Modulo I
Modulo I
Modulo I
1
Gregorio Klimovsky (1922-2009) Filósofo de la ciencia, epistemólogo y matemático.
Considerado uno de los mayores especialistas en epistemología (el estudio crítico del desarrollo, métodos y
resultados de las ciencias) de Latinoamérica de la actualidad.
Nació en Buenos Aires y estudió matemáticas en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la
Universidad de Buenos Aires (UBA), donde llegaría a ser Decano.
Su labor desbordó ese campo cuando comenzó a abarcar disciplinas como la ética y la metodología de la
investigación científica.
A partir de entonces se lo considera como uno de los iniciadores de la lógica y la filosofía de la ciencia en el país.
1
Introducción al Conocimiento Científico Unidad Nº 1
las hipótesis y teorías científicas se formulan en principio de modo tentativo por lo cual la
indagación en búsqueda de pruebas no supone una creencia intrínseca en aquellas.
Sin embargo la caracterización platónica será para nosotros un buen punto de
partida aunque provisional para indicar de que se habla cuando se alude al conocimiento.
Supondremos por el momento que si un científico pretende ofrecer conocimiento se refiere
a algo creído acertado y probado. Además, puesto que no todo conocimiento es
conocimiento científico un problema que tendremos que encarar más adelante es en que
consiste la característica esencial que permite distinguir al conocimiento científico de otros
tipos de conocimiento, por ejemplo al que aludimos en nuestra vida cotidiana cuando
hablamos de conocer el camino a casa o el estado del tiempo.
Según algunos epistemólogos lo que resulta característico del conocimiento que
brinda la ciencia es el llamado método científico un procedimiento que permite obtenerlo
y también a la vez justificarlo. Pero cabe una digresión. ¿Tenemos derecho a hablar de un
método científico? El famoso historiador de la ciencia y educador James B Conat de la
Universidad de Harvard, se burlaba de quienes suponen que existe algo semejante a el
método científico y en principio parece tener razón. Pues entre los métodos que utiliza el
científico se pueden señalar métodos definitorios, métodos clasificatorios, métodos
estadísticos, métodos hipotético deductivos, procedimientos de medición y muchos otros,
por lo cual hablar de el método científico es referirse en realidad a un vasto conjunto de
tácticas empleadas para constituir el conocimiento. Tal vez este conjunto de tácticas se
modifique con la historia de la ciencia ya que con las nuevas teorías e instrumentos
materiales y conceptuales que se incorporan con el correr del tiempo se alteran no solo los
métodos sino también la noción misma de ciencia. Sin embargo entre tantas tácticas
métodos sino también la noción misma de ciencia. Sin embargo entre tantas tácticas existen
algunas estrategias fundamentales. Por ejemplo si excluimos las ciencias formales como la
matemática y en cierto modo también las ciencias sociales y nos referimos exclusivamente
a las ciencias naturales como la física la química y la biología, resulta claro que el método
hipotético deductivo y la estadística sería referirse a métodos para inferir estadísticamente
construir hipótesis y ponerlas a prueba. Si es así el conocimiento científico podría
caracterizarse como aquel que se obtiene siguiendo los procedimientos que describen estas
estrategias básica.
2
Introducción al Conocimiento Científico Unidad Nº 1
La primera objeción al uso de los métodos de las ciencias naturales en las ciencias
sociales concierne al tipo de intervención que tiene la experiencia en estas disciplinas y, en
particular, a la posibilidad y conveniencia de aplicar métodos experimentales. La objeción se
centra en la dificultad de diseñar y realizar experimentos en el campo de lo social. En tanto
que en las ciencias fácticas ortodoxas la experimentación constituye el terreno más propicio
para la formulación y testeo de hipótesis, en las ciencias sociales tal cosa no siempre sería
posible fácticamente o admisible desde el punto de vista ético y, entonces, los métodos
usuales no podrían aplicarse.
Este argumento suele contestarse desde distintos ángulos. Ante todo, no es verdad
que en las ciencias “duras” no haya nada más que método experimental: ciencias como la
astronomía se han desarrollado con gran rigor científico sin posibilidad alguna de
experimentación, y en el caso de la geología podría decirse que experimentar es algo
excepcional. En segundo término, es totalmente equivocado pensar que es la
experimentación, y no la investigación controlada y sistemática, la que dicta el canon del
método científico. En realidad, las ciencias naturales giran alrededor del concepto central de
observación y no del de experimentación, siendo ésta última nada más que una de las
formas en que la observación puede obtenerse.
Sin embargo, es preciso entrar en el detalle de por qué no es correcto afirmar que, si
no hubiera experimentación, ciertos valores de las variables no podrían ser conocidos y, por
consiguiente, ciertas hipótesis acerca de esos valores no podrían contrastarse.
Ahora bien, respecto de las ciencias sociales surgen dos preguntas: 1) ¿podemos hacer lo
mismo que los astrónomos? Es perfectamente posible reunir datos aptos para ser
consignados y tabulados de manera de sugerir generalizaciones empíricas y aun hipótesis
teóricas. No cabe duda de que, si bien no se dispone de observaciones de todo tipo y estado
–y no se pueden provocar revoluciones políticas para observar si evoluciona o no la
economía-, es tan grande la cantidad de datos acerca de comunidades y de la acción
humana en ciudades, zonas de emergencia, rurales, etc., que reunir información mediante
observación sistemática es tan factible como en cualquier ciencia empírica ordinaria. 2) ¿es
tan claro y evidente que no pueden realizarse experimentos respecto de lo social? El primer
problema que se plantea es el de si los experimentos abarcan todas las variables que entran
en juego en las situaciones naturales o espontáneas, o sólo un conjunto determinado de
ellas. Aunque esta dificultad se presenta en todas las disciplinas científicas, se torna crucial
en las disciplinas sociales. Cuando los físicos hablan de objetos en reposo, deben recurrir a
ciertas analogías que permitan pasar del experimento mecánico en la superficie terrestre al
verdadero modelo que se aplica en el espacio vacío. Pero las analogías que permiten pasar
de un experimento social a conclusiones sobre sociedades o culturas completas encierran un
peligro: ¿qué derecho hay de pasar de una encuesta a la población? ¿Es posible hacer una
inferencia analógica de un experimento sobre un pequeño grupo o muestra a lo que sucede
en la sociedad en su conjunto? Muchos creen que sí. De esta forma, por ejemplo, hay
muchas investigaciones sobre prejuicios raciales diseñadas experimentalmente y centradas
en estudio de pequeños grupos. En el campo de la ciencia de la educación este tipo de
diseño experimental es muy común. Nagel refiere incluso un experimento de sociología
laboral: en una fábrica que tenía dos plantas, se permitió en una de ellas la autogestión y
en la otra no, pues imperaba el autoritarismo. Según una creencia habitual, la hipótesis de
trabajo suponía una mayor productividad de la última respecto de la primera, pero en la
práctica ello no sucedió. Por suerte, una vez más triunfó la democracia.
1
Introducción al Conocimiento Científico Unidad Nº 1
2
Introducción al Conocimiento Científico Unidad Nº 1
TIPOS DE CONOCIMIENTO
Conocimiento natural y conocimiento científico
1
Introducción al Conocimiento Científico Unidad Nº 1
buscar la verdad, que alcanzarla, o tener certeza acerca de ella. Es sabido que la verdad no
siempre se logra en el contexto de la ciencia.
Es también un conocimiento racional, en el sentido de que debe ser coherente y
fundado en razones, es decir, sostenido argumentativamente.
Pretende además ser un saber crítico, rasgo que lo diferencia del conocimiento
natural, que como ya se señaló es a veces poco crítico. Cohen y Nagel dicen en
Introducción a la lógica y el método científico que mientras otros tipos de conocimiento
apelan a la intuición, a la autoridad o la repetición ciega, la ciencia se caracteriza por ser
crítica, como opuesta a dogmática. Ese rasgo le permite ser autocorrectiva. Contra las
creencias populares, lo que caracteriza a la ciencia no es su absolutez o seguridad sino su
corregibilidad y su provisoriedad.
Se caracteriza también por la sistematicidad, que hace que la ciencia no sea nunca
la suma de conocimientos aislados, sino que busca su integración en distintos sistemas y
estructuras complejas, lógicamente articuladas.
Es además un saber que intenta ser preciso. Logra esa precisión utilizando por un
lado un lenguaje técnico, con significados menos ambiguos que los del lenguaje natural, y
por otro lado mediante el empleo de herramientas formales, traduciendo sus hipótesis a
ecuaciones y fórmulas de la lógica y la matemática y distintos recursos simbólicos como los
de la química.
Otro de los rasgos de la ciencia es su carácter metódico, en el sentido de que
requiere del empleo de determinados procedimientos que gozan de confiabilidad, para la
obtención y validación de los conocimientos.
También tiene la propiedad de ser general. La ciencia busca formular leyes
generales que expresen regularidades, sin perder, en muchos casos, la singularidad. Ya
Aristóteles señalaba que la ciencia es siempre conocimiento acerca de lo general.
A diferencia del conocimiento filosófico, la ciencia acepta la existencia de supuestos
que no se cuestionan acerca de aspectos muy básicos de los objetos de estudio, su
existencia, su continuidad en el tiempo y el mejor modo de conocerlos.
2
GIANELLA, Alicia E. (1995) Introducción a la Epistemología y a la
Metodología de la Ciencia. Editorial Universidad Nacional de La Plata (Pág.
39-128)
(…)En las últimas décadas se ha impuesto la clasificación que divide a las ciencias
en formales y fácticas. Se trata de una clasificación útil para los intereses actuales
de la epistemología y la metodología y coincidente con más de un criterio sobre el
que puede fundarse la clasificación: el método empleado, el tipo de entidades y el
tipo de enunciados propios de cada uno de estos dos grupos de ciencias.
