Teoria 2 Parcial DH

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UNIDAD 2. ÁREA EMOCIONAL.

Resultado del Aprendizaje


Que el alumno conozca y reconozca las emociones que predominan en él. Y aunado a la
razón pueda manejar y dar soluciones para mejores resultados de vida.

2.1 TEMA 1. Las Emociones

La Emoción es un proceso de tipo particular


de valoración automática influida por nuestro
pasado evolutivo y personal, en el que
sentimos que está ocurriendo algo importante
para nuestro bienestar, produciendo un
conjunto de cambios físico y
comportamentales para hacernos cargo de
una situación (Paul Ekman).

En otras palabras se experimentan


sensaciones y reacciones al relacionarnos
con nuestro entorno y con los demás, en un
estado afectivo que experimentamos
acompañado de cambios orgánicos
(fisiológicos y endocrinos) de origen innato o
influido por la experiencia.

Aparecen como una respuesta rápida frente a cambios en nuestro entorno, frente
a la presencia de un objeto, personas, lugares, situaciones o recuerdos
importante.

2.1.1 Tipo de Emociones

Dimensiones de la emoción: valencia y activación

Las emociones pueden medirse desde dos puntos de vista, la positivad o


negatividad de la misma, llamada valencia, y la activación o pasividad
características de la emoción en concreto, llamada activación. De esta manera la
valencia se refiere al modo en el que la emoción es experimentada desde un
punto de vista subjetivo, pudiendo tener distintos niveles de positivad o
negatividad.

La dimensión referente a la activación está más relacionada con los factores


fisiológicos, ya que en la emoción puede darse una mayor o menor activación
corporal (Aguado Aguilar, op. Cit.)
Generalmente estas dimensiones son representadas como dos ejes de una rueda,
en torno a la cual se disponen las emociones. Esta disposición de las emociones
puede verse en el siguiente Mapa del afecto, en él se muestra el espacio
emocional a partir de dos ejes, la valencia y la activación. La conjunción de ambas
dan lugar al " afecto básico" o emociones básicas.

Emociones Básicas

Como vemos en el esquema anterior, se nos propone un número amplio de


emociones básicas. La clasificación de estas es un tema en el que aún se debate,
si bien la mayoría de los autores está de acuerdo en que estas deben cumplir las
siguientes características:
Propiedades de las emociones básicas. (Extraídas de Aguado Aguilar, op. Cit. )

1. Las emociones básicas son universales pudiendo ser observadas en todos los
seres humanos, independientemente de la cultura a que pertenezcan.
2. Las emociones básicas son primitivas, de modo que pueden encontrarse
rudimentos de estas emociones en numerosas especies animales, además estas
se manifiestan en un periodo temprano del desarrollo individual, incluso desde el
embrión.

3. Las emociones básicas conllevan expresiones faciales específicas típicas de


cada una de ellas.

4. Las emociones básicas van asociadas a diferentes tendencias de acción


probablemente no aprendidas destinadas a hacer frente al suceso
desencadenante de la emoción.

5. Las emociones básicas se diferencias entre sí en cuanto al patrón de actividad


fisiológica que las acompaña. Esto se debe a que las emociones básicas se basan
en sistemas cerebrales especializados y preestablecidos, que se diferencian tanto
funcional como neuroanatómicamente entre sí.

Una de las cuestiones teóricas actuales más relevantes, al mismo tiempo que más
controvertidas, en el estudio de la emoción es la existencia, o no, de emociones
básicas, universales, de las que se derivarían el resto de reacciones afectivas. La
asunción de la existencia de tales emociones básicas deriva directamente de los
planteamientos de Darwin y significaría que se trata de reacciones afectivas
innatas, distintas entre ellas, presentes en todos los seres humanos y que se
expresan de forma característica (Tomkins, 1962, 1963; Ekman, 1984; Izard,
1977).

La diferencia entre las mismas no podría establecerse en términos de gradación


en una determinada dimensión, sino que serían cualitativamente diferentes. Según
Izard (1991), los requisitos que debe cumplir cualquier emoción para ser
considerada como básica son los siguientes:

-Tener un sustrato neural específico y distintivo.


-Tener una expresión o configuración facial específica y distintiva.
-Poseer sentimientos específicos y distintivos.
-Derivar de procesos biológicos evolutivos.
-Manifestar propiedades motivacionales y organizativas de funciones adaptativas.

Según este mismo autor, las emociones que cumplirían estos requisitos son:
placer, interés, sorpresa, tristeza, ira, asco, miedo y desprecio. Considera como
una misma emoción culpa y vergüenza, dado que no pueden distinguirse entre sí
por su expresión facial.

Por su parte, Ekman, otro de los autores relevantes en el estudio de la emoción,


considera que son seis las emociones básicas (ira, alegría, asco, tristeza, sorpresa
y miedo), a las que añadiría posteriormente el desprecio (Ekman, 1973; 1989,
1993; Ekman, O'Sullivan y Matsumoto, 1991a y b).

En general, quienes defienden la existencia de emociones básicas asumen que se


trata de procesos directamente relacionados con la adaptación y la evolución, que
tienen un sustrato neural innato, universal y un estado afectivo asociado único.
Para Izard (1977), así como para Plutchik (1980), las emociones son fenómenos
neuropsicológicos específicos fruto de la selección natural, que organizan y
motivan comportamientos fisiológicos y cognitivos que facilitan la adaptación.

Como hemos comentado, la cuestión de la existencia de emociones básicas es un


tema controvertido, sobre el que no existe todavía el suficiente consenso entre los
investigadores. Ortony y Turner (1990) señalan que no existen tales emociones
básicas a partir de las cuales puedan construirse todas las demás, ya que cada
autor propone un número y unas emociones determinadas que no suelen coincidir
con las que proponen otros investigadores. Si realmente existieran emociones
basicas claramente distintivas no debería existir tal desconcierto. Para Ortony y
Turner (1990) existen dos corrientes principales que abordan las emociones
básicas. Una biológica, que defiende que las emociones básicas han permitido la
adaptación al medio, se encuentran en diferentes culturas y debe haber un
sustrato neurofisiológico común entre las emociones básicas de los mamíferos, e
incluso de los vertebrados. La otra corriente, psicológica, defiende que todas las
emociones se pueden explicar en función de emociones irreducibles. Ambas
concepciones están muy relacionadas y su distinción es fundamentalmente
didáctica.

Ekman (1992) sale al paso de las críticas de Ortony y Turner para defender la
existencia de emociones básicas a nivel fisiológico corroborado por la existencia
de una serie de universales en la expresión emocional demostrados
transculturalmente, así como por un patrón fisiológico que caracterizaría a cada
una de ellas.

Las diferentes manifestaciones de


actividad del sistema nervioso
autónomo estarían a la base de las
conductas motoras apropiadas para
las distintas emociones, tales como
miedo, ira o aversión. Tales
emociones estarían directamente
relacionadas con la adaptación del
organismo, y por lo tanto es
consecuente que tengan un patrón
de actividad autonómica específica,
no así otras emociones tales como
felicidad o desprecio. No obstante,
los resultados en este particular no son concluyentes, y la existencia de patrones
fisiológicos de respuesta característicos de cada reacción afectiva es más un ideal
que una realidad.

El argumento que se ha esgrimido con mayor vehemencia para demostrar la


existencia de emociones básicas es el hecho de que tanto la expresión como el
reconocimiento sea un proceso innato y universal.
Este argumento darwinista fue expuesto inicialmente por Tomkins (1962) y ha sido
desarrollado especialmente por Ekman e Izard (Ekman, 1994; Izard, 1994). No
obstante, tampoco sobre esta cuestión existe consenso, más bien al contrario
aparecen estudios experimentales que no corroboran la hipótesis de la
universalidad en la expresión y reconocimiento de la expresión facial de las
emociones y que ponen de manifiesto que se trata de una conclusión producto de
importantes sesgos metodológicos (Russell, 1994; Chóliz, 1995c).

Si bien algunas de las principales discusiones teóricas actuales giran en torno a si


existen emociones básicas y si el reconocimiento de las mismas es universal (y
esto es un hecho controvertido, tal y como hemos puesto de manifiesto), lo cierto
es que existen ciertos patrones de reacción afectiva distintivos, generalizados y
que suelen mostrar una serie de características comunes en todos los seres
humanos.

Se trata de las emociones de alegría, tristeza, ira, sorpresa, miedo y asco.


Podemos defender incluso que se caracterizan por una serie de reacciones
fisiológicas o motoras propias, así como por la facilitación de determinadas
conductas que pueden llegar a ser adaptativas. En este apartado vamos a repasar
algunas de las características principales de dichas emociones, que son sobre las
que existe un mayor consenso a la hora de considerarlas como distintivas.
2.1.2 Función de las Emociones

Todas las emociones tienen alguna función que les confiere utilidad y permite que
el sujeto ejecute con eficacia las reacciones conductuales apropiadas y ello con
independencia de la cualidad hedónica que generen. Incluso las emociones más
desagradables tienen funciones importantes en la adaptación social y el ajuste
personal. Según Reeve (1994), la emoción tiene tres funciones principales:
a. Funciones adaptativas
b. Funciones sociales
c. Funciones motivacionales.

Funciones adaptativas.

Quizá una de las funciones más importantes de la emoción sea la de preparar al


organismo para que ejecute eficazmente la conducta exigida por las condiciones
ambientales, movilizando la energía necesaria para ello, así como dirigiendo la
conducta (acercando o alejando) hacia un objetivo determinado. Plutchik (1980)
destaca ocho funciones principales de las emociones y aboga por establecer un
lenguaje funcional que identifique cada una de dichas reacciones con la función
adaptativa que le corresponde. De esta manera será más fácil operativizar este
proceso y poder aplicar convenientemente el método experimental para la
investigación en la emoción.

La correspondencia entre la emoción y su función se refleja en el siguiente cuadro:

Tabla 1: Funciones de las emociones


(tomado de Plutchik, 1980)

La relevancia de las emociones como mecanismo adaptativo ya fue puesta de


manifiesto por Darwin (1872/1984), quien argumentó que la emoción sirve para
facilitar la conducta apropiada, lo cual le confiere un papel de extraordinaria
relevancia en la adaptación.

No obstante, las emociones son uno de los procesos menos sometidos al principio
de selección natural (Chóliz y Tejero, 1995), estando gobernados por tres
principios exclusivos de las mismas.

Los principios fundamentales que rigen la evolución en las emociones son el de


hábitos útiles asociados, antítesis y acción directa del sistema nervioso. Los
autores más relevantes de orientación neo-darwinista son Plutchik (1970),
Tomkins (1984), Izard (1984) y Ekman (1984). Los investigadores que se centran
en el análisis de las funciones adaptativas de las emociones ponen especial
interés en el estudio de la expresión de las emociones, análisis diferencial de las
emociones básicas, estudios transculturales de las mismas y funciones
específicas que representan.

Funciones sociales.

Puesto que una de las funciones principales de las emociones es facilitar la


aparición de las conductas apropiadas, la expresión de las emociones permite a
los demás predecir el comportamiento asociado con las mismas, lo cual tiene un
indudable valor en los procesos de relación interpersonal. Izard (1989) destaca
varias funciones sociales de las emociones, como son las de facilitar la interacción
social, controlar la conducta de los demás, permitir la comunicación de los estados
afectivos, o promover la conducta prosocial. Emociones como la felicidad
favorecen los vínculos sociales y relaciones interpersonales, mientras que la ira
pueden generar repuestas de evitación o de confrontación.

De cualquier manera, la expresión de las emociones puede considerarse como


una serie de estímulos discriminativos que facilitan la realización de las conductas
apropiadas por parte de los demás. La propia represión de las emociones también
tiene una evidente función social.

En un principio se trata de un proceso claramente adaptativo, por cuanto que es


socialmente necesaria la inhibición de ciertas reacciones emocionales que podrían
alterar las relaciones sociales y afectar incluso a la propia estructura y
funcionamiento de grupos y cualquier otro sistema de organización social.

