Parcial Didactica 3.

Descargar como odt, pdf o txt
Descargar como odt, pdf o txt
Está en la página 1de 14

INTRODUCCIÓN

El siguiente trabajo pretende plasmar las ideas desde la visión de distintos


autores que tratan una temática muy problemática y ampliamente discutida: la
evaluación y sus aplicaciones.

Uno de los autores que abordaremos es María Antonia Casanova, la cual


plantea la problemática que genera la evaluación en el momento de aplicar las
distintas teorías a la práctica, los métodos tradicionales están tan arraigados en los
docentes que es complejo emplear otros procedimientos, para comprobar los
conocimientos de los estudiantes, puesto que muchos profesionales están de
acuerdo en que es la forma más fehaciente de justificar una calificación ante el
centro de enseñanza y la sociedad, que exige buenas actuaciones y calificaciones
por parte de los alumnos.

Este trabajo enfrenta dos universos, lo cuantitativo y lo cualitativo,


diferenciando los conceptos de procesos y los de producto, así como la diferencia
entre evaluación y examen, presenta posibilidades de evaluación aplicadas al aula
por parte de los docentes.

DEFINICIÓN DE EVALUACIÓN

La Evaluación puede definirse, según Casanova (1998) como la "obtención


de información rigurosa y sistemática para contar con datos válidos y fiables acerca
de una situación con objeto de formar y emitir un juicio de valor con respecto a ella.
Estas valoraciones permitirán tomar las decisiones consecuentes en orden a
corregir o mejorar la situación evaluada.

