Historia de Dos Ciudades - Análisis 1

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“Historia de dos ciudades” Charles Dickens

Diana Catalina Vergara Cárdenas

Parte 1

Esta novela es sin dudas conmovedora, un relato precioso que tiene varias historias
que se van contando entretejidas y que sorprenden al lector gratamente con un final
agridulce. En cuanto a Hegel y su concepción del arte en el mundo,  según mi parecer y
las abstracción que hice de las lecturas, el individuo quisiera vivir aventuras
irrepetibles y experiencias inconfundiblemente personales, quisiera moverse en un
mundo sensible y concreto, lleno de significado, como cuando le cuentan las
fantásticas historias de los personajes de la antigua mitología llenas de dioses, y
protegido por valores capaces de rescatar el causal transcurrir de las cosas por las que
pasa y a las que la mayoría son indiferentes. El individuo quisiera que su vida fuera
verdaderamente suya, es decir, quisiera vivir poéticamente, sin embargo, se mueve en
la prosa.

La novela moderna para Hegel debe ser la historia de este individuo que ya ha sido
dejado por los  dioses pero que debe ser incapaz de renunciar a la poesía de la
existencia. La novela ocupa el lugar del poema épico de la tradición, generando que la
continuidad de la vida esté considerada como rica de sentido y de poesía.

Teniendo este concepto armado, en esta novela: “Historia de dos cuidades” la prosa
de la vida a mi modo de ver son varias situaciones. El principal es el amor, tan
cotidiano y real, a veces intangible y subvalorado. El amor profundo que le profesa
Sydney Carton a Lucía Manette al dar su vida para que ella pase el resto de la suya al
lado de su amor. También el amor que no es correspondido del mismo Carton pero
que no por eso deja de existir. Por otro lado me parece también que nos trata de
enfrentar con nuestros actos de venganza, en cuanto Alejandro Manette al querer
escribir su historia de su encarcelamiento, termina involuntariamente condenando a
su yendo por “venganza” contra los familiares del yerno, elemento que se analizará
más adelante cuando se toque el tema de colisión. Dickens enmarca muy bien las
historias, época de la revolución francesa, la toma de la bastilla y demás, pero logra de
manera majestuosa tomar lo “cotidiano” y cambiarlo de la prosa de la vida a poesía
(metafóricamente hablando). Son esas pequeñas situaciones que con un lenguaje
preciso, una forma de narrar que solo este escritor tuvo, es que se logra transformar
los eventos más sencillos en una obra de arte. Es decir, que como dice Grimferrer, con
solo palabras se escribe un texto, pero no una novela en el sentido corriente. Es decir
falta la genialidad del escritor que con el alma y su inteligencia trabajen en pos de una
verdadera novela.

Elementos como la cárcel son muy frecuentes de Dickens, la descripción de las


ciudades es fenomenal aunque lúgubre. Sin embargo, si analizamos bien son
elementos cotidianos: hay una cantidad impresionante de personas en la cárcel,
muchas de ellas injustamente condenadas, otros con penas que no satisfacen a la
comunidad por sus fechorías, pero es un elemento que es familiar para nosotros sin
necesidad de haber estado en una de ellas. Lo mismo las ciudades, vivimos en una de
ellas, pero a veces para que tiene que pasar algo asombroso en ellas para las notemos.
Sin embargo, Dickens logra con esa cotidianidad, eso es que común para nosotros
ponerlo en poesía, que al leerlo, la “audiencia” no solo se transporte a Londres o París
sino que además no sean la realidad exacta de esas ciudades, sino la actual de la época
de Dickens. Toma esa prosa de la vida, lo cotidiano, lo que es universal y lo vuelve
individual.

En el estado general del mundo que nos expone Hegel, lo que él llama el tiempo de los
héroes, se dice que se presenta como un tiempo en que la virtud constituye el
fundamento de las acciones. Los héroes son individuos que, desde la autonomía de su
carácter y de su albedrío, toman sobre si el todo de una acción y la realizan; en ellos, la
ejecución de lo recto y lo moral se presenta como un sentimiento individual. De modo
que no pasa como en el común de los hombres y la sociedad en la que hay una ley
preestablecida y universal, sino que la individualidad de estos personajes es la ley para
sé misma, es decir, que cada uno está ahí para sí mismo y saca de sí su voluntad y su
fuerza para la acción. Y así mismo como en el estado heroico el sujeto se halla en
conexión inmediata con todo su querer, hacer y llevar a cabo, de igual manera asume
individualmente las consecuencias que se siguen de su acción. Todo esto parece estar
hablado directamente de un personaje, personaje que termina siendo el héroe de toda
la historia, pero que a su vez nos deja con un sin sabor, como una victoria Pírrica, en la
el precio que se tiene que pagar por la felicidad de una familia sea la muerte de un
inocente que voluntariamente accede a dar la vida por otro ser humano siendo él
inocente. Sabemos bien que se trata de Sydney Carton. Él es quien lleva sobre sus
hombros la felicidad y unión de Carlos Darnay y Lucía. El sabe muy bien lo que hace,
nace de sí mismo la idea de intercambiarse. Individualmente es una decisión que no le
costó tomar, su amor era más fuerte y representa muy bien lo que para Hegel es un
héroe. No inculpa a nadie, aunque sabemos que Darnay de no haber hecho ese viaje,
las peripecias y fatídico destino de Carton no hubiesen sido necesarios.

