15-07-2020 Psicología Criminal
15-07-2020 Psicología Criminal
15-07-2020 Psicología Criminal
Ministerio del Poder Popular Para las Relaciones Interiores Justicia y Paz
Centro de formación miranda
SEDE – UNES. Nueva Cúa
PSICOLOGÍA
CRIMINAL
Profesor: Marisol Fuentes Estudiante: Azuaje Michael 24.698.908
Desde sus orígenes, el principal objetivo de la psicología criminal ha sido comprender qué
lleva a una persona a cometer un delito de la forma más exhaustiva posible. De esta manera
los profesionales de esta disciplina intentan prever la aparición de crímenes y diseñar
intervenciones para rehabilitar a las personas que ya los han cometido previamente.
La psicología criminal, puede considerarse como una disciplina o rama dentro de la
psicología. Esta disciplina está orientada a estudiar, entender y explicar cuál es el origen del
delito, cuáles son las motivaciones y la personalidad del delincuente, y además, tratar de
prevenir y controlar la delincuencia y rehabilitar y reinsertar al ofensor.
Por lo tanto, los psicólogos criminales colaboran en muchas ocasiones con la justicia para
ayudar a policías e investigadores a atrapar a los responsables de un crimen concreto.
Mediante el estudio de las pruebas y los escenarios del delito, estos profesionales pueden
hacerse una idea muy detallada sobre las características del criminal que pueden ayudarles
a predecir sus movimientos y dar con él.
Para lograrlo, la psicología criminal se basa tanto en investigaciones exclusivas de esta
disciplina como en datos provenientes de otras ramas. Así, por ejemplo, muchos de los
datos que se usan hoy en día en criminología surgieron en un principio en el estudio de la
personalidad y las diferencias individuales.
En el presente trabajo, se dará a conocer la definición, historia y las técnicas e instrumentos
de esta importante disciplina para dar a conocer lo que hace que alguien cometa un delito y
ayudar al jurado a comprender la mente del criminal.
Esta rama contribuye con la policía en con el estudio de los puntos de vista, pensamientos,
intenciones, acciones y reacciones de los delincuentes y todo lo que participa en el
comportamiento del delincuente.
Psicología Criminal
Primeros años
En las primeras décadas del siglo XX, los psicólogos comenzaron a interesarse sobre las
causas subyacentes al comportamiento criminal y empezaron a preguntarse cuáles eran los
motivos que podían llevar a una persona a cometer un delito. Debido a ello, en un principio
la psicología criminal comenzó teniendo una naturaleza muy experimental.
Los primeros psicólogos que se dedicaron a estudiar temas como los delitos o la
personalidad de los criminales se basaban principalmente en estudios de campo. Por
ejemplo, en un principio utilizaban herramientas como test de personalidad o de
inteligencia para tratar de encontrar variaciones entre la población normal y la que cometía
crímenes.
Algunos de los primeros psicólogos criminales desarrollaron la teoría de que la mayoría de
delincuentes tenían niveles de inteligencia más bajos que la población en general. Para
estos primeros investigadores, los criminales serían menos capaces de adaptarse a la
sociedad debido a sus menores capacidades intelectuales y morales, y por lo tanto se
desenvolverían en su medio utilizando métodos menos aceptables.
Uno de los principales defensores de esta corriente fue Hans Eysenck, creador de una de las
teorías de personalidad más famosas de toda la historia de la psicología. Influido en gran
medida por la teoría de la evolución de Darwin, creía que las personas que cometían
crímenes lo hacían impulsadas por factores biológicos innatos que escapaban a su control.
Los psiquiatras y psicólogos son profesionales con licencia que pueden evaluar tanto el
estado mental como el físico. Los perfiladores buscan patrones de comportamiento para
tipificar a los individuos detrás de un delito. Un esfuerzo grupal intenta responder a las
preguntas psicológicas más comunes: si existe el riesgo de que un depredador sexual vuelva
a ofender si se lo devuelve a la sociedad; si un delincuente es competente para ser juzgado;
si un delincuente estaba cuerdo / loco en el momento del delito.
Los psicólogos criminales se pueden utilizar para realizar trabajos de investigación, como
examinar fotografías de un delito o realizar una entrevista con un sospechoso. A veces
tienen que formular una hipótesis para evaluar qué hará el delincuente después de haber
violado la ley.
La cuestión de la competencia para ser juzgado es una cuestión del estado mental actual de
un delincuente. Esto evalúa la capacidad del delincuente para comprender los cargos en su
contra, los posibles resultados de ser condenado / absuelto de estos cargos y su capacidad
para ayudar a su abogado con su defensa. La cuestión de la cordura / locura o la
responsabilidad penal es una evaluación del estado mental del delincuente en el momento
del delito. Esto se refiere a su capacidad para comprender lo correcto de lo incorrecto y lo
que está en contra de la ley. La defensa contra la locura rara vez se usa, ya que es muy
difícil de probar. Si se declara loco, un delincuente se compromete a un centro hospitalario
seguro durante mucho más tiempo del que hubiera prestado en prisión, teóricamente, eso
es.
