Derecho Notarial.
Derecho Notarial.
Derecho Notarial.
INTRODUCCIÓN
En el presente trabajo se forjó el estudio e investigación de un tema trascendental, el
cual es: “Registro de Transferencia de Bienes Muebles Registrables ”, basándose
en doctrina y jurisprudencia.
El derecho Registral en el Perú cuenta con características que podemos definir como
sistemas imperantes, los cuales son:
- Sistema de Transcripción, definidos como aquellos que son transcritos
literalmente en los archivos de los registros, sin abreviación ni omisión alguna
(Francia).
- Sistema de Inscripción, en el cual se extrae de los títulos los elementos
esenciales, para que quede constancia en los asientos de inscripción (alemán,
español), nuestro sistema es el de Inscripción, porque aun cuando se archive
copia del título se publica un asiento que es un resumen o extracto del título.
- Potestativo, cuando las personas deciden voluntariamente su acceso o no al
registro (alemán). Mientras que el Sistema Obligatorio, cuando se establecen
sanciones para quienes no cumplan con inscribir los actos correspondientes
(francés, australiano).
- Sistema Constitutivo, es aquel que no admite la existencia de un acto o
contrato si éste no ha sido inscrito. La inscripción resulta un elemento de
validez del acto jurídico (Australiano). Mientras que el Sistema Declarativo, se
acepta la existencia del acto jurídico a pesar de su falta de inscripción.
Por otro lado, se tiene que la propiedad se adquiere por apropiación de una res nullius
(artículo 929), especificación y mezcla (artículo 937), accesión (artículo 938), transmisión
convencional (artículo 947 y 949), prescripción adquisitiva (artículo 950), por sucesión
intestada (artículo 660) y otros modos establecidos por ley. Seguidamente tratamos la
transmisión convencional de la propiedad, ósea su adquisición mediante convenio.
El Derecho Romano exigió el título (el contrato) y el modo (la traditio) para la
transmisión de la propiedad mueble o inmueble, en una sociedad materialista como la
romana no era concebible que el contrato transfiera la propiedad. En cambio, en el Derecho
francés la transmisión de la propiedad mueble o inmueble se realiza solo consenso; el
adquirente es propietario inmediatamente que se perfecciona el contrato.
El Código Civil francés estableció el principio de la transmisión de la propiedad por el
solo cambio de los consentimientos. A esta solución se llegó después de una larga evolución
histórica, como dicen los Mazeaud, "desde la necesidad de una tradición, de una entrega de
la cosa para producir la transmisión de la propiedad, se ha llegado, especialmente por las
tradiciones simbólicas y por las cláusulas de desposesión y posesión, a la regla de la
transmisión solo consenso" afirmada en el artículo 1138 del Code: "la obligación de entregar
la cosa se perfecciona por el simple consentimiento de las partes contratantes. Ella hace el
acreedor propietario".
AMBITO TEÓRICO
1. ANTECEDENTES
1.1. DERECHO ROMANO
En el derecho romano, la transmisión de la propiedad no operaba por el solo
consentimiento. Imperaba la máxima: traditionibus et usucapionibus, non nudis pactis
dominia rerum transferetu, el contrato era solo una fuente de obligaciones. Los actos
eminentemente formales para la transmisión de la propiedad fueron 1: la mancipatio, la in
iure cesio y la traditio. Estos eran modos de transmisión patrimonial, no tenían efectos
obligatorios.
La mancipatio fue un acto ritual que se realizaba en presencia de 05 testigos
(ciudadanos romanos y púberes), del libripiens que era una persona que sostenía una balanza
y actuaba de pesador y el adquirente (mancipio accipiens), quien portaba en la mano un
trozo de cobre (raudus culum). Este afirmaba que la cosa le pertenece y la adquiere mediante
el cobre y la balanza; golpeaba la balanza con el trozo de cobre y entregaba este como
precio. La mancipatio fue abolida por Justiniano.
La traditio (tradición, entrega) fue el modo de adquisición de un bien en posesión, uso
o propiedad; además de ser el mecanismo de perfeccionamiento de los contratos reales como
el depósito, comodato y constitución de prenda. Respondía a la necesidad de dar publicidad
a la transferencia del derecho. Fue el modo más antigua y natural de la enajenación de las
rec nec mancipi. Requería de la entrega; la voluntad concordante de trasmitir y adquirir la
propiedad; la justa causa traditionis que motivaba la entrega inmediata y era el fundamento
de la adquisición.
El tradens podía ser el propietario o su presentante, el acreedor pignoraticio no pagado,
el tutor del impúber, el curador del loco. El accipiens debía contar con el ius comercium. La
cosa debió ser corporal, estar afecta a una cláusula de prohibición de enajenación.
La voluntad de las partes perfeccionada el contrato, pero no este no creaba el derecho
real de propiedad u otro derecho real, para ello se requería de la traditio tanto para los
muebles como para los inmuebles; el adquirente debía recorrer todos los linderos del fundo
para adquirir la propiedad. La transferencia de la propiedad estaba acompañada de la
transmisión de la posesión. Siendo la propiedad un derecho erga onmes, debía ser conocida
por los miembros de la sociedad; ese conocimiento se adquiría por la posesión, de ahí el
principio que establece que al poseedor se le presume propietario. El contrato era fuente de
1
Mazeaud, Henri y León y Jean, Lecciones de Derecho Civil, trad. De Luis Alcalá – Zamora y Castillo, parte
Tercera, v. III, Ejea, Buenos Aires, 1974, p 187.
