Examen Legislación Seba
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Examen Legislación Seba
El primer aspecto es unilateral; el segundo crea una relación entre dos o más sujetos, la cual surge
precisamente a raíz del acto jurídico; y el tercero consiste en la facultad de hacer efectiva la
consecuencia de esa relación, exigiendo de otros la conducta a la cual se han obligado o que una
norma les impone.
“ARTÍCULO 1º.- Fuentes y aplicación. Los casos que este Código rige deben ser resueltos según las
leyes que resulten aplicables. La interpretación debe ser conforme con la Constitución Nacional y
los tratados en los que la República Argentina sea parte. A tal fin, se tendrá en cuenta la
jurisprudencia en consonancia con las circunstancias del caso. Los usos, prácticas y costumbres son
vinculantes cuando las leyes o los interesados se refieren a ellos o en situaciones no regladas
legalmente, siempre que no sean contrarios a derecho.”
“ARTÍCULO 2º.- Interpretación. La ley debe ser interpretada teniendo en cuenta sus palabras, sus
finalidades, las leyes análogas, las disposiciones que surgen de los tratados sobre derechos
humanos, los principios y los valores jurídicos, de modo coherente con todo el ordenamiento.”
“ARTICULO 16.- Si una cuestión civil no puede resolverse, ni por las palabras, ni por el espíritu de la
ley, se atenderá a los principios de leyes análogas; y si aún la cuestión fuere dudosa, se resolverá
por los principios generales del derecho, teniendo en consideración las circunstancias del caso.”
“ARTICULO 17.- Los usos y costumbres no pueden crear derechos sino cuando las leyes se refieran
a ellos o en situaciones no regladas legalmente.”
Así las cosas, el objeto de la presente ponencia radica en analizar la modificación efectuada,
teniendo en consideración la inclusión de la jurisprudencia dentro del artículo relativo a fuentes
del derecho y no dentro de las previsiones del artículo siguiente, de interpretación de la ley.
Ello, teniendo en consideración que esta inclusión conforme esa redacción, podría dar lugar a
que se interprete que la jurisprudencia es una fuente formal del derecho.
Como es sabido, las fuentes de derecho han sido tema de debate en la mayoría de los
ordenamientos, existiendo diversas clasificaciones.
Una de las clasificaciones tradicionales las ha dividido en fuentes materiales y formales.
Respecto de las primeras se ha dicho que son situaciones de hecho que determinan el origen
material de la norma, como puede ser una situación política, económica y social; Es decir, que las
fuentes materiales aluden a la idea, causa u origen de las fuentes formales.
Asimismo, existen normas de carácter general que no son fuentes en sentido formal, por cuanto
regulan o reglamentan sectores importantes de la actividad de los particulares, como los decretos
del Poder Ejecutivo y las acordadas del Poder Judicial.
Otra clasificación tradicional de las fuentes, las divide en directas, entre ellas la ley, que no es más
que la manifestación de la voluntad colectiva puesta una norma imperativa que impone un obrar;
e indirectas, la razón, causa u origen de las fuentes directas.
En general en la Argentina, se entiende que son fuentes formales del derecho, la ley y los
contratos; y que la jurisprudencia, la equidad, los usos y costumbres, los principios generales del
Derecho y la doctrina, son instrumentos interpretativos de las mismas.
Persona: concepto.
Persona proviene del latín persōna, que significa ‘máscara de actor’ o ‘personaje teatral’, y este del
etrusco phersu, que a su vez viene del griego πρόσωπον (prósōpon), que traduce precisamente
‘máscara’.
Persona individual:
Las únicas personas que tienen existencia, estrictamente hablando, son los seres
humanos individuales y concretos.
Prueba de ello es que no encontramos en la realidad, otros entes distintos del ser humano, que
tengan por lo tanto una esencia ontológica diversa de la de este y que sean personas jurídicas.
Como es evidente, si nosotros décimos que tanto las personas individuales como las colectivas son
personas jurídicas, es porque la esencia genérica de ambos tipos de personas jurídicas es la misma.
De lo contrario, no sería posible dar un concepto puro de la persona o sujeto del derecho.
