Lección 3a

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LECCIÓN 3A

Mantente al día
PREGUNTAS
Explica en qué sentido es Jehová el origen de toda luz espiritual (Sal. 43:3; Is. 42:6, 7).
Sal. 43: 3….. Envía la luz al declarar su propósito, al permitir que sus siervos lo entiendan y,
luego, al cumplir lo que ha declarado.
Isa 40: 6,7.. Jehová ha dado a Jesucristo el Mesías, él es la verdadera luz de las naciones, Aquel
que ha de remover el velo de oscuridad espiritual y traer salvación al pueblo
¿Qué nos enseña de Jehová el que nos dé a conocer su propósito poco a poco? (w00 15/3 pág. 10
párr. 1).
LA FORMA en que Jehová da a conocer sus propósitos a sus siervos demuestra gran
consideración. En vez de revelar toda la verdad de una vez, en un destello de luz cegador, nos
ilumina de manera progresiva. Nuestra andadura por el camino de la vida puede compararse con
la caminata de un excursionista por un largo sendero. Cuando este parte por la mañana
temprano, ve poco. Pero el Sol se eleva lentamente sobre el horizonte y el caminante empieza a
distinguir algunos perfiles. Lo demás son aún contornos nebulosos. Ahora bien, con la ascensión
paulatina del Sol, cada vez ve más lejos en la distancia. Así sucede con la luz espiritual que Dios
provee. Él nos permite entender las ideas una tras otra. El Hijo de Dios, Jesucristo, suministró el
conocimiento espiritual de manera similar.
¿Qué papel tuvo Jesús en aclarar el propósito de Jehová? (Juan 9:5; 12:35; 2 Cor. 4:6).
La luz dadora de vida que proviene de Jehová se concentra en la persona de Jesucristo. En la
introducción del Evangelio de Juan leemos: “Por medio de [Jesús] era [la] vida, y la vida era la luz
de los hombres. Y la luz resplandece en la oscuridad, mas la oscuridad no la ha subyugado”.
(Juan 1:4, 5.) Sí, Jesús está tan estrechamente relacionado con la luz que se le llama “la luz
verdadera que da luz a toda clase de hombre”. (Juan1:9.) Jesús mismo dijo: “Mientras estoy en el
mundo, luz soy del mundo”. (Juan 9:5.)
… Jesús está muy unido a la luz espiritual. De hecho, se presentó como “la luz del mundo” y dijo:
“El que me sigue, de ninguna manera andará en oscuridad, sino que poseerá la luz de la vida”
(Juan 8:12). Estas palabras nos ayudan a comprender el lugar fundamental que ocupa Jesús en
la transmisión de la verdad de Jehová a la humanidad. A fin de huir de la oscuridad y andar en la
luz divina, debemos escuchar todo lo que dice Jesús y seguir con atención su ejemplo y sus
enseñanzas, que conocemos gracias a la Biblia.
El pueblo de Dios en el primer siglo
En el primer siglo, ¿cómo reaccionaron los hermanos responsables de la obra cuando
poco a poco se fueron aclarando algunas enseñanzas? (Hech. 15:7-12).
Es patente que las palabras de Pedro dieron en el clavo, ya que “toda la multitud calló”. Acto
seguido, Bernabé y Pablo comenzaron a “contar las muchas señales y portentos [...] que Dios
había hecho mediante ellos entre las naciones” (Hech. 15:12). Llegado este punto, la junta de los
apóstoles y ancianos al fin estaba lista para evaluar los testimonios presentados y tomar una
decisión que indicara el punto de vista de Dios sobre la circuncisión
Después de analizar el asunto, ¿en qué se basaron los apóstoles y ancianos para tomar
una decisión?
En el transcurso de las deliberaciones, estos hermanos responsables han estado examinando
muchos testimonios, los cuales incluyen tanto profecías de las Sagradas Escrituras como
impactantes relatos directos que demuestran que la obra entre los paganos cuenta con la
bendición de Dios. Ya han dicho todo lo que tenían que decir. Ante sí tienen un arrollador
conjunto de indicios. En efecto, el espíritu de Jehová les está señalando cómo han de atender el
asunto
¿Cómo se comunicó esa decisión a las congregaciones? (Hech. 16:4)
enviar a varones escogidos de entre ellos a Antioquía junto con Pablo y Bernabé, a saber, a
Judas, que se llamaba Barsabás, y a Silas, varones prominentes entre los hermanos”. Además,
redactaron una carta para que ellos la leyeran en las comunidades de Antioquía, Siria y Cilicia
¿Cómo demostraron los cristianos de entonces que querían dejarse guiar por el espíritu?
(Hech. 15:25-31; 16:4, 5).
las congregaciones siguieron las instrucciones procedentes de Jerusalén y por eso “continuaron
haciéndose firmes en la fe y aumentando en número de día en día” (Hech. 16:5).
El pueblo de Dios hoy
¿A quién nombró Jesús para alimentar a sus ovejas en los últimos días? ¿Cómo nos
beneficia eso? (w14 15/1 pág. 13 párr. 6; w13 15/7 pág. 22 párr. 10)
6
Jesús entonces usó su autoridad real para nombrar un “esclavo fiel y prudente”. Este esclavo
suministraría regularmente alimento espiritual nutritivo a todos los miembros del “solo rebaño” que
está bajo el cuidado de Jesús (Mat. 24:45-47; Juan 10:16). Desde 1919, un pequeño grupo de
hermanos ungidos ha cumplido fielmente con la gran responsabilidad de alimentar a los
“domésticos”. El abundante alimento espiritual que nos llega por ese canal fortalece nuestra fe y
nuestra determinación de mantenernos limpios en sentido espiritual, moral, mental y físico.
También nos educa y nos prepara para participar en la obra más importante que se está
realizando en la Tierra: la predicación. ¿Aprovechamos al máximo este alimento espiritual?
…. 10 ¿Quién, entonces, es el esclavo fiel y prudente? Según el patrón que Jesús fijó de alimentar
a muchos por medio de unos pocos, ese esclavo está compuesto por un pequeño grupo de
hermanos ungidos que participan directamente en preparar y proveer alimento espiritual durante
la presencia de Cristo. A lo largo de los últimos días, estos hermanos ungidos que constituyen el
esclavo fiel han estado sirviendo juntos en la sede mundial. Hoy, ese esclavo es el grupo de
cristianos ungidos que forman el Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehová. Ahora bien, note
que, aunque se trata de un esclavo compuesto por más de una persona, la palabra esclavo está
en singular. En armonía con este hecho, el Cuerpo Gobernante actúa como uno solo, es decir,
toma sus decisiones de manera conjunta.
¿Por qué es importante estudiar las profecías bíblicas para tener una fe fuerte? (1 Ped.
1:10-12).