No obstante, en algunos casos, la expresión de las emociones puede inducir el los


demás altruismo y conducta prosocial, mientras que la inhibición de otras puede
producir malos entendidos y reacciones indeseables que no se hubieran producido
en el caso de que los demás hubieran conocido el estado emocional en el que se
encontraba (Pennebaker, 1993). Por último, si bien en muchos casos la revelación
de las experiencias emocionales es saludable y beneficiosa, tanto porque reduce
el trabajo fisiológico que supone la inhibición (Pennebaker, Colder y Sharp, 1990)
como por el hecho de que favorece la creación de una red de apoyo social ante la
persona afectada (House, Landis y Umberson, 1988), los efectos sobre los demás
pueden llegar a ser perjudiciales, hecho éste que está constatado por la evidencia
de que aquéllos que proveen apoyo social al afligido sufren con mayor frecuencia
trastornos físicos y mentales (Coyne, Kessler, Tal, Turnbull, Wortman y Greden,
1987).

Funciones motivacionales

La relación entre emoción y motivación es íntima, ya que se trata de una


experiencia presente en cualquier tipo de actividad que posee las dos principales
características de la conducta motivada, dirección e intensidad.
La emoción energiza la conducta motivada. Una conducta "cargada"
emocionalmente se realiza de forma más vigorosa. Como hemos comentado, la
emoción tiene la función adaptativa de facilitar la ejecución eficaz de la conducta
necesaria en cada exigencia. Así, la cólera facilita las reacciones defensivas, la
alegría la atracción interpersonal, la sorpresa la atención ante estímulos
novedosos, etc. Por otro, dirige la conducta, en el sentido que facilita el
acercamiento o la evitación del objetivo de la conducta motivada en función de las
características alguedónicas de la emoción.

La función motivacional de la emoción sería congruente con lo que hemos


comentado anteriormente, de la existencia de las dos dimensiones principales de
la emoción: dimensión de agrado-desagrado e intensidad de la reacción afectiva.

La relación entre motivación y emoción no se limitan al hecho de que en toda


conducta motivada se producen reacciones emocionales, sino que una emoción
puede determinar la aparición de la propia conducta motivada, dirigirla hacia
determinado objetivo y hacer que se ejecute con intensidad. Podemos decir que
toda conducta motivada produce una reacción emocional y a su vez la emoción
facilita la aparición de unas conductas motivadas y no otras.

2.1.3 Cambios Físicos, Psicológicos y de Conducta

La emoción es un proceso complejo, multidimensional, en el que están integradas


respuestas:

◦Psicológicas, las
emociones alteran la
atención, activan redes
neuronales de la memoria.

◦Fisiológicas, organizan
rápidamente las respuestas
de distintos sistemas
biológicos, en donde están
incluidas las expresiones
faciales, los músculos, la voz, la actividad del Sistema Nervioso Autónomo y la del
sistema endocrino

◦Conductual, las emociones sirven para establecer nuestra posición con respecto
a nuestro entorno.

2.2 TEMA 2. Proceso Emocional


Desde el punto de vista educativo es vital conocer cómo se llevan a cabo los
procesos cognitivos de las emociones, ya que permitiría un ejercicio de la
formación más ajustado a la realidad fisiológica del ser humano. Ya que no hay
que olvidar que la conducta, la reactividad fisiológica y los procesos cognitivos son
producto de la actividad neuronal del individuo. No tener en cuenta que todos
estos elementos están interconectados supone adoptar una visión incompleta de
las emociones y por tanto del individuo.

Pese a que las emociones son aún un campo nuevo de investigación y todavía se
desconocen muchos mecanismos, si hay cierto consenso en cuanto a la utilidad
de las mismas, de modo que estas tendrían la función de evaluar el entorno desde
un punto de vista afectivo, del mismo modo que los sistemas perceptivos se
encargan de procesar propiedades físicas de los estímulos.

De esta manera se estaría obteniendo una percepción global del entorno y las
situaciones. No hay consenso, sin embargo, entre los científicos de si ocurren
primero las respuestas fisiológicas o la experimentación subjetiva de la emoción.
Una de las hipótesis más defendidas dice que la experiencia subjetiva de la
emoción se basa en la apreciación o percepción de los procesos fisiológicos y
cognitivos.

Algunos investigadores creen que incluso la información que llega a nuestro


cerebro acerca de la musculatura facial influye en la experiencia emocional, es
decir, que adoptar una expresión
emocional determinada provocaría en el
individuo una experiencia subjetiva
parecida a la que experimenta con la
emoción original, e incluso se podría
desencadenar esta. (Aguado Aguilar, op.
Cit.)

Desde la experiencia podemos


experimentar cómo el contagio emocional
a menudo se da solo mediante
observación. Por ejemplo, sonreír cuando
vemos sonreír a alguien es algo casi
inconsciente e instantáneo.

2.2.1 Proceso Emociona. Situación-Estímulo

Situación o Estímulo (Externo o interno) que reúne ciertas características, o cierto


potencial, es decir, que resulte significativa, para generar tal emoción.

2.2.2 Proceso Emocional. Interpretación

Un sujeto es capaz de percibir esa situación, procesarla y reaccionar ante ella.


Para esto, influye el significado que el sujeto concede a dicha situación, lo que
permite etiquetar una emoción como alegría, tristeza,
enfado, entre otros.

Es importante tener en cuenta que ante una misma


situación las personas reaccionan de forma emocional
diferente. Aunque compartimos las emociones, no
compartimos los hechos que las provocan.

La experiencia de una emoción generalmente


involucra un conjunto de cogniciones, actitudes y
creencias sobre el mundo, que utilizamos para valorar
una situación concreta y, por tanto, influyen en el
modo en el que se percibe dicha situación.

Tenemos la impresión de que los hechos externos producen nuestras emociones.

“No nos afecta lo que nos sucede, sino lo que nos decimos acerca de lo que nos
sucede” (Epicteto)

Hay que tomar en cuenta que entre un suceso y una emoción está:

Variables en la Interpretación de
Emociones

◦Nuestra ◦Nuestra ◦Nuestra ◦Nuestras ◦Nuestro


cultura experiencia atribución expectativas pensamiento

Nuestra cultura:
Es importante tener en cuenta el entorno donde nos desarrollamos ya que
dependiendo el contexto y la forma de pensar en cada cultura nos van a
influenciar en la manera de pensar y ver los acontecimientos que experimentamos,
ya sean físicos, psicológicos o de conducta.

Nuestra experiencia:
A lo largo de la vida vamos encontrándonos con sucesos concretos que
aprendemos a interpretar de manera que nos causan emociones: nos entristecen,
nos alegran, nos repugnan…
La interpretación de una situación determinada no es igual para todos los
individuos, ni siquiera a veces para el mismo individuo en diferentes momentos.

Nuestra atribución:
Weiner sugiere que las expectativas de éxito y fracaso, además de generar afecto
positivo y negativo (emoción primaria) generan emociones distintas en función del
resultado de la atribución de causalidad:

A) Interna-externa
B) Controlable-incontrolable
C) Estable-inestable

Del cómo se interprete dicha situación dependerá el que surja o no alguna


emoción, así como si la emoción será positiva (placentera) o negativa
(desagradable).
No a todos nos dan miedo las mismas cosas. Escalar un precipicio, subir a un
avión… pero algunas cosas son más universales, a esto se le conoce como
amenaza vital.

Nuestras expectativas:

Cuando esperamos que algo ocurra de una determinada manera o que alguien se
comporte de una forma concreta.

Nuestros pensamientos:

Nos habituamos a pensar de una forma determinada que nos parece correcta y
natural, porque nos acompaña desde hace tiempo. Pero nuestros pensamientos
median entre la situación y la emoción dependiendo cómo interpretamos la
situación y según mantenemos la valoración de la situación.

Nuestros Pensamientos pueden ser:

◦Pensamientos razonables y beneficiosos


◦Pensamientos no razonables y perjudiciales. Las distorsiones cognitivas son
maneras erróneas que tenemos de procesar la información, es decir,
malinterpretaciones de lo que ocurre a nuestro alrededor, generando múltiples
consecuencias.

Todos podemos presentar algún tipo de distorsión cognitiva; por ello es importante
conocerlas para detectarlas, analizarlas y modificarlas.

A continuación veremos más a groso modo qué son las Distorsiones cognitivas:

◦Filtro mental o abstracción selectiva: Prestar atención a un solo aspecto o


detalle de la situación. En general, el aspecto atendido y procesado es de carácter
negativo y poco importante, mientras que los aspectos ignorados suelen ser
positivos y más relevantes.
 Llego tarde a una reunión, “ya lo he estropeado todo”
 Tengo invitados a cenar y a alguien no le gusta mi comida “no ha ido bien”
 La discusión con mi hermano me ha amargado el día.

◦Pensamiento Dicotómico: Tendencia a clasificar todo en dos categorías


extremas y opuestas: todo o nada, blanco o negro, bueno o malo
No se aprecian categorías intermedias.

• Yo hago las cosas bien o no las hago


• Un pianista al tocar comete un error piensa “he tocado fatal”
◦Descalificación de lo positivo: Ver nuestros comportamientos positivos como lo
normal o pensar que las cosas agradables no hay que tenerlas en cuenta.
Mantener una creencia negativa que se contradice con las experiencias diarias.

• Alguien elogia mi trabajo “lo hace para animarme, no porque esté bien” Si
lo he hecho bien ha sido casualidad.
• No he hecho nada en todo el día.
◦Inferencia arbitraria: Sacar conclusiones de una situación que no están
apoyadas por los hechos, incluso cuando la evidencia es contraria a la conclusión.
Existen dos tipos de inferencia arbitraria:

1.- Lectura del pensamiento, pensar mal: suponer, sin pruebas, lo que otros
piensan sin comprobarlo.
• Ha pasado por mi lado y no me ha saludado, ha querido ignorarme
• Van a pensar que siempre estoy enfermo

2.- Anticipación negativa (error del adivino:) esperar que las cosas salgan mal sin
tener pruebas suficientes para ello. Transformar la posibilidad en un hecho cierto y
actuar en consecuencia.
• No voy a organizar una fiesta porque todos se aburrirán
• No voy a poder hacerlo
◦Magnificación o minimización: Exagerar o reducir la importancia de las
situaciones o de los hechos. Magnificar los errores propios y los éxitos de los
demás, y minimizar los propios éxitos y los errores de los otros.

• “Me dan igual los éxitos que haya logrado en el pasado, ya no tienen
importancia. Lo que importa ahora es que he cometido ese grave error.”
• Es tremendo que no me lo hayas dicho
◦Razonamiento emocional: Se refiere a la suposición, por parte de las personas
de que sus emociones reflejan como son las cosas. Creer que lo que se siente
emocionalmente es cierto necesariamente.

Si una persona se siente irritada es porque alguien ha hecho algo para irritarle
• “Me siento incompetente, luego soy incompetente”
• “Lo siento así, por consiguiente tiene que ser verdad”. Siento miedo a viajar
en avión, por tanto viajar en avión es peligroso.
◦Imperativos tipo “Tengo que” o “Deberías”: Son creencias rígidas e inflexibles
acerca de cómo debería ser uno o los demás. Las exigencias centradas en un
mismo, favorecen la autocrítica, mientras que las dirigidas hacia los demás
favorecen la rabia, la ira y la agresividad.