3
obligaciones, pero era incapaz de extinguirlas y menos podía tener efectos reales como es la
transferencia de la propiedad, la cual se producía con la traditio.
La entrega era material, de modo que si la cosa era mueble tenía que pasar de una a
otra mano y si era inmueble, el accipiens tenía que entrar en el predio. En otros términos, la
adquisición del derecho de propiedad y demás derechos reales requería de la aprehensio
(aprehensión) material de la cosa. Pero desde la época clásica se admitieron hipótesis de
traditio ficta o espiritualizada con los mismos efectos de la tradición material, como la
traditio longa manu, la traditio brevi manu y la constitum possessorium.
Presumimos que fue la necesidad de la rapidez de las transacciones mercantiles la que
acentúo la espiritualización de la entrega material del bien del tradens al accipiens.Como
casos de traditio longa manu mencionemos, por ejemplo, el caso de la enajenación de un
fundo en él no era necesario que el adquirente recorriera todo el predio sino bastaba que
ponga el pie en el lindero o que el enajenante lo mostrara desde una parte alta vecina, es
decir, bastaba que ponga el pie en el lindero o que el enajenante lo mostrara desde una parte
alta vecina, es decir, bastaba que el fundo o que el enajenante lo mostrara desde una parte
alta vecina, es decir, bastaba que el fundo sea mostrado a la distancia y que se encuentre a
disposición del adquirente para que adquiera el derecho aun cuando no lo haya recepcionado
efectivamente, si el bien era mueble, bastaba la entrega de las llaves de la bodega o almacén
donde se encuentra.Cuando el adquirente de la propiedad estaba en posesión de la cosa
(arrendatario, comodatario, etc) no tenía que devolverla el enajenante para que este lo
entregue, sino que bastaba la declaración del enajenante de trasferencia la propiedad (traditio
brevi manu).
Si se deseaba que el enajenante permaneciera en la posesión de la cosa, no era
necesario la doble entrega, primero al adquirente y luego al enajenante, sino que la
transferencia de la propiedad se producía por el simple acuerdo, sin la entrega, reconociendo
al enajenante, sino que la transferencia de la propiedades producía por el simple acuerdo, sin
la entrega, reconociendo el enajenante que en adelante posee la cosa por cuenta del
adquirente, sea como arrendatario, comodatario, etc. (constituto posesorio).Pero no se debe
perder de vista que el principio fundamental de adquisición de la propiedad u otro derecho
real fue la traditio, la espiritualización de esta fue la excepción.
El contractus fue un acto bilateral constitutivo de obligaciones, en cambio, la
mancipatio, la in iure cesio y la traditio, también actos bilaterales, no eran contractus porque
no creaban obligaciones, sino eran modos de transmisión patrimonial. El contractus es la
causa de la atribución patrimonial y la mancipatio, la in iure cesio y la traditio son los modus
adquirendi.
Estableció el Derecho Romano la regla: traditionibus et usucapionibus dominia rerum,
non nudis pactis, trasferuntur (Libro 20, C de Pactis, II, 23 No por el nudo pacto, sino por la
tradición y la usucapión se adquiere el dominio de las cosas). Conforme con ella es la
definición que de las obligaciones dio Paulo cuando dijo: "la esencia de las obligaciones
consiste en hacer de algo una cosa nuestra o servidumbre, sino en constreñir a otro a darnos,
a hacernos o a prestarnos algo": Obligatinum substancia non in eo consistit ut aliquod corpus
4
nostrum, aut servitutem nostram faciat, sed ut alium nobis obstringat ad dandum aliquid, vel
faciendum, vel praestandum.
La tradición traslativa de la propiedad exigía dos condiciones: la justa causa y la
entrega de la cosa. Depende de la justa causa saber si la tradición transfiere la simple
tenencia, el préstamo, etc. La tradición exigía la intervención de la voluntad concordante de
ambas partes. La tradición era el modo de adquirir el dominio. Con ella querían los romanos
dar publicidad a la transferencia de la posesión y a la traslación del dominio respecto de
terceros2. El vendedor no se obligaba a transferir la propiedad de la cosa sino a hacer la
tradición y defender al comprador de las perturbaciones de terceros ósea garantizarle en caso
de evicción.
