Dialnet LaParticipacionPoliticaEnEspana 2011751
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Dialnet LaParticipacionPoliticaEnEspana 2011751
MARIANO TORCAL
Universitat Paupeu Fabra
JOSÉ RAMÓN MONTERO
Universidad Autónoma de Madrid
JAN TEORELL
Unviersidad de Göteborg (Suecia)
RESUMEN
Este artículo contiene una nueva tipología de modos de participación política que se
comprueba empíricamente en trece casos de democracias europeas. Esta propuesta su-
pone una superación de las tipologías al uso y se construye desde la discusión de dos di-
mensiones que la afectan de modo importante: el uso de mecanismos tradicionales re-
presentativos o extra-representativos de participación y el uso de mecanismos de parti-
cipación basados en la voz o en la salida. La interacción de estas dos dimensiones nos
permite distinguir cinco tipos de participación política: voto, contacto, actividades de
partido, actividades de protesta y participación de consumo. El resto del trabajo está de-
(*) Este artículo es una versión reducida del capítulo incluido en el libro editado por José
Ramón Montero, Joan Font y Mariano Torcal sobre Ciudadanos, asociaciones y participación
en España, que será publicado próximamente por el Centro de Investigaciones Sociológicas.
ABSTRACT
duales; también se dan entre países, lo que marca claramente las relaciones
entre los ciudadanos y el poder político ¿Cómo son esos modos participativos
en España? ¿Cuáles son las diferencias con respecto a otros países europeos?
¿Qué modos son más comunes en España, y cuáles los menos utilizados?
En las siguientes páginas intentaremos responder a estas preguntas.
Nuestras respuestas encierran, desde luego, un cierto nivel de generalidad,
ya que este artículo tiene una naturaleza introductoria, y su contenido es, por
lo tanto, deliberadamente descriptivo. Pese a ello, trataremos cuestiones que
desbordan este marco descriptivo. En primer lugar, realizaremos una discu-
sión de los fundamentos conceptuales del estudio de la participación política
y ofreceremos una perspectiva general de la frecuencia con la que los espa-
ñoles utilizan aquellas múltiples vías participativas. Propondremos después
una nueva tipología de los diferentes modos de participación política, y ex-
ploraremos las interconexiones entre diferentes tipos de actos políticos en al-
gunos países europeos con el doble objetivo de determinar su encaje con la
tipología propuesta y, además, explorar el grado de multidimensionalidad de
las actividades participativas. Compararemos más tarde la intensidad de
cada uno de estos modos en España y en otros países, y analizaremos las re-
laciones existentes entre ellos para conocer el grado de especialización parti-
cipativa de los españoles. En definitiva, se trata de un trabajo básicamente
conceptual y descriptivo. De ahí que nos limitemos a definir la participación
política, determinar algunos de sus modos, examinar sus niveles y explorar
los modelos de acción política en España y en algunas comunidades autóno-
mas en clave comparada con otros países europeos.
(1) En una definición posterior, NIE y VERBA (1975: 1) añadieron el término legal a las
actividades llevadas a cabo por los ciudadanos, una calificación muy discutida y generalmen-
te no aceptada; véase HUNTINGTON y NELSON (1976: 6).
(2) En este artículo hemos seleccionado el término jerárquico para traducir el de autho-
ritative utilizado aquí por VERBA y NIE y más generalmente por Easton, bien que no recoja
exactamente su significado.
(3) Para BRADY (1999: 738), la asignación autoritativa de valores puede ser sólo llevada
a cabo por el gobierno. Por lo tanto, la actividad política es uno de los intentos para afectar la
acción gubernamental: la «participación política, entonces, debe ser dirigida a algunas activi-
dades o políticas del gobierno». Entre otras definiciones de participación en este sentido,
ROSENTONE y HANSEN (1993: 4) y BOOTH y SELIGSON (1978: 6), por ejemplo, vinculan las ac-
ciones políticas con los intentos de influir en la distribución de los valores o bienes sociales, o
en la distribución de los bienes públicos, respectivamente.
(4) La única objeción que KAASE y MARSH (1979: 42 ss.) hicieron con respecto a la clásica
definición de VERBA y NIE era metodológica. Sugerían que, cuando se emplean encuestas en el es-
tudio de actos políticos poco comunes, deberían considerarse también las actitudes hacia los actos
participativos, y no sólo el comportamiento, con el fin de incrementar la varianza estadística.