En este sentido, es Kelsen quien nos ha dado la respuesta al enseñar que, en esencia,
la personalidad jurídica consiste en una imputación centralizada de conducta humana, vale decir
que cuando el jurista se encuentra con una persona jurídica, sea individual o colectiva, hallaran
siempre ese conjunto de conductas objetivadas en las normas jurídicas bajo las formas
del derecho y el
deber jurídicos, centralmente imputadas. Como es obvio, en el caso
de la persona individual, se trata de la conducta de un hombre, claro que en interferencia
intersubjetiva, pero sin perder por ello el
carácter de conducta de una persona individual; a su vez, en el caso de las personas colectivas, se
trata de la conducta de una pluralidad de hombres, estructurada de manera unitaria por
el ordenamiento jurídico.
Este haz de conductas imputadas a un centro común, es por supuesto una estructura que
constituye el concepto puro de personalidad jurídica, así como el centro de imputación no es otra
cosa que la esquematización lógica de la persona jurídica, es decir, de una realidad que,
ontológicamente, no es ni más ni menos que el ser humano, actuando de diversa manera
(individual o colectivamente).
Persona colectiva:
Una persona colectiva es un ente constituido por personas naturales y/o bienes afectados a un fin
común, posible, licito, y determinado reconocida por el ordenamiento jurídico, el cual le otorga
personalidad.
2º.- CAPACIDAD. - Tienen capacidad, pero no en la misma extensión que las personas naturales. La
capacidad es en la extensión del fin que persigue la persona colectiva. La capacidad no va más allá
de los fines lícitos trazados por la persona colectiva.
“Artículo 54°. - CAPACIDAD. I. Las personas colectivas tienen capacidad jurídica y capacidad de
obrar dentro de los límites fijados por los fines que determinaron su constitución.” (Decreto-Ley
No.- 12760 Código Civil boliviano).
3º.- DOMICILIO. - Las personas colectivas tienen por domicilio donde tienen su principal actividad.
Por ejemplo, El domicilio legal de las empresas mineras se establecerá en la jurisdicción local
donde se realice la mayor explotación minera. El domicilio se fija por acto gubernativo (“Toda
inversión extranjera estará sometida a la jurisdicción, a las leyes y a las autoridades bolivianas”
CPE Bolivia Art. 320) o en la escritura de constitución.
No existe ni puede haber persona sin patrimonio, aunque sean puramente deudas, tiene
patrimonio, aunque sea negativo, tiene patrimonio.
Las personas colectivas consiguen el patrimonio por ley (personas colectivas de derecho público) o
del peculio de los asociados (sociedades anónimas, civiles, fundaciones).
Artículo 29. 1
El nacimiento determina la personalidad; pero el concebido se tiene por nacido para todos los
efectos que le sean favorables, siempre que nazca con las condiciones que expresa el artículo
siguiente.
Artículo 30. 2
La personalidad se adquiere en el momento del nacimiento con vida, una vez producido el entero
desprendimiento del seno materno.
Artículo 31. 3
La prioridad del nacimiento, en el caso de partos dobles, da al primer nacido los derechos que la
Ley reconozca al primogénito.
Artículo 32. 4
Si se duda, entre dos o más personas llamadas a sucederse, quién de ellas ha muerto primero, el
que sostenga la muerte anterior de una o de otra debe probarla; a falta de prueba, se presumen
muertas al mismo tiempo y no tiene lugar la transmisión de derechos de uno a otro.
Artículo 34. 6
Respecto a la presunción de muerte del ausente y sus efectos, se estará a lo dispuesto en el Título
VIII de este Libro.
CAPÍTULO II
Artículo 35. 7
2. Las asociaciones de interés particular, sean civiles, mercantiles o industriales, a las que la
Ley conceda personalidad propia, independiente de la de cada uno de los asociados.
Artículo 36. 8
Las asociaciones a que se refiere el número 2.º del artículo anterior se regirán por las disposiciones
relativas al contrato de sociedad, según la naturaleza de éste.
Artículo 37.
La capacidad civil de las corporaciones se regulará por las Leyes que las hayan creado o
reconocido; la de las asociaciones por sus estatutos; y la de las fundaciones por las reglas de su
institución, debidamente aprobadas por disposición administrativa, cuando este requisito fuere
necesario.
Artículo 38. 9
Las personas jurídicas pueden adquirir y poseer bienes de todas clases, así como contraer
obligaciones y ejercitar acciones civiles o criminales, conforme a las Leyes y reglas de su
constitución.
