto inmediato
procesos de escurrimientos y deslaves de suelos, los cuales pueden reactivarse en cada período
invernal.
A más largo plazo y debido al abatimiento del nivel freático, el talud superior se seca y agrieta,
produciéndose desprendimientos, pequeños deslizamientos y flujos, que van creando una ligera
concavidad en la parte alta del talud de corte, la cual remata en un pequeño escarpe.
128
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
b. Taludes de terraplenes.
Los suelos de la cara de los terraplenes quedan expuestos a la erosión por lo cual se hace necesario
protegerlos con coberturas vegetales de arbustos y arvenses o mediante el establecimiento de pastos
que son especies vegetales de rápido crecimiento y cubrimiento del suelo.
Adopción de medidas complementarias como la instalación de canales, para la conservación de las
pendientes y de las áreas planas con suelos expuestos.
c. Cruces de corrientes.
Se considera el ponteo de cauces torrenciales en procesos de socavación de fondo, en zonas
montañosas y el cruce de cauces mayores o su alineamiento cerca de la vía.
En el primer caso es muchas veces necesario construir diques de consolidación que permiten la
fijación de los sedimentos, la corrección torrencial y las condiciones para el arraigo de la vegetación
riparia. En otros casos los muros de encauzamiento y las protecciones de orilla son soluciones
adecuadas para prevenir un proceso de erosión lateral y de fondo.
En el caso de corrientes mayores, el cauce debe ser razonablemente estable en los sitios de ponteo.
Pese a ello, debe prevenirse el socavamiento lateral y de fondo que pueda afectar la vía o las
estructuras fundadas en el lecho o sus orillas.
Tanto en el caso de los cauces torrenciales como en los cauces mayores, la protección de sus orillas
se debe complementar con el establecimiento de barreras vivas de cañas y árboles, combinadas con
otras prácticas de establecimiento de vegetación.
d. Mantenimiento
Los taludes protegidos durante la construcción van a sufrir deterioro después de algunos años. En
algunos casos se presentarán fallas de taludes, lo cual requiere la programación y ejecución de obras
de reconstrucción y recuperación.
Las medidas de mantenimiento pueden consistir en:
Adecuadas prácticas de poda y manejos silviculturales de la vegetación.
Reposición de coberturas.
Aplicación de fertilizantes.
129
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
130
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
La teoría Geoestadística es una de las herramientas más empleadas. Según G. MATHERON, “La
Geoestadística es la aplicación del formalismo de las funciones aleatorias el reconocimiento y
estimación de fenómenos naturales”.
La gran cantidad de información geológico-geotécnica relativa a la investigación y análisis de la
estabilidad de taludes pone de manifiesto la necesidad de recopilación de datos y su mecanización.
Investigación de
detalle
Problema
TALUDES
Naturales
Excavados
En este apartado se pretenden recoger los métodos y medios de investigación más usuales en la
determinación de los fenómenos de inestabilidad de taludes.
El ensayo de penetración estándar (SPT) constituye el penetrómetro dinámico abierto de uso más
extendido. Se asemeja a una toma muestras de tubo bipartido, pero de diámetro inferior.
La resistencia del suelo a la penetración se mide por el número de golpes, N, necesarios para hincar
el SPT a 30 cm.
c. Métodos geofísicos
Estudian la distribución en profundidad de alguna determinada propiedad físico-química de las capas
del terreno, o de alguna característica relacionada con dichas propiedades.
Son de gran utilidad para la resolución de estructuras geológicas y como ayuda al conocimiento de
las características mecánicas de suelos y rocas.
Geofísica de superficie
Los métodos de geofísica más usuales realizados sobre la superficie del terreno son sísmicos y
eléctricos, sin considerar aquellos métodos de testificación geofísica que se utilizan solo en ocasiones
especiales.
Geofísica sísmica
Se basa en el análisis de la propagación de las ondas elásticas a través del terreno. Estas se pueden
clasificar de la siguiente forma:
- Ondas elásticas internas.
- Ondas elásticas superficiales.
Sísmica de reflexión
Determina los tiempos de llegada de las ondas reflejadas en las superficies de separación de los
medios de diferentes velocidades de propagación.
Geofísica eléctrica
Se basa en el estudio de los campos de potencial eléctrico provocados artificialmente, de cuya
deformación pueden deducirse conclusiones sobre las características geológicas del suelo.
Se utiliza, tanto corriente continua como alterna, preferentemente de frecuencias muy bajas. Esto se
debe a que la profundidad de penetración disminuye rápidamente, a medida que aumenta la
frecuencia.
La principal ventaja de los métodos eléctricos es el costo reducido.
El método se basa en las diferentes propiedades eléctricas de las rocas: resistividad, conductividad,
etc.
d. Ensayos in situ
Tienen como objeto estimar las características mecánicas o hidrogeológicas del terreno. Suelen ser
muy costosos, cuando son a gran escala y tienen un carácter puntual. Con frecuencia la pequeña
porción de terreno a que afectan plantea difíciles problemas de interpretación para extrapolar sus
resultados a la escala real. Sin embargo son los únicos que ofrecen garantías respecto al carácter
inalterado del terreno ensayado.
133
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Medios rocosos
Los macizos rocosos son conjuntos heterogéneos y generalmente discontinuos, lo que implica que la
escala de un experimento determina los resultados del mismo.
Los ensayos que se describen a continuación son los de uso más extendido, debido a que los aparatos
necesarios para su realización son fácilmente transportables.
Martillo Schmidt (Esclerómetro)
Ideado en un principio para estimar la resistencia a compresión simple del hormigón, se ha modificado
convenientemente dando lugar a varios modelos, tipo L, N, P, etc., alguno de los cuales esta
apropiado para estimar la resistencia a compresión simple de la roca.
a. Clasificaciones geomecánicas
Las clasificaciones geomecánicas de los macizos Figura 3.16. Macizo rocoso que conforma la
rocosos tienen aplicación en el análisis del pared del cauce de la cárcava El Tablazo está
muy alterado, estado que se identifica por su
comportamiento de los taludes. Se basan en la diaclasado, estado de relajación y
cuantificación de determinados parámetros que plegamiento de su estructura. (Carlos E
influyen en la estabilidad de los taludes, obteniéndose Escobar P.)
una serie de índices de calidad. Estos permiten la
aplicación de fórmulas empíricas, que estiman las características resistentes de los macizos rocosos.
Dichos macizos también pueden clasificarse de forma cualitativa, dando una estimación de su
comportamiento.
Tipos de clasificaciones
Las primeras clasificaciones se basaban en descripciones cualitativas, que de forma empírica
establecían diversos comportamientos de los macizos rocosos.
Actualmente los sistemas de clasificación intentan obtener índices cuantitativos de la calidad de la
roca, establecidos en base a una serie de parámetros, que contemplan la resistencia de la roca matriz,
disposición y estado de las discontinuidades y presencia de agua.
134
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
1. Orientación (rumbo)
Posición de la discontinuidad en el espacio. Definida por la dirección de buzamiento de la línea
máxima pendiente en el plano de la discontinuidad.
2. Espaciamiento
Distancia perpendicular entre dos discontinuidades adyacentes. Normalmente se refiere al
espaciamiento medio de una familia de discontinuidades.
3. Continuidad
Extensión superficial de una determinada discontinuidad en un plano imaginario que la contenga.
4. Rugosidad
Conjunto de irregularidades de diferentes órdenes de magnitud (asperezas, ondulaciones), que
componen la superficie de las paredes de una discontinuidad.
5. Resistencia de la discontinuidad
Resistencia a la compresión de la superficie de discontinuidad. Puede ser más baja que la resistencia
de la roca matriz a causa de la meteorización de la misma.
6. Apertura
Distancia perpendicular entre las paredes de una discontinuidad.
7. Relleno
Material que separa las paredes de una discontinuidad, normalmente más débil que la roca matriz.
135
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
8. Filtración
Flujo de agua y humedad libre visible en discontinuidades
o en la totalidad de la roca.
9. El número de familias
Comprende el sistema de discontinuidades del medio
rocoso.
10. Tamaño del bloque
Dimensiones del bloque de roca resultante de la mutua
orientación y espaciado de las familias de
discontinuidades.
136
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
a) Identificación y estado.
Proporciona el conocimiento de la naturaleza de la roca y su
estado natural aparente. A partir del reconocimiento visual se
pueden establecer zonas representativas de la roca, haciendo
una selección de las mismas para la aplicación de técnicas de
ensayos sofisticados.
Tabla 3.9 Ensayos de identificación y estado. (EPTISA, 1981)
Figura 3.18 Esquema de un ensayo
de compresión simple. (Herrera)
Tipo Observación
Grado de meteorización, discontinuidades, zonas
Reconocimiento visual
de oxidación, entre otros
Naturaleza mineralógica, textura, orientaciones,
Microscopía petrográfica de polarización
entre otros.
Microfisuras, orientaciones preferentes de los
Microscopía eléctrica de Scanning.
cristales, meteorización, entre otros.
b) Alterabilidad.
Con ellos se busca reproducir los posibles procesos de alteración que sufren las rocas, por la meteorización.
c) Resistencia y deformación.
Las características resistentes de las rocas se determinan mediante una serie de ensayos que permiten
determinar el límite máximo de esfuerzos que pueden soportar la roca bajo determinadas condiciones.
- Ensayo de resistencia a la compresión simple. Se comprime una probeta cilíndrica por su eje vertical. La
probeta tiene una relación longitud/diámetro entre 2 y 2,50, el ensayo se puede realizar con o sin
medida de la deformación. Orta variable que influye en el ensayo es l velocidad de carga y las
condiciones de borde de la muestra.
137
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
- Ensayo brasileño. Se ensaya una probeta cilíndrica, cuya altura H puede ser pequeña respecto al
diámetro, (entre 0,5 y 1,0) y se carga a lo largo de dos generatrices opuestas. La resistencia a la
tracción, t, se expresa como.
2P
t (3.2)
DH
En donde.
Ese ensayo es utilizado para clasificar las rocas según la resistencia a la tracción de las mismas. La
tabla 3.11 presenta la resistencia según Fourmaintraux y de Deere & Millar.
FOURMAINTRAUX (1976)
Resistencia t (Kp/cm2)
Muy Alta > 300
Alta 100 – 300
Media 50 – 100
Débil 20 – 50
Muy débil 0 - 20
138
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Tipo Finalidad
Basada en el tamaño de partículas, textura, color,
Descripción de la muestra humedad, etc. Es una etapa previa para realizar
otros ensayos.
Basada en técnicas de tamizado y de sedimentación,
proporcionan el porcentaje del tamaño de las
Granulometría
partículas y su distribución en una muestra de
material.
Líquido, Plástico, Retracción.
Límites de Atterberg Marcan las fronteras en los estados sólido,
semisólido, plástico y semilíquido.
Contenido de:
Carbonatos Permite estudiar el grado de rigidización,
erosionabilidad, etc.
c. Estado natural.
Se refiere a la densidad y humedad que presenta el suelo in situ.
139
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
d. Deformabilidad.
El ensayo más común es el de consolidación unidimensional, donde se aplica una serie de presiones
verticales sobre una muestra confinada en un anillo, impidiendo la deformación en sentido horizontal.
La deformación axial es proporcional a la deformación volumétrica.
El ensayo se realiza con ciclos de carga y descarga, proporcionando el cálculo de los asentamientos
y su evolución en el tiempo. Los resultados de estos ensayos de representan en gráficas deformación
– tiempo, y esfuerzo vertical – deformación.
e. Resistencia.
Los diversos ensayos permiten la posibilidad de solicitar las probetas con diferentes estados de
presión de confinamiento. Esta posibilidad es de gran importancia en la determinación de las
propiedades resistentes de los suelos, conformados por una acumulación de sedimentos, ya que
estos tienden a rigidizarse por efecto de la presión de confinamiento.
- Ensayo de compresión simple. Consiste en someter a una probeta de suelo a una compresión
uniaxial no confinada. Como el ensayo se realiza en forma rápida, se considera un ensayo de
rotura sin drenaje, especialmente en suelos arcillosos. En suelos saturados la cohesión se puede
estimar como la mitad de la resistencia a la compresión simple. La tabla 3.13 presenta una
clasificación de suelos cohesivos atendiendo los valores de resistencia a la compresión simple.
Tabla 3.13. Clasificación de suelos cohesivos a partir de los valores de compresión simple (Terzaghi
y Peck, 1995)
- Ensayo triaxial. Es la prueba más versátil para determinar las propiedades esfuerzo deformación de
los suelos. En el ensayo se aplica una presión de confinamiento sobre el contorno de la probeta
y un esfuerzo desviador en su eje. En el ensayo clásico se mantiene la presión lateral constante
y se aumenta la presión vertical hasta llegar a la falla. Con el ensayo se pueden obtener los
parámetros de cohesión y ángulo de fricción en términos efectivos (drenado) y totales (No
drenado).
- Ensayo de corte directo. Este ensayo consiste en una caja que permite la falla del suelo por un
plano medio. En cada espécimen se aplica una carga vertical y otra carga tangencial hasta
obtener la falla. Se registran las fuerzas tangenciales y las deformaciones de cada ensayo, y el
cambio de espesor de la muestra (dilatancia). Este ensayo permite determinar la cohesión y el
ángulo de fricción interna del suelo en el plano de rotura, con o sin drenaje.
140
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Ensayo de veleta. Es un ensayo que permite determinar la resistencia al corte sin drenaje en suelos
limosos y arcillosos. Se emplea in situ. La resistencia al corte se determina a partir del momento de
torsión que se necesita para fallar el terreno a través de las aristas de la veleta.
3.4 El Riesgo
Es mucho más barato prevenir que curar. Veamos en costos la máxima: de la prevención al
desastre hay un orden de diferencia y del desastre a su recuperación hay otro orden; por lo
tanto de la prevención a la recuperación del desastre la diferencia es de dos órdenes:
Riesgo: Posibilidad de afectar significativamente las vidas o bienes a causa de un fenómeno
dañino dentro de un período de tiempo y con una probabilidad determinada.
Amenaza: Evento o fenómeno perjudicial con un cierto nivel de magnitud y alcance espacial,
que tiene una probabilidad de ocurrencia significativa en un período de tiempo dado.
La probabilidad será cualitativa si decimos que es alta o baja, o será cuantitativa si le
señalamos al evento su frecuencia temporal.
Vulnerabilidad = Exposición/Resistencia
Riesgo = Amenaza x Exposición/Resistencia
La vulnerabilidad puede ser física, cultural y socioeconómica. El riesgo puede ser directo o
indirecto, o de otros ordenes, según la amenaza sea natural, antropogénica o tecnológica.
La amenaza depende del evento detonante, y de su grado de susceptibilidad, como de la
energía potencial que lo caracteriza, razón por la cual se puede escribir:
En el riesgo por deslizamientos podemos incidir sobre la amenaza, pero en el riesgo sísmico
sólo queda la alternativa de intervenir la vulnerabilidad. En el riesgo volcánico podemos
incidir sobre la exposición (evacuación temporal o definitiva) y en el riesgo sísmico
141
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Imagen 3.20: Costos esperado Ce y Nivel de riesgo Nr. Izquierda, Costo Probable de falla
CP vs Resistencia. Derecha, Siniestralidad vs Frecuencia de una amenaza con una
magnitud dada.
La primera función (S) expresa la curva de daños cuya pendiente es positiva, y la segunda
función (F), la curva de ocurrencia cuya pendiente es negativa. El producto de ambas da el
nivel de riesgo del evento Nr que gráficamente se representa por una campana cuyo máximo
coincide con la intersección de las dos curvas anteriores, S y F.
142
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Valoración del Riesgo en función del período de las Amenazas y la vida útil de una obra
R=1-(1-1/Tr)n
En la fórmula precedente:
R =Riesgo de falla,
Tr= Período de retorno de las amenazas y
n= vida útil de una obra.
Tabla 3.14: Riesgo por Período de retorno de una amenaza v.s. Vida útil de una obra.
Fuente: www.bdigital.unal.edu.co/6497/
Obsérvese el incremento de R de 0,63 a 0,98 para una obra con una vida útil “n” de 100
años, cuando el período de retorno “Tr” de la amenaza cambia de 100 a 25 años: es el
caso de los eventos hidrometeorológicos, por el calentamiento global. Como fundamento,
1/Tr es la probabilidad temporal del evento.
En la vida práctica, dado el enorme costo de las obras de reconstrucción, la conclusión es
que para hacer viable el hábitat, aunque también la mitigación cuesta, las obras no solo se
143
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
diseñan del lado de la falla donde R>50% (ver diagonal en rojo), sino que también al igual
que en el caso de la salud se recomienda el enfoque preventivo y no el reconstructivo.
Como símil, dado el enorme costo de la tecnología médica frente a la implementación de
una cultura de vida sana, agua potable y buenos hábitos para prevenir enfermedades, en
el caso del medio ambiente la componente económica de la sustentabilidad pasa por
reforestar cuencas e implementar modelos silvopastoriles y agroforestales, al ordenarlas
para prevenir los usos conflictivos del suelo.
lineamientos para la subregión Centro Sur de Caldas, y menos con el área metropolitana
de Pereira buscando generar sinergias, lo que afectaría la viabilidad de los modelo de
ocupación territorial de lado y lado, de surgir conflictos al desestructurar territorios, o por
imprevistos ambientales en temas de bienes comunes patrimoniales como el agua y el
suelo, donde el cambio climático impone grandes desafíos.
145
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Allí Caldas con cerca de un millón de habitantes en 27 municipios, unos en la hoya central
del Cauca y otros en el Magdalena Centro, aparece definida como una construcción social
e histórica de singular carácter, no sólo por la condición mediterránea y biodiversa de su
territorio, sino también por los procesos culturales emprendidos en sus subregiones,
donde habitan comunidades con diversas identidades y en continuo mestizaje, primero
desde la Conquista y la Colonia, y luego tras la colonización del siglo XIX. Quienes vienen
construyendo una visión para la Ecorregión Cafetera, ven en este espacio dotado de
unidad territorial la oferta ambiental disponible en unidades ecológicas prioritarias, y las
posibilidades de articular su demanda a las dinámicas de las áreas urbanas, definiendo y
caracterizando con rigor la “biorregión”, entendida como un territorio de agua y suelo
cuyos límites están definidos por las fronteras geográficas de comunidades humanas y
ecosistemas. Veamos el caso nuestro.
En 2004, Caldas con cerca de 127 mil Ha en bosques, 251 mil Ha en cultivos y 336 mil Ha
en pastos y rastrojos, cuantías que cubrían el 96% de su escarpado, verde y deforestado
territorio, para preservar el agua y la biodiversidad debió lograr la recuperación integral de
sus cuencas, yendo más allá de los escenarios naturales más sobresalientes, como lo son:
los cerros de Tatamá y Caramanta, como visibles elementos del corredor biológico de la
Cordillera Occidental que dominan el poniente de Manizales; el sistema de páramos que
viene de Sonsón y sigue a Roncesvalles con sus fértiles tierras en San Félix y Marulanda,
lugar donde se establece el Complejo Volcánico Ruiz-Tolima; y la Selva de Florencia,
ecosistema con alto grado de endemismo, ubicado en límites de Samaná y Pensilvania.
Sobre el recurso hídrico disponible, en cuanto al sistema subterráneo sobresalen las zonas
de recarga en áreas cordilleranas altas, como páramos y sectores vecinos de gran
cobertura boscosa, lo que incluye el Parque de los Nevados y su área de amortiguación, o
las regiones del Oriente caldense donde la copiosa precipitación explica un recurso hídrico
excedentario, susceptible de aprovechamientos hidroenergéticos responsables, mientras
otra sería la situación para los acuíferos asociados al valle interandino del Magdalena,
146
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Para empezar, la hidrovía del Magdalena tiene una capacidad fluvial máxima de 500
millones de toneladas-año, y una demanda cercana a los 12 millones toneladas anuales
147
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Es que definitivamente, recuperar la navegación del Magdalena debería ser una tarea
integral que contemple la reforestación de las cuencas tributarias que están en un 40%
deforestadas, implementando una intervención para la hidrovía que no comprometa los
humedales y ecosistemas del río, y una recuperación incluyente y compatible con los
pescadores y ecosistemas del río. Y respecto a los convoyes, para una solución de
transporte verde, en lugar de remolcar tres pares de barcazas con 7200 ton, se podría
elevar la frecuencia y remolcar sólo dos de hasta 3,5 pies de calado llevando 5000 ton
148
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Imagen 3.23 In: Creating an engineering geological data base for the city of Manizales,
Colombia. C.J. van Westen. ITC
149
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Llega el solsticio, y con él la temporada seca del año para la región andina de Colombia.
Igual, para este miércoles 22 de junio, mientras los habitantes de las regiones
septentrionales de la Tierra esperan el verano y los de las zonas meridionales empiezan a
sentir los rigores del invierno, los asuntos del clima se han regularizado. En esta época
justo cuando el planeta transita su órbita elíptica por los lugares más alejados del Sol, éste
ha mostrado interesantes perturbaciones como las explosiones del pasado 8 de junio,
extrañas para los profanos pero conocidas por los astrofísicos interesados en investigarlas
y conocer sus interacciones con la magnetósfera, para desentrañar la naturaleza del
comportamiento variable del astro y pronosticar dichos eventos precisando sus
consecuencias sobre nuestro planeta, lo que por supuesto incluye temas tan importantes,
que van más allá de las comunicaciones, como los del funcionamiento de la máquina
atmosférica para los asuntos del clima.
Con la fecha, queda atrás para nosotros no solo el primer período de lluvias agravado por
la ocurrencia de La Niña, sino también otras consecuencias que van más allá de lo que
regularmente dicen las noticias: después de casi un lustro con un clima anómalo para el
país, donde la Niña 2010/2011 generó una inesperada conmoción por sus mayores y
graves consecuencias, está a punto de sancionarse una nueva Ley de Ordenamiento
Territorial que incorpora mejores instrumentos para la adecuada gestión del riesgo
mirando el antes y el después, tal cual lo ha hecho la expedición del Plan Nacional de
Desarrollo donde se incorporó un capítulo completo para los asuntos de una
reconstrucción con carácter preventivo. Para mostrar la huella de lo acaecido, subraya el
Coordinador de la Maestría en Desarrollo Regional y Planificación del Territorio de la
Universidad Autónoma de Manizales, Profesor Jahir Rodríguez R., que de 713 municipios
afectados con la ola invernal, más de 30 están en la situación de Gramalote: con el drama
de tener que ser reasentados y no todos en territorio de su jurisdicción previendo la
susceptibilidad a la ocurrencia del fenómeno padecido. También pensando en la mayor
capacidad demandada al Sistema Nacional de la rama, la misión encomendada a la
Dirección de Gestión del Riesgo del Ministerio del Interior y de Justicia pasa a una nueva
dependencia del orden nacional que la sustituye, al constituirse el Departamento
Administrativo de Gestión del Riesgo adscrito a la Presidencia de la República.
150
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Imagen 3.24: Ladera del Alto Persia en 19 de Abril, Manizales. Alcaldía de Manizales.
No es la primera vez
152
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Sería interminable hacer la lista de emergencias por eventos hidrogeológicos similares que
han afectado a la ciudad. Pero podrían recordarse los que se han dado en el siglo XXI,
todos asociados con las lluvias intensas. En ellos el factor detonante ha sido la ocurrencia
de eventos climáticos extremos, propios del calentamiento global:
En octubre 19 de 2011 una avalancha destruyó la planta Luis Prieto Gómez, y la ciudad
quedó 17 días sin agua; y
Construyendo el territorio
Para comprender la construcción social e histórica del territorio partamos de “la aldea
encaramada” de 1848, cuando 400 familias que habitaban este complejo territorio
fundaron un poblado sobre un ramal de los Andes al oeste de la Mesa de Herveo y sobre
la cuenca media del Chinchiná, a 2.150 metros sobre el nivel del mar en lo alto de una
colina.
Figura 3.26: Amenaza por deslizamiento en Manizales (2005). En rojo, las zonas de
amenaza alta del área urbana. Fuente: Municipio de Manizales – Idea U. N. De Col.
154
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Los fundadores trazaron una rígida retícula ortogonal. Medio siglo después de haber
expandido a más de un centenar de manzanas la retícula, lo que requirió el relleno de
cauces para nivelar el abrupto terreno, optaron por cambiar el trazado de la naciente urbe
por uno más apropiado. Se ajustaron al terreno y extendieron la cabecera hacia el oriente
siguiendo las curvas de nivel, donde se aprovecha la corona de la montaña. Adecuaron el
camino de arriería y lo convirtieron en El Carretero, un corredor vial desde el cual se
accedía a los nuevos barrios emplazados por las dos vertientes.
El resultado fue una ciudad donde cerca de un tercio del suelo urbano actual (en rojo en la
figura 2) corresponde a las áreas con algún nivel de amenaza, donde construyen viviendas
en riesgo sobre áreas de alto grado de susceptibilidad a los deslizamientos. El desarrollo
urbano
155
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
El modelo de ocupación
156
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Según el plan de ordenamiento territorial (POT), el área afectada por la erosión (2 por
ciento del área urbana) aumenta cada año en un 11 por ciento. Según este documento,
las causas de los deslizamientos son los sismos, la deforestación, el clima, los suelos, la
topografía, el deterioro de las condiciones socioeconómicas de la población y la falta de
cultura ciudadana.
Con ella se espera controlar las fuerzas que especulan con el suelo urbano y captar
recursos para hacer viable la intervención de zonas de riesgo con población vulnerable en
las frágiles laderas de la ciudad (Alto Persia) y sobre cauces de cuerpos de agua como la
quebrada Manizales (Verdum).
Los desafíos
Manizales es una ciudad que ha desarrollado una tecnología para el control de la erosión,
tiene un sistema de alertas tempranas, así como el programa de guardianas de las
157
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
laderas, y ha hecho obras notables para la estabilización en cerca de 300 sitios. Sin
embargo, a pesar de autodenominarse “ciudad del agua”, continúa vertiendo unas 20
toneladas por día de material de carga orgánica proveniente de las aguas residenciales, y
una carga contaminante comparable proveniente del sector industrial.
Además, tiene indicadores verdes de un árbol por cada 27 habitantes y de 2,7 metros
cuadrados de áreas verdes por habitante en espacio público (nueve y tres veces menores
que los estándares internacionales respectivamente). Y su cerro tutelar, Sancancio, cobra
pasivos ambientales en Aranjuez por permitir la deforestación de su ladera de protección.
En conclusión, no es que este desastre hubiera podido ser mayor ni que la ciudad esté en
el lugar equivocado, sino que estas tragedias se pueden prevenir si en lugar de presionar
la estructura ecológica principal para corregir el descontrol hídrico y pluviométrico en las
áreas rurales, reforestamos nuestras cuencas donde la potrerización y la pérdida de
bosques han sido constantes.
Podemos optar por recuperar la función ecológica de las laderas de protección y cauces
del medio periurbano, además de gestionar la vulnerabilidad que subyace en las zonas de
riesgo urbano, para tratar el hábitat con una mirada biocéntrica que reoriente el modelo
urbano.
***
158
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Con 9.153 especies endémicas y 56.343 registradas en 2016, entre los doce países bio-
megadiversos del mundo Colombia es el segundo, al tiempo que es el primero en aves y
en orquídeas. También somos segundos en plantas, anfibios, mariposas y peces
dulceacuícolas; terceros en palmas y reptiles, y cuartos en mamíferos. Sí en anfibios
poseemos más de 700 especies de ranas, y en vertebrados terrestres unas 2.890 especies
de las cuales 456 son mamíferos y 520 de reptiles, también poseemos cerca de 55.000
especies de plantas, de las cuales 1/3 son endémicas.
Pese a lo anterior, aunque contamos con el 60 por ciento de los páramos del planeta y con
59 áreas protegidas a nivel nacional, la biodiversidad está en riesgo en 38 de 81
ecosistemas por factores antrópicos que los destruyen, explotan o contaminan: al
respecto, en 2014 el Instituto de Investigación Alexander von Humboldt, quien destaca
que gran parte de la biodiversidad de Colombia se encuentra en territorios colectivos
indígenas, había presentado un panorama “desalentador” por los efectos de siglos de
transformación e intervención humana, para reclamar más educación y conciencia pública.
intransferibles; y las Áreas Protegidas (como las Reservas de Río Blanco y La CHEC) son
declaradas a perpetuidad. Y en relación con el marco legal, la Ley 99 de 1993 crea el
Sistema Nacional Ambiental SINA, donde los ecosistemas amenazados están mal donde
representados. Además, mediante el Decreto único 1076 de 2015, se creó Parques
Nacionales Naturales de Colombia.
Colombia está dividida en seis regiones naturales: dos costeras en sendos océanos, dos
más sobre el naciente de cara a las cuencas de la Orinoquía y Amazonía, una insular de
pequeña extensión, y la región andina que soporta la mayor proporción de la población del
país. Los ecosistemas señalados en riesgo según expertos, son los del bioma de bosque
seco tropical y del desierto tropical, los secos intra-andinos, los húmedos y los del bosque
húmedo tropical del piedemonte llanero.
Poseemos 2900 km de costas en dos océanos, conectamos las Américas desde el sector
más septentrional de los Andes con sus nevados, volcanes, altiplanos, sabanas y valles
intercordilleranos; pisos térmicos con gran variedad de ecosistemas tropicales, que van
desde selvas húmedas y secas, sabanas, bosques y páramos, hasta ríos, costas, arrecifes
de coral, ciénagas y manglares. Entre las áreas con mayor riqueza biológica, sobresalen la
selva Amazónica, el Chocó Biogeográfico y el Macizo Colombiano.
Y en cuanto al Eje Cafetero, dado su potencial relacionado con el aviturismo, sin duda
alguna debemos abordar el estudio de la diversidad de aves, ya que de las 1.912 especies
del país podemos contar con más de 650 en la región y de ellas al menos 433 reportadas
en Caldas al 2010, donde un sinnúmero adicional que permanecen ocultas, le demanda a
ornitólogos y aficionados profundizar y completar el conocimiento de la diversidad por
áreas determinadas, resaltando especies migratorias, amenazadas y endémicas con su
hábitat.
160
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
monitoreo necesario por el riesgo cuyas consecuencias superaron los niveles esperados, el
gasoducto que pasa al otro lado del rio y dos puentes vehiculares, entre ellos el de la vía a
los hoteles termales.
Ahora la diferencia es, primero que contamos con la Planta Niza recién puesta en servicio
para proveer la mitad del consumo de agua que podría bombearse al tanque más alto
vecino a Niza donde se recibe el agua potable de la planta de Gallinazo, para redistribuirla
en toda la ciudad dado que un circuito ha quedado fuera de servicio, y segundo que
además se tienen repuestos y mayor capacidad para reparar de forma expedita las
conducciones de agua dañadas, reinstalar un puente metálico para pasar el Chinchiná en
el lugar de los hechos y de reponer sin mayores tropiezos la citada línea de gas.
No obstante, la lección que queda de estos daños que afectan las líneas vitales y otros
ocurridos sobre la vía al Magdalena y la carretera al norte por Neira, exige nuevas
consideraciones ambientales para romper paradigmas.
Uno de ellos con la propuesta de Corpocaldas de meses atrás, útil para enfrentar el grave
deterioro de la vía Maltería-La Esperanza, y que consiste en implementar una figura
ambiental que vea más allá de las cunetas, muros, transversales y pavimentos de la
carretera, entendiendo que una vía como cualquier línea vital comprende todo el corredor
ecológico del sistema, y las relaciones socioambientales y económicas que se dan en ella,
y donde la extensión del área de influencia del modelado comprende, además del medio
transformado, el medio natural que le sirve de soporte y que lo conforman las
microcuencas interferidas.
162
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Otro asunto, es que prevalece la creencia de que la ingeniería es garantía absoluta por no
decir invencible, cuando por regla general sus diseños están del lado de la falla: una obra
construida para una vida útil de 25 años, sometida a eventos con un período de retorno
de 25 años, tiene un riesgo del 64%, similar al que presentan obras cuya vida útil es de
100 años, frente a eventos con 100 años de período de retorno. Ahora, las obras con una
vida útil de 25 años que deban enfrentar amenazas cuyo período de retorno sea de 100
años, tienen un riesgo de falla del 98%, casi cercano a la certeza de falla.
163
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Imagen 3.30: Rio Magdalena: Inundaciones rápidas y lentas según el PMC del Magdalena.
Mapa de Cormagdalena
.
Yuma (“río amigo”) o Huanca-hayo (“río de las tumbas”), bautizado en 1501 por Bastidas
Río de la Magdalena, fue a lo largo de cuatro siglos y medio el principal medio de
transporte en Colombia y el eje de desarrollo nacional. Jiménez de Quesada, lo remontó
hasta Barrancabermeja, desde donde penetra las montañas del Opón, para subir al
altiplano y fundar Bogotá. Posteriormente, bogas en champanes, en extenuantes jornadas
de hasta dos meses remando en dirección aguas arriba, suben y regresan para transportar
cientos de personas que en el proceso de ocupación y consolidación de la Nueva Granada,
deben soportar la inclemencia del ardiente clima y la incomodidad del viaje.
El río Magdalena que nace en el extremo suroccidental del país, a 3.685 metros de
elevación, en el Páramo de las Papas, recorre 1.528 km de los cuales 900 km son
navegables, hasta desembocar en Bocas de Ceniza sobre el mar Caribe. Como parte de la
cuenca Magdalena-Cauca que con el 75% de la población del país, constituye el sistema
de drenaje más importante de nuestra región andina, en su sinuoso recorrido esta juvenil
corriente, se relaciona con 12 parques naturales nacionales, baña 20 departamentos,
recibe entre otros tributarios al Cauca, su principal afluente, y también descarga parte de
sus aguas a la Bahía de Cartagena por el Canal del Dique, construido en el siglo XVI para
acceder por Calamar a Cartagena de Indias.
164
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Los comienzos del desarrollo industrial en Colombia a principios del siglo XX, marcaron el
inicio de la afectación ambiental asociada a la contaminación y la deforestación. Pero
desde mediados del siglo XX, conforme se daba el crecimiento y la modernización del país,
con el advenimiento del transporte aéreo y las carreteras, el río como medio de transporte
se fue olvidando, y con la revolución verde impulsando la expansión de la frontera agrícola
y propiciando los procesos de migración hacia los centros urbanos, también llegaron los
impactos de la deforestación, la erosión, el descontrol pluviométrico y la contaminación,
fenómenos que se expresan en sedimentos, descontrol hídrico y pérdida de ecosistemas.
Esto sin mencionar las consecuencias sociales y económicas que de allí se derivan.
Dadas las condiciones geológicas, toda la parte media del río está constituida por un
complejo sistema de humedales y un curso inestable; allí, los municipios ribereños en la
mayoría de los casos, muestran bajas condiciones de vida y pobreza. El área de la gran
cuenca, es de 257.400 km2; y aunque representa el 24% de la superficie del país y es el
asiento de 32,5 millones de habitantes, según el Foro Ambiental Nacional, el 77% de su
cobertura vegetal ha sido arrasada, el vertimiento de mercurio no para y el daño a
páramos y humedales continúa.
La Ley 161 de 1994 constituyó Cormagdalena como una entidad corporativa especial, con
presupuesto administrativo y autonomía financiera. Su misión, garantizar la plena
utilización del río Magdalena; además de la navegación, la actividad portuaria, la
conservación del suelo, la generación hidroenergética, emitir también lineamientos para la
administración hidrológica, el manejo integrado del río, el uso sostenible y la preservación
del medio ambiente.
Solo que las estrategias en lo corrido del siglo, para impulsar la navegación, abordar el
complejo marco institucional, conocer y participar de la coordinación del sistema ambiental
de la cuenca, han palidecido por múltiples factores, entre los cuales creo que sobresale la
falta de un instrumento filosófico y jurídico de orden superior, para orientar la planificación
de acciones y priorizar objetivos, mirando el río como un territorio sujeto de derechos
bioculturales.
Es que el territorio, entendido como una construcción social e histórica, es un sujeto de
derechos ambientales. Por ejemplo, siendo el Magdalena tierra de ranchos de hamacas, de
chinchorros, de subiendas, de los vapores por el río y de la Expedición Botánica, de
conformidad con las sentencias de la Corte Constitucional, que en 2016 y 2018 protegen al
165
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
En lo corrido de abril así estemos enfrentando El Niño y no La Niña, dado que la asimetría
entre estos fenómenos se relaciona con deficiencias y abundancias de lluvias, entre los
eventos hidrogeológicos registrados por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios
Ambientales IDEAM sobresalen 111 ocurridos en 85 municipios del país, que no son
propiamente las sequías esperadas: 34 movimientos en masa, 32 inundaciones, 25
vendavales, 17 avenida torrenciales y 3 tormentas eléctricas.
166
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
El fruto de dicha degradación en este país que cuenta con el 5% del patrimonio hídrico
mundial, en caso de lluvias extremas son los deslizamientos y flujos de lodo, al igual que
las inundaciones lentas en planicies deprimidas o zonas de ciénaga, e inundaciones súbitas
causadas por avenidas o crecientes de ríos. Las primeras, se ilustran con las que se
presentan en la Depresión Momposina donde la adecuación de tierras involucra la
desecación de ciénagas, al tiempo que las segundas -caso de Mocoa y Salgar-, se dan a lo
largo de la geografía andina sin diferencia entre áreas rurales y urbanas, y en el ámbito de
cuencas deforestadas donde los cauces de montaña encuentran ocupados sus valles de
salida.
Dado lo anterior y previendo las funestas consecuencias de las pertinaces lluvias, como
deslizamientos tras la infiltración acumulada o inundaciones por crecientes, el IDEAM ha
declarado el estado de emergencia en 569 de los 1122 municipios del país -entre ellos 432
ubicados en la Región Andina-, y estimando los niveles de alerta por ente territorial, así:
roja en 22, naranja en 198 y amarilla en 349 localidades.
Aunque Colombia cuenta con el Plan Nacional de Gestión del Riego de Desastres 2015-
2025, además de la contaminación y degradación ambiental y del uso conflictivo del suelo,
enfrentamos grandes retos relacionados con la degradación de espacios boscosos y
corredores verdes de la estructura ecológica del territorio, lo que conduce a la pérdida de
regulación hídrica en el 75% de las fuentes de agua en los lugares más secos poniendo en
riesgo de desabastecimiento 318 cabeceras durante las temporadas de El Niño, y también
en riesgo por inundación, avenidas o deslizamientos durante cualquier invierno a 318
jurisdicciones.
El ENSO
El ENSO -El Niño Southern Oscillation-, es un patrón climático cíclico no periódico conocido
hace más de un siglo, producto de las fluctuaciones de temperaturas oceánicas
provenientes de Australia, que al detonar en el Pacífico ecuatorial con fases húmedas o
secas ocasionan dos fenómenos: “El Niño o La Niña” según el caso, con graves
consecuencias climáticas en gran parte del mundo.
167
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Imagen 3.32: Pronóstico para el ENSO 2019 del CPC/IRI favorable para una fase cálida,
con una probabilidad que varía del 94% en Marzo- Abril- Mayo al 51% en Noviembre-
Diciembre- Enero.
Para medir su intensidad, se evalúa la magnitud de la anomalía térmica del citado océano
en un área geográfica determinada, así: de 0 a 0.5°C las condiciones climáticas son
normales; de 0.5 a 1°C el evento es "débil", denominándose “El Niño” cuando es cálido o
“La Niña” sin es frío; de 1 a 1.5°C el evento es moderado, de 1.5 a 2°C será un evento
fuerte, y por arriba de 2°C será evento extraordinario.
Si bien esta es en Colombia la situación pese a estar avanzando la fase cálida hacia
condiciones débiles de un ENSO, es decir estando en El Niño, la causa de las tragedias
parte del carácter extremo de los eventos climáticos que caracterizan el calentamiento
global, en virtud de la lluvias que acompañan el invierno en la cuenca Cauca-Magdalena,
presente hasta cuando llegue la temporada seca con el solsticio del 21 de junio.
El drama humano
Los desastres naturales que afectan a Colombia -donde la doble problemática del
desplazamiento de población de las zonas rurales a las áreas urbanas atenta contra las
metas del desarrollo- también en el mundo vienen ocasionan en promedio 100 millones de
desplazados por década, a los cuales se suman 33 millones que abandonan su territorio
por conflictos armados y violencia antropogénica.
168
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
¿Qué hacer?
Habrá que saldar pasivos ambientales de décadas engendrados por múltiples factores que
han intervenido en la construcción de la vulnerabilidad a los eventos climáticos extremos,
en un medio ambientalmente complejo y pluricultural, lo que obliga a intervenir
estructuralmente las deficiencias de una planificación precedente permeable a un modelo
de ocupación conflictivo del territorio, que facilita la socialización de los costos y la
privatización de los beneficios, buscando la explotación del medio ambiente en contravía
del interés general.
169
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
170
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
***
TEXTOS U.N.
Agricultura sostenible: reconversión productiva en la cuenca del río San Francisco. Aguirre D.
Carlos Mario, Ortiz O. Doralice, Duque E. Gonzalo. (2014). Corporación Aldea Global.
CTS, Economía y Territorio. Duque Escobar, Gonzalo (2018). Universidad Nacional de Colombia,
Manizales.
Elementos para la construcción de una visión estructurada del desarrollo de
Caldas. Book. Duque Escobar, Gonzalo (2014) U.N. – SMP Manizales. Manizales.
Fundamentos de economía y transportes. Book. Duque Escobar, Gonzalo (2006) Universidad Nacional
de Colombia.
Geomecánica. Book. (10 Book Section)Duque Escobar, Gonzalo and Escobar Potes, Carlos
Enrique (2016) Universidad Nacional de Colombia – Sede Manizales, Manizales, Colombia.
Geotecnia para el trópico andino. Escobar Potes, Carlos Enrique and Duque Escobar,
Gonzalo (2016) Book. (10 Book Section). U.N. de Colombia, Sede Manizales, Colombia.
Guía astronómica. Book. (13 Book Section).Duque Escobar, Gonzalo (2003) Universidad Nacional de
Colombia.
Introducción a la teoría económica. Duque Escobar, Gonzalo (2019) Museo Interactivo Samoga,
Manizales.
La logística del transporte: un elemento estratégico en el desarrollo
agroindustrial. Book. Sarache Castro, William Ariel and Cardona Alzate, Carlos Ariel and Giraldo García,
Jaime Alberto and Duque Escobar, Gonzalo and Orrego Alzate, Carlos Eduardo and Tamayo Arias, Johnny
Alexander and Builes Ocampo, Sabina and Cardona Jaramillo, Adriana and Granados Ortiz, María Luisa
(2007) Universidad Nacional de Colombia – Sede Manizales, Manizales, Caldas, Colombia.
Legalidad y sostenibilidad de la guadua en la ecorregión cafetera. Book. Duque Escobar, Gonzalo
and Moreno Orjuela, Rubén Darío and Ortiz Ortiz, Doralice (2014) Carder- Corporación Aldea Global, CARs
Socias del Proyecto.
Manual de geología para ingenieros. Book. (20 Book Section). Duque Escobar, Gonzalo (2003)
Universidad Nacional de Colombia, Manizales
Mecánica de los suelos. Book. (15 Book Section). Duque Escobar, Gonzalo and Escobar Potes, Carlos
Enrique (2002) Universidad Nacional De Colombia.
Procesos de Control y Vigilancia Forestal en la Región Pacífica y parte de la Región Andina de
Colombia. Book. Duque Escobar, Gonzalo and Moreno Orjuela, Rubén Darío and Ortiz Ortiz, Doralice and
Vela Murillo, Norma Patricia and Orozco Muños, José Miguel (2014) Carder- Corporación Aldea Global, CARs
Socias del Proyecto.
Sistematización de Experiencias y Estrategias de los Planes de Acción Inmediatos PAI de la
cuenca del río Guarinó y la Charca de Guarinocito. Vela Murillo, Norma Patricia and Duque Escobar,
Gonzalo and Ortiz Ortiz, Doralice (2012) Editorial Blanecolor Ltda. Manizales, Colombia.
UMBRA: la Ecorregión Cafetera en los Mundos de Samoga. Book. (5 Book Section). Duque-Escobar,
Gonzalo (2015). Museo Interactivo Samoga. Universidad Nacional de Colombia Sede Manizales.
171
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
MANIZALES, 2017
http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
CONTENIDO: PDF (Presentación y Contenido) ; PDF (Capítulo 1 : Geotecnia) ; PDF (Capítulo 2 : Materiales
térreos) : PDF (Capítulo 3 : Erosión y movimientos en masa) ; PDF (Capítulo 4 : Análisis de estabilidad de
taludes) ; PDF (Capítulo 5 : Obras de estabilización de taludes) ; PDF (Capítulo 6 : estructuras de drenaje) ;
PDF (Capítulo 7 : Corrección de cauces torrenciales) ; PDF (Capítulo 8 : Coberturas vegetales) ; PDF
(Capítulo 9 : Estructuras de contención) ; PDF (Capítulo 10 : Auscultación de taludes) ; PDF (Bibliografía)
ANEXOS:
HOME:
http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
A la Universidad Nacional de Colombia en sus 150 años.
172
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
4.1. INTRODUCCIÓN
Al hablar de deslizamientos se ha ilustrado la importancia que puede adquirir el estudio de la
estabilidad de taludes en nuestro medio, pero ese es apenas uno de los aspectos que trata dicha
rama de la geotecnia, puesto que también es pieza fundamental en otras actividades de la ingeniería
tales como el diseño y construcción de presas de tierra y enrocado, diques, rellenos y terraplenes.
Dichas estructuras de tierra, en conjunto con los cortes o excavaciones que se practican en los
proyectos de ingeniería, forman lo que se ha denominado los taludes artificiales; estos se diferencian
de las laderas y taludes naturales, por la naturaleza de los materiales involucrados en cada caso o
por las circunstancias de formación del talud, su historia geológica, el clima al cual ha estado sometido
y la influencia del hombre. (Rico y Del Castillo, 1974).
Dentro de los taludes artificiales deben reconocerse las diferencias entre los cortes y los terraplenes,
teniendo en cuenta que éstos, como en las presas, el grado de control que puede ejercer la ingeniería
es mayor, dado que se seleccionan los materiales que los forman, los sistemas de colocación,
compactación y drenaje. En las excavaciones de laderas habrá que trabajar con los materiales en su
estado natural, con todas las variaciones que puedan presentarse de un punto a otro en las
condiciones hidrológicas y geológicas, las propiedades geotécnicas de suelos y rocas y el grado de
meteorización. En cualquier caso deberán considerarse a mediano y largo plazo factores tales como
el cambio que introduce en el medio ambiente toda obra de ingeniería, la influencia del agua sobre
la resistencia, la estabilidad y la respuesta de los materiales a las cargas aplicadas y las modificaciones
que sufren los materiales con el tiempo (en especial por la meteorización intensa que puede ocurrir
en nuestro medio tropical).
Dicen Skempton y Hutchinson (1969) en uno de los trabajos más importantes sobre la materia: el
estudio científico de taludes de tierra y roca tiene aplicaciones que varían desde problemas de
geomorfología pura, hasta la predicción de estabilidad de taludes para propósitos de ingeniería civil
y el diseño de medidas correctivas donde un deslizamiento ha destruido o amenaza vidas humanas,
propiedades o medios de comunicación.
Sea cual fuere el enfoque dado al tema, se requiere un conocimiento adecuado de numerosos puntos
que pueden reunirse en cuatro grupos relacionados entre sí:
Reconocimiento y clasificación de los diversos tipos de movimientos en masa que pueden ocurrir, sus
características morfológicas, ambiente geológico, velocidad y causas de la falla.
Clasificación y descripción precisa de los materiales englobados en los movimientos en masa y
medidas cuantitativas de sus propiedades relevantes.
Método del cálculo de la estabilidad del talud en términos del tipo de falla, real o prevista y las
propiedades de los materiales.
Correlación entre las observaciones de campo y los resultados del cálculo de estabilidad.
Agregan los autores citados que “los movimientos en masa ocurren principalmente en respuesta a
fuerzas gravitacionales, ayudadas algunas veces por actividad sísmica. La manera como un talud
cede ante dichas fuerzas está controlada por una multitud de factores, entre los cuales los más
importantes son la geología, la hidrología, la hidráulica, el relieve, el clima y la meteorización”.
173
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Una definición del factor de seguridad contra la falla de un talud, es la del valor resultante de dividir
la resistencia al corte disponible del suelo, a lo largo de una superficie crítica de deslizamiento, por
la resistencia al corte requerida para mantener el equilibrio (Bishop, 1955)
La tarea del ingeniero encargado de analizar la estabilidad de un talud es determinar el factor de
seguridad. En general el factor de seguridad se define como
f
FS s
d (4.1)
f c tan (4.2)
Donde c= Cohesión
= Ángulo de fricción
'= Esfuerzo normal efectivo sobre la superficie potencial de falla
De manera similar
d C d tan d (4.3)
c tan
FS s
cd tan d
(4.4)
Se puede introducir algunos otros aspectos del factor de seguridad, es decir, el factor de seguridad
con respecto a la cohesión FSC y el factor de seguridad con respecto a la fricción FS y se define como
sigue:
C
FS C (4.5)
Cd
y
tan
FS
tan d
(4.6)
Cuando se comparan las ecuaciones (4.4), (4.5) y (4.6), se aprecia que cuando FSC se vuelve igual a
FSf, ese es el factor de seguridad con respecto a la resistencia. O si
C tan
C d tan d
174
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Se puede escribir
a. Taludes nuevos.
Un factor de seguridad de diseño contra la falla de un talud depende de la magnitud de las pérdidas
económicas y de vidas que dicha falla pueda producir. En el “Geotechnical Manual of Slopes (1984)”
se indican los factores de seguridad los factores de seguridad recomendados para taludes nuevos
que se presentan en la tabla 4.1. Dichos factores de seguridad son válidos para condiciones de aguas
resultantes de una lluvia con período de retorno de 10 años. Hay tres categorías de riesgo en cada
caso, despreciable, bajo y alto. La categoría “riesgo para vida” refleja la probabilidad de pérdidas de
vida en el evento de falla.
Tabla 4.1 Factores de seguridad recomendados para taludes nuevos, considerando una lluvia con período de
retorno de diez años.
Riesgo para Vida Factor de Seguridad recomendado contra pérdidas de
vidas para una lluvia con período de retorno de diez años.
Nota (1)
Adicionalmente al factor de seguridad de 1,4 para lluvia con período de retorno de diez años, un talud en la
categoría alta “riesgo para vida” debe tener un factor de seguridad de 1,1 con las condiciones más críticas
posibles del agua subterránea.
(2)
Los factores de seguridad dados en esta tabla son valores recomendados. Sin embargo, pueden adoptar
valores mayores o menores, particularmente en relación con las pérdidas económicas probables.
(Geotechnical Manual for Slopes, 1984)
La categoría de “riesgo económico” refleja la magnitud probable de las pérdidas económicas en los
casos de falla. En las tablas 4.2 y 4.3 se presentan ejemplos típicos de las situaciones de fallas en
taludes correspondientes a cada categoría de riesgo, tomados del “Geotechnical Manual for Slopes
(1984)”
Se debe señalar que los factores de seguridad contra pérdidas económicas y los ejemplos típicos de
falla de taludes en cada categoría de riesgo económico, se deben utilizar como una guía, dado que
no cubren todas las situaciones de falla posibles. Es esencial que el diseñador adopte una decisión
adecuada haciendo un balance entre las pérdidas económicas potenciales en el evento de la falta y
el costo adicional de construcción, requerido para garantizar un factor de seguridad más alto.
175
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Tabla 4.2 Ejemplos de fallas de taludes en cada categoría de riesgo para vida.
Riesgo de Vida
Ejemplo
Despreciable Bajo Alto
1. Fallas que afectan parques campestres y áreas de recreación a cielo abierto
(*)
con uso ligero.
2. Falla que afecta carreteras con densidad de tráfico baja (*)
3. Fallas que afectan bodegas de materiales (no peligrosos). (*)
4. Fallas que afectan espacios abiertos con uso masivo y facilidades de
(*)
recreación (áreas de descanso, campos de deporte, parqueaderos).
5. Fallas que afectan carreteras con densidad vehicular, o tráfico peatonal altos. (*)
6. Fallas que afectan áreas públicas de espera (plataformas de ferrocarril,
(*)
paraderos de buses, estaciones de gasolina.
7. Fallas que afectan edificios ocupados (residenciales, educacionales,
(*)
comerciales, industriales)
8. Fallas que afectan edificios de almacenamiento de materiales peligrosos. (*)
(Geotechnical Manual for Slopes, 1984)
Nota Los ejemplos anteriores son una guía. El diseñador debe decidir el grado de riesgo económico y debe balancear el
riesgo económico potencial en el evento de la falla, contra el incremento de los costos de construcción que se
requiere para lograr un factor de seguridad alto.
(Geotechnical Manual for Slopes, 1984)
Las fallas en la categoría de riesgo alto para la vida no son aceptables aún en el evento de condiciones
excepcionales de agua subterránea. Adicionalmente un factor de seguridad de 1,4 para una lluvia
con período de retorno de diez años, un talud en la categoría mencionada debe alcanzar un factor
de seguridad de 1,1 con las peores condiciones esperadas de agua subterránea.
En cualquier área de préstamo o en el sitio de un proyecto en desarrollo, los factores de seguridad
que se adopten para el diseño de los taludes deben estar de acuerdo con el uso futuro del área,
considerando las sobrecargas al talud que puedan resultar del desarrollo posterior. Cuando se
desconozca el uso futuro del terreno, se debe asumir que este es residencial.
b. Taludes existentes.
Cuando se analiza un talud antiguo para determinar la extensión de cualquier obra correctiva o
preventiva requerida, la historia del comportamiento de dicho talud puede ser de gran importancia
para el diseñador. Se presenta por ejemplo, la oportunidad de examinar la geología del talud mucho
mejor que en el caso de un sitio por desarrollar y de obtener una información más confiable del agua
subterránea. El diseñador puede, por lo tanto, adoptar con confianza unos factores de seguridad para
las obras remediales o preventivas, menores de los señalados anteriormente para los taludes nuevos.
Siempre que se realicen unas investigaciones rigurosas de geología y geotecnia (las cuales incluyen
un completo examen de la historia del mantenimiento del talud, los registros del agua subterránea,
176
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
los registros de lluvias y los registros de instrumentación del talud), se podrán utilizar los factores de
seguridad incluidos en la tabla 4.4 para el diseño de obras remediales o preventivas, siempre y cuando
que las condiciones de carga, la forma básica del talud modificado y el régimen del agua subterránea
se mantengan substancialmente iguales a aquellas del talud existente.
Para el diseño de las obras remediales o preventivas, se puede asumir que el talud existente tiene
un factor de seguridad mínimo de 1,00 para las condiciones más críticas de cargas y de aguas
subterránea. En el caso de un talud fallado o peligroso, se deben identificar las causas de la falla o
del peligro para tenerlas en cuenta en el diseño de las obras. En aquellos casos donde el talud se
modificará sensiblemente, o donde su estabilidad será afectada por nuevas obras, se deben adoptar
los factores de seguridad recomendados en la tabla 4.1.
Tabla 4.4 Factores de seguridad recomendados para el análisis de taludes existentes y para el diseño de las
obras remediales y preventivas, considerando una lluvia con período de retorno de 10 años.
Notas Estos factores de seguridad son valores mínimos para utilizar únicamente donde se han efectuado estudios
geológicos y geotécnicos rigurosos, donde los taludes han permanecido estables durante un tiempo considerable,
y donde las condiciones de las cargas, el régimen de agua subterránea y la forma básica del talud modificado
permanecen substancialmente iguales a las del talud existente.
Se debe adoptar el procedimiento de análisis regresivo para el diseño de las obras remediales o preventivas, se
puede asumir que el talud existente alcanzó un factor de seguridad mínimo de 1,00 para las peores condiciones
conocidas de carga y de agua subterránea.
Para un talud fallado o en peligro de falla, las causas de la falla o del peligro deben identificar específicamente y
tener en cuenta para el diseño de las obras remediales.
(Geotechinal Manual for Slopes, 1984)
c. Taludes naturales
Los taludes naturales generalmente se encuentran cerca del equilibrio límite en áreas extensas, de
tal manera que las medidas preventivas pueden ser costosas y difíciles. Obviamente no es
recomendable en estos casos acometer el abatimiento del talud para lograr solo un mejoramiento
marginal de estabilidad. En tales casos se pueden desarrollar rápidamente presiones de poros altas.
En estos casos generalmente no se produce una señal previa al deslizamiento, y el material en
movimiento, si hay licuación, puede viajar grandes distancias a velocidad alta, aún sobre superficies
relativamente planas. Materiales como un peso unitario seco menor que la densidad crítica se pueden
formar bebido a la compactación inadecuada de un relleno, por la disposición de material coluvial en
un estado suelto o por la meteorización in situ.
Las rocas que tienen una meteorización alta o total se pueden comportar como suelo en términos de
sus propiedades de ingeniería, de tal manera que los taludes con estos materiales se deben evaluar
analizando una amplia variedad de superficies potenciales de falla. En roca menos meteorizada la
falla del talud es controlada por el sistema de fisuras.
177
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
los tipos de falla de taludes y los mecanismos actuantes y suministra bases para su reconocimiento
y clasificación.
Tanto el análisis como el diseño de taludes de excavaciones y rellenos constituyen una aplicación de
la investigación y los avances que se logran en la mecánica de suelos y la mecánica de rocas, ciencias
que proporcionan los métodos para cuantificar el factor de seguridad y la probabilidad de falla. Esa
aplicación en casi todos los casos requiere simplificaciones, pero esto no obsta para que siempre sea
recomendable algún análisis, por simple que sea, en todas las labores de diseño. Al mismo tiempo,
es esencial que no se pierdan de vista las diferencias entre la realidad, a mentido compleja y el
modelo teórico simplificado, en particular, cuando se están interpretando los resultados del análisis.
a. Procedimiento general de diseño.
Se presenta en la tabla 4.5 un procedimiento general de diseño de taludes (y de fundaciones), que
también describe la secuencia diseño-construcción. El diseño en ingeniería busca ofrecer un margen
de seguridad adecuado, dentro de las condiciones económicas y sin perder de vista las posibilidades
reales (físicas, técnicas y financieras) de llevar a cabo las obras.
La secuencia descrita en la tabla 4.5 puede considerarse sencilla, pero su realización en los proyectos,
en la vida real, no es siempre fácil. Al estudiarla puede plantearse un contraste entre la investigación
y la práctica de la ingeniería; la investigación permite, y más aún, estimula el desarrollo de las ideas
acaecidas por individuos, mientras que un diseño de ingeniería puede no ser mejorado por un
refinamiento extremo en los detalles, sino que está gobernado por el eslabón más débil en la
secuencia compleja de diseño.
Un eslabón débil puede producirse por errores u omisiones tales como:
a) datos de entrada, irreales o errados;
b) análisis irreal en el diseño;
c) criterios de diseño insuficientes;
d) diseño poco práctico;
e) documentos contractuales deficientes, confusos e imprecisos, en los cuales el problema real no
esté adecuadamente definido;
f) construcción deficiente, pobre o defectuosa. En ocasiones puede ser el fruto de un control
descuidado.
Por otra parte se debe tener en cuenta que el análisis no es igual al diseño; el análisis debe servir
para guiar el diseño y solo entonces será útil en la ingeniería práctica. El análisis es una componente
importante del diseño funcional de un talud, junto con las consideraciones de drenaje y el control de
la construcción. En el análisis se avalúan las propiedades mecánicas de los materiales, para llegar a
diseñar una configuración acorde con los requisitos de comportamiento del talud (Morgenstern y
Sangrey, 1978).
Resultados numéricos.
Análisis, el cual producirá:
Conclusiones y recomendaciones para el diseño.
Diseño: basado tanto en los resultados del Criterios de diseño.
análisis como en el criterio de ingeniería (buen juicio Concepto del diseño.
y experiencia práctica) de generalistas y Dimensiones de la estructura.
especialistas. Ente sus limitaciones juega papel Detalles de diseño.
importante la economía del proyecto. Comprende: Especificaciones de construcción.
Cantidades de obra.
Presupuesto.
Especificaciones generales y particulares.
Contrato: Determinación del precio y el plazo.
Sistema de contratación.
Selección del contratista.
Ejecución del proyecto.
Inspección y control de la obra (Interventoría).
Construcción: Ajustes al diseño.
Instrumentación.
Pruebas de funcionamiento.
Observaciones y mediciones de la instrumentación.
Control y Mantenimiento de la Interpretación de registros de las anteriores.
estructura terminada: Mantenimiento rutinario.
Obras complementarias.
(*) Adaptada de K.N. John (1975)
El análisis requiere conocimiento sobre la geometría del terreno y las obras de ingeniería proyectadas
o ya existentes, la resistencia al corte de los materiales y las condiciones de presión de poros. En
caso de inestabilidad actual, es necesario definir el tipo de movimiento de falla del talud, mientras
que en la predicción del comportamiento, se debe establecer el tipo de inestabilidad con mayores
posibilidades de ocurrir; esto requiere un buen conocimiento y utilización de la geología, la
geomorfología, la foto interpretación, el poder de observación y la experiencia. Algunos tipos de
inestabilidad, básicos o simples, son susceptibles de análisis convencionales; otros no y por lo tanto
debe acudirse a técnicas de observación y análisis probabilístico.
Las mayores dificultades residen en la determinación de la geometría de la falla (forma y tipo de
movimiento, localización de la superficie de deslizamiento), la predicción del tipo de falla que puede
ocurrir y sobre todo, la selección de los parámetros de resistencia al corte apropiados, su variabilidad
en el tiempo y el espacio y las condiciones de presión de poros.
Los taludes artificiales de obras en tierra, donde hay selección de materiales, control de la
construcción, colocación y compactación del suelo que los forma, se llega a una masa relativamente
homogénea, en la cual el tipo de movimiento de falla es común, simple y definido. En los taludes
naturales la forma de la falla estará fijada por las condiciones geológicas, la resistencia de los
materiales presentes y la geometría del talud; la multiplicidad de factores y su variabilidad, pueden
llevar a situaciones muy complejas.
b. Métodos de análisis.
Hay toda una gama de métodos de análisis para el diseño de taludes en suelo o roca, los cuales
pueden encuadrarse en dos grandes categorías que se presentan en la tabla 4.6.
1. El concepto del Equilibrio Límite, que se desarrolló primero en la mecánica de suelos y más
tarde se adoptó en la mecánica de rocas.
2. El Método de los Elementos Finitos, con sus muchas variaciones, más reciente. Se aplica en
el llamado Análisis de Deformación.
179
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
181
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
En los taludes de roca presiones máximas del agua se pueden desarrollar durante las lluvias fuertes,
como resultado del llenado de las grietas de tensión y de las fisuras abiertas. La presión del agua en
estos casos debe asumirse con el valor máximo en la base de la grieta de tensión, y con un valor
cero en la superficie. La presión del agua puede variar entre fisura y fisura dentro de la masa rocosa,
de tal manera que los valores medidos con los piezómetros solo tienen significado para las fisuras
interceptadas por el filtro que rodea la punta del piezómetro. Estos valores son confiables solo si el
filtro intercepta una sola fisura.
Cargas externas. Todas las cargas que pueden influir sobre la estabilidad del talud se deben incluir
en el análisis, teniendo en cuenta los factores de seguridad que se les hallan asignado durante su
evaluación. Estas cargas pueden provenir del tráfico, de las fundaciones de edificaciones, de muros
de contención, de botaderos de residuos de construcción, de explosiones, de hincado de pilotes, y
finalmente, de los sismos que puedan afectar la región.
182
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
a. Se utiliza una sección promedia típica y se asume que no actúan esfuerzos de corte de
dirección normal a la sección, y por lo tanto, que tenemos un caso bidimensional de
esfuerzos. La masa que se analiza tiene dimensión unitaria en dimensión normal a la sección.
b. Se asume que la sección promedio está formada por suelos uniformes, cada uno con
propiedad constante. En la mayoría de los casos se supone que toda la masa está formada
por una solo tipo de suelo.
c. Se asume que la resistencia al corte de cada suelo individual presente en la sección se puede
expresar mediante la ecuación de Mohr-Coulomb.
d. Se asume que las condiciones de
flujo de agua y las presiones
correspondientes, representadas por una red
n de flujo, son conocidas.
s
s 4.4.2 Procedimiento de las soluciones.
Las diferentes soluciones que emplean el
principio del equilibrio límite utilizan el
Superficie siguiente procedimiento:
de falla
a. Se asume la superficie de falla.
b. Se estudia el equilibrio de la masa
de suelo que se deslizaría, considerando el
Figura 4.1 Sección de un talud con la definición del
problema.
conjunto de los esfuerzos actuales. El suelo
genera cierta resistencia y se comporta
común material rígido-plástico, es decir, no
presenta movimientos antes de la falla.
c. Se asume que el factor de seguridad, Fs, está dado por la relación entre la resistencia al
corte disponible en el suelo, y los esfuerzos movilizados en el suelo por el sistema de fuerzas
actuantes sobre la masa considerada.
Si Fs es mayor que 1,00 se supone que no hay movimiento, mientras que si es menor de
1,00, debe presentarse movimiento de la masa de suelo.
d. Se utiliza el criterio de falla de Mohr-Coulomb, el cual señala que la resistencia disponible
está dada por:
f c n u tan (4.9) ,
Mientras que la resistencia al corte, movilizada se expresa como.
f
c n u tan (4.10)
1
m
Fs FS
4.4.3 Diferencias entre los métodos. Existen varios métodos basados en el principio del equilibrio
límite que utilizan el procedimiento anterior; estos se diferencian en la entrada de datos, como se
indica a continuación:
183
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
a. En la suposición sobre la forma de la superficie de falla. Algunos ejemplos son los siguientes:
b. El tipo de solución. Estas pueden ser analíticas, como en el método de tajadas, o gráfica,
como en los métodos de círculos de fricción de Taylor, como arco circular de Fellenius y
bloque deslizante.
c. En la aplicabilidad del método. Algunos se utilizan para analizar masas homogéneas de
suelo, como el del círculo de Taylor, o el de Hoek y Bray (1981), otros a masas homogéneas
de suelo a diferentes tipos de superficies de falla, como los de tajadas.
d. En las consideraciones sobre el equilibrio estático. De acuerdo con las suposiciones
que utilice el método, se obtendrán soluciones simplificadas, rigurosas o aceptables.
e. En el tipo de parámetros de resistencia al corte del suelo que emplea. Las soluciones
pueden aceptar parámetros en esfuerzos totales únicamente, otras aceptar los parámetros
4.4.4 Definición del problema. Como se indica en la figura 4.1, con los métodos basados en el
principio de equilibrio límite se pretende, dada una posible superficie de falla, encontrar un conjunto
de fuerzas actuantes a lo largo del límite de dicha superficie, de tal manera que la masa de suelo se
encuentre en equilibrio.
s c p s u tan p
184
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
4.5.1 Análisis en términos de esfuerzos efectivos. Se asume una tajada vertical de ancho b,
sobre la que actúan las fuerzas mostradas en la figura 4.2b. Aplicando las condiciones de equilibrio
límite y teniendo en cuenta el tipo de falla, se concluye que las fuerzas Rn y Rn+1, son iguales, opuestas
y colineales.
185
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
w se
S 1 (Profundid ad unitaria)
l 1 s
Donde
W= Peso de la tajada z l cos 1
P
= Resistencia al corte del suelo c tan
l
Por lo tanto,
wsen b z sen
p S
c tan l b
l 1 cos
Fs
z sen cos
S z sen cos
P W cos P U
De donde
p W cos U b z cos U z l cos 2 U
P z l cos 2 u l 1
U u 1 l
l 1 l 1
Por lo tanto,
Fs
c z cos 2 u tan
(4.11)
z sen cos
Esta expresión se reduce a los siguientes casos:
u tan
Fs 1 (4.12)
z cos tan
2
186
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Tan
Fs (4.13)
Tan
c. Cohesión igual a cero c´=0 y flujo paralelo a la superficie del terreno (Figura 4.2c)
tan
Fs 1 m w (4.14)
tan
Donde, para m=1 (tabla de agua en la superficie)
tan
Fs 1 w (4.15)
tan
y para Fs=1, tan ult tan , donde w
cu
Sumando fuerzas se encuentra que
cu
Fs (4.16)
z sen cos
a. Cuando la falla ocurre de tal manera que la superficie de deslizamiento interfecta el talud, en
una, o arriba de su pie es llamada falla de talud.
Al círculo de falla se le llama círculo de pie si este pasa por el pie del talud y círculo de talud si
pasa arriba de la punta del talud.
En ciertas circunstancias es posible tener una falla de talud superficial como muestra en la figura
4.3
187
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
O
O
Círculo de
talud
Círculo de
pie
Base firme
Base firme
b. Cuando la falla ocurre de tal manera que la superficie de deslizamiento pasa a alguna distancia
debajo del pie del talud, se llama falla de base. El círculo de falla en el caso de una falla de
base se llama círculo de medio punto.
O
O
Círculo de
medio punto
Falla
superficial
Base firme
Este análisis se realiza en términos de esfuerzos totales y considera el caso de una arcilla totalmente
saturada, que soporta esfuerzos bajo condiciones no drenadas. Por lo tanto, permite determinar el
factor de seguridad de un talud inmediatamente después de su construcción o de la aplicación de
nuevas cargas sobre él. En sección se asume que la superficie potencial de falla es un círculo,
permitiendo así que se encuentre el factor de seguridad considerando únicamente el equilibrio de
momentos.
Como se muestra en la figura 4.5, la inestabilidad potencial de una superficie de falla circular, con
centro en “o”, radio “r” y longitud La, se debe al peso total de la masa de suelo (W por unidad de
longitud) situada encima de la superficie de falla.
188
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Para que exista equilibrio, la resistencia al corte que debe movilizarse a lo largo de la superficie de
falla se puede expresar como,
f cu
m (4.17)
Fs Fs
cu
W d La r (4.18)
Fs
De donde,
cu La r
Fs (4.19)
W d
Si existe alguna fuerza adicional actuando sobre el talud, se debe tener en cuenta el momento
correspondiente. Si consideramos una grieta de tensión en el extremo superior de la superficie de
falla debe disminuirse la longitud La, y debe considerarse la fuerza hidrostática actuando normalmente
a la grieta.
189
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
c tan (4.20)
c. La falla ocurre sobre una superficie circular que pasa por el pie del talud. De acuerdo con
Terzaghi (1943), cuando el valor de es mayor de 5°, el círculo de falla cuyo extremo inferior
pasa por el pie del talud, da el factor de seguridad mínimo.
d. Se presenta una grieta de tensión vertical en la parte superior, o en la cara del talud.
e. La geometría del talud es simple, es decir aquel donde las superficies del terreno limitantes,
por la corona y por el pie, son horizontales.
f. La localización de la grieta de tensión y la superficie de falla son tales que el factor de
seguridad del talud es un mínimo, para las condiciones consideradas de la geometría y del
agua subterránea.
g. Se consideran cinco condiciones de drenaje, las cuales varían entre un talud completamente
seco y un talud totalmente saturado. Estas condiciones se muestran en la figura 4.6.
Las gráficas que deben utilizarse para el análisis se presentan en las figuras 4.7 a 4.11, numeradas
de 1 a 5 para coincidir con las condiciones de drenaje indicado en la figura 4.6. La forma de utilizarlas
con el fin de obtener el factor de seguridad del talud es la siguiente:
a. Decidir cuál o cuáles de las condiciones de drenaje del talud presentadas en la figura 4.6 se
asemeja a las condiciones existentes o esperadas del agua subterránea en el talud.
b. Calcular el valor adimensional de la relación,
c
H tan
Encontrar este valor en la escala circular de la gráfica correspondiente a la condición de
drenaje seleccionada (1).
