Analisis Fundamental de Acciones Clase 11
Analisis Fundamental de Acciones Clase 11
Analisis Fundamental de Acciones Clase 11
Este material se realizó buscando lo mejor para el estudiante, donde de manera resumida pueda
entender lo que es el análisis fundamental, para que se haga una idea, es prácticamente valorar
una empresa.
ANALISIS FUNDAMENTAL
El análisis fundamental es un tipo de análisis bursátil que intenta establecer el precio teórico de
un título a través del estudio de las variables que afectan a su valor.
En tercer y último lugar, pero no por ello menos importante, lo hace a través del estudio de
las variables que afectan a su valor. Dentro de estas variables nos encontramos algunas como
los estados financieros, planes de expansión futuros, sector al que pertenece la empresa o
entorno económico del país o países en los que opera.
Método Top-Down:
Es un análisis desde arriba hasta abajo, de lo general a lo particular. Primero estudia las variables
macroeconómicas y después las microeconómicas.
Por ejemplo:
Método Bottom-Up: Este enfoque va desde abajo hasta arriba, de lo particular a lo general. Se
fija primero en las variables microeconómicas y más tarde en las macroeconómicas.
Por ejemplo:
Analisis Fundamental (puedes hacer Ctrl + Click) para ver un video sencillo que explica la
metodología.
Independientemente del tipo de enfoque que adopte un analista, existen diferentes métodos para
valorar una empresa. Los métodos de valoración de empresas son métodos cuantitativos que
calcular el precio «justo» de una compañía. Se detallaran todos y se explicaran los más importantes.
1. Valor contable
2. Valor contable ajustado
3. Activo neto real
4. Valor de liquidación
5. Valor sustancial
El valor teórico contable de una acción es el valor que contablemente debería tener una empresa y
cuya información se extrae del balance de una empresa.
También se conoce como valor en libros y se calcula como la diferencia entre los activos que tiene
una empresa y sus pasivos u obligaciones de pago. dividido entre el número de acciones emitidas por
ésta.
El valor teórico contable nos indica lo que vale una empresa contablemente, ya que se calcula
sumando todas sus posesiones o activos (edificios, maquinaria, etc) de la empresa y restándole las
deudas.
Debemos resaltar que, en muchas ocasiones, se tiende a confundir el valor contable de una acción
con el valor nominal, sin embargo, no es lo mismo. El valor nominal se obtiene a través del cociente
entre el capital social y el número de acciones emitidas por la empresa.
El valor teórico contable por acción es muy útil para saber cuánto vale la acción de una empresa
contablemente. Se calcula como la diferencia entre los activos que tiene una empresa y sus pasivos u
obligaciones de pago, dividido entre el número de acciones emitidas por ésta.
Por tanto, la fórmula de cómputo del valor teórico contable (VTC) es la siguiente:
La diferencia entre los activos de una empresa y sus pasivos se conoce como patrimonio neto, por lo
que el Valor teórico contable de las acciones de una empresa se pueden calcular como:
El valor teórico contable es muy utilizado por los inversores, ya que nos permite conocer el valor que
según la contabilidad de una empresa debería tener una acción. Si el valor teórico contable es más
alto que el valor al que cotiza la acción en bolsa deberemos comprar esa acción. Si por el contrario el
valor teórico contable es más bajo que el valor en bolsa, diremos que la empresa está sobrevalorada
o el mercado considera que hay grandes expectativas de crecimiento.
Supongamos que una empresa de reciente creación inicia su actividad y suscribe un capital social de
10.000 dólares emitiendo 1000 acciones. Además, cuenta con unas reservas de 5.000 dólares y tiene
un edificio en propiedad por valor de 20.000 dólares.
Métodos basados en el fondo de comercio: Valoran la empresa según los elementos intangibles
como marcas, patentes o la calidad de la cartera de clientes. Entre estos métodos se encuentran:
1. Clásico
2. Unión de expertos
3. Contables europeos
4. Renta abreviada
5. Otros.
Métodos basados en la cuenta de resultados: Valoran la empresa en función de multiplicadores
basados en:
1. Beneficios: PER
2. Ventas
3. EBITDA
4. Otros múltiplos
1. PER ratio
El ratio precio-beneficio, o PER (del inglés Price to Earnings Ratio) es un ratio financiero que compara
el precio de una acción con el beneficio por acción (BPA) de una empresa.
