Taller de Artistica Historia Antigua
Taller de Artistica Historia Antigua
Taller de Artistica Historia Antigua
HISTORIA ANTIGUA
Grado: 11-1
SANTIAGO DE CALI
2020
LA PINTURA EN EGIPTO
La pintura del Antiguo Egipto fue muy bien vista eminentemente simbólica, funeraria
y religiosa. hacían de los pigmentos naturales, extraídos de tierras de diferentes colores,
una pasta de color, que mezclaban con barro y disolvían con agua para poder aplicarlo
sobre los muros, revestidos con una capa de tendido "seco" de yeso. Sus principales
técnicas fueron el fresco, el temple, el encausto y a veces también
el esmalte en joyas, amuletos, escarabeo, estatuillas de correspondientes y azulejo de
revestimiento en muros interiores. La pintura se utilizaba para decorar las paredes de los
templos y tumbas, así como para ilustrar papiros. Una técnica muy empleada fue la del
fresco para conseguir los colores de los pigmentos que se tenían que diluir en agua antes
de ser aplicados sobre una pared húmeda. La civilización egipcia no solo creó la
arquitectura, pintura y escultura su belleza no tan solo es impresionante, sino que
también es toda una cultura que ha hecho soñar a miles de personas como
investigadores, literarios y las personas comunes donde se funde un sobresaliente
misterioso e historia, el arte egipcio es un arte que se relaciona con el medio en él se
desarrolla.
Faraón perteneciente a la dinastía IV, del Imperio Antiguo de Egipto. Las fechas de su
reinado no se conocen con exactitud pero se estima que se inició hacia 2514 a. C. y
terminó hacia 2486 a. C.1 Hijo de Kefrén y nieto de Keops, el constructor de la Gran
Pirámide. Le sucedió su hijo Shepseskaf.
CARACTERÍSTICAS GENERALES
Las esculturas y bajorrelieves se ceñían a una serie de convencionalismos, cánones o
normas que se mantuvieron invariables en casi todos los periodos durante tres mil años.
I. Ley de la Frontalidad: Las figuras son concebidas para ser vistas de frente; son
muy simétricas, como si se hubieran esculpido respecto de un eje central, siendo
las dos partes muy semejantes.
II. Jerarquía: Las figuras más importantes eran esculpidas más grandes y
detalladas que las de los demás personajes, y mostraban actitudes hieráticas.
III. Hieratismo: Con ausencia de expresividad y rigidez de actitudes, como signos
de respeto y divinidad. Sólo en algunos periodos se acercó al naturalismo.
En los bajorrelieves, además:
Amenemhat III.
Sexto faraón de la dinastía XII de Egipto y está considerado como uno de los grandes
monarcas del Imperio Medio. Gobernó entre c. 1844-1802 a. C.
ARQUITECTURA EN EGIPTO
CARACTERÍSTICAS
Muchas antiguas ciudades egipcias han desaparecido porque estaban situadas cerca de
las zonas cultivables del valle del Nilo, que eran inundadas periódicamente con el lodo
del río y se elevaron lentamente durante milenios; o porque los ladrillos de adobe, con
que se construyeron, fueron utilizados como fertilizante por los campesinos; otros
edificios son inaccesibles, ya que las nuevas construcciones fueron erigidas sobre las
antiguas. El clima de Egipto, afortunadamente seco y cálido, preservó, como la aldea
de Deir el-Medina, la ciudad de Kahun del Imperio Medio, o las fortalezas en Buhen5y
Mirgissa. Por otra parte, muchos templos y tumbas han perdurado porque fueron
construidos de piedra, o asentadas en tierras altas, no afectadas por las inundaciones del
Nilo.
Trabajadores egipcios.
Pintura en la tumba de Rejmira.