En el Derecho Romano y en el antiguo Derecho Francés, la compraventa no transmitía
la propiedad sino creaba la obligación para el vendedor de entregar el bien al comprador y
garantizarle la posesión perpetua y pacífica, y para el comprador de pagar el precio. El
comprador devenía en propietario ex post facto con la traditio, el pago del precio y un
tiempo breve de prescripción.Expresa Badanes que en Roma, el vendedor solo se obliga a
entregar la cosa vendida sin que esa entrega tenga otra significación que la entrega material
del bien. Una vez entregado el vendedor respondía solo de la quieta y pacífica posesión de la
cosa. No se operaba una transferencia dominical. La compraventa no era un modus
adquirendi, sino un titulus ad adquirendum, pues la transmisión dominical se efectuaba con
posterioridad a la venta por medio de la mancipatio, la in jure cessio y la traditio. El
vendedor solo estaba obligado a garantizar la vacua possessio. El contrato no era traslativo
del dominio, ni por consiguiente surgían de él acciones en ese sentido a favor del
comprador3.
El Derecho Romano estableció como regla que los riesgos de la cosa vendida pasaban
al comprador desde el día del contrato aun cuando la tradición hubiese de hacerse más tarde;
el plazo o término retardaba la transmisión de la propiedad, pero no retardaba el
desplazamiento de los riesgos. Las Institutas dispusieron: "Periculum rei venditae, statim ad
emptorem pertinet, tamestsi adhuc ea res emptori tradita non sit". Esta solución fue
combatida por autores del Siglo XVII y XVIII, Puffendorf, Barbeyrac y otros, los cuales,
invocando el derecho natural y la equidad, sostuvieron que los riesgos de la cosa vendida
debían quedar a cargo del vendedor en tanto se conservase propietario según la máxima res
perit domino.
El principio romanista del título y el modo para la transferencia de la propiedad
mueble e inmueble se mantiene en algunos códigos como el argentino, según el cual el
dominio, corresponde al concepto de causa. El artículo 2602 del Código Argentino
establece: "La tradición debe ser por título suficiente para transferir el dominio, el título es el
hecho o acto jurídico que sirve de causa a la tradición, debiendo considerarse como tales
todos los títulos susceptibles de operar una enajenación de las cosas, por ejemplo, la venta,
2
De Gasperi, Luis Tratado de Derecho civil, con la colaboración de Augusto Morillo. Ed. Tea Buenos Aires,
1964, p 458.
3
Badanes Gasset, Ramón. El Contrato de Compraventa, Bosch, Barcelona, 1979, p.49.
5
Los seguidores del derecho natural negaron la necesidad de la traditio. Domat dijo que
la venta transfiere por sí misma la propiedad. Es el contrato, no la traditio, el que crea el
derecho real de propiedad. El contrato no es solamente fuente de las obligaciones, sino
traslativo de la propiedad. La transmisión de la propiedad se ha convertido en un efecto
directo e inmediato del contrato como la misma creación de obligaciones. Esto significa un
triunfo de la autonomía de la voluntad sobre el formalismo que obstaculiza la circulación de
los bienes. Planiol y Ripert sostienen que el Derecho francés ha abandonado la traditio para
la transmisión de la propiedad, la cual opera por efecto inmediato del contrato, pero
reconocen la necesidad de la publicidad de la transferencia para que tenga efectos frente a
terceros, porque con un régimen de clandestinidad de las enajenaciones, el propietario no
podría ser identificado en el momento deseado: "nadie tendría posibilidad de asir los anillos
de una cadena cuyo movimiento circulatorio fuera subterráneo; es preciso, de toda necesidad
que este movimiento sea aparente, resultado que solo puede obtenerse con el régimen de
publicidad4. Por ésta razón, la doctrina francesa ha creado la ficción de que la creación de la
obligación y cumplimiento de la misma se producen al mismo tiempo, o sea que a la vez que
se crea del título (contrato) se ejecuta el modo (traditio).
El Code Napoleón siguiendo a las fuentes romanas establece: "el contrato es una
convención por la cual una o más personas se obligan, frente a una o varias otras, a dar, a
hacer i a no hacer alguna cosa" (artículo 1101), ósea que el contrato es fuente de
obligaciones, pero superó a las fuentes romanas al consagrar la transferencia de la propiedad
solo consenso, en virtud de la simple celebración del contrato o convenio. El artículo 1138
dispone: "la obligación de entregar la cosa es perfecta por el solo consentimiento de las
partes contratantes. Ella hace al acreedor propietario y pone la cosa a su riesgo desde el
instante en que debió serle entregada, aun cuando la tradición no se haya realizado, a menos
que el deudor incurra en mora; en cuyo caso la cosa queda a riesgo de éste último. En el
artículo 711 establece: "La propiedad de los bienes se adquiere y se transmite (…) por efecto
de las obligaciones.
El Code en el artículo 711, enumera al efecto de las obligaciones como un modo de
adquisición de la propiedad. De esta suerte, el acreedor no tiene un mero derecho a la cosa
(ius ad rem), sino un derecho en la cosa (ius en re), es propietario desde la convención
cuando debe hacerse la entrega de la cosa. La propiedad es desplazada por la sola voluntad.
La tradición no mira sino a poner al adquirente en situación de servirse de la cosa. El título o
justa causa se confunde con el modo de adquirir el dominio o sea con la tradición, porque la
convención opera ipso facto la transmisión de la propiedad.
Para el Derecho Civil francés, la obligación es perfecta y se ejecuta, nace y muere, en
el mismo momento en que las partes contratantes prestan su consentimiento. La transmisión
inmediata de la propiedad del patrimonio del enajenante al patrimonio del adquirente tiene
como consecuencia la transferencia de los riegos de la cosa; el adquirente soporta la pérdida
fortuita de la cosa.