ÁMBITOS DE LA EVALUACIÓN
Los ámbitos a los que se aplica la evaluación en el campo educativo son
varios, tales como; el programa, los métodos, centros, aprendizajes, entre otros.
Desde sus comienzos, los modelos cualitativos y cuantitativos fueron
aplicados especialmente a programas educativos que comprendían los elementos
del quehacer docente.
Una de los aspectos cuestionables, es que los resultados individuales
dependen de la valoración realizada por diversos docentes con variedades de
criterios y distintos puntos para emitir los juicios evaluadores. Un sistema no puede
ser evaluado como positivo o negativo ya que solo evalúa el rendimiento de los
alumnos, los resultados que se han alcanzado por los alumnos están condicionado
por muchos factores que integran el sistema educativo, si no se conocen los
espacios del sistema es difícil que se mejore la calidad de enseñanza.
La evaluación permanente aplicada dentro del sistema ha sido una tarea
dirigida casi exclusivamente al aprendizaje de los alumnos, por lo tanto, los
resultados del sistema se han valorado en función al rendimiento que han ido
alcanzando las diferentes promociones de los estudiantes que han pasado por el. 
Evaluar un sistema educativo mediante el rendimiento del alumnado es
considerado aceptable, ya que la finalidad de toda educación institucional es
conseguir un buen nivel de formación en las generaciones jóvenes.
Por eso, dentro del sistema aparecen tres ámbitos en donde se aplican la
evaluación: La administración educativa, los centros escolares y los procesos de
enseñanza y aprendizaje. La evaluación de las administraciones educativas consiste
en que cada centro, y cada profesional tomará las decisiones pertinentes para
desarrollar un sistema educativo que se regule de manera legal. El sistema
educativo, pretende dotar a los estudiantes de una gran dosis de conocimiento y
conseguir que sean capaces de superar obstáculos, para que cuando finalice la
educación institucional estos estén operados con un pensamiento bien estructurado
de habilidades, así como también destrezas que sean apropiadas para su formación
continua.
Situándonos en las políticas educativas y en consecuencia, en su legislación,
la estructura y principios de un sistema educativo son el reflejo de la sociedad en la
que se implanta y, por lo tanto, aparece influido por ella, por los valores que
predominan y son aceptados entre sus miembros. Así, en una sociedad competitiva
que valora preferentemente el éxito y la posesión de bienes materiales, el sistema
educativo suele proponerse dotar a los alumnos de una gran dosis de conocimiento,
conseguir personas que sean capaces de superar exámenes y en consecuencia
dispongan de “cabezas bien llenas”. Por el contrario, si la sociedad persigue la
integración personal y profesional más adecuada para sus miembros, el sistema
educativo debe pretender la formación integral de la persona  para que, cuando
finalice su educación institucional, esté dotada de un pensamiento bien
estructurado, de habilidades y destrezas apropiadas para su formación continua, de
actitudes participativas, creativas, críticas, de un grado de socialización adecuado;
en resumen, se propondrá conseguir “ cabezas bien hechas” (Montaigne).
La división y subdivisión interna que se establece en una Administración
educativa deberá estar en función de la estructura del sistema escolar, de manera
que, con su funcionamiento coherente y coordinado favorezca el adecuado
rendimiento de las diversas instituciones educativas que lo componen y la máxima
optimización de los recursos existentes. 
Los estudiantes estudian para aprobar. Los profesores enseñan para que sus
alumnos superen  las evaluaciones. Lo que tiene valor real en la enseñanza es lo
que se evalúa; de lo contrario, nadie lo tiene en cuenta.
La evaluación es importante, pero no como elemento de poder o de
mantenimiento de la disciplina, no como instrumento de promoción u obtención de
un título, no como exclusivo factor de comprobación de lo que se “aprende”, nunca
como fin de la educación. No se enseña para “aprobar”. Se enseña y se aprende
para alcanzar una plena e integral formación como persona.
“La evaluación aplicada a la enseñanza y el aprendizaje consiste en un
proceso sistemático y riguroso de recogida de datos, incorporado al proceso
educativo desde su comienzo"(Casanova, 1998) esto es para que dispongamos de
información continua y significativa y conocer la situación, formar juicios de valor y
tomar una decisión adecuada para mejorar la actividad educativa progresivamente.
La evaluación corresponde a la toma de decisiones y mejorar los procesos y
resultados de situaciones valoradas académicamente
Esta aplicación de la evaluación para la mejora de procesos debe contribuir al
cambio de imagen que se tiene de la evaluación y de los fines que persigue. Por
otro lado, cuando evaluamos solemos hacerlo para detectar lo negativo (errores de
aprendizaje, fallos del funcionamiento, entro otros) y destacamos en general,
escasamente lo positivo.
Pero si estamos empeñados en que cambie para mejor  la imagen y el
sentido de la evaluación, la clave está en detectar el error de aprendizaje en el
momento en que se produce, de manera que surta efecto para la aclaración de
cuestiones que no se comprendieron claramente y el alumno pueda continuar
avanzando en su formación. En consecuencia ese error detectado no tiene efectos
sancionadores,  puesto que de él no deriva una calificación negativa, como ocurriría
en un examen. El error, no sería un llamado de atención sino que se convertiría en
un elemento para emitir un juicio negativo de ese alumno en relación con los
objetivos pretendidos.

IMAGEN Y SENTIDO DE EVALUACIÓN


Para mejorar la imagen y el sentido de evaluación debemos primero detectar
el error del aprendizaje en el instante en que se produce, esto quiere decir que, al
momento de explicar en el momento en que el alumno tiene una duda aclarar o
cuestiones no comprendidas y observar las actitudes del grupo, si son negativos o
positivos.
En consecuencia, ese error detectado no tiene efectos sancionadores, puesto
que de el no se deriva una sanción negativa, esto quiere decir que el error se
convierte en un error para emitir un juicio de valor al alumno en relación con los
objetivos pretendidos, es decir, aquí vamos a ver si el estudiante está recibiendo la
información necesaria, y si no vamos a lo primero que es aclaración de dudas
En definitiva el cambio de imagen de la evaluación debe ser la consecuencia
de un cambio real de contenido y funcionalidad con la que se aplica y por lo que
afecta a los procesos de aprendizaje, tendría que ser aceptada favorablemente por
el alumnado, al convertirse en un elemento curricular más, que de forma evidente,
contribuye a su mejor formación y desarrollo, en la que además los alumnos fueran
tenidos en cuenta para decidir la valoración final de lo que han alcanzado.

LA EVALUACIÓN POR NORMAS O POR CRITERIO.


