Silogismo S
Silogismo S
Silogismo S
Por otro lado, con respecto al silogismo se debe de tomar en cuenta una serie de reglas para su
validez, como:
Tipos de silogismo
Los principales tipos de silogismo son:
Silogismo categórico, es aquel en que la premisa mayor afirma o niega. Esto quiere decir, A es
parte de C, y B es parte de C, por ejemplo:
Todos los seres vivos respiran. Un animal es un ser vivo. Un animal respira.
Silogismo hipotético, también llamado condicional, aquel en que la premisa mayor presenta una
alternativa, y la menor afirma o niega una de las alternativas, por ejemplo:
Si no hace la tarea, no saldrá bien en la materia. Si no sale bien en la materia, entonces no pasa de
año. Por lo tanto, si no hace la tarea, no va a pasar de año.
Silogismo disyuntivo, se caracteriza porque no afirma que las premisas sean ciertas, sino
únicamente una de ellas, pero no simultáneamente, por ejemplo:
Esta tarde visitaran a los tíos o primos. La visita no es a los tíos. Luego, la visita es a los primos.
Elementos del silogismo (juicios y términos)
Según lo anterior tenemos:
Un término sujeto S,
Un término predicado P.
Un término medio M,.
Formulación de un silogismo
Para poder entender a cabalidad el universo del silogismo, es necesario tener claros los elementos
que lo conforman:
Las premisas pueden estar compuestas por dos de los siguientes tres aspectos:
– Un sujeto, al que llamaremos “S”. Por ejemplo: los hombres, las mujeres, María, Pedro.
– Un predicado, al que llamaremos “P”. Por ejemplo: son inteligentes, no son aguerridos, son
fantásticos, son amigables.
– Un término medio, al que llamaremos “M”. Este en particular es la constante entre las dos
premisas, lo que permite enlazarlas. No aparece en el consecuente, por ser lo que causa las
conclusiones.
Para saber cómo identificar el término medio puede utilizarse el siguiente ejemplo:
Por su parte, el consecuente o “conclusión siempre va a estar conformado por los siguientes
elementos:
Esto puede apreciarse en la siguiente frase: “Algunas tazas (S) no tienen azas (P)”.
Las relaciones entre estos términos que conforman las premisas y las conclusiones les darán
distintos tipos de connotaciones según su extensión. Estas connotaciones propias de su extensión
(también entendida como el espacio que abarcan) son de dos tipos:
Se refiere a cuando el enunciado de la premisa incluye o excluye al total de individuos de una raza o
elemento, sea cual fuere su cualidad.
Son fáciles de identificar porque usan las palabras “todos” o “ninguno” en sus proposiciones. Por
ejemplo: “todos los caballos son equinos” o “ningún político es honesto”.
Es cuando el enunciado de la premisa abarca solo un parte del total de individuos de una raza o
elemento, sea cual fuere su cualidad.
También son sencillas de identificar dado que utilizan las palabras “algunos” o “pocos”. Por
ejemplo: “algunos gatos comen peces” o “pocos perros ladran fuerte”.
Cualidades de las premisas
Esto hace alusión a las relaciones que se dan entre los sujetos, predicados y los términos medios
que conforman una premisa. Estas cualidades pueden ser de dos tipos:
Cualidad afirmativa
También es llamada cualidad de unión”. Es una premisa que es afirmativa cuando el sujeto (S) es
predicado (P). Por ejemplo: “todos los hombres nacen puros”.
Cualidad negativa
También es llamada cualidad de separación. Es una premisa que es negativa cuando el sujeto (S) no
es predicado (P). Por ejemplo: “algunos peces no son de río”.
Estructura
El silogismo está estructurado en juicios, dos de estos llamados premisas y uno último, producto de
la deducción entre las dos premisas, llamado consecuente o conclusión.
Ahora bien, teniendo claros los aspectos que conciernen a las premisas y consecuentes, pasamos a
hablar de cómo se estructuran los silogismos:
Se le llama así por ser el enunciado que ocupa el primer lugar en el silogismo. Este juicio posee el
predicado (P) de la conclusión; va acompañado del término medio (M), que sabemos que
desaparecerá en la consecuencia.
Se le llama así por ser el enunciado que ocupa el segundo lugar en el silogismo. Tiene el sujeto (S)
de la conclusión y va acompañado del término medio (M), que también desaparecerá en la
consecuencia.
Consecuente (PC)
Se le llama así por ser el juicio al que se llega. También es denominado conclusión y en esta se unen
o se desunen las cualidades del S y del P.
Es necesario tener claro que de la interacción de los juicios de la premisa mayor y la premisa menor
se construyen los argumentos que dan paso a la concepción de las conclusiones.
Habiendo comprendido lo expuesto en el párrafo anterior, se puede ver al silogismo como un ente
que permite obtener una conclusión producto de la comparación de dos juicios respecto a un tercer
término, al que se le conoce como término medio o “M”.
Reglas
Los silogismos, para ser considerados tales, deben responder a una serie de estatutos bien
demarcados. Son ocho estatutos en total; cuatro de los estatutos responden o condicionan a los
términos, y los otro cuatro condicionan a las premisas.