4
Planiol, Marcelo y Ripert, Jorge, Tratado Práctico de Derecho Civil Francés, Cultural S.A. La Habana, 1946,
t. II, p. 534.
7
10
autorización para inscribir conforme a los precedentes del ordenamiento registral". Con
respecto al contrato de compraventa, el artículo 925 ordena: "El acuerdo del vendedor y del
comprador, necesario según el artículo 813 para la transmisión de la propiedad de un predio,
deberá declararse en la oficina del Registro en presencia simultánea de las 02 partes. No
producirá efecto la enajenación hecha bajo condición o a plazo".
El Derecho alemán ha establecido: a) Venta simplemente obligatoria; b) Obligación de
transmitir la propiedad al comprador; c) la transmisión de la cosa mueble tiene lugar por la
entrega, y en el caso de que sea inmueble, por la inscripción en el registro.
Tratándose de bienes muebles, la transmisión de su dominio opera por una convención
especial seguida de la tradición; y tratándose de inmuebles es preciso la intervención de un
oficial de justicia y la inscripción del acto en el registro de la propiedad (arts. 929 y 925)6.
También el Código suizo exige la inscripción en el registro de la propiedad, tratándose
de bienes inmuebles (artículo 656). El Código brasileño dispone que la transferencia de la
propiedad inmueble, entre vivos, se realiza con el registro del título traslativo en el Registro
de Inmuebles (artículo 1245) y que la propiedad de las cosas muebles no se transfiere por los
negocios jurídicos antes de la tradición (artículo 1267).
1.5. DERECHO PERUANO
Como hemos visto en el Derecho romano para que se trasmita la propiedad, tanto de
los bienes muebles como de los inmuebles, se requería del título y el modo como 02
elementos distintos.
En el derecho francés la transferencia de la propiedad, sea de bienes muebles o
inmuebles, se produce por el solo cambio de consentimiento, o sea es consensual. Se
considera al contrato, a la vez, como título y modo de la transmisión dominial.
En el sistema alemán, la transmisión (auflassung) de la propiedad inmueble opera con
el registro y de la propiedad mueble con la entrega. El registro tiene carácter constitutivo.
Sin registro no nace el derecho de propiedad inmueble a pesar de que exista contrato.
El vigente Derecho peruano sigue el sistema romano del título y el modo para la
transferencia convencional de la propiedad de bienes muebles. El título es el contrato por el
que se crea la obligación de entregar el bien. El modo es la traditio por la que se pone al
adquirente en la posesión real y efectiva del bien. Sin la concurrencia de estos dos requisitos
no hay adquisición convencional de la propiedad mueble.
Distintamente, para los inmuebles, nuestro ordenamiento jurídico, sigue el sistema
francés que consagra legislativamente el principio de la transmisión de la propiedad solo
consensu.
6
León Barandiarán, José, Comentarios al Código Civil Peruano, t. II. De las obligaciones y de sus
modalidades. De los efectos de las obligaciones, Librería e Imprenta Gil S.A. Lima, 1941, p 41.
11
12
13
14
establecía la misma formalidad par el aporte de los bienes muebles y de los bienes
inmuebles, a diferencia de la Ley General de Sociedades vigente que establece normas
distintas para cada tipo de bien.
El Reglamento del Registro de Sociedades establece en el inciso d del artículo 35 que
si el aporte es de bienes inmuebles no registrados bastará la indicación contenida en la
escritura pública que son transferidos a la sociedad. En este caso, deberá indicarse la
información suficiente que permita su individualización. El inciso e del mismo artículo
establece que si el aporte es de bienes muebles no registrados o cesión de derechos, se
requerirá la certificación del gerente general o del representante debidamente autorizado de
haberlos recibido. En este caso, deberá indicarse la información suficiente que permita la
individualización de los bienes.
El Reglamento del Registro Mercantil de 1969 establecía sobre la efectividad de los
aportes en el inciso b) que tratándose de inmuebles, bastará la simple declaración contenida
en la escritura de que son transferidos a la sociedad, debiendo indicarse si la transferencia se
hace en propiedad, en uso o en alguna otra forma. En el inciso c) del mismo artículo se
establecía que si el aporte es en mercancías u otros muebles, bastará la declaración de los
administradores de que los han recibido. Es decir, establecía normas distintas si se trataba de
bienes muebles o de inmuebles.
El artículo 21 del Decreto Legislativo N° 776 establece que el impuesto de alcabala
grava las transferencias de inmuebles urbanos y rústicos a título oneroso o gratuito,
cualquiera sea su forma o modalidad, inclusive las ventas con reserva de dominio.
También esta clasificación de las cosas en bienes muebles y bienes inmuebles se tiene
en cuenta en el libro IX del Código Civil por que se regula el Registro de Propiedad
Inmueble y el Registro de Bienes Muebles. En el artículo 2 de la Ley 26366 también se hace
referencia a Registro de Propiedad Inmueble y Registro de Bienes Muebles los cuales surgen
de la división de los bienes en bienes muebles y bienes inmuebles.