Es decir, el ratio PER nos dice cuanto están dispuestos a pagar los inversores por cada dólar de
beneficio. También se conoce como P/E.
El PER es uno de los ratios financieros más utilizados en el análisis fundamental. Nos indica si la
acción de una empresa está sobrevalorada o infravalorada, porque nos indica si el precio de una
acción ha subido o bajado mucho con respecto a los beneficios de la empresa.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que si el PER de una empresa es muy bajo (indica
infravaloración del precio) también puede significar que las acciones de esa empresa están
infravaloradas por una buena razón.
El PER se puede interpretar como el número de años en que la empresa va a tardar en generar los
beneficios equivalentes al precio que está pagando el inversor por el precio de la acción. Dado que
es el número de veces que los beneficios están contenidos en el precio. Por ejemplo, si el precio de
una acción es 15 dólares y el beneficio por acción al año es un dolar (PER = 15), esto indica que en 15
años (si el beneficio se mantiene estable) la empresa generará suficientes beneficios para devolver el
precio inicialmente pagado.
Un PER elevado, generalmente por encima de 25, puede indicar dos cosas. Por un lado puede indicar
que la empresa esté sobrevalorada, pero por otro lado puede indicar que los inversores estiman que
los beneficios de la empresa van a subir en los próximos años. Por lo tanto, no tiene por qué ser
malo, de hecho, normalmente cuando una empresa tiene un ratio elevado se dice que es una
“empresa en crecimiento” y que los beneficios de la misma subirán durante los próximos años. Eso
sí, es muy importante analizar cuál es la razón de que la empresa tenga un PER elevado.
Un PER pequeño, por debajo de 15, indica justo lo contrario. Puede señalar que la empresa está
infravalorada o que los inversores piensan que los beneficios de esa empresa van a caer.
En definitiva, en la mayoría de los casos, antes de llegar a una conclusión, conviene compararlo con
el resto del sector. Es decir, con el PER de otras empresas que realizan una actividad similar.
Una de las razones que ha provocado que sea tan utilizado este ratio precio-beneficio es por su
facilidad de calcular y su sencillez para entenderlo. Se calcula dividiendo el precio de una acción
entre el beneficio de la empresa por acción:
PER = Precio/BPA
Por ejemplo, si el PER de una empresa es 10, los inversores están pagando 10 veces lo que esa
empresa ha ganado en el año, es decir, están pagando 10$ por cada dolar de beneficio. Desde otro
punto de vista, si suponemos que una empresa va a tener los mismos beneficios en los próximos
años, podríamos considerar un PER 10 como los años que la empresa va a tardar en ganar lo que
hemos invertido, en este caso, tardará 10 años en recuperar la inversión.
Mirar el PER de una empresa por sí sola no tiene mucho sentido, para utilizar bien este ratio
debemos compararlo con el de sus pares, es decir, empresas de la misma industria con unas
características similares. Por ejemplo, un PER de 17 para un banco puede ser alto, pero para una
empresa tecnológica puede ser un ratio bajo.
Una de las ventajas de este ratio financiero es que es muy sencillo para comparar entre empresas
similares, en el mercado nacional o en los internacionales. El PER nos dice de un plumazo que
empresa tiene mejores expectativas. Además se puede calcular aunque la empresa no pague
dividendos.
Uno de los inconvenientes es que utiliza datos de diferentes periodos. Utiliza el precio actual de
mercado de la acción, mientras que para el beneficio utiliza el último dato disponible, que puede ser
de hace meses. Para solucionar este inconveniente, los inversores utilizan el BPA estimado de la
empresa. Otro inconveniente es que no sirve para comparar empresas que tengan beneficio
negativo.
El valor de empresa (enterprise value) entre las ventas (sales) es un ratio financiero utilizado en la
valoración de empresas por múltiplos.
En dicha valoración es recomendable seguir unos sencillos pasos que nos ayudarán a ser más
rigurosos en la valoración:
1. En primer lugar, debemos fijar una empresa objetivo que queremos analizar (target).
2. Es importante identificar compañías que coticen en bolsa comparables (misma industria),
esto es, del mismo sector y tamaño, en definitiva, de las mismas características.