• “debería haber sido más atenta con mi marido y así no me hubiese dejado”
• “No debo cometer errores” “los demás deben actuar bien conmigo” “tengo
que gustar a todos”.
◦Etiquetación: hacer una evaluación global basada en algunos aspectos negativos.
Es una generalización excesiva aplicada al comportamiento humano. Consiste en
utilizar «etiquetas» peyorativas para describirse a uno mismo, en lugar de describir
los hechos o cualidades objetivamente y con exactitud. No describe
comportamientos concretos, sino que hace evaluaciones globales.
• “Soy torpe”
• “Soy un desastre”
• “Soy un inútil”

◦Generalización excesiva o sobregeneralización: Es la tendencia a creer que si


ha ocurrido alguna vez, ocurrirá otras muchas veces.
• Pedro le ha dejado Sonia después de dos años y medio de relación. Pedro
piensa: “nadie más me querrá”, “nunca encontrare a nadie que quiera estar
conmigo.
• Me despiden del trabajo y pienso: “nunca voy a encontrar otro empleo”.
◦Personalización: Atribuirse la responsabilidad de los sucesos que tienen
consecuencias para los demás, sin base para ellos. Sentimiento de culpa Incluso
de los acontecimientos en los que apenas han participado o aquellos en los que
no han participado en absoluto.
• El hijo de Ana, ha realizado un examen y ha suspendido. Ana piensa que
ha fracasado en la educación de su hijo, que ha cometido algún error
porque si lo hubiera hecho bien su hijo hubiese aprobado
• Si somos una familia unida, es lógico que sufra si alguno tiene un problema.
Si Miguel tiene problemas es porque no lo he ayudado lo suficiente.

2.2.3 Proceso Emocional. Reacción

La primera reacción que produce una emoción es corporal o fisiológica.

◦Respuestas involuntarias: cambios en el ritmo cardíaco o respiratorio, aumento


de sudoración, cambios en la tensión muscular, sudoración, sequedad en la boca,
presión sanguínea.

◦Cambios fisiológicos intensos no tienen por qué ser patológicos, sino que, por
lo general, se consideran respuestas adaptativas del individuo a las demandas de
la situación.

Esta mayor actividad fisiológica hasta cierto punto es normal, aunque pueda ser
interpretada como un peligro por algunas personas.

◦La expresión motora-observable: expresiones faciales de alegría, ira, miedo,


entre otras; tono y volumen de voz, movimientos del cuerpo, sonrisa, llanto y otros.

◦Para finalmente emitir un mensaje por medio de nuestra conducta.


2.3 TEMA 3. Manejo Adecuado de las Emociones

Gardner, inconforme ante las limitaciones del concepto de CI, y con base en la
observación y sus investigaciones, desarrolló el concepto de inteligencias
múltiples, aunque dentro de éstas no incluyó a las emociones como parte de la
inteligencia, sentó las bases para incluir este importante proceso cuando describió
la inteligencia interpersonal y la inteligencia intrapersonal, donde las habilidades
principales son el conocimiento de uno mismo y la sensibilidad ante otros.

Peter Salovey y John Mayer, cimentados en esas dos inteligencias de Gardner,


acuñan el término de Inteligencia Emocional, entendiendo que sin esta básica
inteligencia las demás se encuentran bloqueadas o no desarrolladas; ellos
describen la inteligencia emocional básicamente como la comprensión de las
propias emociones, la capacidad de ser empáticos con las demás personas, es
decir, entender sus propias emociones, y la capacidad de conducir nuestras
emociones adecuadamente con la finalidad de mejorar nuestra calidad de vida.

Daniel Goleman retoma el concepto e investiga profundamente, no sólo los


fundamentos teóricos de la inteligencia emocional, sino la forma de desarrollarla
de manera práctica:

1 Autoconciencia: Consiste en el conjunto de habilidades para reconocer,


aceptar y comprender los propios estados emocionales, así como su efecto en las
demás personas.
2 Autoregulación: Trata de cómo controlar, orientar y en su caso redireccionar
impulsos y estados emocionales extremosos.
3 Automotivación: Es la habilidad para establecer objetivos propios y ejecutar
acciones para alcanzarlos; sin necesitar factores de estimulación externa.
4 Empatía: Es la capacidad de reconocer emociones y sentimientos en los demás
a través de las señales del lenguaje no verbal, a fin de entender sus necesidades
y tener la disposición para tratar de satisfacerlas.
5 Socialización: Incluye el dominio de formas y maneras para relacionarse con
otras personas, creando vínculos efectivos y afectivos; así como entornos para
interacciones positivas.
Es por medio del desarrollo de las Competencias clave de la Inteligencia
Emocional, que Goleman afirma que es posible educar y desarrollar las emociones
para ponerlas al servicio de los objetivos de cada uno.

2.3.1 La Autoconsciencia, haciendo conscientes las emociones

¿Qué es Autoconciencia?

La buena conciencia es blanda almohada. John Ray


Es el reconocimiento de los propios sentimientos y emociones cuando ellos están
ocurriendo, es el darse cuenta de los propios estados internos.

Es una actitud autoreflexiva de nuestro yo que observa e investiga la propia


experiencia en todos sus procesos (pensamientos, sensaciones, sentimientos y
emociones), y es la capacidad de clasificar y nombrar cada proceso y cada
emoción, de una manera hasta cierto punto neutro o imparcial.

El ser autoconsciente, significa tener un claro conocimiento de nuestros estados


emocionales y de los pensamientos alrededor de esos estados, aun cuando ese
estado sea intenso y turbulento. Esta capacidad de darse cuenta por uno mismo,
es el fundamento de toda la inteligencia emocional, ya que, si somos capaces de
verla, nombrarla, y reconocer los pensamientos que la acompañan, es porque esa
emoción ha pasado a nivel de neocortex, y por lo tanto es más controlable que
cuando es sólo una reacción automática a nivel de sistema límbico.

“Aunque existe una distinción lógica entre ser consciente de los sentimientos y
actuar para cambiarlos, Mayer considera que a todos los efectos prácticos, ambas
cosas suelen estar unidas: reconocer un humor desagradable es sentir el deseo
de superarlo. Este reconocimiento, sin embargo, se distingue de los esfuerzos que
hacemos para no actuar movidos por el impulso emocional” (Goleman).

Desde luego que las diferencias individuales, las experiencias, el temperamento y


el carácter de cada individuo determinarán la manera en que va a responder ante
determinados estímulos y ante sus propias reacciones emocionales y su grado de
autocontrol.

Salovey define algunos estilos característicos:

 El autoconsciente, que logra un control equilibrado ante las emociones


intensas. Son capaces de recuperarse rápidamente de episodios
emocionales intensos y ante todo muestran gran seguridad psicológica.
 El empantanado o atorado, que es el que se siente atrapado por sus
propias emociones e incapaz de salir de ellas. No son muy conscientes de
sus emociones y responden de manera impulsiva ante situaciones que
perciben como aversivas.
 Aceptación pasiva. Son personas que a pesar de estar conscientes de sus
estados emocionales, no hacen nada para modificarlo, sobre todo en el
caso de personas depresivas o malhumoradas que aceptan sus emociones
pero no se sienten capaces de modificarlo a pesar de que se sienten mal.
Fuera de estos tres grupos reconocibles, sería muy difícil nombrar todas las
posibles formas de reacción de los seres humanos, las cuales estarían
determinadas por el sinnúmero de experiencias humanas y diferencias
individuales. La intensidad de la reacción puede ir desde lo más intensa y
abrumadora que impulsa al individuo a perder el control de sí mismo, hasta la total
indiferencia que aletarga a la persona y le impide adaptarse rápidamente a una
situación emergente; desde luego que ambos extremos de la escala son
inadecuados y lo deseable es un sano equilibrio.

Se ha encontrado que en términos generales las mujeres experimentan


emociones positivas y negativas más intensas que los hombres. “Y al margen de
las diferencias de sexo, la vida emocional es más rica para aquellos que las notan
más. Por un lado; esta sensibilidad emocional intensificada significa, que para
estas personas la menor provocación desencadena una tormenta emocional, ya
sea gloriosa o infernal, mientras los que se encuentran en el otro extremo apenas
experimentan sentimientos, incluso bajo las más espantosas circunstancias”.
(Goleman).

En este último extremo que puede parecernos extraño, las personas carecen de
toda expresión emocional (Alexitimia o carencia de emociones), que en este caso
es una situación patológica en la que se puede sospechar de una falta de
conexión entre el sistema límbico y el neocortex, especialmente con el centro del
habla: sin embargo esta situación nos da una pista importante en el control
emocional, y es que si podemos nombrar un sentimiento o emoción en ese
momento, lo hacemos nuestro y una vez que asumimos la responsabilidad de ese
estado emocional, el control está en nuestras manos

Los estados emocionales cumplen el importante papel de guiarnos entre las


interminables opciones de la vida y en el establecimiento de relaciones con
nuestros semejantes. No podemos tomar decisiones totalmente racionales, puesto
que la razón fría que pudiera compararse con una computadora, pasará por alto
detalles tan sutiles que llevarán al fracaso cualquier decisión; por ejemplo a la hora
de elegir pareja, la razón puede decirnos que una determinada persona tiene tales
o cuales características externas, pero en aspectos sutiles como el carácter o la
forma de expresase y relacionarse con los demás, sólo la intuición guiada por la
emoción, puede darse cuenta.

Aquello que alerta a nuestra conciencia acerca de estas emociones, es lo que se


llama “marcadores somáticos”, que son señales o “alarmas” activadas por nuestro
sistema límbico a partir de estados fisiológicos viscerales, que nos avisan de los
riesgos probables de algún curso de acción, o bien de las oportunidades implícitas
en una determinada situación. La razón pura no se daría cuenta de esas
posibilidades, ya que son provocadas por estímulos sutiles del entorno que sólo
tienen un significado emocional y que la razón no puede detectar.

La mayor parte de estos procesos psicofisiológicos se dan a nivel inconsciente, y


si recordamos la manera en que éste funciona, podemos saber que un estímulo
percibido por el inconsciente, desencadenará una reacción emocional
determinada, sin que sepamos a ciencia cierta de dónde surge, la manera en que
estos procesos pueden ser traídos a la conciencia es la autoobservación de los
indicadores somáticos y el nombrar las emociones percibidas, de esta manera
subimos el estado a nivel de corteza y por lo tanto es posible asumir el control
voluntario de la situación, además de que podremos reflexionar sobre el proceso y
su origen, identificando las causas de la emoción y así estar preparados para el
futuro en cuanto al estímulo desencadenante de la emoción.

2.3.2 Manejo de las Emociones

Autodominio ¿Cómo manejar las emociones? Jamás da, el alma humana, mejor
prueba de fortaleza y nobleza que cuando renuncia a la venganza y se atreve a
perdonar una ofensa.
E. H. Chapin

Cuando hemos logrado una


adecuada autoconciencia y hemos
entendido nuestras propias
emociones, carencias y necesidades
emocionales insatisfechas, y somos
capaces de reconocer y nombrar
nuestros estados emocionales
cuando están ocurriendo, hemos
dado ya el paso más importante en
el adecuado control de las emociones.

Las emociones son tan intensas y tan intempestivas que a menudo se requiere un
esfuerzo tenaz para dominarlas, en lugar de que ellas nos dominen a nosotros,
podríamos compararlas con un potro salvaje que trata de derribarnos a toda costa
y que nos lleva por donde su desbocada y alocada carrera lo conduce. Podemos
dejarlo que nos maneje de esta forma, o bien podemos domarlo y que realmente
nos sea útil para ir a donde queramos dirigirnos.

El potro es poderoso pero no nos será útil en estado salvaje, a menos que lo
pongamos a nuestro servicio domándolo para aprovechar su fuerza.

Este control no significa supresión de emociones negativas, no tendría sino un


efecto contraproducente. Supongamos que en nuestra situación laboral, al ver los
avances de algún compañero, sentimos una desagradable sensación de envidia,
como éste es un sentimiento inaceptable y además desaprobado moral y
socialmente, lo negamos y lo mandamos al inconsciente.
El hecho de que lo hayamos colocado “debajo de la alfombra” no quiere decir que
no exista, y desde ese lugar oculto nos hará más daño porque provocará
conductas en nosotros de las cuales nos será difícil reconocer su causa. Sería
mejor reconocer el sentimiento de envidia y tratar de encontrar su causa primaria
en nosotros mismos.

Un adecuado autocontrol significa más bien el reconocimiento y la expresión


equilibrada de nuestras emociones negativas, puesto que cada una de ellas tiene
un propósito y en principio no existen emociones “malas”, ellas nos indican algún
aspecto que nuestro ser percibe como amenazante para que nos protejamos física
o psicológicamente, para que nos adaptemos sanamente a cada situación.