Por otro lado, a diferencia de la individualidad y época heroica, nosotros hacemos la


distinción entre persona y familia. La época de los antepasados fluye hacia los
descendientes, y una generación entera sufre por el primer delito; el destino de la
culpa y de la prevaricación se hereda. A nosotros esa condenación nos parecería
injusta como un destino ciego. Entre nosotros las acciones de los antepasados no
ennoblecen a los hijos y nietos, de igual manera que los delitos y castigos de los
progenitores no deshonran la descendencia, y menos todavía pueden mancillar a su
carácter subjetivo. Pero en la antigua totalidad plástica el individuo no está aislado en
sí sino que es miembro de una familia o tribu. Por eso, el carácter, la acción y el
destino de la familia es asunto de cada miembro. Y lejos de renegar de las acciones y
del destino de sus padres, por el contrario, cada miembro partículas los asume
voluntariamente como suyos. Esto lo vemos claramente en Dickens, cuando narra el
pasado de la familia de Darnay y cómo Manette sin querer condena a su yerno a una
muerte segura. Es Darnay quien esta vez carga a sus espaldas los delitos de sus
antecesores, por quienes es encarcelado a pesar de ser inocente de lo que se le acusa,
pero por tener tal apellido, ser descendiente de estos hombres que tanto mal le
hicieron al médico, es el merecedor de tal castigo en la sociedad de entonces, que aún
a pesar de que el mismo Manette es quien aboga por él, no le es retirado ningún cargo
por los que se le acusa. Así pues, en ese estado actual del mundo en ese entonces, en
general se puede actuar por si mismo bajo uno u otro aspecto, pero cada individuo,
por más que haga y deshaga, pertenece a un orden dado de la sociedad, y no aparece
como figura autónoma, total y a la vez individual y viva de esta sociedad sino
solamente como un miembro limitado de la misma.

A los individuos en este estado general se les abren estados especiales como las
colisiones y complicaciones que incitan a los mismos individuos a exteriorizar lo que
son y se muestren como figuras determinadas. El conflicto y relaciones de colisión en
esta novela son variados y abundantes. Con ello, el estado del mundo que
primeramente es armónico en sí, es llevado a la diferencia y oposición frente a sus
individuos. La colisión determina la esencia de la situación, la cual conduce a
reacciones y bajo este aspecto representa el punto de partida y la transición a la acción
auténtica. Es decir que se presenta como una situación, que hace que el o los
personajes se vean enfrentados a la misma y decidan actuar de una forma u otra pero
que es el hecho el que les crea la necesidad de ejercer una acción. Bajo este aspecto, la
colisión tiene su fundamento en una lesión que no puede permanecer como tal, sino
que tiene que ser reparada. La colisión es quien perturba esta armonía y lleva a la
disonancia y oposición a este ideal unitario en sí.

Hay varios puntos de corte a lo largo de la novela, que tornan la historia extraña de tal
forma que nos hacen indagar sobre lo que está sucediendo. Iniciando con la liberación
del señor Manette, el médico que ha sido encarcelado en la Batilla sin justa causa. Los
que no nos imaginamos es toda la historia que hay de tras de esa privación de la
libertad, quienes fueron los implicados y mucho menos que más adelante un
descendiente de los ultrajadores es quien se casa con su hija adorada. Por supuesto no
es un mal hombre, pero carga con el peso de las acciones cometidas por su
ascendencia. Por eso éste es un tipo de colisión que se encuentra y es que derecho
ligado a la naturaleza como lo dice muy bien Hegel, y pone como ejemplo los
descendientes de reyes y enemistad entre hermanos.

