El Concebido
El Concebido
El Concebido
INDICE:
Índice 1
1. Introducción 2
1. Desarrollo: El concebido. 3
1. Definición 3
1.1. Etimología 3
1. Antecedentes Históricos 3
2.1. Roma 3
1. Inicio de la Vida 4
3.1. Anidación 4
3.4. Concepción 5
3.4.1. Fecundación 6
3.4.2. Concepción 6
5.2. Ficción 7
5.3. Personalidad 7
5.4. Subjetividad 8
1. Concebido como sujeto de Derechos 8
1. Concepturus 9
1. El concebido en el Derecho 10
9.1. Francia 12
9.2. Alemania 12
9.3. España 12
9.4. Italia 13
9.5. Argentina 13
1. Conclusiones 14
1. Bibliografia 15
En el presente, hablare del concebido con el objetivo de dar a entender cómo es que funciona
este ser en el ámbito jurídico. Al hablar de concebido o de concepción muchas veces lo único
que llegamos a pensar es en los temas de salud, biología o la anatomía de una mujer; lo que no
sabemos es que estos dos temas son muy tocados en el derecho y son puntos muy discutibles,
desde ya los primeros ordenes jurídicos mucho antes que los romanos hasta nuestros tiempos;
pero fue en 1979 que el Perú le dio importancia con la constitución de este mismo año. Es
entonces que muchos científicos, médicos y Civilistas discrepan para saber el momento en el
cual verdaderamente se inicia la vida; esto no es solo de vital importancia para la medicina,
sino también para el derecho, en el momento de la protección y la aplicación del que se puede
llamar el derecho primero y más importante de todos, es el principio indispensable para que
las personas puedan ejercer sus demás derechos, LA VIDA.
En la actualidad, en nuestro Código Procesal Civil y en nuestra Constitución Política, se le
considera al concebido como sujeto de derechos, es pues que somos el primer país
latinoamericano en alegar esto y los primeros en agregar al concebido a los tipos de sujeto de
derecho como son la persona humana, la persona jurídica y las asociaciones no inscritas,
dejando muy en claro que este es diferente de la persona. Así, pues, nuestro ordenamiento
jurídico se retrae de todas aquellas concepciones que toman al concebido como parte de la
madre o como ya nacido.
El tema se complica con los nuevos avances tecnológicos que han llevado a una discusión más
amplia por los nuevos descubrimientos y enfrentamientos acerca de las “Técnicas de
Reproducción Asistida.”
Las técnicas de reproducción asistida han sido materia de estudio de muchos juristas y de
discusión en muchos países; ha sido tanta su trascendencia que nuestro país se ve en la
necesidad y en la obligación de regularla como así lo aconsejan muchos tratadistas y
defensores de la vida.
1. I. EL CONCEBIDO.
1. 1. Definición:
El concebido es una vida humana intrauterina (aun no nacida) ya que es una vida
individualizada desde el instantes mismo de la concepción, es decir a partir del
momento de la unión del ovulo con el espermatozoide.
Al hablar de una vida humana no nacida, no solo me refiero al embarazo puesto que existen
tan bien otras formas asistidas de reproducción, como es la reproducción asistida in vitro.
Existen dos teorías acerca de la existencia del concebido, la primera es la unión de los gametos
(ovulo y espermatozoide) y la segunda alude a la implantación del ovulo fecundado (14 días).
La teoría más acertada es por la unión de los gametos, por que como ya lo eh mencionado
existen otras formas de reproducción asistida como la fecundación in vitro, que nos serviría
para negar la teoría de la implantación en el vientre para la existencia de una vida; esta teoría
es una excusa muy usada por los abortistas para admitir el aborto y muchas otras
manipulaciones genéticas que son realizadas en más de un país.
1. 2. Antecedentes históricos:
Cómo ya lo había mencionado en la introducción el tema del concebido deviene desde ya hace
muchos años, y la primera fuente legislativa fueron los romanos:
2.1. Roma: Para los romanos el concebido era solo una parte de la madre, pero admitían
que se le podían reservar algunos derechos hasta el momento de su nacimiento. Como se
puede ver no se trata de una real otorgación de derechos sino a quien en un futuro podría
nacer, es de allí que nace la ficción de que el concebido existe antes de nacer.