La Iglesia se regirá en este punto por lo concordado entre ambas potestades, y los
establecimientos de instrucción y beneficencia por lo que dispongan las Leyes especiales.
Artículo 39. 10
Si por haber expirado el plazo durante el cual funcionaban legalmente, o por haber realizado el fin
para el cual se constituyeron, o por ser ya imposible aplicar a éste la actividad y los medios de que
disponían, dejasen de funcionar las corporaciones, asociaciones y fundaciones, se dará a sus
bienes la aplicación que las Leyes, o los estatutos, o las cláusulas fundacionales, les hubiesen en
esta previsión asignado. Si nada se hubiere establecido previamente, se aplicarán esos bienes a la
realización de fines análogos, en interés de la región, provincia o municipio que principalmente
debieran recoger los beneficios de las instituciones extinguidas.
Capacidad e incapacidad:
CAPÍTULO 2 – Capacidad
Capacidad se refiere a la cualidad de ser capaz para algo determinado, dicha cualidad puede
recaer en una persona, entidad o institución, e incluso, en una cosa.
Es decir, la capacidad hace referencia a la posibilidad de una entidad para cumplir con una
determinada función en atención a sus características, recursos, aptitudes y habilidades.
ARTÍCULO 22.- Capacidad de derecho. Toda persona humana goza de la aptitud para ser titular de
derechos y deberes jurídicos. La ley puede privar o limitar esta capacidad respecto de hechos,
simples actos, o actos jurídicos determinados.
ARTÍCULO 23.- Capacidad de ejercicio. Toda persona humana puede ejercer por sí misma sus
derechos, excepto las limitaciones expresamente previstas en este Código y en una sentencia
judicial.
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Una persona con incapacidad jurídica debe contar con un curador o un tutor que salvaguarde
sus derechos e intervenga en los actos que no puede realizar. Es importante mencionar que
existen diversos grados de incapacidad.
Tipos de incapacidad:
Incapacidad de ejercicio
Incapacidad de goce
Es aquella que impide ser titular de uno o más derechos determinados. 2 Es siempre relativa o
particular, y está establecida expresamente por la ley. Por ejemplo, los padres no pueden
contratar a sus hijos menores de edad que se encuentren bajo su patria potestad; el curador
respecto de adquirir los bienes de su pupilo.
Absoluta
Relativa de hecho
La incapacidad de hecho relativa implica que aquellos a quienes alcanza, pueden realizar por sí
mismos algunos actos jurídicos. menores adultos.
b) la persona que no cuenta con la edad y grado de madurez suficiente, con el alcance dispuesto
en la Sección 2ª de este Capítulo;
c) la persona declarada incapaz por sentencia judicial, en la extensión dispuesta en esa decisión.
ARTÍCULO 25.- Menor de edad y adolescente. Menor de edad es la persona que no ha cumplido
dieciocho años.
Este Código denomina adolescente a la persona menor de edad que cumplió trece años.
ARTÍCULO 26.- Ejercicio de los derechos por la persona menor de edad. La persona menor de edad
ejerce sus derechos a través de sus representantes legales.
No obstante, la que cuenta con edad y grado de madurez suficiente puede ejercer por sí los actos
que le son permitidos por el ordenamiento jurídico. En situaciones de conflicto de intereses con
sus representantes legales, puede intervenir con asistencia letrada.
La persona menor de edad tiene derecho a ser oída en todo proceso judicial que le concierne así
como a participar en las decisiones sobre su persona.
Se presume que el adolescente entre trece y dieciséis años tiene aptitud para decidir por sí
respecto de aquellos tratamientos que no resultan invasivos, ni comprometen su estado de salud
o provocan un riesgo grave en su vida o integridad física.
Si se trata de tratamientos invasivos que comprometen su estado de salud o está en riesgo la
integridad o la vida, el adolescente debe prestar su consentimiento con la asistencia de sus
progenitores; el conflicto entre ambos se resuelve teniendo en cuenta su interés superior, sobre la
base de la opinión médica respecto a las consecuencias de la realización o no del acto médico.
A partir de los dieciséis años el adolescente es considerado como un adulto para las decisiones
atinentes al cuidado de su propio cuerpo.