Por lo cual si se suprime la clasificación de los bienes en bienes muebles y bienes
inmuebles es necesario modificar otras normas además del Código Civil Peruano de 1984.
Esta clasificación también es de vital importancia para la aplicación del título de
crédito hipotecario negociable.
Inicialmente se pensaba que los bienes muebles eran bienes de escaso valor y que los
bienes inmuebles tenían un valor considerable lo que no es correcto porque existen bienes
muebles que tienen un valor considerable como los anillos, los collares o los automóviles
que en algunos casos pueden tener mayor valor que un predio, que es un inmueble.
Esta clasificación de los bienes también es de importancia para la aplicación del
Registro de Actas de Bienes Muebles registrables, conforme a los artículos 78 al 80 de la
Ley del Notariado.
Esta clasificación de los bienes tenía mayor trascendencia en el Reglamento del
Registro Mercantil que en el reglamento del Registro de Sociedades.
15
Esta clasificación de los bienes es necesario tenerla presente en las medidas cautelares,
ya que el embargo en forma de secuestro y en forma de depósito sólo procede respecto de
bienes muebles. El embargo en forma de depósito también puede recaer sobre inmuebles no
inmatriculados conforme al artículo 650 del Código Procesal Civil. Es necesario precisar
que los tratadistas están de acuerdo en sostener que el depósito puede recaer sobre bienes
muebles y bienes inmuebles. El artículo 1814 del Código Civil Peruano de 1984 establece
que por el depósito voluntario el depositario se obliga a recibir un bien para custodiarlo y
devolverlo cuando lo solicite el depositante. Es decir, no precisa si el depósito recae sobre
muebles o inmuebles.
En la Exposición de Motivos del Libro IV titulado De los Derechos Reales del Código
Civil de 1936 se precisa lo siguiente: El Código de 1852 en su artículo 455, siguiendo la
teoría clásica de los romanos, aplica la clasificación de muebles e inmuebles a las cosas
corporales, y califica como inmuebles la cosas que resultan eliminadas del concepto que da
de los muebles, es decir de aquellas que sin alteración pueden ser llevada de un lugar a otro.
La enumeración que se hace en el artículo 456 altera sustancialmente las ideas
anteriores, extendiendo el concepto de los inmuebles a las partes integrantes y a los
accesorios de este género de cosas y con las cuales forman su unidad indisoluble. El
proyecto innova esta técnica y siguiendo la de los códigos modernos, contiene una doble
enumeración, que suministra un criterio preciso para la distinción en materia tan importante
para el crédito y el desarrollo de los negocios".
La clasificación de las cosas en cosas muebles y cosas inmuebles del Código Civil
Peruano de 1984 fue recepcionada del Código Civil de 1936, y éste recepcionó la
clasificación de cosas del Código Civil Peruano de 1852, el cual tomó como fuente el
Código Civil Francés de 1804 que tomó la clasificación del Derecho Romano, por lo cual en
nuestro medio muchos civilistas consideran aparentemente que la única clasificación de
cosas que existió en el derecho romano, con lo cual no estamos de acuerdo, conforme se
precisa con mayor detalle al momento de desarrollar la clasificación de los bienes en el
derecho romano.
3. BIENES MUEBLES REGISTRABLES
La clasificación de los bienes en bienes registrables y bienes no registrables es una
clasificación de bienes, por la cual son bienes registrables los bienes que pueden ser materia
de registro en un registro jurídico, que serían los registros de bienes; y los bienes no
registrables son los bienes que no pueden ser materia de registro en un registro jurídico.
Entre los bienes registrables podemos citar los predios, los automóviles, las acciones,
las percepciones. Entre los bienes no registrables podemos citar las sillas, los escritorios,
entre otros. Los bienes registrables pueden ser bienes registrados como es el caso de los
predios o vehículos inmatriculados, y bienes no registrados como es el caso de los vehículos
o predios no inmatriculados7.
7
GONZALES BARRON, Gunther; Derechos Reales, Lima, Editorial Justas Editores, Segunda Edición 2005,
pp. 149-153
16
17
18
f) Registro Mobiliarios de Contratos.- Se inscriben todos los actos a los que se refiere
el artículo 32º de la Ley de Garantía Mobiliaria, que recaigan sobre bienes muebles no
registrados en un Registro Jurídico de Bienes8.
5.1. NORMAS SOBRE REGISTRO DE BIENES MUEBLES
A partir de octubre de 1997, se hizo efectivo el traslado del Registro de Propiedad
Vehicular y Prenda de Transporte del ámbito de las Direcciones de Circulación Terrestre de
las Regiones a las Oficinas Registrales a nivel nacional, dando, de esta manera,
cumplimiento a lo dispuesto por el último párrafo de la Cuarta Disposición Transitoria de la
Ley Nº 26636. Con la efectivización de dicha norma las Oficinas Registrales asumían la
responsabilidad de administrar un registro más. Este cambio sustancial implicaba la
incorporación del principio registral de legalidad para la calificación de los actos y derechos
que pretendían acceder al registro además de consagrar los efectos de los demás principios
registrales (legitimidad, publicidad, prioridad, fe pública registral, etc.) para aquellos ya
inscritos. Es decir, el Registro de Propiedad Vehicular cambió de ser un registro de
información administrativa a cargo de Transportes a otro de seguridad jurídica a cargo de los
Registros Públicos.