La lógica y las matemáticas, con sus distintas ramas como la geometría, el
álgebra y la aritmética constituyen las ciencias formales. Las restantes, como la
biología, la física, la psicología y la economía son ciencias fácticas, como se
presenta en el cuadro siguiente:
Disciplinas: Disciplinas.
Naturales: Sociales:
Física Psicología
Astronomía Antropología
Geología Lingüística
Meteorología Pedagogía
Ciencias formales
Otra posición, que puede denominarse constructivista, niega que esas entidades
existan en un mundo especial y se las descubre. Se trataría, en cambio, de
construcciones que realiza la mente; son el producto de la creación humana y
obedecen y ponen de manifiesto la estructura de nuestra inteligencia. No habría
nada que descubrir, sino que producir.
Una de las características más notables de las ciencias formales es su doble rol.
Por un lado funcionan como cualquier disciplina científica, con sus problemas,
métodos y temáticas propias, sus conceptos y sus campos de investigación. Pero
por otro lado tienen un gran valor instrumental, son herramientas de amplia
aplicación en cualquiera de las otras disciplinas científicas y técnicas y también en
metodología de la ciencia, como se ilustra en la figura 2.
Figura 2
Epistemología
Metodología
Ciencias
Fácticas
Ciencias Fácticas
V Vo
Vd
Vt
Las unidades de análisis más importantes de las ciencias fácticas son las
teorías, que configuran sistemas de conocimientos y de creencia que en forma
simultánea y sucesiva están presentes en todas las ciencias fácticas.
Las ciencias fácticas han sido divididas en dos grandes grupos: las naturales y
las sociales o humanas. Mucho se ha discutido en torno al tipo de diferenciación
que cabe hacer entre ambas ciencias en cuanto a sus objetos y métodos. No es
simple establecer criterios que permitan diferenciarlas. Es tal vez más simple
delimitarlas por extensión, es decir, enumerándolas, que a través de criterios
generales que permitan una diferenciación clara. Son ciencias naturales la física,
la química la biología, la astronomía, la geología y la meteorología. Entre las
ciencias sociales están la antropología, la lingüística, la economía, la sociología, la
historia, la pedagogía y la psicología.
Desde el punto de vista metodológico cabe destacar que los dos tipos de
ciencias utilizan teorías y ambos deben contrastar sus afirmaciones con la
realidad. Estos puntos en común son lo suficientemente relevantes como para
permitir la consideración de estos dos tipos de ciencias unidos bajo la categoría de
ciencias fácticas. Algunos interesados en resaltar las diferencias contraponen
ciencias humanas con ciencias exactas, cuando en sentido estricto, sólo son
exactas las ciencias formales. También se distingue entre ciencias duras y ciencias
blandas (las humanas), pero puede argumentarse, como bien dijo alguien, que no
hay ciencias duras y blandas, sino modos “duros” y modos “blandos” de hacer
ciencia.
Hay puntos en común y zonas de frontera entre ambos tipos de ciencias que
favorecería una consideración integrada. Así, por ejemplo, la etología es una
disciplina nueva, que intenta aplicar categorías de la sociología a la conducta
animal y además sacar consecuencias de esos estudios para el comportamiento
humano, como las investigaciones de Konrad Lorenz, que acercan notablemente
las ciencias naturales a las sociales. Se han estudiado, por ejemplo,
comportamientos sociales tales como el liderazgo y la marginación en mamíferos
superiores como lobos y monos.
Es interesante señalar, por otro lado, que si bien gran parte de los
investigadores sociales del siglo pasado y principios de este siglo intentaron imitar
a las ciencias naturales, en la últimas décadas, en cambio, se ha registrado un
movimiento inverso de “humanización” de las ciencias naturales, motivado tanto
por la necesidad de incorporar al sujeto como integrante del fenómeno estudiado
como por el abandono del modelo de ciencia causalista y determinista.
Introducción al Conocimiento Científico Unidad Nº 1
Cuando se habla de ciencia por otra parte conviene hacer ciertas distinciones. Para iniciar y
llevar adelante una discusión es necesario adoptar determinada unidad de análisis entre las
que destacará la noción de teoría y por ello debemos preguntarnos qué alternativas se nos
ofrecen en este sentido. Conviene pensar en la ciencia en estrecha vinculación con el
método y con los resultados que se obtienen a partir de él sin necesidad de entrar por el
momento en polémicas acerca de la naturaleza de este. Ello permite distinguir a la ciencia
de la filosofía el arte y otros campos de la cultura humana. Sin embargo hay una unidad de
análisis más tradicional la disciplina científica que pone el énfasis en los objetos en estudio y
a partir de la cual podríamos hablar de ciencias particulares la física la química a sociología.
Aristóteles por ejemplo habla de disciplinas demostrativas las que usan el método
demostrativo que luego comentaremos y caracteriza cada una de ellas según el género de
objetos que se propone investigar. La física por ejemplo debería ser caracterizada indicando
de qué objetos se ocupa la cual no es del todo fácil. Tentativamente podríamos afirmar que
se trata de cuerpos o entidades que se hallan en el espacio y el tiempo reales. La
geometría se ocuparía de figuras la, la biología de seres vivos y la psicología de cuerpos que
manifiestan conducta o psiquismo.
Pero hay buenas razones para creer que este enfoque disciplinar no es realista ni
conveniente. Los objetos de estudio de una disciplina cambian a medida que lo hacen las
teorías científicas ciertos puntos de vista son abandonados o bien en otro momento de la
historia de la ciencia, pueden ser readmitidos No es lo mismo hablar de la óptica y el
electromagnetismo. Por ello en lugar de pensar en disciplinas preferimos pensar en
problemas básicos que orientan distintas líneas de investigación. Lo cual nos lleva a
considerar una nueva unidad de análisis la teoría científica.
Una teoría científica en principio es un conjunto de conjeturas simples o complejas acerca
del modo en que se comporta algún sector de la realidad. Las teorías no se construyen por
capricho sino para explicar aquello que nos intriga para resolver algún problema o para
responder preguntas acerca de la naturaleza o la sociedad de análisis fundamental del
pensamiento científico contemporáneos.
1
Introducción al Conocimiento Científico Unidad Nº 1
KLIMOVSKY, Gregorio; HIDALGO, Cecilia (1998). La inexplicable sociedad. Cuestiones epistemológicas de las
ciencias sociales. A – Z
Editora. Bs. As. (Pág. 165-192)
En el siglo pasado, el lógico y filósofo inglés John Stuart Mill sistematizó los llamados
“cánones del método inductivo”, estos “cánones” constituyen una formulación clásica de
varios procedimientos inductivos empleados por las ciencias experimentales. Veamos, por
ejemplo, qué propone el denominado método de la concordancia según el cual, si dos o
más casos del fenómeno que se investiga tienen solamente un aspecto en común, la
circunstancia en la que todos los casos concuerdan es la causa del fenómeno en cuestión.
Así, cuando se desea observar si efectivamente la variable A es la causa de la variable B, lo
que debe hacerse es lo siguiente: se toma un estado en el que, al modificar todas las demás
variables, únicamente A y B permanecen presentes. En esta situación puede deducirse lo
siguiente: cuando basta que ocurra A para que ocurra B, y puesto que todo lo demás ha
cambiado, esa condición suficiente A es la causa de B. Supongamos que estamos
investigando si cierto alimento es el origen de una intoxicación; entonces, si todos los
demás factores relevantes (alimentos ingeridos, exposición a sustancias tóxicas, etc.) varían
y lo único que se mantiene es la ingesta de dicho alimento y la intoxicación de ciertas
personas, mal podríamos atribuir la influencia causal a algún otro factor. Por lo tanto, la
condición suficiente para que se haga presente el efecto, la única disponible que no variado
en ambos casos, es la ingesta de ese alimento.
Por su parte, el llamado método de la diferencia afirma que, si en un caso en el
cual el fenómeno que se investiga se presenta y en otro caso en el cual no se presenta,
todas las circunstancias son comunes excepto una, que se presenta sólo en uno de los
casos, entonces esa circunstancia única en la cual difieren ambos casos es la causa, o una
parte indispensable de la causa, de dicho fenómeno. Siguiente con el ejemplo anterior: si en
el primer caso se tiene A y B, y en el segundo caso se extrae A, todo lo demás queda igual
y no ocurre B, entonces puede afirmarse que A es la única circunstancia en las que ambos
casos diferían y, por ende, la única posible de B. Evidentemente, si cualquier otro factor
fuera condición suficiente, por ejemplo C (estado neurótico de la población) para que se
produjera efectivamente B, como en el primer y segundo experimento se supone que no ha
variado nada salvo A, se tendría que haber provocado B en el segundo caso, donde A no se
encuentra presente. Si lo que se necesita es que acontezcan A y C para que acontezca B, el
evento A no será condición suficiente para que suceda B.
En realidad, aun las variables más simples tienen estructura interna y no debe presuponerse
que, cuando miramos el mundo, todas las características que se advierten sean
independientes entre sí, de modo que no debe asombrar que las condiciones suficiente
posean estructura interna; a saber, estén constituidas por condiciones, cada una de ellas
necesaria. Entonces, para sostener que A y C son, en conjunto, condición suficiente del
evento B, debe llevarse a cabo el siguiente experimento: al variar todo menos A y C, si se
produce B cuando todo lo demás se ha mantenido constante, en ese caso, efectivamente, A
y C son, en conjunción, la condición suficiente de B. De todos modos, para saber si A es
condición necesaria del evento B, deberá efectuarse otro experimento: ¿qué sucede si
dejamos A y extraemos C? ¿Qué sucede si dejamos C y extraemos A? Si B no se produce en
ninguno de los casos, entonces ni A y ni C, por sí solas son condición suficiente. Veamos un
ejemplo. Para producir lluvia se necesita un cierto grado de humedad y de ionización de la
atmósfera: la conjunción de humedad con ionización es causa de lluvia. Para convencernos
de esto, debe utilizarse el método de la diferencia, fijando en dos observaciones la
ionización y la humedad, y variando todo el resto. Si procediendo así, la lluvia se produce,
de acuerdo con los cánones de Mill, esa variable compleja que es “ionización-humedad” es
la causa de la lluvia.