2.2. Edad Media: La edad media, bajo la influencia del cristianismo se considera que el
concebido es diferente de la madre, desde el momento en el que este ya posee un alma.
“El concebido es lo que aún no es, y cuando es ya no es.” Con esta frase de Carlos Fernández
Sessarego es que se podría explicar, el cómo se entendía en al concebido en el derecho
contemporáneo.
1. 3. Inicio de la Vida:
3.2. Inicio de la actividad cerebral: Las personas que sostienen esta tesis creen que
debería existir cierta analogía para la determinación de los dos momentos cumbres para la
extensión de la vida humana. La primera es la capacidad de sentir dolor y la segunda
sufrimiento, que se dan cuando el cerebro y el sistema nervioso ya están formados, esto es el
inicio de la vida humana para los sostenedores de esta tesis. Los partidarios afirman que “el
recién concebido posee características que alcanzan niveles muy bajos, ya diferencia de los
perros, cerdos pollos y otros animales, no posee cerebro ni sistema nervioso, y es posible
pensar que esa muy incapacitado para sentir dolo o experimentar cualquier cosa. Por lo tanto
no puede tener intereses propios.”
En relación a la afirmación anterior, debo decir que no es posible comparar a una persona
humana, poseedora de dignidad perpetua; con algunos animales que no llegan ni a la cumbre
del desarrollo en su propia especie. El señor Bergel Salvador, debió estar muy convencido de lo
que decía o exponía en su libro.
3.3. Viabilidad del Feto: La viabilidad del feto es la posibilidad de poder sobrevivir fuera de
la madre, es decir la supervivencia de manera autónoma de la madre. Esta capacidad, dicen los
defensores de esta tesis, la que define el inicio del concebido; es decir, que el concebido, es
concebido sí y solo sí puede sobrevivir fuera de la madres, antes no. Y aunque suene
convincente, no podemos negar que el feto dentro de la madre ya tiene una personalidad e
individualidad, mucho antes de que este pueda sobrevivir sin la madre, ya que con relación a la
ciencia y valga la redundancia, esta científicamente comprobada la individualidad del feto de la
madre; es decir, el feto es el que informa al cuerpo de la madre que este está allí, y por ende,
el cuerpo de la madre de adapta al feto, no el feto a la madre.
Las tesis expuestas en lo anterior están cargada de subjetividad que de objetividad, puesto que
estas son y están íntimamente y es obvia la relación con posiciones abortistas.
Surge el problema de establecer si la vida humana surge antes o después de las 12 horas. Para
resolver esta controversia se establece dos criterios para determinar el inicio de la vida
humana, a saber, el de la individualización y el de la concepción. Si nos adecuamos a la postura
de que la vida humana surge después de la fusión nuclear (12 horas), será licito toda
manipulación antes del vencimiento de dicho termino. Pero si adoptamos la otra posición que
considera que la vida humana es un proceso que comienza con la concepción, no podrá
consentirse ningún tipo de manipulación o intervención, ni antes ni después de las 12 horas.
Para mayor beneficio del concebido, sería la más recomendable adoptar la segunda postura
que lo considera como un ser individualizado a partir de la concepción.
5.1. Portio Mulieris: Esta posición surge del derecho romano, en la cual el concebido era
considerado como un órgano, parte o porción de la madre.
Ulpiano expresaba: “partus antequam edatur mulieris portio est vel viscerum”, lo que
traducido al castellano quiere decir : “antes del alumbramiento el feto es parte de la mujer o
de sus entrañas”; esto expresaba la condición fisiológica del concebido fuera de las cosas
humanas, dentro del cuerpo de la madre y , en consecuencia, la falta de personalidad o
capacidad.
En la actualidad, esta teoría no es más que una noticia histórica; sin embargo, hay autores que
la siguen sosteniendo como por ejemplo. Ruggiero, Valencia Zea, entre otros.
5.2. Ficción: En esta teoría somete la existencia del concebido a una condición suspensiva,
lo reputa innecesariamente nacido para atribuirle una seria de derechos, en la mayoría
patrimoniales, que se adscriben siempre y cando nazca vivo. Es así que el concebido se
considera una esperanza de vida, tal como lo menciona el Corpus Iuris Civiles: “el feto,
mientras este en el claustro materno, se espere que llegue a ser hombre”.