Según el artículo 947 del Código Civil, la transferencia de propiedad de los bienes
muebles se efectúa con la tradición a su acreedor, salvo disposición legal diferente; dicho en
otras palabras, con la entrega física del bien mueble de un acreedor a su deudor, salvo que
exista mandato legal que obligue a cumplir con otra formalidad. En cuanto a esto último,
Max Arias Schereiber nos dice que "la regla del artículo 947 no funciona cuando existe
disposición legal diferente, como es la de aquellos casos en los cuales para la transferencia
del dominio de cosas muebles se requiere la inscripción en un determinado registro", es
decir cuando es necesario el cumplimiento de una formalidad diferente a la entrega física del
bien mueble determinado. Ahora bien, teniendo los vehículos automotores la naturaleza
jurídica de bienes muebles, la transferencia de propiedad de los mismos operaría según lo
estipulado por el mencionado artículo 947 del código sustantivo, es decir con la tradición a
su acreedor.
Sin embargo, es necesario tener presente lo dispuesto por la última parte del artículo
947 mencionado "salvo disposición legal diferente", es decir cuando no exista norma que
indique la forma en que se efectuará la transferencia de propiedad mobiliaria, ésta se realiza
con la tradición, caso contrario hay que estar a la formalidad que otra norma establezca. A
propósito de "disposición legal diferente", tenemos que el artículo 34.1 de la Ley 27181, Ley
General de Transporte y Tránsito Terrestre, publicada en el "El Peruano" el 08-10-1999,
prescribe que "La transferencia de propiedad y otros actos modificatorios referidos a
vehículos automotores se formaliza mediante su inscripción en el Registro de Propiedad
Vehicular", en consecuencia y en cumplimiento de la norma acotada la transferencia de
propiedad de vehículos automotores se tendrá por realizada o cumplida sólo con la
inscripción en el registro, por ser ésta la "disposición legal diferente" a que alude la última
8
Ley Nro. 28677, Ley de la Garantía Mobiliaria, en su quinta disposición final, modifica los incisos c) y d) del
artículo 2º de la Ley 26366, que crea el Sistema Nacional y la Superintendencia de los Registros Públicos.
19
parte del artículo 947 del Código sustantivo, dando de esta manera eficacia constitutiva a la
transferencia de propiedad vehicular, por cuanto no se admitirá la existencia de la misma si
ésta no se encuentra inscrita, resultando la inscripción un elemento de validez del acto o
negocio jurídico, sólo a partir de la inscripción se generarán los derechos y obligaciones.
Por ello es necesario difundir que sólo con el registro de la transferencia vehicular se
reputará propietario al comprador o adquirente; esto depende de los contratantes, los
operadores del derecho y la ciudadanía en general a fin de lograr que la transferencia de
propiedad vehicular en el Registro respectivo sea lo que es la hipoteca en el Registro de la
Propiedad Inmueble: considerar su inexistencia cuando falta su inscripción registral. Ese reto
que se tiene que alcanzar.
Por último, es preciso mencionar que la formalidad establecida para la transferencia
de propiedad vehicular también es aplicable a los vehículos denominados menores (motos,
motocicletas, moto taxis, trimotos, etc.). La novedosa norma contenida en el artículo 34.1 de
la Ley 27181, ha establecido como formalidad para la transferencia de propiedad vehicular
la inscripción registral, otorgándole efecto constitutivo.
La difusión y el consiguiente cumplimiento de la mencionada norma va a propiciar
que las titularidades que publicite el Registro de propiedad Vehicular sea la que corresponda
a lo que sucede en la realidad, es decir los terceros podrán tener la certeza que aquel que
aparece con derecho inscrito en el registro es en verdad el propietario de un vehículo, con
prescindencia que tenga o no la posesión del mismo.
El artículo 36º del Reglamento de las Inscripciones del Registro de Propiedad
Vehicular, aprobado por Resolución de la Superintendencia Nacional de los Registros
Públicos 255-99-SUNARP, establece que la transferencia de propiedad de vehículos
automotores se inscribirá en el Registro de Bienes Muebles en mérito al documento con
firmas legalizadas por notario que contenga el respectivo contrato.
Asimismo, establece que para efectos registrales, una vez legalizadas las firmas, se
presume, que se ha hecho la tradición o entrega del vehículo, salvo que lo contrario se
desprenda del mismo contrato. En este último caso, no podrá inscribirse el título y el
registrador deberá observarlo, a fin que mediante cláusula adicional con firmas legalizadas
por notario, ambas partes declaren que se ha hecho la tradición del vehículo o, que ésta se
acredite fehacientemente a través de cualquier otro medio que a criterio del registrador
resulte suficiente.