La evaluación normativa implica que el docente califique a los estudiantes
comparándolos con el nivel de sus compañeros, esto implica que un estudiante
puede variar su calificación dependiendo de las calificaciones de sus compañeros.
El estudiante puede estar en un grupo más avanzado, o un grupo inferior, y ser mal
valorado.
Las Situaciones que aparecen en el modelo de evaluación actualmente en
nuestro sistema de enseñanza, en algunos casos, provoca una desmotivación por
parte del estudiante, no todos tienen las mismas capacidades para aprender, y
saber transmitir los conocimientos.
Lo que se suele hacer para evaluar a un individuo o a un grupo de individuos
es generalizar, un ejemplo serían las pruebas pisa en el cual se selecciona a un
grupo de individuos para que realicen determinadas pruebas, generalizando el nivel
educativo de dicho centro.
También suele suceder que los profesores al corregir por ejemplo un escrito,
al  principio son muy estrictos, buscan la perfección, luego en los demás suele pasar
por alto algunos errores; son más accesibles. El docente no tiene criterios
preestablecidos.
Como método de evaluación Carmen Castellanos propone la aplicación de
diferentes modalidades que no se centren sólo en el desarrollo de la escritura, sino
en expresiones orales, o en las diferentes formas en las que el estudiante pueda
expresarse, que los métodos de evaluación se adapten a los individuos, y que no se
aplique solo una forma de evaluar para todos los estudiantes.
Haciendo uso de las palabras expresadas por la experta en TIC Roxana
Castellano en la conferencia: “Tecnologías para la accesibilidad y la inclusión “, la
ponente mencionó que el docente debe hace uso de diferentes estrategias de
evaluación para que las personas que tengan dificultades, como, por ejemplo, para
escribir, como las personas con dislexia puedan demostrar sus conocimientos de
otra forma.
La evaluación criterial lo que propone es fijar criterios para obtener una
evaluación justa, lo primero es establecer objetivos dependiendo de las capacidades
de los estudiantes, que pueden modificarse en el transcurso del tiempo.
Se valora principalmente el progreso realizado por el alumno, independientemente
de escalas. 
En el ámbito criterial, se evalúa el avance del alumno hacia este objetivo y la
distancia que lo separa de él.

MOMENTOS DE LA EVALUACIÓN.
En todo caso, la evaluación debe estar integrada en el proceso enseñanza-
aprendizaje convirtiéndose en un instrumento de acción pedagógica, que debe
adaptarse a las características de cada alumno en todo el proceso de aprendizaje y
además comprobar y determinar el logro de las metas educativas. La estructura
básica del concepto evaluación se complica al asentar sobre ella tipos, funciones,
fases, objetivos, etc. La estructura básica conceptual de la evaluación no cambia,
aunque sí pueden cambiar las circunstancias: el momento (cuando evaluar), las
funciones (para que evaluar), los contenidos (que evaluar), los procedimientos
(como evaluar), los ejecutores (quienes evalúan), etc. En definitiva, la evaluación
educativa tiene un contexto determinado, un espacio o contenido sobre el que
actúa, unos momentos continuados a lo largo del proceso, y persigue unas
finalidades u objetivos formativos concretos.
La evaluación tiene como origen al campo empresarial ya que se medía
cuantitativamente los resultados, de esa manera se pretendía mejorar el progreso
del estudiante, entonces se podría decir que la evaluación intentaba medir la
cantidad de los conocimientos dominados por los educandos, enfocado en la
enseñanza y el aprendizaje como un proceso sistemático para la obtención de
datos.
La evaluación comprende distintas clasificaciones: según su funcionalidad y
según su temporalización.

FUNCIONES DE LA EVALUACIÓN
Las funciones que se le pueden asignar a la evaluación son variadas. Muchos
autores distinguen gran diversidad de finalidades que es posible alcanzar con su
aplicación, y para ello determinan funciones como la predictiva, de regulación,
formativa, etc.