LAS PIRAMIDES
LA PINTURA EN GRECIA
El arte de la Antigua Grecia todos los géneros de escultura, adoptando con predilección
el mármol y el bronce como material escultórico y tomando como asuntos principales
los mitológicos y los guerreros a los cuales añadió en su última época el retrato de
personajes históricos.
Forman su característica en los mejores tiempos del Arte (los de Fidias) la expresión de
la realidad idealizada, la regular proporción orgánica, el alejamiento de lo vago y
monstruoso, la precisión en los contornos y detalles, la armonía y belleza en las formas
y la finura en la ejecución.
DIVISIÓN DE LA ESCULTURA
Suele dividirse la escultura griega en cuatro periodos históricos bien delimitados a los
cuales precede el protohistórico o minoico y micénico. En este, se desarrolló por
espacio de unos veinte siglos (desde el año 3000 al 1100 a. C. aproximadamente) un
arte rudimentario pero lleno de vida y movimiento que modeló el barro y trabajó la
piedra, el marfil, el hueso e incluso el oro, el plomo y el bronce,
produciendo relieve, grabados, entalles mitológicos en piedras finas y pequeñas estatuas
e idolillos.
Los cuatro períodos arqueológicos que tras un prolongado silencio artístico siguieron al
micénico se distinguen del siguiente modo:
La Venus de Milo, escultura que debió ser ejecutada entre los años 130 y 100 a. C. pero
que pudo estar inspirada en algún modelo del periodo clásico.
PERIODO GEOMÉTRICO
En el primer período después de los rudimentarios ídolos de madera llamados xoanon,
planos por delante y por detrás y redondeados en los bordes, descubiertos
en Delos (atribuidos al mítico Dédalo) y después de las primeras estatuas de mármol de
tosco labrado y a modo de columnas, va recorriendo el arte un camino de progreso que
empieza en las escuelas jónico-asiáticas de Samos y Quíos (islas de Asia Menor) y
sigue en la dórica Sición (Peloponeso) a principios del siglo VI.
PERIODO ARCAICO
El segundo período se caracteriza por la independencia que el arte griego, ya formado,
va realizando respecto de imitaciones orientales y por el tipo atlético dado a sus estatuas
que en su gran parte representan a los vencedores en los juegos olímpicos aunque se
llamen Apolos.
Esta última y quizás también la de Egina más bien deben llamarse en escuelas áticas de
influencia dórica pues seguían la tradición jónica en el plegado de los paños con
bastante finura y exceso de simetría.
PERÍODO CLÁSICO
El tercer período señala el apogeo de la escultura, siendo Fidias el que a mediados del
siglo V a. C. la llevó a su esplendor. Pero antes forman una especie de transición los
escultores Cálamis y Mirón, los cuales vencen la rigidez del anterior periodo dando a las
figuras delicadeza y gracia el primero y expresión de movimiento el segundo.
Otras formas arquitectónicas que aún se pueden ver son la puerta de entrada procesional
(Propileos), la plaza pública (ágora), rodeada de paseos con columnatas (stoa), el
edificio del Ayuntamiento (bouleuterion), el monumento público, la tumba monumental
(Mausoleum) y el estadio (stadium).
MATERIALES
Los materiales frecuentemente empleados en la arquitectura griega fueron las madera,
para soporte y techo; adobes (ladrillo sin cocer) para la paredes, especialmente de
viviendas; la piedra caliza y el mármol para columnas, muros y porciones elevadas de
los templos y edificios públicos; la terracota, para ornamentos; y metales, especialmente
el bronce, para detalles decorativos.
HISTORIA
La mayor parte del conocimiento actual de la arquitectura griega proviene del período
arcaico tardío (550-500 a. C.), la época de Pericles (450-430 a. C.), y el periodo
puramente clásico (430-400 a. C.). Los ejemplos griegos se estudian junto a los
períodos helenístico y romano (puesto que la arquitectura romana es una interpretación
de la griega), y de fuentes escritas tardías tales como Vitruvio (siglo I). Como resultado,
queda una fuerte tendencia hacia los templos, los únicos edificios que sobreviven en un
número significativo.