(5) El proyecto CID está integrado por investigadores de 12 países europeos y ha sido finan-
ciado por la European Science Foundation; por su parte, el proyecto CIDE ha estado financiado
por el Ministerio de Ciencia y Tecnología (SEC2000-0758-C02-01) y por la Universidad Autóno-
ma de Madrid y la Comunidad de Madrid (9/SHD/001). Como se detalla en van Deth, Montero y
Westholm (2006) y en Montero, Font y Torcal (2007), que aparecerán próximamente con los re-
sultados de ambos proyectos, respectivamente, ambos han constado de bases de datos novedosas
mediante sendas encuestas aplicadas a ciudadanos, asociaciones y activistas.
Voto
Voto en elecciones parlamentarias b . . . . . . . . . . . . . 82,8 80,2 85,9 70,1 68,7 73,3 67,5 78,3 61,8 65,3 61,7 80,1 43,3 70,6
Abstención electoral c . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15 14 10 10 8 16 8 17 9 5 16 11 18 12
Participación política
Contactar a políticos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7 8 14 6 7 11 6 15 5 4 4 13 13 9
Contactar a una organización . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16 13 26 11 17 33 5 28 19 4 3 20 18 16
Contactar a funcionarios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10 11 20 10 17 24 17 29 14 11 7 22 21 16
Colaboración con un partido político . . . . . . . . . . . . . 4 5 3 3 3 3 3 5 4 2 1 3 6 3
Colaboración con grupo de acción ciudadana . . . . . . 7 5 1 3 6 2 3 6 1 1 2 2 6 3
LA PARTICIPACIÓN POLÍTICA EN ESPAÑA: ...
Los datos electorales han sido tomados de www.essex.ac.ubselections y de distintos números del «Political data yearbook», European Journal of Political Research.
LA PARTICIPACIÓN POLÍTICA EN ESPAÑA: ... MARIANO TORCAL, JOSÉ RAMÓN MONTERO Y JAN TEORELL
Resto
Tipo de actividad Cataluña Madrid País Vasco
de España
Voto
Voto en elecciones parlamentarias a . . . . . . . . . . . . 64,0 72,1 63,8 69,8
Abstención electoral b . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8 16 11 6
Participación política
Contactar a políticos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7 6 5 7
Contactar a una organización . . . . . . . . . . . . . . . . 13 22 17 17
Contactar a funcionarios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12 22 17 17
Colaboración con un partido político . . . . . . . . . . . 12 3 4 4
Colaboración con grupo de acción ciudadana . . . . . 6 8 7 5
Colaboración con otra asociación . . . . . . . . . . . . . 15 22 14 17
Llevar insignias o adhesivos políticos . . . . . . . . . . 9 14 12 8
Firmar en una recogida de firmas . . . . . . . . . . . . . 25 36 27 20
Tomar parte en manifestaciones . . . . . . . . . . . . . . 11 20 24 11
Tomar parte en una huelga . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6 11 8 8
Boicotear ciertos productos . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6 15 8 4
Comprar ciertos productos . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10 28 16 9
Donar dinero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22 37 30 24
Recaudar fondos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7 12 6 9
Contactar/aparecer en los medios . . . . . . . . . . . . . 4 5 4 3
Contactar con abogados/organismos judiciales . . . . 6 17 6 8
Participar en actividades ilegales de protesta . . . . . 2 1 0 2
Participar en mítines o actos de campaña . . . . . . . . 5 6 6 6
Otros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 3 4 3
Usar Internet para actividades políticas c . . . . . . . . 5 6 3 3
Implicación con partidos políticos
Ser miembro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2 2 2 3
Participar en actividades de partido . . . . . . . . . . . . 2 2 2 2
Donar dinero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0 0 1 1
Hacer voluntariado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 0 1 1
a La base de los porcentajes para las dos filas sobre participación electoral es la de quienes
tienen derecho a votar; los datos sobre abstención electoral corresponden a los producidos en
las elecciones del 2000 en cada una de las tres comunidades autónomas seleccionadas y al pro-
medio de abstención en las 14 comunidades restantes en la columna relativa al resto de Espa-
ña. La abstención en toda España fue del 68,71 por 100.
b Se trata de la abstención que se declara basada en motivos de protesta.
c La base de los porcentajes para la fila relativa a Internet es la de quienes declaran haber
más común, pero deberíamos tener en cuenta que el intervalo de tiempo para
esta cuestión no se ha restringido a los últimos 12 meses (o a las últimas
elecciones), sino que se preguntaba si el encuestado se había abstenido algu-
na vez. Además del acto institucionalizado de votar, las actividades más fre-
cuentes en los países europeos seleccionados son las donaciones económi-
cas, la firma de peticiones y el acto de «comprar deliberadamente ciertos
productos por razones políticas, éticas o medioambientales». Estas activida-
des, sin embargo, muestran también una amplia variación entre países.