Podemos afirmar que inclusive las emociones más negativas, que nos producen
sufrimiento tiene una función positiva porque templan nuestro carácter y nos
ayudan a responder más eficientemente en el futuro.

Bienestar = Equilibrio Emocional


(Ni tan intensa que nos ciegue, ni tan fría que nos aleje de la realidad)

Los sentimientos y emociones extremadamente intensas son poco frecuentes, a


menos que ya sean tan crónicos que frecuentemente desequilibren a la persona
como en el caso de estados depresivos crónicos o una continua irritabilidad que
nos lleve a desórdenes del carácter, caso en el que se requiere de apoyo
profesional para recuperar el equilibrio.

Cuando las emociones son más normales, y queremos ponerlas a nuestro


servicio, el camino es dominarlas y el procedimiento nos es cada vez más claro:
reconocerlas, analizarlas, encontrar su origen y aplicar una de las muchas
técnicas disponibles, tales como caminar, hacer ejercicio físico, o practicar la
relajación, la meditación. En el siguiente capítulo practicaremos las técnicas más
idóneas para el control y manejo de las emociones disruptivas.

Recuerda...
 Tus sentimientos negativos son expresiones de tus necesidades
emocionales insatisfechas.
 Cada sentimiento o emoción negativa, tiene un valor positivo.
 La conciencia de tus sentimientos y emociones es la llave del
autoconocimiento, y el autoconocimiento es la llave del automejoramiento.
 Juzgar y analizar a los demás no es más que una forma de autoevasión y
autoengaño.
 El miedo es una emoción secundaria, identifica cual es la primaria.
 Aceptando la responsabilidad, liberas el resentimiento.
 Existe una tenue línea entre necesidad insatisfecha y odio, y no entre amor
y odio.
 No puedes resolver los problemas emocionales con lógica.
 Las emociones no son detestables.
 Invalidar las habilidades, la intimidad, la creatividad y la autoestima;
generan caos, confusión y conflicto.
 Todas las acciones están motivadas por sentimientos.

Las emociones nos ponen en movimiento. Podemos escoger la forma en que


respondemos a una emoción, si es así nosotros tenemos el control; los
sentimientos en control son poderosos. Tomando la responsabilidad de nuestros
sentimientos y emociones tenemos el poder en nuestras manos y lo podemos
aplicar en la dirección que deseemos.

Manejando Nuestras Emociones Negativas

Pregúntate:
 ¿Qué es lo que más me molesta o fastidia?
 ¿Cuáles son mis creencias al respecto?
 ¿Algunas de esas creencias son disfuncionales o inadecuadas?
 ¿Cuáles son mis necesidades al respecto?
 ¿Cómo puedo satisfacerlas por mí mismo?
 Reconstruye la situación detalladamente como una oportunidad de
resolverla y crecer.
 Cambia tu actitud demandante hacia los demás y asume la responsabilidad
de tus propias necesidades.

2.3.3 Automotivación

Cuando observamos a aquellos que tienen éxito en alguna área del quehacer
humano, aquellos que sobresalen en los resultados de sus tareas, que progresan
continuamente en su vida, es frecuente que nos preguntemos ¿cómo lo hacen? La
respuesta es sencilla: se esfuerzan.
El esfuerzo y dedicación que estas personas dedican al desempeño de sus
responsabilidades es notable, pueden permanecer durante largos periodos de
tiempo enfrascados en una actividad, con un celo y apego que a los observadores
externos les puede parecer excesivo, no entienden por qué lo hacen con tanta
alegría y con ese placer que reflejan al realizar la tarea, se dedican con verdadera
pasión.

¿Qué les permite canalizar tanta energía a lo que hacen? Su capacidad de


automotivación.

La fuerza que impulsa a los triunfadores es la motivación interna, no es una


obligación o algún modo de coerción externa. Esta motivación tiene su base en
rasgos emocionales muy bien determinados: Entusiasmo y Persistencia.

El entusiasmo es un estado emocional de tono positivo donde predomina el buen


humor, la alegría, la disponibilidad y una actitud abierta a todas las posibilidades;
se dispone de mucha energía y espontaneidad, y se observa una conducta
diligente y bien canalizada. La persistencia por su parte, es la capacidad de
mantener la atención, energía y actividad concreta en una tarea particular, durante
todo el tiempo que sea necesario, hasta la consecución de un objetivo específico.
Si alguien logra reunir estos dos estados, sus resultados necesariamente serán
mejores que los de los que no los poseen. Pero requieren de algunas
características importantes que los acompañen: la primera característica es la
tolerancia a la frustración, ya que el perseguir una meta elevada, generalmente va
acompañada de tropiezos, de contratiempos y obstáculos, en que las personas
sobresalientes tienen la capacidad de reponerse rápidamente de los fracasos y
continuar con su actividad.

La segunda es el control de los impulsos, sobre todo el impulso de abandonar


por una tarea más fácil o bien de sucumbir a los estados emocionales de
depresión, derrota o ira. Este control es factible gracias a un proceso de inhibición
de las señales límbicas por estados corticales superiores (lo que hemos llamado
templanza) y que les permite encausar esa emoción a un objetivo de manera
positiva. La tercera es la capacidad de postergar la gratificación, es decir sacrificar
las posibles gratificaciones que suponen abandonar un proyecto, a favor de una
gratificación instantánea tal como ir a una fiesta o ponerse a descansar, para en
su lugar, obtener una satisfacción mayor, como la de lograr una meta elevada.

Por otro lado estas personas (al contrario de quienes no sobresalen o tienen un
desempeño normal), son capaces de aprovechar la ansiedad que produce el
trabajo cotidiano, la anticipación y la preocupación.

Todos nosotros tenemos la facultad de anticiparnos a cualquier situación, lo que


nos permite planear la manera más adecuada de actuar, incluso podemos generar
una gran cantidad de alternativas para los casos en que pensamos pudieran
ocurrir desviaciones u obstáculos, precisamente así es como aprovechan las
personas exitosas esta capacidad humana; por el contrario las personas que no
controlan sus emociones, la utilizan para mantenerse en una preocupación
constante, viajan de un posible desenlace negativo a otro y no encuentran paz,
entonces la anticipación y ansiedad tienen un signo negativo que termina por ser
incapacitante, llena de temor a la persona y así evita cualquier alternativa, ya que
cualquiera será amenazante.

La anticipación también genera una cierta tensión, un estado de ansiedad que si


se aprovecha positivamente se convierte en un estado levemente eufórico de
anticipación positiva que nos alimenta de energía para actuar a favor de la meta
(se ha descubierto que este estado levemente eufórico es el óptimo para generar
ideas creativas).

Otro requisito es el buen humor, cuando una persona se siente alegre y contenta,
ve las situaciones de manera más positiva que si la persona se encuentra
deprimida o triste. Por ello es que la risa y el buen humor son buenos consejeros,
ya que nos animan a asumir mayores riesgos y responsabilidades y a encontrar
mayores posibilidades de éxito en los planes que nos propongamos; además de
ayudarnos a ser más flexibles en nuestra postura, ya sea ante las diferentes
opciones o ante las opiniones de los demás.

El último requisito necesario para mantener una postura de entusiasmo y


persistencia es el pensamiento positivo, entendiéndose por éste una actitud de
optimismo y esperanza, una creencia positiva en sí mismo, en su propia fuerza,
capacidad y voluntad para salir adelante en las metas que nos propongamos. Si
uno cree que puede entonces lo intenta y lo vuelve a intentar, pero si uno cree que
no puede, entonces no lo intenta ni siquiera una vez. Cuando existe una postura
de esperanza y optimismo, las metas son altas y entonces uno tiene que
demostrarse a sí mismo que si puede.

La esperanza es la expectativa de que las cosas saldrán bien a pesar de los


numerosos obstáculos y frustraciones; y considera que los fracasos no son una
fuente de desaliento, sino de aprendizaje, ya que le da el valor de guías que le
indican que ese no es el camino correcto y que no debe intentar más por ahí.

Cuando todas estas emociones, sentimientos y actitudes están alineadas en torno


a una meta, que para la persona vale la pena, entra en un estado psicofisiológico
muy especial conocido como “flujo” en el que queda absorto en ella y puede
perder la noción del tiempo, dedicado en cuerpo y alma al asunto que le ocupa;
realiza esa tarea con tanta maestría que la hace aparecer como si fuera muy
sencilla de realizar y la realiza con tanto placer que puede mantener la disciplina y
la atención en ese acto. Ésta, es una habilidad natural que todos tenemos en la
que se observa una disminución cortical y una atención relajada, un equilibrio total
y una disposición de todos nuestros recursos.

“Controlar el impulso y postergar la gratificación, regular nuestros estados de


ánimo para que faciliten el pensamiento en lugar de impedirlo, motivarnos para
persistir y seguir intentándolo a pesar de los contratiempos, o encontrar maneras
de alcanzar el estado de flujo y así desempeñarnos más eficazmente, todo esto
demuestra el poder de la emoción para guiar el esfuerzo efectivo”(Goleman).

Emociones y Poder
(Anthony Robbins)
“La única forma de utilizar con efectividad sus emociones consiste en comprender
que éstas le sirven. Tiene que aprender de sus emociones y utilizarlas para crear
los resultados que desea para alcanzar una mayor calidad de vida. Las emociones
que antes consideraba como negativas, no son más que una simple llamada a la
acción. De hecho, en lugar de llamarlas emociones negativas, a partir de ahora las
llamaremos señales para la acción”:

Los 5 pasos para el dominio emocional

1.- Identifica que estas sintiendo realmente:


Cuestiona tus emociones. Define con la mayor exactitud cómo te estas sintiendo.
Usa preguntas como:
 ¿Qué estoy sintiendo en este momento? (Dolor, angustia, ira, etc.)
 ¿Es una sensación real o la estoy inventando? (por ejemplo hacerse el
enojado)

Si es una sensación real, y ya se cual es…


 ¿Es lo único que siento?
 ¿Hay otra sensación escondida?

2.- Reconoce y aprecia tus emociones:


No juzgues que tus emociones son erróneas o negativas. Si ya están ahí, confía
en las señales que te envían y aprovéchalas.

3.- Descubre los mensajes y señales:

La curiosidad te ayuda a manejar tus emociones; pregúntate cosas como:


 ¿Es posible que este malinterpretando o exagerando la situación?
 ¿Cómo quiero sentirme en este momento?
 ¿Qué debo hacer para pasar de “cómo me siento” a “cómo quiero
sentirme”?
4.- Gana confianza en ti mismo:

Gana confianza en ti mismo: predispone a que sí puedes manejar la emoción.


Recuerda situaciones similares (o aún peores) y cuestiónate:
 ¿Qué hice en qué momento?
 Lo que hice entonces, ¿Funcionó o fracaso?
Si funcionó:
 ¿Por qué? ¿Cómo puedo repetirlo y mejorarlo?
Si no funcionó:
 ¿Por qué? ¿Cómo puedo repetirlo sin caer en los mismos errores?
5. Aprende.

Asegúrate de que puedes manejar la situación ahora y en el futuro.


 ¿Qué debo aprender?
 ¿Qué debo hacer para no caer en esto otra vez?

2.3.4 Empatía
La empatía es la habilidad de reconocer los sentimientos y emociones de otras
personas y actuar apropiadamente de acuerdo a su plena comprensión, es la
delicada y sutil percepción de los estados psicofisiológicos y emocionales de los
demás, que nos permite entender las expectativas y necesidades de otros, más
allá de nuestras propias necesidades, responder con la conducta apropiada y ser
certeros en nuestras relaciones con los demás.

En resumen, es la habilidad de descifrar en forma correcta las señales


emocionales y actuar en consonancia.

La palabra empatía tiene su origen en el griego empatheia, que significa “sentir


dentro” y que en su origen como término psicológico, describía la habilidad de
percibir la experiencia subjetiva de otra persona, a través de la imitación
psicofisiológica y que evoca los mismos sentimientos dentro de uno mismo.