Aclaraciones de creencias: explica cómo se han aclarado poco a poco las verdades sobre
el gran templo espiritual de Jehová (w10 15/7 pág. 22 recuadro).
El espíritu revela el significado del templo espiritual
Una de “las cosas profundas de Dios” que se revelaron en el siglo primero fue el hecho de que el
antiguo tabernáculo y los templos que posteriormente hubo en Jerusalén simbolizaron una
realidad espiritual muy superior. A esta realidad, Pablo la llamó “la tienda verdadera, que Jehová
levantó, y no el hombre” (Heb. 8:2). Se trata de un gran templo espiritual, el cual representa el
sistema que Dios ha establecido para que podamos acercarnos a él gracias al sacrificio y el
sacerdocio de Jesucristo.
“La tienda verdadera” surgió en el año 29, cuando Jesús se bautizó y fue reconocido por Jehová
como aquel que llegaría a ser un sacrificio perfecto (Heb. 10:5-10). Una vez que murió y resucitó,
Cristo entró en el Santísimo del templo espiritual y presentó el valor de su sacrificio “delante de la
persona de Dios” (Heb. 9:11, 12, 24).
Pablo ya había dicho en otra de sus cartas que los cristianos ungidos estaban “creciendo para
ser un templo santo para Jehová” (Efe. 2:20-22). ¿Sería este templo lo mismo que “la tienda
verdadera” de la que el apóstol habló después en su carta a los Hebreos? Por décadas, los
siervos de Jehová creyeron que sí. Les parecía que los cristianos ungidos estaban siendo
preparados en la Tierra para llegar a ser “piedras” del templo celestial de Jehová (1 Ped. 2:5).
No obstante, alrededor del año 1971, los representantes de la clase del esclavo comenzaron a
entender que el templo mencionado en Efesios no podía ser el gran templo espiritual de Jehová.
Si “la tienda verdadera” hubiera estado formada por cristianos ungidos resucitados, no habría
podido existir sino hasta “la presencia del Señor”, pues durante ese período empezaron a
resucitar (1 Tes. 4:15-17). Sin embargo, Pablo indicó lo siguiente sobre el tabernáculo: “Esta
misma tienda es una ilustración para el tiempo señalado que está aquí ahora” (Heb. 9:9).
Al comparar detenidamente estos y otros pasajes, se comprendió que el templo espiritual
no está en proceso de construcción y que los cristianos ungidos no son “piedras” que estén
siendo preparadas en la Tierra para formar parte de dicho templo. Más bien, ellos están sirviendo
en el patio y en el Santo del templo espiritual y ofrecen a diario “sacrificio de alabanza” a Dios
(Heb. 13:15).

¿Cómo nos han ayudado las aclaraciones que se han hecho sobre los siguientes textos?
• Lucas 21:26 (w94 15/2 págs. 19, 20 párrs. 14-18).
El cumplimiento de la profecía de Joel, en armonía con otras profecías que emplean
expresiones semejantes, nos ayuda a comprender el significado de Mateo 24:29. Evidentemente,
lo que Jesús dijo concerniente a ‘la oscuridad del sol y la luna y la caída de las estrellas’ no se
refiere a sucesos que ocurrirían durante las muchas décadas de la conclusión del presente
sistema, tales como lanzamientos espaciales, alunizajes, etc. No; él aludió a sucesos
relacionados con “el día de Jehová, grande e inspirador de temor”, es decir, la destrucción que ha
de venir.
15
Esto nos permite entender mejor cómo es que los fenómenos celestes ocurrirían
“inmediatamente después de la tribulación”. Jesús no se estaba refiriendo a la tribulación que
culminó en 70 E.C. Más bien, aludía al comienzo de la gran tribulación que le sobrevendrá al
sistema mundial en el futuro, con la cual finalizará su prometida “presencia”. (Mateo 24:3.) Dicha
tribulación no ha llegado aún.
16
¿Qué puede decirse de las palabras de Marcos 13:24: “Pero en aquellos días, después de
aquella tribulación, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su luz”? Las palabras “aquellos” y
“aquella” son formas del pronombre demostrativo griego e·keí·nos, que indica algo distante en el
tiempo. Puede usarse para señalar un suceso que pertenece al pasado distante (o mencionado
anteriormente), o algo que sucederá en el futuro lejano. (Mateo 3:1; 7:22; 10:19; 24:38; Marcos
13:11, 17, 32; 14:25; Lucas 10:12; 2 Tesalonicenses 1:10.) Así, cuando Marcos 13:24 habla de
“aquella tribulación”, no se refiere a la que trajeron los romanos, sino a la acción poderosa de
Jehová que marcará el fin del presente sistema.
17
Los capítulos 17 a 19 de Revelación armonizan con Mateo 24:29-31, Marcos 13:24-27 y
Lucas 21:25-28, y confirman la explicación actualizada de estos últimos. ¿De qué manera? Los
Evangelios muestran que esta tribulación no comenzará y terminará de una vez. Después del
inicio de la tribulación, todavía habrá humanos desobedientes vivos que verán “la señal del Hijo
del hombre”, se lamentarán y, como dice Lucas 21:26, ‘desmayarán por el temor y la expectación
de las cosas que vienen sobre la tierra habitada’. Se sobrecogerán de terror al ver “la señal” que
presagia su inminente destrucción.
• Romanos 13:1, 2 (w95 15/5 págs. 21, 22 párrs. 4, 5).
Se recibió un brillante destello de luz en 1962 con respecto a Romanos 13:1, que dice:
“Sométase toda persona a las potestades superiores [“autoridades superiores”, Traducción del
Nuevo Mundo]”. (Versión Moderna.) Los primeros Estudiantes de la Biblia entendían que “las
potestades superiores” mencionadas aquí eran las autoridades mundanas. Pensaban que, en
conformidad con este versículo, si el cristiano era reclutado en tiempo de guerra, estaba obligado
a ponerse el uniforme, llevar un arma e ir al frente, a las trincheras. Se pensaba que, como el
cristiano no puede matar a su prójimo, en el peor de los casos tendría que disparar al aire.
5
Los números de La Atalaya del 15 de mayo y del 1 de junio de 1963 (en inglés, 15 de
noviembre y 1 de diciembre de 1962) arrojaron luz clara sobre este asunto al analizar las palabras
de Jesús recogidas en Mateo 22:21: “Paguen a César las cosas de César, pero a Dios las cosas
de Dios”. Relacionado con esa postura está lo que los apóstoles dijeron en Hechos 5:29:
“Tenemos que obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres”. Los cristianos
estamos en sujeción a César —“las potestades superiores”— siempre que no nos exija
desobedecer la ley de Dios. Se entendió que la sujeción a Cesar era relativa, no absoluta. Los
cristianos pagamos a César únicamente lo que no está en conflicto con los requisitos de Dios.
Fue una gran satisfacción entender con claridad ese asunto.

• Mateo 25:32, 33 (w13 15/7 pág. 6 párrs. 10-13)