FUNCIÓN FORMATIVA DE LA EVALUACIÓN

La evaluación con funcionalidad formativa se utiliza en la valoración de


procesos, y supone por lo tanto, la obtención rigurosa de datos a lo largo de ese
proceso, de manera de que en todo momento se tenga el conocimiento apropiado
de la situación evaluada, que permita tomar las decisiones de forma inmediata. Su
finalidad es mejorar o perfeccionar el proceso que se evalúa. De forma paralela y
simultánea a la actividad que se está valorando, nunca situada exclusivamente al
final, como mera comprobación de resultados.
Teniendo datos y valoraciones permanentes en cuanto al aprendizaje  que va
realizando el alumnado y su modo particular de hacerlo, es posible poner los medios
didácticos adecuados, en el momento que surge una dificultad, para que pueda
superarla sin mayores inconvenientes. Del mismo modo, es fácil detectar los tipos
de actividades o situaciones educativas que favorecen su aprendizaje, para
potenciarlas con el alumnado y favorecer así, su formación más idónea.
Si se consigue desarrollar la evaluación formativa con todas sus virtualidades,
no sólo mejorarán los procesos, sino que, mejorarán palpablemente los resultados
de aprendizajes que se alcance por parte del alumnado. No pueden separarse
proceso y rendimiento; siempre el resultado es consecuencia de un proceso.

FUNCIÒN SUMATIVA DE LA EVALUACIÒN


La evaluación sumativa valora los resultados de aprendizaje y por lo tanto,
los procedimientos e instrumentos utilizados deben proporcionar información
significativa sobre lo que los estudiantes han aprendido.

TIPOS DE EVALUACIÓN
EVALUACIÓN INICIAL: Se realiza al comienzo del curso académico, consiste
en la recogida de datos de los estudiantes, a través, por ejemplo, de una prueba
diagnóstica. Para poder comprender la situación inicial de cada estudiante.
Es necesaria una evaluación inicial para poder adecuar la enseñanza a las
condiciones de aprendizaje del estudiante.
EVALUACIÓN PROCESUAL: Consiste en la valoración a través de la
recogida continua y sistemática de datos en lo referido al aprendizaje del estudiante
y de la enseñanza del docente.
La recogida de datos nos permite la adopción de decisiones sobre la marcha,
es de gran importancia para el docente para no extender en el tiempo la resolución
de las dificultades presentadas por los estudiantes.
Donde aparece un error pues en vez de usarlo para calificar, es decir evaluar en si
al trabajo del estudiante, será usado más bien para detectar el problema del
aprendizaje.
EVALUACIÓN FINAL: Es aquella que se realiza al culminar un proceso de
enseñanza y aprendizaje. En definitiva, supone un momento de reflexión en torno a
lo alcanzado, después de un plazo establecido para llevar a cabo determinadas
actividades y aprendizajes.
instrumentos de evaluación.
A pesar de ser una evaluación en la que se comprueban los resultados
obtenidos, no necesariamente tiene una funcionalidad sumativa. Para entender
mejor cuando está presente la función sumativa veamos un caso donde se tiene que
decidir definitivamente acerca de la obtención de un título, por ejemplo, ahí
tendríamos presente la evaluación final y la funcionalidad sumativa; pero si la
situación fuera al terminar un trabajo con una unidad didáctica ya resultará
simplemente una evaluación final. Por lo tanto, se puede decir que la evaluación
final puede adoptar las dos funciones descritas anteriormente, es decir, formativa y
sumativa.
La función formativa entonces adecua el modo de enseñanza al modo de
aprendizaje del estudiante y a su vez el docente tomará las decisiones oportunas
para mejorar el proceso de enseñanza.

INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN

ANECDOTARIO: es una ficha en la cual el docente hace constar  la


conductas poco habituales de cada estudiante, generalmente son las conductas
negativas,  las que se tienen en cuenta a la hora de evaluar, aunque las conductas
positivas motiven al estudiante, en caso en que la conducta inhabitual positiva del
estudiante no se repita, se habla con el mismo para intentar que continúe, en caso
de que la conducta inhabitual sea negativa  y se repita se hablará con el estudiantes
para detectar el motivo del mismo. 
LISTA DE CONTROL: Es un cuadro en el cual se encuentran los objetivos
que esperas de un grupo de estudiante en un determinado periodo de tiempo y
también figura la cantidad de estudiantes que lograron cumplir con el objetivo. 
ESCALA DE VALORACIÓN: Es donde se refleja los objetivos que el docente
pretende lograr con cada estudiante representando el porcentaje de logro con
gráficas, numérica o descriptivamente.   
CUESTIONARIO: Sirve para evaluar los conocimientos previos que tiene el
alumno sobre una unidad didáctica determinada. Es decir, consiste en un conjunto
de preguntas estructuradas acerca de un tema, las cuales usualmente se utiliza
en escritos y orales .
SOCIOGRAMA: Es un cuestionario que sirve para poder detectar las distintas
relaciones entre sujetos que conforman un grupo.
DIARIO: Es donde el docente plasma las experiencias y las observaciones
personales de cada estudiante.
GRABACIÓN: Lo positivo que tiene la grabación es que nos permite
reproducir continuamente y poder escuchar la cantidad de veces que sea necesaria,
sin perder ningún detalle pero también posee aspectos negativos, las personas
implicadas deben estar de acuerdo.

PROBLEMAS PARTICULARES QUE PLANTEA LA EVALUACIÓN EN


MATEMÁTICA.

El problema del error en el aprendizaje es seguramente tan antiguo como la


enseñanza misma. En la escuela, el error es fuente de angustia y de estrés. Hasta
los alumnos que se consideran buenos tienen miedo de errar, y todos hemos
conservado la fuerte impresión de esos incómodos y torpes momentos.
A veces algo que parecía fácil nos depara un resultado decepcionante, y
otras algo contestado con gran dificultad nos sorprende con una respuesta fácil y
conocida.

LOS ERRORES CON “FALLOS” DEL APRENDIZAJE.


- Síndrome del rotulador rojo: En el momento que se percibe el error, el reflejo casi
povloviano es subrayar, tachar, materializar la falta en el cuaderno o en el control.
Antes de pararse a pensar en si tendrá alguna utilidad en términos didácticos, se
siente la incapacidad de actuar de otro modo.
- Los errores de los alumnos hacen que los profesores duden de sí mismos y
piensen que es ineficaz su enseñanza.
El vértigo a sumergirse en la mente de los alumnos. El saber establecido tiene su
aspecto protector: da respuesta, da seguridad. Sin embargo, es difícil entrar en las
explicaciones de los alumnos, da miedo a hundirse sin poder salir a flote.

LA DOBLE NEGACIÓN DEL ERROR

Se puede comprender que, frente a una situación no reconfortante, el que


enseña evite cruzarse con el error en el camino. A pesar de esto cuando lo
encuentran pueden reaccionar de dos formas diferentes frente a ello.
- Bien con el castigo, como un reflejo de reafirmación.
- Bien por medio del esfuerzo de replanteamiento de la programación.
En el primero de los casos el estatus del error es el de “falta pecado”, en el
segundo, es el de “fallo del programa”. La primera actitud carga el error en la cuenta
del alumno y en la de sus esfuerzos de adaptación a la situación didáctica. La
segunda se lo carga al que concibió la programación y a su falta de capacidad para
adaptarse al nivel real de los alumnos.
Similitudes de estas actitudes:
 el error es lamentable y lamentado, teniendo un estatus negativo

 sobrevaloración de los saberes disciplinares. Se utilizan textos intocables


que todos deben respetar y memorizar. O, por el contrario, son objeto de un
cuadriculado tratamiento de la materia olvidando en el camino a los alumnos.
 el acto de aprender es igualmente minusvalorado.