Bases de la empatía

Esta habilidad requiere un alto desarrollo en la capacidad de autopercepción, de


conciencia de uno mismo y del reconocimiento y aceptación de los propios
sentimientos.

Los instrumentos que nos permiten percibir los estados emocionales de los
demás son nuestros propios indicadores somáticos, que deben estar bien afinados
para permitirnos detectar con precisión, ya sean las señales que vienen de fuera o
de dentro de uno mismo.

Por otro lado, el que podamos ser empáticos, depende de la capacidad para
salirse de uno mismo y posponer las propias necesidades para interesarnos
activamente en los demás.

El 90% del mensaje emocional no está expresado en palabras, éste consta más
bien de otro tipo de señales muy sutiles tales como: tono de voz, lenguaje
corporal, tono fisiológico, silencios, gestos casi imperceptibles, brillantez de los
ojos, ritmo de la respiración, entre muchos otros; por lo que para poderlas detectar
necesitamos sobre todo la capacidad para mantener nuestra atención e interés en
la otra persona, por medio de una escucha activa y así expresar tácitamente al
otro que lo entendemos y sentimos en sintonía con sus propios sentimientos. La
empatía exige suficiente calma y sensibilidad para que las señales sutiles de los
sentimientos de otra persona puedan ser recibidas e imitadas por el propio cerebro
emocional, lo que significa que difícilmente en un estado de distracción o
descontrol, se puede uno dar cuenta de ello.

Cuando somos empáticos, nos hiere herir a otros, o verlos lastimados; por lo que
la empatía es la fuerza con la que se construye la regla de oro: “No hagas a los
demás lo que no quieres para ti mismo”.
La incapacidad de sentir empatía conduce a las personas a tener conflictos
continuos con los demás hasta el extremo de producir conductas desviadas
socialmente, de hecho la desviación psicopática, que se caracteriza por desapego
emocional y carencia de remordimientos, orilla a los psicópatas a cometer los más
terribles crímenes en contra de la humanidad.

2.3.5 Habilidad en las Relaciones

Ser capaz de entender y manejar las propias emociones (autodominio) y las


emociones del otro (es decir la empatía), es la esencia del arte de mantener
relaciones sanas y productivas.

El conflicto es inherente a la interacción humana, por lo que desde etapas


tempranas desarrollamos habilidades para la evaluación, la negociación y el
compromiso, basado en el reconocimiento y calibración de las necesidades de
nuestros semejantes.

“Estas son las capacidades que contribuyen a la eficacia en el trato con los
demás; aquí los déficits conducen a la ineptitud en el mundo social o a los
desastres interpersonales repetidos. En efecto, es precisamente la ausencia de
estas habilidades lo que puede hacer que incluso los más brillantes
intelectualmente fracasen en sus relaciones, apareciendo como arrogantes,
desagradables o insensibles. Estas habilidades sociales le permiten a uno dar
forma a un encuentro, movilizar o inspirar a otros, prosperar en las relaciones
íntimas, persuadir e influir, tranquilizar a los demás”. (Goleman).

Demostración Emocional

Mantener buenas relaciones interpersonales con la mayor parte de la gente que


nos rodea requiere sutileza y habilidades de demostración emocional socialmente
adecuada de acuerdo a la cultura, es decir, debemos tener la habilidad de percibir
en cada caso las reglas sociales imperantes y las señales que nos indiquen lo que
se espera en cuanto a la expresión de los estados emocionales; una expresión fría
o demasiado efusiva, pueden ser mal vistas y producir un efecto
contraproducente.

Reglas Sociales

Cada grupo puede tener las suyas, y en cada situación debemos estar al
pendiente de ellas, ya que su función principal es hacer que las personas
involucradas se sientan cómodas.

Sincronía

Entre mayor coordinación exista entre los estados de ánimo con las personas con
las que estamos conviviendo, mayor será la compenetración, es decir, la
percepción de afinidad y sensación de entendimiento entre ambas partes. La
sincronía del estado de ánimo determina que uno sienta que una interacción salió
bien o no.

Contagio Emocional

Las emociones son contagiosas, podemos transmitir una emoción positiva que va
a impactar a la otra persona o una negativa que la va a contagiar y hacerla sentir
mal. Cuando manejamos conscientemente estos principios es factible que de una
manera voluntaria preparemos el estado de ánimo adecuado a la situación y que
por imitación inconsciente que hará la otra persona, podremos contagiarla y
generar desde el inicio un clima que nos sea más propicio para el intercambio
social.

Primer Impacto Óptimo

Como sabemos, la comunicación de emociones es en su mayoría no verbal, a


través de la postura corporal, los gestos, el tono de voz y el estado fisiológico; que
se percibe de una manera muy sutil y es captada a través de la intuición. Esta
comunicación no verbal tiene un impacto determinante en el clima que prevalecerá
durante todo el encuentro, por lo que debemos ser cuidadosos en construir un
buen primer impacto.

Solución de Conflictos

La primera regla es evitarlos de manera sutil, estando atentos a las necesidades y


expectativas de los demás, pero una vez que surgen, nuestra actitud deberá ser
en todos los casos de reconciliación.

El evitar enfrentar directamente las posturas de los demás lo único que generará
será resentimientos y cierra las posibilidades de un acuerdo futuro, por lo que es
más conveniente ceder en principio para posteriormente poder negociar nuestra
postura y conciliar los posibles puntos de acuerdo.

“La facilidad para relacionarse es una de las cualidades más importantes que uno
pueda poseer. Para ser un buen actor o un buen vendedor, un buen padre o un
buen amigo, un buen persuasor o un buen político, lo que se necesita en realidad
es capacidad de relación, la facilidad para establecer lazos humanos comunes y
fuertes para saber comprender a otros” (Anthony Robbins).

Actitudes Sociales que Producen Rechazo

 Intento por dominar a los demás rápidamente.


 No coincidir en el marco de referencia.
 Abrirse paso en un grupo a costa de lo que sea.
 Cambiar de tema bruscamente.
 Ofrecer sus propias opiniones cuando no son solicitadas.
 Discrepar rápidamente de los demás y mostrar oposición.
 Mensajes molestos.
 Agresividad.
 Poco tacto.
 Inoportunidad.
 Intromisión.
 No desarrollar contacto visual.
 Mala interpretación del lenguaje corporal.
 Invadir el espacio personal de los demás.
 Mostrar poco interés en los demás.
 No saber cuándo se debe concluir una conversación o cuando retirarse de
la situación.
 El egocentrismo en términos generales...

2.3.6 Técnicas de Control

El crecimiento en el ser humano es continuo, aprendemos a cada momento las


formas más adecuadas de adaptarnos a las circunstancias y ser más efectivos, en
el caso de la inteligencia emocional, comprende, como ya lo hemos observado,
habilidades que pueden aprenderse y desarrollarse, mediante el entrenamiento y
la práctica constantes.

Sin embargo la principal actitud que debemos asumir, es la búsqueda del equilibrio
personal en todas las esferas de nuestra vida: el área cognitiva, el área emocional
y el área conductual.
Cuando los pensamientos, sentimientos y acciones de una persona son
congruentes, le comunican a su cerebro un dominio pleno de la situación, lo que
refuerza su autoestima.

El temperamento no determina nuestro destino.

Esto es, no es tarde para hacer cambios en nuestras vidas, o para ayudar a otros
a hacer lo mismo. Las investigaciones han demostrado claramente que los
aspectos de nuestra personalidad no son rígidos, que probablemente no podamos
elegir las situaciones que se presentan en nuestras vidas, pero sí la forma en que
reaccionamos a ellas y también la manera en que nos sentimos respecto a ellas.
En otras palabras, somos responsables y dueños de nuestros pensamientos,
sentimientos y acciones.

Construyendo la inteligencia Emocional

¿Es posible construir la inteligencia emocional?

Se pueden desarrollar nuevas conductas y habilidades que nos permiten hacer un


mejor uso de nuestros estados emocionales.

A continuación describimos algunas técnicas útiles para el manejo de estados


emocionales perturbadores que disminuyen nuestra efectividad en relación con los
resultados que esperamos, o bien, en cuanto a nuestras relaciones
interpersonales
Técnicas para el incremento de la Inteligencia Emocional

Cualquier técnica, debe estar sustentada por la comprensión de que cuando existe
una emoción intensa que bloquea nuestro funcionamiento normal, ésta responde a
un condicionamiento complejo que en primer lugar debamos analizar para
descubrir los factores detonadores y las conexiones neuropsicológicas, a fin de
lograr desactivarlas.
En la actualidad se tiene un mejor conocimiento del proceso de establecimiento de
un trastorno originado por una situación que vivimos como traumática y del circuito
fisiológico en el que están involucradas varias estructuras cerebrales, y que se
queda grabado haciéndonos hipersensibles a cualquier estímulo asociado con el
trauma, y a los cuales respondemos de una manera automática casi inevitable.
Entonces el propósito de las técnicas es hacernos conscientes de todo el proceso
a fin de poder desactivarlo.
Manejo de la Ira (comportamiento agresivo de enfrentamiento y lucha)

STOP

Esta técnica consiste en detener a tiempo la emoción, antes de que pueda


desplegar toda su fuerza destructiva.

El poder detener una emoción antes de que nos domine, precisa tener un
conocimiento de las sensaciones corporales generadas por los indicadores
somáticos asociados con la ira, y la conciencia de que si la dejamos pasar no
podremos tener control sobre ella y que por el contrario esta emoción nos
obnubilará la razón haciéndonos perder el control de la situación.

Por otro lado debemos trabajar en reconocer los aspectos en que particularmente
una situación nos irrita hasta llegar a la expresión de la ira, ya que sucesivos
accesos de este estado emocional hacen cada vez más bajo el umbral de
tolerancia a estímulos irritantes.

INTROSPECCIÓN

Se refiere a la autoobservación en las situaciones en que corremos el riesgo de


dejarnos llevar por la cólera; consiste de los siguientes pasos:
1. Observar el proceso de la emoción que nos asalta.
2. Observar y hacer conscientes los pensamientos.
3. Hacer conscientes las sensaciones corporales.
4. Verificar el estado fisiológico (tono muscular, ritmo cardiaco, respiración,
postura corporal).
5. Identificar los estímulos desencadenantes.
6. Identificar los temores inconscientes (¿qué puede pasar?).
7. Interrumpir el automatismo por medio de la técnica nueva valoración.

NUEVA VALORACIÓN

Esta técnica consiste en dar una interpretación positiva a la situación,


revalorizando los pensamientos asociados, ya que nuestra percepción puede ser
modificada por la emoción y tendemos a precipitarnos en nuestras conclusiones
haciéndolas exageradas o injustas. Por otro lado, también revalorizamos la
postura de otras personas haciendo uso de la empatía para entender su postura y
punto de vista.

ACTIVIDAD FÍSICA

Consiste en desfogar físicamente la carga energética generada por la reacción


fisiológica, las muy diversas actividades pueden comprender desde respirar
profundamente, caminar y hasta correr.

RETIRADA – DISTRACCIÓN
En este caso la idea es no responder a los estímulos que estamos percibiendo
como agresivos, y aunque es inevitable la reacción fisiológica, al no responder la
hacemos limitada y controlable, a través de buscar algún distractor como leer, ver
televisión o cualquier otro tipo de distracción que aleje nuestros pensamientos de
la situación.

AUTOAFIRMACIÓN

El problema de la técnica anterior es que puede generarnos resentimiento o bien


hacernos sentir mal con nosotros mismos por no ser capaces de resolver la
situación de frente, por ello en la técnica de autoafirmación, defendemos
asertivamente nuestro interés comunicando a la otra persona nuestro derecho y la
causa de indignación; para ello debemos seguir algunos pasos.

1. Recuperar la tranquilidad y un estado fisiológico relajado, esta situación puede


tardar por lo menos 20 minutos.
2. Debemos tener claros nuestros derechos y los de la otra persona, así como
nuestros argumentos.
3. Debemos exteriorizar en forma calmada (no agresiva) nuestra posición y
nuestros argumentos.
4. Ser objetivos y no generalizar la situación.