Otra fuente de colisión son los sentimientos de Carton por Lucía, que no puede
corresponder. Ella concuerda con que no es suficiente para ella, cosa que Carton toma
bastante bien y lo acepta no sin eso desaparecer su amor y aprecio hacia ella. Aquí hay
un muro de separación, de por sí ajeno a los sentimientos, pero separa a Carton de
aquello que estaría dispuesto a alcanzar. Otro buen ejemplo es aquel que consiste en
que Manette ha hecho algo (al escribir su relato sobre su prisión) sin saber, sin la
intención, algo que luego se muestra como una lesión de poderes morales que por
esencia merecían ser respetados pero que afectas no precisamente a quien él quería
porque desconocía las relaciones que su yerno tenía con sus captores. La vergüenza
por su acción, se apodera de él y pone en marcha la colisión, que es entrar en defensa
de su yerno para salvarlo de si inminente muerte.

Las situaciones que generan colisión como las oposiciones, los obstáculos,
complicaciones y lesiones hacen actuar a los implicados, de modo que el ánimo por la
comprensión de las circunstancias se ve inducido a actuar necesariamente contra lo
que perturba o coarta, contra lo que se opone a sus fines y pasiones. Así es como veo
que toma Carton la noticia de la sentencia de muerte del amor de la vida de su amor.
Es precisamente su amor por Lucía quien lo motiva a actuar de la forma en que lo hizo.
No se arrepiente en absoluto sino que como define Hegel al héroe, se levanta como
individuo para frental tal injusticia e intercambia su futuro con el de un moribundo.
Actúa en nombre del amor.

En cuanto a la narración de la novela, hay muchos componentes. Por ejemplo la


descripción de las situaciones en ambas ciudades, una como lo más caótico de ese
entonces y la otra como la escapatoria a ese caos, es muy novelesco y característico de
Dickens, porque a lo largo de sus novelas vemos como esas descripciones se
convierten en un elemento fundamental de sus obras, haciendo de estos lugares unos
personajes protagónicos de suma importancia para el desarrollo de las historias. Es
meticuloso y realmente dibuja con las palabras la composición de los lugares.

El momento épico se encuentra con el sacrificio de Carton, quien también termina


teniendo un pequeño enamoramiento con alguien que como él también iba a morir.
Pero todas las peripecias, los eventos y la decisión final, hacen que uno como lector se
llene de emoción, nostalgia y un poco de tranquilidad al saber que la dulce Lucía no iba
a perder a su amado esposo, pero a cambio, alguien que la ama sin dudas es quien va a
pagar ese gran precio.

Esta es una de las obras cumbres de Dickens, hemos visto su evolución a lo largo de la
lectura de unas cuantas de sus obras. Sin embargo algo que me llamó mucho la
atención es que ya no aparece como personaje principal un niño, y su extensión es
considerablemente menor a sus obras anteriores. Ya se había consolidado como gran
escritor y era querido por muchos que esperaban con ansias sus novelas para
compartir en familia y vivir al lado de los protagonistas sus vivencias. Sin embargo, se
volvió más preciso, sus descripciones cada vez fueron mejores tal cual pintando un
cuadro. Y claro que seguía haciendo una crítica a la sociedad de su época, pero siendo
más sutil.

Dickens presenta muy bien el caos que se vivía durante esa época, no había
tranquilidad puesto que la revolución estaba en marcha. Parece que fuera un
reportero que cuenta y dibuja las situaciones como se vivían durante la toma de la
Batilla. Pero no es de sorprender por cuanto siempre supo hacerlo y retratar la
Inglaterra y bueno, distintas partes del mundo a través de sus palabras. Uno podría
leer la novela y sentir aquello que se vivió en ese momento histórico. Además le
imprime un poco de sentimientos. Dentro de todo ese caos que dibuja, desarrolla la
historia, entre una cuidad pacífica, y otra que está en total remodelación y por tanto
hay desorden. La figura de la cárcel o personajes idealizados como increíblemente
bondadosos hacen parte del repertorio clásico de este escritor. También, y
probablemente lo que más me gustó de su forma de escribir, son esas terribles
coincidencias que en la realidad son tan improbables que a veces son incluso graciosas.
Solo que para Dickens, no es gracioso de chiste, sino de cómo las circunstancias
pueden hacer que un pequeño toque cambie por completo la interpretación de las
relaciones como pasa muy bien en esta novela y en muchas otras donde personajes
descubren vínculos que no sabían que tenían o simplemente son revelados a la luz
pública y esto hace que se dé un gran giro en toda la historia.