5.2. REGISTRO DE PROPIEDAD VEHICULAR
La inscripción registral de la propiedad vehicular ha sufrido serias modificaciones por
lo que resulta conveniente desarrollar sus antecedentes y evolución para después interpretar
las disposiciones legales que la regulan y los efectos jurídicos de ésta.
No existe en el Código Civil norma alguna que disponga en forma expresa y directa
que dicha inscripción requiere para su validez la inscripción previa en los registros públicos.
Sin embargo, encontramos diversas normas que contienen disposiciones legales referidas a
20
la inscripción de los vehículos de transporte terrestre que nos permiten concluir que dicha
inscripción es condición obligatoria para la validez de la transferencia de la propiedad
vehicular; lo que permite afirmar que la inscripción de las transferencias vehiculares es
constitutiva.
Ello sucede en otros países. Tal es el caso de Chile en que por ejemplo la legislación
establece que "el dominio de los automotores obligatoriamente debe formalizarse por
instrumento público o privado y solo producirá efectos entre las partes y con relación a
terceros desde la fecha de inscripción en el Registro de la Propiedad del Automotor".
(Artículo 1 del Decreto Ley No. 6.582/58 ratificado por la Ley No. 22.977 t.o. del Decreto
No 1.114/97. B:O: del 29/10/97). El artículo 26 del mismo decreto dispone que la falta de
inscripción de la transferencia del dominio de los automotores presumirá la responsabilidad
de la persona a cuyo nombre figura inscripto el vehiculo.
Siendo la inscripción constitutiva en la transferencia de propiedad automotor, la
legislación chilena modificó desde hace dos años las formalidades requeridas para la
inscripción. Establece la obligación del Notario que interviene en la formalización, de
inscribir el contrato de transferencia, sea cual fuere su intervención en tal acto.
La legislación chilena contempla dos formas de formalización notarial del documento
legal de transferencia. Una de ellas es el documento privado con firmas autenticadas y la
otra forma es mediante un acta que no es escritura pública ni se protocoliza, pero que el
notario está obligado a extender otorgándole número correlativo de registro.
Adicionalmente, está obligado a llevar un índice; conservar copia del documento de la
transferencia, y, llevar un Libro de Repertorio en el que se consigna el nombre de los
contratantes, número de motor del vehículo, tipo de vehículo, patente y la copia del
comprobante del pago de impuesto automotor, en los casos en que éste haya sido requerido,
de lo cual además tiene que dejar constancia en el documento presentado para su
inscripción.
En la Argentina la transferencia de los vehículos automotores es constitutiva, se utiliza
un Formulario seriado y numerado preestablecido de obtención directa por los contratantes.
La función notarial se limita a la certificación de las firmas. La presentación al registro la
efectúa el interesado. El Notario no protocoliza los formularios de transferencia, pero sí
lleva un Registro en donde anota el nombre de los rogantes, que viene a ser él o los
contratantes, porque se admiten documentos parciales, esto es solo el vendedor declarando
su voluntad de transferir ó sólo el comprador declarando su voluntad de adquirir, la marca
del vehículo, número de motor y chasis, la patente del vehiculo y otras características más
del contrato celebrado.
En el Perú, el Sistema Nacional de Registros Públicos fue creado con la Ley 26366
(promulgada en el mes de octubre de 1994) "… con la finalidad de mantener y preservar la
unidad y coherencia del ejercicio de la función registral en todo el país, orientado a la
especialización, simplificación, integración y modernización de la función, procedimientos y
gestión de todos los registros que lo integran", tal como lo señala la norma en su artículo
primero.
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El Código Civil en sus artículos 885 y 886 contiene la división clásica de los bienes
inmuebles y muebles. El 4º de la Ley de Garantías Mobiliarias, Ley 28677 derogó los
incisos 4, 6 y 9 del artículo 885 del Código Civil que consideraba como inmuebles a las
naves y aeronaves, los pontones, plataformas y edificios flotantes, las estaciones y vías de
ferrocarriles y el material rodante afectado al servicio, que a partir de la vigencia de ésta
norma fueron considerados bienes muebles.
Para efectos de nuestro trabajo señalamos que todos los bienes cuya naturaleza
jurídica fue modificada tienen un común denominador: que son bienes destinados a la
circulación por vías aéreas, navales o terrestres, esto es, bienes destinados a facilitarle al
hombre la movilidad o circulación. Consideramos que si los vehículos de transporte terrestre
hubieran estado contemplados expresamente como tales en el artículo 885 del Código Civil
como bienes inmuebles, también habrían sido modificados para ser considerados como
bienes muebles.
Las ventajas de la aplicación de un sistema constitutivo en la transferencia de
propiedad vehicular.
Si bien estamos arraigados al sistema imperante de aplicación del principio
consensualístico de transferencia de propiedad inmueble la utilización de éste mismo
sistema al traslado de dominio de la propiedad vehicular consideramos que no resulta igual
de ventajosa. Más bien resaltaría las desventajas de éste sistema, las que inclusive ya vienen
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CAPITULO II
ÁMBITO APLICATIVO
1. INSTRUMENTOS PROTOCOLARES
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CONCLUSIONES
Respecto a la clasificación de los bienes no sólo es importante para el derecho civil,
sino también es importante para otras ramas del derecho positivo peruano. Es decir,
para estudiar la clasificación de los bienes es necesario estudiar otras ramas del
derecho además de estudiar el derecho civil. Los trabajos de investigación sobre la
clasificación de los bienes sólo se desarrollan dentro del derecho civil, lo que no
permite comprender la importancia de la clasificación de los bienes.