Mientras que son comunes en los escandinavos, en Holanda y en Suiza, son
menos frecuentes en Moldavia, Rusia y Rumanía. Muchos actos participati-
vos muestran un modelo similar de variación entre países, que también se
aplica en el uso de Internet. Con la excepción claramente visible de Alema-
nia, donde la participación por Internet es aún baja, las personas que viven
en los países más desarrollados del norte de Europa son más propensas a la
utilización de Internet como un canal de influencia política que las que lo ha-
cen en el sur y este de Europa.
En este mapa de la participación política, el caso español presenta algu-
nas características destacables (7). Una simple ojeada a la tabla 1 es sufi-
ciente para comprobar su escaso tono participativo en buena parte de las ac-
tividades allí recogidas. Como en todos los países europeos, la participación
electoral es también en España el modo más frecuentemente utilizado, y
apenas existen diferencias con respecto a la media europea (8). El segundo
modo más frecuente es la donación económica, bien que en este caso se en-
cuentre bastante por debajo de la media de los países analizados; sólo nos
superan a la baja algunos países del antiguo bloque soviético y Portugal. La
tercera forma más frecuente de participación consiste en las solicitudes de
firma. El caso español está justo en la media (23 por 100), si bien siempre
por debajo de los países que suelen aparecer como paradigmas de democra-
cias participativas (excepto Dinamarca). A una relativa distancia se encuen-
tran (con un 17 por 100) las actividades de mayor coste, como contactar a
funcionarios o políticos y trabajar en organizaciones de carácter no político.
La compra de ciertos productos (12 por 100) está entre las siguientes activi-
dades en el repertorio utilizado por los españoles, pero en proporciones nue-
vamente por debajo de la media y sólo inferiores a las de Portugal y los paí-
(7) Para distintas comparaciones del caso español con otros países europeos, cf.
MORALES (2005), FERRER (2005) y NEWTON y MONTERO (2006).
(8) Y tampoco existen diferencias en la tendencia general a sobredimensionar la partici-
pación electoral por quienes no acudieron a votar pero declaran luego haberlo hecho, bien que
parezcan apreciarse al respecto distintas intensidades, por así decir, entre los países; cf.
JUSTEL (1995: 53 ss).
ses del Este europeo. España ocupa la cabeza, sin embargo, junto con la anti-
gua Alemania Oriental y Moldavia, respectivamente, en la participación en
manifestaciones (13 por 100) y huelgas (8 por 100). Pero se encuentra en el
vagón de cola en lo que hace a la implicación general con los partidos políti-
cos y, de otra parte, en la utilización de Internet en relación con alguna de
esas actividades políticas. El creciente acceso de este tipo de tecnología en-
tre los españoles no ha estado, por el momento, acompañado de su uso como
instrumento de expresión de preferencias políticas y de realización de activi-
dades participativas.
El bajo perfil de la participación en España ha parecido difuminarse un
tanto con el paso de las más de dos décadas transcurridas desde la inaugura-
ción del período democrático, bien que sin perder la impresión generalizada
de unos niveles de participación comparativamente reducidos. En los años
ochenta, los estudios comparados señalaban la mayor proximidad de las
pautas participativas españolas con respecto a las europeas en las actividades
más minoritarias y menos convencionales (Maravall, 1984: 117; Montero y
Torcal, 1990). Desde entonces, los niveles de la participación en elecciones
legislativas han fluctuado en márgenes razonablemente elevados, las tasas
de asociacionismo están creciendo de manera paulatina y las formas de ac-
ción de protesta han crecido en casi todas sus manifestaciones (como firmar
peticiones, participar en manifestaciones o secundar huelgas). En cambio,
los distintos indicadores de implicación con la política apenas se han incre-
mentado, las formas más convencionales de participación se han mantenido
estables o han experimentado un cierto declive y las actividades participati-
vas relacionadas con los partidos o los sindicatos continúan en niveles suma-
mente bajos (Morales, 2005).