Los personajes que Dickens explora y crea en esta obra son bastante agradables.
Iniciando con el médico Manette, quien sufre mucho y es encarcelado en la Bastilla. Le
cuesta un tiempo largo recuperarse de semejante trauma pero lo logra, sin embargo
por algo que hizo sin esperar que se hiciera justicia, Su yerno termina siendo juzgado
inesperadamente. ¿Qué hay de tras de esto? Bueno seguro que Dickens debe tener en
su sombra algo muy fuerte relacionado con las cárceles y todo lo que ellas envuelven,
que más que su padre fuera preso mientras el siendo aún niño tenía que trabajar en
una fábrica de zapatos. Carlos Darnay, es el esposo de Lucía y yerno del señor Manette
quien también es injustamente sentenciado. Esto nos deja ver lo que Dickens pone en
tela de juicio y es que tan justos son aquellos juicios que se realizaban y que se siguen
realizando, con qué intención lo hacen. Lucía Manette, es el personaje ideal que
siempre habrá en las novelas de Dickens, es prefecta, preciosa y una buena mujer.
Mientras que los Defarge representan la revolución, el desorden, el cambio y por tanto
también lo radical por cuando comenten algunas injusticias.

Finalizo esta parte comentando que de las lecturas realizadas en este curso, esta fue la
que mas disfruté. Definitivamente uno en los afanes del mundo se pierde de las
maravillas del mismo. Claro que todo el mundo debe haber escuchado sobre Dickens,
saber que fue un gran escritor inglés pero ahí se queda. Pocos tenemos la fortuna de
leer parte de su obra y conocer ese gran escritor que hay tras esas frases escritas sino
que nos deja una sensación de bienestar de una de las manos más prodigiosas que ha
dado el mundo.

Segunda parte

Al haber visto ambas adaptaciones, la película y la miniserie, he podido entender


prácticamente que una adaptación no tiene que ser fiel al libro para ser excelente. Las
dos adaptaciones son muy distintas una de la otra y sin embargo, la sensación al final
es la misma, logra el mismo efecto en el espectador; por lo menos así lo fue para mí.
Hay en ellas muchas diferencias, muchas en muchos sentidos. Así que para hacerlo
más fácilmente y no saltar de aquí para allá, lo que haré es hablar de cada una por
separado para tener más orden, abarcar mejor las preguntas y desarrollarlas
satisfactoriamente.  Cada una de ellas tiene aspectos buenos, malos y aciertos que se
lograron de maneras muy distintas, así que para destacarlos intentaré ahondar en
detalles que son de suma importancia al analizar una obra fílmica. Sin más preámbulo,
daré inicio.

Empezaré hablando de la película realizada en 1998 “Great Expectations” del director 


mexicano Alfonso Cuarón donde los protagonistas son interpretados por Ethan Hawke
y Gwyneth Paltrow. Es moderna, y no me refiero a la fecha de realización, sino a la
ambientación que le da el director, es decir son tiempos modernos. Sabemos bien, que
aunque Dickens le dio un toque distinto al libro, que los ambientes que en él se
encuentran, nombres, situaciones y demás muy bien pensados y construidos por este
gran escritor, también es cierto que el director en una película tiene todas las
libertades que él mismo se quiera dar, es decir, que no por comprar los derechos de un
libro debe hacer un film que siga meticulosamente cada frase que en él está escrita,
sino que por el contrario debe darle su toque personal para hacer de la misma una
obra estupenda. Además, es posible que una película de época sea más difícilmente
aceptada y vista en la sociedad actual que por no ser cinéfilos ni conocedores de la
literatura universal (lamentablemente), persigan mucho la acción y películas policiacas
mainstream, dejando de lado lo importante. Así que por fines comerciales esta
adaptación se podría decir que le iría mejor que a una como la descrita anteriormente.

Un libro y un film son dos formas de arte diferentes, pero ambas se caracterizan por
expresar acción. Que la forma de expresarla cambie, mientras una lo narra la otra lo
muestra a través de imágenes, hace que sea difícil la comparación entre estos dos
artes como lo expresa muy bien Eco.  Mucho más complejo si se trata de comparar el
lenguaje por el que se transmite un mensaje o una historia. El proceso que se hace al
leer es muy distinto y más complejo que el que se hace al ver una película, pues la
segunda resulta de una respuesta más natural que no requiere de pasar por tantos
filtros como la palabra leída que tiene que ser decodificada, hasta que halle un
significado según el contexto y finalmente logre ser evocada por el lector para que se
genere un sentimiento.