3. Calcularemos los multiplicadores, es decir, los ratios de valoración en relación siempre del
valor de la compañía y algún parámetro financiero u operativo.
4. Valoramos los resultados obtenidos comparándolos con el resto de compañías y obteniendo
un rango de valoración, esto es, si está sobrevalorada o infravalorada.
Dónde:
D: Deuda
T: Tesorería y equivalentes
La parte de arriba de la división (EV) también se puede calcular como: Capitalización bursátil + deuda
financiera neta.
Interpretación del ratio EV/Ventas
En general, cuanto más bajo sea el ratio, más atractiva es la empresa pues se encuentra
infravalorada (en comparación con sus comparables), es decir, mediante este ratio pensamos que la
empresa vale menos de lo que debería valer en el futuro y entonces compraríamos acciones en
bolsa para obtener una plusvalía vendiéndolas más caras.
Como podemos observar en la fórmula, es un múltiplo de ventas. Por tanto, su interpretación es:
‘Cuántas veces el valor de la empresa supera las ventas anuales’
Es un ratio que debe ser utilizado en comparación con los de la industria (comparables).
Alto EV/Ventas: Indica que las ventas son inferiores respecto al precio. Puede indicar que la empresa
está cara (sobrevalorada). No obstante, no siempre es malo, ya que puede ser un signo de que los
inversores creen en el futuro de la empresa y que las ventas van a crecer.
Bajo EV/Ventas: Nos indica que las ventas son mayores respecto al precio. Por lo tanto que la
empresa está barata (infravalorada) y tenderá a subir tu cotización. Como en el caso anterior,
debemos estar atentos a otros múltiplos para ver si efectivamente está infravalorada.
Este ratio es útil para valorar empresas con márgenes similares. En consecuencia, resulta inadecuado
su uso cuando las empresas comparables tienen rentabilidades muy diferentes.
El múltiplo EV/Ventas es una evolución, y por tanto, es más preciso que el Precio/Ventas
(Price/Sales). Al incorporar las deudas netas se tiene en cuenta el apalancamiento de la empresa. Por
tanto, tiene en cuenta la estructura financiera de la empresa.
Las Ventas o el EBITDA comparados con el valor de la empresa, son dos de los ratios más utilizados a
la hora de valorar empresas.
Ventas: 5.000.000 $
El EV se calcula como la suma de la capitalización bursátil y la deuda financiera neta. Por tanto,
tenemos un EV de 11.000.000 $.
Este multiplicador nos ayuda a obtener el valor de mercado de sus activos con independencia de
cómo esté financiada.
Capitalización Bursátil
Deuda Neta
EBITDA
Este ratio muestra el multiplicador del valor de la compañía sobre los recursos que genera una
empresa con independencia de su estructura financiera (por eso se excluyen los intereses y los
impuestos), su tasa impositiva y su política de amortizaciones. Esto es, determina si la empresa
incorpora mayor o menor valor que el directamente relacionado con los recursos generados y, por
tanto, si la gestión de la empresa es superior o inferior a los resultados obtenidos.
Es un ratio que se utiliza con frecuencia para evitar el problema que tiene el ratio EV/EBIT por las
diferentes políticas contables de amortización, siendo muy utilizado para comprar empresas de
distintos países.
Un ratio inferior a la media del mercado indica que la empresa podría estar infravalorada, que su
precio de mercado (valor de cotización) no es el que refleja este múltiplo y por tanto debería subir
en un futuro. La lectura que hacemos cuando este múltiplo es inferior comparado con otra empresa,
es que dicha empresa está generando resultados (EBITDA) por encima de la gestión de la empresa,
obteniendo más beneficios por unidad de valor de empresa.
1
El EBITDA es un indicador financiero (acrónimo de los términos en inglés Earnings Before Interest Taxes
Depreciation and Amortization) que muestra el beneficio de tu empresa antes de restar los intereses que
tienes que pagar por la deuda contraída, los impuestos propios de tu negocio, las depreciaciones por deterioro
de este, y la amortización de las inversiones realizadas. El propósito del EBITDA es obtener una imagen fiel de
lo que la empresa está ganando o perdiendo en el núcleo del negocio.
«Si el ratio disminuye significa que la empresa está generando más beneficios (EBITDA –
Denominador) por unidad de valor de empresa (numerador)».
Siempre habrá que compararlo contra los resultados de otros años de la propia compañía y con los
de la industria.
