Cierre de Cuentas
Cierre de Cuentas
Cierre de Cuentas
Cualquiera que sea el método para utilizar toda “cuenta” presenta características
comunes:
Ingresos.
Gastos.
Costos de venta.
Costos de producción.
Cuentas de activo, pasivo y
Patrimonio en el balance general.
Pasó a paso
Para realizar el cierre contable es necesario que revises y compruebes que la
contabilidad de tu empresa y los documentos estén al día y respondan a lo
estipulado en los libros de esta; de igual manera, resulta fundamental verifiques
qué ajustes se requieren para realizar el Asiento de cierre; una vez evidencies que
todo funciona correctamente y que los documentos están en orden ya estarás listo
para cerrar tu año contable siguiendo los pasos descritos a continuación:
Balance de comprobación de sumas y saldos: rectifica que los datos de
contabilidad de tu empresa responden y pertenecen a lo expuesto en el Libro
Diario.
Revisión del cuadro de cuentas del Plan General Contable: para que llegues a
buen término con el cierre contable revisa, confronta y comprueba que no haya
errores en las cuentas:
1. Financiación básica;
2. Activo no corriente;
3. Existencias;
4. Acreedores y deudores por operaciones comerciales;
5. Cuentas financieras;
6. Compras y gastos
7. Ventas e ingresos;
8. Gastos imputados al patrimonio neto
9. Ingresos imputados al patrimonio neto.
Estas responden a los elementos contables de una empresa.
Registro de transacciones.
Ajustes.
Estados financieros.
Cierre.
El primer paso para registrar el cierre contable es dejar en ceros aquellas cuentas
de resultados con saldo acreedor. Cuando se da este tipo de saldo suele ser un
buen síntoma de cash flow, ya que los abonos contables son sinónimo de
incrementos en el saldo total de ingresos. Sin embargo, si sucede un incremento
en las contabilizaciones en el ‘haber’ que se traduzcan en abonos en cuentas
relacionadas con el pasivo o el patrimonio neto, significaría un aumento en
términos reales. Por tanto, las únicas partidas que se vería mermadas serían las
de activo y gastos.
El termino
saldo acreedor consiste en la situación contable en la que la suma de partidas en
ele haber es mayor que las de las cuentas del debe.
Una excepción que tenemos que destacar, es que, si bien un abono y un cargo en
las cuentas contables significan respectivamente una disminución y aumento en
las cuentas de activo, no pasa lo mismo de forma práctica en las cuentas
corrientes de los bancos.
Si el saldo es deudor habrá que llevar dicho saldo al Haber, con lo que la
cuenta queda saldada, es decir, DEBE = HABER.
Este subgrupo recoge los gastos corrientes, repetitivos o habituales de la actividad
de la empresa, excepto los derivados de la actividad básica, y que no forman parte
del precio de adquisición de inmovilizados o valores mobiliarios.
Para cerrar las cuentas de resultados, se transfieren los valores de las cuentas de
Ingresos y Gastos a la cuenta Perdidas y Ganancias. Tiene como objetivo conocer
la utilidad o perdida del ejercicio económico.
Para realizar con mayor facilidad los asientos de cierre se toma los datos del
Estado de Resultados y se realiza lo siguiente:
1. Se transfiere las cuentas de Ingresos a Pérdidas y Ganancias.
2. Se transfiere las cuentas de gastos a Pérdidas y Ganancias.
3. Se transfiere la Utilidad bruta en Ventas a Pérdidas y Ganancias.
4. El saldo de la cuenta Pérdidas y Ganancias se transfiere a UTILIDAD
NETA.
5. Se mayorizan las cuentas, cerrándolas materialmente con dos rayas
horizontales debajo de cada suma.