190
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
c. Seguir la línea radial desde el valor encontrado en 2 hasta su intercepción con la curva que
corresponda al ángulo del talud bajo consideración.
Tan c
d. Encontrar el valor correspondiente de o , el que sea más conveniente,
Fs H Fs
y calcular el factor de seguridad, Fs.
e. Para localizar el círculo de falla crítico (mínimo valor de Fs) y la grieta de tensión crítica,
correspondientes al equilibrio límite (Fs=1), se emplean las figuras 4.12 y 4.13. La primera
se utiliza cuando se trata de taludes drenados, mientras que la segunda, cuando existe nivel
freático.
f. cualquier condición de drenaje, es decir, entre la 2 y la 5 de la figura 4.7 a 4.11.
191
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Figura 4.8 Ábacos para rotura circular. Caso 2. (Talud drenado cerca al pie)
Figura 4.9 Ábacos para rotura circular. Caso 3. (Talud parcialmente drenado)
192
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Figura 4.10 Ábacos para rotura circular. Caso 4. (Talud parcialmente saturado)
193
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
194
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Ejemplo.
Se desea calcular el factor de seguridad de un talud de ceniza volcánica con las siguientes
características.
C´= 2,50 Ton/m2
´= 30°
H= 6,00 m
= 1,45 Ton/m3
= 60°
C´ 2,50
0.498
H Tan 1,45 6 Tan30
Entrando en el ábaco No 3 con este valor y con la inclinación del talud de 60°, se obtiene:
Tan
0,144
FS
Tan30
FS 4,00
0,144
Cuando los deslizamientos se producen en terrenos homogéneos, ya sea suelos o rocas altamente
fracturadas sin direcciones predominantes de fracturación, en los que además de darse la condición
de que las partículas de suelo o roca tengan tamaño muy pequeño en comparación con las
dimensiones del talud.
El estudio de la estabilidad de un talud mediante formas de rotura circulares ha sido y es altamente
utilizado, pues se acerca razonablemente a la realidad en una gran parte de casos.
Los métodos de cálculo más empleados son los llamados métodos de las dovelas o tajadas, que
requieren cálculos muy laboriosos por lo que son importantes programas de computadores.
Se describen el método simplificado de Bishop (plano de falla circular) y el método simplificado de
Janbu (plano de falla irregular).
4.8.1 Condiciones Generales.
Existen varios métodos en los cuales se recurre a dividir la masa potencialmente deslizante en un
número “n” de secciones verticales o tajadas, para proceder a analizar el sistema de fuerzas que
contribuyen al equilibrio. Tienen la ventaja que permiten considerar materiales heterogéneos y
analizar cualquier superficie de falla.
Las tajadas no necesariamente deben ser verticales, pero de esta forma se facilita adoptar las
suposiciones que se requieren para lograr una solución. Como se muestra en la figura 4.14, el número
necesario de suposiciones que se deben adoptar es igual a 2n-2, donde n es el número de tajadas,
para 6n-2 incógnitas.
196
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
c. Soluciones aceptables. Es una solución rigurosa que cumple la condición adicional de ser
aceptable físicamente, es decir,
Las fuerzas normales NI, son de compresión.
Las fuerzas tangenciales, Ti, tienen dirección correcta.
Las fuerzas de masa de suelo cumplen el criterio de falla.
Las fuerzas Ei, son de compresión y actúan dentro de la masa de suelo.
Figura 4.14. Esquema del modelo de cálculo de estabilidad con el apoyo de las
dovelas.
Li conocida =n
Asume Xi conocida (Xi = 0) =n-1
Suposiciones totales = 2n – 1 (>2n - 2)
197
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
n
bi
c sen i N i tan i Figura 4.15 Fuerzas actuantes sobre
FS
i 1 i una dovela.
n (4.21)
W
i 1
i Sen i
n
sec i
cb i i tan i W i ui bi X i X i 1
tan i tan i
i 1
1
FS FS (4.22)
n
W
i 1
i sen i
X i X i 1 tan i sec i
tan i tan i
0
1
FS
Con esta simplificación la expresión 4.22 queda:
n
sec i
cb i i tan i Wi ui bi
tan i tan i
i 1
1
FS FS (4.23)
n
W
i 1
i sen i
198
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Ecuación que se emplea para obtener el factor de seguridad por el método simplificado de Bishop.
Como FS aparece de modo implícito ha de obtenerse mediante un proceso iterativo que suele
converger rápidamente.
Li conocida =n
Xi conocida =n-1
Asume Ei conocido =n-1
Suposiciones totales= 3n – 2
Es decir, el método hace demasiadas suposiciones (n más de las necesarias) y por lo tanto está lejos
de ser una solución rigurosa. En algunos resultados suministra buenos resultados.
El talud sujeto a un flujo de agua que lo atraviesa y con una cabeza (tirante) de agua en su parte
exterior. Se supone un círculo de falla como superficie de falla. Una de las dovelas aparece en la
parte b de la figura 4.16, donde se dibujan las fuerzas que intervienen.
De acuerdo con la teoría de Fellenius, se acepta que las fuerzas entre las dovelas ( E1 , E 2 , S1 , S 2 )
no influyen en el estado de equilibrio de una de ellas, por lo que las fuerzas totales normal y tangencial
en la base de la dovela pueden obtenerse a partir del esquema mostrado en el aparte c de la figura
4.16 , de donde:
En donde Wi es el peso total de la dovela de ancho b, calculado considerando el peso unitario saturado
por debajo del nivel freático y posiblemente no saturado sobre el mismo. En el caso de que la dovela
esté cubierta por agua (talud sumergido), el peso del agua sobre la dovela deberá incluirse en W i,
puesto que este es el peso total (suelo y agua) arriba de la base de la dovela que se considere.
Con Ni, el esfuerzo normal total medio en la base de la dovela podrá calcularse como:
N i W i cos (4.24)
Ni Wi Wi
i cos cos 2 (4.25)
Li Li b
b
donde cos
Li
Como se conoce la presión de agua “u” en la base de la dovela, el esfuerzo efectivo en esa zona
podrá valorarse como:
Wi
i i u cos 2 u (4.26)
b
199
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
M R R si Li (4.27)
El momento motor se calcula a partir del peso total de las dovelas, incluyendo el suelo y el agua
contenida en él.
MR
FS (4.29)
MM
200
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
c. Método de Janbu.
Li conocida =n
Asume Zi conocida =n-1
Suposiciones totales = 2n – 2 (>2n - 2)
En la solución no se satisface el equilibrio de momento para la última tajada (Mn≠ 0). Además
introduce error al despreciar durante el análisis un término con diferencial de primer orden.
Similar a la solución de Bishop, la solución simplificada es muy conocida y se puede escribir:
sec2 i
ci bi Wi ui bi tan i tan i tan i
1
FS FS (4.30)
W i tan i
Figura 4.17. Formato para el cálculo de la estabilidad de un talud por los métodos de Bishop, Janbu y
Fellenius.
Proyecto
Lugar
Perfil No
Condiciones
Dovela 1 2 3 4 5 6 7 8
2
1 C Ton/m
2 °
3 Tan
4 b m
5 h m
6 W Ton
7 °
2
8 U Ton/m
9 Uxb
10 W-Uxb
11 10xtan
12 cxb
13 11+12
14 Tan
15 TanxTan
JANBU
FSA 1,24 FSC
20 Wxtan 0,0
21 1+(15)/FSA
22 21xcos2
24 (13)/(23) 0,0
FELLENIUS FSC
25 l
26 cxl
27 Wxcos-uxl
28 cxl+(27)xtan 0,0
FSB FSJ FSF FS
0,00 0,00 0,00 0,00
201
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Buzamiento. Ángulo que forma con la horizontal la línea de máxima pendiente de un plano.
Rumbo. Recta de intersección del plano con el plano horizontal de referencia.
Dirección de buzamiento. Ángulo, medido en sentido de las agujas del reloj, entre la
dirección norte y la proyección horizontal de la línea de máxima pendiente considerada
siempre en el sentido hacia el que desciende el plano.
Norte
Rumbo
Un plano queda definido por su
buzamiento y su orientación.
Esta última se determina Plano horizontal
mediante la dirección de de referencia
buzamiento o el ángulo que
Plano
vertical
forma el rumbo con la dirección Plano de la estructura
determinada (generalmente el de roca
Para representar un plano en Buzamiento del plano de la estructura de roca
3
Adaptado de Manual de Ingeniería de Taludes, Instituto Tecnológico Geominero de España.
202
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
representar coincida con el eje N-S de la plantilla (Figura 4.21), el círculo máximo del plano coincidirá
203
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
con uno de los meridianos de la plantilla que quedará a uno u otro lado del eje N-S de la misma,
dependiendo del sentido en que buza el plano. Para encontrar el meridiano buscado se debe medir
en el eje E-O de la plantilla plano y desde la circunferencia exterior de la misma un número de grados
igual al buzamiento del plano en cuestión. El ángulo entre el norte (Definido previamente en el papel)
y el extremo del eje E-O de la plantilla desde el que se mide el buzamiento del plano, es el buzamiento
del plano representado.
El polo del plano se encuentra en el eje E-O de la plantilla y para situarlo deben medirse desde el
centro de la misma y alejándose del círculo máximo un número de grados igual al buzamiento. En la
figura 4.21 se representa el polo y el círculo máximo de un plano cuyo rumbo forma 40° con el norte,
medidos hacia el este (N40°E) y tiene un buzamiento 50° SE. El plano se puede definir también por
su buzamiento y su dirección del buzamiento (50/130)
204
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
a. Talud drenado. a
W ah (4.31)
T
En donde
N
a, h : Dimensiones del elemento.
: Peso unitario natural del suelo. Figura 4.23 Equilibrio de un talud infinito
seco.
W Tsen N cos 0
T cos Nsen 0
En donde
N: Esfuerzo normal efectivo sobre una superficie paralela al talud a una profundidad h.
T: Esfuerzo tangencial sobre el plano paralelo.
: Ángulo del talud.
Despejando N y T y definiendo el factor de seguridad como la relación entre la resistencia al corte
del terreno y la necesaria para mantener el equilibrio, se tiene:
c
tan
h cos 2
FS (4.32)
tan
En materiales no cohesivos el factor de seguridad (FS) es independiente de h. En este caso, para
talud drenado, se tiene:
tan
FS (4.33)
Tan
El talud es estable si > e inestable en caso contrario.
205
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Las presiones hidrostáticas sobre las caras laterales del bloque se anulan y la resultante de la presión
de poro en la base del elemento, vale:
a
U mh w cos 2 amh w cos
cos
Del equilibrio de fuerzas en el bloque se obtiene:
T ahsen
N ah cos U m w ah cos
El peso unitario no es constante en toda la masa deslizante, dado que se encuentra parcialmente
saturada. El valor del peso unitario que se emplea es un valor intermedio.
tan m w
c
h cos 2
FS (4.35)
tan
Si el terreno presenta saturación total, m=1 y =sat
m w sat w
206
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Para el caso de un terreno saturado con suelo no cohesivo la ecuación 4.35 queda:
tan
FS (4.36)
sat tan
b. Falla plana.
Se presenta cuando el deslizamiento se presenta a través de una superficie plana. Esta falla se
presenta cuando la fracturación dominante del macizo rocoso se orienta concordante con el talud e
intercepta el pie del talud. En taludes conformados por suelos granulares de buena resistencia,
limitados por un estrato de menor espesor y menor resistencia.
Para que se presente la falla planar y el modelo físico se pueda analizar por este método, se deben
presentar dos condiciones:
Los rumbos del plano del talud y del plano de falla deben ser paralelos o casi paralelos, formando
entre sí ángulos menores de 20°.
Los límites laterales de la masa deslizante han de producir una resistencia al deslizamiento
despreciable.
Estas condiciones simplifican el problema de análisis, porque permiten analizarlo en dos dimensiones,
considerando un bloque de ancho unitario, limitada por dos planos verticales.
La geometría del plano del talud y de las discontinuidades, en una proyección semiesférica de
Schmidt, presentan rumbos similares y el buzamiento de la discontinuidad menor que aquel.
Figura 4.25 Fuerzas actuantes en la cuña sometida a falla planar. (Tomado de Manual de Ingeniería de Taludes Pag
206)
207
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
El factor de seguridad se logra al determinar el cociente entre las fuerzas que tienden a producir el
deslizamiento y las resistentes que aporta el terreno y se oponen a las primeras. Las fuerzas se
suponen constantes en todo el plano y no se consideran los momentos que se puedan presentar
sobre el plano de rotura. El plano de falla se encuentra limitado, en su parte superior, por una grieta
de tensión, plana y puede o no estar llena de agua. En el plano de falla aparecen presiones
intersticiales que dependen de la posición del nivel freático y de las características del terreno. El
cálculo considera el sismo cuyo efecto se asimila con una aceleración horizontal a h y otra vertical av.
El cálculo del factor de seguridad se logra con la siguiente expresión:
a
c A W 1 v cos p h sen p U Vsen p tan
a
g g
FS (4.37)
a v
W 1 sen p cos p V cos p
ah
g g
En donde:
c Cohesión efectiva en el plano de falla U Resultante de las presiones de poro que actúan
en el plano de falla
Ángulo de rozamiento efectivo en el plano Ángulo que forma la grieta de tracción con la
de falla. vertical
A Área de la superficie del deslizamiento, de V Resultante de las presiones de poro que actúan
ancho unidad en la grieta de tracción.
W Peso de la masa deslizante, de ancho g Aceleración de la gravedad
unidad
p Ángulo que forma el plano de falla con la
horizontal
208
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Incógnitas totales
para n dovelas
Cada dovela
Ni n
Ti n
xi n–1
Ei n–1
li n
zi n–1
6n – 3
209
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Además se desconoce el factor de seguridad “FS”, igual para todas las dovelas. Esto permite ajustar el total de
incógnitas a 6n - 2
FVi 0
FU i 0
M i 0
Ti f ( N i ) de la ecuación de Mohr Coulomb
Esto conduce a que se debe realizar un total de suposiciones igual a 2n – 2 para obtener la solución.
Equilibrio de fuerzas.
Independiente de la forma de la superficie de falla y considerando las fuerzas presentadas en la
figura a 4.2, el equilibrio de una dovela se establece de la siguiente manera:
210
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
N i N i U i
Ei Ei PWi
Ei1 Ei1 PWi1
X i1 X i DX i
Ei1 Ei DEi
Li bi sec i (Li li )
tan
Tan
FS
C
C
FS
(Xgi,Ygi): Coordenadas del centro de gravedad de
Dovela en la masa potencialmente inestable la masa de suelo con respecto al origen de
coordenadas, (O).
(Xmi,Ymi): Coordenadas del punto de aplicación
de la fuerza Ni.
Fuerzas en la dovela
211
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
N i Ci.bi . tan i Wi U i sen i . tan icos i. sec i i DX i . cos i. sec i i (5)
Ti Ci.bi Wi U i . cosU i tan icos i. sec i i DX i .sen i. sec i i (6)
Ti
1
Ci.bi Wi .1 rui tan i DX i . tan i tansec. tan
i
i
(7)
FS 1 i
FS
Sumando todas las ecuaciones dadas por (4),
DX i . tan i i DE i Di KWi (8)
donde, Di Wi . tan i i Ci.Li . cos i U i .sen i . sec i i (9)
Haciendo arreglos algebraicos e introduciendo, ui rui .Wi . sec i
sec2 i
Di Wi . tan i
i
Ci.bi Wi 1 rui . tan i tan i . tan i
(10)
FS 1
FS
La solución simplificada de Janbu se obtiene de la ecuación (8), asumiendo DXi = 0, K=0 y DEi = 0
(No se consideran fuerzas horizontales externas). De esta manera Di = 0, y de la ecuación (10) se
llega a la expresión de Janbu simplificado.
sec2 i
ci bi Wi 1 rui tan i
tan i tan i
1
FS FS (11)
Wi tan i
212
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Donde el valor de “FS” se modifica por aproximaciones sucesivas hasta obtener el valor que satisface
la ecuación.
Con el fin de satisfacer el equilibrio estático también se debe cumplir la condición de equilibrio de
momentos. Los momentos pueden tomarse alrededor de cualquier punto arbitrario; en el caso de
una solución rigurosa el centro del momento no tiene importancia, mientras que para una solución
simplificada, este puede influir notoriamente en el resultado.
1. Equilibrio de momento.
Si se considera la dovela mostrada en la figura A4.2, y se toman momentos alrededor del punto de
aplicación de la fuerza Ni, se tiene:
Wi X mi X gi K .Wi Ymi Ygi X i .li X i1 bi li Ei1 zi1 bi li tan i Ei zi li tan i 0 (12)
Y arreglando términos
Wi X mi X gi K .Wi Ymi Ygi X i .bi DX i bi li Ei bi tan i Z i1 Z i DEi Z i1 bi li tan i 0 (13)
El método riguroso de Janbu utiliza las ecuaciones (4) y (13) con Xmi = Ymi para satisfacer la ecuación
(8), pero la ecuación (13) desprecia los dos términos subrayados. Consecuentemente
en su equilibrio de momento hay un error desconocido, que depende del tamaño de
la dovela. El procedimiento de Janbu consiste en asumir conjunto de valores de Zi y
Xi para resolver el FS de la ecuación (10); con este último se calcula Ei de la ecuación
(4) para encontrar un nuevo conjunto de valores de Xi en la ecuación (19). El
procedimiento se repite hasta hallar la convergencia.
1. Superficies circulares.
Como se puede apreciar en la figura A 4.2, para superficies de falla circulares el mejor punto para
tomar momentos es el centro del círculo, dado que todas las fuerzas normales pasan por éste. Por
otra parte, las fuerzas entre las dovelas, Ei y Xi no producen momento alguno para el equilibrio de la
masa total. Suponiendo que KWi actúa en el punto medio de la dovela,
h
Ti .R Wi .Rsen i KWi . R. cos i i (14)
2
Y utilizando la ecuación (7) se llega a,
sec i h
ci .bi Wi 1 rui tan i DX i . tan i
1
Wi .sen i KWi . cos i i
FS tan . tan 2R
1 i i
FS
Arreglando términos se llega,
213
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
sec i
ci .bi Wi 1 rui tan i DX i . tan i
tan i . tan i
1
FS FS (15)
h
Wi .sen i KWi . cos i i
2 R
Con el fin de obtener una solución rigurosa se deben resolver simultáneamente las ecuaciones (8) y
(15), para encontrar un conjunto de valores de Xi y FS.
De la forma mencionada se encuentra la solución rigurosa de Bishop, es decir, se asume un conjunto
de valores de DXi y se encuentra FS con la ecuación (15). Se verifica si satisface la ecuación (8), si
esto no sucede, se modifican los valores de DX.
La solución simplificada de Bishop satisface únicamente la ecuación (15) con DXi=0. De esta forma y
para K=0, se obtiene
sec i
ci .bi Wi 1 rui tan i
tan i . tan i
1
FS FS (16)
Wi .sen i
Dado que FS aparece en ambos términos de la ecuación, se debe iterar para lograr la solución.
2. Superficies generales.
Un punto conveniente para tomar momentos es el origen de los ejes de coordenadas, localizado de
tal manera que el eje X pase por encima de la masa de suelo y el eje Y a la izquierda de la misma,
como se muestra en la figura A 4.3 (b). Dado que las fuerzas internas no producen un momento
neto, y si las coordenadas del centro de gravedad de la dovela i, gi, son (Xgi, Ygi), y las del punto de
aplicación de Ni son (Xmi, Ymi), la ecuación de equilibrio de momentos para todas las dovelas será:
Ni . cos i Ti .sen i Xmi Ti .Cos i Ni .sen i Ymi Wi . Xgi K .Wi .Ygi
Con las ecuaciones (1), (2) y (4) se puede llegar a,
Wi Dxi Xmi Di Dxi . tan i i .Ymi Wi . Xgi K .Wi .Ygi (17)
Otro punto conveniente para tomar momentos de la masa total es el centro de gravedad (Xg, Yg) de
la masa total deslizante, definido con las coordenadas
W i. Xg i Wi .Ygi
Xg y Yg (18)
Wi Wi
Puesto que Wi y KWi no producen momento neto alrededor de (Xg, Yg), la ecuación de momentos
se convierte en,
N .Cos
i i Ti .seni Xg Xmi Ti . cosi Ni .seni
. Ymi Yg (19)
Con las ecuaciones (1) y (2),
214
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
O de otra manera,
EJERCICIO.
En la figura A 4.4 se presenta un talud
conformado por suelo homogéneo,
(Kh=Kv), de 10 m de altura, inclinación
1:2. Se establece una red de flujo
definida a partir del nivel freático.
Determinar las cabezas de elevación,
presión y total. Calcular las presiones
hidrostáticas en los puntos 1, 2, 3, 4, 5,
6, A y B.
Cabeza
Punto
Elevación Presión Total
1 7,70 0,00 7,70
2 6,00 0,60 6,60
3 4,20 0,60 4,80
4 2,60 0,60 3,20
5 1,00 0,20 1,20
6 0,00 0,00 0,00
215
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
u1 u2
h1 Z1 7,70 m h2 Z 2 6,60 m
u3 u4
h3 Z 3 4,80 m h4 Z 4 3,20 m
u5 u6
h5 Z 5 1,20 m h6 Z 6 0,00 m
uA uB
hA Z A 7,25m hB Z B 4,80 m
Imagen 4.30 : Izq. Selva Tropical Andina y Der. Guadua de la Ecorregión Cafetera. Créditos en la imagen.
A continuación, dos notas verdes asociadas a la regulación hídrica y a la estabilidad de nuestros suelos, sobre
nuestro patrimonio biótico, con la idea fundamental de crear conciencia sobre la importancia de avanzar en el
desarrollo de una cultura forestal, del suelo y del agua, que abarque a todos los miembros de la cadena forestal,
e incluso a los consumidores finales. En relación con los bosques y con el agua, más importante que la cantidad
de agua disponible y extensión de las forestas protegidas, lo que importa es su gestión y la conciencia social
sobre su valor estratégico para la biodiversidad y la calidad de vida de los colombianos.
Los temas a tratar, son: Primero, para hacer un llamado sobre el deterioro de nuestros bosques andinos y
selvas tropicales, consecuencia de la deforestación y del comercio ilegal de la madera, entre otras acciones que
se constituyen en severa presión antrópica sobre estos frágiles y vitales ecosistemas. Y segundo, la guadua,
216
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
planta emblema de caldas y recurso fundamental nativo de la región andina, que por sus múltiples usos en el
hábitat rural y urbano, se constituye en un elemento estructurante de nuestra cultura y en una impronta del
paisaje de la ecorregión cafetera colombiana. Ambos se han tomado de un par de columnas, surgidas de un
ejercicio académico en el que he participado con Carder y Aldea Global, para producir un par de textos
relacionados con el proyecto de Gobernanza Forestal en Colombia.
Dos problemas estructurales íntimamente ligados, la deforestación y el comercio ilegal de la madera, han sido
las causas primeras del gradual ecocidio cometido sobre un patrimonio fundamental para el agua y la
biodiversidad, como lo son nuestros bosques andinos y selvas tropicales. Si en Colombia la tasa anual de
deforestación en 2013 llegó a valores superiores a 300 mil hectáreas, también en la Ecorregión Cafetera, un
territorio biodiverso que alberga al 7% de las especies de plantas y animales del país donde el paisaje estuvo
dominado por bosques, ahora solo se conserva menos del 20% de dicha cobertura.
Para el Ideam, mientras la cifra entre 1990 y 2010 llegó a 310 mil hectáreas-año, y en el Chocó se pierde la
batalla contra la deforestación: la Región Andina fue la zona más afectada, seguida de la Amazonía. En cuanto a
los principales procesos de destrucción de bosques y selvas de Colombia durante los últimos 60 años, Julio
Carrizosa Umaña señala la colonización con propósitos de ganadería extensiva cuando se ofrecieron como
alternativa a la reforma agraria, luego el uso de estos como protección de grupos armados y más tarde la
presión sobre estos ecosistemas como soporte de cultivos ilícitos. Indudablemente, faltarían la expansión
urbana, la palma africana y la actividad minera. La tala ilegal en Colombia cuya cuantía alcanzó al 42 por ciento
de la producción maderera según el Banco Mundial (2006), cantidad equivalente a 1.5 millones de metros
cúbicos de madera que se explota, transporta y comercializa de forma ilegal, evidencia una problemática que
amenaza la sostenibilidad de los bosques nativos, y la subsistencia de especies maderables apreciadas en el
mercado, como el abarco, el guayacán y el cedro, para lo cual las Corporaciones Autónomas aplican nuevos
modelos y ajustan los existentes, para hacerlos más efectivos.
El Eje Cafetero, donde los paisajes están dominados por potreros, cafetales, plantaciones forestales, plataneras
y cañaduzales, también la infraestructura y uso de agroquímicos, le pasa factura a los ecosistemas boscosos.
Aún más, de un potencial del suelo que es del 4% para potreros, dicha cobertura en 2002 llegó al 49%; de un
potencial del suelo para usos forestales del 54%, en 2002 los bosques del territorio solo llegaban al 19%; y de
unos usos agrícolas y agroforestales cuyo potencial es del 21% y 20% en su orden, la cobertura agrícola en 2002
subía al 30%. Y respecto a los bosques naturales de guadua, una especie profundamente ligada a nuestra
cultura que se expresa en el bahareque, cuyo óptimo desarrollo se da entre 1000 y 1600 msnm,
afortunadamente las CAR de esta ecorregión han logrado mitigar la tendencia a su pérdida mediante la
implementación de la Norma Unificada para su manejo, aprovechamiento sostenible y establecimiento de
rodales y la combinación de dos estrategias: el proceso de Certicación Forestal Voluntaria, cuyo objeto es la
apropiación del guadual por parte del propietario para lograr la articulación de los planes de manejo y de
cosecha, y la zonificación de las áreas potenciales y el inventario de áreas cubiertas con guadua.
A pesar de los esfuerzos que históricamente se han hecho desde el Estado colombiano para combatir el delito
de la ilegalidad forestal y la preocupante pérdida de los bosques naturales, dos flagelos que podrían acabar con
los recursos forestales del país en cien años, se requiere avanzar en el desarrollo de una cultura forestal, del
217
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
suelo y del agua que abarque a todos los miembros de la cadena forestal, e incluso a los consumidores finales.
Para el efecto se requiere fortalecer los aspectos técnicos, normativos, operativos y financieros en los
instrumentos y estrategias de las autoridades ambientales responsables del control y vigilancia forestal y del
cuidado de los recursos naturales; y desarrollar campañas orientadas al conocimiento de la normatividad sobre
legalidad forestal y a la sensibilización sobre la importancia del bosque; y segundo, desarrollar políticas
públicas que enfrenten esta problemática como una estrategia de adaptación al cambio climático, con
directrices que contemplen el ordenamiento de cuencas, establecimiento de corredores de conectividad
biológica e implementación de modelos agroforestales y silvopastoriles, para resolver los conflictos entre uso y
aptitud del suelo, lo que obligaría a replantear el modelo agroindustrial cafetero desde la perspectiva ecológica.
Cuando esta “aldea encaramada” de trama urbana reticulada superaba los 10 mil habitantes y soportaba su
economía en el café y en la arriería de cientos de bueyes y mulas, tras los pavoroso sismos de 1878 y 1884 que
derrumban el templo principal, surge el bahareque al cambiar la tapia pisada por una “estructura temblorera”
configurada por una cercha de arboloco y guadua, con paneles de esterilla cubiertos por una mezcla de estiércol
de equinos y limos inorgánicos, o por láminas metálicas, arquitectura cuyo mayor exponente era la Catedral de
Manizales que se incendia en 1926.
Si en algún lugar de Colombia la guadua ha sido factor fundamental del paisaje natural y del patrimonio
arquitectónico nativo, es en la ecorregión cafetera donde la gran riqueza de su construcción vernácula se basa
en el uso de esta bambusa, en cuyo estudio se han ocupado la Universidad Nacional de Colombia y la UTP
abordando los ámbitos socio-económicos, tecnológicos y arquitectónicos de los sistemas constructivos, como la
Universidad de Caldas y la CRQ en las componentes agronómica y biótica de la guadua. Además de la utilidad
que presta el rodal como regulador hídrico de las quebradas, en el control de la erosión del suelo y como
hábitat de la biodiversidad, este “acero vegetal” liviano de rápido crecimiento, resistencia y manejabilidad, ha
servido como material de construcción en formaletas, andamios o como elemento estructural en columnas y
vigas, y usado para muebles, herramientas, artesanías, canales de conducción de agua, trinchos, postes, juegos
e instrumentos musicales, o para materia prima del papel y leña, entre otros.
Cualquier cafetero por sus vivencias exitosas asociadas a los beneficios cotidianos de la guadua, sabe que en
lugar de llevar los cafetales hasta la quebrada debería recuperar los bosques de galería sembrando guaduales
para proteger los cauces. Y hoy podría hacerlo soportado en las acciones de las autoridades ambientales
orientadas a incidir en un modelo agropecuario y ambiental que reconoce la importancia de la guadua como
alternativa económica y cultural para el desarrollo rural, e inspiradas en una política ambiental que busca
prevenir la deforestación y propiciar el uso y manejo de los rodales naturales de guadua en el marco de la
adaptación al cambio climático y la problemática del agua. Actualmente las CAR de la región cafetera, han
construido y consolidado un esquema de gobernanza forestal, soportado en cuatro elementos: 1) el
acompañamiento técnico brindado a los actores forestales, 2) los ajustes normativo para el acceso legal a los
aprovechamientos, 3) la atención a los usuarios buscando la reducción del tiempo en los tramites, y 4) el
fortalecimiento del mercado legal no sólo de la guadua sino de la madera.
218
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Pero, así Jorge Villamíl haya visto los guaduales “danzar al agreste canto que dan las mirlas y las cigarras” y
Simón Vélez con el empleo estético en sus notables creaciones arquitectónicas haya exaltado las virtudes sismo-
resistentes de la guadua, no hemos sabido valorarla: de conformidad con lo consignado en ambos documentos,
en los últimos dos siglos la extensión de guaduales en el país se redujo ostensiblemente: se pasa de unos doce
millones de hectáreas a sólo cincuenta mil, de las cuales cerca de 20 mil hectáreas están en la zona cafetera y 6
mil en Caldas.
Cuando esta “aldea encaramada” de trama urbana reticulada superaba los 10 mil habitantes y soportaba su
economía en el café y en la arriería de cientos de bueyes y mulas, tras los pavoroso sismos de 1878 y 1884 que
derrumban el templo principal, surge el bahareque al cambiar la tapia pisada por una “estructura temblorera”
configurada por una cercha de arboloco y guadua, con paneles de esterilla cubiertos por una mezcla de estiércol
de equinos y limos inorgánicos, o por láminas metálicas, arquitectura cuyo mayor exponente era la Catedral de
Manizales que se incendia en 1926.
Si en algún lugar de Colombia la guadua ha sido factor fundamental del paisaje natural y del patrimonio
arquitectónico nativo, es en la ecorregión cafetera donde la gran riqueza de su construcción vernácula se basa
en el uso de esta bambusa, en cuyo estudio se han ocupado la Universidad Nacional de Colombia y la UTP
abordando los ámbitos socio-económicos, tecnológicos y arquitectónicos de los sistemas constructivos, como la
Universidad de Caldas y la CRQ en las componentes agronómica y biótica de la guadua. Además de la utilidad
que presta el rodal como regulador hídrico de las quebradas, en el control de la erosión del suelo y como
hábitat de la biodiversidad, este “acero vegetal” liviano de rápido crecimiento, resistencia y manejabilidad, ha
servido como material de construcción en formaletas, andamios o como elemento estructural en columnas y
vigas, y usado para muebles, herramientas, artesanías, canales de conducción de agua, trinchos, postes, juegos
e instrumentos musicales, o para materia prima del papel y leña, entre otros.
Cualquier cafetero por sus vivencias exitosas asociadas a los beneficios cotidianos de la guadua, sabe que en
lugar de llevar los cafetales hasta la quebrada debería recuperar los bosques de galería sembrando guaduales
para proteger los cauces. Y hoy podría hacerlo soportado en las acciones de las autoridades ambientales
orientadas a incidir en un modelo agropecuario y ambiental que reconoce la importancia de la guadua como
alternativa económica y cultural para el desarrollo rural, e inspiradas en una política ambiental que busca
prevenir la deforestación y propiciar el uso y manejo de los rodales naturales de guadua en el marco de la
adaptación al cambio climático y la problemática del agua. Actualmente las CAR de la región cafetera, han
construido y consolidado un esquema de gobernanza forestal, soportado en cuatro elementos: 1) el
acompañamiento técnico brindado a los actores forestales, 2) los ajustes normativo para el acceso legal a los
219
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
aprovechamientos, 3) la atención a los usuarios buscando la reducción del tiempo en los tramites, y 4) el
fortalecimiento del mercado legal no sólo de la guadua sino de la madera.
Pero, así Jorge Villamil haya visto los guaduales “danzar al agreste canto que dan las mirlas y las cigarras” y
Simón Vélez con el empleo estético en sus notables creaciones arquitectónicas haya exaltado las virtudes sismo-
resistentes de la guadua, no hemos sabido valorarla: de conformidad con lo consignado en ambos documentos,
en los últimos dos siglos la extensión de guaduales en el país se redujo ostensiblemente: se pasa de unos doce
millones de hectáreas a sólo cincuenta mil, de las cuales cerca de 20 mil hectáreas están en la zona cafetera y 6
mil en Caldas.
* Fuente: Revista Civismo 461. SMP Manizales (2014). Referencias: 1. Posicionamiento de la gobernanza
forestal en Colombia: legalidad y sostenibilidad de la guadua en la Ecorregión Cafetera. 2. Procesos de Control
y Vigilancia Forestal en la Región Pacífica y parte de la Región Andina de Colombia.
RESUMEN: Mientras en grandes regiones del planeta el agua utilizada proviene del
subsuelo, en Colombia, donde el 31% del agua dulce está contenida en acuíferos y la Ley
ha tenido que legislar para proteger los páramos, hace falta garantizar el carácter
patrimonial y de bien público del agua subterránea. Veamos el desafío en esta materia
para la Región Andina, y para el Eje cafetero y Caldas, donde el deficitario territorio del
Cañón del Cauca entre Irra y La Pintada, con sus impermeables rocas, alta deforestación y
vertimientos de mercurio, es la zona más problemática.
220
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Mientras en grandes regiones como Australia y EE.UU. el 60% del agua utilizada proviene
del subsuelo, en Colombia, donde el 31% del agua dulce está contenida en acuíferos y la
Ley ha tenido que legislar para proteger los páramos, hace falta garantizar el carácter
patrimonial y de bien público del agua subterránea. Si en el país lo técnico-administrativo
está al día, falta para su gestión la dimensión socioambiental, lo que incluye problemáticas
como la severa deforestación, la contaminación por efluentes mineros y lixiviados, el uso
sin restricciones y la falta de incentivos para su preservación.
Las cuencas hidrogeológicas más utilizadas, según el IDEAM, son las de los valles del
Cauca, Magdalena Medio y Superior y la Cordillera Oriental; siguen en importancia, las de
221
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
En Caldas, sabemos que en el cañón del Cauca donde se sufre el impacto por escasez de
agua, Corpocaldas traza estrategias con participación de actores sociales para mitigar el
riesgo severo de sequias por baja precipitación, avanza en acuerdos con las CAR de los
departamentos vecinos que comparten nuestras cuencas para lograr su necesario
ordenamiento, y pretende en el oriente caldense donde el patrimonio hídrico es
abundante, velar por el manejo sostenible de los proyectos hidroenergéticos para que
operen con responsabilidad social y ambiental, no como enclaves económicos.
En el Eje Cafetero, para trazar las políticas públicas relativas a la conservación, uso y
manejo del patrimonio hídrico subterráneo, y para enfrentar la amenaza del cambio
climático y la vulnerabilidad sísmica e hidrogeológica, deberá implementarse un programa
de investigación y desarrollo integral y a nivel de detalle en el tema del agua, de carácter
interinstitucional e interdepartamental con la concurrencia de las Gobernaciones, las CAR,
la academia, Ingeominas y el MAVDT; las fortalezas institucionales, planes de
ordenamiento y manejo ambiental de cuencas, niveles de información de base existente,
entre otros elementos, facilitaría el programa.
Según CORPOCALDAS, de una extensión de 744 mil Ha, en 2010, las coberturas verdes
del departamento eran: 300 mil Ha en pastos y rastrojos (40%), 265 mil Ha en cultivos
(36%) y 163 mil Ha en bosques (22%), tres cuantías que cubren el 98% de nuestro
escarpado y deforestado territorio. Igualmente, según estudios emprendidos por nuestra
CAR, en cuanto al sistema subterráneo sobresalen las zonas de recarga de páramo y
bosques de la alta cordillera, el extenso valle magdalenense, además del oriente caldense
donde la copiosa precipitación explica un patrimonio hídrico excedentario que debería
llevar bienestar a estos pobladores y comunidades de pescadores.
Imagen 4.32: Esto no es la erosión natural, sino destrucción del suelo por dos acciones
antrópicas: potrerización y modelado. Vía al Magdalena, en meridianoinformativo1390.com
Los desastres vividos por los siniestros invernales que abaten a Manizales, obligan a
superar el pesimismo y desconcierto ciudadano, para repensar la gestión integral del
riesgo asociado al cambio climático: a modo de ejemplo, el colapso del gasoducto y del
223
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
servicio de agua, se pueden interpretar mejor al recorrer la vía al Magdalena, para señalar
que lo que muestra su corredor con los mega deslizamientos, es la destrucción antrópica
del suelo, a diferencia de lo que muestra la montaña reforestada del otro lado del río, en
la que los ocasionales deslizamientos son la expresión de un fenómeno natural llamado
erosión, más limitado. De ahí que la solución debe empezar por entender que
conceptualmente una carretera va más allá de su pavimento, muros y transversales, al
extender su dominio hasta las micro cuencas del corredor vial.
Al igual que lo sucedido con el Terremoto del Eje Cafetero (1999), donde las
consecuencias superaron en varios órdenes las que se derivan de los acontecimientos de
Manizales, suele ocurrir que siempre los desastres desnudan los conflictos y
contradicciones que padece la sociedad afectada, al tiempo que sus consecuencias
terminan flagelando con mayor severidad a los más pobres en razón a su vulnerabilidad
económica y ambiental.
224
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
deforestación, la exposición a la amenaza y los conflictos entre uso y aptitud del suelo,
surge como oportunidad el nuevo ciclo de ordenamiento territorial 2012-2023.
Al respecto quisiera señalar que la Ingeniería como tal, no solo diseña del lado de la falla,
sino que su propuesta científico-tecnológica en sí misma resulta insuficiente, requiriendo
para su adaptación de los saberes y haberes de la cultura local.
Y en tercer lugar, las políticas públicas para una planificación que incorpore la gestión del
riesgo de forma integral, asunto para el cual el Estado Colombiano ha dado pasos
fundamentales, al cambiar el perfil de la anterior oficina de Prevención y Atención de
Desastres que surgió tras los sucesos de Armero, por la Dirección General del Riesgo con
mayor capacidad y jerarquía, al tiempo que empieza a fortalecer el Sistema Nacional de
Prevención y Atención de Desastres SNPAD de Colombia, el sistema de información
ambiental, la gestión del recurso hídrico y el inventario de asentamientos y aseguramiento
de bienes en riesgo: Manizales y Caldas, deben ahora fortalecer sus instrumentos a nivel
departamental y municipal, para emprender la rehabilitación, reconstrucción y prevención,
sector por sector, sin perder de vista las acciones que van en curso desde Corpocaldas, la
Oficina Municipal de Atención y Prevención de Desastres OMPAD de Manizales, y el Comité
Regional para la Prevención y Atención de Desastres CREPAD de Caldas.
En relación con este tema, en Caldas urge resolver la carencia de instrumentos mínimos,
como una cartografía temática y de detalle con mayor resolución para las zonas urbanas
que las rurales e incluir en ella los mapas agrológicos.
225
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
de los cafeteros para irrigar sus beneficios, explican cuatro períodos históricos de
Manizales, que parten de la arriería, pasan por cables y ferrocarriles, avanzan con el
transporte rural y quiebran con la era del transporte urbano. Una lectura simple esta
evolución que se lee en el transporte y sus consecuencias urbanas y económicas, parece
útil para encontrar lecciones y establecer retos en materia de desarrollo.
Creo importante una mirada simple a la evolución del transporte y sus consecuencias
urbanas y económicas, en el caso de Manizales desde su fundación hasta hoy, para
encontrar lecciones y establecer retos en materia de desarrollo. Al respecto, señalaré
cuatro períodos históricos que parten de la arriería, pasan por cables y ferrocarriles,
avanzan con el transporte rural y quiebran con la era del transporte urbano.
Pero creado el departamento (1905) empezará a declinar ese motor que soporta la
naciente aldea, para dar paso a un segundo período de crecimiento económico, que
llegará hasta los albores del centenario, época en que se propone una Universidad Popular
(1943) para el desarrollo de las fuerzas productivas. Sobresale desde ésta perspectiva la
década de 1920, en la que se funda el periódico La Patria (1921), por los cables a
226
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
A pesar de los incendios (1925 y 1926), gracias al efecto combinado de café, Ferrocarril y
cables, el meridiano político y económico de Colombia pasa por Manizales, se da el
poblamiento del occidente colombiano y se industrializa el país. La prosperidad de
Manizales se expresa en esa arquitectura ecléctica de construcciones de cemento, metal y
bahareque enriquecido que muestra hoy el Centro Histórico. Y como evidencia de un
modo más adecuado de desarrollar el hábitat citadino fruto de la apertura cultural del
momento, surge El Carretero, esa avenida que avanza siguiendo los contornos del terreno
por la divisoria de aguas para hacer del conjunto urbano una estructura con cola de
cometa por el naciente.
En lo urbanístico, si bien se densificó la trama urbana con barrios para la clase media
favorecida por el Estado solidario, la arquitectura cartesiana propia de la sociedad
industrial es la “moderna”, caracterizada por el particular estilo que muestra el Banco del
Comercio de la Plaza de Bolívar.
Pero a partir de los 70, entramos a un cuarto período que nos abriga, con la migración del
campesino, quien al no poder asimilar los paquetes tecnológicos y financieros de la nueva
caficultura al no tener suficiente escolaridad, deja de ser propietario y emigra a la ciudad
para intentar proletarizarse, sin alcanzarlo. A esa problemática social se añade la
ambiental consecuencia de la reconversión del modelo de producción que introdujo el
monocultivo a costa del sombrío y su biodiversidad, de la salud del suelo y el agua.
Entramos a un deterioro de los términos de intercambio y destinamos las rentas del
227
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Y como razonablemente la trama urbana no debió expandirse con rapidez, menos para un
uso y ocupación conflictivos del suelo, haciéndolo sin responder a criterios claros de
planeación y responsabilidad ambiental, por no densificarse ahora Manizales ve agotados
sus precarios remanentes de bosque andino y desprotegidas las frágiles laderas del medio
rur-urbano, para obtener un hábitat que está dando paso a un modelo de urbanizaciones
populares con estructura satelital, más vulnerables, desarticuladas y crecientemente
alejadas de la oferta de servicios de “la cometa urbana” precedente. En este escenario los
moradores en circunstancias más apremiantes, viven tras ese “muro” que separa a pobres
y ricos, para expresar los agudos conflictos y contradicciones, como también los retos de
la época actual. [Ref: La Patria, Manizales 2011.06.06]
RESUMEN: Esta nota se ocupa de dos amenazas naturales de gran impacto que acechan
en la región: los Huracanes y los Sismos. Primero, porque los fenómenos ciclónico del
228
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Atlántico que dejan destrucción a su paso por el Caribe, también puede impactar sobre el
asociados a sismos originados en el fondo oceánico del entorno vecino, también nuestras
fuentes sísmicas continentales pueden afectar los centros urbanos del país ubicados en
las medidas que debemos adoptar para hacer frente a estos riesgos*
Tanto los planificadores urbanos como las autoridades colombianas deben reflexionar con
urgencia sobre las dos amenazas ambientales que –también para nosotros- representan los
que azotó el norte del Caribe y el sur de Estados Unidos entre el 30 de agosto y el 12
máximos de 302 km/h, calificado como el más poderoso que ha sido registrado en el
La segunda amenaza, dado el sismo de magnitud 8,2 en la escala de Richter que sacudió
229
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
grandes urbes, y de las tormentas ciclónicas que surgen en los mares para llevar caos y
destrucción a las ciudades costeras, es tan antiguo como la humanidad misma, aunque en
principio contaron con una explicación mítica relacionada con la ira de los dioses.
Según la mitología griega, Tifón hijo de Gea, quien intentó destruir a Zeus en venganza por
haber derrotado a los Titanes, además de erupcionar lava, creó los huracanes y los
terremotos con el batir de sus enormes alas. Para los griegos -quienes fueron los primeros
en dar una explicación natural a los terremotos-, dichos estremecimientos ocurrían cuando
Poseidón, el dios de los mares, hacía tambalear a Atlas, quien recibió como castigo de Zeus
Imagen 4.35: Daños por sismo en Oaxaca y por huracán en San Martín. Fuente:
Nationalgeographic.com
La ocurrencia de eventos climáticos extremos como los que ya se advierten a nivel global,
es resultado del calentamiento del planeta, calentamiento que en los próximos cincuenta
años aumentará la temperatura entre 1,5°C y 2,5°C según las características de las
230
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
degradación ambiental: pérdida de ecosistemas terrestres, elevación del nivel del mar y
daños pueden variar de conformidad con la escala Saffir-Simpson -que califica el poder
urbanas por vientos entre 119 y 153 kilómetros por hora y olas que pueden
vientos sostenidos por encima de 250 kilómetros por hora, o por olas que pueden
mayores que han afectado a países en desarrollo. Esto no se debe a que en el mundo se
Ejemplo de lo anterior son las urbes latinoamericanas de los Andes, Centro América y en el
margen oceánico y las costas occidentales de las américas conforman el “Cinturón de Fuego
231
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Países tan lejanos entre sí como Irán, Chile, Japón y Nueva Zelanda son particularmente
vulnerables a esta actividad sísmica. Asimismo, la lista de grandes ciudades azotadas por la
encontrase en una zona de amenaza sísmica intermedia, ya que podría sufrir el embate de
vecinas relacionadas con pequeñas fallas locales, e incluso de grandes eventos no muy
lejanos provenientes de mega-fallas activas como las del frente llanero o la Falla Salinas.
Refugiados y víctimas
Entre 2003 y 2013, se registró una media de 388 desastres naturales al año que afectaron
a 216 millones de personas y cobraron 106.654 vidas. Según el Consejo Noruego para los
Refugiados, mientras las pérdidas económicas por los desastres naturales de los últimos 30
años tuvieron un valor medio anual de 130 mil millones de dólares, la posibilidad de tener
últimos 20 años los damnificados por desastres naturales sumaron en promedio cerca de
200 millones por año, cifra que triplica los 65 millones anuales de víctimas de epidemias,
A pesar de que la mayoría de los desplazamientos por desastres de origen sísmico y climático
son internos y en ocasiones pueden cruzar fronteras, no existen instituciones que puedan
mitigar su sufrimiento.
232
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
mundo durante los últimos veinte años, ya que ha contribuido al desplazamiento humano
aguas subterráneas y tierras de cultivo. Mientras las catástrofes de origen sísmico han
cobrado la vida a más de un millón de personas desde principios del presente siglo.
la gestión del riesgo, ya que esa falencia gravitó como causa fundamental del desastre.
233
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Inicialmente se diseñó una dependencia del Ministerio de Gobierno para atender las fases
de emergencias, luego a raíz del terremoto del Eje Cafetero de 1999 se implementó la fase
de reconstrucción, y finalmente tras las Niñas 2007/8 y 2010/11, el SNPAD pasó a un plano
La gestión del riesgo para enfrentar los huracanes tiene un manejo distinto del de los
terremotos, puesto que estos eventos tectónicos se presentan de forma súbita. Los
que dicha tarea está a cargo del IDEAM y de que las sequías son poco frecuentes y los
ciclones tienen incidencia marginal. La Oficina de Pronósticos y Alertas suele elaborar los
avisos y boletines ambientales sobre huracanes para advertir sobre la posibilidad de lluvias
Si bien lo anterior procede para el archipiélago de San Andrés y Providencia por ser nuestro
las tormentas significa el advenimiento de lluvias esperadas para calmar la sed de la tierra.
Para los terremotos los factores principales del riesgo son: la influencia de las fuentes
234
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
contexto, y variaciones en la respuesta dinámica del terreno, ya que los suelos blandos al
En Colombia, además del mapa de sismicidad elaborado por la Red Sismológica Nacional se
grandes ciudades y estudios sobre la tipología constructiva. Sin embargo, en muchas zonas
de amenaza sísmica alta, falta abordar dicha labor; tal es el caso de las poblaciones ubicadas
Imagen 4.37: Mapa Amenaza del Volcán Nevado del Ruiz. Ingeominas, en
http://www2.sgc.gov.co/
235
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
A diferencia de lo ocurrido en 1985 con el volcán Nevado del Ruiz, cuando los flujos de
lodo por los ríos Gualí, Rioclaro, Lagunillas y Azufrado alcanzaron poblados como Armero,
Mariquita y Chinchiná causando muerte y destrucción al cobrar la vida de unos 25 mil
habitantes, hoy las zonas de amenaza severa ya no están ocupadas, la gestión del riesgo
se ha institucionalizado, se tiene como garantía el eficiente servicio de monitoreo
volcánico, y se sabe con relativa certeza del nivel de severidad, alcance y clase de las
amenazas que podemos y debemos atender.
El Nevado del Ruiz a pesar de persistir en estado de amenaza latente de erupción, tiene su
propia historia geológica; al igual que Sancancio, es el Ruiz una estructura vulcanogénica
contemporánea al cerro tutelar de la ciudad con una edad inferior a los dos millones de
años, y por lo tanto de similar origen, aunque alcanzaron niveles de desarrollo opuestos: a
diferencia de Sancancio, un domo volcánico fruto de una porción de magma que se
extruye a la superficie a causa de las mismas fuerzas tectónicas que otrora levantaron la
colina de Chipre formando el Escarpe de la Francia, la evolución del Ruiz ha sido en sumo
grado catastrófica y dinámica: los cráteres La Olleta y La Piraña, con ochenta mil a cien
mil años de antigüedad revelan parte de esa historia.
De otro lado, habitamos el segmento volcánico más septentrional de los Andes, y aunque
poco sabemos de las corrientes humanas migratorias asiáticas que hace 12 o 14 mil años
entraron por el estrecho de Bering, pasaron por Colombia y bajaron hasta la Patagonia, sí
conocemos de dicho período algo de la actividad del Ruiz, por las capas de cenizas
volcánicas y otras evidencias geológicas que a modo e huellas dejaron las erupciones
ocurridas en los últimos 11 mil años: según los investigadores del Ingeominas, el Ruiz en
esa época tuvo cerca de 12 etapas eruptivas con múltiples eventos, como corrimientos de
tierra, flujos piroclásticos y lahares, además de la destrucción parcial de los domos de la
cima. Y en lo que más nos debe competir, sabemos también de las erupciones históricas
de 1595, 1845 y 1985, repitiéndose donde se destruye Armero.
A diferencia de lo ocurrido hace más de tres décadas con Armero, el Estado Colombiano
consciente de la necesidad de mitigar el riesgo por la amenaza volcánica, y de
implementar la gestión del riesgo frente a otras amenazas como sismos y eventos
hidrogeológicos y climáticos, además de crear el Observatorio Vulcanológico de Manizales,
la Red Sismológica Nacional de Colombia y la Oficina Nacional para la Atención de
Emergencias del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, a través
236
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
No obstante, tras la tragedia que dejó este año 669 víctimas mortales el terremoto en
Ecuador, evento con de 7,8 grados de magnitud ocurrido el pasado 16 de Abril, y que fue
sentido desde Perú hasta el sur occidente de Colombia; y luego, con las sacudidas de los
pasados días consecuencia del sismo de origen volcánico del 9 de octubre sentido en
Manizales, cuya ocurrencia se ha relacionado con las frecuentes emisiones de ceniza del
Ruiz que llegan a la ciudad, a pesar de la seguridad que se ofrece tras generarse
oportunamente la necesaria activación de los protocolos de asistencia sobre el área de
influencia del volcán, y de conocerse el carácter sólo local de los sismos volcánicos,
continúa la natural inquietud de la población por la incertidumbre de los acontecimientos.
Contrario a lo que ocurrió en 1985 con el Ruiz, cuando los flujos de lodo por el Gualí, Río
Claro, Lagunillas y Azufrado alcanzaron poblados como Armero, Mariquita y Chinchiná
causando la muerte a unos 25 mil habitantes, además de causar la pérdida de ganados y
propiedades arrasadas por dichas riadas que igualmente destruyeron carreteras, puentes y
anegaron tierras de cultivos, hoy por fortuna las zonas de amenaza severa no están
ocupadas, la gestión del riesgo se ha institucionalizado, se tiene como garantía el eficiente
servicio de monitoreo volcánico, y se sabe con relativa certeza del nivel de severidad,
alcance y clase de las amenazas que podemos y debemos atender.
237
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Imagen 4.38: Hidroituango y parte de las aguas del río Cauca / Colprensa. In: www.lafm.com.co
para poblaciones ubicadas aguas abajo, quienes han estado en vilo tras un fallo en el
túnel de desvío, ocurrido cuando está a punto de culminar la presa.
La emergencia derivada del fallo en una obra subterránea vital para dicho proyecto, bajo
el presupuesto de que los túneles alternos se sellaron acorde a un programa
preestablecido y adecuado, son la consecuencia de dos factores determinantes: de un
lado, la incertidumbre consustancial propia de las grandes obras subterráneas, para las
cuales los métodos de diseño, procesos constructivos, y planeación técnica y financiera, no
pueden ser convencionales, tal cual lo enseña el método observacional propuesto por Karl
Terzaghi (1945-48) y desarrollado por Ralph B. Peck (1967-69), justo para tales obras; y
del otro, las consecuencias de un modelo de desarrollo extractivista que explota el medio
ambiente, pensado para el crecimiento económico y no para el desarrollo, ya que al
instrumentalizar la naturaleza e incorporar grandes riesgos, olvida que también somos
parte de ella.
Sobre lo primero, tal cual lo hemos aprendido con los múltiples casos que agobian nuestra
ingeniería, mientras la incertidumbre en la estabilidad de una estructura superficial de
concreto como lo es un edificio como el Space o el puente de Chirajara, varía entre el 4 y
6 porciento gracias al conocimiento previo que tiene el calculista de la geometría,
resistencia y comportamiento predecible de los elementos estructurales; contrariamente,
en las obras subterráneas, como lo son los túneles y las cimentaciones que soportan
grandes cargas, caso Hidroituango y Aerocafé, la incertidumbre ocasionada por las
variaciones erráticas y aleatorias de los macizos rocosos, llega al 30 por ciento en
condiciones normales, e incluso a valores del 50 por ciento en el complejo medio tropical
andino.
Finalmente, del examen de esta grave crisis, además de las anteriores reflexiones
extraídas de sus crudas enseñanzas y en lugar de satanizar la ingeniería colombiana,
quisiera rescatar dos asuntos aleccionadores: primero, la responsabilidad de la evacuación
preventiva y oportuna del escenario potencialmente comprometido ocupado por 120 mil
habitantes, para prevenir un eventual desastre aguas abajo del proyecto: recuérdese que
en Armero (1985), a pesar de conocerse previamente el riesgo, por la carencia de un
desarrollo institucional en la materia, no se previno un desastre ya anunciado; y segundo,
reconocer el sentido ético que subyace en la valerosa decisión de asumir las cuantiosas
pérdidas económicas, al desviar el flujo de agua que se represaba hacia la casa de
máquinas, para prevenir el daño del embalse tras un colapso de la presa.
Imagen 4.39. Colombia: Territorios indígenas V.S. Títulos mineros; Zonas de yacimientos
mineros; y Minería ilegal V.S. Áreas de interés ambiental.
240
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
RESUMEN: Colombia tiene un PIB minero importante, donde el sector metalífero no solo
ofrece posibilidades significativas, sino que también enfrenta grandes desafíos. Veamos el
contexto: y lo que se puede hacer en el país para sortear los devenires en materia fiscal,
prevenir situaciones de enclaves mineros, y evitar conflictos en los que las explotaciones
ilegales pasan factura al medio ambiente y a comunidades que sufren desplazamientos y
la desaparición de sus líderes.
241
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
En primer lugar, así como en América Latina y el Caribe las nuevas tecnologías de
extracción minera, especialmente las que conllevan cianuro y ácido sulfúrico son las que
más afectan territorios y comunidades por el alto impacto sobre recursos vitales como el
agua y la biodiversidad, en Colombia con el mercurio en actividades extractivas ilegales
ocurre lo mismo; de ahí la represión de las protestas comunitarias ante proyectos mineros
que generan conflictos socio-ambientales en América Latina, donde las manifestaciones se
enfrentan con represión, criminalización y judicialización de la protesta.
Segundo, para advertir las características del subdesarrollo, basta mirar la composición
promedio 2015-2017 del valor de las exportaciones de minerales y metales, por grado de
elaboración y por regiones, para comprender la vulnerabilidad al deterioro de los términos
de intercambio. Para América Latina y Caribe: Productos Primarios (PP) 37%, Productos
Semielaborados (PS) 43% y Productos Elaborados (PE) 20%; para África: PP 21%, PS
57% y PE 23%; contrariamente para EE UU y la Unión Europea PP 6 y 3%, PS 43 y 26% y
PE 51 y 71%; y para el mundo: PP 9%, PS 38% y PE 53%.
Y tercero, las fluctuaciones fiscales por la volatilidad de los precios de productos con bajo
nivel de transformación en estos países minero-dependientes. Según la CEPAL, los
ingresos tributarios y no tributarios por explotación de minerales en lo corrido del siglo
variaron dramáticamente, alcanzando mínimos de 0,20% en 2002 y 0,25 en 2016, y
máximos de 1,58% en 2007 y de 1,35% en 2011. Como referente, durante el boom de
2007, dichos ingresos en Colombia tuvieron una participación del 0,5% en el PIB, y en el
caso de Chile donde las concesiones son regresivas al privilegiar el mercado por sobre la
propiedad del Estado, aportaron 8,1% al PIB.
Entonces: ¿qué hacer en el país para sortear los devenires en materia fiscal, prevenir
situaciones de enclaves mineros, y evitar conflictos en los que las explotaciones ilegales
pasan factura al medio ambiente y comunidades que sufren desplazamientos y la
desaparición de sus líderes? La respuesta es simple; habrá que fortalecer el Estado para
lograr en crecimiento pero con desarrollo, lo cual exige no sólo una minería legalizada con
equidad social y ambientalmente responsable, sino también con valor agregado, y que
parta de la gobernanza minera y del respeto de los derechos bioculturales en los
territorios.
[Ref.: La Patria. Manizales 2020.01.13]
242
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
243
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Colombia como potencia bioceánica, aunque empieza a hablar de la economía azul, sólo
desde principios de siglo cuando se generaron los lineamientos de la Política Nacional del
Océano y los Espacios Costeros, apenas ahora logra integrar en el Plan de Desarrollo, la
Política Nacional del Océano y los Espacios Costeros: al reconocer que el país, pese a su
potencial hídrico está geográficamente fragmentado, por lo que busca integrar y conectar
las hidrovías con los modos de transporte terrestre y sus mares.
Pero hay otra economía azul diferente que va más allá de los mares y ríos concebidos
como motor del desarrollo, e incluso de la “Colombia Anfibia”, ese maravilloso estudio del
IAvH que reconoce la importancia y la fragilidad de nuestros ecosistemas: se trata de
aquella que propone otro relacionamiento de la cultura con la naturaleza para comprender
su gran potencial productivo, haciendo de los residuos otra fuente de riqueza si se articula
a la creatividad y a la innovación con la idea fundamental de lograr una producción de
bienes y servicios eficiente, ambientalmente sostenible y socialmente responsable.
Se trata del modelo del belga Gunter Pauli, autor de “La economía azul: 10 años, 100
innovaciones, 100 millones de empleos”, un concepto socio-económico propuesto en 1994
soportado en un planteamiento más profundo, que va más allá de la ineficiente y onerosa
economía verde donde se obliga a la empresa privada a hacer grandes esfuerzos
económicos, incurriendo en costos ambientales para que sus productos sean respetuosos
con el medio ambiente; contrariamente, la economía azul al ser más eficiente produciendo
para todos en la agricultura y la manufactura, es una apuesta por innovaciones, que
inspiradas en la naturaleza impliquen bajos costos, generen empleo, amplíen el capital de
las empresas y produzcan beneficios, a partir de la utilización de productos locales para
satisfacer la demanda del lugar.
Mientras en la economía verde se propende por el bienestar social, la reducción de los
riesgos medioambientales y las amenazas ecológicas, el uso eficiente de los recursos y la
disminución de las emisiones de carbono a un alto costo, que trasladado al consumidor
privilegia un mercado de élites; en la economía azul el modelo parte de la Iniciativa e
Investigación de Emisiones Cero ZERI, de conformidad con las ideas de Pauli. Allí los
impactos socioambientales y económicos se logran cuando los residuos dejan de ser
despojos inutilizables para convertirse en recursos del ciclo de producción que se
incorporan a la cadena de valor.
Los fundamentos de este innovador modelo, son:
244
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
245
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
MANIZALES, 2017
http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
CONTENIDO: PDF (Presentación y Contenido) ; PDF (Capítulo 1 : Geotecnia) ; PDF (Capítulo 2 : Materiales
térreos) : PDF (Capítulo 3 : Erosión y movimientos en masa) ; PDF (Capítulo 4 : Análisis de estabilidad de
taludes) ; PDF (Capítulo 5 : Obras de estabilización de taludes) ; PDF (Capítulo 6 : estructuras de drenaje) ;
PDF (Capítulo 7 : Corrección de cauces torrenciales) ; PDF (Capítulo 8 : Coberturas vegetales) ; PDF
(Capítulo 9 : Estructuras de contención) ; PDF (Capítulo 10 : Auscultación de taludes) ; PDF (Bibliografía)
ANEXOS:
HOME:
http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
A la Universidad Nacional de Colombia en sus 150 años.
246
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
247
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
249
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Las superficies imprimadas se deben proteger del tráfico vehicular y del peatonal intenso.
Su vida útil no puede estimarse en más de 5 años con buena protección y mantenimiento.
Existen alternativas de impermeabilización con Geotextiles no tejidos impregnados con
asfalto. La figura 5.3 presenta una impermeabilización con geotextil y asfalto.
b. Pavimentos
Los pavimentos se consideran estructuras encargadas de impermeabilizar áreas de tráfico
vehicular o peatonal; además sirven como canales abiertos permitiendo la conducción de
las escorrentías hasta estructuras de captación que pueden ser alcantarillas o canales
abiertos.
c. Impermeabilización con geomembrana
La impermeabilización con geomembrana se realizan en zonas de movimientos lentos de
suelos y sobre las cuales es necesario controlar el exceso de infiltración. La figura 5.4
presenta un corte de una berma recubierta con geomembrana.
250
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Cañuela
en concreto
Geomembrana
1. El talud se perfila con sus bordes superior (corona) e inferior (pata) en forma redondeada.
2. La geomembrana se coloca hasta una altura mínima de 20 cm por encima de la cañuela en concreto.
3. El relleno que cubre la geomembrana cuenta con un espesor de 15 cm en tierra, libre de fragmentos rocosos.
4. La pendiente transversal de la berma es mayor al 4%
5. La pendiente longitudinal de la cañuela, en concreto, está entre el 4% y el 7%.
6. La cobertura vegetal para la berma es de tipo rastrero y cuenta con un sistema radicular poco profundo.
7. La sección de la cañuela es semicircular, el espesor del concreto varía desde 5 cm en el centro a 0 en los extremos.
Las secciones de los taludes y las bermas, se redondean, con el fin de controlar el excesivo
secado del suelo, garantizar la presencia de materia orgánica necesarios para el
establecimiento de coberturas vegetales, además de la protección que se le brinda al suelo
de los agentes del intemperismo por la exposición al sol o a las lluvias.
Posterior se establece la cobertura vegetal de tipo rasante y arbustivo evitando los
problemas de interacción negativa entre las obras y el entorno, y menor impacto ambiental
por la presencia de las obras de corrección.
El tratamiento es económico y de fácil instalación. Cuando se tratan bermas en taludes de
depósitos, la geomembrana se puede remplazar por un geotextil tejido. La geomembrana,
además de regular la infiltración sirve de refuerzo a la cañuela de concreto, protegiéndola
de la socavación que puede comprometer la estructura de drenaje.
de las aguas subterráneas son los drenajes en zanja, las trincheras filtrantes, los geodrenes,
los pozos verticales, las capas filtrantes, las pantallas filtrantes, las galerías de drenaje y los
drenes horizontales. Las estructuras para el manejo de aguas subterráneas se localizan, por
lo general en la pata de los taludes o laderas.
Cuando se trata de drenes horizontales, las perforaciones se localizan en la pata del talud.
Los drenajes en zanja se localizan, por lo general paralelos a la cuneta interior de la vía o
en forma de espina de pescado en áreas de niveles freáticos muy superficiales donde
ocasionan problemas sobre la banca de una vía o sobre los taludes que la conforman. Las
trincheras filtrantes se utilizan para controlar las aguas freáticas de grandes movimientos
en masa. Las soluciones son las siguientes:
a. Drenajes en zanja.
Los drenajes en zanja son lechos filtrantes establecidos en excavaciones en zanja.
Dependiendo de las condiciones de humedad del terreno a proteger y de los caudales de
aguas se pueden instalar con tubería o sin ella. Dentro de las prácticas más comunes en el
manejo de los drenajes se tienen las siguientes: Son útiles para controlar las subpresiones
sobre canales construidos por líneas de drenajes o cauces.
Cuando el agua drenada presenta oxido, se acostumbra construir cámaras de inspección en
tramos cortos (entre 5 y 8 metros), con el fin de hacer la inspección y el lavado del filtro
permitiendo mayor vida útil del sistema, o poder reemplazar los tramos colmatados.
Cuando se trata de una zona con altos caudales de agua a drenar, se recomienda la
construcción de un alcantarillado, paralelo al filtro, encargado de conducir las aguas sin
ocasionar la saturación de otros terrenos aguas abajo. La disposición del alcantarillado
permite la entrega paulatina del drenaje a la red, en cámaras instaladas a lo largo del
drenaje.
Cuando se instala un drenaje en zanja paralelo a una cuneta, esta se debe revestir en
concreto a fin de proteger el relleno del drenaje en zanja, de la erosión lineal y evitar la
presión sobre el filtro por el exceso de infiltración.
b. Trincheras filtrantes:
Las trincheras filtrantes son estructuras utilizadas para establecer un camino preferencial al
agua en zonas de bajo nivel freático.
Las trincheras filtrantes y los drenes son elementos utilizados para provocar un abatimiento
de las presiones intersticiales y permitir así un incremento de las presiones efectivas. En
otras ocasiones se persigue también la captación y evacuación de las aguas de algún terreno
húmedo.
El material filtrante deberá estar constituido de partículas sanas, duras y limpias. El material
filtrante y filtrado deben tener características compatibles para que se produzca un buen
flujo de agua sin que ocurra arrastre de partículas que generarían lavado y posterior erosión
interna del material.
Las trincheras filtrantes practicadas en zonas de movimientos lentos controlados por capas
impermeables (asfaltos sepultados, estratos arcillosos), sirven de apoyo a drenes sub
horizontales para abatir niveles freáticos de zonas con dificultades de drenaje. Las trincheras
252
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
253
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
8. Una mezcla ideal para obtener un buen concreto ciclópeo es la relación de 70% de
concreto simple y 30% de piedra, teniendo cuidado en el vaciado para que las piedras
queden separadas entre sí al menos 5 centímetros.
9. b. Muros en gaviones.
Son estructuras con base en gaviones, las cuales constan de canastas rectangulares de
alambre galvanizado rellenas de piedra, para estabilizar escarpes o taludes viales.
Las canastas tienen dimensiones diversas para adaptarlas a las estructuras y a las
necesidades de la obra. Se pueden conseguir mallas de gaviones de triple torsión de 2.00
x 1.00 x 1.00, 3.00 x 1.00 x 1.00, 2.00 x 1.00 x 0.50, 3.00 x 1.00 x 0.50, entre otros.
La canasta para el gavión deberá ser fabricada con malla "eslabonada" de triple torsión.
Cuando se requieran mallas de triple torsión, los calibres mínimos de alambre que la
conforman deberán ser de acuerdo con su escuadría, los siguientes:
- Escuadría de 5 x 7 centímetros con alambre de diámetro 2.00 milímetros (BWG No. 14).
- Escuadría de 8 x 10 centímetros con alambre de diámetro 2.40 milímetros (BWG No. 13).
- Escuadría de 12 x 14 centímetros con alambre de diámetro 3.00 milímetros (BWG No. 11).
4. Enrollamiento: El alambre deberá dejarse enrollar en espirales cerradas y paralelas sobre un cilindro
de diámetro doble del suyo, sin que al zinc le pase nada.
5. Torsión: Tiras de alambre de 20 centímetros de longitud deberán soportar sin romperse y sin que al
zinc le pase nada, 30 vueltas completas de torsión (360 grados para cada vuelta) permaneciendo el eje
del alambre en línea recta.
6. Espesor del zinc (galvanizado): El alambre deberá soportar sin perder su capa protectora de zinc, ni
aun parcialmente, cuatro inmersiones sucesivas de un minuto cada una, en una solución de sulfato de
cobre cristalizado, cuya concentración será una parte de cristales por cinco (5) de agua. La temperatura
de la solución será de 15 grados centígrados. Entre cada inmersión los alambres serón lavados,
limpiados y examinados.
7. El hilo sostenido en una prensa de bordes redondeados (con curvatura de radio igual al diámetro del
alambre), deberá soportar sin romperse 10 plegados sucesivos de 90 grados. Los plegados se
efectuarán en un mismo plano con una amplitud de 180 grados.
El alambre utilizado para unir entre sí las caras de un mismo gavión y las aristas de un
gavión con las del vecino, deberá ser del mismo calibre y calidad de aquel que forma la
malla.
b.- Relleno: El relleno de las canastas consiste en fragmentos de roca o cantos rodados,
sanos, resistentes y durables y deberá cumplir los mismos requisitos que la piedra para el
concreto ciclópeo. La dimensión de cada fragmento de roca o canto rodado deber estar
comprendida entre 10 y 30 centímetros.
254
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
La construcción se inicia con la excavación y nivelación del terreno de fundación. Sobre este
terreno se construye una capa continua de grava y arena, con espesores de 5 cms; sobre
esta capa se colocarán los gaviones de base, en la forma como se indica en los planos. Los
gaviones de base deberán colocarse en forma tal que por lo menos la mitad de su altura
quede por debajo del lecho o terreno existente.
Durante la operación de llenado, las mallas deberán mantenerse firmes y en posición
correcta por medio de formaletas y tensores transversales adecuadamente espaciados. Las
aristas tanto verticales como horizontales de cada gavión deben ligarse firmemente con las
correspondientes de los gaviones adyacentes.
El llenado de las canastas se efectúa a mano, colocando cuidadosamente las piedras de
mayor tamaño en la periferia y el resto de tal forma que se obtenga una masa rocosa bien
gradada, con mínimo porcentaje de vacíos y con superficies de contacto entre gaviones,
parejas y libres de entrantes o salientes.
Se debe tender especial cuidado de no formar zonas con una gran acumulación de piedras
pequeñas.
Los muros en gaviones son estructuras que se pueden considerar flexibles, de fácil
construcción y adaptación a taludes viales con problemas de inestabilidad.