Es un múltiplo muy frecuente en la valoración de empresas por múltiplos por varias razones:
Ignora los efectos de los impuestos, pudiendo comparar empresas de diferentes países.
Es un ratio usado en las OPAS (Ofertas Públicas de Adquisición), ya que tiene en cuenta el valor de
empresa, que viene de la suma de su capitalización bursátil y la deuda neta, así el nuevo comprador
tiene en cuenta la deuda que tendrá que asumir en un futuro.
Imaginemos que una empresa tiene un valor nominal por acción de 5 € y existen en bolsa
50.000.000 de acciones. La capitalización bursátil de la empresa en ese momento es de
2.000.000.000 €. (precio acción = 40€). Además, supongamos que tiene una Deuda financiera neta
de 5.000.000 €:
Por consiguiente:
La empresa cotiza a 4 veces su EBITDA y, por tanto, podría ser que esté infravalorada. Ya que con tan
solo 4 años de beneficio, la empresa ya obtendrá todo lo que vale la empresa. No obstante, habría
que compararlo con los múltiplos de la empresas del mismo sector.
Métodos basados en el descuento de flujos de fondos: Tratan de establecer el valor de una empresa
en función de la estimación de los flujos de dinero que generará en el futuro. Los principales son:
El Flujo de Caja es un informe financiero que presenta un detalle de los flujos de ingresos y egresos
de dinero que tiene una empresa en un período dado.
el pago de facturas,
pago de impuestos,
pago de sueldos,
préstamos,
intereses,
amortizaciones de deuda,
servicios de agua o luz, etc.
La diferencia entre los ingresos y los egresos se conoce como saldo o flujo neto, por lo tanto
constituye un importante indicador de la liquidez de la empresa. Si el saldo es positivo significa que
los ingresos del período fueron mayores a los egresos (o gastos); si es negativo significa que los
egresos fueron mayores a los ingresos. El flujo de caja, reflejado de una manera sencilla en la planilla
de la imagen.
El flujo de caja (Cash Flow, en inglés) se caracteriza por dar cuenta de lo que efectivamente ingresa y
egresa del negocio, como los ingresos por ventas o el pago de cuentas (egresos). En el Flujo de Caja
no se utilizan términos como “ganancias” o “pérdidas”, dado que no se relaciona con el Estado de
Resultados. Sin embargo, la importancia del Flujo de Caja es que nos permite conocer en forma
rápida la liquidez de la empresa, entregándonos una información clave que nos ayuda a tomar
decisiones tales como:
Para elaborar un Flujo de Caja debemos contar con la información sobre los ingresos y egresos de la
empresa. Esta información figura en los libros contables y es importante ordenarla de la manera en
que ilustra la planilla de cálculo adjunta porque nos permite conocer los saldos del período
(generalmente un mes) y proyectar los flujos de caja hacia el futuro. La importancia de elaborar un
Flujo de Caja Proyectado es que nos permite, por ejemplo:
• anticiparnos a futuros déficit (o falta) de efectivo y, de ese modo, poder tomar la decisión de
buscar financiamiento oportunamente.
• establecer una base sólida para sustentar el requerimiento de créditos, por ejemplo, al
presentarlo dentro de nuestro plan o proyecto de negocios.
• Si tenemos saldos positivos acumulados en algunos períodos, parte de estos saldos los
podemos invertir en el Mercado de Capitales y así generar una fuente de ingresos adicional al propio
del giro del negocio. Este resultado se registra como intereses ganados en una fila de los ingresos.
El diagrama de flujo lo podemos elaborar para un nuevo proyecto de inversión y determinar el VAN y
la TIR, incorporando las tasas de interés bancarias y los costos de oportunidad de hacer ese u otro
negocio.
Asimismo, el adecuado registro de los ingresos y egresos nos permite determinar los costos fijos, los
costos variables y el margen de contribucion exigible al proceso productivo del negocio para obtener
el punto de equilibrio.
Como vemos, el Flujo de Caja es uno de los mejores aliados en cualquier proyecto de inversión. En
base a la información que nos entrega con el saldo neto, podemos tomar decisiones estratégicas
para el futuro.
El flujo de caja por acción, o cash flow per share, es un ratio que mide la solidez financiera de una
empresa. Se usa como referencia de las ganancias que generará un negocio para cada uno de sus
accionistas.