Contrato:
El contrato es un acto jurídico en virtud del cual dos o más partes acuerdan crear, regular,
modificar, transferir o extinguir relaciones jurídicas de índole patrimonial (artículo 957 Código Civil
y Comercial).
Se basa en los principios de autonomía de la voluntad, por el cual las partes pueden contratar
libremente sobre lo que deseen (siempre que no se vean afectados el orden público, la moral y las
buenas costumbres), y en el de buena fe, que obliga a los negociantes a celebrar, interpretar y
ejecutar los contratos conforme a ella. Eso sí, una vez concluido el acuerdo, las partes deberán
someterse a lo estipulado como si ello fuera la ley misma (denominado efecto vinculante de los
contratos).
El objeto (materia sobre la que versa). El objeto debe ser lícito, posible, determinado o
determinable, de interés para las partes y pasible de valoración económica (art. 1003 Código Civil y
Comercial).
La causa (el por qué y el para qué se contrata). La causa debe existir desde el momento de la
formación del contrato y hasta su celebración y ejecución (art. 1013 Código Civil y Comercial), y
debe ser lícita (art. 1014 Código Civil y Comercial).
La forma (si debe hacerse por escritura pública, por documento privado, por escrito, con testigos,
etc.). Respecto a la forma, en nuestro país rige la libertad de formas (art. 1015 Código Civil y
Comercial). Esto significa que, como principio general, no deben llevar una formalidad
determinada, excepto que la ley lo disponga (por ejemplo, en el caso de contratos relativos a
bienes inmuebles, ellos deben otorgarse por escritura pública).
Por otra parte, los contratos pueden clasificarse en: unilaterales o bilaterales (según si una o
ambas partes se obligan hacia la otra), onerosos o gratuitos (dependiendo de si las prestaciones
son recíprocas o si solo una de las partes obtiene beneficios), conmutativos o aleatorios (de
acuerdo a si las ventajas para todos los contratantes son ciertas o inciertas), nominados o
innominados (según posean o no regulación específica en la ley), instantáneos o de tracto sucesivo
(según su ejecución se produzca en un solo momento o se extienda en el tiempo).
Un acto jurídico es una manifestación de voluntad para crear, modificar, transferir o extinguir un
derecho, con un resultado favorable para quien promueve la acción.
Un hecho jurídico es cualquier acto que tenga una consecuencia legal. Dichas consecuencias
pueden incentivar la creación, modificación, transferencia o extinción de un derecho.
Si bien todo acto jurídico es un hecho jurídico, solo los hechos jurídicos que sean de origen
humano, lícito y voluntario pueden considerarse actos jurídicos.
Acto jurídico: Es la manifestación de voluntad para crear relaciones de tipo legal, a través de la
creación, modificación o extinción de un derecho.
Tipos:
Positivos y negativos.
Unilaterales y bilaterales.
Entre vivos o de última voluntad.
Onerosos y gratuitos.
Formales y no formales.
Principales y accesorios.
Patrimoniales y extra patrimoniales.
Ejemplos:
Contratos.
Matrimonios civiles.
Adopciones.
Tipos:
Natural.
Humano.
Simples.
Complejos.
Positivos.
Negativos.
Simultáneos.
Sucesivos.
Ejemplos:
Desastres naturales.
Un choque de auto.
Robo.
Incumplimiento de pago.
Elementos esenciales del acto jurídico:
Para que un acto jurídico sea considerado válido, debe contar con estos elementos:
Sujeto: persona o grupo de personas que intervienen en el acto jurídico para que este pueda
llevarse a cabo. Es el caso de los representantes legales, sucesores o terceros.
Manifestación de voluntad: es el consentimiento libre que expresa el sujeto para llevar a cabo el
acto jurídico.
Objeto: el hecho o bien por el cual se realizará el acto jurídico. No puede ser imposible, ilícito, o
contrario a las buenas costumbres.
Causa: es el fin determinante de la voluntad para llevar a cabo el acto jurídico. Por ejemplo, el
motivo que tuvo una persona para vender una propiedad.
Forma: son los requisitos que deben cumplirse para llevar a cabo el acto jurídico (redacción de
contrato, firma ante notario, etc.).
Un acto jurídico es positivo cuando implica la ejecución de una acción. La venta de un auto implica
la voluntad de entregar el bien en cuestión, por ejemplo.