Los psicólogos legales, o conocidos como psicólogos criminales, son los que toman las
decisiones sobre los delincuentes. Ven si esos delincuentes son una amenaza para la
sociedad.
Teorías relacionadas con el comportamiento criminal
Una disciplina no puede entenderse sin un método específico de estudio que le permita
llevar a cabo investigaciones. Los métodos a los que se puede hacer referencia son el lógico
abstracto o inductivo, y el inductivo o experimental. Pero para la psicología criminal, el
método es el inductivo, que se basa en la observación, experimentación y cuantificación, ya
que es una ciencia experimental. Las dos estrategias metodológicas que más se utilizan en
esta disciplina serían la experimental, en la que se crean las condiciones para la
manipulación de las variables que inciden en el comportamiento y la correlación. Esta es la
estrategia que más se utiliza en la psicología criminal y representa la asociación que existe
entre diferentes variables, que puede ser positiva o negativa (Nicolás Guardiola, 2006).
Diferencia entre la psicología criminal y psicología forense
Una vez que se evalúa la conducta de la persona se decide cuál es el mejor tratamiento a
seguir para lograr:
Atenuar su agresividad.
Hacer que sea consciente de su comportamiento.
Favorecer las relaciones interpersonales.
Lograr que atenúe sus impulsos.
Enseñar al individuo a decir lo que piensa, lo que le preocupa o lo que siente.
En un centro penitenciario estos objetivos pueden ayudar a lograr que el interno tenga más
posibilidades de readaptarse y vivir en sociedad una vez que salga de la cárcel.
Técnicas e instrumentos
Para ello, el psicólogo trata de identificar rasgos del criminal como la edad, el género, el
entorno de origen, las características físicas o su estatus socioeconómico. Todo esto se
estudia antes de haber capturado al delincuente, generalmente examinando las pruebas y la
escena del crimen.
A partir de los datos extraídos de este estudio, las técnicas de la psicología criminal
permiten identificar el estado mental más probable del delincuente. Hoy en día los métodos
que se utilizan para realizar perfiles criminales son muy sofisticadas, y permiten recopilar
gran cantidad de información incluso en los casos más complicados.
Estudio de criminales
Por otro lado, los psicólogos criminales también pueden dedicarse a otras tareas como el
estudio de delincuentes que ya han sido capturados. Para ello pueden utilizar herramientas
como:
o Test
o Entrevistas
o Investigación sobre su entorno
o Otras técnicas adaptadas de diferentes corrientes de la psicología.
Clínica
Los psicólogos criminales especializados en esta área suelen trabajar con delincuentes que
ya han sido capturados. Su labor consiste en estudiar el estado psicológico de la persona,
así como la existencia de posibles enfermedades mentales que hagan necesario seguir un
procedimiento jurídico distinto al habitual.
Para conseguir un resultado lo más fiable posible el psicólogo criminal clínico utiliza
herramientas como test, entrevistas y pruebas en directo que le permiten conocer en
profundidad el estado mental del delincuente.
Actuarial
Esta especialidad de la psicología criminal se encarga principalmente de estudiar las
probabilidades de que un determinado evento haya ocurrido realmente, y de tratar de
predecir los próximos movimientos de un criminal. Para ello, la principal herramienta de
estos profesionales es la estadística.
Experimental
Los psicólogos criminales experimentales llevan a cabo pruebas e investigaciones que les
permiten determinar si las acusaciones que se han hecho contra una persona pueden ser
ciertas o no.
Por ejemplo, un experto en esta área puede poner a prueba la audición de un testigo para
determinar si realmente habría sido capaz de escuchar algo que ha afirmado en su
declaración.
Consultoría
El último ámbito al que se pueden dedicar los profesionales de la psicología criminal es la
consultoría. Cuando los agentes de la ley y los equipos legales tienen dudas sobre cómo
proceder con un caso en concreto, pueden solicitar la ayuda de un profesional de esta
disciplinan para que les asesore y les ayude a llevarlo a buen puerto.
En este sentido los psicólogos criminales pueden aconsejar sobre temas como la mejor
manera para llevar a cabo un interrogatorio, la interpretación más acertada de las pistas
disponibles o las posibles vías para continuar con la investigación.
Psicología criminal aplicada
No existe una única teoría unificada dentro de la psicología criminal. Sin embargo, algunos
autores han desarrollado investigaciones y propuesto teorías que han ayudado en gran
medida a hacer avanzar esta disciplina. Algunos de los más importantes son los siguientes:
Albert J. Reiss creó la teoría del control social, una de las más aceptadas en este
campo.
Eric Goffman desarrolló la teoría del etiquetado, fundamental para comprender por
qué los criminales tienen mayores probabilidades de volver a delinquir que una
persona normal.
Conclusión