Entonces, este film, logra transmitir una bella y conmovedora historia a través de un
lenguaje cinematográfico adecuado sin ser solo una serie de imágenes que forman una
película sino que se trata de un relato fílmico, cosas que satisfacen lo que Griffith
definía como las funciones del cine: Que era algo que servía para contar historias y que
lo que se debía hacer era encontrar el modelo o patrón para contarlas. Personalmente
no he leído el libro, pero en clase se trató un poco acerca de él, así que hay ciertas
bases y sensaciones que se crearon a lo largo de las charlas. Por lo tanto el sentimiento
que surge durante la visualización del trabajo realizado por Cuarón es análogo a la
sensación producida en el espectador con el trabajo escrito por Dickens. Debo decir,
entonces que se trata de una buena adaptación, sin ser maravillosa, ya que como dice
Gimferrer, las grandes novelas pueden dar buenas películas pero difícilmente grandes
películas.

Para entrar a analizar un poco la composición del film debo iniciar diciendo que no hay
un principio audiovisual muy claro, hay infinidad de tomas y recursos en la cámara de
los que se aprovecha el director, logrando planos hermosísimos y con un significado
preciso. Es decir, la cámara trabaja para el propósito e intención del director. En cada
plano seleccionado, hay una intensidad de momento que es majestuosa. El film da
inicio con una música muy medida. Sonidos de olas que rompen contra la playa, las
gaviotas que cantan, se fusionas a la perfección con los instrumentos de fondo.  Un
plano muy bonito de un niño (Finn) caminando por la playa haciendo sus dibujos sobre
peces que ve nadar en la orilla del mar (rio). Lo acompaña una música idealista,
soñadora, tranquila y muy sobria. De un momento a otro cambia el ritmo que venía
moviendo la película, que como las olas del mar, se puso violento de par en par. En
esto, me permito la redundancia de hablar de nuevo sobre la música, porque es ella
misma la que refuerza ese sentimiento de sorpresa cuando el prófugo de la justicia
sorprende al pequeño, y es de esa forma que es tan importante como los mismos
protagonistas ya que refuerza los momentos de mayor intensidad que van desde la
tristeza, la gran felicidad e incluso la decepción.

Durante el desarrollo de la historia se manejan distintos tiempos, distintas velocidades


y distinta clase de música. Los momentos de mayor intensidad suelen estar
acompañados de música fuerte pocos diálogos y se dilata moderadamente el tiempo.
Por otro lado, cuando se narran eventos cotidianos se recurre a los planos que duran
poco en pantalla, voz en off y una música sutil que a veces es más movida que en los
planos anteriores. A veces parece como que nada pasa, pero son esos momentos en
los que las conversaciones toman importancia, la música disminuye y se dispone a
planos de duración intermedia. Siempre hay cierta distancia entre lo que está
sucediendo y el público.

Son frecuentes los two y three shots, los travellings, planos abiertos, primeros planos,
picados y contra picados, además de tomas con cámara quiera donde el objetivo se
encuentra inclinado más de un lado que del opuesto, contrastados con el uso del
steadycam. La voz en off de Finn, un Finn mayor al que vemos en un principio, es el
narrador de su misma historia. Me llama mucho la atención que el aclara desde el
principio que no va a contar sus vivencias tal cual fueron, sino que lo hará tal cual las
recuerda. El trabajo de fotografía me impresionó, son paisajes naturales que fueron
muy bien captados por la cámara y no solo eso sino que además se debe tener
paciencia para lograr planos tan valiosos como los que encontramos a lo largo de la
película, sobre todo en exteriores. A continuación mostraré algunos apartes que
sustentan lo anteriormente dicho sobre los paisajes y los planos tan hermosos que se
lograron.

Los fundidos encadenados están presentes en varios momentos del film, dan
continuidad a los viajes, historia y une escenas de tal forma que da unidad a todo el
trabajo, pero que también aportan a la sensación que ha pasado el tiempo y siguen
pasando cosas (por ejemplo en el bote donde Finn ayuda al preso, navegan por largo
rato ayudándose de los fundidos encadenados para dar la sensación de un largo viaje).
El manejo de la luz es admirable, cómo se filtra por entre las hojas de los árboles, cómo
pega en la cara de los actores, cómo aún en espacios que son bastante oscuros ella se
filtra y entra para dar justo en el lugar preciso, los claro-oscuros, las figuras que se
destacan en todo su color mientras al lado los acompaña una figura opaca a la que
poco le da la luz (sobre todo si se trata de Estella, es ella la que casi siempre queda en
la sombra). Me parece particularmente hermoso el plano en el que Estella se está
dejando dibujar por Finn, en su departamento, está ella desnuda, siendo ella misma,
está feliz… Me gusta mucho como la luz entra y refleja el humo del cigarrillo que se
está fumando y una sonrisa pícara y genuina se le escapa a Gwyneth Paltrow
(fotograma del grupo que viene a continuación con un asterisco).