Es un estatuto claro que busca que se respete la estructura formal del silogismo. Es decir: dos
términos que se comparan con un tercer término en dos premisas diferentes para dar origen a una
tercera premisa conclusiva donde confluyen el S y el P, en negación o pertenencia, y el término
comparativo desaparece.
Ciertas veces se dan casos de seudo-silogismos, en los que se incorpora por desconocimiento un
cuarto término, violentando su estructura. Obviamente, al no cumplir la norma no es tomado en
cuenta. A este tipo de falso silogismo se le conoce como silogismo de cuatro patas.
Este es un error típico de silogismo de cuatro patas, cometido al hacer una argumentación
deductiva. ¿Por qué es un error? En este caso la palabra “hombre” es usada para denotar a la raza
humana, incluye ambos sexos; por ende, al introducir la palabra “hombre” en la premisa menor se
está incluyendo la “cuarta pata”, rompiendo la primera regla.
La conclusión no puede exceder el tamaño de las premisas de las cuales se obtuvo. El consecuente
debe tener, a lo sumo, una extensión proporcional al tamaño de la unión del (S) y el (P) que le
antecedieron.
Ejemplo
Acá vemos cómo se puede acabar con la elegancia de una estructura pensada para el resumen y la
síntesis, agregando aspectos irrelevantes.
Ejemplo
Acá se puede denotar que no es una proposición válida, porque la premisa mayor —al ser afirmativa
— denota un predicado “particular”, dando paso a una falsa generalización.
Esta explicación es muy simple. La función que cumple “M” es la de relacionar al “S” con el “P”. Si
negamos la relación de “P” con “M” y de “S” con “M”, no hay punto de enlace que valga, no hay
analogía alguna que se pueda hacer.
Ejemplo
PC) ¿?
Esto es tan lógico como lo planteado en la regla anterior. Si “S” guarda relación con “M” y “P” también
guarda relación con “M”, entonces no hay forma de que en las conclusiones “S” y “P” no estén
relacionadas positivamente.
Ejemplo
Esto rompería toda la lógica conceptual del silogismo. El silogismo plantea ir de lo universal a lo
específico para dar conocer una conclusión que relaciona lo macro con lo micro. Si las dos premisas
que tenemos son micro (son específicas), entonces no guardan relación entre sí y, por ende, no hay
conclusión que valga.
Ejemplo
PC) ¿?
Por débil se entiende lo particular frente a lo universal y lo negativo frente a lo positivo. Tal y como se
manifiesta en el enunciado, las conclusiones están condicionadas por lo negativo y lo particular al
momento de ser llevadas a cabo.
Ejemplo
Modos
Luego de tener claros las cualidades de las premisas y sus extensiones, es hora de fijar los tipos de
juicios que estas pueden contener o emitir. Tenemos las siguientes cuatro clases:
A: universal afirmativa
Esta especifica que todo “S” es “P”. Por ejemplo: “todos los gatos son felinos” (S: universal-P:
particular).
E: universal negativa
Esta especifica que ningún “S” es “P”. Por ejemplo: “ningún gato es felino” (S: universal-P: universal).
I: particular afirmativa
Esta especifica que algún “S” es “P”. Por ejemplo: “algún gato es felino” (S: particular-P: particular).
O: Particular negativa
Esta especifica que algún “S” no es “P”. Por ejemplo: “algún gato no es felino” (S: particular-P:
universal).
Ahora bien, las premisas, independientemente de su posición (eso se vio en la estructura de los
silogismos) podrán componerse y superponerse con las siguientes combinaciones (Recordemos las
asignaciones sujeto: “S”; predicado: “P»; y término medio: “M”):
Primer modo
Ejemplo
Segundo modo
Ejemplo
Tercer modo
Ejemplo
Cuarto modo
Ejemplo
Es necesario tener presente que en estos ejemplos el contenido del primer paréntesis es la premisa
superior, el del segundo es la premisa inferior y el tercero representa la conclusión.
Se pudo apreciar claramente cómo la lógica se impuso en cada caso y cómo los silogismos nos
arrojaron conclusiones irrefutables.
Importancia
A pesar del tiempo que lleva de fundado este recurso filosófico (más de 2300 años), no pierde su
esencia e importancia. Se ha resistido al tiempo y ha dado paso a grandes escuelas de la razón y el
pensamiento, inmortalizando a Aristóteles.
Los silogismos permiten al hombre entender de manera plena, simple y eficaz el entorno, justificando
y relacionando cada uno de los eventos que se suscitan cercanos a él.
Los silogismos demuestran que solo por medio de la observación, de la práctica y del ensayo error es
que se llega a la comprensión real de los fenómenos físicos, sociales, psicológicos y naturales.
Todo evento global guarda relación con alguna partícula, y si se halla el conectivo adecuado, el
silogismo permitirá la aparición de una conclusión que amalgame el universo con el evento concreto,
dejando un aprendizaje.
El silogismo representa una herramienta sin igual del desarrollo lógico, tanto en el ámbito pedagógico
como en el andragógico. Es un recurso para la potenciación de razonamiento y la lógica deductiva.
El silogismo jurídico
El silogismo es una herramienta que apoya a la interpretación de la norma, que permite adecuar la
norma con respecto a los hechos para garantizar la solidez de la argumentación del jurista, así como
su posición en el procedimiento judicial.