Fachada oriental del Templo de Hera (Templo E) de Selinunte (Sicilia), levantado
originalmente en el siglo VI a. C. y reconstruido a mediados del siglo XX.
PERÍODO CLÁSICO
Es la segunda etapa, que se corresponde con los siglos V y IV a. C.
Como la pintura y la escultura de la época, la arquitectura griega de la primera mitad de
la Antigüedad clásica no era «arte por el arte» en el sentido moderno. El arquitecto era
un artesano empleado por el estado o por un rico cliente privado. No se distinguía entre
el arquitecto y el constructor.
PERÍODO HELENÍSTICO
Es la tercera y última etapa del arte griego. Se extiende desde el siglo III a. C. hasta
mediados del siglo II a. C., tomándose como fecha simbólica de cierre el año 146 a. C.,
cuando los romanos conquistaron la ciudad de Corinto.
El peso del desarrollo artístico se trasladó hacia Oriente. En esta época se desarrollaron
grandes construcciones en Pérgamo (Altar de Zeus), Rodas y Alejandría. De entonces es
el Mausoleo de Halicarnaso.
Lo más destacado son los proyectos urbanísticos como los de Hipodamo de Mileto, con
organización en cuadrícula, ejemplo que fue seguido en siglos posteriores.
Altar de Pérgamo, construido en la primera mitad del siglo II a. C. en la Acrópolis
de Pérgamo (actual Turquía) y en la actualidad reconstruido en el Museo de
Pérgamo de Berlín.
LA PINTURA EN ROMA
Los romanos de la Antigua Roma admiraban la pintura griega tanto como la escultura, y
animaban a los artistas que trabajaban para ellos a hacer copias de obras griegas,
especialmente famosas o populares. Los romanos tendían más que los griegos a decorar
sus paredes con pinturas murales, y aunque siguen la tradición griega, muestran en sus
pinturas un gran colorido y movimiento. Los procedimientos usados en esta pintura
debieron ser el encausto, el temple y el fresco. Aunque se sabe que los romanos
desarrollaron la pintura sobre tabla, los restos pictóricos conocidos más importantes son
de tipo mural, frescos protegidos con una capa de cera que avivaba los colores.
Sus géneros, el decorativo de vajillas y muros y el histórico y mitológico en los cuadros
murales. Y aunque los descubiertos hasta el presente ofrecen más que todo un carácter
decorativo llegan a ser verdaderas composiciones pictóricas y se juzga con fundamento
que hubo también otros de pintura independiente a semejanza de los actuales de tabla o
de caballete.
ESCULTURA EN ROMA
La escultura de Roma se desarrolló en toda la zona de este país de influencia romana,
con su foco central en Roma , entre el siglo VI a. C. y V d.C. El origen derivó de
la escultura griega, principalmente a través de la herencia de la escultura etrusca, y
luego directamente, por contacto con las colonias de la Magna Grecia y la
propia Grecia, durante el periodo helenístico. Tras la consolidación del imperio romano,
otras influencias extranjeras, sobre todo orientales, determinaron una progresiva
separación del canon griego hacia una simplificación formal de tendencia abstracta, que
estableció las bases del arte bizantino, paleocristiano y medieval. Este proceso, sin
embargo, se intercaló con varios períodos de recuperación del clasicismo, que además
de fortalecer el vínculo simbólico con el pasado fueron útiles para el mantenimiento de
la cohesión cultural y política del vasto territorio. El estudio de la escultura romana ha
demostrado ser un desafío para los investigadores por su evolución que es cualquier
cosa menos lineal y lógica. Los intentos de imponer un modelo de desarrollo formal
como un sistema orgánico sobre la historia de la escultura romana se muestran inexactos
y poco realistas.