Dentro de estas pautas generales, las comunidades autónomas seleccio-
nadas presentan en la actualidad algunas diferencias de interés. Como puede
comprobarse en la tabla 2, y frente a lo que normalmente se afirma, los nive-
les de participación política en la de Madrid son algo más elevados, y ligera-
mente menores en la de Cataluña. Se trata de una pauta que se mantiene en
todas las actividades, y que adquiere una cierta significación en las de reco-
gida de firmas (36 por 100), contactar a funcionarios (22 por 100), a organi-
zaciones (22 por 100) y abogados u organismos judiciales (17 por 100), así
como boicotear (15 por 100) y comprar ciertos productos (28 por 100). En la
única actividad en la que no se produce esa superioridad madrileña es en
la participación en manifestaciones, algo más elevada en el País Vasco
(24 por 100). Es probable que esta mayor participación de los madrileños
esté conectada con cierto efecto de capitalidad, especialmente en las activi-
dades de contacto que hemos destacado.
Canales de expresión
Representativos Extra-representativos
Mecanismos de influencia
Basados en
mecanismos Participación
Voto de consumo
autorreguladores
anónimos
Basados en
mecanismos de No orientada: No orientada:
participación personal Actividad de partido Actividad de protesta
activa
Orientada:
Contacto
(9) HIRSCHMAN (1970) definió la voz «como un intento de cambiar un estado de cosas
poco satisfactorio, en lugar de abandonarlo, mediante la petición individual o colectiva a los
administradores directamente responsables, mediante la apelación a una autoridad superior
con la intención de forzar un cambio de administración, o mediante diversos tipos de acciones
y protestas, incluyendo las que tratan de movilizar la opinión pública». (Hemos utilizado la
versión española de HIRSCHMAN 1977: 36.)
(10) Teóricamente hablando, habría dos tipos de contacto. De un lado, el contacto po-
dría estar dirigido a los representantes elegidos o a otros dirigentes públicos, y basarse así en
la lógica representativa. De otro, el contacto podría estar orientado hacia alguna organización
social o económica, y resultar así extra-representativo. Sin embargo, no podemos probar esta
distinción dado que en las encuestas disponibles del proyecto CID los indicadores de estos di-
ferentes mecanismos de contacto resultan insuficientes. De ahí que nos hayamos visto obliga-
dos a dejar el contacto como un modo genérico de participación que incluye mecanismos re-
presentativos y extra-representativos.
(11) VERBA y NIE (1972: 64-71) y VERBA, NIE y KIM (1978: 317-22) rechazaron el modo
de «actividad comunal» por la yuxtaposición de los otros dos conjuntos de actividades. Por
un lado, los «actos cooperativos», que operacionalizaron como varias formas de actividad en
organizaciones o grupos locales; por otro, los «contactos sobre asuntos sociales», con referen-
tes más amplios que el propio encuestado y/o su familia inmediata. Este último es exactamen-
te equivalente a nuestra definición de «contacto». Además, y como quedará claro en el análi-
sis empírico que realizaremos a continuación, un ítem similar a los «actos cooperativos»
(«trabajar en una organización o asociación») aparece en la misma dimensión que las activi-
dades del contacto.
Primero, oscurece las dos distinciones cruciales que hacemos entre la parti-
cipación basada en la voz y en la salida, por un lado, y entre la participación
representativa y la extra-representativa, por otro. Segundo, resulta histórica-
mente relativa (Brady, 1999: 768; Topf, 1995: 52). Según se comprueba fá-
cilmente en la tabla 1, lo que pudo haber aparecido como «no-convencional»
en los años setenta, como las actividades de boicotear y de comprar ciertos
productos por razones políticas, se ha convertido hoy en uno de los modos
participativos más influyentes utilizados por los ciudadanos de la Europa
occidental.
(12) Para ello, y en primer lugar, todas las variables han sido transformadas de modo
que expresen la desviación de cada encuestado de la media del país. Ello deja las variaciones
entre países como constantes, por lo que sólo las variaciones entre individuos dentro de los
países puede influir en los resultados. En segundo lugar, los datos de encuesta de cada país
han sido ponderados para dar a todos los países el mismo peso. Hemos fijado esta pondera-
ción mediante la suma de los promedios de los tamaños de las muestras después de efectuar
listwise deletion en cada país, es decir, 1.652,5.