1
GIANELLA, Alicia E. (1995) Introducción a la Epistemología y a la Metodología de la
Ciencia. Editorial Universidad Nacional de La Plata (Pág. 39-128)
Por ejemplo, una técnica preventiva sería la que utiliza la agrotecnia para evitar la
degradación de los suelos o en medicina las estrategias para evitar la propagación
de una enfermedad o de una epidemia. En cuanto a técnicas de modificación y
control, pueden citarse las de dragado de ríos para controlar su cauce, reglas de
política económica para disminuir el desempleo. La ingeniería civil y electrónica
ejemplifican las técnicas de producción de artefactos y entidades tales como un
edificio, un puente o un televisor.
La importancia de la tecnología en nuestra cultura y en el desarrollo del
conocimiento son bien conocidas. El poder que ese conocimiento ha generado y la
cultura tecnológica que se ha instalado las últimas décadas es tema de permanente
reflexión. Los cambios sociales que la tecnología es capaz de generar son debatidos
desde diferentes perspectivas y modelos políticos.
La relación entre ciencia y técnica es estrecha y variada. En algunos casos,
la técnica ha tenido su propia historia, como en el caso de la navegación, la
agricultura y la producción textil, que tardíamente se conectaron con la ciencia,
recibiendo de ella los conocimientos que les permitieron convertirse en tecnologías.
En otros casos, fue a partir de los avances científicos que fueron surgiendo campos
tecnológicos nuevos, como ciencia aplicada primero y como tecnología después.
Cabe destacar que entre ciencia aplicada y tecnología hay sólo una diferencia de
grado que tiene que ver con su mayor o menor autonomía y en un continuo de
modalidades.
La tecnología hace permanentemente aportes a la ciencia, por un lado a
través del planteo de nuevos problemas, y por el otro, aportando nuevas
herramientas de exploración científica, como los radares, los microscopios, los
telescopios y un sinnúmero de sofisticados recursos para ampliar la observación y
la experimentación. En algunos casos, los cambios en los instrumentos de
observación generaron verdaderas revoluciones científicas. Está el famoso ejemplo
del telescopio de Galileo y sus adversarios que se negaban a mirar a través de él.
Como dice Galileo en Mensajero de los Astros, la observación de montañas en la
luna confirmaba “la antigua opinión pitagórica de que la luna es ( ...) como la
tierra” y refutaba la división aristotélica de un mundo supralunar, eterno e
incorruptible y otro sublunar imperfecto y temporal. En la actualidad, las técnicas
estadísticas y la simulación por computadoras son también ejemplos de la gran
influencia de la tecnología sobre la ciencia.
En cuanto a las reglas tecnológicas, comparten con las normas éticas y
jurídicas el carácter de discurso prescriptivo o directivo, pero difieren de aquéllas en
cuanto a que tienen carácter instrumental. Su forma es la siguiente: “para lograr el
fin A, deberá efectuarse el procedimiento B”. Son condicionales que conectan
medios con fines, cuyo valor es la eficacia, y no la verdad. Son ejemplos de reglas
técnicas las oraciones prescriptivas que establecen procedimientos relativos a cómo
reparar un reloj o un mueble, y son tecnológicas aquéllas que, por ejemplo,
indiquen cómo preparar un campo antes de la siembra, cómo recaudar impuestos o
cómo resolver un conflicto en un grupo de trabajo.
Se puede a su vez diferenciar distinto grado de generalidad y especificidad
en las reglas, y en el caso de las tecnológicas, si bien constituyen saberes
instrumentales, al presuponer conocimientos científicos, contienen también saberes
proposicionales.
Cabe diferenciar, por otro lado, entre las reglas tecnológicas y las acciones
mismas. En algunos contextos, se entiende por técnica y tecnología el conjunto de
acciones, la práctica misma, las acciones guiadas por las reglas, y no el cuerpo de
conocimientos que guían esas acciones, al que nos referimos en este contexto. Otra
confusión frecuente es la de tomar por tecnología a los productos tecnológicos,
particularmente los productos físicos o artefactos.
Las disciplinas tecnológicas tienen larga data en algunos casos, como la
medicina, la ingeniería, la administración y la contabilidad. En otros casos se han
desarrollado ramas nuevas, como la cibernética, la computación y la ingeniería
genética. La psicoterapia y la psiquiatría, si bien no son tecnologías nuevas, han
recibido cambios notables en las últimas décadas. La navegación espacial es otro de
los campos de desarrollo reciente.
Del mismo modo que el conocimiento científico, el conocimiento tecnológico
se organiza en disciplinas. Por un lado están las que derivan de una ciencia natural,
como la ingeniería espacial, la ingeniería química, la biotecnología y la ingeniería
genética. También hay tecnologías asociadas a las ciencias humanas, como la
economía política, la psiquiatría, la planificación educativa, la planificación social, el
urbanismo, la administración de empresas y otras. Por último, existen disciplinas
que presuponen solamente las matemáticas y ninguna ciencia fáctica, como la
cibernética y la ingeniería de sistemas. En el siguiente cuadro se ejemplifican las
relaciones de algunas tecnologías con las principales ciencias presupuestas.
Lenguaje y verdad
En el ámbito de las ciencias formales como la matemática, hay un cuarto y muy importante
sentido de la palabra “verdad” decir, por ejemplo que una proposición matemática es
verdadera significa decir que es deductible a partir de ciertos enunciados de partida, fijados
arbitrariamente por razones que luego examinaremos.
En lo que sigue centraremos nuestra discusión el papel de la ciencia entendida como
conocimiento de Hechos, y en tal sentido la matemática, aunque también será analizada, al
igual que la lógica, será considerada como una herramienta colateral que sirve a los
propósitos de las ciencias fácticas cuyo objetivo es, precisamente el conocimiento de los
hechos. Sin embargo, ésta es una palabra que se emplea con muchos significados, y será
necesario aclarar cual de ellos adoptaremos nosotros. Diremos que un hecho es la manera
en que las cosas o entidades se configuran en la realidad en instantes y lugares
determinados. Será un hecho por tato el que un objeto tenga un color o una forma dadas,
que dos o tres objetos posean determinado vinculo entre si o que exista una regularidad n
acontecimientos de cierta naturaleza. En los dos primeros casos hablaremos de hechos
singulares pero al tercero lo consideraremos un hecho general. Cuando una afirmación que
se refiere a la realidad resulta verdadera, es porque describe un posible estado de cosas
que es en efecto un hecho No utilizaremos la palabra “hecho” por tanto para la matemática
la lógica y las ciencias formales en general. De acuerdo con esta manera de entender la
palabra una ciencia fáctica estudia hechos y por ende son ciencias fácticas tanto la física o
la biología como la psicología la sociología o la economía por que éstas pretenden dar
cuenta de hechos que se manifiestan en cada caso en un determinado sector de la realidad.
Esto no impide que se pedan distinguir entre si distintas ciencias fácticas por diferencias
metodológicas o procedimientos particulares para detectar y caracterizar los hechos. Es
posible sostener el punto de vista (que el autor no comparte) de que el conocimiento de los
hechos sociales es de naturaleza muy distinta al de los hechos físicos o biológicos, pero ello
no quita a la sociología o a la economía su carácter de ciencias fácticas. La denominación
“ciencias del hombre” alude a que se trata de disciplinas que tratan problemas diferentes de
los que abordan las ciencias naturales, pero, en cuanto a los problemas metodológicos que
presentan, también interviene la cuestión de si el ser humano o su comportamiento social
son objetos susceptibles de observación y experimentación.
En el ámbito de las ciencias fácticas, el concepto aristotélico de verdad parece
indispensable. De manera no rigurosa podemos presentarlo de este modo se supone que
por las reglas gramaticales, semánticas y lógicas del lenguaje quien realiza el acto
pragmático de afirmar un enunciado pretende describir un posible estado de cosas y al
mismo tiempo persuadirnos de que ello es lo que acontece en la realidad. Si dicho estado de
cosas realmente acaece si la descripción coincide con lo que sucede en la realidad diremos
que el enunciado es verdadero. La afirmación “En el tejado hay un gato” es verdadera si y
solo si en tejado hay un gato. Más adelante aclararemos con mayor rigor el uso de
términos tales como proposición enunciado o afirmación pero el momento los asimilaremos
a lo que los gramáticos llaman oraciones declarativas utilizadas precisamente con el
propósito de comunicar que las cosas tienen ciertas cualidades guardan entre si ciertas
relaciones o presentan ciertas configuraciones. Es interesante señalar que estas ideas de
Aristóteles han sido rescatadas en nuestro siglo por el lógico polaco-norteamericano Alfred
Tarski, quien logró establecer una definici6n formal y rigurosa de lo que el fil6sofo griego
había introducido de una manera un tanto vaga. Pero la presentación de Tarski, aunque
novedosa y precisa, no es más que una reelaboraci6n de la concepción semántica de
Aristóteles, según la cual la verdad consiste en una relaci6n positiva e intima entre lenguaje
y realidad.
La noción aristotélica de verdad no tiene ingrediente alguno vinculado con el conocimiento.
Una afirmación puede ser verdadera sin que nosotros lo sepamos, es decir, sin que
tengamos evidencia de que hay correspondencia entre lo que describe la afirmaci6n y lo que
realmente ocurre. También podría ser falsa, y nosotros no saberlo. "Hay otros planetas
habitados en el universo" es un enunciado o bien verdadero o bien falso, pero en el estado
actual de nuestro conocimiento no podemos decidir acerca de su verdad o falsedad. Esta
aclaraci6n importa pues en el lenguaje ordinario hay cierta inclinaci6n a suponer que si hay
verdad hay también conocimiento y prueba, lo cual podría generar graves malentendidos.