10
Analicemos ahora cuándo se cumplirá otra parte de la profecía que dio Jesús: la parábola
sobre el juicio de las ovejas y las cabras (Mat. 25:31-46). Por algún tiempo creímos que el juicio
para clasificar a las personas como ovejas o cabras se realizaría durante todo el período que
abarcan los últimos días, es decir, de 1914 en adelante. Considerábamos que quienes
rechazaran el mensaje del Reino y fallecieran antes del comienzo de la gran tribulación morirían
como cabras, sin la posibilidad de resucitar.
11
En 1995, La Atalaya ofreció una explicación revisada de Mateo 25:31, que dice: “Cuando el
Hijo del hombre llegue en su gloria, y todos los ángeles con él, entonces se sentará sobre su
glorioso trono”. Se destacó que en 1914 Jesús llegó a ser Rey del Reino de Dios pero no se sentó
“sobre su glorioso trono” como Juez de “todas las naciones” (Mat. 25:32; compare con Daniel
7:13). Sin embargo, la parábola de las ovejas y las cabras describe a Cristo principalmente en su
función de Juez (lea Mateo 25:31-34, 41, 46). Puesto que en 1914 Jesús no se sentó a juzgar a
todas las naciones, no pudo haber empezado a dictaminar quiénes son ovejas o cabras en ese
año. Entonces, ¿cuándo empezaría?
12
La profecía de Jesús sobre los últimos días revela que él empezará a actuar como Juez de
todas las naciones después de la destrucción de la religión falsa, y no antes.
13
¿A qué conclusión nos llevan estos datos? A que Jesús juzgará a las personas de todas las
naciones como ovejas o cabras cuando venga durante la gran tribulación. Entonces, en el
Armagedón, el punto culminante de la gran tribulación, las cabras serán “cortadas” para siempre,
o destruidas. ¿Qué efecto tiene entender estos hechos en nuestra actitud hacia la predicación?
Sin duda, nos ayuda a ver la importancia de avisar a las personas. Hasta que comience la gran
tribulación, están a tiempo de cambiar y seguir el camino estrecho que “conduce a la vida” (Mat.
7:13, 14). Aunque es cierto que hoy día muchos ya reflejan características de cabra o de oveja, el
juicio definitivo en que serán clasificados como tales se efectuará durante la gran tribulación. Así
que no es momento de aflojar el paso. ¡Démosle a todo el que podamos la oportunidad de
escuchar y aceptar el mensaje del Reino!
¿Qué efecto ha tenido en ti la nueva explicación sobre el esclavo fiel? (w13 15/7
págs. 20-25)
, ¿cómo debemos entender la ilustración sobre el esclavo fiel y pruente? En el pasado, nuestras
publicaciones han explicado lo siguiente: Jesús nombró al esclavo fiel sobre sus domésticos en el
Pentecostés del año 33; el esclavo representa al conjunto de cristianos ungidos que a partir de
ese año han vivido en la Tierra en cualquier momento dado; los domésticos son esos mismos
ungidos, pero vistos como individuos, y en 1919 Jesús nombró al esclavo fiel “sobre todos sus
bienes”, es decir, sobre todos los intereses del Reino en la Tierra.
4
El contexto muestra que la ilustración del esclavo fiel y prudente no empezó a cumplirse en
el Pentecostés del año 33, sino en este tiempo del fin.
5
Esta parábola forma parte de la profecía de Jesús sobre “la señal de [su] presencia y de la
conclusión del sistema de cosas” (Mat. 24:3
A partir de las palabras que leemos en Mateo 24:29, Jesús se refirió principalmente a sucesos
que ocurrirían en nuestros días
7
Piense en la pregunta que planteó Jesús: “¿Quién es, verdaderamente, el esclavo fiel y
discreto[?]”. En el siglo primero no tenía sentido hacerla. Como vimos en el artículo anterior, los
apóstoles realizaban milagros y hasta transmitían dones milagrosos, así que estaba claro que
eran ellos los que tenían el apoyo divino (Hech. 5:12). Por eso, ¿por qué iba alguien a preguntar
quién había sido nombrado por Jesús para dirigir a sus ovejas? Sin embargo, en 1914 la situación
era muy distinta. La temporada de la cosecha había empezado ese año. Por fin era hora de
separar la mala hierba del trigo
¿Quién, entonces, es el esclavo fiel y pruednte? Según el patrón que Jesús fijó de alimentar a
muchos por medio de unos pocos, ese esclavo está compuesto por un pequeño grupo de
hermanos ungidos que participan directamente en preparar y proveer alimento espiritual durante
la presencia de Cristo. A lo largo de los últimos días, estos hermanos ungidos que constituyen el
esclavo fiel han estado sirviendo juntos en la sede mundial. Hoy, ese esclavo es el grupo de
cristianos ungidos que forman el Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehová
. En 1919, año en que experimentaron un resurgimiento espiritual, Jesús seleccionó de entre ellos
algunos hermanos ungidos capacitados para que compusieran el esclavo fiel y pruente y los
nombró sobre sus domésticos
¿Quiénes, entonces, son los domésticos? Dicho sencillamente, los que son alimentados.
Al comienzo de los últimos días, todos los domésticos eran cristianos ungidos. Pero más tarde, el
grupo de los domésticos llegó a incluir a la gran muchedumbre de otras ovejas.
16
¿Cuándo llega Jesús? El contexto lo aclara. Recuerde que cuando los versículos previos dicen
que Jesús “viene”, esa palabra se refiere al tiempo en que llega a dictar y ejecutar su sentencia al
final de este sistema (Mat. 24:30, 42, 44). Por lo tanto, la llegada, o venida, de Jesús mencionada
en la ilustración del esclavo fiel tiene lugar durante la gran tribulación.
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¿Cuáles son “todos [los] bienes” de Jesús? Él no dijo que fueran únicamente sus bienes en
la Tierra. En realidad, Jesús tiene una inmensa autoridad en los cielos. “Toda autoridad me ha
sido dada en el cielo y sobre la tierra”, declaró (Mat. 28:18; Efes. 1:20-23). Ahora sus bienes
incluyen el Reino mesiánico, que le ha pertenecido desde 1914 y que compartirá con sus
discípulos ungidos (Rev. 11:15).
18
¿A qué conclusión nos llevan estos hechos? Cuando Jesús venga como Juez durante la
gran tribulación, verá que el esclavo fiel ha estado suministrando lealmente alimento espiritual a
los domésticos al tiempo apropiado. Entonces se complacerá en efectuar el segundo
nombramiento: lo nombrará sobre todos sus bienes. Quienes componen el esclavo fiel recibirán
ese nombramiento cuando obtengan su recompensa celestial y lleguen a ser reyes con Cristo.
¿Cómo fortalecen tu fe y tu confianza en Jehová y en su organización las aclaraciones que
se hacen de algunas enseñanzas?
…..
Principios morales: explica qué aclaraciones han ayudado a los siervos de Jehová a dar
gloria a su nombre tanto por lo que dicen como por lo que hacen (jv págs. 172-175).
La norma cristiana relacionada con la moralidad sexual.
Ya para noviembre de 1879 la Watch Tower había señalado esta norma a los cristianos
verdaderos. Sin embargo, no se trató con frecuencia ni extensamente como si fuera un problema
grave entre los primeros Estudiantes de la Biblia. Esto se hizo necesario debido a que algunos
testigos de Jehová estaban empezando a creer que, con tal de ocuparse en dar testimonio,
cualquier tipo de laxitud en cuestiones relacionadas con la moralidad sexual era solo asunto
personal. Es cierto que en agosto de 1935 La Torre del Vigía había dicho con claridad que el
participar en el ministerio del campo no autorizaba la conducta inmoral. Pero no todos tomaron a
pecho lo que se dijo. De modo que en el número de septiembre de 1941 La Atalaya analizó de
nuevo el asunto con bastante detenimiento en el artículo “El día de Noé”. Este señaló que el
libertinaje sexual de los días de Noé fue una de las razones que llevaron a Dios a destruir al
mundo de entonces, y mostró que lo que Dios hizo en aquella ocasión fijó un patrón para lo que
haría en nuestro tiempo. Con franqueza advirtió que un siervo íntegro de Dios no podía dedicar
parte de su día a hacer la voluntad del Señor y luego, el resto del tiempo, entregarse a “las obras
de la carne”. (Gál. 5:17-21.) A este siguió, en La Atalaya de octubre de 1942, otro artículo que
condenaba la conducta que no armonizara con las normas morales que la Biblia da a personas
solteras y casadas. Nadie debería pensar que su participación en la predicación pública del
mensaje del Reino como testigo de Jehová le daba permiso para llevar un estilo de vida relajado.
(1 Cor. 9:27.)
Este asunto recibió atención especial en lugares donde los que empezaban a asociarse con
la organización de Jehová no tomaban en serio las normas morales de la Biblia. Así, cuando
N. H. Knorr, tercer presidente de la Sociedad Watch Tower, visitó Costa Rica en 1945, dijo en un
discurso sobre la moralidad cristiana: “Voy a darles un consejo a todos los que están aquí esta
noche y viven con una mujer sin haber legalizado su matrimonio. Vayan a la Iglesia Católica e
inscríbanse en ella, porque allí pueden seguir con esa práctica. Pero esta es la organización de
Dios, y aquí eso no se permite”.

¿Por qué es bueno comprender bien los siguientes textos?