Manejo del miedo y la preocupación (Situaciones percibidas como


amenazadoras que causan inseguridad, temor de perder el control de sí mismo o
de la situación. Anticipación a un hecho real o ficticio que puede llegar a ocurrir en
el futuro, con reacción de temor).

· Nueva valoración:

Una situación sólo genera estrés si es percibida como amenazante. Lo


desconocido y lo nuevo no son características absolutas, sino que dependen de
nuestra apreciación y de los juicios que hacemos al respecto, por lo que una
revalorización de los hechos nos puede proporcionar un nuevo enfoque.

· Los miedos básicos.

Se ha encontrado a través de la investigación con bebes que en realidad sólo


existen dos miedos que el ser humano tiene al nacer, y estos son: el miedo a caer
y el miedo a los ruidos fuertes; ningún otro estimulo provoca en los recién nacidos
la reacción del temor, de lo que se deduce que todos los demás temores que
mostramos son sólo estados mentales que hemos adquirido en nuestro desarrollo
y que por lo tanto podemos eliminar.

De las cosas que uno teme:


 40% nunca suceden.
 30% ya pasaron.
 12% son imaginarias.
 10% son tan insignificantes que no nos podrían dañar.
 8% son reales e importantes, pero de ellas:
 4% las podemos resolver
 4% no las podemos resolver.

· Eliminación:
Consiste en el reconocimiento de las causas que provocan la reacción de miedo o
preocupación y la toma de medidas preventivas, o bien el enfrentamiento
controlado de la situación después de un análisis concienzudo por medio de la
nueva valoración.

· Desensibilización sistemática.

En algunos casos existen temores tan fuertes a algunos objetos o situaciones


particulares que se transforman en fobias incapacitantes de las personas que
llegan a sufrirlos, la evitación de las fuentes de temor los pueden llevar a una
reducción paulatina del espacio vital.

Es por ello que la técnica de desensibilización sistemática, practica la exposición


de contenidos gradual y sistemática al objeto de temor, además del
reconocimiento y aceptación de las causas.

El objetivo de la técnica es sustituir respuestas de ansiedad y estrés ante el


estímulo desencadenante, por respuestas de relajamiento y tranquilidad; para ello
se entrena a la persona en relajación profunda, y en la programación de la
aproximación al estímulo aversivo.

Manejo de la tristeza y la depresión (Conducta de adaptación a cambios


drásticos y pérdidas)

· Tratar como resfriado común: Cuando se trata de un evento esporádico y sus


causas son claras, debe tratarse como un simple resfriado, para dar oportunidad a
nuestro organismo a recuperar su nivel de energía. Muchas veces lo que está
solicitando es hacer un alto en el camino y un tiempo de reflexión antes de
continuar nuestra vida normal.

· Nueva valoración: Por el contrario, si la depresión es recurrente y mucho más


profunda, y no se reconocen sus causas, puede estar relacionada con una
estructura anímica básica asociada con una sensación de vaciedad interior,
pensamientos pesimistas repetitivos, denigración y autocastigo; es una situación
conectada con una baja autoestima que tiene raíces profundas en su
conformación.
Dependiendo de su gravedad, es recomendable acudir a ayuda profesional y
recibir psicoterapia. Cuando la persona siente que puede ser manejable, entonces
aplicamos la técnica de nueva valoración, para ver las cosas bajo una nueva luz.
Puede ayudar el hacer una comparación positiva con personas que se encuentran
en situaciones mucho peores de la que nosotros vivimos, por ejemplo asistir a un
asilo de ancianos o de niños huérfanos y llevar alguna ayuda, esto hace que nos
situemos en una perspectiva de realidad y que valoremos nuestra verdadera
situación con un parámetro objetivo y tangible como es la pobreza y la
marginación, o bien la carencia casi total de afecto.

· Psicodrama: Esta técnica nos permite enfocar los conflictos de una manera
diferente y ensayar soluciones desde un ángulo más consiente, con la finalidad de
desactivar el circuito emocional de la depresión.

Se encuentran implicados numerosos elementos en la técnica del psicodrama, al


permitir recuperar de manera disociada los estados corporales, psicológicos y
fisiológicos, que permiten la valorización de todos los componentes de la situación,
la meditación de las causas, la responsabilidad personal en el asunto y la
observación de aspectos que antes habían pasado desapercibidos, además de la
generación de empatía. Propicia el entrenamiento mental y la resolución del
conflicto al ensayar diversas alternativas hasta encontrar la idónea.

Manejo del mal humor constante (Estado general de irritabilidad e intolerancia


hacia los demás)

Éste es uno de los más grandes síntomas de baja autoestima, asociada con poca
aceptación de sí mismo y por lo tanto poca aceptación de los demás, por lo que
todos los estímulos sociales procedentes del entorno son percibidos como
irritantes y ofensivos hacia la integridad personal. Y es por ello que generalmente
se mantiene en un estado de lucha permanente con los que le rodean.

· Focusing.
Esta técnica nos permite descubrir de manera detallada toda la secuencia de
emociones, sentimientos y sensaciones que se apropian de nuestro ser en una
situación tan difusa como el mal humor constante, incluye trabajo corporal,
enfoque de emociones y la conceptualización de todos estos conceptos para
llevarlo a nivel de conciencia.

· Semáforo de 6
pasos.

2.4 TEMA 4. Las


Emociones y la
Realización
Personal
2.4.1 Felicidad + bienestar = realización

En este tema analizaremos las posibilidades de la Inteligencia Emocional para


colaborar en el alcance y permanencia de la felicidad y el bienestar emocional.

Uno de los grandes estudiosos de la conducta, Abraham Maslow, cambió el


enfoque tradicionalista de su profesión y se dedicó a estudiar la psicología de la
gente sana.

Uno de los frutos de sus investigaciones es la Psicología de la Felicidad.


Considerando la dificultad de establecer una definición explícita de la Felicidad,
Maslow prefirió describir los atributos que debería tener una persona para ubicarse
en un estado de felicidad:

• Ser de baja agresividad.


• Ser espontáneo y expresivo.
• Ser autónomo e independiente.
• Aceptar la soledad sin temores.
• Tener un buen sentido del humor.
• Tener una gran capacidad amorosa.
• Estar abierto a nuevas experiencias.
• Demostrar una gran capacidad creativa.
• Tener buenas relaciones interpersonales.
• Satisfacer ampliamente sus necesidades básicas.
• Tener una percepción clara y eficiente de la realidad.
• Aceptarse a sí mismo sin sentimientos de vergüenza o culpabilidad. Un concepto
muy ligado al de la felicidad, se refiere al bienestar que consiste en la obtención
oportuna y plena de los satisfactores que requiere una persona.

Maslow ilustra el logro del bienestar mediante la Pirámide de Jerarquía de


Necesidades, dónde clasifica los requerimientos de una persona, desde los
elementales para subsistir, hasta los que le llevan a trascender.

 Autorrealización: Moralidad,
creatividad, espontaneidad,
falta de prejuicios,
aceptación de hechos,
resolución de problemas.
 Reconocimiento:
Autoreconocimiento,
confianza, respeto, éxito.
 Afiliación: Amistad, afecto,
intimidad sexual.
 Seguridad: Seguridad física, de empleo, de recursos, moral, familiar,
de salud, de propiedad privada.
 Fisiología: Respiración, alimentación, descanso, sexo, homeostasis.
Maslow definió las necesidades del individuo de una manera jerárquica,
colocando las necesidades más básicas o simples en la base de la pirámide y las
más relevantes y trascendentales en la cima.

A medida que las necesidades van siendo satisfechas, surgen otras de un nivel
superior o mejor. En la última fase se encuentra la Autorrealización que es un nivel
de plena felicidad y armonía.

La Inteligencia emocional aporta herramientas y recursos para llegar a la


Autorrealización, considerando que su propósito fundamental es aprovechar las
emociones propias y ajenas para mejorar nuestra vida y la de los demás.

Las necesidades de los dos primeros niveles de la Pirámide (Fisiología y


Seguridad) se pueden obtener a base de trabajo y tesón. De hecho, estas
necesidades se satisfacen de manera casi obligatoria pues son imprescindibles
para subsistir.
A partir del tercer nivel (Afiliación), empiezan necesidades complejas que
requieren fuertes habilidades de interacción con diversas personas y en distintos
entornos.

El nivel de Autorrealización, el más alto, requiere de la capacidad para


interacciones efectivas, persuasión, liderazgo, tolerancia y empatía.

Mientras mayores sean las habilidades de Inteligencia Emocional, mejores


resultados habrá hacia la amistad, afecto, respeto, éxito, y en general, las
necesidades de niveles superiores.

2.4.2 Inteligencia Emocional para la autorrealización

Vivimos rodeados de emociones. Desde que empezamos las actividades del día,
hasta el último momento de la noche, nos acompañan nuestras propias
emociones, sentimientos, reacciones e impulsos, así como los de toda la gente
con que interactuamos. Tales emociones son las que definen, en gran medida, el
“cómo nos va” durante el día. Para enfocar el uso práctico de la Inteligencia
Emocional, podemos compararla con una “máquina” que absorbe emociones,
sentimientos, impulsos y reacciones; positivas y negativas, creativas o nefastas; y
las transforma en energía saludable que mejora sustancialmente nuestra propia
vida y la de la gente que nos rodea.

Esta “máquina” tiene cinco poderosos “engranes”, que son los encargados del
proceso de generación de energía saludable; y para que toda la “máquina”
funcione correctamente, los cinco “engranes” deben estar en perfectas
condiciones, bien alineados y dispuestos. Los cinco engranes son:

 Comunicación
 Imaginación
 Asociación
 Compromiso
 Retribución.
Lo más importante para lograr Inteligencia Emocional es la disposición para aplicar
ampliamente los conceptos que convierten las emociones en factores de éxito,
felicidad y bienestar.

Conozcamos con detalle en que consiste cada engrane.

Comunicación. Las emociones reprimidas, sólo son causa de frustración y


resentimiento. La habilidad para intercambiar información, sentimientos,
conceptos, ideas y emociones es fundamental para lograr metas personales,
familiares, organizacionales y sociales. En la maquinaria de la Inteligencia
Emocional, la comunicación sirve para tomar todo lo que viene del exterior y
difundirlo entre quienes la necesiten o la merezcan.

Imaginación. Imaginar quiere decir creer en imposibles y trabajar para


convertirlos en realidad. Una persona con imaginación puede buscar soluciones a
problemas que los demás consideran irresolubles.
Este engrane de la maquinaria que hace funcionar a la Inteligencia Emocional, se
dedica a explorar posibilidades para descubrir soluciones innovadoras,
divergentes y creativas.

Asociación. La Inteligencia Emocional no es propia de ermitaños, que viven


ajenos al trato con la gente. La asociación establece las alianzas entre personas,
que buscan aprovechar y potenciar sus diferencias, para complementar de manera
colaborativa sus habilidades y conocimientos. La función de este engrane en la
maquinaria de la Inteligencia Emocional, es lograr que un grupo de personas
generen juntos una energía superior a la que producirían uno por uno.

Compromiso. Para que las personas colaboren en una causa común, es


necesario despertar la conciencia de la importancia de su participación, puesto
que es muy limitado el valor que puede aportar gente apática y renuente. El
compromiso exige emociones y sentimientos como la lealtad, la pasión y la
entrega. Este es el engrane que amalgama y consolida la voluntad y disposición
de las personas involucradas en la producción de energía saludable.

Retribución. Una necesidad imperiosa del ser humano, es percibir el


reconocimiento por los resultados de su desempeño, un buen ejemplo es el pago
de salario por las horas trabajadas. En el contexto de las emociones y
sentimientos, la retribución tiene que ver con expresar y compartir preocupaciones
y satisfacciones.