Por ejemplo, no nos permitiría comprender correctamente la fundamental noci6n de
2
Introducción al Conocimiento Científico Unidad Nº 1
afirmación hipotética o hip6tesis. Como veremos luego, quien formula una hip6tesis no sabe
silo que ella describe se corresponde o no con los hechos. La hip6tesis es una conjetura,
una afirmación cuyo carácter hipotético radica en que se la propone sin conocimiento previo
de su verdad o falsedad. Uno de los problemas que plantea la investigación científica es el
de decidir con que procedimientos, si es que los hay, podemos establecer la verdad o la
falsedad de una hipótesis. Y conviene aquí recalcar que, desde el punto de vista del avance
del conocimiento científico, puede ser tan importante establecer una verdad como una
falsedad, es decir, la ausencia de correspondencia entre lo que se describe y lo que
realmente acontece. En la historia de la ciencia hay muchos ejemplos de hip6tesis falsas
que sobrevivieron durante largo tiempo hasta que se logró probar su falsedad. Son casos
ilustres las que afirman la inmovilidad de la Tierra y el fijismo de las especies.
En síntesis: es necesario discriminar entre la verdad y el conocimiento de la verdad, entre la
falsedad y el conocimiento de la falsedad. La operación de establecer si una afirmaci6n es
verdadera o falsa pertenece al ámbito del conocimiento y es posterior a la comprensi6n del
significado atribuido a los términos "verdad" y "falsedad". Quien toma una fotografía no
sabe de inmediato si se corresponde o no con el objeto fotografiado, es decir, si es nítida o
esta distorsionada. Lo sabré luego de que sea revelada. Pero la fotografía ya será nítida o
distorsionada antes de que el fot6grafo conozca el resultado de esa operación y pueda
asegurar que ha tornado una buena o una mala fotografía.
3
Introducción al Conocimiento Científico Unidad Nº 1
El lector advertirá que esto es una falacia que nos muestra que hay que tener
cuidado, ya que pueden existir factores ocultos inadvertidos que permanecen constantes,
como el alcohol, a los que el método de la concordancia nos inclinará casualmente
relevantes sólo una vez detectados.
Es importante advertir que tanto el método de la concordancia como el de la
diferencia, son en un sentido estricto, totalmente impracticables. Pues, ¿cómo hay que
proceder para mantener dos variables constantes y hacer que todas las demás varíen?
¿Cuántas variables existen? ¿Cuántos objetos hay en el universo? ¿Cuántos tipos de
fenómenos tienen lugar constantemente? Si bien no son infinitos, por lo menos son
numerosos. Con el método de la diferencia ocurre algo aun peor, pues exige variar A de
modo que cuando acontezca A, se encuentre presente B, y cuando ocurra no A, se
encuentre presente no B, manteniendo constante las demás variables. Y, ¿cómo hacer para
mantener constantes las demás variables del universo? ¿se imparte una orden a los
planetas? ¿Se imparten órdenes a las nubes? Es imposible. Forzosamente, junto con A y B
cambiarán la mayoría de las variables de estado de los eventos del universo.
Lo que sucede es que hay que entender correctamente el sentido de la posición de
Mill y no tomar en consideración todas las variables del universo, porque aunque algunas de
ellas no son pertinentes. Por ejemplo, si hubiera que investigar si es la humedad junto con
la ionización la que provoca lluvia, sería indistinto hacer el experimento en día viernes o
sábado, pues nadie creería que el día de la semana es una variable pertinente respecto del
origen de la lluvia. Lo que se exige es dejar fijas algunas variables (las pertinentes),
cambiando sólo las que se sospecha que tienen relación causal.
Cabe entonces preguntarse: ¿quién sabe qué variables son las pertinentes, ya que
las variables existen en cantidad infinita en el universo? Afirmar que una variable es
pertinente siempre es una hipótesis: este género de hipótesis forma parte de las
denominadas “hipótesis auxiliares” y, cuando se construye una teoría, no se las incluye en
ella, sino que se las toma como hipótesis sobre el material de trabajo que se emplea en la
investigación. En el ejemplo anterior, la hipótesis auxiliar de que el día de la semana en que
se realiza el experimento no influye en el resultado de la investigación es correcta, pues lo
que provoca la lluvia es la humedad junto con la ionización. Pero, como las hipótesis pueden
1
Introducción al Conocimiento Científico Unidad Nº 1
fallar, tal vez se compruebe que ciertas variables que se han desdeñado después de todo
eran pertinentes.
Cuando a estos métodos se los interpreta estadísticamente, lo que se investiga es si
la correlación de las variables es alta, tanto positiva como negativamente. En estadística,
las correlaciones se miden desde –1 hasta 1. Lo que indica que existe independencia entre
las variables es que la correlación sea aproximadamente 0 (cero). Pero si ésta es
aproximadamente 1 quiere decir que hay correlación causal, y si es aproximadamente –1
significa que la correlación causal vale para la ausencia de una de las variables y la
presencia de otra. En este sentido, los métodos habituales de investigación causal son
similares a los cánones de Mill y están indicando que, a igualdad de valor de las demás
variables pertinentes, si la correlación de A con B es alta y la de no A con no B también lo
es, entonces, hay correlacionó causal.
De todos modos, muchas veces se han provocado experiencias humanas para
extraer conclusiones de carácter sociológico o cultural acerca de las cuales podía suponerse
que no se manifestarían espontáneamente sin la intervención activa de los investigadores.
Tenemos el caso de una investigación realizada por una empresa que fabrica productos
cosméticos acerca del consumo de ciertas cremas para el cutis, en la que se provocó una
situación que prácticamente obligaba a los consumidores de aquéllas a revelar información
fehaciente: se pidió al público consumidor que devolviera los potes vacíos a cambio de un
premio. De esta forma, la empresa inició una investigación sobre el índice de consumo de
las diferentes marcas, obteniendo así información imposible de lograr por observación
directa o mediante cuestionarios, ya que muchas personas nunca hubieran confesado el
secreto de las cremas que realmente utilizaban. Como vemos, no se empleó una
observación controlada sino que provocó una situación experimental.
Puede considerarse que lo típico de las ciencias sociales no es manipular, provocar,
introducir o eliminar variables a voluntad, sino recolectar, acopiar e interpretar datos
primarios, obtenidos directa y contemporáneamente por el investigador, o secundarios, tal
como surgen de los documentos y registros históricos.
2
Introducción al Conocimiento Científico Unidad Nº 1
2
Introducción al Conocimiento Científico Unidad Nº 1
El conocimiento filosófico
Pero ciertas temáticas filosóficas son también teóricas, sólo que de un amplio grado
de generalidad y abstracción como la antropología filosófica, la metafísica y algunos
desarrollos de la ética normativa. La primera trata de elucidar qué es el ser humano, y la
metafísica, que es una disciplina central dentro de la historia de la filosofía, pretende llegar
a un conocimiento general de la realidad, en el sentido de “realidad última”, dando
respuestas a preguntas más a allá de las cuales ya no cabe preguntar, a los límites de
nuestro conocimiento.
Son muchas las disciplinas que integran la filosofía. La gnoseología se ocupa del
conocimiento y sus problemas, la estética de la producción artística y la ética de la
caracterización y la fundamentación de la moral. Están también la filosofía del lenguaje, de
las religiones, del derecho, de la educación y de la ciencia. Como ya se señaló, a veces se
ha identificado a la epistemología con la filosofía de la ciencia, pero en sentido estricto, la
epistemología sólo toma los problemas relativos al conocimiento, mientras la primera
incluye otras cuestiones como las ontológicas y las éticas.
Del mismo modo que las ciencias, las disciplinas filosóficas han cambiado a lo largo
de la historia, fusionándose algunas veces y bifurcándose otras. La axiología, por ejemplo,
se constituyó por fusión de los problemas relativos a los valores, integrando la ética y la
estética. También la filosofía práctica se configuró como integración de problemas éticos y
de filosofía política. La filosofía de la tecnología y la filosofía del género son ejemplos de
disciplinas nuevas.
1
Introducción al Conocimiento Científico Unidad Nº 1
2
Introducción al Conocimiento Científico Unidad Nº 1
Verificación y refutación
1
Introducción al Conocimiento Científico Unidad Nº 1
1
Introducción al Conocimiento Científico Unidad Nº 1
hacen muchos malos traductores), interpretándola como ingenuidad cuando significa en realidad “perspicacia”, y
esto nos recuerda el relato de ciencia ficción que recién narramos.
Pero, aun cuando no se proceda analógicamente, ¿es posible realizar traducciones adecuadas de un lenguaje a
otro? O mejor, ¿puede aprenderse un lenguaje desde otro lenguaje? Aparentemente se puede y hay muchas maneras
de hacerlo, por lo cual siempre es posible representarse isomórficamente, desde una estructura, otra estructura. En
matemática hay una rama que se llama geometría descriptiva” que nos enseña cómo describir una estructura
diferente a partir de una estructura dada. Si algo semejante fuera posible en el terreno de lo social, el hecho de que
cada sujeto tome un sentido diferente en culturas distintas no impedirá que, finalmente, puedan realizarse
traducciones adecuadas y formular las leyes constantes que rigen a los objetos equivalentes. De modo que este
argumento no pesa demasiado al oponerse a la aplicación del método científico ortodoxo en ciencias sociales.
2
Introducción al Conocimiento Científico Unidad Nº 1
Muchos autores franceses e ingleses la utilizan para designar lo que en nuestro medio se
llama "teoría del conocimiento" o "gnoseología", es decir, un sector de la filosofía que
examina el problema del conocimiento en general: el ordinario, el filosófico, el científico,
etc. Pero en este libro el término "epistemología" será empleado en un sentido más
restringido, referido exclusivamente a los problemas del conocimiento científico, tales como
las circunstancias históricas, psicol6gicas y sociológicas que llevan a su obtención, y los
criterios con los cuales se lo justifica o invalida. La epistemología seria, entonces, el estudio
de las condiciones de producción y de validación del conocimiento científico.