(13) Además de los componentes principales, hemos probado la estructura dimensional
mediante, primero, un análisis factorial de ejes principales y, segundo, un análisis confirmato-
rio de máxima verosimilitud (usando LISREL). Los resultados son muy similares a los pre-
sentados aquí.
Modos de participación
Tipo de actividad Actividad Actividad Participación
Contacto
de partido de protesta de consumo
Oblimin, de los 21.482 entrevistados que hayan respondido a cada una de las preguntas relativas
a los 18 indicadores de participación política. Todas las variables han sido transformadas para
expresar la desviación de las medias de los países, y cada país ha sido ponderado para darles el
mismo peso; véase nota 12. Sólo se muestran las cargas factoriales iguales o superiores a 0,30.
Fuente: Encuestas CID, 1999-2002.
lación muy baja con otros actos participativos en general, por lo que no en-
contramos razón para estudiar su dimensionalidad al carecer, además, de in-
formación sobre otros actos del mismo tipo. De otra parte, cuatro de los indi-
cadores excluidos del análisis dimensional merecen una especial mención:
llevar insignias, ir a mítines, donar dinero y trabajar en «grupos de acción
política». (14) Cada uno de ellos estaría hipotéticamente dentro de un modo
(14) Los otros valores excluidos son la abstención como protesta, la categoría de «otros»
y el uso de Internet. El marco temporal para el primero de estos valores difiere de todos los
demás, ya que se preguntaba si la acción ha llegado a tomarse alguna vez, lo que se opone al
ámbito temporal de «los últimos 12 meses». Por otra parte, la categoría de «otras actividades»
ha sido excluida dado que por definición mide cosas diferentes en las diferentes sociedades
bajo estudio. Finalmente, el uso de Internet ha sido excluido ya que este indicador se pregun-
taba sólo a quienes declaraban haber realizado alguno de los modos participativos.
27
MARIANO TORCAL, JOSÉ RAMÓN MONTERO Y JAN TEORELL
España
Madrid . . . . . . . . . . . . . . 0,14 0,02 0,11 0,25 0,13 0,84
País Vasco . . . . . . . . . . . 0,10 0,02 0,11 0,17 0,10 0,83
Cataluña . . . . . . . . . . . . . 0,09 0,01 0,07 0,14 0,08 0,79
a Los países (y las comunidades autónomas) están relacionados en orden descendiente del
promedio de participación no electoral. Las cifras son las medias de cada uno de los índices de
participación, en escalas de 0 a 1, exceptuando el voto. En la columna relativa al voto, el índice
de participación se ha confeccionado en base a las cifras oficiales de participación electoral re-
gistradas en las últimas elecciones parlamentarias; puede verse la nota (b) de las tablas 1 y 2.
Las medias han sido ponderadas para ajustar las probabilidades de la selección desigual; véase
nota 12.
Fuentes: Encuestas CID, 1999-2002, y Encuesta CIS-UAM, Banco de Datos del CIS,
2002.
otras palabras, es raro que los ciudadanos decidan rechazar los modos repre-
sentativos de participación en favor de los extra-representativos. Si esto fue-
ra así, cabría esperar la existencia de relaciones significativas de signo nega-
tivo. Pero los datos de la tabla 7, que presenta las correlaciones entre modos
de participación en los tres grupos de países y en Portugal, y la tabla 8, que
hace lo propio para España y las comunidades autónomas seleccionadas,
muestran una relaciones fuertes y positivas para todos los modos de partici-
pación. Las asociaciones entre la actividad de contacto, por un lado, y las de
partido, protesta y participación de consumo, por otro, oscilan de moderadas
a altas, y son similares en todos los países, incluyendo a España y también a
sus tres comunidades. Esto confirma de nuevo, como se apuntaba en el gráfi-
co 1 y observábamos en el anterior análisis dimensional, que el contacto
abarca a la vez las dimensiones representativa y extra-representativa de la
participación. La relación entre la participación de consumo y la actividad
de protesta es también fuerte y positiva en todos los países, subrayando las
interconexiones entre ambos modos extra-representativos de actividad.
Existe una diferencia destacable, sin embargo, con respecto a las correla-
ciones entre la actividad de partido, por un lado, y las de protesta y de consu-
mo, por otro. Da la impresión de que en Europa del Este y en Portugal todas
las actividades extra-representativas están ligadas a la actividad de partido.