Esta posición tiene fuertes raíces romanistas, peor a pesar de ellos ha sido adoptado por la
mayoría de los códigos civiles, incluso los contemporáneos, admitiendo un principio jurídico de
manera unánime: “en cuanto a él le beneficie, el concebido se tiene por nacido”.
Los que consideran que este razonamiento es erróneo, sostienen que el concebido no es
persona humana (hombre después del nacimiento y antes de la muerte) y por lo tanto no se le
puede atribuir personalidad jurídica, que es la cualidad que el derecho adscribe a
determinados substratos y por ende el concebido ni posee en substrato diferenciado para que
pueda ser portador de la personalidad.
Los defensores de esta teoría sostienen que el concebido no es persona futura (puesto que la
persona futura no existe) sino persona por nacer (porque a pesar que no haya nacido aun, vive
en el seno materno, es decir existe), por lo tanto el concebido ya es persona y goza de
capacidad de derechos. Los derechos que puede adquirir son actuales y no en potencia,
aunque sometidos a una condición resolutoria. Son derecho existentes, pero condicionales.
Para Fernández Sessarego el concebido no es una persona natural, pero no deja de ser vida
humana, porque no se ha producido el hecho determinante del nacimiento, sin embargo, lo
considera –al concebido- “un sujeto de derecho distinto y autónomo, un centro de referencia
de derecho desde el instante de la concepción y hasta el nacimiento”.
Esta posición ha sido adoptada pero el código civil peruano de 1984, el cual considera al
concebido un sujeto de derecho privilegiado; es decir, que solo refiere “para todo cuanto le
favorece”.
El ser humano desde que es concebido tiene naturaleza humana y a lo largo de su vida esa
esencia ontológicamente no cambiara. El ser humano podrá sufrir muchos cambios que lo
afectaran en lo fisiológico o en lo cultural pero jamás su esencia.
El derecho es una creación del hombre, a través de los tiempos un producto cultural que
refleja un determinada cosmovisión, entonces son los hombres en su cotidiana actividad, los
que crean las normas jurídicas consuetudinarias y luego las normas escritas, las leyes.
Estos derechos por su naturaleza no pueden estar sujetos a ninguna condición. Dentro de
nuestro ordenamiento jurídico cabe que el concebido a través de sus representantes,
contraiga obligaciones, siempre y cuando surjan a propósito de adquirir derechos, resultando
del conjunto de ambos, una situación de ventaja para el mismo. Tanto los derechos como las
obligaciones, en tanto sea atribuciones patrimoniales, estarán bajo la condición suspensiva
que el concebido nazca con vida.
El termino efectos favorables excluye los efectos que sean por si solos perjudiciales. Además
debe entenderse que el carácter favorable ha de pertenecer al concebido y no a terceras
personas.
El concebido es sujeto de derecho por consiguiente tiene capacidad, bien al ser un sujeto de
derecho privilegiado, su capacidad opera sólo para todo cuanto le favorece. Dentro de este
orden de ideas, el concebido goza de derechos tanto patrimoniales como extramatrimoniales,
sin embargo no puede ejercerlos por si mismo. Es por eso que se efectivizan a través de sus
representantes legales de la siguiente manera:
1ª si el concebido tiene padre y madre, sus representantes legales son ambos padres.
4ª cuando exista conflicto o peligro de los intereses del concebido con respecto a los de sus
padres se nombrara un curador especial
1. 7. Concepturus:
El concepturus no es más que una ficción legal que consiste en dar una atribución patrimonial
en favor de un futuro sujeto de derecho.
8.1. Derechos del Concebido: El artículo 1 del Código Civil Peruano sólo se refiere a los
derechos patrimoniales. Sin embargo, establecer que el concebido es sujeto de derecho para
todo cuanto le favorece, éste es titular, por antonomasia, de los derechos extra patrimoniales,
tales como el derecho a la vida, a la integridad, etc. Estos derechos, por su naturaleza, no
pueden estar sujetos a ninguna condición; hubiera sido saludable que se contemplase ello en
este cuerpo de leyes.