• 1 Corintios 5:13 (w95 15/5 pág. 13 párr. 15; km 8/02 págs. 3, 4).
2
Cómo tratar a los expulsados. La Palabra de Dios manda a los cristianos que no se
relacionen con alguien que ha sido expulsado de la congregación al decir: “Cesen de mezclarse
en la compañía de cualquiera que, llamándose hermano, sea fornicador, o persona dominada por
la avidez, o idólatra, o injuriador, o borracho, o que practique extorsión, y ni siquiera coman con
tal hombre. [...] Remuevan al hombre inicuo de entre ustedes” (1 Cor. 5:11, 13).
3
Eso significa que los cristianos leales no tienen trato espiritual con nadie que ha sido
expulsado de la congregación. Pero hay más implicado. La Palabra de Dios dice que ‘ni siquiera
comamos con tal hombre’ (1 Cor. 5:11). De modo que también evitamos el trato social con tal
persona, lo que descartaría ir con ella a una comida campestre, a una fiesta, a un partido, al
centro comercial, al cine o sentarnos a comer con ella, sea en el hogar o en un restaurante.
4
¿Se puede hablar con un expulsado? Aunque la Biblia no menciona todas las situaciones
que pudieran surgir, 2 Juan 10 nos ayuda a comprender cómo ve Jehová el asunto: “Si alguno
viene a ustedes y no trae esta enseñanza, nunca lo reciban en casa ni le digan un saludo”.
La Atalaya del 15 de noviembre de 1981, página 19, comenta: “Decir un sencillo ‘¡Hola!’ a alguien
puede ser el primer paso que lleve a una conversación y tal vez hasta a una amistad.
¿Quisiéramos dar ese primer paso respecto a una persona expulsada?”.
6
Cuando se vive en la misma casa familiar. ¿Significa esto que los cristianos que viven en
la misma casa con un familiar expulsado no pueden hablar ni comer ni relacionarse con él
mientras realizan sus actividades diarias? La nota al pie de la página 22 de La Atalaya del 15 de
abril de 1991 señala: “Si en un hogar cristiano hubiera un familiar expulsado, este todavía
formaría parte de los tratos y actividades normales y cotidianos de la casa”. Por lo tanto, les toca
a los miembros de la familia decidir hasta qué grado lo incluirán cuando coman o participen en
otras actividades domésticas. Sin embargo
7
Ahora bien, La Atalaya del 15 de noviembre de 1981, página 22, menciona lo siguiente en
cuanto al expulsado o desasociado: “Los vínculos espirituales anteriores han sido rotos por
completo. Esto es cierto aun respecto a los parientes del expulsado, entre ellos los de su círculo
familiar inmediato o cercano. [...] Eso significa cambios en el compañerismo espiritual que haya
existido en el hogar. Por ejemplo, si al esposo se le ha expulsado, su esposa e hijos no se
sentirían cómodos si él condu[jera] el estudio bíblico de la familia o toma[ra] la delantera en la
lectura de la Biblia y en orar. Si él quiere hacer una oración, como, por ejemplo, a la hora de
comer, él tiene derecho a hacerlo en su propio hogar. Pero los demás pueden hacer sus propias
oraciones a Dios en silencio. (Pro. 28:9; Sal. 119:145, 146) ¿Qué hay si algún expulsado que vive
en el hogar quiere estar presente cuando la familia lee la Biblia junta o tiene un estudio bíblico?
Los otros pudieran permitirle estar presente para escuchar con tal que no tratara de enseñarles o
compartir con ellos sus ideas religiosas”.
8
Si se expulsa de la congregación a un hijo menor que vive en el hogar, los padres cristianos
aún son responsables de su crianza. La Atalaya del 15 de noviembre de 1988, página 20, aclara:
“Tal como continuarán suministrándole alimento, ropa y abrigo, tienen que instruirle y disciplinarle
en conformidad con la Palabra de Dios. (Proverbios 6:20-22; 29:17.) Por eso, los padres
amorosos quizás adopten la medida de conducir un estudio bíblico en el hogar con él, aunque
esté expulsado. Puede que el estudio le sea del mayor beneficio como fuente de corrección si es
un estudio con él solo. O quizás los padres decidan que el joven implicado puede continuar
participando en el estudio de la familia” (véase también La Atalaya del 1 de octubre de 2001,
págs. 16, 17).
9
Familiares que no viven en la misma casa. “La situación es diferente si el expulsado o
desasociado es un pariente que vive fuera del círculo familiar y el hogar inmediatos —señala
La Atalaya del 15 de abril de 1988, página 28—. Pudiera ser posible eliminar casi todo contacto
con tal pariente. Aun cuando hubiera ciertos asuntos de familia que exigieran comunicación,
ciertamente esto se mantendría al mínimo”, en armonía con el mandato divino de “ces[ar] de
mezclarse en la compañía de cualquiera” que sea un pecador impenitente (1 Cor. 5:11). Los
cristianos leales deben esforzarse por evitar todo trato innecesario con tal pariente, hasta el punto
de mantener al mínimo absoluto las relaciones comerciales (véase también La Atalaya del 15 de
noviembre de 1981, págs. 23, 24).
10
La Atalaya dirige nuestra atención a otra situación que pudiera surgir: “¿Qué hay si se
expulsa[ra] a algún pariente cercano de una familia, como a un hijo o a un padre que no viviera
con ellos en su hogar, y más tarde éste quisiera mudarse al hogar de la familia de nuevo? La
familia podría decidir qué hacer, según las circunstancias. Por ejemplo, puede que una madre o
un padre expulsado esté enfermo o ya no esté en condiciones económicas o físicas que le
permitan cuidar de sí [mismo]. Los hijos cristianos tienen una obligación bíblica y moral de prestar
ayuda. (1 Tim. 5:8) [...] Lo que se haga puede depender de factores como las verdaderas
necesidades del padre, su actitud y la consideración que el cabeza de la familia le tenga al
bienestar espiritual de los miembros de su casa” (véase La Atalaya del 15 de noviembre de 1981,
págs. 22, 23).
11
Respecto a un hijo, el mismo artículo pasa a decir: “A veces los padres cristianos han
permitido que un hijo expulsado que haya enfermado física o emocionalmente regrese al hogar
por un tiempo. Pero en cada caso los padres pueden pesar las circunstancias individuales. ¿Ha
vivido por su propia cuenta un hijo expulsado, y ya no puede hacerlo, o quiere volver al hogar
principalmente porque sería una vida más fácil? ¿Qué se puede decir acerca de su moralidad y
de su actitud? ¿Introducirá ‘levadura’ en el hogar?—Gál. 5:9”.
12
Los beneficios de ser leales a Jehová. Conserva la limpieza de la congregación y nos
caracteriza como apoyadores de las elevadas normas morales de la Biblia (1 Ped. 1:14-16). Nos
protege de las influencias corruptoras (Gál. 5:7-9). Además, da al pecador la oportunidad de
beneficiarse plenamente de la disciplina recibida, la cual puede ayudarle a producir “fruto pacífico,
a saber, justicia” (Heb. 12:11).
14
Apoyar lealmente la disposición bíblica de la expulsión es una demostración de nuestro
amor a Jehová y suministra una respuesta para el que lo desafía con escarnio (Pro. 27:11).