10.c. Muros en concreto reforzado.
Son estructuras utilizadas para estabilizar cortes y rellenos en espacios reducidos, donde no
se aceptan deformaciones del material de relleno. Estas estructuras ocupan espacios
reducidos de concreto y utilizan los materiales de relleno como elementos que contribuyen
a la estabilidad.
Constan de concreto de resistencia superiores 3000 psi. En el respaldo de todos los muros
se colocará material filtrante con un espesor mínimo de 0.20 metros, que cumpla las
características establecidas para el material, construyendo además el sistema adecuado para
la evacuación del agua captada y con orificios de drenaje.
11.d. Muros en tierra reforzada.
Uno de los tipos de obras más comunes en la ingeniería de vías ha sido la de muros de
contención, bien sea para la conservación de las dimensiones de la bancada, cuando se
habla de suelos de relleno o para el caso de deslizamientos en zonas de corte.
255
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Gracias al desarrollo de nuevos materiales que pueden soportar las condiciones de humedad
y de acidez o alcalinidad dentro del suelo, se ha venido implementando el uso de mantos
sintéticos tales como los geotextiles, para que suministren refuerzo debido a las
características mecánicas que estos poseen, como su resistencia a la tensión, desarrollando
de forma análoga la misma función que las tiras metálicas, solamente que el refuerzo es
suministrado en zonas determinadas por franjas. Los estudios que condujeron al uso de
esta nueva tecnología tuvieron origen en Francia y Suecia a finales de la década de los
setenta.
Los muros de contención reforzados con geotextil se han convertido mundialmente en una
alternativa de construcción frente a los muros de concreto reforzado y a los terraplenes
conformados naturalmente, principalmente cuando hay deficiencias en la capacidad
portante del suelo de fundación o cuando las condiciones geométricas de la sección de la
vía no permiten que las zonas de relleno sean realizadas a un ángulo igual o menor al de
reposo natural del suelo de relleno.
No necesariamente las condiciones tienen que ser tan críticas como las mencionadas
anteriormente, la gran ventaja es que son alternativa más económica, de hecho bajo las
mismas condiciones geotécnicas y constructivas, un muro de suelo reforzado puede originar
una reducción de los costos totales de un 30 a un 60%, si se compara con las técnicas
tradicionales para la construcción de este tipo de obras, debido al hecho de poder utilizar
los materiales térreos del sitio.
256
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
257
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
-
5.7 AMENAZA SÍSMICA EN EL EJE CAFETERO
RESUMEN: El Eje Cafetero, está ubicado en el centro occidente de Colombia, sobre una
provincia sismotectónica donde los terremotos de 1938, 1961-62, 1979 (2) y 1995 (2)
ponen en evidencia una fuente sísmica generadora eventos fuertes dobles cada dos o tres
décadas, generadores de sismos de magnitud cercana a 7 grados provenientes de la zona
de subducción; pero también, además de lo que ocurre en Magdalena Centro (1805) y
Huila (1967), las fallas del sistema Cauca-Romeral son otra fuente que merece mayor
consideración, dadas las devastadoras consecuencias de sismos superficiales y de
magnitud 6, pero de mayor intensidad como los de Popayán 1983 y Quindío 1999.
258
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
En Colombia los sismos son frecuentes en la región del Pacífico y Andina, eventuales en la
del Caribe y escasos en la Orinoquía y la Amazonía. Casi toda la población del país habita
zonas del alto y moderado riesgo sísmico. Y los sismos intraplaca son someros e intensos
en la región del Pacífico y profundos y menos leves sobre la Región Andina.
La falla del Cauca recorre los departamentos de Nariño y Cauca. La falla de Palestina cruza
los departamentos de Tolima, Caldas, Antioquia y Bolívar. La falla de Santa Marta-
Bucaramanga afecta a los departamentos de Cundinamarca, Boyacá, Santanderes, Cesar y
Magdalena. La falla Guaicaramo cruza los departamentos del Meta, Cundinamarca, Boyacá
y Arauca. También se han registrado sismos en Puerto Carreño, Putumayo y San Andrés.
El Eje Cafetero está localizado en una de las zonas de alto riesgo sísmico de Colombia. Los
sismos de 1938, 1961-62, 1979 y 1985 ponen en evidencia una fuente sísmica de
importancia, generadora de sismos de magnitud cercana a 7 grados e intensidades de VII,
259
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
la que por la profundidad (70 a 100 km.) y posición de los focos (basamento de la
Cordillera Occidental) se ha relacionado con la zona de subducción de la Placa de Nazca
(Pacífico). Las aceleraciones registradas, han alcanzado valores del 11% de la gravedad.
Pero las fallas del sistema Cauca-Romeral y las que delimitan la fosa tectónica del
Magdalena son dos fuentes sísmicas que merecen consideración en esta poblada región.
Los terremotos superficiales de Popayán 1983 y Quindío 1999, con magnitud 6 e
intensidad VIII, anuncian una segunda fuente sísmica de implicaciones diferentes. Las
aceleraciones en los depósitos mal consolidados, han alcanzado aceleraciones hasta 5
veces superiores a las registradas en los sismos profundos, aunque en intervalos de
tiempo muy pequeños.
Esta temática ha sido uno de los principales objetivos de técnicos y científicos que laboran
en el Programa de la Red Sísmica del Eje Cafetero y el Tolima, para poder llegar a lo que
se conoce como respuesta sísmica. Es importante señalar que las tres ciudades capitales
de la conurbación cafetera, están sobre potentes abanicos asociados a depósitos
fluviotorrenciales de origen volcánico, asociados a los ríos Chinchiná, Otún y Quindío. El de
Manizales anuncia levantamiento desde el terciario tardío hasta el holoceno. La formación
Manizales con sus depósitos fluviotorrenciales a la altura de Chipre y Villa Kempis, anuncia
el levantamiento respecto a Villamaría y Morrogacho.
260
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Imagen 5.7: Cambios en la morfología costera del Pacífico colombiano por tsunami -
Tumaco 1979 - Corporación Osso
261
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Según la investigación del potencial geotérmico del Ruiz hecha por la Central
Hidroeléctrica de Caldas (CHEC, 1979-1985) y la Geología de Manizales y sus alrededores
estudiada por José Luis Naranjo y Carlos Borrero de la Universidad de Caldas, un esquema
de los rasgos estructurales de la región señala las fallas o lineamientos inferidos, cuya
verificación en varios casos se ha venido haciendo por investigadores del Observatorio
Vulcanológico y Sismológico del Ingeominas, establecido en Manizales desde 1985.
262
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
En lo urbano, esta compleja dimensión pasa por la presión de las frágiles laderas del
escarpado territorio, en especial en los ambientes periurbanos de Manizales, y por el
control urbano sobre todo en las zonas deprimidas de los centros urbanos de las áreas
metropolitanas en rápida expansión, caso Pereira-Dosquebradas, donde las múltiples
actividades comerciales mixtas e informalidad, sumada a la alteración estructural de los
viejos inmuebles de mampostería no reforzada y de bahareque para su adecuación y
expansión recurriendo a prácticas inadecuadas, hacen el escenario un cúmulo de
potenciales escombros, ya por la amenaza de las sacudidas, ya por la de la propagación
de los incendios.
Y finalmente, sobre los actores en la escena: Además de los aportes fundamentales del
Geofísico Jesús Emilio Ramírez S.J., con investigaciones como el de Proyecto Nariño
(1973) y la Historia de los terremotos en Colombia (1969), de la permanente labor por
décadas de monitoreo a cargo del OVS de Manizales, y de los estudios a nivel regional de
Hans Meyer y su equipo de trabajo desde el Observatorio Sismológico del Sur Occidente
Colombiano OSSO, en el Eje Cafetero también merecen mención los siguientes trabajos,
entre otros:
– Desde la U.N. en Manizales los del Idea liderados por el Profesor Omar Darío Cardona,
donde además de actividades fundamentales como la Microzonificación Sísmica de
Manizales (SIMOC 2002), se avanza con el concurso de los profesores de la Facultad de
Ingeniería y Arquitectura en la instrumentación y el estudio detallado de la amenaza para
Manizales; y desde la Sede Bogotá el valioso aporte de Carlos A. Vargas con la propuesta
de Caldas Tear (2011), donde se modifican el modelo geotectónico y la amenaza sísmica
en el centro del país.
263
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Extracto tomado del Capítulo “Sismos” del Manual de Geología para Ingenieros y ajustado
por el autor. Ver en: http://www.bdigital.unal.edu.co/1572/
Imagen 5.8: Ecorregión Cafetera - áreas protegidas y zonificación del agua. SIR Alma Máter.
264
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Cuenta este deforestado territorio en su valioso patrimonio natural con cuatro Parques
Naturales Nacionales PNN: el de los Nevados, el Tatamá, la Selva de Florencia, y el
Santuario de Fauna y Flora Otún-Quimbaya. El Páramo de Tatamá, junto con los páramos
del Sol en Frontino y El Duende que hospeda el Cerro Calima, son los únicos tres páramos
de Colombia que no han sufrido alteración humana. Esto, a pesar de que según la Ley 99
de 1993, Art.1.N4 “Las zonas de páramos, subpáramos, los nacimientos de agua y las
zonas de recarga de acuíferos, serán objeto de protección especial”. Apoyados en la
información del Sistema de Parques, veamos dicho valioso y amenazado patrimonio.
Primero, por su importancia tenemos el Parque de los Nevados, un ecosistema con
volcanes activos que se encumbran hasta 5311 msnm, y una extensión de 583 kilómetros
cuadrados, cuyo 80% lo constituye el ecosistema de páramo con sus frailejones, pajonales
y humedales, que gracias al “león dormido” con sus inequívocas señales, solamente
permite el ingreso por el sector de Brisas hasta el Valle de las Tumbas. Allí, al cuidado de
los guías del majestuoso escenario, los visitantes encuentran además del cóndor andino, el
periquito de los nevados, el pato andino y varias especies de colibríes: como el chivito de
páramo endémico de la región y único en el mundo. Pero en la espesura, hay dantas,
venados, tigrillos, pumas y perezosos. Además de multitud de aves, exóticos paisajes y
aguas termales, se destacan el “cacho de venado” como planta endémica del
superpáramo; los “colchones de agua” en humedales; y la palma de cera del Quindío en
los bosques alto andinos o de niebla.
Segundo, en el poniente aparece El Tatamá ubicado sobre el parteaguas de la confluencia
entre el Pacífico Biogeográfico y el Eje Cafetero, lugar indómito de 519 kilómetros
cuadrados visible por el imponente cerro tutelar del mismo nombre a 4200 msnm, dotado
de un páramo virgen que ofrece refugio a sus ecosistemas y hábitat de mamíferos de la
fauna endémica de los Andes que gozan del beneficio de este territorio preservado. Según
Parques Nacionales, Tatamá alberga: en aves, 51 familias, 270 géneros y 402 especies; en
mamíferos registrados, 110 especies pertenecientes a 67 géneros; en reptiles con registro,
108 especies, pertenecientes a 51 géneros y 9 familias; y además del anturio negro, 564
especies y morfo-especies de orquídeas, y varias especies arbóreas en peligro de
extinción.
En tercer lugar, tenemos entre Samaná y Pensilvania lo que describen los expertos como
“una mancha de bosque nublado, de colinas ondulantes y vegetación tupida y
265
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
266
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Si a través de la lupa de las tres grandes corrientes de pensamiento del siglo que acaba de
pasar, el marxismo de Karl Marx y de Engels, la filosofía analítica de Bertrand Russell y de
Wittgenstein, y el existencialismo de Nietzsche y de Jean-Paul Sartre, nos preguntamos, ¿a
qué le deberíamos apostar en esta la denominada sociedad del conocimiento?, desde la
perspectiva ética habría divergencias sustantivas aunque los temas coincidan, salvo
cuando se trate de la necesidad de garantizar la sustentabilidad del medio ambiente y de
priorizar la vida en todas sus formas, así la mirada provenga de la ideología del socialismo
científico, de la lógica formal con sus sistemas deductivos, o del individualismo moral y
subjetivismo moral de los existencialistas.
Entre los proyectos que allí se han contemplado, empecemos por el Observatorio
Vulcanológico y Sismológico de Manizales OVSM creado en 1986 y administrado por el
Servicio Geológico Colombiano, antes Ingeominas, donde además del muestreo de fluidos
y del monitoreo instrumental de la actividad sísmica, se investigan la amenaza y la gestión
del riesgo vulcano-tectónico.
En segundo lugar, estaría el Geoparque Volcánico del Ruiz propuesto por InfiCaldas en
2016, como parte de una estrategia que busca el desarrollo socioeconómico y sostenible a
través de la conservación del PNN de los Nevados, entregándolo en concesión para
267
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Mientras a nivel global en los últimos 20 años, los desplazamientos por epidemias,
adversidades tecnológicas y conflictos armados sumaron en promedio 65 millones de
víctimas por año, los damnificados por desastres naturales alcanzaron promedios anuales
de 200 millones de personas afectadas, de los cuales la mayor proporción se explica tanto
por sismos como por eventos climáticos extremos. Según el Departamento Nacional de
Planeación DNP, entre 2006 y 2014 uno de cada cuatro colombianos resultó afectado por
desastres climáticos con detonantes naturales.
269
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Para el caso colombiano, según el Departamento Nacional de Planeación DNP, entre 2006
y 2014 uno de cada cuatro colombianos resultó afectado por desastres climáticos con
detonantes naturales, como fenómenos hidrogeológicos asociados a pasivos ambientales,
conexos a factores antrópicos como la deforestación y el calentamiento global. Esto
significa un total de 12.3 millones de damnificados en dicho período, de los cuales 9.4 se
vieron afectados por deslizamientos e inundaciones. Ahora, en el marco territorial, dada la
alta exposición de las zonas pobladas a las amenazas y deterioro ambiental causado por
270
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
actividades conflictivas, según el DNP, la más afectada en esos catorce años fue la Región
Andina, seguida de otros departamentos, así: por departamentos y por vidas perdidas, lo
fueron Antioquia, Cundinamarca, Caldas, Tolima, Cauca y Santander con el 52% de las
3181 vidas perdidas; en cuanto a viviendas destruidas, el mayor nivel con un 47% de las
pérdidas, se dio en Nariño, Chocó, Bolívar, Boyacá, Cundinamarca y Santander; y por
infraestructura vial afectada, puntearon Huila, Nariño, Cundinamarca, Santander y Cauca,
con el 66 % del total. [Ref.: La Patria. Manizales, 2015.01.18]
271
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
mil que aprobó el Concejo de Manizales en 2009, adicional a la del 1,5 por mil para el tema
ambiental.
Por estar la ciudad emplazada en lo alto de un ramal cordillerano del trópico andino,
después de haber contribuido a la creación del Sistema Nacional de Prevención y Atención
de Desastres gracias a las enseñanzas obtenidas del desastre de la erupción del Ruiz
(1985), de los sismos de la zona de subducción (1979 y 1995) y del terremoto del Quindío
(1999), para enfrentar la creciente amenaza de eventos climáticos extremos asociados al
calentamiento global, nuestras instituciones actuando en conjunto han venido avanzando
en la cultura del riesgo relacionado con la amenaza climática en el ambiente urbano y
periurbano de nuestros frágiles suelos, mediante dos estrategias: la apropiación social del
territorio orientada a la mitigación de la vulnerabilidad global, y la generación de
conocimiento sobre la amenaza por ser vital para la gestión integral del riesgo.
En 2013 cuando cumplía diez años el citado programa, además de haber extendido el
cuidado a más de 700 obras de infraestructura, ya había replicado la exitosa experiencia
en otros 10 municipios caldenses: Chinchiná, Neira, Aranzazu, Salamina, Supía,
Manzanares, Pensilvania, Marquetalia, Victoria y Norcasia; y para 2014 con una inversión
de 1310 millones de pesos aportados por la Secretaría de Obras Públicas, la Unidad de
Gestión del Riesgo, Aguas de Manizales y Corpocaldas, vincula durante once meses a 100
madres cabeza de hogar. Actualmente, por su ejemplar labor Guardianas de la Ladera ha
272
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
273
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Ya los pobres de la ciudad son una mezcla de los pobres urbanos con su particular noción
del consumo y peculiares costumbres, y de los pobres rurales como los recién desplazados
con otra identidad y sin hábitos metropolitanos e hijos de esa violencia que asola la ruralidad
de la patria, donde la urgencia de enfrentar la concentración en la propiedad de la tierra,
obliga a mirarla como un bien que debe verse, no sólo como medio de producción, sino
también en su función social más profunda: como soporte de una cultura. Esto, si queremos
la paz y de paso facilitar las soluciones a la traumática descomposición de la vida urbana,
donde urge resolver la precariedad de una educación deficitaria en valores y que en
promedio no alcanza el nivel profesionalizante.
Si bien algunos menesterosos viven en las diferentes texturas cosechando los residuos de
las actividades citadinas, también este medio presenta otros escenarios
periurbanos degradados a modo de guetos, donde la vida deteriorada y condiciones de
inequidad, sumadas a la desigualdad inherente de las clases sociales, alimentan los factores
274
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
que generan acciones perturbadoras de la seguridad sobre las demás zonas del sistema
urbano, lo que ha impulsado la proliferación de otros guetos constituidos por unidades
residenciales cerradas para la clase pudiente que se aísla y protege, y donde las vías al
perder su carácter público limitan su función social.
Mientras persista ese modelo urbano que concentra la infraestructura social y de servicios
a favor de los sectores pudientes y no se reconozcan unos mínimos para priorizar la atención
a la pobreza y en lo posible corregir la desigualdad; entre tanto el modelo de ciudad no
resulte descentralizada e incluyente; y mientras el Estado no priorice la pequeña y mediana
empresa como generadoras y articuladoras de las actividades al alcance de los pobres: no
se logrará prevenir la “guetificación”, reducir el desempleo, y combatir las tensiones y la
violencia urbanas.
Pero estos pobres de hoy conforman una masa sin identidad ciudadana, profundamente
fragmentada y pauperizada dada la dinámica de una economía de mercado que pone en
retroceso los beneficios del Estado y concentra el ingreso. Entonces, si estos pobres urbanos
han quedado sin empleo y los desplazados rurales sin tierra, en unos y otros encontraríamos
alguna afinidad aleccionadora según consta en las historias de vida del pasado Siglo: la
urbanización de la Colombia agraria, consecuencia de esa revolución verde que generó una
dinámica demográfica favorecida por el analfabetismo rural que le impidió al campesino
asimilar la nueva tecnología del monocultivo y su fórmula financiera, y acelerada por el
espejismo de las opciones citadinas sumado a la pobreza campesina.
275
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
la revolución tecnológica y la apertura han afectado los ingresos que dependen del trabajo:
dichos cambios imponen nuevas condiciones y la necesidad de reducir la brecha de
productividad, servicios e ingresos que desfavorece al campo frente a la ciudad, y en la
propia ciudad donde igualmente una similar fisura consecuencia de la inequidad y pobreza,
obliga a pensar en políticas y programas sectoriales, y en subsidios y fondos solidarios como
parte de la solución.
RESUMEN: Ahora que la exploración avanza por todos los rincones de la geografía
colombiana, obliga a prevenir las consecuencia de una minería extractiva, donde oro e
hidrocarburos cobran valor estratégico y son fórmula para movilizar una locomotora clave
para el crecimiento económico, pero que requiere operarse sin atropellar comunidades y
generar conflictos, sin deteriorar el medio ambiente y el recurso hídrico, y sin
comprometer el patrimonio de la nación, si lo que deseamos es el desarrollo.
276
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
El tema de los enclaves mineros y petroleros ahora que la exploración avanza por todos
los rincones de la geografía colombiana, obliga a prevenir la amenaza de devastación de
ecosistemas.
Este título para dos temas relacionados con la minería extractiva en Colombia, objeto de
políticas económicas globales que han reprimarizado nuestra economía buscando
alimentar el modelo de consumo, pero donde oro e hidrocarburos cobran valor estratégico
y son fórmula para movilizar una locomotora clave para el crecimiento económico, aunque
requiere operarse sin atropellar comunidades y generar conflictos, sin deteriorar el medio
ambiente y el recurso hídrico, y sin comprometer el patrimonio de la nación, si lo que
deseamos es el desarrollo. Naturalmente, mientras en el caso del petróleo la situación
resulta más homogénea, en la minería del oro, donde existen tres formas de explotación:
la industrial, la artesanal y la ilegal, me centraré en la primera por ser fundamental para el
asunto del cual me ocupo, cuando la bonanza minera con el brillo del precio del “vil metal”
puede opacar el valor fundamental de las aguas, la biodiversidad y la cultura ancestral, en
ciertas formas y situaciones.
Sabemos que dichos recursos del subsuelo como bienes que le pertenecen a la Nación y
solo a ella, por su carácter no renovable que impide hacerlos objeto de una política de
agotamiento, al no ser sostenibles deben utilizarse marginalmente y por lo tanto no
pueden destinarse en sí para financiar el Plan Nacional de Desarrollo así sea por el
Gobierno, puesto que su nivel de explotación debe limitarse a satisfacer los niveles de
consumo interno y las necesidades de su legítimo dueño, manteniendo preceptos sociales,
277
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
ambientales y económicos, y dejando sólo una fracción a las dinámicas exportadoras, para
aquellos fines.
El tema de los enclaves mineros y petroleros ahora que la exploración avanza por todos
los rincones de la geografía colombiana, obliga a prevenir la amenaza de devastación de
ecosistemas, en territorios sensibles como San Andrés y las zonas amortiguadoras del
páramo en PNNN, en Tolda Fría y La Colosa, e invitar a reflexionar sobre
las consecuencias de la minería extractiva en descontrolada expansión animada por el
elevado precio del “oro azul” en el caso de nuestro archipiélago cuyos ecosistemas se
comprometerían, y del valor económico del oro en áreas de interés ambiental o cultural
objeto de mesas de inversionistas, como las que resuelven la suerte de los marmateños y
las que comprometen el agua de la ciudad a cambio de insulsas regalías, que para el oro
son 1/5 de las que recibe la Nación de las empresas petroleras o 1/3 de las que aplican
para el níquel y la sal.
que todo esto no se compadece con lo que recibimos por un metal no renovable y de
elevado precio ni compensa las consecuencias ambientales y sociales de dicha minería, al
tiempo que señalaba la necesidad de implementar políticas que le apuesten a la
incorporación de valor agregado como soporte para el desarrollo minero, tal cual lo
hicimos ayer al constituir Ecopetrol en este emblemático puerto para sentar soberanía
sobre el petróleo de Colombia, por ser mejor alternativa esa que la de optar por “entregar
la riqueza del subsuelo y mantener indicadores del 70% de pobreza en escenarios como
Barbacoas Nariño, Tibú Santander, Orito Putumayo, Cantagallo Bolívar y El Difícil en
Ariguaní Magdalena”. [Ref: La Patria, Manizales, 2011.08.15]
RESUMEN: A los 25 años del desastre de Armero asociado a la erupción del Volcán Nevado
del Ruiz, Colombia ha tenido avances, pero igualmente enfrenta retos como la amenaza
279
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
volcánica del Cerro Machín, que gravita fuertemente en poblados como Cajamarca y otros
más del Tolima: ¿qué hacer y cómo hacerlo?
Justo ahora cuando se cumplen 25 años de la erupción del Volcán Nevado del Ruiz
ocurrida el 13 de noviembre de 1985, mientras arrecia el invierno comprometiendo más de
500 municipios colombianos y damnificando a millón y medio de compatriotas, en Pasto,
donde brilla la ciencia desde siempre, quiero resaltar los invaluables aportes de la Dra.
Marta Lucia Calvache que como responsable de la Sub-Dirección de Ingeominas coordina
los esfuerzos de los vulcanólogos que atienden los 14 volcanes activos de Colombia,
aplicados a la difícil tarea de elaborar el soporte cartográfico, de monitoreo instrumental,
de investigación y de análisis conceptual de la amenaza, requerida para asegurar la no
ocurrencia de desastres volcánicos como el de Armero, tal cual ocurrió en abril de 2007al
haberse evacuado 4000 personas, tras haber anunciado una avalancha causada por la
erupción del Volcán Nevado del Huila, evento donde perecieron 12 personas.
Pero igualmente lo hago sin pasar por alto la grave “desgalerización” de la citada ciudad
del Valle de Atriz con la cual se desatienden las alarmas en las múltiples coyuntura del
vecino volcán, práctica que también empleó un sector retardatario de Manizales hace 25
años, preocupado más por la economía que por la vida de quienes estaban a merced del
Ruiz, ya que hoy deseo llamar la atención sobre la situación de los vecinos del Cerro
Machín, amenazados por riadas huracanadas de gas, polvo, arena y fragmentos rocosos
que a cientos de grados centígrados y superando la velocidad de un alud podrían arrasar
los poblados del lugar.
está ubicada a solo 8 km del Cerro Machín, sobre la vía Ibagué Armenia. Igualmente,
mientras la reubicación de Marmato se argumenta sobre la amenaza del lugar, el tema no
se ha considerado al tenor de la mina de oro La Colosa por la cual se han puesto los ojos
en el lugar.
deforestación, proteger las fuentes de agua, resolver los conflictos de uso del suelo,
mitigar la vulnerabilidad a los desastres hidrogeológicos y reducir las emisiones de gases
de efecto de invernadero, deberíamos revisar a fondo los Planes de Manejo de las Áreas
de Interés Ambiental, para verificar si existen instrumentos de alerta temprana y acción
oportuna en áreas críticas preestablecidas.
Imagen 5.15: Variación del pronóstico trimestral el ENSO, entre Abril-Mayo-Junio 2018 y
Diciembre-Enero-Febrero 2019. Fuente: IRI de Columbia, y CPC de la NOAA.
Por todos es sabido que el clima de la Tierra está cambiando: el calentamiento global
provocado por la deforestación y por la emisión de gases de invernadero, principalmente
el dióxido de carbono fruto del uso de combustibles fósiles además de otros gases como el
metano, que al evitar que los rayos solares puedan salir de la atmósfera, al modificar las
condiciones térmicas del planeta tendrán un impacto importante sobre el clima y nuestros
océanos, que producirá disturbios adicionales en la “máquina atmosférica” como la
intensificación de El Niño y La Niña, dos fenómenos asociados a las fases extremas del
ENSO que representan una amenaza para ecosistemas y regiones pobladas y vulnerables.
282
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
En el marco del calentamiento global, en el que los efectos de los eventos climáticos
extremos van en progreso, el Centro de Predicciones Climáticas CPC de la NOAA y el
Instituto Internacional de Investigación para el Clima y la Sociedad IRI, acaban de
anunciar que, conforme se acerque el invierno del hemisferio norte 2018-19, tendremos
más de un 50% de posibilidades de pasar de las actuales condiciones neutrales del ENSO,
a una fase seca o de El Niño, con lo cual, mientras en Perú y Ecuador se podrían presentar
inundaciones, en las regiones Andina y Caribe de Colombia la anomalía se traduciría en
sequías. La imagen anterior, muestra el escenario de estos pronósticos.
En consecuencia, para el caso colombiano en el corto plazo y para las regiones señaladas
que concentran la población y el PIB del país, lugares donde el clima es bimodal, de cara
al primer período seco del año entrante que inicia con el solsticio de diciembre de 2018 y
cierra con el equinoccio de marzo de 2019, dada la amenaza de un posible retorno de El
Niño provocando en la gran cuenca del Magdalena-Cauca una reducción significativa de
lluvias y caudales, y una disminución pronunciada de la humedad, de cumplirse dicho
pronóstico resulta imperativo señalar que cualquier alteración del clima que conduzca a
eventos climáticos extremos, como lo sería una sequía intensa y prolongada, traerá
impactos en el sector agrícola, agudizará las limitaciones de agua para generación
eléctrica y podría llevar al racionamiento del vital líquido para el consumo humano y
animal, además de facilitar la mayor ocurrencia de incendios forestales.
Veamos en la Imagen siguiente la dinámica aleatorias de las dos fases extremas del ENSO,
mostrando las característica propias de los fenómenos atmosféricos que no se puede
predecir tal cual se hace con los eclipses, sino que se pronostican al igual que la
ocurrencia de los sismos y las erupciones volcánicas.
283
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Imagen 5.16: Oscilaciones del ENSO entre 1950 y 2015, mostrando fases cálidas (rojas) y
frías (azules) de temperaturas anormales de la superficie del mar en el Océano Pacífico
tropical, por Kevin E. Trenberth.
El patrón climático de Colombia, al estar condicionado por la posición tropical del territorio,
la presencia de dos mares, las cuencas del Amazonas-Orinoco y la presencia de tres
cordilleras, ofrece una gran cantidad de microclimas y mesoclimas. Allí, los sistemas
orográficos condicionan los pisos térmicos; la humedad relativa del aire con una media
anual superior al 60%, tiene sus máximos en las regiones Pacífico y Amazónica, y los
mínimos en La Zona Centro del Tolima Grande y Guajira; y el régimen de precipitación
ofrece tres ciclos anuales, así: monomodal en la Orinoquía y Amazonía, bimodal en la
región Andina, y entre cuasimonomodal o cuasibimodal en la región Caribe.
La situación del país en caso de El Niño no es fácil, puesto que el agua espacialmente está
mal repartida: en la Región Andina sólo contamos con el 13% de las aguas superficiales y
subterráneas, y en la del Caribe pese a contar con el 36% del patrimonio hídrico, para la
Guajira resulta casi inexistente. Además, recordemos que con el cambio climático, en
medio siglo hemos perdido el 63 % del área glaciar, se están deteriorando los ecosistemas
coralinos, avanza la pérdida de playas por erosión costera y vemos las consecuencias de
desastres hidrogeológicos y climatológicos frecuentes y de importancia, como las avenidas
torrenciales de Salgar (2015) y Mocoa (2017), o las sequías en la tierra de los Wayuu
(2015) y en Casanare (2014) cobrando la vida de 20 mil chigüiros.
284
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Cuadro 5.2: Riesgos Específico y de Cúmulo para algunas amenazas, con su frecuencia
y área afectada
Fenómeno Posible Riesgo local o Riesgo total Frecuencia Área afectada
control específico o de cúmulo por siglo en km
2
285
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Si en una perspectiva general Colombia, que en menos de tres décadas perdió 6 millones
de hectáreas de bosques, y entre 2006 y 2014 contó 12.3 millones de damnificados por
desastres climáticos conexos a factores antrópicos según el DNP, buscando aliviar
semejante problemática trazó una Política Nacional de Cambio Climático, también el
Minambiente presentó en 2017 una estrategia a desarrollar durante los próximos años,
basada en estrategias que involucran el desarrollo urbano y rural, el manejo y
conservación de ecosistemas con los servicios que proveen, un minero-energético bajo en
carbono, y el desarrollo de infraestructura estratégica.
286
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Imagen 5.17: Campo de la Cruz, Atlántico, luego del rompimiento del Canal del Dique.
Justo con la llegada del equinoccio como inicio del período húmedo para el clima de la
región andina de Colombia, y cuando se informa la entrada en firme de La Niña que lo
agrava, en la XV Reunión de la Asociación Regional (AR III) de América del Sur que se
lleva a cabo en Bogotá D.C., Michel Jarraud, Secretario General de la Organización
Meteorológica Mundial OMM, ha recalcado la importancia y urgencia de promover medidas
para reducir la emisión de gases contaminantes causantes del efecto invernadero, y el
Director del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia
IDEAM, Ricardo Lozano, reconoce entre las prioridades y preocupaciones del actual
gobierno, la prevención de desastres generados por los fenómenos hidrometeorológicos.
Y no es para más: cuando apenas “empieza la función” con cerca de 70.000 hectáreas de
cultivos afectadas en Colombia por las fuertes lluvias e inundaciones, según el Ministerio
de Agricultura y Desarrollo Rural, se han perjudicado entre otras, plantaciones de arroz,
maíz, hortalizas y cereales en 65 municipios de 14 departamentos de la geografía
colombiana; e igualmente, mientras la Director de Socorro de la Cruz Roja Colombiana
entrega un balance de 770 mil damnificados por la ola invernal en 412 municipios de 27
departamentos, también se informa que ríos tan importantes como el Magdalena, el
Cauca, el Atrato y el San Jorge están ad portas de causar graves emergencias.
288
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Imagen 5.18: Coberturas y Susceptibilidad en la subcuenca alta del Río Chinchiná. Joan
Sebastián Londoño Q. (2019) – Corpocaldas _Corporación Aldea Global.
Justo en esta temporada invernal en la que el IDEAM, para prevenir los estragos de los
fuertes aguaceros y sus fenómenos colaterales, ha declarado en estado de alerta cientos
de municipios del país y en particular del Eje Cafetero, habrá que valorar y apoyar el pacto
promovido por Corpocaldas que soportado en el histórico acuerdo sectorial -no vinculante-
liderado por ganaderos de la microcuenca alta del río Chinchiná sobre el área de influencia
de la vía Manizales-Mariquita, donde la CAR hace eco al Plan de Desarrollo de Caldas y
reconoce el esfuerzo que viene haciendo el sector pecuario en dicho lugar desde años
atrás, buscando mejorar la producción del negocio ganadero a través del trabajo amigable
con el medio ambiente.
289
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Sabemos que la cuenca alta del Chinchiná, como proveedora de servicios ambientales para
Manizales y Villamaría y asiento de ecosistemas altoandinos y de páramos que albergan
especies endémicas vulnerables del país, además de ser estratégica para la frágil
conectividad vial y de las líneas vitales a cargo de instituciones del orden nacional como el
Invías, Isagén y Ecopetrol, es objeto de una política ambiental de Corpocaldas que
propende por mejorar la cubierta forestal para reducir la erosión y regular el agua,
mediante una reconversión productiva coherente con los lineamientos del ordenamiento
territorial del departamento, donde se contempla cerrar la brecha productiva del sector
rural, y enfrentar mediante la responsabilidad social y ambiental tanto los desafíos del
cambio climático como los conflictos socioambientales del desarrollo.
La gran cuenca del Río Chinchiná, gracias a Corpocaldas, Chec, Aguas de Manizales y
EMAS, desde 2017, viene siendo intervenida por “VivoCuenca” como instrumento de
financiamiento para la gestión ambiental y del patrimonio hídrico, como heredera del
programa “Pactos por la cuenca” creada como estrategia interinstitucional responsable del
fortalecimiento de la gobernanza forestal en este escenario conformado por tres
subcuencas: las de los ríos Chinchiná, Guacaica, y Claro, que bañan tierras en jurisdicción
de cinco municipios caldenses que conforman la Subregión Centro-Sur, donde se
concentran el 65% del PIB y el 56% de la población de Caldas y en la cual las empresas
ecoturísticas podrían aportarle un porcentaje significativo al empleo y a la economía
departamental.
El presente acuerdo sectorial privilegiando como zona piloto 8 mil 270 hectáreas extraídas
de dicho escenario, en el cual la apertura de caminos y la deforestación han dejado
pasivos ambientales asociados a la construcción de la vía al Magdalena (1939) y la
ampliación de la frontera agrícola emprendida desde la fundación de la ciudad, representa
el interés manifiesto de los ganaderos interesados en convocar a las instituciones
nacionales y en especial a la dirigencia de Caldas, Manizales y Villamaría, a sumar
esfuerzos para apalancar sus propuestas de mediano y largo plazo, que bajo la premisa de
la CAR de que se debe producir conservando y conservar produciendo, requieren
decisiones políticas de fondo.
De ahí la importancia de figuras como la zonificación del territorio, el concurso de la
academia, el pago de servicios ambientales, la expansión de servicios públicos esenciales y
las exenciones tributarias, como estrategias metodológicas y de complemento para
290
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
291
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
MANIZALES, 2017
http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
CONTENIDO: PDF (Presentación y Contenido) ; PDF (Capítulo 1 : Geotecnia) ; PDF (Capítulo 2 : Materiales
térreos) : PDF (Capítulo 3 : Erosión y movimientos en masa) ; PDF (Capítulo 4 : Análisis de estabilidad de
taludes) ; PDF (Capítulo 5 : Obras de estabilización de taludes) ; PDF (Capítulo 6 : estructuras de drenaje) ;
PDF (Capítulo 7 : Corrección de cauces torrenciales) ; PDF (Capítulo 8 : Coberturas vegetales) ; PDF
(Capítulo 9 : Estructuras de contención) ; PDF (Capítulo 10 : Auscultación de taludes) ; PDF (Bibliografía)
ANEXOS:
HOME:
http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
A la Universidad Nacional de Colombia en sus 150 años.
6. ESTRUCTURAS DE DRENAJE.
292
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
293
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
294
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
c. Cunetas
Las cunetas se construyen generalmente en sitios donde se ha efectuado un banqueo de tamaño
apreciable, como vías. La Figura 6.2 presenta la sección de dos cunetas típicas; la tabla 6.1 presenta
la capacidad de las cunetas típicas diseñadas para diferentes pendientes.
Figura 6.2.a. Sección típica para cuneta Figura 6.2 b. Sección típica de cuneta
vehicular peatonal
d. Zanjas colectoras
Las zanjas colectoras son canales localizados a media ladera, separados una distancia tal que impida
la formación de corrientes de agua que erosionen el talud a proteger. Es común ubicarlas con una
separación vertical entre 3 y 8 metros. Su dirección debe ser tal que descarguen las aguas en canales
colectores, cuando se trata de zonas de tratamientos de taludes o cuando no se tenga un cauce
natural definido y estable. La pendiente de la estructura debe garantizar el arrastre de sedimentos
de suelo, hojas y ramas. Se recomiendan pendientes entre 4% y 8%.
La Figura 6.3 presenta una sección típica de zanjas colectoras utilizadas en tratamientos de taludes
y la tabla 6.2 presenta el formato de cálculo para dimensionar una zanja colectora.
295
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Cuando por el talud atraviesa un drenaje natural estable, se dirige el sistema de zanjas colectoras
hacia él. Las zanjas colectoras se acostumbran acompañar con una berma que permita el tránsito de
una persona con la herramienta adecuada para realizar el mantenimiento necesario. Así mismo, el
ancho del fondo de la zanja debe permitir introducir una pala; en lo posible debe ser mayor de 25
centímetros. La capacidad y la velocidad del flujo en una zanja colectora es función de la sección
hidráulica y de la pendiente. El cálculo de la sección se soporta en la fórmula de Manning.
e.
e. Acequias de ladera.
Cuando se proyecta recuperar laderas de pendientes fuertes y prolongadas, desprovistas de
vegetación, la protección con vegetación es apoyada en el control que se ejerce sobre las aguas de
escorrentía a lo largo de la ladera.
Esta actividad se logra con la instalación de acequias a media ladera. La figura 6.4 presenta la sección
típica de una acequia a media ladera.
296
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
297
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
naturales de la erosión lineal ocasionada por las aguas de escorrentía concentradas. La ausencia o el
desbordamiento de una estructura son las causas de daños graves o de su destrucción y el avance
rápido de un proceso erosivo severo, comprometiendo, en el corto tiempo nuevas áreas.
Generalmente se establecen por líneas de drenaje o
cauces permanentes. También se construyen en las
laderas para captar las aguas de escorrentía que
bajan por la pendiente.
299
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
El tratamiento con canales se debe limitar a los sitios donde sea estrictamente necesario, como en el
caso zonas pobladas, en entregas de alcantarillas o en tramos de cauces inestables. Esto, porque son
muy costosos y reducen los tiempos de concentración.
Canal con pantallas deflectoras.
Son canales de disipación de energía que atienden caudales en laderas o cauces que estén dentro
de un rango entre 10 y 50% de pendiente. Estas estructuras permiten cambios de dirección y de
pendiente dentro de los rangos establecidos. El dimensionado de la estructura parte de la
determinación del caudal a atender. Con este se calcula el ancho de la estructura con el apoyo de las
siguientes fórmulas, desarrolladas en el laboratorio de Hidráulica de la Universidad Nacional de
Colombia Sede Manizales.
2 1
b 0,905 Q D
5
v prom 4,376 Q D
5
En donde
b: Ancho del canal,
QD: Caudal de diseño
Vprom: Velocidad del flujo en el canal.
0, 4
Qp
a 0,1 3
4,79 10
0, 2
Qp
v rap 3,01 3
4,79 10
0, 2
Qp
v prom 1,60 3
4,79 10
En donde:
a: es función de Qp
a: ancho del canal (m)
Qp: Caudal a atender (m3/seg)
Vrap: Velocidad del flujo en la rápida en función de Qp
Vrap: velocidad (m/seg)
Vprom: Velocidad promedio en función de Qp
301
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
302
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
6.4 Alcantarillas
Son estructuras empleadas en la conducción de aguas desde laderas o cuencas superiores de una
vía, hacia las inferiores. Las alcantarillas pueden ser en concreto simple o reforzado, en tuberías de
acero, PVC o alcantarillas de cajón en concreto reforzado. Estas estructuras están dotadas de un
303
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
encole encargado de reunir las aguas de escorrentía y freáticas en el inicio de la alcantarilla, y puede
ser una caja o poceta, o aletas y enrocado de fondo, y el descole o descarga de la alcantarilla son
por lo general aletas y enrocado de fondo o un canal cuando se trata de una ladera.
Una alcantarilla se puede sedimentar en el encole, cuando el caudal de sólidos es alto y la corriente
sufre pérdida de energía hasta depositar los sólidos. El descole corre riesgo por socavación cuando
éste no está protegido, o la entrega se realiza a media ladera o sobre suelos erodables, casos donde
se recomienda la construcción de canales de descole para conducir y disponer las aguas en sitios
seguros.
La localización de una alcantarillas requiere la revisión de los siguientes detalles: que coincida en lo
posible con un drenaje natural, si no es posible se dota de estructuras que permitan en acceso de
las aguas, se deben disminuir las turbulencias del flujo, la velocidad interior debe ser igual o mayor
a la velocidad de la corriente en condiciones naturales e inferior a la velocidad límite erosionable que
soporta el material de la tubería.
Las alcantarillas se ajustan a las condiciones topográficas e hidráulicas haciendo de cada diseño un
caso particular. Las características topográficas de nuestras montañas forman cuencas con áreas y
caudales relativamente reducidos dando como resultado tuberías de diámetros reducidos; sin
embargo, no es recomendable diseñar alcantarillas de vías con diámetros inferiores a 90 cm, ya que
la tubería debe permitir el paso de palos, piedras y residuos vegetales.
Además de la capacidad de la conducción, es conveniente verificar las velocidades del flujo necesarias
para transportar sólidos en suspensión, debiéndose prever las condiciones mínimas razonables para
evitar sedimentación. Las alcantarillas se diseñan como escurrimiento con superficie libre.
6.4.1. Rugosidad en las tuberías
Para el diseño se adoptan preferiblemente los coeficientes de rugosidad de Manning para conductos
cerrados a tubo lleno, o en caso de secciones semejantes de acuerdo con la tabla 6.4.
Tabla 6.4 Coeficiente de rugosidad en tuberías de varios materiales.
MANNING
MATERIAL
n
Tubos de concreto simple prefabricados 0,014
Tubos de concreto reforzado prefabricados 0,013
Tubos de gres de resistencia normal 0,014
Tubos de Asbesto-cemento 0,012
Canales revestidos en concreto 0,014
Mortero 0,013
Concreto bien acabado 0,013
Concreto con acabado deficiente 0,015
Sin acabado 0,017
304
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
1 23
V R s
n
En donde:
V: Velocidad del flujo
R: radio hidráulico
s: pendiente en tanto por uno.
n: Coeficiente de rugosidad de Manning.
Q V A
En donde:
Q: caudal
V: Velocidad del flujo
A: Área de la sección hidráulica.
Los cálculos se realizan para tubería llena y se procede a determinar las condiciones del flujo en
tuberías parcialmente llenas por medio de las relaciones hidráulicas de los conductos.
Para caudales altos se debe tener la precaución de construir una estructura de disipación a la salida
de la alcantarilla. Se debe tener especial cuidado con la calidad del apoyo y del relleno de la zanja,
pues de ellos depende en gran medida la vida útil de la tubería y la estabilidad de una estructura
como una vía.
Tabla 6.5 Relaciones hidráulicas en conductos circulares. Coeficiente de rugosidad (n) variable
Q/Qo h/D V/Vo d/D Q/Qo h/D V/Vo d/D Q/Qo h/D V/Vo d/D
0.00 0.000 0.000 0.000 0.35 0.365 0.775 0.465 0.70 0.635 0.950 0.695
0.01 0.045 0.279 0.070 0.36 0.370 0.780 0.470 0.71 0.645 0.955 0.700
0.02 0.067 0.340 0.100 0.37 0.375 0.785 0.475 0.72 0.655 0.960 0.710
305
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
0.03 0.082 0.376 0.115 0.38 0.380 0.790 0.485 0.73 0.665 0.962 0.715
0.04 0.100 0.415 0.150 0.39 0.385 0.795 0.490 0.74 0.675 0.965 0.720
0.05 0.111 0.437 0.170 0.40 0.390 0.800 0.500 0.75 0.685 0.970 0.730
0.06 0.122 0.458 0.180 0.41 0.400 0.810 0.505 0.76 0.695 0.975 0.735
0.07 0.133 0.478 0.195 0.42 0.407 0.815 0.515 0.77 0.705 0.977 0.740
0.08 0.145 0.499 0.210 0.43 0.414 0.820 0.520 0.78 0.720 0.980 0.745
0.09 0.156 0.517 0.225 0.44 0.420 0.825 0.525 0.79 0.730 0.982 0.752
0.10 0.166 0.533 0.235 0.45 0.430 0.830 0.530 0.80 0.740 0.985 0.760
0.11 0.174 0.545 0.247 0.46 0.438 0.835 0.540 0.81 0.750 0.990 0.765
0.12 0.184 0.560 0.260 0.47 0.444 0.840 0.545 0.82 0.765 0.992 0.770
0.13 0.193 0.573 0.273 0.48 0.450 0.845 0.555 0.83 0.785 1.000 0.780
0.14 0.204 0.589 0.285 0.49 0.457 0.850 0.560 0.84 0.795 1.000 0.785
0.15 0.212 0.600 0.294 0.50 0.463 0.855 0.565 0.85 0.810 1.002 0.790
0.16 0.221 0.612 0.300 0.51 0.469 0.860 0.570 0.86 0.825 1.005 0.798
0.17 0.230 0.624 0.315 0.52 0.481 0.870 0.580 0.87 0.840 1.008 0.805
0.18 0.237 0.633 0.325 0.53 0.488 0.875 0.585 0.88 0.860 1.010 0.810
0.19 0.246 0.644 0.335 0.54 0.495 0.880 0.595 0.89 0.880 1.015 0.820
0.20 0.253 0.653 0.345 0.55 0.505 0.885 0.600 0.90 0.895 1.018 0.825
0.21 0.262 0.664 0.353 0.56 0.511 0.890 0.605 0.91 0.915 1.020 0.830
0.22 0.270 0.674 0.360 0.57 0.519 0.895 0.610 0.92 0.940 1.025 0.838
0.23 0.277 0.682 0.370 0.58 0.525 0.900 0.620 0.93 0.975 1.028 0.845
0.24 0.285 0.691 0.380 0.59 0.538 0.905 0.625 0.94 0.990 1.030 0.850
0.25 0.292 0.699 0.386 0.60 0.545 0.907 0.630 0.95 1.030 1.035 0.869
0.26 0.300 0.708 0.396 0.61 0.550 0.910 0.635 0.96 1.050 1.035 0.865
0.27 0.308 0.717 0.405 0.62 0.558 0.915 0.645 0.97 1.100 1.040 0.875
0.28 0.312 0.721 0.410 0.63 0.566 0.920 0.650 0.98 1.130 1.045 0.885
0.29 0.320 0.730 0.420 0.64 0.575 0.925 0.657 0.99 1.190 1.047 0.895
0.30 0.330 0.740 0.430 0.65 0.585 0.930 0.662 1.00 1.230 1.050 0.900
0.31 0.335 0.745 0.435 0.66 0.595 0.935 0.670 1.01 1.280 1.052 0.910
0.32 0.340 0.750 0.440 0.67 0.600 0.937 0.675 1.02 1.35 1.053 0.925
0.33 0.350 0.760 0.450 0.68 0.610 0.940 0.682 1.03 1.400 1.053 0.935
0.34 0.360 0.770 0.460 0.69 0.625 0.945 0.690 1.04 1.480 1.054 0.936
Tabla 6.6 Velocidad máxima del flujo según los materiales de los tubos.
VELOCIDAD
MATERIAL
m./seg.
Concreto simple 6,00
Gres 6,00
Concreto reforzado 2.500 psi 7,00
Concreto reforzado 3.000 psi 7,00
Si a lo largo del tramo de alcantarillado la velocidad del flujo es mayor que la máxima recomendada, se
calcula en qué punto del tramo donde se presenta ésta última, y hace disipación en ese punto del exceso
de energía producido.
***
Imagen 6.10. Pronósticos del Calentamiento Global (Apod.NASA.gov) y usos conflictivos del suelo
en Caldas (Corpocaldas).
RESUMEN: Ahora que afrontamos los graves retos en relación con un calentamiento global
que compromete el patrimonio hídrico, habrá que hacer ajustes y trazar nuevos enfoques en
las políticas públicas, en el ordenamiento territorial y en materia de adaptación al cambio
climático, dotando dichos instrumentos de una orientación socio-ambiental, y redefiniendo el
verdadero carácter del agua, el suelo y la biodiversidad erróneamente considerados un
recurso y como tal un objeto de mercado, y no un patrimonio inalienable.
307
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Si entre los objetivos del milenio, aparecen la lucha contra la pobreza, el hambre, las
enfermedades y la degradación del medio ambiente, cabría subrayar la meta establecida para
el 2015, de reducir a la mitad la proporción de personas sin acceso al agua potable y a
servicios básicos de saneamiento, ahora que afrontamos los graves retos en relación con un
calentamiento global que compromete el patrimonio hídrico en Colombia, un país en el que el
50% del agua es de mala calidad y donde aparecen regiones con acceso limitado al vital
líquido, a pesar de una enorme oferta hídrica que en 1990 por volumen de agua y por unidad
de superficie, llegó a ocupar el cuarto puesto a nivel mundial.
Si la pluviosidad media anual por regiones en Colombia al pasar de 10 mil mm a 800 mm,
varía hasta 8 veces entre el alto San Juan del Chocó y la Península de la Guajira, también
existe asimetría de oferta hídrica entre la gran cuenca del Cauca-Magdalena, que cubre el
23,6% del suelo continental de la patria y que al drenar 8 mil metros cúbicos por segundo
participa con el 12% del agua del país, y el resto del territorio donde habita el 32% de la
población colombiana que dispone del 89% del patrimonio hídrico restante.
Y ante ese panorama, ¿cómo estamos? Creo que a pesar de los grandes esfuerzos
institucionales, al examinar los indicadores fundamentales, no muy bien: en los años
precedentes la deforestación venía cobrado más de 200 mil hectáreas, en parte para la
expansión de cultivos de palma de aceite en Caquetá, acción depredadora que equivale a
destruir un río de la patria cada año; también, porque en la Guajira donde las sequías
siempre acechan, las lluvias no llegaron en los últimos tres años, o porque en 80 municipios
308
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Habrá que hacer ajustes y trazar nuevos enfoques en las políticas públicas del país y en el
ordenamiento territorial en materia de adaptación al cambio climático, dotándolas de una
orientación socio-ambiental, y redefiniendo el verdadero carácter del agua, el suelo y la
biodiversidad, erróneamente considerados un recurso y como tal un objeto de mercado, y no
un patrimonio inalienable, puesto que de lo contrario además de hacer inviable el territorio,
en uno o dos siglos como máximo, en nombre de un modelo de desarrollo deshumanizado y
centrado en el crecimiento económico, por las falencias de un Estado débil y una sociedad
indolente y no previsiva, habremos agotado la biodiversidad del país.
En atención al interés nacional por las expectativas sobre la temporada invernal que año tras
año se inicia con los equinoccios, y por conocer los niveles de preparación para enfrentarla
tras los conocidos eventos que asolaron a Colombia durante La Niña 2010/11, resulta
importante señalar los pronósticos sobre el clima y presentar algunos elementos clave, sobre
cómo está amenazada y preparada Colombia.
309
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
En atención al interés nacional por las expectativas sobre la temporada invernal que año tras
año se inicia con el equinoccio del 22 de septiembre, y por conocer los niveles de preparación
para enfrentarla tras los conocidos eventos que asolaron a Colombia durante La Niña
2010/11, resulta importante señalar los pronósticos sobre el clima y presentar algunos
elementos clave, sobre cómo está amenazada y preparada Colombia.
Para lo primero: debe señalarse que tras el final de La Niña 2010/11 cuya intensidad ha sido
de moderada a fuerte, desde mayo de 2011 han seguido unas condiciones neutrales hasta
principios de agosto, cuando cambian hacia otras para La Niña débil. Para lo segundo,
francamente se han dado cambios organizacionales en el Estado y creado los instrumentos
idóneos, pero a la magnitud y naturaleza del problema se suma la deficiencia estructural que
parte de una cultura organizacional de improvisaciones, consecuencia de niveles de
información deficientes para el análisis oportuno y acertado de las acciones.
Figura 6.11. Anomalías térmicas para el ENSO en el Pacífico ecuatorial a Sep. 10 de 2011,
calculadas con respecto a los promedios semanales de 1971-2000, mostrando las condiciones
de La Niña débil: zonas frías en azul frente a Latinoamérica América y cálidas en rojo hacia
Indonesia. Fuente: cpc.ncep.noaa.gov
La Niña y El Niño no son un desastre, sólo son un fenómeno natural dual definido como El
ENSO por ser una oscilación cíclica y natural de la temperatura en la superficie del Pacífico,
cuyos máximos y mínimos determinan El Niño y La Niña en su orden; pero otra cosa es el
Calentamiento Global del planeta aún en curso, donde la acción antrópica con el efecto
invernadero ha mediado por ser quien altera la magnitud de dicho fenómeno como factor
310
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
determínate del Clima global, que al exacerbarlo irá causando inviernos con lluvias
torrenciales e inundaciones severas, o sequías intensas y huracanes más devastadores,
según el caso.
El escenario y la amenaza
Mientras en la zona Norte y Oriental del país el clima es monomodal, en la andina o central
es bimodal al presentar dos temporadas invernales que se inician con los equinoccios (Marzo
2 y Septiembre 22) y dos veraniegas que empiezan con los solsticios (Junio 21 y Diciembre
22). En la zona andina colombiana, cuando tenemos La Niña las temporadas de invierno y
verano se hacen más húmedas, y cuando estamos en El Niño, ambas son más secas pero
también en ellas los huracanes arrecian por el Caribe con mayor frecuencia e intensidad.
Veamos las zonas del país más expuestas a los diferentes desastres por eventos de primero,
segundo y tercer orden, asociados con el Cambio Climático.
La Niña y El Niño:
Nivel Alto, Departamentos Andinos, Pacífico y Caribe continental. / Nivel Medio a Bajo, San Andrés.
Amazonía y Orinoquía.
311
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Incendios forestales:
Nivel Alto, Nivel Región Andina. / Nivel Medio a Bajo, Regiones Pacífico, Amazonía, Orinoquía y
Caribe.
Huracanes Fuertes:
Nivel Alto, Nivel San Andrés y Providencia. Caribe continental. / Nivel Medio a Bajo, Santanderes,
Boyacá, Antioquia, Chocó.
Inundaciones súbitas:
Nivel Alto, Todos los Departamentos Andinos y de la Sierra Nevada / Nivel Medio a Bajo, Regiones
con torrentes del relieve menor.
Inundaciones lentas:
Nivel Alto, Valles interandinos del Chocó y hoyas del Cauca y Magdalena. Región Sinú-San Jorge.
Llanuras, Sabanas y Altiplanos. / Nivel Medio a Bajo, Región Andina.
Deslizamientos de tierra o roca:
Nivel Alto, Departamentos Andinos y Sierra Nevada de Santa Marta. / Nivel Medio a Bajo, Regiones
con laderas del relieve menor.
Heladas:
Nivel Alto, Altiplanos Cundi-boyacence y Región de Túquerres e Ipiales. / Nivel Medio a Bajo,
Paramos de Antioquia, y de la Cordillera Central entre el Eje Cafetero y Valle del Cauca.
Cuadro 6.9- La Amenaza en Colombia: ¿dónde y cómo? Adaptado de: Amenazas naturales
en los Andes de Colombia. Duque Escobar, Gonzalo (2007) U.N. de Col.
Figura 6.12- Pronóstico sobre la Probabilidad para los estados del fenómeno ENSO: La Niña,
Neutral y El Niño. Fuente iri.columbia.edu/
312
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Lo grave del pasado evento y de ahí el temor, es que a pesar de no encontrar grandes
diferencias en las anomalías térmicas del Pacífico Ecuatorial entre Las Niñas 2007/08 y
2010/11, los daños ocasionados para Colombia en cada caso sí fueron sustancialmente
diferentes: mientras en La Niña 2007/08 las cifras llegaron a decenas de miles de
damnificados en algo más de un centenar de municipios colombianos, en La Niña 2010/11
ascendió a unos dos y medio millones de damnificados con daños severos a cientos de
municipios, de los cuales cerca de tres decenas de cabeceras requieren reasentamiento,
como es el caso de Gramalote.
313
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
A esto se suma, la expedición del Decreto de Emergencia Nº 144 del 21 de enero de 2011
para los Planes Municipales de Reducción de Riesgos, y el fortalecimiento del Sistema
Nacional de Prevención y Atención de Desastres SNPAD al crear un ente de mayor jerarquía y
proyección con la Dirección General del Riego, además de la incorporación de la Gestión del
Riesgo en los Planes de Desarrollo a la luz de la Ley 152 de 1994 y la expedición de la Ley
1454 de 28 de junio del 2011 para el ordenamiento territorial, donde se incorpora la Gestión
del Riesgo en los procesos de revisión y ajuste de los Planes de Ordenamiento Territorial y se
contempla la asociación de las CAR y de los entes territoriales, para emprender acciones de
planificación y gestión de los desastres.
Referencias.
Amenazas naturales en los Andes de Colombia GDE (2007) U.N. de Col., en:
http://www.bdigital.unal.edu.co/1579/1/amn-and-colombia.pdf
Calentamiento global en Colombia. GDE (2011). U.N. de Col., en:
http://www.bdigital.unal.edu.co/3673/1/gonzaloduqueescobar.201138.pdf
Enso histórico. NOAA, en:
http://www.cpc.noaa.gov/products/analysis_monitoring/ensostuff/ensoyears.shtml
Pronostico evento Enso. IRI, en:
http://iri.columbia.edu/climate/ENSO/currentinfo/update.html
314
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Los pronósticos
Los pronósticos de la Organización Meteorológica Mundial y organismos como el International
Research Institute for Climate and Society (IRI) o el Climate Prediction Center (CPC) del
gobierno de Estados Unidos siguen pronosticando “normalidad” – o “condiciones del “El
Niño-Southern Oscillation” (ENSO) de carácter neutral durante el verano del hemisferio norte.
En Colombia sin embargo se han presentado sequías intensas y además fuertes heladas en
ciertas partes del Altiplano Cundiboyacense – cuya extensión, 220 mil hectáreas, es igual a la
del fértil valle del río Cauca-. Aunque los modelos habían anticipado escenarios climáticos
“neutrales” para este verano, hoy se estima que dichas condiciones podrían cambiar hacia un
episodio de El Niño para finales del año en curso.
El problema
Después del riesgo de inundaciones y deslizamientos en temporadas invernales -que
coinciden con la fase húmeda del ENSO conocida como La Niña- Colombia enfrenta el riesgo
de las sequías que se asocian con El Niño -un fenómeno atmosférico exacerbado por el
cambio climático-.
315
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
De aquí a su vez tienden a resultar las heladas en los altiplanos andinos, que ocupan el 7%
de la superficie agropecuaria colombiana y conllevarían pérdidas económicas para 1.758.000
habitantes expuestos (3,6% del total nacional), particularmente en actividades como la
producción de leche en praderas, y los monocultivos a cielo abierto de cereales, hortalizas,
frutas, flores, papa y otros perecederos.
Estas heladas pueden resultar de una corriente de aire frío, o pueden ser mayores si resultan
de un estado de alta presión atmosférica con vientos en calma. También existen heladas de
irradiación térmica, sobre todo en altiplanos, cuando el terreno se enfría durante la noche
porque el calor ha subido hacia la atmósfera sin presencia de nubes, lo cual intensifica las
heladas en la madrugada.
Ahora bien, para valorar el grado de exposición a las heladas hay que tener en cuenta:
La altitud del territorio, ya que la temperatura disminuye 6°C por cada mil metros sobre el
nivel del mar (msnm), de modo que el riesgo es Alto sobre los 3000 msnm, Moderado entre
2800 y 3000 msnm, y Bajo entre 2500 y 2800 msnm;
317
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Según la Comunidad Andina, entre 1970 y 2007 se reportaron 639 casos de heladas en la
región con diversos niveles de pérdidas en población, cultivos y ganadería, distribuidos así:
553 eventos corresponden a Perú -dada la mayor extensión territorial y población expuesta-,
35 a Bolivia, 40 a Colombia y 11 a Ecuador (Cuadro adjunto).
Las heladas en Colombia afectan áreas localizadas a más de 2500 msnm -como el Altiplano
318
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Central-, principalmente en los meses secos del año. Estas heladas han ocasionado pérdidas
Entre 1978 y 2007, los municipios más afectados según el número total de heladas fueron
Sogamoso (200 heladas), Tenjo (270), Zipaquirá (240), Sopó (200), Mosquera (100) y
registros por debajo de -8° Celsius y afectaron cerca de 160 mil hectáreas.
¿Qué hacer?
El pronóstico cuantitativo de las heladas puede hacerse con métodos estadísticos distintos,
como decir los métodos de Katz, Murphy y Winkler (1982) y el método de Allen (1957). Este
último estima la Temperatura mínima en función del punto de rocío y porcentaje de humedad
relativa, medidos dos horas antes de la puesta de Sol. El método anterior permitiría
pronosticar la temperatura mínima para las noches de heladas con cielo despejado y viento
en calma.
Es importante el pronóstico para poner en marcha los métodos activos de protección contra
Los riegos por aspersión cerrando el día para bajar las temperaturas en el predio;
considerablemente el riesgo;
El calentamiento del aire y la plantación para mantener los tejidos vegetales por
319
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Hay por supuesto que evaluar el costo- beneficio de las opciones anteriores, pero además
hay que pensar en las medidas preventivas, entre las cuales se destacan:
heladas;
Eliminar la floración precoz para que no coincida con la época de heladas, usando
Utilizar cercas de plantas para evitar los flujos de aire frío sobre el cultivo;
pérdida de energía; y
Técnicas de cultivo como la compactación del terreno para sacar el aire contenido en
320
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
cuenta de dicho fenómeno, las causas del cambio climático deben tener un origen
fundamentalmente antrópico.
Cuando hablamos del clima, nos referimos a las condiciones de la atmósfera en una región,
durante un periodo de largo plazo; no obstante a nivel global, el Sol puede influir en el clima
de diversas maneras, incidiendo sobre la temperatura, la humedad, la precipitación, la
presión y los vientos de un determinado territorio, así estos elementos estén determinados
por factores como la latitud, la altitud, el relieve y la distancia al mar. A modo de ejemplo, el
agujero en la capa de ozono descubierto sobre la Antártida en 1985, no sólo parece ser
provocado por la actividad humana, sino también por los rayos ultravioletas provenientes del
321
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Sol: al debilitarse el efecto fotoquímico con la destrucción de esta capa que filtra la radiación
solar, la alta energía incidente que llega a la Tierra modifica nuestro clima, de la misma
forma en que lo venimos haciendo con la actividad antrópica durante el último siglo.
Con sus dinámicas estelares, tales como el ciclo de 11 años de las manchas solares, el Sol
modifica la estructura del campo magnético de nuestro planeta, presentándose la expansión
y contracción de la atmósfera terrestre, con las variaciones en las temperaturas y densidades
de la magnetosfera. Evidentemente, la imposibilidad de una predicción a largo plazo del
comportamiento solar, así sea teórica, es que al ser la actividad solar un fenómeno caótico,
en lugar de predicciones lo que procede es la elaboración de pronósticos. Este tipo de
estimaciones, propio para cualquier fenómeno caracterizado por las incertidumbres, se
dificulta en el caso del Sol, por el desconocimiento exacto del campo magnético solar y por la
falta de registros históricos sobre radiación solar y rayos cósmicos, así la relación entre
cambios de luminosidad solar y energía recibida en la Tierra, sea prácticamente lineal.
Para ilustrar los cambios del clima que se han dado en todas las escalas de tiempo, a lo largo
de la historia de la Tierra, tenemos además de las cinco grandes glaciaciones, cuyo último
evento ocurrió en el Cuaternario, dos situaciones antagónicas y recientes: una, la “pequeña
glaciación” asociada a un periodo frío ocurrido entre 1550 y 1850, en el que se presentaron
tres picos fríos (1650, 1770 y 1850), pequeña edad del hielo acompañada de lluvias que
coincidió con un período de baja actividad en las manchas solares. Y dos, el actual
“calentamiento global” un efecto invernadero de celeridad excepcional ocurrido en los últimos
50 años, en el que la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera ha alcanzado un
nivel sin precedentes en los últimos de 500 mil años, fenómeno cuya característica
fundamental es la ocurrencia de eventos climáticos extremos.
Para mostrar el alcance de la actual problemática, dos escenarios. El Ártico, está en peligro
por el calentamiento global: el fenómeno facilita actividades depredadoras que amenazan
esta “última frontera”, tales como prospecciones petroleras, pesca industrial y tráfico
interoceánico. Degradar dicho ecosistema, traerá consecuencias insospechadas como
elevación del nivel del mar, erosión costera y temporales. Y la Amazonía, donde el cambio
climático y la deforestación comprometen este ecosistema que alberga el 30% de la
322
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
biodiversidad de la Tierra; allí donde la selva se transforma en sabana, los apetitos del
mercado presionan por los recursos del tercer reservorio de materias primas estratégicas del
planeta, después del Oriente Medio y la Antártida. La degradación de la Amazonía traerá
consecuencias trágicas para los pueblos indígenas que la habitan y para la biodiversidad,
además de severas afectaciones climáticas globales.
…
6.5.5- Una agenda pública para Manizales
323
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
hábitat la ciudad muestra que ya no es el poblado amable de mediados del siglo XX, sino una
pequeña urbe de guetos duales donde la periferia se reparte: de un lado en los condominios
cerrados, enverdecidos y con vías de acceso pero sin funciones significativas, allí donde los
estratos altos se protegen de la entropía social expresada en una masas de desposeídos, la
que del otro lado habita en guetos de estructura tugurizada ubicados en las zonas de riesgo,
lugares donde el tejido social casi ha colapsado, la sociedad se ha fragmentado y la pobreza
extrema arrincona a las personas entre la informalidad y la delincuencia. Aquí la propuesta es
que la ciudad descentralice sus funciones, enriqueciendo la infraestructura periurbana
popular para desarrollar ciudadelas autosuficientes que posibiliten el desarrollo del tejido
social en las comunas de bajos estratos, equilibrando el equipamiento urbano con obras
sociales, culturales, recreativas y de servicios.
En lo social, esta Manizales, ayer pujante, solidaria y laboriosa, pero hoy sin alternativas y
afectada por las contradicciones que afectan a las sociedades de consumo en los escenarios
urbanos, muestra señales de creciente deterioro, como los de la delincuencia juvenil,
drogadicción y la preocupante proporción de personas en edad productiva que nutre las
legiones de desempleados; y peor aún, el que la mitad de los niños esté desnutrida según
información del Foro por Caldas, guarda coherencia con el hallazgo de un 85% de población
que padece hambre en las muestras de dos capitales colombianas y dos escenarios rurales
de Cundinamarca (UN Periódico Nº 140). Así que a modo de propuesta, en lo social habrá
que priorizar el desarrollo del capital humano sobre el crecimiento económico, máxime ahora
cuando los actores sociales han decidido apostarle al conocimiento como estrategia de
desarrollo, en Manizales.
de una revolución industrial cada vez menos intensiva en mano de obra. Por lo tanto, para
esta dimensión indudablemente, tras aplicar la estrategia educativa habrá que apostarle a la
ciencia, la tecnología y la innovación, como también a la cultura para integrar valores y
saberes al conocimiento, buscando reconvertir el aparato productivo.
En resumen, habrá que decir que cualquier sociedad siempre tendrá la fuerza para emerger
de sus cenizas, siempre y cuando tenga la capacidad de creer en las personas; sólo que el
camino para Manizales será más arduo cuanto más tarde en decidirse la sociedad civil de esta
ciudad que nos invita a defenderla para no padecer más desgracias. [Ref: LA PATRIA,
Manizales, 2010-02-28]
325
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Imagen 6.17: Imagen: Cerro Bravo en primer plano y Parque de los Nevados al fondo.
Gustavo Wilches Chaux, en: http://wilchesviajerofrecuente.blogspot.com
La actual crisis volcánica que plantea el Nevado del Ruiz a raíz de una alerta naranja que
obliga a considerar una probable erupción en días o semanas, sumada a la seria amenaza
que se infiere de la actividad del volcán Cerro Machín donde sobresale la preocupante
ubicación de Cajamarca, y las frecuentes crisis del volcán Galeras con el consecuente riesgo
para Pasto y varios poblados vecinos, son tres hechos notables que invitan a revisar los
temas de la gestión del riesgo volcánico en Colombia, país donde alrededor de quince
volcanes acechan, entre ellos los del segmento más septentrional de los Andes colombianos
con importantes escenarios de riesgo de interés para el Eje Cafetero y Tolima.
Por lo tanto, para entrar a un tema particular de la previsión de los desastres que obliga a ser
tenida en cuenta en las políticas públicas ambientales, me permito señalar dos
consideraciones para el riesgo volcánico: uno, la previsión a corto plazo que se relaciona con
el proceso magmático donde entran el monitoreo volcánico y la definición del modelo
eruptivo; y dos, la previsión general que se materializa en los mapas de amenaza para
326
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Lo anterior, porque tras haber advertido en las solicitudes de los alcaldes del área de
influencia del Ruiz que se reclamaban recursos para atender la emergencia planteada por una
exposición que debió merecer acciones concretas como haber estado resolviendo la
ocupación conflictiva en las zonas de alto riesgo volcánico, se puede colegir ahora que en los
precedentes planes de desarrollo y ordenamiento territorial no se había contemplado la
mitigación de la vulnerabilidad en las áreas amenazadas, donde los eventos contundentes y
altamente probables señalados desde años atrás podrían “echar al traste” los frutos de la
loable y muy difícil labor desarrollada oportuna e ininterrumpidamente por los científicos del
Ingeominas, iniciada tras el desastre de Armero del 13 de noviembre de 1985 en varios
volcanes colombianos como el Galeras, el Huila, el Ruiz y el Cerro Machín, entre otros.
Ahora el desafío para las Corporaciones Regionales Autónomas y los diferentes entes
territoriales colombianos en cuya jurisdicción entran los fenómenos volcánicos que ameritan
acciones, es entrar al terreno de la previsión general durante los períodos de calma para
aplicar las medidas correspondientes de acuerdo a los respectivos mapas de amenaza
volcánica, y proceder así con los planes del caso para implementar un modelo de ocupación
no conflictiva del suelo y de exposición aceptable al riesgo volcánico, dado que la utilidad de
dicha cartografía no debe restringirse únicamente al manejo de las coyunturas en tiempos de
crisis, períodos en los que estos mapas también resultan fundamentales para desarrollar
planes de defensa civil y administración de recursos, a partir de una evaluación previa de la
vulnerabilidad evento por evento.