Existe una polémica respecto si se deben enumerar que derechos pueden ser objetos de
titularidad del concebido, o si basta establecer una cláusula general de los mismos.
Según Espinoza establecer una cláusula general es lo mas adecuado, por cuanto, toda
enumeración es insuficiente. La fórmula genérica “sujeto de derecho para todo cuanto le
favorece” permite atribuir cualquier derecho -patrimonial o extra patrimonial- a favor del
concebido.
8.2. Deberes del Concebido: Arauz Castex sostiene que el concebido puede ser en algunos
casos sujetos de obligaciones. A saber:
– Sí por razones de buena administración es necesario vender o alquilar algún bien del
concebido, en este caso, él será sujeto, tanto de derechos como de obligaciones, a través de
sus representantes.
– Como motivo de las cargas de los bienes del concebido, éste puede también ser sujeto
pasivo de obligaciones.
– Sí por razones urgentes de conservación es preciso invertir dinero, el concebido, de esta
manera quedará obligado como prestatario.
– Dentro de nuestro ordenamiento jurídico, cabe que el concebido, a través de sus
representantes, contraiga obligaciones, siempre y cuando surjan a propósito de adquirir
derechos, resultando del conjunto de ambos, una situación de ventaja para el mismo.
Tanto los derechos como las obligaciones, en tanto sean atribuciones patrimoniales, estarán
bajo la condición suspensiva que el concebido nazca con vida
8.4. Contrato a Favor del Tercero: El Art., 1457 del código civil peruano restablece lo
siguiente, “Por el contrato a favor de un tercero, el promitente se obliga frente al estipulante a
cumplir una prestación en beneficio de tercera persona. El estipulante debe tener interés
propio en la celebración de un contrato. En este orden de ideas es permisible admitir una
argumentación a factiori, vale decir, si el concebido es un sujeto de derecho privilegiado y la
persona no loes a mayor razón se podrá contratar a favor del concebido con ello se logra una
interpretación extensiva del numeral que comentamos .en atención a ello el contrato a favor
del concebido estaría supeditado a la condición suspensiva de que nazca vivo”.
En virtud del art.606 del código civil se nombrara un curador especial cuando exista conflicto o
peligro de los intereses del concebido con respecto a lo de sus padres que ejercen la patria
potestad.
1° Nacimiento con vida del ser humano, con lo cual la misma referencia ontológica se
transforma de sujeto de derecho concebido a sujeto de derecho persona individual.
2° Muerte del ser humano en formación, dentro de la cual se admiten dos hipótesis; a
saber:
Muerte antes del nacimiento, denominada con el nombre de aborto, él puede ser espontáneo
o intencional.
En el momento mismo del nacimiento, cuando el ser humano muere antes de desprenderse
del cordón umbilical.
9.1. Francia: En el Libro de Personas del Código Civil Francés nada se dice sobre el
comienzo de la vida del ser humano, sin embargo, el art. 725 indica que: “Para suceder, hay
que existir necesariamente en el instante de la apertura de la sucesión. Así, son incapaces de
suceder: 1º El que no esté todavía concebido; 2º La criatura que no nace viable”.
9.2. Alemania: El Código Civil Alemán señala en su art. 1º que: “La capacidad jurídica de las
personas (mejor dicho su aptitud para tener derechos) empieza con la consumación del
nacimiento”. En el art. 1923 indica que: “Sólo puede ser heredero quien viva al tiempo de la
muerte del causante. Quien viva al tiempo de la muerte del causante, pero estuviese ya
concebido, vale como nacido antes de la muerte del causante”.
9.3. España: El art. 29 del Código Civil Español determina que: “El nacimiento determina la
personalidad; pero el concebido se tiene por nacido para todos los efectos que le sean
favorables, siempre que nazca con las condiciones que expresa el artículo siguiente”. “El art.
30 dice: “Para los efectos civiles, sólo se reputará nacido el feto que tuviese figura humana y
viviere 24 horas enteramente desprendido del seno materno”. El art. 627 señala: “Las
donaciones hechas a los concebidos y no nacidos podrán ser aceptadas por las personas que
legítimamente los representarían, si se hubiese verificado ya su nacimiento”.