• Efesios 4:19 (w12 15/3 págs. 30, 31; w06 15/7 30, 31; g 11/13 págs. 4, 5).
… La expresión conducta relajada (en griego a·sél·guei·a) denota “desenfreno [...], vida
licenciosa, depravación”. El Léxico Griego-Español del Nuevo Testamento, de Alfred E. Tuggy, la
define así: “descaro, grosería, desvergüenza, libertinaje, insolencia”. Otro léxico la define como
una forma de “conducta que traspasa todos los límites socialmente aceptables”.
Como indican estas definiciones, en la “conducta relajada” se dan dos elementos: 1) la
conducta en cuestión constituye una violación grave de las leyes de Dios, y 2) la actitud del
pecador es irrespetuosa e insolente.
Por lo tanto, la expresión “conducta relajada” no se refiere a mala conducta de poca
importancia, sino a actos que constituyen graves violaciones de las leyes de Dios y que reflejan
una actitud descarada o un atrevimiento irreverente, es decir, una actitud que revela falta de
respeto o hasta desprecio por las leyes, normas y autoridad. Pablo también relaciona la conducta
relajada con el coito ilícito (Romanos 13:13, 14). Puesto que en Gálatas 5:19-21 se incluye la
conducta relajada entre algunas de las prácticas pecaminosas que impedirían que se heredara el
Reino de Dios, esta es motivo suficiente para que una persona sea censurada y hasta expulsada
de la congregación cristiana.
La palabra inmundicia (en griego a·ka·thar·sí·a) es, de los tres términos que se traducen
“fornicación”, “inmundicia” y “conducta relajada”, el que tiene el sentido más amplio. Abarca
cualquier clase de impureza, sea en asuntos sexuales, en el habla, en la conducta o en las
relaciones espirituales. “Inmundicia” incluye una amplia variedad de pecados graves.
En Efesios 4:19, Pablo habla de algunas personas que habían “llegado a estar más allá de
todo sentido moral” y que “se entregaron a la conducta relajada para obrar toda clase de
inmundicia con avidez”. Así pues, Pablo sitúa la “inmundicia con avidez” en la misma categoría
que la conducta relajada. Si un cristiano bautizado practica “inmundicia con avidez” y no se
arrepiente, puede ser expulsado de la congregación por ser culpable de inmundicia grave.
Supongamos que una pareja de novios se acariciara apasionadamente en numerosas
ocasiones. Podría ser que los ancianos determinaran que, aunque la pareja no manifestó una
actitud de descaro —característica de la conducta relajada—, sí hubo cierta avidez en su
conducta. Por lo tanto, los ancianos formarían un comité judicial, pues se produjo inmundicia
grave. Si alguien mantuviera repetidas conversaciones telefónicas de índole sexual con otra
persona, también se podría tratar el caso sobre la base de la inmundicia grave, sobre todo si se le
había aconsejado anteriormente.
La inmundicia grave no solo se manifiesta en pecados sexuales. Por ejemplo, imagínese a un
jovencito bautizado que se fuma unos cuantos cigarrillos en un corto espacio de tiempo.
Él confiesa el pecado a sus padres y está decidido a no volver a hacerlo. Se trata de un caso de
inmundicia en el que no ha llegado a haber “inmundicia con avidez”. Bastaría con que el joven
recibiera los consejos bíblicos de uno o dos ancianos y el apoyo de sus padres. Ahora bien, ¿y si
el joven fumara habitualmente? Esto constituiría una contaminación deliberada de la carne, y se
formaría un comité judicial para que atendiera el asunto sobre la base de inmundicia grave
(2 Corintios 7:1). Si el muchacho no se arrepintiera, habría que expulsarlo.
Algunos cristianos han comenzado a ver pornografía. Aunque esto ofende a Dios, y es normal
que los ancianos se sorprendan si se enteran de que un hermano en la fe ha estado viendo
pornografía, no siempre es necesario formar un comité judicial. Por ejemplo, supongamos que un
hermano ha visto pornografía “blanda” en varias ocasiones. Como se siente avergonzado, lo
confiesa a un anciano, resuelto a no repetir este pecado. El anciano bien podría llegar a la
conclusión de que su conducta no ha llegado al punto de ser “inmundicia con avidez”. El hermano
tampoco mostró una actitud descarada, y por lo tanto no constituiría conducta relajada. Aunque
no sea necesario emprender ninguna acción judicial, este tipo de inmundicia exigirá sólidos
consejos bíblicos y, quizás, la ayuda continuada de los ancianos.
Ahora bien, supongamos que, durante años, un cristiano ha visto en secreto pornografía
repugnante y sexualmente degradante, y ha hecho todo lo posible por ocultar este pecado. Dicho
material pornográfico pudiera abarcar violaciones en grupo, sadomasoquismo, tortura sádica,
maltrato de mujeres o hasta pornografía infantil. Cuando su conducta sale a la luz, se siente
profundamente avergonzado. Aunque no tenga una actitud descarada, los ancianos tal vez
determinen que ‘se ha entregado’ a un vicio repugnante y que ha practicado “inmundicia con
avidez”, es decir, inmundicia grave. En ese caso, se formaría un comité judicial porque su
conducta implica inmundicia grave. El pecador sería expulsado si no demostrara que está
sinceramente arrepentido y que ha tomado la determinación de nunca más volver a ver
pornografía. Si hubiera invitado a alguien a ver pornografía en su casa —lo que equivaldría a
promoverla—, sería prueba de que tal persona tenía una actitud descarada, característica de la
conducta relajada.
El término bíblico “conducta relajada” siempre se refiere a un pecado grave, normalmente de
índole sexual. Para ver si se trata de conducta relajada, los ancianos deben analizar si hay
descaro, desenfreno, grosería y desvergüenza, y si se atentó contra la decencia pública. Por otro
lado, las transgresiones graves de la ley de Jehová que comete una persona que no manifiesta
una actitud de descaro pudieran implicar “avidez”. Tales casos tienen que ver con inmundicia
grave, y deben tratarse sobre esa base.

• Romanos 12:9 (w97 1/1 págs. 26-29).


Aborrezcamos lo que es inicuo
Los cristianos también tenían que ‘aborrecer lo que es inicuo’. (Romanos 12:9.) Lo que
Jehová le dijo a Israel les aplicaba asimismo a ellos: “Tienen que ser santos, porque yo soy
santo”. (1 Pedro 1:15, 16.) Las prácticas inmundas, como la fornicación, el adulterio, la
homosexualidad, la bestialidad y el incesto, no debían corromper la congregación cristiana. Los
que no quisieran abandonarlas serían excluidos del Reino de Dios. (Romanos 1:26, 27; 2:22;
1 Corintios 6:9, 10; Hebreos 13:4.) Las “otras ovejas” deben cumplir las mismas normas en estos
“últimos días”. (2 Timoteo 3:1; Juan 10:16.) Por consiguiente, los cristianos ungidos y las otras
ovejas componen un pueblo limpio y sano, en condición de llevar el nombre de su Dios como
testigos de Jehová. (Isaías 43:10.)
Consecuencias inevitables
Pongamos por caso el de una joven dedicada que ha cometido fornicación; quizá sienta
profundamente haberlo hecho y con el tiempo recobre la salud espiritual con la ayuda de la
congregación. Ahora bien, ¿qué pasa si está embarazada como consecuencia de su acto
inmoral? En ese caso, lo que hizo cambia inevitablemente toda su vida. Si este fuera el caso, ese
hombre, aunque Jehová lo hubiera perdonado, viviría el resto de su vida con esta grave
consecuencia de su pecado. (1 Juan 1:9.)
¿Qué ocurre en el caso del hombre cuya falta de amor lo lleva a divorciarse de su esposa
para casarse con otra mujer? Quizá con el tiempo se arrepienta y sea restablecido a la
congregación. Puede que con el paso de los años, progrese y ‘pase adelante a la madurez’.
(Hebreos 6:1.) Pero mientras su primera esposa no se case de nuevo, él no llenará los requisitos
para servir en una posición de responsabilidad en la congregación. No es “esposo de una sola
mujer” porque se divorció de la primera sin base bíblica. (1 Timoteo 3:2, 12.)
¿No son estas razones poderosas para que un cristiano aborrezca lo que es inicuo?
¿Qué ocurre con los que abusan de menores?
¿Qué pasa si un cristiano adulto bautizado abusa sexualmente de un niño? ¿Es el pecador
tan malvado que Jehová no lo perdonará nunca? No necesariamente. se pueden lavar sus
pecados si se arrepiente con sinceridad desde el corazón y cambia su conducta, si bien tal vez
tenga que seguir peleando contra los impulsos carnales impropios que fomentó. (Efesios 1:7.) Y
quizá haya consecuencias que no pueda evitar.
Pero un cristiano adulto dedicado que cae en el pecado de abusar sexualmente de un menor
demuestra una debilidad carnal anormal. La experiencia muestra que esos adultos probablemente
abusen de otros niños. Es cierto que no todos los que abusan de un menor vuelven a cometer
ese pecado, pero muchos lo hacen. Para la protección de nuestros hijos, un hombre que haya
abusado de menores no llena los requisitos para ocupar una posición de responsabilidad en la
congregación. Además, no puede ser precursor ni participar en ningún otro aspecto del servicio
especial de tiempo completo. (Compárese con el principio de Éxodo 21:28, 29.)
Sería una horrible perversión que una de estas personas con autoridad se aprovechara de la
confianza inocente de un niño para seducirle o forzarle a someterse a actos sexuales. Los que
han pasado por esta experiencia con frecuencia luchan durante años para superar el consiguiente
trauma emocional. Por tanto, quien abusa de un niño tiene que afrontar disciplina severa de parte
de la congregación y algunas restricciones. Lo que debe importar no es su posición como persona
con autoridad, sino la pureza sin tacha de la congregación. (1 Corintios 5:6; 2 Pedro 3:14.)
Si una persona que ha abusado de un menor se arrepiente sinceramente, reconocerá la
sabiduría de aplicar los principios bíblicos. Si en verdad aprende a aborrecer lo que es inicuo,
rechazará el pecado cometido y luchará por no repetirlo.