Para aprovechar la inteligencia emocional y mejorar nuestra vida y la de la gente


que nos rodea, debemos adquirir o fortalecer siete hábitos:

 Salud: Cuidar
la salud,
ejercitarnos y
Salud alimentarnos

Serenidad Servicio

Sinergía
7´s Simpatía

Sencillez Sinceridad
adecuadamente para contar con la energía requerida para el trabajo
intelectual, emocional y físico. Llenarnos de vitalidad y contagia energía.
 Serenidad: Cuidar las respuestas emocionales que generan los
sentimientos. Mantenernos firmes sólo cuando debemos serlo, y
siempre emplear autocontrol, paciencia y tacto. Evitar arranques de ira.
 Sinceridad: Demostrar en nuestras conversaciones y acciones ética,
honestidad y justicia. Expresar sin miedo y defender las razones
asertivamente, con franqueza y firmeza pero respetando a las opiniones
de los demás.
 Sencillez: Comportarnos y expresarnos con humildad y simplicidad,
sentir orgullo de tu propio, valor, pero aceptar que podemos aprender de
cualquier persona en cualquier situación. Dale el justo valor a lo
material, aun cuando estimemos la abundancia y la prosperidad.
 Simpatía: Ser cortés, amable, educado al hablar, evitar el cinismo,
sarcasmo, burla, humillación, discriminación, generalización y juicios sin
sustento. Buscar ser asertivo, tener buen humor, alegría y
espontaneidad sin perder nunca el respeto por los demás.
 Servicio: Emplear el poder de la retribución y del servicio para
mantenernos próximo a los demás. Aceptar que a través del servicio
logramos una imagen que nos beneficia en otros ámbitos de la vida,
enaltecer nuestra imagen y nos da una presencia positiva.
 Sinergia: Cooperar y crear climas de cooperación y ayuda mutua en el
trabajo colaborativo. Reconocer que somos una parte clave de un
equipo y no una pieza indispensable. Tomar conciencia de la
importancia de la coordinación, el apoyo, la humildad para aprender, la
visión común, la creatividad y la libertad para generar buenos resultados
en las tareas colectivas en que intervienes.

2.4.3 Creatividad y alto rendimiento en el Estado de Flujo

“Las personas creativas difieren las unas de las otras en muchos aspectos, pero
en algo son unánimes: todas aman lo que hacen. No es la esperanza de lograr
fama o riqueza lo que las conduce; es la oportunidad de hacer el trabajo que
disfrutan haciendo lo que las guía. No es lo que ellos hacen lo que cuenta, sino
cómo lo hacen” Mihaly Csikszentmihalyi, investigador en psicología positiva.

El estado de flujo es una situación en la que toda tu energía creativa se libera y


se concentra en un objetivo específico. Hay una combinación de disposición física,
mental y emocional que te permite enfrentar retos y dificultades con una alta
posibilidad de franquearlos y hasta de superar tus propias expectativas de
desempeño. El nombre de esta situación emocional proviene de las observaciones
de Mihaly Csikszentmihalyi, en el sentido de que, llegado cierto nivel de
concentración, las ideas “fluyen” libremente, arrastrando a la persona a un estado
de creatividad tal, que la automotivación domina cualquier distractor, las
dificultades se convierten en estímulos y se pierde el sentido del tiempo.

El Estado de Flujo tiene características que es importante destacar:

• Las metas son claras en cada paso del camino, siempre se sabe lo que debe
hacerse y que resultado se pretende obtener.
• Los desafíos y las habilidades están equilibrados: los obstáculos no son
infranqueables pero requieren el uso extremo de conocimientos y habilidades.
• La acción y la conciencia están ligadas en un objetivo común. La atención está
enfocada al problema y no hay distractores que distorsionen las acciones.
• El miedo al fracaso se minimiza, la meta está bien definida y las energías
demasiado enfocadas como para permitir la interferencia de la incertidumbre y la
angustia.
• La autocomplacencia se ve relegada. El trabajo es demasiado importante como
para preocuparse por la imagen personal o para satisfacer la egolatría.
• Se distorsiona el sentido del tiempo, la inmersión total en el trabajo hace que las
horas pasen como minutos.
• La actividad se vuelve un fin en sí misma, el trabajo no se ejecuta para lograr un
resultado, sino que el resultado es la satisfacción de estar haciendo el trabajo.

Algunas condiciones importantes para llegar al estado de flujo:

METAS

Ponerse metas claras y definidas. No hacer las cosas “a ver si salen”, o con una
idea aproximada de lo que se quiere obtener. Mientras más preciso sea el
objetivo, con mayor efectividad se puede concentrar para alcanzarlo.

PREPARACIÓN

Buscar todo lo necesario para la actividad y tenerlo a la mano. Ser prevenido para
no distraerse después buscando cosas.

BATALLAS

Buscar batallas que se puedan ganar. No intentar nada que por anticipado
sepamos que no vamos a lograr y nos van a frustrar. Selecciona metas retadoras,
que nos obliguen al máximo esfuerzo, pero con probabilidades de lograr.

OBJETIVOS

Buscar objetivos a nuestra altura. No ponerse metas excesivamente fáciles, que


involucren tareas que acaben por aburrirnos y las abandonemos por hastío.
CONCENTRACIÓN

Ubicar nuestra atención en la tarea, obligarnos a ignorar estímulos que no tienen


nada que ver con tu actividad, rechazar mentalmente cualquier interferencia en
nuestro trabajo. Esta es la parte más difícil y requiere de una intensa disciplina. Es
importante que antes de esta condición, se hayan cumplido las cuatro anteriores.

Las siguientes son sugerencias para incrementar la creatividad y felicidad


personal:
 Tratar de sorprenderse por algo cada día.
 Tratar de sorprender al menos una persona cada día.
 Escribir cada día que cosas nos sorprendieron y cómo sorprendimos a otras
personas.
 Cuando hacemos algo interesante, sigue haciéndolo. Reconocer que si
hacemos bien cualquier actividad, ésta se vuelve placentera.
 Para mantener el placer por algo, incrementar su complejidad. Dejar tiempo
para la reflexión y relajación.
 Descubrir qué te gusta y qué odias de la vida.
 Comenzar a hacer más de lo que nos gusta y menos de lo que odiamos.
 Descubrir una forma de expresar lo que nos mueve.
 Mirar los problemas desde todos los puntos de vista posibles.
 Tratar de producir ideas originales.

2.5 TEMA 5. Organización del Tiempo (Manejo de Emociones y Estrés)

El saber manejar nuestras emociones es indispensable hoy en día, además que nos
ayuda a optimizar nuestro tiempo y sobretodo nos produce un bienestar mayor al reducir
nuestros niveles de estrés, que en la vida actual nos sobrepasan a la mayoría de la
población.

2.5.1 Principio 10-90

¿Cuál es este Principio?

“El 10% de la Vida está relacionado


con lo que nos pasa, y el 90% de la
vida está relacionado con la forma
en cómo reaccionamos. “

“Stephen Covey nos descubre el


“Principio 10/90” ¿Cuál es este
Principio? El 10% de la vida está
relacionado con lo que nos pasa, y el 90% de la vida está relacionado con la forma
en cómo reaccionamos. “

¿Qué quiere decir esto? Nosotros realmente no tenemos control sobre el 10% de
lo que nos sucede. No podemos evitar que el coche se averíe, que el avión llegue
tarde, lo que tirará por la borda todo nuestro plan. Un automovilista puede
obstaculizarnos en el tráfico. No tenemos control de este 10%. Nos viene dado.

El otro 90% es diferente. Nosotros determinamos ese otro 90%. ¿Cómo?... Con
nuestra reacción. Tú no puedes controlar el semáforo en rojo, pero puedes
controlar tu reacción. No dejes que la gente se aproveche de ti. Tú puedes
controlar cómo reaccionar.

El avión está atrasado. Va a arruinar la programación de tu día. ¿Por qué


manifestar frustración con el encargado de la aerolínea? Él no tiene control de lo
que está pasando. Usa tu tiempo para estudiar, conocer a otros pasajeros, ¿por
qué estresarse? Eso hará que las cosas se pongan peor. Ahora ya conoces el
Principio 10-90. Aplícalo y quedarás maravillado con los resultados. No perderás
nada si lo intentas.

El Principio 10 - 90 es increíble. Muy pocos lo conocen y aplican este principio. ¿El


resultado? Millones de personas están sufriendo de un estrés por lo que no vale la
pena, sufrimientos, problemas y dolores de cabeza. Debemos entender y aplicar el
Principio 10 - 90. ¡Puede cambiar tu vida! Disfruta.

2.5.2 Ley de Parkinson

Ley de Parkinson

La ley de Parkinson afirma que "el trabajo se expande hasta llenar el tiempo
disponible para que se termine". En una burocracia, esto es motivado por dos
factores: (1) 'Un oficial quiere multiplicar sus subordinados, no rivales' y (2) 'Los
oficiales se crean trabajo unos a otros.'
Fue enunciada por primera vez por Cyril Northcote Parkinson en 1957 en el libro
del mismo nombre como resultado de su extensiva experiencia en el Servicio Civil
Británico (British Civil Service). Las observaciones científicas que contribuyeron al
desarrollo de la ley incluyeron notar que a medida que el Imperio Británico
declinaba en importancia, el número de empleados en la Oficina Colonial (Colonial
Office) aumentaba.

Parkinson también notó que el total de aquellos empleados dentro de una


burocracia aumenta en un 5-7 por ciento por año "independientemente de las
variaciones en la cantidad de trabajo (si las hay) que debe hacerse".

Para muchos, cuando más tiempo se tenga para hacer algo, más divagará la
mente y más problemas serán planteados.

"Ley de Parkinson" también se usa para referirse a un derivado del original


relacionado con computadoras: "Los datos se expanden hasta llenar el espacio
disponible para el almacenamiento"; comprar más memoria incentiva el uso de
técnicas de programación que usan la memoria de forma más intensiva. Se ha
observado en los últimos 10 años que el uso de memoria de los sistemas ha
mostrado una tendencia a duplicarse aproximadamente una vez cada 18 meses.

Afortunadamente, la densidad de memoria disponible por un dinero constante


también tiende a duplicarse cada 12 meses (ver ley de Moore).

Desafortunadamente, las leyes de la física garantizan que esto no puede seguir


indefinidamente.

Las tres leyes fundamentales de Parkinson son:

1. "El trabajo crece hasta llenar el tiempo de que se dispone para su


realización".
2. "Los gastos aumentan hasta cubrir todos los ingresos".
3. "El tiempo dedicado a cualquier tema de la agenda es inversamente
proporcional a su importancia".

Estas tres leyes, al igual que otras que Parkinson formuló, como la ley de la
dilación o el arte de perder el tiempo y la ley de la ocupación de los espacios
vacíos: por mucho espacio que haya en una oficina siempre hará falta, son leyes
extraídas de la experiencia cotidiana, mediante las cuales, al tiempo que se
describe o pone de manifiesto una determinada realidad, se denuncia la falta de
eficiencia del trabajo administrativo.
2.5.3 Estrés y Tiempo.

¿Qué es el estrés?

La primera persona en hablar de estrés y referirlo con este nombre, fue un


estudiante de medicina llamado Hans Selye, quién descubrió los efectos
fisiológicos del estrés por accidente mientras experimentaba con ratas acerca del
descubrimiento de una aparente “hormona” y su efecto en el organismo, al realizar
diversos estudios el descubrió que la “hormona” causaba distintas enfermedades a
las ratas y en casos más severos la muerte de los animales ya que les
administraba fragmentos de vísceras.

Después de varios experimentos desistió sobre la existencia de la hormona ya que


se percató que las condiciones del laboratorio provocaban este efecto en las ratas,
al dejar de administrarles la sustancia exógena, concluyendo el fenómeno como
estrés.

Él definió estrés como la reacción psicofisiológica entre mente y cuerpo que en


determinadas situaciones provoca fatiga en los sistemas del organismo y causa
mal funcionamiento así como daños físico-corporales, y que en niveles altos
puede repercutir en ámbitos afectivos, cognitivos y conductuales.