El epistemólogo se formula una pregunta de crucial importancia para comprender y analizar
la significación cultural de la ciencia en la actualidad: por qué debemos creer en aquello que
afirman los científicos. No acepta sin crítica el conocimiento científico sino que lo examina
del modo más objetivo posible: para él es igualmente de interés una teoría nueva,
contemporánea, que las teorías tradicionales que en su momento tuvieron gran prestancia
(como la mecánica newtoniana). Al igual que un filósofo, frente a cualquier teoría y con,
independencia de que esté apoyada por la tradición o sea muy reciente, se preguntara por
su aparición como fenómeno histórico, social o psicológico, por qué hay que considerarla
como buena o mala, o cuáles son los criterios para decidir si una teoría es mejor o peor que
otra. La epistemología es por ello una actividad crítica que se dirige hacia todo el campo de
la ciencia. La orientación que le hemos dado a este libro es, precisamente, la de una
discusión fundamentalmente epistemológica.
Estrechamente vinculada a la epistemología se halla la filosofía de la ciencia, que algunos
autores identifican con aquella. Sin embargo, no es conveniente hacerlo así, porque la
filosofía de la ciencia, como la filosofía en general, abarca muchos problemas que no son
estrictamente epistemológicos. Un problema filosófico seria, por ejemplo, tratar de decidir si
la realidad objetiva existe o es una ilusión de los sentidos; en este ámbito, el fil6sofo de la
ciencia puede interesarse por la cuestión de si la física, por ejemplo, presupone una
metafísica peculiar que afirme la existencia de una realidad externa a la subjetiva. Pero este
no es un problema central para la epistemología. Se puede sostener que los criterios de
validación de una teoría no son necesariamente dependientes de criterios metafísicos. Es
asunto de controversia. Hay quienes admiten que los cánones del método hipotético
deductivo son totalmente independientes de las opiniones que se sustenten acerca de la
realidad objetiva o de las sustancias primarias que constituyen el universo. Para otros no es
así. Los presupuestos filosóficos que existen en la ciencia influirían de un modo esencial en
la adopción de este o aquel criterio epistemológico. De manera que el término "filosofía de
la ciencia" es más amplio que el término "epistemologías", y esta sería tal vez una disciplina
independiente de aquella, si bien las conexiones entre ambas y las presuposiciones
epistemológicas constituyen de por si asunto del mayor interés filosófico. En este texto no
evitaremos en algunas ocasiones mencionar algunas de tales cuestiones filosóficas, pero al
solo efecto de exponer los criterios epistemológicos utilizados para juzgar a favor o en
contra de las teorías científicas.
Una tercera palabra que suele compartir un mismo discurso con el término "epistemología"
es "metodología". En general, y a diferencia de lo que sucede con el epistemólogo, el
metodólogo no pone en tela de juicio el conocimiento ya obtenido y aceptado por la
comunidad científica. Su problema es la búsqueda de estrategias para incrementar el
conocimiento. Por ejemplo, está fuera de discusión para el metodólogo la importancia de la
estadística, pues ésta constituye un camino posible para obtener, a partir de datos y
muestras, nuevas hipótesis. En cambio el epistemólogo podría formularse, a modo de
problema, la pregunta por el pretendido valor atribuido a los datos y muestras.
El uso de la palabra "metodología" para referirse al abordaje de problemas epistemológicos
es sin embargo frecuente. En su famoso libro La lógica de la investigaci6n científica, cuya
primera edición data de 1935, Popper se ocupa esencialmente de cuestiones vinculadas con
1
Introducción al Conocimiento Científico Unidad Nº 1
la justificación de las teorías científicas y muy poco de los modos de hacer progresar el
conocimiento, por lo cual debería ser considerado autor de un tratado de epistemología.
Pese a ello ciertos lectores, tales como el recordado filósofo argentino Vicente Fatone, lo
conciben como un libro cuya temática es metodológica. En la acepci6n que adoptaremos,
epistemología y metodología abordan distintos Ámbitos de problemas, aunque es obvio que
el metodólogo debe utilizar recursos epistemol6gicos pues, si su interés radica en la
obtenci6n de nuevos conocimientos, debe poseer criterios para evaluar si lo obtenido es
genuino o no lo es, ya que no podría ser adepto a una táctica que lo llevara a tener por
valido un "conocimiento equivocado". La metodología, en cierto modo, es posterior a la
epistemología. Sin embargo, y tal como sucede con la relaci6n entre ciencia y tecnología, a
veces un procedimiento metodológico se descubre casualmente, se emplea por razones de
heurística y entonces el epistemólogo se ve en la necesidad de justificarlo en t6rminos de su
propio ámbito de estudio.
2
GIANELLA, Alicia E. (1995) Introducción a la Epistemología y a la Metodología de la
Ciencia. Editorial Universidad Nacional de La Plata (Pág. 39-128)
I-La deducción
a * b = b * a
Se conoce el caso de tres pacientes adultos con tumores hepáticos que ante el
tratamiento con la droga X revirtieron la enfermedad al cabo de tres a cinco meses
de tratamiento.
Otro caso recientemente conocido da cuenta de un niño tratado por un tumor renal
con la misma droga y con resultados favorables.
Se conocen otros casos exitosos tratados hace algunos años, con evoluciones muy
favorables.
_______________________________________________________
Esto permite pensar que la droga X puede ser un buen tratamiento para los
tumores de un cierto tipo.
IV- Observación
V- La Experimentación
Tabla de presencia:
Tabla de ausencia:
Tablas de grados:
a,b,c y d tienen las propiedades G,H, I y J y se produce el fenómeno f.
En a, b, c y d si aumenta o disminuye J, aumenta o disminuye el fenómeno f, estén
o no las propiedades G, H e I
Los x de A que tienen más o menos J tienen más o menos f.
Contextos
1
Introducción al Conocimiento Científico Unidad Nº 1
2
Introducción al Conocimiento Científico Unidad Nº 1
hipótesis como conocimiento. La cuestión del origen de las hipótesis es muy interesante y, entre paréntesis, se ha
dicho muchas veces que hay personas a las que se les ocurren hipótesis de maneras muy poco ortodoxas. Así, la
teoría de la estructura hexagonal del átomo bencénico se le ocurrió al químico alemán Friedrich Kekulé mientras
viajaba en un vehículo: un tanto adormecido, vio una serie de átomos como serpientes que se mordían unas con otras
y, entonces, se le ocurrió que la molécula debía ser cíclica y no encadenada como se creía hasta ese momento.
Pero al respecto debemos ser cuidadosos ya que, en muchos casos, existen personas que si bien profesan
una ideología inaceptable pueden, sin embargo, formular hipótesis acertadas. No se trata de que no exista una
relación entre los propósitos que llevan a formular hipótesis mismas, sino que en principio son cosas distintas.
Tomemos el caso de nuestro amigo Newton. En su momento, fue presidente de la Royal Society, pero su actuación
fue muy discutida porque se dedicaba sistemáticamente a favorecer a sus amigos y perjudicar a sus enemigos. Si
bien esta conducta no es ética, no cabe duda de que es muy humana, pero no concuerda con la magnífica imagen que
se tiene de alguien tan prominente. Si bien Newton era genial como científico, actuaba de un modo tortuoso. Se sabe
que perseguía la fama y la gloria, y que, además, como político científico favoreció a su amigo Edmund Halley y a
muchos otros, pero que a Robert Hook, que era su gran competidor, poco menos que los destruyó. Pero las teorías de
Newton eran extraordinarias.
Es muy común que alguien que sostiene valores o profesa una ideología con la cual no se puede simpatizar
desde el punto de vista ético, teorice sobre la realidad en una forma muy acertada. Sólo dicen que ello no es posible
los que entienden a la ideología como una falsa conciencia que distorsiona en cierto modo la aprehensión de la
realidad. Pero para nosotros el problema principal permanece: ¿Cómo estimar si la hipótesis que el periódico lanzó
por razones ideológicas –buenas o malas—era una hipótesis correcta? No cabe duda: debe ser contrastada. Es decir,
no existe algo a priori que nos permita declarar que una hipótesis es correcta o incorrecta porque un personaje
determinado o cierto medio periodístico la ha formulado. Por ejemplo: si por razones ideológicas inferimos que,
cuando cierto diario publica una hipótesis de carácter político económico, ésta seguramente será falsa, nuestro modo
de razonar es como un barómetro, útil al fin, pero que marca siempre lo contrario: cuando hace buen tiempo indica
mal tiempo. Por lo tanto, estaremos atentos para aplicar la ley de corrección pertinente. Entonces, si leemos el
diario, pensaremos: “¡Caramba, parece que mejoraremos industrialmente!”, pues en el mismo se afirma que habrá
recesión. De cualquier modo, antes de llegar a semejante opinión sobre el diario, debe existir una etapa previa que
permita llegar a esa ley (la “ley de la ideología del diario”), etapa que consiste en contrastar las hipótesis económicas
que este periódico formula. Habrá que haber puesto a prueba y refutado sistemáticamente sus hipótesis.
Debemos destacar algo que afirmó Nagel y es que, algunas veces, formular una hipótesis no tiene ninguna
influencia en la sociedad. Todos sabemos que la historia y la cultura nos ofrecen una inmensa cantidad de
conocimiento, que en ningún caso se han asimilado e incorporado a nuestra acción social. De modo que muchas
veces se exagera en demasía el supuesto papel perturbador del conocimiento como variable social. Por otro lado,
que el conocimiento social influye y reflexivamente entre a formar parte de la acción social debería interpretarse,
antes bien, como algo positivo más que perturbador, pues ello es precisamente lo que contribuye a la transformación
social o a la “emancipación” de la que nos hablan autores críticos como Jürgen Habermas.
2
Introducción al Conocimiento Científico Unidad Nº 1
I- Clasificaciones
Figura 6
1
Introducción al Conocimiento Científico Unidad Nº 1
A1 An A4
A2 A3
Otra condición establece que ninguna categoría debe ser vacía: A1 =/= ø. Por
último, la exclusividad establece que las categorías deben ser disyuntas: A1 Ŋ A1
= ø, siendo i =/= j, ya que no debe haber individuos que pertenezcan a más
de una categoría.