9.4. Italia: El Código Civil Italiano dispone en su art. 1 que: “La capacidad jurídica se
adquiere desde el momento del nacimiento. Los derechos que la ley reconoce a favor del
concebido se subordinan al evento de su nacimiento…”.
Como puede observarse, existe diferencia entre los Códigos Civiles Francés e Italiano, de una
parte, y de la otra, los Códigos Civiles Alemán y Español. Para aquellos, los seres humanos son
aptos para adquirir derechos desde su nacimiento. Estos, por otro lado, exigen el requisito de
la viabilidad, o sea que después del nacimiento, el nacido dé pruebas de capacidad para seguir
viviendo; el Código Español fija para ello el plazo de 24 horas y añade además que tenga
“figura humana”.
9.5. Argentina: El Código Civil Argentino de 1869, vigente desde 1871, contiene una
posición diferente, sustancialmente innovadora frente a los Códigos antes mencionados,
respecto del concebido. Por obra de su autor Dalmacio Vélez Sarsfield, distingue 3 clases de
sujetos de derecho: las personas de existencia ideal (personas jurídicas), las de existencia
visible (personas naturales) y las personas por nacer (concebido).
Esta última referencia, la de los concebidos, es la que constituye importante novedad y avance.
No se trata ya de seguir considerando al nascisturo, como “portio mulieris vel viscera”, porción
o parte de su madre”, como de un modo u otro había sido reputado por los demás Códigos,
sino de sostener que es un ser diferente, con entidad propia.
Lo dice el art. 63 del Código Argentino: “Son personas por nacer las que, no habiendo nacido,
están concebidas en el seno materno”; pero lo dice de manera más clara y terminante la nota
que el autor de dicho código incluye a continuación del artículo: “Las personas por nacer no
son personas futuras, pues ya existen en el vientre de la madre. Si fueran personas futuras no
habría sujeto que representar…”.
– El Código Civil Peruano de 1984 es el primero, en el mundo, que reconoce la condición de
sujeto de derecho del concebido y le otorga ciertos derechos que puede ejercer mediante
representación desde el inicio de su existencia. Lo hace en los siguientes términos, contenidos
en el segundo párrafo del art. 1: “La vida humana comienza con la concepción. El concebido es
sujeto de derecho en todo cuanto le favorece. La atribución de derechos patrimoniales está
condicionada a que nazca vivo”. Este párrafo fue añadido al proyecto del código en la última
etapa del largo proceso de su preparación.
1. II. CONCLUSIONES
1. III. BIBLIOGRAFIA:
– GUEVARA PEZO, Víctor. Persona Natural. 3ª ed. Lima: Gaceta Jurídica, 2004
– GUEVARA PEZO, Víctor. Persona Natural. 3ª ed. Lima: Gaceta Jurídica, 2004, p. 73 y
siguientes.
– TEXEIRA DE FREITAS. Código civil. Esboco, Ministerio de Justicia, Dpto. de Imprenta
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– Espinoza Espinoza, Juan. “Derecho de las Personas”, cuarta edición. Gaceta Jurídica. Lima,
2004. Pág. 46.
– ESPINOZA ESPINOZA, Juan. Derecho de las Personas. 3ª ed. Lima: Editorial Huallaga, 2001.
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– ESPINOZA ESPINOZA, Juan. “Derecho de las personas “gaceta jurídica 2004. gPags.135-
140
– ALBALADEJO GARCÍA, Manuel. “Derecho de las Personas”. Cuarta edición. Editorial
Edisofer S.L. Madrid-España 2011. 1010 páginas.
– CASTEX, Araux. Tratado de Derecho Civil. T. I. Buenos Aires: Cooperadora de Derecho y
Ciencias Sociales, 1964. Pág. 269
– VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique. “Derecho Genético” 4ta edición. Grijley – Lima. 2001. Pág.
100
– VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique. “Derecho Genético”. Cuarta edición. Editorial Grijley. Lima-
Perú 2001. 548 páginas.
– VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique. “Derecho Genético” 4ta edición. Grijley – Lima. 2001. Pág.
100.
– RUBIO CORREA, Marcial. El ser humano como persona natural. Fondo Editorial 1992.
Lima. Pág. 18