Notas al margen:
1- Las amenazas volcánicas más probables que debe atender Manizales en su zona
urbana, donde equivocadamente se piensa en sismos intensos que a 30 km del volcán se
atenúan y por lo cual las evacuaciones no proceden, es el efecto de las cenizas si
eventualmente resultara desfavorable la dirección del viento. Semejante fenómeno obliga a
resguardarse para proteger los ojos y vías respiratorias en un ambiente oscuro y turbio con
descargas eléctricas y probablemente lluvias intensas, todo consecuencia de la erupción, y en
327
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
el que las cenizas podrían impedir el tráfico al bloquear las vías y afectar los motores de
combustión.
2- Sí lo normal del Ruiz como volcán activo es erupcionar, parece sensato esperar eventos
cuya ocurrencia solo se pueden pronosticar pero no predecir, y cuyo alcance espacial
esperado en el caso de este volcán obliga atender las previsiones señaladas en el actual
mapa de amenazas volcánicas, dado que la erupción del 13 de noviembre de 1985 alcanzó
apenas un volumen de 1/10 de kilómetro cúbico, cuantía 10 a 20 veces menor en
comparación con los eventos históricos de 1595 y 1845. Y sobre la erupción del
Ruiz ocurrida el 12 de marzo de 1595, Fray Pedro Simón desde Cartago (Pereira) cuenta que
habiendo amanecido el día despejado, tras el evento el cielo se oscurece a tal punto que no
se puede leer una carta, produciéndose una capa de ceniza que al día siguiente alcanza una
cuarta de espesor.
Imagen 6.18: Períodos geológicos según The British Geolodical Survey, y Luces urbanas en
La Tierra por investigadores de NASA GSFC y NOAA NGDC.
328
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
RESUMEN: “Antropoceno”, término que proviene del griego “anthropos” (hombre) y “kainos”
(nuevo), designa un nuevo período en el que la historia del planeta y la historia humana
confluyen y se entrelazan, o una época en la que los humanos actuando como una fuerza a
escala planetaria, provocamos un cambio ambiental sin precedentes. Veamos en que consiste
la dual expresión que no sólo invita a pensar en sus orígenes sino también en nuestro futuro.
Así se trate de sustituir el Holoceno que es la época posglaciar que surge hace 11700 años
como subperíodo del Cuaternario en la historia terrestre, o de insertar una subdivisión al
Holoceno, para empezar veamos, entre otros impactos de la especie humana que servirían de
punto de partida, el cambio climático antropogénico, ya como fenómeno que podría estar
asociado al surgimiento de la Revolución Agrícola ocurrida entre 12000 a 15000 años atrás;
como un fruto de la Revolución Industrial del Siglo XVIII, o como una consecuencia de la
Gran Aceleración de 1945.
329
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Dos, en cuanto a la Revolución Industrial relacionada con la era del vapor, por tratarse de la
mayor transformación de la humanidad desde el Neolítico, fruto del cambio de una economía
rural basada fundamentalmente en la agricultura y el comercio, a otra economía de carácter
urbana, industrializada y mecanizada, lo que conduce a un incremento espectacular de la
población y del percápita a partir de 1800 como nunca en la historia. No obstante, algunos
investigadores contra argumentan que las implicaciones ambientales, fueron graduales.
Si algo en común tienen algunos de estos fenómenos, sin capa rocosa como testimonio, es
que varias de las consecuencias más sobresalientes se asocian a las emisiones de CO2, o a
eventos de naturaleza funesta, donde sobresale el actual modelo energívoro y consumista
que se expresa en una huella hídrica y ecológica que supera la biocapacidad del Planeta,
razón por la cual, el fin de este Antropoceno podría marcarlo el cambio de nuestro modelo de
desarrollo, si es que no queremos la desaparición de la vida comprometiendo la especie
humana, de persistir en una vocación suicida. [Ref:. La Patria. 22 de Oc. De 2018]
330
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
331
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Imagen 6.19: Biocapacidad V.S. Huella ecológica percápita por países, al 2014. En verde,
superávit, y en rojo déficit. Fuente: Global Footprint Network
Entre 1960 y 2017, mientras la población de los centros urbanos del mundo pasó del 33,5%
al 54,7%, en Colombia en dicho período el porcentaje varío del 45% al 77%. Si las demandas
al planeta continúan con un horizonte en el cual al 2030 tres cuartas partes del consumo
energético mundial provendrá de combustibles fósiles, la huella ecológica cuyo percápita en
Colombia alcanzando 2 hectáreas excede el percápita de 1,2 hectáreas como límite de la
capacidad del planeta, en el 2035 se requerirá el equivalente a dos Tierras, salvo que
modifiquemos el actual modelo de desarrollo consumista. Sí además de las actividades
agrícolas e industriales, también la expansión urbana continúa presionando la estructura
ecológica, se generarán impactos al medio ambiente en las áreas urbanas, al romperse el
equilibrio territorial y desestabilizar el hábitat.
332
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
En Colombia, donde 735 de los 1122 municipios talan al menos una hectárea de bosques al
año, un tema fundamental en la estabilidad del territorio lo constituye la conservación de los
ecosistemas, máxime ahora cuando la amenaza del calentamiento global arrecia: si
destruimos los bosques, no sólo estamos arrasando sumideros de carbono -dado que la
captura de dióxido de carbono CO2 por metro cuadrado al año es de 212 gramos en el follaje
y de 646 gramos en las raíces-, sino que también estaríamos generando riesgo de suministro
de agua a través del descontrol hídrico y pluviométrico, incrementando de paso el mayor
riesgo de sequías e inundaciones.
No olvidemos que el cambio climático está comprometiendo al 63% de las ciudades del
mundo, y que 1600 millones de habitantes del planeta son pobres que enfrentan la carencia
de alimentos, agua y medicinas, entre otros recursos que provee el ecosistema que estamos
degradando para satisfacer los apetitos del mercado en un modelo de desarrollo consumista
e irresponsable; esto, en un mundo con 60 mil especies de árboles, en el cual a pesar de que
cerca del 46% de los bosques han sido arrasados, la deforestación como amenaza continúa:
para el caso de Colombia, donde tenemos 7500 especies arbóreas y las dinámicas
deforestadoras continúan, hemos reducido el 80% del hábitat de algunas, entre las cuales
aparecen: abarco, caobas, cedros, palo rosa canelo de los andaquíes, con amenaza severa.
333
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Finalmente: al 2030, Colombia debe establecer como meta, tres ejes fundamentales:
incrementar las energías renovables no convencionales, apostarle a mejorar la eficiencia
energética, y a reestructurar el transporte para bajar el uso de hidrocarburos, apostándole a
un transporte intermodal de carga con trenes e hidrovías en lugar de tractomulas; y
desarrollando sistemas colectivos limpios de transporte urbano, en lugar de una movilidad
motorizada basada en automóviles particulares. * Profesor Universidad Nacional de
Colombia. [Ref.: La Patria. 2018-10-8]
RESUMEN: Al cuantificar la huella hídrica azul, verde y gris de las actividades agrícolas y
pecuarias de Colombia, se pone en evidencia una grave problemática en la Región Andina,
relacionada la concentración de la población y del PIB nacional. La magnitud de dicha huella,
alcanza los 25000 Mm3 al año, cuantía en la que el 85% es HH verde, el 10% es HH azul y el
5% HH gris. Al respecto, debe considerase que la cuenca Magdalena-Cauca, aunque
concentra 32,5 millones de habitantes equivalentes al 65% de la población del país, sólo
posee el 12% de su patrimonio hídrico subterráneo y el 13% de las escorrentías. En cuanto a
la huella hídrica total del sector agropecuario, las mayores contribuciones provienen del café,
el maíz, el arroz, el plátano, la caña de azúcar y la palma africana.
El Estudio Nacional del Agua ENA (Ideam 2014) se ocupó de la Huella Hídrica en Colombia.
Como herramienta que permite estimar el contenido de agua oculta en cualquier bien o
servicio consumidos, la huella hídrica HH, además de tener en cuenta el agua consumida y
contaminada, y sus usos directos e indirectos en procesos antrópicos, se basa en un
desarrollo de tres conceptos previos: el Agua Verde, que mide el agua dulce superficial o
subterránea incorporada y que no retorna a la cuenca origen; el Agua Azul, si se valora solo
el agua de precipitación; y el Agua Gris, si trata del volumen de agua contaminada en la
cadena de suministros.
Según el ENA, en la demanda hídrica nacional, que en 2012 alcanzó 35.987 millones de
metros cúbicos, la participación de usos por sector fue: 46,6% agrario, 21,5% energético,
8,5% pecuario, 8,2% doméstico, 5,9% industrial, 4,6% acuícola, 3,4% minero e
hidrocarburos y 1,3% servicios. De dicha demanda, el 67% se concentró en el área
hidrográfica de los ríos Magdalena y Cauca, el 16% en el Caribe y el 12% en la Orinoquía. En
los cultivos permanentes, el de mayor HH azul fue la palma de aceite, seguido del plátano y
la caña de azúcar; por su parte el de menor HH azul fue el café, que constituye también el
cultivo permanente con la mayor HH verde de Colombia, seguido de caña, palma de aceite y
plátano, mientras que el de la menor HH verde se encontró en flores y follajes.
335
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
el maíz y el arroz de riego nuevamente, seguidos de la yuca y la papa, en tanto que la menor
estuvo en los cultivos de trigo. En la Orinoquía y Amazonía los pastos de corte y forrajeros no
presentaron HH azul por comportarse como cultivos transitorios de secano. Se denomina
agricultura de secano la que en lugar de irrigación, utiliza la lluvia. En pastos ganaderos,
mientras por áreas sobresalieron Vichada, Meta, Casanare, Antioquia, Arauca y Córdoba, al
abarcar cerca de la mitad del pasto de Colombia, contrariamente, la superficie destinada a la
ganadería extensiva en el Eje Cafetero solo representó el 2,3% y en el Tolima el 3%.
Al cuantificar la HH verde y azul para el sector agrícola y pecuario, como único sector con las
dos huellas hídricas, el ENA estima a nivel nacional, una participación porcentual de 11% de
HH azul, contra el 89% de HH verde. Pero otra cosa ocurre en la cuenca Cauca-Magdalena
que cubre el 24% del área continental. Al respecto, dada la concentración del 70 % la
actividad agrícola y del 80% del PIB del país en dicho territorio, allí se generó el 68% de la
HH verde agrícola y el 66% de la HH azul agrícola; a esto se añade, que pese a la gran oferta
hídrica de Colombia, la cuenca Magdalena-Cauca, aunque concentra 32,5 millones de
habitantes equivalentes al 65% de la población del país, sólo posee el 12% de su patrimonio
hídrico subterráneo y el 13% de las escorrentías.
Si en la gran cuenca del Cauca-Magdalena sobresalen los valles del Cauca y Alto Magdalena
por la abundancia de aguas subterráneas, dicha disponibilidad resulta precaria en el
Magdalena Medio y Bajo y en el cañón del Cauca. Esto es fundamental para las previsiones
sobre los efectos del ENOS (El Niño y La Niña), donde se prevén variaciones de caudales con
respecto al periodo de referencia (2010), según los escenarios proyectados por el IMAT, así:
Para el Magdalena Alto, reducciones del 1% al 42% durante el Niño e incrementos mayores
del 30% durante La Niña; para el Magdalena Medio, con El Niño se presentarían
disminuciones entre 1% y 35%, y con La Niña incrementos del 7% al 30%; para el Bajo
Magdalena durante El Niño reducciones entre 20% y 46%, y con La Niña incrementos que
superarían el 20%; en tanto que para la Cuenca del Rio Cauca, con El Niño las disminuciones
excederían el 30%, y con La Niña los incrementos serían del 12% al 60%.
336
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
MANIZALES, 2017
http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
CONTENIDO: PDF (Presentación y Contenido) ; PDF (Capítulo 1 : Geotecnia) ; PDF (Capítulo 2 : Materiales
térreos) : PDF (Capítulo 3 : Erosión y movimientos en masa) ; PDF (Capítulo 4 : Análisis de estabilidad de
taludes) ; PDF (Capítulo 5 : Obras de estabilización de taludes) ; PDF (Capítulo 6 : estructuras de drenaje) ;
PDF (Capítulo 7 : Corrección de cauces torrenciales) ; PDF (Capítulo 8 : Coberturas vegetales) ; PDF
(Capítulo 9 : Estructuras de contención) ; PDF (Capítulo 10 : Auscultación de taludes) ; PDF (Bibliografía)
ANEXOS:
HOME:
http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
A la Universidad Nacional de Colombia en sus 150 años.
337
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
7.1 Introducción.
La Zona Andina Colombiana aloja el 80% de la población del país, cuenta con la mayor
cobertura en infraestructura; en ella se establecen ciudades y poblaciones; sus laderas y valles
tienen áreas destinadas a explotaciones agropecuarias, actividades que generan impactos
severos en los componentes físico y biótico reflejados en el incremento de las aguas de
escorrentía, la invasión, el cambio o la interrupción de drenajes naturales con efectos como el
incremento de la carga de lavado y de acarreo, movimientos en masa y sedimentación de
cauces, todos afectan infraestructura, ciudades y zonas de cultivos.
Los proyectos lineales de
montaña cruzan con frecuencia
cauces torrenciales, afectados
por socavación o
sedimentación, que resultan
afectando y en muchas
ocasiones destruyen
estructuras del proyecto con
pérdidas económicas difíciles
de cuantificar. La figura 7.1
presenta problemas en una vía
por la actividad de un torrente
inestable.
En forma simultánea los
proyectos de ingeniería alteran,
en muchas ocasiones, la
dinámica de los cauces
Figura 7.1 Muchos problemas asociados a cauces naturales se
torrenciales y aceleran la vinculan con los volúmenes de sólidos movilizados por la corriente y
socavación o la sedimentación en la intensidad de la socavación del lecho por la corriente. (Carlos E
del lecho arreando problemas Escobar P).
sobre sus estructuras.
La ciencia relacionada con el estudio de cauces torrenciales es relativamente nueva, hace falta
investigación vinculada con la dinámica de corrientes en ambientes tropicales, y materiales de
origen volcánico, con el objetivo de atender problemas por socavación o sedimentación de
cauces, las variables que gobiernan la acción hidráulica, el transporte y la sedimentación de
sólidos, entre otros.
El estudio de los cauces torrenciales tiene como objetivo plantear las acciones que permitan
corregir en forma eficiente los problemas relacionados con la dinámica torrencial,
principalmente la relacionada con los caudales que fluyen por un cauce. Se pretende presentar
338
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
en este capítulo los principios básicos de la corrección de cauces torrenciales y expresar las
experiencias que sobre el tema se tienen en varias partes de nuestro país.
7.2 EL TORRENTE
El torrente se identifica como un lecho de un cauce natural que tiene unas características
definidas:
Sus pendientes son altas e irregulares.
Los caudales son muy variables y son frecuentes avenidas son súbitas
Se presenta carga de sedimentos en las aguas: el material transportado por la corriente es
por lo general grueso
La cuenca tributaria es de extensión reducida y por lo general deforestada.
Los trabajos de restauración de los cauces torrenciales se enfocan a realizar acciones en laderas
y taludes, por medio de prácticas de control de erosión y regulación de caudales al hacer el
manejo de las aguas de escorrentía y establecer vegetación, y en los cauces y drenajes
naturales se construyen obras de corrección de los procesos de erosión severa. El tratamiento
de una parte influencia la otra.
339
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
depende de las condiciones locales, de la calidad del suelo, la disponibilidad del material
vegetal, la mano de obra y la disponibilidad de insumos.
Cuando se trata de recuperar áreas desprovistas de vegetación se recomienda realizar el
establecimiento de coberturas rasantes que garanticen el 100% de cubrimiento al suelo para
amortiguar las gotas de lluvia cerca de la superficie, lográndose la disipación de energía. Los
árboles no cumplen con eficiencia la función de protegen el suelo de las variaciones del clima
ni del impacto de la lluvia; esto se logra con las coberturas rastreras que son eficientes para
disipar la energía del agua a nivel de superficie del suelo.
La vegetación establecida conserva los recursos que hacen posible la evolución vegetativa de
los estratos rasantes a los arbustivos y a los arbóreos lográndose la conservación del suelo, la
regulación de las aguas y del clima.
Las laderas deforestadas son tratadas con el establecimiento de bosques de especies nativas
eficientes en mejorar las condiciones locales de temperatura, humedad relativa, luminosidad,
vientos; son reguladores de caudales, retiran de circulación la carga de lavado y estimulan la
presencia de flora y fauna que fortalecen los ecosistemas.
Las masas forestales, según J.M. Gandullo (1990), generan un microclima, que él llama
ecoclima, en comparación con el de un sitio con vegetación rasante es: menos luminoso, con
reducción hasta el 90%; menos caluroso, con disminución de unos 4°C en la temperatura
media anual; menos ventoso y más húmedo. Además, los bosques tienen una influencia
marcada en el origen de las lluvias convectivas y orográficas, en la intercepción y en las lluvias
horizontales (neblina).
Las lluvias orográficas muy frecuentes en la zona Andina Colombiana, son influenciadas por la
vegetación en dos aspectos: los bosques incrementan la altura efectiva de la ladera y en
consecuencia los desniveles que deben remontar las nubes, lo que equivale a un incremento
en la precipitación, y el efecto de fricción de las copas irregulares de los árboles disipa al
energía y disminuye la velocidad del viento.
La menor luminosidad induce cambios en la composición de las especies rasantes y arbustivas
estimulando la aparición del sotobosque, con el incremento de hojarasca y humus encargados
de regular las aguas y filtrar los sedimentos.
Las masas boscosas estimulan la infiltración debido a la presencia de mayores obstáculos de
tallos y hojarasca que disminuyen la velocidad de las aguas de escorrentía, aumentan su
recorrido y disipan la energía de la corriente; las raíces por su parte aumentan los canículos en
el suelo y la posibilidad de infiltración.
340
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
fuertemente interrelacionados como la sección hidráulica, los caudales líquidos y los caudales
sólidos. Los caudales líquidos determinan los caudales sólidos y la sección hidráulica; el caudal
sólido a su vez, impone variaciones en la sección hidráulica y en el caudal líquido, al disipar la
energía.
7.2.2.1 El lecho.
El lecho del cauce puede estar conformado por suelo cohesivo (arcillas y limos), donde las
fuerzas que evitan el movimiento del suelo se deben a la cohesión desarrollada por las
partículas, porque su peso no ejerce ninguna resistencia. Cuando la partícula es desprendida
por el movimiento del agua, desaparecen las fuerzas de cohesión y la partícula es mantenida
con facilidad en el agua. Al cesar el movimiento muchas de ellas quedan en suspensión.
En los lechos conformados por materiales no cohesivos (arenas, gravas, cantos y bloques) el
peso de las partículas es la fuerza principal que se opone al movimiento. Cuando el material es
acarreado por la corriente encuentra estas fuerzas resistentes y cuando cesa la acción del agua,
las partículas se detienen, caen y se depositan.
Las principales características que interesan en el material granular son las referentes a las
partículas en sí: el peso específico, tamaño,
forma y velocidad de caída dentro del agua.
En cuanto al tamaño de las partículas se
pueden determinar diámetros representativos
en la curva granulométrica, útiles para el
análisis de los sedimentos y del lecho:
El diámetro característico d90 (Meyer Peter)
o d85 (Simmons y Richardson) y d65
(Einstein), permite caracterizar la rugosidad
del contorno.
El d50 (Meyer Peter) y d35 (Einstein)
permiten caracterizar la movilidad.
Los lechos formados por roca (contorno fijo)
ejercen control vertical y horizontal: en estos
lecos la corriente requiere mayor trabajo para
labrarlo.
341
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Si por alguna razón este nivel se eleva o desciende, la corriente ajusta su perfil longitudinal.
En la Figura 7.3 se puede apreciar el ajuste del canal por la construcción y el retiro de un dique.
La construcción eleva el nivel de base del río y al imponer una velocidad menor aguas arriba,
se presenta el depósito de sedimentos en esta sección del canal y la erosión aguas abajo; el
retiro del dique incrementa la velocidad de la corriente y acelera la erosión de los sedimentos
que se habían depositado, y estimula el depósito de sedimentos en la sección que se había
erosionado abajo del dique. (Leett y Hudson, op. cit.).
342
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
c. Cascadas y rápidos.
Se presentan en ciertos puntos donde las pendientes cambian abruptamente debido a la
presencia en el lecho de rocas resistentes a la erosión, alternadas con rocas débiles en el perfil,
o por curvas del cauce. Considerando la magnitud del tiempo geológico, estas irregularidades
"tarde o temprano" son niveladas.
canales de drenaje, se
expresa como caudal, es A
decir, como el volumen de Deposito a lo largo del lecho de la corriente aguas arriba del lago
agua que pasa a través de Pendiente de la nueva Depositos en lago
una sección dada del corriente
Según lo exponen
Longwell et al (1950) el
B
caudal está controlado
por dos factores: el área Erosión de los depósitos fluviales y
Dique y lago
destruidos
de la sección transversal del canal Depósitos en la sección
erosionada del canal
del canal y la velocidad de
flujo de la corriente.
Restablecimiento de la pendiente de la
La velocidad de flujo a su corriente original
e) las dimensiones y la
forma del canal.
343
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
A continuación se Figura 7.4 La variación del nivel de la corriente induce variaciones en el lecho del
analiza la interacción de cauce. Los niveles máximos estimulan mayor socavación y a los niveles de estiaje
estos factores. le corresponden niveles de menor socavación.
Caudal y velocidad.
El caudal puede expresarse en función de las dimensiones del canal y de la velocidad de flujo
mediante la siguiente expresión:
Q V A
Durante la creciente de un río, éste es más ancho y su nivel más alto, a la vez que
supuestamente más profundo, con lo cual se presenta un ajuste del canal. Ajustes del mismo
tipo se presentan en época de estiaje.
A este respecto Lett y Hudson (1974), presentan una serie de consideraciones interesantes,
basadas en registros experimentales de Leopold y y Maddock, sobre la relación entre el caudal
y las dimensiones del canal y velocidad de flujo.
Se investigó primero lo qué ocurre cuando el caudal aumenta en una sección de una corriente.
En este caso se comprobó que, con el aumento del mismo, el ancho, la profundidad y la
velocidad se incrementan en forma proporcional, tal como se aprecia en la Figura 7.4.
Se estudiaron después, los cambios que operan en varios sitios a lo largo del mismo cauce. Por
intuición se sabe que, hacia aguas abajo, el caudal y consecuentemente el ancho y la
profundidad del cauce de la corriente aumentan, debido a la mayor cantidad de agua que
aportan las corrientes tributarias.
344
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Se pudo establecer que, con el incremento del caudal hacia aguas abajo, según datos tomados
de 3 sitios de aforo, para una condición particular de los flujos de avenidas y estiaje, la
profundidad, el ancho y aunque nos sorprenda un poco, también la velocidad, se incrementan
proporcionalmente, a pesar de la disminución de la pendiente. Respecto a esta última
afirmación, se debe tener en cuenta que la velocidad debe incrementarse hacia aguas abajo,
dado que se requiere manejar mayor caudal.
Analicemos ahora cómo influye en la velocidad el incremento de fricción por el mayor perímetro
mojado, cuando se incrementa el nivel del agua en la corriente de un río o canal. Por lo general,
el ancho del canal es mayor que la profundidad y en la condición de flujo de agua, las paredes
y el fondo que integran el perímetro mojado del canal, oponen resistencia de fricción.
West (1995), establece que, cuando se incrementa la profundidad en una corriente, el
incremento del perímetro mojado es menor, en forma proporciona que el incremento del área
de la sección mojada.
En la Figura 7.5 se puede apreciar cómo, en una sección transversal fija, el nivel del agua antes
(a) y después (b) por un incremento de caudal, se incrementa el perímetro mojado en menor
proporción que el incremento del área de la sección.
Solución
Alta
velocidad
baja
turbulencia
Carga suspendida
Velocidad y
turbulencia
intermedias
Velocidad
baja, alta
Figura 7.6 En cauces turbulencia
torrenciales predominan
bloques en los acarreos.
(Fotografía Carlos E Escobar) Los sedimentos transportados que enturbian el agua, constituyen la carga suspendida;
en tanto que, los fragmentos mayores que son arrastrados por el piso del lecho,
conforman la carga de fondo.
346
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
d. Corrosión.
La corrosión se define como el deterioro de un material a consecuencia de un ataque
electroquímico por su entorno. Esta que es la modalidad de erosión fluvial más agresiva, se
debe a la acción disolvente del agua de los cauces naturales, la cual por lo general está cargada
de ácidos y óxidos. Las rocas disueltas por esta acción son luego transportadas en estado de
disolución.
347
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
pequeñas y livianas se mueven más fácil y rápidamente (carga suspendida), mientras las más
grandes se desplazan rodando sobre el lecho en forma más lenta y menos continua que las
partículas que viajan en suspensión (carga de fondo). (Figura 7.7).
a. Desalojo y tratamiento de las partículas acarreadas.
La capacidad del agua para desalojar las partículas de suelo y los fragmentos rocosos del lecho
de una corriente, constituye una primera tarea selectiva que depende de la velocidad con la
cual, la corriente puede separar partículas de diferente tamaño. En la gráfica muy conocida de
la Figura 7.8, se aprecia cómo, con una velocidad de 30 cm/seg, el agua de una corriente
puede separar del lecho las partículas de arena fina, mientras que para desalojar partículas
más finas o más gruesas, se requiere velocidad más alta; esto debido a que las más gruesas
tienen mayor masa y las más finas mayor cohesión.
También se puede observar que, tratándose de un mismo tamaño de partícula, cuando la
velocidad de la corriente decrece, aumenta la tendencia a la sedimentación; pero, si aumenta
el tamaño de la partícula, disminuye el poder de transporte del agua. Así por ejemplo: una
partícula de 0.02 mm es desalojada de su lecho, cuando la velocidad de la corriente supera
una velocidad aproximada de 50 cm/seg; la corriente puede transportarla, mientras la velocidad
se conserve en el rango de 50 cm/seg a 0.15 cm/seg y se deposita por debajo de esta última
velocidad.
Si la velocidad de la corriente decrece lentamente, las partículas más grandes y pesadas se
detienen y sedimentan, mientras las partículas pequeñas siguen su movimiento provocando
una clasificación por tamaños y densidades. Solo rara vez la velocidad de la corriente se
detiene tan repentinamente que las partículas de diferente tamaño se depositen juntas, pero
puede ocurrir cuando una corriente emerge de la zona montañosa a la zona plana formándose
entonces un abanico aluvial.
Se denomina "capacidad" al modelado del canal por una corriente. El modelado ocurre en las
tres dimensiones: lateral cuando el lecho del cauce migra lateralmente, vertical cuando el lecho
profundiza y remontante cuando migra hacia la parte alta de la cuenca. Los dos últimos
modelados son más frecuentes en
cauces torrenciales y el primero
en cauces de llanura.
Por su parte la "competencia"
se refiere al tamaño más grande
de fragmentos que es capaz de
transportar una corriente y
depende de la velocidad, de la
densidad y del caudal de la
corriente, siendo máximo durante
las avenidas.
Se ha calculado que la
competencia varía con la sexta Figura 7.8. Velocidades críticas de la corriente para el inicio del
potencia de la velocidad y la movimiento, transporte de sedimentos en función de su tamaño.
348
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
349
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
El incremento del caudal durante una avenida, aumenta la velocidad y por tanto la fuerza
tractiva de una corriente, así como el diámetro y el volumen total de los fragmentos de roca
que pueden ser transportados. El canal es profundizado proporcional a su ancho, haciéndose
más eficiente.
Más de las dos terceras partes del incremento del área de la sección transversal del canal, se
debe a la profundización del mismo. (West, 1995). (Figura 7.9).
El material desalojado durante la avenida es transportado junto con la carga sólida que arrastra
la corriente, y se deposita aguas abajo, selectivamente según el tamaño de los fragmentos,
tan pronto como la energía de la avenida se reduce.
De esta forma, una corriente de creciente erosiona su canal, y lo llena parcialmente con
fragmentos de roca cuando la creciente cede. En algunos ríos grandes son movidas y
posteriormente sustituidas por sedimentos nuevos, capas con espesor de 30 metros, o más en
cada avenida.
Además, a causa de la profundización del lecho, el fondo del canal se rebaja y la pendiente
disminuye temporalmente, debido a que el nivel de base no se reduce. Esto reduce la velocidad
de flujo y con ello el incremento del caudal, hasta un punto en que la erosión cesa.
Sin embargo, como el caudal no se reduce súbitamente, siempre queda un exceso de carga
que se deposita, provocando la agradación del canal y consiguiente incremento del gradiente
promedio, facilitando el transporte de la carga remanente de aguas arriba.
Así, por erosión y depósito, la corriente ajusta continuamente su pendiente, mientras ella pueda
transportar la carga disponible. Tal ajuste ocurre con cada inundación pero también puede
ocurrir con cambios mayores en las condiciones de la corriente como por ejemplo por la
construcción de una presa.
Las fluctuaciones en el sistema por avenidas y estiaje usualmente estacionales y los delicados
ajustes del canal que ellos conllevan, constituyen el régimen de la corriente el cual denomina
su comportamiento habitual durante todo el año.
d. Perfil de Equilibrio.
Según se ha explicado, existe un ajuste mutuo entre erosión y depósito, con respecto a la
carga que es transportada.
Se sabe que en las corrientes jóvenes o de alta montaña, predomina la erosión y la
profundización del cauce sobre el depósito. Esto conlleva una reducción de la pendiente, a
expensas de la profundización del cauce y de la erosión remontante en la cabecera, y un
incremento del volumen de la carga a movilizar exige la energía que produce socavamiento, la
cual se utiliza temporalmente para arrastrar el exceso de carga.
Por este mecanismo la corriente ajusta el gradiente a su carga, y trata de establecer un balance
entre la energía disponible y el trabajo requerido para transportar la carga. En otras palabras
el perfil longitudinal se aproxima a un "perfil de equilibrio". Sin embargo las variaciones
frecuentes en el caudal y otros factores impiden que alguna vez se alcance este equilibrio.
350
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
351
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
ante el desplazamiento provocados por fallas geológicas. En uno u otro caso, las corrientes
reinician su tarea niveladora, tardando más o menos tiempo en lograrlo según el caso.
Soluciones:
352
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
R i (7.1)
En donde
: Tensión tractiva (Ton/m2)
: Peso Unitario del agua (Ton/m3)
R: Radio hidráulico (m)
i: Pendiente del cauce (Tanto por uno)
A la tensión tractiva se opone la resistencia que ofrecen los materiales al arranque y transporte
(peso, inercia, fricción, etc.). Esta resistencia se evalúa mediante la tensión tractiva existente
en la descarga, en el momento de iniciarse el movimiento de la masa de los materiales y suele
denominarse tensión crítica.
o m f d 50 (7.2)
En donde:
o: Tensión crítica (Ton/m2).
: Coeficiente
m: Peso unitario del material (Ton/m3)
f: Peso unitario del fluido (Ton/m3)
d50: Diámetro característico (m)
353
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
En donde
ie: Pendiente estable o de equilibrio
U: Velocidad máxima permisible a la cual empieza la erosión.
V: Relación entre la velocidad media y la velocidad en el fondo del cauce (varía entre 1,3 y 1,5)
B: Perímetro mojado que puede considerarse igual al ancho del cauce.
n: Coeficiente de rugosidad del río.
Q: Caudal de diseño.
La velocidad máxima
permisible a la cual empieza
la erosión, se obtiene a partir
de los ábacos de las figuras
354
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Soluciones: Los tratamientos en las laderas incluyen acciones mecánicas como movimientos
de tierra, acequias o canales a media ladera y la siembra de vegetación en las áreas
desprovistas de esta. Con las coberturas vegetales se mejora la respuesta hidrológica de las
laderas, al ampliar las áreas de
bosque, los cambios del uso del
suelo y prácticas de conservación
de suelos, entre otros. Las labores
extensivas son económicas y su
respuesta requiere tiempos más
largos.
Las estructuras en los tramos de
cauces estrechos y profundos, son
diques cerrados que retienen el
material en el lecho, permitiendo
el control del poder erosivo del
caudal sólido, al fijar el nivel de la
línea de drenaje, evitando su
socavación lateral y permite el
establecimiento de coberturas
vegetales, eficientes en la fijación
Figura 7.15 Cauce de transporte. El incremento de finos por
de las orillas del depósito. deshielo del casquete polar del nevado del Ruiz generó la
sedimentación del cauce y su colmatación, afectando el puente
Figura
de la7.13 Velocidad
vía del permisible
parque natural Los para suelos(Carlos
Nevados. cohesivos.
E Escobar P).
355
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Los tratamientos con diques de retención tipo abierto, como el presentado en la figura 7.12,
permiten la regulación de los caudales líquidos y
sólidos, retienen en forma temporal el material de
arrastre, retiran de circulación los tamaños
grandes, contribuyen a disminuir el poder erosivo
de la corriente y protegen la infraestructura
localizada en la parte baja del cauce, de daños por
inundaciones por flujos de lodos.
Estos diques están dotados en su costado aguas
arriba de una plaza de depósito, localizada en los
tramos amplios del cauce o en los conos aluviales
y su función es retener los tamaños grandes y
disminuir el poder erosivo de las aguas. Con
frecuencia, necesitan labores de mantenimiento.
En los cauces muy anchos se construyen
protecciones de orilla con tratamientos de
espolones, enrocados, coberturas vegetales o
diques longitudinales. Estas soluciones son
recomendadas en tramos de cauces afectados por
socavación lateral. El requisito indispensable es
que el ancho del cauce permita establecer obras
sin modificar la profundidad de la lámina de agua.
Figura 7.15 Cauce sometido a erosión severa por
Los cauces que atraviesan áreas urbanas se socavación de finos que escurren por el lecho del
corrigen con la construcción de muros cauce. El proceso llevó al colapso del terraplén de
longitudinales dotados de rastrillos, canalización de la vía. (Carlos E Escobar P).
356
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
fondo móvil donde se logra en forma simultánea, el control lateral del cauce y se conserva la
pendiente de compensación.
357
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
358
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Las obras de corrección pueden ser de carácter permanente o temporal. Las primeras son el
soporte del sistema de corrección, son sólidas, costosas y son el soporte de todo el tratamiento.
Las de carácter temporal controlan la inestabilidad durante el tiempo necesario para el
establecimiento de la vegetación, como el caso de los trinchos. Al retirar solidos de circulación,
mejorar la calidad del agua y regular los caudales se hace el control de la erosión.
Para adoptar el el tipo de solución es necesario investigar la dinámica del proceso, su intensidad
y magnitud, las condiciones y el estado de los drenajes y de las laderas.
El proyecto para la corrección de un cauce torrencial requiere de la localización correcta de las
estructuras, ligada a la comprensión del fenómeno torrencial, a la elección adecuada del tipo
de dique a utilizar para corregir el problema y al análisis de alternativas económicas con énfasis
en los aspectos de construcción, de transporte y disponibilidad de los materiales. Por otro lado
el análisis de los caudales, las fuerzas actuantes y las características geomecánicas de los
suelos son los insumos para el dimensionado de las estructuras.
359
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
360
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Los diques en gaviones son permeables a través del cuerpo, traen peligro de erosión interna
de llenos conformados por materiales mal gradados, predominantemente finos. Para corregir
este problema se recomienda la instalación de una tela de geotextil no tejido en el paramento
aguas arriba, con el fin de retener finos y lograr la estabilidad.
La principal fuerza que contribuye a la estabilidad es el peso propio de la estructura. En los
cálculos de los diques en concreto se utiliza un peso específico de 2,30 ton/m³. Los diques en
gaviones de calculan asumiendo un peso unitario 1.80 ton/m³.
Otras fuerzas favorables a la estabilidad son el peso del agua y del terreno sobre la base del
dique, en la cara aguas arriba y el peso del agua sobre el vertedero de la estructura. Aguas
abajo del dique actúa, contra el paramento, un empuje pasivo por el suelo de depósito y el
empuje por el agua. Estas últimas fuerzas no se consideran en el momento del cálculo, con el
fin de prever eventuales socavaciones de la estructura. Cuando el dique dispone de un
enrocado o el tirante de aguas abajo es importante, se hace necesario considerar estas fuerzas
en los cálculos. La figura 7.20 presenta la configuración de las fuerzas que intervienen en un
dique.
361
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
362
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
363
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
y con caída libre, el escurrimiento alcanza una altura h. Siendo q 0 el caudal por unidad de
longitud del vertedero, se tiene:
2
qo
h 3
(7.4)
g
En donde:
q0: Caudal por unidad de ancho. m³ seg¯¹
h: Altura de la lámina de agua. m
g: Aceleración de la gravedad. m seg¯²
Considerando un dique sin aterrar, con caída libre se puede utilizar la fórmula.
2
Q 3
h
1.705L (7.5)
e. Mechinales:
Son los huecos de desagüe dejados en el cuerpo del dique o vástago. Tienen la misión de
aliviar el efecto de las presiones hidrostáticas sobre el vástago, permitiendo el flujo de una
parte de la corriente y evitando así que el vaso formado por la construcción del dique se llene
de agua, además de permitir el escurrimiento del agua durante el llenado, evitando las
presiones de poro sobre la estructura.
Para calcular el caudal que pasa por el orificio se considera una luz circular. Si h es la
profundidad al centro del orificio y d es el diámetro, el caudal será.
P
Q CU d
2
2gh (7.6)
4
En donde Cu= entre 0.6 y 0.8
La distancia entre los orificios sobre una misma hilera no debe ser inferior a 15 veces el
diámetro. Los orificios se ordenan a tres bolillos y la separación entre hileras no deberá ser
inferior a 7.5 veces el diámetro del orificio.
f. Contradique y platea:
Para evitar daños por socavación del dique en la descarga del vertedero, es necesario disponer
de una zona de amortiguación de la energía cinética, mediante la construcción de un
contradique. La figura 7.24 presenta la distancia entre el dique y el contradique.
Para lechos de suelos finos, arenas y gravas o en cauces con arrastres de sedimentos de
tamaño medio (gravas), se recomienda la construcción de un enrocado en la descarga del
364
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
vertedero. El cuenco entre el dique y el contradique deberá contar con una longitud suficiente
para disipar la caída del agua y permitir la transformación de la corriente rápida a corriente
lenta a través del resalto hidráulico.
Una fórmula empírica muy usada para determinar la distancia a la estructura de disipación es
aquella propuesta por ANGHERHOLZER
z
d v 2gh 2 h
g (7.7)
En donde:
d: Longitud a la obra de amortiguación (m)
V: Velocidad del agua sobre el vertedero (m seg¯¹)
h: Altura del agua en el vertedero (m)
z: Altura de la caída libre, considerada igual a la altura del dique (m)
Z C 1.2 h2 h (7.8)
365
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
La platea generalmente está formada por un enrocado de grandes piedras unidas con concreto
y resistentes al impacto del agua y de los materiales que caen desde el vertedero del dique
principal. La figura 7.25 presenta un enrocado de fondo.
Se deben tener en cuenta algunos cuidados durante la construcción de los diques:
El dique se ancla en los taludes con el fin de evitar la socavación lateral.
Su dirección es decisiva en la orientación de la corriente por el eje del cauce.
El vertedero por lo general, va centrado por el eje del cauce.
g. Enrocado de protección
Son los elementos de protección del cauce contra el efecto por socavación en la descarga del
vertedero. Su función es evitar que las aguas vertidas, con velocidades mayores a la del cauce,
por causa de a aceleración producida por el escalón en la corriente a que da lugar la estructura
del dique. Esta protección se logra al instalar, en la zona de la descarga del vertedero, donde
se presenta la turbulencia, un enrocado conformado por materiales resistentes a la erosión,
bien por su tamaño o ligados con concreto. El enrocado ligado con concreto presenta buena
resistencia, los espesores deben ser mayores a 0,40 m, alta rugosidad y el ancho debe
garantizar que la lámina de agua o la turbulencia no generen socavación y conflicto en la
vecindad de la estructura.
366
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
c2q 1 1 c2q2 1 1
L1 4 4
g v2 v1 4 v2 v1
(7.9)
En donde:
L1 (m) Longitud del enrocado (en caso de vertederos de caída recta, debe contarse a partir del punto de
alcance de la lámina al pie del dique)
C (m1/2/s) Coeficiente de Chezi correspondiente a los materiales del enrocado. Si es superficie rugosa puede
hacerse C=20; en caso de concreto liso C=50.
q (m2/seg) Caudal de cálculo, por unidad de ancho.
V1 (m/seg) Velocidad de descarga en el pie del dique
V2 (m/seg) Velocidad en régimen uniforme en el tramo libre aguas abajo.
ii. Cuando el enrocado es inclinado con la misma pendiente del cauce (adecuado para
pendientes fuertes), la relación matemática derivada de las ecuaciones de régimen variado
resulta muy compleja, por lo que basándose en estas ecuaciones, se ha obtenido por regresión
una relación más simple, muy aproximada, a partir de coeficientes de rozamiento del Manning
en el enrocado de 0,05 y 0,04 en el cauce.
367
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
L1 H 0,5 h0 (7.10)
Siendo:
L1(m) Longitud del enrocado
H(m) Altura del dique
h0 (m) Altura de la lámina de agua en el vertedero
Al finalizar el enrocado se asegura la estructura con un dentellón del mismo material con
profundidad mínima de 0,50 metros en el cauce y ancho del doble de esta profundidad. Los
enrocados se emplean cuando los sólidos que acarrea el cauce presentan tamaños de gravas.
Cuando el cauce transporta bloques, no son recomendables los enrocados debido a fallas por
el impacto, después de la caída.
368
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
colocan uno a uno los elementos horizontales amarrados a los verticales con alambre
galvanizado. Paralelo a la construcción se realiza el lleno de suelo en capas horizontales, el
cual queda con un desnivel por la línea a máxima pendiente de mínimo 4 por ciento. Se coloca
un enrocado ligado con concreto en el área de la descarga del vertedero, aguas abajo del
trincho, para evitar la socavación del lecho.
Cuando no se realiza el relleno, se protege el trincho con una tela de costal de fique para evitar
la pérdida de finos a través del trincho y lograr la colmatación del vaso.
369
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
370
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
e. Dique en gaviones.
Son estructuras utilizadas en cauces con alto
aporte de sedimentos. Recomendadas para
corregir cauces poco contaminados con aguas
negras. El vertedero es por lo general rectangular
y se reviste con concreto con el fin de conseguir
mayor vida útil de la estructura. La ventaja de
estos diques radica en su permeabilidad y la
flexibilidad de la estructura además de la
economía cuando se corrigen cauces de difícil
acceso conformados por lechos rocosos. La figura
7.31 presenta una corrección de cauces con diques
en gaviones.
f. Dique en concreto reforzado.
Es la estructura principal dentro de la corrección
de cauces. Su localización debe ser cuidadosa y las
obras complementarias de protección, bien
diseñadas con el fin de garantizar su estabilidad
frente a fenómenos de socavación.
Figura 7.30. Diques en gaviones para
tratamiento de cauces. (Carlos E Escobar P).
371
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
El concreto reforzado es utilizado en estructuras sometidas a altos empujes por flujos, como
los diques abiertos o los diques principales en una corrección de torrentes.
g. Dique con estructuras metálicas y elementos prefabricados.
Son diques de retención tipo abierto. Su uso más común es el de retener los sobre tamaños
como bloques o madera en cuencas reforestadas. Estos diques son localizados aguas arriba
de estructuras especiales como los box culvert
o puentes. Están dotados de una plaza de
depósitos que alberga los sólidos. Los diques
están dotados de un vertedero de excesos para
evacuar el caudal, al momento de llenada la
plaza de depósito. Estos diques requieren
mantenimiento sistemático para habilitar la
plaza después de llenada. De ahí la necesidad
de construir una vía de acceso de maquinaria y
equipo para realizar los mantenimientos.
372
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Imagen 7.32: Manizales años 20. Mural del Maestro Guillermo Vallejo.
Cuando esta “aldea encaramada” de trama urbana reticulada superaba los 10 mil
habitantes y soportaba su economía en el café y en la arriería de cientos de bueyes y
mulas, tras los pavoroso sismos de 1878 y 1884 que derrumban el templo principal, surge
el bahareque al cambiar la tapia pisada por una “estructura temblorera” configurada por
una cercha de arboloco y guadua, con paneles de esterilla cubiertos por una mezcla de
estiércol de equinos y limos inorgánicos, o por láminas metálicas, arquitectura cuyo mayor
exponente era la Catedral de Manizales que se incendia en 1926.
Si en algún lugar de Colombia la guadua ha sido factor fundamental del paisaje natural y
del patrimonio arquitectónico nativo, es en la ecorregión cafetera donde la gran riqueza de
su construcción vernácula se basa en el uso de esta bambusa, en cuyo estudio se han
ocupado la Universidad Nacional de Colombia y la UTP abordando los ámbitos socio-
económicos, tecnológicos y arquitectónicos de los sistemas constructivos, como la
Universidad de Caldas y la CRQ en las componentes agronómica y biótica de la guadua.
Además de la utilidad que presta el rodal como regulador hídrico de las quebradas, en el
control de la erosión del suelo y como hábitat de la biodiversidad, este “acero vegetal”
liviano de rápido crecimiento, resistencia y manejabilidad, ha servido como material de
construcción en formaletas, andamios o como elemento estructural en columnas y vigas, y
373
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Cualquier cafetero por sus vivencias exitosas asociadas a los beneficios cotidianos de la
guadua, sabe que en lugar de llevar los cafetales hasta la quebrada debería recuperar los
bosques de galería sembrando guaduales para proteger los cauces. Y hoy podría hacerlo
soportado en las acciones de las autoridades ambientales orientadas a incidir en un
modelo agropecuario y ambiental que reconoce la importancia de la guadua como
alternativa económica y cultural para el desarrollo rural, e inspiradas en una política
ambiental que busca prevenir la deforestación y propiciar el uso y manejo de los rodales
naturales de guadua en el marco de la adaptación al cambio climático y la problemática
del agua. Actualmente las CAR de la región cafetera, han construido y consolidado un
esquema de gobernanza forestal, soportado en cuatro elementos: 1) el acompañamiento
técnico brindado a los actores forestales, 2) los ajustes normativo para el acceso legal a
los aprovechamientos, 3) la atención a los usuarios buscando la reducción del tiempo en
los tramites, y 4) el fortalecimiento del mercado legal no sólo de la guadua sino de la
madera.
374
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Pero, así Jorge Villamil haya visto los guaduales “danzar al agreste canto que dan las
mirlas y las cigarras” y Simón Vélez con el empleo estético en sus notables creaciones
arquitectónicas haya exaltado las virtudes sismo-resistentes de la guadua, no hemos
sabido valorarla: de conformidad con lo consignado en ambos documentos, en los últimos
dos siglos la extensión de guaduales en el país se redujo ostensiblemente: se pasa de
unos doce millones de hectáreas a sólo cincuenta mil, de las cuales cerca de 20 mil
hectáreas están en la zona cafetera y 6 mil en Caldas.
Imagen 7.33: Mural sobre la Reserva Forestal Conrado Gómez en Río Blanco. Obra de Luis
Guillermo Vallejo, en: http://bdigital.unal.edu.co/65885/
375
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
El otro asunto, es que semejante desafío donde se incluyen 47 municipios cafeteros del
antiguo Caldas y norte del Valle, con su área de influencia, exige ver esta ecorregión de
Colombia como un escenario biodiverso y pluricultural que merece acciones de
conservación, sostenibilidad, integridad y autenticidad. Allí están: la región de Marmato y
Riosucio como tierra de resguardos y negritudes, como una subregión panelera y minera;
la región Cafetera de las chivas, el bahareque, los cables aéreos, los Ferrocarriles
Cafeteros y la música de carrilera; la región San Félix-Murillo sobre la alta cordillera, con el
cóndor, el pasillo, la ruana de Marulanda, la palma de cera y el sombrero aguadeño; y el
Magdalena Centro como tierra de ranchos de hamacas, chinchorros y subiendas, y de los
vapores por el río y la expedición botánica.
Pero el asunto ahora, empieza por comprender las grandes implicaciones del proyecto,
toda vez que el Paisaje Cultural Cafetero es un compromiso cuya sostenibilidad exige la
recuperación del paisaje deforestado hace cuatro décadas, emprendiendo una
reconversión del actual modelo socio-ambiental soportado en monocultivos y productos de
base química, porque francamente con estos no resultaría viable el proyecto del Paisaje
Cultural Cafetero ni enfrentar el calentamiento global, los dos mayores desafíos del sector
para las siguientes décadas: con el calentamiento global se hacen necesarios los bosques
para regular el agua y preservar los ecosistemas, y por lo tanto la atención de una
problemática social y ambiental que obliga al ordenamiento de las cuencas hidrográficas
de esta ecorregión colombiana.
376
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Igualmente, dicha tarea pasa por un escenario aún más complejo, el de cerrar la brecha
de productividad que igual afecta la ruralidad colombiana: más del 60% del PIB regional
se concentra en las capitales cafeteras: todo porque nuestra actividad agropecuaria nunca
ha incluido políticas de ciencia y tecnología necesarias para incorporar el conocimiento
como factor de producción, al lado de la tierra, el trabajo y el capital. Aún más, con solo
cuatro años de educación básica en el campo, la grave problemática del transporte rural y
la ausencia institucional, no se hace viable elevar la baja productividad rural. Y frente a
esta brecha de productividad, que explica la profunda pobreza campesina, ahora los
deprimidos ingresos rurales caerán un 50% como consecuencia del TLC pendiente con EE
UU.
Pero para paliar esta situación, se hace imperativo el bioturismo: un servicio que se
soporta en lo autóctono y en la biodiversidad, como estrategia que exige una revolución
educativa para la reconversión productiva, el desarrollo cultural y el fortalecimiento del
tejido social, además de implementar Aerocafé para alcanzar de forma directa los
mercados de Europa, Norteamérica y el Cono Sur. Con el Paisaje Cultural Cafetero, la
suerte de los pequeños poblados cafetaleros dependerá de programas como las “vías
lentas con poblados lentos” para las rutas bioturísticas, del papel del transporte rural como
catalizador de la pobreza, del bahareque dado su valor como arquitectura vernácula, de la
salud del suelo y del agua, del sombrío y la biodiversidad, de las sanas costumbres, del
arrullo de pájaros y cigarras, y de esta clase de elementos tangibles e intangibles de
nuestro patrimonio cultural y natural.
377
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Imagen 7.34: Los Mundos de Samoga - Museo Interactivo U.N. de Colombia, Sede
Manizales
Esta época amerita pensar en la pobreza, por ser un tema asociado a valores
fundamentales como la humildad cuando obliga a reconocer nuestras flaquezas, y en el
amor bajo la acepción que lo define como virtud que representa toda la compasión con el
ser humano. Para empezar, cuando la carta estadística de Caldas (2010) señala que la
proporción de población con Necesidades Básicas Insatisfechas, en el departamento es
17,76%, contra 0,99% en Manizales donde se concentra casi el 70% del PIB caldense,
simplemente obliga a considerar nuestra pobreza campesina.
Pero más allá de las cifras, debería examinarse la dimensión de la pobreza entrando tanto
al escenario regional como a su contexto, dado que lo señalado hasta acá no reconoce
causas y circunstancias, complejas por demás, como factores reales o contribuyentes
necesarios para enfrentar con políticas acertadas una problemática socioambiental y
379
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
económica, caso las comunidades pobres del Eje Cafetero que ya no perciben los
beneficios del “grano de oro” que enriquece mercados externos ahora, tal cual ha ocurrido
con las comunidades de indígenas y afrodescendientes de Riosucio y Marmato tras siglos
de explotación aurífera, olvido y miseria.
Ahora vemos con preocupación las afujías de los cafeteros, asociadas a una crisis
estructural de precios para productores del grano, donde la globalización de la economía
resulta ser factor determinante. La prueba irrefutable parte de la franca decadencia de
este sector símbolo de Colombia, no propiamente frente a otros renglones de nuestra
economía, sino porque su gremio ayer glorioso y protagónico, a pesar de la redistribución
del ingreso consecuencia de la estructura minifundista de la propiedad cafetera, sufre las
penurias de un mercado desfavorablemente controlado por terceros.
Resumen: A diferencia de una minería artesanal y limpia que puede coexistir con la
minería industrializada subterránea, cuando se practica con responsabilidad social y sin
comprometer biomas estratégicos, la mega minería y la minería ilegal, son dos flagelos
que amenazan el frágil ecosistema andino en la Ecorregión Cafetera.
380
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Imagen 7.35: Minería ilegal, río Ovejas. Juan Bautista Díaz. El Tiempo 13.02.2015.
El “vil metal” como se le llama al oro cuando se usa como medio de pago, que si hace una
década se cotizaba a U$600 la onza hoy cuesta el doble, desde épocas coloniales ha sido
uno de los principales motores económicos del país: si en el siglo XVI la Nueva Granada
producía el 39% el oro del mundo, y hasta el siglo XX Colombia participaba con el 30%,
hoy con 56 toneladas por año ocupa el puesto decimocuarto a nivel mundial y el segundo
en Sudamérica, después de Perú (151). Además, para el caso de Caldas que con 1,8
toneladas por año aparece en el sexto lugar de Colombia, el municipio productor por
excelencia es Marmato, cuyas regalías por tal concepto suman $1.639 millones, cuantía
más de veinte veces superior a lo que generan los demás municipios juntos.
381
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Además, en razón a la mirada utilitarista de multinacionales blindadas por una ley que
desampara a los colombianos, o de la máquina devastadora de la informalidad cooptada
por el “para-estado”, esta actividad extractiva se ha venido constituyendo en una severa
amenaza para los ecosistemas andinos ubicados en los departamentos de mayor
producción de oro en Colombia: basta examinar los procesos de deforestación en el
Amazonas y el Chocó, los intentos de arrasar santuarios como el páramo Santurbán y de
perforar por el “oro negro” en Caño Cristales, cuando no la criminal degradación del
paisaje en el Bajo Cauca con la destrucción del humus, y las charcas de mercurio y
cianuro, herencia de uno de los negocios más fructíferos de los últimos tiempos: el oro.
382
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
383
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
precariedad de las normas sobre viviendas seguras en el país; y segundo la caída del
puente Chirajara, ocurrida el pasado 15 de enero en la autopista al Llano, un viaducto
atirantado de 280 metros de altura y 446 metros de extensión, cuyo diseño, así haya sido
galardonado con el Premio Nacional de Ingeniería en 2010, con el desplome de uno de los
dos pilones terminados pocos meses antes de la inauguración de la obra, y un saldo de 9
trabajadores muertos, mostraría su absoluta precariedad de haber sido factor
contribuyente o causa real del fatídico evento.
Lo grave del asunto, es que estos colapsos no se deben a imponderables tecnológicas,
sino a la condición humana del ingeniero: mientras en las obras subterráneas la
incertidumbre suele ser del 30% o más, en las estructuras de concreto y otros desarrollos
tecnológicos, ésta se reduce a cuantías menores que varían entre el 6 y 4%. Por ejemplo,
mientras los túneles incorporan un alto riesgo dada la incertidumbre asociada a cambios
erráticos en la disposición y condición de las discontinuidades y variaciones litológicas del
macizo rocoso; contrariamente, una obra de concreto incorpora un riesgo mínimo, dado
que la cuantía y configuración del hierro, como la resistencia de los agregados y geometría
de las estructuras, se conocen y están controladas.
Algunos dirán que son los avatares de un oficio en el que convergen la técnica y el arte al
aplicar la ciencia al diseño y construcción de la infraestructura; otros, justificarán los
hechos diciendo que en todas las partes del mundo, también colapsan estructuras como
edificios y puentes; pero no: cuando prima la ética en la ingeniería, a pesar de la
incertidumbre estos sucesos pueden prevenirse haciendo uso de los factores de seguridad
y de la gestión del riesgo, e incluso empleando el método observacional en obras de
naturaleza compleja; sólo que debemos reconocer las limitaciones de la ingeniería al
planificar, diseñar y construir grandes proyectos, donde el costo de tomar las cosas a la
ligera suele traducirse en pasivos ambientales importantes, o en preocupantes desastres
como los anotados.
La historia de la región, aunque ha estado marcada por siniestros como los incendios de
Manizales de 1922, 1925 y 1926, la erupción del Ruiz en 1985, el terremoto del Quindío de
1999 y los deslizamientos de la Planta de Gallinazo y el barrio Cervantes tras la temporada
invernal asociada a la Niña 2010/11, también muestra cómo pese a las dificultades del
384
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
385
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Imágenes 7.39: El caudaloso Atrato, tributario del Golfo del Darién: Mercado en Quibdó;
Poblados de la cuenca, y Topografía del Chocó Biogeográfico.
Sabemos que las riquezas de esta ecorregión, la zona de mayor biodiversidad del planeta
y una de las más lluviosas, bañada por un cauce de 11 metros de profundidad y 282
386
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
metros de ancho promedios, y que cuenta con un sistema de ciénagas de 65 mil hectáreas
y el Parque Natural Nacional de los Katíos, van más allá del oro, el platino y la madera,
toda vez que pasan por la cultura ancestral de las comunidades indígenas de la etnia
Embera, y de unos 60 mil habitantes en su mayoría afrodescendientes, que en poblados
sin acueducto ni sistemas de saneamiento habitan dicho territorio, un patrimonio que al
igual que la estructura ecológica de su cuenca está amenazado por la ausencia y
abandono de un Estado, lo que le han dado paso a guerrillas, paramilitares y criminales,
quienes han entrado por el cauce, caños y afluentes del río para desestructurar el
territorio desplazando pobladores, destruyendo selvas, tierras y humedales, saqueando
riquezas y contaminado aguas.
Sobre la historia del Atrato, río antes denominado Grande o Darién, cuenta Joaquín Acosta
en “Historia de la Nueva Granada” (1848) que Vasco Núñez de Balboa, dejando atrás a
Santa María la Antigua, población que fundara con Martín Fernández de Enciso hacia 1509
sobre la desembocadura de dicho río y que se reasentará en Panamá en 1524, hacia 1511
procede a explorar la culata del golfo y los ríos que desaguan en él, obteniendo a su vez
del cacique Comagre información sobre la existencia de otro mar al Sur. En su primera
incursión navegando en el único buque que poseía y en diez canoas de un solo tronco de
árbol hechas por los indios, penetra el insalubre lugar por una de las bocas del río Grande,
encontrando a diez leguas la población que gobernaba el cacique Dabeiba; luego, hace la
segunda irrupción alcanzando la primera isla del río que denomina Cañafístola y no lejos
de ella un afluente que por el color de sus aguas llamaron Negro, el que puede hoy ser río
Sucio; y finalmente, al salir de la cuenca por el poniente, en 1513 descubre el Pacífico.
En la lábil cuenca localizada entre el arco de Sautatá y la serranía del Baudó, de sur a
norte discurre el Atrato con su canal navegable de 500 km, cuyos afluentes más
destacados son el Riosucio, el Murrí, el Arquía y el Truandó, al tiempo que siendo la
principal vía de comunicación del Chocó, dado que por ella se conectan 8 puertos y un
cúmulo de poblados emplazados en el valle húmedo hasta llegar a su principal puerto
Quibdó, un poblado fundado en 1648 a 43 msnm que cuenta ahora con 110 mil habitantes
se ha transformado en pequeña una urbe, capital del departamento de Chocó y cuya
composición étnica es 87,5% negra,10,2% mestiza o blanca y 2,3% indígena.
387
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Las causas de la perenne crisis humanitaria y ambiental del Pacífico Colombiano, donde
miles de ciudadanos han estado reclamando la atención de demandas legítimas
relacionadas con derechos fundamentales, parten no sólo de la expoliación de su riqueza
minero-forestal, de las consecuencias de un modelo de desarrollo caracterizado por una
economía extractiva y de enclave, de la destrucción de su biodiversidad y del
desaprovechado potencial hídrico y marítimo, sino también del centralismo vallecaucano,
del desconocimiento de sus culturas ancestrales indígena y afrocolombiana, y de la
ausencia del Estado que ha favorecido la ilegalidad y la presencia de grupos armados.
Pese a que Buenaventura, aunque responde por el 53% del comercio marítimo y le tributa
$5,5 billones anuales al país, con su crisis expresa las contradicciones del Pacífico
colombiano, región de 83 mil kilómetros cuadrados con baja movilidad social, aislamiento
geográfico y debilidad institucional ubicada en medio de la densa selva tropical húmeda,
en cuyo territorio limitado por la cordillera Occidental que actúa como barrera natural, vive
cerca de un millón de personas, el 90% negra y el 4% indígena, la mitad habitando el
Chocó, casi un tercio Nariño y el resto el Valle y Cauca. Allí sobresalen tres centros
urbanos que suman 700 mil habitantes (Buenaventura, Tumaco y Quibdó).
Respecto a los movimientos sociales, en primer lugar, hace una semana, luego de 17 días
de justos reclamos, Chocó logró un acuerdo de inversiones con el Gobierno y levantó el
paro. En segundo lugar, contrariamente hace una semana con el movimiento cívico que se
adelantó en Buenaventura casi a la par, no se logró concretar el preacuerdo logrado entre
el Comité de paro y una comisión del Gobierno, consistente en la creación de un fondo
exclusivo con manejo autónomo local, en lugar de la declaratoria de una emergencia
económica, social y ecológica, dado que sobre las fórmulas gravitan, de un lado la
ineficiencia del Estado e injerencia de una clase política corrupta, y del otro la ineficacia de
389
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
los órganos de control garantizando el manejo impoluto de $10 billones que entregarían
en 10 años.
Finalmente, habrá que enfrentar la crisis del Pacífico no solo mirando a Buenaventura,
donde las inversiones en infraestructura al igual que los desarrollos portuarios cada vez
menos intensivos en mano de obra, sólo benefician al capital exportador, pero no a una
población ni a un territorio donde la crisis se extiende de sur a norte: primero, porque la
tragedia parte de Tumaco donde sus habitantes en medio de una gran riqueza natural que
se subraya por el potencial para industrias asociadas a mariscos y cacao, viven con unas
NBI del 60 por ciento; y segundo, porque Belén de Bajirá, estratégico territorio del Urabá
Chocoano para el Corredor de la Américas y la integración de nuestros mares, con sus
ricos yacimientos mineros y enorme potencial agropecuario, espera ver transformadas en
390
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
391
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Mientras que en Europa hay un puerto cada 100 kilómetros, en Colombia los principales
puertos están concentrados en cuatro ciudades: Barranquilla, Cartagena, Santa Marta y
Buenaventura. Por eso, otro gran puerto en el Pacífico podría ser un instrumento de
desarrollo para conectar esa región con el resto del país.
Sin embargo, aunque sean necesarios para conectar los mares, los puertos no son
suficientes para crear desarrollo –los mejores ejemplos son Buenaventura y Cartagena–.
Por eso, el puerto de Tribugá puede no tener un impacto positivo si su construcción no se
acompaña de políticas públicas, planes y estrategias para reducir la pobreza y para
respetar los derechos bioculturales de ese territorio y sus poblaciones.
Lamentablemente, en Colombia la ley y las políticas ambientales se han adaptado más a
los desafíos del mercado que a los retos del desarrollo sostenible. Con el enfoque erróneo,
los megaproyectos como el del puerto de Tribugá pueden amenazar seriamente ciertas
áreas sensibles ecológica y culturalmente.
…
La disyuntiva
392
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
En caso de que no se cuente con la voluntad de la comunidad o que se encuentre que los
manglares del golfo, la ensenada o el parque nacional natural Utría resultarían afectados
por el puerto, es necesario contemplar otras alternativas:
Una opción es construir el puerto en el extremo sur del golfo, donde el medio es rocoso y
la morfología costera protegería el puerto de la corriente oceánica de dirección noreste. A
393
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Imagen 7.43: Habrá oportunidad para cabotaje transoceánico por Colombia dados el
crecimiento exponencial del comercio global y las limitaciones de Panamá, que para
duplicar su capacidad con el nuevo paso reutilizará el 40% del agua.
394
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Si se busca un verdadero desarrollo, es necesario partir del enorme potencial pesquero del
Pacífico colombiano. Eso implicaría dotar a la comunidad de un astillero para
embarcaciones pesqueras, equipos para el procesamiento de pescados y mariscos, fuentes
de energía y unidades térmicas para refrigerar la cosecha marina, sistemas de
conectividad para sacar dichos alimentos y programas integrales de formación y
capacitación en estas materias. Lo anterior podría traducirse en decenas de miles de
empleos dignos y remunerados para los habitantes del Pacífico.
En la cuenca del Pacífico se producen dos tercios del PIB mundial y habita cerca de la
mitad de la población del planeta. Allí está el nuevo escenario de la economía planetaria.
Por eso, el eje Urabá-Tribugá puede ser un complemento de la nueva troncal
transoceánica entre Europa y Asia que ha llegado a Panamá, y puede convertirse en una
forma de acceder al Pacífico del siglo XXI.
La ampliación del canal de Panamá aumentará entre 300 y 600 millones de tonelada-año
su capacidad de carga. Con esa ampliación se permitirá el tránsito de embarcaciones tipo
Suez de 12.000 contenedores (TEU), cuya economía en fletes supera cinco veces la de los
Panamax de 4500 TEU.
395
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Ante ese nuevo panorama, habrá oportunidades para que Colombia construya un paso de
cabotaje desde el complejo portuario antioqueño hasta Cupica o Tribugá. Nuestro país
puede aprovechar (1) las limitaciones del canal de Panamá, cuyas esclusas deben reutilizar
el 40 por ciento del agua, y (2) el hecho de que el comercio contenedorizado ha crecido
en el largo plazo a tasas que varían entre 1,5 y 2 veces el PIB global.
396
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Además, el ferrocarril del Atrato que llegaría al complejo portuario de Antioquia contribuirá
a la estructuración de un sistema intermodal de carga mediante los corredores logísticos
que integren el Altiplano, Buenaventura y Urabá-Chocó. En ese escenario, la hidrovía del
Atrato, cuya capacidad es de 150 millones de toneladas-año o 50 trenes de 10.000
toneladas-día, resulta necesaria.
En suma, un proyecto de este tipo con el enfoque correcto puede traer enormes beneficios
para la región si las comunidades propietarias de las tierras participan como socias. La
locomotora del carbón andino exportado a Asia puede sustituir la caída del precio de los
hidrocarburos, gracias a la alta calidad de dicho mineral. Esas exportaciones pueden
financiar la variante Loboguerrero, dotada de viaductos y túneles, la extensión del tren
que conformaría los grandes corredores y las plataformas logísticas de nuestra región
Andina.
*El Tiempo, 22 de junio 2019. Tomado de Razón Pública.
397
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
RESUMEN: Colombia, que posee los andes más septentrionales de América, ubicada en el
noroccidente de América del Sur, con territorio en las cuencas altas del Orinoco y
Amazonas y aguas en los océanos Atlántico y Pacífico, ha vivido de espaldas a estos
valiosos espacios que la confinan. Si bien los mares de Colombia constituyen el 45% de su
territorio, las dos cuencas señaladas con sus enormes hidrovías y una superficie de 8
millones 487 mil kilómetros cuadrados, cubren el 46,6% de Sudamérica.
398
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
El país, que por no tener una visión marítima perdió a Panamá y mar en San Andrés,
requiere ocuparse de la formación e investigación en la materia, para conocer desde una
perspectiva científica integral el patrimonio que albergan nuestros mares e hidrovías, no
solo por su importancia estratégica y geopolítica, sino también por el potencial ambiental,
biótico y geológico que ofrecen para el futuro de la Nación.
---
La semana pasada en la visita de la Misión de Sabios a Manizales, la mesa de trabajo sobre
océanos instalada por el científico Jorge Reynolds, consciente de que históricamente el país
ha vivido de espaldas a este valioso espacio que constituye el 45% de su territorio, propuso
crear un instituto intercedes en la Universidad Nacional, para ocuparse de la formación e
investigación en ciencias básicas y aplicadas sobre la materia, propiciando una mirada desde
una perspectiva integral al patrimonio que albergan nuestros mares, no solo para
aprovechar su importancia estratégica y geopolítica, sino también por el potencial ambiental,
biótico y geológico que ofrecen para el futuro de la Nación.
Recuérdese que el país, además del robo de Panamá en 1903 por Roosevelt, quien resolvió
tomarse el istmo después de que el Senado colombiano negara el tratado Herrán-Hay que
le cedía a EE UU la franja del canal, también en 2012 perdió mar en San Andrés, cuando la
Corte Internacional de Justicia de la Haya emitió su sentencia sobre el litigio con Nicaragua
por varios islotes y una plataforma continental, concediéndole una franja de 531 km al país
centroamericano desde su costa y de solo 65 km para al archipiélago.
A nivel del planeta los mares que cubren alrededor del 72 % de la superficie, producen la
mitad del oxígeno y absorben el 30 % de las emisiones de dióxido de carbono, pese a la
Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar adoptada en 1982, por no
contar con medidas globales de protección al menos para las aguas internacionales que son
el 46% de los océanos, la hidrósfera está al borde del colapso como consecuencia del cambio
climático, de la contaminación con derrames de petróleo, del vertimiento de residuos
químicos y metales pesados, y de la acumulación de plásticos.
A los anteriores factores de naturaleza antropogénica, habrá que sumar la captura ilegal y
sobreexplotación pesquera, y la acidificación oceánica e intervención indebida de litorales,
además de los graves impactos del cambio climático dada la influencia directa de los océanos
399
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
400
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
MANIZALES, 2017
http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
CONTENIDO: PDF (Presentación y Contenido) ; PDF (Capítulo 1 : Geotecnia) ; PDF (Capítulo 2 : Materiales
térreos) : PDF (Capítulo 3 : Erosión y movimientos en masa) ; PDF (Capítulo 4 : Análisis de estabilidad de
taludes) ; PDF (Capítulo 5 : Obras de estabilización de taludes) ; PDF (Capítulo 6 : estructuras de drenaje) ;
PDF (Capítulo 7 : Corrección de cauces torrenciales) ; PDF (Capítulo 8 : Coberturas vegetales) ; PDF
(Capítulo 9 : Estructuras de contención) ; PDF (Capítulo 10 : Auscultación de taludes) ; PDF (Bibliografía)
ANEXOS:
HOME:
http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
A la Universidad Nacional de Colombia en sus 150 años.
401
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
8. COBERTURAS VEGETALES
402
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
403
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
404
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
405
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
con las estructuras para el manejo de las aguas las aguas de escorrentía, las líneas de
drenaje y los cauces naturales. Pero la vegetación se establece en los sitios donde se
requieren labores de mitigación y compensación, sin recurrir a ejecutar obras. La figura 8.3
presenta un tratamiento diseñado para vegetar el talud rocoso.
8.3 SELECCION DE ESPECIES VEGETALES
En la selección de especies para el establecimiento de coberturas vegetales en labores de
control de erosión se debe considerar los siguientes criterios:
Sistema radical.
Aporte de materia orgánica.
Porte (altura máxima).
Morfología.
Cobertura aérea (diámetro de copa).
Exigencias climáticas.
Exigencias edáficas.
Exigencias hídricas.
Sistemas de regeneración.
Recuperación de suelos.
Influencia sobre obras de ingeniería.
Periodicidad del mantenimiento.
Agresividad y dominancia.
Usos antrópicos (alimenticio - medicinal - artesanal - industrial).
Palatinidad a los ganados.
406
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
407
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
adquieren los sedimentos, los efectos sobre los movimientos en masa, la fertilidad del suelo
y las características bio-climáticas del área.
Las zonas degradadas se sectorizan con base en las variables antes mencionadas con el fin
de ubicar en forma adecuada las coberturas vegetales. En las zonas de depósitos coluviales
y en los abanicos aluviales se recomienda sembrar especies de porte arbustivo o arbóreo
que mejoren agrológicamente el suelo, en colinas y laderas son convenientes las especies
de herbáceas, rastrera, rastrojos medios y altos, y en las vecindades de las estructuras de
drenaje, especies de porte bajo, con invasión lateral controlada. Para ello es muy útil
establecer plantas nobles que se regulan por principios aleopáticos.