En algunas ciencias en que se fueron configurando las categorías de un
modo asistemático, por yuxtaposición de distintos términos, estas condiciones
suelen no cumplirse.
Algunas veces se ha intentado corregir una clasificación que no es
exhaustiva reuniendo todos los individuos que no pertenecen a ninguna categoría
en una clase residual: se crea una nueva categoría que permite reunir a todos los
casos sobrantes. Pero este recurso pone de manifiesto la incorrección de la
clasificación, la falta de un criterio claro, no ambiguo, que sustente la división en
las distintas categorías y tiene el grave inconveniente de que nada asegura que la
clasificación residual corresponda a alguna propiedad específica, o si, por el
contrario, reúne elementos heterogéneos.
En cuanto a los requisitos epistémicos, se pueden reconocer como más
importantes los que se señalan a continuación.
En primer lugar deberá construirse la clasificación sobre un único criterio,
que tendrá que ser preciso, no ambiguo. Si se mezclan distintos criterios peligran
las condiciones de exhaustividad y exclusividad. Consideremos un ejemplo. La clase
de los seres humanos puede clasificarse según distintos criterios, como por su
peso, su edad, su sexo, su ocupación y su estado civil. Para un ordenamiento
adecuado habrá que ordenarlos eligiendo alguno de ellos, no será correcto construir
una clasificación que contenga como categorías, mujeres, empleados, jóvenes y
solteros, por ejemplo, porque habrá personas que no se ubicarán en ninguna de las
categorías y otras que estarán en más de una. Una vez construida una clasificación
a partir de un criterio, será posible hacer correspondencias con otras clasificaciones,
entrecruzándolas de distintas maneras, como, por ejemplo, entablas de doble
entrada. Así, si se entrecruza la clasificación por sexo y la clasificación ocupacional,
se tendrán clases como la de mujeres empleadas y varones obreros.
Otra condición es la discriminabilidad del sistema, es decir, que las
categorías en las que se divide el conjunto de partida tenga las clases necesarias y
suficientes para los fines que en determinado contexto se requiera. Por ejemplo,
para ciertos fines, será suficiente, en biología, considerar la clasificación de los
seres vivos en vertebrados e invertebrados, pero en función de otros intereses
habrá que construir clasificaciones mucho más discriminatorias, como en el caso en
que se quisieran analizar los sistemas respiratorio y circulatorio.
Otro requisito epistémico es la fertilidad heurística, esto es, que la
clasificación permita descubrir nuevas relaciones antes no conocidas entre los
individuos que constituyen cada clase. Esta cuestión está relacionada con el
problema de si existen o no clases naturales, es decir, agrupaciones de individuos
que no son arbitrarias, sino que dan cuenta de cierto orden natural. Así, por
ejemplo, es heurísticamente màs relevante clasificar a los animales en vertebrados
2
Introducción al Conocimiento Científico Unidad Nº 1
II- Definiciones
t= def. A y B y C.
3
Introducción al Conocimiento Científico Unidad Nº 1
4
Introducción al Conocimiento Científico Unidad Nº 1
término a aquellas mesas que están hechas de madera, excluyendo a las que son
de mármol, de hierro o de cualquier otro material. Es común, en algunas
definiciones defectuosas, que sean al mismo tiempo demasiado amplias y
demasiado estrechas: sobran propiedades por un lado, y faltan por otro.
III- Explicaciones
L1,L2,. . . Ln
C1,C2,. . .Cm I1,I2,. . .,In
_______________ ________________
E Lj
5
Introducción al Conocimiento Científico Unidad Nº 1
6
Introducción al Conocimiento Científico Unidad Nº 1
En esta oportunidad no son las hipótesis las que causan problemas, sino el proceso
de investigación mismo. El antropólogo Franz Boas se preguntaba cuál era, en realidad, el
sujeto de investigación típico de un antropólogo, y como es fácil constatar que las
comunidades pequeñas se alteran por la presencia de un observador, respondía: los
miembros de la comunidad más un antropólogo en su seno. Así, la comunidad que se
termina describiendo no es la originaria sin antropólogo incluido, sino otra compuesta por
los miembros propiamente dichos y el antropólogo que lleva a cabo la investigación. Pero es
evidente que la presencia del antropólogo supone una gran diferencia, pues éste puede
alterar el comportamiento habitual de la comunidad. Y lo mismo ocurre cuando una familia
hace terapia familiar: ante la presencia del terapeuta es común que se intenten ocultar
hechos relevantes para el tratamiento. Esto constituye en realidad un argumento
formidable, que expresa que tal vez no lleguemos nunca a saber cuáles son las leyes de
comportamiento de una comunidad o de una unidad familiar, porque la sola presencia del
observador produce una situación anómala que perturba su funcionamiento habitual. ¿Cómo
responderían los adalides del método científico tradicional aplicado a cuestiones sociales?
Destacando que se trata del mismo problema que se plantea en la física cuando se hacen
mediciones. Supongamos que deseamos medir la temperatura del agua contenida en una
olla. ¿Cómo lo hacemos? Sumergimos un termómetro en el líquido. Pero es evidente que,
por la ley de transmisión del calor, el par líquido-termómetro establece una dinámica de
temperaturas y la temperatura del líquido cambia. Así, cuando extraemos el termómetro y
leemos en la escala, no estamos midiendo la temperatura del agua cuando no estaba el
termómetro sino la que se registraba al formarse el sistema líquido-termómetro. Esta
situación se parece mucho a la de la comunidad con el antropólogo.
Y entonces, ¿cómo puede el físico afirmar que sabe cuál es la temperatura del agua?
Aquí ocurre algo muy interesante: el físico conoce las leyes de la termodinámica y sabe
cómo hacer la corrección. ¿Cómo hizo para conocer tales leyes? Llevó a cabo mediciones en
las que aparece nuevamente el problema: ¿De dónde sacó estos datos? ¿No sufrieron
perturbaciones por los instrumentos de medición? ¿Qué leyes de corrección utiliza? El
proceso, complicado, configura una especie de cadena de refinamiento que funciona más o
menos así: sin tener ninguna ley realizamos las primeras mediciones y con tales datos
obtenemos las primeras leyes que al igual que los datos deberán ser refinadas; ya con
éstas, aplicamos los primeros procedimientos de corrección y, a continuación, corregimos
las leyes mismas; luego tomamos nuevas mediciones con las que damos mayor precisión a
las leyes, y así indefinidamente. De este modo, disponemos cada vez de leyes y datos más
exactos. Probablemente llegue un momento en el que observaremos que las medidas, las
leyes y las correcciones son cada vez más estáticas y, como dicen los matemáticos, tienden
a un límite, al que llamaremos la “auténtica medida” y la “auténtica ley”. El punto de
estabilidad nos dará la certeza de que hemos llegado a las hipótesis que debemos tomar
como información acerca de cómo es el mundo. Pero si no llegamos a ese punto, debemos
recomenzar el ciclo tantas veces como sea necesario.
¿Qué ocurriría si hiciéramos lo mismo en las ciencias sociales? El problema es que,
tal vez, los factores de corrección sean tan extremos que, si comenzamos a hacer una
marcha autocorrectiva como la descripta, nada se estabilice y nuestras medidas oscilen
continuamente. Si esto ocurriera, concluiríamos que en la investigación social quien
representa el papel del termómetro es tan fuertemente perturbante que no se consigue
obtener ningún resultado estable y concreto.
Antropólogos como Boas y algunos sociólogos se han mostrado, sin embargo,
optimistas. Confían en que están acercándose a modelos descriptivamente adecuados. Así,
estructuralistas como Lévi-Strauss reconocen que los que ellos llaman modelos inherentes
de las distintas estructuras sociales son correctos, aun cuando ni siquiera coincidan con las
hipótesis que formulan los propios agentes de tales comunidades acerca del funcionamiento
1
Introducción al Conocimiento Científico Unidad Nº 1
de la misma. Están convencidos de que esas hipótesis son tan acertadas como las que en
termodinámica se formulan acerca de las leyes de transmisión del calor.
Jean Piaget mismo define objeto físico u objeto real como un objeto que es siempre
relativo a cómo un sujeto asimila la realidad. En cierta medida podemos reconocer que, en
un corte histórico determinado, un objeto no es más que la perspectiva peculiar que un
sujeto tiene de la realidad y que, como tal, está perturbada. Pero la marcha de la ciencia,
sigue diciendo Piaget, se lleva a cabo de acuerdo con el siguiente juego dialéctico: siempre
que aparece una novedad, la asimilamos, es decir, la incorporamos a nuestro cuadro
gnoseológico de ese momento, pues, de lo contrario, deberíamos modificar ese cuadro. Pero
con ese acto comenzamos a acomodarnos cada vez mejor, de modo que los nuevos objetos
que van apareciendo y perturbando tan bien se van acomodando mejor. En el curso de la
historia, los objetos en perspectiva tienden a un límite cada vez más estable, por lo que
encontramos menos cambios en nuestra perspectiva del objeto. Por ende, el objeto real es
el límite de nuestros objetos en perspectiva, tal como cada cuadro momentáneo lo
mostraría. Esto no difiere mucho el procedimiento de aproximaciones sucesivas que
describimos anteriormente.
En oposición, muchos otros científicos sociales son escépticos y están dispuestos a
admitir que el papel del observador tiene tanta fuerza que es ineliminable y resistente a
cualquier estrategia de corrección, por minuciosa que sea. Denominaremos “kantiana” a la
posición de quienes afirman que nunca obtendremos un conocimiento que supere al sistema
formado por el observador y la realidad. Nunca llegaremos al “objeto en sí” y todo lo que
describamos concernirá al sistema realidad-observador, con todo lo que aporte este último.