Que, el sistema peruano de transmisión convencional de la propiedad de todos los
bienes determinados, sean muebles o inmuebles es la teoría del título y el modo, que
requiere indispensablemente la conjunción de un acuerdo de voluntades orientados a
transferir la propiedad y de un medio que permita lograrlo. Es el vaso de los bienes
muebles determinados, el título está constituido por el respectivo contrato de
transferencia y el modo, por la tradición, en aplicación del artículo 947° del Código
Civil, en el caso de los bienes inmuebles determinados, el título está también
constituido por el respectivo contrato de transferencia y el modo de aplicación del
art. 949° del mismo código. Que, el contrato en general (incluido el de transferencia
de propiedad) tiene efectos exclusivamente obligacionales, esto es se limita a crear
una relación jurídica compuesta de obligaciones, y no puede, por si solo tener efectos
reales, pues para ello se requiere adicionalmente un modo de constituir derecho.
La concordancia exacta de lo que inscrito con lo que ocurre en la realidad, es lo
único que puede garantizar las ventajas de la publicidad registral que en el caso de
los vehículos automotores no solo es de interés para el adquirente y los terceros, sino
del transferente que también puede sufrir graves consecuencia para él mismo por la
no inscripción del traslado de dominio que hubiera efectuado.
La realidad es una sola; que el Sistema Registral Peruano es fruto de una mixtura de
los diversos sistemas que existen. Hemos tratado de adoptar como siempre, las
figuras extranjeras a nuestra realidad. Lo que ha originado que en nuestra legislación,
existan figuras que se expresen como corresponde, como es en el caso de la
compraventa. Pues nuestro Código Civil indica que es el propio consentimiento por
el que se traslada el bien. Aquí estaríamos adoptando el Sistema Francés.
Es preciso señalar que en la Exposición de motivos del Código Civil, se concluyó
que nuestro Sistema Registral es de inscripción, al señalar lo siguiente y con lo cual
estamos de acuerdo: "Son sistemas que admiten la transcripción, aquellos en los
cuales lo títulos que logran acogida registral son transcritos literalmente en los
archivos de registros, sin abreviación ni omisión alguna.
Nuestro sistema registral es el de inscripción, porque aun cuando se archive copia de
los títulos y la publicidad registral se extienda a ellos, se publica un asiento, esto es,
un resumen o extracto del título que logra acceso al registro".
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REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Norma Legal y Reglamentaria:
Constitución Política del Perú.
Ley del Notariado, aprobado mediante el Decreto Legislativo N° 1049.
Reglamento de Inscripciones del Registro de Propiedad Vehicular, aprobado
mediante Resolución del Superintendente Nacional de los Registros Públicos
N° 039-2013-SUNARP/SN, de fecha 20 de febrero del 2013.
Reglamento de Saneamiento del Tracto Registral Interrumpido en los Registros
jurídicos de Bienes Muebles y modifican el Reglamento General de los
Registros Públicos, aprobado mediante Resolución del Superintendente
Nacional de los Registros Públicos Nº 218-2006-SUNARP-SN, de fecha 06 de
agosto de 2006.
Internet:
REGISTRO DE BIENES MUEBLES REGISTRABLES. Obtenido de:
https://www.monografias.com/trabajos100/registro-transferencia-bienes-
muebles/registro-transferencia-bienes-muebles.shtml#marcoteora
BIENES MUEBLES. Obtenido de:
https://www.monografias.com/trabajos82/bienes-muebles/bienes-muebles.
shtml
DERECHO REGISTRAL. Obtenido de:
https://www.monografias.com/trabajos88/el-derecho-registral/el-derecho-
registral.shtml
DERECHO CIVIL II: BIENES. Obtenido de:
https://www.monografias.com/trabajos75/derecho-civil-dos-bienes/derecho-
civil-dos-bienes.shtml#bienesa
CLASIFICACION DE LOS BIENES EN EL DERECHO POSITIVO
PERUANO. Obtenido de:
https://www.monografias.com/trabajos31/clasificacion-bienes/clasificacion-
bienes2.shtml
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INDICE
INTRODUCCIÓN............................................................................................................1
REGISTRO DE TRANSFERENCIA DE BIENES MUEBLES REGISTRABLES...........3
CAPITULO I...................................................................................................................3
AMBITO TEÓRICO........................................................................................................3
1. ANTECEDENTES............................................................................................................3
1.1. DERECHO ROMANO..................................................................................................................3
1.2. DERECHO FRANCÉS..................................................................................................................6
1.3. DERECHO ITALIANO.................................................................................................................9
1.4. DERECHO ALEMAN.................................................................................................................10
1.5. DERECHO PERUANO...............................................................................................................11
CONCLUSIONES..........................................................................................................29
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS............................................................................30
INDICE.........................................................................................................................31
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