Mientras que en los actos jurídicos negativos el sujeto se abstiene de ejecutar la acción, por
ejemplo, negarse a cumplir con el horario establecido en el contrato de trabajo.
Actos jurídicos unilaterales y bilaterales: Si un acto jurídico requiere la voluntad de un solo sujeto,
es unilateral (la venta de una casa de su propiedad). Cuando se requiere la voluntad de más de un
sujeto, es un acto jurídico bilateral (como el matrimonio).
Actos jurídicos entre vivos o de última voluntad: Se considera un acto entre vivos aquel que no
depende del fallecimiento del sujeto para que surta efecto (como un contrato). En cambio, si los
efectos legales comienzan después de la muerte, es un acto jurídico de última voluntad, como por
ejemplo las herencias.
Actos jurídicos onerosos y gratuitos: Si el acto en cuestión requiere la obligación de las dos partes
involucradas, se trata de un acto oneroso, tal es el caso de los contratos de compra-venta. Si, por
el contrario, solo una de las partes tiene obligaciones, entonces se trata de un acto gratuito, como
las donaciones.
Actos jurídicos formales y no formales: Como indica su nombre, los actos jurídicos formales
implican la presentación de una serie de recaudos de conformidades con las leyes vigentes. Para
efectuar un matrimonio civil, se requiere la presentación de ciertos documentos, por ejemplo.
Esto no es necesario en los actos jurídicos no formales, como es el caso de los contratos de
alquiler.
Actos jurídicos principales y accesorios: Los actos jurídicos principales son aquellos que existen
por sí mismos, como un contrato de compra-venta. Los actos jurídicos accesorios dependen de un
acto principal, como ocurre con las ventas de propiedades con hipotecas.
Hecho jurídico natural: Son propiciados por la naturaleza y tienen efectos legales. Por ejemplo, un
desastre natural que ocasione pérdidas materiales o humanas puede desencadenar una serie de
consecuencias jurídicas, como demandas, multas, etc.
Hecho jurídico humano: Son actos llevados a cabo por un individuo o colectivo y pueden ser de
naturaleza involuntaria (un choque de auto) o voluntarios (firmar un contrato). En este último
caso, se trata de actos jurídicos.
Hechos jurídicos simples: Son aquellos que se generan a partir de un acto único, como el
nacimiento o la muerte de una persona.
Hechos jurídicos complejos: Están supeditados a varios actos, como la posesión de un bien. En
este caso, se requiere tanto del bien, propiedad o cosa en sí, y de la intención de ser el propietario.
Hechos jurídicos positivos: Requieren un hacer o un cambio de las circunstancias para que se
produzca el hecho. Por ejemplo, el homicidio.
Hechos jurídicos simultáneos: Se llevan a cabo en un lapso temporal, como es el caso de un robo.
Hechos jurídicos sucesivos: Implican una extensión en el tiempo, como un secuestro, que implica
la privación de libertad durante un período.
Habrá vicio sustancial en los actos jurídicos cuando sus agentes no los hayan practicado con
intención o libertad, o cuando no los hayan celebrado de buena fe (esbozo, art. 504). Los vicios
consistentes en la falta de intención, son lo ignorancia o error y el dolo; el que incide en la falta de
libertad, la violencia; los que radican en la falta de buena fe, la simulación y el fraude (esbozo, art.
505) los vicios de forma provienen de la inobservancia de las formalidades exigidas por la ley
respecto de ciertos actos jurídicos. Como son sumamente variados no se prestan para una
sistematización unitaria: he ahí la razón por la cual la teoría de los vicios de los actos jurídicos deja
de lado los vicios de forma, y solo se refiere a los que Freitas denomina vicios sustanciales.
Entre éstos últimos, hay dos grupos diferenciados. El primer grupo comprende los vicios que la
doctrina moderna denomina de la voluntad, porque inciden en algún elemento de ella: tales son el
error o ignorancia, el dolo y la violencia. El segundo grupo abarca los defectos de buena fe que
pudieran presentar los actos jurídicos: ellos son la simulación y el fraude.
Mientras los vicios de la voluntad por su propia índole afectan a todos los hechos voluntarios, los
vicios de la buena fe sólo pueden concurrir en los actos jurídicos, razón por la cual se ha
denominado a estos últimos vicios propios de los actos jurídicos.