8.3.4 Morfología
La morfología de las especies seleccionadas como cobertura vegetal tiene alta incidencia en
el comportamiento del agua precipitada en el área. Especies con alta densidad del sistema
foliar tienen mayor capacidad de interceptación de la lluvia. Sistemas foliares espigados
(ejemplo acículos de las coníferas) tienen menor área específica en el sistema, lo que reduce
su capacidad interceptadora.
La densidad, la forma, la rugosidad y el tamaño de las ramas, de los fustes y de los sistemas
foliares son determinantes en la capacidad de la cobertura para aumentar el tiempo de
concentración de las aguas en la ladera.
Además los follajes de tamaño, morfología y alturas diferentes son altamente eficientes en
el control de los elementos del clima como los vientos fuertes, las temperaturas altas y las
humedades bajas que acceden al suelo y lo alteran. De ahí la importancia de establecer
plantas con follajes diversos para proteger, no solo el suelo sino las estructuras como los
pavimentos y los concretos que quedan sometidos a temperaturas altas durante los días
calurosos.
8.3.5 Cobertura aérea
Las especies utilizadas en control de erosión deben tener una cobertura de copa amplia,
derivada de un sistema foliar denso que se constituya en una barrera contra la precipitación
y genere en el suelo un microclima que favorezca el establecimiento de microorganismos
descomponedores que recuperen el suelo orgánicamente.
Aquí es importante la eficiencia que presentan los sistemas multiestratos que son
encargados de regular las aguas en las laderas. Esto asociado a la complejidad de los
sistemas radicales que permiten el amarre de los suelos a varias profundidades
incrementando la estabilidad del sistema.
La reforestación con especies arbustivas estimula el establecimiento de las coberturas bajas
y rastreras encargadas de interceptar las gotas de agua de los árboles, retienen los
sedimentos y amarran los suelos, complementando las acciones de la recuperación del área.
La composición multiestrato de las coberturas vegetales constituye una cadena de
amortiguación de la precipitación, con alta eficiencia, permite la adecuada disposición de la
materia orgánica aportada por el sistema, lo que repercute positivamente en la rapidez de
regeneración orgánica del suelo.
408
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
409
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
En las prácticas se utilizan especies pioneras de rápido crecimiento, que aportan materia
orgánica, mejorando las condiciones para el establecimiento de las especies definitivas.
La materia orgánica aportada por las especies herbáceas y pioneras se descompone
rápidamente y favorece el aumento de microorganismos en el suelo y restituyen un eslabón
básico en la cadena alimenticia. Esto conduce a una rápida activación de la dinámica
sucecional de la cobertura y al equilibrio ecológico en el área recuperada.
De ahí la necesidad de establecer coberturas vegetales de follajes densos, con sistemas
radicales fibrosos y fasciculados que al descomponerse contribuye a la formación del suelo
como una estructura edafológica eficiente.
8.3.11 Influencia sobre obras de drenaje
El éxito de los tratamientos de control de erosión está supeditado a la simbiosis que existe
entre las coberturas vegetales y a su evolución en ambientes con las obras de drenaje. Su
acción es complementaria y no debe existir presión entre ellas. La figura 8.5 presenta un
tratamiento integral de un cauce que abastece agua para consumo humano.
El establecimiento de coberturas vegetales debe considerar las presiones que se pueden dar
sobre las estructuras en concreto: la presión que ejercen los sistemas radicales sobre las
obras, la acción de palanca que ejercen los árboles sobre taludes de pendientes fuertes, el
aporte de sedimentos orgánicos y la presencia de especies vegetales sobre las estructuras
de drenaje son entre otras, muy frecuentes.
De ahí la importancia de seleccionar con detalle la cantidad, la frecuencia, la sección y las
pendientes de las estructura hidráulicas, así como las prácticas de mantenimiento como
podas, manejos silviculturales a plantas de porte medio y alto y las labores de recuperación
de áreas degradadas con el material vegetal extraído de las rondas de mantenimiento de
obras.
8.3.12 Periodicidad en el mantenimiento
El espacio de tiempo que requiera una cobertura vegetal para regenerarse, extenderse y
desarrollarse hasta el punto de convertirse en un obstáculo para las obras de drenaje es un
factor de amplia repercusión económica y de eficiencia de las obras.
Las coberturas deben tener un período de desarrollo lo más amplio posible con el fin de que
disminuya el número de mantenimientos en espacio de tiempo.
8.3.13 Agresividad y dominancia
Para la elección de las coberturas vegetales en obras de control de erosión se tiene en
cuenta la agresividad de las especies con el fin de poder estimar el tiempo el cubrimiento
óptimo de la zona; la dominancia existente entre las especies permite el control de las menos
eficientes con el fin de proteger las obras de drenaje, apoyando su funcionamiento y
contribuyendo a la regulación de los caudales y de los sedimentos orgánicos.
8.3.14 Usos antrópicos
410
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
y la hojarasca es una barrera que permite conservar la humedad del suelo, haciéndolo
eficiente.
Fijación del suelo: Las raíces ligan las partículas del suelo, mientras los residuos
vegetales superficiales filtran los sedimentos del agua. Simultáneamente se crean las
condiciones para la deposición de los sedimentos por la reducción de la velocidad de las
aguas de escorrentía.
Retardación: Las hojas, los tallos y los residuos vegetales incrementan la rugosidad
del suelo, por lo tanto disminuyen la velocidad del agua de escorrentía evitando que se
presente la erosión del suelo. El follaje brinda mayor aspereza quitándole velocidad al
viento.
Infiltración: Los sistemas radicales contribuyen a mejorar la porosidad del suelo y por
lo tanto la permeabilidad. El cúmulo de obstáculos por los tallos, las raíces y la hojarasca
son disipadores de la energía del agua de escorrentía, obligan mayor recorrido de las
aguas superficiales y con ello la infiltración.
Evapotranspiración: Las plantas toman parte del agua del suelo, retardando su
saturación y participando decididamente en el ciclo hidrológico.
Fertilidad: Se obtienen mejores condiciones agrológicas del suelo como consecuencia
del aporte de materia orgánica y otras funciones como la fijación de nitrógeno.
8.4.2.2 Prevención de movimientos de masa.
Las plantas leñosas (árboles y arbustos) previenen los movimientos en masa que involucran
el suelo, particularmente de poca profundidad, mediante el incremento de la resistencia a
la cizalladura.
La vegetación influye en el equilibrio de fuerzas actuantes de los taludes, así:
Efecto de las raíces: Mecánicamente asumen el esfuerzo de cizalladura del suelo y lo
transforma en tensión, actuando como refuerzo.
Control de la humedad: La evapotranspiración, la intercepción del follaje y la capa
orgánica aportada controlan la humedad en el suelo.
Efecto de contrafuerte y arco: Los tallos anclados y embebidos funcionan como tales,
para contrarrestar la cizalladura.
Sobrecarga: La vegetación aunque implica un sobrepeso, posee un componente
perpendicular al talud que contribuye a evitar el deslizamiento.
Sin embargo, existen algunos factores que podrían disminuir el efecto estabilizante de la
vegetación arbórea, como por ejemplo:
Apalancamiento: La tendencia de las raíces es la de servir de cuña sobre grietas,
fisuras y canales del suelo, contribuyendo a su inestabilidad.
Arrastre del viento: Cuando este es fuerte, puede arrancar los árboles y lanzarlos
ladera abajo.
412
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Presión sobre las obras hidráulicas: ejercida por las raíces y los tallos de los árboles
cercanos a las estructuras ó por el aporte de hojarasca y residuos orgánicos que taponan
las estructuras hidráulicas.
Imitaciones artificiales de las propiedades biotécnicas son las "estructuras de tierra armada"
y las "pilas de raíces reticuladas" (colocación de un arreglo de pilas en concreto
entrecruzadas, fundidas "in situ" de pequeño diámetro).
En desventaja de estos métodos radica en la rápida corrosión y deterioro; puesto que las
raíces tienen la propiedad de auto-repararse y
regenerarse.
Para lograr la recuperación integral de las áreas
degradadas, se adelantan medidas intensivas
encargadas de corregir, en primera instancia, los
problemas erosivos activos logrando el equilibrio
necesario para el posterior arraigo y
establecimiento de la cobertura vegetal.
8.5 APOYO A TRATAMIENTOS CON
VEGETACIÓN.
La recuperación de taludes y laderas
desprovistos de vegetación se logra mediante
prácticas para el establecimiento de vegetación,
utilizando plantas de tipo rastrero y de rápido
crecimiento con el apoyo de materia orgánica y
fertilizantes a fin de lograr el rápido cubrimiento
del área.
Los tratamientos están conformados por varios Figura 8.6 El material vegetal es extraído de
elementos: unos, como las estacas o mallas, individuos del mismo cauce. (Carlos E.
Escobar P.)
garantizan la seguridad del tratamiento en los
taludes escarpados; otros, como el abono verde son aporte de materia orgánica, protegen
el material vegetal vivo y el suelo de las variaciones climáticas, garantizando la humedad
suficiente para la germinación, el arraigo y el establecimiento de las plantas, y los últimos,
el material vegetal vivo, es la fuente que genera las plantas encargadas de proteger
definitivamente el talud, cuando estas se establecen.
Los tratamientos vegetativos requieren de una infraestructura que garantice la producción
del material vegetal orgánico de abonos verdes y el material vegetal vivo como estacas de
palos nacederos, estolones y semillas, según las necesidades. A continuación se hace la
relación de la infraestructura y los tratamientos para el establecimiento de vegetación.
8.5.1 Banco de propagación.
Lugar que se establece con el propósito de obtener material vegetal vivo como tallos,
rizomas, estolones o semillas útiles para la propagación vegetativa. Este material es
cosechado y transportado al sitio de siembra.
413
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Los bancos de propagación son útiles cuando se requieren plantas de reproducción por
rizomas, estolones y semillas. Se debe escoger un terreno de excelentes condiciones de
textura y drenaje (suelo franco arenoso) y con presencia de elementos mayores y menores.
Las deficiencias deben ser suplidas con fertilizante.
Los bancos de propagación para labores de revegetalización en proyectos de ingeniería, se
localizan previamente, aprovechando las áreas cubiertas por las especies a utilizar las cuales
se explotan por el método de entresaca, evitando así que se agote el recurso. La figura 8.6
presenta un ejemplo de una estaca de un árbol nacedero sembrada en una margen de un
cauce para reforzar la vegetación del bosque de galería. Esta siembra aprovecha elementos
que se reproducen por métodos asexuales cosechados de árboles de la cuenca.
8.5.2 Suministro de material vegetal.
Esta actividad comprende la obtención de semillas, rizomas, estolones y estacas de palos
nacederos, de especies rasantes y arbustivas, elementos esenciales para adelantar las
prácticas y labores de revegetalización de áreas degradadas y en la estimulación de zonas
que necesitan mayor cubrimiento vegetal.
8.5.3 Suministro de materia orgánica.
Esta actividad comprende la explotación de la materia orgánica, de suelo orgánico, abonos
verdes, compost, con el fin de mejorar los suelos orgánicamente, obtener mejores
condiciones de humedad y nutrientes para las plantas. Además se logra la protección del
suelo del secado por las temperaturas altas y los vientos y se logra la respuesta rápida de
las coberturas vegetales en el tratamiento.
Las labores de apoyo en viveros y los suministros de material vegetal como semillas,
estolones, rizomas, plántulas y materia orgánica, son el soporte para la ejecución de los
tratamientos los cuales se explican a continuación.
8.6 TRATAMIETOS CON VEGETACIÓN
Son las distintas prácticas utilizadas para el establecimiento de coberturas vegetales en
taludes y laderas.
8.6.1 Plantaciones.
La presencia de árboles y arbustos constituyen el último eslabón de la cadena vegetacional
en la recuperación de los suelos. Por eso se recomienda solo arborizar las áreas que
presenten coberturas de especies rastreras o rastrojos, encargadas de amortiguar el impacto
de las gotas y proteger el suelo. Los árboles no son recomendados como plantas pioneras
para la recuperación de áreas degradadas, porque no brindan suficiente protección al suelo
debido al impacto de las gotas que caen por escurrimiento y la carencia de los obstáculos
suficientes para la disipación de las aguas de escorrentía. Sin embargo son pilares
fundamentales para la regulación de aguas y el control de los elementos del clima que
acceden al suelo.
Se dan las recomendaciones para el establecimiento en el sitio definitivo, de las plántulas
obtenidas en el vivero o suministradas. Sistema de siembra: se recomienda ubicar los
árboles entre sí con espaciamiento regular y suficientemente denso; los sistemas de siembra
414
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
son: el cuadro y tresbolillo. El sistema en tresbolillo tiene la ventaja con respecto al sistema
al cuadro de permitir la plantación de aproximadamente el 15% más de árboles en una
misma superficie y asegura una mayor protección del suelo en pendientes fuertes.
Distancia de siembra: las distancias de siembra de los árboles están marcadas en principio
por el desarrollo de los árboles, su crecimiento y de los objetivos generales que pueden ser:
cobertura de suelos, protección de cuencas o ensayos entre otros. También depende de las
especies ya que cada una en particular tiene características que acreditan tratamientos
diferentes y de las condiciones del sitio como la pendiente del terreno. De todos modos las
distancias deben ser suficientemente amplias para permitir el ingreso de luz a los estratos
arbustivos y herbáceos, logándose así un follaje denso que proteja integralmente el suelo.
La tabla No 8.1 presenta el número de árboles a plantar por hectárea según diferentes
espaciamientos.
Tabla 8.1. Cantidad de árboles por hectárea
Preparación del suelo: la preparación del suelo depende de las condiciones particulares de
cada sitio, consiste en la eliminación de la vegetación existente por métodos manuales
(machete) o de medios mecánicos (motosierra, tractores), con el objeto de evitar la
competencia de luz y nutrientes a los árboles que se van a plantar.
Disposición de los residuos vegetales: todos los materiales de la preparación del terreno
deberán colocarse en sitios seleccionados, de tal manera que no interfieran los trabajos de
plantación. Estos se acumulan y sirven como materia orgánica para recuperación de otras
áreas degradadas.
Trazado: se ejecuta en el campo directamente con el apoyo de cintas o cuerdas marcadas
con el propósito de que las distancias escogidas queden uniformemente distribuidas en el
terreno, y en cada sitio se puede dejar una estaca a manera de marcación. Se procede al
plateo, que consiste en limpiar de vegetación un área circular con diámetro de un metro y
en el centro del plato se realiza un hoyo, de tamaño tal, que permita la colocación del árbol
(generalmente 30 x 30 x 30 cms).
415
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Plantación: la siembra en lo posible debe coincidir con la época de lluvias. Este trabajo
consiste en retirar la bolsa, evitando desmoronar el pan de tierra y se coloca el árbol en el
hoyo rellenándolo con la tierra que se extrajo es para afirmarlo y prensándolo para evitar
espacios vacíos. Transcurridos 15 días de la siembra se fertiliza con productos que
contengan los nutrientes necesarios para el tipo de suelo que se reforesta. Al mes se practica
la resiembra reemplazando las plántulas muertas o en mal estado y su fertilización.
Las labores de plantación se realizan con plántulas con portes de más de 0,30 m con el fin
de lograr un tratamiento exitoso.
8.6.2 Empradizado.
Los empradizados se utilizan para proteger áreas de taludes y laderas de la erosión y
simultáneamente contribuyen a mejorar el paisaje, cuando se ejecuta un tratamiento en
zonas urbanas. Se acostumbra utilizar el procedimiento de implantación de cespedones. La
figura 8.7 presenta los esquemas donde se identifican los elementos de una empradización
de un talud.
0,30
Tepe (cespedón)
0,30
Aspectos de construcción:
Se arrancan los cespedones en cuadros de 30 x 30 centímetros, cuidando de evitar los daños
en las raíces. Los cespedones se implantan directamente sobre el suelo. Cuando las
condiciones de pendiente así lo exigen, se utilizan estacas de guadua u otro material
adecuado para fijar los cespedones al talud.
8.6.3 Cubrimiento de laderas con abonos verdes.
Algunas zonas degradadas se aíslan a la acción y presión del hombre y animales, induciendo
la aparición de cobertura vegetal autóctona, utilizando estacas como elementos de soporte
para los abonos verdes conformados por semillas, estolones, tallos y rizomas recolectados
en la región. La figura 8.8 es un esquema del tratamiento con el establecimiento de
vegetación con abonos verdes. Las estacas fijan el tratamiento al talud pendiente, el abono
verde con semillas, tallos, estolones y rizomas es el elemento que provee el material
orgánico y los elementos vivos que formarán las plantas.
Procedimiento:
Se clavan estacas de 30 centímetros de
longitud, distanciadas 30 centímetros,
colocadas a tres bolillos, posteriormente se
cubre el suelo con una capa de abonos
verdes dotados de semillas, estolones, Estaca de
rizomas y tallos, de 10 centímetros de guadua o
espesor. El abono verde protege el talud de material
resistente
la degradación por intemperismo y de la Capa de
erosión, además aporta la materia orgánica rastrojo
necesaria para soportar el arraigo y el
Suelo
establecimiento del material vegetal vivo y
conservándolo estable en el sitio de 0,15
tratamiento.
8.6.4 Cubrimiento de taludes con tela
biodegradable. Figura 8.8 Revegetalización con abonos
verdes
Es el establecimiento de cobertura vegetal
correspondiente a estratos rasante y
arbustivo en sitios donde el suelo es rocoso,
de pendientes fuertes, utilizando telas biodegradables de fique o coco, estacas de 30
centímetros de largo, abnos verdes dotados de semillas, tallos nacedero y estolones. El
material vegetal vivo (semillas, tallos y estolones), es ecológicamente viable para el trabajo,
con el vigor suficiente para una propagación rápida, adaptabilidad al medio y con la
suficiente madurez fisiológica para garantizar el retoño.
Procedimiento:
Se limpia el talud del material suelto, se clavan las estacas distanciadas 30 centímetros al
triángulo (aproximadamente 11 estacas por m 2), posteriormente se cubre el suelo con una
capa de abnos verdes de 7 centímetros de espesor; sobre ésta se riegan semillas al voleo,
417
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
de diferentes especies; se coloca otra capa de abonos verdes hasta conseguir un espesor
de 12 centímetros. Por último se cubre con tela biodegradable y asegurándolos con estacas.
Estacas de
guadua o material
resistente
Capa de
rastrojos semilla
Roca
0,15
418
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
DH
0,30
419
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
el
vegetal
Suelo natural
Relleno
Madera
420
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Esterilla
421
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
L
L
H
Estaca viva
Procedimiento:
El tratamiento en forma de gradas, está conformado por macanas o estacas vivas de un metro
de largo, las cuales se hincan distanciadas cada 60 centímetros. Posteriormente se hace un
tendido de tallos de cañabrava, cortados en trozos de 3.00 metros, con la suficiente madurez
fisiológica para garantizar su retoño, los cuales van asegurados a las estacas con alambre negro
No 16 hasta conseguir una altura de 30 centímetros, por último se realiza el relleno detrás del
trincho hasta nivelar la grada.
Se nivela el terreno y se hincan las macanas hasta conseguir alturas de 30 centímetros. Se
extienden los tallos en cañabrava hasta alcanzar la altura requerida. Por último se realiza el
relleno hasta lograr la terraza nivelada. Sobre esta se siembran especies de gramíneas y
leguminosas como refuerzo al tratamiento.
8.6.7 Senderos.
Son los caminos de acceso a las obras dejados después de la ejecución de un proyecto de
control de erosión y de labores para el control de la erosión. Los senderos, coinciden con los
utilizados por las comunidades o aquellos dejados después de la ejecución de las obras. Se
utilizan para realizar las revisiones y el mantenimiento de las obras de control de la erosión.
La ausencia de los senderos es causa del abandono de las estructuras y su destrucción por
falta de revisiones, los mantenimientos y las reparaciones oportunas.
RESUMEN: Durante la noche del 31 de marzo y la madrugada del 1 de abril de 2017, cuando
fuertes lluvias provocaron deslizamientos, deslaves y flujos de lodo en las cuencas altas de
los ríos Mocoa, Mulato y Sancoyaco, con los desbordamientos que arrasaron varios sectores
422
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Imagen 8.15: Imagen satelital de Mocoa antes y después del desastre de la noche de Marzo
31/Abril 1 de 2017, suministrada por Corpoamazonia.
Las avalanchas asociadas a las lluvias exacerbadas por el calentamiento global, y que
continuarán arrasando poblados ubicados en los piedemonte cordilleranos, caso Salgar y
Mocoa, son una amenaza latente y creciente para la región andina de Colombia, donde
estamos pagando deudas ambientales con cientos de poblados en condición de riesgo
ubicados sobre abanicos aluviales de cuerpos de agua en régimen torrencial abrigados por
cuencas deforestadas, al ocupar sus vaguadas con usos conflictivos del suelo y exponer a
sus pobladores: en esta nueva dinámica los desastres, que parten de eventos climáticos
extremos como detonantes de riadas predecibles, son el costo de nuestra precaria cultura de
planeación.
423
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Para tratar el asunto, permítanme dos elementos conceptuales de importancia para la gestión
del riesgo: uno, la previsión a corto plazo, que se relaciona con el proceso hidrogeológico, y
que incluye el monitoreo de la amenaza y la definición del modelo de encadenamiento y
propagación de los eventos; y dos, la previsión general, que se ocupa de los factores de la
vulnerabilidad global y de los mapas de susceptibilidad a la amenaza, como insumos
necesarios para estudiar el riesgo probable y los grados de exposición al peligro de bienes y
personas.
Si para tales lugares, además del mapa señalando los escenarios amenazados, de una red de
monitoreo que opere en tiempo real, existiesen políticas públicas, procesos educativos y
herramientas para la planificación integral del territorio, se podría hablar de prevención de
desastres; de lo contrario, otra sería la suerte de pobladores que en condición vulnerable
habitan dichos lugares, que hoy sólo son escenarios con escombros a la espera de una
tragedia, que aunque puede anticiparse, más tarde los convertirá en “campos santos” para
honrar a sus víctimas mortales.
Justo durante los meses precedentes veíamos con dolor imágenes de los huaycos en Perú y
Ecuador, producto del fenómeno de “El Niño costero” ocasionado por un calentamiento
anómalo del mar focalizado en las costas sudamericanas, donde varios fenómenos
hidrogeológicos cobraron más de un centenar de vidas, y al cual podrían sumarse las de
Mocoa. Vale la pena señalar, que dicho fenómeno climático difiere del ENOS producto de las
fluctuantes de temperaturas oceánicas provenientes de Australia, que al detonar en el
Pacífico ecuatorial, ocasionan lo que conocemos como “El Niño o La Niña” según el caso.
En el PBOT de Mocoa, donde se consigna que el río al igual que algunos afluentes suyos al
bajar de la cordillera cruzan el casco urbano, y que dada su juventud geológica al
encontrarse en permanente formación generan una erosión activa que pone en peligro
permanente sus zonas de influencia en la ciudad, también se reconoce la alta pluviosidad
anual característica de la región, el alto grado de fragmentación del ecosistema y la presión
antrópica sobre el sistema boscoso como factores de amenaza generadora de riesgos por
movimientos de remoción en masa, inundaciones, crecientes de ríos y erosión. Es decir, la
424
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Por lo tanto, el gran desafío para mitigar esta amenaza del cambio climático, es aplicar
determinantes socioambientales con un enfoque más biocéntrico que antropocéntrico, para
recuperar y ordenar nuestras cuencas con sus cuerpos de agua, ecosistemas y bosques, e
implementar planes de manejo ambiental participativos que contemplen estrategias de
adaptación al cambio climático y modelos no conflictivos de ocupación del territorio.
425
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Existiendo daños severos en Barbacoas y Telembí, habiendo quedado devastados los caseríos ribereños y
desaparecido unos 26 moradores, además de anegadas unas 20 mil hectáreas de cultivo y destruidos caminos,
acueductos y redes eléctricas, por el desbordamiento del cauce del río Mira, Tumaco en Nariño es la zona más
afectada con el fatídico evento del 16 de febrero de 2009 en la costa pacífica del sur de Colombia: tras borrar
veredas, aguas abajo el río desbordado por la crecida corriente, inunda la población y sus veredas para obligar la
salida de 11 mil habitantes de este municipio, quienes deben buscar albergue en los centros educativos de la
localidad y de paso afectar sus actividades académicas regulares. En Tumaco, se ha suspendido el fluido eléctrico
en al menos veinte veredas, destruido más de medio millar de viviendas, por lo que el número de familias
damnificadas supera las 6000 (Portafolio 26-02-2009).
Aún más: el columnista Jaime Arocha de El Espectador en su artículo titulado “El del río Mira, ¿desastre natural?”
(26-02-2009) cita una fuente que señala “las veredas que visitamos ya no existen; algunas de las personas que
usted conoció murieron y otras se encuentran seriamente heridas.”, y advierte sobre las severas acciones
antrópicas que han venido transformando la cuenca, relacionadas con minería para la extracción de agregados de
construcción y en especial con selva destruida para cultivos limpios destinados a palma de aceite, una nueva
actividad productiva que acertadamente asocia el columnista al sistema económico causante de la hecatombe.
Ahora: si bien la recuperación de la costa de Nariño afectada por este desbordamiento podría tardarse un par de
años gracias a la declaratoria de Tumaco como zona de desastre, efectuada el 24 de febrero por el Gobierno
Nacional, y si además pasada la fase de emergencia inmediata se podrá dar oportunamente con ella inicio a la
acción humanitaria en beneficio de la población damnificada ávida de servicios públicos esenciales, y luego
proceder con la remoción de escombros y recuperación de la infraestructura educativa, de salud y vial, queda
pendiente otro asunto de naturaleza estructural y por lo tanto de largo plazo pero extremada urgencia: la
recuperación de la cuenca del río Mira en términos sostenibles.
Esperamos que la comunidad nariñense, con la decisión de todo el país priorice este proyecto y aborde de
inmediato un plan de intervención en la cuenca del río Mira con las acciones prioritarias ambientales y
socioeconómicas, enfocado a resolver la problemática estructural de este casi olvidado territorio de la patria. Aún
más: que este plan se extienda gradualmente a los escenarios de los ríos Telembí, Nulpe y Mataje, incluyendo para
ellos los Planes de Ordenamiento Ambiental. Y para hacerlo, una opción de acompañamiento puede surgir desde la
Universidad Nacional de Colombia, institución que tras señalar a Tumaco como una zona estratégica del Pacífico
colombiano, tiene previsto hacer presencia mediante una sede con la cual contribuirá en formación académica,
procesos de investigación y actividades de extensión.
426
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Tras haber caído el telón de La Niña 2010/2011 con legiones de damnificados y cuantiosas
pérdidas en los medios urbanos y rurales, debe advertirse la urgencia de una reconstrucción
que empiece por ordenar las cuencas. La Niña, esta vez significativamente superior a la
media y por lo tanto una de las más intensas de las últimas décadas, como fenómeno que
hace con El Niño un ciclo de comportamiento errático, regresará para hacer más húmedas las
temporadas secas y de lluvias del singular clima bimodal de la región tropical andina
colombiana.
Y tras evaluar y proyectar grosso modo las elocuentes lecciones de las consecuencias de
torrenciales aguaceros que han batido registros históricos en frecuencia e intensidad, de no
apurar la adaptación ambiental de la que habla el ambientalista colombiano Gustavo Wilches
Chaux en “La construcción colectiva de una cultura del agua”, preocupa lo que se vivirá en
las siguientes temporadas invernales cuando de nuevo arrecie La Niña, de conformidad con
lo ocurrido en este lustro y las dramáticas consecuencias de múltiples y variados eventos
hidro-meteorológicos, que entregan para la historia de Colombia las aterradoras imágenes de
inundaciones de poblados enteros en la Mojana y la Sabana de Bogotá, de los estragos de
flujos de lodo como en Útica y del corrimiento de tierra que se llevó a Gramalote, a modo de
427
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Entonces, para mitigar la vulnerabilidad del hábitat frente a las torrenciales lluvias
invernarles, en principio debemos aceptar que dicha fragilidad está asociada a las condiciones
que favorecen el descontrol hídrico y pluviométrico resultante de la tala de bosques, dada su
doble función como reguladores de las precipitaciones y de los caudales; lo primero al
descargar las nubes gracias a la condensación del vapor de agua, y lo segundo al retener la
humedad resultante de las precipitaciones. De esta segunda función se nutren las aguas
subterráneas y por lo tanto los acuíferos y manantiales, lo que reduce las escorrentías a tal
punto que el caudal de los ríos puede ser casi el mismo en invierno que en verano. Y de la
primera función, al tener bosques se moderará la intensidad de las lluvias al igual que su
distribución a lo largo del año: quien penetra al bosque andino puede advertir en el ambiente
húmedo de los musgos y en el fresco del follaje, la condensación del vapor de agua extraída
de las masas de aire que trae la brisa diurna a transitar por ese ámbito. Pero si hemos
deforestado las montañas, desde la cuenca baja cercana a los valles interandinos hasta la
cumbre, no habrá posibilidad de condensación alguna, y por lo tanto se cargarán más las
nubes en su tránsito hacia la cordillera, pudiendo a su paso generar precipitaciones a la
altura de nuestras ciudades de montaña, chubascos que caerán a modo de aguaceros
diluviales.
428
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
429
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Y aludo a una disrupción por ser una acción que se opone a la del simple mejoramiento del
actual modelo cafetero como vía que no admite implementar un desarrollo sostenible, porque
francamente no resultaría viable intervenirlo para soportar el proyecto del Paisaje Cultural
Cafetero y enfrentar el calentamiento global, los dos mayores desafíos del sector para las
siguientes décadas. Ayer cuando arrasamos el sombrío se dio una disrupción en el modelo
cafetero, que supuso abandonar un sistema que engrandeció a Colombia hasta cuando
cometimos el error de apostarle al monocultivo del café y perder esta tecnología con la cual
se industrializó a Colombia e hicimos pasar el meridiano cultural, económico y político del país
por Manizales. Tras haber palidecido la economía cafetera de las grandes haciendas
exportadoras en el eje Cundinamarca-Santander de finales del Siglo XIX, entrado el Siglo XX
se consolida otro modelo de producción para la exportación cafetera basado en la economía
campesina, y por lo tanto de estructura minifundista como lo es la de la tenencia de la tierra
en la zona cafetera. Y gracias al impacto de los ferrocarriles cafeteros de la década de 1920 y
al efecto dinamizador de los mercados internos asociado al nuevo modelo de producción del
grano, se dio el poblamiento de la región cafetera en Colombia y la creación de la Federación
Nacional de Cafeteros (1927), dos factores fundamentales para un crecimiento con desarrollo
que benefició la región andina de Colombia, dado que además del alto efecto redistributivo
del ingreso, las grandes rentas de esta tecnología en manos propias se destinaron a la
economía rural para escuelas, acueductos, puestos de salud y vías terciaras.
430
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Fondo Nacional del Café para tal fin, y rara blindar a los asociados de los altibajos del
mercado, y facilitar la logística y comercialización del grano; con la fijación del precio
cubriendo los costos de los pequeños productores menos eficientes se generaron rentas
adicionales para los grandes cafeteros. Pero en los años setenta llega la nueva caficultura
basada en la revolución verde, que elimina el sombrío y la biodiversidad al transformar en
monocultivos los cafetales y desnudar quebradas.
La fórmula que facilitó las plagas, desterró del campo a legiones de campesinos sin
educación suficiente que no pudieron asimilar el nuevo modelo financiero y tecnológico más
complejo. Ellos, atraídos por el espejismo de la ciudad como escenario de oportunidades que
tampoco estarían a su alcance, migrarán para vivir otra crisis consecuencia de la
desindustrialización que ahora explica el dramático empobrecimiento y notable desempleo
que arrincona a las masas urbanas de las capitales cafeteras, entre la informalidad y la
delincuencia.
Pero llega un nuevo desafío y no todo está perdido, gracias a nuestra ubicación en el centro
de la región andina y a la variedad de pisos térmicos del relieve cordillerano con su
biodiversidad propia de un mosaico de zonas de vida urgidos de recuperarse como valor
patrimonial: el del Paisaje Cultural Cafetero que podríamos convertir en factor estratégico
para recuperar la senda del desarrollo rural en la ecorregión cafetera y para adaptarnos al
cambio climático, si es que nos decidimos por el rescate de la estructura natural y simbólica
con sus elementos tangibles e intangibles conexos a la cultura y al ecosistema del café,
apalancados en elementos estructurales como la educación y el transporte rural, y en
especial por la reconversión productiva orientada a una producción de bienes culturales y
servicios ambientales, soportados en ciencia, tecnología y saberes como una apuesta por lo
autóctono.
431
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Caldas, urge del desarrollo de una identidad cultural orientada a la construcción de sinergias
territoriales, y de proyectos de ciencia y tecnología articulados a un modelo educativo
profundo, para cerrar la brecha de productividad entre su capital donde se concentra el PIB
caldense, y la provincia donde pobreza y falta de oportunidades contrastan con su potencial
natural y cultural, aún inexplorado e inutilizado.
Imagen 8.19: Mosaico con imágenes de la Ecorregión Cafetera. Créditos en cada imagen.
432
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
que arrase el poblado y la montaña, y desestructure dicho territorio mediante una actividad
extractiva sin valor agregado.
Segundo, en la tierra del “elemento agua” donde los íconos son la navegación del río,
subiendas, ranchos de hamacas y la Botánica de Mutis, poseemos un potencial energético
cercano a dos millones de kilovatios, cuyas regalías contribuirían a la viabilidad de los
municipios cordilleranos del naciente caldense, y la posibilidad de una reducción significativa
de costos del transporte hacia y desde el Caribe por el Magdalena, dos factores que harían
viables varias industrias químicas de base minera contempladas en el respectivo plan sectorial
de Caldas 2006-2016, gracias a un trascendental estudio de Gabriel Poveda Ramos que
contiene perfiles de proyectos donde las materias primas provendrían de yacimientos cercanos
de carbón, calizas, sal y arenas silíceas.
Tercero, el ecosistema del “elemento fuego” en la alta cordillera de feraces suelos y paisajes
de nieves y volcanes, donde los símbolos de la identidad son empalizados, cóndores,
frailejones, la ruana de Marulanda, el sombrero aguadeño y el pasillo; allí la primacía debe ser
cuidar el agua como fuente de vida y el frágil ecosistema de humedales y páramo, y atender
la amenaza volcánica como determinante, pues de sur a norte aparecen Santa Isabel, Ruiz,
Cerro Bravo y Romeral.
Y cuarto, para el “elemento aire” en la tierra del café, donde el Paisaje Cultural Cafetero
realzando el bahareque de guadua, cultivos diversificados con sombrío y la música de carrilera,
obliga a replantear un modelo de producción soportado en agroquímicos y monocultivos que
expresa en sumo grado el deterioro de los términos de intercambio, consecuencia de haber
reprimarizado la producción, olvidando la transformación y el comercio del café colombiano.
Al revisar los grandes desafíos de la época, además de priorizar la formación del capital social
sobre el crecimiento económico, urge recuperar cuencas hidrográficas para preservar agua y
biodiversidad; prevenir el aislamiento de Manizales; conurbar la subregión Centro Sur con
Pereira; gestionar acertadamente proyectos como Aerocafé, Miel II, la Transversal Cafetera y
la navegación del Magdalena; extender las acciones del Paisaje Cultural Cafetero a Aguadas,
Salamina y Manzanares; desarrollar las TIC y el transporte rural en Caldas; resarcir pueblos
coloniales de secular mísera “sembrados” en oro como Marmato, Riosucio, Supía y Anserma;
433
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
desarrollar estrategias para que el Oriente caldense aproveche el potencial industrial derivado
del recurso minero-energético y la multimodalidad en el puerto doradense, además de
desarrollar las opciones agropecuarias del valle magdalenense, de la alta cordillera y de la zona
cafetera.
RESUMEN: Según la Organización Mundial de la Salud, el 92% de los humanos respira aire
contaminado. Si el uso del carbón en la industria es una de las causas, también el transporte
público como emisor de sulfatos, nitratos y hollín, genera el 68% de la contaminación del
aire. Mientras la exposición humana al hollín vertido por los automotores provoca en el
mundo alrededor de 3 millones de muertes por año, en Bogotá donde el 53 por ciento de los
vehículos del SITP estarían evadiendo la revisión técnico-mecánica, y en Medellín donde el 48
por ciento de los vehículos no pasaron la prueba de emisión de gases, en lugar de combatir
la corrupción y de exigir filtros en las fuentes contaminantes, se aplican medidas que afectan
la movilidad y la economía. Aunque la Resolución 2154 de 2010 del MinAmbiente obliga a
434
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
que los municipios de más de 50.000 habitantes instalen sistemas de monitoreo del aire,
muchas ciudades de Colombia aún no han implementado las mediciones.
.
La contaminación del aire por industrias y vehículos, en especial por automotores de motor
diésel sin filtro ni control, es un problema que afrontan muchas ciudades del mundo, y que
ahora preocupa en Colombia dada la problemática de Bogotá y Medellín exacerbada por la
carencia de lluvias, y en la Guajira por el polvillo de carbón. Los indicadores ambientales que
valoran el material particulado por metro cúbico de aire son el PM2,5 y el PM10, que en su
orden miden la masa de partículas menores o iguales a 2,5 y a 10 micras en suspensión
como causa de efectos negativos para la salud humana, especialmente para la población
infantil y de adultos mayores.
La norma internacional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) al establecer límites por
dicha contaminación considerando el riesgo de afectación antropogénica irreversible del
tracto respiratorio, fija las siguientes cuantías en microgramos por metro cúbico: para el
PM10 donde el 75% de las emisiones se relaciona con la ignición ineficiente de combustibles
fósiles: 20 µg/m3 (media anual) y 50 µg/m3 (media diaria); y para el PM2,5 en el cual la
problemática comúnmente se asocia a partículas ácidas provenientes de combustibles fósiles
con una participación del 81%, y de la producción manufacturera y quema agrícola con el
porcentaje restante: 10 µg/m3 (media anual) y 25 µg/m3 (media diaria).
Si Colombia en la norma para la media diaria fija 70 µg/m3 como límite en el PM10 y 37
μg/m3 para el PM2,5, aunque algunas ciudades como Bogotá y Medellín o regiones como la
Guajira y lugares puntuales, no sólo superan dichos límites más tolerantes que los de la OMS,
en el caso de Manizales donde el volcán del Ruiz hace un aporte natural con ceniza y por
fortuna se cuenta con la Red de monitoreo operada por la U.N. y Corpocaldas, aunque las
medias son buenas en vecindades de zonas industriales y en el Centro con algunos vehículos
que vertiendo hollín transitan como “chimeneas”, el asunto amerita atención dado que ya se
reportan anomalías ocasionales.
Los niños que viven en áreas contaminadas del país buscan más atención médica por
síntomas respiratorios y crisis de asma: en el sector portuario carbonífero de Santa Marta,
donde las concentraciones excedieron los 70 µg/m3 de PM10 en Gaira (83,7 µg/m3) y
435
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
436
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
RESUMEN: Según la Convención sobre los Humedales, estudios científicos muestran que desde 1900 ha
desaparecido el 64% de los humedales del planeta, por lo que urge hacer un llamado para preservar dichos
ecosistemas, hoy amenazados por el cambio climático y por la acción humana. En el país según el IAVH en
“Colombia anfibia, país de humedales”, contamos con 20 millones de hectáreas de marismas, charcas, lagos,
ríos, llanuras de inundación y pantanos, entre otros, equivalentes a cerca del 17% de nuestra superficie
continental, que conforman 31.702 humedales de los cuales el 93% requiere figuras de conservación por ser
frágiles cuerpos de agua estratégicos para el desarrollo sostenible y para la biota.
Imágenes 8:21: Ciénaga Grande de Santa Marta y Poblado del litoral del delta del río Mira en:
imeditores.com (Deltas y Estuarios de Colombia. Banco de Occidente); Charca de Guarinocito
por Darío Correa, en: flickr.com
Según el Instituto Alexander von Humboldt IAVH en su libro “Colombia Anfibia, país de
humedales”, en 20 millones de hectáreas equivalentes a cerca del 17% de nuestra superficie
continental, tenemos 31.702 humedales, de los cuales el 48% están en nuestras Orinoquia y
Amazonia. Pero estos ecosistemas dinámicos de cuyos elementos fundamentales, el agua y la
biota, al estar amenazados por acciones antrópicas y por el cambio climático, han permitido
declarar una alerta para protegerlos, ya que cerca del 93% requiere figuras de conservación
por ser frágiles cuerpos de agua estratégicos para insectos, batracios y peces, como para
aves, reptiles y mamíferos, donde se hace insostenible la creciente presión de uso sobre el
patrimonio hídrico; esto como resultado de la expansión urbana, del crecimiento
demográfico, de la demanda de agua, de la desecación antrópica y de la contaminación,
entre otros: a modo de ejemplo, la propuesta de urbanizar las tierras de la reserva “Thomas
van der Hammen”, o la agonía de manglares y la masiva mortandad de peces en la Ciénaga
Grande, consecuencia de obras viales del Estado.
437
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
marco para la conservación y uso racional de dichos ecosistemas, logrando vincular a casi el
90% de los Estados miembros de las Naciones Unidas, entre ellos Colombia que ingresa en
1998, suscribiendo progresivamente y desde entonces seis humedales de importancia con
una superficie de 708.683 hectáreas, y que son: el Sistema Delta estuario del río Magdalena,
albufera con 400.000 ha, que es el complejo lagunar más grande de Colombia; el Delta del
río Baudó con 8.888 ha y ubicado en el Pacífico colombiano; el Complejo de Humedales
Laguna del Otún con 6.579 ha, ubicado en el PNNN; el Sistema Lacustre de Chingaza, con
4.058 ha localizadas en Cundinamarca; la Laguna de La Cocha con 39.000 ha, un santuario
ubicado a 2.660 msnm en Nariño; y el Complejo de Humedales de la Estrella Fluvial Inírida
con 250.159 ha, de Guainía.
Al observar el mapa preliminar de humedales de Colombia del IAVH, aunque por la escala no
se visibilizan turberas y otros humedales de páramo y bosques andinos que regulan los
caudales de las regiones más pobladas de Colombia y que contribuyen a las dinámicas del
clima, sobresalen por su extensión varios reservorios, como marismas y manglares en la
costa del Pacífico desde el sur de Tribugá hasta el río Mira, y en especial sobre el delta del
Patía donde aparece Tumaco; o ciénagas y madre viejas en corrientes de meandros, como
las comprendidas entre el río Meta y el piedemonte de la Cordillera Oriental; o las rondas del
438
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
río Guaviare y en parte del Vichada e Inírida; además de las vaguadas del Putumayo,
Caquetá y Vaupés; y el valle del Atrato aguas abajo de Vigía del Fuerte, y en parte del San
Juan; o en regiones como el Magdalena Medio y Bajo y el Bajo Cauca, donde a pesar de
ecocidios agroindustriales, mineros, etc., sobresalen, además de la Ciénaga Grande de Santa
Marta, La Mojana, la Depresión Momposina y el área del Sinú-San Jorge. [Ref:. La Patria.
Manizales, 2016.08.15]
Imagen 8.22: Mapa Preliminar de amenazas potenciales del V.N. del Ruiz, en 1986. Manual
de geología para ingenieros http://www.galeon.com/manualgeo
En el contexto de la crisis del volcán Nevado del Ruiz que viene desde el pasado 23 de
febrero, tras reportar la ocurrencia de sismos volcánico-tectónicos, salida de gases y
deformaciones, aunque el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Manizales aclara que
el nivel energético de la actividad sísmica resulta inferior a los alcanzados en las crisis
posteriores a la erupción de 1985, vale la pena reflexionar sobre la amenaza volcánica, para
revisar la gestión del riesgo en Caldas y Tolima.
439
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Para empezar, la natural inquietud que despierta la notica respaldada por la enorme columna
de vapor visible desde Manizales, hace palpable su diferencia con lo que ocurría durante la
coyuntura pre eruptiva de 1985 cuando despertaba el “león dormido”, posiblemente gracias
al reducido nivel de incertidumbre sobre lo que pueda ocurrir ahora, a la experiencia
acumulada por la comunidad científica, y al nivel de apropiación del conocimiento por parte
de los actores sociales del territorio y su confianza en el Observatorio Vulcanológico de esta
ciudad.
Cuando se reconoce que lo normal para un volcán no extinto donde alternan estados “Off y
On” tras largos períodos de calma, al llegar los tiempos de actividad para el Ruiz lo normal
es que se presenten crisis con este tipo de señales geofísicas y emisiones del cráter Arenas,
tal cual ocurrió en 2002 y 2010. Se supone que estos ciclos característicos de cada volcán,
finalmente responden a factores como la estructura interna cambiante y clase de magma, y a
su ambiente geológico y evolución de los procesos vulcano-tectónicos, asuntos que en el
caso del Ruiz se investigan y monitorean desde varios frentes para satisfacer la demanda
para atender las amenazas geológicas y el desarrollo de la geotermia.
El Ruiz a pesar de haber entrado en estado “On” hace 26 años, no ha concluido esta fase
para entrar a su estado “Off”. Al respecto, en un mapa de la conquista que muestra los
primeros poblados del Magdalena Centro aparecen además de Mariquita (1551), escritos tal
cual los nombres de “Vitoria” donde supuestamente quedaba la histórica población de
Victoria (1553) y “Bolcán” adonde está el Nevado del Ruiz. Así que habiéndose producido la
erupción en 1595, también se infiere una actividad pre eruptiva décadas antes del paroxismo,
por la presencia de una columna que emerge entre los glaciares para anunciar a distancia un
volcán en lo alto de la Cordillera Central.
Entonces, si lo normal del Ruiz como volcán activo es erupcionar, parece sensato esperar
eventos cuyo alcance espacial se aproxime a las previsiones señaladas en su mapa de
amenazas, dado que la erupción del 13 de noviembre de 1985 apenas alcanzó un volumen de
1/10 de kilómetro cúbico, cuantía ínfima en comparación con los eventos históricos de 1595 y
1845 donde el volumen de magma superó entre 10 y 20 veces esa magnitud. Pero esto con
flujos de lodo mayores a los de 1985, para los cuales el riesgo actual ya no resulta tan
440
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
De paso, se recuerda que en 1985 la magnitud de los lahares estimados en cien millones de
metros cúbicos, se incrementó por los deshielos dada la fusión de glaciares ocasionada por
riadas gasopiroclásticas y vertimiento de piroclastos: allí agua y sólidos participaron casi por
partes iguales, para conformar flujos de lodo como los que arrasaron Armero, donde se
vertieron 60 millones de metros cúbicos sobre 30 kilómetros cuadrados.
La emisión de cenizas que suele afectar las rutas aéreas, sólo alcanzan a tener impacto en el
caso de erupciones importantes por la turbiedad de las aguas y zonas de pastoreo de las
cuencas que drenan desde el volcán, por los costados en que la columna de ceniza resulta
desplazada por la dirección del viento dominante.
Entre tanto, la comunidad que ha debido prepararse durante lustros, podrá guardar la calma
para proceder con seguridad acatando las medidas de previsión frente a la amenaza
volcánica, siguiendo las instrucciones de los Comités de Emergencia quienes interpretan las
evaluaciones científicas de los miembros de nuestro Observatorio Vulcanológico, grupo
humano del cual varios integrantes han perdido la vida en actividades al servicio de la
comunidad, en el Ruiz y el Galeras.
Y como prueba de que el esfuerzo fructifica, en la erupción del Nevado del Huila de
noviembre de 2008, se logró evacuar un centenar de personas expuestas a dos avalanchas
que destruyeron por lo menos cinco puentes del río Páez.
441
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Imagen 8.23: Mapa de coberturas forestales mostrando en rojo zonas críticas por procesos
de deforestación. Minambiente-IDEAM.
Entre las medidas de adaptación al cambio climático, urge, además de una reconversión
productiva que permita corregir los usos conflictivos del suelo, combatir la corrupción como
factor que reduce la eficiencia de la acción del Estado, máxime si se considera que la
recurrencia de los fenómenos hidrometeorológicos extremos, será tan alta como la frecuencia
de los fenómenos cíclicos de El Niño y de La Niña, donde el impacto del fenómeno dependerá
de las adaptaciones ambientales, tanto para enfrentar en caso de El Niño las sequías y en el
de La Niña los inviernos severos. Veamos algo al respecto, de lado y lado.
442
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Respecto al objeto de reconvertir la actividad productiva del medio rural, es reducir la presión
sobre las cuencas, al facilitar dos asuntos vitales que exigen políticas de Ciencia y Tecnología:
concentrar la actividad económica en áreas aptas liberando humedales, ecosistemas
estratégicos y áreas que se deban reforestar, y entrar a los usos adecuados del suelo con
sus correspondientes manejos requeridos para resolver la profunda brecha de productividad
que explica la pobreza rural, como factor incidente. Al respecto sólo basta señalar que los
desastres en Gramalote, Útica y Santa Ana en La Mojana, en parte son la consecuencia de
actividades donde juegan la potrerización o la ocupación indebida del suelo. Igualmente, la
causa primera del drama que viven las comunidades a lo largo del Magdalena y en la sabana
de Bogotá, son consecuencia de la falta de bosques y de la expansión urbana, en su orden,
dos fenómenos que apuntan a la pérdida del factor de regulación de aguas.
443
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Las cifras lo dicen todo: más de tres millones de damnificados desde abril del 2010 a la
fecha, cuyo presupuesto para la atención de la fase de emergencia supera el 1% del PIB,
cuantía en la que no entran gastos de reasentamientos de poblados, ni las cuantiosas
inversiones necesarias y urgentes para recuperar infraestructura destruida, reactivar tierras
de cultivos anegados y reponer viviendas averiadas, temas que serán motivo de la penosa
fase de reconstrucción: en efecto, el gobierno nacional ha anunciado inversiones del orden
de $1,2 billones para ayuda humanitaria de emergencia, $5,4 billones en obras de
rehabilitación, y $19 billones en obras de prevención y mitigación de riesgos. Esto es ahora,
pero lo grave es que de no tomar las previsiones del caso, la lista de damnificados crecerá y
la economía del país se desangrará en acciones inocuas, al olvidar lo sustantivo y terminarán
en un asistencialismo que continuará alimentando la maquinaria del fraude.
444
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
carecen de agua potable en sus hogares, y Colombia con el 5% del patrimonio hídrico
mundial y un rendimiento hídrico que supera seis veces el promedio mundial y tres veces el
de Latinoamérica, solamente trata de manera adecuada el 11% de los vertimientos que
genera el país, y según el DANE aún requiere extender la cobertura del servicio de acueducto
que no llega a 3,6 millones de personas y de alcantarillado para cubrir a 5,6 millones de
colombianos que no lo tienen.
Mientras en nuestro departamento se daba la protesta social por los incrementos exagerados
en las tarifas de agua impuestos a los usuarios de Empocaldas por la Comisión de Regulación
de Agua Potable y Saneamiento Básico como entidad del orden nacional, al tiempo que la
Corte Constitucional reitera mediante jurisprudencia que es obligación del Estado garantizar
la prestación del servicio de agua potable, también se instalaba el primer esquema de pilas
públicas en Maicao como parte de un mejoramiento del servicio de agua y alcantarillado para
la Guajira, y se anunciaba una reducción del 9% de la deforestación en la Región Andina.
Si en 2010 las Naciones Unidas reconocieron “el derecho al agua potable”, dicho derecho que
no quedó consagró en nuestra Constitución Política, así los Artículos 334, 336, y 365, a 370
se ocupen del tema, aparece fragmentado en la legislación: por ejemplo en la Ley 142 de
1994 sobre servicios públicos domiciliario cuando prioriza el agua potable y el saneamiento
básico entre las necesidades básicas que deben satisfacerse, o cuando la Ley 60 de 1993 fija
las competencias de los municipios y obliga al uso de los recursos de la Nación que trata el
Artículo 357 de la Constitución, en inversión para proveer servicios de agua potable y
saneamiento básico y otorgar subsidios a sectores sociales vulnerables.
Hechas las anteriores consideraciones, máxime ahora cuando el cambio climático se anuncia
con una reducción del 22% de nuestros glaciares durante la última década, veamos el tema
del agua en Colombia, donde según el Estudio Nacional del Agua -ENA 2018-, tenemos
grandes desafíos ya que por conocimiento insuficiente el 71% de los acuíferos no pueden
aprovecharse, 391 cabeceras incluidas 9 capitales del país y 11 municipios de Caldas
presentan alta susceptibilidad al desabastecimiento en temporadas secas de El Niño, el 70%
de ellas en la cuenca Magdalena-Cauca y el 22% en la región Caribe.
445
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Al valorar la oferta hídrica superficial del país en un año medio según dicho estudio, mientras
el 77,4% del volumen se concentra en las regiones Pacífico, de la Amazonia Pacifico y de la
Orinoquia que son las más despobladas, el 13,5% le corresponde a la región Magdalena-
Cauca y el 9,1% a la del Caribe que concentran el 80% de la población del país. Y en cuanto
a la demanda de agua, donde el 15 % proviene de las aguas subterráneas, el sector agrícola
representa el 33% del total y el hidroenergético el 12,8%.
AGUA Y CLIMA.
Acciones frente al clima y el "desarrollo". Construyendo el territorio UMBRA. Más allá de las profecías Mayas.
Agua como bien público. COP 23, la cumbre del clima en Bonn. Nuestras aguas subterráneas.
Agua y Clima. Crecimiento con deuda social. Nuestro frágil patrimonio hídrico.
Agua para todos: el desastre del río Mira. Cuatro PNN, patrimonio de la Ecorregión Otra vez El Niño: ¿cómo adaptarnos?
Agua, ordenamiento territorial y Cafetera. ¿Para dónde va el Magdalena?:
desastres. Degradación del hábitat y gestión Paramos vitales para la Ecorregión
Aguas superficiales. ambiental. Cafetera.
Aguas Subterráneas. Dinámicas del clima andino colombiano. POMCA del río Guarinó: fase prospectiva.
Bosques en la Cultura del Agua. El agua en la biorregión caldense. Preservación Ambiental e Hídrica y PCC
Aprendizajes en procesos de El inestable clima y la crisis del agua. de Colombia.
reconversión productiva. Geociencias y Medio ambiente Problema “ALEPH”:
Calentamiento global en Colombia. Gestión del riesgo natural y el caso de Río Blanco: el legado de Conrado Gómez
Ciencias Naturales & CTS. Colombia. Gómez.
Clima andino y problemática ambiental. Geomorfología. Sol, clima y calentamiento global.
Clima, deforestación y corrupción. Construyendo el territorio UMBRA. Una política ambiental pública para
Clima extremo, desastres y refugiados. Huracanes y Terremotos acechan. Manizales, con gestión del riesgo.
Colombia: riesgos geodinámicos y Las cuentas del agua. Vulnerabilidad de Río Blanco frente a la
hábitat. Llegó La Niña… ¿Y entonces? expansión urbana.
446
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
MANIZALES, 2017
http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
CONTENIDO: PDF (Presentación y Contenido) ; PDF (Capítulo 1 : Geotecnia) ; PDF (Capítulo 2 : Materiales
térreos) : PDF (Capítulo 3 : Erosión y movimientos en masa) ; PDF (Capítulo 4 : Análisis de estabilidad de
taludes) ; PDF (Capítulo 5 : Obras de estabilización de taludes) ; PDF (Capítulo 6 : estructuras de drenaje) ;
PDF (Capítulo 7 : Corrección de cauces torrenciales) ; PDF (Capítulo 8 : Coberturas vegetales) ; PDF
(Capítulo 9 : Estructuras de contención) ; PDF (Capítulo 10 : Auscultación de taludes) ; PDF (Bibliografía)
ANEXOS:
HOME:
http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
A la Universidad Nacional de Colombia en sus 150 años.
447
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
9. ESTRUCTURAS DE CONTENCIÓN.
9.1 PRESIÓN LATERAL DE TIERRAS.
Un muro de contención, es una estructura lineal y vertical construida a modo de pared como
elemento rígido, para el soporte de taludes escarpados de masas de suelo y rocas en macizos
fracturados, o de arrumes de materiales heterogéneos, entre otras soluciones donde
estructurales, como tablestacas y cortes apuntalados. En este aparte veremos el diseño de
muros de contención, vistos como una estructura que requiere determinar la presión lateral de
la masa de tierra, la cual es función de factores como el tipo y magnitud de los movimiento
dinámicos y de presiones estáticas que debe soportar el muro, de los parámetros de resistencia
al cote en los materiales del relleno, del peso unitario del material que se contiene y de las
condiciones de drenaje en el relleno.
La figura 9.1 presenta una estructura de contención de altura H. Para tipos similares de relleno:
a. El muro está restringido contra el movimiento. La presión lateral de tierra sobre el muro, a cualquier profundidad,
se llama presión de la tierra en reposo.
b. La estructura de contención se inclina respecto al suelo retenido. Con suficiente inclinación de la estructura de
contención, fallará una cuña triangular de suelo detrás del muro. La presión lateral para esta condición se llama
presión activa de tierra.
c. La estructura de contención es empujada hacia el suelo retenido. Con suficiente movimiento del muro, fallará
una cuña del suelo. La presión lateral para esta condición se llamará presión pasiva de la tierra.
Figura 9.1 Estructura de contención para tipos de relleno. (Tomado de Principio de Ingeniería de
Cimentaciones de Braja M Das Pag 334)
448
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
la corona del muro, está dada por q/área unitaria. De conformidad con la Ley Moor Coulomb,
que describe la respuesta de materiales frágiles como la masa de suelo, la resistencia cortante
“s”, dada por sus parámetros de cohesión y fricción, es:
s c tan (9.1)
En donde
C Cohesión
Ángulo de fricción
´ Esfuerzo normal efectivo
z q z (9.2)
Si se define la “Presión lateral de un suelo”, como la presión que la masa de suelo y roca ejerce
en el plano horizontal, y como K la relación entre la presión lateral de tipo horizontal y el
esfuerzo vertical anterior, entonces, para la presión en reposo, representadas por K 0, que es la
presión horizontal del terreno cuando la masa está en reposo, es decir, el estado que supone
la consolidación de la masa asociada a la formación del depósito horizontal de suelo, con
deformación vertical y sin deformación horizontal. Así, cuando la deformación horizontal es
nula y existe agua saturando el suelo, la presión lateral a cualquier profundidad “z”, estaría
dada dos componentes, según la fórmula 9.3
h K 0 v u (9.3)
En donde
449
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Cuando el suelo está normalmente consolidado, la relación para K 0 (Jaky, 1944) es una
aproximación empírica, que está determinada por la fórmula 9.4
K 0 1 sen (9.4)
Cuando las arcillas son normalmente consolidadas, el coeficiente de presión de tierra en reposo
se aproxima (Broker y Ireland, 1965) por medio de la fórmula 9.5.a y suelos finogranulares,
normalmente consolidados, Massarsch 1979) propone la expresión 9.5.b
1
P0 P1 P2 qK0 H H 2 K 0 (9.6)
2
En donde P1 Área del rectángulo 1
P2 Área del triángulo 2
La localización de la línea de acción de la fuerza resultante, P0, se logra tomando momentos
respecto a la base del muro. Entonces,
H H
P1 P2
z 2 3
(9.7)
P0
Si el nivel freático está a una inferior a la altura del muro, profundidad z<H, el diagrama de
presión en reposo mostrado en la figura 9.2b, tendrá que ser modificado como muestra la
figura 9.4. Si el peso unitario sumergido del suelo debajo del nivel freático es ´,
450
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Figura 9.4 Presión de tierra en reposo con la presencia de nivel freático. (Tomado de Principio de Ingeniería de
Cimentaciones de Braja M Das Pag 338)
En z=0, h K 0 v K 0 q
En z=H1, h K 0 v K 0 (q H 1 )
En z=H2, h K 0 v K 0 (q H 1 H 2 )
Nótese que en estas ecuaciones, ´h y ´v son las presiones efectivas horizontal y vertical. La
determinación de la distribución de presión total sobre el muro requiere añadir la presión
hidrostática “u”. La presión hidrostática, u, es cero en z=0 a z=H 1; en z=H2, u=H2w. La
variación de ´h y u con la profundidad se presenta en la figura 9.4b. Por lo tanto, la fuerza
total por longitud unitaria del muro se determina del área del diagrama de presión. Se obtiene
entonces
P0 = A1 + A2 + A3 + A4 + A5
Donde A = área de diagrama de presión.
Entonces,
1 1 1
P0 K 0 qH1 K 0 H 12 K 0 (q H 1 ) H 2 K 0 H 22 K 0 w H 22 (9.8)
2 2 2
451
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
continúa creciendo, el
correspondiente círculo de Mohr tocará la envolvente de falla Mohr-Coulomb definida por la
ecuación
s c tan
El círculo marcado con c en la figura 9.5b representa la condición de falla en la masa del suelo;
el esfuerzo horizontal es igual entonces a a y se denomina presión activa de Rankine. Las
líneas de desplazamiento (planos de falla) en el suelo forman ángulos de 45 2 con la
horizontal como lo presenta la figura 9.5a.
452
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
A partir de la fórmula que relaciona los esfuerzos principales en un círculo de Mohr que toca la
envolvente de falla Mohr-Coulomb
1 3 tan 2 45 2c tan 45
2 2
Para el círculo de Mohr c en la figura 6.7b, el esfuerzo principal mayor, 1=v y el esfuerzo
principal menor, 3 =a, entonces
v a tan 2 45 2c tan 45
2 2
v 2c
a
Tan 2 45 tan 45
2 2
Ordenando los términos se llega a
a v Tan 2 45 2c tan 45 a K a 2c K a (9.9)
2 2
z c K a 2c K a 0
y
2c
zc (9.10)
Ka
La profundidad zc se denomina profundidad de la grieta de tensión, porque el esfuerzo de
tensión causará eventualmente una grieta a lo largo de la interfaz suelo muro.
453
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
a zK a (9,12)
1
Pa H 2 K a (9.13)
2
Note que en este caso, la dirección de la fuerza resultante, Pa, está inclinada un ángulo con
la horizontal y cruza el muro a una distancia de H/3 desde la base del muro.
454
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
La teoría de presión activa de Coulomb se puede extender para considerar las cargas generadas
por un sismo. La figura 9.7 presenta una condición de presión activa con un relleno granular
(c=0). Se presenta una adición de khW y kvW en las direcciones horizontal y vertical,
respectivamente; kh y kv se definen como
La relación para estimar los esfuerzos activos por unidad de longitud de muro (P ae) se puede
determinar como
H 2 1 k v K ae
1
Pae (9.16)
2
Donde
Kae= Coeficiente de presión activa de tierra
455
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
sen2
K ae (9.17)
sen sen
cos sen2 sen 1
sen sen
k
tan 1 h (9.18)
1 k v
Hacia 1776, Charles-Augustin de Coulomb quien observó que en los muros reventados, el
trasdós se derrumbaba siguiendo siempre una forma inclinada más bien plana propuso un
modelo de empujes activos del terreno (empujes activos para plantear el equilibrio de la masa
con cuña de rotura en el trasdós de forma triangular. Ahora, al evaluar los factores de seguridad
al volcamiento y contra deslizamiento, al igual que la presión sobre el suelo en la punta y en
el talón, al estimar las fuerzas que actúan en dirección horizontal y vertical, dependiendo de la
clase de suelo, tanto la ficción como la cohesión y la adherencia de la cuña con el plano de
falla y sobre el muro, entran en juego.
Pero en Rankine propone otro método más elaborado desde un punto de vista matemático,
que el de Coulomb, en el que obtiene los empujes del terreno partiendo de un estado de
equilibrio en rotura, donde la estructura de contención no produce perturbaciones y en el que
todos los puntos del suelo están en situación de rotura (plastificados), como si en cada punto
el círculo de Mohr correspondiente a su estado tensional fuese tangente a la línea de
resistencia.
Aunque se requiere un movimiento suficiente en magnitud, para que un muro alcance el estado
de equilibrio plástico, la forma en que un muro cede, influye en la distribución de esfuerzos
laterales sobre la estructura. Sin fricción, cuando un muro gira rotando respecto al talón o pie
hacia la Izquierda, varía la presión lateral de tierra, apareciendo el efecto de una masa
triangular de suelo que alcanza el estado activo de Rankine, definida por los planos de
deslizamiento de (45° + /2). Ver Fig 9.7.a Izq.
Contrariamente, si el giro del muro fuese una rotación contraía desplazando la corona hacia la
Derecha, el suelo alcanza el estado activo de Rankine, definido otros planos de deslizamiento
de (45° - /2) de menor pendiente, Ver Fig 9.7.a. Der. En ambos casos, cada punto del suelo en
la cuña triangular delimitada por los planos de falla, sufre la misma deformación unitaria en la
dirección horizontal.
456
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Ahora, según Braja M. Das, los alores típicos para el desplazamiento lateral DL en cada uno
expresados en función de la altura H del Muro de los dos estados de Rankine, son:
Tabla 9.1 Valores típicos del desplazamiento del muro en la Corona, para los dos estados
de Rankine. Tomada de Braha M. Das.
Material Deta La/H Delta Lp/H
Arena suelta 0,001 a 0,002 0,01
Arena densa 0,0005 a 0,001 0,005
Arcilla blanda 0,02 0,04
Arcilla dura 0,01 0,02
/
5° 15° 20° 30° 40°
0 1.19 1.70 2.04 3.00 6.60
1/4 1.22 1.82 2.26 3.62 6.26
1/2 1.23 1.92 2.43 4.13 7.08
3/4 1.24 1.98 2.55 4.52 9.18
1 1.26 2.06 2.70 5.03 11.03
457
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
458
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Tirante
Escama
SH
Suelo
SV
Figura 9.9. Muro de retención de tierra reforzado (Tomado de Principio de Ingeniería de Cimentaciones
de Braja M Das Pag 425)
459
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
a v K a 2c K a (9.19)
Cuando se agrega una sobrecarga en la parte superior, como se muestra en la figura 9.10,
v v 1 v 2
1z Debido a la
sobrecarga
Debido
únicamente al
suelo
v 2
qa'
para z 2b' (9.21)
a' z
y
v 2
qa'
z
para z 2b' (9.22)
a' b'
2
460
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
También, cuando se agrega una sobrecarga en la parte superior, la presión lateral a cualquier
profundidad es
a a 1 a 2
(9.22)
Debido a la
K a 1z
sobrecarga
Debido únicamente al
suelo
v 2
qa'
para z 2b' (9.23)
a' z
y
v 2
qa'
z
para z 2b' (9.24)
a' b'
2
También, cuando se agrega una sobrecarga en la parte superior, la presión lateral a cualquier
profundidad es
a a 1 a 2
(9.25)
Debido a la
K a 1z
sobrecarga
Debido únicamente al suelo
461
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
b' a'
45º+1/2
A C
SV
SV
(a) z
lr le SV
H
SV
SV
z = NSV SV
B
Suelo in situ
2; 2; c2
(b) + =
a 1 1zK a a 2 a
Figura 9.10. Análisis de un muro de retención de tierra reforzado (Tomado de Principio de Ingeniería de
Cimentaciones de Braja M Das Pag 429)
0.4b'
M 1 .4 1 (9.27)
0.14H
462
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
z z
a (2)
2 2
1 1
H H
Arena Arena
1; 1 1; 1
(a) (b)
La distribución de presión (lateral) neta activa sobre el muro de retención calculada usando las
ecuaciones 9.23, 9.24 y 9.25 se muestra en la figura 9.10b.
Fuerza en el tirante
Refiérase de nuevo a la figura 9.10. La fuerza en el tirante por longitud unitaria del muro
desarrollada a cualquier profundidad z es:
T presión activa de la tierra a la profunidad z área del muro por ser soportada por el tirante a SV S H (9.28)
Factor de seguridad contra falla del tirante
Los tirantes de refuerzo en cada nivel y por consiguiente los muros, llegan a fallar por:
a. Ruptura
b. Zafadura
El factor de seguridad contra ruptura del tirante se determina como:
463
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
lr
H z (9.34)
tan 45 º 1
2
Entonces, combinando las ecuaciones 9.17, 9.18 y 9.19 se obtiene:
464
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
L
H z
FS P a S V S H
(9.35)
2w v tan
tan 45 º 1
2
a K a v K a 1z (9.36)
SV
Geotextil
Arena
1;1 SV
z
lr le SV
H
SV
Geotextil
SV
45º+1/2 SV
ll
Suelo in situ
2;2;c2
Figura 9.12. Muro de retención con refuerzo geotextil (Tomado de Principio de Ingeniería de Cimentaciones de Braja M
Das Pag 439)
465
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Note que la ecuación 9.22 es similar a la 9.29. La magnitud de FS (B) es generalmente entre
1.3 y 1.5.
4. Determine la longitud de cada capa del geotextil con
L lr l e (9.38)
Donde:
H z
lr (9.39)
tan 45 1
2
y
S V a FS P
le
tan 45 º 1
2
(9.40)
a 1zK a
v 1z
FS(P) = 1.3 a 1.5
F = ángulo de fricción entre el geotextil y la interfaz del suelo
2
f 1
3
Note que las ecuaciones 9.23, 9.24 y 9.25 son similares a las 9.18, 9.19 y 9.20
respectivamente.
F
Con base en los resultados publicados, la hipótesis de que 1 2
3
es razonable y
conservadora. Martín y otros (1984) presentaron la siguiente prueba de laboratorio para
F/1 entre varios tipos de geotextiles y arena.
466
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
F
Tipo 1
S V aFS P
ll (9.41)
4 v tan F
Estabilidad externa:
467
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
El factor de seguridad se define, de acuerdo a Kanz por el cociente entre la fuerza máxima del
tirante anclado y la movilizada, es decir:
468
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Ah
FS (9.42)
Ah
En la figura se encuentra un polígono de fuerzas donde se igualan las horizontales y las
verticales:
469
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
En donde:
G= Peso de la masa de suelo situada sobre la superficie de falla
Eah Empuje activo (sin presión de agua) actuando sobre la pantalla desde la corona hasta el punto de giro.
=
E1h Empuje activo sobre la pantalla ficticia
=
Ángulo de rozamiento interno del suelo
Ángulo de inclinación de la superficie de rotura
Ángulo de rozamiento con la pantalla
0,60 H H
P
2 0,20 H (9.46)
470
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
0,65 K a H (9.47)
P 0,65 K a H 2 (9.48)
La envolvente de presiones en suelos arcillosos, según los autores es:
0,20 H (9.49)
0,50 H H
P
2 0,20 H (9.50)
Ejemplo 1.
Dimensionar una pantalla de contención con anclajes de tres niveles para una excavación de
6,00 metros de altura, para la adecuación de un área. El suelo es un limo arenoso con las
siguientes características.
Ángulo de fricción 25°
Peso unitario del suelo 1,7 Ton/m3, (16,7 KN/m3)
Ángulo de rozamiento del suelo con el muro (2/3) 17°
Ka = Coeficiente activo de presión de tierras. 0,40
Kp = Coeficiente pasivo de presión de tierras. 2,50
471
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
h q Ka H Ka
h Z 6,00 10 KN m 3 16,7 KN m 3 6,00m 0,40 44,08 KN m 2
El empuje total por el suelo es:
q
E ah K a H 2
H 2
10 KN 3 16,7 KN 3
m
E ah
m 0,40 6,00 m 2 144 ,24 KN
6m 2 m2
La presión horizontal promedio en el muro, para una distribución horizontal es:
E ah
24,04 KN 2
H m
Los niveles de anclaje se han escogido, situando los anclajes en las cotas -1,00, -3,00 y -5,00
m, tal como se presenta en la figura 9.10, lográndose una solución acertada, con momentos
máximos en los tramos muy iguales y próximos al momento obtenido en el nivel de anclaje
superior.