El estatus didáctico que se da al error es un buen indicador del modelo


pedagógico utilizado en clase. Pero quizá solo sean variantes de una misma forma
de relacionarse con el saber. El primero es el modelo TRANSMISIVO, en el que el
alumno que comete un error, falla. El segundo modelo; COMPORTAMENTALISTA
(pedagogía conductista), el error adquiere un aspecto distinto. Es verdad que en las
secuencias de clase aparentan ser magistrales, ya que la actividad del alumno se
guía paso a paso a través de una serie graduada de ejercicios e instrucciones.
La idea es que siempre es posible aprender algo por más complejo que
resulte, con la condición de ir descomponiendo esa complejidad en etapas más
elementales y reducirlas cuanto sea necesario, reforzando así de manera positiva
cada adquisición parcial con recompensa y no con castigo.
El problema del conductismo es que nada garantiza que el comportamiento
(externo) se corresponde con el mental (interno). Ciertamente permite evitar errores,
pero a costa de un recorrido guiado y predeterminado, que no toma en cuenta la
autonomía intelectual que debe adquirir el que aprende. El error conserva su
estatus negativo, puesto que se emplea todo el ingenio y el empeño para evitar que
aparezca.
Los modelos constructivistas, a diferencia de los anteriores, se esfuerzan por
no eliminar el error y le dan un estatus más positivo. Lo que se persigue es llegar a
erradicarlos de las producciones de los alumnos, pero se admite que la forma de
conseguirlo es dejar que aparezca si se quiere llegar a tratarlos mejor.

En los modelos constructivistas los errores no se consideran faltas


condenables ni lamentables fallos del programa, son los obstáculos con los que se
enfrenta el pensamiento del alumno. Aquí el error adquiere un estatus de indicador y
analizador de los procesos intelectuales que se ponen en juego, que no se tienen en
cuenta cuando se corrige con el rotulador rojo, se trata de profundizar en la lógica
del error y aprovecharlo para mejorar los aprendizajes.
La idea esencial al considerar el error desde el punto de vista constructivista
es buscarle sentido, de encontrar las operaciones mentales de las que ellas son la
pista. No toda respuesta tiene por qué contener una lógica identificable, puede que
únicamente sea fruto de la ignorancia o de la distracción, pero si se parte de ese
principio, no se puede progresar en la reflexión.

El error que enmascara el progreso

Cuando la escuela olvida el hecho de que aprender es arriesgarse a errar, el


sentido común lo recuerda mostrando que el único que no se equivoca es el que
nada hace. Partiendo de la falta como un fallo en el aprendizaje, se considera como
el testigo de los procesos intelectuales en curso, como lo que afronta el alumno en
su pensamiento durante la resolución de problemas. Si se observa desde esta
perspectiva puede que lo que se considera como error no lo sea, y eso oculte el
progreso que se está realizando. Para evitar los errores los alumnos se hacen
fuertes momentáneamente en el uso de la sintaxis que dominan sin arriesgarse a
aventurarse por otros caminos. Un día sentirán la seguridad de utilizar esas nuevas
estructuras aunque se equivocarán en la construcción de tal o cual frase, aún así
esto seguirá siendo una señal de progreso.

TIPOLOGÍA DE LOS ERRORES DE LOS ALUMNOS

La comprensión de las instrucciones

Un tipo de error está relacionado con la dificultad que enfrentan los alumnos
al momento de entender las instrucciones que se les dan, ya sea oral o escrita. Se
relaciona con la dificultad que presentan al leer los enunciados de los problemas o
de otros textos. Evidentemente las preguntas son más fáciles para quien las realiza
y conoce sus respuestas, que para quiénes tienen que pensar al leerlas en qué
debe contestar. Es indispensable una descentración del punto de vista del que
pregunta para percibir lo que puede ser una dificultad para el que no conoce la
respuesta.

La insólita dirección de la forma de preguntar

Chevallard ha apuntado esta singularidad al mostrar que en las otras


situaciones de carácter didáctico es el “que se supone que no sabe” quien pregunta
lo que quiere saber al “que supone que sabe”. En este caso es el supuesto experto
que está a la defensiva, sabiendo que quien no sabe, espera siempre una respuesta
concisa e instantánea a su pregunta.
El seguimiento de las instrucciones de trabajo pasa por el análisis de la forma
de preguntar, más concretamente, por la forma de los enunciados de los ejercicios o
de los problemas.
El vocabulario empleado en cada una de las disciplinas es fuente de
problemas para los alumnos.