2
Introducción al Conocimiento Científico Unidad Nº 1
Para analizar el modo en que se trabaja en las ciencias fácticas en la búsqueda del
conocimiento, se comenzará con un análisis, en parte descriptivo y en parte normativo, del
proceso de investigación que llevan a cabo los científicos en forma individual y/o colectiva.
Contra una imagen bastante difundida que concibe al trabajo científico como un
proceso un tanto pasivo y acumulativo, creemos que las ideas y venidas del quehacer
científico tienen mucho de creatividad y de diversidad.
Las modalidades de trabajo son muy variadas. No es lo mismo la investigación en
física teórica, que la investigación empírica en biología o el trabajo de campo de un
antropólogo. El primero utiliza ecuaciones y modelos matemáticos sofisticados, el segundo
tendrá que repetir experimentos y hacer múltiples y cuidadosas observaciones y el tercero
conversará y grabará entrevistas con los miembros de alguna comunidad, por dar ejemplos
muy simplificados. Un lingüista o un psicólogo deberá recurrir a la interpretación de
diversos materiales como textos, sonidos o gestos.
Sin embargo, reconociendo la multiplicidad y especificidad que presenta la
investigación en las distintas disciplinas y áreas de la ciencia, es posible encontrar algunos
rasgos comunes que permitan la construcción de un modelo unificado así como prescribir
determinados procedimientos como más adecuados.
El modelo clásico
Hay un modelo que reconstruye el trabajo científico que tiene una larga historia y
goza de amplia difusión y aceptación, no tanto por parte de los filósofos de la ciencia como
por parte de los científicos. Vamos a denominarlo modelo clásico. Fue propuesto por
primera vez por Aristóteles en el siglo IV a.c., filósofo que puede ser considerado el primer
epistemólogo, ya que es el primero que se ocupa de la fundamentación del conocimiento, la
episteme de los griegos, y de formular reglas metodológicas. Los empiristas ingleses de los
siglos XVI y XVII, aunque tenían ideas acerca del conocimiento muy diferente a las de
Aristóteles, coincidieron con este modelo y lo desarrollaron, a partir de las ideas que
presentara Francis Bacon en el Novum Organum.
El modelo distingue básicamente tres momentos.
El primero consiste en el relevamiento de hechos de un cierto tipo del modo más preciso
completo posible. Mediante la observación sistemática y cuidadosa, esos hechos se
convertirán en datos a los fines de la investigación. Así, por ejemplo, en meteorología se
tomarán una serie de registros relativos a la formación de cierto tipo de nubes, o en
psicología se harán observaciones acerca de la conducta de un grupo de niños de
determinada edad. En algunos casos, además de la observación, se recomienda también la
realización de experimentos.
En un segundo momento se procede a buscar las propiedades comunes que
presentan los datos correspondientes a esos hechos, como asociar la formación de
determinadas nubes con la producción de granizo, o determinar patrones uniformes de
comportamiento en los niños. Estas propiedades comunes darán lugar a la formulación de
regularidades o enunciados generales, del tipo “Cada vez que ocurre A ocurre también B”.
Estas regularidades podrán estar escalonadas en distintos niveles de generalización,
1
Introducción al Conocimiento Científico Unidad Nº 1
leyes , teorías
Inducción deducción
De este modelo puede decirse, en primer lugar, que sirve como una primera y
gruesa aproximación a lo que es la tarea de un científico, pudiendo señalársele críticamente
que se trata de una versión muy simplificada de lo que es realmente la investigación.
En segundo lugar, y esto es más grave, pueden objetarse como erróneas ciertas
afirmaciones, básicamente dos. Una de ellas refiere a la primera etapa. Se ha señalado que
no es cierto que se parte siempre de hechos, puesto que nadie pasa a recolectar datos si no
sabe para qué los quiere utilizar ni qué objetivos se propone. Parecería necesario tener
algunas ideas orientativas previas que guíen la observación, algunas hipótesis. La otra
crítica señala que no es la inducción la vía que lleva a los científicos a producir teorías, sino
más bien otros recursos, más variados y menos pautados, como la libre imaginación y
analogías con otros campos de investigación.
Puesto que se trata de objeciones muy básicas, este modelo fue abandonado por la
mayoría de los epistemólogos de este siglo, a partir de los trabajos de Popper (1934) y de
Cohen y Nagel (1934), quienes construyeron modelos más sofisticados de la investigación a
partir de las críticas al modelo vigente hasta entonces.
Este modelo, que en alguna medida ya es clásico también, fue desarrollado, como
dijimos, por Popper, Cohen y Nagel, y otros autores como Hempel con algunas variaciones.
Se presenta a continuación un esquema gráfico de sus principales etapas y
componentes.
2
Introducción al Conocimiento Científico Unidad Nº 1
Problema Marco
Teórico
Hipótesis
Procedimientos deductivos
Consecuencias contrastables
Si No
La primera diferencia que presenta este modelo respecto del anterior es que según
éste, el punto de inicio de la tarea de investigación es el reconocimiento de un problema y
no un conjunto de datos acerca de un tipo de fenómenos. Son las preguntas que se
formulan acerca de la realidad las que dan origen a una investigación y no la mera reunión
de datos.
Otra diferencia importante es que la inducción no es el camino único y seguro para la
obtención de regularidades y teorías. Las críticas a la inducción como ya es sabido, son
amplias y complejas y ha sido tema de arduo debate epistemológico.
También difieren en el reconocimiento de la existencia de un marco teórico y el papel
asignado a las hipótesis.
Analizaremos a continuación cada uno de los pasos del esquema presentado en la
figura 7.
3
GIANELLA, A. Introducción a la Epistemología y Metodología de la Ciencia, Ed. UNLP,
La Plata, Cap. I, pp. 60-68.
IV. FORMAS DE INTEGRACIÓN DEL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO
Los conocimientos se ordenan y configuran en estructuras complejas de muy diversas
maneras. Consideraremos las principales.
1. Las teorías
Una de las unidades más importantes de organización del conocimiento científico es el de
las teorías, particularmente en las ciencias fácticas. En las ciencias formales también se
habla de teorías, pero en un sentido diferente: como cálculo o sistema axiomático. Pueden
caracterizarse en las ciencias fácticas, como conjuntos de enunciados de distinto tipo
conectados por relaciones de compatibilidad e implicación, que pretenden comprender y
explicar un determinado dominio de la realidad. Son ejemplos de teorías la darwiniana, la
molecular, la cuántica, la de la relatividad general y el psicoanálisis freudiano.
Siguiendo a KIimovsky, se pueden distinguir tres niveles que estratifican los enunciados
de una teoría, como se ilustra en la figura 3. Un primer nivel N1 está formada por los
enunciados empíricos básicos, que son enunciados singulares, relativos a descripciones,
datos y observaciones, conectados directamente con la base empírica de las teorías. Se
entiende por base empírica el conjunto de entidades, fenómenos, propiedades y relaciones
de un sector de la realidad a los que hace referencia la teoría. Puede entendérsela como
formada exclusivamente por componentes empíricos, o pueden reconocerse, como hace
Klimovsky, otros tipos, como la base empírica metodológica que admite componentes
teóricos de teorías presupuestas. Así, por ejemplo, un biólogo puede tomar como datos de
la base empírica, entidades, propiedades y relaciones que para la química son teóricas. Un
segundo nivel N, lo constituyen las generalizaciones empíricas, que pueden ser enunciados
universales estrictos, enunciados estadísticos o enunciados existenciales. El conjunto de
términos de este nivel sigue siendo observacional o preteórico. Por último, en el tercer
nivel N3 están los enunciados teóricos, que intentan dar cuenta en profundidad de lo que se
conoce en los niveles anteriores y hacen uso de conceptos teóricos. Algunos de los
enunciados son teóricos puros, cuando todos sus términos son teóricos, y otros son mixtos,
cuando tienen al menos un término teórico y uno observacional. Estos enunciados mixtos,
llamados tradicionalmente reglas de correspondencia o principios puente tienen la
función de conectar las construcciones teóricas con la realidad. Son imprescindibles para
asegurar la contrastabilidad y el contenido empírico de las teorías. Para muchos su
presencia es condición de cientificidad de una teoría.
Figura 3:
Sus enunciados:
N3 H1: T1.....Tn
N2 Hi: O1....Oi
N1
Nivel Fa, Gb, . Describen, analizan, registran, enumeran, atribuyen bajo
propiedades bajo y relaciones.
base empírica
Los enunciados del nivel alto y medio refieren a variables individuales x, y, z. por ser
enunciados generales. En cambio los enunciados de nivel bajo refieren a individuos
determinados, representados por las constantes individuales a, b, c, a los que se le
atribuyen los predicados F, G y H.
Puede ilustrarse la diferencia entre niveles imaginando un ejemplo correspondiente a la
astronomía. Si se investigan las explosiones solares, habrá todo un conjunto de datos e
informaciones básicas, donde se registrará la localización y la magnitud de distintas
explosiones, y se buscará información del pasado (N1). Luego se encontrarán algunas
regularidades sobre la información básica disponible, y se formularán leyes acerca de este
tipo de fenómenos, algunas de ellas de frecuencias relativa o estadísticas (N). Por último, se
buscará explicar estas regularidades y el porqué de estos fenómenos a través de hipótesis
teóricas de forma universal como las que postulan fuerzas termonucleares. Se hablará
también de átomos, de cargas de energía y de partículas subatómicas (N3).
Las teorías forman parte de las disciplinas, pero no las agotan: simultánea o sucesivamente
cada disciplina ha tenido varias. En algunos casos hay teorías rivales, que explican los
mismos fenómenos, pero de maneras distintas e incompatibles. En otros casos hay teorías
compatibles, complementarias, que refieren a distintos fenómenos y procesos empíricos.
Puede también darse el caso de teorías parcialmente rivales, teorías hegemónicas que
centralizan toda la actividad de una disciplina en un momento determinado, y teorías que
presuponen otras, como se ilustra en la figura 4.