Además de la aportación de Selye, autores más contemporáneos, quienes han


investigado acerca del estrés, agregan que además de implicación fisiológica
posee un determinante valorativo, los investigadores Lazaruz y Folkman explican
que en efecto el estrés es el resultado de la interacción de la persona y la
situación, pero es el componente valorativo que determinará si habrá o no estrés
así como su nivel.
Cabe mencionar que se entenderá por valoración cognitiva como ese significado o
valor que la persona asigna a la situación, catalogándola como amenaza o desafío
(conocida como valoración primaria) así como también se consideran los recursos
con los que se cuentan o posee la persona para actuar ante la situación
estresante, a esto se le conoce como valoración secundaria.

El proceso para minimizar el estrés se conoce como afrontamiento (valoración


secundaria), los autores Lazarus & Folkmam la definen como esfuerzos de índole
conductual o cognitivo cambiantes de acuerdo a la situación que hacen su
aparición para manejar las demandas tanto internas como externas que son
evaluadas como excedentes o amenazantes. Se dice que este proceso es
cambiante ya que se puede hacer uso de las estrategias defensivas así como de
las estrategias que nos permiten solucionar el problema.

Por lo tanto, si los recursos que se poseen superan la situación no habrá estrés
como tal o bien en el caso contrario, si la situación supera a los recursos
personales para hacer frente a la situación estresante y se le da una connotación
de importancia se presentara el estrés, por ejemplo: cuando un estudiante se ve
inmerso ante la demanda escolar, específicamente los exámenes, si el estudiante
lo cataloga con un alto valor de importancia además de un grado mayor de
dificultad y considera que sus habilidades y capacidades como estudiante son
menores para hacer frente a la situación, el estrés se hace presente.

De la situación presentada se habla de aquel estrés que experimentan


académicos, estudiantes y docentes que se da, ante la relación con un ámbito
escolar y sus demandas, de manera más formal se le conoce como Estrés
Académico. Tema del cual se han realizado diversos estudios en estudiantes
universitarios siendo estos los que están sometidos a diversas actividades propias
de la universidad y con alta demanda, como si no fuera poco en periodos
verdaderamente estresantes, los cuales afectan su bienestar, así como en su
rendimiento académico.

En algunas investigaciones realizadas a estudiantes universitarios se encontraron


que los niveles de estrés percibido son altos y que estos provocan poco interés en
el estudio así como agotamiento.

En una investigación realizada a estudiantes de licenciatura de las facultades de


Psicología, Economía y Antropología en una institución universitaria pública
encontraron que los estudiantes presentan una elevada magnitud de estrés ante
demandas como sobrecarga de tareas, la evaluación de los profesores, excesivo
material para estudiar en tan poco tiempo así como no entender los temas de
clase.

Es importante mencionar que los estudiantes al igual que las personas en general
cuentan con estrategias para afrontar el estrés, es decir los recursos para hacer
frente a la situación estresante.

Si no se maneja adecuadamente, el estrés puede provocar enfermedades,


aumento de los niveles de glucosa en la sangre, aumento de la ansiedad o la
depresión y los cambios de humor.
Causas o tipos de estrés pueden incluir:

Estresantes físicos: fiebre, dolor, enfermedad

Estresantes ambientales: clima, ruidos, preocupaciones del hogar, tráfico

Estresantes sociales y emocionales: preocupaciones financieras, exigencias del


trabajo y la familia, tener que tomar una gran decisión, la culpabilidad, la pérdida y
el cambio de estilo de vida.

Los altos niveles de estrés pueden ser un obstáculo para los cambios saludables
en el estilo de vida.

El estrés puede causar que las personas:

 Pierdan interés en las actividades.


 Lleguen a ser muy inactivos y se retiren de las actividades diarias.
 Aumenten las conductas inactivas, como ver demasiada televisión, jugar
con la computadora o dormir.
 Coman o beban demasiado.

El estrés es parte de la vida de un estudiante. De hecho, cualquier estudiante que


se preocupa por los exámenes sufre de algún tipo de estrés académico. Sin
embargo, debes recordar que el estrés existe por un motivo y que tú eres quién
elige si quieres que te afecte negativamente o que te ayude a mejorar tu estudio.

Para combatir el estrés primero debes entender las razones que lo causan para
así establecer métodos que te ayuden a sentirte mejor cuando éste se presenta.

Diversos estudios han puesto de manifiesto algunas explicaciones comunes del


estrés académico:

 Falta de planificación y organización


 Presiones externas por alcanzar buenos resultados
 Competitividad con otros compañeros
 Bajos niveles de motivación
 La diferencia entre un estudiante que se siente abrumado por el estrés y
otro que lo usa para centrarse y alcanzar mejores resultados, es su forma
de reaccionar al enfrentarse a dificultades. Los estudiantes que tienen éxito
paran, reflexionan sobre sus opciones y eligen el camino que les ayudará a
conseguir su objetivo final, en lugar de dejar que todo lo que tienen delante
acabe con ellos.
Técnicas para el manejo de estrés académico

Es importante tener un buen manejo de nuestro tiempo, mediante la organización


y optimización de recursos. Así, se da pauta a una sensación de bienestar,
disminuyendo significativamente los niveles de estrés.

El Sistema Inmunológico puede aprender que cuando hay grandes cantidades de


estrés genera cortisol y esto ocasiona que el metabolismo se haga lento y a su vez
esto produce una baja de defensas. Es por ello que después de enfrentarnos a
mucho estrés por periodos considerados, tendamos a enfermarnos muy
fácilmente.

Por el contrario si tenemos un apropiado manejo del estrés, nuestro sistema


nervioso actuará en beneficio propio y de esta manera nos mantiene más atentos
y receptivos de tal manera que desempeñamos mejores conductas en el día a día.
Buscando alternativas a cualquier eventualidad que pudiera interferir con nuestras
labores.

Aquí algunas técnica para afrontar las mencionadas situaciones de estrés, la


primera es la administración del tiempo, la segunda establecer objetivos y
prioridades y por último una actitud positiva.

Administración Del Tiempo

La mala administración del tiempo puede generar la sensación de estar


desbordado por las demandas, provocar fatiga o apatía así como la sensación de
no ser productivo, esto sucede cuando los estudiantes perciben un excesivo
material de estudio en tan poco tiempo, las sugerencias son:

Establecer horarios de trabajo más realistas con horarios de descanso que pueden
ser utilizados como espacios “comodín” ante situaciones imprevistas, además de
priorizar los materiales de estudio según su relevancia en cuanto al tiempo de
entrega y su importancia.

Aprovechar los espacios de desplazamiento entre la casa y la escuela, de igual


manera es de suma importancia dejar pausa de entre 5-10 minutos ya que es
necesario periodos de descanso.

Se puede iniciar con registrar por una semana lo que haces en el día a día, cuánto
tiempo dedicas al estudio-tareas. Debes tomar en consideración que como
estudiante, además de la escuela, hay exigencia familiares y de otras esferas
sociales, a las cuales debes aprender a delegar responsabilidades y pedir ayuda.
Para complementar la administración de tiempo y evitar la sobrecarga de tareas se
debe tomar encuentra el establecimiento de objetivos y prioridades.
Es muy importante EVITAR LAS DISTRACCIONES. Es seguro que ni siquiera te
das cuentas del número de veces que miras Facebook, Instagram, Twitter,
WhatsApp o cualquier otra red social durante el día. Cuando se suman todas estas
veces, acumula una cantidad de tiempo considerable que se malgastó durante el
día. Puede ser complicado aislarte de todo mientras estudias pero mantener en
mente tu objetivo final y el tiempo que te queda puede ayudarte a concentrarte.

Establecer Objetivos y Prioridades

A pesar de poner en práctica la administración de tiempo para evitar sentirse


abrumado con respecto a la carga de tareas la cual te será muy útil, debes ser
realista y consciente de tus posibilidades así como tus limitaciones, es decir que
debes tomar en cuenta el horario puesto, que el día tan solo tiene 24 horas y este
se secciona en horas de sueño, horario escolar, horarios de recreación y en menor
espacio a la actividad escolar. Es importante establecer prioridades y reconocer
que algunas cosas no pueden hacerse en este momento, priorizar es una
habilidad que debes aplicar en conjunto con la administración del tiempo. A
continuación te daremos unas recomendaciones.

Primero haz una lista de todas las tareas, actividades y compromisos que tienes
que hacer en un día. Seguidamente escribe la importancia de completar esta tarea
los beneficios así como las consecuencias de no completarla. Después de realizar
esta actividad ordenas de acuerdo al siguiente criterio:
Tarea A: Tareas que deben conseguirse ese día sin falta.
Tarea B: Son las tareas importantes pero que no necesitan completarse en ese
día. (Se pueden convertir en tareas A).
Tareas C: Tareas que necesitan hacerse algún día, pero no son realmente
urgentes en ese momento.

Debes tomar en cuenta los imprevistos así como las interrupciones, en ocasiones
será necesario sacrificar las tareas B y C para cumplir las tareas A, otro punto que
debes considerar es que debes tomar en cuenta el tiempo estimado que te llevará
realizar las tareas y dejar un espacio entre tareas, el espacio comodín. Y por
último en general aprende a organizarte, utiliza agendas y calendariza tus
actividades y proyectos, te serán de mucha ayuda siguiendo las indicaciones
anteriores la administración del tiempo y el plantearse objetivos (priorizar). Estos
son aspectos conductuales que pueden ser de mucha ayuda para organizarte y
afrontar de manera eficaz la sobrecarga de tareas.

Actitud Positiva

Una actitud positiva puede ser la clave para llevar a cabo de las anteriores
técnicas y afrontar el estrés de manera general. Se sabe que nuestra
predisposición mental, nuestras intenciones nos llevan la dirección a la que
queremos dirigirnos. Es decir si tenemos una actitud positiva que saldremos de las
situaciones estresantes, el humor nos brinda una situación de control y nos libera
de las emociones negativas y desagradables.

Otras técnicas que puedes usar para apartar sensaciones negativas y centrarte en
tus objetivos de estudio.

 Escuchar Música Clásica. Escuchar música puede generar un entorno de


estudio positivo y productivo debido a que mejora tu estado de ánimo y te
incentiva a estudiar de manera más efectiva. La música clásica es
generalmente recomendada como la mejor para estimular tu cerebro, pero
la música ambiental u otro tipo de música también pueden tener esta
influencia.

 Dar un Paseo. Muchos estudiantes pasan los días previos a los exámenes
sentados frente a libros y apuntes sin realizar ninguna otra actividad. Sin
embargo, investigaciones científicas han demostrado que realizar ejercicio
moderado (como, por ejemplo, dar un paseo) estimula la memoria y la
energía del cerebro. La siguiente imagen lo prueba:

 Dormir lo Suficiente. Para algunos alumnos, las horas de sueño son las
primeras perjudicadas cuando llegan épocas atareadas en las nos falta
tiempo para todo. Sin embargo, los beneficios de una buena noche de
sueño no deben de ser subestimados. Desde el punto de vista académico,
el sueño ayuda a que tu cerebro asimile la información y la introduzca en tu
memoria a largo plazo para que así la puedas recordar cuando llegue el día
del examen.

 Usar Apps a Nuestro Favor. Existen una variedad de apps móviles


diseñadas para ayudarte a mejorar tu calidad de vida. Por supuesto, el área
académica no se queda atrás. Ya sea para organizarte mejor, para mejorar
tu aritmética o para aprender inglés, seguro que hay apps que te pueden
ayudar.

 Dedicarle Tiempo a tu Mente. Técnicas de relajación (como respiración o


la meditación) son uno de los medios más efectivos para tomarnos un
descanso y mirar al estrés desde una perspectiva diferente. Por tanto,
practicar algún tipo técnica de relajación nos ayudará a concentrarnos
mejor al mismo tiempo que mejora nuestra salud de cara al estrés pre-
exámenes.

 Liberarte de Todo. Algunas veces, necesitas hablar con alguien y, otras,


necesitas gritar y liberarte de toda la presión que llevas dentro. Hablar con
un amigo o familiar puede ayudarte a ver las cosas de otra manera y a
obtener el extra de energía que necesitas para superar el estrés.

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