Cambios en la organización: explica qué cambios en nuestros días cumplen lo que dice
Isaías 60:17 (w06 15/2 págs. 26-28 párrs. 1-12; w95 15/5 pág. 22 párrs. 6-8).
Jehová anunció por medio del profeta Isaías: “En vez del cobre traeré oro, y en vez del hierro
traeré plata, y en vez de la madera, cobre, y en vez de las piedras, hierro” (Isaías 60:17). Tal
como reemplazar un material de calidad inferior por uno de mayor calidad supone una mejora, así
los testigos de Jehová han experimentado mejoras en su organización durante “la conclusión del
sistema de cosas”, o “los últimos días” (Mateo 24:3; 2 Timoteo 3:1).
4
Al comienzo de los últimos días se elegía democráticamente a los ancianos y los diáconos
de las congregaciones de los Estudiantes de la Biblia (como se conocía entonces a los testigos
de Jehová). Sin embargo, había ancianos que carecían del verdadero espíritu evangelizador;
otros no solo eran reacios a predicar, sino que intentaban disuadir a los demás de que lo hicieran.
Por lo tanto, en 1919 se creó una nueva función en las congregaciones: la de director de servicio.
En vez de ser elegido por la congregación, el director de servicio era nombrado de manera
teocrática por la sucursal de los siervos de Dios. Entre sus deberes figuraban organizar la
predicación, asignar territorios y fomentar la participación en el ministerio del campo. Dicho
cambio dio a la obra de evangelizar un extraordinario impulso en los años siguientes.
5
Para 1927 se había organizado hasta tal punto el servicio del campo, que se designó el
domingo como el día más conveniente para predicar de casa en casa. ¿Por qué el domingo?
Porque para la mayor parte de la gente era su día de descanso. En la actualidad, los testigos de
Jehová demostramos el mismo espíritu al visitar a las personas en los momentos en que es más
probable que estén en casa, como los fines de semana y al anochecer.
6
La predicación del Reino recibió gran ímpetu la tarde del domingo 26 de julio de 1931 al
adoptarse una resolución, primero en una asamblea realizada en Columbus (Ohio, EE.UU.), y
luego en todo el mundo. La resolución decía en parte: “Somos siervos de Jehová Dios
comisionados a hacer una obra en su nombre, y, en obediencia a su mandamiento, a entregar el
testimonio de Jesucristo, y dar a conocer a la gente que Jehová es el verdadero y Omnipotente
Dios; por lo tanto gozosamente aceptamos el nombre que la boca de Jehová Dios ha
pronunciado, y deseamos ser conocidos como y llamados por el nombre de testigos de Jehová”
(Isaías 43:10).
7
Aun cuando muchos ancianos se dedicaron humildemente a predicar, hubo algunos que
opusieron bastante resistencia a la idea de que todos los miembros de la congregación debían
participar en el ministerio público. aún vendrían otras mejoras. Mediante la revista La Torre del
Vigía, las congregaciones recibieron en 1932 la directriz de que cesaran de elegir a los ancianos y
los diáconos, y que, en su lugar, eligieran un comité de servicio formado por hombres espirituales
que predicaran públicamente. De este modo, la superintendencia quedó a cargo de quienes
participaban activamente en el ministerio, y la obra siguió adelantando.
La luz más clara trae nuevas mejoras
8
En 1938 se eliminaron por completo las votaciones. Todos los siervos de la congregación
serían nombrados de manera teocrática bajo la supervisión del “esclavo fiel y discreto” (Mateo
24:45-47). Prácticamente todas las congregaciones de los testigos de Jehová aceptaron el
cambio de buena gana, y la obra de dar testimonio continuó produciendo fruto.
9
A partir del 1 de octubre de 1972 rigió un nuevo cambio en la supervisión de las
congregaciones de los testigos de Jehová por todo el mundo: se sustituyó al siervo, o
superintendente, de congregación por un cuerpo de ancianos. Los números de La Torre del Vigía
de noviembre y diciembre de 1938 (en inglés, 1 y 15 de junio) contenían destellos de luz que
mostraban que los siervos de congregación no debían ser elegidos, sino nombrados, es decir,
nombrados teocráticamente
10
El Cuerpo Gobernante fue organizado en seis comités, los cuales asumieron desde el 1 de
enero de 1976 la supervisión de todas las actividades de la organización y de las congregaciones
del mundo. El Comité de Personal se encarga de todo lo relacionado con el personal, que incluye
los intereses de todos los miembros de la familia mundial de Betel. El Comité de Publicación se
ocupa de todos los asuntos seculares y legales, como los relacionados con propiedades e
imprentas. El Comité de Servicio se encarga de la obra de predicar y supervisa a los
superintendentes viajantes, los precursores y la actividad de los publicadores de congregación. El
Comité de Enseñanza es responsable de las reuniones de congregación, los días especiales de
asamblea, las asambleas de circuito, de distrito y las internacionales, así como de las diversas
escuelas para la educación espiritual del pueblo de Dios. El Comité de Redacción supervisa la
preparación y traducción de todas las publicaciones, y se asegura de que toda la información esté
en conformidad con las Escrituras. El Comité del Presidente atiende emergencias y otros asuntos
urgentes. Desde los años setenta, las sucursales de la Sociedad Watch Tower han estado bajo la
dirección de un comité y no de un superintendente
En 1992 se dieron mayores responsabilidades de servicio a algunos miembros de las “otras
ovejas” para que colaboraran con la clase del esclavo fiel y discreto en el cuidado de los intereses
terrestres, que van en aumento. Se les nombró ayudantes de los comités del Cuerpo Gobernante
(Juan 10:16).
La Atalaya del 15 de noviembre de 2014, se explicó un cambio en la manera de nombrar a los
ancianos y siervos ministeriales. El artículo indicó que el cuerpo gobernante del siglo primero
autorizó a los superintendentes viajantes a hacer esos nombramientos. Para seguir este modelo,
desde el 1 de septiembre de 2014, los superintendentes de circuito son los que nombran a los
ancianos y siervos ministeriales. Se esfuerzan por conocer a los hermanos que han sido
recomendados y, si es posible, por predicar con ellos. También se fijan en la espiritualidad de su
familia (1 Tim. 3:4, 5). El cuerpo de ancianos y el superintendente de circuito analizan
atentamente los requisitos bíblicos para los siervos ministeriales y para los ancianos
¿Cómo demuestra lo que se publica en el sitio jw.org que el esclavo es fiel, prudente y
sabio? (g 1/14 págs. 2-6; km 10/13 pág. 2; km 12/12 págs. 3-6)
En nuestra página de Internet se pueden leer nuestras revistas y otras publicaciones para
estudiar la Biblia. También se encuentra información para matrimonios, jóvenes y padres con
hijos pequeños, una información que puede ser muy práctica para estudiar en familia. Además,
aparecen informes de programas especiales, como las graduaciones de Galaad o la reunión
anual. Y se publican noticias sobre desastres naturales y asuntos legales que afectan a la
hermandad mundial (1 Ped. 5:8, 9). Nuestro sitio de Internet también es una herramienta de
predicación muy poderosa, pues permite que las buenas nuevas lleguen incluso a lugares donde
las autoridades dificultan o prohíben nuestra obra.
¿Cómo has usado jw.org para...
• ... ayudar a tu familia?
• ... ayudar a tus compañeros de predicación?
• ... ayudarte a ti mismo y tener más fe?
Mantente al día
¿Qué cambios has tenido que hacer para mantenerte al día con las verdades de la
Biblia? ¿Cómo te ha ayudado eso en tu precursorado? ¿Cómo han aumentado “tu paz” y
“tu justicia”? (Is. 48:17, 18).
……
¿Qué aprendemos de la actitud de los israelitas hacia “la columna de fuego y nube”?
(Éx. 14:24; w11 15/4 págs. 3-5).
La Biblia revela el origen y el propósito de este milagro: “Jehová iba delante de ellos durante
el día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y durante la noche en una columna
de fuego para darles luz, para ir de día y de noche” (Éxo. 13:21, 22). Como vemos, desde que los
israelitas salieron de Egipto, la columna fue el medio que Dios usó para guiarlos por el desierto.
Siempre tenían que estar listos para seguirla tan pronto se movía. Jehová también la utilizó para
protegerlos colocándola entre ellos y el ejército del faraón cuando este se preparaba para
atacarlos (Éxo. 14:19, 20).
La columna era una garantía de que Dios estaba con los israelitas. Representaba a Jehová,
quien a veces les hablaba desde ella (Núm. 14:14; Sal. 99:7). Además, fue el medio que identificó
a Moisés como el caudillo elegido por Jehová (Éxo. 33:9). Ciertamente, el éxito de los israelitas
durante el éxodo dependía de que reconocieran el medio visible que Dios estaba usando para
dirigirlos y siguieran su guía.
Perdieron de vista el propósito de la columna
Cuando los israelitas vieron por primera vez aquella señal milagrosa, debieron de quedar
maravillados. Lamentablemente, su presencia constante no bastó para infundirles confianza plena
en Jehová. De hecho, llegaron a cuestionar la guía divina en varias ocasiones. Por ejemplo,
cuando los egipcios salieron tras ellos, no creyeron que Dios pudiera salvarlos. Más bien,
acusaron a su representante, Moisés, de haberlos metido en una trampa mortal (Éxo. 14:10-12).
Después de atravesar el mar Rojo, lo criticaron a él, a Aarón y al propio Jehová porque pensaron
que no tendrían comida ni agua (Éxo. 15:22-24; 16:1-3; 17:1-3, 7). Y unas semanas más tarde,
presionaron a Aarón para que les fabricara un becerro de oro. Imagínese la situación. En un
sector del campamento se alcanzaba a ver la columna de fuego y nube, la majestuosa prueba de
que estaba con ellos su Libertador, Jehová. Pero al mismo tiempo, no lejos de allí, los israelitas
estaban adorando a un ídolo sin vida mientras decían: “Este es tu Dios, oh Israel, que te hizo
subir de la tierra de Egipto”. ¡Qué “actos de falta de respeto” tan horribles! (Éxo. 32:4; Neh. 9:18.)
Con su rebeldía, los israelitas estaban demostrando desprecio por la guía de Jehová. Tenían
un problema de visión, pero no era físico, sino espiritual. Contemplaban la columna, pero ya
no significaba nada para ellos.
Reconozcamos el medio que Dios usa para guiarnos hoy
En la actualidad, Jehová sigue guiando a su pueblo. Ha nombrado Cabeza de la
congregación a Jesucristo (Mat. 23:10; Efe. 5:23). Este ha delegado parte de su autoridad en el
esclavo fiel, el grupo de cristianos ungidos de nuestros días distribuye obedientemente alimento
espiritual saludable y nutritivo “a su debido tiempo. Y ellos, a su vez, nombran superintendentes
para cuidar de las congregaciones (Mat. 24:45-47; Tito 1:5-9).
Agradezcamos la guía divina
¿Cómo podemos demostrar gratitud por la guía de Dios? El apóstol Pablo nos da la
respuesta: “Sean obedientes a los que llevan la delantera entre ustedes, y sean sumisos” (Heb.
13:17). Claro, esto no siempre es fácil. Para ilustrarlo, imagínese que usted es un israelita de la
época de Moisés. Lleva días caminando por el desierto detrás de la columna. De repente, esta se
detiene. “¿Por cuánto tiempo se quedará aquí? —piensa—. ¿Un día? ¿Una semana? ¿Varios
meses?” Entonces se pregunta si valdrá la pena deshacer el equipaje. Por si acaso, saca solo lo
imprescindible. Sin embargo, pasan varios días y se harta de estar buscando entre los bultos, de
modo que decide sacar el resto. Pero cuando está acabando, la columna se levanta, ¡y usted
tiene que volver a guardarlo todo! ¡Qué fastidio! Sin embargo, no le queda otra opción que partir
“inmediatamente después”, igual que el resto del pueblo (Núm. 9:17-22).
¿Cómo reaccionamos hoy cuando Dios nos da su guía? ¿La seguimos “inmediatamente
después” de recibirla, o continuamos haciendo las cosas como siempre? ¿Estamos al día con las
últimas instrucciones? Otra manera de agradecer la dirección divina es aceptando los consejos
que se nos den Por eso, al tomar decisiones importantes, no confiamos en nuestro propio criterio,
sino que acudimos a Jehová y su organización. Y tal como un niño corre a sus padres cuando
azota una tormenta, buscamos la seguridad que ofrece la congregación cuando azotan los
problemas de este mundo.
Por supuesto, ninguno de los cristianos que están al frente de la parte terrestre de la
organización es perfecto. Moisés tampoco lo era, y, sin embargo, la columna de nube y fuego era
una indicación constante de que había sido nombrado por Jehová y contaba con su aprobación.
Hoy día, el mayordomo fiel nos da una señal clara cada vez que es necesario emprender la
marcha, por decirlo así. Se vale de La Atalaya y Nuestro Ministerio del Reino, así como de
publicaciones nuevas y discursos en las asambleas. También nos hace llegar instrucciones
mediante los superintendentes viajantes, o mediante cartas y cursos de capacitación para los
siervos nombrados.
¿Reconocemos el medio por el cual nos dirige Dios durante los últimos días? Él usa su
organización para guiarnos a través de este mundo, que es como un peligroso desierto. Gracias a
ello disfrutamos de protección, amor y unidad.
¿Cómo demostramos que valoramos la guía de Dios cuando...
• ... damos cursos bíblicos?
• ... predicamos a quienes hablan otro idioma?
• ... celebramos todas las semanas la adoración en familia?
• ... cooperamos con los Comités de Enlace con los Hospitales?
• ... nos comportamos bien en las asambleas?
¿Qué garantía nos dan las descripciones que hacen Isaías, Ezequiel, Daniel y Juan
sobre la parte celestial de la organización de Jehová? (Is. 6:1-4; Ezeq. 1:4-14, 22-24; Dan.
7:9-14; Apoc. 4:1-11; w13 15/4 págs. 23-25 párrs. 5-8).
Es emocionante leer lo que Isaías, Ezequiel, Daniel y Juan escribieron sobre la forma en que
Dios ha organizado los asuntos en el cielo (Is. 6:1-4; Ezeq. 1:4-14, 22-24; Dan. 7:9-14; Rev. 4:1-
11). Es como si Jehová abriera una cortina y los cielos quedaran expuestos ante nuestros ojos.
¿Por qué quiso él que esa información estuviera en las Escrituras?
6
Porque él quiere que siempre recordemos que formamos parte de una organización
universal. Para que los propósitos de Jehová se cumplan, están sucediendo muchas más cosas
que las que podemos ver. Por ejemplo, el profeta Ezequiel vio la parte invisible de la organización
de Dios representada por un enorme carruaje celestial. Este podía moverse a gran velocidad y
cambiar de dirección en un instante (Ezeq. 1:15-21). Con cada giro de sus ruedas se desplazaba
a grandes distancias. Ezequiel también observó algunos detalles del Conductor del carruaje:
“Llegué a ver algo como el fulgor del electro, como la apariencia del fuego todo alrededor [...]. Era
la apariencia de la semejanza de la gloria de Jehová” (Ezeq. 1:25-28). El profeta debió quedar
boquiabierto y admirado. Contempló a Dios controlando perfectamente su organización, dirigiendo
cada movimiento mediante su espíritu santo. ¡Qué impresionante visión de la parte celestial de la
organización de Jehová en acción!
7
Daniel también vio muchas cosas que nos llenan de confianza. Se le permitió contemplar en
visión a Jehová representado por un “Anciano de Días” sentado en un trono de llamas de fuego
con ruedas (Dan. 7:9). Jehová quería que Daniel viera que su organización está en movimiento,
cumpliendo su propósito. Este profeta también observó a “alguien como un hijo del hombre”,
Jesús, a quien se le encargaba la supervisión de la parte terrestre de la organización de Jehová.
El reinado perfecto de Jesús no dura unos pocos años, pues “su gobernación es una gobernación
de duración indefinida que no pasará, y su reino uno que no será reducido a ruinas” (Dan.
7:13, 14). ¿Verdad que esto nos anima a confiar en Jehová y a valorar lo que está logrando?
Él dio “gobernación y dignidad y reino” a su Hijo, quien fue probado y demostró su lealtad. Está
claro que Jehová confía en su Hijo. Y nosotros también podemos confiar en Jesús, que es
nuestro líder.
8
¿Cómo debe afectarnos conocer mejor a la parte invisible de la organización de Jehová?
Al igual que Ezequiel, seguro que nos sentimos impresionados y más humildes al entender lo que
Jehová está haciendo (Ezeq. 1:28). Meditar en la organización de Jehová nos anima a actuar, así
como animó a Isaías. Cuando se le presentó la oportunidad de contar a la gente lo que Jehová
estaba haciendo, la aprovechó sin dudarlo (lea Isaías 6:5, 8). Estaba convencido de que con el
apoyo de Jehová podría superar cualquier obstáculo. ¡Cuánto nos alienta a nosotros también
contemplar a la parte celestial de la organización de Jehová, que nunca se detiene y que está
totalmente entregada a cumplir los propósitos de él!
¿Qué actitud debemos tener hacia los cambios y aclaraciones si queremos seguir en el
camino de la verdad? (w11 15/9 pág. 14 párrs. 14, 15).