Figura 4
Para el caso de teorías rivales, es de fundamental importancia contar con algún criterio
para comparar sus méritos y de ser posible identificar cuál es falsa y cuál es verdadera. Si
esto no fuera posible, saber al menos cuál es más aceptable. Un recurso ideal, pero que
pocas veces se alcanza es el diseño de experiencias cruciales. Por ejemplo, si desde una
teoría se sostiene que la osteoporosis se origina en la escasa ingesta de calcio, y hay otra
que afirma que la enfermedad se origina en la escasa asimilación del calcio por falta de
vitamina D, el experimento crucial estará destinado a determinar si es la ausencia o
presencia de calcio solamente o si influye también la ausencia o presencia adicional de
vitámina D, para determinar cuál de las dos explicaciones es la adecuada. En su forma más
simple, la experiencia crucial tiene la siguiente forma: T1---------------E , T2--------------no
E si ocurre E habrá que rechazar T2y aceptar, al menos provisoriamente, T1.
Además de las condiciones generales del conocimiento científico ya expuestas, hay una
serie de requisitos que deben reunir las teorías. Algunos son imprescindibles, mientras que
otros son de menor importancia y actúan como condiciones ideales que se pretende
alcanzar.
En primer lugar está la consistencia interna, que es un requisito central, puesto que una
teoría contradictoria carece de todo valor.
Es imprescindible también que tenga contenido empírico, condición que se cumple si la
teoría permite deducir enunciados cuyos referentes sean propiedades y relaciones
claramente identificables en su base empírica. Un requisito que es aproximadamente
equivalente es el de contrastabibidad, que significa la posibilidad de ser puesto a prueba por
la experiencia.
Otro rasgo valorado es la sistematicidad, que permite reunir bajo un conjunto reducido de
hipótesis generales, datos y regularidades de variado contenido. También los conceptos
deberán tener sistematicidad, de modo de conformar sistemas clasificatorios bien
estructurados.
Una condición que se suele pedir de una teoría es que contribuya a una mejor comprensión
de la realidad. pero es un tanto difícil elucidar qué se espera de este requisito, que no sea
identificable con su poder explicativo, y por explicar se entiende generalmente, poder dar
cuenta de un fenómeno o una regularidad tomando como premisas explicativas las hipótesis
o leyes de una teoría.
Junto con el requisito de explicación, se pide que una teoría sea capaz de predecir Así como
una teoría construye argumentos para explicar un hecho o una regularidad ya conocidas, se
espera que esa misma forma argumentativa permita inferir hechos y regularidades nuevos y
desconocidos. Como es obvio, de lograrse esta finalidad la teoría quedará mejor
posicionada que si sólo es capaz de explicar lo ya conocido.
Es también muy importante que una teoría tenga poder heurístico, que es la capacidad para
generar nuevos conocimientos. Sería poco reconocida una teoría que solamente lograra
sistematizar los conocimientos ya existentes, pero que no pudiera producir nuevos
descubrimientos.
Además de contenido empírico, es necesario que una teoría tenga apoyo empírico. Esto
significa que en forma mediata o inmediata deberá contar con el aval de los hechos: que
haya información favorable que confirme la teoría, o la corrobore. Mientras el contenido
empírico establece que debe ser contrastable, el apoyo empírico reclama la efectiva
contrastación con resultados favorables. En algunos casos de la historia de la ciencia el
apoyo empírico de una teoría vino con algún tiempo de demora respecto de su formulación,
de años y hasta de décadas. En esos casos se solía sostener que la teoría era científica, ya
que disponía de contenido empírico, pero que estaba a la espera de elementos de juicio
fácticos para poder evaluarla. En física teórica es frecuente que se dé esta situación.
También la sociología marxista requería del transcurso de largos períodos de tiempo para
poner a prueba algunas de sus hipótesis centrales.
Otro requisito importante es la refutabilidad. Popper ha sostenido el carácter crucial de esta
condición, apoyándose en razones lógicas y metodológicas. Ha considerado también que la
refutabilidad constituye un criterio de demarcación entre la ciencia y la pseudociencia, ya
que esta última busca siempre salvaguardar sus teorías haciéndolas irrefutables. Tocía
teoría que se precie deberá ser falsable, y cuanto más falsable, mejor. Cuanto más expuesta
a refutación, más contenido empírico tendrá, y de no ser refutada habrá aportado más a
nuestro conocimiento de la realidad que otra menos refutable.
El apoyo teórico es otra condición importante para una hipótesis o una teoría. Se lo puede
caracterizar por la compatibilidad con teorías aceptadas de áreas afines, o por inferirse de
ellas. Hempel señala que para que una hipótesis sea aceptada deberá tener apoyo teórico y
apoyo empírico. como dos pilares que la sustenten. Algunas hipótesis han tenido uno sólo
de estos apoyos y esa situación les acarreo dificultades. El "caso Semmelweis" que describe
Hempel ilustra el caso histórico de una investigación médica acerca del origen de una
enfermedad, que contaba con apoyo experimental, pero que no estaba en concordancia con
las concepciones teóricas de la medicina de la época. En otros casos las teorías cuentan con
apoyo teórico debido a que se infieren de teorías más abarcativas, pero no cuentan con
apoyo empírico por no habérselas podido contrastar.
Para algunos la simplicidad también una virtud de las teorías, pero nadie ha logrado
definirla con claridad.
Parece ser más un requisito de elegancia formal, que una cuestión sustantiva.
También es deseable la aplicabilidad de una teoría. En primer lugar, es muy importante
todo lo que contribuya a mejorar las condiciones de la vida humana (y de la vida en
general) en sus distintos aspectos. Por otro lado, también es valioso, desde un punto de
vista pragmático, que una teoría puede hacer aportes al campo de la tecnología.
En cuanto a las relaciones lógicas de los enunciados de una teoría, son importantes las
relaciones que se dan entre los tres niveles. Los enunciados que pertenecen a un mismo
nivel deberán tener relaciones de compatibilidad. Por otro lado, los enunciados del nivel
medio se infieren del nivel alto, y los del nivel bajo se desprenden del nivel medio. En
condiciones óptimas esas relaciones son deductivas, pero en muchos casos se trata de
relaciones más débiles que la implicación y deducción de la lógica estándar. Desde el
punto de vista del contexto de descubrimiento, algunos enunciados del nivel medio se
obtuvieron por generalización inductiva de enunciados básicos, mientras que en otros
casos fueron obtenidos deductivamente del nivel superior. Pero cualquiera sea su origen,
a la hora de analizar la estructura de la teoría, esas diferencias no son relevantes. Se ha
dado también la circunstancia de que teorías nuevas incorporaran leyes de nivel medio
ya conocidas, tal es el caso de las leyes de Galileo, que quedaron integradas en la teoría
de Newton.
¿Qué se entiende por ley en las ciencias fácticas? Son aquellas hipótesis que gozan de cierto
reconocimiento por sus amplias confirmaciones durante un tiempo prolongado. Del mismo
modo que con las hipótesis, se establecen diferencias entre leyes empíricas y leyes teóricas,
según contengan o no vocabulario teórico.
Los enunciados teóricos constituyen el núcleo de las teorías científicas, lo que las
caracteriza y diferencia, mientras que los niveles inferiores suelen formar un campo de
conocimiento común con otras teorías. El problema de legitimar en una teoría la presencia
de las hipótesis teóricas, de considerarlas como genuino conocimiento, constituye un
problema epistemológico central. Se dice que son siempre conjeturas, ya que es sumamente
difícil saber si son verdaderas y por lo tanto si constituyen o no conocimiento. Por otra
parte, es la zona más interesante de la ciencia, ya que pretende acceder a un conocimiento
profundo de la realidad, que abarque una gran cantidad de experiencias particulares y de
generalizaciones empíricas y que provea de leyes e hipótesis que expliquen el porqué y el
cómo de los conocimientos contenidos en los niveles inferiores. Hay razones lógicas y
gnoseológicas que dificultan la evaluación. Se ha dicho, por ejemplo, que no es posible
verificar teorías, en el sentido de probar su verdad, pero se podría en cambio refutarías,
entendiendo por refutación la prueba de la falsedad. El carácter universal de las hipótesis
centrales de una teoría impide una demostración de su verdad, pero esa misma
universalidad está expuesta permanentemente a refutación, ya que un sólo caso en contrario
de una afirmación universal es prueba suficiente respecto de su falsedad. Pero la compleja
estructura de las teorías hace también compleja su refutación.
Los epistemólogos que pertenecen a la corriente estructuralista como Stegmúller y Sneed
han defendido una interpretación no enunciativa de las teorías. Las consideran
estructuras formales que pueden recibir aplicaciones y formulaciones diferentes, pero
ninguna de esas formulaciones agotaría el contenido de la teoría.
Las disciplinas son marcos temáticos muy generales. Son estructuras más amplias, laxas y
heterogéneas que las teorías, ya que reúnen en su interior teorías muy diversas, y a veces
antagónicas. La importancia del ordenamiento disciplinar está dado principalmente por su
continuidad histórica. Si bien la división en disciplinas no es inmutable, sino que se dan
importantes cambios en sus problemáticas y en las relaciones de unas con otras, su
continuidad histórica es, en general, mucho mayor que la continuidad de las teorías
Por otro lado se ha estudiado la interacción entre disciplinas en el trabajo científico,
principalmente en relación con la investigación, que ha dado lugar a las distinciones entre
multidisciplina, interdisciplina y transdisciplina, que tienen grados de integración creciente.
La multidisciplina se caracteriza por el trabajo mancomunado de científicos de distintas
ciencias en torno a la resolución de problemas, sin la modificación de los conceptos y
procedimientos de cada una de ellas. El trabajo interdisciplinario, en cambio, se caracteriza
por el intercambio de información y procedimientos, pero manteniendo las categorías
propias de cada ciencia. Por último, el trabajo transdiciplinario requiere de la creación de
categorías y procedimientos nuevos, que van más allá de las contribuciones que efectúa
cada disciplina.