Es importante destacar el papel de la mirada de los protagonistas, principalmente el de


Finn, cuando se trata de las subjetivas. Sabemos qué es lo que llama la atención de los
personajes, qué es lo que pasa a través de sus ojos, que además tiene un claro
significado para la historia en cuando a importancia de los lugares, situaciones y
personas que pasan por la vida de este joven. Son frecuentes las tomas subjetivas de
Finn mirando a Estella, de distintos ángulos en distintas situaciones, de cuando llega,
cuando se va, cuando comparte tiempo con él, cuando lo desprecia, pero es él quien
siempre la ve y nos deja ver a través de sus ojos la gran importancia que tiene esta
mujer en su visa. Además de Estella, son comunes las subjetivas hacia Joe, quién lo
crió, también de la casa abandonada de Ms. Dinsmoor y hacia ella misma. Para lograr
estas tomas se recurre a primeros planos, contra picados, planos abiertos e incluso en
el primer fotograma se realiza un paneo de abajo hacia arriba de forma muy sutil.

Los travellings (de predominio lateral) de los protagonistas muestran los recorridos
que hacen los mismos a través de los distintos escenarios, a veces nos dejan ver hacia
donde  se dirigen o qué exploran.  En el primer fotograma escogido para desarrollar
este grupo de planos, está Finn a segundos de la irrupción de Estella y cuando aparece
ella por primera vez, tenemos la certeza como espectadores, que ella va a ser de gran
importancia no solo para la historia sino para el corazón del protaginista. Muchas
veces esos travelling donde el que hace el desplazamiento es Finn su movimiento va en
pos de Estella, la va a buscar o va en dirección a donde ella se encuentra. Si es ell quien
guía el movimiento, Finn la va siguiendo de tras, mostrando la autoridad y el poder de
Estella sobre este muchacho.

Hemos visto varios aspectos en relación a la cámara, pero hay algo que me llamó
mucho la atención y fue que a veces la cámara está en posiciones poco comunes para
el espectador que frecuenta poco las salas de cine, como yo. Voy a dar ejemplos de
esos planos curiosos que no he visto casi nunca en la pantalla. Los primeros dos
fotogramas muestran una imagen alterada en su posición horizontal, la cámara estaba
desequilibrada, con peso mas en un lado que en el otro (con esto no quiere decir que
esté mal hecho ni nada parecido). Es extraño encontrar con frecuencia este tipo de
tomas, pero sin duda son muy bonitas, por eso las traigo a colación en este momento.
También pude notar que los personajes dentro del cuadro se cargaban muchas veces
hacia un lado, mientras que en el otro costado se puede apreciar la constitución de los
escenarios suntuosos y muy bien construidos por parte del departamento de arte. En
la segunda, tercera línea de los fotogramas presentados a continuación y la primera
foto de la cuarta línea vemos lo anteriormente dicho, vemos como en estos two shots
las parejas de actores no se encuentran en el centro del recuadro, sino que están
ubicados hacia un lado ya sea derecho, ya sea izquierdo. Sin embargo esto los llena de
mucha más riqueza. Quise hacer además, unos recortes de un contra picado, picado y
plano abierto, (respectivamente siguen después de las imágenes descritas con
anterioridad) para ejemplificar la presencia de estos recursos empleados que trabajan
en pos de la historia y hacen parte del lenguaje cinematográfico utilizado por el
director.

Antes de entrar a evaluar el último punto del trabajo me gustaría hacer una pequeña
acotación sobre la actuación de los actores. Personalmente me pareció que lo hicieron
muy bien, estaban metidos en sus personajes. Ethan Hawke, Gwyneth Paltrow y Chris
Cooper (Joe) destacaron bastante en su actuación, no solo por ser principales sino
porque uno como espectador no tiene dudas sobre la encarnación de Finn, Estella y
Joe respectivamente. Según Stanislavski, a mi parecer, estudiaron muy bien sus
papeles, estaban concentrados y con mínimos gestos transmiten grandes cosas. Los
diálogos fueron bien estructurados por el guionista dándole un toque jovial,
espontáneo y más relajado que la adaptación de la miniserie. En cuanto a la
composición de los cuadros y sentido de unidad me gustaría hacer un par de
anotaciones. Rafael Sánchez dice en “Montaje cinematográfico arte de movimiento”
que el principio de unidad tiene ciertas normas de recuadro: 1. Un punto de máximo
interés y 2. Un límite interno del marco.  A continuación tomaré como ejemplo algunos
fotogramas que me ayuden a describir la composición de loa cuadros y el concepto de
unidad en ellos.