La forma más común de obtener el flujo de caja por acción es calculando primero un aproximado del
flujo de caja operativo a partir de la cuenta de resultados. Para ello, al beneficio neto de la operación
se le suman las amortizaciones y provisiones. Estos gastos no representan un desembolso real de
efectivo.
El siguiente paso es restar los dividendos preferentes que recibirán los accionistas mayoritarios de la
firma. Finalmente, el resultado se divide entre el número de acciones ordinarias.
De esta forma, tendremos un dato más preciso respecto a la ganancia que percibiría cada persona
que invierta, por ejemplo, en uno de los títulos de la compañía listado en la bolsa de valores.
El flujo de caja por acción es un ratio financiero de uso común en el análisis fundamental que mide el
flujo de caja que le corresponde a cada acción. Esto sirve para medir la solidez financiera de una
empresa. Se usa con el fin de medir los fondos que genera el negocio para cada accionista.
Así, obtenemos el flujo de caja operativo. Posteriormente, como explicamos líneas arriba, restamos
los dividendos preferentes y dividimos entre la cantidad de acciones en circulación.
Este método es más complicado que el anterior. Ello, debido a que implica tener un conocimiento
más exacto sobre las operaciones que han producido ingresos y egresos efectivos de dinero.
La utilidad del flujo de caja por acción es notoria en el ámbito financiero. Para quienes participan del
mercado de valores es fundamental contar con una referencia del retorno esperado.
Cuanto mayor sea el resultado del flujo de caja por acción más altas son las expectativas del público
respecto a las ganancias que ofrecen los títulos de una empresa.
El flujo de caja por acción es un ratio financiero muy a tener en cuenta a la hora de analizar una
empresa. Esto es así porque las empresas utilizan su cash flow para remunerar al accionista bien vía
dividendos, bien vía recompra de acciones. A mayor cash flow por acción mayor será la capacidad de
la empresa parar remunerar a sus accionistas mediante una de las vías anteriormente comentadas.
Por lo tanto, empresas con elevados cash flow por acción tienen mayor atractivo para invertir que
las empresas con bajos cash flow por acción.
Entre las principales ventajas del uso de este ratio y la información que aporta encontramos las
siguientes:
Aunque como con cualquier ratio, el cash flow por acción también tiene sus limitaciones e
inconvenientes. A continuación, se exponen algunas de ellas.
Beneficio neto=100-60-20-5-2-5=8
[ 8 (𝑏𝑒𝑛𝑒𝑓𝑖𝑐𝑖𝑜 𝑛𝑒𝑡𝑜) + 5 (𝑎𝑚𝑜𝑟𝑡𝑖𝑧𝑎𝑐𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠 𝑦 𝑝𝑟𝑜𝑣𝑖𝑐𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠)
𝐹𝑙𝑢𝑗𝑜 𝑑𝑒 𝑐𝑎𝑗𝑎 𝑝𝑜𝑟 𝑎𝑐𝑐𝑖ó𝑛 = 0.325
40 (𝑎𝑐𝑐𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠 𝑜𝑟𝑑𝑖𝑛𝑎𝑟𝑖𝑎𝑠)
El Flujo de caja del capital, también conocido como capital cash flow, es aquella cantidad que una
empresa en particular genera en un periodo de tiempo determinado (al que se le llama ejercicio) y
que es destinado al pago de sus acreedores y a los propietarios de acciones.
Mediante la creación del flujo de caja del capital, las compañías mercantiles se encargan de pagar a
aquellos individuos o sociedades que participan en su vida económica en el papel de dueños o
inversores o poseedores de deuda.
Por lo tanto, estaríamos hablando de un conjunto de pagos efectuados a todo accionista y todo
acreedor a la finalización de un ejercicio económico. En ese sentido, podría considerarse el capital
cash flow como una modalidad del flujo de caja en su modalidad financiera, dada la definición de
dicho tipo.
La principal diferencia entre el capital cash flow entre accionistas y acreedores es que a los primeros
se les envían rendimientos a raíz de una inversión previa, como se ha indicado anteriormente, y a los
acreedores sí que se les va devolviendo periódicamente sus fondos junto a una determinada
cantidad derivada de los intereses de este tipo de deudas.
Referencias:
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