Esta asociación también se observa en las tres comunidades seleccionadas y
en el resto de España. Ello podría reflejar el hecho de que en las nuevas de-
mocracias la actividad de partido, a pesar de su baja presencia, supone la
mayor fuerza movilizadora y está relacionada o es causante de otros muchos
tipos de actividad política. Los partidos parecen estar jugando aún el papel
movilizador dominante en las nuevas democracias, pero no en las más vie-
jas. Como resultado, la actividad política en aquellos países está concentrada
fundamentalmente en las manos de unos cuantos activistas de partido. Éste
es especialmente el caso de Portugal, y podría explicar la anomalía portu-
guesa. Una buena parte de la movilización política que tuvo lugar en Portu-
gal durante y después de la transición se canalizó a través de los principales
partidos políticos (Morlino, 1998: cap. 4). En la actualidad, la actividad de
partido es aún la dimensión dominante dentro de la participación política en
Portugal, ocultando algunas de las diferencias entre modelos de participa-
ción que de otra manera hubieran podido presentarse (17). En Escandinavia
Europa Continental b
Actividad de partido . . . . . . . 0,32**
Actividad de protesta . . . . . . 0,20** 0,09**
Participación de consumo . . . 0,41** 0,15** 0,23**
Voto . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,12** 0,09** 0,04** 0,11**
Abstención como protesta . . . 0,09** 0,01 0,06** 0,15** –0,12**
Uso de Internet . . . . . . . . . . . 0,32** 0,17** 0,07** 0,16** 0,04*
Trabajar en grupos de acción
ciudadana . . . . . . . . . . . . . . . 0,30** 0,20** 0,25** 0,22** 0,07**
Recaudar fondos . . . . . . . . . . 0,27** 0,09** 0,15** 0,24** 0,07**
Llevar insignias o adhesivos . 0,24** 0,20** 0,34** 0,25** 0,05**
Asistir a un mítin . . . . . . . . . 0,37** 0,46** 0,27** 0,24** 0,09**
Escandinavia c
Actividad de partido . . . . . . . 0,31**
Actividad de protesta . . . . . . 0,17** 0,09**
Participación de consumo . . . 0,32** 0,09** 0,19**
Voto . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,08** 0,06** 0,01 0,09**
Abstención como protesta . . . –0,01 –0,06** –0,00 0,04** –0,19**
Uso de Internet . . . . . . . . . . . 0,33** 0,11** 0,09** 0,19** 0,03
Trabajar en grupos de acción
ciudadana . . . . . . . . . . . . . . . 0,24** 0,14** 0,22** 0,17** 0,03*
Recaudar fondos . . . . . . . . . . 0,24** 0,14** 0,11** 0,16** 0,03*
Llevar insignias o adhesivos . 0,29** 0,26** 0,24** 0,20** 0,04**
Asistir a un mítin . . . . . . . . . 0,40** 0,52** 0,21** 0,18** 0,07**
que este último apenas presenta varianza), lo que significa que esa dimensión de protesta no parti-
dista es prácticamente inexistente en Portugal. Esta interpretación está apoyada por el hecho que,
cuando los tres ítems de protesta no se incluyen en los análisis dimensionales, los otros tres mo-
dos de participación (el contacto, la actividad de partido y la participación de consumo) funcionan
casi perfectamente, arrojando unos resultados sustantivos y claros que además están en consonan-
cia con los de otros países. Por lo tanto, el problema en Portugal parece residir en las actividades
de protesta y en su poco sistemática relación con todas las formas de participación.
Portugal
Actividad de partido . . . . . . . 0,34**
Actividad de protesta . . . . . . 0,24** 0,39**
Participación de consumo . . . 0,41** 0,23** 0,27**
Voto . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,08** 0,08** 0,01* 0,04**
Abstención como protesta . . . 0,13** –0,01 0,07** 0,16** –0,13**
Uso de Internet . . . . . . . . . . . 0,29** 0,10** 0,14** 0,19** 0,06
Trabajar en grupos de acción
ciudadana . . . . . . . . . . . . . . . 0,34** 0,30** 0,22** 0,24** 0,06*
Recaudar fondos . . . . . . . . . . 0,34** 0,24** 0,19** 0,22** 0,03*
Llevar insignias o adhesivos . 0,28** 0,50** 0,29** 0,19** 0,05
Asistir a un mítin . . . . . . . . . 0,40** 0,48** 0,37** 0,22** 0,06*
a Las coeficientes de correlaciones son r de Pearson. Cada país ha sido ponderado de ma-
nera igual. Por motivos de conveniencia, hemos fijado el peso de la ponderación en la suma al
tamaño promediado de la muestra en cada país (al margen de variaciones en la no respuesta),
esto es, 1.725,15. Los niveles de significación estadística son **p < 0,05; *p < 0,10.
b Europa Continental incluye Alemania Occidental, España, Holanda y Suiza.
c Escandinavia incluye Dinamarca, Noruega y Suecia.
d Europa del Este incluye Alemania Oriental, Eslovenia, Moldavia, Rumanía y Rusia.