Determinación aproximada de la fuerza de anclaje.
Suponiendo los momentos flectores sobre el muro, nulos al nivel de los anclajes, a excepción
del nivel superior y el de la excavación, permite determinar los valores aproximados de las
fuerzas de anclajes, al considerar el muro de franja unitaria.
A1h 3 1m 24,04 KN
m2
3,00m 3 m
2
A1h 54,09 KN de longitud de muro
m
A1h 5,0 1,0m A2 h 5,0 3,0m 24,04 KN
m2 5,0
5,0m
2
m
472
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
E = 11,9 KN/m.
Dicha fuerza es adoptada por el empuje pasivo, por lo tanto la profundidad de hincado h,
necesaria es la siguiente:
Kp H
E h 2 K a q H K a h
2 2
Al resolver la ecuación de segundo grado se obtiene h = 3,25 m. Se adopta una profundidad
de hinca de ht= 3,50m.
Fuerza de anclaje considerando el muro como una viga continua.
La viga se considera apoyada en los puntos de anclaje y el punto de aplicación de la resultante
de las fuerzas que actúan sobre el pie del hincado del muro. Con la profundidad de hinca de
3,00 metros, la resultante E quedará localizada a una profundidad de (2/3) h t = 2,00 m por
debajo del nivel de excavación. Además se asume el apoyo correspondiente a ese punto con
articulación libre.
El sistema de ecuaciones que representa al sistema estático considerado, supone nulos los
desplazamientos o corrimientos de los apoyos. El valor del momento en el primer apoyo es:
M 1 24,04 KN
m
1,00 m
1,00
2
m 12,02 KN
m
Con la ayuda de la ecuación de los tres momentos, la cual puede ser adoptada una vez para
cada apoyo intermedio de la viga continua, es posible calcular los demás momentos, tal como
lo indica Timoshenko y Young4
4
Timoshenko S. y Young D.H, Elementos de Resistencia de Materiales Pag 246.
473
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
6 An a n 6 An1 bn1
M n1 l n 2 M n l n l n1 M n1 l n1
ln l n1
Siendo.
Mn y Mn-1 = Momentos en el apoyo n y (n-1) respectivamente
ln = Longitud entre los apoyos (n-1) y n
ln+1 = Longitud del tramo entre los apoyos n y (n+1)
An y An+1 = Áreas correspondientes a los diagramas de momento flector con centros de gravedad C n y
Cn+1, cuyas posiciones están definidas por an y bn+1
M n1 M n M n M n1
Rn Rn Rn
ln l n1
Al observar la figura 9.11 se encuentra:
474
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Cos 45
BC OB 2
seno 45
2
Inclinación del anclaje (negativo cuando el barreno está situado por debajo de la horizontal
Ángulo de fricción interna
OB Cota del anclaje medido a partir del nivel de hincado
CD Longitud mínima que garantice que la zona de anclaje se encuentra localizada en la masa de suelo
estable, es decir detrás de la superficie de deslizamiento generada por presión activa del terreno. (15%
A 20% de la altura total de la excavación.
DE Distancia correspondiente a la mitad de la longitud de la zona de anclaje.
475
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
cos57,5
BC 9,5 5,14m
sen45 12,5 25
CD 0,19 9,5
1
DE LB
2
A1 S
LB
59,68 KN
A1 m 6,08 Ton
cos 25 9,81 m
Z= 6,08 m
E1h A2 147 ,79 KN / m
Z= 7,50 m
E rh A3 217 ,88 KN / m
476
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
El peso del terreno por encima del plano de rotura profunda es:
E ah K a q H ht K a H ht
1 2
Primer nivel:
Coeficiente de seguridad.
A1h 128 ,76
2,35
A1h 54,68
477
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
RESUMEN: Según el informe del IPCC, incluso si se aplican los objetivos de París, a finales de
siglo la temperatura global aumentaría 3 grados, y las consecuencias además de irreversibles,
serían catastróficas. Cop 24 es la penúltima cita crucial en el camino hacia 2020 cuando el
Acuerdo entre en vigor. Y para el caso de Colombia, además de implementar estrategias
forestales y modelos agroforestales, en un escenario de cambio climático y bajos precios del
petróleo y el carbón, ¿cómo sortear las dificultades que se advierten en nuestro horizonte
económico?
…
La COP24 de 2018, acaba de entregar el pasado 15 de diciembre en Katowice, Polonia, el
instrumento para implementar la COP21 de París 2015.
Aunque la transparencia fue un logro clave para garantizar que los países cumplen el pacto
para mitigar el calentamiento global, al parecer las conclusiones de esta cumbre no parecen
ser suficientes para que en los siguientes 12 años se logre evitar que la temperatura global
aumente 1,5 grados Celsius, de conformidad con lo recomendado por el Grupo
Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).
478
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Según el informe del IPCC, incluso si se aplican los objetivos de París, a finales de siglo la
temperatura global aumentaría 3 grados, y las consecuencias además de irreversibles, serían
catastróficas.
479
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
oferta forestal conveniente para prestar servicios ambientales remunerables -caso Colombia y
Brasil-.
…
La ruta de los acuerdos
En París 2015, la COP21 había sido el acuerdo más difícil que se ha negociado: allí, 195
países decidieron acotar el actual ritmo de las emisiones, con el objeto de prevenir impactos
como la extinción de especies, entre ellas los corales que son fundamentales para el
ecosistema marino, o reducir en 10 centímetros el incremento del nivel del mar para 2100, en
beneficio de extensas zonas costeras y litorales del planeta.
En Marruecos 2016, con la COP22 dándole una continuidad al debate sobre la configuración
del Acuerdo de París, los firmantes se comprometieron a promover acciones antes del 2020,
para frenar el calentamiento global, avanzar en materia de financiación climática y a dar
respuesta a las necesidades de países en vías de desarrollo.
Posteriormente, en Bonn 2017, con la COP23, tras la retirada de Estados Unidos de los
acuerdos, la comunidad internacional reconoció la urgente necesidad de implementar una
acción oportuna, suficiente y concertada, que permitiera enfrentar problemáticas como los
desastres climáticos y la escasez de alimentos en regiones ambientalmente vulnerables.
De este modo, afianzar el esfuerzo en mitigar el cambio climático como factor de conflictos
por el control de la tierra y de los recursos, y detonante de sequías, incendios, tormentas e
inundaciones causantes de crisis migratorias y refugiados.
Llega así la vigesimocuarta Cumbre del Clima, como penúltima cita crucial en el camino hacia
2020 cuando el Acuerdo entre en vigor, presentando entre sus principales escollos la
dificultad de lograr un consenso en materia de financiación y reglas a los que se debían
comprometer los países.
480
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Imagen 9.19: Los que han ratificado, han firmado y se han retirado del pacto por el clima,
con sus niveles de emisión de gases de invernadero. Fuente: CMNUCC.
Las naciones, deben emitir esas metas según sus capacidades y emisiones históricas, y sin
resolver el controvertido tema de los mercados de carbón, que le niega a la Naturaleza su
condición de sujeto de derechos para convertirla en un simple objeto de mercado, y todo
esto a pesar de estar advertidos no solo de que la temperatura media global del planeta ya
ha aumentado 1°C grado centígrado desde la era preindustrial, sino también de que se
requiere “descarbonizar” la economía a tiempo para reducir las emisiones globales de CO2 la
mitad en el año 2030 y a cero en 2050, si se quiere evitar que el calentamiento global supere
los 1,5°C a finales de siglo.
…
¿Y Colombia qué?
481
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Si en los años cincuenta del siglo pasado, el país cafetero empieza a transitar la ruta de su
industrialización gracias a la nacionalización del petróleo, hoy el desafío para Colombia con
las reservas petroleras convencionales desabastecidas y el cambio climático acechando en
contra del abundante carbón, aunque Ecopetrol genera más del 60% de la producción
nacional y el mineral disponible abunda, es aprovechar el margen temporal de estas fuentes,
mientras emergen las energías renovables y reconvertimos el transporte.
Lo anterior, dado que a nivel mundial por el cambio climático, al 2050 deberá reducirse el
80% del consumo mundial de carbón, el 50% del gas natural y el 30% del petróleo, mientras
el desarrollo tecnológico hace económicamente viables las fuentes alternas de energía
Si en Colombia el sector que consume más energía es el transporte, como responsable de
casi el 50% del total y la principal fuente de generación continúa siendo la hidráulica con
cerca del 70%, seguida por la térmica con el 29%; y además, si nuestro arco del consumo
energético al 2016, fue 38,7% petróleo, 25,8% hidroelectricidad, 23,1% gas natural, 11,2%
carbón y 1,2% fuentes renovables; entonces, en un escenario de cambio climático y bajos
precios del petróleo y el carbón, ¿cómo sortear las dificultades que se advierten en nuestro
horizonte económico?
…
El panorama
Imagen 9.20: Países que más CO2 emitieron hasta 2010 y su evolución histórica desde 1990.
Fuente: unstats (2013).
482
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Mientras los científicos alertan sobre la necesidad de implementar cambios “sin precedentes”
contra el cambio climático, al tiempo que Bruselas fija como meta para 2050 el fin de las
emisiones de efecto invernadero en Europa, menos de un tercio de los países del mundo va
camino de cumplir sus objetivos climáticos.
La Cumbre del Clima de Katowice, es la penúltima oportunidad. Para el efecto, Colombia con
países de la región que comparten intereses, avanza en diálogos para la implementación de
los compromisos con la Cumbre del Clima, que aún no se han traducido en lineamientos y
metas. Finalmente, la regulación del mercado de carbono, tema de importancia para países
con importantes reservas forestales, caso de Colombia y Brasil, quedó aplazada para próxima
cumbre del clima, en 2019.
La COP24 además de haberse quedado corta en reto de cerrar el acuerdo entregando unas
reglas del juego para conseguir un acuerdo operativo pero suficiente, no parece haber
logrado que China, el país más contaminante del mundo, asumiera un nuevo liderazgo
mundial tras la salida del Acuerdo por parte de EEUU, contando para ello con la Unión
Europea que actuando como un solo estado en las negociaciones, se ha comprometido con al
menos para el año 2030 con una rebaja del 40% de sus emisiones, respecto a los niveles de
1990.
Según estudio de la Universidad de Boston y del Centro de Investigación de Woods Hole
publicado en Science, mientras Latinoamérica aporta cerca del 60% de las emisiones, en
África la cifra es de 24% y en Asia del 16%.
Además de la inconformidad de muchos países en desarrollo con el financiamiento al no ver
claro el compromiso de naciones desarrolladas a visibilizar mejor el acceso a los recursos
comprometidos, también ha gravitado la oposición de países como Estados Unidos, Rusia,
Arabia Saudita y Kuwait a que la COP24 fundamente en el informe del IPCC 2018, las
acciones y decisiones a emprender, en especial las de disminución de emisiones de gases de
efecto invernadero.
Para la COP25 del año entrante, Chile con el apoyo de Costa Rica como co-organizadora,
reemplazará a Brasil país que, argumentando problemas financieros, canceló su compromiso
para ser sede y presidir la Cumbre de 2019.
…
483
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Epílogo
Entre las causas del deterioro ambiental sobresalen la contaminación industrial en los medios
naturales y paranaturales, la expansión urbana y la degradación del ecosistema por indebido
uso o mal manejo de los recursos.
Aquí, los combustibles fósiles, como carbón y petróleo juegan un papel protagónico, lo que
impone medidas estructurales relacionadas con el modelo energético y el transporte, para
“descarbonizar” la economía.
Las acciones necesarias son la gestión ambiental territorial, la participación comunitaria, la
incorporación de información útil y suficiente para el análisis de los problemas ambientales, y
su relación con las administraciones municipales, con la planificación urbana y con el
mercado.
Imagen 9.21: Mapa mundial del Índice de riesgo climático global para 1997–2016. Fuente:
Germanwatch y Munich Re NatCatSERVICE.
Con el calentamiento global, el ecoturismo debe enfrentar un reto sin precedentes que debe
abordarse desde ahora, y la forma de hacerlo es empezar por conocer las causas y
consecuencias de dicha problemática, para trazar estrategias de conservación.
Urge un nuevo modelo de ocupación del territorio que además de corregir un uso conflictivo
del suelo y expansionista del territorio, y de favorecer la especulación con la plusvalía urbana
484
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
485
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Imagen 9.22: Zonificación de Manejo del PNNN. G.T Minambiente; y Variaciones de los
biomas en altitud por cambios climáticos ocurridos en el Cuaternario. Imeditores.com
Colombia es altamente vulnerable a los efectos del cambio climático, cuyos impactos
socioambientales y económicos también afectarán a la Ecorregión Cafetera, no solo por la
migración en altitud de las zonas de vida alterando la aptitud de los suelos y con ello la
estructura de la tenencia de la tierra, sino también por cambios en el balance hídrico y
régimen de precipitaciones, y en la frágil estabilidad de comunidades vegetales nativas frente
a las variaciones del clima por la fragmentación de los ecosistemas, entre ellos los de
montaña que están en peligro y los páramos donde por fortuna la Corte Constitucional ha
blindado el subsuelo de los apetitos mineros que acechan.
Esta Ecorregión Cafetera con su verde, escarpado y deforestado paisaje tropical enclavado
entre las cordilleras y profundos valles de los Andes más septentrionales de América, donde
sobresalen los páramos establecidos en ambientes fluviales, glaciares y gravitacionales que
se entreveran, ubicados tanto sobre la Cordillera Central en vecindad de las cumbres nevadas
del Complejo volcánico Ruiz-Tolima y la Mesa de Herveo a más de 5.000 msnm, como en el
continuo de farallones de la Cordillera Occidental ubicado al sur de los Complejos Paramillo y
486
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Frontino-Urrao, con sus notables alturas como el Cerro Caramanta del Complejo Citará y el
Tatamá del Macizo Tatamá que son sus mayores alturas en jurisdicción del Eje Cafetero.
En los Andes sudamericanos, estos y otros páramos se extienden como islas, en ocasiones en
medio de paisajes volcánicos, tal cual se observa desde la Depresión de Huancabamba al
norte del Perú, hasta la Cordillera de Mérida en Venezuela o la Sierra Nevada de Santa Marta,
pasando por las tres cordilleras de Colombia. Si el páramo es un ecosistema tropical de
montaña con vegetación achaparrada tipo matorral, que se desarrolla por encima del área del
bosque montano y por abajo del sistema nival, aunque también existen en Centro América,
Sudamérica, Asia, Oceanía y África, en términos absolutos la mayor extensión paramuna del
mundo está en Colombia, aunque solo algunos han escapado a diferentes procesos de
alteración y afectación antrópica.
Así como hemos visto la migración de los cafetales conforme el clima ha venido cambiando,
avanzando 170 m en altitud por cada grado centígrado de incremento en la temperatura,
también en el PNNN ya se advierte el calentamiento global con la pérdida de los glaciares: si
entre 1979 y 2010 la superficie de los hielos perpetuos en el Complejo Volcánico Ruiz-Tolima
ha pasado de 32 o 29 a 12 o 10 kilómetros cuadrados, mucho antes, cuando se funda
Manizales (1849), como consecuencia del último pico de una pequeña glaciación ocurrida
entre 1550 y 1850, según Antonio Flórez (2002) e Ideam-Unal (1997) los hielos del PNNN
sumaban cerca de 93 kilómetros cuadrados, 10% de los cuales cubrían el Cisne y el Quindío.
El Tatamá con 4.250 msnm y su ecosistema de páramo y bosques alto-andinos muy
húmedos delimitados por los 3.450 m de altitud, y el Caramanta con su cumbre a 3.900
msnm que ubicado al sur de los farallones del Citará igualmente comprende el páramo, no
solo marcan el paisaje del norte de Caldas y de Manizales por el poniente, sino que también
nutren el drenaje de los ríos San Juan, Atrato, Risaralda y Cauca de esta ecorregión, al
albergar varias cuencas de las dos vertientes de la Cordillera Occidental, tanto por el norte de
la ecorregión con los ríos Arquía, San Juan Antioqueño , como al sur con los ríos San Rafael,
Tatamá, Negro y Mapa.
Pero además de ser el de Tatamá un Parque Natural Nacional por fortuna cuasi-inaccesible y
casi virgen y desconocido, y el de Caramanta una zona de interés declarada Reserva Forestal
Protectora Regional en Antioquia para proteger sus páramos con su particular biota y fauna
biodiversa, e importantes especies endémicas, también ambos escenarios al lado del PNNN
como singulares medios de regulación hidrológica, suministro de oxígeno y captura de
carbono atmosférico, además de ser espacios vitales para varias comunidades vecinas, de
territorios colectivos afrodescendientes, resguardos indígenas Embera y poblados de
mestizos, son medios estratégicos y fundamentales para la sustentabilidad urbana y rural de
la Ecorregión Cafetera, donde vivimos cerca de 2,7 millones de habitantes que ignoramos
estas y otras complejas relaciones y dinámicas culturales y ecosistémicas
[Ref.: La Patria. Manizales, 2016/03/28.]
487
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Por la carencia de ideas más precisas que proyecten un futuro sustentable para Manizales,
con enfoques más regionales, a pesar de los avances en planificación urbana respecto al POT
anterior, y en especial en la componente rural del municipio donde lo ambiental alude al
desarrollo social, al agua y a los necesarios corredores de conectividad para la biodiversidad,
pero no a la cultura como factor fundamental para el desarrollo de bienes y servicios
artesanales y no agroindustriales, por decisión del Honorable Concejo la saliente
administración municipal le deja a la ciudad, un POT importante a revisar.
Posiblemente gravitaron las críticas que ha presentado el Colectivo Subámonos al Bus del
POT, centradas en aspectos socio-ambientales profundos, donde se recogen en parte
propuestas presentadas en varios documentos y foros, dado que la propia Secretaría de
488
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Planeación en un hecho loable y sin precedentes programó ocho eventos para la participación
de diferentes actores sociales y de la sociedad civil, buscando nutrir el interesante proceso. A
continuación, resalto algunos aspectos del POT que ameritarían revisión.
Imagen 9.24: Clasificación del suelo en el POT de Manizales. Fuente: POT de Manizales en
http://bdigital.unal.edu.co/56408/7/observacionesalcomponentegeneraldelpot.pdf
1- El POT no consagró como política pública el cobro de la plusvalía urbana, proponiendo la
creación de cargas compensatorias para la actividad urbanizadora en beneficio del municipio,
al gravar a los actores que consuetudinariamente especulan con un modelo expansivo de
ocupación de la “jungla de concreto” que va más allá de las propias necesidades de la ciudad.
Posiblemente bajo el falso argumento de la escasez de suelo, se ha permitido que la plusvalía
urbana continúe privatizada, además de presionar el bosque natural andino tal cual lo
advertimos en Monte León, cuando está previsto que la población de Manizales apenas
alcanzaría los 400 mil habitantes en la siguiente década. A modo de ejemplo, hacia la zona
de La Aurora no se ha puesto límite a nuevos usos que entrarían en conflicto con la reserva
de Río Blanco.
2- El POT no debería sostener un modelo urbano anacrónico, pensado para la sociedad
industrial de ayer y para el automóvil, que inspirado en dinámicas económicas que no
consultan las demandas socio-ambientales de la ciudad, además de concentrar la inversión
social y productiva, sigue fragmentando espacial y socialmente la ciudad. El POT tiende a
privilegiar la infraestructura vial para el transporte individual y para las grandes superficies de
mercado, en lugar de propender por un hábitat sostenible, para una Manizales más humana,
incluyente, segura y solidaria, al irrigar los beneficios del gasto público con más equipamiento
489
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
verde, mejores medios para la movilidad autónoma, y más rutas para el transporte colectivo
limpio, lo que en conjunto supone otro modelo urbano.
3- El POT debería hacer honor a su promesa de respetar las actuales zonas de reserva
ambiental, cerrándole posibilidades a la explotación minera en la cuenca media-alta del
Chinchiná, actividad que compromete la zona de amortiguamiento del PNN de los Nevados, y
a los vertimientos industriales sobre la quebrada Manizales. Por todos es sabido que en
Toldafría la canadiense Rio Novo avanza con un prospecto minero de mayor envergadura,
afectando la Reserva forestal de CHEC y poniendo en riesgo los acuíferos de las quebradas
La María, California y Romerales, afluentes del Chinchiná, cuenca compartida con Villamaría,
que por desgracia aparece al lado de las de Marmato y Supía, y posiblemente de la del
Guarinó, entre las que continúan estando afectadas por mercurio en Colombia.
4- El POT debería concretar una apuesta por la Ciudad Región, entre Pereira y Manizales,
creando elementos para facilitar la construcción de sinergias económicas que apliquen la
metodología de clúster urbano, además de acuerdos respecto a servicios públicos, a un
sistema integrado de transporte para abrigar las potenciales Áreas Metropolitanas o sus
equivalentes, a crear complementariedades entre Aerocafé y Matecaña fundamentales para el
Paisaje Cultural Cafetero y al desarrollo de un sistema de conectividad férrea para el
transporte intermodal de carga, implementado una plataforma logística común para
industrias minero-energéticas asociadas a corredores logísticos estratégicos para el país,
como el Ferrocarril Cafetero entre La Dorada y el Km 41, el Puerto Multimodal de La Dorada
y la extensión del Corredor Férreo del Cauca entre la Virginia y Urabá, propuestas de la UN-
SMP que aún desconoce el nuevo Plan Maestro de Transporte Intermodal (2015).
[Ref.: La Patria. Manizales, 2016-01-04]
RESUMEN: Es evidente y pertinente la necesidad de un pacto global por el clima, pese a las
divergencias entre los países que se desarrollaron a costa del medio ambiente, los países
emergentes como China o Brasil que reclaman apoyo financiero y tecnológico para hacerlo de
manera sostenible, y otros en vía de desarrollo que cuentan con reservas energéticas que
quedarían cesantes o con una oferta forestal bosques para prestar servicios ambientales
remunerables, diferencias que conducen a plantear preguntas fundamentales sobre quién
paga y cómo lo hace.
490
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
491
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Mediterráneo y del Caribe van a ser los más perjudicados, en especial por procesos de
erosión costera; igualmente, se afectarán más las zonas continentales que las oceánicas, o
más la región del Ártico que la del Antártico, cuando las aguas profundas al enfriarse
ocasionen más frío en América del Norte y Europa.
Lo que está en “juego” es el derecho a la vida: para evitar mayores impactos de un cambio
climático que ya afecta por igual a los ecosistemas y a los humano, no se podrá exceder la
barrera de 2ºC en el aumento de la temperatura media global antes de finalizar el siglo, lo
que exigiría reducir las emisiones de gases de invernadero, respecto a las emisiones de 1990,
entre 25% y 30% hacia 2025, y de 35% a 40% para 2030. Las amenazas anunciadas,
incluyen: desastres naturales causado por eventos hidrogeológicos e incendios forestales,
extinción de ecosistemas y de especies, epidemias por inundaciones y sequías, conflictos por
el agua y los alimentos, y pérdidas de cosechas e infraestructura. Para responder a este reto,
además de intervenir severamente la quema de combustibles fósiles y la deforestación, se
deberá incrementar la resiliencia con acciones oportunas, no sólo de mitigación sino también
de adaptación para los más vulnerables.
En Colombia, cada vez son más marcadas las transformaciones ambientales causadas, y
evidente la amenaza durante las temporadas de El Niño y de La Niña para nuestros páramos,
manglares, ambientes coralinos y glaciares, y para las selvas andinas, costeras y de la
amazonia, por los desajustes en la “máquina atmosférica” con sus eventos climáticos
extremos. Aunque se detengan ahora las causas, la recuperación de nuestros ecosistemas
donde ya se advierten daños irreversibles, tardará décadas. Estamos urgidos de estrategias
colectivas articuladas a nivel global, regional y local, para afrontar las amenazas y riesgos
que conllevan las poblaciones y ecosistemas vulnerables. Así se afirme que el cambio
climático y su probable impacto están demostrando ser más lentos y menos perjudiciales de
lo que se temía, y que el reducir las emisiones resulta en sumo grado costoso, al apreciar
imágenes como el colapso de Gramalote, el ecocidio de los chigüiros en Casanare, y la
tragedia por el deslave en Salgar, podemos advertir la alternancia cada vez más intensa y
frecuente, de lluvias torrenciales e inundaciones con sequías intensas e incendios
forestales. [Ref: La Patria, Manizales, 2015-12-07] Imagen: en desmotivaciones.es
492
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
493
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
en áreas hidrográficas de baja eficiencia hídrica como La Guajira y sectores con el mayor
factor de aridez en el Caribe y la región Andina. Además, en Colombia, donde la cobertura de
agua potable alcanza 96% de las ciudades y 56% de las áreas rurales, de 1122 municipios de
la geografía nacional, según la Defensoría del Pueblo 521 consumen agua sin tratamiento
alguno, el 70% de ellos con riesgo para la salud y en el 21% sanitariamente inviable; y de
318 cabeceras municipales con amenaza de desabastecimiento, 265 se alimentan de
corrientes de agua superficiales, 24 obtenida de pozos profundos y 25 de reservorios o
soluciones mixtas.
De ahí la importancia de la institucionalidad, para elevar la productividad del agua sin
comprometer la sustentabilidad de los ecosistemas, máxime si se tiene en cuenta la
deficiente capacidad de municipios y algunas CARS para enfrentar un sensible asunto que
pasa por el cuidado de los páramos y humedales amenazados por la minería, por el
vertimiento de mercurio contaminando aguas que alimentan poblados enteros, y por la
pérdida de resiliencia del Magdalena agobiado por 135 millones de toneladas anuales de
sedimentos en suspensión.
Creado el Ministerio del Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible en reemplazo del Instituto
Colombiano de Hidrología, Meteorología y Adecuación de Tierras HIMAT, aparece el Instituto
de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales IDEAM que desde su inicio, en 1995, se
trazó como objetivos principales la necesidad urgente de conocer y estudiar la riqueza en
agua del país, y el uso y las medidas de protección de nuestro patrimonio hídrico.
Por fortuna ha logrado el IDEAM ir más allá de los intereses sectoriales, al poder alertar sobre
el potencial desabastecimiento para algunos centros urbanos del país y entregar avances en
cada versión del ENA sobre la interdependencia del patrimonio hídrico con la biodiversidad, el
suelo, el subsuelo y la atmósfera, incluyendo enfoques fundamentales como el concepto de la
huella hídrica, y abordando el análisis del comportamiento del ciclo hidrológico en el territorio
nacional, contemplando cuencas hidrográficas, cuerpos de agua y aguas subterráneas. No
obstante, el país está urgido de acciones y soluciones para enfrentar dicha problemática socio
ambiental, en el marco de la adaptación al cambio climático.* [Ref.: La Patria. Manizales
2016.08.29]
494
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
fragilidad la ciudad ha logrado sobreponerse y salir airosa al emprender una ruta de aciertos
en materia de desarrollos tecnológicos y conceptuales, en los temas ambientales.
Tras una historia urbana signada por desastres como la erupción del Ruiz en 1985, los
terremotos profundos de 1961/62, 1979 y 1995 o el sismo superficial de 1999 de importancia
para el Eje Cafetero, y ahora las Niñas 2007/8 y 2010/11 con su enorme impacto para
nuestra conectividad vial y frágiles laderas y para el suministro del agua de esta ciudad del
trópico andino, si en algo pareciera existir consenso entre los manizaleños es que, entre los
asuntos públicos después de la corrupción, nuestro principal problema se relaciona con la
ausencia de una política pública ambiental que abrigue, entre otros aspectos
socioambientales, la problemática del riesgo asociado a los fenómenos naturales, y que
empiece por reconocerle al agua y la tierra el carácter de patrimonio por ser fundamento de
la vida, y no de un recurso objeto del mercado.
495
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Si nuestra problemática contempla la amenaza del cambio climático con sus consecuencias
hidrogeológicas en cuencas deforestadas y frágiles montañas, de las fuentes sísmicas y en
especial Romeral por la incidencia de terremotos de intensidad severa como detonantes de
incendios y sacudidas que pueden hacer de edificaciones vulnerables desechos de concreto a
la espera, y de los eventos volcánicos del Ruiz y en especial de Cerro Bravo ahora en calma,
también dicha política deberá encarar otros aspectos relevantes, como:
Nuestras políticas públicas ambientales, deberán incorporar varios objetivos clave para la
gestión integral del riesgo, como son el desarrollo de las capacidades relacionadas con:
496
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
c) con los diferentes niveles de las emergencias, donde el plan general debe diseñarse
en función del riesgo de cúmulo y los planes operativos en función del riesgo
específico, coordinados con el anterior.
Y para finalizar, el tema de las laderas en el que habrá que avanzar buscando la adaptación
al cambio climático y en la investigación científica resolviendo en detalle las zonas urbanas
potencialmente inestables y ordenando nuestras cuencas y microcuencas, puesto que al
observar las dos últimas Niñas citadas, pese a su condición intrínseca similar, los graves
efectos dejan ver una dinámica creciente del calentamiento global que anuncia consecuencias
cada vez mayores, tal cual lo advertimos al observar la Sabana de Bogotá convertida en una
“Venecia” y 30 municipios colombianos como Gramalote que requieren reasentamiento,
cuando no por los múltiples estragos sobre la vía al Magdalena, en las quebradas La Mula,
Manizales y El Perro. [Ref. La Patria, Manizales, 2012-04-30]
497
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Resumen: el terremoto del 25 de enero pasado, con el cual el Quindío pierde dos
décadas de trabajo en sólo 20 segundos, al observar los daños concentrados en el
medio urbano y en los taludes de las vías de montaña, puso en evidencia una
asimetría entre los impactos del terremoto en viviendas de mampostería simple y las
de bahareque, y entre laderas con modelados y laderas sin modelados: en dicho
evento cuyo período de retorno puede ser del orden de 750 años, a la arquitectura
vernácula le fue muy bien y también los cafetales se mantuvieron en pie.
Del examen del pasado sismo del 25 de enero se deduce que la intensidad en la escala
modificada de Mercalli alcanzó grado VIII, siendo los mayores efectos los ocasionados sobre
la conurbación Armenia-Calarcá y en los poblados cerca del epicentro, dada la superficialidad
del evento y su magnitud cercana a seis, como la fragilidad de las transformaciones agrarias
y urbanas sobre el medio ambiente.
Recuérdense las vías a Pijao y a sus veredas cerradas por derrumbes varios días y semanas,
y las casonas de bahareque en el marco de su plaza, o en el de Barcelona, en pie y en medio
de ruinas de construcciones de mampostería derrumbada. También, que el efecto del
498
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
En la subregión sur del Quindío, sobre la zona cordillerana epicentro del sismo, las laderas de
las montañas no colapsaron, pero sí los taludes de las vías todas. Es que las laderas son las
cuestas naturales de montañas con suelos que durante miles de años vienen ajustándose a
los eventos telúricos de la zona, mientras los taludes son el fruto de las recientes
transformaciones sobre un frágil equilibrio alcanzado por la montaña. Cuando cortamos las
laderas para construir lotes y caminos afectamos el equilibrio.
Pero lo más sorprendente es el caso del bahareque, no sólo porque ha sobrevivido con
absoluto éxito a las sacudidas del suelo, sino porque se le ha desconocido su calidad de bien
cultural autóctono que potencia el turismo del Quindío. Como arquitectura vernácula el
bahareque de la colonización antioqueña es hermoso, sismo-resistente y de bajo costo, y no
tiene que arbitrarse exclusivamente por normas externas como las del actual código
deconstrucciones, en el que la palabra bahareque no aparece, ni prohibirse como tecnología
constructiva capaz de dar una respuesta eficaz a nuestra comunidad y en especial a los más
pobres.
499
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
último, donde las formas variadas admiten los estilos coloniales, republicanos y victorianos
que han adornado los centros históricos y residenciales de muchas de nuestras poblaciones
del Eje Cafetero.
La lección que nos deja este sismo en materia de sismo-resistencia, es que debemos
desarrollar una tecnología de viviendas y caminos, apropiada para el hábitat del medio
tropical andino, donde la mecánica de suelos de nuestras universidades se ha quedado corta
al diseñar los taludes para el corte de las laderas sin diferenciar las dificultades inherentes de
los suelos tropicales, y donde el bahareque de la zona cafetera debe ser reconocido como
arquitectura vernácula, con la propiedad inherente de la sismo-resistencia que tiene ya una
carga histórica centenaria ajustándose a las exigencias del medio natural nuestro.
500
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Recuérdese que el nivel de riesgo se hace máximo, en un período de retorno que antecede al
máximo evento probable, tal cual lo ilustra la imagen 3.20 en el Capítulo 3; Ítem 3.4 Riesgo,
donde el Costo Esperado (Ce) como suma del Costo Usual y del Costo de Falla, obtenido al
graficar el Costo Probable versus la Resistencia de una estructura dada tiene un mínimo que
armoniza con el Nivel de Riesgo (Nr) máximo obtenido del producto de dos factores: la
Frecuencia y la Siniestralidad del evento.
501
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
pasa de 0,63 a 0,98 cuando el período de retorno Tr de una amenaza pasa de 100 años a 25
años, incidiendo sobre una obra cuya vida útil n es de 100 años.
Al respecto véase la Tabla 3.14: Valoración del Riesgo “R” en función del Período de Retorno
de las Amenazas “Tr” y la Vida Útil de una obra “n”, cuya relación se establece mediante la
expresión:
R=1-(1-1/Tr) n
Como fundamento, en la fórmula para estimar R, el factor 1/Tr es la probabilidad temporal
del evento, así se trate de lluvias o de sismos. Las obras se diseñan del lado de la falla,
donde R>50%, pues de lo contrario la ciudad no sería viable: obsérvese los valores de la
diagonal. (Ver Capítulo 3, Ítem 3.4).
Igualmente, la Tabla 3.14 allí consignada permite inferir cómo, con la tala y los modelados,
se ha comprometido el factor de seguridad de largo plazo de nuestras frágiles laderas, dado
que para valores elevados de n el valor del riesgo R con eventos extremos, es uno. Mayor
información en: http://www.bdigital.unal.edu.co/45902/
Véase en el talud de la fotografía, cómo la presencia de las cenizas volcánicas que aparecen
por debajo de un suelo orgánico (sobre el cual hay un depósito antrópico), dan testimonio de
la estabilidad a largo plazo de una ladera ligeramente inclinada. Pero igualmente; los suelos
502
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
volcánicos son colapsables: fallan cuando se saturan, tal cual lo ilustra la ladera tratada de la
derecha. De ahí la necesidad de captar aguas y drenar los taludes, pero también, la de evitar
con bermas pavimentadas que se sequen, ya que la humedad natural en el talud no
saturado, garantiza la cohesión.
Al respecto, si la formación de una capa orgánica de tan solo 10 cm de espesor en este clima
y a esta altitud, puede tardar un siglo, las cenizas que subyacen el horizonte orgánico y que
probablemente provienen de Cerro Bravo, se remontan adecenas de miles de años.
Como conclusión, si las laderas de fuerte pendiente del trópico andino poseen un factor de
seguridad de largo plazo igual a uno, con los modelados y con la deforestación se ha
vulnerado ese frágil equilibrio límite de estabilidad.
503
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
modelo de expansión del suelo que especula con la plusvalía urbana; c- ajustar los factores
de seguridad para responder a las condiciones sísmicas de la ciudad y a los eventos
climáticos extremos; y d- implementar la plusvalía urbana para hacer viable un POT que
pueda llevar infraestructura ambiental para asegurar zonas ya intervenidas, y atender así las
demandas socioambientales asociadas con la fragilidad del medio.
Agua para todos: el desastre del río Mira. Gestión del riesgo por sismos, volcanes y
Amenaza para la Reserva de Río Blanco en laderas.
Manizales. Hidro-Ituango: una lectura a la crisis.
Arroyo Bruno, entre la muerte negra y la vida Huracanes y terremotos acechan.
wayuu. Ingeniería, incertidumbre y ética.
Calentamiento global en Colombia. Inestabilidad de laderas en el trópico andino.
Cambio climático y gestión ambiental en Caldas. La catástrofe del Eje Cafetero en un país sin
Cambio climático y pasivos ambientales del memoria.
modelo urbano. La encrucijada ambiental de Manizales.
Cambio climático y sustentabilidad del territorio. La previsión en la gestión del riesgo volcánico.
Clima extremo, desastres y refugiados. Más ecosistemas para enfrentar la crisis del
Colombia: riesgos geodinámicos y hábitat. agua.
Daño a reserva forestal que protege a Manizales. Manizales: política pública ambiental y gestión
Desafíos del Complejo Volcánico Ruiz – Tolima. del riesgo.
El calentamiento global arrecia... ¿y las heladas Manizales, por la senda verde.
qué? Riesgo en zonas andinas por amenaza
El desastre de Armero por la erupción del Ruiz. volcánica.
El desastre en el río Mira. Riesgo en la zona andina tropical por laderas
inestables.
El Ruiz, amerita medidas de prevención y no
pánico. Riesgo en zonas de montaña por laderas
inestables y amenaza volcánica.
El siniestro de Mocoa, designio de la
imprevisión. Riesgo para el agua en la ecorregión cafetera.
Eje Cafetero: cambio climático y vulnerabilidad Riesgo sísmico: los terremotos.
territorial. Sismos y Volcanes en Colombia.
Geomecánica de las laderas de Manizales. Vulnerabilidad de conducciones en laderas de la
Gestión ambiental del riesgo en el territorio. cuenca media del río Chinchiná.
Gestión del Riesgo. Vulnerabilidad de las laderas de Manizales.
Gestión del riesgo natural y el caso de Vulnerabilidad de Río Blanco frente a la
Colombia. expansión urbana.
…
504
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
MANIZALES, 2017
http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
CONTENIDO: PDF (Presentación y Contenido) ; PDF (Capítulo 1 : Geotecnia) ; PDF (Capítulo 2 : Materiales
térreos) : PDF (Capítulo 3 : Erosión y movimientos en masa) ; PDF (Capítulo 4 : Análisis de estabilidad de
taludes) ; PDF (Capítulo 5 : Obras de estabilización de taludes) ; PDF (Capítulo 6 : estructuras de drenaje) ;
PDF (Capítulo 7 : Corrección de cauces torrenciales) ; PDF (Capítulo 8 : Coberturas vegetales) ; PDF
(Capítulo 9 : Estructuras de contención) ; PDF (Capítulo 10 : Auscultación de taludes) ; PDF (Bibliografía)
ANEXOS:
HOME:
http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
A la Universidad Nacional de Colombia en sus 150 años.
505
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
10 AUSCULTACIÓN DE TALUDES
(Instrumentación)
10.1 INTRODUCCIÓN.
En la geotecnia el desarrollo de un trabajo no puede agotarse en la fase de diseño, ya que sus
resultados sólo tienen el carácter de hipótesis más o menos confiables. Por eso es necesario
realizar controles en la obra mediante la ejecución de las siguientes labores:
a- Predicción del comportamiento del talud en la fase de diseño.
b- Elección de las magnitudes cuyo control resulte significativo para reflejar simplificadamente
el comportamiento del talud.
c- Definición de instrumentos adecuados para medir las magnitudes elegidas en el punto (b).
Dichos instrumentos dependen del rango (valor máximo esperado), precisión requerida y
frecuencia de lectura.
d- Instalación de los instrumentos elegidos y lectura de los mismos.
e- Comparación de los valores previos con los reales.
Movimientos en el interior del terreno con la ayuda de equipos instalados en sondeos que
permiten definir la profundidad de la zona afectada.
Fuerzas de anclaje.
506
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
507
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Sistema de
Equipo Tipos Observaciones
funcionamiento
El más fiable, preciso y de
Medida de inclinaciones en
menor tiempo de respuesta es
diversos puntos del interior de De resistencia
el de servoacelerómetro, que
un sondeo mediante una eléctrica
puede lograr precisiones en la
sonda que da una señal
medida de giros de 2 * 10-4 rad
Inclinómetro eléctrica proporcional a la De cuerda vibrante
inclinación. Permite conocer
Hay que asegurarse en la
los movimientos De
instalación que el punto inferior
perpendiculares a la dirección servoacelerómetros
de medida se sitúe por debajo
del sondeo
de la zona de movimiento.
Miden movimientos relativos
Longitud < 40m – ext – varillas.
entre la cabeza de un sondeo
Longitud > 60m – ext – de
y/o varios anclajes situados
hilos.
en su interior.
A
De hilos. Elegir el tipo de anclaje más
Extensómetro Los movimientos de los
De varillas. adecuado para que quede
de hilo o varillas anclajes se transmiten a la
sólidamente unido al terreno
de 1 o más boca del sondeo mediante
B circundante.
anclajes hilos o varillas.
De lectura mecánica.
De lectura eléctrica. Asegurarse que el punto más
Las medidas se realizan en la
profundo de medida del
cabeza mediante
extensómetro esté por debajo
procedimientos eléctricos o
de la zona de movimiento.
mecánicos.
508
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Consiste en elementos anclados firmemente en los puntos cuya distancia se desea controlar
(estacas, mojones, puntillas). La medida se puede realizar con elementos mecánicos (cintas
métricas, hilos) o sistemas eléctricos (transductores).
Control de deformaciones entre puntos superficiales próximos
…
Control de puntos superficiales próximos
…
Punto S V a S, S1 y S2: Distancias
1 S: desplazamiento
2 S1 S1/T S1/T2 V: velocidad
3 S2 S2/T S2/T2 T: Tiempo (días,
horas)
...
509
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
510
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
511
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Imagen 10.5: Manizales: Latitud 5º 4' N; Longitud 75º 31' W; Altitud 2150 msnm;
Temperatura 18ºC; Fundación 1849. Fuente: SMP de Manizales
Manizales y Villamaría están ubicadas en una zona de alto riesgo sísmico y geotécnico,
específicamente las laderas superiores que resultan inestables y aparecen afectadas con
actividades antrópicas intensas. Este es el medio ambiente del trópico andino, donde el clima
y la particular circunstancia de los suelos residuales le imponen condiciones a cualquier
proyecto de desarrollo urbano, máxime si se trata de expandir el área de la ciudad a estos
escenarios que deben mantenerse como zonas de interés ecológica vitales para el drenaje y
el paisaje.
Sismos como el del Quindío 1999; lluvias torrenciales y prolongadas como las de marzo, junio
y noviembre del año 2003; deslizamientos como el de la Sultana en el 2003 y el de La Carola
en 1994; flujos como el de la quebrada Gallinazo afectando la planta de tratamiento de
Gallinazo e inundaciones como la de la Quebrada Minitas en el Barrio La Toscana, ambos
casos en el segundo quinquenio de los 80, son eventos que han dejado lecciones para la
ciudad.
Este documento incorpora textos preparados por Gonzalo y Eugenio Duque para INGESAM
Ltda., en el proyecto de Saneamiento Ambiental del Río Chinchiná, contratado por Aguas
Manizales en 2006, y que se referencian en la bibliografía.
Manizales es una ciudad de laderas que, a diferencia de Medellín, ocupa el territorio de arriba
hacia abajo y empieza a generar presión sobre los bosques andinos y drenajes de la
vecindad. La densidad urbana en Manizales es el 55% de la densidad de Medellín; además el
crecimiento demográfico permite estimar que la población de la ciudad crecerá cerca de un
15% en los próximos 30 años, lo que permite contemplar la posibilidad de acometer medidas
oportunas para hacer viable ese crecimiento urbano moderado en las siguientes décadas,
mediante la redensificación del área ya construida, y para restarle presión al medio
ecosistémico y facilitar los procesos de estabilización del territorio ocupado.
512
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Fig. 10.6- Laderas de Manizales: sur de la ciudad en El Carmen (Izq), y norte de Manizales en
la Olivares (Der).
513
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
planes maestros el uso adecuado del suelo y el agua, en Villamaría, para afianzar el buen
comportamiento de las laderas.
GEOLOGÍA
Las unidades geológicas comprometidas en estas laderas, son de dos clases: unidades
estratigráficas y cuerpos de rocas ígneas. Según Naranjo y Ríos, en su obra "La geología de
Manizales y sus alrededores", estas son las unidades y cuerpos:
Fig. 10.7 a- Planta de la geología del entorno urbano de Manizales y Villamaría en la zona de
estudio, con las Unidades geológicas así: Gabros de Chinchiná y Olivares en rojo fuerte (Kgch
y Kgol); Complejo Cretácico Quebradagrande en verde (Kqd); Formación Manizales del
Terciario superior en amarillo (Tsmz); Formación Quebradagrande del Terciario superior en
rosado (Tscb); Cubierta piroclástica del Cuaternarias en gris (Qcp); Lavas basálticas del domo
de Sancancio en rojo claro (Qdsc). En negro, además de la retícula urbana de Manizales y
Villamaría, curvas de nivel, contornos y drenaje, los lineamientos estructurales ciertos (__) e
inferidos (…). Fuente: Naranjo y Ríos. 1989.
514
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Complejo Quebradagrande.
El Complejo Quebradagrande es una unidad Cretácica constituida por dos miembros: uno
volcánico y otro metasedimentario. El primero de lavas basálticas y el segundo –ver Fig.3 a-
de areniscas líticas, brechas sedimentarias, conglomerados con clastos volcánicos, además
cuarzo lechoso, fragmentos de anfibolitas, chert, lutitas, lentes de calizas y grauvacas; todo
el paquete con fuerte buzamiento. Desde la óptica de la estabilidad es necesario subrayar la
515
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Formación Manizales.
Fig. 10.8 b- Formación Manizales en la Panamericana (Izq y Cen) y en la banca del FFCC de
Villamaría (Der).
Para Naranjo y Ríos esta Formación es del Terciario y su edad de 4 a 8 millones de años, ver
Fig. 3 b. Suprayace a Quebradagrande y es a la vez suprayacida por la Formación Casabianca
o por la secuencia volcaniclástico de Manizales. Está constituida por un conjunto de rocas
sedimentarias vulcanogénicas con clastos del complejo volcánico Ruiz–Tolima. Los
afloramientos de la Formación Manizales según Naranjo y Ríos, aparecen entre otros lugares,
al occidente de Manizales, donde la unidad presenta un escarpe de falla de más de treinta
metros de altura asociado con la Falla de Romeral, la misma que define el límite con rocas de
ambiente oceánico.
516
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Formación Casabianca.
Fig. 10.8 c- Formación Casabianca: en La Autónoma (Izq), en Villa Carmenza (Der) y en San
Rafael (Der).
Esta segunda unidad conglomerática del Terciario Superior, Fig.3 c, al igual que la anterior,
con las Cenizas de cobertura constituye el supraterreno de Manizales. Espacialmente, reposa
sobre la Formación Manizales o sobre el Complejo Quebradagrande. Es fácil su
reconocimiento debido a su color rojizo característico y alto grado de meteorización. Para
Naranjo y Ríos el espesor promedio de esta secuencia volcanoclástica en el área de Manizales
es de 50 m y su estructura muestra flujos individuales cuyo espesor varía de 0,5 m hasta 15
m. Para Naranjo y Ríos los clastos de los flujos de escombros son fundamentalmente de
andesitas, con un 65 - 80% de más de 2 cm de tamaño. La matriz de Casabianca es
arcillolimosa y por lo tanto plástica e impermeable. Incluso ha podido formar suelos blancos
altamente expansivos y fácilmente identificables (ver Fig.3c Der).
Lavas Basálticas.
517
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Fig. 10.8 d- Capas de cenizas volcánicas en sectores de la ciudad: en Sinai (Izq), en La Enea
(Cen) y en Colseguros (Der).
Piroclastos:
Gabros de Chinchiná.
Los gabros de Chinchiná, rocas básicas plutónicas que afloran en la ladera del canal de la
Planta Municipal aguas abajo de La Uribe, aflorando como plutón asociado a Quebradagrande
518
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
TECTÓNICA
Fig. 10.9 - Las salientes de las laderas marcan un contraste de estabilidad. Sector de Olivares
(Izq) y sector de La Uribe (Der).
Para el sector occidental de la ciudad, hacia el Rosario, habrá que considerar como
potenciales corredores de inestabilidad los lineamientos del Sistema de Fallas Romeral, a la
luz de los trabajos de Naranjo & Ríos y de Hermelín & Velásquez.
519
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Para el perímetro del área urbana de Manizales, los rasgos estructurales a utilizar serán
fundamentalmente los identificados en la cartografía suministrada por Aguas de Manizales.
De éstos, y como se ha señalado en el trabajo de los túneles de INGESAM señalado en la
bibliografía, las fallas con actividad reciente, según estudios de neotectónica local y
mediciones de radón, parecen ser Villamaría-Termales del Ruiz, Manizales-Aranzazu,
Palogrande y San Esteban.
MORFOLOGÍA Y GEOTECNIA
520
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
El Conjunto Conglomerático se extiende como un depósito de gran potencia sobre una gran
depresión con características de escalamiento tectónico, a modo de valle localizado donde el
drenaje principal modifica su régimen torrencial en fluvial. De ahí que el conjunto sea un
abanico aluvial, de características similares a los de Pereira y Armenia. El territorio urbano
está tectonizado y levantado hacia el occidente.
521
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Fig. 10.11 b- Modelo estructural en la cuenca Sur o del Chinchiná. Fuente: Eugenio Duque y
Gonzalo Duque.
Yendo de oriente a occidente, gradualmente va cambiando cada vez más, hacia formas
verticalizadas en medio de un drenaje que se estrecha en medio de laderas en V con
salientes visibles y cauces más entallados a medida que se incrementa el potencial
gravitacional. Mientras descienden los cauces de la quebrada Olivares y el río Chinchiná el
territorio urbano de Manizales no lo hace, y los de Chipre y Villa Kempis se levantan aún más.
Las asociadas a la Formación Casabianca, que están sobre la saliente del terreno (Fig. 4), los
presentan con mayor frecuencia y del tipo rotacional, en especial cuando aparecen los suelos
blancos o cuando se saturan las vaguadas más cóncavas en las dos direcciones, arriba de la
saliente.
Las Cenizas Volcánicas -tefras y tobas de la cobertura-, ofrecen estabilidad a las laderas,
salvo cuando su basamento falla o cuando se les expone a factores de erosión por
522
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Para las conducciones viales, las capas de cenizas en laderas de fuerte pendiente son más
delgadas y susceptibles a deslizamientos por lluvias, cuando ha avanzado el invierno.
La Formación Manizales, presenta zonas con distinta capacidad mecánica por variaciones de
consolidación, alteración, naturaleza y fábrica textural de sus clastos. La cementación de la
matriz, aunque más incipiente, suele añadirle propiedades casi impermeables al material.
Esto unido al tectonismo local, explica las variaciones de estabilidad entre laderas y taludes,
como también la presencia de zonas más degradables que otras a escala urbana, desde
donde suelen caer bloques.
Para las construcciones y vías las laderas asociadas a ciertos suelos expansivos de esta
unidad, son inestables. Estos conducen a situaciones como las que aparecen en la Avenida
Kevin Ángel entre Aguas de Manizales y San Rafael.
523
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
524
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
525
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
SUCS SM MH MH-ML-SM-SP
(cm/día)
526
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
anteriores, que son las predominantes, y otras rígidas como los chert y algunas lutitas
de composición silícea.
Tabla 2. Resultados obtenidos para clasificar las rocas de los macizos estudiados: Índice de
calidad de roca RQD, Índice de Calidad de Túneles Q del NGI y clasificación del CSIR según
Bieniawski. G. Duque y E. Duque, 2006.
527
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Los parámetros que influyen en la inestabilidad del suelo se relacionan con el agua, el
material, la geometría del terreno, y las situaciones del ambiente (fuerzas, procesos, etc). Los
parámetros son:
Pero también es verdad que las laderas (cuestas naturales) han sido transformadas en
taludes por los modelados de la actividad antrópica y que con la expansión de la frontera
agrícola, por prácticas deficientes en el uso y manejo del suelo, se han producido el
descontrol hídrico y pluviométrico, la erosión y la desertificación de los suelos andinos.
El movimiento de masas ocurre cuando el esfuerzo cortante supera la resistencia al corte del
suelo, lo que se da cuando ocurre al menos una de estas situaciones:
b) Al caer la resistencia al corte del suelo (saturación). Esto reduce las fuerzas resistentes del
suelo.
528
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Para lograr una evaluación exitosa, que conduzca a resultados concretos y útiles.
4º Análisis adicional.
- Causas intrínsecas: suelen ser naturales y se relacionan con el agua subterránea, material,
tectónica, topografía abrupta, etc.
- Causas detonantes: pueden ser naturales como la lluvia, el sismo, la erosión, o artificiales
como cortes, deforestación, etc.
- Causas contribuyentes: similares a las causas detonantes pero que simplemente anticipan el
evento.
- Las medidas: pueden ser preventivas o correctivas, según prevengan la ocurrencia del
evento o corrijan los efectos por él ocasionados
Los detonantes:
Como detonantes de los deslizamientos se asumirán dos fenómenos: Las lluvias y los sismos.
Los sismos actuarán con mayor acierto afectando por amplificación los depósitos de cenizas
volcánicas de potencia significativa -mayores de 10 m-, mientras las lluvias lo harán sobre las
capas de ese suelo donde el espesor es escaso -menores de 10 m-.
Pero para la ocurrencia de los deslizamientos de las capas de ceniza la pendiente será un
529
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Para el caso de lluvias, en las laderas empinadas, cóncavas y extensas, sin vegetación
arbórea densa, la saturación favorecida por la geometría de la ladera después de intensas
lluvias y la falta de sistemas radicales profundos que interfieran la superficie de falla ubicada
en el inferior del depósito permeable saturado, favorecen la ocurrencia de los deslizamientos.
Sismos
En cuanto a la amenaza sísmica, el Eje Cafetero posee dos fuentes de singular importancia,
las fallas y la zona de subducción.
La Zona de Subducción y el Plano de Benioff generan sismos profundos como los del Eje
Cafetero en los años 1962, 1979 y 1995. El alcance es del orden regional y los sismos son de
magnitud 7 e intensidad VI a VII.
La base histórica de la amenaza sísmica muestra que el 65 % de los eventos son de Romeral,
el 28% de Benioff y la Zona de Subducción, y el 7% de otras fallas como la de Palestina,
asociada al Complejo Volcánico del Ruiz.
Respecto a la amplificación, se tiene esta comparación a 112 km del foco y en tres lugares de
Manizales, establecida a partir de registros de aceleración máxima para la componente EW
durante el Sismo de Risaralda de 1995:
· En dos suelos de topografía semi-plana los valores fueron 206 y 117 cm/seg2.
Esto es, la fuerza medida se redujo varias veces como consecuencia de la calidad del piso.
530
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Esto es, respecto a un depósito blando de 30 m de espesor, en el suelo rocoso las fuerzas
sísmicas fueron seis veces menores, componente por componente. Entonces, en caso de
sismos, las capas potentes de suelo a diferencia de lo que ocurre sobre una roca, presentan
problemas de amplificación severa. Las aceleraciones que se han observado en los sismos de
Manizales no son tan elevadas como las que se obtendrías en caso de un sismo con las
características del sismo del Quindío, y los lugares más afectados serían los construidos con
normas deficientes y sobre suelos saturados y de gran potencia, lo que tiene a su vez
relación con las normas vigentes en época de cada construcción, y los mapas de la Fig. 7 a
(Der) y 7b.
Figura 10.12 a: Magnitud de la fuerza sísmica por amplificación del suelo en caso de
terremoto, y Espesores de suelos en la ciudad. CIMOC.
Los datos para ambos ejemplos, al igual que estas imágenes y otros conceptos dados en este
documento, se han obtenido del estudio Microzonificación Sísmica de la Ciudad de Manizales,
CIMOC -Alcaldía de Manizales. 2002.
El sismo de trabajo depende del período de retorno, y éste a su turno se relaciona con la vida
útil de las obras, la cual depende también de su naturaleza, función social y nivel de
desarrollo económico de la comunidad.
Se recuerda que los investigadores del anterior estudio del CIMOC han sugerido diseñar las
obras regulares de la Ciudad para una vida útil de 50 años, y recomendado un período de
retorno de 475 años para la amenaza sísmica, y que entre ellos participaron expertos como
O. D. Cardona, J. E. Hurtado, S. D. Prieto, W. L. Estrada y J. D. Arango, todos conocedores
del medio ecosistémico y del contexto de Manizales.
Ahora bien: el asunto trae implicaciones donde la amplificación es severa, para prevenir el
diseño de estructuras vulnerables o limitar su uso, y en consecuencia esto sobre suelos
blandos y en lo alto de las laderas a causa del efecto topográfico.
531
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Con el evento de trabajo que se asume, el de 475 años, la aceleración máxima esperada en
un punto del basamento de la ciudad, varía de acuerdo a la fuente que lo produce y su
distancia a ella; pero esa fuerza se amplificará, reduciéndose la frecuencia e incrementándose
la amplitud de la excitación, según la topografía, geometría y rigidez del suelo depositado o
formado sobre el basamento del lugar considerado, quien le transmite las oscilaciones
profundas.
El estudio del CIMOC estimó además de la fuerza máxima, la duración de la fase intensa de
la excitación en el basamento, así:
· Fuente Romeral, para una distancia de 20km y una magnitud de 6,2: la aceleración máxima
0,18g y duración de la fase intensa 15 seg.
· Fuentes regionales, más lejanas y profundas y con sismos magnitud 7,0: aceleración
máxima 0,15g y duración de la fase intensa 45 seg.
Ahora, el espectro de la roca base es uno y el de los suelos otro, lo que supone ajustar los
diseños a las variaciones locales de la amenaza, usando los criterios de la zonificación del
CIMOC, previniendo la resonancia entre estructura y suelo, y atendiendo la topografía del
lugar.
La velocidad de la onda en el basamento, Vs, se asume de 1500 m/seg, valor que interesa
para el módulo de cortante Gs=ρVs2 donde ρ es la densidad del medio rocoso.
Multiplicada ésta por la gravedad, se obtiene el peso unitario PU. Los PU en t/m3, para el
CIMOC, varían así:
Entonces, con el máximo módulo de cortante, el Gs máx obtenido midiendo las velocidades
de la onda de corte Vs, los valores medios de los períodos fundamentales de los suelos según
las diferentes fuentes sísmicas están entre 0,47 y 0,56 seg.
Para suelos arcillosos, la degradación del módulo de cortante Gs va de la mano con el Índice
de Liquidez (relación agua-plasticidad) cuya variación en profundidad se da conforme cambia
el origen del depósito; aquí los períodos fundamentales obtenidos para el conjunto de
fuentes sísmicas, variaron entre 0,47 y 0,6 seg.
También se consideró por CIMOC el espesor del depósito de suelo blando considerando
espesores de 5, 10, 20 y 30 m; para estos, los períodos fundamentales promedios, en
532
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
segundos, con eventos de las fuentes sísmicas, varían así en cada caso para el orden de los
espesores dados: 0,11, 0,26, 0,51 y 0,76seg.
Fig. 10.12 b- Zonificación de Manizales según CIMOC. Verde para cenizas; Amarillo para
llenos. Mostaza para Casabianca; Marrón para la F. Manizales; Rojo para el C
Quebradagrande; y Negro para los aluviones cuaternarios del Chinchiná y el drenaje mayor
de la Olivares. Con números algunos sitios de interés. Fuente: Microzonificación de Manizales.
CIMOC. 2002 (Adaptado)
533
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Fig. 10.12 c - Espectros de diseño para Manizales, según CIMOC. Los tres espectros son: el
superior para la Zona A, el intermedio para la Zona B y el inferior para la Zona C.
Finalmente, para pasar de las superficies planas y horizontales a las laderas, el factor de
amplificación por efectos geométricos y topográficos (F Top), que procede en las zonas
cercanas a los taludes ubicadas a menos de 2 veces el espesor H del depósito de suelo
blando, o a menos de 60m de su borde; está dado por las siguientes expresiones:
Siendo T* = 4H/Vs
En general, según las consideraciones aquí presentadas que son del CIMOC, el período de la
onda sísmica en lo alto laderas y cerca de sus coronas, sufre una amplificación adicional del
534
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
50%.
Lluvias
Según Andrés Eduardo Rubio y Juan Pablo Trujillo, al evaluar la relación lluvia -deslizamiento
en el área de Manizales, aparecen dos trabajos de interés: uno, el de Juan David Arango
Gartner, titulado "Relaciones Lluvias – Deslizamientos y Zonificación Geotécnica en la comuna
dos de la ciudad de Manizales", y otro el de Mark T. Terlien titulado Modeling spatial and
temporal variations in rainfall triggered landslides".
Figura 10.13- Isoyetas en mm mensuales, para Octubre (Izq) y Julio (Der), en la cuenca del
río Chinchiná. Los valores: azul claro 270 mm; verde oscuro 250 mm habano 170mm amarillo
150 mm, rosado 90 mm y rojo 70 mm. Fundación Profesional para el Manejo Integral del
Agua, Proagua (2005).
Rubio y Trujillo estudiaron la serie histórica de precipitaciones desde el año 1956 hasta el
2003 con el fin de determinar el número eventos de esta magnitud con capacidad de
afectación. De acuerdo a lo sugerido por Arango, de un total de 17503 periodos acumulados
de 30 días, se encontraron 6180 intervalos de recurrencia que exceden 175.4 mm. Luego, el
periodo de retorno de precipitaciones acumuladas de 30 días que son superiores a 175.4 mm
en la ciudad de Manizales, es aproximadamente de 2.83 días, y los 6180 periodos
acumulados de 30 días que han superado el valor de 175.4 mm representan el 35.31% de los
casos. Para la tesis de Terlien, encontraron 2977 intervalos de recurrencia entre los 17508
periodos acumulados de 25 días, cuya excedencia de precipitación supera 200 mm; estos
535
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Las isoyetas mensuales de la cuenca media del río Chinchiná, como las de figura anterior,
muestran que la precipitación media en el sector de Chipre es superior a la de Sancancio.
Para los meses más lluviosos, el promedio alcanza valores entre 270 y 210 mm; para los
meses más secos, el promedio varía desde 140 mm hasta 80 mm. Se recuerda que en caso
de “El Niño”, las temporadas de invierno y verano resultan más secas y en caso de “La Niña”,
ambas resultan más húmedas.
Tabla. 10.10. Precipitación en los meses más húmedos y más secos, en dos lugares de
Manizales. Fuente Proagua.
Debe advertirse que si bien resulta factible determinar la extensión espacial de la amenaza
por deslizamientos, no resulta fácil evaluar la probabilidad de ocurrencia de un evento con
determinadas características y en un determinado período de tiempo.
536
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Pero los deslizamientos también pueden tener como evento detonante los sismos. Mientras
las capas delgadas de cenizas sobre el basamento impermeable resultan más afectadas por
las lluvias intensas que las capas de mayor potencia; ocurre lo contrario con los sismos, a
causa de la amplificación.
Ahora, durante las lluvias torrenciales de marzo de 2003, los eventos dominantes fueron
deslizamientos superficiales planares en laderas de fuerte pendiente, casi siempre
desprovistas de vegetación arbórea e incluso arbustiva. Esto ocurrió en las laderas del sector
occidental desde El Carmen, continuando por Chipre y llegando hasta Villapilar por el costado
norte.
Al respecto dice "Zona media de la cuenca: Esta zona de estudio inicia consecutivamente
537
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Al calcular caudales máximos y mínimos, Proagua observa que la tendencia en los caudales
mínimos contra el período de retorno es decreciente, contraria de lo que sucede para los
caudales máximos.
Aplica el método de Gumbel para estimar los caudales máximos y mínimos en las estaciones
hidrométricas Chupaderos, Sancancio, Montevideo y El Retiro, todas sobre el río Chinchiná,
que cuentan con un periodo de registro histórico.
Los resultados hallados para periodos de retorno de 5, 10, 15, 20, 25, 30, 50 y 100 años, en
las tres `primeras, son:
Tabla 10.11 a. Caudales máximos en (m3/s) para las 3 estaciones hidrométricas del río
Chinchiná en la zona de estudio.
538
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Tabla 10.11 b. Caudales mínimos en (m3/s) para las 3 estaciones hidrométricas del río
Chinchiná en la zona de estudio.
Se puede observar que para los caudales mínimos registrados en las estaciones hidrométricas
de igual forma que para los máximos la estación que registra los caudales más altos en los
periodos de retorno es la estación de Montevideo. Según Proagua la estación Montevideo es
la que mayor periodo de ocurrencia alcanza debido a los altos valores de caudales mínimos
registrados en la estación, y contrario a esto los registros mínimos en las demás estaciones
no alcanzan para obtener caudales en otros periodos de retorno diferentes a los anotados.
Proagua también señala en las Conclusiones y Recomendaciones, que "El río Chinchiná por
ser un río de montaña de gran pendiente y al momento de presentarse un evento extremo
hace que las condiciones del lecho y la de sus orillas cambien". Agrega además que "Se
requiere por parte de la entidades encargadas de la planificación y gestión del recurso hídrico
de la región, que se planteen estudios continuos que permitan alcanzar un mejor
conocimiento del río y su cuenca, las características geomorfológicas, del régimen de
caudales, la geometría hidráulica del cauce y el transporte de sedimentos".
539
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Anne Catherine Chardón y Juan David Arango Gartner, además de dos trabajos de grado que
reportan la ocurrencia de deslizamientos presentados en las Carreteras: Manizales- Chinchiná
y Manizales- La Pintada, centrando la atención en la zona de estudio que nos ocupa.
540
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Sobre las lluvias: según Arango, al considerar como precipitaciones máximas diarias las
superiores a 60 – 70 mm, las de 70 mm presentan una probabilidad de ocurrencia del 65% y
un periodo de retorno de 1,5 años, y las lluvias máximas diarias de 95 mm una probabilidad
de ocurrencia del 10% y un periodo de retorno de 10 años.
Al relacionar lluvias – niveles freáticos – deslizamientos, señala que "En términos generales,
se observa una aceptable relación entre el valor de las precipitaciones totales anuales y el
número de deslizamientos ocurridos". Y deduce para el caso que "las lluvias diarias por sí
solas o antecedentes de pocos días, no tienen mucha importancia en la generación de los
deslizamientos; parece que el factor determinante son las lluvias antecedentes de muchos
días".
Al final añade: "Es importante anotar que un gran porcentaje del área de estudio presenta
estabilidad crítica".
Hasta aquí es bueno concluir diciendo que la susceptibilidad parece entonces estar asociada a
la litología presente, al tipo de pendiente y a la precipitación más intensa después de avanzar
el invierno, lo que se suma al mal uso del suelo explicado por prácticas incipientes de
modelado para la construcción de las viviendas, como son la adecuación del terreno por
medio de rellenos sin la adecuación de los materiales, cauces y drenajes, cuando no a los
cortes de las frágiles laderas sin obras de refuerzo y a los vertimientos indebidos de aguas
lluvias y servidas.
Del examen conjunto de estos trabajos de Juan David Arango Gartner, Anne Catherine
Chardon y otros datos confiables reportados dentro del mismo período por el investigador
Fernando González, y después de recopilar, revisar y comparar la información obtenida de los
deslizamientos ocurridos en la ciudad de Manizales en un periodo de 38 años -entre 1.960 y
1.998-, se concluye que se reportaron 1.314 deslizamientos y de ellos 508 sucedieron en 62
barrios de la ciudad. Los barrios con mayor número de eventos ordenados por su número y
con diez o más de diez deslizamientos, fueron: Galán (26.4 %), La Avanzada (16.1%),
541
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Estrada (10.8 %), Marmato (5.7 %), Asís (4.9 %), San Ignacio (4.7 %), Los Alcázares (4.5
%), El Carmen (2.0 %), Fátima (2.0 %) y Uribe (2.0 %).
Fig. 10.15- Distribución espacial de los deslizamientos durante 38 años en Manizales. Fuente,
Cristina Murillo, Gonzalo Duque, et Al.
En el año de 1.993 ocurrieron 52 deslizamientos, lo que representa el 10.2 % del total de los
eventos, mientras los años 1.968, 1.972, 1.973 y 1.997 registraron un sólo evento, para el
0.2 %. Los años que mayor cantidad de deslizamientos presentaron, ordenados de mayor a
menor número, se muestran a continuación:
N°
AÑO
DESLIZAMIENTOS
1.993 52
1.984 44
1.982 42
1.969 41
1.981 37
542
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
1.971 28
1.988 26
1.994 21
1.989 17
1.967 15
1.995 15
N°
AÑOS
DESLIZAMIENTOS
1.968, 1.972, 1.973 y 1.997 1
1.961 y 1.975 2
1.976, 1.977 y 1.980 3
1.978, 1.979, 1.987 y 1.991 4
1.983 y 1.992 5
Pero debe señalarse que en el año 2003 hubo alrededor de 300 eventos, ocurridos en los
meses de Marzo, Junio y Noviembre, y que el día de mayor número de eventos, sin
antecedente histórico alguno en la ciudad, fue el de la noche entre el 18 y 19 de Marzo de
2003 con cerca de 150 eventos, que son la mitad de los ocurridos ese mismo año.
Para identificar las zonas más susceptibles a movimientos de masa, como factor
determinante de la inestabilidad del suelo, se recurre a una metodología adaptada a partir de
una propuesta del Observatorio Sismológico del Sur-Occidente Colombiano- OSSO-, titulada
"Modelo de susceptibilidad a movimientos de masa en el Eje Cafetero", elaborada por V.
Aguilar y D. Mendoza, dirigida por Andrés Velásquez, y que aparece publicada en:
www.osso.univalle.edu.co/doc/tesis/2002/aproximacion/modelo.pdf
543
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Los prestigiosos investigadores del OSSO afirman que las tres variables consideradas,
pendientes (P), geología (G) y humedad (H), son factores suficientes para determinar la
susceptibilidad a los movimientos de masa (S), mediante la expresión S = P x G x H. Citan
varios trabajos e investigaciones al respecto, donde cada uno difiere en las cuantías y rangos
con los que se califica o diferencia cada segmento del territorio.
Figura 10.16 a.- Modelo digitalizado del relieve de Manizales: laderas del norte en la Q.
Olivares (arriba), y laderas del sur en el R. Chinchiná (abajo). Fuente, Fuente INGESAM &
Aguas Manizales. 2006.
Es justo en este punto en el que se ha decidido para este estudio, hacer la primera
adaptación al trabajar las variables de modo más continuo, con el propósito de asimilar las
mayores posibilidades de la información y escala disponibles, ambas con mejor resolución, y
de la siguiente forma:
Para la Geología G, el total de las diferentes unidades geológicas que contiene la estratigrafía
544
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
del denominado Terreno Cauca-Romeral: formaciones, grupos y complejos, así como los
lineamientos estructurales de naturaleza tectónica asignándoles un ancho de 100 m.
Para la Amplificación A, las zonas de depósitos de suelos amplias y con espesores que
superen los 20 m, ubicados en lo alto de las laderas y cerca de las mismas, serán señaladas
como áreas con potencial de amplificación sísmica y que pueden fallar. La Amplificación de
los depósitos blandos hace que la intensidad de los sismos se incremente en un grado, o en
grado y medio cuando dichos depósitos están saturados.
Para la Humedad H, se utilizan las isoyetas promedio para el mes de octubre, el más lluvioso
del año en la cuenca del Chinchiná. No se hará uso isoyetas para promedios anuales de
lluvias. Ver Fig. 8 y fondos a color en la Fig. 11 a y la Fig. 11 b.
Figura 10.16 c- Mapas de pendientes. En verde claro y amarillo, pendientes suaves; en azul y
morado pendientes fuertes. Laderas del Norte (arriba)y del Sur (abajo). Según INGESAM &
545
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Aguas Manizales.
Las Fallas F: se anexa este factor incluyendo los corredores de falla que se muestran de color
anaranjado en la Fig. 11, de la misma forma como se hace con las zonas de rugosidad.