Costumbres escolares y mala comprensión


Para tener éxito, el alumno no debe funcionar en clase como niño o
adolescente, sino como un “pequeño especialista” en cada una de las disciplinas.

Chevallard explica claramente que lo que caracteriza al alumno es “razonar


bajo influencia” debido al juego del contrato didáctico.

Si didácticamente no se tienen en cuenta las concepciones ya vistas que


están estructuradas de forma subyacente por obstáculos epistemológicos, éstas
vienen a cohabitar con saberes escolares que quedan como adquisiciones
superficiales. Son movilizadas cada vez que el oficio de alumno tiende a
relacionarlas con el problema o la actividad; pero las representaciones vuelven a
menudo a aparecer inalteradas, en contextos más sencillos no relacionados,
aparentemente, con el uso de los conceptos disciplinares. Comprender el significado
profundo de las representaciones es un desvío indispensable para modificar el
estatus que se le da a ciertos errores de los alumnos, pero esto no basta para
tenerlos en cuenta didácticamente.

LA EVALUACIÓN Y LA CONSIDERACIÓN DIDÁCTICA DEL ERROR EN


MATEMÁTICA.

Los errores muchas veces pueden encontrarse en la dificultad propia del


contenido de la enseñanza, esta dificultad interna no solo se percibe como tal en el
análisis habitual de las disciplinas ni en sus programaciones, puede tener
repercusiones en relación con las categorías precedentes como, por ejemplo; la
carga mental y la naturaleza de las operaciones intelectuales. Pero la mirada pasa
ahora desde un punto de vista psicológico del sujeto que aprende, al punto de vista
epistemológico de la estructura del contenido. El análisis de este tipo de errores es
típico del trabajo propiamente didáctico, que consiste en más ocasiones de lo que
se piensa, en poner profundamente en cuestión los contenidos teóricos y prácticos
de la enseñanza. Así, como los métodos y procedimientos que habitualmente se les
asocian.

A menudo la didáctica de la matemática intenta buscar nuevos medios,


métodos para enseñar eficazmente contenidos preestablecidos. Muchas veces la
manera y la forma de dar los temas, puede provocar errores al comprender los
temas por parte del estudiante.

CONCLUSIÓN
Como bien lo explica la autora, con su experiencia e intercambiando con
otros docentes, es muy fácil estar de acuerdo en la aplicación de la Evaluación
desde la teoría. Pero al llegar a la práctica los desacuerdos surgen debido a que no
es fácil cambiar las costumbres de evaluar a los alumnos mediante los tradicionales
exámenes, como forma de comprobar lo aprendido o no por el alumno. Existe
mucha competitividad en la sociedad y los exámenes contribuyen al ejercicio de la
competición entre compañeros, por ende, colabora a que los padres exijan a sus
hijos saltar todos los obstáculos que impone el sistema educativo.
Podríamos decir que en los últimos años ha ido en aumento la cantidad de
errores en el aprendizaje. Esto se debe quizá a la falta de interés y comprensión de
los estudiantes o la falta de creatividad por parte de algunos docentes a la hora de
plantear las propuestas. Si bien no todos aprenden de la misma manera hay que
buscar las herramientas para captar la atención del estudiante y hacer que disfrute
de la práctica en el aula, de esa manera estaremos contribuyendo a que aprendan
de los errores y no evitando que tropiecen con estos, ya que hacen parte del
aprendizaje de los mismos.
Si queremos contribuir a la formación integral de los estudiantes debemos
fomentar la buena interpretación de las propuestas y ayudar a su comprension. No
solo para que les sirva en alguna situación en particular, sino para que puedan
afrontar las distintas situaciones de la mejor manera posible y que comprendan que
el error es parte del crecimiento personal de cada uno, no solo como estudiantes.

También podría gustarte

pFad - Phonifier reborn

Pfad - The Proxy pFad of © 2024 Garber Painting. All rights reserved.

Note: This service is not intended for secure transactions such as banking, social media, email, or purchasing. Use at your own risk. We assume no liability whatsoever for broken pages.


Alternative Proxies:

Alternative Proxy

pFad Proxy

pFad v3 Proxy

pFad v4 Proxy