Resto de España
Actividad de partido . . . . . . . . . 0,45**
Actividad de protesta . . . . . . . . . 0,32*** 0,31***
Participación de consumo. . . . . . 0,53*** 0,24*** 0,42***
Voto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,09*** 0,08*** 0,04 0,10***
Abstención como protesta . . . . . 0,04* 0,03 0,03 0,04* –0,08***
Uso de Internet . . . . . . . . . . . . . 0,07*** 0,05** 0,04 0,07*** –0,02
Trabajar en grupos de acción ciu-
dadana. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,59*** 0,34*** 0,34*** 0,39*** 0,05*
Recaudar fondos . . . . . . . . . . . . 0,32*** 0,18*** 0,25*** 0,59*** 0,06**
Llevar insignias o adhesivos. . . . 0,27*** 0,29*** 0,63*** 0,31*** 0,17
Asistir a un mítin. . . . . . . . . . . . 0,47*** 0,72*** 0,37*** 0,29*** 0,07***
Cataluña
Actividad de partido . . . . . . . . . 0,47***
Actividad de protesta . . . . . . . . . 0,45*** 0,26***
Participación de consumo. . . . . . 0,56*** 0,30*** 0,45***
Voto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,08** 0,08*** 0,34 0,06**
Abstención como protesta . . . . . 0,12*** 0,03 0,06** 0,06** –0,12***
Uso de Internet . . . . . . . . . . . . . 0,17*** 0,09*** 0,22*** 0,13*** 0,04
Trabajar en grupos de acción ciu-
dadana. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,62*** 0,29*** 0,31*** 0,42*** 0,04
Recaudar fondos . . . . . . . . . . . . 0,35*** 0,23*** 0,27*** 0,56*** –0,00
Llevar insignias o adhesivos. . . . 0,34*** 0,20*** 0,68*** 0,37*** 0,02
Asistir a un mítin. . . . . . . . . . . . 0,46*** 0,76*** 0,35*** 0,35*** 0,09***
Madrid
Actividad de partido . . . . . . . . . 0,27***
Actividad de protesta . . . . . . . . . 0,42*** 0,29***
Participación de consumo. . . . . . 0,59*** 0,18*** 0,40***
Voto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,09* 0,03 0,01 0,10**
Abstención como protesta . . . . . 0,13*** 0,03 0,01 0,17*** –0,03
Uso de Internet . . . . . . . . . . . . . 0,13*** 0,03 0,00 0,10** 0,07
Trabajar en grupos de acción ciu-
dadana. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,56*** 0,20*** 0,41*** 0,39*** 0,08*
Recaudar fondos . . . . . . . . . . . . 0,34*** 0,13*** 0,26*** 0,54*** 0,09*
Llevar insignias o adhesivos. . . . 0,40*** 0,22*** 0,72*** 0,37*** 0,10**
Asistir a un mítin. . . . . . . . . . . . 0,36*** 0,74*** 0,47*** 0,26*** 0,00
ca son ***p < 0, 001; ** p < 0,05; y *p < 0,10. Debe señalarse que las sobremuestras de Cata-
luña, Madrid y País Vasco hacen mucho más robustas las pruebas de significación de estos
coeficientes.
Fuente: Encuesta CIS-UAM, Banco de Datos del CIS, 2002.
(18) Esta tendencia más general puede ser confirmada por el llamado análisis dimensional
de segundo orden, que es un análisis de componentes principales de los cuatro índices de parti-
cipación no electoral presentados en la tabla 5. Con los criterios convencionales de la retención
de factores (valores con eigenvalues propios no menores a 1), dicho análisis proporciona una
solución claramente unidimensional en las 13 sociedades incluidas en nuestra muestra.
CONCLUSIONES
REFERENCIAS