Por más complejos que muchos de ellos parezcan, siempre hay un punto donde se
centra nuestra atención, no necesariamente el centro de la acción debe estar en el
centro del recuadro que aunque se delimita por la capacidad de la pantalla, también se
define por los componentes adicionales que hacen parte del cuadro. Por ejemplo en el
primer fotograma que se desarrolla en un ambiente bastante cargado de objetos,
centramos nuestra atención en el niño Finn y Ms. Dinsmoor, pero los demás objetos de
la habitación trabajan para el concepto que es el personaje de Ms. Dinsmoor. En el
segundo fotograma, vemos a la pareja de niños que bajan por la escalera hacia la
fuente donde finalmente se besarán. Sin saberlo, el cuadro mismo nos anticipa la
importancia de esa fuente, que está iluminada y casi que está en el centro del
recuadro fílmico, aunque nuestra atención está en otro lado muy cercano de la fuente
y recorremos con la mirada los pasos de estos jovencitos que se dirigen hacia la luz.
Muchas de estos planos, Estella es quien dirige la atención del público. La profundidad
de campo que se maneja es asombrosa, con escenarios bastante amplios, dejándonos
ver más allá de lo que está pasando en el plano más cercano con los principales
personajes.

Finalmente quiero decir que esta historia me toco, me pareció entretenida y una
buena adaptación del libro de Dickens. Al ser una película que se basa en un libro de
tan gran escritor, se pierden un montón de cosas, personajes, escenarios y detalles que
pueden hacer de la historia mucho más compleja de lo que aquí la presentan. Para
esta adaptación no son necesarios, así funciona bien y debo decir que me agradó
mucho verla, la disfruté en gran manera.

Continúo entonces con la segunda adaptación de “Grandes esperanzas”, esta vez se


trata de una miniserie televisiva de tres capítulos producida por la BBC que se estrenó
coincidiendo con la celebración del bicentenario de la muerte del famoso literato
inglés Charles Dickens. Esta, sin lugar a dudas es más fiel a la obra del escritor inglés
que la anterior adaptación de la que se habló. Es un film de época, con todas sus
características: la ropa, el transporte, la forma de hablar y un discurso mucho más
cortés, las relaciones sociales, el abolengo y la importancia del mismo. Se toma su
tiempo para detallar aspectos importantes que en la anterior adaptación pasaron por
alto como muchos personajes, las circunstancias y situaciones que hacían aún más
truculenta la historia, unos paisajes mucho más sombríos son el escenario de un
Londres lúgubre, frio y salvaje que se asemejan a los descritos en muchos de los libros
de Dickens. Se desarrolla mucho más en interiores que en exteriores y es curioso cómo
a veces se hacen planos parecidos para contar la misa parte de la historia en ambas
adaptaciones. Cambian por ejemplo los nombres, que a fin de cuentas no vienen
siendo tan relevantes, sin embargo da una sensación de más complejidad la cantidad
de “nuevos” personajes que aparecen, coincidiendo bastante con el libro.

Como se dijo anteriormente, no siempre la adaptación más fiel tiene que ser la mejor.
Con esto tampoco estoy diciendo que la primera es mejor que esta. Simplemente son
distintas, y por lo tanto deben ser analizadas de forma distinta. Lo importante, como
dice muy bien Grimferrer, es que se genere una respuesta análoga, cosa que de nuevo
sucede con esta miniserie. Así, que a los ojos de una inexperta que está aprendiendo a
pequeños pasos, me parece también una buena adaptación. Cuenta muy bien la
historia, seguro que con muchos más detalles, pero sigue capturando la atención del
público fácilmente y toca su sensibilidad. Utiliza un lenguaje fílmico parecido, usando
muchos más plano contra plano y primeros planos. La cámara quieta predomina.

De nuevo iniciaré ilustrando con fotogramas para ejemplificar lo que voy


argumentando. Entonces, como venía diciendo, se encuentran muchos escenarios
sombríos, lúgubres, grises y azules, algo fantasmagóricos y tenebrosos, como algunos
de sus personajes. Un pantano, suciedad, pobreza y olvido son las palabras que mejor
describen los lugares.