14
Deberíamos actuar como el apóstol Pedro. En cierta ocasión, Jesús dijo a sus oyentes: “A
menos que coman la carne del Hijo del hombre y beban su sangre, no tienen vida en ustedes”.
Hubo quienes tomaron sus palabras al pie de la letra y dijeron: “Este discurso es ofensivo; ¿quién
puede escucharlo?”. Como resultado, “se fueron a las cosas de atrás”. En cambio, notemos lo
que le dijo Pedro a Jesús: “Señor, ¿a quién nos iremos? Tú tienes dichos de vida eterna” (Juan
6:53, 60, 66, 68).
15
A decir verdad, el apóstol no terminó de entender a qué se refería Jesús al hablar de comer
su carne y beber su sangre. Pero eso no lo inquietó, pues sabía que Dios le daría iluminación
espiritual. ¿Qué hay de nosotros? ¿Cómo reaccionamos cuando se publican aclaraciones
doctrinales? ¿Procuramos entender las razones bíblicas que han motivado los cambios? (Pro.
4:18.) Deberíamos parecernos a los habitantes de la ciudad de Berea del siglo primero, quienes
“recibieron la palabra con suma prontitud de ánimo, y examinaban con cuidado las Escrituras
diariamente” (Hech. 17:11). Si los imitamos, apreciaremos aún más el privilegio de servir a Dios y
tenerle como nuestra herencia
¿Cómo nos ayudará esa actitud a reaccionar bien ante un cambio que afecte a alguna
costumbre o tradición que nos gusta mucho? (w98 1/10 págs. 19-23).
¿Son compatibles las culturas locales y los principios cristianos?