S= PxGxHxRxAxF
Donde:
P, la Pendiente, que se valorará con tres rangos, siendo las marcas de intervalo 30% y 75%.
G, la Geología, factor que se extiende al incorporar como factor la amplificación, A. Los tres
rangos se establecerán según se trate de suelos, regolitos y saprolitos, de rocas muy
blandas, y de rocas al menos medianamente competentes.
H, la Humedad, valorada a partir de las isoyetas de octubre, donde se establecen tres rangos
con marcas de intervalos en 220 y 250 mm.
Los pesos con los cuales se valorarán los 4 factores principales: Pendiente, Geología,
Humedad y Rugosidad, y dos adicionales: Amplificación y Fallamiento, como componentes
para estimar la Susceptibilidad a los movimientos de masas y otros fenómenos afines, son los
que a continuación se presentan.
546
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Parametrización de rangos
Nivel Nivel Nivel
Alto Moderado Bajo
Pendiente P: PA: Más de 75% PM: 30 a 75% PB: Menos de 30%
Humedad H HA: Mayor que 250 HM: 220 a 250 HB: Menor que 220
547
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Rangos de valoración.
Los valores para cada una de las seis variables consideradas factores de la susceptibilidad a
los movimientos de masa, varían en el espacio tomando valores de 1, 2 o 3, dependiendo de
cómo contribuye en cada punto dicho factor a la inestabilidad de las laderas. Se le asigna 1 a
cada factor si su contribución a la inestabilidad es baja, 2 si es media y 3 si es alta. Una vez
se tengan los valores de los factores en cada punto del espacio, se valora S para ese punto
como el producto de los valores que toman las variables ya mencionadas en ese mismo
punto del espacio. Al llevar la información anterior a un Sistema de Información Geográfica,
aportado por INGESAM, ese resultado de S que representa los valores asignados a cada una
de las variables, va variando a lo largo del espacio, según lo haga el grado de severidad de
los seis factores ya señalados.
Tabla 10.13 c. Valoración Nivel de la susceptibilidad S para los modelos de los cinco
escenarios de la susceptibilidad.
548
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Figura 10.18- Zonas susceptibles en las laderas del norte (arriba) y del sur (abajo) de
Manizales. Sancancio ofrece mayor estabilidad que el sector de La Linda y Tejares. Fuente
INGESAM & Aguas Manizales.
549
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Se ilustra con un croquis la planta de un sector idealizado de una ladera con dos
conducciones, una ubicada en la parte alta y otra más baja, pero ambas sometidas a eventos
diferentes: deslizamientos rotacional o traslacional, flujo y amplificación en caso de sismo
intenso. Además, las zonas del colector expuestas a las amenazas, para este ejemplo, que
sumen 60 m de longitud.
Al evaluar la historia de los eventos en el área de trabajo, se ha podido saber que estos
eventos pueden tener las siguientes frecuencias, intensidades y capacidades destructivas:
Los deslizamientos, por lo menos cada 4 años suelen abatir el frágil escenario de las laderas
de la ciudad y por cualquier lugar. Si se han reportado 513 eventos en 38 años, pero en un
sólo día del año 2003 ocurrieron 150 eventos a causa de una lluvia con un retorno de unos
300 años, el promedio de 12 deslizamientos por año permite aceptar que en una zona
específica de amenaza alta; es decir, en un determinado lugar considerado de alta
susceptibilidad, la cuantía de 1 probable deslizamiento cada 4 años, parece adecuada.
Añadamos que esos eventos, sea el rotacional o el traslacional, cubren el 5% de la zona
declarada en peligro.
Los flujos de lodo, como los de La Carola, La Francia y el termal La Gruta, con un potencial
550
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
alcance mínimo del orden de 1km y altura de 2m o más sobre la vaguada, por un drenaje en
mal estado, pueden resultar cada 15 años y cubriendo el 90% de la zona de amenaza
estimada.
Los sismos con intensidad superior a VI, suelen ocurrir en la ciudad, máximo cada 30 años.
Pero los eventos mayores de intensidad VII pueden resultar cada 475 años de acuerdo a la
información del CIMOC, así el sismo del Quindío sea un evento con un período de recurrencia
del orden de los 750 años. Para el efecto supongamos que el mapa de microzonificación
señala el doble del área realmente afectada en un evento como el propuesto.
Ahora bien, supongamos que el período de retorno de los eventos estimados para la
evaluación sean: para deslizamientos 4 años; para flujos 15 años; y para amplificación 30
años; y que la siniestralidad esperada de los eventos, por la magnitud señalada, alcance a:
40% para el deslizamiento rotacional; 80% para el deslizamiento traslacional; 100% para el
flujo de lodos; y 30% para el sismo.
Con esta información podemos obtener el Factor de Riesgo Probable (FR), anual en este caso
dada la unidad de medida para la magnitud temporal. Este Factor se calcula a partir del
grado de siniestralidad (SE), de la fracción que ocupe el evento evaluada como porcentaje
superficial de las zonas potencialmente amenazadas (AE/AH) y en cada evento específico, y
del período de retorno (TA) que para cada evento se ha estimado y expresado en años.
Todo, mediante la expresión:
FR= (% Área amenazada y afectada x %Siniestralidad del evento) / Período anual del
evento.
FR = ((AE/AH) x SE)/TA.
Luego, para un tramo de colector específico, valorado en $1.200.000 cada metro lineal, el
Factor de Riesgo Probable se multiplica por ese valor y por la longitud del colector que está
expuesto a la amenaza considerada entre el conjunto de amenazas que están superpuestas,
expresada esa longitud también en metros.
Finalmente se deben sumar las respectivas cuantías anuales, para obtener el valor total que
representa las contrapartidas de la prima técnica del seguro, evento por evento.
Para el caso, estos son los valores a sumar, dado que son cuatro los eventos que pueden
amenazar el sistema:
El inverso de este Factor, 12,5, es el número de años en el cual se salva el valor del bien, o
551
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Y el riesgo de cúmulo es la suma de los riesgos de todos los elementos amenazados del
sistema, cada uno de ellos con un riesgo específico diferente según los diferentes grados de
exposición, y características de las amenazas.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Las laderas son las cuestas naturales de las montañas. Entonces, debe añadirse que en las
zonas ubicadas sobre las salientes de las laderas que no han colapsado, los depósitos de
suelos siempre asociados a cenizas volcánicas son más potentes. Cuando estos se
552
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
desestabilizan dominan los movimientos rotacionales. En las partes inferiores y por debajo de
las salientes, los suelos, de origen volcánico si aún se mantienen, tienen menores espesores
y suelen saturarse con mayor rapidez. Si se desestabilizan, los movimientos característicos
suelen ser deslizamientos traslacionales; pero donde estos no aparecen y afloran los
conglomerados, los movimientos típicos suelen ser caída de bloques.
Las zonas más propensas a las aceleraciones sísmicas, aunque con mayor capacidad de
asimilación de aguas lluvias son las primeras, a causa de los mayores espesores de suelos;
contrariamente, las zonas más propensas a los deslizamientos son las de fuerte pendiente, en
especial cuando la ladera facilita la saturación de los suelos de cobertura al avanzar el
invierno y presentarse una lluvia que haga las veces de factor detonante.
Desde el punto de vista estructural, es evidente que los factores de migración del campo a la
ciudad y de empobrecimiento de la población, se traducen en presiones sobre el medio
ambiente periurbano. Pero también, las prácticas urbanísticas no planificadas, que
desconocen fundamentos y características geotécnicas o condicionantes geológicas del
territorio, se traducen en conflictos que incrementan la presión sobre las laderas de la ciudad
y el mayor riesgo para la población pobre que es la más vulnerable (Ver Fig. 9).
Antes que dejar los usos y manejos del suelo a las fuerzas del mercado, debe fortalecerse la
presencia del Estado: sin su injerencia, en el nuevo modelo económico las empresas se
apropian de los beneficios y se desentienden de los costos asociados a la explotación del
suelo urbano, y cuando costos y beneficios se separan, es la sociedad la que asume los
primeros, ya por la vía de las corporaciones regionales, secretarías de obras y oficinas de
atención de desastres, ya por la del deterioro de la calidad de vida de la población, y en
especial la de los sectores más pobres que son los que no pueden acceder a los mejores
predios.
553
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Irma, el huracán que se formó el 30 de agosto de 2017 cerca de las islas de Cabo Verde a
partir de una onda tropical, rápidamente se intensificó convirtiéndose en un poderoso
huracán, hasta alcanzar categoría 5 en su recorrido de Este a Oeste transitando por el
Caribe; luego al salir de Cuba, pasa a categoría 4 para ir perdiendo potencia en su ruta desde
La Florida hasta Georgia. El fenómeno ciclónico calificado como la tempestad más poderosa
registrada sobre mar abierto en el Atlántico, con su anchura de 640 kilómetros deja gran
destrucción a su paso por las Antillas Menores y lugares señalados, al arrasar edificios,
arrancar árboles, causar inundaciones y dañar infraestructura, provocando además
evacuaciones masivas y cobrando vidas
554
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Se escribe esta columna, cuando uno de los huracanes más fuertes y duraderos registrados
en el Atlántico, denominado Irma, ha llevado muerte y destrucción al Caribe para continuar
sobre la zona costera desde La Florida hasta Georgia, donde se debió declarar el estado de
emergencia desde mediados de la pasada semana. Inicialmente, con sus vientos de más de
297 kilómetros por hora, dicha tormenta que logra alcanzar categoría 5, tras la devastación
que provoca a su paso por Barbuda y San Martín, al surcar por el norte de República
Dominicana dejando atrás a Puerto Rico, disminuye levemente su intensidad hasta
convertirse en categoría 4, para continuar sobre la ruta prevista afectando a Haití y Cuba que
quedaron al sur de la trayectoria directa del huracán.
Harvey, Irma y José además de otras tormentas en formación, confirman el pronóstico que
meses atrás hacía el Centro de Predicción Climática adscrito a la Administración Nacional
Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos, cuando anticipaba la posibilidad de que la
temporada prevista para el segundo semestre de 2017, con un estimativo de dos a cinco
huracanes fuertes en el Atlántico podría ser la más intensa desde 2010. La llegada de Irma al
sur de Florida ha provocado evacuaciones masivas de miles de residentes de zonas costeras
o en la probable ruta del ojo del huracán, generando inmensas colas en las autopistas que
van al norte: el pasado viernes, luego de que el pronóstico del Centro Nacional de Huracanes
indicara que era más probable que el fenómeno tocara tierra en el sur del estado, se dio la
mayor evacuación conocida desde los cayos y ciudades peninsulares.
555
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
En la mitología griega, la deidad asociada a estos fenómenos es Tifón hijo de Gea, quien
intentó destruir a Zeus por haber derrotado a los Titanes; un monstruo que además de
erupcionar lava, con el batir de sus enormes alas crea huracanes y terremotos. De ahí que al
hablar de vientos extremadamente fuertes, consecuencia del giro del aire alrededor de una
región de baja presión, se aluda de igual manera a tifones y huracanes según estemos en
regiones del Pacífico o del Atlántico, para luego asignarles una denominación específica
según las diferentes regiones del planeta, dándoles nombres de personas y siguiendo en
todos los casos criterios unificados para evitar confusiones: esto a diferencia de lo que
ocurría antes, cuando el fenómeno atmosférico ciclónico lo bautizaba quien lo descubría.
Al recordar que también huracanes de categoría 5 -como Camille que llegó a tierra en
Mississippi con vientos sostenidos de 305 kilómetros por hora en agosto de 1969, Andrew
reconocido como uno de los ciclones tropicales más destructivos del siglo XX sucedido en
agosto de 1992, o Katrina en 2005 con un saldo de 1.833 víctimas mortales en Nueva
Orleans-, pese a las medidas de prevención siempre llevan sus consecuencias fatales a países
que se han preparado, también debemos tomar previsiones en Colombia: así como Irma se
constituye en el primer huracán que azota las Antillas Menores con esa intensidad, en San
Andrés y Providencia por ser nuestro escenario más expuesto deberemos ser conscientes, de
que frente a esta amenaza climática ahora exacerbada por el calentamiento global, se debe
trabajar en la prevención anticipada dado el alcance espacial y ruta incierta que presentan
dichas tormentas, como generadoras de lluvias copiosas, marejadas y vendavales, asociados
a sus extensos brazos que también traen inundaciones, riadas y deslizamientos, como
eventos secundarios.
***
556
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
557
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Gracias a las dos cordilleras, nuestro clima es bimodal: cada año, dos temporadas invernales
que inician con los equinoccios, cierran con dos veraniegas cuando llegan los solsticios.
El complejo Ruiz-Tolima, las fallas de los sistema Romeral, Palestina y Cauca-Patía, el Cañón
del Cauca, el Valle del Magdalena, los ecosistemas de páramo y bosques alto-andinos vecinos
a la Mesa de Herveo, y al Tatamá y Caramanta.
De las siete zonas agropecuarias de mayor productividad del país, cuatro benefician a la
región: la zona cafetera, la alta Cordillera Central, el valle del Cauca y el valle del Magdalena.
En el inventario minero, de 210 explotaciones y yacimientos que posee el Gran Caldas, 120
pertenecen a Caldas y 60 al Quindío. Sobresalen: por el oro el alto Occidente; por el
manganeso el Bajo Occidente; y por calizas, mármoles, uranio y un gran potencial hídrico,
todo el Oriente Caldense.
Imagen 10.23: Indígenas del Viejo Caldas. Luis Duque Gómez. Imagen
en: https://godues.wordpress.com/2013/03/31
558
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Similarmente, si en las Provincia del Cauca y Cundinamarca desde la colonia hasta el siglo
XIX primaron las haciendas de régimen feudal, tras la colonización antioqueña ocurrida a lo
largo del siglo XIX y la consecuente ocupación de grandes baldíos y tierras de Concesiones
del territorio, se da la construcción del Paisaje Cultural Cafetero, soportada en una economía
cuyo modo de producción es capitalista, cambio que se debe a la presencia del colono quien
reza: “la tierra para quien la trabaje”.
559
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
La ecorregión cafetera es un jardín biodiverso mal utilizado que alberga el 7% de las especies
de plantas y animales (Instituto von Humboldt, 1997), un patrimonio biótico hoy amenazado
por procesos antrópicos como deforestación, potrerización, uso de agroquímicos y desarrollos
urbanos.
Antes dominada por bosques, la ecorregión ahora sólo conserva una fracción de su cobertura
original, porque muchos paisajes son cafetales, plataneras, potreros, plantaciones forestales
y algunos cañaduzales. Según las coberturas en 2002, de un uso potencial del suelo para
usos forestales del 54% del territorio, los bosques solo llegaban al 19%; y en ganadería,
mientras el potencial de la ecorregión es sólo del 4%, la cobertura llegaba al 49%; además
en los usos agrícolas y agroforestales, de un potencial del 21% y 20% en su orden, la
cobertura en el uso agrícola subía al 30% y la agroforestería no se implementaba.
La ciudad, toma materia y energía del entorno y tiene sus propias “excretas”: Manizales
genera 300 toneladas diarias de basura, y vierte 20 toneladas de carga contaminante en las
aguas servidas de áreas no industriales, a sus tres distritos sanitarios (Olivares, Chinchiná y
La Francia), a los que se suman cerca de 17 toneladas adicionales de las aguas de origen
industrial que afectan cuerpos de agua, como la Quebrada Manizales donde se establece el
principal sector industrial.
B2- Las Zonas y sus Funciones en los medios rulares y urbanos (I-R-C-S)
La Zona Industrial, que vale por su posición con respecto a los medios de transporte, por no
ocupar el sector vecino al río Cauca en el occidente donde están los modos troncales
(Aeropuerto del Café, Troncal de Occidente y Tren de Occidente), está mal localizada si se
trata de persistir con industrias convencionales; y por quedar en la Q. Manizales presenta
severos conflictos ambientales, ya por amenazas mitigables asociadas al uso conflictivo del
suelo en su cuenca, ya por la afectación al ecosistema con sus vertimientos.
La Zona Residencial, que debe estimarse por su valor estético y paisajístico, muestra que las
urbanizaciones más costosas de la ciudad ocupan el paisaje contaminado de su zona
industrial, afectada por vertimientos industriales. Igualmente, falta desarrollar ciudadelas
autosuficientes en sectores populares como la Enea, La Sultana y Bosques del Norte, bien
560
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
La Zona Comercial, cuya importancia radica en que alberga el Centro Histórico en el que se
soporta el carácter de nuestra ciudad y los edificios institucionales, se ha venido degradando
más por la irrupción del automóvil que por la informalidad. Allí los moradores de los viejos
inmuebles, no cuentan con garantías para mantener el valioso patrimonio arquitectónico e
histórico.
La Zona de Servicios, que suele valer por su nivel de equipamiento, debe incrementar el
potencial de generación de riqueza de la ciudad asociado al sector de los servicios: en ella,
más que por el número de camas, el sistema de salud o el hotelero se deben valorar por los
servicios que ofrecen para los habitantes locales; y las Universidades que deben valer por sus
programas de PhD, laboratorios y producción científica, se han venido valorando como
centros de docencia por el número de estudiantes que llegan a la ciudad, y no como centros
de investigación y desarrollo.
561
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Dada la amenaza del cambio climático y la falta de políticas públicas ambientales que
enfrenten la problemática de los riesgos en el medio rural y urbano: 1. Se deben ordenar las
cuencas, reforestar sus quebradas, implementar la cultura del agua, resolver los conflictos
entre uso y aptitud del suelo y replantear el modelo agroindustrial cafetero desde la
perspectiva ecológica, además de prevenir la especulación del suelo urbano que trafica con la
plusvalía urbana y el uso del suelo.
1-Una revolución educativa, con un modelo que desarrolle el talento humano, para lograr la
reconversión productiva rural y el desarrollo social.
562
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
563
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
AIA. Este precioso cerro símbolo de la ciudad y contemporáneo del Ruiz- ubicado al pie del
río de Tacurumbí, hoy río Chinchiná-, es el resultado de una extrusión de magma de hace
unos dos millones de años; época en la cual el territorio sobre el cual aparece la zona urbana
de Manizales era un valle deprimido por el cual discurría el paleo-río Chinchiná, dado que el
relieve estaba a nivel de Villamaría y de Morrogacho.
Aún más, mientras el vulcanismo avanzaba y se conforma Cerro Bravo más al norte
ubicándose a 22 kilómetros de Sancancio, al presentar este volcán una actividad eruptiva de
mayor coeficiente explosivo y diez kilómetros más cercana que la del Ruiz, cubre las
empinadas laderas del cerro con sucesivas capas de cenizas volcánicas, materiales de
cobertura sobre los cuales se desarrollan los frágiles suelos que explican el carácter
aterciopelado a sus escarpada topografía, lugar donde florecerán los bosques andinos que
con sus raíces densas y profundas amarraron por siglos el suelo, gracias a un equilibrio que
se mantuvo hasta que la acción humana depredadora con la tala lo destruye.
Siendo esta la historia geológica del cerro tutelar de la ciudad, sólida estructura que no logró
convertirse en volcán porque no explotó cuando el magma en estado semisólido y caliente se
564
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
exprimió a la superficie, bajemos el telón de los procesos geodinámicos que dan cuenta de la
construcción del relieve de la ciudad a partir del empuje tectónico compresivo que produce el
levantamiento de los depósitos aluvio-torrenciales del abanico del Chinchiná, según se
advierte en los flujos de lodo que afloran sobre los taludes de la Panamericana, La Francia y
Olivares, para ver ahora de la mano del Historiador Albeiro Valencia Llano, los procesos de
transformación antrópica que allí se han dado, aludiendo a los hechos fisiográficos del
contexto,
Con la colonización y sobre todo a partir de la fundación de Manizales empiezan las primeras
presiones antrópicas que aún continúa sobre el majestuoso cerro, sin importar que el lugar
que se mantuvo en forma durante los tres siglos que separan los tiempos del cacique y de la
fundación de Manizales, pese a una época de lluvias consecuencia de un período frio del
planeta ocurrido entre 1550 y 1850, durante el cual se dio una pequeña glaciación asociada a
una baja actividad solar, con lo cual los nevados del complejo Ruiz-Tolima alcanzaron casi
100 kilómetros cuadrados de extensión, superficie siete veces superior a la de 1985 y diez
veces mayor a la actual, dado que retroceso de los hielos que ahora se acompaña de
fenómenos climáticos extremos, consecuencia de un calentamiento global asociado al efecto
de invernadero causado por el uso de combustibles fósiles y la producción de metano, entre
otros gases con los cuales hemos desajustado la máquina atmosférica del planeta.
565
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Por lo tanto, para que no se repitan estas tragedias, invitamos a aprender la lección que nos
ha dejado nuestro cerro tutelar con los deslaves, donde no por causas divinas, sino por
acciones antrópicas como lo son el desequilibrio de la base ecológica como causa real de la
tragedia, y el régimen de lluvias modificado como factor contribuyente, para que no se repita
lo ocurrido sobre el sector de Aranjuez: lugar donde con la tala del cerro vecino, al perderse
las laderas de protección del barrio, las torrenciales lluvias que ha traído el cambio climático,
al encontrar la abrupta topografía desprovista de la espesura del bosque andino, no se
retuvieron, y entonces al convertirse en escorrentías desbordadas transformadas en
torrentes, logran erosionar el suelo desprovisto de raíces para producir los destructores
deslaves.
Finalmente, habida cuenta de lo que significan las laderas como estructuras de protección de
la ciudad, y por lo tanto lo que representa Sancancio para esta sociedad urgida de una
cultura ambiental que se podrá medir en lo que veamos en el cerro tutelar, toda vez que el
desastre de Aranjuez es la consecuencia de haber destruido el bosque natural, recuperemos
este símbolo natural del paisaje urbano más auténtico de la ciudad, si queremos hacer de
esta la ciudad un emblema de los poblados de laderas establecidos en los Andes más
septentrionales de América, razón por la cual proponemos su declaratoria como Área de
Interés Ambiental para Manizales, para proceder a su adquisición y recuperación con el
objeto de convertirlo en un bien público. * Especial para la Revista Eje 21. Manizales, 23-04-
2017.
566
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
567
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Pero igualmente, en virtud de los pronósticos sobre la persistencia de La Niña para este
segundo trimestre de 2011, la cual llegaría hasta mediados de año, dado que nuestro clima
tropical andino presenta dos ciclos lluviosos que se exacerban cuando arrecia dicho
fenómeno climático causando torrenciales aguaceros, tormentas vendavales y chubascos;
eventos que a su vez, al encontrar cuencas deforestadas y poblados o barrios en condición
vulnerable, desencadenan inundaciones rápidas y lentas, procesos erosivos y movimientos en
masa como son los deslizamientos, flujos y avalanchas, cuyas consecuencias resultan trágicas
cuando no catastróficas, al dejar cientos de miles de damnificados e incuantificables pérdidas
de vidas humanas y bienes, tal cual lo empezamos a sufrir de nuevo en esta temporada de la
Semana Santa de 2011.
568
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
La ciudad ha evolucionado: el poblado fundacional de 1849 nace como una aldea de tapia
pisada, apostada sobre una trama ortogonal; luego, avanza Manizales de forma serpenteante
a lado y lado de El Carretero sobre lo alto del ramal cordillerano, al tiempo que enriquece su
569
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
arquitectura con formas eclécticas entre los años 20 y 30; posteriormente, se consolida como
una ciudad con forma de “cometa”, gracias al emplazamiento de barriadas residenciales en
tiempos de la naciente sociedad industrial; y hacia los 70, con el advenimiento de la
revolución verde cuando el país rural se urbaniza, la ciudad se fragmenta al surgir los guetos
que desestructuran el hábitat y se ocupan de forma conflictiva sus frágiles laderas;
finalmente ahora, en lugar de densificar el hábitat, por falta de previsiones, los desarrollos
urbanísticos van avanzando hacia la periferia, presionando la base ecosistémica que le da
soporte a la ciudad.
Entre los objetivos fundamentales del POT de Manizales, además de evaluar las condiciones
geológicas del entorno de los asentamientos y determinar las medidas para protegerlo, se
requiere implementar un sistema moderno de cargas y beneficios que permita un desarrollo
citadino incluyente, como lo es la recuperación de la plusvalía urbana por ser una propiedad
común que deber servir a la sociedad que la creó, optar por un modelo moderno de
estratificación urbana basado en información catastral actualizada y poner al día el catastro
de los predios rurales, en lugar de soportarse únicamente en la valorización por ser un
instrumento de bajo impacto social que sólo permite dotar sectores urbanos con capacidad
de pago, y que facilita la distorsión del mercado con la especulación del suelo.
570
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Sabemos que Manizales, a pesar de contar con un 6% de déficit de vivienda y una cobertura
superior al 99% en servicios públicos, requiere desarrollo institucional e instrumentos
modernos para la gestión de la plusvalía y del suelo urbano, ya que además de lo señalado,
requiere: 1- avanzar con un nuevo modelo urbano más verde y más humano que dinamice
el hábitat en las barriadas populares, en lugar de la jungla de concreto que se promueven
actuando para el mercado inmobiliario; 2- además de recuperar el centro histórico, resolver
un déficit del 30% en espacio público, al contar con menos de 10 metros cuadrados por
habitante contra 15 como mínimo según indicadores internacionales; y 3 fortalecer el
transporte verde propendiendo por la movilidad autónoma y de medios colectivos, ya que el
uso de la motocicleta y del automóvil aumenta anualmente 11%, mientras el crecimiento
demográfico anual en la ciudad solo alcanza el 0,4%.[Ref.: La Patria. Manizales, 2016.09.25]
571
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Es hora de poner fin a la contaminación desde los afluentes hasta el propio valle porque
deteriora la salud y la vida; de recuperar la economía de aldeas de pescadores en declive, y
de salvar especies nativas como el caimán, los manatíes y otras de peces cada vez más
escasas, todas ellas afectadas tanto por el impacto de embalses que han alterado el ciclo
572
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
natural de inundaciones y la conectividad biológica, como por el daño a humedales para dar
paso a actividades agroindustriales y a la hidrovía. Con una longitud de 1.600 km entre el
Páramo de las Papas en el Macizo Colombiano y Bocas de Ceniza en el Caribe -de los cuales
900 al Norte de Caracolí y 400 al Sur de Arrancaplumas, son navegables-, transita el río para
bañar en su recorrido 125 municipios en tres zonas diferenciadas de su cuenca, ubicadas
aguas arriba y aguas abajo de Honda y de El Banco.
En la cuenca alta, Betania y El Quimbo con sus mega-embalses, al cambiar la vocación del
territorio han dejado al Magdalena en una especie de abandono: poblaciones como Neiva,
Purificación, Girardot, Ambalema y Honda como puertos o pueblos de pescadores están en
decadencia. Ya en la cuenca medía, no sólo el trasporte fluvial toma fuerza aguas abajo de
La Dorada, sino que poblados enteros aún dependen de la subienda en proceso de deterioro,
dada erosión y sedimentación de las subcuencas deforestadas, y los procesos de desecación
de complejos de humedales afectados por falta de irrigación y conectividad biológica.
Entrando a la cuenca baja donde aparece la Depresión Momposina, esa gran planicie
inundable que cumple una función reguladora fundamental, el río se bifurca para recibir por
El Brazo de La Loba a su principal afluente, el Cauca con la carga contaminante de 180
municipios; y al transitar desde El Banco, por Plato, Magangué, Mompós y Calamar, hasta
Barranquilla, pese a la grave problemática por falta de drenaje y sedimentos, aún se hace
evidente la riqueza ictiológica y ecosistémica del valle aluvial.
Pero ahora que se proyecta implementar un canal para la navegación a gran escala, los
dragados sistemáticos y operación de barcazas deben respetar los derechos bioculturales del
territorio: no se deben comprometer áreas ribereñas, ni calidad del agua, ni la pesca, porque
la declaratoria exige además de reforestar cuencas, recuperar áreas bióticas deterioradas
para preservar la diversidad ictiológica, de anfibios, batracios y demás especies nativas,
recuperando la conectividad longitudinal y lateral afectada por jarillones y obras que secan
caños y humedales que son soporte de los ecosistemas y la producción pesquera. En este
punto debo hacer un llamado al Gobierno Nacional sobre la concesión que se pretende
restringida al rentable tramo Barranca-Barranquilla, olvidando el nodo logístico Honda–
Salgar-La Dorada, lo que perjudica el interés nacional al dejar por fuera el segmento sur
estratégico de la hidrovía, fundamental para el sistema intermodal de carga del país, ya que
573
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Purnio como punto cero de la navegación es alcanzable con un canal de 40 m a bajo costo,
por ser un sitio no inundable que integraría carretera, ferrocarril e hidrovía con beneficio para
Cundinamarca, Tolima, el Eje Cafetero y Huila, una región con un potencial de carga de seis
millones de toneladas. [Ref.: La Patria. Manizales 2019-12-01]
RESUMEN: Los problemas ambientales en Colombia, generan un gran impacto severo no sólo
sobre su diversidad biológica y el patrimonio hídrico, sino también para la población y la
economía del país. Aún más, en sus diferentes regiones y en especial en la Andina y la Caribe
574
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
que son las más pobladas, dada la deforestación y los usos conflictivos del suelo, con la
amenaza asociada al cambio climático, habrá que tomar previsiones y medidas locales y
sectoriales de adaptación ambiental, acordes con los planes y estrategias institucionales del
orden nacional ya formulados por el gobierno.
575
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
punto que el MADS y las demás instituciones afines han debido formular planes y estrategias
integrales que enfrenten dicho problema, cuya responsabilidad es de todos.
Habrá que acelerar la transición hacia fuentes de energía más limpias y a bajo costo,
reconvertir los sistemas de producción incorporando tecnologías amigables con el medio
ambiente, y proceder a una gestión eficiente en el uso y manejo de suelos de cultivo y de
aguas superficiales y subterráneas, que le ponga límites al mercado e involucre la cultura del
saneamiento. Proteger los ecosistemas como bienes comunes de interés general, por ser
soporte de la regulación hídrica comprometida por la deforestación y de la calidad del agua
afectada por sedimentos y vertimientos, garantizaría un ambiente sano si dicha gestión,
además de blindarse en políticas públicas, en el fortalecimiento institucional y en el
cumplimiento de la ley, incorpora educación, investigación e incentivos.
En el caso de Manizales, la preocupación debe pasar por nuestras reservas forestales en las
cuencas abastecedoras, amenazadas por megaproyectos mineros y urbanísticos que violan
sus derechos bioculturales, al poner en riesgo los servicios ambientales y las especies que
albergan; y en el de Caldas, por el alto nivel de deforestación fruto de un uso conflictivo del
suelo en su escarpado territorio, donde al 2010 las coberturas en pastos y rastrojos del 40%
contrastan con un precario 22% en bosques. Añádase, que los río Chinchiná, Otún y Quindío,
entran en el top 10 de los más contaminados de Colombia, dados los vertimientos
industriales y domésticos, y la huella hídrica gris de las zonas de producción ganadera,
agrícola y minera.
Que sea esta la oportunidad para mencionar un proyecto fundamental e histórico para la
historia ambiental de Manizales: la PTAR que se proyecta en los Cámbulos para tratar las
aguas servidas del Sur de la ciudad, ladera que recibe 2/3 de la carga contaminante urbana
estimada en cerca de 30 toneladas diarias, distribuidas así: 20 de origen residencial vertidas
por igual a las cuencas Olivares y Chinchiná, y 10 más provenientes de la zona industrial.
¿Será conveniente unificar tratamiento de aguas en la misma PTAR incorporando el riesgo de
socializar costos a través de tarifas compartidas entre ciudadanos dispuestos a recuperar el
río, e industriales que podrían tratar aparte sus propios vertimientos?
576
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
A continuación una mirada general al agua en Colombia, un patrimonio que le aporta el 10%
al PIB, amenazado por la deforestación, la minería, la contaminación por vertimientos y la
presión sobre los ecosistemas estratégicos, y cuya problemática acentuada con el cambio
climático obliga a tomar previsiones integrales de extremada urgencia y largo plazo, dado
que pese a su abundancia en el país, según el IDEAM de 1.122 municipios, 521 consumen
agua sin tratamiento alguno, en el 70% de ellos con riesgo para la salud y en el 21%
sanitariamente inviable.
577
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Habrá que proceder con una ocupación del territorio más responsable, soportada en
estrategias participativas e incluyentes orientadas a la apropiación social de los procesos
socioambientales, mediante una normativa para un ordenamiento territorial que contemple
además de la adaptación al cambio climático y la función social y ecológica del suelo, el
aprovechamiento responsable de los activos de la Estructura Ecológica Principal de cada
territorio.
En relación con la ley ambiental, requiere el país una reorientación socio-ambiental que le
reconozca el verdadero carácter patrimonial al agua, al suelo y a la biodiversidad, en lugar de
considerarlos un recurso y como tal un objeto de mercado, y que reconozca los derechos
bioculturales de los territorios.
E2- Dado que la Constitución Política colombiana ha omitido enunciar el derecho al agua
como derecho individual, y que la normativa está profundamente fragmentada, antes que
preocuparnos por la escasez, deberá centrase el problema en la disponibilidad, acceso y buen
uso del agua, y en la integridad de las zonas de interés ambiental y en los derechos
bioculturales de los territorios. Además, habrá que enfrentar el flagelo de la contaminación
hídrica, que en Colombia está concentrada en cerca de 100 municipios, entre los cuales
sobresalen Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Cartagena, Cúcuta, Villavicencio, Manizales y
Bucaramanga (ENA 1018).
Para el desarrollo del campo colombiano, además de implementar medidas estructurales que
permitan corregir la enorme inequidad que expresa el índice de concentración de la
propiedad de la tierra y el agua, el Nuevo Ordenamiento Territorial, deberá implementar
políticas de ciencia y tecnología imbricadas con la cultura, para resolver la brecha de
productividad que sume en la pobreza a los medios rurales.
Para corregir el uso conflictivo del suelo, y en particular para resolver la enorme problemática
de la deforestación y potrerización, el sector agropecuario deberá implantar la agroforestería
y emplear las prácticas silvopastoriles; de lo contrario, además de hacer inviable el territorio,
578
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
en uno o dos siglos como máximo, con criterios desarrollistas centrados en el crecimiento y
por lo tanto en el consumo, en virtud de las falencias de un Estado débil y de una sociedad
indolente y no previsiva, además de comprometer el futuro de nuestros hijos habremos
agotado la biodiversidad del país.
E3- Cada 22 de marzo se celebra “el día mundial del agua” centrando la atención en
diferentes aspectos: para el 2019, fueron la calidad y cantidad del vital recurso, que pese a
los enormes avances de las últimas décadas hacia un cambio histórico en materia de
cobertura: actualmente, más de 768 millones de personas no tienen acceso al agua potable,
según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Colombia con el 5% del patrimonio hídrico mundial y un rendimiento hídrico que supera seis
veces el promedio mundial y tres veces el de Latinoamérica, solamente trata de manera
adecuada el 11% de los vertimientos que genera el país y en materia de cobertura, según el
DANE aún requiere extender el servicio de acueducto que no llega a 3,6 millones de personas
y el de alcantarillado para cubrir a 5,6 millones de colombianos que no lo tienen.
Al valorar la oferta hídrica superficial del país en un año medio según dicho estudio, mientras
el 77,4% del volumen se concentra en las regiones Pacífico, de la Amazonia Pacifico y de la
Orinoquia que son las más despobladas, el 13,5% le corresponde a la región Magdalena-
Cauca y el 9,1% a la del Caribe que concentran el 80% de la población del país. Y en cuanto
a la demanda de agua, donde el 15 % proviene de las aguas subterráneas, el sector agrícola
representa el 33% del total y el hidroenergético el 12,8%.
Según el Estudio Nacional del Agua ENA (IDEAM 2018)-, también tenemos grandes desafíos,
ya que por conocimiento insuficiente el 71% de los acuíferos no pueden aprovecharse, y 391
cabeceras incluidas 9 capitales del país presentan alta susceptibilidad al desabastecimiento en
temporadas secas de El Niño, de ellas el 70% ubicadas en la cuenca Magdalena-Cauca y el
22% en la región Caribe.
E4- Urgen acciones estratégicas para enfrentar el riesgo hídrico para el suministro de agua
en las tres capitales del Eje Cafetero, dado que las cuencas más comprometidas de toda la
ecorregión son las de los ríos Chinchiná, Otún y Quindío, e Incluso, las cuencas del
579
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Combeima y río Toche para el caso de Ibagué, toda vez que en estas urbes se concentran la
población y el PIB regional.
Entre los desafíos para lograr la sustentabilidad del territorio en un escenario de cambio
climático, aparecen las problemáticas socioambientales en las zonas de recarga de la
Ecorregión Cafetera, donde los procesos de potrerización y los usos conflictivos del suelo, al
comprometer la regulación hídrica ponen en riesgo el suministro de agua para las capitales
cafeteras.
Entre las zonas de recarga que alimentan las cuencas abastecedoras de Manizales, Pereira y
Armenia, sobresale no sólo el Parque Nacional Natural de los Nevados y las zonas del Roble y
Mesa de Herveo, sino también los bosques alto-andinos en las Reservas Forestales de Río
Blanco y Chec para la capital caldense, el PNN del Santuario de Flora y Fauna Otún Quimbaya
para la capital risaraldense, y el Distrito de Suelos de Cocora para la capital quindiana. Cabe
anotar, que también la ecorregión cuenta con otras zonas de recarga, en los Páramos de
Tatamá y Caramanta, y en el Bosque de Florencia.
Y en cuanto a los acuíferos para toda la Ecorregión Cafetera, –además del extenso valle del
Magdalena como gran reservorio–, están los valles del río La Vieja por la vertiente del río
Cauca, cuyo potencial de agua subterránea se asocia con el glacis del Quindío, el valle del
Risaralda y la zona de Santágueda.
Para el efecto, se propone seguir el ejemplo de Pereira que blindó el agua extendiendo la
figura de Parque Natural Nacional hasta el citado santuario para proteger las 5 mil hectáreas
de la cuenca alta del río Otún haciendo uso de una figura de conservación de mayor jerarquía
como lo es la de un Parque Natural Nacional, haciendo lo propio con las citadas Reservas
Forestales Protectoras de Río Blanco, Chec, Combeima y Toche, y sobre todo en el Distrito de
Suelos del Quindío como santuario que alberga el árbol nacional.
580
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
MANIZALES, 2017
http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
CONTENIDO: PDF (Presentación y Contenido) ; PDF (Capítulo 1 : Geotecnia) ; PDF (Capítulo 2 : Materiales
térreos) : PDF (Capítulo 3 : Erosión y movimientos en masa) ; PDF (Capítulo 4 : Análisis de estabilidad de
taludes) ; PDF (Capítulo 5 : Obras de estabilización de taludes) ; PDF (Capítulo 6 : estructuras de drenaje) ;
PDF (Capítulo 7 : Corrección de cauces torrenciales) ; PDF (Capítulo 8 : Coberturas vegetales) ; PDF
(Capítulo 9 : Estructuras de contención) ; PDF (Capítulo 10 : Auscultación de taludes) ; PDF (Bibliografía)
ANEXOS:
HOME:
http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
A la Universidad Nacional de Colombia en sus 150 años.
581
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
ADJUNTOS:
A-1- El desastre de Armero *
.
582
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
notables líderes locales, entre otros factores que finalmente restringieron al ámbito
académico las inequívocas señales del volcán, tales como la cenizada del 11 de septiembre
de 1985, además de la información obtenida de la historia eruptiva del volcán y del mapa
preliminar de amenazas elaborado un mes antes de los acontecimientos, entre otras tareas
así provinieran de un grupo inexperto del que hicimos parte al lado de varios compañeros
que hoy faltan, tras haber entregado su vida en acciones científicas al servicio de la sociedad.
En dicha historia, la del volcán, el insigne investigador Jesús Emilio Ramírez S.J. en su obra
Historia de los Terremotos de Colombia (1983), describía las erupciones del Ruiz de 1595 y
1845, dando cuenta de sendos flujos de lodo que se esparcen en el valle de salida del
Lagunilla, hechos que coincidirán con lo acaecido en 1985, sólo que para entonces no existía
la población de Armero, la que fuera fundada en 1895.
Los trabajos de Darrel Herd (1974), sobre vulcanismo y glaciación del complejo volcánico
sumados a los de Franco Barberi para la investigación del proyecto geotérmico del cual
participé, definitivamente le daban cimientos a las proyecciones del riesgo derivadas del
reconocimiento histórico del Padre Ramírez.
Si bien el motivo que nos congrega en cada efemérides es reflexionar para construir como
colectivo, mi aporte partirá de lo que ya he consignado hace diez años para similar propósito,
en “Las lecciones del volcán del Ruiz a los 20 años del desastre de Armero” (2005), de
nuevas reflexiones hechas a partir de la lectura de los desastres naturales que continúan
surgiendo en la geografía de nuestro convulsionado país, además de las experiencias ya
vividas con la coyuntura volcánica en los dramáticos sucesos de 1985, e incluso las
acumuladas desde el año 1979 cuando participaba de las investigaciones del potencial
geotérmico del complejo volcánico Ruiz Tolima.
.
El alba de la coyuntura
Figura A!b: Cráter Arenas del Volcán Nevado del Ruiz. Ingeominas
583
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
584
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Para información de ustedes, varios de los que actuábamos éramos de algún modo parte del
equipo organizado desde 1979 por Ariel César Echeverri, con la misión de investigar el
potencial geotérmico del Ruiz; la mayoría ingenieros con 500 horas de instrucción en
Geofísica entre los años 1983 y 1984 impartida por eminentes profesores de las escuelas
italianas de Nápoles y Pisa, y dos entre los miembros del grupo, con estudios en Geotermia.
Del equipo hacíamos parte entre otros, Néstor García Parra QEPD, la geóloga Marta Lucía
Calvache y Bernardo Salazar Arango como miembros del Departamento de Geotermia de la
CHEC, además del grupo de geoquímica de aguas termales de la Universidad Nacional
liderado por la Profesora Adela Londoño Carvajal.
.
Luces y sombras de la tragedia
Figura A1c: Extensión espacial de los eventos del V. N. del Ruiz en 1985.
Fuente: www.tulane.edu
Estando presto a salir Bruno Martinelli para Suiza quien un mes antes había cambiado un
volcán de África, el Niragongo, por el Ruiz, este geofísico de enorme dimensión humana
debió esperar para la evaluación de la información sismológica recogida en los entornos del
antiguo refugio del Ruiz donde se hospedaba, porque al medio día de ese 11 de septiembre
se produce una erupción freática en el cráter Arenas, cuyas cenizas llegan a Manizales para
despejar las dudas de los más escépticos.
Confieso que si bien desde 1979 estábamos investigando el tema de los volcanes, el evento
nos llevó a esa extraña dimensión que señala Lévi Strauss en Tristes Trópicos, porque frente
a semejante fenómeno estábamos como quien cree saber de un extraño lugar porque
colecciona sus imágenes, al que no ha viajado para sentir su compleja naturaleza y
experimentar su carácter.
585
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Esta erupción temprana y desconocida que se hace sentir en la ciudad y genera pequeños
flujos de lodo que cierran la vía a Murillo, le da la connotación suprarregional al riesgo, y
sobre todo detona la ya aplazada confección del mapa de amenazas del Ruiz. De lo ocurrido
en ella, a finales de ese mes el equipo de Ingeominas pudo establecer, no sólo la velocidad
del pequeño flujo de lodo, sino también la certeza de su ocurrencia en caso de una erupción
mayor, dato importante para estimar el tiempo disponible para evacuar a Armero.
Igualmente Ingeominas informa de un represamiento del Lagunillas en la vereda El Cirpe,
consecuencia de actividades mineras, un elemento aislado pero fundamental porque
vinculará al imaginario de esos pobladores la amenaza temida con la suerte de Armero, así la
magnitud de tal represamiento con tan solo 200.000 m3 no compitiera en tamaño y alcance
espacial con los voluminosos lahares históricos.
Tras el evento, se crea el Comité de Estudios Vulcanológicos de la Comunidad Caldense, bajo
la coordinación de Pablo Medina Jaramillo con la secretaría científica de José Fernando
Escobar como coordinador de Ficducal, fundación que reunía a las cinco universidades de
Manizales y cuyas actas juiciosamente recolectadas dan testimonio de las actividades y
esfuerzos de diferentes instituciones y autoridades de la ciudad, buscando darle buen trámite
a una preocupante crisis que no encontraba el eco esperado en el gobierno nacional. Como
ilustración: cuatro meses antes de la catástrofe aparece la famosa carta de la Jefe de la
Oficina de Relaciones Internacionales del Ministerio de Educación, ofreciendo su mediación al
gobernador de Caldas para que se le solicite por ese conducto a la Unesco “evitar que el
volcán del Ruiz se reactive”.
A finales de septiembre, además del histórico debate del parlamentario caldense Hernando
Arango Monedero, calificado de apocalíptico en una respuesta del Ministerio que justifica con
un pálido balance sus acciones insustanciales, el citado Comité que también recibe las
advertencias de UNDRO sobre la posible ocurrencia de flujos de lodo por el río Chinchiná,
entre otros eventos de menor relevancia para Manizales, conoce del Censo efectuado por
Corpocaldas a lo largo del drenaje de sus tributarios, y revisa una carta del Gobernador de
Caldas para solicitarle al gobierno central acciones para atender la problemática. En ese
estado de cosas, recuerdo haber solicitado incluir en ella tareas de preparación para la
comunidad expuesta en las zonas de alto riesgo y llamar la atención al gobierno para proveer
lo que se requiriera para atender los evacuados, incluyendo entre ellos los que moran dentro
de un radio de 10 Km y los pobladores de Armero, además de los censados.
Para entonces, los temidos tremores del volcán identificados finalmente por Martinelli y
reportados ahora por el equipo de sismología, a juicio de éste resultaban preocupantes; la
columna de vapor alcanzaba alturas sostenidas que superaban los 10 km, y se
implementaban estrategias informativas que hacían uso del manual de UNDRO para el debido
manejo de las emergencias volcánicas. Además, la ya visible exacerbación de la actividad
fumarólica era interpretada por nuestro grupo de geoquímica, como evidencia de que se
empezaban a generar los efectos decisivos previstos por W. Giggembach sobre el tapón del
cráter Arenas, y con ellos una posible reducción en la presión del sistema que conduciría a la
erupción.
.
El estado de la previsión
586
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Entrado octubre, aunque en tan corto tiempo son notables los avances alcanzados en la
confección del mapa de riesgos encomendado al equipo de geólogos de Ingeominas y de la
Universidad de Caldas, y por la implementación del modelo metodológico y teórico propuesto
por el Neo Zelandés W. Giggembach, útil para la evaluación de la dinámica pre-eruptiva en
función de la volatilidad variable de los componentes gaseosos de los fluidos volcánicos –
según su composición dependiese de carbono, azufre o cloro -, entre otros logros, también
faltaba monitorear la topografía del edificio volcánico para advertir las posibles deformaciones
causadas por incrementos en el campo de esfuerzos de darse el ascenso del magma.
587
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
bañaron de lahares, entre ellas Armero; y también caída de cenizas con igual probabilidad
extendiéndose solamente sobre una zona orientada hacia el noreste del cráter, y que por lo
tanto excluía de caída de estos piroclastos transportados por el aire a sectores del occidente,
omisión para la que sugerimos considerar esa posibilidad por el cambio de la dirección de los
vientos regionales entre el verano y el invierno relacionado con la dinámica del clima bimodal
andino, lo que se comprobaba con las cenizas del 11 de septiembre anterior y las que
alcanzaron a Cartago en 1595.
Aunque hubo discrepancias sobre las características de los flujos piroclásticos, relacionadas
no solamente con la distribución y alcance de los eventos, sino también con la inclusión de
una erupción dirigida de ángulo bajo o blast, inclusión soportada en un depósito asociado a
una erupción de alta energía que se observa sobre el talud de la vía a Murillo, por ser a
nuestro juicio un evento poco probable que ameritaría otro tipo de manejo, siempre se
consideró probable una erupción de entre 1 y 2 km3, con una columna eruptiva vertical y no
de colapso, dado el coeficiente explosivo de nivel moderado bajo del magma andesítico del
Ruiz, a diferencia de lo que puede esperarse de uno dacítico de nivel moderado alto como el
de Cerro Bravo o el Huila, donde la columna eruptiva típica es de colapso, y por lo tanto con
nubes ardientes de mayor alcance.
Entre tanto mientras las labores del monitoreo rudimentario continuaban, seguíamos
confiados en que a falta de un sistema telemétrico el volcán se anunciaría a distancia y en
que uno de nuestros miembros que permanecía en el lugar: el Ingeniero Bernardo Salazar
Arango, exponiendo su vida para observar los sismógrafos allá, informaría en tiempo real por
radio sobre cualquier evento de carácter sorpresivo: ambos, volcán y hombre, cumplieron a
cabalidad, pero la última señal no fue suficientemente interpretada, como tampoco las que ya
había dado el volcán anticipadamente desde horas de la tarde.
Hasta aquí la corta extensión espacial y temporal del monitoreo sismológico y geoquímico,
donde gravitaba la falta de observaciones de otras variables físicas, como las deformaciones
que dependían de medidas geodésicas no implementadas, y de unas observaciones
morfológicas, que al no ser sistemáticas a causa de las dificultades y condiciones
ambientales, resultaban insuficientes: todo este acerbo impedía generar una línea base para
el volcán, necesaria como instrumento para un diagnóstico adecuado y con suficiente
aproximación, para calificar el grado de anormalidad de los fenómenos observados.
Recuerdo cómo un día antes de la erupción, el grupo de geotermia descendió una vez más y
por última vez al fondo del cráter Arenas, para tomar otra muestra de los gases intentando
capturarlos en las fumarolas antes de que emergieran y entraran en contacto con la
humedad del aire, para malograrse. En esta riesgosa expedición que incluía la tarea adicional
de observar las eventuales dinámicas morfológicas, no se reportaron cambios significativos
del cráter.
Pero al día siguiente, el de la erupción del 13, siendo las 7:30 PM cuando procedíamos a dar
inicio al análisis geoquímico en el Laboratorio de la Universidad Nacional, observábamos las
muestras obtenidas, con un aspecto turbio inquietante, asunto éste que sumado a los
eventos preeruptivos del día, permite calificar la imposibilidad que teníamos de aventurar un
pronóstico.
.
588
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
589
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
590
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Todo, porque allí como en otros lugares se carecía de una instrucción precisa, de unos
medios mínimos y de unos procesos previos de preparación adecuados, para que la población
evacuara frente a un evento sorpresivo, el que también daba tiempo al menos para mitigar la
desgracia. Esto es, la insuficiencia de la información gravitó, ya que no resultó suficiente la
historia y que el mapa no se socializó; también faltaron las instrucciones y el protocolo para
evacuar, señalando el por qué, cuándo, cómo y a dónde ir, por lo menos, e incluso, los
simulacros del caso como parte de la información intangible.
.
Epílogo
Luego de los sucesos de Armero, cuando se dan las frecuentes noticias sobre las crisis
denlos volcanes Galeras, Huila y Cerro Machín, además de las del Ruiz, no dejamos de
preocuparnos a pesar de saber que nuestros científicos de Ingeominas están altamente
capacitados, que se hayan hecho estudios sobre el riesgo, y que se tienen mapas de
amenaza y un eficiente sistema de monitoreo.
591
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Belalcazar, Inza, Tesalia y otros asentamientos menores de Huila y Cauca en Abril de 2007,
cuando tras las erupciones del Volcán Nevado del Huila se generaron lahares que llegaron al
Magdalena, arrasando a su paso cultivos, vías y puentes por el cañón del río Páez, donde
unos 5.000 habitantes rivereños expuestos a las avalanchas, previamente habían evacuado a
zonas seguras.
La “galerización”, término extraño para entonces y para quienes no saben del Galeras,
refuerza la dialéctica del discurso como herramienta estratégica para entender la
problemática que existe en Pasto, donde se repite lo que se hizo en Manizales cuando se
desdibujó una estrategia comunicativa, con expresiones como “aquí todos éramos
vulcanólogos” cuya perversa intensión era detener el proceso de aprendizaje popular, en
beneficio del mercado.
La dimensión social, política, cultural y económica de los desastres en Colombia, podría
darnos esas respuestas que espero no se resuelvan con nuevos acontecimientos como los
que se han vivido fruto de la imprevisión, por no comprender la naturaleza socioambiental de
los conflictos en la construcción social del territorio, como lo ha sido el del proceso que
explica el desastre de Armero.
Con las leyes de la Cultura, del nuevo Sistema Ambiental y de la Reforma Urbana, y en
particular con la nueva Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial, la LOOT, que pasa del
enfoque municipal al de regiones y asociaciones de municipios, contemplando aspectos
estructurales como la gestión integral del riesgo y el manejo responsable del medio
ambiente, hoy se contempla la dimensión de los desastres y se consagra el derecho de la
participación ciudadana; pero urge implementar la gestión del riesgo, primero, asegurando
las acciones misionales de institutos como el Ingeominas y las de complemento de las
autoridades ambientales; segundo, avanzando con los procesos de ordenamiento del
territorio previendo los usos conflictivos del suelo; y tercero, fortaleciendo los procesos
pedagógicos de apropiación social soportados en la participación comunitaria y de la sociedad
civil.
Al respecto, mientras la Previsión a corto plazo que se relaciona con los procesos
geodinámicos y afines, incluye las tareas de observación sistemática de variables físicas y el
desarrollo de modelos, tal cual lo hace ahora el Observatorio Vulcanológico de Manizales,
para la Previsión general que se materializa en mapas de amenaza para estudiar los riesgos
naturales y asegurar el uso sostenible del suelo, en materia de cartografía y de acciones de
las autoridades territoriales, aún encontramos profundas deficiencias, al igual que en los
procesos del ordenamiento del territorio por no ser concebidos con enfoques del orden
socioambiental.
Esta loable y muy difícil labor para el caso de los volcanes activos, la han desarrollado
oportunamente los científicos de Ingeominas en los tres segmentos de los Andes
colombianos; pero en los planes de desarrollo y ordenamiento territorial, y de ordenamiento
ambiental de cuencas, sabemos hoy se obliga a contemplar la dimensión regional y a aplicar
los mapas de amenaza durante los extensos períodos de calma sísmica y volcánica, para
proceder con una ocupación no conflictiva del suelo en términos de exposición a la amenaza
y mitigación de riesgos de esta naturaleza.
592
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Me temo que con una visión de corto plazo y la baja propensión a las acciones estructurales
señaladas, estaremos desaprovechando el esfuerzo de muchas instituciones del país, como la
de nuestros observatorios vulcanológicos y sismológicos que han perdido algunos de sus
miembros, comprometiendo la suerte de la Nación y exponiendo a varias comunidades
vulnerables de Colombia en lugares donde el riesgo no resulta racionalmente mitigable.
Imagen A2.a: Reserva Forestal Central (UPME) y PNN como áreas protegidas de Colombia (Wikipedia).
Esta nota se ocupa de la violación de los DERECHOS BIOCULTURALES DEL TERRITORIO, al permitirse
un daño SEVERO y NO MITIGABLE sobre un bien fundamental de la Nación como lo es la Reserva
593
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Forestal Protectora de Río Blanco -por las especies endémicas vulnerables y en peligro de extinción
que allí se albergan-, y sobre un área de interés ambiental estratégica para Manizales -por los servicios
ambientales que le entrega a la ciudad, entre ellos la regulación hídrica de la Cuenca, la estabilidad
climática, y el suministro del 35% del agua para sus habitantes. “Por área protegida se entiende un
área definida geográficamente que haya sido asignada o regulada y administrada a fin de alcanzar
objetivos específicos de conservación.” (Ley 165 de 1994, art. 2).
Abrirle paso en La Aurora a una urbanización de 2220 unidades residenciales para cerca de 10 mil
habitantes que comportan una huella ecológica de unas 20 mil hectáreas, colindando con una
Reserva Forestal Protectora de 4936 hectáreas, es llevar la “jungla de concreto” a un predio que por
cumplir funciones de contención o de Zona con funciones de amortiguamiento ZFA, de conformidad
con el Decreto 2372 de 2010 debe destinarse a la prevención y mitigación de los impactos que le
genera la ciudad al frágil bioma andino en dicha área de interés ambiental, para la cual los estudios
previos contratados por la CAR en 2014 han recomendado un ancho de 700 m.
Imagen A2.b: en rojo, La Aurora a lindes de la Reserva Forestal Protectora de Río Blanco: al reducir la
Zona con Función Amortiguadora a su mínima expresión, con Tierraviva a 140 m de la reserva se
594
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
destruirá el bosque de niebla afectando de modo severo e irreversible dicha reserva. Imagen: Plan
Parcial de La Aurora, en Centro de Estudios y Gestión de Derechos para la Justicia Espacial.
Además, si según la Ley 388 de 1997, Artículo 2, “el ordenamiento del territorio se fundamenta en los
siguientes principios: la función social y ecológica de la propiedad; la prevalencia del interés general
sobre el particular; y la distribución equitativa de las cargas y los beneficios”; y también , si al tratar
sobre la función pública del urbanismo, entre los fines del ordenamiento el Artículo 3 de dicha Ley
señala, que los procesos de cambio en el uso del suelo en aras del interés común, deben “procurar su
utilización racional en armonía con la función social de la propiedad a la cual le es inherente una
función ecológica, buscando el desarrollo sostenible”; y que se debe “propender por el mejoramiento
de la calidad de vida de los habitantes, la distribución equitativa de las oportunidades y los beneficios
del desarrollo y la preservación del patrimonio cultural y natural”, ¿se estaría violando la
normatividad ambiental y del ordenamiento territorial del país?.
Como elemento para sustentar el daño que debe prevenirse, se argumenta que la URBANIZACIÓN
TIERRAVIVA ubicada en el predio LA AURORA, al emplazarse a tan solo 140 m de la Reserva Forestal
Protectora de Río Blanco, ocasionará además de impactos por ruido, contaminación lumínica y
radiación térmica DIEZ MIL VECES SUPERIORES a los impactos que recibe el Parque Nacional Natural
de LOS NEVADOS por las capitales cafeteras localizadas a catorce kilómetros de dicho parque, el daño
irreparable del bosque de niebla en el bien que se protege, como consecuencia de la afectación del
ciclo hidrológico en el lugar, dado el “efecto de pavimento” de la ciudadela sobre la precipitación, la
infiltración y la evapotranspiración, e incluso sobre la precipitación dado que entre las funciones de un
bosque está la regulación hídrica y pluviométrica, tal cual se ha señalado en el ítem 8.8.1- Bosques en
la cultura del agua.
La anterior cuantía de los impactos, se explica por estar TIERRAVIVA-LA AURORA, CIEN VECES MÁS
CERCA de la RFP de Río Blanco, en comparación con la distancia QUE SEPARA A LAS CAPITALES
CAFETERAS DEL PNN LOS NEVADOS; esto según la física elemental ya que los efectos ondulatorios
595
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
como sonido, luz y radiación térmica varían con el inverso del cuadrado de la distancia, de
conformidad con ley que presenta Johanes Kepler en 1604 al publicar “Ad Vitellionem paralipomena,
quibus astronomiae pars optica traditur”, un tratado dividido en once capítulos, los cinco primeros
dedicados a cuestiones de óptica y los restantes de astronomía. Ver: Ley de la Inversa del Cuadrado
en Wikipédia.
Ahora, si se toma en consideración la amenaza del cambio climático en el lugar, ya que según los
Escenarios de Cambio Climático 2011-2100 entregados por el IDEAM en 2015 para Colombia (Ver
Imagen), anunciando que el aumento de la temperatura media en para el país entre 1971 y 2000,
sería de 0.13°C/década, entonces habrá que pensar en la necesidad de ponerle límites a los procesos
de expansión urbana que presionan los ecosistemas andinos, máxime si se añádase a lo anterior que
el cambio altitudinal para las zonas de vida, será de 170 m por cada grado centígrado.
También el modelo del IDEAM prevé escenarios de cambio climático respecto al período de referencia
1971-2000, donde la temperatura promedio del aire aumentaría así: en 1.4°C para el 2011-2040, en
2.4°C para 2041-2070, y en 3.2°C para el 2071-2100. Y que a lo largo del siglo XXI los volúmenes de
precipitación, que decrecerían entre un 15% y 36% en zonas de las regiones Caribe y Amazónica,
aumentarán más del 20% en la Región Andina y parte de la Región Pacífica. Señala igualmente el
IDEAM que la humedad relativa del país disminuiría, especialmente en La Guajira, Cesar, Tolima y
Huila.
596
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Otras investigaciones sobre el calentamiento global, como el trabajo de José Daniel Pabón Caicedo,
que se muestra en el anterior panorama de Temperatura, Precipitación y Humedad Relativa para el
país (Imagen anterior de José D. Pabón C), resulta consistente con lo estimado por el IDEAM.
Imagen A2.d: Escenarios de Cambio Climático 2011-2100 para Caldas, en la que se advierte la
amenaza de precipitación alta para la cuenca del Río Bolanco-Olivares. IDEAM (2015).
Ahora, entre las medidas de adaptación al cambio climático que señala Corpocaldas para enfrentar la
amenaza sobre la biodiversidad, están:
“• Definir Áreas de Interés Ambiental – AIA para conservar la diversidad. • Armonizar las figuras de
conservación y protección con las autoridades indígenas. • Declarar en una figura de conservación, las
cuencas abastecedoras, áreas de protección, sitios sagrados y áreas por encima de 2.200 metros de
altitud. • Realizar un estudio de especies forestales nativas, que ayude a tomar decisiones de siembra
de árboles según el tipo de suelo y su susceptibilidad a la erosión. • Implementar un programa de
guardabosques para la protección y conservación de Áreas de Importancia Ambiental. • Conservar las
597
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
fajas forestales protectoras de las fuentes hídricas, y nacimientos. • Definir Áreas de Interés Ambiental
– AIA para conservar la diversidad biológica y gestionar su declaratoria. • Crear y delimitar corredores
biológicos para recuperar áreas de importancia ambiental. • Comprar terrenos aledaños a las
microcuencas para reforestación. • Ordenar las cuencas, como una estrategia de adaptación al cambio
climático, con el objetivo de asegurar el suministro de agua potable y la preservación de los
ecosistemas. • Implementar programas de gestión ambiental para la conservación del suelo, la fauna y
la flora. • Crear un vivero municipal.” Ver: Agendas de Cambio Climático: Subregión Centro Sur –
Caldas.
Pregunta:
Dado que la amenaza relacionada con el régimen de precipitaciones es en sumo alta para la
Reserva (incrementos de más del 40%), ¿por qué no aplicar esto en el área de La Aurora?
Véase: Agendas de Cambio Climático. La Merced – Caldas.
Además, los frágiles ecosistemas altoandinos como el de Rio Blanco con sus bosques de niebla en la
interface entre la RFP y su ZFA sometida a un estado actual de gran presión y amenaza global, son
altamente vulnerables al cambio climático (Versegún Bubb et al. 2004, citado en: Evaluación del
estado bosques de niebla bosques de niebla y de la meta a 2010 en Colombia (IAvH 2007).
Estos bosques nublados también llamados bosques nubosos de montaña, son un ecosistema
fuertemente influenciado por fenómenos climáticos, especialmente por la persistente humedad
condensada en forma de nubes o niebla en la superficie, son en realidad muy vulnerables y están
formados por una densa comunidad de árboles, constituidos por plantas de origen templado y tropical,
con predominio de la flora tropical. Caracterizados por una alta biodiversidad y endemismos, al contar
con aproximadamente con 150 especies de plantas, 120 de aves, 40 de orquídeas, 15 de mamíferos,
50 de mariposas y 5 de mamíferos -además de especies frutícolas y medicinales nativas-, los bosques
de niebla demandan elevada humedad y copiosas precipitaciones, razón por la cual son ecosistemas
altamente vulnerables a los cambios climáticos regionales causados por la potrerización y la expansión
urbana. Su cercanía a Manizales, los ha hecho vulnerables a las presiones antrópicas, entre ellas la
construcción de vivienda, la deforestación y la ganadería. El estudio del Humboldt del año 2007
estableció que en 80 municipios en 19 departamentos de Colombia, entre ellos Caldas con sus bosques
de niebla como los de Manizales en Río Blanco y Aranzazu en la vereda El Laurel (Ver: Evaluación del
estado bosques de niebla bosques de niebla y de la meta a 2010 en Colombia (IAvH 2007).
598
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
En dicho documento, se advierta sobre otros impactos negativos potenciales del calentamiento global
sobre el bosque de niebla analizados por Still et al. (1999) y Foster (2001) y sobre los impactos
climáticos que sobre los bosques de niebla tiene la deforestación en tierras bajas (Lawton et al. 2001).
Imagen A2.e: Izq: ZFA en la Reserva Forestal Protectora de Río Blanco. Der: Zonas de Reservas
Forestales en Colombia.
Debido a que algunas áreas de interés Ambiental de la Nación, que se declaran a perpetuidad con el
objeto de proteger la biodiversidad, están rodeadas de zonas habitadas y de otras áreas con
actividades productivas que generan impactos desfavorables para los ecosistemas, las Reservas
Forestales Protectoras al igual que los Parques Naturales Nacionales y que los Distritos de Suelo,
deben blindarse con unos anillos de contención o ZFA cuyo ancho o radio de acción, según estudio
elaborado para el SIDAP Caldas que contrata Corpocaldas en 2014 con la Fundación Grupo HTM -
misma que formuló la Estructura Ecológica de Manizales en 2013-, son:
599
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Ver: Pag 31 en “Mecanismos para la articulación de zonas con función amortiguadora de áreas
protegidas regionales al ordenamiento territorial”. María Isabel Ochoa, Alba Lucía Marín; Diana
Marcela Otálvaro, Fundación Grupo HTM (Hábitat – Territorio – Medio Ambiente) 2014. Medellín –
Colombia. Igualmente, para apreciar las distancias, además de las Imágenes A2b y A2f, véanse las
Imágenes 5.8 y 5.9.
En la eco-región cafetera tenemos el Parque Natural Nacional de los Nevados, cuyo anillo de
contención debería ser de un kilómetro (1.000 metros), de acuerdo con el estudio anterior de la
Fundación Grupo HTM; ese anillo de contención denominado por ley ZONA AMORTIGUADORA, -
(Véase Imagen 5.8), tiene la función de proteger al Parque Natural de los impactos que generan las
zonas urbanas de la ecorregión cafetera -entre ellas Manizales y Pereira que se encuentran a una
distancia de 14 kilómetros del parque, distancia medida en línea recta-. Otros Parques Naturales
Nacionales no necesitan anillo de contención, porque las ciudades se encuentran muy aisladas de los
mismos, pero en este caso las ciudades se encuentran a 14 km del PNN de los Nevados.
Ahora bien, el Decreto 2372 de 2010 en su artículo 31, establece ZONAS CON FUNCIÓN
AMORTIGUADORA (ZFA), en el caso de las Reservas Forestales Protectoras como Río Blanco en
Manizales y el Río Combeima en Ibagué, para proteger a perpetuidad los ecosistemas que allí se
albergan, de los impactos que generan los habitantes de las ciudades cercanas, en este caso Manizales
e Ibagué. En el POT de Manizales, las ZFA son ZONAS CON DESARROLLO CONDICIONADO, en los
que se admiten usos sostenibles tendientes a atenuar y prevenir las perturbaciones sobre las áreas
protegidas, y contribuir a subsanar alteraciones que se presenten por efecto de las presiones en dichas
Áreas, cumpliendo con los objetivos de conservación de cada área, de acuerdo a las determinantes
ambientales definidas por Corpocaldas.
Entonces ¿qué debe hacer una Zona con Función Amortiguadora ZFA o anillo de contención?- Según el
Artículo 31 del Decreto 2372 de 2010, la función amortiguadora debe hacer como parte de los criterios
para la definición de las determinantes ambientales de que trata la Ley 388 de 1997. Dichos
determinantes están orientados a que los municipios dispongan de los insumos y sustento técnico para
reglamentar a través del POT, la clasificación y uso del suelo, y los aprovechamientos y mecanismos
de Gestión en las ZFA.
600
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Imagen A2.f: Los conflictos en el territorio de Manizales y ponderación de los factores de alteración.
Fuente: Fundación Grupo HTM.
Por lo tanto, las ZFA de una Reserva Forestal protegida corresponden a una franja colindante, externa
y adyacente, no necesariamente continua al área protegida, que tiene múltiples propósitos, como lo
son conformar la barrera de protección para aislar los procesos de alteración; complementar la
Reserva para garantizar sus procesos ecológicos y consolidar un área donde de que armonice la
función ecológica con los procesos del desarrollo socioeconómico del territorio y sus comunidades.
Según la Fundación Grupo HTM, la zona periférica, continua y paralela al límite del área protegida, la
que se denomina la ZFA, es “el Anillo de contención: concebido como un mecanismo de gestión del
suelo a manera de figura de “aislamiento” del área protegida para reforzar el control a la expansión de
los procesos de ocupación y transformación. Al interior del anillo de contención se pretende hacer
reconocimiento de los desarrollos urbanísticos y de edificaciones e infraestructuras existentes pero no
podrán tener lugar nuevos aprovechamientos, ni fraccionamientos prediales, ni construcciones”.
Dado lo anterior, en el caso de La Aurora como ZFA, el predio tiene que proteger a la reserva de los
impactos que le generan la zona urbana de Manizales, como la producción de dióxido de carbono -CO2
por la respiración de sus habitantes y por el uso de gas natural y de vehículos con motores de
combustión. Súmese a esto el que la ciudad como una jungla de concreto al ir avanzando sobre el
estratégico bioma andino, además de alterar la temperatura y con ello el clima y la regulación hídrica
de la cuenca, destruyendo el frágil bosque de niebla en el lugar, aporta ruido y luminosidad entre otros
impactos que necesariamente perturban los ecosistemas que debe preservar la Reserva Forestal de Río
Blanco.
601
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Pregunta:
¿Posee la Reserva Nacional Natural Protectora Río Blanco, un anillo de contención o ZFA que
la proteja de los impactos de la ciudad de Manizales ubicada a tan solo 1.4 kilómetros?
602
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Es que los fundamentos para establecer el ancho de la franja o ZFA entre Tierraviva y la RFP de Pío
Blanco, se concretan en la Tabla 1. Indicadores de los sistemas de alteridad - Pgs 23 y 24 del citado
documento. (Ver Estudio de la Fundación Grupo HTM)
Como reflexión, al urbanizar una ZFA, un ecosistema tan frágil como lo es su bosque de niebla,
elevando el índice de escasez hídrica al afectar el ciclo hidrológico, sustituyendo ecosistemas rurales y
naturales por densas áreas urbanas, ocasionando cambios y fragmentación de los ecosistemas,
elevando indicadores de presión demográfica como el tamaño de población, y de presión económica
por la actividad propia de un medio urbano, entonces, las consecuencias de la ciudadela Tierraviva
serían nefastas para la Reserva Forestal de Río Blanco.
Según la Fundación Grupo HTM, los OBJETIVOS DE AMORTIGUACIÓN, contemplan dos PROPÓSITOS
DEL MANEJO:
La Productividad Sostenible, El Equilibrio urbano
De desarrollo regional / local sostenible
En el primer Propósito (Productividad Sostenible), las diferentes claves apuntan Desarrollo en
ganadería sostenible, Desarrollo productivo sostenible, y Polos de desarrollo productivo sostenible.
Pero en el segundo Propósito (Equilibrio urbano), el elemento clave está en actuar sobre los Suelos
urbanos y de expansión con condiciones para la función amortiguadora, razón por la cual, la única
categoría DE ZONIFICACIÓN que procede debe ser el Control de la expansión urbana. Ver Figura 19.
“Alineación entre objetivos de amortiguación, propósitos de manejo y elementos clave para la
zonificación”- en el Estudio de HTM, Pag 29.