También, hay escenas que se logran muy parecidas en ambas películas (miniserie y
película). Me gustaría mostrar un par de esos planos. En el primer fotograma se puede
ver la entrada de la casa de Miss Havisham que si nos remitimos a las imágenes sobre
la primera adaptación son curiosamente parecidas. Al igual que el siguiente fotograma
en el que se muestran las escaleras de la misma casa y estos tres personajes en ella.
Eso nos podría hacer pensar que ambos directores tuvieron la misma sensación al leer
el libro de Dickens, es decir que estaba narrado de tal forma que el surgimiento de la
idea de cómo recrearlo y adaptarlo estaba en relación directa con el escritor más que
con sus mentes. Ambos entendieron además la amplitud de los espacios, la
profundidad de campo y los detalles que suman un cuadro en cuanto a su unidad a
pesar de la complejidad del mismo. Podemos darnos cuenta de hacia dónde se dirige
nuestra atención, pero también cómo los demás elementos que enmarcan la acción
son necesarios y funcionan como un todo.

Me toca profundamente la relación ente Joe y Pip. Se va transformado, pero es


increíble la reacción que Jo tiene hacia Pip, lo comprende, lo ama y apoya con todo su
corazón. Se nota mucho más emotiva esa relación en esta adaptación. Por eso quise
poner un fotograma que mostrara ese cariño y la construcción de una relación
bastante bonita, incondicional por parte de Jo. El manejo de la luz y las sombras es
muy meticuloso, sutil e igualmente sombrío. Vemos en el fotograma que sigue al de Jo
y Pis abrazados una foto que muestra a Pip en negro, pero que enfrente de él se
despliega toda esa mansión abandonada. Muy bonito cómo se ve. En las noches, la luz
producida por las velas es casi mágica. Le da una calidez impresionante, con glamur y
alcurnia. Lo mismo sucede con la luz natural que se filtra a través de los ventanales o
columnas.

La música siempre acompaña, a veces de una manera más sutil que en otras. Los
sonidos de la naturaleza también están presentes y se fusionan muy bien con la música
instrumental.
Hubo algo que me impactó mucho y fue que hay ciertos patrones de personajes que
uno tiene en la cabeza y son estereotipados. Aquí en esta adaptación vemos varios que
son creados de esta forma. Solo voy a mostrar dos que son muy curiosos y
característicos de esas películas de época, entonces tenemos en el primer fotograma
tenemos a un personaje realmente espeluznante que inspira desconfianza y maldad y
al lado de el tenemos al personaje bonachon de nariz y mejillas rojas, algo obeso que
pretende aprovecharse de cuanta situación se le presente. Parecen un par de
caricaturas hechas personas.

Quiero cerrar este trabajo comentando que ambas adaptaciones me tocaron de forma
similar, aunque también de forma distinta. Hay que ser sensible para sentir una
historia de estas, para apreciar el cómo están hechas. Quiero compartir dos planos
particularmente hermosos, los que más me llamaron la atención de la miniserie de la
BBC y son los siguientes:

La luz que se filtra por las hojas de los árboles se ve muy bien, es casi una ensoñación
con esos colores claros junto a la naturaleza. Estos jóvenes que se aman, pasan tiempo
juntos y comparten del otro con muestras distantes de cariño, pero es tan romántico
sin necesidad de dar un beso muy largo o apasionado sino inocente y corto, así que a
penas y se tocan los labios. Una escena preciosa y mi favorita de esta miniserie.

La actuación de todos los personajes está muy bien llevada a cabo, es distinta a la de
los actores de la primera adaptación, porque estos por la intención del director eran
mucho más distantes, estaban en otra época, por tanto eran más “tímidos” entre sí,
sin mucha confianza en la parte física. Es más de la época de Dickens, muy bonito.

Finalmente, me gustaría agradecerle profesor Juan Diego Caicedo, por enseñarnos


tantas cosas, no es fácil hacerlo sobre todo en un mundo donde la sensibilidad y las
ciencias humanas están tan desmeritadas. Es con usted que he aprendido que esa
parte artística, que probablemente sea casi inexistente en mí, no puede dejarse morir;
por el contrario debe ser exaltada y conservada, por eso mismo nos hace sensibles a
tantas cosas que con certeza pasan desapercibidas por nosotros cada instante. Para mi
carrera profesional como médica, me enseñó también muchas cosas. Por ejemplo, el
cómo acercarse a una situación delicada conservando la sensibilidad pero también el
profesionalismo, como muy bien lo hizo usted con el documental de la cárcel. Saber
que aunque es difícil se puede luchar para lograr avances en lo que uno se proponga.
Gracias por esos pastelitos cinematográficos y pastelotes literarios que compartió con
nosotros.

Bibliografía:

 “Cine y literatura” Pere Gimferrer


 “La definición del arte” Umberto Eco
  “Lenguaje del film” Renato May
 “Estética y psicología del cine” Jean Mitry
 “Montaje cinematográfico arte de movimiento” Rafael Sánchez

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