A STEPHEN, Testigo del norte de Europa, se le destinó de misionero a un país africano.


Mientras paseaba por una ciudad con un hermano nativo, se sobresaltó cuando este le agarró de
la mano.
A Stephen le escandalizaba la idea de caminar por una calle concurrida agarrado de la mano
de otro hombre, pues esa costumbre tiene connotaciones homosexuales en su cultura (Romanos
1:27). Para el hermano africano, en cambio, ir de la mano era sencillamente un gesto de amistad.
Rechazar la mano significaría rechazar la amistad.
¿Por qué deben interesarnos los choques culturales? En primer lugar, porque el pueblo de
Jehová desea cumplir la comisión divina de “[hacer] discípulos de gente de todas las naciones”
(Mateo 28:19). Con ese propósito, algunos cristianos han ido a servir de ministros a lugares más
necesitados. A fin de triunfar en su nuevo ambiente, deben comprender las distintas culturas que
se encuentren y adaptarse a ellas. Así trabajarán en armonía con sus hermanos y también serán
más eficientes en el ministerio público.
¿Y las costumbres inofensivas?
Por ejemplo, hay muchas formas de saludar: dar la mano, hacer una reverencia, dar un beso
o hasta un abrazo. También hay una enorme variedad de costumbres que regulan los modales a
la mesa. En algunos países las personas comen de un mismo plato o una misma fuente. Hay
lugares donde eructar es una forma aceptable, e incluso deseable, de expresar agradecimiento,
mientras que en otros es inaceptable y se considera el colmo de la mala educación.
En lugar de determinar cuáles de estas costumbres inofensivas nos gustan o nos disgustan,
concentrémonos en adoptar la actitud adecuada con respecto a ellas.
Este enfoque humilde impedirá que menospreciemos las prácticas ajenas. Nos sentiremos
motivados a tomar la iniciativa y aprender cómo viven otros pueblos, seguir sus costumbres y
probar sus comidas, en vez de refrenarnos o sospechar de todo lo que parezca distinto.
¿Y si una costumbre no nos gusta? ¿Debemos rechazarla sin más? No necesariamente. La
costumbre de que los hombres vayan de la mano, mencionada al principio, es perfectamente
aceptable en esa comunidad africana en particular. Cuando el misionero observó que otros
hombres paseaban de la mano, se sintió más cómodo.
Si deseamos hacernos “toda cosa a gente de toda clase”, tal vez debamos modificar algunos
conceptos profundamente arraigados con respecto a lo que es y no es apropiado. Muchas veces,
la manera “correcta” e “incorrecta” de hacer algo solo depende de dónde vivimos. Por ello, el que
dos hombres se agarren de la mano es una manifestación de amistad en un país, mientras que
en muchos otros seguramente restaría valor al mensaje del Reino.
Cuando predicamos las buenas nuevas del Reino a las personas de nuestros alrededores o
de otras partes, tener el enfoque equilibrado de la diversidad cultural nos permitirá hacernos
“todacosa a gente de toda clase”. Y muy probablemente veamos que el acoger con gusto la
diversidad cultural contribuye a que tengamos una vida rica, animada y fascinante.
¿Cómo podemos demostrar que agradecemos la luz espiritual que recibimos? (Sal.
97:11).
prestar mucha atención a toda directriz que recibamos de la organización de Jehová y obedecerla
de inmediato. incluso cuando me suponga algún sacrificio?”
En vista de todos los cambios y aclaraciones que se hacen, ¿cómo piensas mejorar tu
estudio personal de la Biblia? (2 Ped. 1:19-21).
……
¿Cómo hacemos brillar nuestra luz? (Mat. 5:14-16; Mar. 13:10; w08 15/5 pág. 4 párr. 12)
12
Jesús les dijo a sus discípulos que ellos eran “la luz del mundo” y les mandó que hicieran brillar
su luz para que así la gente pudiera ver “sus obras excelentes”, es decir, sus buenas acciones a
favor del prójimo. Su luz brillaría “delante de los hombres”, iluminando espiritualmente a la
humanidad (léase Mateo 5:14-16). Hoy en día, nuestra luz resplandece cuando ayudamos en lo
que podemos a nuestros vecinos y cuando colaboramos en la labor de evangelización que se
lleva a cabo “en todas las naciones”, sí, “en todo el mundo” (Mar. 13:10; Mat. 26:13).
¿Por qué quieres seguir andando por este camino en el que la luz espiritual brilla cada vez
más?
……….

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