Un sencillo análisis matemático, aplicando los fundamentos de la Ley de Kepler (Ver Guía Astronómica,
Cap 11, Num 11.3, Figura 11.9 y Newton, Diapositiva 35) sobre la variación de la intensidad de la luz
con inverso del cuadrado de la distancia, para comparar la magnitud de impactos por fenómenos
ondulatorios en escenarios a diferentes distancias, permite obtener algunas conclusiones.
603
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Por lo tanto, teniendo en cuenta que los impactos de los fenómenos ondulatorios varían de manera
inversamente proporcional al cuadrado de la distancia, siendo α la notación matemática de
proporcionalidad, se tiene la siguiente ecuación para comparar los impactos:
Impacto α 1/(distancia)2
Aplicando lo anterior si la distancia entre el Parque Nacional Natural de Los Nevados y Manizales, es 10
veces inferior a la distancia entre la RNFPRB y esta misma ciudad, entonces:
Primera conclusión:
Manizales genera un impacto cien veces superior sobre la Reserva de Río Blanco, que el que le genera
al Parque Nacional Natural de los Nevados y para el cual posee una Zona Amortiguadora de un
kilómetro que le permite protegerse de los impactos urbanos de una ciudad como Manizales.
Pero Tierraviva, urbanización proyectada y en ejecución ubicada en La Aurora, sobre una Zona con
Función Amortiguadora; se encuentra a 140 metros de la Reserva Río Blanco que debe proteger,
mientras que Manizales está a 1,4 kilómetros de dicha reserva, o sea a 1400 metros.
Segunda conclusión:
Tierraviva en La Aurora genera un impacto cien veces superior sobre la Reserva Río Blanco, que el
impacto que le generaría a esta reserva estando dicha urbanización tan lejos como Manizales.
Y finalmente, comparando los impactos de Tierraviva sobre la RFP de Río Blanco contra los impactos
de Manizales sobre el PNN de los Nevados, dado que la relación de distancias es 1 a 100, tenemos:
Tercera conclusión:
Tierraviva generará impactos negativos por fenómenos ondulatorios como los señalados sobre la
Reserva de Río Blanco DIEZ MIL VECES SUPERIOR, al impacto que le generaría al PNNN esta ciudadela
desde la ciudad de Manizales
Esta última conclusión lleva a la siguiente pregunta: conociendo la magnitud de los impactos de
Tierraviva sobre Río Blanco cuya cuantía es DIEZ MIL VECES SUPERIORES a los que generan las
capitales cafeteras sobre el Parque Nacional Natural de los Nevados, donde el anillo de contención es
604
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
de 1 kilómetro (1.000 metros), entonces ¿Cuál es la dimensión de la ZFA que se requiere para
proteger a Río Blanco de Tierraviva? Esto es lo que ya ha resulto HTM en su estudio de 2014.
No obstante, la autoridad ambiental CORPOCALDAS se conformó con una franja “alelopática” cuando
los efectos de fenómenos ondulatorios (el caso de la luz, el ruido y el efecto térmico...), que generaría
la construcción de Tierraviva sobre la RFP ubicada al lindes, sin considerar el daño severo e irreversible
sobre el bosque de niebla, y las iones en la regulación hídrica y el microclima en el entorno y sobre la
RFP de Río Blanco.
La autoridad ambiental y las autoridades del municipio se conformaron con el hecho de que la
constructora argumentara que va a reducir 10 veces la huella de carbono, es decir que van a emitir 10
veces menos gases efecto invernadero que otras edificaciones, cuando el sólo hecho de ubicar cerca
de 10 mil habitantes al lado del bien que se protege, aportando una huella ecológica de 20 mil ha,
cuantía 4 veces mayor al tamaño de la Reserva, va a generar impactos incalculables, severos y no
mitigables sobre sus ecosistemas. Añádase, que la huella de carbono también depende del consumo
de los habitantes (uso de gas, los consumos, la preparación de alimentos, el carro, la respiración...)
razón por la cual el residente de Tierraviva por su estrato socioeconómico y nivel de vida, tendría una
huella que podría superar la de un habitante promedio de Colombia como lo sería el de Neira.
La autoridad ambiental y las autoridades del municipio dieron licencia para una construcción
concentrada tipo ciudadela con alrededor de 10.000 personas - tantos habitantes como posee el casco
urbano de Neira-, sobre un área con función amortiguadora, porque creyeron el argumento que una
ciudadela puede cumplir con una función amortiguadora para proteger un área que preserva un
ecosistema fundamental de doble importancia, por ser fundamental para la Nación y para la ciudad.
Quienes autorizaron las licencias creyeron ciegamente en los estudios realizados por la constructora,
estudios que aunque no se controvierten no son pertinentes para un área que debe cumplir una
función amortiguadora, ya que sólo se ocupan de amortiguar los impactos internos de la urbanización
sobre el predio, pero no de cómo la ZFA cumple la función de amortiguar los impactos de la ciudad
sobre la RFP.
605
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Principio de precaución:
Imagen A2.h: Reserva Forestal Protectora de Río Blanco: Zonas de vida; Zonificación ambiental y
Conflictos de uso del suelo; y Estructura Ecológica Principal de Manizales (Corpocaldas Municipio de
Manizales).
606
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Cuando se trata del dilema dólares o preservación, o de poner en riesgo la función social y ecológica
de la propiedad cuando en nombre del desarrollo de forma no sustentable, se instrumentaliza la
naturaleza, se propone apelar al “Principio de prevalencia”, soportados en tres elementos: es un daño
no mitigable, además de nivel significativo, y que se ocasiona sobre un bien fundamental. Como
referente, al ubicar sobre 250 m del perímetro en vecindades de la Reserva de Río Blanco 2200
viviendas para 10 mil habitantes en 12,5 ha, lo que equivale a 204 mil habitantes por Milla cuadrada,
tendremos un escenario 3,7 veces más denso que las ciudades Europeas donde la densidad media es
de 55 mil habitantes por Milla cuadrada, y 12,7 veces más densa que las ciudades Norteamericanas
donde dicho parámetro es de 15 mil habitantes por Milla Cuadrada.
Por lo tanto, para prevenir un ecocidio, en primer lugar amparados en la Ley 99 de 1993 y soportados
en tres elementos: evitar un daño no mitigable, además de nivel significativo, y que se ocasiona sobre
un bien fundamental de la Nación y del Municipio, apelamos al “Principio de prevalencia o precaución”,
consagrado en su Artículo 1, numeral 6, que expresa:
“cuando una actividad hace surgir amenazas de daño para el medio ambiente o la salud humana, se
deben tomar medidas de precaución, incluso si no se han establecido de manera científica plena
algunas relaciones de causa-efecto”
Súmese a lo anterior, que para cumplir la Ley 165 de 1994 con la cual el país aprueba el “Convenio
sobre la Diversidad Biológica” para acoger el Protocolo de Río de 1992, y acogernos a los principios
rectores de la Ley 388 de 1997, se deberán declarar actos espurios, tanto la declaratoria de Zona
urbana hecha en el POT de 2003 para los sectores de La Aurora y Betania, como la sustracción de
sendos predios de la Reserva Forestal Centra por parte del MADS en 2013, atendiendo solicitud que le
hace el Municipio en 2010, al igual que las licencias ambiental y de construcción concedidas al
proyecto Tierraviva para llevar urbanizar un predio con que sirve de Anillo de contención o ZFA para la
Reserva Forestal Protectora de Río Blanco, por tratarse de actos administrativos que entran en
conflicto severo con los derechos bioculturales de un territorio estratégico, en detrimento de una
reserva forestal protectora que le pertenece a la Nación, y del interés general de Manizales.
Enlaces U.N. de referencia:
Amenaza para la Reserva de Río Blanco Los derechos y la reserva protectora. Río Blanco, como área de interés
en Manizales. Manizales: intervención y uso del suelo ambiental de Manizales.
Conflicto socioambiental en la reserva de urbano. Río Blanco, cuna “de vida”.
río blanco. ¿Regresión ambiental en la Reserva de "Tierraviva" y el caso de la Reserva de Río
El modelo de ocupación urbano – territorial Río Blanco? Blanco.
de Manizales. Río Blanco: el legado de Conrado Gómez Vulnerabilidad de Río Blanco frente a la
La Aurora v.s. la Reserva Río Blanco. Gómez. expansión urbana.
…
607
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
LOS AUTORES:
… ...
…
Gonzalo Duque Escobar: Ingeniero Civil, con estudios de
posgrado en Economía, Geofísica y Geotecnia, y Profesor de
la UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA en Manizales.
…
ENLACES U.N.
...
608
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
BIBLIOGRAFÍA
609
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Bosques, Cumbre del Clima y ENSO. Duque Escobar, Gonzalo (2018) In: Foro sobre el Sector Forestal,
como Alternativa de Desarrollo Sostenible, Diciembre 11 de 2018. Centro Cultural del Banco de la
República. Manizales.
Caldas en la biorregión cafetera. Duque Escobar, Gonzalo (2014) In: Foro “Por la Defensa del
Patrimonio Público, las Fuentes de Empleo y el Bienestar de los Caldenses”, 6 de Noviembre de 2014,
Manizales, Caldas, Colombia.
Calentamiento global en Colombia. Duque Escobar, Gonzalo (2011) In: El Día del Medio Ambiente,
Inst. Univ. de Caldas.
Caracterización climatológica, hidrológica e hidráulica de la cuenca del río Chinchiná. TOMO II.
Convenio C087 – 2004 - CORPOCALDAS–PROAGUA. Manizales, Diciembre 2005.
Catálogo de especies invasoras del territorio CAR. Mora-Goyes M.F. & J.I. Barrera-Cataño. 2015.
Pontificia Universidad Javeriana, Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca – CAR. Bogotá,
D.C.
Ciencia, tecnología y ruralidad en el POT de Caldas. Duque Escobar, Gonzalo (2013) In: Instalación del
Comité Regional de Ordenamiento Territorial de Caldas, Agosto 20 de 2013, Gobernación de Caldas.
Ciencias naturales y CTS. Duque Escobar, Gonzalo (2006) In: Primer Encuentro de Formación de
Maestros Ondas, Junio de 2006, Manizales.
Clima andino y problemática ambiental. Duque Escobar, Gonzalo (2016) In: IV Foro Ambiental.
CORPORACION AUTONOMA REGIONAL CORPOCALDAS. Algunas Obras Utilizadas en el Control de
Erosión. Manizales, Aquaterra, 1991.
Colombia: riesgos geodinámicos y hábitat. Duque Escobar, Gonzalo (2018) In: Conferencia para el
Curso de Tecnología V, Febrero 19 de 2018, Escuela de Arquitectura y Urbanismo – Universidad
Nacional de Colombia – Sede Manizales. Desastres, Planificación y Desarrollo: Manejo de Amenazas
Naturales para Reducir los Daños. Departamento de Desarrollo Regional y Medio Ambiente. O.E.A.
Washington, D.C. 1991.
Construyendo el territorio UMBRA. Duque Escobar, Gonzalo and Torres Arango, Claudia (2018) [Objeto
de aprendizaje – Teaching Resource] Universidad Nacional de Colombia.
Corrección de Torrentes y Estabilización de Cauces. LOPEZ C. DEL LL., F. Roma, Organización de Las
Naciones Unidas Para la Agricultura y la Alimentación FAO, 1988.
CTS, Economía y Territorio. Gonzalo Duque-Escobar (2018). Texto de soporte para el Curso de
Contexto en CTS. U.N. de Colombia
Cuatro PNN, patrimonio natural de la Ecorregión Cafetera. Duque Escobar, Gonzalo (2017). La Patria.
Manizales.
Curso de estabilidad de taludes. Manuel García, Lisandro Beltrán y Álvaro González. Posgrado en
geotecnia. Universidad Nacional de Colombia. Manizales 1993.
Curso para el módulo de metodología de la investigación: geotecnia y medioambiente. Duque Escobar,
Gonzalo (2003) Documento de trabajo. Manizales, Caldas, Colombia.
Degradación del hábitat y gestión ambiental. Duque Escobar, Gonzalo (2018) La Patria, Manizales,
Colombia.
Desafíos del Complejo Volcánico Ruiz – Tolima. Duque Escobar, Gonzalo (2013) [Objeto de aprendizaje
– Teaching Resource] Documento para el Contexto de CTS – Universidad Nacional de Colombia – Sede
Manizales.
610
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Desarrollo urbano y huella ecológica. Duque Escobar, Gonzalo (2018) [Objeto de aprendizaje -
Teaching Resource Universidad Nacional De Colombia.
Desarrollo y revoluciones tecnológicas. Duque Escobar, Gonzalo (2017) Documento de trabajo. La
Patria, Manizales, Colombia.
Deslizamientos y Estabilidad de Taludes en Zonas Tropicales. SUAREZ DIAZ, Jaime. Ingeniería de
Suelos Ltda. Bucaramanga, 1998.
Determinación de esfuerzos a partir de los análisis de microtectónica en algunos sectores de los
sistemas de fallas que cruzan el Eje Cafetero. Germán Chicangana, Arturo Barrientos, Carlos A. Vargas-
Jiménez. Universidad Nacional de Colombia, Bogotá 2002.
Diálogos con el Territorio y Gestión del Riesgo Natural. Gonzalo Duque Escobar – U.N. de Col. Módulo
para el Posgrado en Gestión de Riesgos de la Especialización en Geografía: la Universidad de Caldas.
Dinámica aplicada a la estabilidad de taludes. KENJI ISHIHARA (1989) SCG- Universidad Nacional de
Colombia. Bogotá.
Dinámicas del clima andino colombiano. Duque Escobar, Gonzalo (2003) OAM (237). p. 1.
Dynamics of wind erosion. Soil Science. CHEPIL, W. S. (1945).
Ecología basada en zonas de vida. HOLDRIDGE Leslie R. (1987), Costa Rica.
Efectos hidrológicos de la deforestación. Poveda Jaramillo, Germán and Mesa Sánchez, Óscar José
(1995) Energética (16).
Eje Cafetero: cambio climático y vulnerabilidad territorial. Duque Escobar, Gonzalo and Ortiz Ortiz,
Doralice and Vélez Upegui, Jorge Julián (2019) In: 8° Congreso Internacional por el Desarrollo
Sostenible y el Medio Ambiente, Octubre 22 a 24 de 2019, Universidad de Manizales.
El agua en la biorregión caldense. Duque-Escobar, Gonzalo (2014). La Patria, Manizales, Colombia.
El bosque Alto-Andino: una oportunidad para llevar al educando al aprendizaje significativo y a las
estrategias de conservación. Romero Rincón, John Jairo (2012) Maestría thesis, Universidad Nacional
de Colombia.
El cuidado de la casa común: Agua y Clima. Duque Escobar, Gonzalo (2016) In: Jornada Académica
Laudato Si’: El cuidado de la casa común, Octubre 25 de 2016, Auditorio Santo Domingo de Guzmán.
Universidad Católica de Manizales.
El desastre de Armero a los 30 años de la erupción del Ruiz. Duque Escobar, Gonzalo (2015) In: Curso
de Contexto CTS, Noviembre 11 de 2015, Auditorio Juan Hurtado.
El fantasma de la imprevisión. Duque Escobar, Gonzalo (2015) La Patria. Manizales.
El Libro de la Vulnerabilidad: concepto y lineamientos para la evaluación estandarizada de la
vulnerabilidad. GIZ 2017. Unidad especial de “Clima”. Ministerio Federal Alemán para la Cooperación y
el Desarrollo Económico.
El Manto de la Tierra: Flora de los Andes. BARTHOLOMÄUS, A.; DE LA ROSA, A.; SANTOS, J.O.;
ACERO, L.E.; MOOSBRUGGER, W. (1990). CAR, GTZ & KFW. Bogotá, Colombia.
El ocaso del bosque andino y la selva tropical. Duque Escobar, Gonzalo (2014) La Patria.
El Paisaje Cultural Cafetero: ¿sujeto de derechos? Duque Escobar, Gonzalo (2019) In: Asamblea
General de la SMP Manizales., Septiembre 9 de 2019, Auditorio José Restrepo Restrepo.
611
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
El territorio como sujeto en el contexto del Magdalena Centro. Duque Escobar, Gonzalo (2012) In:
Jornada de Formación de la Diócesis de La Dorada, PDP-MC. Enero 23 a 27 de 2012, Rionegro
Antioquia.
El territorio del río Grande de la Magdalena. Duque Escobar, Gonzalo (2018) [Objeto de aprendizaje –
Teaching Resource] U.N. de Colombia
El porqué de los aguaceros en Colombia. Duque Escobar, Gonzalo (2019) Documento de discusión.
Razón Pública; Bogotá.
Elementos para la construcción de una visión estructurada del desarrollo de Caldas. Book. Duque
Escobar, Gonzalo (2014) U.N. – SMP Manizales. Manizales.
Erosion and Sediment Control Handbook, GOLDMAN, S. J., JACKSON, K. and BURSZTYNKY P. E.
(1986), Ed. McGraw-Hill, INC- N.Y.
Erosion by raindrop, ELLISON, W. D. (1948). Scientific Amer. (Aug.)
Erosión de suelos”. KIRKBY, M. J. y MORGAN, R. P. C. (1994), “Limusa, Noriega Editores, México.
Estabilidad de la secuencia piroclástica en la quebrada San Luis, Manizales, Viejo Caldas. Fernando
Sánchez Zapata. Universidad Nacional de Colombia. Manizales 1997.
Estabilidad de Taludes. VARGAS, Milton. I Congreso suramericano de mecánica de rocas. Sociedad
colombiana de geotecnia. Santafé de Bogotá, 1982.
Estudio de cinco conducciones subterráneas para el trasvase de aguas residuales, entre varias
subcuencas del Olivares y el Río Chinchiná, en el sector urbano de Manizales-Villamaría y otras
microcuencas vecinas. Gonzalo Duque E y Eugenio Duque E.INGESAM &Aguas de Manizales.
Manizales, 2006.
ESTUDIO JURÍDICO SOBRE CATEGORÍAS REGIONALES DE ÁREAS PROTEGIDAS. Eugenia Ponce (2005).
IAvH. Colombia.
Estudio Nacional del Agua. IDEAM. Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales 2014.
Colombia, 2014.
Estudio para la evaluación de riesgo por crecientes en la cuenca alta del Río Chinchiná y sus afluentes.
Carlos Enrique Escobar Potes. CIFOR LTDA. Manizales, 1998.
Evaluación del estado de los bosques de niebla y de la meta 2010 en Colombia. Armenteras
Pascual, Dolors Cadena Vargas, Camilo E. Moreno Sánchez, Rocio del Pilar; Instituto Alexander von
Humboldt (2007)
Fisiografía y Geodinámica de los Andes de Colombia. DUQUE ESCOBAR, EUGENIO Y DUQUE ESCOBAR,
GONZALO (2016) [Objeto de aprendizaje] U.N. de Colombia.
Fundamentos de economía y transportes. Book. Duque Escobar, Gonzalo (2006) Universidad Nacional
de Colombia.
Fundamentos de Geología Física. LEET y HUDSON (1974).
Fundamentos de Hidrología de superficie. APARICIO, F. J. (1994) Cap. 1: 1.2 Limusa-México.
FUNDAMENTOS DE INGENIERÍA GEOTÉCNICA. Braja M Das. 2001. Thomson Editores, México.
Geología de Manizales y sus alrededores y su influencia en los riesgos geológicos. José Luís Naranjo y
Pedro Antonio Ríos. Universidad de Caldas, Manizales 1989.
Geology Applied To Engineering. WEST, T. R., (1995).
612
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Geomecánica. ESCOBAR POTES, CARLOS ENRIQUE y DUQUE ESCOBAR, GONZALO (2016) Universidad
Nacional de Colombia, Sede Manizales.
Geomorfología. DERRAU, M. (1966). Cap lll Ed. Ariel.
GEOMORPHOLOGICAL FIELD MANUAL. Dackombe R.V. Gardiner V. George Allen & Unwin. Londres,
1983.
Gestión del riesgo. Duque Escobar, Gonzalo (2014) [Objeto de aprendizaje - Teaching Resource] U.N.
de Colombia.
Gestión y política pública ambiental, para el patrimonio natural en Colombia. Álvarez León,
Ricardo and González González, Henry and Duque Escobar, Gonzalo (2016) [Objeto de aprendizaje –
Teaching Resource] U.N. de Colombia.
Gobernanza forestal para la ecorregión andina. Duque Escobar, Gonzalo (2014) Revista Civismo.
Guía astronómica. Book. (13 Book Section).Duque Escobar, Gonzalo (2003) Universidad Nacional de
Colombia.
Guía ilustrada de las plantas de las montañas del Quindío y los Andes Centrales. VARGAS, W.G.
Manizales, Colombia, Editorial Universidad de Caldas, 2002.
Hidráulica de aguas subterráneas. Vélez Otálvaro, María Victoria (1999) Posgrado en Aprovechamiento
de Recursos Hidráulicos (11). Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín. Facultad de Minas.
Escuela de Geociencias y Medio Ambiente.
Hidráulica de Canales Abiertos. CHOW V.T. 1ª Impresión. Editorial McGRAW-HILL Santa Fe de Bogotá,
Colombia, 1997.
Hidráulica de Canales, diseño de estructuras. NAUDASCHER E.2ª Edición. Editorial Limusa S.A.,
México, D.F 2001. Hidráulica General, SOTELO, Á G. Volumen 1. Editorial Limusa S.A., México, DF,
2003.
Huella hídrica en Colombia. Duque Escobar, Gonzalo (2018) [Objeto de aprendizaje – Teaching
Resource] U.N. de Colombia.
Ingeniería, incertidumbre y ética. Duque Escobar, Gonzalo (2018) [Objeto de aprendizaje – Teaching
Resource] U.N. de Colombia
Introducción a la Mecánica de Suelos y Cimentaciones. SOWERS, G. B. and SOWERS G. F., (1972).
Introducción a la teoría económica. Duque Escobar, Gonzalo (2019) Museo Interactivo Samoga,
Manizales.
Kagoshima Internacional Conference on Volcanoes. Japan. 1988.
La Erosión en Colombia sus gentes y regiones. ORTIZ, A. N., (1986), “# 3, IGAC.
La Flora en el Espacio Público. Lyda Caldas de Borrero (La Flora Tropical en el Espacio Urbano) 2004.
La Flora Ornamental Tropical y El Espacio Urbano, Cali (Colombia). CALDAS, B., L, DE. Biblioteca Banco
Popular textos universitarios, 1979.
LA INGENIERÍA DE SUELOS EN LAS VÍAS TERRESTRES. Rico del Castillo. Editora Limusa Mexico, 1995,
Volumen 1.
La logística del transporte: un elemento estratégico en el desarrollo agroindustrial. Book. Sarache
Castro, William Ariel and Cardona Alzate, Carlos Ariel and Giraldo García, Jaime Alberto and Duque
Escobar, Gonzalo and Orrego Alzate, Carlos Eduardo and Tamayo Arias, Johnny Alexander and Builes
613
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Ocampo, Sabina and Cardona Jaramillo, Adriana and Granados Ortiz, María Luisa (2007) Universidad
Nacional de Colombia – Sede Manizales, Manizales, Caldas, Colombia.
Landslide Hazard Zonation: a review of principles and practice. VARNES, D.J. Paris, UNESCO. 1984.
Landslide types and processes in Landslides and Engineering Practice. VARNES, D. J. (1958). “.” H. B.
R. Special Report 29.
Legalidad y sostenibilidad de la guadua en la ecorregión cafetera. Book. Duque Escobar, Gonzalo and
Moreno Orjuela, Rubén Darío and Ortiz Ortiz, Doralice (2014) Carder- Corporación Aldea Global, CARs
Socias del Proyecto.
Literature survey and preliminary evaluation of streambank protection methods, Technical report
KEOWN. M. P. et al. (1977). H 77 9 U. S Army.
Malezas comunes nombres científicos y vulgares, Bogotá. LOPEZ J, G. Temas de orientación
agropecuaria. 1988.
Manizales, ciudad de laderas. Duque Escobar, Gonzalo (2016) La Patria, Manizales, Colombia.
Manizales: Foro del Agua 2019. Duque Escobar, Gonzalo (2019) In: XIV Semana Ambiental de
Manizales “Cambio Climático y Gestión del Riesgo, Agosto 11 a 17 de 2019., Universidad Autónoma de
Manizales.
Manizales: intervención y uso del suelo urbano. Duque Escobar, Gonzalo (2019) Documento de
discusión
Manual de conservación de suelos de ladera. FEDERACIÓN NACIONAL DE CAFETEROS DE COLOMBIA.
1ª Edición. Chinchiná (Colombia), Cenicafé, 1975.
Manual de Conservación de suelos. SERVICIO DE CONSERVACIÓN DE SUELOS, DEPARTAMENTO DE
AGRICULTURA DE LOS E.U.A., 2ª Edición. México, Editorial Limusa, 1977.
MANUAL DE CONTROL DE EROSIÓN. Corpocaldas INVIAS. Manizales, 1995.
MANUAL DE ESTABILIZACIÓN Y REVEGETACIÓN DE TALUDES López J. C., Gráficas Arias Montano S.A.
Madrid 1999.
Manual de geología para ingenieros. Book. (20 Book Section). Duque Escobar, Gonzalo (2003)
Universidad Nacional de Colombia, Manizales
MANUAL DE INGENIERÍA DE TALUDES. Instituto Tecnológico Geominero de España. Graficas
Monterreina, S.A. Madrid, 1991.
Manual for Slope Protection. JAPAN ROAD ASSOCIATION (1984).
Manual para el Diseño de Diques de Corrección de Torrentes. ASSOCIAZIONE ITALIANA DI
IDRONOMIA. AIDI. Roma. Instituto Italo Latino Americano. 1983.
Manual para la evaluación del impacto socioeconómico y ambiental de los desastres CEPAL, 2003.
Mecánica de los suelos. Book. (15 Book Section). Duque Escobar, Gonzalo and Escobar Potes, Carlos
Enrique (2002) Universidad Nacional De Colombia.
Medio ambiente, mercado y Estado. Duque Escobar, Gonzalo (2014) La Patria, Manizales.
Metodología de evaluación de susceptibilidad y amenaza por fenómenos de deslizamiento, derrumbe,
caída de bloques, flujo de tierra y erosión. Valentina Tchemodanova. Sociedad Colombiana de
Geotecnia. Bogotá. 2000.
614
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
615
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Principios de Geología y Geotecnia para Ingenieros KRYNINE, D. and JUDD W. (1980). “Cap. 3: 3.17
Ed. Omega.
Procesos de Control y Vigilancia Forestal en la Región Pacífica y parte de la Región Andina de
Colombia. Book. Duque Escobar, Gonzalo and Moreno Orjuela, Rubén Darío and Ortiz Ortiz, Doralice
and Vela Murillo, Norma Patricia and Orozco Muños, José Miguel (2014) Carder- Corporación Aldea
Global, CARs Socias del Proyecto.
Procesos participativos de reconversión productiva. Duque Escobar, Gonzalo and Ortiz Ortiz, Doralice
and Moreno Orjuela, Rubén Darío (2012). Corporación Aldea Global.
Procesos, factores y causas de la inestabilidad de taludes y laderas. MONTERO, Juan
(1991).Universidad Nacional de Colombia, Bogotá D.C.
Programa de prevención sísmica para Medellín: estudio de la amenaza, zonificación, análisis y
vulnerabilidad sísmica para Medellín, PNUD- Universidad EAFIT. Medellín, 1994.
PROVINCIA AUTONOMA DI TRENTO. SERVIZIO AZIENDA SPECIALE DI SISTEMAZIONE MONTANA.
Relacione Sull’attivita Sualta Nel 1993. Trento, 1994.
Rainfall energy and its relationship to soil loss. WISCHMEIER, W. D. AND SMITH, D. D. (1958). Trans.
Amer. Geophysical Union 39 (2).
Red sismológica regional del Eje Cafetero (Viejo Caldas) y Tolima, ISSN 0123-9074, vol. 6, Número 1,
año 2001.
Relación entre la cantidad de lluvia y la ocurrencia de deslizamientos en la carretera Manizales -
Chinchiná". Jaime Alberto Llano García y Jhon Belisario Restrepo Rivera. Universidad Nacional de
Colombia Sede Manizales. Facultad de Ingeniería y Arquitectura. 2.000.
Relación entre la cantidad de lluvia y la ocurrencia de deslizamientos en la carretera Manizales - La
Pintada. Pablo Andrés García Arango y María Cecilia Echeverri Ramírez. Universidad Nacional de
Colombia Sede Manizales. Facultad de Ingeniería y Arquitectura. 2.000.
Relaciones lluvias – deslizamientos y zonificación geotécnica en la comuna dos de la ciudad de
Manizales. Juan David Arango Gartner. Universidad Nacional de Colombia. Facultad Nacional de Minas.
2.000.
Relaciones Lluvias Deslizamientos en la Ciudad de Manizales- Francisco José Cruz Prada. Revista SCIA
48 años. Manizales 2004.
Riesgo en zonas de montaña por laderas inestables y amenaza volcánica. Duque Escobar, Gonzalo
(1995) In: Curso Internacional sobre Microzonificación Sísmica- CISMID, Lima, Perú.
Riesgo en zonas de montaña por laderas inestables y amenaza volcánica. Duque Escobar, Gonzalo
(1995) In: VII Curso Internacional sobre Microzonificación y su Aplicación al Planeamiento Urbano para
la Mitigación de Desastres- CISMID, Lima, Perú.
Riesgo sísmico: los terremotos. Duque Escobar, Gonzalo (2007) In: III Foro Científico Colrosario 75
años - Área de Matemáticas, Agosto 22 de 2007, Neira, Caldas.
Riesgos para el agua en la ecorregión cafetera de Colombia. Duque Escobar, Gonzalo (2018)
Río Blanco como área de interés ambiental. Duque Escobar, Gonzalo (2018). Recopilación. Documento
SMP Manizales-UN de Colombia.
Seminario Internacional de Manejo Sanitario en Situaciones de Desastre Universidad Javeriana- OPS-
ACODAL- Ministerio de salud de Colombia. Melgar 1991.
616
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Sismos y volcanes en Colombia. Duque Escobar, Gonzalo (2010) Documento de trabajo. Universidad
Nacional de Colombia – Sede Manizales.
Slope stabilization and erosion control: A Bioengineering approach. MORGAN, R. P. C. and RICKSON,
R. J., (1995).
Suelos. Indicadores. Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, IDEAM, Colombia.
Temas de Ciencia, Tecnología, Innovación y Educación/ Duque Escobar, Gonzalo (2012),
Temas hidrogeológicos y ambientales afines, Gonzalo Duque Escobar. (Recopilación).
Túnel Manizales. Duque Escobar, Gonzalo and Duque Escobar, Eugenio (2010) In: XIII Congreso
Colombiano de Geotecnia, SCG – U.N. de Colombia, 21-24 de Sep 2010, Manizales.
UMBRA: la Ecorregión Cafetera en los Mundos de Samoga. Book. (5 Book Section). Duque-Escobar,
Gonzalo (2015). Museo Interactivo Samoga. Universidad Nacional de Colombia Sede Manizales.
Una política ambiental pública para Manizales, con gestión del riesgo por sismos, volcanes y laderas.
Duque Escobar, Gonzalo (2012) Foro Concejo de Manizales. Manizales, Colombia.
Una política ambiental pública para Manizales, con gestión del riesgo. Duque Escobar, Gonzalo (2012).
Documento de discusión. Manizales, Colombia.
Valoración de la Biodiversidad en la Ecorregión del Eje Cafetero. CIEBREG (2009). Pereira, Colombia.
Volcanoes of the world. Simkiin T., Siebert L., McClelland L., Bridge D., Newhall D., Latter J.H..
Smithsonian Institution, USA. 1968.
Vulnerabilidad de las laderas de Manizales. Duque Escobar, Gonzalo (2017) Presentación ante la
Comisión Cuarta del Concejo de Manizales, del Jueves 13 de Mayo de 2017.
Zonas de Reserva Forestal en Colombia. Unidad de Planeación Minero Energética - UPME
Zonas hidrogeológicas homogéneas de Colombia. Nelson Omar Vargas Martínez (2005). IDEAM
---
Fuentes de complemento
A Digital Books and Book Section U.N.. DUQUE-ESCOBAR, Gonzalo (2012) Textos digitales U. N. para
los cursos de contexto. U.N de Colombia, Sede Manizales.
A geographic approach of the global vulnerability in urban area: case of Manizales, Colombian Andes.
Anne-Catherine Chardon. GeoJournal. Vol. 49, No. 2, Urban hazards and risks: consequences of large
eruptions and earthquakes (1999).
Acecha El Niño fortalecido por el calentamiento global. DUQUE-ESCOBAR, Gonzalo (2014) La Patria.
Actividad de los volcanes colombianos. Volumen 1. Enero-Junio 1998. INGEOMINAS,
Acuerdo Climático: avance necesario pero insuficiente. Duque Escobar, Gonzalo (2018) [Objeto de
aprendizaje – Teaching Resource] U.N. de Colombia.
Agendas de Cambio Climático. Subregión Centro Sur – Caldas. UAM. Corpocaldas (2019).
617
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
618
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Biotecnología para no biotecnólogos. Montoya Castaño, Dolly and Sastoque Rivera, Luz Ángela, eds.
(2004)Cátedra Manuel Ancizar . Universidad Nacional de Colombia, Unibiblos, Bogotá. ISBN
9587014456
Bioturismo y ruralidad en la Ecorregión Cafetera. Duque Escobar, Gonzalo (2011). In: Paisaje Cultural
Cafetero: amenazas y oportunidades, Jueves 1° de Septiembre de 2011, Auditorio de Confamiliares de
Caldas.
Bosques para la Estabilidad del Medio Ambiente. Duque Escobar, Gonzalo (2007) Universidad Nacional
de Colombia – Sede Manizales.
Cambio Climático tendencias en la segunda mitad del siglo XX y escenarios posibles para el siglo
XXI. José Daniel Pabón Caicedo. U.N de Col. Rev. Acad. Col. Cienc. 36.
Cambio climático y seguridad alimentaria y nutricional América Latina y el Caribe. ONU para la
Alimentación y la Agricultura. Santiago, 2018.
Cambio climático y pasivos ambientales del modelo urbano. Duque E., Gonzalo (2017)
Cambio climático y pobreza. Gustavo Wilches-Chaux (2008) Programa Conjunto de Integración de
ecosistemas y adaptación al cambio climático.
Cambio climático y sustentabilidad del territorio. Duque Escobar, Gonzalo (2019) Documentación. La
Patria, Manizales.
Capítulos virtuales para la enseñanza de las Ciencias de la Tierra y el Espacio. Vallejo Velásquez, Juan
Carlos (2015) Maestría thesis, Universidad Nacional de Colombia - Sede Manizales.
Caracterización climatológica, hidrológica e hidráulica de la cuenca del río Chinchiná. Fundación
Profesional para el Manejo Integral del Agua – PROAGUA. TOMO II. Convenio C087 – 2004 –
CORPOCALDAS–PROAGUA. Manizales, Diciembre 2005.
Caracterización de las Amenazas Naturales. Organización Panamericana de la Salud, 2005.
Carta Encíclica Laudato Si’ del Santo Padre Francisco sobre El cuidado de la casa común. Roma, Mayo
de 2015.
Centre International d'Etude des Risques Naturels en http://www.risques-naturels.org
Ciencia, tecnología y ruralidad en el POT de Caldas. Duque Escobar, Gonzalo (2013) In: Instalación del
Comité Regional de Ordenamiento Territorial de Caldas, Agosto 20 de 2013, Gobernación de Caldas.
Ciencias naturales y CTS. Duque Escobar, Gonzalo (2006) In: Primer Encuentro de Formación de
Maestros Ondas, Junio de 2006, Manizales.
Clima andino y café en Colombia. Álvaro Jaramillo-Robledo. FNC- Cenicafé. Colombia. 2005.
Climate change during the Early Paleogene in the Bogotá Basin (Colombia) inferred from paleosol
carbon isotope stratigraphy, major oxides, and environmental magnetism. Sara Morón ; David L. Fox;
Joshua M. Feinberg; Carlos Jaramillo; German Bayona; Camilo Montes; Jonathan I. Bloch (2013)
Journal Homepage: www.elsevier.com/locate/palaeo
Climate Forecasting and its physical and social implications. Bruce Denness. Investigación de
deslizamientos en la red vial nacional. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá. 1988.
Colombia anfibia, IAVH (2015) Publicación del componente de Humedales del proyecto Insumos
Técnicos para la Delimitación de Ecosistemas Estratégicos de Colombia.
Colombia biodiversa: potencialidades y desafíos. Duque Escobar, Gonzalo (2017). La Patria. Manizales.
619
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Colombia: el gris panorama de los bosques de niebla en Cundinamarca. Mongabay Latam / Fernanda
Sánchez Jaramillo (2017). El Espectador.
Colombia Rural - Razones para la esperanza. Informe Nacional de Desarrollo Humano 2011., Programa
De Las Naciones Unidas Para El Desarrollo (PNUD),
Colombia, país de humedales amenazados. Duque Escobar, Gonzalo (2016) La Patria, Manizales,
Colombia.
Colombia. Juan Santiago Eliseo Reclus. Bogotá. 1853. (Biblioteca Luis Angel Arango).
Colombia: ¿muere el país rural? Duque Escobar, Gonzalo (2019) Documentación. La Patria, Manizales.
Colombia: Circunstancias Nacionales: descripción de las características ambientales, sociales y
económicas del país. TOMO II Cap 1, IDEAM. Mauricio Cabrera Leal, Martha Duarte Ortega, Pedro
Simón Lamprea Quiroga, Ricardo José Lozano Picòn, Giampiero Renzoni,
Complejidad ambiental: propuestas éticas emergentes del pensamiento ambiental latinoamericano.
Noguera de Echeverri, Ana Patricia (2008) Gestión y Ambiente; Vol. 10, núm. 1 (2007); 05-30 Gestión
y Ambiente; Vol. 10, núm. 1 (2007); 05-30 2357-5905 0124-177X.
Conference on Volcanoes. Kagoshima Internacional. Japan. 1988.
Conflictos de Uso del Territorio Colombiano”. Instituto Geográfico Agustín Codazzi IGAC (coordinador)
(2012), MADR, INCODER, CORPOICA, IDEAM, INGEOMINAS.
Conservación de suelos. FOURMIER, F. Madrid, Consejo de Europa. Ediciones Mundi Prensa. 1975.
Construyendo el territorio UMBRA. Duque Escobar, Gonzalo and Torres Arango, Claudia (2018) [Objeto
de aprendizaje – Teaching Resource] U.N. de Colombia
COP 23, la cumbre del clima en Bonn. DUQUE-ESCOBAR, Gonzalo (2017). La Patria.
COP21, un reto social y político a nivel global. Duque Escobar, Gonzalo (2015) La Patria, Manizales,
Caldas, Colombia.
Corrientes naturales intervenciones y condiciones ecológicas. Ríos Rojas, Liliana and Vélez Upegui,
Jaime Ignacio (2004) In: Seminario Internacional sobre Eventos Extremos Mínimos en Regímenes de
Caudales: Diagnóstico, Modelamiento y Análisis. Medellín, Colombia.
Corrupción y clientelismo: incultura cívica. Duque Escobar, Gonzalo (2017) Universidad Nacional de
Colombia. La Patria. Manizales.
Costa Pacífica, Amenaza y Riesgo sísmico. Hans Jurgen Meyer y Andrés Velásquez. OSSO. Desastres &
Sociedad. Nº1. La Red. 1993.
Crónicas de un desastre. Huracanes George y Mich. OPS/ DIRN. Washington, D.C. 1999.
CRQ- DNPAD- Universidad del Quindío et al. III Conferencia colombiana de geología ambiental.
Armenia 1994.
De la evaluación de amenazas al control de riesgos – la Estadística y las catástrofes naturales. XVII
Simposio de Estadística. Hansjürgen Meyer. OSSO. 2007.
De terremotos, derrumbes e inundaciones. Lungo, Mario; Baires, Sonia. Red y Fundes. San Salvador.
1996.
Desafíos del Complejo Volcánico Ruiz – Tolima. Duque Escobar, Gonzalo (2013) [Teaching Resource]
U.N. de Colombia.
620
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Desarrollo energético y clima salvaje. Duque Escobar, Gonzalo (2015). La Patria. Manizales.
Desastre y riesgo: actores sociales en la reconstrucción de Armero y Chinchiná [reseña]. María del
Rosario Saavedra- Editorial CINEP, Santafé de Bogotá, 1996.
Desastres & Sociedad. MEYER, Hans Jurgen y VELÁSQUEZ, Andrés. Costa Pacífica, Amenaza y Riesgo
sísmico. OSSO. Nº1. La Red. 1993.
Desastres de origen natural en Colombia 1979 – 2004. HERMELIN, Michel, Editor. ISBN 958 8173-89-
2. Medellín, 2005.
Desastres naturales y antrópicos, consecuencias legales. Eduardo Enrique Mejía Lemus. (2000)
Monografías.
Desastres y Desarrollo: Hacia un Entendimiento de las Formas de Construcción Social de un Desastre,
El Caso del Huracán Mitch en Centroamérica. Red de estudios sociales en Prevención de Desastres en
América Latina. Panamá. 2000.
Determinando los efectos del cambio climático y del cambio en usos del suelo en la Macro Cuenca
Magdalena Cauca. Arboleda Obando, Pedro Felipe (2018) Maestría thesis, Universidad Nacional de
Colombia, Bogotá.
Dispersión Urbana y Oferta Hídrica en el Eje Cafetero Colombiano. Juan L. González, Julián Galeano M.
y Julio Cañón B. (2012) Gestión y Ambiente, Vol 15, N 2.
Diversidad florística y estructura de remanentes de bosque andino en la zona de amortiguación del
parque nacional natural los nevados, cordillera central colombiana. Franco, Marcela and Betancur, Julio
and Franco, Pilar (2010) - Caldasia; Vol. 32, núm. 1 (2010)
Ecorregión Cafetera y Bioturismo. Duque-Escobar, Gonzalo (2019) In: II Encuentro Nacional en Torno
al Bahareque, Agosto 17 y 18 de 2019, Pijao, Quindío.
Ecorregión Eje Cafetero: un territorio de oportunidades. Gladys Rodríguez Pérez, Oscar Arango Gaviria,
Bernardo Meza Mejía, Cesar Augusto, Mora Arias, Luz Elena Hernández Heredia, Francisco Uribe
Gómez (2002). Corporación ALMA MATER- CARDER
Ecuaciones general y particulares para el cálculo de la pendiente crítica límite de canales abiertos.
Marbello Pérez, Ramiro Vicente and Álvarez Laínez, Alexandra María (2006). In: XVII Seminario
Nacional Hidráulica e Hidrología: Conocimiento e ingeniería para la conservación y aprovechamiento
del agua, 15-16 de septiembre, Popayán, Colombia.
Efecto del tiempo de uso en las condiciones físicas del suelo andino en el departamento de Nariño,
Colombia. Volverás, Belisario and Amézquita Collazos, Edgar and Táfur, Harold (2007) Acta
Agronómica, 56 (1). pp. 29-36. ISSN 2323-0118.
El cambio climático como factor transformador del territorio. Alarcón Hincapié, Juan Carlos (2017).
Doctorado Thesis, Universidad Nacional de Colombia. Bogotá.
El conceptuario de la sostenibilidad. Gustavo Wilches-Chaux (2013) UNCRD.
El desastre de Armero a los 30 años de la erupción del Ruiz. Duque Escobar, Gonzalo (2015) In: U.N.
de Colombia. Curso de Contexto CTS, Noviembre 11 de 2015, Auditorio Juan Hurtado.
El Enos, el clima dominicano y las sequías meteorológicas. Antonio Cocco Quezada. República
Dominicana. 2001.
El Estado y la función del suelo urbano en Manizales. Duque Escobar, Gonzalo (2014). Manizales. La
Patria.
621
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
622
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
El territorio del río Grande de la Magdalena. Duque Escobar, Gonzalo (2018) [Objeto de aprendizaje –
Teaching Resource] U.N. de Colombia
El tortuoso camino de los acuerdos climáticos. DUQUE-ESCOBAR, Gonzalo (2014) La Patria. Manizales.
Elementos para la construcción de una visión estructurada del desarrollo de Caldas. Duque Escobar,
Gonzalo (2014). Sociedad de Mejoras Públicas de Manizales, Manizales, Colombia.
Espacio y territorios: razón, pasión e imaginarios. Varios autores. Centro Editorial Facultad de Ciencias
Humanas (2010) Caleidoscopio de acercamientos hacia lo espacial y territorial, UN de Colombia
Estimación de Indicadores de sequía para determinar escenarios de cambio climático en la jurisdicción
de Corpocaldas. GOTTA Ingeniería SAS. (2017) Subdirección de Planificación Ambiental, Corpocaldas.
Estimación del factor de erosividad de la lluvia en Colombia. Pérez Arango, Juan David and Mesa
Sánchez, Óscar José (2002) In: XV Seminario Nacional de Hidráulica e Hidrología, 29-31 de agosto,
Medellín, Colombia.
Estimación hidrológica bajo escenarios de cambio climático en Colombia. Acevedo Aristizabal, Lina
Alexandra (2009) Universidad Nacional de Colombia.
Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres Las Américas. EIRD. Informa - América Latina
y el Caribe Número 9, 2004.
Estudio de la Amenaza por Tsunami y Gestión del Riesgo en el Litoral Pacífico Colombiano. Centro de
Investigaciones Oceanográficas e Hidrográficas del Pacífico. Dimar-CCCP. 2013.
Estudio de la Subcuenca del Río Chinchiná. Geología, Geomorfología, Hidrología y Clima. SODEIC
Limitada. Santafé de Bogotá, 1988.
Estudio del terreno y obras correctivas en el sitio de El Cune municipio de Villeta Cundinamarca, con
aplicación del método observacional. Palomino S., César A. (2011. Maestría thesis, Universidad
Nacional de Colombia.
Estudio Nacional del Agua. ENA 2014. Instituto de Hidrología, Meteorología y. Estudios Ambientales.
IDEAM.
Etnia, región y nación: El fluctuante discurso de la identidad. Jorge Orlando Melo. (Notas para un
debate) ensayos, comentarios y reseñas sobre Colombia. Historia, Política y Cultura. Bogotá, 1992.
Evaluación de la Amenaza Sísmica de Colombia mediante análisis de valores extremos históricos.
Garzón Casares, Pablo Antonio (2011). Universidad Nacional de Colombia.
Fenómenos geodinámicos: estudio y medidas de tratamiento. Juvenal Medina Rengifo. Tecnología
Intermedia ITDG, Perú. 1991.
Fertilidad de suelos en plantaciones forestales del trópico colombiano. Rojas Restrepo, José Julián
(2015) Maestría thesis, Universidad Nacional de Colombia - Sede Medellín.
Field guides for excursions to the Nevado del Ruiz Volcano and to the Romeral Fault System
(Colombia), in the frame of the Neotectonics of arc-continent collision concepts. Carlos A. Vargas, Paul
Mann and Carlos Borrero (2011) Earth Sciences Research Journal. U.N. de C.
Fisiografía y geodinámica de los Andes de Colombia. Duque Escobar, Gonzalo and Duque Escobar,
Eugenio (2016) [Objeto de aprendizaje – Teaching Resource] U.N. de Colombia.
Generación de presión de poros en procesos cíclicos no drenados. Chaves Agudelo, Julián Fernando
(2011) Maestría thesis, Universidad Nacional de Colombia.
623
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Geomecánica de las laderas de Manizales. Duque Escobar, Gonzalo and Duque Escobar, Eugenio and
Murillo López, Cristina (2009) In: Foro: Gestión del riesgo 13-08-2009, Manizales.
Geomorfología volcánica, actividad reciente y clasificación reciente. Robertson, Kim; Flórez, Antonio;
Ceballos, Jorge Luis. Universidad Nacional de Colombia & IDEAM. Bogotá. 2002.
Gestión ambiental del riesgo en el territorio. Duque Escobar, Gonzalo (2018) [Objeto de aprendizaje –
Teaching Resource] U.N. de Colombia
Gestión de riesgo de desastres. Banco Interamericano de Desarrollo (2007).
Gestión frente al cambio climático en la Ecorregión Eje Cafetero. SECRETARIA TECNICA (2014) Nodo
Regional de Cambio Climático Ecorregión Eje Cafetero.
Gestión integral del riesgo, caso Manizales. 2012. DUQUE ESCOBAR, Gonzalo. U.N. de Colombia.
Gobernanza forestal para la ecorregión andina. Duque Escobar, Gonzalo (2014) Documento UN-SMP
Gonzalo Duque Escobar.
Guía astronómica. Duque Escobar, Gonzalo (2017) Universidad Nacional de Colombia.
Guía comunitaria para la gestión del riesgo de desastres, Contenido y asesoría técnica: Claudia Coca G,
Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, Colombia, 2013.
Hidro-Ituango: una lectura a la crisis. Duque Escobar, Gonzalo (2018) Documento de discusión.
Historia del Clima de la Tierra. Antón Uriarte Cantilla. España, 2003.
Huracanes y terremotos acechan. Duque Escobar, Gonzalo (2017) Razón Pública. Bogotá.
Implementación del sistema nacional de información para la gestión del riesgo de desastres. Vigencia
2015-2018. UNGRD. Colombia.
Indicadores de sequías. Yurisbel Gallardo Ballat y Oscar Brown Manrique. Universidad de Ciego de
Ávila. Cuba.
Indicators for Disaster Risk Management.Allan Lavell. Information and Indicators Program for Disaster
Risk Management. IADB - ECLAC – IDEA. Colombia. 2003.
Índice de Gestión de Riesgos para América Latina y El Caribe. Inform-LAC 2018.
Índice Potencial de Inundación (IPI). Santodomingo J.. Venezuela. (2006). Estado Bolívar-Venezuela".
Trabajo Publicado en: www.Ilustrados.com y www.monografias.com
Inestabilidad de laderas en el trópico andino – Caso Manizales. DUQUE-ESCOBAR, Gonzalo (2012) In:
Aplicación de técnicas cartográficas y topográficas al análisis de terrenos con problemáticas
geoambientales. Programa de Ingeniería Ambiental., 24 de mayo de 2012, Universidad Católica de
Manizales.
Informe nacional de calidad del agua para consumo humano. INCA 2017. BOGOTÁ, D.C. Marzo de
2019. Ministerio de Salud y Protección Social.
Ingeniería Sísmica. Sarria Molina, Alberto. Universidad de los Andes. ECOE ediciones, Ediciones
UNIANDES, Bogotá 1995.
Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, Ideam, Colombia.
Isaac Newton. Duque Escobar, Gonzalo (2009) In: Universidad Nacional de Colombia. Curso de
Contexto en Astronomía.
624
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
La catástrofe del eje cafetero en un país sin memoria. Rosario Saavedra y Gonzalo Duque Escobar.
Revista Cien Días Nº43. CINEP. Bogotá. 1999.
La conurbación: rizoma urbano y hecho ambiental complejo. Moreno Jaramillo, Cecilia Inés (2008) In:
VII Seminario Nacional de Investigación Urbano-Regional de ACIUR: Diversidad y Desigualdad en los
Territorios Contemporáneos, 5-7 Marzo 2008, Medellín, Colombia.
La economía azul como modelo de sustentabilidad para estados costeros. Ivanova, Antonina; Cariño
Olvera, Martha Micheline; Monteforte-Sánchez, Mario; Ramírez Ivanova, Ekaterine A.; Domínguez,
Wendi (2017). Sociedad y Ambiente, núm. 14, El Colegio de la Frontera Sur Campeche, México.
La economía azul en la esfera de la producción. Duque Escobar, Gonzalo (2019) Documentación.
Museo Interactivo Samoga, Manizales.
La encrucijada ambiental de Manizales. Duque Escobar, Gonzalo (2017) Razón Pública. Bogotá.
La gestión ambiental en Colombia, 1994-2014: ¿un esfuerzo insostenible? Ernesto Guhl N y Pablo
Leyva (2015). FESCOL-FNA. Bogotá.
La gestión del riesgo sísmico en la planeación urbana, Henry A. Peralta Buriticá (2007) OSSO - U.del V.
Cali.
La gestión del riesgo: del deber de la esperanza a la obligación del milagro. Gustavo Wilches-Chaux
(2012) In: Perspectivas de investigación y acción frente al cambio climático en Latinoamérica.
Desastres y Sociedad. XX Aniversario de LA RED.
LA GRAN CUENCA DEL ORINOCO. Domínguez, Camilo (1998) In: Colombia Orinoco. Fondo FEN
Colombia.
La hidroclimatología de Colombia: una síntesis desde la escala inter-decadal hasta la escala diurna. G
Poveda - Rev. Acad. Colomb. Cienc, 2004.
La historia del Cerro Sancancio. Duque Escobar, Gonzalo (2017) Especial para la Revista Eje 21.
Manizales, 23-04-2017. Titulo para el Editorial: Sancancio, el cerro tutelar como AIA de Manizales.
La Inestable Tierra. Basil Booth, Frank Fitch. Salvat Ed. Barcelona. 1986.
La Luna. Duque Escobar, Gonzalo (2009) Observatorio Astronómico de Manizales. [Objeto de
aprendizaje] U.N. de Colombia.
La neotectónica regional del territorio colombiano y su relación con algunas amenazas geológicas. Jean
Francois Toussaint.. III conferencia colombiana de geología ambiental. Armenia 1994.
La Región Andina en la geopolítica de los recursos estratégicos. Rojas, Diana Marcela (2015) Análisis
Político, 28 (83). pp. 88-107. ISSN 0121-4705.
Las avenidas torrenciales: una amenaza potencial en el Valle de Aburra. Caballero Acosta, Humberto
(2011) Gestión y Ambiente, 14 (3). pp. 45-50. ISSN 0124-177X
Las Cuatro Estaciones para reflexionar sobre cambio climático. DUQUE ESCOBAR, Gonzalo. (2011).
Las nuevas funciones del espacio rural. Zuluaga Sánchez, Gloria Patricia (2000) In: Enfoques y
metodologías sobre el hábitat: memorias de experiencia pedagógica. Ensayos Forhum (15). U. N.l de
Colombia, Sede Medellín, Centro de Estudios del Hábitat Popular - CEHAP, Medellín,
Las Sequías históricas de México. Virginia García Acosta. CIESAS. Desastres & Sociedad. Nº1. La Red.
19930.
625
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Los climas de las tierras del Pacífico Colombiano. Glenn T. Trewartha. REVISTA DE LA ACADEMIA DE
CIENCIAS GEOGRÁFICAS. Volumen XXIX - Bogotá, 1975 - Número 107.
Los conflictos de uso de las tierras en Colombia. IGAC, CORPOICA, 2001
Los desastres no son naturales. CARDONA, Omar Darío (1993).
Los Desastres no son Naturales. Wilches Chaux, Gustavo (1993) “La Vulnerabilidad Global”. En
Maskrey, A. (ed.) La Red. Tercer Mundo,
Los espacios hidráulicos en un paisaje andino. Chandia-Jaure, Rosa (2017) Un modelo técnico de
adaptación local. Bitácora Urbano Territorial, 27 (3). pp. 51-60. ISSN 2027-145X
Manizales, por la senda verde. Duque Escobar, Gonzalo (2017) [Objeto de aprendizaje] U.N. de
Colombia.
Manizales: El futuro de la ciudad. Duque Escobar, Gonzalo (2015) In: Cátedra de Historia Regional de
Manizales “Bernardo Arias Trujillo”. Universidad de Caldas, pp. 533-560.
Marco conceptual de la Misión para la Transformación del Campo, José Antonio Ocampo – Jefe de
Misión, Bogotá D.C., Octubre de 2014
Más espacio y oportunidades para el ciudadano. Duque Escobar, Gonzalo (2018) Universidad Nacional
de Colombia – Sede Manizales.
Mecánica de rocas: teoría de elasticidad y elementos finitos. CORREA ARROYAVE, Álvaro de J. 1992.
Universidad Nacional de Colombia. Bogotá.
Medidas de adaptación y mitigación frente al cambio climático en América Latina y el Caribe. Luis
Sánchez y Orlando Reyes (2015). Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Medio ambiente y plan de desarrollo municipal. Michel Hermelín. SNPAD de Colombia. Bogotá. 1993.
Metodología para el cálculo de la humedad del suelo usando parámetros topográficos (MDE) climáticos
y edáficos en un sector del piedemonte depositacional del municipio de Villavicencio, Leiva Gutiérrez,
Nancy (2012). Maestría thesis, Universidad Nacional de Colombia.
Métodos para determinar la recarga de acuíferos. Vélez Otálvaro, María Victoria and Vásquez Ariza,
Lina María (2004) In: Primer Congreso Colombiano de Hidrogeología, Medellín, Colombia. (Enviado)
Meteorología, socioeconomía y gestión del riesgo de desastres del evento El Niño-Oscilación del Sur en
Colombia. Rubén Azcárate and Angélica Mejía-Fajardo (2016). Universidad de Bogotá Jorge Tadeo
Lozano y Comisión Colombiana del Océano. Bogotá, Colombia.
Microzonificación Sísmica de la Ciudad de Manizales, CIMOC -Alcaldía de Manizales, 2002.
Mineralogía. FONT-ALTABA, M. Editorial Marabout Université. Bélgica, 1965.
Minería en América Latina y el Caribe, un enfoque socioambiental. Rev. U.D.C.A Act. & Div. Cient.
21(2):617-637, Julio-Diciembre, 2018.
Minería en Colombia: ¿a qué precio? Ana Vicente, Neil Martin, Daniel James, Slee, Moira Birss, Sylvain
Lefebvre, Bianca BauerPBI Colombia. Boletín informativo no 18. Noviembre de 2011. Ed. Códice Ltda.
Minería en Colombia: derechos, políticas públicas y gobernanza. Luis Jorge Garay Salamanca (Director)
Contraloría General de la República. Mayo 2013
Minería y competitividad Internacional en América. Fernando Sánchez Albavera y Jeannette Lardé.
Cepal, Chile 2006.
626
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
627
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
628
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Propagación de olas e inundación por tsunami: análisis numérico de una solución. Mario Andrés Yandar
Lobón. Universidad Nacional de Colombia Bogotá, Colombia. 2015.
Propuesta de técnica para la determinación del comportamiento del terreno en excavaciones
subterráneas con base en un túnel exploratorio: Caso túnel de la línea. Pérez Pérez, Diana Marcela
(2012) Maestría thesis, Universidad Nacional de Colombia, Sede Medellín.
Propuesta didáctica para la enseñanza del concepto de volcanes y sus amenazas. Gil Cifuentes, Paola
Carolina (2012) Maestría thesis, Universidad Nacional de Colombia.
Propuesta metodológica para la evaluación de impacto ambiental en Colombia. Martínez Prada, Renson
Jesús (2010) Maestría thesis, Universidad Nacional de Colombia.
Propuesta Metodológica para los Análisis de Vulnerabilidad. Cardona, Omar Darío; Hurtado, Jorge
Eduardo. Informe de Consultoría Proyecto UNDRO/ACDI/ONAD para la Mitigación de Riesgos en
Colombia. Inédito. Cali, 1990.
Quaternary eruptive history and hazard-zone model at Nevado del Tolima and Cerro Machin volcanoes,
Colombia. Thouret, Jean-Claude; Cantagrel, J-M; Robin, C.; Murcia, A.; Salinas, R.; Cepeda, H. Journal
of volcanology and geothermal research. Medellín. 1995.
¿Qué es Adaptación al Cambio Climático?. CARE Internacional. Documentos sobre Cambio Climático.
[Disponible online]. U.N, de Colombia Sede Manizales.
Química de los procesos pedogenéticos. Zapata Hernández, Raul Darío (2006) Universidad Nacional de
Colombia. Sede Medellín, Medellín. ISBN 9583398667
Radiación Solar. IDEAM.
Recopilación histórica y análisis climatológico de eventos de granizada ocurridos sobre Bogotá y su
relación con el cambio climático global. Cepeda Arias, Edisson Ramiro (2010. Maestría thesis,
Universidad Nacional de Colombia.
Reflexiones sobre el POT de Manizales. Duque Escobar, Gonzalo (2016). La Patria, Manizales,
Colombia.
Relaciones entre vivienda, ambiente y hábitat. Moreno Jaramillo, Cecilia Inés (2002) In: Catedra La
Vivienda y El Hábitat Sostenible, 9-10 Diciembre 2002, Bogotá, Colombia.
Relaciones lluvias – deslizamientos y zonificación geotécnica en la comuna dos de la ciudad de
Manizales. Juan David Arango Gartner. (2000) U.N. de Colombia. Facultad Nacional de Minas.
Relaciones ONG y Estado en Desarrollo Sostenible Carmen Candelo, Eloy Corrales, Absalón Machado y
Carlos Salgado.. Seminario Taller Internacional. CINEP-IICA. Bogotá. 1995.
Responsabilidad patrimonial del estado por infracciones al Derecho Comunitario Andino. Archila
Cárdenas, Tatiana Ivonne (2015) Maestría thesis, Universidad Nacional de Colombia - Sede Bogotá.
Retrospectiva histórica de la minería en Marmato. Duque Escobar, Gonzalo (2012) PNC Periódico de la
Policía Nacional de Colombia (nº 9).
Riesgos ambientales: Apuntes para una nueva perspectiva desde la construcción social del espacio.
Mendoza Peñuela, Carolina; Sánchez Calderón, Fabio Vladimir Universidad Nacional de Colombia.
Bogotá, 2004.
Riesgos para el agua en la ecorregión cafetera de Colombia. Duque Escobar, Gonzalo (2018)
Río Blanco como área de interés ambiental. Duque Escobar, Gonzalo (2018). Recopilación. Documento
SMP Manizales-UN de Colombia.
629
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Río Blanco, cuna de vida… Duque Escobar, Gonzalo (2018) In: II Encuentro Internacional de Paisajes
Culturales, Octubre 17, 18 y 19 de 2018., Centro Cultural Banco de La República – Manizales.
Río Blanco: el legado de Conrado Gómez Gómez. Duque Escobar, Gonzalo (2017) La Patria.
Rocas con afinidad adakitica al sur-este de Manizales: rasgos petrogenéticos y geoquímicos. Luz Mary
Toro Toro; Mauricio Alvarán-Echeverri; Carlos Alberto Borrero-Peña. (2008) Earth Sciences Research
Journal (ESRJ) www.scielo.unal.edu.co
Señales de cambio climático en series de lluvia en Antioquia. Cantor Gómez, Diana and Ochoa
Jaramillo, Andrés (2011). In: IX Congreso Colombiano de Meteorología, 23-25 de Marzo, Bogotá D.C.,
Colombia.
Simulaciones numéricas de propagación de tsunami para la costa pacífica de Colombia. Jhon Henry
Caicedo, Bruno Martinelli, Hansjürgen Meyer, Julián Augusto Reyna M. (1994). Universidad del Valle,
OSSO; Cuerpo Suizo de Socorro; Centro de Control de Contaminación del Pacífico -CCCP, DIMAR,
Armada de la República de Colombia.
Sismo, bahareque y laderas. Duque Escobar, Gonzalo (1999) [Objeto de aprendizaje] U.N de
Colombia.
Sismos y volcanes en Colombia. Duque Escobar, Gonzalo (2010) Documento de trabajo. Universidad
Nacional de Colombia – Sede Manizales.
Sistema Nacional para la Prevención y Atención de Desastres, República de Colombia.
Sistematización de Experiencias y Estrategias de los PAI de la cuenca del río Guarinó y la Charca de
Guarinocito. Vela Murillo, Norma Patricia and Duque Escobar, Gonzalo and Ortiz Ortiz, Doralice (2012)
Editorial Blanecolor Ltda., Manizales, Colombia.
Sociedad y Medio Ambiente. Subregión 1 en Risaralda. O. Arango; C.A. Caro; F. Maldonado; M. Pabón;
P. Pineda; G. Rodríguez; V. Zuluaga.. Carder-Facultad de Ciencias ambientales. UTP. Pereira. 1998.
Sol, clima y calentamiento global, Duque Escobar, Gonzalo (2014). La Patria.
Stratigraphy and quaternary eruptive history of the Ruiz-Tolima volcanic massif, Colombia. Thouret,
Jean-Claude; Murcia, A; Salinas, R; Parra, E; Cantagrel, Jean-Marie. Symposium international
géodynamique andine. Paris, 1990.
Subregiones del departamento de Caldas: Perfiles. Duque Escobar, Gonzalo (2016) In: Bases para el
Plan de Desarrollo de Caldas 2016-2019. Secretaría de Planeación de Caldas. Manizales, Colombia.
Terremotos en el occidente colombiano. Duque Escobar, Gonzalo (2019). Documento de trabajo. La
Patria.
Territorio y Región: Caldas en la Ecorregión Cafetera. Duque Escobar, Gonzalo (2014) In: Celebración
de los 102 años de fundación de la SMP de Manizales, Junio 27 y 28 de 2014, Auditorio José Restrepo
Restrepo de la SMP, Manizales
Textos “verdes”. Gonzalo Duque-Escobar. Recopilación de documentos U.N.
Tipos de Ecosistemas. Región Andina. Ministerio del Medio Ambiente. Colombia.
Topología de áreas no polarizadas. Ángel Ignacio Ortiz y Mario G. Rodríguez. Análisis Geográficos.
IGAC. Bogotá. 1984.
Tribugá: ¿es posible el desarrollo sostenible? Duque Escobar, Gonzalo (2019) Documento de
discusión. Razón Pública, Bogotá, Colombia.
630
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
Túnel Manizales. Duque Escobar, Gonzalo and Duque Escobar, Eugenio (2010) In: XIII Congreso
Colombiano de Geotecnia, SCG – U.N. de Colombia. 21-24 de Sep 2010, Manizales.
Un canal bioceánico por el Chocó biogeográfico. Duque Escobar, Gonzalo (2018) In: I Seminario-Taller
Internacional sobre el Canal Interoceánico del Chocó, Julio 30 y 31 y Agosto 1 de 2018, Universidad
Tecnológica de Chocó, Quibdó.
Un contexto para el puerto de aguas profundas en Tribugá, Colombia. Duque Escobar, Gonzalo (2007)
In: Concejo Municipal de Manizales. Documento U.N. de Colombia-SMP Manizales. Manizales, Caldas,
Colombia.
Un país con grandes retos ambientales. Duque Escobar, Gonzalo (2019). Museo Interactivo Samoga,
Manizales.
Un Plan de Acción para encausar el megaproyecto San José. Duque Escobar, Gonzalo (2019) In:
Cabildo Abierto de la Comuna de San José, Domingo 6 de Octubre de 2019. Colegio de la Divina
Providencia. Manizales.
Un SOS por la bambusa guadua. Duque Escobar, Gonzalo (2014) La Patria.
Una política ambiental pública para Manizales, con gestión del riesgo por sismos, volcanes y laderas.
Duque Escobar, Gonzalo (2012) Foro Concejo de Manizales. Manizales, Colombia.
Vías lentas en el corazón del Paisaje Cultural Cafetero. Duque Escobar, Gonzalo (2011) Semanario El
Andino. Manizales, Colombia.
Vida y desarrollo para el territorio del Atrato. Duque Escobar, Gonzalo (2017) La Patria, Manizales.
Visión retrospectiva y prospectiva del desarrollo regional. Duque Escobar, Gonzalo (2010) In: Primer
Foro Latinoamericano de Historia y Cultura de un Continente, 25 y 26 de Noviembre de 2010.,
Universidad Nacional de Colombia Sede Manizales.
Volcanoes of the world. Simkiin T., Siebert L., McClelland L., Bridge D., Newhall D., Latter J.H..
Smithsonian Institution, USA. 1968.
Vulnerabilidad: El Entorno Social, Político y Económico de los Desastres. Blaikie, Piers et al. (1996) La
Red. IT Perú. Tercer Mundo Editores, Colombia.
Zonas hidrogeológicas homogéneas de Colombia. Nelson Omar Vargas Martínez (2005). IDEAM
Zonificación Hidrográfica para Colombia. Fernando Salazar Holguín (2007) IDEAM.
***
631
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
CONTENIDO
632
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
TAGS: Trópico Andino, Ecorregión Cafetera - Colombia, Región Andina, Medio ambiente en Colombia, Ecología, Estructura ecológica del
territorio, Conflictos socio-ambientales en Colombia, Gobernanza forestal en Colombia, Deforestación en Colombia, Ingeniería del suelo,
Mecánica de suelos, Control de la erosión, geofísica, Estabilidad de laderas, Estabilización de suelos, Corrección de cauces torrenciales, Clima
bimodal, Taludes y laderas, procesos denudativos, modelado del relieve, Estructuras de contención, Mecáni ca de rocas, Geomecánica,
Geotecnia, Geología, Hidrotecnia, Agrología, Agua y clima - Colombia, Oferta hídrica - Colombia, Perfil ambiental de Manizales – Colombia;
Contaminación hídrica, Problemas ambientales, Dinámicas del clima andino - Colombia, Minería y deforestación, Humedales – Colombia,
Amenaza sísmica - Manizales (Colombia), Amenaza por deslizamiento - (Colombia), Susceptibilidad a los movimientos de laderas, Vulnerabilidad
a los desastres - Manizales, Sistemas de prevención de desastres naturales - Colombia, Gestión Integral de Riesgo de Desastres, Sobretasa
ambiental; Método observacional, Plusvalía urbana; huella hídrica, Ordenamiento territorial, Desastres, El ENSO, El Niño y La Niña, Huella de
carbono, Huella hídrica, Bosque de niebla, Clima andino, Trópico andino, Riesgo sísmico, Riesgo volcánico, Sequías e inundaciones, Orinoquía y
Amazonía, El agua en Colombia, Huracanes y Terremotos, Riesgo sísmico: los terremotos, Conflicto ambiental en la Reserva de Río Blanco,
Chocó biogeográfico, Páramos en Colombia, Colombia biodiversa, Reflexiones sobre el POT de Manizales, La planificación en la gestión del
riesgo, Cultura de adaptación al cambio climático, Geomorfología, Geomecánica, Áreas de interés ambiental en Colombia, La deforestación en
Colombia, Bosques en la cultura del agua, Manual de geología para ingenieros, Geotecnia para el trópico andino; Paisaje Cultural Cafetero,
Aguas subterráneas y aguas superficiales; El territorio del río Grande de la Magdalena, Bioturismo y adaptación ambiental, Agua, ordenamiento
territorial y desastres, Sismo, bahareque y ladera, El bosque andino, la selva tropical; Sol, clima y calentamiento global, Clasificación de
KÖPPEN; Terzaghi y Peck, Mohr–Coulomb, Reserva Forestal Protectora de Río Blanco, Cambio climático en Colombia, Adaptación al cambio
climático, heladas en Colombia, Carlos Enrique Escobar Potes, Gonzalo Duque-Escobar, Universidad Nacional de Colombia,
...
633
Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
MANIZALES, 2017
http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
CONTENIDO: PDF (Presentación y Contenido) ; PDF (Capítulo 1 : Geotecnia) ; PDF (Capítulo 2 : Materiales
térreos) : PDF (Capítulo 3 : Erosión y movimientos en masa) ; PDF (Capítulo 4 : Análisis de estabilidad de
taludes) ; PDF (Capítulo 5 : Obras de estabilización de taludes) ; PDF (Capítulo 6 : estructuras de drenaje) ;
PDF (Capítulo 7 : Corrección de cauces torrenciales) ; PDF (Capítulo 8 : Coberturas vegetales) ; PDF
(Capítulo 9 : Estructuras de contención) ; PDF (Capítulo 10 : Auscultación de taludes) ; PDF (Bibliografía)
ANEXOS:
HOME:
http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/
A la Universidad Nacional de Colombia en sus 150 años.
634