Escena del sacrificio del altar de Enobarbo, siglo I a. C. Museo del Louvre, París
ARQUITECTURA EN ROMA
La arquitectura de la Antigua Roma es probablemente uno de los testimonios más
significativos de la cultura romana. Los dos estilos a menudo se consideran un cuerpo,
lo que se conoce como arquitectura clásica. La arquitectura romana floreció en
la República romana y más aún bajo el Imperio, cuando se construyó la gran mayoría de
los edificios supervivientes. La arquitectura romana abarca el período comprendido
entre el establecimiento de la República romana en el año 509 a. C. hasta
aproximadamente el siglo IV d. C., después de lo cual hace presencia la arquitectura
tardía antigua o bizantina. Los romanos comenzaron a lograr una originalidad
significativa en la arquitectura alrededor del comienzo del período imperial, después de
que combinaron aspectos de su arquitectura original etrusca con otros tomados de
Grecia, incluyendo la mayoría de los elementos del estilo que ahora
llamamos arquitectura clásica. Pasaron de la construcción basada principalmente en
columnas y dinteles a una basada en paredes masivas, puntuadas por arcos y cúpulas
posteriores. Los órdenes clásicos ahora se volvieron más decorativos que estructurales,
excepto en las columnatas.
La reconstrucción del aspecto probable que pudo tener el asentamiento originario de
Roma en el costado sudoeste del Monte Palatino, donde se encontraría la choza
de Rómulo, fundador de Roma.
HISTORIA
La arquitectura romana tiene sus primeros orígenes en la etrusca, a la que luego se
añadió el influjo de la griega, sobre todo después de las guerras púnicas, y por lo tanto
presenta rasgos de ambas. Hoy se hace datar la arquitectura romana a la fecha en que se
construyeron la primera vía y el primer acueducto. Por esta época, y durante las
conquistas de Roma en Sicilia y en la misma Grecia, los generales romanos solían
llevarse como trofeo de sus victorias gran cantidad de objetos artísticosas antiguas
edificaciones romanas se asemejaban en todo a las etruscas, y estaban formadas por
sólidos aparejos de enormes bloques de piedra labrada o en bruto y sentadas en seco. En
el 144 a. C., Grecia pasó a ser una provincia romana, y muchos artistas griegos,
reducidos a la esclavitud, pasaron a trabajar a Roma. También contribuyeron al avance
del gusto artístico en Roma el triunfo de Lucio Emilio Paulo Macedónico en la Batalla
de Pidna, de donde extrajo muchos tesoros artísticos, además de los saqueos de Lucio
Cornelio Sila Félix a los templos de Delfos, Olimpia y Epidauro, los tesoros extraídos
por Octavio de Alejandría y el asalto de Publio Cornelio Dolabela a muchos templos de
Asia. Todos esos tesoros fueron a parar a Roma, dando lugar a un refinamiento del
gusto artístico como no se había conocido antes.
A
INNOVACIONES TÉCNICAS
Gracias a los desarrollos técnicos de los romanos para la construcción de arcos y
bóvedas, se pudo superar la concepción griega básica, en la que
las columnas y arquitrabes eran necesarios para soportar vigas pesadas y techos,
pasando a ser, en la mayoría de los casos, meros elementos decorativos. Los romanos no
se sintieron restringidos por las preocupaciones estéticas griegas e hicieron uso de
los órdenes clásicos con considerable libertad. La innovación comenzó en el siglo III o II a.
C. con el desarrollo del hormigón romano como un complemento disponible o sustituto de
la piedra y el ladrillo. Los edificios comenzaron a integrar grandes pilares que sostenían
amplios arcos y cúpulas. Los romanos emplearon profusamente el arco y la bóveda. Ésta
no se forma con dovelas de piedra aparejada (salvo en algunas construcciones asiáticas),
como se disponía en la bóveda etrusca, sino de una masa confeccionada con puzolana y
cascajo.